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Pocket: EN LAS COLINAS DE LA LOCURA

https://getpocket.com/a/read/743346289[07/07/2015 01:20:40 p.m.]

By Por Fernando Krapp, octubre 18, 2014

EN LAS COLINAS DE LA LOCURA

CINE Despus de algunas pelculas que la crtica consider fallidas como Cosmpolis o Un mtodo peligroso, David Cronenberg est de vuelta con Maps to the Stars (Polvo de estrellas), una compleja y a veces satrica mirada sobre el mundo de las celebridades, Hollywood y la industria del cine. Un conductor de limusinas, una joven con la cara quemada, una actriz queest esperando el resultado de un casting y, mientras, enloquece; un nio estrella en plena rehabilitacin son algunos de los personajes que se desplazan por la pelcula, espejos y fantasmas que intercambian roles en un juego que

tambin es un desfasaje entre realidad y fccin.

Por estos das, David Cronenberg est feliz, o as parece. Despus de unamuestra de Arte en Nueva York llamada Evolution, donde expuso todos losobjetos tpicamente cronenbergianos de sus pelculas, y

despus de varios aos de procastinar, a los setenta y un aos public, al fn, una novela, Consumed. Sus ambicionescomo novelista nunca fueron un secreto: en todas la entrevistas que dio, sobre todo en el libro que recopila largas conversaciones con ChrisRodley, el director de cine canadiense, siempre asegur que haba querido ser escritor

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(otra carrera frustrada fue la de qumico y bilogo) y, en varias oportunidades, seal que el cine se encuentra lejos de ser un arte

complejo como la literatura. Esta ambicin le viene de aos: la cancin de cuna que lo dorma de chico erael tipeo de la mquina de escribir que mantena desveladoa su padre. De joven estudi literatura y durante un ao se traslad a un pequeo pueblo francs para probarsus habilidades literarias. As que despus de tantos aos, que haya publicado fnalmente una novela, es motivo sufciente para

sentirse feliz, aunque sea una felicidad bastante cronenbergiana. Y es Consumed una novela permeable al mundo Cronenberg? As lo parece: hay tecnologa en cantidades industriales, hay sexualidad descarnada, hay ciencia al servicio del cuerpo, hay cuerpos al servicio de la ciencia, hay toda clase de momentos Cronenberg. As lo seala Stephen King (entre otros amigos que dan su pequea ayuda como Viggo Mortensen, BruceWagner y Atom Egoyan) en la contratapa: No apta para sensibles, sino para aquellos que no temen meterse en las profundidades del abismo humano. La novela de Cronenberg es igual de siniestra, problemtica y asombrosa que sus flms.

Pero el nombre de Cronenberg vuelve a estar constelando (al menos entre nosotros) por el estreno de una nueva pelcula, Maps to the Stars, (Polvo de estrellas es el ttulo para Argentina) proyectada por primera vez en Cannes, donde obtuvo el premio a la mejor actriz para Julianne Moore. La crtica fue bastante efusiva al catalogarla como un regreso de Cronenberg (de dnde?) despus de un par de

pelculas aparentemente fallidas. Y la elogi como una stira sobre el mundo contemporneo de Hollywood. Es decir: la locura de sus estrellas, sus quince minutos de fama y contando, su ansiedad por el renombre, el miedo a desaparecer, el gusto por los psicofrmacos, y todo ese folclore que hasta logrun subgnero: el cine dentro del



cine. Map to the Stars es la primera pelcula que Cronenberg flma en Hollywood, pero, ms all de los taglines crticos, no ostenta una

visin de-sencantada de la meca del cine norteamericano; revela ms bien una mirada extranjera, casi turstica. Su guionista, Bruce Wagner, quien produce una serie junto a Oliver Stone enla BBC, se neg a verla como una stira, si bien hay elementos satricos obvios. Wagner asumi que la historia est basada en muchos pasajes de su vida. Recientemente public un artculo en The Guardian donde cuenta el trasfondo. Hijo de un productor, Wagner vivi toda su infancia y gran parte de su vida en Beverly Hills y Hollywood. No tuvo una vida glamorosa: trabaj en diversos ofcios y termin manejandouna ambulancia por un tiempo y una limusina despus, donde tuvo la suerte, o la desgracia, de llevar a un obeso Orson Welles, a Mick Jagger, y dems animalitos de Dios: Estas dos vocaciones siempre me resultaron muy parecidas porque uno se cruzaba con gente en estado extremo, famosos o gente-haciendo-de-famoso o moribundos o dementes, y cada tanto todos juntos a la vez.

ESCRITO EN EL CUERPOAs comienza Maps to the Stars: con una tremenda cicatriz por una quemadura en la cara de Agatha, interpretada por Mia Wasikowska, quien llega a Hollywood con una remera que dice Bad Babysitter. La espera una limusina conducida por Jerome, un Robert Pattinson encargado de llevar delante, de un modo lateral, la trama de encuentros forzados. Mientras viajan, Agatha, con su look de dama gtica, hace la pregunta obligada: a cuntos famosos llev Jerome? A comienzos de la dcada del cincuenta, muchos buscavidas (entre ellos Wagner ms adelante) ofrecieron servicios de city tours conocidos como Mapas de las Estrellas. Desde su limusina, los



conductoressealaban las casas donde, les aseguraban a los turistas con billeteras abultadas, viva tal o cual actor, qu tipo de auto tena, cmo eran sus perros y qu fascinante era la vida cotidiana de una estrella cuando levantaba un diario de su vereda. Junto con el montaje alterno, el Star System es, segn los polvorientos historiadores del sptimo arte, uno de los grandes aportes del cine norteamericano. Con la construccin del primer plano, las estrellas de-sarrollaron un amor/odio por ese encuadrey dieron sus vidas (en miles de casos, dar la vida fue visto como un acto pico de entrega total) para verse refejados en ese espejo invertido. Por fuera de ese encuadre, lo nico que hay son tensiones en un desierto, ansiedad por resultados de castings, miedos a desaparecer, mucho lobby, muchas piletas y logstica farmacolgica. Es esa tensin que Havana Segard intenta bajar y calmar, interpretada por una histrica y pecosa Julianne Moore, con grandes dosis de Dalai Lama, clonazepam y dems barbitricos. Lo que le pone los nervios de punta es la espera por el resultado de un casting al que se postul: una remake de una pelcula donde su propia madre, Clarice Taggart, habalogrado aos atrs una nominacin al Oscar, antes de que un incendio acabara con su vida. Quien terminar trabajando con Havana no es otra que la recin llegada Agatha, ella misma resucitada de un incendio, que establecer en la ciudad, junto a Jerome, el conductor de limusinas, un mapa de encuentros predestinados, relacionados por un poema de Paul Eluard, repetido como un mantra. Resulta muy difcil, y hasta contraproducente,

describir y reducir el argumento de Maps to the Stars, porque cada

personaje, cada elemento que compone un plano, cada situacin

desarrollada, se encuentra levemente desplazada en un juego de roles

intercambiados entre los personajes.



Todos estamos relacionados en este maravilloso guin mitolgico, le asegura Agatha a su hermano pequeo Benjie (tomen nota del actor Evan Bird), quien se est recuperando de una adiccin a las drogas con apenas 13 aos, un nio-estrella de esos bodrios espectaculares que la industria suele parir con recurrencia para explotar a los chicos,en funcin de que sus padres puedan llevar una vida holgada: la madre (Olivia Rushmore Williams), una agente, actriz frustrada, que teme lo que el mundo pueda decir sobre su hijo, y su marido, un profeta de Hollywood de la vida sana y la espiritualidad (un estirado y algo forzado John Cusack que interpreta a un psico-algo, al mejor estilo de Claudio Mara Domnguez mezclado con el new age). El matrimonio tiene un secreto muy oscuro debajo de tanta publicidad televisiva y Agatha llega entonces con su cicatriz para reabrir las relaciones familiares y ponerlos cara a cara con las costrasde la verdad. Lo que importa, se deduce entonces, en Maps to the Stars no es la stira de Hollywood. Aunque sea, s, una relectura en clave contempornea de The Bad and the Beautiful de Vincente Minnelli, y del viejo clsico de Billy Wilder Sunset

Boulevard, donde un guionista terminaba relacionado con una vieja

actrizdel cine mudo que, ante la falta absoluta de ofertas laborales y presa de una tcnica actoral vieja y en desuso, se ve acorralada por los fantasmas de su propia fama. El guin de Wagner lleva la premisa ms all: revive a los fantasmas para enredar a sus personajes en un desfasaje entre realidad y fccin, y poner en imgenes cmo esos actores acosados por sus ansias de celebridad conviven con sus propios miedos y acosos, con la represin del pasado, con la necesidad de superar el presente, como en Mullholland Drive. Pero, ah donde Lynch utiliza los sueos para encastrarlos unos con otros en un juego de cajas chinas, en Cronenberg no hay desbordes ni cambios de punto de vista. Loselementos gticos (fantasmas, nios



muertos, incestos, fuego, la casa vieja ahora convertida en casern al mejor estilo Nordelta) y los excesos melodramticos (parece que el

guin de Wagner tena muchos) son bajados de tono y contenidos bajo su mirada clnica y quirrgica.

LOS MITOS DEFORMESSiempre hay muchas cabezas en las pelculas de Cronenberg. Cabezas que vuelan por el aire en Scanners, que prevn el futuro en La Zona Muerta, que engendran monstruos emocionales en Cromosoma 5, o que literalmente terminan una pelcula como la cabeza de la mujer de Burroughs en El almuerzo desnudo. En los ltimos aos su cine cambi los efectos psicosomticos de esas cabezas y se repleg hacia

adentro, se volvi ms, valga la redundancia, cerebral. Y ese movimiento cre una distorsin a sus clsicas temticas (la obsesin por el cuerpo y sus derivaciones amorfas y anamrfcas, la nueva carne de Videodrome, la unin medicinal con una mosca como metfora del sida en los ochenta, la parodia existencial de Matrix en eXistenZ). Fue con Spider donde se trat de abrir la cabeza, meter una cmara, dejarla adentro y dejar suturar para ver cmo funciona un cerebro (no por nada hay tantas cicatrices en sus ltimos flmes, sobre todo en las caras). Incluso sus coqueteos con el cine comercial en Una historia violenta, Promesas del Este y Un mtodo peligroso, tres pelculas que funcionan como metfora del matrimonio, la familia y las relaciones sentimentales y amorosas, respectivamente, son tcnicamente asfxiantes. Y ahora Cronenberg vuelve a pegar un impredecible volantazocon Cosmpolis y Maps to the Stars, donde agrupa su ltima tendencia a realizar un cine ms cerebral pero al

viejo estilo de Pacto de amor y Crash: una puesta en escena

perfectamente diseada, una iluminacin de tungsteno, un manejo



del plano y contraplano frontal y austero, un trabajo actoral basado en la carencia de gestos y la contencin poco propenso al desborde, locaciones desrticas con edifcaciones retromodernas parecidas a los cuadros de De Chirico, un impecable trabajo con la edicin de sonido (si hay algo que nunca escuchamos en sus pelculas es un ambiente naturalista, nunca un pajarito, nunca unladrido de perro, nunca una gallina cacareando).

Despus de adaptar a Burroughs y a Ballard, erabastante cantado que Cronenberg tarde o temprano adaptara algo de Don DeLillo. En Cosmpolis (gran pelcula estrenada en el 2012, aunque poco atendida por la crtica y el pblico)Robert Pattinson atravesaba la ciudad de Nueva York en su limusina parahacerse un corte de pelo. Pattinson que sorprende bastante con su actuacin post crepuscular es un joven empresario con la capacidad de ver, desde su computadora y el tero de su auto, cmo las fnanzas virtuales pueden moldear nuestra realidad. Casitodo pasa adentro de la limusina, pero lo poco que pasa afuera parece estar pasando en la cabeza del personaje (no por nada el ltimo plano es la punta de un arma que apunta a la cabeza del yuppie). Todos los fantasmas que Pattinson se encuentra en su trayecto se mueven como restos diurnos que conviven fsicamente con l. En Maps tothe Stars, esos fantasmas aparecen y desaparecen, pero a diferencia de Cosmpolis, su modo de narrar no admite consecuencias a los actos; sino que los actos se desplazan, se copian a s mismos, sedesdoblan dentro del mismo plano. Si la pregunta en Cosmpolis era por el futuro como una prolongacin deforme de nuestro presente, por cmo vivimos en sociedad, una pregunta que tena que ver con un determinado tipo de organizacin poltico-digital; en Maps to the Stars la pregunta se remonta al pasado, al origen y al tab de las relaciones humanas y



familiares como mito (qu es Hollywood sino una enorme fbrica de deformar mitos?). En ambos casos, la esttica se organiza en un juego de espejos donde el inconsciente de los personajes est estructurado como una puesta en escena condensada.

Difcil identifcarse con los personajes de Cronenberg, de todos modos. Sus movimientos en cmara medidos, rigurosos, pero a la vez sueltos y expresivos poco tienen que ver con sus deseos, sino que el deseo es lo que se expone brutalmente en imgenes para ofrecernos una cartografa perfecta de su naufragio. El director que se desvelaba de joven con organismos multicelulares, que anhelaba

convertirse en un escritor al estilo de Burroughs o Artaud, termin por inventar un dispositivo cinematogrfco que funciona como un microscopio de asociaciones libremente meditadas. Sus pelculas son ms experimentos que resultados, por eso resulta tan difcil hacer una valoracin a posteriori de Maps to the Stars; porque el efecto genera una resonancia en el espectador. Su expresionismo-clnico opera sobre el sntoma y no sobre las consecuencias. Su versin de la

tragedia clsica (como lo defne la propia Agatha) no se estructura sobre un mapa de descubrimientos y revelaciones, aquella lgica culposa que permita pasar didcticamente deuna sociedad arcaica a una moderna, sino todo lo contrario; sus personajes parecen predestinados a la disolucin y a la desintegracin; se es el sntoma de su identidad.

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