Pesan Los Días Oscuros

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Pesan los días oscuros. Lejos, lejos, manos pequeñas que marcaron el adiós, soledad que se avecina. Una oscura palabra pronunciada bajo la llorosa lluvia. Adiós, es más que sólo irse, es más que dejar la calida casa que ha de esperarnos en vano. Un corazón gemelo llora a un costado sangrante de la vida. Una hora pasa, se confunde con las palabras que se quedan en el aire. II La lluvia moja lentamente los recuerdos minerales de algún camino que ha conocido las terribles carretas que se dibujan sobre la eternidad del espacio. Ha contado con las campana del mirador un viejo violin que se ha acercado a la realidad con tristes notas lacrimales. Ay si fuera cierta toda la gloria que describen las viejas lengua quizá para sentiré mejor yolvidar no sólo el frío que les choca a la cara sino el viejo desprcio que deben sentir por nosotros los que vivn en un mundo real. III Queridos humanos he intentado bajar al cristo del madero carcomido por los años. Hacerlo más hombre. Me he servido del vinoe intentado clmar la sed de justicia que ha nacido entre las hojas de algún libro que ha dicho que el pueblo ha muerto en el anhelo de conocer la verdad dejando de lado todo lo que no esta contamidp con las heces de ha inundado nuestro cerebro de falsos cristos. IV Algún rio solitario habrá de esconder, con mojadas manos, el llanto andino de algún niño que ha dejado de ilar sus sueños. Los encontrado mirando el cielo infinito, debajo de un desconocido árbol, al costado verdoso de un pequeño camino lloroso. Lo dorados puños del dolor, y esta vaga esperanza de caminar con dirección a lo que se desconoce. Una mirada criminal, manos llenas de sangre. Has estado viviendo en mi ser, atando con tus lagrimas la humanidad que quiere superar a la propia humanidad. hay un árbol que se comido toda la fdesgacia de ver más allá de lo que miran los mortales. Tu cuerpo pequeño empujado por un animal que parece

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Pesan los días oscuros. Lejos, lejos, manos pequeñas que marcaron el adiós, soledad que se avecina. Una oscura palabra pronunciada bajo la llorosa lluvia. Adiós, es más que sólo irse, es más que dejar la calida casa que ha de esperarnos en vano. Un corazón gemelo llora a un costado sangrante de la vida. Una hora pasa, se confunde con las palabras que se quedan en el aire.

II

La lluvia moja lentamente los recuerdos minerales de algún camino que ha conocido las terribles carretas que se dibujan sobre la eternidad del espacio. Ha contado con las campana del mirador un viejo violin que se ha acercado a la realidad con tristes notas lacrimales. Ay si fuera cierta toda la gloria que describen las viejas lengua quizá para sentiré mejor yolvidar no sólo el frío que les choca a la cara sino el viejo desprcio que deben sentir por nosotros los que vivn en un mundo real.

III

Queridos humanos he intentado bajar al cristo del madero carcomido por los años. Hacerlo más hombre. Me he servido del vinoe intentado clmar la sed de justicia que ha nacido entre las hojas de algún libro que ha dicho que el pueblo ha muerto en el anhelo de conocer la verdad dejando de lado todo lo que no esta contamidp con las heces de ha inundado nuestro cerebro de falsos cristos.

IV

Algún rio solitario habrá de esconder, con mojadas manos, el llanto andino de algún niño que ha dejado de ilar sus sueños. Los encontrado mirando el cielo infinito, debajo de un desconocido árbol, al costado verdoso de un pequeño camino lloroso. Lo dorados puños del dolor, y esta vaga esperanza de caminar con dirección a lo que se desconoce. Una mirada criminal, manos llenas de sangre. Has estado viviendo en mi ser, atando con tus lagrimas la humanidad que quiere superar a la propia humanidad. hay un árbol que se comido toda la fdesgacia de ver más allá de lo que miran los mortales. Tu cuerpo pequeño empujado por un animal que parece entender que contra el dolor de ser quien quieres ser sólo hay un camino que tomar.

V

Cajón dormido y alado que dejó de llorar tantas muertes. Has estado epeando ansioso alguna madre para que cuide tus sueños. Bajo el verdor celestial crece la anguistia de alguien que no terminó de mamar a un pequeño que se muere de hambre. Hay leche vacía que dejas de lado al sol. Lágrimas en los dos lados de un destino que separa a los que duermen de los que lloran. El sueño eterno es tan doloro, y el hambre se queja de tanta muertes ajenas.