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FILO LARA VELASCO

POETA FUNDADORA DE REVISTA LITERARIA

LA FUENTE

Filo Lara Velasco, poeta almeriense fundadora de la tertulia La fuente y de la revista literaria del mismo nombre, colaboradora de este semanario, fue distinguida con la concesión del Escudo de Oro de la Ciudad de Almería como “Vecina del Año 2005”el pasado 29 de octubre. Ese mismo día, en Lanjarón, se presentaba la 1ª Antología Poética “50 Voces” editada por Granada Club Selección “Granada Costa”. Filo

Lara Velasco, poeta participante en esta obra, no pudo asistir al acto de presentación. Mi querida amiga estaba muy ilusionada con su primera visita a Lanjarón, puesto que iba a conocer y a ser conocida por quienes constituyen la notable familia de Granada Costa, pero no ha podido ser por coincidir ambos actos en la misma fecha. Un premio de estas características, otorgado y recibido en tu propia ciudad, es un hecho que no ocurre por casualidad. Filo Lara Velasco fue presentada a la VI convocatoria del premio “Vecina del Año”, por Antonio Calvo, presidente de la Asociación de Vecinos Quemadero-Fuentecica donde ambos residen. Tras competir con cinco candidatos de distintas Asociaciones, se alzó con el triunfo. El Escudo de Oro de la ciudad de Almería y el documento acreditativo le fue impuesto y entregado por el Excmo. Sr. Alcalde, de Almería, D. Luís Rogelio Rodríguez-Comendador Pérez, acompañado por los concejales, en un acto convocado en el parque de las Almadrabillas. Filo Lara Velasco, Artista de la tierra y mujer de nobles sentimientos creadora de versos que nos llegan al corazón, es merecedora del galardón obtenido. Quienes estamos a su lado conocemos su intensa y laboriosa dedicación por llevar hasta el más escondido rincón la luz de la cultura; en su barrio también lo saben. Filo siempre está dispuesta a ayudar al necesitado, a luchar ante las desigualdades más latentes, a dar una palabra de consuelo, a hacer voluntariado social de forma incansable y sin que nada ni nadie la aparte de lo que considera un deber humanitario.

Filo Lara Velasco, natural de Banizalón (Almería), vino al mundo el 2 de mayo de 1929, en el seno de una humilde familia dedicada a las labores del campo. Años más tarde (1957), emigró junto a su marido y sus tres hijos a la ciudad asturiana de Avilés. En esta ciudad comenzó a asistir a clases de pintura, actividad en la que obtuvo algunos pequeños premios (1970), presentó trabajos literarios de los que he de reseñar el cuaderno de relatos “A solas con mis recuerdos”, con el que quedó finalista, y un primer premio con el poema “Alma sedienta, en Avilés. Publicó sus primeros versos “España del alma” y “Mis cuatro amores” en la revista “Al aire de la escuela”, en Getafe (Madrid); los poemas “Asturias” y “Amapolas y espigas” en la revista Maíces, de Gijón; relatos en la revista Ensidesa; y colaboraciones en la Hoja Parroquial de Llaranes, Avilés. De vuelta a su tierra (Almería, 1986), da a conocer los versos “Benizalón”, “Monteagud”, y “Madre Mía” (en conmemoración del Año Mariano 1987-1988) en honor a la Virgen de la Cabeza de Monteagud, Benizalón (Almería); además de ayudar y participar en el cuadernillo de poemas “Coplillas y Romances” (1997).

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Al enviudar, tomó contacto con las tertulias El Aljibe y Celia Viñas donde participa y da recitales. En este periodo se suceden premios poéticos como resultado de su participación en numerosos certámenes tanto locales como provinciales y autonómicos. Tiene editadas las obras “Para Ti”(1993), a beneficio del Voluntariado Vicenciano; “Arena Blanca” (1996); “A solas con mis recuerdos” (2000);“Amapolas y espigas” (2001); “Flores y espinas”(2002); “Amapolas Blancas”(2003); “Camino” y “Tradiciones y recuerdos”(2004); “Sabor Gris” y “Entre versos” (2005); asimismo promociona libros de varios autores como “Amor y poesía”. Poemas suyo forman parte de las siguientes antologías: “Bajo la luz de Almería”, “El aljibe”, “El Zaire”, “Almería sus pueblos y sus lugares”, “Poetas almerienses”, “La poesía almeriense en el V Centenario de la Virgen del Mar”, 1ª Antología Poética “50 Voces” de Granada Club Selección “Granada Costa”. Participa asiduamente en las revistas Azahar, Aguamarina, Vivencias, Arboleda, El alba, Espiral…etc., y colaboradora de este semanario.

Filo es una poeta que se ha hecho a sí misma. Un buen día entró en mi vida y desde entonces es para mí ejemplo de humildad, de constancia en el trabajo y férrea lucha ante la dificultad, de sincera amistad y capacidad de transmitir serenidad, cariño, tolerancia, comprensión… Hace tiempo, puso en mis manos el testigo de una obra que le había costado sudor y lágrimas. Como la madre que entrega a su hijo más amado, Filo me confió Revista Literaria Le Fuente. Yo le estoy agradecida por hacerme depositaria y heredera de la misma; pero, también hay en mí sentimientos de gratitud por otros motivos de los que Filo no sé si es consciente. De mayor quisiera ser como Filo. Aunque la esperanza de vida ha cambiado para nuestros mayores, todavía son numerosos los que piensan y sienten que no les queda nada por hacer. Filo vive plenamente porque tiene un gran mundo interior repleto de amor a la vida y a la poesía Una amiga común, poeta de gran sensibilidad, Carmen García Mora, en las palabras que le dedica al final de su obra “Arena Blanca” dice: “Como agua de lluvia es tu poesía. (…) Lleva la huella húmeda aún, o quizás hoy más aún, de las aguas devastadoras del amor. Amor implorado, como limosna pedido dejando cicatrices en cada poro de su piel y en cada pliegue de su alma. Del mismo libro, en el prólogo que le escribió el desaparecido poeta almeriense Alfonso López Martínez le escribe: “…siempre llevas el amor izado como una bandera en cada poema. En ellos desahogas tu blanquísima alma; en otros tienes el poder de dulcificar la nuestra…” Filo Lara Velasco es una poeta de gran sensibilidad; un alma tan transparente como sus versos, donde da amor y pide amor. Es por lo que siempre deja huella en quienes la conocen, y por su puesto en quien escribe estas líneas y le gustaría seguir sus pasos si la vida se lo permite.

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BIOGRAFÍA DE FILO LARA

Filomena Lara Velasco nace en Benizalón (Almería) el día 2 de mayo de 1929

en el seno de una familia humilde donde vive trabajando en el campo hasta el año 1957. Junto a su marido y el primero de sus tres hijos emigraron a Avilés (Asturias).

En los años 70, asiste a unas clases de pintura donde obtiene algunos pequeños

premios, presenta sus primeros trabajos literarios quedando finalista con la redacción, "A solas con mis recuerdos"; y recibe un primer premio con el poema "Alma sedienta", en Avilés.

Publica sus primeros versos "España del alma" y "Mis cuatro amores" en la revista Al aire de la Escuela" de Getafe (Madrid), y los poemas "Asturias", y "Amapolas y Espigas" en la revista Maíces, de Gijón; un par de redacciones en la revista Ensidesa y colaboraciones en la Hoja Parroquial de Llaranes, Avilés.

Retorna con su familia a Almería en el año 1986. En dicho año, publica los

poemas, “Benizalón”, “Monteagud” y "Madre mía", en un folleto donde se conmemora el Año Mariano 1987/88 en honor a la Virgen de la Cabeza, con ocasión de la Romería que tiene lugar durante el mes de Septiembre, en Monteagud, Benizalón (Almería). Con este mismo motivo, ayuda y colabora en otro cuadernillo de poemas en 1997 titulado: "Coplillas y Romances".

Tras enviudar (1993), toma contacto con las tertulias El Aljibe y Celia Viñas, participa en recitales y concursos donde obtiene un Accésit (1997) con el poema "La Madre", en el primer concurso de poemas a la Naturaleza celebrado en el barrio de Costacabana, (cercano a la ciudad de Almería); un segundo premio (1998) con el poema "Reguero", dedicado a Federico García Lorca, en la revista Azahar de Conil, (Cádiz); un primer premio (2000) en el Hogar II para mayores de Almería, con el poema "Gracias Señor"; un segundo premio con el poema "Ayúdame" (1999); un segundo premio (2000) con el poema "Amigo"; un primer premio (2000) con el poema "Qué habrá en la Torre", en las fiestas patronales del barrio de Torrecárdenas; y un primer premio (2001) con el poema "El sur", en el Primer Certamen de poesía de los Centros de Día para mayores, en el XX Aniversario de la Autonomía Andaluza; en 2005 le es otorgado y el Escudo de Oro de la Ciudad de Almería por ser nombrada "VECINA DEL ARIO 2005"

Tiene publicado un poemario a beneficio del Voluntariado Vicenciano titulado, "Para Ti"(1993); los poemarios "Arena Blanca"(2000); "A Solas con mis Recuerdos" prosa, (cuadernillo); "Amapolas y Espigas" (2001); "Flores y Espinas" (2002); en el "Amapolas Blancas" (2003); "Camino", "Tradiciones y Recuerdos" (2004); “Sabor Gris" y "Entre Flores y Versos" (2005); "20 Poemas Largos", "Tierra de mi Andalucía" (2006); "Lo que me contó una Fuente", "El Cornear de la Vida" (2007); "Coplillas y poemas" y "Retorno"(2008).

Promociona (1996) el libro de varios autores "Amor y Poesía", y participa en las antologías "Bajo la luz de Almería", "El Aljibe", "El Zaire"; "Almería sus Pueblos y sus Lugares", "Poetas Almerienses", "La poesía Almeriense en el V Centenario de la Virgen

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del Mar"; "Cincuenta Voces"(lª Antología Poética del Semanario "Granada Costa" (Molvízar)Granada.

Tiene colaboraciones en las revistas, Azahar, Aguamarina, Vivencias, Arboleda, El Alba, Espiral y en el Semanario "Granada Costa". Es fundadora (1998) de la Tertulia Literaria "La Fuente", y de la publicación Revista Literaria "La Fuente"(2000). En la actualidad, sigue formando parte de la directiva de la mencionada Revista; moderando la Tertulia del mismo nombre, y divulgando incansablemente su amor a la poesía.

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POEMAS PREMIADOS

(POEMAS PARA MARÍA ÁNGELES)

ALMA SEDIENTA Me das agua en un vaso, yo estoy sedienta, por el cristal el agua se transparenta..., y la espuma en mis labios se está pegando porque la sed el alma me está quemando. ¡Pero no bebo! Yo bien sé que esta agua sería un consuelo. Yo sé bien que sin ella me estoy muriendo! ...Sigo el camino por la sed abrasada. Es mi destino. No me preguntes por qué no bebo, que lo sabe tan sólo Dios de los Cielos. Primer premio, en Avilés, (Asturias) 1970.

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(POEMA A LA NATURALEZA) “LA MADRE”

Dicen que la Madre está muy enferma. Dicen que llorando a veces se queja, y advierte a sus hijos, coma madre tierna, que por Dios no sigan por torcidas sendas. Que le duele el alma al ver la torpeza con que el hombre quiere dominar la tierra. Que le duele el alma al ver la soberbia con que la desprecia, y se enfrenta a Ella. Que tiene en su entraña heridas muy serias. Que llevan los ríos muy sucias materias que vierten al agua de mares, que eran espejo del Cielo, vida de la tierra. Y el mar se nos muere. Los mares se quejan al ver que sus aguas pierden la belleza, y pierden la vida de tanta riqueza corno a manos llenas nos fue dando Ella. Se mueren los bosques, mueren las praderas. Se mueren los campos ya sin sementeras; no hay surcos abiertos que semilla esperan para ser cosecha cubriendo la tierra. Se mueren las aves, el aire se queda en triste silencio del cantar que era de aquél pajarillo en las alamedas; de su amor alado, la más dulce ofrenda. Se mueren las noches de limpias estrellas. Se muere la aurora que viene risueña. Se mueren las tardes envueltas en nieblas, en nubes de humo que cubren la tierra. Se mueren los Cielos abriendo una brecha de cara a un abismo de ida sin vuelta. Se muere la Vida, si es que no despierta el hombre, del sueño hundido en soberbia. ...Y la Madre advierte que está muy enferma. Que le duele el alma de tantas ofensas. Que se va muriendo de pena y tristeza al ver que sus hijos morirán con Ella.

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¡Por Dios, despertemos, que la vida espera! Que la Madre ofrece enormes riquezas, que las fue dejando como lluvia tierna de Amor sin medida cubriendo la tierra. La MADRE merece que el hijo la atienda. Que el hombre se eleve sobre esta materia, y de cara al alma domine la TIERRA. ¡HERENCIA divina que LA MADRE deja! Accésit en el primer concurso de Poemas a la Naturaleza en el barrio AA. VV. SOL DE COSTACABANA. 1997.

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“REGUERO” ...Y la luna se fue... Se fue la luna con su bata de cola ensangrentada, y me ha dicho la Historia que angustiada se abrazaba a un lucero sin fortuna. Las estrellas del Cielo, una a una temblorosas llorando en la alborada, se iban yendo en aquella madrugada de color verdinegro de aceituna. Granada, toda entera dolorida, de luto fue cubierta muy temprano, latiendo desde entonces por su herida. Y un reguero de sangre estremecida, aunque abierto quedó por negra mano, dulcemente se vierte hacia la vida. Poema dedicado a Federico García Lorca. Segundo premio de la Revista “AZAHAR” DE CONIL (CÁDIZ) 1998.

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GRACIAS SEÑOR Gracias, gracias Señor hoy quiero darte, que a tu sombra pasé la vida entera, y tu Amor he llevado por bandera en batalla continua por amarte. Emprendí siendo niña este Camino que en más de una ocasión quise dejarlo, que el abismo, Señor, para cruzarlo me clavaba de lleno en los espinos. He buscado tu Luz, tu compañía. Pero tan torpemente te he buscado, que iba quedando mi corazón atado y en mil pedazos rota el alma mía. Por eso, los reveses de esta vida no siempre yo acepté con paz y calma, pero fuiste dejándome en el alma un bálsamo de Amor para la herida. Y el bálsamo, Señor, me fue curando el alma dolorida, poco a poco, y el mismo corazón que fue tan loco, a fuerza de esperar se fue calmando. Hoy me encuentro Señor, aquí, a la espera de escuchar en mi vida Tu Llamada, y yo saldré Señor, de madrugada, llevando enarbolada Mi Bandera. Primer premio en el Hogar II para mayores en Almería, 1998.

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¡AYÚDAME! No quiero esta mañana sumergirme en la honda tristeza de tu ausencia, ni en el dolor profundo de los días que arrancaron de casa tu presencia. Quiero volver, (si puedo), a aquellos campos que gritaban amor en los silencios de las noches de Junio, cuando el alma buscando a su creador volaba al Cielo. Quiero fundirme con la brisa pura de la aurora que anuncia aquél lucero, que tantas veces contemplamos juntos brotando de los labios un ¡te quiero! Quiero quedarme en las aguas limpias, en la flor del tomillo y del romero, y embriagarme contigo en los perfumes que aspiran a través de aquellos cerros. Quiero vivir, (aunque sea en un sueño), el profundo calor que tú me has dado, y rescatar tu amor de entre las sombras que la muerte, traidora, me ha quitado. Y recordar tus ojos, y tu boca, y recordar tu sombra en el camino, y recordar mis pasos tras tu sombra que con tanto cariño yo he seguido. Y recordar tus manos, levantando oleadas de amor por los senderos de mi piel, que a los campos nos llevaba de un cariño profundo y verdadero. Y recordar tu voz, tu voz querida, tu voz que tanto quise y tanto quiero. Tu voz que fue escalera, tantas veces, por donde pude yo subir al Cielo. Quiero vivir tu amor en este olvido. ¡Ayúdame por Dios!, ¡yo te lo ruego! ¡Ayúdame a vivir, dame tu imagen que se me va perdiendo en el recuerdo! Segundo premio en el HOGAR II para mayores en Almería, 1999.

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AMIGO Amigo que llegas con la carga al hombro de una historia larga, de un largo dolor, de una pena honda, de un sufrir diario o dulces recuerdos de un vivido amor. De sueños que fueron soporte y almohada donde tu cabeza siempre se apoyó, de días felices, de noches sin sueño, de alegres mañanas, de tardes en flor. De duros trabajos arando una tierra que fuiste regando con mucho sudor, y en el surco largo... de una vida entera, como sementera, tu alma quedó. Amigo que vienes con el alma herida, y en ella una vida que ya se perdió, a veces, prendida entre los espinos que por el camino siempre se encontró. Tus manos temblando despiden la historia de un siglo que ha sido muy rico en dolor, en guerras crueles y grandes inventos, donde desplazado, se quedó el AMOR. Donde las fronteras, a veces, se borran, Y, a veces, se alzan con sangre y dolor. Donde las distancias, a veces, no existen, se alargan tanto... que causan horror. Amigo, esa lucha que siempre has tenido. El grito que ha ido en tu corazón llamando a los hombres con nombre de, "Hermano", y poniendo entera el alma en tu voz... ...Al fin se ha escuchado, y suena en los aires las notas hermosas de alegre canción que calma y compensa tu lucha en la vida, y esa herida honda de tu corazón. Este viejo siglo que corre..., y se escapa..., y que tu cabeza de nieve cubrió, hoy trenza laureles para coronarla y aliviar las penas que en ella dejó.

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Se rinde a tus plantas tendiendo su mano, y hablando de HERMANOS, levanta su voz, y en un Homenaje a tu vida entera, como una bandera nos deja el AMOR. Segundo premio en el Hogar II para mayores de Almería, 2000.

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¿QUÉ HABRÁ EN LA TORRE?

¿Qué habrá en la Torre, qué habrá? se preguntaba Almería al salir de madrugá a mirarse en la bahía. ¿Qué habrá en la Torre, que habrá? nerviosa repetía al mirarla por la noche y ver los guiños que hacía. ¿Será mujer embrujada la Torre, pues yo diría que está celosa, y que envidia que yo salga a la bahía? ...Mientras tanto, Torrecárdenas, cansada de ser vigía, y no tener quién la arrope ni de noche ni de día; de estar siempre, allí, plantada, mientras el mar se reía al ver el parque coqueto y las flores que lucía. Se bajó toda enfadada y celosa hacia Almería a decirle cuatro cosas que hace tiempo le dolían. Pero al verla tan hermosa detrás de una celosía, a los pies de la Alcazaba, que una reina perecía... El enfado le pasó y su voz fue melodía susurrando en las callejas de toda la morería. …Y juntas fueron al puerto cuando el lucero salía, a jugar con las barquillas que adornaban la bahía. ...Y se vistieron de espuma que la olas le ofrecían, siguiendo... playa adelante ya, entre la noche y el día. ...Y, vieron, como el lucero a una estrella perseguía..., ...y al ver que le daba alcance, la aurora se sonreía.

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...Y así, de dicha empapadas, llegan a Torregarcía, (igual que llegó una noche también la Virgen María), y unidas en un abrazo las dos torres y Almería, chapoteando en el mar y rebosando alegría, se tumbaron en la arena a ver como amanecía. Primer premio en las fiestas patronales de Torrecárdenas, Almería 2000.

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EL SUR

El Sur... ¡Ay, el Sur...! Ese Sur de mi España. Ese Sur que yo llevo tan metido en el alma. El Sur que se levanta conmigo en la mañana y de noche, soñando, se acurruca en mi almohada. El Sur que yo conozco, es nudo en la garganta. Es puñal en la sangre y es un grito sin calma. Son miradas perdidas en auroras lejanas... Es ignorar que existe la palabra "Esperanza". Es un ave doliente que piando se arrastra sin poder apartarse del que rompió sus alas. Es un nido vacío que en la noche quedara de aves tristes que emigraron a tierras lejanas. Es pecho que se ahoga bajo espalda doblada. Son manos que se hunden en tierra ensangrentada. Son pasos que se pierden por vereda olvidada de unos pies que vinieron y vuelven a la nada. Son corazones tristes que su pena emborrachan, mirando las estrellas de su Cielo sin mancha. Son sueños que cabalgan en noches estrelladas sin llegar para ellos jamás la madrugada.

Es nacer ya mamando la leche ensangrentada por heridas de herencias que nunca son curadas. Es vivir mucho más de lo que el cuerpo aguanta. Es... ¡morir poco a poco, después de muerta el alma! Primer premio, del primer certamen de poesía de los Centros de Día para Mayores, en el XX Aniversario de la AUTONOMÍA ANDALUZA.

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POEMAS PROFUNDOS

EN LOS BARRANCOS DEL ALMA

En hondos barranco de empinados cerros, donde pasta el gamo y anidan los cuervos..., habita una choza de ramas de cedro sin pan ni cariño, un hombre, y un perro. Comparten el agua del claro riachuelo, el sol de los campos, el viento en los cerros, y... aquella abundancia de hambre en los huesos, que grita en los ojos del hombre y el perro. No ríen ni sueñan, ni tienen secretos. Los dos, amarrados en el campo, sueltos ante una barrera de ignorancia y miedo, se encuentran unidos el hombre y el perro. De noche los lobos les muerden el sueño, y ellos tiritando... se acurrucan dentro, y el frío se filtra... cortando el silencio, mientras ladra el hombre y dormita el perro. Del poemario “TIERRA DE MI ANDALUCÍA (poemas de los 60)”

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EL PESO DE LA PATRIA

Te puedo ver maestro y compañero cuando abro los ojos de mi alma; me elevo allá... arriba... hasta esos cielos que cubren toda entera nuestra España. Yo te veo sembrando con tus versos de Castilla la extensa estepa larga..., y de Soria ese río que es tan tuyo, y las leves colinas, grises, calvas... Y te veo a la sombra de los chopos pasear la tristeza de una Esparta que mordía en tu alma soñolienta mientras otra rasgaba tus entrañas. Y te veo cruzando esa frontera que levantan los hombres cuando braman, y tus pasos sangrantes cuesta arriba..., y en tus hombros el peso de la Patria. Y miro hacia mi alma dolorida, y abrazo con mi llanto a toda España, que se vierte en las tumbas que hay perdidas por los campos sin finde tierra extraña. Y , un grito de dolor sale a mis labios. Un grito de Española que te llama. Mi alma de andaluza aquí te quiere. Mis versos de poeta te reclaman. Dedicado a Antonio Machado del poemario, “CAMINO”.

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ME DESPERTÓ LA HISTORIA

Me despertó la Historia esta mañana cuando estaba durmiendo en la parcela que la vida nos guarda a cada uno dónde el alma dormida se nos queda. Así estaba mi alma, triste y sola sin pensar ni soñar, como evadida... y hundida en los recuerdos que le ahogaban al borde solamente de su herida. Pero llegó el recuerdo de una fecha, de una imagen, de un grito de la Historia que a un puñado de hombres los unía con un lema común, ¡ESPAÑA, AHORA! No hubo un “antes” que entonces separara a estos hombres distantes en la Historia. El grito de la Patria los unía escribiendo una Página de Gloria. Y mi alma de pié, como otras veces, ante el valor, el honor y la hidalguía, se hizo grande y voló... con todos ellos, convirtiendo mi pena en alegría. Almería 23 de Febrero del 2006. (Recordando, “23 F.”) (Del poemario “TIERRA DE MI ANDALUCÍA, (poemas de los 60)”.

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UN GRITO DE LA HISTORIA

Me han contado que en páginas antiguas, rotas y amarillentas de los libros, se oyen gritos callados muchas veces. Se oyen quejas dolientes y suspiros. Se ven bocas selladas bajo espaldas dobladas por el peso de los grillos, y cadenas que amarran cuerpo y alma y amontonan con hierros retorcidos. Y me han dicho que, a veces, se estremece la tierra que hay cubriendo este delirio. Y que gritan los muertos que acallaron a fuerza de tormentos y suplicios. Y, que hubo una sombra negra y larga...: amasijo de orgullo y desvarío que cerró el corazón a cal y canto, pisando de las almas su albedrío. Y, haciendo un pedestal de sangre y llanto, fue el desprecio su sello y señorío. Así creyó anular toda la Historia pisando la razón su poderío. Pero hubo un momento que la sangre hirviendo en los rincones escondidos, reventó por si sola tras la brecha que hicieron muchos labios oprimidos. Y un grito dio la Historia que arrancaba el silencio y dolor de muchos siglos, y la tierra temblando despertaba las vidas masacradas del olvido. Del poemario "TIERRA DE MI ANDALUCÍA, (poemas de los 6O)”.

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“LA JAURÍA” (PRIMAVERA 2003 – 2004)

Llegó una primavera y, silenciosa, sin flores ni perfumes se marchaba, y en el duro desierto nos dejaba el olor de la sangre bulliciosa. Y fue una larga noche tenebrosa, que cada día en sangre se bañaba, y de nuevo la tierra se cuajaba con la muerte más negra y horrorosa. Tanta sangre y metralla no cabía en el ancho desierto sin entraña, y el odio reventó, y una jauría haciendo con la muerte una maraña, en la noche bramó, y rompió el día mordiendo en el costado de mi España.

¡SI PUDIERA!

(11-M) Si pudiera dejar, como aparcado... el profundo dolor, lejos del alma, lejos de ese clamor que pide calma en un grito de horror desesperado. Si pudiera dejar, como olvidado el llanto que en torrentes se derrama, la sangre que se vierte y que nos llama en la traza de cuerpo triturado. ¡Si pudiera olvidarlo...! solamente con los ojos del alma miraría la grandeza del alma, tan latente. La grandeza del alma que presente se encuentra y se derrama noche y día, mitigando el dolor de tanta gente! (Del poemario "CAMINO") 2004.

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YO ME COGÍ A TU MANO

Yo me cogí a tu mano confiada, cuando cara al amor subí el sendero que entre riscos y cuestas empinadas se internaba en oscuros derroteros. Yo me cogí a tu mano, y toda el alma apretando en tu mano con la mía, entre los dos la puse, pero luego... con el tiempo noté que me dolía: Y sangrándome el alma, a ti apretada, como la sombra al cuerpo te seguía, y con amor sin freno, a ti amarrada, como un cuerpo sin alma, ¡me moría! ...Y, muerta me quedé, cuando una tarde que como noche oscura entro en mi vida, tú soltaste mi mano de repente, y en un pozo sin fondo yo ¡me hundía! Del poemario "SABOR GRIS" 2005.

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LA ORUGA

Vi una oruga en la mesa, que caería de las flores que había en un jarrón, y con gesto de asco fui a quitarla con la hoja marchita de una flor. Al tenerla en mis manos, sentí “algo” que de golpe me dio en el corazón, “aunque oruga, una vida era en mis manos, y de ellas dependía su salvación”. Ya no quise matarla, aunque bien pude simplemente los dedos... apretar..., como aprietan otras manos las gargantas que se ahogan, y se mueren, sin hablar. ...A las hierbas de la calle fui a soltarla. ¡Que pudiera vivir en libertad...! ¡Quién pudiera soltar así a los hombres, que otras manos que pueden no lo harán. Y... habrá risas... pensando que a una oruga como a un hombre le di la libertad. ¡Y yo lloro pensando que a los hombres como a orugas... los matan sin piedad! Del poemario "CAMINO" 2004.

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ME DAS PENA COMPAÑERO

Yo siento pena de ti, compañero de camino, porque es muy duro el destino que a ti te tocó vivir. Tú te niegas a sentir la compasión o el cariño y siembras el exterminio por donde quiera que vas. No te paras a mirar la grandeza de los Cielos cuando brillan los luceros en la Bóveda Celeste, cuando en todo el Orbe entero se ve la mano de Dios, tú, te arrastras por los suelos para sembrar el terror. No ves lo grande que es el sonreír de la aurora ni que a tu alma enamora la luz del amanecer. No sabes que hermoso es dejar que invada tu alma y se sumerja en la calma del sol del atardecer. No te pierdes en los montes contemplando la grandeza ni admirando la belleza que derrocha la Creación. Ni te paras a escuchar el trino de un pajarillo que anidando en un tomillo está cantando al Creador. No sabes qué hermoso es poder mirar a los ojos y el apartar los abrojos que se enredan en los pies. Nunca sabrás cómo duele el dolor que tú provocas, pues tu alma se desboca en torrentes de pavor. Me das pena, compañero, pues no conoces la Paz, tu meta siempre es llegar al máximo del horror, ignoras que el corazón puede tener otras metas y sentir la Paz completa cuando va de cara a Dios. Yo te invito, compañero, a seguir este camino, y compartir los destinos que ahora pretendes cortar, y podremos caminar todos juntos, coma Hermanos. ¡Yo a ti te tiendo la mano, mira, va ungida en AMOR! Del poemario “CAMINO” 2004.

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¡MURIÓ LA NAVIDAD!

Empiezan a sonar las panderetas. Ya empiezan a ofrecer jolgorio y fiesta al calor milenario de un Pesebre donde Dios hecho niño nace y muere. Porque muere Jesús cada momento. Porque muere Jesús en el lamento de millares de seres que la muerte es todo lo mejor que se le ofrece. Y suena el Villancico bullanguero diciendo que Jesús está en el Cielo. Y pondremos Belenes en las casas..., en la Iglesia..., en calles..., en las plazas. ...Y Jesús mientras tanto, agonizante, muriendo una y mil veces cada instante, diciéndonos está que despertemos y la falsa piedad por fin dejemos. Que los hombres se matan, y las madres entre el fango y el barro solas paren, ...y van dejando al borde del camino en silencio que clamen ancianos…, niños...

¡¡¡POR FAVOR!!! ¡No tocar panderetas ni zambombas, murió la Navidad bajo las bombas, y Jesús se desangra en cada herida con los hombres que mueren en la vida!

Navidad 1996.

¡¡¡PERO!!! Para vergüenza de la humanidad, pudo estar escrito en cualquier Navidad. Del libro compartido, “EL ZAIRE”.

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CON UNA HUELLA EN EL ALMA

Yo he mamado en el alma la pena de una madre que, al dictar llorando en mi oído, volcaba su alma que en las letras yo iba dejando. Y veía pedazos de vidas que a zarpazos la vida arrancando trozo a trozo, sangrantes, cortaba, y por el mundo los iba tirando. Y sangrantes las cartas venían donde el alma se ahogaba llorando. Y sangrantes las cartas salían con un alma que se estaba ahogando. Y sangrando... en mi alma de niña, esta pena ha ido marcando una huella que, también la vida, en mi vida ha seguido ahondando. Y, al sentirme tirada en el mundo, trozo a trozo mi vida dejando..., me parece que “siento” a mi madre que las cartas me sigue dictando. Del libro Tierra de mi Andalucía.

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AL CRUZAR TU TIERRA

Al ir cruzando tu tierra camino de tierra extraña, siento un grito que me araña y el pecho entero me anega este dolor de mi alma. Se me agolpan los recuerdos mirando tus olivares, todos son recuerdos negros, heridas que dentro llevo y estos recuerdos las abren. Mi mente busca el amor de aquella lumbre hogareña, que buscando su calor se paliaba el dolor con reuniones plañideras. ...Y mucho hablaban de ti, tierra de mi Andalucía, cuando tenían que venir buscando el jornal aquí andando desde Almería. Hoy voy contando los pasos al golpe que el tren va dando, ¡mi alma los va contando, y el corazón a pedazos en la vía va quedando! Y va quedando en las tierras donde yo veo las cruces que señalan la miseria, donde quemados se quedan jornaleros andaluces. Generaciones ya idas... !Cuánto sabéis del dolor! Hoy mi alma estremecida os dedica una oración, y multiplico mi amor, porque es muy poco una vida para borrar tal dolor!!!. Del libro Tierra de mi Andalucía.

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TRISTE RECUERDO

Un recuerdo de niñez hoy me viene a visitar navegando por mi mente, y entre la niebla se va... Entre la niebla, mi madre muy sola en su soledad; flores de almendro, y el agua cubo a cubo, y a regar... A regar la tierra seca que cosecha no dará; y las manos de mi padre trabajando sin cesar. ¡Hoy las recuerdo, y las beso igual que a un trozo de pan! callos duros, dura el hambre, ojos sin lágrimas ya. ¡Cartas que vienen llorando y que llorando se van, buscando un trozo del alma en el frente o el penal, o en aquellos batallones donde muchos no saldrán! ¡Dentelladas de la vida! ¡Un mordisco! ¡Un vendaval de pólvora, sangre y odio! ¡Mi madre en su soledad! el arado en el terruño; las manos sangrando van...., y la noria de mi mente que no para de rodar... trayéndome unos recuerdos que yo quisiera olvidar. Sangra el alma entre las flores que la primavera da; niños que como mayores ya tienen que trabajar, mayores que a los cuarenta ancianos parecen ya. Almas todas, como niños que tienen que madurar. Golpe a golpe, de la vida queda la niñez atrás. Sol ardiente, frío intenso, ración de agua sin pan,

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unas almendras al cesto ¡vamos a trabajar! Las cartas, dulce consuelo, sangrando vienen y van, porque el “remite” pregona lo que tienen que callar. Flores de almendro y olivo, el trigo granando está esperanza... (-Algunos meses la cosa puede cambiar: habrá pan para los niños, y luego... vuelta a empezar…) …Vuelta en mi alma el recuerdo que martilleando va... ¡Aquellas manos callosas trabajando sin cesar! ¡Sin llegar a los cincuenta os recuerdo, viejos ya! ¡¡¡Hoy tengo para vosotros dentro del alma un altar!!! ¡Años duros de la guerra! ¡Luego... sin guerra y sin paz! Los hombres se iban perdiendo... salen... y no vuelven más. ¿Dónde se fueron los hombres que nadie podía nombrar? Quedan los pueblos vacíos. Sin hablar, se oye llorar. El hambre, el miedo, la guerra, el frío, la soledad..; aquel silencio, tan negro, que el niño podía cortar... y mientras viva, presente en su alma llevará. ¡Malditas sean las guerras que rompe la hermosa paz, dejando su dentellada que mordiendo el alma va! Del libro Tierra de mi Andalucía.

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AL MARGEN DE TU VIDA

No me ates las manos, compañero, ni amordaces mi boca, que el dolor en un grito callado va saliendo y sangrando se lleva el corazón. No me ates las manos, no me impidas que luchando yo busque la razón que has perdido en la vida torpemente por senderos lejanos al amor, No me pises el alma, no desprecies un cariño que siempre se quedó al margen de tu vida, y que tu orgullo de hombre endurecido despreció. Olvidaste que soy tu compañera, que el camino en la vida es de los dos. No soy yo, ni eres tú, somos nosotros, y el mañana florece en esa unión. Yo vivo derramada en unos hijos que nos piden cariño y comprensión. ¡No sembremos el odio en su camino que es semilla de espinos y dolor! No limites el alma, no la oprimas, que libre y sin barreras la hizo Dios. El alma se doblega solamente, bajo el yugo sagrado del amor. No me ates las manos, compañero, y luchemos unidos con tesón. No amordaces mi boca, escucha el grito que por siempre en desierto se perdió! (Del poemario “SABOR GRIS”) 2005.

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EN LA LLAGA DE TU AMOR

Llegaste a mi vida cuando rosa temprana en un jardín de amores mi alma te esperaba. Te metiste tan dentro como la luz del alba, y fuiste, compañero, sangre y piel de mi alma. Al irte, la llevaste brutalmente arrancada, dejándome el lamento de tu ausencia en el alma. Ahora vivo perdida en tinieblas amargas que rezuman las hieles de tu amor hecho llaga. (Del poemario “SABOR GRIS”) 2005.

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¿DE DÓNDE VIENES, AMOR?

¿De dónde vienes, amor, que vienen tus ojos tristes y tus labios sin color? ¿De dónde vienes, amor, para que suene tan negro el acento de tu voz? ¿De dónde vienes, amor, para que al mirar no veas que te estoy mirando yo? ¿De dónde vienes, amor, que estoy buscando en tu pecho y no veo tu corazón? ¿De dónde vienes, amor, que en el frío de tu aliento se ha congelado mi voz? ¡De dónde vienes, amor! (Del poemario “SABOR GRIS”) 2005.

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QUÉ MIEDO ME DA ESE FRÍO

Que miedo me da ese frío que noto al mirar tus ojos si se cruzan con los míos. Que miedo me da ese frío que se recorta en tus labios que nunca buscan los míos. Que miedo me da ese frío de tus manos sin caricias a través del cuerpo mío. Que miedo el frío de mi cama al ver tu lado vacío. Que miedo el frío de tu cuerpo a penas rozando el mío. Que miedo me da este frío que siento dentro del alma. ¡Que miedo me da, Dios mió!

PARA SIEMPRE

Cogí mi juventud y mi alegría, mi risa,

mi esperanza y mi ilusión.

la puse entre sus manos y cerré los ojos, y ¡para siempre! le entregué mi amor. Y, ahora que cansada de vivir a ciegas tropezando y cayendo atada a mi dolor... abro los ojos, … y me veo en sus manos, ¡para siempre! sin juventud,

sin risa, y ... ¡sin amor!

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LOS DOS BORRACHOS

En la copa de tus labios bebí temprano un idilio, a la sombra de tus ojos mientras temblaba un cariño. El perfume de tu voz, de terciopelo amarillo, fue emborrachando mi alma y turbando mis sentidos. Y, borracha entre tus brazos, oliendo tu aliento a vino, vi como se volvía negro el terciopelo amarillo, Mientras con sangre bordaba en tu piel de lirio, vimos suspiros, besos y llantos, que se ahogaban en tu vino. Los dos borrachos..., borrachos, yo de amor, y tú de vino, a traspiés por esta vida cargando con el destino. Vamos del amor, al borde; del odio, clavado el filo. ¡Que más se puede esperar de dos borrachos unidos! (Del poemario “SABOR GRIS”) 2005.

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VERSOS DEL ALMA

¿TAL VEZ?

De mayo florido fue la noche clara cuando entre la lluvia de risas calladas, perfume de flores, sabores que amargan, esperanzas rotas y sueños, de nada..., me quedé en la vida, tal vez, olvidada. Desde pequeñita, mi mente soñaba con mundos lejanos, con risas muy blancas, con trono de amores, con aguas muy claras, con plantas que solo para mi brotaban, abriendo sus flores junto a mi ventana: Y en los sueños rosa de mis noches blancas, (sin abrir los ojos) mi mano alargada buscó los perfumes que tanto soñaba, y abrió del cariño las puertas cerradas, gustando las mieles que el amor le daba. Pero ya, la vid, volviendo la espalda, de su parte negra me mostró la cara, me cerró con llave las puertas del alma, me brindó las hieles que la boca amarga, y rompió el encanto de mis risas blancas. Y ahora, en la modorra de mi vida parda, al ver de mis plantas las flores pisadas, mis noches sin luna, mis días sin alba, mis labios sin besos..., pregunto a mi almohada: ¿me quedé en la vida tal vez... olvidada? (Del poemario “EL CORNEAR DE LA VIDA”) 2007.

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ARENA BLANCA

En la arena limpia que dejan las aguas cuando corren fuerte y todo lo arrastran... En la arena fina de niña jugaba, y, allí surgió el verso en la arena blanca. La primera pluma que yo utilizara file, un tallo de almendro que yo en flor cortara, la flor del almendro su aroma me daba mientras yo escribía ingenuas palabras. La arena reía... las aguas cantaban y los pajarillos que alegres volaban, venían a mi lado y, picoteaban mi pobre merienda, que yo, se la daba. Al verlos tan cerca, mi mente soñaba... y con todos ellos volaba mi alma. Volaba hasta el Cielo, y allí, escudriñaba todas las estrellas que tanto brillaban. Las estrellas, todas las llevo en el alma. Todos los luceros de esas noches claras. Luceros y estrellas, luz de luna blanca, sol del medio día ¡Tierra de mi alma! Los primeros sueños de mi tierna infancia fue en aquella huerta de mi pobre casa. Pobreza y cariño, riqueza añorada que fue enriqueciendo poco a poco el alma. Desde aquellos tiempos corrió... mucho el agua y borró en la arena mis versos de alba. Ya escribo con pluma y en cuartillas blancas. Pero yo recuerdo con dulce añoranza, mi pluma de almendro con flores, que daban perfume a mis versos en la arena blanca. Del libro “ARENA BLANCA”.

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ACARICIANDO TU VOZ

¡AY!, cuantos días pasaron desde aquél, que entrando el Sol hasta el fondo de mi vida, en mi alma se quedó. Y en un rayo verde y rosa de esperanza y de ilusión una rosa me traía como símbolo de Amor. Esta rosa fue, tu vida, que de mi vida brotó, y con tu vida la mía se fue fundiendo en amor... y fui creciendo a tu lado (pues contigo nací yo) siendo tan niños los dos, que nuestras almas latían en un mismo corazón ...Y así fuimos de la mano... Y así en mi mano quedó como se quedó en mi alma de tu alma la emoción. El calor de tu sonrisa... … ese timbre de tu voz... la caricia de tu mano, de tus ojos, el fulgor. … Tantas cosas te dejaste hijo de mi corazón, o tantas tú te llevaste... que contigo me fui yo. Y voy andando a tu lado sentada aquí en un rincón, donde a solas con mi alma hablando contigo yo, a veces..., ¡a veces tiendo la mano para acariciar tu voz!. Del libro “ARENA BLANCA" 1996. Dedicado a mi hijo Juan M. Alonso Lara.

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¿QUÉ BUSCAS?

¿Qué buscas compañero de ilusiones cuando bajas ansioso hasta la sima por las venas abiertas de la tierra que palmo a palmo miras y escudriñas? ¿Qué buscas cuando dejas en el campo la luz del sol..., el viento en la montaña..., las flores que se mecen..., y el perfume que ofrece embriagadora la mañana? ¿Qué buscas compañero confiando total y plenamente en un amigo que, confiando en ti, tiende su mano sabiendo que la vida está en un hilo? ¿Qué buscas, y qué ves... cuando tus ojos a espaldas de la luz se compenetran con esa oscuridad que vas palpando, y se mete despacio por tus venas? ¿Qué sientes cuando llega ese milagro de la Luz, que sin luz todo o alumbra, y te invita a seguir... como flotando... en el sueño que envuelve esa penumbra? ¿Qué sientes, y qué encuentras traspasando el limite normal de la cordura que te obliga a dejar el cielo abierto para hundirte de lleno en la negrura? ... Si encuentras en el seno de la tierra respuesta a tu inquietud, y a tus preguntas, la pena te valió. ¡Tan bien bajando, muchas veces se sube a LAS ALTURAS!! Poema dedicado a mi hijo José R. Alonso Lara, "ESPELEÓLOGO".

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EL CALOR DE TU CARIÑO

Llegaste hoy a casa, hijo querido, en un ramo de rosas perfumadas, y, al coger yo las flores, fue tu nombre directo a mis labios desde el alma. Porque sentí el calor de tu cariño. Porque escuche tu voz, que me cantaba. Y porque vi en tus ojos la alegría igual que cuando niño me mirabas. Y yo cerré los ojos, temerosa que tu imagen querida se escapara..., y entonces tú te fuiste, hijo mío, a sentarte en el fondo de mi alma. Yo me senté a tu lado, y reclinaste tu cabeza cansada ya en mi falda, y así los dos quedamos, como ausentes... mientras juntas volaban nuestras almas. Del libro “ARENA BLANCA" 1996. Poema dedicado a mi hijo Jesús Alonso Lara.

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VERDADERO AMOR

No escatimes el amor, por mucho que des, no temas, es un manantial divino, cuanto más gastas, más queda. Ofrécete a los demás para calmar su dolor, y a tu paso por la vida, “no escatimes el amor”. Pon a Dios en tus palabras para consolar las penas, que estando Dios a tu lado “por mucho que des, no temas” Con Él verás florecer los cardos de tu camino, por que el Amor en el alma “es un manantial divino” Y no podrás agotarlo aún tirando a manos llenas cada noche, y cada día, “¡Cuánto mas gastas, más queda!” Del libro “PARA TI” 1993.

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MI JORNADA

Cualquier día Señor, ante el aviso sin tregua ni disculpa a TU LLAMADA… tendré que salir pronto, sin demora, sin poder recoger ni llevar nada. Y sé que llegaré a tu presencia con mi torpe disculpa preparada. “Que el tiempo fue más corto que el trabajo y no pude acabar bien la jornada”. Pero temo Señor, mucho me temo que al fijar en mis ojos tu mirada, yo me sienta intranquila, pesarosa... y baje la cabeza avergonzada. Porque el TIEMPO Señor, TU lo vas dando... y a ese tiempo el trabajo nos preparas, y nos das libertad, para que luego lo hagamos a elección de nuestras almas. Y ese Tiempo perdemos torpemente sin pensar que tal vez, no habrá “mañana” para poder rehacer, lo que perdido se quedó por descuido en la jornada. ¡Empújame Señor! ¡Empuja fuerte! Dame nueva ilusión cada mañana que el trabajo realice cada día como si yo la vida la estrenara. Porque quiero llegar a TI, Dios mío, y poder mantener bien la mirada, y poderte decir “Allá... en la vida, supe ajustar TU TIEMPO a mi jornada”.

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ALMA DE JILGUERO

Había una ranita dentro de una charca. que a la verde orilla salir le gustaba, para ver el cielo liras las copas altas de los verdes chopos, en donde anidaban pintados jilgueros que alegres cantaban sus tiernos amores en tibias mañanas. La pobre ranita, miraba extasiada volar los jilgueros por entre las ramas, y con ojos tristes la charca miraba recordando el cieno que allí le esperaba. “¡Quién fuera jilguero!” suspiró la rana. … Y, voló... en sus sueños, subiendo, tan alta, que dando un saltito batiendo las patas por unos momentos creyó que volaba... Pero esto fue un sueño que pronto pasaba del que bruscamente despertó la rana, pues cayó de golpe sin tocar la rama y, sobre una piedra, quedó mal parada. Al golpe tremendo salieron las ranas corriendo y gritando, con gran alboroto todas se burlaban, mientras los jilgueros riendo miraban

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y a coro decían igual que las ranas... “Loca presumida, que con cuatro patas osabas los aires cruzar descarada. ¿No sabes que nunca podrán tener alas para volar alto... quién corno tú, nace dentro de una charca?” La pobre ranita quedó sonrojada. Croar, no quería. Cantar... no probaba. Y mirando al Cielo muy acongojada, con dolor profundo sus quejas lanzaba. “¡Por qué...! – repetía- ¿Por qué me maltratan? ¡Por qué TÚ me humillas en tan sucia charca! ¿Por qué me pusiste ojos que miraran al azul Cielo tras las copas altas? ¡Y… por qué me diste un alma con alas y una mente libre para que soñara! ¡Por qué me dejaste que en sueños volara si a este pobre cuerpo moriré amarrada! ¡Por qué me formaste de mezcla tan rara, alma de jilguero en cuerpo de rana!

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BLANCA

Blanca, pedazo de Cielo que salió de madrugada buscando un azul radiante, pero rosa y el malva se ha quedado suspendido tembloroso en la alborada. Así es tu alma de niña, tierna y dulce, ilusionada, ansia abierta hacia la vida doliente como una llaga que grita pidiendo amor entre el dolor que la araña. Blanca, me has hecho llorar, porque has entrado en mi alma que siempre abre la puerta a todas las almas blancas y me has hecho una pregunta que quiero guardar callada. Me preguntas por los versos que escribí en mi ARENA BLANCA. ...Aquellos versos de niña que entre las flores dejaba, cuando mis sueños cubrían tan sólo las aguas claras... Aquellos versos, mi niña, se los llevó una riada de agua turbia, en una noche que fue una noche muy larga..., donde el color de mi pelo se transformó en estas canas. De mis labios se cayeron dos claveles que eran grana, y aquellas aguas cambiaron el color que había en mi cara, el azul que había en mis ojos y la luz de su mirada. Aquellas aguas cubrieron de un color negro mi alma, y me llevaron muy lejos de los sueños de mi infancia. Cuando desperté y miré, no era yo la que allí estaba, era una huella profunda

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cubriendo el cuerpo y el alma. Pero esto quiero callarlo, ¿de qué vale decir nada? ya grité y, nadie me oyó, porque en esta vida, Blanca, nadie se para a escuchar los gritos que lanza el alma. Hoy mi alma ennegrecida por tantas corrientes bravas... y tanto dolor sufrido, Blanca, si tú la ves blanca, serás el rayo de Luz que un poquito de esperanza venga trayendo a los sueños que hilvané en mi vida larga. Luego..., quedaron atrás con jirones de mi alma, cuando vi que se perdían en esas turbias riadas que arrastran hacia esos mares que nunca tuvieron playas. Pero esta noche, yo quiero, que sea una noche muy blanca, que borrando la negrura de otras noches que me amargan, pueda -aunque sea soñando- vivir un sueño de alba, de luceros y de estrellas, y rayos de le luna clara. Quiero sentir, de los campos, el aire fresco en la cara, el olor a mies caliente y el de la tierra mojada. Quiero el olor de aquél pan que desde el horno a la tabla, en las manos de mi madre nos perfumaba la casa. Y ver las manos callosas que en el mango de la azada, iba mi padre apretando, y la tierra se negaba a dar la pobre cosecha que tanto necesitaba. Quiero, Blanca, sumergirme en los sueños de mi alma, -sueños que tú despertaste con tus sencillas palabras- y soñar que estoy jugando con pajarillos que cantan,

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con esos animalillos que ni mienten, ni te engañan, que puedes mirar de frente y llevar desnuda el alma. Quiero volar esta noche haciendo un puente que salga de esta realidad de ahora a la realidad soñada, y dejar que la amargura bajo ese puente se vaya…, y quedar libre..., desnuda de esas penas que me atrapan. Y así, vestida de sueños, como en los versos de alba, mirar la luz de aquél Cielo solamente acompañada de almas como la tuya sobre aquella Arena Blanca. Deja que cierre los ojos y que muy lejos me vaya de los pies que me cruzaron y las manos que empujaban. ...De esta soledad tan triste, que tanto duele a mi alma... donde el silencio es tan negro, y las noches son tan largas. ¡Solamente quiero eso, no me preguntes más nada!

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NOSTALGIA

¿Te acuerdas hermana cuando éramos niñas, cómo nos gustaba en las “arbolejas” jugar con las cabras? ¡Qué tibia, que buena, qué espumosa era su leche, tan blanca! ¿Te acuerdas hermana de aquellos chatillos que siempre venían detrás de nosotras saltando y brincando igual que diablillos? ¡Cómo se querían, y cómo llorábamos cuando se vendían! ¿Te acuerdas hermana de nuestra Jimena? ¡Qué noble, qué buena, y qué grandota era! ¡Cómo nos gustaba ir a lomos de ella! ...Me parece verla en aquél barranco mientras a su lado zumbaban los tábanos. Me parece verla allá… en las paletas, …junto a las colmenas me parece verla. …¡Me parece verla...! ¡Qué tristes recuerdos, hermana, nos trae el hablar de ella! ¡Y cómo parece que “se paladea” el sabor amargo de “trabajo” y “pena”! ¿Te acuerdas hermana en el cortijillo cuando por la noche cantaban los grillos? Nosotras, al fresco,

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sentadas en piedras, viendo los luceros y contando estrellas. ¡Cómo se veía salir a la Luna por detrás del Cerro, a veces, jugando con algún lucero!, y como se oía con aquel silencio hablar los pastores allá... en las umbrías...; y como se oía ladrar a los perros, balar las ovejas, sonar los cencerros... ...Y, el sol a otro día en aquellos huertos... ¡cómo calentaba! mientras las chicharras por todos los sitios cantaban..., cantaban... ¡y el sudor.., caía... ! ¡y el sol... abrasaba... ¡ y todo lo envolvía una luz intensa que casi cegaba. ¡Recordando esto se estremece el alma! Junto a nuestros padres, allí, trabajando, y como un jilguero, tú, siempre cantando. Yo miraba al Cielo soñando... soñando... Que poca importancia dábamos a esto, y qué grande era vivir en “lo nuestro”. Vivir en la casa de nuestros abuelos, sudar en la tierra que sudaron ellos. La casa y las tierras que son ¡siempre mías! a pesar de todo, ¡aunque estén vendidas! Que en aquella casa

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y en aquellas tierras pasamos unidos enormes fatigas, que ahora llevamos muy dentro del alma igual que una espina. De las pocas risas. De las muchas lágrimas. Y... de tantas cosa ¿Te acuerdas, hermana?

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MI ABUELO

Yo tengo un abuelo viviendo en mi casa, que al rayar el día siempre se levanta, y con gesto ansioso sale a la ventana andando despacio, los pies, a la rastra. La voz, aunque fuerte, se nota cansada, las manos temblonas, la frente muy blanca, que a veces le cuesta llevar levantada, ¡casi un siglo tiene de historia su cara! A veces…, a veces a penas nos habla, y en sus ojos tristes se ve una mirada que allá... en sus recuerdos la tiene clavada. … Su pueblo, sus tierras, su huerta, su casa..., aquellos aperos que eran de labranza y él utilizaba con tanta pujanza. Sus ojos se pierden mirando al pasado, y quiere en sus manos sentir el arado ahondarse en la tierra. Quiere estar segando... y quiere en la era estar aventando de cara a los cielos el trigo dorado... Y siente esa brisa que anuncia la aurora. Y siente en su alma cantar una alondra. Y ve en los trigales la flor de amapola...

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y ve las espigas meciéndose... todas... Yo, cierro los ojos, y allí veo su alma que tímidamente se queda asomada, y siento que brota también en mi alma un beso, buscando sus canas, tan blancas, que adornan su frente con hilos de plata. Y con él me pierdo en nuestras labranzas, y empuño el arado que guardo en el alma, y en un surco abierto de paz y de calma, tiro a manos llenas semillas besadas que buscan cosecha..., y arranco cizaña...; y veo del almendro sus flores, tan blancas..., y huelo a tomillo…, a tierra mojada..., a la mies caliente... y al trigo en las parvas… Y así, de rodillas me pongo en mi alma, y ante Dios bendigo mi tierra y mi casa, aquellos consejos que mis padres daban y hasta la miseria que tanto abundaba... -cosechas divinas que Dios nos alarga, para así la vida saber valorarla- Y en un sano orgullo se ensancha mi alma, porque creo que el Cielo un trozo me manda para ver la Gloria por él reflejada. Gloria, que no a todos es dado gozarla, ni tampoco siempre

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es bien aceptada. Pero yo, esta gloria la vivo en mi alma y al Cielo me eleva su triste mirada, y en su compañía me siento arropada. ¡Y hasta creo que veo más grande mi casa, más ancho el pasillo si mi abuelo pasa! Del poemario “20 POEMAS LARGOS” 2006.

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LA VIEJITA

Era una viejita de muchas palabras, de pasos inquietos y manos paradas, la luz a sus ojos a penas entraba y aquellas tinieblas mucho le asustaban. Al balcón salía y a todos hablaba... “¡Oye... que tu madre antes te buscaba... ¿Dónde vas tan tarde? ¡Tira para casa! ¡No cojas las flores! ¡No pises el agua! ¿Cómo está tu padre? ¿Se casó tu hermana? ¿Vino ya tu hermano? ¿Dónde vas mañana? En aquella calle todos se paraban porque la viejita a todos hablaba. Pero..., paso el tiempo, -que el tiempo no pasa- quedó amontonado con frío en su alma. La calle está lejos... aunque una zancada hace pocos años a ella le bastaba para recorrerla de tarde y mañana. Llamaba a sus hijos. Sus hijos estaban allá… no sé dónde, en tierras lejanas. Un día vinieron..., … ella no esperaba que en pocos minutos dejarían la casa. Los gritos se oían... A voces lloraba…

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Por Dios les pedía que ellos se marcharan, que ella no se iba a tierras extrañas, que morir quería dentro de su casa. Un coche en la calle dicen que esperaba, que sin comentarios la calle dejaba. Todos los vecinos a ella se asomaban, y un poco en silencio cruzaban palabras. Luego... se iban yendo sin decir palabra; y no sé por qué cierran las ventanas. ...Y bramó el silencio en la calle helada. Y pasaron siglos... Y nacieron canas..., y siguió el silencio meciendo las ramas del sauce llorón al verse en el agua. Ya nadie la ha visto. De esto no se habla, pero todos miran hacia la ventana que grita el silencio al verla cerrada, porque la recuerdan siempre allí, asomada, pidiendo a la vida que la acompañara. ... Y hasta en el ambiente se oye su llamada... “¡Dónde vas tan tarde! ¡Tira para casa! ¡No cojas las flores...! ¡No pises el agua!" + + + + ¡Dónde estará ahora! ¿Habrá una ventana de cara a la vida donde esté asomada?. Del poemario “20 POEMAS LARGOS” 2006.

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VERDADERO AMOR

No escatimes el amor, por mucho que des, no temas. es un manantial divino, cuanto más gastas, más queda. Ofrécete a los demás, para calmar su dolor, y a tu paso por la vida, “no escatimes el amor”. Pon a Dios en tus palabras para consolar las penas, que estando Dios a tu lado “por mucho que des, no temas” Con Él verás florecer los cardos de tu camino, por que el Amor en el alma “es un manantial divino” Y no podrás agotarlo aún tirando a manos llenas cada noche, y cada día, “¡Cuánto más gastas, más queda!”

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EL SUR

El Sur... ¡AY, el Sur...! Ese Sur de mi España. Ese Sur que yo llevo tan metido en el alma. El Sur que se levanta conmigo en la mañana y de noche soñando se acurruca en mi almohada. El Sur que yo conozco es nudo en la garganta, es puñal en la sangre, y es un grito sin calma, son miradas perdidas en auroras lejanas..., es ignorar que existe la palabra “Esperanza”. Es un ave doliente que piando se arrastra sin poder apartarse del que rompió sus alas. Es un nido vacío que en la noche quedara de aves tristes que emigran hacia tierras lejanas. Es pecho que se ahoga bajo espalda doblada. Son manos que se hunden en tierra ensangrentada. Son pasos que se pierden por vereda olvidada de unos pies que vinieron y vuelven a la nada. Son corazones tristes, que su pena emborrachan mirando las estrellas de su Cielo sin mancha. Son sueños que cabalgan en noches estrelladas sin llegar para ellos jamás, la madrugada. Es nacer ya mamando la leche ensangrentada por heridas de herencias que nunca son curadas. Es vivir mucho más de lo que el cuerpo aguanta. Es... ¡morir poco a poco, después de muerta el alma! Primer premio, del primer certamen de poesía de los Centros de día para Mayores, en el XX Aniversario de la AUTONOMÍA ANDALUZA.

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¡QUE MÁS DA!

El hombre dice que es, siempre, el timón de la barca. ¡Qué más dá, si la mujer es de la barca la vela y lo lleva donde quiera aunque no lo quiera él! Navegando pasarán ríos de frescas riveras que el hombre no pisará; en viaje sin retorno cada vez se irá más lejos de aquél que fuera su hogar. Siempre a merced del capricho de la mujer, que es la vela..., hacia el ancho mar navega cada día más... y más... … Y, el rumbo, tal vez perdido en alguna tempestad..., sin fuerzas para remar... !allí se hunde con ella!

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EN LOS BARRANCOS DEL ALMA

En hondos barranco de empinados cerros donde pasta el gamo y anidan los cuervos..., habita una choza de ramas de cedro sin pan ni cariño, un hombre y un perro. Comparten el agua del claro riachuelo, el sol de los campos, el viento en los cerros, y aquella... abundancia de hambre en los huesos, que grita en los ojos del hombre y el perro. No ríen ni sueñan, ni tienen secretos. los dos amarrados en el campo, sueltos ante una barrera de ignorancia y miedo, se encuentran unidos el hombre y el perro. De noche los lobos les muerden el sueño, y ellos tiritando... se acurrucan dentro, y el frío se filtra... cortando el silencio, mientras ladra el hombre y dormita el perro Del poemario “TIERRA DE MI ANDALUCÍA” (poemas de los 60).

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ACARICIANDO TU VOZ

¡AY!, Cuantos días pasaron desde aquél que entrando el Sol hasta el fondo de mi vida en mi alma se quedó. Y en un rayo verde y rosa de esperanza y de ilusión, una rosa me traía como símbolo de Amor. Esta rosa fue tu vida que de mi vida brotó, y con tu vida la mía se fue fundiendo en amor..., y fui creciendo a tu lado (pues contigo nací yo) siendo tan niños…, tan niños, siendo tan niños los dos, que nuestras almas latían en un mismo corazón ...Y así fuimos de la mano... Y así en mi mano quedó como se quedó en mi alma de tu alma la emoción. El calor de tu sonrisa..., … ese timbre de tu voz…, la caricia de tu mano; de tus ojos, el fulgor. … Tantas cosas te dejaste hijo de mi corazón, o tantas tú te llevaste... que contigo me fui yo. Y voy andando a tu lado, sentada aquí en un rincón donde a solas con mi alma hablando contigo yo a veces…, ¡a veces tiendo la mano para acariciar tu voz!. Del libro “ARENA BLANCA” 1996.

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BUENOS DÍAS

Buenos días hijo mío, te deseo. Buenos días te deseo, corazón. Buenos días a lo largo de tu vida. Buenos días cuando encuentres el amor. Cuando encuentres otra vida que a tu vida fuertemente viva unida en el dolor. Cuando vivas con el alma estremecida. Cuando sientas la congoja y la aflicción. Cuando pases resbalando por la vida. Cuando sientas que se parte el corazón. Cuando rasguen poco a poco tus entrañas. Cuando ahoguen tus palabras la emoción. Cuando siga siendo noche en tus mañanas. Cuando zumbe la tormenta y el ciclón. Cuando yo no esté contigo, ¡hijo del alma! ¡Mira al Cielo! ¡Mira al Cielo, allí está Dios! Que la vida de tu madre es pasajera, Que el cariño que te ofrezcan, morirá, Que en la vida todo deja un gran vacío... ¡Un vacío que solo Dios puede llenar! Del libro "ARENA BLANCA" 1996. Poema dedicado a mi hijo José R. Alonso Lara.