El hombre es un ser que solo puede desarrollar sus potenciales en comunidad, es decir, en solidaridad con los demás. Ello implica que debe reconocer su entorno (personas, cosas, etc.), debe interactuar con los elementos que le rodean y comprometerse con los demás en la transformación del mundo y de la historia

Antes que nada, el ser humano debe interrogarse sobre si mismo indagar sobre su propia naturaleza y circunstancias, capacidades, limitaciones; luego debe mirar hacia los lados, darse cuenta que esta rodeado, no solo de cosas sino de otras personas que son absolutamente diferentes a él, pero que de la misma manera merecen ser reconocidas, aceptadas y toleradas con todas sus deficiencias, con todos sus talentos y valorar con igual o más dignidad que uno mismo.

En este proceso de descubrimiento y aceptación del otro e interacción con la inmensidad y variedad de cosas existentes, es donde el hombre se interroga por todo este infinito misterio que lo rodea, sobre su origen y proceso de evolución hasta la configuración actual.

Es allí donde se halla frente al gran INTERROGANTE, que durante miles de años ha inquietado a los hombres de las diversas épocas y que ellos han reconocido como DIOS, ante el cual el ser humano se reconoce idéntico, parecido, semejante y desea rendirle tributo (culto) de manera especial, pues ya sabe que Él le proporciona todo lo que posee y es en Sí.

EL HOMBRE SE

CUESTIONA

La experiencia de la vida ordinaria del ser humano es lo que lo ha conducido a plantearse grandes interrogantes que son inevitables y que le son absolutamente indispensables, porque sin una respuesta a ellos no podrá alcanzar su felicidad y realización plena

Desde hace mucho tiempo un hombre se planteo el hecho del conocimiento a partir de la siguiente frase: “Conócete a ti mismo”. Esto constituye en definitiva un gran punto de partida, puesto que el dominio del exterior o entorno comienza por el dominio y el conocimiento de uno mismo.

¿Por qué vivo?¿Por qué trabajo, por que descanso?¿Qué es lo que pretendo?

¿Que sentido tiene esto que me rodea?,¿De donde viene y hacia

dónde va mi vida?¿Adónde podría ir mi vida?

¿Adónde debo ir para ir bien?¿Cuáles son mis meta?¿Que hace un ser como yo

en un sitio como este?¿Vivo en realidad o estoy

soñando que vivo?

Si no se contestan de manera amplia estas preguntas, aún cuando se sepan muchas otras cosas, en realidad no me conozco, es decir que soy un perfecto desconocido para mi mismo y no se ni siquiera para que vivo y para que hago lo que estoy haciendo. Necesito saber no solo para saber por saber, sino para saber para que sirve lo que sé. ¿Que hago, que voy hacer conmigo mismo, con lo que sé y con lo que puedo hacer? ¡Dios mío! ¿Qué haría yo sin mí?.

El hombre además de ser inteligente, libre, responsable, único, de estar situado en un mundo concreto, de ser junto con otros, de ser religioso, es un ser con una especial dignidad.

Dignidad es aquello que reclama de si mismo y de los otros respeto, estimación, cuidado y realización. El hombre tiene dignidad por que es persona humana.

La dignidad humana debe llevar al hombre a estimar y respetar su propia persona y la de los demás y procurar condiciones de vida acordes a esa misma dignidad que ostenta.

Respetar la dignidad de la persona humana es ante todo hacerse otro yo en el OTRO, para que viéndose en el lo respete y venere como lo hace consigo mismo.