Pigmentación y rechazo de amalgama usada como material de ...
pigmentación (correspondiente...
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Respecto a este último punto, anadiré que la pigmentación lo mismo
puede seguir a un proceso de reacción ligera (correspondiente a dermatitis
de I.° o 2.° grado) como a reacciones intensas (de 3.0 o4.° grado); sea cual
fuese la intensidad de la reacción, el surgimiento de tal fenómeno obedece,
según los casos, a distinto mecanismo. Kienbóck senaló que interesa dife
renciar dos clases de pigmentación: una temprana, que se presenta dentro
de la segunda o tercera semana siguientes a la irradiación; ésta es debida
a diapédesis de los glóbulos rojos de la sangre y al depósito, alrededor de los
vasos, de cristales de hemosiderina; esta seudo-pigmentación (Gassmann)desaparece rápidamente al reabsorberse dichos cristales.
La pigmentación que hay que calificar de tal suele seguir a la anterior
y es debida a la emigración y acrecentamiento del pigmento (Grund).Kienbück interpreta la pigmentación que alternando con zonas decolo
radas (atrofia del dermis) aparece en los distritos cutáneos muy intensa
mente irradiados, no como corrimiento del pigmento sino como hiperplasiade las células de tal substancia.
También se ha informado por varios autores (Wetterer, Hans Meyer y
otros) que en ocasiones el pelo que aparecedespués de la alopecia transitoria
producida por aplicaciones rüntgenoterápicas presentaba una coloración
más obscura. Su mecanismo nos es todavía desconocido.
A este propósito citaré lo observado por A. Imbert y H. Marqués,quienes en 1907 informaron que uno de ellos, cuyos cabellos y barba eran
casi blancos, pudo notarque iban obscureciéndose hasta el punto de llamar
la atención de las personas conocidas, hecho que a falta de otro factor al
que poder atribuirlo hízole suponer que podía estar relacionado con el
trabajo cotidiano que con rayos Rontgen había emprendido desde 1896;no obstante sus sospechas, esperó hallar ocasión de confirmar tal hipótesis.Efectivamente, con motivo de irradiar la mejilla izquierda de un hombre
de 56 arios de edad, afecto de lupus, en el que no se había protegido la barba
y bigote durante los primeros meses de tratamiento Rontgen, pudieronobservar que los pelos que salieron en dichas regiones, bastante tiempodespués de producida la alopecia Rontgen, eran casi entera y completamente negros, coloración que disminuía desde el territorio más intensa
mente irradiado hasta el menos influido. A pesar de haberse cortado repe
tidamente la barba y bigote, persistía tal fenómeno.
Grund, en sus investigaciones en cabellos pigmentados en la formaantes descrita, no halló la reacción de la hemosiderina.
Dermatitis Róntgen crónica
La dermatitis Rontgen crónica, denominada por ciertos autores distró
fica y también profesional de los rontgenólogos, comienza su exteriorización de manera sorda e insidiosa, así pues de muy distinto modo de
cómo se nos manifiesta la modalidad clínica que acabamos de describir o
sea de la dermatitis Rontgen de curso más o menos agudo y que en generalse presenta ordinariamente después del empleo de radiaciones de medianadureza.
La forma crónica o profesional de dermatitis Rontgen suele aparecerconsecutivamente a la acumulación en los tejidos de gran número de pe
quenas dosis, en general, cada una de por sí por completo inofensivas.
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Presenta la dermatitis Róntgen diversos grados e intensidades; los
primeros síntomas se establecen con tal delicadeza, que pasan inadvertidos
la mayoría de veces; acentúanse también lentamente y se agravan con
rapidez cuando las modificaciones de la piel han llegado a cierto gradoen el que se hacen irreparables, en la mayoría de casos, dada la índole de
las lesiones producidas.Oudin, Barthelemy y Darier fueron quienes ya en su comunicación
al Congreso de Moscou, 1897, hacen la descripción de esta forma de der
matitis crónica, a cuyo trabajo siguieron las publicaciones de Richer y
Londe, Kienbóck, etc.Albers-Schónberg contribuyó al conocimiento de esta afección faci
litando a Unna el valioso material que pudo reunir a beneficio de una
circular que dirigió a la clase médica.La dermatitis Róritgen crónica suele asentar en el dorso de unao ambas
manos, particularmente el dorso de las falanges; rara vez se ha mencionado
su localización en la cara; de ordinario aparece después de algunos meses
y lo que es más frecuente transcurridos 1 ó 2 anos de práctica róntgenológica.
Oudin y Kienbóck informaron que los primeros signos consisten en
desecación de la piel, ligera hinchazón, coloración lívida más o menosacen
tuada (trastornos de la circulación capilar, acrocianosis ligera); estas mani
festaciones pueden acompanarse o no de la caída de los pelos que haya
en la región afecta, alopecia que no falta en períodos más adelantados o sea
cuando las lesiones son graves; en este período acompana sensación más
o menos marcada de dolor. El eritema difuso se suele acentuar en algunospuntos, generalmente al nivel de la 2.a y 3.a falanges de los dedos (recuerdaen este período los sabanones); pequenas y numerosas dilataciones vascu
lares reunidas en pequenas zonas dan un aspecto característico a la piel,éste pierde su elasticidad por haberse engrosado; si se coge un pliegue entre
los dedos, éste tarda ciertd tiempo antes no se deshace. Al nivel de las arti
culaciones falángicas se forman anchos y profundos pliegues transversales,
que se perciben mejor mientras los dedos permanecen en extensión. La
piel parece apergaminada, está falta de elasticidad; junto con el engrosa
miento de la misma le dan tal grado de rigidez, que molesta y dificulta la
flexión y el cierre de la mano.
En muchos casos se agrietan los rebordes epidérmicos de las unas,
efracciones que no sólo sangran sino que resultan dolorosas al ejecutar
el menor movimiento; en este período pueden formarse pequenos abscesos
subepidérmicos.La cornificación excesiva o hiperqueratosis puede presentarse, según
lo observado por Unna, bajo las formas siguientes: difusa como naturaleza
anormal de la superficie; en forma circunscrita, formando verrugas y callo
sidades; y como consecuencia ulterior y acompanamiento inseparable de
las anteriores grietas. La hiperqueratosis circunscrita resulta todavía más
desagradable que la indicada y se manifiesta en forma de verruga endure
cida, de callosidad o de hiperqueratosis subungueal.La epidermis se hipertrofia, en el fondo de los pliegues engrosados
surgen resquebrajaduras dolorosas, al tiempo que la piel se vuelve rugosa,
descamándose por placas. El engrosamiento del tegumento alcanza en
ciertos casos hasta la piel de la palma de la mano (hecho senalado ya por
Oudin), la cual puede ofrecer a su vez cierta sequedad y dureza. Las unas
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sufren diversas alteraciones, unas veces se estrían longitudinalmente,adelgazándose en su extremo libre, desprendiéndose por los lados del re
borde de piel engrosada; vuélvense irregulares, quedando reducidas, en
ocasiones, a una superficie de pocos milímetros y aun falta de consistencia.
En otros casos la una se desprende progresiva e irregularmente hasta
llegar a soltarse; otras veces es la porción adherente la que se separa, soste
niéndose sólo por el borde inferior.Al engrosamiento de la piel sigue el de los tejidos subyacentes, no es
capando a ello el periostio de las falanges, los mismos tejidos periarticulares se hipertrofian a su vez, diversas molestias y dolorosas sensaciones
subjetivas acompanan a tales lesiones: la mano, en esteperíodo de laderma
titis Rontgen crónica ofrece, según expresión de Oudin a la vista de un caso
de Hallopeau, el aspecto que presentan ciertas formas de artropatías defor
mantes, en estado de anquilosis en extensión.Unna, en su notable y muy interesante trabajo acerca de la dermatitis
Rontgen crónica de los radiólogos, se expresa, en vista de lo hallado en sus
investigaciones histológicas, manifestando que «mientras en los accidentes
agudos la úlcera Rontgen, los vasos sanguíneos son atacados con preferencia,en cambio son éstos los que menos sufren a la dermatitis crónica (entregran número de preparaciones sólo un caso pudo observarse la degeneraciónvacuolizante». Anade que, «tanto por el aspecto clínico como anátomo
patológico, las alteraciones de los vasos sanguíneos consisten en una modifi
cación de la distribución de la sangre, caracterizada por plenitud de las
arterias y de las venas, efecto parecido al de una ventosa.*
»La epidermis se observa intensamente cornificada, en parte hipertrofiada y predispuesta al cáncer, en parte atrofiada, pero siempre inclinada
a la acumulación córnea en forma de durezas o producciones verrugosas.
Las dependencias epiteliales se atrofian, ante todo los pelos y las glándulassebáceas; luego las unas y las glándulas sudoríparas; la piel coriácea es
asiento de edema intersticial crónico, el que disgrega las fibras colágenas,adelgazándolas, lo que a la vez conduce a la atrofia de las fibras elásticas;
únicamente los músculos de fibra lisa se engruesan notablemente. Por
dichas alteraciones se presenta un importante desplazamiento de las subs
tancias intercelulares y como consecuencia de ello considerable alteración
del cutis, dependiendo sin duda de esto el aspecto manchado en rojo y blancoque presenta la piel, afecta de dermatitis Rontgen crónica, toda vez que la
plenitud de los vasos sanguíneos de la piel parece ser uniforme y general.»Con anterioridad a Unna, encontró Darier el engrosamiento conside
rable de la epidermis en todas sus capas, con extraordinario aumento de
la eleidina (queratohialina) y atrofia muy notable de los folículos, en todo
lo cual Darier creyó ver el resultado de una reacción de los elementos epidérmicos menos diferenciados, cuya vitalidad parecen exaltar los rayosRontgen; eh cambio en los elementos diferenciados en el sentido de producciones anexas (pelos, glándulas, unas) vió la aparición de fenómenos regre
sivos y de atrofia. Entre las alteraciones del dermis observó acumulaciónde pigmento en las capas superficiales del corión, tumefacción de las fibrascolágenas, las que presentaban parcial degeneración basófila, y aumentode las fibras conjuntivas y elásticas alrededor de los folículos pilosos, queaparecían retraídos y atrofiados.
Las consecuencias que puede ocasionar la dermatitis Rontgen crónicalas clasifican Krause y Gesse de la siguiente manera: Atrofia de la piel
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Decoloración, Alopecia, Atrofia de las glándulas sebáceas y sudoríparas,Atrofia de las unas, Telangiectasias, Cicatrices ulceradas, Contracturas
cicatriciales, Hiperqueratosis, Carcinoma Róntgen (en cerca de sesenta
casos, 20 cYo de mortalidad; de ellos 31 médicos y ayudantes, 27 técnicos y
4 pacientes); Lupus róntgencarcinoma (unos 20 casos), Sarcoma Róntgen(4 casos) Esclerodermis (Delius, Reiche).
Por la especial importancia que presenta para los que se dedican a tra
bajos rbritgenológicos expondremos la más grave de las consecuencias que
más o menos tardíamente suele presentarse, por desgracia, como complicacación, que sigue a la dermatitis Riintgen crónica, el temido
CARCINOMA RÓNTGEN
Ya indicó Unna en el trabajo que hace poco hemos mencionado, que en
alguna de las preparaciones por él examinadas, entre ellas una procedentede la porción de piel extirpada del dorso de uno de los dedos de un colega(Preparado II, fig. 2., 1. c.) había obserVado alteraciones de grave significación pronóstica cual era la hipertrofia epitelial atípica, de constitucióncilíndrica, en el fondo de la capa espinosa, comienzo de una hipertrofiacarcinomatosa, la cual penetraba en la hipertrofia celular del tejido con
juntivo que rodeaba el fondo, aunque sin salirse del mismo, de una grieta.De ordinario se presenta el carcinoma Róntgen en el dorso de la mano;
no obstante, Wetterer menciona que por manera excepcional también se ha
observado en alguna otra región del cuerpo, por ejemplo pecho, espalda,abdomen, rodilla, región plantar del pie.
Otro de los factores que dan más gravedad al proceso carcinomatoso
es la aparición de Múltiples nódulos y de metástasis.El carcinoma Rbntgen es un carcinoma epitelial plano que parte del
epitelio cobertor de la piel, en estado de cornificación, no habiéndose podidoobservar ningún caso en que el carcinoma afectase a las células basales
de la piel tales como los que se desarrollan en los bulbos capilares y glándulas anexas.
Krause describe las características encontradas por el examen microscó
pico en una preparación de carcinoma Róntgen.«El epitelio rara vez puede observarse normal; engrosado en unas
capas, aparece enrarecido en otras, notándose ausencia del estrato lúcido;mientras las prolongaciones interpapilares faltan casi por completo cerca
del carcinoma, se hallan hipertrofiadas a mayor distancia. El corión pre
senta la capa superior rarefacta, las media e inferior engrosadas, existiendo
intensa y abundante infiltración de leucocitos y células de plasma, que por
lo demás se observan alrededor de las prolongaciones cancerosas, que porlo general se hallan en tejido cicatricial muy joven; en ciertas ocasiones se
puede notar la hialinización de las fibrillas de tejido conjuntivo y aunque
poco acentuada, diversos grados de degeneración basófila. En las zonas
telangiectásicas pueden reconocerse aumento de capilares y tumefaccióndel epitelio.
»En las partes profundas, lamuscular está substituída en muchos puntospor tejido conjuntivo, no siendo raro encontrar trombus organizados e
hipertrofia del endotelio y hasta moderada degeneración vacuolizante.En la capa basal, el pigmento está aumentado en los espacios intercelu
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lares, y si en general los canalículos y las glándulas sudoríparas están atro
fiados, cita Krause, que en una ocasión vió proliferados estos elementos.»
Para dar una idea de cómo se desarrolla y de la malignidad de esta te
rrible consecuencia de la dermatitis Rüntgen crónica, referiré el resultadode las investigaciones realizadas por H. Ribbert, de Bonn, que por lo menos
son las que dan una explicación más satisfactoria de la marcha del proceso.
Este autor, cuyos trabajos sobre estas materias son bien conocidos, se ex
presa en el sentido de que el impulso para el crecimiento profundo del epitelio parte de las alteraciones del tejido conjuntivo; habiéndose perdidola tensión normal existente entre ambos, permite a aquél profundizar ycrecer; anulada la resistencia del tejido conjuntivo, penetra en éste el
epitelio tal como lo haría en huecos y hendiduras del cutis. Las alteraciones
del tejido conjuntivo son en parte regresivas y en parte inflamatorias. La
intensa infiltración celular, por los procesos regresivos que ocasiona, unida
a la desaparición de las fibras elásticas y colágenas, produce la distensión
del epitelio, facilitándole su auto-proliferación aún en regiones y tejidosdonde de ordinario no corresponde; esta capacidad de acomodación que
adquiere el tejido epitelial después de perdida en parte su diferenciación,
facilita no sólo la facultad de existir en condiciones distintas de las normales
sino que también la de proliferar activamente, si bien algunos epiteliosaparecen por no haberse acomodado al nuevo medio, en cuyo caso quedanéstos rodeados por células gigantes. En todas laspreparaciones que Ribbert
tuvo ocasión de examinar halló un desarrollo canceroso muchísimo más
extenso de lo que clínicamente podía sospecharse, y dice textualmente:
«Allí donde a simple vista no se veía nada más que un engrosamiento córneo
de la epidermis, con el microscopio se encontraba que el epitelio llegabaya hasta cerca del hueso.»
En algunas preparaciones, halló en laparte profunda de la piel algunaszonas redondas de infiltración celular, las cuales contenían islas epiteliales,las que cree podrían estar relacionadas mediante cordones con las proliferaciones epiteliales o bien que avanzando por emigración hayan proliferado en distintos puntos formando importantes acúmulos.
Las células epiteliales que pueden observarse en el cutis ofrecen los mismos caracteres que las normales de laepidermis, incluso lasparticularidadesque pueden verse en el epitelio normal de regeneración (grandes núcleos
células mayores de lo ordinario).En el período precanceroso, pudo ver infiltración celular subepitelial
maculosa, sin que hubiese empezado la penetración del epitelio provistode queratosis moderada.
Ribbert deduce de lo expuesto que ya antes de que haya senalesmacroscópicas en todo territorio de piel que presente queratosis, hay que
sospechar la presencia de un cáncer.
Sobre la glándula seminal humana
Al siguiente ano que Albers-Schónberg llamó la atención acerca de laacción de los rayos X sobre la glándula reproductora masculina, Philipp(1904) refiere dos casos de azoospermia Riintgen; en uno de ellos se prac
ticó la irradiación de los testículos con el objeto de esterilizar a un joven de25 anos tuberculoso, mientras que en el otro se produjo accidentalmente
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al tratar el prurito del ano. En el primer caso pudo observar alguna reduccióndel tamano de los órganos irradiados; en el segundono se manifestó ningunamodificación de volumen.
En 1905, Brown y Osgood informan acerca de 16 hombres robustos,jóvenes de 23 a 40 arios, empleados en talleres de construcción de tubosRüntgen, casados hacía algunos anos, los cuales no habían procreado.En ninguno de ellos se pudo observar anormalidad alguna de sus genitalesni había antecedentes de afecciones adquiridas. Los que llevaban menos
tiempo de trabajar en la proximidad de tubos Remtgen accionados, presentaban oligo-necrospermia más o menos acentuada, en cambio los que desdeunos 3 arios habían sido alcanzados por los rayos Wintgen, éstos eran azo
ospérmicos. Si bien seis trabajadores ofrecían dermatitis Rdntgen, ningunode ellos lapresentaba en el escroto. En 1907 informaron Brown y Osgood,que de entre los 18 trabajadores antes citados aquellos que durante los dosanos transcurridos estuvieron alejados por completo de todo trabajo remtgenológico, reapareció la espermatogenesis y algunos de ellos tuvieronun hijo.
Laquerriére (1906), a un médico que desde 1900 se dedicaba a trabajosRóritgen durante una hora diaria y que estaba azoospérmico, le aconsejótomase precauciones rigurosas contra la irradiación y pudo lograr hacerembarazada a su mujer después de cinco meses, durante uno de los cualesestuvo alejado por completo de los rayos Rüntgen.
Sobre los ovarios humanos
Entre las investigaciones llevadas a cabo en ovarios humanos, figuraya en 1907 la de VeraRosen, quien pudo observar que el ovario róntgenizadocomparado con el otro órgano no irradiado, ofrecía disminución del númerode folículos primarios. Alteraciones más acentuadas describe en 1910Faber, quien en el examen microscópico de un ovario irradiado, si bienencontró folículos no danados, observó una reducción de su número yalgunos en vías de perecer.
Reifferscheid pudo observar los ovarios de siete mujeres en las qu lairradiación Remtgen se había practicado por motivos varios. La edad delas mujeres oscilaba entre treinta y cinco y cincuenta y dos anos; las dosisempleadas fueron desde media hasta tres dosis de eritema. Por el examen
microscópico de los cortes seriados que se obtuvieron de los ovarios róntgenizados, halló que todos los folículos primordiales estaban degenerados en
consonancia con la dosis administrada. El epitelio folicular estaba en partebien conservado o más o menos deteriorado. Las células oculares resecadasa veces permitían reconocer en algunas de ellas la vesícula germinativa,en otras no quedaba ningún rastro. En los folículos más grandes presentaban los epitelios todos los estados de degeneración, a veces hinchados,com el núcleo retraído, a veces el núcleo débilmente coloreado o desaparecido y en lugar de la vesícula aparecía una costra (setiole), vacuolahialina.En los folículos de Graaf, que se encuentran raramente, el epitelio estágeneralmente bien conservado pero en cambio la célula ovular está reducidao flota libremente en el folículo. La misma célula ovular aparece tambiénen degeneración, recon ciéndose pocas veces la vesícula germinativa y lamácula.
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Otro ovario que pertenecía a una mujer de treinta y siete anos, a la cual
por tisis se había practicado el aborto artificial, había recibido en conjunto
una y media dosis de eritema en siete irradiaciones. Después de 39 días
de la primerairradiación y diez y ocho días después de la segunda, practicósela esterilización de las trompas y se extrajo un ovario. En este caso todos
los folículos mayores habían perecido; notábanse, sólo de vez en cuando,
en el borde, algunos epitelios foliculares colgantes con visibles fenómenos
de degeneración. La pared folicular estaba muy alterada, observándose
rodeada de una zona esclerósica hacia dentro, con completa retracción
de la célula en la capa interna. En todo este ovario, apesar de estar cortado
en serie, Reiffersheid halló solamente un folículo relativamente bien con
servado en el resto del ovario los demás folículos de Graaf se hallaban
alterados y sólo por excepción encontró uno o dos folículos en maduración.
En las preparaciones se notaban pequenas hemorragias capilares, en oca
siones muy abundantes, que generalmente radicaban entre la capa cortical
y las células del estroma.
Eymer, que róntgenizó siete ovarios humanos, aportó la confirmación
de lo observado y descrito por Reiffersheid.
Sobre el curso del embarazo
En lo que hace referencia ala posibilidad de provocar el aborto mediante
la radiación Rellitgen, senalaré que aun en muchos de los casos, de que in
forma la literatura Róntgen, en que como indicación vital se quiso pro
ducir, no siempre fué posible alcanzarlo.
Se cita como primer caso de aborto producido por róntgenización el
descrito por Fraenkel (1907-1908). Practicó la irradiación de los ovarios de
una mujer tuberculosa, en la cual la indicación operatoria estaba contrain
dicada; después de 25 sesiones, durante cuyas irradiaciones se habían
eliminado las radiaciones Róntgen blandas, se presentó el aborto espontáneo,con convulsiones a modo de entuertos e intensa hemorragia, que cesaron
después del acto.Fórsterling, Krause y Friedrich, H. E. Smith, etc., a pesar de sus tenta
tivas no pudieron llegar a ocasionar el aborto en mujeres en las cuales
estaba indicado.En cambio, Gauss informaque en 5 embarazadasprodujo la interrupción
del embarazo. El resultado de sus investigaciones fué que en la mujer se
pueden lograr con los rayos Rüntgen parecidos trastornos a los hallados
experimentalmente en animales, mientras la irradiación temprana puedeconducir al aborto con fetos vivos, pequenos, microscópicamente no alte
rados; la irradiación en el último tiempo del embarazo no perjudicó su curso;
el feto resultó bien desarrollado, sin presentar ningún dano.
Sobre la menstruación
Si exceptuamos la esterilidad Rüntgen producida con fin terapéutico,conviene no olvidar que si durante el período de actividad funcional de los
ovarios estos órganos son alcanzados por los rayos Rüntgen durante la
irradiación de todo el abdomen (empleo diagnóstico o terapéutico), podrán
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ocasionarse modificaciones más o menos importantes de la menstruación
(Langfellner y otros) en correspondencia con el dano producido por las
radiaciones empleadas.También se ha referido que consecutivamente a la irradiación de la
parótida se observó retardo de la menstruación durante un período más
o menos largo de tiempo (Fraenkel, Schmidt).En cambio Wetterer, Ritter y otros investigadores no han podido
producir trastornos menstruales por la irradiación de diversas regiones del
cuerpo, incluso del cuello.
Dejaremos de consignar los resultados de gran número de investigaciones microscópicas realizadas en varios otros tejidos del organismohumano que se hallaban ya en estado patológico antes de ser influidos por
las radiaciones Róntgen, por juzgar que su exposición no corresponde al
asunto de este trabajo.Krause refiere las alteraciones que halló en un ganglio linfático irradiado
con dosis de 20 X (rayos 70 Walter, filtro de aluminio de 2 ty„„ irradiado
en dos días consecutivos), describiendo las siguientes modificaciones histo
lógicas: edema, núcleos picnóticos en grandes masas, abundantes ruinas
nucleares y abundantes agrupaciones de pigmento.No se ha observado efecto perjudicial ni fisiológica ni microscópica
mente en otros tejidos como el nervioso, renal y pulmonar, consecutivo
a la irradiación Róntgen.
Modificaciones del estado general (?)
Varios han sido los observadores que senalaron la aparición de tras
tornos nerviosos como cefalalgia, insomnio, etc., relacionados con la expo
sición de todo o parte del organismo humano a la irradiación Rüntgen.Otros autores indicaron en los primeros anos de aplicación de los rayos
Rüntgen la relativa frecuencia con que algunas horas después de la irradia
ción del abdomen los pacientes presentaban vómitos cuya duración fué
de 12 a 24 horas, accidente acompanado de lengua saburral e inapetenciaabsoluta.
También se afirmó en los mismos tiempos que las radiaciones Róritgen
eran capaces de ocasionar palpitaciones y cardialgia, principalmentecuandoaquéllas atravesaban el tórax.
En todas las relaciones que de tales manifestaciones se han publicado,nunca se han precisado, ni el estado del individuo al someterlo a la acción
de los rayos Róntgen, ni las condiciones bajo las cuales se practicó la irra
diación; además, la resena de los citados accidentes coincide con la épocaen que se admitía por muchos investigadores que los rayosRóntgen, además
de obrar sobre la epidermis en parecida manera que las radiaciones ultra
violetas, ejercían una acción irritativa en las células nerviosas y particularmente sobre las de la red trófica periférica, irritación que de centrípeta al
principio durante el período de latencia (tiempo que media desde la irra
diación Róntgen de los tejidos hasta la constitución de lesiones más o menos
graves) se hacía centrífuga en el período en que las lesiones se hallaban en
período de estado.Estas mismas razones, juntamente con el hecho de que no he observado
(Jo –
nunca hasta el presente las citadasmanifestaciones desagradables--desprovistas de consecuencias según indicaban los mismos autores,—me inducen
a creer que algún otro factor intervendría, sobre el que no se fijó la atención,
en la aparición de tales molestias, si desde luego excluimos los trastornos
que pueden ocasionarse con irradiacionestan largas o intensasque produzcanalteraciones hemáticas importantes, a las que pueden seguir perturbacionesvarias, cuando no serias siempre desagradables (casos citados por Krause
y otros).
Precisa no olvidar que el efecto bioquímico que producirá toda nueva
irradiación de cualquier célula viva se sumará a las alteraciones que en
período de latencia puede aquélla presentar y que más adelante podráexteriorizar bajo forma de reacción intensa, a pesar de que cada aislada
rüntgenización hubiese sido insuficiente paraprovocar una importante alte
ración celular; ello nos da idea de que en tal caso se han acumulado las dosis
de radiación Rüntgen administradas, lo que interesa tener muy en cuenta
para evitar la aparición de danos en las regiones del cuerpo del paciente que
hayan de ser incididas por rayos Rüntgen.La dermatitis Rüntgen crónica o de los rüntgenólogos, es, aunque de
distinto mecanismo que el que acabo de citar, otro ejemplo de ello.Cuando una región cutánea ha sido asiento de una reacción Rüntgen
de segundo, tercero o cuarto grados, ofrece después de lacuración clínica.de las lesiones, a pesar de que haya transcurrido mucho tiempo, una tan
marcada susceptibilidad que incluso pequenas cantidades de radiaciones
Rüntgen obran como agente vulnerante que determina la reaparición del
proceso ulterativo, trastorno que también se ve surgir consecutivamentea ligeros traumatismos, sea cual fuere la naturaleza de éstos, física, químicao mecánica.
Varios son los casos de esta índole que registra la literatura Rüntgen,de entre los cuales algunos han sido observados por Freund, Wetterer,.Oudin, etc.
Bergonié ha comunicado el de un médico que por la gravedad de laslesiones que presentaba tuvo que abandonar todo trabajo rüntgenológicoy al cual la influencia de una dosis equivalente a 1/1.600ft, de la ne
cesaria para lesionar a cualquier individuo sano, recibida con ocasiónde la actual guerra (toda vez que se vió precisado a exponerse de nuevo
a la influencia de los rayos Rüntgen), le produjo tumefacción delos tejidos anteriormente lesionados, surgimiento de pequenos tumoresepiteliales, dolor en el trayecto del nervio, etc., Bergonié considera la sensibilización larvada que los rayos Rüntgen producen en los tejidos y en elcitado caso del dermis, como fenómeno de anafilaxia física o indirecta,término que propuso para caracterizar dicho fenómeno.
A este propósito Richet hizo notar que toda vez que en esencia se tratade una anafilaxia tan química como la comprobada ordinariamente, dadaslas modificaciones químicas que los rayos Rüntgen producen en los tejidosy humores, cree preferible la denominación de anafilaxia indirecta. Cabe,pues, suponer (Richet) que la intensa rüntgenización origina una substanc.aanafilactizante (A) que más adelante es substituída, después del período delate.ncia, por otra substancia definitiva (B), que ya no desaparece de lostejidos (Toxogenina) y la cual al combinarse con la substanciaA que surgirácada vez que se proceda a nueva irradiación de los tejidos, formará otra
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substancia (C) dotada de extraordinario poder tóxico, causa de los accidentes anafilácticos.
El estudio y observación de las importantes alteraciones que producenlos rayos Rüntgen en gran número de elementos vivos de los tejidos quecomponen el organismo humano y animal, han dado ocasión a que se formularan diversas teorías para explicar cómo obran dichas radiaciones.
Para no alargar este Capítulo, de sí ya tan extenso, sólo citaré algunade las más conocidas, sin entrar en la detallada exposición de varias de lashipótesis emitidas. Partiendo del principio de que los rayos Rüntgen actúanbajo el punto de vista únicamente químico, solamente sobre uno de loscomponentes de la célula, tenemos la que admite la descomposición de lalecitina y transformación de ésta en colina (Schwartz y otros), teoría quecondujo al interesante estudio de la «Imitación del efecto biológico de lasradiaciones»; y la teoría que sostiene que los rayos X obran destruyendolos más importantes fermentos de los cambios nutritivos, con lo cual se ace
leraría la acción de los fermentos autolíticos. (Neuberg, de sus experienciascon rádium sobre tejido canceroso dedujo un aumento de los productosde descomposición.)
Bordier, de Lyon, comunicó al IV Congreso Internacional de Fisioterapia(Berlín, I913), una teoría en la que para interpretarlas acciones biológicasmanifestadas en los tejidos vivos que han absorbido rayos Rüntgen admiteun mecanismo no pura y directamente químico (como reducciones, oxidaciones, hidrataciones), sino por disociación molecular análoga a la ionización gaseosa, acompanada de profundas modificaciones de las materiasalbuminoideas que en estado coloidal contienen las células vivas. Apoyadicha teoría sobre los dos hechos siguientes: I.° que los rayos Rüntgenproducen efectos histolíticos (alteraciones de las células y tejidos) porsu acción sobre las materias albuminoideas contenidas en el protoplasmacelular y 2.0 que estas materias albuminoideas se hallan en las células en
determinado estado físico.Posteriormente el estudio de la radiación secundaria corpuscular des
crita por Flarkla, de la cual se ha hecho ya mención en laparte física de losrayos Rüntgen, permite sospechar fundadamente, como senala el citadofísico, que dicha radiación secundaria produciendo la ionización de la célula viva sea la causa de las importantes y en ocasiones graves modificaciones químicas y biológicas que exteriorizan las dichas células despuésde ser incididas y atravesadas por los rayos Rüntgen.
Por lo que dejamos apuntado se desprende que según haya sido la can
tidad y calidad de radiaciones Rüntgen que hayan obrado sobre una determinada clase de células (cantidad de radiación absorbida o transformadapor ésta), así resulta en general el efectobiológico producido. De otra parte,tenemos que unas células son más sensibles que otras enfrente de una
misma calidad e intensidad de radiación Rüntgen, no sólo según sea el período de desarrollo (tejido embrionario muchísimo más sensible que en
períodos más avanzados de desarrollo, etc.; las jóvenesmás que las ma
duras, etc.), sino también que ciertos elementos celulares dentro de un
mismo órgano (testículo por ejemplo, en el cual las espermatogonias cepaofrecen también extraordinaria sensibilidad en comparación con la resistencia de las células de Sertoli, etc.).
Interesa, pues, tener en cuenta que tal sensibilidad no depende tanto delos cambios nutritivos (metabolismo) de las células como de su edad y fuerza
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de reproducción, ladistinta manera de reaccionar de losdiferentes elementos
celulares de los organismos humanos y animal. Wetterer establece el si
guiente orden de sensibilidad para los tejidos normales del hombre: tejidolinfático; testículos y ovarios; piel de la cara de los ninos; puntos de osifi
cación de los ninos; mucosas; piel del tronco de los ninos; íntima de los
vasos; piel de la *cara de los individuos adultos y glándulas sebáceas y sudo
ríparas; piel de la cabeza y del tronco de adultos; hígado, parénquima renal
y vasos; tejido conjuntivo; músculos; cartílagos y por último los huesos.
De entre gran número de observaciones llevadas a cabo con objeto de
despejar la incógnita del período de latencia que media entre la irradiación
de un determinado grupo de células o tejidos y la exteriorización del efecto
bio- o patológico producido en tales elementosporlosrayosRóntgen, es, sin
duda alguna, tal vez la más importante conquista el estudio de las alte
raciones que en el proceso de división celular ocasionan las mencionadas
radiaciones, emprendido por Amato en rgir y por Halbstaedter más
tarde. Alejandro Amato, en su interesante publicación acerca de la acción
que los rayos Róntgen ejercen sobre las figuras carioquinéticas de las cé
lulas genitales masculinas de la rana, resume lo hallado en sus investigaciones diciendo: «Que las alteraciones causadaspor los rayosX en las figurascarioquinéticas dependen principalmente de alteraciones y destrucción
de los elementos acromáticos de los husos y en parte de la influenciaperjudicial que ejercen estos rayos sobre la cromatina. Pero a pesar de
poderse atribuir las descritas alteraciones en el proceso carioquinéticopor efecto de los rayos Reintgen o fenómenos degenerativos, he podido encontrar algunas veces, bien que muy raramente, en uno u otro
elemento celular, algunas imágenes anormales que se manifiestan en formamultipolar, las cuales otros han descrito como referentes a tejidos patológicos de rápido desarrollo.
Este hecho confirma asu vez que el resultado de la influencia de un exci
tante sobre la célula puede ser diferente, según el estado interno de lamisma, por manera que aun en células aparentemente iguales una misma
excitación puede provocar efectos muy diferentes y hasta perfectamenteopuestos, por más que las causas de estas diferentes maneras de reaccionarescapan por completo a nuestro conocimiento.»
Bergonié y Tribondeau, en sus numerosas yconcienzudas investigacionesdedujeron que los rayos X obran con mayor intensidad en las células vivas:I.° Cuanto mayor es su actividad reproductora; 2.° Cuanto más larga es
su evolución carioquinética; y 3.° Cuanto menos definitivamente fijadas son
sumorfología y sus funciones. Bordier considera que los dos primeros puntoscitadospodrían completarse anadiendo «que la radio-sensibilidad de la al
albúmina viva celular es mayor cuando esta albúmina pertenece a la másjoven generación celular.
Krause admite que los rayos Róntgen pueden atacar tanto más intensamente a la célula viva: 1.
° Cuanto mayor es su radiación secundaria;2.° Según las condiciones generales biológicas, cuanto másjoven es la célula;y 3.° Cuanto mayor es su capacidad de proliferación.
Para terminar la exposición del modo como obran los rayos Rontgensobre los tejidos, recordaré la ley de Béclére: «Todo elemento celular vivo,lo mismo sano que enfermo, si absorbe rayos Rüntgen en cantidad suficienteserá objeto de transformaciones químicas cuyo último término es la degeneración y muerte del elemento irradiado.»
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Expuesto, aunque en sucinta manera, el efecto que sobre los organismosvegetal, animal y humano producen los rayos Róntgen, creemos que no
estará por demás repetir que, según el modo y manera como hayan obrado
en relación de calidad, cantidad e intensidad, así como del lapso de tiempoen el que los citados factores hayan obrado, el efecto biológico se exterio
rizará de distintamanera y así resultarán también distintas sus conse
cuencias. Dígalo sino la diferencia entre la dermatitis Róntgen de primergrado cuyos cursos de latencia, acmé y descenso suelen discurrir en un lapsode tiempo de una a tres semanas y la dermatitis Róntgen crónica, llamadade los operadores, y también distrófica, que sin ninguna manifestación de
carácter agudo alcanza a degenerar los tejidos, por disminución de la resis
tencia normal de los mismos, hasta que vemos aparecer el carcinoma
Róntgen que en ocasiones se acompana de metastasis y que puede ocasionar
la muerte (r).ICuántas úlceras Róntgen han aparecido en la piel del dorso del tronco
consecutivamente a la exploración ortorrüntgenoscópica del corazón!
En ocasiones, ha costado bien caro el trazo más o menos inexacto que
con objeto de conocer las dimensiones de la proyección cardíaca ha obte
nido el médico no ejercitado en estos trabajos, sirviéndose del método
róntgenoscópico.Sumamente larga resultaría la enumeración de los distintos casos en
que se ha manifestado la incapacidad, de quien fué osado en aplicar a
sus semejantes un agente cuya extraordinaria energía y cuyas tardías y
solapadas consecuencias desconocía en absoluto.Talvez extrane, alprimer momento, que apesar de ello hayan continuado
y en ciertas épocas aumentado, los danos producidos por la aplicación, ya
diagnóstica, ya terapéutica, de las radiaciunes que nos ocupan. Bastará, a
fin de dar idea de esto último, exponer la cifra de danos y como consecuenciael número de reclamaciones judiciales y el de indemnizaciones satisfechas
por alguna Sociedad de Seguros extranjera, por supuestos o efectivos danos.
En este sentido cita Franz Kirchberg en su obra (1914), que la indemni
zación de once casos de danos ocasionados con rayos Róntgen, costó a la
Sociedad general de Seguros de Stuttgard (desde enero de 1910 hastaoctubre
de 1911) la pequena suma de 53,000 marcos. Desde aquella fecha,hasta principios de 1913 en la misma Sociedad de seguros se habían anun
ciadu veintinueve reclamaciones más. El mismo autor menciona que segúncomunicaciones que se le habían remitido, se hallaban en curso en 1914
por lo menos 20 procesos de tal género repartidos entre distintas ciudades
(1) Se cita como a primera víctima a Bauerschmidt, técnico empleado en la fabri
cación de tubos Rontgen quien se servía de la mano para comprobar el grado de dureza
de éstos. Apareció en la mano una extensa y profunda ulceración, tal que al transfor
marse en cancroide cutáneo, siguieron metástasis ganglionares que hicieron necesariala decarticulación del húmero.
Más tarde, la aparición de metástasis en el maxilar inferior le produjo la muerte.
Posteriormente son varios los que por desgracia han pagado con la vida su contribucióna los trabajos róritgenológicos, díganlo sino los nombres del Ingeniero Radiguet, en Francia; Wilson, en Inglaterra; Simón, en Suiza; Lester Leonard, en Estados Unidos de la
América del Norte, etc., y entre los que han sufrido mutilaciones en sus manos y exire-midades el Prof. Dr. Albers Schónberg, en Alemania; Prof. Dr. Bergonié, en Francia;Dr. Howard Humphris, de Escocia; Dr. Carriazo en Espana y muchos otros.
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alemanas. Senala, además, que a estos datos no hay duda que aun podríantodavía anadirse aquellos casos en que la indemnización la pagó privadamente el médico, después de un arreglo con su cliente.
La explicación de la oscilación del número de personas perjudicadaso danadas (médicos, clientes, operarios de la industria de tubos Rónt
gent, etc.), en relación con las distintas épocas por las que ha pasado )a
riintgenología, podemos fácilmente explicárnosla teniendo en cuenta la
desproporción que existe de una parte entre el aumento del rendimiento
de los aparatos Róntgen y la falta de conocimientospor parte de los médicos
no especialistas. Asimismo la adquisición del instrumental róntgenológicomoderno por gran número de médicos que no han recibido ninguna ense
nanza, ni teórica ni práctica, de róntgenología general y desde luego tampoco acerca del manejo e interpretación de lo senalado por los aparatos de
medición (aun suponiéndoles en posesión de los mismos), hizo exclamar a
G. E. Pfahler (de Filadelfia) «que, cuanto más se perfeccione la radiología,tanto más sólo resultará accesible a los únicos iniciados en ella». ?Qué de
extrano tiene, pues, el hecho de que todavía se vean accidentes producidospor el empleo, en condiciones inadecuadas, de una radiación dotadade tan
grande energía bioquímica, cuando cabe, aunque por suerte raramente,la posibilidad de presentarse algún caso desgraciado en la práctica del másducho y cuidadoso radiólogo, cual ocurre con todo medio terapéutico, sea
médico o quirúrgico??Pueden evitarse perjuicios y danos como los que pueden derivarse
de lo que hemos apuntado al hacer la sucinta exposición de los electosbioquímicos de las radiaciones Rüntgen, principalmente de aquellos a que
expone su manejo y aplicación con fines médicos?Procuraremos, en esta tercera parte de nuestro trabajo, ocuparnos de
los medios que, reduciendo considerablemente alguno de los citados danos,previenen, en la práctica róntgenológica, las consecuencias más o menos
desagradables y graves que del manejo de la radiación Róntgen puedenseguirse.
Creemos que lo apuntado bastará para dar a conocer con cuántas precauciones hay que manejar los rayos Riintgen, tanto para fines diagnósticoscomo para lograr de ellos un beneficioso efecto terapéutico.
Comenzaremos por la exposiciónbrevede aquellos factores que favorecenla aparición de danos Róntgen, así como los medios que están al alcancedel róntgenólogo para aumentar o disminuir la sensibilidad de ciertostejidos vivos en los casos en que está indicada la róntgenoterapia. Por lo
que se refiere a los danos a que expone la utilización de los rayos Róntgenpara fines diagnósticos—róntgenoscopia y róntgenografía—la expondremosal finalizar este discurso, por requerir el empleo de determinadosmedios deprotección tanto para el paciente como para eloperador y ayudantes.
En la aplicación metódica de los rayos Riintgen con fines terapéuticosjuegan importante papel los factores individuales. En consideración a una
especial sensibilidad que ofrecen determinados sujetos, recordaremos aquíque mientras no podamos negar categóricamente que existe, en determinados individuos, una idiosincrasia para los rayos Róntgen, hemos de admitir que pueda que exista. Otra cosa hay que senalar y es la influenciaque las condiciones individuales imprimen a la reacción Róntgen, como
son ciertas enfermedades tales como la enfermedad de Basedow, neurosisvasomotoras y de ciertos estados arterioesclerosos, etc., de las cuales
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puede seguirse después de dosis pequenas, aconsejadas corno normales en
un individuo no afecto de tales enfermedades, una exageración del proceso de reacción que hubiera seguido a la cantidad administrada a no mediaralguno de los citados procesos.
Tales enfermedades modifican el curso de la reacción, exagerándola.Parecidamente a esto último, se observa en la irradiación de territorios
cutáneos en individuos afectos de eczema, psoriasis, etc., cuya extraordinaria sensibilidad a los rayos X exige proceder a la irradiación con lamayor cautela.
Si bien es poco frecuente, interesa recordar el hecho de que ciertasmujeres presentan durante el período menstrual un estado especial desensibilidad cutánea que facilita la pronta exteriorización, alarmante en
ocasiones, del efecto de la radiación Róntgen, la aparición rápida de eritema más o menos pronunciado o reacción previa. En ninguno de losdistintos casos por nosotros observados ha durado más de 36 horas; ni tan
siquiera se ha seguido de ligera pigmentación.También importa tener presente en la práctica de irradiaciones tera
péuticas, que existen diferencias de sensibilidad según el sexo, edad y laregión del cuerpo; así vemos que la piel de la cara, superficie cutánea internade los miembros, particularmente la correspondiente a los pliegues articulares; la piel de la mujer resulta más sensible que la del hombre, la finalo es más que la gruesa, la del nino y del viejo mucho más que la de los individuos adultos; la piel de la frente es asimismo de la cara la que reac
ciona con menos cantidad de radiación; la del escroto y la de los grandeslabios y también, según ciertos autores, la de las eminencias tenar e hipot mucho más sensible que las del resto del organismo. Por lo tanto,habrá necesidad de hacer intervenir estos factores al calcular la dosisconveniente para establecer el tratamiento róntgenoterápico de determinada región. De no proceder así, se expone al paciente a consecuenciasdesagradables cuando no perjudiciales, como: reacción intensa seguida dealopecia definitiva, atrofia de la piel, telangiectasias, cicatrices lisas o lustrosas y en algunos casos deformantes.
Las citadas consecuencias desagradables pueden originarse por lascausas que facilitan la sobreexposición (irradiación excesiva), no obstantehaberse ejecutado la irradiación con el instrumental adecuado y dominiode la récnica Róntgen, pero prescindiendo de los factores relativos al sujeto,tanto por lo que se refiere al estadogeneral de éste como al local objeto deirradiación.
Entre otras de las causas que pueden motivar una sobreexposicióno conducir a la aplicación de una dosis mayor de la debida, figuran la inter
pretación de los datos suministrados por los aparatos de medición y lasalteraciones que durante el funcionamiento de los aparatos Róntgen puedanpresentarse en los mismos.
Nunca pecará por exceso, el que se dedica a trabajos Róntgen, si con
objeto de evitar danos al cliente y preocupaciones a sí mismo, compruebaescrupulosa y repetidamente el buen régimen del instrumental, el del tuboRóntgen y las indicaciones de los aparatos auxiliares, especialmente lasde los de medición. Es frecuente oir, que hoy día con el instrumental modernose pasan las cosas en este terreno de muy diferente manera que anos atrás;a ello hemos de contestar que no se olvide que el menor descuido en lo que ,
acabamos de mencionar puede ser motivo sobrado para que el no iniciado
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en esta clase de trabajos Róritgen produzca, no obstante su vasta ilustración, algún dano más o menos grave, en ocasión en que no lo esperaba.
Toda vez que con los aparatos de medición alcanzamos a conocer la
dosis, aproximada, de energía que posiblemente será absorbida, según sea
la sensibilidad de las células del tejido objeto de irradiación, las que se
evalúan con relación a un efecto físico, químico o físico-químico, sobre
el cual se funda el establecimiento de unidades arbitrarias que se refieren
a un efecto biológico que la radiación Róntgen empleada puede produciren los tejidos en que han de obrar, concíbese que no existe en el sentido
estricto de la palabra una proporcionalidad determinada entre las indica
ciones que nos suministran los aparatos de medición y el efecto de las dosis,
por lo que sólo tendrán estas últimas un valor relativo,mas nunca absoluto,
pero suficientes cual los valores de los grados termométricos, etc., bajo el
punto de vista práctico, para que pueda fiar en ellas el que se halla fami
liarizado con las mismas. Concretando y refiriéndonos especialmente a la
medición de dosis y efecto útil en terapéutica de afecciones situadas en el
interior del organismo, diremos que en la medición del efecto útil se ha
adelantado mucho durante estos últimos tiempos.Los aparatos de medición fundados en el efecto de ionización produ
cidos en una cámara especialmente dispuesta, en relación con un electrómetro permiten, con carácter más científico, presumir con escaso error las
alteraciones biológicas que pueden provocarse según la radiación empleada.Por lo generalizado que está el uso de las pastillas de platino-cianuro
de bario nos detendremos en senalar que la apreciación de su cambio
de color (viraje) y que forman el reactivo de algunos procedimientos de
medición, también expone, según llevamos dicho en la primera parte de
nuestro trabajo, agrandes errores. Prescindiremos de las anomalías visuales
de que puede estar afectado el individuo que practica la lectura del cambiode color o tinta de la pastilla reactiva, no obstante haberse empleadopara su irradiación, radiaciones Riintgen de calidad semiblanda; segúnsea la naturaleza e intensidad de la luz de que se sirve para la observacióndel cambio de coloración, el que hace la lectura del grado a que correspondeel viraje—luz diurna o artificial—así pueden observarse grandes diferencias; aun en el caso de emplearse la iluminación eléctrica, según se recurra
a lámparas de incandescencia de filamento metálico o bien a las de fila
mento de carbón y también según sea el voltaje de la corriente eléctrica
que la atraviesa. Ello ha llevado a la construcción del radio-fotóscopoideado por Th. Noguier y de la lámpara Osram con filtro de vidrio azulespecial confeccionado por la casa Pohl, de Kiel, aparatos cuyo uso no se
ha generalizado, siendo lo más práctico examinar la pastilla a la luz difusadel día y si ello tiene que practicarse en horas en que no se puede disponerde tal iluminación, precisará, una vez determinadas las distintas dosis en
la citada condición que acabamos de indicar, equipararlas inmediatamentecon las indicaciones que nos dé el mismo reactivo irradiado observado a
determinada distancia de la luz artificial que •se usará cuando el examen
duirno no sea posible, estableciendo así la correspondiente proporcionalidad entre ambas indicaciones. Ello bastará, para no traspasar los límitesde la dosis propuesta, siempre que se tengan presentes todas las demásreglas que se requieren para su empleo con lo que se evitará la producciónde una quemadura Rüntgen.
Cuando se trate de mediciones empleando las tiras de papel cubiertas
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de emulsión sensible como en procedimiento de Kienbóck, casi resultaexcusado senalar que es necesario que el bano revelador no esté alterado
que el tiempo de desarrollo sea medido cuidadosamente, independientemente del hecho de tener que comprobar el grado de sensibilidad de lastiras reactivas al renovar la provisión, cual ocurre al adquirir de nuevas
también, de vez en cuando, al cabo de cierto tiempo de poseerlas.Interminable resultaría la exposición de todos los casos que pueden
presentarse en la práctica rüntgenológica, por cuyo motivo sólo a modo deejemplo senalamos las citadas causas de error. Para dar idea de la diversidad de procedimientos destinados a la medición de la calidad y dosificación de las radiaciones Róntgen y de las bases en que se fundan, exponemos en una nota el índice de la interesante publicación de Christen:(Medición y Dosificación de los Rayos Rüntgen» (1913) (1).
A fin de evitar en lo posible la aparición de la úlcera Rüntgen cuandose requiere administrar dosis elevadas de estas radiaciones, se han ideadodiversos procedimientos encaminados a disminuir la sensibilidad de la pielenfrente de los rayos y aumentar en cambio la de los órganos que, situadosmás o menos profundamente en el interior del organismo, han de ser objetode irradiación. Creyóse en un principio que con el empleo de inyeccionesde eosina (Morton, Michman y Schmidt) se podría, por la transformaciónde la radiación Róritgen en radiaciones fluorescentes, coadyuvar al efectoque las radiaciones ejercían en los .tejidos patológicos objeto de tratamiento. Werner aconsejó las inyecciones de colina; en estos últimos tiemposy principalmente en Heidelberg, se asocian para la curación del cáncerlas inyecciones intravenosas de Enzytol al tratamiento Róntgen. Las corrientes de alta frecuencia aconsejadas por Chr. Miiller, a fin de disminuir lasensibilidad de la piel. Reicher y Lenz las inyecciones subcutáneas de adrenalina al en solución salina de novocaína, método que según dichosautores permite en el espacio de tiempo de 14 a 18 días aumentar la cantidadde irradiación Róntgen hasta el doble de la dosis de eritema, a cuyo procedimiento responden según ellos favorablemente los tumores malignossituados subcutáneamente.
La isquemia producida en la piel por compresión, fué utilizada con
objeto de reducir la sensibilidad de aquélla y en este sentido ideó Kóhlerel uso de una tela metálica interpuesta en el trayecto de los rayos y aplicadadirectamente sobre la piel. Estos métodos no han logrado sino una esca
sísima desensibilización de la piel sana.
En cambio la hiperhemia activa, la inflamación producida por lasradiaciones de la lámpara de vapores de mercurio, por las del radio, etc.,aumentan la sensibilidad de la piel y de los tejidos anormales desarrolladosen la misma, enfrente de los rayos Róntgen.
También resulta beneficioso para favorecer la acción de los rayosRóntgen sobre los tejidos patológicos que asientan en órganos de las cavidades torácica o abdominal, el empleo combinado de la diatermia con elde las radiaciones Róntgen, práctica en la que conviene recordar la nece
sidad de aplicar los electrodos en zonas cutáneas distintas de aquellas porlas cuales han de atravesar los rayos Róntgen antes de alcanzar las regiones
) Medición y dosificación de los Rayos Róntgen por el Dr. en med. y fil. Tb. Christen.—prof. auxiliar en la Universidad de Berna (x913). (Véase al final del discursoantes de la bibliografía Róntgen pág. 75)-
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enfermas situadas debajo de estas últimas, cuando no se emplean electrodosespeciales.
MOLESTIAS Y DANOS QUE PUEDEN DERIVARSEPOR DEFICIENCIAS
DEL LOCAL, DE LA INSTALACIÓN Y DEL ENTRETENIMIENTO
DEL INSTRUMENTAL RONTGEN.
Precauciones que son de recomendar y que no derivan de la acciónfisiopatológica de los rayos Róntgen
A pesar de que por puro sabidas podríamos prescindir de su enume
ración, no dejaremos de consignar en este lugar que los locales o localdonde se halla instalado un laboratorio Rüntgen ha de reunir sus condicionesde aireación, capacidad y fácil desinfección de paredes, techo y suelo;la luz diurna habrá de tener libre acceso, mientras que la luz artificialhabráde regirse por una acertada disposición que permita no sólo reemplazar a
aquélla, sino que también en condiciones tales que la transición de la obscuridad necesaria para practicar con ventaja los exámenes reontgenoscópicos a la luz de suficiente intensidad que requiere el minucioso examen
de ciertos detalles del sujeto enfermo, no se verifique bruscamente sinode manera gradual.
Los trastornos que en los aparatos respiratorio y olfatorio, y aun sobreel estado general de quienes se ocupan a diario de reIntgenología puedeproducir la acción continuada de los gases desprendidos del interruptorelectrolítico, o del gas del alumbrado de los interruptores de mercurio en
los cuales dicho gas constituye el dieléctrico, independientemente del ozono
producido durante el funcionamiento de los aparatos Rántgen, ya solo,ya mezclado a una u otra emanación de los interruptores, son motivo másque suficiente para que se dote a los locales destinados a trabajos rüntgenológicos de la instalación conveniente de ventiladores adecuados, extractores del aire impuro unos, de inyectores de aire libre otros. Muestra de laacción perjudicial de esta clase de mezclas gaseosas son los trastornosgenerales, como cefalea, vómitos, alteraciones del pulso, malestar general, etc., observados en pacientes sometidos a una circunscrita y débilirradiación Riintgen, cuando ésta se practica en un laboratorioque no reúnalas enumeradas condiciones higiénicas, por cierto más descuidadas de loque sería de desear o por haberse trabajado en el mismo largo tiempo sininterrupción, y que no presentan los mismos enfermos en el mismo localy sometidos a la irradiación en las mismas condiciones pero con aire recientemente renovado y libre de las mencionadas emanaciones.
Más peligrosa por sus consecuencias es para el paciente, la posibilidadde la implosión del tubo Riintgen momentos antes, durante o inmediatamente después de la irradiación.
En estos casos si éste se halla situado, por requerirlo el examen que se
practica, encima de la carau otra región delicada del cuerpo, es de aconsejary aconsejamos cubrir el rostro o la región que se va airradiar con una toallau otro lienzo que absorba la menor cantidad de radiaciones Riintgen (aunde las de escaso poder de penetración), con lo cual en el caso desgraciado deocurrir la destrucción del tubo se evitará que los pequenos fragmentos decristal pudieran herir no sólo la piel sino otros órganos como los ojos, etc.
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Aunque poco frecuente, haremos notar que el personal de un laboratorioROntgen habrá de manejar con todo género de precauciones los tubos
Riintgen durante su colocación en soportes, cajas de protección, localizadores, etc., pues ya se ha dado el caso de que la implosión de tubos ha pro
ducido dano en los ojos. Kirchsberg cita el caso de una hermana que figuraba en el personal de un laboratorio Riintgen.
La instalación de los conductores de la corriente de alta tensión que so
utiliza para accionar los tubos Rüntgen deberá estar dispuesta en formaque excluya la posibilidad de que una descarga pueda danar al paciente o
personal del laboratorio o al tubo Riintgen con que se opera. En la mayoríade instalaciones Rüntgen, hállanse los cables o conductores debidamenteaislados a cierta distancia del techo del local y en altura que ni aun parapersonas de gran estatura puedan recibir ninguna, descarga. Tambiénhabrán de vigilarse los conductores que unen los tubos Rüntgen a los cablesconductores de la corriente de alta tensión, pues al soltarse uno de ellos durante la práctica de una irradiación, la derivación a tierra de la corriente al
través del cuerpo del individuo, podría ocasionar, cuando no una sensación
más que desagradable o la inutilización del tubo Reintgen, cosa esta últimaa la que podrían seguirse graves consecuenciassi el tubo se empleaba libremente y aun empleándolo en caja de protección si éstano se hallaba pro
vista de filtro como hace poco hemos indicado.Laposibilidad de que pueda ocurrir un corto circuito entre los conduc
tores de la corriente eléctrica de alimentación de los aparatos Riintgendeberá estar prevista bajo el punto de vista de un incendio.
PROTECCIÓN—A EXCEPCIÓN DE LA ZONA OBJETO DE TRATA
MIENTO O EXAMEN DIAGNÓSTICO—DEL RESTO DEL ORGANISMO
DEL PACIENTE, DEL OPERADOR Y PERSONAL DE UN LABORA
TORIO RÓNTGEN, CONTRA LA ACCION DIRECTA PERJUDICIAL
DE LOS RAYOS RÓNTGEN SEMIBLANDOS.
En los primeros tiempos de aplicaciones rüntgenoterápicas y rüntgenodiagnosticas, al rüntgenólogo y sus ayudantes les bastaba alejarse del focoRüntgen (tubo) para escapar a la acción perniciosa de los rayos X, pero
más tarde vióse que era necesario interponer entre éste y aquéllos pantallas,delantales, guantes, gafas, etc., opacos a la radiación que nos ocupa, y aun
como más efectivas pantallas constituídas principalmente por planchas de
plomo más o menos gruesas. Ya poco después de la aparición de trastornos
cutáneos, se hizo uso del plomo en planchas, en primer lugar por la opacidadque presenta enfrente de las radiaciones Rüntgen y entre otros conceptospor su relativo bajo precio y la facilidad de darle diferente forma segúnconvenga, ventajas que han sido confirmadas hace pocos anos por los inte
resantes trabajos llevados a cabo por Walter—comunicadosen los Congresosde la Sociedad Rbntgen Alemana de 1913 y 1914,—con objeto de dilucidar
cuál era prácticamente la mejor substancia protectora. Efectivamente,encontró que el plomo en espesor de 2 milímetros recubiertos con 2/10 de
estano, era el medio mejor de protección, mientras que los vidrios al plomola dan muy escasa. Usanse además, como materiales, pastas laminadas o
tejidos y cristales de composición especial, que absorben y transforman lasradiaciones antesde alcanzaréstas el cuerpo de losindividuos que se halla
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ban próximos al paciente u objeto de investigación Róntgen. El empleo decajas de protección, dentro de las cuales se aloja el tubo Róntgen, las
qne sólo permiten la salida de la radiación heterogénea y homogeneizadadel tubo por una de sus caras, redujo considerablemente la apariciónde los danos en partes superficiales del cuerpo, tanto del sujeto objeto de
exploración como del observador u observadores situados cerca del tuboen función. Los localizadores, aparatos de dimensiones más reducidas que
las cajas protectoras y construidos en vidrio, de plomo, madera recubierta
con tela de material especial de protección, etc., los hay adaptables unos
alas mencionadas cajas y otros directamente al tubo (1), a los cualespuedenadaptarse distintos accesorios como diafragmas, alargaderas, filtros, etc.,permiten reducir aún más el campo de acción de los rayos que emergen
del tubo Róntgen, pero téngase en consideración que rara vez poseen los
materiales antes citados el suficiente grado de impenetrabilidad, o sea de
absorción de radiación Róntgen, que impida que los rayos secundarios y
los duros que se producen, pasen a través y ejerzan efectos perjudicialesy hasta graves a la larga, en las personas que se hallan repetidamente en laproximidad de tales accesorios, mientras acciona el tubo Róntgen.Laopacidad de los materiales destinados a protección deberá ser comprobada por el práctico que se sirvede ellos, pues no hay que fiar en la denomi
nación de los mismos, toda vez que no obstante el uso de algunos de elloshanse visto aparecer trastornos cutáneos y acción sobre órganos internos,
cuya causa era debida a la extraordinariamente deficiente protección delos medios y materiales empleados a este fin. Los trabajos realizados con
radiaciones Róntgen de relativamente gran poder de penetración, pruebanlo perjudiciales que pueden resultar, para los enfermos, medios de protección deficientes.
Respecto a que el paciente puede ser danado por los rayos Róntgendurantelas citadas exploraciones, diremos lo indicado por Albers-Schónbergen su obra *Técnica Róntgen, quien clasifica las causas del siguiente modo:
r.° Por demasiada proximidad del foco Róntgen a la superficie delcuerpo en el cual inciden los rayos X, y que generalmente se halla situadaen el plano- opuesto al en que se aplica la pantalla fluorescente o placafotográfica.
2.° Por exceso de tiempo; exceso de exposición, innecesario en lainmensa mayoría de exploraciones, del cuerpo del paciente a la radiaciónRóntgen; y
3•0 (complemento de lo que acabamos de decir) por la repetida proximidad de una a otra irradiación del paciente, aun cuando la practicada o
practicadas anteriormente hubiesen podido ser incapaz o incapaces de oca
sionar ningún perjuicio, si hubiese mediado mayor lapso de tiempo de launa a la otra.
Dada la construcción de los modernos aparatos Róntgen y partiendode lo que acabamos de indicar, manifestaré que de las aplicaciones con
fines diagnósticos no debe seguirse dano alguno. Ellos permiten alejar
(1) Fxisten en el comercio modelos de tubo Róntgen en que la salida de las radia
ciones al exterior del mismo, sólo se verifica por una limitada región de la superficiedela esfera de cristal situada enfrente del anticatodo, por lelberse construido ésta con-,idrioopaco a los rayos a excepción de una pequena área que es la que permite y limita la
salida y empleo dela radiación Su uso es muy limitado en la práctica róntgenoterápicacorrien te.
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convenientemente de la superficie del cuerpo del paciente (de 40 a 75 cen
tímetros—y aun más con aparatos e instrumentos especiales—) y obtenerexcelentes imágenes róntgenoscópicas o róntgenográficas con marcadocontraste en las proyecciones. Aun en la confección de róntgenografíasde c4erpos extranos muy transparentes a los rayosRóntgen, como pequenosy delgados fragmentos de cristal, espinas de pescado, enclavados en tejidosblandos de poco grosor, como ocurre generalmente (dedos, brazo, etc. ytambién en el diagnóstico de afecciones dentarias en cuyo último caso ladistancia se reduce exprofeso hasta 25 mtrs.) no obstante recomendarse elempleo de radiacionesRóntgen degrande longitud de onda (rayos blandos),podemos afirmarque el tiempo de exposición es hoy día tan corto que si lairradiación ha obrado lo necesario para la confección de un bien detallador5ntgenograma, nunca seguirá a tal exploración el menor dano ni local nigeneral para el paciente; en estos casos la exposición podrá oscilar entre5 y 15 segundos, con intensidades secundarias de 4 a 2 miliamperios.
La misma circunstancia antes citada, o sea el uso de instalacionesRiintgen modernas, coloca al práctico en condiciones de poder evitar en
los exámenes róntgenoscópicos en grande escala, no sólo danos, sino lasmolestias que la aparición de eritema ligero podría ocasionar al individuoobjeto de examen, por la considerable reducción del tiempo que se requierepara ejecutar su examen róntgenoscópico. Casi en absoluto se evitan con
ello los danos cuando se trata de impresionar debidamente la emulsiónsensible de una placa fotográfica.
Los tiempos de exposición serán más o menos largos según sea la intensidad de la corriente de alta tensión que atraviese el tubo durante elexamen o acto de impresionar una placa y en relación con el grado de durezao fuerza de penetración de las radiaciones empleadas, ladistancia del focoR5ntgen a la pantalla róntgenoscópica o placa fotográfica y al grosor de laparte del cuerpo objeto de examen. Así pues, no es de extranar que el tiempode exposición para impresionar una placa fotográficapueda oscilar entreunafracción de segundo 1/150 a 4 minutos como máximum. Este último tiempoes también más que suficiente en general para practicar la rüntgenoscopia.
Los danos a que expone al paciente la práctica de exámenes rüntgenoscópicos de cierta duración pueden, en la inmensa mayoría de ocasiones,evitarse aun prescindiendo del uso de aparatos como el intensímetro deFurstenau, etc., conociendo el que maneja los aparatos el régimen de lacorriente de alimentación del tubo, la calidad de las radiaciones emitidaspor éste, la distancia del foco Róntegn al plano del cuerpo sobre el queinciden aquellas y;aproximadamente, el efecto biológico de tales radiacionesobrando durante un tiempo determinado a la distancia a que se hallarála superficie cutánea del individuo que se va a examinar.
El uso de interruptores automáticos intercalados en el circuito eléctricode alimentación del aparato productor de la corriente de alta tensión,o de otros instrumentos (reloj que senala cada minuto, etc.), facilita prácticamente no rebasar el tiempo prefijado para realizar el examen.
La repetición de intensa irradiación del enfermo con rayos Róntgensin que haya transcurrido un prudencial lapso de tiempo expone a seriosdisgustos; a fin de evitarse sorpresas, esde recomendar lacostumbre de preguntar a los pacientes si han estado sometidos o no a otros exámenes a
irradiaciones Róntgen y en caso afirmativo pedir todos aquellos datos yfactores que cree suficientes el rüntgenólogo para poder practicar con tran
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quilidad y a conciencia el examen que se le solicita. En cambio, si hay qu
proseguir un tratamiento riintgenoterápico es necesario que el rüntgenólogoque ha de encargarse del paciente ya irradiado, exija al que va a ser su
cliente o éste al médico que dirigió anteriormente el tratamiento Riintgen,todos los antecedentes ya citados que permitan por un lado salvaguardaral rüntgenólogo que ha de continuar las aplicaciones reIntgenoterápicas,contra la eventualidad de la aparición de trastornos de mayor o menor
importancia.Cuando se trate de un examen reintgenoscópico que por la índole de la
exploración requiera varios exámenes de la misma región en un mismo día,
deberá el que haya de practicar tales exploraciones reducir el tiempo de
irradiación de cada aislado examen, de modo que la suma total de los tiemposno exceda de lo que pueda irradiarse sin perjuicio para el paciente.
Por lo que se refiere a la posibilidad de ocasionar danos a los pacientesobjeto de irradiaciones terapéuticas, sólo recordaremos aquí lo expuesto al
hablar de la medición de dosis, o seaque bastará el empleo juicioso de pocos
pero bien estudiados métodos o instrumentos de medición, teniendo en
cuenta las causas de error, muchas de ellas fáciles de obviar después de cono
cido el fundamento científico de los mismos y de algún ensayo previoantes de servirse de ellos.
De lo concerniente a la exposición de los distintos métodos aconsejados
en Róntgenoterapia, y la crítica que de algunos de éstos podríamos hacer,
sólo diremos que conviene ser precavidos y en consecuencia muy prudentesen lo de administrar dosis considerables de radiaciones Rüntgen, no obstante
sean éstas de muy corta longitud de onda (extraordinariamente penetrantes)siempre que se trate de irradiar regiones o cavidades donde, como en el
abdomen, se podría ejercer nefasta influencia en órganosy tejidos normales.
PROTECCIÓN DE LOS RÓNTGENOLÓGOS Y DEL PERSONAL DE UN
LABORATORIO RONTGEN, CONTRA LA ACCIÓN PERJUDICIAL DE
LOS RAYOSRONTGEN DE CORTA LONGITUD DE ONDA Y DE LA
RADIACIÓN RONTGEN SECUNDARIA.
Si en realidad pueden evitarse hasta cierto punto, según el trabajo
Róntgen que se ejecute, los efectos nocivos de las radiaciones Rüntgen se
miblandas y hasta los de las de relativa dureza, con el uso del delantal,guantes y gafas de composición adecuada, y también mediante pantallasde madera recubiertas de plomo y estano, no es posible substraerse por
completo a los efectos de las radiaciones directas muy duras con el empleode las telas opacas y tampoco al de las radiaciones secundarias que se pro
ducen en multitud de objetos y aun en las paredes del Laboratorio donde se
trabaja, a pesar de la parcial protección que dan las citadas pantallas de
madera-plomo, por lo que las radiaciones secundarias ejercerán superniciosainfluencia sobre los tejidos más sensibles del organismo de quienes se dedican
a trabajos rüntgenológicos, influencia que a la larga podría ser desastrosa.
La protección del operador y demás personas que le rodean no es tan
efectiva durante la práctica de ciertas exploraciones rüntgenoscópicas.Lanecesidad que sepresenta, en muchos casos, de indicar y colocar en deter
minada posición una extremidad o el cuerpo del paciente; también la conve
niencia de ejercer presión sobre un órgano o región del individuo sometido
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al examen, con el fin de poder diferenciar ciertos detalles o comprobar sies fácil o no el desplazamiento de tal o cual órgano, exigen que el operadorhaya de prescindir en tales circunstancias de la disposición de que vamos
a ocuparnos luego y que nos asegura la mayor protección capaz de lograrhoy.
Mientras se trata de exámenes róntgenográficos o de aplicacionesróntgenoterápicas, pueden aquéllos no solamente alejarse suficientementedel tubo en función sino también preservarse de la irradiación de rayosduros, encerrándose en una caseta o pequeno aposento de madera forradade plancha de plomo de unos 2 %, cabina que puede ser compartimientodel mismo laboratorio; protección ideada y aconsejada, hace muchos anos,por Albers-Schónberg.
Es, pues, indispensable que el generador de la corriente eléctrica de altatensión (inductor o transformador) sea puesto en acción y regulado desdela llamada Cámara de protección y asimismo que desde el refugio que ellarepresenta, pueda el riintgenólogo o persona que le reemplace observarcómoday exactamente las indicaciones de los aparatos auxiliares de medición, como son el miliamperómetro, oscilóscopo, etc. Además es de reco
mendar, que la modificación de la presión del interior de los tubos puedaefectuarse a distancia del mismo, por manera que la persona que ejecutala regulación el grado de vacío de los tubos Riintgen, de modelo corriente,o del poder de penetración de las radiaciones Róntgen de los tubos Lilienfeld o Coolidge, no reciba la acción de los rayos Róntgen, ni la de las radiaciones secundarias producidas por ellos.
Mencionaremos la disposición y construcción de las cabinas o cámarasde protección contra los rayos muy duros, denominadas de protecciónideal. Modelos de esta clase figuran en el Instituto Radiológico del Hospitalde San Jorge, de Hamburgo. He aquí su descripción: cada una forma partedel local donde están instaladas y tienen las dimensiones 3 Vi X i 'it X 2 Vimetros, siendo capaz para unas ocho personas, las que pueden permaneceren ella con relativa comodidad. La cabina está construida con tablonesde madera de considerable grueso y se halla revestida por su parte exteriorcon planchas de plomo de 2milímetros de espesor, las cuales estándispuestasde modo que los bordes de cada una de las planchas se superpongan con
los de las situadas a su alrededor, y reforzada todavía esta cubierta deplomo con una red de hilos metálicos y todo ello recubierto de argamasa,sobre la que se han dispuesto planchas de pizarra. Dos puertas convenientemente dispuestas permiten el libre acceso y fácil salida del interior de lacabina, sin que las radiaciones Riintgen de ninguna clase puedan penetraren el interior de la misma.
Estas cabinas o cámaras poseen dos ventanas, provistas de vidrio deplomo de cinco milímetros de espesor, las cuales pueden cubrirse con
persiana de madera. En el interior de estas cámaras se hallan, ademásde los aparatos adecuados para mantener la ventilación, todos los interruptores, conmutadores y disposiciones para regular la marcha de losinterruptores, grado de vacío del tubo, etc., etc.
De otra parte, pueden contribuir a reducir considerablemente la acciónperjudicial que los rayos secundarios, producidos en el mismo cuerpo delpaciente, puede ejercer sobre el operador, el uso de diversas disposicionesy accesorios, como son zócalos o plataformas con movimiento de elevacióny rotación, etc., los que por otra parte al facilitar las exploraciones iffintge
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noscópicas evitan la irradiación excesiva del paciente. Donde tales acce
sorios y demás medios de protección senalados en esta parte de nuestra
disertación deben figurar principalmente es en los Laboratorios Róntgen
centrales de todo Hospital, pues en ellos es donde pueden resultar perjudicados de gravedad considerable número de personas, y con mayor motivo
los médicos róntgenólogos, tanto por la intensidad de las radiaciones que
suelen emplearse en tales Institutos como por el frecuente uso que adiario
se hace de aquéllas.
Otra medida de precaución debemos indicar por las ventajas que puedereportar, no sólo al médico róntgenólogo, sino también a todo el que
se dedica a trabajos Róntgen y a sus familias: nos referimos a la imposiciónpor éste de dos pólizas de seguro contra accidentes, profesional la una y
la otra de responsabilidad civil; por las lesiones o dolencia a que le expone
especialidad tan peligrosa por una parte y por los perjuicios que puedeocasionar al paciente, aunque esto último pueda ocurrirle en muy rara
ocasión a quien tenga acreditada su suficiencia en la especialidad rónt
genológica (comprendidas esmerarada técnica y vigilancia del instrumental
durante su empleo y del paciente durante la irradiación).
***
Antes de terminar espero me otorgaréis la gracia de permitirme tributar
un sentido recuerdo a las, por desgracia, numerosas víctimas—en especiala las ocasionadas entre los que se dedican a trabajos Róntgen,—que sucum
bieron a las fatales alteraciones producidas por las radiaciones X, investi
gadores a quienes no amedrentaron ni la debilidad que se apoderaba de
su existencia en unos casos, ni las mutilaciones que exigía el progresivoavance de la carcinomatosis Róntgen en otros, para hacerles desistir de
laborar en provecho de las aplicaciones de la Róntgenología, sacrificando
su vida en beneficio de la Humanidad, cuando tanto cabía esperar todavía
de su actividad y talento.
A las distinguidas familias de tales héroes enviamos nuestro respetuoso
homenaje de admiración y pésame, mientras hacemos votos para que vivan
muchos arios sin sufrimiento ninguno, y menos derivado de las lesiones
Róntgen, aquellos otros mártires en quienes no obstante haberse recurrido
a intervenciones quirúrgicas para evitar la generalización del cáncer pro
fesional, corren todavía el riesgo de un fatal desenlace y entre los que
figuran eximios Profesores cuya existencia tanto ha contribuído y contri
buye con superseverante labor al rápido y brillante desarrollo de la Ciencia
róntenológica. A estos últimos un fraternal abrazo.
Senores: os ruego me perdonéis si he abusado de vuestra benevolencia
con esta larga peroración, que si alguna disculpa puedo alegar es mi fer
viente anhelo de poder contribuir, siquiera sea en manera insignificante,a evitar por una parte cierto grado de intranquilidad de ánimo, así como
alguno de los danos antes expuestos, que pueden seguirse, aquien en nuestra
querida nación y con fines médicos comience a dedicarse a trabajosróntgenológicos y de otra librar de prejuicios y de perjuicios a los enfermosque hayan de ser objeto de investigaciones otratamiento Rlintgen.
HE DICHO
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Nota correspondiente a la página 67.Th. Christen.—Medición y dosiiicacihn de los rayos Róntgen, 1913.
INDICE
I. Prefacio.A. Naturaleza de nuestras mediciones.B. Objeto de la medición.
Ji. El grado de dureza.
A. Definición.B. Rayos homogéneo,.C. Rayos secundarios.D. Filtros de rayos.
E. Medición de dureza.
1. Teoría.2. Métodos.
a. La mano de iantoma.b. Escalas de valores escalonados \N'alter. Beez.
c. Escalas bimetálicas.(1) Escala Rdntgen.(2) • Benoist.(3) s Fenoist-Walter.(4) s Wehnelt.
d. Escalas eléctricas de dureza.-(r) Teoría.(2) Distancia de chispa paralela.(3) El miliamperómetro.(I) El e.clerómetro de Kienbóck.(5) El voltmetro electrostático de Bcrgonié.(6) El cualímctro de Isauer.
e. Medición absoluta de la dureza.(1) Teoría.(2) El radioesclerómetro de Villard.(3) El medidor de dureza absoluto de Christen.
f. Medición de rayos endurecidos.3. Grado de dureza y tensihn secundaria.4. » » e intuisidad.5. Valoración de las diferentes escalas.6. Comparación de las diferentes escalas.71 Medida unitaria.
III. Intensidad y energía superficial.A. Definición.B. Distancia focal.C. Energía superficial.D. Medición de la energía.E. «Directo» e *Indirecto».F. Las transformaciones primarias o electrodinámicas.
1. Enerofa de la corriente primaria.2. secundaria.
a. Teoría.b. Medición de la tensión secundaria.
(a) El esclerómetro.(2) La distancia de chispa paralela.
e. Medición de la intensidad de la corriente secundaria.
(a) Teoría.(2) Los miliamperómetros electromagnéticos o de carretelpolifásico(3) Los miliamperómetros de hilo calentable.
(4) Crítica de la medición de la corriente secundaria.
(5) El Voltímetro.(6) Corrientes opuestas.(7) Dilatómetro de resistencia.(8) El tubo oscilógralo de luz incandescente de Gehrke.
3. Energía de los rayos catódicos.
4. Energía Riintgen.5. Importancia de todas las transformaciones.
6. Combinaciones inexactas.7. Rayos catódicos.R. Factor de distribución.
G. Las transformaciones secundarias o radiodinárnicas.
1. Teoría. Ley de efectividad.2. Las diferentes transformaciones.
a. Efecto térmico de los rayos catódicos secundarios.
b. Fosforescencia.c. Fluorescencia.
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(r) Ensayos de Riintgen.(2) El medidor de luz Iblintgen de Roiti.(3) El método del radio según Courtade.(4) Medición de la energía superficial según Gaiffe.(5) El método de valores escalonados según Tonsey.
d. Los métodos radio-eléctricos.(r) Transformación en carga eléctrica.
t. Medición de la corriente.
2. Medición de la tensión.
a. Método Piffard.b. » Beez.c. » Fúrstenau.
(2) El elemento de selenio de Forstcr.(3) La ionización.
e. Calor.f. Efectos químicos.
(r) Efecto fotográfico.r. Teoría.2. El cuantImetro de Kienbóck.3. El procedimiento de papel sensible según Strauss.
(2) Alteraciones de color en sales.I. Sales halógenas.2. El platino cianuro de bario.
(3) El desprendimiento del iodo.(í) La precipitación de calomelanos.
IV. Dosis.
A. Esencia de la acción de los rayos.
B. Dosificación del efecto local.C. Concepto de la dosis Riintgen.D. Ley de dosificación.E. Porvenir de la cuestión de dosificación.F. Métodos de dosificación.
r. Mbtodos electrodinámicos.a. La tensión secundaria.
(r) La chispa paralela.. (2) Medición de tensión según Klingelfuss y según Bergonié.
(3) La capa del semi-valor.b. Intensidad de la corriente secundaria.
(1) Miliamperómetro.(2) Voltímetro.
2. Métodos radiodinámicos.a. El tubo termométrico de Kóhler.b. Métodos radioeléctricos.c. Métodos radioquímicos.
(r) Cromorradiómetro de Holznecht.(2) Medidor Rtintgen de Immelmann.(3) Cuantímetro de Kienbóck.(4) Procedimiento de papel sensible de Strauss.(5) Desprendimiento de iodo según Frenad y según Bordier y Ga
limard.(6) Decoloración del platino-cianuro de bario de Saboureaud y
Noiré.(7) Escala de Holznecht.(S) El platino-cianuro de bario de Bordier.(o) Precipitación de calomelanos de Schwartz.(ro) El cansancio de la fluorescencia de Gaiffe.
3. Combinaciones.4. Dosificación de rayos endurecidos.5. Comparación y valoración de los diferentes métodos de dosificación.
G. Terapéutica profunda.r. Filtración de los rayos secundarios.2. Efecto profundo de los rayos primarios.
i. Teoría.h. Efecto útil. Regla del semi-valor.c. Protección de la piel. Cociente de dosis.d. Dósis biológica.e. Sensibilización y desensibilización.f. Radiación homogénea.g. Efecto Riletgen inducido.
V. Observación final.VI. Apéndice.
A. Dosis y grado de dureza.B. El iontoctiantimetro.
Fe de erratas.
Bibliografía.