AÑO NUEVO EN LA MONTAÑA

AÑO NUEVO EN LA MONTAÑA

I

No estoy solo, Señor, en esta hora de familiar y cálida alegría, estoy contigo y con tu bello día en mi choza de chilca y de totora.Tengo el agua y el sol, la roja sierra, la hierba suave y la canción del ave, y la profunda y mística, la grave plegaria de los cielos y la tierra.Tengo el árbol sonoro, el verde alcor y el montañés aprisco, y el cirio rojo de la flor del quisco bajo la milagrosa tarde de oro.No estoy solo, Señor; tengo este grato perfume de arrayán y de tomillo, y el sedante ondular del romerillo y las taguas que alegran el regato.No estoy solo, Señor; tengo tu fuerte, tu grande amor que alumbra toda cosa; grave montaña azul y luminosa que separa mi vida de la muerte.

II

LITURGIA DEL SOL

Celebro en la montaña mi año nuevo, desnudo al sol, sobre la piedra viva. En la roja mañana primitiva sueña el chañar color yema de huevo.

Y adoro a Dios en la feraz pradera de cuyo aroma bíblico me inundo, y lo adoro en el sol, cuyo jocundo calor me envuelve como una bandera.

III

LITURGIA DEL AGUA

El agua, el agua de este claro río de melodiosa y límpida vertiente, chozpa sobre mi cuerpo alegremente bajo la gloria de este sol de estío!Agua que horada la pardusca roca y la montaña rispida atraviesa, pero que hecha mujer a mí me besa con la santa frescura de su boca.

IV

LITURGIA DEL ARBOL

Molles, chañares y silvestres guindos, álamos negros de la serranía: yo sólo quiero ser en este día la flor rosada de los tamarindos!Rosada flor que entre el follaje leve se ofrenda a Dios con humildad cristiana mientras en la eucarística mañana su tallo al sol como rezando mueve.

V

LITURGIA DE LA PIEDRA

Con esta roca pura color fuego he de labrar mi fe, tranquila y fuerte; ¡mi fe, Señor, que a Ti cantando entrego dichoso de la vida y de la muerte!

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CANCIONES BAJO LA NIEVE

ALEGRIA DE LAS PRIMERAS NIEVES

INieve en las ramas de los terebintos; nieve en las hojas de los limoneros; nieve en la soledad de los caminos!Blancos están de nieve los almiares que el mal año dejó sobre los campos húmedos, desolados y espectrales.Los álamos se yerguen en la niebla bajo los cielos; y la nieve diáfana es fino llanto entre las ramas secas.

II¡Oh, alegría de andar sobre mi muía por todos los caminos y los montes, sólo con Dios bajo la nieve pura!¡Alegría infantil de ver los copos prendidos en las ancas y en las crines del animal de lento paso isócrono!¡Alegría de andar por la montaña bajo esta lluvia de aves milagrosas que me besan las manos y la cara!¡Y saber que allá abajo nos espera el fuego amigo y los manjares rústicos y el fuerte vino de color de fresa!

IIINieve en los pinos y en las secas parvas; nieve en los montes, nieve en los senderos; nieve en mi poncho y nieve en mis isangas.

j Oh, muía amiga, nos aguarda el fuego!LA HILANDERA

La nieve pura, discreta y deliciosa azafata, prende joyeles de plata en la montaña violeta.Pone canas al ciprés solitario y gemebundo, y torna gris al jocundo y alto cielo montañés.Alfombra de blanca seda los caminos y berruecos, y en los álamos resecos como soñando se queda.Deja su vuelo en los muros y en la paz de los aleros, y prende en los limoneros azahares prematuros.Y su brumosa canción silenciosa y melodiosa, abre una pálida rosa de pena en el corazón.

NIEVE EN LA NOCHE

Pende el sudario níveo de los árboles yertos, y relumbra en la noche desolada y dormida. ¡Así ha de ser, sin duda, el valle de los muertos detrás de la brumosa montaña de la Vida!

ROMANZA SIN PALABRAS

Oh misteriosa y femenina viajera diáfana y celeste, toda inefable en tu blancura y en tu sutil candor! ¡ Oh nieve!Suave romanza sin palabras, y si las dices son tan tenues, que no hay oído que las oiga o Dios tan sólo las comprende.Maripositas de los Ángeles; claros y místicos juguetes de todos los niños que un día se nos marcharon para siempre.Pálido vuelo de las ánimas que bajan silenciosamente a visitar nuestros espíritus desde los reinos de la muerte.

CANCION

La nieve, la nieve dice su canción silenciosa y leve!432

IV

¡Copito de nieve es mi corazón!PRIMAVERA NEVADA

La nieve, linda hilandera, con fantástico donaire, nos da en esta primavera su fugaz jazmín del aire.

NEVADA

El molinero de Dios está cerniendo su harina. ¡Cómo es de blanca, mi Dios! ¡Cómo es de blanca y de fina!¡ Cuánta harina en el sendero, en la montaña y la selva! ¡Dale, mi buen molinero; que harina todo se vuelva!Finos copos, leves ramos Dios a los vientos entrega. ¡Vengan a ver, y corramos a llenar nuestra talega!Todo el valle está nevado; nevado el río también, y nevado el desolado monte de chilca y caldén.¡Que no se encuentre el sendero! ¡Que no se oiga nuestra voz! ¡Dale, dale, molinero de los molinos de Dios!