PÜE,TAS g}ÜR EL E,SPÍRITTJ - Editorial Lucina · 2016-10-25 · Y el oyente y lectores tiembl¿n...
Transcript of PÜE,TAS g}ÜR EL E,SPÍRITTJ - Editorial Lucina · 2016-10-25 · Y el oyente y lectores tiembl¿n...
PÜE,TASg}ÜR EL E,SPÍRITTJ
Grupo Literario
' f ¡ ¿ / a / o i
s,lil^ - k¡,7l'r[,w Uwrwa- Va'x/,r\ 'y q / ' y II
¿&l/-D¿4 afi'.{ ,,u^ 4^fr'*
ffi*, ),n*¡,t.n, Y*
J"' y
"P^ln Jv,
,t¡tr,l1'¡t"w' q'*'
¡ana6fp.'ru 'A/'tr t W$¿at^'lt q+
1,,* H,í^r'\A Vt4/^* i/v$A^- Lt¿'
ü)^^ - --Ú; ü{noo wün<- *1 ú't, Y
ry" .tt^ Ut*"y* uL r14";' ilAwt*
ü* 4-t ú"alr¿.*¿,--n.'I ArN"1/>
f #p'¡+**'tZJWtt
Apdo. 7 - Teléf .95t'43 00 80 - 04800 ALBOX (Alme¡la) ' ESPAÑA
, . :
Acusr ÍN Ganc Íe CALvo
AMOR CON MIEDO(de San Juan de la Cruz a Rab Sem Tob)
Cuando un lector medio-popular, después de haber
conocido las poesías de San Juan de Ia Cruz (aunque nada
más sea por la voz y la atinada música con que Amancio
Prada anda cantándolas estos años)' se acerca luego a sus
prolijas explicaciones en prosa de los versos, esa pretendi-
da teología y regulación de la experiencia mística, a las
que nuestro viejo amigo Manolo Ballestero dedicara tan
doctos y beneméritos estudios, lo primero que le viene al
tal lector es un mortal aburrimiento de la repetitiva y
melimonjil tabarra de esas prosas' en que parece el santo
esforzarse a conciencia en destruir (por vía de construc-
ción) todo aquello que en la Noche oscura o en el Cóntico
espiritual podía habérsele, por debajo de la conciencia,
escapado de popular y de sensitivo.Bien puede pensarse razonablemente que uno de los
motivos de esa elaboración y transformación de la poesía
en trivial doctrina de la escala y la trabajosa ascensión del
alma, desde los desgarramientos ascéticos de la carne hasta
la visión y las nupcias unitivas, era algo exterior al alma
del santo hasta cierto punto: a saber, que por los años en
que redactaba esas explicaciones estaba ya irremediable-
mente establecido sobre España el funesto Imperio, con la
Teología casuística y oficinesca de la Iglesia siwiéndole al
Estado de Ministerio de Cultura; el imperio del miedo, que
había de acogotar por siglos a los ingenios y reducir a
pac^ta y pedorra monserga la inmensa mayoría de la
Lite¡atura del tristísimo Siglo de Oro. Pero es también
cierto que un Imperio no impera, como se sabe, si no es
51
\
gracias a la incorporación del miedo en las almas de cadauno de los súbditos; de manera que así el Estado, cuantomás constituido y dominante, más ha de hacer pequeñas,camadriles y estériles las almas. Una de las cuales almases la que, en las explicaciones de San Juan, se quiere quesea el Alma, cuyos amores, en bien regida mística, no sonya otra cosa que las legítimas aspiraciones a visión y unióncon el Esposo, esto es, por su nombre propio, Dios, oséase, con otro más moderno, el Estado.
Verdad que hay quienes piensan, y así se lo hemosoído manifestar repetidas veces al sensible BachillerSánchez, cuando oía sonar las estrofas del Cántico recita-das o cantadas, que ya en las poesías mismas se percibeuna meliflua cursilería, que estaría ya manifestando esasumisión del frailecito imperial que en las prosas sedesarrolla.
Talvez haya en eso algo de exageración. Pero, seade ello 1o que quiera, lo que hoy deseaba ftaer aquí acolación eran solamente unas formulaciones de la Nocheoscura, donde el poder erótico del miedo en el amor, elmiedo al menos de la enamorada, que le hace ir al tranceamoroso en secreto y a hurtadillas, se manifiesta insisten-temente. vv.4-12:
salí sin ser notada,estando ya mi casa sosegada,
a escuras y seSura,por la secreta escala, disfrazada,
oh dichosa ventura,a escuras y en celada"
estando ya mi casa sosegada,
en Ia noche dichosa,en secreto, que nadie me veía 1...1.
52
e cadacuanto
lueñas,almas
:fe queno son
f unión)ios, o
,hemosachillerr recita-percibendo esaosas se
'ero, sea: aqtí a
r Nochemor, elú tranceinsisten-
Este escondimiento de la aventura amorosa a lavigilancia de la casa y los familiares, este gozo y dicha enel a escuras, en el secreto, en el en celada y hasta en eldisfraz para ir al encuentro del amor, viene a ser lo mismoque hallamos en una trova del rabí don Sem Tob, en uncastellano viejo y de un siglo en que el Imperio no se
'había abatido sobre España; una trova que, en la ediciónde sus versos que he sacado, se separa de las Glosas deSabiduría como núm. 5 de las ..Otras rimas>>, y a la quellamaba <<Trova del beso en sueños>>; si bien, a diferenciade los versos del santo, en que es la propiavoz femeninala que canta el amor y el miedo, es en los del judío elamante (en sueños) el que canta y goza del miedo de laamada en el sabor mismo de su saliva y de sus labios:
En sueños una fermasabesava una vegadaestando much <o> medrosade los de <la> su posada.
Fallé <j> boca sabrosa,saliva rnuch <o> tenpradaNon vi tant<o> dulce cosamós agra a Ia dexada.
No tenemos, tal vez por ventura, doctas glosas enprosa de la trova: que, si el rabí se hubiera puesto a ello,acaso con uná teología judaica y medio cabalística, podríahaberse casi aproximado a conseguir el mismo aplana-miento que el santo con la católica.
Y que lá coincidencia entre los versos'del santo ylos de judío implique o no lectura de los de Sem Tob porSan Juan allá en su lejana adolescencia, es cuestión que(pese a la resonancia de las rimas en -ada repetitivas enambos sitios) aquí nos importa poco más que un bledo.
Lo que aquí nos importaba era el pálpito sensible'
en la Noche osafia "o'o
en la trova' de esa emoción
á.0,rc" que consiste en el ocultamiento a los ojos de la
;;t"d" y los familiares (ya puede el.santo explicarnos en
su prosa que se trata, naüralmente' de mundo' demonio y
carne, tan infame."i" ligados éstos dos en terna con el
*,roáo, y que la <<casa sosegada" es el aquietamiento. de
il;;i;t"; camales y las mundanas del alma misma)' y
Lse temblor del miedo en la aventura del amor' como
;;ñ;y"ndo a la vez a perturbar y acrecentar el gozo
l<<oh dichosa ventura>, <<tan dulce cosat>) del encuentro' sea
)" *""f"t, como declaradamente en la trova' sea en otras
ensoñaciones.Y el oyente y lectores tiembl¿n de amor igualmente
con el zcicateOe esá miedo y ocultamiento a las instancias
regulares, y aun se quedan preguntándose si podría el
trance de amor ,., u'i de dulce y venturoso sin la inter-
vención de ese secreto y miedo con que se aireve .laenamorada, astuta y valiente, a burlar a hurtadillas las
reglas y censuras de su casa o de su estado: parece como
si sólo eso valiera, para e1 enamorado y para ella misma'
"o*o prueba de que vive en ella algo que no sea mera
ia"u y propósito y voluntad de.amor' sino más hondo
sentimiento. Ya háce años que los más o menos de la
comuna antinacionalista zamorana se planteaban la cues-
tión de si, una vez borradas las regulaciones del amor' su
institución y leyes, qugdaría algo en las manos' labios y
corazones, para que iigoi"tuo vivos el gozo y el deseo; y
se quedaban "oo "oá
cierta confianza' no seguridad
ninguna, de que sí, que al amor no le harían falta ni
estíirulo de infracciOn Oe leyes ni gustillo de pecado para
hacer, como hacen en este mundo' sabrosos y apetecibles
io, U"ro, y deleites' Si tanto temiera uno que amor ha
muerto deitodo en la sepultura de sus instituciones y que
Vu, pot debajo del pecado y de la nupcia y de la sauna
54
siamesa, nada vive, ¿de dónde iba a sacar alientos para
seguir luchando contra las leyes y la muerte?
iQuiso el santo enla Noche oscura, con el disfraz
de su aima, atrevida aunque furtiva y travestida, revelar-
nos, también secretamente (que ni la Inquisición ni él
mismo tampoco se enterasen nunca), algo acerca del miedo
reinante que se cemía como sombra de avión agigantado
sobre las Castillas de su tiemPo?Podemos así pensarlo, pensando bien de la sub-
consciencia de su alma. Pensémoslo así, por la liberación
del alma del frailecillo.
55