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Prioridades para potencializar el emprendimiento en el sector bioagropecuario de Baja California.
Universidad Autónoma de Baja California
Ma. del Carmen Alcalá Álvarez Ismael Plascencia López Eduardo Ahumada Tello
Prioridades para potencializar el emprendimiento en el sector bioagropecuario de Baja California.
Resumen
En este trabajo se analizan las características distintivas de las capacidades
productivas locales en el sector bioagropecuario de Baja, según la estructura
lógica para el diseño de estrategias que potencialicen el emprendimiento y las
capacidades competitivas locales. Los resultados del estudio, revelaron la
existencia de una dinámica espacial diferenciada donde existen oportunidades
de negocio para nuevos emprendedores y las empresas que están operando.
Las particularidades encontradas permitieron definir las ventajas competitivas y
los potenciales de desarrollo de las capacidades productivas e innovativas a
partir de un análisis de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas.
Esto último, permitió puntualizar en estrategias de emprendimiento de nuevos
negocios a partir de las consideraciones de formación de capital humano y el
desarrollo de las actividades de innovación, desarrollo e innovación (I+D+i); la
sostenibilidad de las redes locales de innovación, la consolidación del clúster y
los liderazgos.
Palabras clave: Emprendimiento, bioagropecuario, Baja California.
Introducción
El fomento a la innovación se ha convertido en un aspecto sustantivo en la
formulación e implementación de las políticas públicas en la mayoría de las
entidades federativas y de las instituciones académicas y de investigación de
este país. La innovación se ha convertido en un imperativo para diferentes
grupos empresariales y las pequeñas y medianas empresas (Dutrénit, 2012).
Esta orientación tiene como principio transitar de una economía circunscrita en
a condiciones exógenas, y en algunos casos al vaivén internacional, hacia una
economía basada en el conocimiento.
Este fomento se suma al conjunto de acciones necesarias para hacer
frente a la creciente competencia en los mercados. Estas acciones convergen
en el impulso a la innovación como factor sistémico del reconocimiento de los
saberes particulares, de la experiencia regional o sectorial así como de la
ciencia en general. La operacionalización conjunta de estos elementos
constituye un impulsor inmejorable para la eficiencia de los factores de la
producción. En este sentido, las acciones construidas para impulsar las
capacidades innovativas en las unidades productivas determinaran la ubicación
jerárquica de estas en el territorio. En ese sentido, cuando se hace referencia a
un sector con cierto posicionamiento en los mercados nacionales e
internacionales, como es el caso del sector agropecuario en Baja California
(B.C), la determinación de fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas
con respecto al uso y aplicación de la biotecnología como uno de los factores
estratégicos para su desarrollo y competitividad, resulta pertinente y oportuna.
El punto de partida de cualquier ejercicio de intervención en los sistemas
productivos locales o regionales es identificar si en la actividad productiva,
como unidad de análisis, se presentan o se infieren condiciones para la
innovación. En las actuales condiciones de cambios vertiginosos, manifestados
en el conocimiento científico y/o en los desarrollos tecnológicos, las empresas
rápidamente ven rebasadas las dimensiones tradicionales de creación o mejora
de los procesos, de los productos y las formas de organización. Estos cambios
y condiciones empresariales y tecnológicas, por supuesto, trascienden la
articulación así como las necesidades y respuestas que estas unidades
configuran dentro de los límites administrativos de un territorio (estado o
municipio).
En este marco, la innovación, como lo señalan Yoguel y Boscherini
(1999), involucra acciones de naturaleza más amplia las cuales incluyen
actividades orientadas al desarrollo de la calidad y las mejoras que se
incorporan a los productos, a los procesos productivos, a las modalidades de
organización y a la comercialización mediante mecanismos de transferencia
formales e informales de información y conocimientos. Esto conlleva a la
necesidad de analizar el accionar de otros actores sociales que desde sus
ámbitos de competencia convergen, acompañan o inciden en los procesos de
innovación.
Desde la posición de los evolucionistas, la innovación es el resultado
tanto de la conducta tecnológica de la empresa como de los conocimientos
institucionales que las estas asimilan a través de las relaciones que establecen
con las universidades, centros de investigación y organizaciones
empresariales, entre otras instituciones (Cimoli, 2000). De esta manera, se
podría señalar que los espacios para la generación de las innovaciones son
más amplios y rebasan los ámbitos empresariales, lo que requiere a su vez del
establecimiento de mecanismos adecuados para su transferencia.
Los aspectos a profundizar para el establecimiento de mecanismos de
transferencia deben partir entonces del reconocimiento de las instituciones y
sus actores, así como de la identificación de sus funciones, sus recursos y
sobre todo de aquellos elementos en los que puedan converger para el impulso
de las capacidades innovadoras de los agentes productivos locales.
En este documento se presenta un análisis pormenorizado del sector
bioagropecuario en el estado de Baja California. Para tal propósito se
presentan nueve apartados, a través de los cuales se incluyen cada uno de los
aspectos que permiten reconocer las condiciones a partir de las cuales el
sector se posiciona ante los escenarios de cambio a los que se enfrentan todos
los actores y sectores.
La tesis que subyace en su conjunto a lo largo de esta exposición se
determina e implica, en todo momento, con la innovación y su fomento. En
otras palabras, el fomento de la innovación se concibe como un factor
procedimental y sistémico a través del cual las naciones, las regiones, las
localidades o los sectores pueden alcanzar o proponer mayores expectativas.
De esta manera, el señalamiento de las prioridades del sector, como elementos
de la agenda prospectiva del sector, representan un asunto de consideración
impostergable en la formulación de política pública; no sólo en este sector,
empero como estrategia metodológica de la mayoría de los actores,
organismos, instituciones, regiones y sectores que ven en el futuro parte del
patrimonio colectivo. Lo anterior no es un supuesto de estudio, aunque
represente parte de una tesis de estudio, sino que representa una postura
analítica que sugiere; en primer lugar, la representación e implementación de
un ejercicio de planeación prospectivo que permita posicionar paulatinamente
las estrategias y acciones de mejora y consolidación del sector. En segundo
lugar, el reconocimiento de que la ciencia es un bien colectivo y que sólo puede
encontrar sinergias cuando existen los mecanismos de interlocución entre
actores, sectores productivos, gobierno e instituciones académicas y de
investigación. En síntesis, en este documento, se plantea la necesidad de
consolidar estrategias de planeación sectorial de mediano y largo plazo en
congruencia con las necesidades y objetivos nacionales, regionales y
sectoriales.
Ninguna política tendrá impactos favorables en el territorio si esta se
aleja de las condiciones endógenas. Esto implica, generar políticas públicas
diferenciadas, que respondan a las condiciones y necesidades territoriales
específicas; no es ajeno para nadie la heterogeneidad y disparidades
regionales existentes en México, de ahí que la identificación de vocaciones,
liderazgos y capacidades locales sea un asunto prioritario en cualquier
propuesta o análisis sectorial o regional. Derivado de las propuestas analíticas,
la definición y determinación de las sendas de crecimiento, a través de la
formulación de política pública, deben considerar esquemas de planeación,
estrategias y acciones en un marco de equilibrio, sostenibilidad e inclusión. El
conjunto de apreciaciones, definiciones, recomendaciones y preconclusiones
anteriores dan pauta y nombre a cada uno de los apartados que componen
este documento.
Innovación como estrategia para el impulso de un sector bioagropecuario en Baja California
En el análisis económico el estudio de la innovación por muchos años estuvo
centrado en el desempeño tecnológico de las grandes empresas. Los cambios
provocados por la globalización en la economía, junto con los procesos de
regionalización o localización, han permitido que las pequeñas y medianas
empresas se posicionen o recuperen un lugar estratégico en el desarrollo de
las regiones y las localidades. Numerosa literatura ha surgido con relación a
este reposicionamiento de las pequeñas y medianas empresas en el desarrollo
local y regional, la mayoría de ella encuentra su origen en los planteamientos
clásicos marshallianos o schumpeterianos.
Para las unidades productivas ubicadas en ciertos sectores de la
economía, como la agricultura, la pesca y la silvicultura, que presentan rezagos
con respecto a los logros y perspectivas de las empresas manufactureras,
ahora, en algunos casos las primeras, reciben, de manera directa, impactos del
propio desarrollo tecnológico, en particular de la biotecnología; en otros, las
unidades productivas y los propios sectores se favorecen indirectamente por
las implicaciones del avance tecnológico, la mayoría de las veces exógeno a
las dinámicas sectoriales. Lo cierto es que en ambos casos las unidades
productivas ubicadas en estos sectores de la economía han modificado las
formas tradicionales de producción principalmente en la industria de alimentos,
de captura de especies marinas y de forestación. Resumiendo, la ubicación de
las empresas dentro de los procesos de innovación regional, local o sectorial,
constituyen algunos de los elementos que determinan la manera en que estás
se posicionan en el territorio como actividades productivas no sólo tradicionales
y comparativas sino competitivas.
A partir de lo anterior se puede subrayar que la biotecnología, además
de contribuir a la satisfacción de las necesidades o características de consumo
(demanda de alimentos) de poblaciones en crecimiento constante, ha incidido
de manera significativa en las prácticas y el desarrollo sostenible de los
sectores agrícola, pesquero y forestal. La biotecnología, como cualquier otra
rama del saber, puesta en manos de la producción, ofrece múltiples
condiciones para el impulso al crecimiento sectorial y, por supuesto, desarrollo
económico social de los territorios donde se localicen.
Es sabido que el arraigo con el territorio de los sectores agrícola,
pesquero y forestal se convierte en un elemento relevante para el análisis
particular del desarrollo. En apariencia el arraigo remite a la consideración de
elementos subjetivos; sin embargo, su consolidación desde una perspectiva
sistémica también puede servir como un elemento articulador de variables
objetivas e intangibles presentes en las definiciones de desarrollo y
recuperadas en particular por las teorías del desarrollo endógeno y de sistemas
productivos locales. Para el caso de los sectores productivos primarios, la
identificación y el análisis de la imbricación de estas variables con los factores
de la producción deben ser considerados tareas prioritarias dentro de cualquier
propuesta que pretenda incorporar elementos locales para el diseño de una
política pública. En la evolución autónoma y tradicional que los sectores
básicos han presentado para el caso mexicano, los factores capital y
organización se convierten en aspectos relevantes en la comprensión,
clasificación, recuperación y fortalecimiento del propio proceso de imbricación,
en este caso para el impulso de un sector bioagropecuario en B.C.
La identificación, el fortalecimiento y la promoción de estrategias de
vinculación interinstitucional con el sector agropecuario en Baja California se
convierten, entonces, en factores indispensables para la promoción del
desarrollo empresarial e industrial. Sin embargo, estas estrategias deberán
acompañarse de análisis de las regulaciones gubernamentales, así como del
contenido científico y financiero que están presentes en el avance
biotecnológico en el estado. Para efectos del presente apartado, dentro de este
esquema estático se ubican a las micros, pequeñas y medianas empresas del
sector, y desde una perspectiva dinámica se les observa dentro de procesos de
interacción con las instituciones educativas de educación superior, los centros
de investigación, las organizaciones empresariales y las instituciones
gubernamentales en el estado de Baja California. La concepción de desarrollo
en la que se ubica este trabajo no se sitúa en el ideal teórico, sino que se
sustenta en elementos prácticos, objetivos y metodológicos que permitan incidir
y construir una definición específica, que se sume al quehacer y resultados de
otras áreas del tejido nacional; y sobre todo, regional.
Identificación de actores en el sector agropecuario en Baja California.
El acercamiento al sector agropecuario como objeto de estudio obedece, por
un lado, a la amplia infraestructura educativa existente en el estado de Baja
California, en particular, de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC)
y del Centro de Investigación Científica y Estudios Superiores de Ensenada
(CICESE). El desarrollo de estas instituciones en el área de la ingeniería
genética puede contribuir a elevar la producción en la agricultura, la silvicultura
y la pesca. De hecho como la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO, 2004) lo ha reconocido, la biotecnología
tiene un gran potencial, aunque hay que manejarse con cuidado. En particular,
para el caso de interés, la selección con ayuda de marcadores y la
caracterización del ADN han permitido desarrollar genotipos mejorados de
todas las especies vivientes de forma mucho más rápida y selectiva. En el caso
particular de la acuicultura, los procedimientos reproductivos se han
estandarizado y resultan seguros para la salud humana; sin embargo, es
importante establecer la forma en cómo se difunden los procesos y cómo los
adaptan las empresas. Esta actividad reproductiva de especies marinas, para
el sector pesquero de Baja California, tiene impactos importantes para el
desarrollo económico y social.
Las instituciones educativas como formadoras de recursos humanos y
poseedoras de los conocimientos técnicos, estrategias experimentales
documentadas y sistemáticas, así como de la infraestructura física, pueden
apoyar los procesos reproductivos, asistir en el área técnica, y desarrollar
análisis socioeconómicos de utilidad para el funcionamiento del sector. La
vinculación de este tipo de instituciones y la divulgación de sus quehaceres, se
antoja como una estrategia que debe fortalecerse y caracterizarse por su
estrechez con el sector productivo. Derivado de esta lógica, las empresas del
sector agropecuario en su aplicación y uso de las biotecnologías podrían
participar de forma más equitativa en el comercio nacional e internacional, en
particular en la comercialización de especies marinas, anteponiendo criterios
de ética y sustentabilidad que enfaticen aspectos de inocuidad, de la
conservación de las especies y del medio ambiente.
En cuanto a las instituciones gubernamentales estas desempeñan otra
de las funciones centrales dentro de este escenario. El desarrollo de la
biotecnología en México, y en Baja California en particular, se acompaña, por
un lado, de un marco regulatorio, y por otro, de programas de apoyo
específicos. El marco regulatorio en apariencia no es un impedimento que lleve
a los productores a su elisión o desconocimiento. En el otro lado de la moneda,
los programas de apoyo específicos han sido insuficientes tanto en la cobertura
financiera como en su difusión.
En lo que se refiere a las instituciones financieras, estas también son
trascendentales para el impulso de un sector bioagropecuario. Sin embargo, es
necesario desarrollar acciones más coordinadas entre los actores, a fin de que
estas instituciones se conviertan en pilares de apoyo de aquellos proyectos que
demuestren factibilidad técnica y, por supuesto, condiciones de pago.
Aspectos metodológicos
El ejercicio investigativo que aquí se presenta pretende identificar elementos
que puedan incidir en la eficiencia productiva y en el impulso de las
capacidades empresariales e innovativas a favor de las unidades de
producción pertenecientes al sector agropecuario desde sus propias visiones
de crecimiento y de las perspectivas del sector en el desarrollo regional.
Asimismo, también se busca identificar las principales problemáticas del sector
relacionadas con productos, procesos de producción, organización,
comercialización y actividades de innovación.
La información se recupera a partir de la realización de cinco grupos
focales conformados por empresarios, funcionarios e investigadores como una
primera aproximación sobre las perspectivas futuras en la generación y uso de
técnicas biotecnológicas aplicadas al sector agropecuario de Baja California.
Partiendo del planteamiento de que la competencia particularmente para
un sector bioagropecuario se presenta en un ambiente vertiginoso, se hace
necesario conocer cuáles son los retos que esto representará a las empresas
mexicanas, en especial las bajacalifornianas, debido a que estas tienen que
luchar contra una serie de deficiencias que obstaculizan su desarrollo, en el
mercado compiten con productos de calidad tanto nacional como de
importación, además enfrentan varios retos, tales como la higiene e inocuidad,
todos estos factores inciden en su competitividad.
Una vez captadas las opiniones de los diversos actores se construye un
esquema analítico sobre la situación actual que priva en el sector, con el
objetivo de identificar y valorar aquellos factores más significativos en la
determinación de la competitividad de un sector bioagropecuario en Baja
California. En concreto, se utilizó la metodología de fortalezas, oportunidades,
debilidades y amenazas (FODA) porque permite determinar las ventajas
competitivas del sector y la estrategia genérica a emplear en función de sus
características propias y de las del mercado en que participan las empresas
que lo conforman.
Análisis de resultados
Un análisis sobre competitividad empresarial necesariamente debe contener
los planteamientos conceptuales y metodológicos propuestos por Porter,
específicamente su conocido modelo de las cinco fuerzas, el análisis de la
cadena de valor y el modelo de clúster. Tomando como punto de partida el
argumento de Porter que dicta: “La situación competitiva de un sector no es
consecuencia del azar ni de la mala suerte, sino que se fundamenta en la
estructura económica de esa actividad” (Porter, 1986) se hace necesaria la
identificación de los elementos que definen ese determinando posicionamiento
positivo o negativo.
Empero, ¿qué es y que representa la competitividad? La competitividad
es un concepto añejo que ha ido evolucionando, desde su enfoque tradicional,
donde se asociaba a la obtención de buenos resultados como consecuencia de
una buena dotación de recursos, hasta llegar a un enfoque estratégico
fundamentado en la ventaja competitiva relacionada a la capacidad de añadir
valor a esos recursos.
El enfoque estratégico se conoce como ventaja competitiva. En este
sentido, según Porter (1982), la base de las estrategias para la competencia
radica en el “diamante de las ventajas competitivas”, las cuales son: 1)
Condiciones de los factores (mano de obra especializada, infraestructura, entre
otras); 2) Condiciones de demanda; 3) Sectores afines de apoyo (proveedores
competitivos); y 4) Estrategias, estructura y rivalidad de las empresas.
La competitividad no es producto de una casualidad ni surge
espontáneamente, se crea y se logra a través de un proceso de aprendizaje y
negociación por grupos colectivos representativos de los diferentes eslabones
de la cadena productiva, que configuran la dinámica de conducta organizativa,
como los directivos, acreedores, clientes, la competencia y el mercado, y por
último, el gobierno como normativo y facilitador (SAGARPA, s.f.)
A pesar de todos los estudios referentes a la competitividad, Hernández
(2000) señala que los estudios más recientes han puesto de manifiesto que los
enfoques teóricos no explican de manera adecuada las estructuras mundiales
de comercio y que poseen fallas en la explicación de las corrientes comerciales
en sectores de alta productividad, por ello enfatiza que el análisis de
competitividad debe tener presente los diversos niveles de agregación
sectorial.
El cambio, tanto en el entorno económico como empresarial en el Estado
de Baja California, está alterando las fuentes de ventajas competitivas. El
gobierno estatal consciente de los nuevos tiempos ha venido en los últimos
años impulsado una política de desarrollo empresarial y económico,
sobresaliendo la estrategia orientada hacia la conformación y/o consolidación
de clústeres. Bajo este esquema el sector biotecnológico y en particular
bioagropecuario representa una actividad económica con grandes
capacidades, dado que su desarrollo permitiría la generación de un importante
número de plazas de trabajo así como el aprovechamiento sustentable de los
extensos litorales de aguas cálidas y templadas, y de las zonas agrícolas lo
que le da un potencial extraordinario; además dichas actividades son factibles
de ser apoyadas en su desarrollo por diferentes instituciones y personal
capacitado. De ahí la importancia de analizar la competitividad del sector, con
miras a la integración de un sistema-producto o clúster.
Este análisis pretende demostrar la importancia del sector en la
competitividad del estado y el desarrollo endógeno del mismo, parte de las
ventajas competitivas, aplica el diamante de Porter, la cadena de valor y una
matriz de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA) para
culminar con la propuesta de integración de un sistema-producto o un clúster.
Es importante puntualizar que el esquema analítico se construyó a partir
de las voces de los actores que conforman el sector cuyo punto de coincidencia
respecto a la fortaleza identificada es el reconocimiento de la biotecnología y su
uso como una alternativa viable para potencializar el desarrollo del sector
agropecuario.
Cuadro 1. Análisis FODA para potencializar un Sector Bioagropecuario de Baja California
Fortaleza Oportunidades Debilidades Amenazas
Claridad en los impactos y aportes de la biotecnología.
Existencia de recurso humano especializado.
Falta de proveedores de insumos tecnológicos en la región.
Falta de divulgación de proyectos y resultados.
Interés vocacional de jóvenes estudiantes en el área de la biotecnología.
Nula transferencia tecnológica.
Deficiente dominio de los marcos regulatorios sobre propiedad intelectual y patentes.
Posición geográfica.
Falta de financiamiento.
Limitada profundización en la Investigación de la biotecnología.
Vínculos con otros grupos de investigación nacionales.
Incipientes procesos de vinculación empresa, universidad y gobierno
Deficiente articulación entre las unidades que conforman el clúster.
Fuente: Elaboración propia.
Respecto a las oportunidades se identificaron dos vertientes de peso
significativo. La primera que descansa en el talento humano donde se
puntualizó en tres factores claves: (1) la existencia de recurso humano
especializado, (2) el interés vocacional de los jóvenes bajacalifornianos por una
formación en este campo del conocimiento; y (3) los vínculos de los
investigadores con otros grupos de investigación nacionales e internacionales.
La segunda, la ubicación geográfica estratégica marcada por la vecindad con el
mercado estadounidense.
Las debilidades reconocidas son: (1) falta de proveedores de insumos
tecnológicos en la región; (2) nula trasferencia tecnológica; y (3) falta de
financiamiento.
Las amenazas leídas de la perspectiva de desarrollo para el sector
aunque obedecen en origen a las dificultades de las mismas instituciones
Inapropiados mecanismos de evaluación pública del trabajo científico.
Escasa existencia de laboratorios y equipamiento.
Insuficientes incentivos para el desarrollo tecnológico (investigación aplicada).
Desarticulación entre las necesidades reales y potenciales del sector con las respuestas posibles de los centros de investigación.
Inexistencia de procesos preventivos conocidos y aplicables a problemas comunes.
Inexistencia de capital semilla para el desarrollo de procesos de vinculación.
gubernamentales, educativas y de las propias empresas, si deben analizarse
con detenimiento: (1) falta de divulgación de proyectos y resultados de
investigación desarrollados en las IES, entre las IES y las Empresas, en las
Empresas y entre las Empresas; (2).
Análisis del sector bioagropecuario en B.C., desde la teoría de la competitividad
Baja California es un estado mexicano situado al noroeste, comparte 233.4
kilómetros de frontera con el estado de California, Estados Unidos. El turismo,
la pesca, la agricultura y la industria son las actividades más importantes en el
desarrollo económico del Estado.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO) una
de las vocaciones naturales para la entidad es, sin duda, la pesca, gracias a su
extenso litoral y gran variedad de especies con alto valor comercial. Esta
actividad, con tradición principalmente en el municipio de Ensenada, converge
hoy en día con la acuicultura, esto es, el cultivo controlado así como la cosecha
de plantas y animales acuáticos. Existe similitud entre la agricultura y la
acuicultura, y es que ambas actividades cubren las demandas alimenticias de
una población mundial en crecimiento. Por su parte, el camarón, actualmente
es cultivado en su mayoría por ejidatarios del Valle de Mexicali, quienes
producen 70 toneladas anuales (SEDECO, s.f.).
El estado cuenta con 1555.23 kilómetros de litorales (ver figura # 1), es
decir, 13.41% del país, empero su participación en la producción pesquera
representa sólo el 7.4% (INEGI, 2006). En este sentido y atendiendo a Díaz y
López (2000) México y particularmente B.C. posee un alto potencial para el
desarrollo de la acuicultura del camarón, debido a su situación geográfica,
factores ecológicos y climáticos favorables, las características y lo extenso de
su litoral, además de que existen las especies nativas adecuadas para el
cultivo.
La competitividad de B.C. pareciera que hasta ahora sólo se basa en la
cercanía con Estados Unidos, haciéndose necesario incorporar nuevas
estrategias, por ejemplo explotar la cercanía con la Cuenca del Pacífico, su
gusto y demanda por productos del mar, propiciando su comercialización con
los países asiáticos ofreciendo productos a costos competitivos y de calidad
mundial.
Empero, en la entidad algunos sectores parecen no entender la
globalización, que si bien llega con oportunidades también trae consigo la
amenaza de nuevos competidores, por lo que se hace necesario y urgente
mejorar el desempeño a fin de poder alcanzar la tipología “clase mundial” y
acceder a nuevos mercados. Asimismo, es primordial que las políticas públicas
se reorienten a fin de favorecer el crecimiento de los sectores estratégicos del
estado, es decir, aquellos en los cuales se pueda alcanzar un nivel de liderazgo
y competitividad.
En un intento por detonar el desarrollo económico del estado, el
gobierno estatal y los consejos coordinadores empresariales de cada municipio
del estado, analizaron los hechos y diseñaron un documento denominado
“Política de Desarrollo Empresarial”, en la cual se determinaron las vocaciones
de cada municipio y se plantearon estrategias para su desarrollo.
De acuerdo con Fuentes (2007) dentro del espectro del sistema de
políticas de fomento que afectan la competitividad de la empresa y territorio, la
política de fomento económico se ha vertebrado en torno a la identificación y
diagnóstico de clústeres, así como al fortalecimiento y desarrollo organizado y
cooperativo de éstos.
Litorales de pesca de Baja California, Baja California Sur y Sonora
Fig. # 1 Litorales de pesca de Baja California Fuente: Elaboración propia.
Esta política demanda ventajas competitivas de orden superior –
calificación de la mano de obra, organización del sistema empresarial, creación
y difusión de la tecnología, y participación institucional adecuada- y una
estrategia de diferenciación, que facilite la construcción de una base más sólida
para el desarrollo de la economía estatal. En teoría, estas ventajas
competitivas surgen de los “clústeres” (Ibid).
Un clúster se define como una concentración geográfica de empresas e
instituciones interconectadas en un campo particular. Incluyen por ejemplo,
proveedores especializados, instituciones gubernamentales y de otro tipo,
incluyendo las universidades, parques tecnológicos, servicios especializados
de educación, información, reciclaje y apoyo técnico (Porter, 1990). Hasta hoy
en el estado se han identificado nueve clústeres, los del sector agropecuario,
industrial y de servicios; en el primero se ubican el clúster de productos
hortícolas, el de la cerveza, de la industria vitivinícola, y el de productos de
madera y muebles. Dentro del sector de manufactura se encuentran el de la
industria electrónica, de software y el automotriz y plástico; por último, dentro
del sector servicios están el clúster del turismo y de los servicios médicos
(SEDECO, s.f.).
Como puede observarse en esta primera etapa de “clusterización” del
Estado no figura el sector pesquero, dentro del cual se encuentra la acuicultura.
Es importante resaltarlo, dado el potencial que ésta actividad posee, por
ejemplo la participación de la acuicultura dentro del PIB (producto interno bruto)
del estado de Sonora es del 1.8% (Panorama Acuícola, 2005).
En la actualidad, la acuicultura representa para B.C. sustento para los
habitantes y fuente de empleo e ingresos para las familias que han
seleccionado esta actividad como su forma de vida. Las empresas y/o
empresarios dedicados a este giro, son muy diversas, predomina el cultivo de
abulón, ostión, mejillón, y atún, entre otros; en cuanto al cultivo de camarón,
puede decirse que su desarrollo es incipiente, dado que la actividad es muy
reciente.
Hasta ahora, los principales productores de camarón se localizan en el
Valle de Mexicali, trabajan individualmente y su articulación es escasa; sin
embargo, dentro de su escasa articulación, se identifican tres subgrupos. Esta
segregación representa un obstáculo para la competitividad de la actividad
(Alcalá, 2007).
En la conformación de un clúster, no sólo participan empresas, también
se requiere de instituciones como las universidades, dado que la integración se
extiende verticalmente en la cadena de valor y horizontalmente a empresas de
productos complementarios (Porter, 1990).
En este sentido, B. C. cuenta con las instituciones académicas de nivel
superior así como con los centros de investigación con los cuales se puede dar
el apoyo en cuanto a formación de recurso humano y desarrollo de
investigaciones a favor de la integración y desarrollo del clúster camaronícola.
La revisión de las características generales del estado, permiten
clarificar las ventajas comparativas con que cuenta, mismas que pueden
ponerse al servicio de la acuicultura, particularmente del camarón a fin de
detonar su desarrollo competitivo.
La acuicultura en Baja California
Hasta ahora, el gobierno del Estado a través de la Secretaría de Fomento
Agropecuario (SEFOA) impulsa el desarrollo de la acuicultura del camarón,
proveyendo capacitación, adquiriendo las larvas y supervisando los servicios
de laboratorio, sin embargo aún deben diseñarse e implementarse políticas
públicas que detonen el crecimiento y consolidación de las plantas ya
establecidas.
En este sentido, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos
naturales y Pesca (SAGARPA) propone la creación y posterior consolidación
de un sistema-producto, como alternativa para mantener un nivel adecuado de
competitividad a largo plazo. La Ley de Desarrollo Rural Sustentable (LDRS) en
su artículo tercero, fracción XXXI define el Sistema Producto como “el conjunto
de elementos y agentes concurrentes de los procesos productivos de productos
agropecuarios, incluidos el abastecimiento de equipo técnico, insumos y
servicios de la producción primaria, acopio, transformación, distribución y
comercialización” (SAGARPA, s.f.).
Por lo que en este sentido, el Sistema-Producto es equivalente a la
Cadena Productiva, es decir es el conjunto de actores que participan en la
producción de un producto agropecuario, desde el abastecimiento de insumos,
servicios para la producción primaria, producción, acopio, transformación,
distribución, comercialización y consumo.
En términos de Cardona (op. cit.) la competitividad estaría dada por la
capacidad del Sistema-Producto, de mantener sistemáticamente ventajas
comparativas que le permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada
posición en el entorno socioeconómico, hasta obtener ventajas competitivas
sobre sus competidores. Sin embargo, primero deben atenderse los rezagos
estructurales y las disparidades regionales, a fin de crear condiciones de
productividad y eficiencia. El gran reto, consolidar la acuicultura de camarón
con una visión: moderna, productiva y competitiva.
Además, con la globalización y los tratados comerciales firmados por el
país paralelamente han desaparecido poco a poco las barreras comerciales,
hecho que por un lado abre oportunidades para vender en mercados más
amplios, pero a su vez abre el mercado nacional a las empresas extranjeras.
Conclusiones
El concepto de acuicultura como actividad económica generadora de riqueza,
es un concepto nuevo en BC, el cual apenas ha sido asimilado por un pequeño
sector acuícola. Muchos de los productores carecen de una visión empresarial
de ahí también la razón por la cual la actividad no se ha desarrollado como lo
permiten las condiciones de ventaja comparativa y la demanda insatisfecha del
mercado.
Aún así se requiere que el gobierno considere más esta actividad en sus
políticas de desarrollo económico y les provea apoyos adicionales que permitan
despuntar la actividad.
La conformación de un sistema-producto es una alternativa para integrar
a los actores y con ello detonar la competitividad de la acuicultura y
particularmente de la especie camarón; una vez integrados particularmente los
productores pueden acceder a apoyos crediticios, adquirir equipo y tecnología,
realizar investigación, y presionar para que el gobierno les proporcione mejor
infraestructura.
Adicionalmente, para detonar el desarrollo de esta actividad económica
es necesario que el gobierno ofrezca bienes con valor agregado y a precios
competitivos, que garanticen la incursión exitosa en los mercados nacionales e
internacionales de las empresas sociales y privadas involucradas en la
actividad.
Algunas líneas estratégicas a considerar son:
1. Sanidad. Campañas permanentes de sanidad e inocuidad de los cultivos de
camarón, a través de la creación de un Comité de Sanidad Acuícola del
Estado y mejora de la calidad de agua en los estanques acuícolas a través
de obras de infraestructura acuícola.
2. Organización. La construcción de una red de científicos, productores,
transformadores y comercializadores que permita el diseño e imple-
mentación de políticas públicas en el sector.
3. Infraestructura. Potenciar la inversión privada a través de la inversión
pública en obras de uso común.
4. Investigación y desarrollo. Vinculación con el sector académico a fin de
orientar la investigación científica y tecnológica para ofrecer tecnologías
novedosas de producción, transformación y comercialización del camarón de
acuicultura.
5. Capitalización. Orientar la inversión privada a través de instrumentos
financieros y apoyos a las actividades dentro del sector con mayor potencial
de crecimiento y de generación de riqueza.
Un reto a la competitividad de la acuicultura de camarón en Baja California,
es la obtención de certificaciones HACCP para cada una de las empresas
productoras, certificación que garantizaría la calidad e inocuidad indiscutible del
producto, actualmente ésta norma es requisito para ingresar al mercado de
varios países.
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