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Por la reconquista Por la reconquista Por la reconquista Por la reconquista Mendoza, abril 2013- Año III - Número 18 Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Resurrección Resurrección Resurrección Resurrección Resurrección Resurrección Resurrección Resurrección Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche ¡Para que Él reine! ¡Para que Él reine! ¡Para que Él reine! ¡Para que Él reine! La Juventud: La Juventud: La Juventud: La Juventud: La Juventud: La Juventud: La Juventud: La Juventud: Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural - - - - - - Deuda pública y déficit fiscal Deuda pública y déficit fiscal Deuda pública y déficit fiscal Deuda pública y déficit fiscal Deuda pública y déficit fiscal Deuda pública y déficit fiscal Deuda pública y déficit fiscal Deuda pública y déficit fiscal Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles Revista mensual de interés general — abril de 2013 — Año III— N° 18 - Mendoza - Argentina VADE VADE FRANCISCE FRANCISCE REPARA DOMUM REPARA DOMUM MEAM QUAE LABITUR MEAM QUAE LABITUR Además: Además: Además: Además:

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Por la reconquistaPor la reconquistaPor la reconquistaPor la reconquista

Mendoza, abril 2013- Año III - Número 18

Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Domingo de Pascua de Resurrección Resurrección Resurrección Resurrección Resurrección Resurrección Resurrección Resurrección

Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche Volando en l a Noche

¡Para que Él reine!¡Para que Él reine!¡Para que Él reine!¡Para que Él reine!

La Juventud: La Juventud: La Juventud: La Juventud: La Juventud: La Juventud: La Juventud: La Juventud: Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural Tiempo de Lucha Preternatural -------- Deuda pública y déficit fiscalDeuda pública y déficit fiscalDeuda pública y déficit fiscalDeuda pública y déficit fiscalDeuda pública y déficit fiscalDeuda pública y déficit fiscalDeuda pública y déficit fiscalDeuda pública y déficit fiscal

Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de Exposición del Símbolo de los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles los Apóstoles

Revista mensual de interés general — abril de 2013 — Año III— N° 18 - Mendoza - Argentina

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Francisco Ochoa ay un texto evangélico que, a pesar de ser muy conocido, merece ser recordado en estos días: “Tú eres Pedro [Petrus], y sobre esta piedra [Petra] edificaré mi Iglesia y

las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. A ti te

daré las llaves del reino de los cielos: lo que atares en la tierra que-

dará atado en el cielo, lo que desatares en la tierra quedará de-

satado en el cielo” (Mt 16, 18-19). Tremendo poder dado por Dios a un hombre: ser fundamento (piedra) de la Iglesia de Cristo (Su Igle-sia), con la autoridad para atar y desatar. Cristo solamente le pide a ese hombre la fidelidad en el amor: “Simón hijo de Juan ¿me amas

más que estos? Le dice él: sí Señor, tu sabes que te quiero. Le dice

Jesús: apacienta mis corderos…” (Jn 21, 15-18). Por tres veces el Señor le pide que testimonie la fidelidad de su amor, y por tres veces le encarga el pastoreo de su rebaño. Enorme responsabilidad, dada también a un hombre: manifestar el amor que tiene a Cristo “siendo pastor fiel sometido al príncipe de los pastores” (San Agustín). Para cumplir con esta tarea y administrar juiciosa-mente este poder cuenta con la asistencia del Espíritu San-to, y con la oración del mismo Cristo: “Simón, Simón, mira

que el demonio ha solicitado el poder zarandearos como al

trigo, pero Yo he rezado por ti para que tu fe no perezca, y

tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos” (Lc 22, 32). La promesa de Dios es la de proteger la fe de Pedro, a fin de que con-firme, cuide, y enseñe la fe de los cristianos. Pero las demás deci-siones de gobierno de la barca de Pedro corren por cuenta suya. Y este es el misterio del Primado de Pedro: autoridad total, inmedia-ta, sobre todos los fieles cristianos, en lo que atañe a su religión católica.

El pasado 13 de Marzo el Cónclave culminó su tarea: El CARDENAL JORGE MARIO BERGOGLIO, Arzobispo de Buenos Aires, fue elegido como Obispo de Roma; y por lo tanto nuevo Pontífice. Sin querer entrar en expresiones de alegría desmesurada, ¡PARA QUE ÉL REINE! invita a sus lectores a una profunda reflexión.

El hoy Obispo Emérito de Roma, BENEDICTO XVI (pues así hay que seguir llamándolo) había dejado su ministerio agotado en su físico y en su espíritu, atendiendo a los graves problemas de la ac-tualidad de la Iglesia. Y hoy, quien asume esa tarea de conducir los destinos de la Iglesia, “Su Iglesia”, es FRANCISCO. Un argentino, uno de los nuestros. Llega al pontificado con fama de vida austera; de caminador de Buenos Aires; de alguien que se mezcla con la gente;

que toma mate y es apasionado por el fútbol y la literatura. Un hom-bre como nosotros; un típico “porteño”.

Visión muy simplista, pues si Jesús eligió a San Pedro para que comandara “Su Iglesia” no fue por ser conocedor de Galilea, o un buen pescador en el lago Tiberíades: Lo eligió porque Pedro estaba enamorado de su Persona, convencido de que era el Redentor del mundo; porque era un amigo de ley; capaz de lanzarse en una de-fensa alocada de su Señor y de traicionarlo luego frente a unas pocas personas del pueblo; pero también capaz de un enorme y sentido arrepentimiento, que duró toda su vida y lo llevó a solicitar morir crucificado cabeza abajo, por considerarse indigno de morir igual que su Maestro. Eligió a un enamorado, a un apasionado. Y así debe ser un Pontífice: Un enamorado de Cristo, que busca en primer lugar la santidad propia y la de los demás, y que es un apa-sionado de Cristo y su mensaje.

No es la primera vez que la Iglesia es gobernada por un descono-cido. Nos viene a la memoria el inicio del pontificado de Juan Pablo II: un pontífice “que vino de lejos” a conducir la Barca de Pedro. Y fue un Pontífice que caló hondo en la Iglesia y en el mundo, pero en especial en su Polonia natal. Su Patria estaba sumida en el agobio de una tiranía marxista, donde los más perseguidos eran los sacer-dotes y fieles católicos (recordemos el martirio del P. JERZY POPIEŁUSZKO, beatificado por Benedicto XVI el 6 de Junio de 2010; y la persecución sufrida por los miembros del sindicato católico Solidari-

dad). Polonia fue fiel al pontificado de su compatriota y lo acom-pañó con su oración y sacrificio, y logró algo que parecía impo-

sible: La caída del régimen marxista. Este hecho histórico fue el comienzo del fin del comunismo en Europa. Polonia res-pondió al designio de Dios: Dio mártires, misioneros, hom-bres de gobierno fieles a Dios y a la Patria. Y fue el apoyo y el

refugio del Pontífice que había nacido en sus tierras y rogaba, en el Santuario de JASNA GORA, a la VIRGEN DE CZESTOCHOWA, la

protectora de Polonia.

En la historia Dios elige a determinadas naciones para cumplir sus designios, para que encabecen virilmente movimientos de reno-vación del espíritu cristiano y expandan su doctrina: Francia en los albores de la Iglesia, España en el siglo XVI, Polonia a finales del siglo XX. Creemos que ha llegado el tiempo de La Argentina. Dios nos ha dado un Papa argentino, y con ello una misión: sostenerlo con nuestra oración y sacrificios. Tenemos el deber de responder a este llamado especial de Dios a nuestra Patria con una decidida conver-sión, del corazón y de las obras, para que impetremos por el amor de Francisco a Cristo; para que este crezca y se desarrolle; para que sea fiel al Señor y sepa conducir “Su Iglesia” según el corazón de Dios; para que resueltamente busque su santidad y la de todos los cristianos; para que con decisión “confirme a sus hermanos”. Pida-mos a la Virgen de Luján, la Patrona y protectora de la Argentina, que comprendamos como pueblo que tener un Papa argentino es una gran responsabilidad, es una cruz que Dios ha querido enviarnos y que, como toda cruz, es una gracia. Que así sea♦

SumarioSumarioSumarioSumario

Editorial Editorial Editorial Editorial ---- EL PRIMADO DE PEDROEL PRIMADO DE PEDROEL PRIMADO DE PEDROEL PRIMADO DE PEDRO - por Francisco Ochoa 02

DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓN DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓN DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓN DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓN - por P. Leonardo Castellani 03

VOLANDO EN LA NOCHE VOLANDO EN LA NOCHE VOLANDO EN LA NOCHE VOLANDO EN LA NOCHE ---- por Com. (R) Eduardo García Puebla 05

EXPOSICIÓN DEL SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES EXPOSICIÓN DEL SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES EXPOSICIÓN DEL SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES EXPOSICIÓN DEL SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES ---- por S Tomás de Aquino 11

DEUDA PÚBLICA Y DÉFICIT FISCAL DEUDA PÚBLICA Y DÉFICIT FISCAL DEUDA PÚBLICA Y DÉFICIT FISCAL DEUDA PÚBLICA Y DÉFICIT FISCAL ---- por Héctor Luis Giuliano 13

LA JUVENTUD: Tiempo de Lucha PreternaturalLA JUVENTUD: Tiempo de Lucha PreternaturalLA JUVENTUD: Tiempo de Lucha PreternaturalLA JUVENTUD: Tiempo de Lucha Preternatural ---- por P. Ramón Daniel Sasso 15

ORACIÓNORACIÓNORACIÓNORACIÓN A CRISTO RESUCITADOA CRISTO RESUCITADOA CRISTO RESUCITADOA CRISTO RESUCITADO 16

2 Editorial

P a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n e

Para que Él reine

Revista mensual de interés general Abril de 2013 Año III - N° 18

Mendoza - Argentina

EQUIPO DE TRABAJOEQUIPO DE TRABAJOEQUIPO DE TRABAJOEQUIPO DE TRABAJO

DirectorDirectorDirectorDirector: Rodolfo L. Gallardo.

Jefe de Redacción: Francisco Ochoa.

Revisión: Rubén Blanch

Diagramación y Diseño: Rubén Villegas

Administración: Marcos Daniel Guevara

Distribución: Alejandro López - Bruno Cúneo

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HHHH

EEEEDITORIALDITORIALDITORIALDITORIAL EL PRIMADO DE PEDRO

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P. Leonardo Castellani

La Pascua es la fiesta más grande de

los cristianos como lo era y lo es de los judí-os: para los judíos festejaba la liberación de la esclavitud en el Egipto; para los cristia-nos festeja la liberación de la Muerte: Pas-cua de Resurrección.

¡Aleluya! La Iglesia quiere que nos ale-gremos y hace todo lo posible para que nos alegremos: es la Pascua Florida. En Europa cae en la estación de las flores; aquí en el hemisferio Sur, las estaciones están cam-biadas y las fiestas litúrgicas caen a contra-pelo: la Navidad en verano, el Corpus en invierno y la Pascua en otoño; pero esto último está bien: el otoño es la estación de los frutos: no es Pascua Florida, es Pascua Frutal; y San Pablo compara la resurrección de la carne a los frutos1. Sembramos una semilla y muere, como hemos muerto al mundo y al pecado —por lo menos así lo prometimos en el Bautismo—; y Dios a ese granito de trigo enterrado le da cuerpo en muchos otros granos: le da flor y fruto. La flor no es el último fin de la planta: repre-senta nuestras buenas obras en nuestra vida. El fruto es el final de la planta: el fruto de nuestra vida es la resurrección.

San Pablo dijo: "Si Cristo no resucitó, somos los más desdichados de los hombres: nues-tra fe es vana, vana nuestra esperanza"2. La condicional contraria es verdadera: "Si Cristo resucitó, somos los más felices de los hombres"; o "los menos desdicha-dos", si quieren. Porque el que cree que su cuerpo va a resucitar sano y glorioso y su alma semejante a Dios, ¿qué trabajos, qué desgracias, qué aflicciones no podrá super-ar, incluso con alegría? Cúlpense a sí mis-mos los cristianos que se aplastan o deses-peran bajo los contrastes desta vida: tienen en sus manos un remedio que no usan, la fe en la Resurrección. —¿Por qué no preva-lece tu fe? —Porque tengo poca fe. —¿Por qué tienes poca fe? —Porque Dios no me la da. —¿Por qué no oras entonces? "¿Está afligido alguno de vosotros? ORE", dice el Apóstol Santiago3.

¿Cómo sabemos que Cristo resucitó? Es un hecho histórico; es también un hecho meta histórico, por encima de la historia, por ser un hecho sobrenatural, milagroso; digamos "increíble"; pero es un hecho his-tórico, es el hecho histórico que tiene más peso de testimonio histórico que todos los

otros hechos históricos del mundo. Si algu-no hoy no creyera que Cristóbal Colón exis-tió, sería tenido por loco; y hay mayor testi-monio histórico de la Resurrección de Cris-to que de la existencia de Colón. ¿Entonces los que no creen en Cristo son locos? Son peor que locos, son impíos. Pues para creer en Cristo es necesario, además de la evi-dencia histórica (que hay que saber) enci-ma un acto de fe, que éstos se niegan a hacer. Dicen: —Porque la resurrección de Cristo es contra la razón. —Es sobre la ra-zón, no es contra la razón. —Me basta que sea sobre la razón para negarla. —Culpablemente la niegas.

Basta la evidencia histórica para que uno no pueda negar la existencia de Colón; pero no basta la evidencia histórica para forzarnos a creer en la Resurrección: basta para que yo pueda creer, pero no basta a forzarme a creer, como en el otro caso. Falta un acto de mi voluntad, hay que dar un salto, de la evidencia a la creencia; o un pequeño vuelo. Los que no quieren dar ese salto dan muchas veces un salto contrario, hacia abajo de la razón, hacia el absurdo.

La fe es libre, no es forzada; la eviden-cia natural es forzosa o forzante. Por eso existen y han existido durante veinte siglos

incrédulos que dicen: "No resucitó", y cre-yentes que afirman, incluso con su vida y con su sangre: "Sí, resucitó". Como dice San Pablo: "¿Para qué me estoy matando yo aquí, si Cristo no resucitó?" Ponía su propia vida como testimonio4.

¿Cuál es la evidencia histórica que tene-mos de la Resurrección? La indicaré breve-mente (porque el tiempo es breve) en cua-tro cabezas:

I. Han escuchado el Evangelio de hoy: es una narración seca y escueta de la apari-ción de Cristo a las Mujeres que fueron al sepulcro la mañana del Domingo. Los cua-tro Evangelios son así: son crónicas secas y escuetas de hechos pelados, anotados sin emoción y sin comentarios: no hay signos de admiración ni de alegría ni de tristeza, no hay epifonemas, no hay exclamaciones; son más "objetivos" (como dicen hoy) que la crónica de la guerra del Peloponeso por Tucídides. Estas cuatro crónicas indepen-dientes cuentan después de esta "aparición" de Cristo vivo, otras nueve apa-riciones, una dellas a más de 500 discípulos juntos, el día de la Ascensión. Tenemos pues cuatro documentos históricos, fide-dignos, de primer orden, que nos relatan la Resurrección de Cristo5.

II. Los Apóstoles, que estaban derrota-dos y aterrorizados, después del Domingo de Pascua se vuelven valientes como leo-nes, más valientes que leones. Se ponen públicamente a predicar la Resurrección del Maestro: son arrastrados al Tribunal, condenados, azotados, uno dellos muerto, Santiago el Menor; los fieles que creen en ellos son despojados de sus bienes, exco-mulgados, perseguidos, algunos dellos muertos, como San Esteban; y no cejan, sino que aumentan cada día. "Creo a testigos que se dejan matar" —dijo Pascal. Muchos dellos eran testigos presenciales, dice San Pablo en el año 57: "Y algunos dellos todavía viven "6.

3333 Pascua

[email protected] - abril - N º 18

DOMINGO DE PASCUA DE DOMINGO DE PASCUA DE DOMINGO DE PASCUA DE DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓNRESURRECCIÓNRESURRECCIÓNRESURRECCIÓN

Tomado del Libro Domingueras Prédicas II (Mza., Ed. Jauja, 1998)

“Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamarle. Y muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, van al se-pulcro. Se decían unas a otras: «¿Quién nos retirará la piedra de la puerta del sepulcro?» Y levan-tando los ojos ven que la piedra estaba ya retirada; y eso que era muy grande. Y entrando en el sepulcro vieron a un joven sentado en el lado derecho, vestido con una túnica blanca, y se asustaron. Pero él les dice: «No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron. Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro que va adelante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo» " (Mc. 16, 1-7)

No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí.Crucificado; ha resucitado, no está aquí.Crucificado; ha resucitado, no está aquí.Crucificado; ha resucitado, no está aquí.

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4 Pascua

III. El año 323 "todo el mundo era cristia-no"7 (ya San Pablo dijo esta frase), es decir, el Imperio Romano, todo el mundo civiliza-do. Existían manchas de "paganos" en los "pagos" o poblachos, que se iban convir-tiendo al Cristianismo. Existían herejías, que eran combatidas y eran vencidas todas. Existían algunos incrédulos, contra los cua-les San Agustín hacía su famoso argumento de los Tres Increíbles, que dice así: "Hay tres Increíbles: increíble es que un hombre haya resuci-tado de entre los muertos. Increíble es que todo el mundo haya creído ese Increíble. Increíble es que doce hombres rudos, ignorantes, desarmados y plebeyos hayan persuadido a todo el mundo, y en él también a los sabios y filósofos [de los cuales San Agustín era uno] de aquél primer Increí-ble. ¿El primer Increíble no lo queréis creer? El segundo no tenéis más remedio que ver, y no lo podéis negar. De donde por fuerza tenéis que admitir el tercero, es decir que los doce Apóstoles han convencido al mundo; y éste es un milagro tan grande como la resurrección de un muerto."

Estos Tres Increíbles de San Agustín son lo que el Concilio Vaticano I llamó "el Mila-gro Moral de la Iglesia"; que solo él basta a probar la verdad de la Iglesia; y de la Resu-rrección que ella predica.

IV. De entonces acá, la mayor y la mejor parte del mundo, la raza blanca de Occiden-te, es decir Europa y América, ha creído durante quince o dieciséis siglos en la Resu-rrección; y los hombres sabios dentro de-lla8. Que un día esa muchedumbre de millo-nes y millones va a desaparecer, y quedarán muy pocos que crean firmemente en la Resurrección, yo lo sé; pero eso durará sola-mente tres años y medio: la Gran Apostasía que precederá a la Segunda Venida9.

Ése es el fundamento de nuestra fe. ¿Qué dicen los incrédulos contra él? Lo mis-mo que dijeron los judíos el siglo I, dos dis-parates que no tengo tiempo de refutar y pondré solamente delante de la considera-ción de Ustedes; esto basta: son disparates manifiestos.

Primero, dicen que los Apóstoles vinie-ron y robaron el Cuerpo de Jesús y lo ocul-taron: no pudieron negar los judíos que el Sepulcro estaba vacío. Los Fariseos dieron dinero a los Guardias del Sepulcro para que atestiguasen eso: "que estando nosotros dormi-dos, los Apóstoles robaron el Cuerpo."10 "¡Oh ciegos —dice San Agustín— que traéis testigos dormidos para atestiguar un hecho que pasó es-tando ellos dormidos!"

Segundo, que Cristo estaba vivo, y se levantó con una lanzada en el corazón y todo, levantó la enorme lápida del sepulcro, y disparó; o bien estaba bien muerto y se pudrió allí en el sepulcro, y los Apóstoles después tuvieron alucinaciones visuales y

auditivas e incluso táctiles todo junto (lo cual médicamente es imposible), incluso 500 hombres juntos. Eso lo dice, por ejem-plo, un libro muy malo, que ha salido tradu-cido entre nosotros, del inglés Lawrence, Editorial Losada: es un libro blasfemo y obs-ceno. Una curiosidad diré: resulta que una revista católica, hecha por religiosas, la re-vista "Señales", lo recomendó. ¿Por qué? Por un error que yo no puedo comprender. Les escribí una carta avisándoles del error, y se enojaron conmigo. También dice lo mis-mo el voluminoso "Esquema de la Historia" de Herbert George Wells, también traduci-do y que corre entre nosotros: una historia plagada de gordos errores históricos11.

Esas dos hipótesis (que son dos gordos absurdos) las dejo al sentido común de Us-tedes.

Este hecho histórico es el fundamento de nuestra fe. Pero como dije, hay que hacer actos de fe: hay que alimentar la fe, que si no, languidece, y aun perece, tan

amenazada y combatida como está hoy día. El cristiano tiene obligación grave de hacer actos de fe, que es su primera obligación para con Dios; y cumplimos con esa obliga-ción cuando rezamos con atención y devo-ción el Credo, como dentro de algunos mi-nutos: "Creo que resucitó dentre los muer-tos; creo en la resurrección de la carne"♦

NotasNotasNotasNotas 1 I Corintios 15, 36-44. 2 Ibíd. 15, 19 y 17. 3 5, 13. 4 En II Corintios 11, 23-29 San Pablo hace un impresionante inventario de sus padecimientos por el Evangelio: "Trabajos, cárceles, azotes, muchas veces en peligro de muerte. Cinco veces recibí de los judíos cuarenta azotes menos uno. Tres veces fui azotado con varas; una vez apedreado; tres veces naufragué; un día y una noche fui náufrago en el mar. Viajes frecuentes; peligros de ríos; peligros de salteadores; peligros de los de mi raza; peligro de los gentiles; peligros en ciudad; peligros en despoblado; peligros por mar; peligros entre falsos hermanos; trabajo y fatiga; noches sin dormir, muchas veces; hambre y sed; muchos días sin comer; frío y desnudez. Y aparte de otras cosas, mi responsabilidad diaria: la preocupación por todas las Iglesias. ¿Quién desfallece sin que yo desfallezca? ¿Quién sufre escándalo sin que yo me abrase?" 5 En SEMILLAS DE HELECHOS Y ELEFANTES, Lewis contrapone el carácter legendario de ciertas historias del Antiguo Testa-mento a la narración evangélica: "El Libro de Jonás es un relato cuyas referencias históricas, incluso las aparentes, son tan escasas como las del Libro de Job; grotesco en sus incidentes, y con una veta perceptible – aunque por su-puesto edificante– de humor típicamente judío. Luego vuélvanse al Evangelio de San Juan. Lean los diálogos: el que Jesús mantuvo con la mujer samaritana junto al pozo (4, 1-26), o el que sigue a la curación del ciegonato (9, 8-41). Miren las imágenes. Jesús (si se me permite usar la palabra) garabateando en el suelo (8, 8); la inolvidable expresión "éen dé nyx" ("Era de noche", 13, 30). He estado leyendo poemas, ficciones, escritos de visionarios, leyendas, mitos toda mi vida. Sé cómo son. Sé que ninguno de ellos se parece a esto. De este texto sólo hay dos juicios posibles: o esto es reportaje -bien ajustado a la realidad-, o algún escritor ignoto del siglo II, sin predecesor ni sucesor conocido, repentinamente anticipó toda la técnica de la narrativa moderna, novelesca, realista. Si esto es falso, debe ser narrativa de esta clase. El lector que no ve esto, sencillamente no ha aprendido a leer. Le recomendaría la lectura de Auerbach*"(la cita está abreviada). * Erich Auerbach, MIMESIS. THE REPRESENTATION OF REALITY IN WESTERN LITERATURE, traducido por Willard R. Trask, Prince-ton, 1953. 6 I Corintios 15, 6. 7 En el 311 un edicto ordenó el cese de la persecución a los cristianos en todo el Imperio. Dos años después el edicto de Milán estableció una serie de disposiciones muy favora-bles a la Iglesia. En el 321, Constantino ordenó el descanso dominical de los tribunales y trabajos corporales, y en mayo del 323 promulgó una ley que castigaba severamen-te a quienes obligasen a los cristianos a tomar parte en los sacrificios paganos. 8 En otra homilía sobre este mismo Evangelio Castellani escribe: "El mal es siempre estúpido; la impiedad, aunque se revista o disfrace de ciencia, es necedad: 'Dijo el necio en su corazón: No hay Dios' (Psalmo 13, 1; 52, 1). Si Cristo no resucitó, tendríamos que abdicar de nuestra razón; porque la Resurrección de Cristo está conectada con todo lo que siguió después en la Historia hasta nuestros días; y si la Resurrección es una patraña cualquiera, todo eso se vuelve no solamente incomprensible sino insano y demen-te; toda la Historia. 'El terremoto de la mañana de Pascua', le llaman; es un terremoto que dura hasta hoy". 9 Sobre la Gran Apostasía, ver Lucas 18, 8; // Tesalonicen-ses 2, 3; Apokalypsis 11, 3; 12, 6. 10 Mateo 28, 13. 11 Hilaire Belloc escribió un libro en que señala los errores del "Esquema", y como consecuencia de ello la obra de Wells perdió el crédito científico.

P a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n e

"Creo que resucitó dentre los muertos; "Creo que resucitó dentre los muertos; "Creo que resucitó dentre los muertos; "Creo que resucitó dentre los muertos; creo en la resurrección de la carne"creo en la resurrección de la carne"creo en la resurrección de la carne"creo en la resurrección de la carne"

Imagen del bello rostro de Nuestro SeñorImagen del bello rostro de Nuestro SeñorImagen del bello rostro de Nuestro SeñorImagen del bello rostro de Nuestro Señor

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Com. (R) Eduardo García Puebla (Capitán en Malvinas) – Piloto de Canberra

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Preámbulo

El relato que procede ha sido revisado

y contiene pequeñas correcciones respecto del que entregué inmediatamente después de la Batalla por Malvinas a mi querido ami-go, compañero de promoción y combatiente insigne : CAP. PABLO CARBALLO, hoy Com.(R), para su publicación en sus valiosos libros testimoniales. Con los cruzamientos de in-formación, la madurez y repasando por años lo actuado, he podido reproducir mayor cantidad de detalles que creo enriquecen la vivencia del combate, sin perder la frescura original y dan luz (para tiempos oscuros) sobre los móviles espirituales y morales que nos llevaron a batallar con frente alta y be-nigno corazón.

Al hacer memoria me cuesta recordar lo actuado en la guerra, porque algún mecanis-mo subconsciente de defensa me hace oscu-recer los momentos difíciles. Pero sin em-bargo, todo está allí, hay imágenes imborra-bles que permanecen intactas y reaparecen a los ojos del alma, como el derribo de los queridos amigos: el “Pituso” EDUARDO DE IBÁÑEZ (1er Ten. PM.) y de mi querido com-pañero co-provinciano mendocino MARIO “Coquena” GONZÁLEZ (Cap. PM), que vi caer el 1ro de mayo.

Pero todo refluye cuando vuelve uno a sentarse mentalmente en el avión; vuelve la adrenalina, se acelera el pulso, vuelven las penas y aleluyas, las glorias y los dolores de un tiempo de desnuda verdad para el solda-do. Vuelve el fragor del alado caballero, em-pero se atempera con el sentido del deber cumplido, se recuerda con paz espiritual, con benignidad, con un manto de piedad sobre los caídos de ambos bandos y con gran respeto y añoranza sobre los valores, aciertos y sacrificios por la causa justa, como así también comprensión y compasión por los fallos y errores de la guerra…

Amigos, los “combatientes” no busca-mos aplausos, ni molicie, porque: “La vida es milicia y es combate” (Como bien decía el Padre A. Ezcurra). Queremos que entiendan y aprehendan “la Patria” y el amor a su sus-tancia fundacional olvidada, ya que es don precioso y cada vez más imperioso de salva-

ción nacional y personal.

Porque nadie ama más que el que ofrece su vida por sus amigos.

Despliegue a Río Gallegos Mi tripulación estaba compuesta por el

1ER.TENIENTE JORGE SEGAT, excelente nave-

gador y oficial, amigo personal y por quien relata, por aquel tiempo, un Capitán de 33 años.

Nos encontrábamos muy adentrados ya en la guerra, hablamos de las primeras semanas de junio, y cada día veíamos en los informes de tripulaciones y en la mesa de arena de la BASE AERONAVAL ALMTE. ZAR de TRELEW, que las posiciones argentinas eran más desfavo-rables y se vislumbraba la intención británica de lanzar un ataque terrestre decisivo desde varias direcciones, ya que el desembarco directo en Puerto Argentino había fracasado abiertamente el 1ro de mayo.

Llegó el 12 de Junio y casi sin darnos cuenta, éramos la tripulación con más misio-nes de bombardeo, cosa que se dio porque al ver el derribo del piloto más joven de Es-cuadrón (Ten E. De Ibáñez) el primero de mayo, quedé herido en mi alma de soldado y de Jefe de Sección, y me presenté como voluntario para salir en lugar de sus noveles compañeros de igual grado y similares horas de vuelo (conmigo, mi navegador). Así, en-tramos en alerta nosotros, como numeral 2 del CAPITÁN MARTÍNEZ VILLADA con su nave-gador, 1ER.TENIENTE PAGANO. Recibimos la orden de despliegue a Río Gallegos para reabastecernos y quedar más cercanos a las Islas. (Modo de operación que nos permitía más autonomía de vuelo y por lo tanto ma-yores y más variadas trayectorias de navega-ción para evadir las defensas enemigas).

Guerra de Malvinas

VOLANDO EN LA NOCHEVOLANDO EN LA NOCHEVOLANDO EN LA NOCHEVOLANDO EN LA NOCHE Misión: Ataque al Monte Kent ( 12/13 de junio de 1982 )

A la Santísima Virgen del Carmen, Generala de los Ejércitos del Ande.

1982 – 02 de abril – 2013 A 31 años de la heroica gesta de Malvinas, hoy más que nunca nos urge la obligación de

conmemorar a quienes en 1982 dieron sus vidas por nuestra Patria. Mientras el usurpador inglés se burla de nosotros cantando Good save the queen en las puertas mismas de Ushuaia (EL MALVINENSE –www.malvinense.com.ar); mientras nuestra cancillería actúa de oficio como agente de negocios británico para que estos mismos descarados cuenten con abastecimiento seguro en puertos argentinos y enarbolen en ellos el pabellón rojo de la corona (PARA QUE ÉL REINE, Año II, Nº 16, diciembre de 2012, pág. 10); mientras la presidente vocifera en histrióni-cos discursos la soberanía argentina en tanto que permite la contratación de buques y aero-naves inglesas; mientras desde la Administración de Parques Nacionales se promueve la crea-ción de un parque acuático en el área del banco Namuncurá y el Consejo Federal Pesquero (Acta 18/2008) declara la veda de pesca total para los argentinos en dicha zona, hoy explota-da por buques con licencias de pesca británicas (MENDOZA TRANSPARENTE, http://www.mendozatransparente.com.ar/noticias?offset =10); continúa firme el testimonio de san-gre de nuestros valientes veteranos de aquella heroica gesta y que nos enseña cómo, a pesar de todo, es preciso sacrificar hasta la vida si las circunstancias así nos lo imponen. Y, tam-bién, continúa firme nuestra obligación sagrada de honrarlos con la memoria; y con la volun-tad eficaz de reconquistar nuestra Patria para devolverla a sus raíces hispano católicas y, con ella, a nuestras islas irredentas.

¡MALVINAS VOLVEREMOS!

El equipo de trabajo de El equipo de trabajo de El equipo de trabajo de El equipo de trabajo de PPPPARAARAARAARA QUEQUEQUEQUE É É É ÉLLLL REINEREINEREINEREINE

[email protected] - abril - N º 18

Com. (R) Eduardo García Puebla Com. (R) Eduardo García Puebla Com. (R) Eduardo García Puebla Com. (R) Eduardo García Puebla Piloto de CanberraPiloto de CanberraPiloto de CanberraPiloto de Canberra

Pilotos y mecánicos.Pilotos y mecánicos.Pilotos y mecánicos.Pilotos y mecánicos. La vida es milicia y es combateLa vida es milicia y es combateLa vida es milicia y es combateLa vida es milicia y es combate

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Debido a los vuelos rasantes en el mar, las piedrecillas que los vientos patagónicos arrojaban a la pis-ta, el frío y el mantenimiento de campaña, encontramos noveda-des importantes en los aviones. La salida de bombardeo era imperiosa, según mostraba el posiciona-miento británico para una “gran ofensiva”, por lo que las novedades (fallas) debían ser subsanadas aunque fuera parcialmente para salir. Ocurrió en mi caso, debí sufrir porque falló el sistema eléctrico de mi avión, debiendo abortar inicialmente la salida, viendo despegar sólo al otro avión.

Como nunca había dejado inconclusa una misión, ni abandonado a otra tripula-ción, entonces me invadió la euforia de combate y provoqué una “solución técnica peligrosa”: Con el MY. REZOAGLI –Jefe Técni-co, presente en Primera línea – y ante mi vehemente petición, introdujeron a un me-cánico colgando y sostenido de sus piernas, por la parte superior de la turbina (Sin dete-nerla), con verdadero riesgo personal, lo-grando conectar el generador que fallaba, sin cancelar el vuelo…

En el instante de la falla había agradeci-do el “no poder salir” por razones de fuerza mayor, pero al ver despegar al otro avión se me partió el alma y me dio desesperación por seguirlo. Cuando al fin despegué con el avión apto para el combate, le di gracias más abundantes todavía a Dios por permitirme cumplir con mi conciencia y no tener que reprocharme deberes incumplidos para con-migo, para con mi infantería (Que se batía en las Islas), para con mis hijos, para con la Patria y para con los caídos…

Así salimos hacia Río Gallegos, con el ansia del peligro, pero con firme convicción. Sabíamos que a esa altura de los aconteci-mientos nuestra acción no modificaría el curso de la guerra, pero sí era necesaria para permitir seguir resistiendo un poco más, para que el costo bélico británico fuese

máximo o al menos para que los sitiados se sintieran respaldados por su Fuerza Aérea,

representando a sus compa-

triotas, que no los abando-naban a su suerte. Sabíamos que las posibili-dades de ser derribados por el incremento y redundancia de las medidas defensivas del enemigo, eran mayores a cada minuto. Pero no podíamos aflojar, eso estaba fuera del corazón y de la mente como algo impensa-ble y bochornoso para la Fuerza que había recibido su “bautismo de fuego”, dando muestras de su valía y de su estirpe, con la sangre cara de tantos héroes alados.

La Misión Nos dieron el objetivo material, -Un

asentamiento de tropas y pertrechos en la base del Monte Kent- y la información com-plementaria referida a posiciones y capaci-dades actualizadas del enemigo. El análisis de posiciones era conocido, pero sobre “las defensas y la flota” se fundaba en deduccio-nes y suposiciones, más que en comproba-ciones dado que nuestra capacidad de com-bate había disminuido -estimo en un 35 % o más- y con ella habían decrecido las opera-ciones aéreas diurnas de exploración y los ilustradores informes de tripulaciones de bombardeo. Advertida la “movilidad” de las posiciones inglesas en tierra y mar, práctica-mente no teníamos idea de los obstáculos que encontraríamos. Nula era también cual-quier posibilidad de ser rescatados por na-ves propias en caso de derribo, por la pre-sencia del HMS Conqueror… Era realmente a todo o nada…

Luego de estudiar los pocos datos y reali-zar una apresurada navegación precomputa-da, nos colocamos los trajes antiexposición, que ya de inicio comenzaban a estrangular-nos (con el collarín de goma que lo hermeti-za en el cuello).

Aproximadamente a las 23:00 horas des-pegamos de “GAL”, individualmente y sin luces de navegación (Por dos razones: debi-do a que “el despegue en sección” y artilla-

dos era muy peligroso con la pista y los co-mandos con probabilidad de congelamiento y porque teníamos indicios firmes de que había vecinos –extranjeros, pero no tanto-

que alertaban a la flota inglesa de nuestra salida). La reu-

nión fue muy dificultosa por haber niebla y nubosidad baja, ade-más de la oscuridad ambiente y del encen-

dido tardío de las luces de navegación. Ascendimos

formados entre nubes, volamos cerca de una hora nivelados con un rumbo paralelo a la ruta directa al

blanco y desplazados hacia el norte por si hubiere un piquete de radar adelantado al oeste de las Islas.

La dificultad de la formación, por las características del avión y condiciones me-teorológicas atraía hasta ese momento toda mi atención. Próximos al punto de descenso, el guía me hizo señas con su linterna, que significaban que tenía problemas, que si-guiera al frente, desprendiéndose él de la formación. (Al regreso supe que se le había engranado una bomba de combustible y sé que lamentó profundamente no haber podi-do seguir). En ese momento sentimos una gran soledad porque la tripulación del otro avión era realmente confiable por su idonei-dad, experiencia y valor, lo que anterior-mente nos daba un elevado grado de seguri-dad de llegar y batir el blanco.

Toda la responsabilidad ahora recaía sobre mis hombros… Razoné que el objetivo se encontraba muy cerca de las posiciones argentinas, lo que me hizo sentir temor de errar nuestra navegación y batir propia tro-pa, sería un temible desastre…

Guerra de Malvinas 6

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MkMkMkMk----62 Canberra 62 Canberra 62 Canberra 62 Canberra cabina y punta de acrílico

PreparativosPreparativosPreparativosPreparativos Equipos y bombas esperan para ser Equipos y bombas esperan para ser Equipos y bombas esperan para ser Equipos y bombas esperan para ser

incorporados a los aviones que realizarán las incorporados a los aviones que realizarán las incorporados a los aviones que realizarán las incorporados a los aviones que realizarán las incursiones nocturnas en la incursiones nocturnas en la incursiones nocturnas en la incursiones nocturnas en la

Guerra del Atlántico SurGuerra del Atlántico SurGuerra del Atlántico SurGuerra del Atlántico Sur

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Guerra de Malvinas 7777 Enemigo al acecho

Continuamos el vuelo e iniciamos el des-censo, calculando hacerlo por debajo de captación del radar enemigo. Rezamos jun-tos un Padre Nuestro pidiendo a Dios que nos permitiera cumplir la misión; es decir llegar, pegar y si fuera posible, volver.

Mientras hacíamos los controles del des-censo me permití vislumbrar la paradoja del combate aéreo: ¡Qué difícil es salir de la comodidad del alojamiento en la retaguardia e introducirse voluntariamente y de golpe en ese infierno de misiles y metralla, pero cuánto más pesa el no hacerlo, el olvidar a los antepasados, a los héroes de todas las guerras patrias; los de ayer y los de hoy, y lo que es más grande que ellos mismos, las razones profundas y trascendentes por las que se habían inmolado. Al com-prender cabalmente el significado de esta “última cruzada”, entonces de-diqué el empeño a los que estaban aun en sus trincheras combatiendo ferozmente con escasa munición, abrigo, agua y comida y con las lí-neas de abastecimiento cortadas por el enemigo. Ya estaba todo claro…

Nos hicimos luego la promesa de acallar cualquier distracción que nos dispersara de la operación en sí, para no dejar todo en manos de Dios, sin poner lo máximo de nues-tra parte.

Logré aquietar mis pensamientos y sentí, según creo, claridad y resig-nación, asumiendo sin tristeza mi casi segura muerte. Ya había escrito cartas de despedida a mi esposa y familiares, y ambos estábamos en gracia de Dios, así que no había más que hablar.

Volando a muy baja altura entrábamos intermitentemente en nubes y chubascos, lo que disminuía a cero la visibilidad. Nuestro anticuado Radar Doppler, diseñado para volar sobre tierra, había entrado en memo-ria cientos de kilómetros atrás, así que Jor-ge, mi navegador, debió ingeniarse para interpolar los ángulos e intensidades de los vientos que habíamos observado al ascen-der, para aplicarlos proporcionalmente en el descenso y estimar cuales serían nuestra posiciones sucesivas.

Estimando haber llegado a un punto “supuesto” de viraje hacia la final de tiro, Jorge me dio como rumbo: 130 grados. Si-multáneamente hacíamos un “control de combustible”. Inicié viraje por derecha des-de el rumbo 80, que traíamos y -comprobando un exceso en el consumo- decidí no cumplir con la velocidad indicada prevista de 370 nudos (630 Km/h), reducién-dola a 320 nudos ( 540 Km/h), lo que dismi-nuía el consumo pero aumentaba considera-blemente la posibilidad de detección y derri-

bo. En pleno giro a rumo 130, providencial-mente se quebró la nubosidad y pude ver con bastante claridad dos embarcaciones que se encontraban al frente y a ambos la-dos de mi curso y que por su apariencia su-puse que eran fragatas enemigas. Sin co-mentar nada al navegador paré el viraje al pasar por 100/110, para no presentar a los radares de tiro toda esa superficie alar (20 m. de envergadura por seis m. en la raíz del ala, entre 3 y 4 veces la de un A4B) y así pa-sar equidistante de ambas y obtener el ma-yor preaviso posible para hacer maniobras evasivas para el caso de un lanzamiento. Saqué de plano de mi cabeza la tentación de cambiar de “Objetivo Material”, porque sería un acto de desobediencia y soberbia de ignoradas consecuencias estratégicas. No comuniqué esto al navegador para no in-

tranquilizarlo, aunque no se lo pude ocultar por mucho tiempo, ya que me insistía sobre la desviación que sufríamos en el rumbo de convergencia hacia la preciada final de tiro. Me reclamó:

– “Por favor, poné bien el rumbo porque así vamos a seguir desviándonos y después me romperé la cabeza para hacer nuevas correcciones cada vez más inseguras para restablecer la navegación”. Allí, no pude mantener el suspenso y le dije:

– “Esta bien, tenemos una fragata a la izquierda y otra a la derecha, con rumbo 130 voy directo a la de la derecha”.

Sólo sentí en el intercomunicador un suspiro y contestó:

-“!Buenooo! Pegate al agua, eyectá los tanques de puntera y acelerá al mango, a ver si pasamos..”

Al filo de la muerte... Claro que bajé hasta que el altímetro me

indicaba casi cero, teniendo como única referencia los esporádicos pero providencia-les reflejos de la luna sobre el mar. Tuve que apagar totalmente el tablero de instrumen-tos para poder visualizar alguna referencia exterior que me permitiese volar tan bajo en

esas condiciones, única defensa efec-tiva, aunque tan peligrosa como un misil. No aumenté la velocidad por-que eso penalizaría nuestra autono-mía y posibilidad de éxito. Mientras, Jorge me informaba con sus lecturas del puesto trasero, los rumbos que intuitivamente yo iba colocando. Ni pensar en eyectar los tanques aun-que sabía que su resistencia aerodi-námica me incrementaba el consumo de combustible y me imponía límites de velocidad máxima…

Nos desplazábamos lentamente en-tre esas dos plataformas de tiro, manteniéndonos en silencio total. Pese al intenso frío nos encontramos

bañados en transpiración y tengo grabado el sonido agitado de nuestra respiración en las máscaras. Pasamos a unas pocas millas y equidistantes de los buques manteniendo la vista clavada en ellos por si veíamos el fogo-nazo característico de misiles, con la inten-ción de esquivarlos o al menos intentarlo. Con los ojos salidos de las órbitas miraba de reojo a ambos lados imaginándome que tenía la vista de un pez, que ve en direccio-nes opuestas a la vez… Acumulando segun-dos de vida y tratando de no hacer ningún viraje innecesario, superamos la línea de fuego cercano. Seguía ahora la preocupación de no poder ver un lanzamiento desde atrás. Los instantes pasaban pesadamente, yo me inclinaba hacia delante, estirando al máximo la extensión de los correajes de sujeción al asiento para incrementar mi visión trasera. Las posibilidades de ser abatidos iban dismi-nuyendo... Luego, entendí por qué no nos derribaron, ya que al otro día se confirmó que eran dos fragatas con aptitud de comba-te, ubicadas en los radiales 010 y 350 de Puerto Argentino. (H.M.S. Arrow y H.M.S. Active.)

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“!Buenooo! Pegate al agua, eyectá los tanques de puntera y “!Buenooo! Pegate al agua, eyectá los tanques de puntera y “!Buenooo! Pegate al agua, eyectá los tanques de puntera y “!Buenooo! Pegate al agua, eyectá los tanques de puntera y acelerá al mango, a ver si pasamos..”acelerá al mango, a ver si pasamos..”acelerá al mango, a ver si pasamos..”acelerá al mango, a ver si pasamos..”

Bengalas iluminan el cielo de MalvinasBengalas iluminan el cielo de MalvinasBengalas iluminan el cielo de MalvinasBengalas iluminan el cielo de Malvinas

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8 Guerra de Malvinas

Perdidos en la noche Si bien las habíamos superado, tenía por

seguro que me habían detectado y dado la alarma a la flota. Jorge me informó que está-bamos a 5 millas del punto de lanzamiento de nuestras 4.000 libras de bombas. Me dejó atónito el hecho de notar que nos encontrá-bamos en medio del mar, donde todo era oscuridad. Luego, descontando millas por tiempo, me dijo:

– “A 1 milla del punto de lanzamiento”.

Miré en todas direcciones haciendo giros suaves con los ojos -una técnica muy eficaz para ver con visión periférica con muy baja luminosidad- y no había nada, era la soledad de un océano calmo sin asomo de vida algu-na… Dije:

– “Jorge, no hay absolutamente nada, ni islas, ni luces, nada”.

Ante esto y luego de chequear el equipo, él me sugirió:

– “El Doppler está en memoria [modo sin datos actuales] pero además debe de haber acumulado errores en los tramos anteriores; esto coincidiría con el mayor consumo y sig-nificaría que es muy posible que hubiéramos superado varias millas el punto de viraje hacia el blanco y seguramente nos estamos metiendo en la boca del lobo, en el centro de la flota. De ahí que nos encontramos con las fragatas, su primera barrera radárica de detección…”

¡Mmmmm, realmente el comentario era lógico e irrefutable, pero aceptarlo significa-ba el fracaso. Me invadió una sensación de tranquilidad muy extraña que no me agradó del todo por no poder comprenderla ni justi-ficarla y seguidamente sentí un vivo fragor en la confianza de “destruir el objetivo”. Fiel a esto, le dije a mi sufrido navegador:

– “¡Quédate tranquilo que hoy estoy inspirado, le vamos a pegar! Da-me cinco minutos más”.

A lo que respon-dió:

– “Confío en vos, a pesar de las evi-dencias en contra-rio...” (En verdad que confió mas que en sus propios argu-mentos).

Seguí con baja velocidad, menos del "mosca" de combusti-ble (combustible seguro para retornar a la base), semi perdidos y posiblemente rodea-dos de buques (que no veíamos pero que seguro esperaban nuestra irrupción), leyen-do apenas los instrumentos por estar casi apagados y un mínimo afuera por la oscuri-dad, pero continuamos…

Pasaron los cinco minutos y Jorge, con voz enérgica me cantó:

– “Tiempo; top”.

Repasé todo el campo de visión con an-sia indescriptible de ver algo… Pero, nada. Todo mar.

– “Jorge, no hay nada; pero dame los últimos cinco minutos”.

– “Está bien, pero eyectá los tanques [de puntera] porque estamos debajo del «mosca» y acordate que tengo Hijos”

—“No voy a eyectar los tanques porque no hay más y después las demás salidas se quedarían sin autonomía suficiente”.

¡Objetivo a la vista! Apostaba mi vida y la de mi navegador,

ante una fuerte convicción espiritual, moral y técnica, de destruir el objetivo… A la vez, que deseaba aventar cualquier sospecha sobre nuestros bombarderos, que ante las complicaciones pudieran dejar de lado el deber.

Transcurrido otro lapso, Jorge que avisó:

– “Tiempo…; top”.

Guardando silencio, mi pensar se aceleró y me interrogué en mi interior: “¿Dios mío, no quieres que haga lo que debo, por esta causa justa?”

No veía nada y ya no tenía palabras para alentar a mi amigo y navegador y seguir transmitiendo mi confianza, que ya quería flaquear… Pero, ¡no! “Señor, dame una se-ñal, porque no puedo abandonar…”

Buscando con toda el alma, me concen-

tré en el sector derecho de mi campo visual "desenchufando" los demás sentidos y de-jando que mis reflejos llevaran el avión. Pe-netrando la noche me pareció ver un distan-te y tenue parpadeo de luz sobre el horizon-te. Cabían dos posibilidades: que fuera una estrella o una fogata en altura. Era nuestra última opción de encontrar las islas. En ver-dad parecía más una fulgurante figura astral, pero me así de ella y dije:

– “Jorge, veo una fogata que parpadea. Está más alta que nosotros, así que tiene que ser sobre uno de los montes que están al norte de la isla”.

Me temblaba el pulso de sólo imaginar que estaba fabulando sobre algo irreal…

Unos instantes más de vuelo y comprobé que: ¡SÍ! Era una fogata en un punto eleva-do; ¡Era la cadena del Monte Kent! Con tem-blorosa pero intensa alegría exclamé: “¡¡¡Los tenemos!!!”…

Misión cumplida Llamé por radio al radar de Malvinas y

no obtuve respuesta; no insistí para evitar que el enemigo me vectoreara (localización tipo radio-goniometría). Comencé a divisar algunos contornos en la penumbra, cuando de pronto se encendió una gran cantidad de luces adelante y a la izquierda.

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Monte KentMonte KentMonte KentMonte Kent: : : : Posiciones enemigas en la ladera del montePosiciones enemigas en la ladera del montePosiciones enemigas en la ladera del montePosiciones enemigas en la ladera del monte

Bombas argentinasBombas argentinasBombas argentinasBombas argentinas: : : : SoldadosSoldadosSoldadosSoldados preparando souvenires para los inglesespreparando souvenires para los inglesespreparando souvenires para los inglesespreparando souvenires para los ingleses “¡¡¡Los tenemos!!!”...“¡¡¡Los tenemos!!!”...“¡¡¡Los tenemos!!!”...“¡¡¡Los tenemos!!!”...

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9999 Guerra de Malvinas

No lo podía creer, pero era Puerto Argen-tino totalmente iluminado. Veníamos bastan-te bien y con ésta referencia fundamental me ubiqué en la final de tiro, distinguiendo la zona del blanco, en la base del Monte Kent. Orienté y levanté la nariz de mi avión, para apuntar y permitir que las bombas se arma-ran y frenaran con sus paracaídas. Abrí porta-bombas, controlamos tablero de bombardeo, en sus correctas selecciones. Afirmados en la corrida final, escuché el aviso del radar de Malvinas:

– “El avión que ingresa por el norte, aten-to que ha despegado una PAC de Harrier que converge hacia su rumbo”.

Hablando con Jorge, le dije:

– “Esto nada cambia, no podemos alterar nuestra final de tiro”. (Cualquier alteración de velocidad o dirección en ese tramo, inducirí-an un error en la trayectoria de la bombas que haría fracasar la misión íntegra).

Llegamos al punto, lancé mis bombas.

– “Jorge, creo que le dimos”.

Evidentemente habíamos lanzado las bombas en el lugar exacto; al soltarlas pega-mos un salto y en breve lapso un estremeci-miento intenso acompañado de iluminación y posteriormente enrojecimiento del cielo. Eran las 00:20 horas del día 13 de junio; habí-an explotado ya nuestras bombas.

escape hacia la victoria Casi inmediatamente escuché el aviso del

radar de Malvinas:

– “Atento «Mazo», Harriers aproximán-dose por el radial 090 con rumbo de intercep-tación".

Evidentemente venían del portaaviones y fueron alertados por las fragatas. Llamó nue-

vamente el radar di-ciendo:

– “Los bandidos están próximos al Monte Kent, uno de ellos hace viraje hacia el sur”. (Obviamente, el Harrier se posicionaba hacia mí para lanzar sus misiles).

– “Cortamos el radar por seguridad”. (Por sospecha de misil anti-rradiación, supuse.)

Esto quería decir que nos acabábamos de encontrar en el vértice de persecución con la PAC. Quizás los hubie-se confundido la ex-plosión de nuestras bombas, distrayéndo-les por unos segundos;

pero uno de ellos se lanzaba a nuestra caza ya que nosotros llevábamos rumbo sur. Ape-nas superé las crestas de los cerros, pasando a ras de ellas en zig zag, piqué el avión hacia el suelo colocando "G" negativas1 y grité:

– “¡Jorge, lanzá bengalas en forma inter-mitente, ya! ¡Agarra la manija superior de eyección, si sentís un golpe fuerte y se des-controla el avión eyectate, no esperes mi orden, se nos viene al humo!”

Di potencia a pleno e instintivamente estiré mi brazo derecho para eyectar los tan-ques de combustible de puntera de ala que producen gran resistencia aerodinámica y consumo adicional consecuente. Recordé la orden de tratar de no eyectar los tanques, por falta de repuestos, e incluso de volar con éstos a una velocidad superior al limite fijado por manual. Las ideas se agolpaban en mi mente a gran velocidad, si tiraba los tanques desprestigiaba al Escuadrón, permitiendo poner en tela de juicio la subordinación y espíritu de combate del mismo; si no lo hacia y volaba a 450/500 nudos (Cerca de 1000 km/h) no llegaría al continente por falta de com-bustible o por destrucción del avión por pro-blemas estructurales, -por ejemplo si se des-prendía un tanque- … Opté por mantener los tanques y reducir la velocidad a 380 nudos (750 km/h) para ahorrar combustible. Al re-ducir los aceleradores sentí que me sometía a una cacería con perros en la que nosotros éramos una “presa renga”. (No teníamos armamento defensivo, ni siquiera podíamos usar la potencia de 13.000 kg. de empuje y velocidad máxima del noble Canberra). Mi vista escrutaba desde la superficie difusa de las Islas hasta la negrura de la cola de mi avión, tratando de ver la estela del misil Side-winder que nos derribaría, en la noche. Tam-bién yo volaba con una mano en la manija de eyección. Cuando de pronto encontré frente a mí una mole sombría que se nos venía enci-ma… Apliqué toda la fuerza en los comandos haciendo crujir el avión, virando y subiendo para no chocar… (Perdiendo el rumbo calcu-lado y la protección del rasante). No se como pasamos, porque en la negrura alcancé a ver las piedras con nieve que nos tragábamos, Dios sabrá por qué, pero sorteamos un islote que no figuraba en las cartas… (Parece que

no fueron inútiles mis horas de gimnasio y mi apelativo de “Musculito”, que a partir de allí dejó de molestarme).

Inicialmente, teníamos dos opciones para el escape: cortar camino pasando sobre el estrecho de San Carlos, posiblemente con demasiada artillería (Armamento de tierra y de buques), o ascender más al sur. Pero el obstáculo y ascenso inesperados me habían forzado a realizar más “maniobras evasi-vas” (Porque al subir seguramente los rada-res nos habían vuelto a adquirir). Nos pega-mos nuevamente al agua y debimos desviar-nos del rumbo de donde lógicamente nos irían a buscar, el más directo al continente… Las complicaciones de la evasión nos desvia-ron de la ruta hacia el sur. Jorge Segat iba contando, según mi pedido, las millas recorri-das desde el blanco y ambos especulábamos sobre la distancia que se aventurarían a se-guirnos los interceptores. Llegamos así a las 30 millas del blanco, en escape. Allí, Jorge, me dijo:

– “Estimando la posición, calculé combus-tible y no llegamos al continente ni siquiera con esta velocidad, tenemos que subir para consumir menos y me parece que tenés que eyectar los tanques o nos caemos al mar”.

– “¡Bueno viejo, que Dios nos ayude! Pon-go rumbo 270 y asciendo. A los tanques: ¡No!”.

Un regreso incierto Esperábamos el golpe del misil, ya no

quedaba más por hacer… El tiempo fue pa-sando y nada ocurría. ¿Nos habrían perdido? Cuando de pronto se me iluminó toda la cabi-na con un notable chasquido. Sentí un escalo-frío y creí que era el fin. Inmediatamente reconocí, por haberlos visto antes, que eran FUEGOS DE SAN TELMO (descargas eléctricas muy notables de noche, que producen chis-pas de desplazamiento irregular, por adentro y afuera del avión dando sensación de fantas-mal irrealidad). De todas formas ya la adrena-lina corría a chorros por las venas y me perca-té que estaba temblando de pies a cabeza y mi saliva era solo bilis.

[email protected] - abril - N º 18

Publicación de la épocaPublicación de la épocaPublicación de la épocaPublicación de la época....

Canberra en acciónCanberra en acciónCanberra en acciónCanberra en acción. . . .

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Guerra de Malvinas 10 Al comentarle a Jorge, rió y me dijo que

yo recién me daba cuenta porque iba aga-rrado a los fierros, pero él lo venía sufriendo constantemente hacía rato –Realmente , qué tarea tan meritoria la de nuestros nave-gadores; encerrados, separados del mundo, navegan, bombardean y asesoran al piloto, anticipándose muchas veces a sus errores, vaya a saber mediante qué mágico artificio.

Los minutos corrían lentamente y tam-bién la transpiración bajo los trajes imper-meables. ¡Aún no nos derriba-ban!...Llegamos a 80 millas; era increíble. Mientras me relajaba un poco anuncie:

– “¡Creo que podemos darnos por vi-vos!..."

A lo que comentó el Jorge:

– “¡Es cierto pero mi equipo de navega-ción no me indica radial hace tiempo! Esta-mos medio perdidos, así que no cantemos victoria todavía".

Traté entonces de obtener marcaciones radioeléctricas para orientarme. La tempera-tura exterior indicaba 50 grados bajo cero y me pasó por la mente que teníamos que llegar porque: ¡Qué fría debía estar el agua!...

Ninguna emisora entraba en el ADF ya que estaban preventivamente disminuidas de potencia. La única posibilidad, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas, era que nos tomaran y condujeran por ra-dar. Largos se hacían los minutos en que llamaba por VHF sin obtener respuestas. Era factible que estuviéramos tan al sur que nadie nos escuchara, ni aún volando a 40.000 pies (13.000 m). De ser así tendría-mos que eyectarnos por falta de combusti-ble, vaya a saber dónde y sin opciones para ser rescatados. Nuevamente en tensión, reiteré los llamados al radar en todas las frecuencias e indicativos posibles.

Y, nada ocurrió… Entonces hicimos jun-tos unas oraciones y con la paz en el espíri-tu, dije:

– “Jorge, ¿vos que vas a hacer si nos cae-mos al mar en el medio de la nada? ¿Te que-rés eyectar o caer con el avión?”

– “¿Y vos que vas a Hacer ?”

– “Yo caeré con mi caballo de guerra. Pienso que hacen 50 grados bajo cero, no sabemos donde estamos, quizás cerca del Estrecho de Magallanes, porque desconoce-mos los vientos en altura (Fortísimos en esas latitudes); y no existe posibilidad de rescate o supervivencia…”

– “OK, yo también me quedo con vos”.

Y quedamos en paz…

arribo al continente En el absoluto silencio de la inmensidad

estrellada de la noche que se continuaba arriba, abajo y por doquier, como si el uni-verso nos envolviera, miré la majestuosidad de la creación sin fin y pensé en el Creador de tanto bien…

Un poco extasiado por el majestuoso ambiente, sentí un ruido en el aire, una por-tadora en la frecuencia. Y entonces volví a llamar y llamar… Y me respondieron. Pocas veces he escuchado palabra más dulce que el "Prosiga" que recibí del radar de Grande (Río Grande). Gritos de alegría salieron invo-luntariamente de nuestras bocas cuando confirmaron:

– “Haga viraje por derecha para confir-mar posición”. “Los tenemos en pantalla".

Aún sin la certeza de llegar nos dimos el lujo de recordar a nuestras familias. Estába-mos muy desviados al sur pero la maternal voz del radarista nos guió impecablemente hasta el aterrizaje. Al tocar tierra salió al aire el grito de ¡VIVA LA PATRIA!. Y seguidamen-te se escuchó el eco repetido por los hom-bres de la torre y el radar. Eran las 02:00 horas del 13 de junio de 1982. Al bajar nos esperaban dos premios de incalculable va-lor: una medallita de la Virgen de Luján en-tregada por un Suboficial de Marina y las palabras transmitidas desde la Isla (Por per-sonal del Centro de Información y Control, creo que por el Mayor Cátala):

– “Impacto directo en el blanco, cuatro explosiones, misión exitosa, aparentemente gran cantidad de bajas y material destruido, muy buena, gracias!..."

epílogo Que alegría, que legítimo orgullo haber

podido cumplir con el deber, haber podido mantener el prestigio otorgado por nuestros muertos a la querida Fuerza Aérea Argenti-na, haber luchado con un Rosario en el cue-llo, matar o morir sin odio ni resentimientos, retribuir un poquito de ese todo que nos dió

la Patria, honrado por haber combatido en Canberra, por mi tripulación, por todos los aviadores de combate, de transporte, de reconocimiento, fotográficos, de rescate y nuestros valerosísimos pilotos civiles, todos unidos tras el sagrado objetivo común e impulsados por el latido de la misma sangre criolla. No he olvidado a nuestros muertos; ellos merecen el tratamiento de los héroes. Los nuestros (del Escuadrón Canberra) son el CAPITÁN FERNANDO CASADO, 1ER. TENIENTE MARIO GONZÁLEZ y el TENIENTE EDUARDO DE IBÁÑEZ (ascendidos pos mortem). Y tam-poco quiero olvidar a nuestras familias que han sido nuestro silencioso pero vigoroso respaldo moral, alentándonos y sufriendo calladamente.

A la postre, nuestro inmenso agradeci-miento al sagrado trabajo espiritual del Pa-dre RAUCH que en TRELEW nos transmitía la fuerza y misericordia divinas para enfrentar la muerte y del Padre ALBERTO EZCURRA, que alentaba , arengaba y consolaba a nues-tras mujeres, obteniendo un espíritu de combate que muchas veces nos sorprendía. A propósito de ello, previo a cumplir esta misión me comuniqué por teléfono con Ana, mi esposa, que estaba en el Barrio Aeronáu-tico de Paraná, (Con 22 años, teníamos dos hijos en aquél entonces, y uno de ellos muy enfermo) y me dijo: “Gordo, nosotros esta-mos muy bien, vos preocupate por meter todas las bombas en el blanco… Estamos orgullosos de vos”.

Yo dije:

– “!Epa! ¿ Que pasó allá?”

– “Es que nos dió unas charlitas el Padre Ezcurra...”

Y ¡Gracias sin fin! a Nuestro Señor por sus Providencias y por haber puesto seme-jantes sacerdotes junto a nosotros♦

NotaNotaNotaNota 1 El colocar “G” negativas es inusual e incómodo para el vuelo, pero era la única manera de quebrar la inercia del ascenso, poder copiar los desniveles del monte y descender muy pegados, sin tocar las piedras con el alabeo hacia abajo de los casi 11 metros de ala.

P a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n e

Padre Alberto Ezcurra

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11111111 Catecismo

28. No sólo les es necesario a los cris-

tianos creer en un solo Dios, y en que Él es el creador del cielo y de la tierra y de todas las cosas, sino que también les es necesario creer que este Dios es Padre y que Cristo es verdadero Hijo de Dios.

Lo cual, como dice S. Pedro, no es una fábula, sino algo cierto y probado por la pala-bra de Dios en la montaña: Os hemos hecho conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas ingeniosas, sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad. Porque recibió de Dios Padre honor y gloria cuando de la mag-nífica gloria descendió una voz que le decía: Este es mi Hijo amado en quien estoy com-placiéndome, escuchadle. Nosotros mismos oímos esta voz venida del cielo, estando con Él en el monte santo (2 Pe. 1, 16-18).

El mismo Cristo Jesús en muchas ocasio-nes llama también a Dios Padre suyo y se dice Hijo de Dios. Por eso los Apóstoles y los Santos Padres pusieron entre los artículos de fe que Cristo es Hijo de Dios, al decir “Y en Jesucristo su Hijo”, es decir, el Hijo de Dios.

29. Sin embargo, hubo algunos herejes que entendieron esto de manera distinta.

En efecto, Fotino dice que Cristo es Hijo de Dios exactamente como lo son los hom-bres virtuosos que, por vivir honestamente y por cumplir la voluntad de Dios, merecen ser llamados hijos de Dios por adopción. De la misma manera Cristo, dice, cuya vida fue virtuosa y conforme a la voluntad de Dios, mereció ser llamado hijo de Dios; y también afirmó que Cristo no existió antes de la Santí-sima Virgen, sino que comenzó a existir cuando ella lo concibió en su seno.

Y así erró DOBLEMENTE. PRIMERO, por no proclamar que Cristo es verdadero Hijo de Dios según la naturaleza; SEGUNDO, por decir que Cristo, según todo su ser, comenzó a existir en el tiempo; mientras que nuestra fe afirma que Cristo es Hijo de Dios por natura-leza y que lo es “ab aeterno”, conforme a

testimonios expresos de la Sagrada Escritura.

En efecto, CONTRA EL PRIMER ERROR dice la Escritura no sólo que Cristo es Hijo de Dios, sino también que es Hijo único. EL HIJO ÚNICO DE DIOS, QUE ESTÁ EN EL SENO DEL PADRE, ÉL MIS-

MO HA REVELADO A DIOS, dice S. Juan (1, 18). Y contra el segundo error el mismo Cristo ha afirmado: En verdad, en verdad os digo, an-tes que Abraham fuese, Yo soy (Jo. 8, 58). Ahora bien, es claro que Abraham existió

antes que la Santísima Virgen. Por eso los Santos Padres, en otro Símbolo, contra el PRIMER ERROR, agregaron a las palabras: “Creo en Jesucristo” estas otras: “su único Hijo”; y contra el SEGUNDO ERROR: “Nacido del Padre antes de todos los siglos”.

30. Sabelio afirmó ciertamente que Cristo fue anterior a la Santísima Virgen, pero sin embargo afirmó también que no es una la persona del Padre y otra la del Hijo, sino que el mismo Padre se encarnó, por lo cual una misma es la persona del Padre y la del Hijo. Pero esto es erróneo, porque destruye la Trinidad de las personas. Contra esto está la palabra del mismo Jesús a los fariseos: No soy Yo solo, sino Yo y el Padre que me ha enviado (Jo. 8, 16). Y es evidente que nadie se envía a sí mismo. Así, pues, yerra Sabelio. Por eso en el Símbolo de los Padres, al refe-rirse a Cristo, se agrega: “Dios de Dios, Luz de Luz”, es decir, debemos creer que Dios Hijo procede de Dios Padre, y que el Hijo que es luz procede del Padre que es también luz.

31. Arrioa, a pesar de admitir que Cristo es anterior a la Santísima Virgen, y que una es la persona del Padre y otra la del Hijo, atribuye sin embargo a Cristo estas TRES CO-

SAS: PRIMERA, que el Hijo de Dios fue una creatura; SEGUNDA, que no es “ab aeterno”, sino que en un momento del tiempo fue creado por Dios como la más noble de las creaturas; TERCERA, que Dios Hijo no posee la misma naturaleza que Dios Padre, y por lo tanto no es verdadero Dios.

Tal doctrina es asimismo errónea y con tra el testimonio de la Sagrada Escritura. Porque el mismo Jesús dijo: Yo y el Padre somos uno (Jo. 10, 30), evidentemente en cuanto a la naturaleza; y por lo tanto, así como el Padre ha existido siempre, lo mismo el Hijo, y así como el Padre es verdadero Dios, lo es también el Hijo. Por eso, a las palabras de Arrio: “Cristo fue una creatura”, los Padres oponen en su Símbolo estas otras: “Dios verdadero de Dios verdadero”.

[email protected] - abril - N º 18

Arrio (Arrio (Arrio (Arrio (256256256256 ---- 336336336336)))) Sus teorías fueron condenadas por Sus teorías fueron condenadas por Sus teorías fueron condenadas por Sus teorías fueron condenadas por

el Concilio de Niceael Concilio de Niceael Concilio de Niceael Concilio de Nicea

EXPOSICIÓN DEL SÍMBOLO DE EXPOSICIÓN DEL SÍMBOLO DE EXPOSICIÓN DEL SÍMBOLO DE EXPOSICIÓN DEL SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLESLOS APÓSTOLESLOS APÓSTOLESLOS APÓSTOLES

Transcripción de El Credo comentado de SANTO TOMÁS DE AQUINO según la edición de 1.978 de Cruz y Fierro Editores – Bs. As.

trad. por. P. Alfredo Sáenz S.J.

Artículo 2

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de

todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,

engendrado, no creado, consubstancial al Padre, por quien todo fue hecho

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12 Catecismo

Y al error de Arrio: “Cristo no existe ‘ab aeterno’ sino que fue creado en el tiempo”, oponen estas palabras: “Engendrado, no creado”; y contra el último error: “Cristo no es de la misma substancia que el Padre”, agregan en el Símbolo: “Consusbtancial al Padre”.

32. Es claro, por lo tanto, que debemos creer las siguientes verdades: Cristo es el Hijo único de Dios; es verdaderamente Hijo de Dios; ha sido siempre con el Padre; una es la persona del Hijo y otra la del Padre; el Hijo es de una misma naturaleza con el Padre. Pero estas verdades que cree-mos aquí por la fe, en la vida eterna las conoceremos por perfecta visión. Por lo cual para nuestro consuelo diremos algo de estas cosas.

33. Es de saber que los diversos seres tienen diversos modos de generación. En efecto, la generación de Dios es distinta de la de los demás seres; por lo cual no pode-mos llegar a conocer la generación de Dios sino por la generación de aquello que en las creaturas más se asemeja a Dios. Pues bien, ya hemos dicho que nada es tan semejante a Dios como el alma del hombre. Y he aquí el modo cómo engendra el alma: el hombre piensa por su alma algo que se llama con-cepto de la inteligencia; y tal concepto bro-ta del alma como de un padre, y se llama verbo de la inteligencia, o del hombre. El alma, pues, al pensar, engendra su verbo.

De manera semejante, el Hijo de Dios no es otra cosa que el Verbo de Dios; no un verbo que se pronuncia externamente, porque tal verbo exterior pasa, sino como un verbo interiormente concebido; y por eso el Verbo de Dios es de la misma natura-leza que Dios, e igual a Dios.

S. Juan, hablando del Verbo de Dios, destruyó las TRES herejías que hemos enu-merado. PRIMERO, la herejía de Fotino, la cual es rebatida cuando dice: En el comien-zo era el Verbo; en SEGUNDO lugar, la de Sabelio, cuando dice: Y el Verbo estaba en Dios; TERCERO, la de Arrio, cuando dice: Y el Verbo era Dios (Jo. 1, 1).

34. Pero el verbo no está de la misma manera en Dios que en nosotros. Porque en nosotros nuestro verbo es un accidente; en cambio en Dios, el Verbo de Dios, es idénti-co a Dios mismo, puesto que en Dios nada hay que no sea esencia de Dios. Ahora bien, nadie puede decir que Dios no posea Ver-bo, pues ello equivaldría a decir que Dios es insipientísimo. Por eso, así como siempre ha existido Dios, así también su Verbo.

35. Así como el artista ejecuta todas sus obras según el modelo que preconcibió en su interior, modelo que es su verbo, de

manera semejante Dios hace todas las co-sas por su Verbo, que es como su ciencia, su arte. Todas las cosas –dice S. Juan– fue-ron hechas por Él (1, 3).

36. En consecuencia, si el Verbo de Dios es Hijo de Dios, y si todas las palabras de Dios son a semejanza de ese Verbo, en PRI-

MER lugar debemos oír con gusto las pala-bras de Dios. Es señal de que amamos a Dios si escuchamos con agrado sus pala-bras.

En SEGUNDO lugar, debemos creer las palabras de Dios. En efecto, gracias a esta fe, habita en nosotros el Verbo de Dios, es decir, Cristo, que es el Verbo de Dios, con-forme al Apóstol: Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones (Ef. 3, 17). Por el contrario, el Señor dijo a los fariseos: El Verbo de Dios no permanece en vosotros (Jo. 5, 38).

En TERCER lugar, es preciso que medite-mos continuamente sobre el Verbo de Dios que permanece en nosotros. En efecto,

creer no es suficiente, también la medita-ción es necesaria; sin ella no sacaríamos provecho de la presencia del Verbo en no-sotros. Además este tipo de meditación sirve de mucho contra el pecado, como lo muestra esta frase de la Escritura: Dentro de mi corazón he guardado tus palabras, para no pecar contra ti (Ps. 118, 11). El va-rón justo se ejercita en ello sin cesar: En la ley del Señor medita día y noche (Ps. 1, 2). Por lo cual se dice de la Santísima Virgen que conservaba todas estas palabras [verbos] meditándolas en su corazón (Lc. 2, 51).

Conviene, en CUARTO lugar, que el hom-bre comunique la palabra de Dios a los de-más, advirtiendo, predicando y enardecien-do. No salga de vuestra boca palabra daño-sa –decía el Apóstol– sino la que sea buena para la edificación (Ef. 4, 29). Y a los Colo-senses: La Palabra de Cristo permanezca abundantemente dentro de vosotros, con toda sabiduría, enseñándoos y amonestán-doos unos a otros (3, 16). Y a Timoteo: Pre-dica la palabra, insiste con ocasión y sin ella, reprende, exhorta, amenaza con ente-ra paciencia e íntegra doctrina (2 Tim. 4, 2).

Por ÚLTIMO, debemos llevar a la práctica la palabra de Dios, según nos enseña San-tiago: Sed ejecutores de la palabra, y no tan sólo sus oyentes, engañándoos a vosotros mismos (1, 22).

37. La Santísima Virgen, cuando engen-dró en sí el Verbo de Dios, observó por su orden estos cinco deberes relativos a la Palabra de Dios. Porque PRIMERO escuchó la palabra del ángel: El Espíritu Santo vendrá sobre ti (Lc. 2, 35); SEGUNDO, consintió por su fe a esas palabras: He aquí la esclava del Señor (ibid. 38); TERCERO, llevó en su seno al Verbo encarnado; CUARTO, lo dio a luz; QUIN-

TO, lo nutrió y amamantó, por lo cual canta la Iglesia: “Al mismo rey de los ángeles la sola Virgen lo amamantó con su pecho lle-no de cielo”b

NOTANOTANOTANOTA (a) Arrio fue un importante hereje de los primeros siglos de la Iglesia, el cual con su doctrina (Cristo no es Dios, sino un ser “divinizado” y la primer creatura) simplifica el misterio de Cristo, pero cae en herejía. Si Cristo no es Dios, su obra no fue divina y su acto redentor no es válido. Arrio hace ineficaz la redención. Su obra dividió el cristianismo de un modo extremadamente rápido, lo que hace decir a Hillaire Belloc “De pronto amaneció y el mundo fue arriano”, ya que el imperio romano, con su legiones, se hizo arriano. El mismo Emperador Constanti-no simpatizaba con la herejía. Su doctrina fue refutada en el primer concilio ecuménico de la historia, el de Nicea, en el año 325. El principal defensor de la fe católi-ca fue San Atanasio, lo que le costó ser desterrado cinco veces de su sede episcopal de Alejandría. Solía refugiar-se en los cenobios fundados en el desierto por su amigo San Antonio Abad. (b) Excelentes consejos de Santo Tomás para leer la Bi-blia.

P a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n e

“Al mismo rey de los ángeles la sola Virgen lo “Al mismo rey de los ángeles la sola Virgen lo “Al mismo rey de los ángeles la sola Virgen lo “Al mismo rey de los ángeles la sola Virgen lo amamantó con su pecho lleno de cielo”amamantó con su pecho lleno de cielo”amamantó con su pecho lleno de cielo”amamantó con su pecho lleno de cielo”

San Juan ApóstolSan Juan ApóstolSan Juan ApóstolSan Juan Apóstol

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LA TRAMPA METODOLÓGICA Mientras por lógica y por técnica finan-

ciero-contable (válida para cualquier enti-dad económica) las deudas con vencimien-to en el ejercicio aparecen como parte del Pasivo a ser atendido durante el año, en el presupuesto operativo del Estado tales vencimientos no figuran integrando los Gastos Totales sino que se omiten.

Es decir que esos importes por venci-mientos de capital no se computan como gasto del ejercicio fiscal: sólo se toman en cuenta para ello los intereses a pagar, que están dentro del Gasto Corriente, pero no el principal o capital de la deuda.

Ejemplo: este año –2013– el resultado previsto del ejercicio es de unos 600 M$, producto de 629.200 M$ de Recursos me-nos 628.600 M$ de Gastos (totales en am-bos casos). Dentro de los gastos están los Intereses de la Deuda (55.600 M$ ≡ 11.000 MD) pero no los 186.100 M$ (≡ 36.500 MD) de vencimientos de Capital.

Este procedimiento genera una poco clara y muy discutible forma de presenta-ción de la deuda pública en la Ley de Presu-puesto anual que vota el Congreso.

El origen formal de este problema –que se mantiene invariable hasta la fecha– deri-va del importante cambio producido en la metodología presupuestaria argentina a partir de 1980 (Ministro de Economía Dr. JOSÉ MARTÍNEZ DE HOZ y Secretario de Hacienda Dr. JUAN ALEMANN) que modificó sustancialmente la forma de presentación de los datos inherentes al endeudamiento público1.

Estos cambios fueron luego formaliza-dos con la Ley 24.156 de Administración Financiera del Estado (1992) y las modifica-ciones consiguientes a la Ley 11.672 de Presupuesto, así como sus normas comple-mentarias y reglamentarias.

Uno de los primeros artículos de la Ley de Presupuesto –el número 4– siempre parte de esta forma de presentación de los datos, que es el ABC de todo el desarrollo financiero del ejercicio fiscal del Estado Central.

Allí siempre se expone el cuadro de Resultado Financiero del ejercicio, donde residen dos datos clave del Presupuesto: el monto de los vencimientos de capital del año (Aplicaciones por concepto de Amorti-zación de Deuda) y los montos de deuda nueva que se prevé asumir para cubrir el grueso de esos vencimientos y para tomar deuda adicional (Fuentes Financieras por Endeudamiento Público).

Para el corriente año –2013– está pre-visto así amortizaciones sobre vencimientos de deuda por 186.100 M$ (36.500 MD) y toma de nuevo endeudamiento por 247.700 M$ (48.600 MD); es decir 61.600 M$ (12.100 MD) más.

Esto significa que la totalidad de los vencimientos de capital que se producen en el ejercicio van a ser refinanciados con nuevas deudas y que también se van a tomar obligaciones adicionales.

En el primer caso –refinanciaciones– se trata de operaciones de Administración de Pasivos, que suponen novación de deuda con el mismo acreedor o refinanciación vía pagos a un acreedor con fondos tomados de otro acreedor.

Como regla general el gobierno está pagando a su vencimiento toda la deuda que cae correspondiente a acreedores pri-vados y organismos multilaterales de crédi-to (Banco Mundial, BID y CAF); y lo hace fundamentalmente con fondos del Estado tomados del propio Sector Público y con refinanciamiento continuo de préstamos de organismos internacionales.

Es decir, que se privilegia el pago de la deuda de terceros aumentando la Deuda intra-Estado.

Esto se expresa –como hemos dicho– en el CUADRO DE RESULTADO FINANCIERO den tro del articulado del Presupuesto y se des-agrega en la CUENTA AHORRO-INVERSIÓN-FINANCIAMIENTO (AIF) que figura dentro de las planillas anexas al mismo.

En el Presupuesto 2012 estaba previsto el vencimiento de deudas por capital de 40.100 MD y la contracción de nueva deuda por 51.800 MD, con lo que el stock de deu-

da aumenta 11.700 MD.

El año anterior –2011– se preveía por presupuesto que la deuda aumentaría unos 9.500 MD, como producto de vencimientos de capital por 27.400 MD y toma de nueva deuda por 36.900; pero el aumento real de la deuda pública –según datos oficiales– fue al final bastante mayor: de 14.600 MD.

Todavía no se conocen los resultados fiscales del 2012 pero el presupuesto con-templaba el aumento de los 11.700 MD citados. Y para el 2013 –también según presupuesto– la deuda aumentaría otros 12.100 MD.

En consecuencia, no es cierto que la Argentina se esté des-endeudando: por el contrario, el ritmo de aumento de la deuda es superior a los 10.000 MD por año.

PRESUPUESTO VERSUS REALIDAD El gobierno Kirchner confunde a la opi-

nión pública diciendo que tiene Superávit Fiscal Primario y soslayando que tiene Re-sultado Financiero negativo; es decir, Défi-cit Fiscal.

El superávit primario es el resultado de las cuentas públicas producto de restar Ingresos menos Gastos pero sin contar den tro de éstos últimos los gastos corrientes por el pago de los intereses de la deuda. Esto es, que el resultado primario es un subtotal o total incompleto de las cuentas fiscales del ejercicio.

Ejemplo: según la Ley de Presupuesto 2013 el Resultado Primario sería de 56.200 M$, producto de Recursos Totales por 629.200 M$ menos 573.000 M$ de Gastos (628.600 M$ de gastos totales menos 55.600 M$ a pagar por intereses de la deu-da pública)2; mientras que el Resultado Financiero es de sólo 600 M$ (exactamente 587 M$), producto de restar a los ingresos los gastos totales de 628.600 M$.

En el año 2011, bajo este mismo cuadro de exposición de los datos (que sigue la Metodología Internacional del FMI, lo mis-mo que en la forma de mostrar los servicios de la deuda pública) el Resultado Financie-ro estaba previsto positivo por unos 1.600 M$ pero en la práctica resultó deficitario de 30.700 M$.

Para el año pasado (2012) –cuyos datos finales, como hemos advertido al inicio, todavía no se disponen al momento de redactar el presente trabajo– se estima que, contra un resultado financiero tam-bién originalmente positivo, de 1.500 M$, el déficit real sea en cambio entre 55 y 60.000 M$.

Al momento de elevar el Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso para el Presu-puesto 2013 el gobierno ya había ajustado las expectativas del ejercicio a un déficit de 34.200 M$, que ahora pudiera ascender casi al doble de esa cifra.

Las dudas sobre los resultados financie-ros finales se extienden también a los nú-meros del ejercicio 2013 en curso. En fun-ción de estas realidades cabe entonces observar tres cosas:

13131313 Economía

[email protected] - abril - N º 18

DEUDA PÚBLICA Y DÉFICIT

FISCAL

Héctor Luis Giuliano

Este trabajo tiene por objeto explicar cómo y por qué la deuda pública es el principal factor determinante del déficit fiscal argentino.

En el marco de la nueva crisis de deuda que atraviesa hoy nuestro país este tema adquiere especial importancia y es también el que explica las medidas extraordinarias que está tomando la actual administra-

ción frente a la emergencia financiera –derivada de la deuda– en ma-teria monetaria, cambiaria y bancaria.

La presente nota se demoró a la espera de los resultados presupuesta-rios del año 2012 pero los mismos no han sido informados hasta la fe-cha por el gobierno Kirchner.

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Economía 14 1.Que los desvíos entre Presupuesto y

Ejecución son relevantes en materia de rubros de Ingresos y Gastos pero espe-cialmente en materia de Resultados Fi-nancieros, que hoy muestran un fuerte déficit fiscal.

2.Que tales desvíos son crecientes y lo hacen en mayor proporción cada año, de modo que la brecha contra las estimacio-nes se va ampliando.

3.Que los servicios de la Deuda Pública son factores determinantes en el aumento de estos déficits fiscales y, en consecuen-cia, a mayor deuda mayor déficit.

Este último punto está avalado por los propios datos presupuestarios oficiales, que muestran cómo el ritmo de aumento de los servicios de la deuda es superior al ritmo de aumento del gasto público gene-ral.

Ejemplo: para el año 2013 está previsto un aumento general del Gasto Público del orden del 16%, pero para el rubro de Intere ses de la Deuda –que están incluidos den tro de ese total– el aumento es del 23.4 %.

El peso de las cifras es lo suficientemen-te relevante en sí mismo.

En valores absolutos –tomando para conversión el tipo de cambio previsto en cada ejercicio– el peso de estos servicios es el siguiente:

Los vencimientos de capital eran 27.400 MD en 2011, pasan a 40.100 MD en 2012 y se proyectan en 36.500 MD para 2013, 42.100 MD para 2014 y 49.100 MD para 2015.

Los pagos de intereses eran 8.900 MD en 2011, pasan a 10.200 MD en 2012 y se proyectan en 10.800 MD para 2013, 15.500 MD para 2014 y 18.600 MD para 2015.

El perfil de vencimientos de estos servi-cios por capital e intereses de la deuda pú-blica (más del 60 % está en moneda extran-jera) presenta así hoy una peligrosa con-centración de vencimientos a corto y me-diano plazo3.

Los medios de prensa del establishment insisten en destacar el incremento del Gas-to Público y su incidencia como factor cau-sal de Inflación y Déficit Fiscal pero omiten decir que la deuda es el principal motivo de aumento de ese gasto.

EL DÉFICIT COMO DEUDA El déficit presupuestario se cubre con

deuda pública, de modo que al ocultar o presentar de forma engañosa el verdadero resultado fiscal se está enmascarando el nivel real de aumento del endeudamiento del Estado.

La administración Kirchner –como es público y notorio, y como el mismo gobier-no lo proclama– está batiendo records de pago de servicios de la deuda aunque, cabe reiterarlo, el stock de la deuda sigue cre-ciendo y el objetivo de las autoridades si-gue siendo volver al mercado internacional de capitales para tomar más deuda, según la Hoja de Ruta del ex ministro de econo-mía y hoy vicepresidente Boudou.

Como una suerte de mecanismo de transición –hasta normalizar la deuda toda-

vía en default con los bonistas que no en-traron en el Megacanje Kirchner–Lavagna de 2005-2010 (holdouts) y arreglar la deuda con los países del Club de París– el gobier-no está utilizando como fuente de finan-ciamiento la Deuda intra-Estado; esto es, la toma de fondos que están a cargo del Estado para poder pagar servicios de la deuda con terceros, entregando a cambio títulos públicos a los principales entes ofi-ciales, que devienen así sus prestamistas y que reciben, en la práctica, títulos oficiales como “vales de caja” por el retiro de ese dinero, aunque los mismos no tienen ca-pacidad demostrada de devolución o repa-go.

De este modo, la Tesorería está “empapelando” a las agencias del propio Estado que asumen el rol de prestamistas institucionales o estructurales del Fisco. Con el agravante que la mayor parte de esos fondos de la Deuda intra-Estado no son propios del Fisco sino son dineros ad-ministrados por el Estado y que tienen otros fines específicos, como el caso de los fondos previsionales de la ANSES, que es plata de los jubilados y aportantes; o las reservas internacionales del BCRA, que son las divisas necesarias para afrontar las ne-cesidades de la Balanza de Pagos.

El uso en gran escala de estos fondos está provocando una grave distorsión en las Finanzas Públicas como resultado de haber convertido agencias oficiales en prestamis-tas del Estado.

Dentro de la larga lista de organismos estatales que se encuentran hoy en esta condición –AFIP, Lotería, FFRE, FFRH, SRT, INDER, AGP, IAF, PAMI– hay tres que cu-bren las necesidades de financiamiento en forma determinante: el Banco Central (BCRA), la ANSES (a través del FGS-Fondo de Garantía de Sustentabilidad) y el Banco Nación Argentina (BNA).

A) El BCRA tiene actualmente prestados al Tesoro –al 31.1.2013– unos 64.600 MD: 38.900 MD, por títulos públicos en cartera dados a cambio de la entrega de reservas internacionales para el pago de deuda ex-terna, y 127.800 M$ (≡ 25.700 MD) por Adelantos Transitorios (AT), dados para cubrir gasto público en general, que incluye el pago de deuda pública.

Tanto para comprar las divisas que se usan como reservas –y que luego se pres-tan al gobierno– como para girarle los AT, el BCRA imprime dinero sin respaldo, que termina presionando sobre la inflación. La mayor parte de estos fondos el BCRA los rescata a continuación o retrae del merca-do colocando títulos de corto y mediano plazo –Lebac/Nobac– para contraer parcial-mente la Base Monetaria; y lo hace pagan-do en promedio el 15 % anual de interés4.

De este modo, las reservas del BCRA que se usan para pagar deuda del gobierno en la práctica se están comprando con deu-da. El gobierno paga así con esos fondos deuda con terceros y le queda debiendo al Banco (vía Letras Intransferibles a 10 años de plazo, que rinden bajo interés y no tie-nen capacidad probada de repago), por lo

que el stock de deuda total no varía aunque sí cambia su composición o estructura.

Pero el BCRA se queda con el aumento de su deuda cuasi-fiscal por letras y notas colocadas en los principales bancos loca-les5.

De este modo el saldo de la deuda pú-blica del Tesoro no cambia pero crece la del BCRA.

B) El FGS de la ANSES sumaba al 30.9.2012 –última información disponible– 227.500 M$, de los que un 62 % está pres-tado al Estado.

Se trata de obligaciones sin demostrada capacidad de repago por parte del Tesoro y que se restan a los fondos prestables para proyectos productivos por parte de la AN-SES y/o para destinos más rentables del Sistema Previsional.

La administración Kirchner privilegia así el uso de los fondos jubilatorios para el sostenimiento de la deuda pública mien-tras dilata las actualizaciones de la pobla-ción pasiva y difiere sistemáticamente el cumplimiento de las sentencias por juicios contra la ANSES.

C) El BNA, según cifras de Balance a Octubre 2012 –última información disponi-ble– tiene prestado al Estado unos 86.600 M$: 56.600 M$ por títulos y 30.000 M$ por créditos al Sector Público no Financiero (Tesorería y/o Entes Oficiales). Es aproxima-damente el 60 % de su cartera de créditos, que totaliza unos 142.400 M$: 85.800 M$ del total de préstamos del banco – dentro de los que están los 30.000 M$ al sector público – más los 56.600 M$ de títulos.

Esta altísima proporción de dinero del BNA prestado al Estado desvirtúa en gran medida la finalidad del banco, cuya Carta Orgánica fue modificada para privilegiar el crédito productivo a PYMEs.

Hasta aquí el panorama financiero pri-mario de cómo se cubre el déficit fiscal provocado por el desequilibrio de la deuda pública a través de la Deuda intra-Estado6.

CONCLUSIÓN El Estado tiene tres fuentes básicas de

financiamiento: 1. La recaudación tributa-ria, 2. La emisión monetaria y 3. La deuda pública.

Esta última conlleva el costo financiero de la amortización del capital más el pago de los intereses.

Cuando los niveles de endeudamiento fiscal llevan a cifras impagables la deuda nacional, como en el caso del Estado Ar-gentino, se da la paradoja que las fuentes 1 y 2 –Recaudación y Emisión– tienen que ser aumentadas para poder sufragar los costos de la fuente 3, que es la Deuda♦

NOTASNOTASNOTASNOTAS 1 Quien desee profundizar este tema puede consultar particularmente el libro de la profesora Lea Cortés de Trejo “Cuestiones de Contabilidad Gubernamental y sus incógnitas” (Editorial Buyatti, Buenos Aires, 2008).

P a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n eP a r a q u e É l r e i n e

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15151515 Espiritualidad

P. Ramón Daniel Sasso

El apóstol joven, el más puro, el de la cruz y la Virgen, el del amor, el identificado por el águila, en su primera carta (cap. 2) explica el por qué escribe a los distintos ESTADOS DE VIDA. Así dice: les escribo padres [...] les escribo hijos...; cuando le escribe a los jóvenes por dos veces les dice una frase bella y misteriosa (vs. 13 y 14): les escribo jóvenes porque habéis

vencido al maligno.... San Juan pone a la ju-ventud en un enfrentamiento preternatural; en una lucha distinta; en otro plano, más que el humano; en una lucha, pareciera, "cuerpo a cuerpo" con el demonio; pero en esa lucha ya ha vencido el joven. Hermosa imagen de esa etapa tan difícil de explicar (hoy más que nun-ca); etapa que nos desorienta muchas veces a padres y educadores; etapa de la vida , que no es la más linda como se dice de modo un poco "tilingo", sino la de las grandes decisiones, de los grandes desafíos, de las grandes esperan-zas ...

Hay una lucha a muerte, hoy se palpa, se olfatea en el ambiente , entre el Corazón del Joven y el demonio; lucha de siempre, desde el paraíso cuando Eva y Adán jóvenes recién sali-dos de las manos del Creador fueron tentados; lucha que se ha acrecentado después de las revoluciones (creemos falsamente que fueron sólo políticas .. NO!) que cambiaron y siguen cambiando el modo de vivir, de juzgar, de deci-dir. A nuestros adolescentes y jóvenes los ha marcado un mundo que proclama que "hemos nacido para el PLACER..."; sociedad que llama-mos HEDONISTA, no sólo la Iglesia sino hasta los modernos sicólogos más enemigos de la Fe: Hasta los periodistas con algo de sentido co-mún comienzan a ver un signo que asusta, que moviliza, que se hace preguntas ... a veces con respuestas falsas y otras sin respuestas.

La Virgen de Fátima le decía a la B. Jacinta unos días antes de morir (revelación privada en el hospital) que los pecados que llevaban más almas al infierno eran los de impureza; sobre todo las de los jóvenes... Cuando leemos los mensajes de la Virgen en San Nicolás a los jóve-nes les habla de lucha, de peligros del mundo, de ofrecimientos de placeres que no hay que hacerles caso. El santo Padre en España nos dijo no sigáis otros dioses que se os presentan, todo esto y tanto mas nos hace ver a la luz de lo enseñado por el Apóstol Joven que no son sólo

tentaciones comunes sino una LUCHA "endemoniada" en donde se le ha propuesto a la juventud como anzuelo para pescarlos una verdad, como decía el gran CHESTERTON, "vuelta loca", LA VERDAD DE QUE EL PLACER ES CREA-DO POR DIOS Y NO ES MALO, pero hoy esa verdad se la ha propuesto como el fin del cora-zón del joven para ser feliz, para llenarlo, para disfrutar de la vida, para aprovechar la juven-tud , para no "perder los mejores años de la vida" ( decía una profesora a una alumna .!!! ella ya la había pasado ¡¡pobre !!) tentación de siempre y no la mayor de todas, es verdad; pero que en los últimos 50 años en nuestra patria ha inventado un nuevo modo de vivir , que da como demoníacos resultados "viejos adolescentes", jóvenes sin responsabilidad, incapaces para el AMOR, indecisos para todo; lo peor, sin esperanzas sobrenaturales y avinagra-dos para las cosas de Dios, que son las más bellas y dulces.

Clarísimo que vale la aclaración de que gracias a Dios y a los padres que muchos están VIVOS, esto que decimos no es general, pero SI alarmante hoy!!!

¡El joven ha vencido al maligno! SI, si somos capaces los grandes y educadores (¡sobre todo los papás!) de vencer ese tonto miedo, increíble miedo demoníaco, de presentarle a los niños YA (es la mejor edad) a los adolescentes, dos palabras para vivirlas: SACRIFICIO y SUFRIMIEN-TO. ¿Qué? seguro vamos a pensar, si es así los primeros que estamos "tocados" por este mun-do hedonista somos nosotros. ¿Acaso nuestros padres y abuelos no nos decían "en la vida hay que sacrificarse para conseguir algo"? ¿Acaso nuestra patria no se hizo grande –aunque ahora pareciera que lo grande es lo económico, ¡NO nos referimos a eso!– a costa de sufrimiento y sacrifico? ¿No era eso lo que nos enseñaban nuestros padres cuando nos hacían trabajar desde niños –aunque aquello hoy escandalice a los sicólogos y trabajadores sociales moder-nos? ¿No es lo que nos enseña el gran olvidado MARTÍN FIERRO y hasta nuestro folklore cuando le canta al dolor y al sufrimiento de la vida pero que causa gozo y alegría? Y lo mas TEOLÓGICO y catequético ¿no es nuestro Rey y Señor el que nos invita a seguirlo con nuestra CRUZ? Es el Dios Encarnado el que se ofrece para seguir-lo: Lucha; felicidad totalmente distinta a la del mundo; dejar todo; perderlo todo; ser los últi-mos y encima perseguidos, como decía San

Pablo: líbrenos Dios de gloriarnos sino es en la Cruz de Cristo, líbrenos Dios de enseñar una FE y una VIDA sin sacrificio y sin sufrimiento... y esto a nuestros adolescentes y jóvenes. SÍ, ese es el camino marcado y es esa la LUCHA del joven con el Maligno hoy No la ÚNICA, ni la más importante pero tal vez la primera porque es la mas cotidiana que se libra a cada rato y en cada ocasión.

¿Qué hace el joven cuando le presentamos esta "mística de exigencia"; este IDEAL de vida? En su corazón se enciende el ardor por lo difícil, el deseo de lo que cuesta, la alegría poco expe-rimentada del sacrificio, el saber que se puede (¡Ja! como dice una cancioncita pastelera) el encontrarse con una verdad tan enterrada en ese corazón de joven, que el sacrificio y el sufri-miento producen un GOZO distinto; una alegría especial. Pero ¡atención! falta algo; lo mas ESENCIAL... El por qué del sacrificio y del sufri-miento, que no entiende y jamás va a entender el enemigo: Por AMOR. Pero un Amor verdade-ro, el de Dios en Cristo y el del Prójimo en Cris-to...

¿Y el placer? Como dice el Inglés LEWIS en CARTAS DEL DIABLO A SU SOBRINO. Le recuerda con alarma el tío demonio a su sobrino aprendiz: nunca olvides que cuando estamos tratando de cualquier placer en su forma sana, normal y satisfactoria estamos, en cierto sentido, en terreno del Enemigo. Genial y hermosa intuición para aprender que el placer es bueno, saluda-ble y DIVINO pero usado como el CREADOR lo inventó... Y sin miedo también hay que enseñar una y otra vez esa verdad a los jóvenes .

Lucha infernal hoy más que nunca la de nuestros chicos; lucha endemoniada pero ya predicha en la Sagrada Escritura; lucha en la que ya han vencido los JÓVENES si somos capa-ces los educadores (padres, docentes, curas) de no tener miedo a presentar el sacrificio y el sufrimiento como Ideal del corazón joven; lucha –no la única ni la mas importante– que nos recuerda esa frase repetida pero tal vez no "rumiada" lo suficiente del gran PAUL CLAUDEL: la juventud está hecha no para el placer sino para el HEROÍSMO.

Como nos dice el apóstol que hospedó a la Reina de la lucha: Os escribo jóvenes porque habéis vencido al maligno. Que Ella nos de el santo coraje de ayudar en la lucha de nuestros jóvenes, estando firmes y dignos siempre♦

LA JUVENTUDLA JUVENTUDLA JUVENTUDLA JUVENTUD: Tiempo de Lucha Preternatural

[email protected] - abril - N º 18

2 En el Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso aparece un superávit primario algo mayor, de 55.900 M$ (casi 60.000 M$). La diferencia – si bien no es relevante en este caso - reside en que el total de intereses a pagar es allí de 55.300 M$ mientras que en el artículo 4 de la Ley de Presupuesto figuran 55.600 M$.

3 Esta circunstancia, entre otras, explicaría el retraso cambiario relativo mantenido por las autoridades – devaluación oficial a un ritmo inferior a la inflación real – para poder atender los servicios financieros en divisas. Caso contrario – si la devaluación se produjese al ritmo y niveles del tipo de cambio informal - la Argentina caería probablemente en una nueva cesación de pagos (default). 4 Las elevadas tasas de interés que paga el BCRA por las Lebac/Nobac – tasas Badlar Bancos Privados, que están en el orden del 15 % anual – son negativas en pesos contra la inflación real argentina pero son muy positivas

expresadas en moneda extranjera para el caso de entra-da de capitales financieros, aún por encajes a menos de un año. Estas tasas pagadas por el BCRA, por otra parte, determinan el piso de las tasas de interés del mercado en general, que se mueven así en función de las coloca-ciones de obligaciones oficiales. En la medida que el Estado – por la vía directa de la Tesorería y/o por la vía indirecta del BCRA – aumenta sus deudas internas o locales en realidad no sólo fija el piso de las tasas de mercado por vía de referencia sino que además presiona a la suba de las mismas porque retrae fondos prestables de los bancos e inversores financieros, que se restan lógicamente de los créditos productivos al sector priva-do. Con lo cual, en definitiva, el mecanismo de pagos permanentes de la deuda pública aumenta los niveles de las tasas de interés, estas tasas elevadas constituyen el costo financiero de las empresas, las empresas lo trasla-dan a precios y entonces el aumento de los precios presiona adicionalmente sobre la Inflación. Tal el círculo vicioso y recurrente entre Deuda Pública e Inflación de

Precios. 5 El stock de Lebac/Nobac era al 31.1.2013 de 122.300 M$, equivalente a 24.600 MD, y estaría calzado con operaciones de cambio a futuro, constituyendo de hecho una deuda del BCRA convertible, por vía indirecta, en moneda extranjera. 6 Una vía extraordinaria adicional y muy discutible de financiamiento al Tesoro está dada por el relevante giro de utilidades contables de quienes son a la vez los prin-cipales prestamistas oficiales – básicamente ANSES y BCRA – ya que tales utilidades se derivan de las grandes sumas de títulos públicos en cartera, pese a que son títulos de baja calidad en el Activo, y también a diferen-cias de cambio.

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Revista mensual de interés general — abril de 2013 — Año III— N° 18 - Mendoza - Argentina [email protected]

Por la reconquista Por la reconquista Por la reconquista Por la reconquista ¡Para que Él reine!¡Para que Él reine!¡Para que Él reine!¡Para que Él reine!

A Cristo resucitado Himno del Oficio de Lectura

La bella flor que en el suelo plantada se vio marchita

ya torna, ya resucita, ya su olor inunda el cielo.

De tierra estuvo cubierto, pero no fructificó del todo,

hasta que quedó en un árbol seco injerto.

Y, aunque a los ojos del suelo se puso después marchita,

ya torna, ya resucita, ya su olor inunda el cielo.

Toda es de flores la fiesta, flores de finos olores,

más no se irá todo en flores, porque flor de fruto es ésta.

Y, mientras su Iglesia grita mendigando algún consuelo,

ya torna, ya resucita, ya su olor inunda el cielo.

Que nadie se sienta muerto cuando resucita Dios,

que, si el barco llega al puerto, llegamos junto con vos.

Hoy la cristiandad se quita sus vestiduras de duelo.

Ya torna, ya resucita, ya su olor inunda el cielo.

Amén