Planteamiento de Humberto Maturana Respecto Al Lenguaje Humano

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1 . SINTESIS GENERAL DEL PLANTEAMIENTO DE MATURANA ACERCA DEL LENGUAJE 1.1. El lenguaje, según Maturana (1990), surgió en la especie humana hace aproximadamente 2 millones de años como resultado de nuestra historia de animales sociales o, mas específicamente, como consecuencia de re- laciones interpersonales afectivas estrechas asociadas al recolectar y compartir alimentos. 1.2. Esta historia recurrente de relaciones dio lugar a lo que Maturana deno mina'coordinaciones conductuales consensúales' (C.C.C., en adelante) que se suscitan entre sistemas bíolñgicos determinados estructuralmente en los cuales las interacciones gatillan cambios que ya están determinados en ellos. En este sentido, nuestra historia de interacciones recurrentes es una historia de cambios estructurales mutuos entre el sistema vivo y el medio que puede entenderse como una deriva, i.e ., un curso que se gesta momento a momento que no es cualquier curso sino uno que se configura en forma congruente en el encuentro del sistema con su medio. 1.3. En el momento en que en esta historia se ve una recursión en las C.C.C., es decir hay C.C.C. de C.C.C., en ese instante surge el lenguaje. De'* modo que el lenguaje va a surgir como condición inevitable, solo requiere interacciones suficientemente recurrentes. Si no hay interacciones recu- rrentes no hay un espacio.operacional para que eventualmente se de una re cursión en las coordinaciones conductuales. 1.4. Los planteamientos precedentes permiten comprender la siguiente definición de lenguaje propuesta por Maturana (1989): "El lenguaje como fenómeno bio- lógico consiste en un fluir en interacciones recurrentes que constituyen un sistema de coordinaciones conductuales consensúales." Es, entonces, en este espacio de C.C.C. recurrentes en donde el lenguaje ocurre y ninguna conducta, gesto o postura corporal particular constituye por si solo un elemento del lenguaje sino que es parte de el sólo en'ymedida en que perte- necen a un fluir recursivo de C.C.C.

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  • 1 . SINTESIS GENERAL DEL PLANTEAMIENTO DE MATURANA ACERCA DEL LENGUAJE

    1 .1 . El lenguaje , segn Maturana ( 1 9 9 0 ) , surgi en la especie humana hace

    aproximadamente 2 millones de aos como resultado de nuestra h is t o r ia

    de animales sociales o , mas especficam ente , como consecuencia de re

    laciones interpersonales afectivas estrechas asociadas al recolectar

    y compartir alimentos.

    1 . 2 . Esta h is t o r ia recurrente de relaciones dio lugar a lo que Maturana deno

    m ina 'coordinaciones conductuales consensales' ( C . C . C . , en adelante) que

    se suscitan entre sistemas bolgicos determinados estructuralmente en

    los cuales las interacciones g a t i l la n cambios que ya estn determinados

    en e l lo s . En este sentido , nuestra h is t o r ia de interacciones recurrentes

    es una h is t o r ia de cambios estructurales mutuos entre el sistema vivo y

    el medio que puede entenderse como una deriva , i . e . , un curso que se gesta

    momento a momento que no es cualquier curso sino uno que se configura en

    forma congruente en el encuentro del sistema con su medio.

    1 . 3 . En el momento en que en esta h is t o r ia se ve una recursin en las C . C . C . ,

    es decir hay C .C .C . de C . C . C . , en ese instante surge el lenguaje . De'*

    modo que el lenguaje va a surgir como condicin in e v it a b le , solo requiere

    interacciones suficientem ente recurrentes. Si no hay interacciones recu

    rrentes no hay un e s p a c i o .operacional para que eventualmente se de una re

    cursin en las coordinaciones conductuales.

    1 .4 . Los planteamientos precedentes permiten comprender la sigu iente de fin ic i n

    de lenguaje propuesta por Maturana ( 1 9 8 9 ) : "E l lenguaje como fenmeno b io

    lgico consiste en un f l u i r en interacciones recurrentes que constituyen

    un sistema de coordinaciones conductuales co nsensa les ." E s , entonces, en

    este espacio de C .C .C . recurrentes en donde el lenguaje ocurre y ninguna

    conducta, gesto o postura corporal p art icu lar constituye por si solo un

    elemento del lenguaje sino que es parte de el slo en'ymedida en que perte

    necen a un f l u i r recursivo de C .C .C .

  • 1 . 5 . Desde esta perspectiva., el lenguaje como proceso, i . e . 'e l l e n g u a je a r ' ,

    no tiene lugar en el sistema nervioso sino en el espacio de C .C .C . que

    se constituye en el g a t iila d o recproco entre los p artic ipantes en d i

    cho proceso. En este sentid o , el sistema nervioso no opera con smbo

    los sino solo generando cambios de relaciones de actividad movido por

    cambios de relaciones de activ idad .

    1 . 6 . Lo que frecuentemente se llama contenido simbolico surge en la reflexin

    que el observador hace sobre relaciones de cambios corporales , posturas

    y emociones de los que p artic ipan en e l lenguajear . De ms esta decir

    que ta l reflexin aparece, obviamente, en el mismo proceso de lenguajear

    y , de esta forma, se cumple lo sealado en 1 . 3 . acerca de la recursividac

    de las C .C .C .

    1 .7 . En suma, y como claramente lo plantea Maturana ( 1 9 8 9 ) : " . . . lo que hacemos

    en nuestro lenguajear tiene consecuencias en nuestra dinmica corporal y 1:

    que pasa en nuestra dinmica corporal tiene consecuencias en nuestro ler.gu^

    j ear,11

    - 2 -

  • 3:yz ~ a j

    2 . 1 . Paradjicam ente, la nocin maturanista de lenguaje tiene como p rin cip al

    defecto el que es in d is c u t ib le . Es obvio que l tiene todo el derecho

    de argumentar circularmente al adoptar como p rin cip io el que el lengua

    je surge en las C .C .C . de C .C .C . recurrentes entre seres humanos, enteri

    didos como organismos b iolgicos cerrados en la dinmica de constitucin '

    de sus procesos. El punto d isc utib le es que al re a l iza r esta teorizacin

    Maturana se posiciona en un terreno en el cual es imposible contra-argu

    mentar sin que se reciba una respuesta que 'a t r a p a ' al contra-argumenta

    dor en la c ircularidad maturanista.

    2 . 2 . Sin embargo, esta in d is c u t ib i l id a d no d e s c a l i f ic a su planteamiento acsr

    ca del leng ua je , el cual , al surgir como una 'ontologa del conversar'

    adquiere una importancia considerable en el mbito de la relacin 'l e n

    guaje , enfermedad y pensamiento que cada vez adquiere mayor importancia

    en la s icologa contempornea, como lo seala Hunneus (19 8 5 ) . Ello se

    enmarca, aparentemente, dentro de la tendencia hac ia la sntesis en la

    accin que prevalece en forma mas o menos relevante en la f i l o s o f a del

    lenguaje ( e . g . , j Searle) , l a sociologa (e .g . ,N.Lhumann) y la lingst^L

    ca ( e . g . T . van D ijk ) .

    2 . 3 . En este sentid o , el planteamiento b io l o g is is t a de Maturana es legtimo

    y v alio so . Sin embargo, del hecho que Maturana de cuenta del lenguaje

    en tanto fenmeno b io l g ic o , en forma bastante in t e l ig e n t e , s in duda,

    no se puede deducir que las complejidades que este presenta puedan ser

    comprendidas reducindolas exclusivamente a acciones del tipo C .C .C . En

    otras p alabras , no por el hecho de que se conozca el operar b iolgico

    del lenguaje desaparecen las complejidades que m an ifiesta el lenguajear

    cotidiano para los l ingistas y filsofos del lenguaje .

    2 . 4 . En e fecto , cmo se puede superar problemas tan importantes para los

    l ingistas y filsofos del lenguaje como el poder re ferencia l del len.

    guaje (vale d e c ir , el que algunas palabras denotan referentes externos

    insertos en el entorno m aterial) s i se le concibe como acaeciendo en

    el espacio de coordinaciones conductuales consensales?. Aparentemente,

    el problema se resolvera mediante la argumentacin que el lenguaje es

    autorreferencial y , en este sentid o , el mundo de los objetos es 'trado

    a la mano' en el lenguaje . Pero __ y aqu surge nuevamente la compleji

    dad del lenguaje _ cmo puede hablarse de coordinaciones entre sujetos que

    se comunican y de consenso entre los mismos s i lo externo al sistema no es

    sino una p o s ib i l id a d actualiza da inherente al sistema mismo?. En otras

    - 3 -

    i

  • palabra s , los sujetos con los que nos comunicamos son parte de lo

    otro , la m aterialidad de su lenguaje tambin lo e s , mis coordina

    ciones consensales alcanzan a los otros y a l a m aterialidad de su

    lengua je , pero dado que por d e fin ic i n el lenguaje es un sistema

    de C .C .C . de C . C . C . , lo otro , los otros y la m aterialidad de su

    lenguaje son p o s ib il id ad es actualizadas en nosotros mismos en taii

    to sistemas biolgicos cerrados.

    2 . 5 . Por otra p arte , s i la realidad externa 'e n tre p a re n t iza d a ' es una

    mera configuracin que surge en e l leng ua je a r , cmo podemos sa

    ber con seguridad que no somos sino configuraciones l in gsticas

    de otro sistema auto rreferencia l e l que , a su v e z , puede ser una

    configuracin l in g s t ic a de otro sistema con idnticas propied_a

    des y as hasta el in f in it o ? Pensamos que para los lin g istas y

    f il so fo s del lenguaje sera d i f c i l traba jar basandose en esta

    concepcin de lenguaje ya que inevitablem ente e llos estaran in

    vestigando configuraciones - l in g stica s que emergen de sus pro

    pias auto rreferencia lidades en tanto sistemas b io l gico s cerrados.

    2 . 6 . Nuestra ultima preocupacin tiene que ver con el hecho que al ne

    gar la capacidad r e fe r e n c ia l is t a del lenguaje y asignarle un rol

    auto rreferencial vemos que la conversacin se torna carente de

    compromiso con el (lo ) otro en tanto referente estab le . Los obj_e

    tos y las personas surgen en el lenguajear como consensos pero d_a

    da la na turaleza a u t o rre fer en c ia lista del proceso es imposible

    ev itar que surjan in f in it o s consensos hasta cuando no estemos segu

    ros de que se han actualizado todos los p osibles procesos b iolgicos

    que nos determinan. En el in terta n to , cmo d ife re n c ia r los actos

    s ig n if ic a t iv o s y el s insentdo en circunstancias que , s i se sigue

    el razonamiento m aturanista , todos nuestros discursos ms caros,

    como la c ie n c ia , Dios y la m oral, quedan abruptamente re lativ izad o s

    y autorreeridos a circularidades de C .C .C . de C .C .C .?

    - 4 -

  • B I B L I O G R A F I A

    - Hunneus , F. 1985. Lenguaje , Enfermedad y Pensamiento. Santiago :

    Ed. Cuatro Vientos .

    - Maturana, H. 1989. "On to lo g ia del co nversar " . En persona y socie

    dad, Voi . I I I , N 3 pp. 9 - 28 .

    - Maturana, H. 1990. B io loga de la Cognicin y Epistemologa. T e- -

    muco: Ed. Universidad de la Frontera.