EDIC. NACIONALSEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN Nº 329-21-XI-2002

Preparación alMatrimonio

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Etapa II - Número 329Edición Madrid

Delegado episcopal: Alfonso Simón Muñoz

Redacción: Pza. del Conde Barajas,1.

28005 Madrid. Téls: 913651813/913667864

Fax: 913651188

Dirección de Internet:http://www.alfayomega.es

E-Mail: fsagustin@planalfa.es

Director: Miguel Ángel Velasco Puente

Redactor Jefe: José Francisco Serrano Oceja

Director de Arte: Francisco Flores Domínguez

Redactores: Benjamín R. Manzanares,Anabel Llamas Palacios,Ricardo Benjumea Vega,

Carmen María Imbert Paredes,Jesús Colina Díez (Roma)

Secretaría de Redacción:Elena de la Cueva Terrer

Documentación:María Pazos Carretero

Internet: Beatriz Jaso Ollo

-Imprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. -

Depósito legal: M-41.048-1995.

Edita:Fundación San Agustín.Arzobispado de Madrid

8 La foto

9 Criterios

10 Cartas

Aquí y ahora

11 Ver, oír y contarlo.

12 Jóvenes vacíos: voz de alarma.

13 Cataluña: Dos de cada tresadolescentes embarazadasabortan

Iglesia en Madrid

12 Cuentas e iniciativas.PROFAM: en la CAM, se ignora a las familias.

13 La voz del cardenal arzobispo

14 Testimonio

15 El Día del Señor

16-17 Raíces

Darío de Regoyos: Pintó alhombre en cada uno de suscuadros

20-21 Mundo

La primera visita de un Papaal Parlamento italiano

22-23 La vida

Desde la fe

26-27 Videoconferencia mundial sobreel papel de la mujer en la Iglesia:Verdad, bien y belleza del serhumano.

28 IX Asamblea Generalde la CONFER.

29 Libros.

30 Con ojos de mujer.

31 No es verdad.

Música

32 Contraportada

3/7Los cursos no son

un mero trámite.Son menos,

pero máscomprometidos.

Ella creeen el amor eterno...y eso me enamoró

18/19LXXIX Asamblea Plenaria

de la Conferencia Episcopal Española

Gozo ante la próxima visita del Papa

24/25IV Congreso Católicos y vida pública:

Desafíos globales. La doctrina social de la Iglesia, hoy.

Lo primero es la persona

A. Llamas Palacios

Si fuéramos extranjeros y quisiéramos saber quésignifica la palabra española matrimonio, laopción más sencilla sería acudir a un diccio-

nario. Nos encontraríamos con que el Diccionariode la Lengua Española, de la Real Academia Espa-ñola, ofrece cuatro significados para esta palabra,que viene del latín matrimonium. De todos ellos, pa-ra un extranjero la definición más sencilla sería lacuarta: «(Puerto Rico. Poco usado) Plato que se ha-ce de arroz blanco y habichuelas guisadas».

Las tres primeras definiciones resultan muy ex-plicativas, pero quizás poco aclaratorias para el fo-ráneo poco avispado:

«1. Unión de hombre y mujer concertada me-diante determinados ritos o formalidades legales. 2.

En el catolicismo, sacramento por el cual el hom-bre y la mujer se ligan perpetuamente con arregloa las prescripciones de la Iglesia. 3. (coloquial) Ma-rido y mujer».

Vaya por delante el respeto y la admiración ab-solutos a los miembros de la RAE, que seguro haelaborado los significados más precisos para la pa-labra matrimonio; pero tal y como leería un extran-jero estas definiciones, entendería que se trata másbien de un contrato de mutuo acuerdo de acompa-ñamiento en la vida entre un hombre y una mujer.Puede que ni siquiera la pareja que se va a casar sereconociera en estas definiciones. Formalidades, ri-tos, prescripciones o ligazones son palabras frías,palabras que suenan a archivo de metal, papelesamarillos y habitaciones oscuras. Y es que no aparecela palabra amor.

¿Qué es el matrimonio para un cristiano? En el Catecismo de la Iglesia católica (n. 1605) se

nos explica que las Escrituras reflejan que el hombrey la mujer fueron creados el uno para el otro. Su des-tino es permanecer unidos («Por eso deja el hombrea su padre y a su madre y se une a su mujer, y se ha-cen una sola carne» Gn 2, 18-25). Igual que Dioscreó al hombre por amor, el hombre está llamado alamor, que es la vocación de cualquier ser humano.

El matrimonio es, por tanto, una vocación tam-bién. Don Juan José Pérez-Soba, profesor en la Fa-cultad de Teología San Dámaso de Madrid, en unaentrevista concedida a Alfa y Omega, explicaba que«el matrimonio es una vocación. En la vida de unapersona, lo más importante no es lo que hace, sino aquién va a amar. Ese amor, en la medida en que escorrespondido, supone una vinculación con otra per-sona de la que no se puede desprender. El amor in-cluye una fidelidad a la persona con la que te unes pa-ra formar una vida en común. Eso mismo, comoplan, supone algo más grande que la voluntad deambas personas, es algo reconocido en todas las cul-turas de manera universal: la trascendencia del ma-trimonio vinculado a un rito religioso es algo per-manente».

Sin embargo, esta vocación, como casi todo en lavida, necesita un período de preparación. Lo que semima y se cuida, crece robusto y fuerte. El matri-monio comienza con el noviazgo, un camino de des-cubrimientos y sorpresas, de primeras entregas yaprendizajes.

Si se estudia la situación del matrimonio y de lafamilia en las sociedades occidentales actuales, se veclaramente un proceso en constante cambio. No co-nocemos la meta o el desenlace, pero sí podemosleer en un papel las cifras oficiales que nos indicanque nuestra sociedad está cambiando, y, además, anuestro alrededor, en las calles, ciudades y pueblos,vemos a la gente cambiar. En el año 1988, teníamosen España un promedio de 5,66 matrimonios porcada 1.000 habitantes. En el año 2001, la cifra sehabía rebajado a 5,12, y era Segovia la provinciacon mayor tasa de nupcialidad, con diferencia (7,27),seguida de provincias como Córdoba o Sevilla, yLugo como provincia con menor promedio (3,41),junto con Las Palmas o Santa Cruz de Tenerife. Enel año 1982 tuvieron lugar en España 17.436 sen-tencias civiles de separaciones, y 21.463 sentenciasde divorcios. En 1999 estas cifras se habían elevadohasta 59.547 separaciones y 36.900 divorcios.

En portada Alfa y Omega 21-XI-2002 3

La indispensable formación prematrimonial

Los cursos no son un mero trámite

La edad de las parejas que contraen matrimonio en España ha aumentado encuatro años desde 1975 hasta el año 2000. La tasa de nupcialidad ha descendido,pero los divorcios y las separaciones aumentan considerablemente. Frente a estosdatos, surgen muchas preguntas: ¿es necesaria una preparación al matrimonio?¿Cómo se enfrenta la familia, los educadores, la sociedad, ante los jóvenes y su noviazgo? Quien contrae matrimonio ¿está realmente preparado? ¿Cómo entienden los jóvenes el matrimonio? ¿Qué creemos nosotros que es el matrimonio, y qué es el matrimonio exactamente?

Celebración del sacramento del Matrimonio presidida por Juan Pablo II en la basílica de San Pedro del Vaticano

Los matrimonios descienden, las separaciones ylos divorcios aumentan. Éstas son las cifras que nosproporcionan los registros oficiales, pero sólo es ne-cesario asomarse discretamente al balcón de la vidadiaria para observar cómo la mentalidad de la gente hacambiado. Hoy ya no es un tema tabú para la sociedadcontraer matrimonio por lo civil, ser madre soltera, oconvivir con la pareja sin estar casado. Se ha avanza-do en sinceridad, eso siempre es una buena noticia,pero el miedo creciente al compromiso y la mentalidaddominante en la sociedad, consumista y vacía de ra-zones sólidas, envuelve e impide pensar y actuar conclaridad. Los expertos en el acompañamiento de las pa-rejas de novios que se van a casar afirman que, ahora,«son menos, pero más comprometidos y conscientesdel paso que se va a dar».

La creciente demanda de una pastoral completa yrenovada sobre la preparación para el matrimoniohizo que el Consejo Pontificio para la Familia pu-blicara, en mayo de 1996, un importante documen-to titulado Preparación al sacramento del Matri-monio, donde se analiza la situación actual de la fa-milia, de la sociedad respecto al matrimonio, y seexplican claramente los pasos necesarios en la pre-paración a esta vocación. En él se deja claro que,

«en numerosas naciones, y en especial en las eco-nómicamente desarrolladas, ha bajado el índice denupcialidad. Se contrae matrimonio en edad másavanzada y crece el número de divorcios y separa-ciones incluso en los primeros años de vida conyu-gal. Todo ello lleva a una preocupación pastoral, rei-terada mil veces: quien contrae matrimonio, ¿estárealmente preparado al mismo? El problema de lapreparación al sacramento del Matrimonio y a la vi-da subsiguiente emerge como gran necesidad pas-toral, sobre todo para el bien de los esposos, la co-munidad cristiana y la sociedad. Por eso crecen en to-das partes el interés e iniciativas para ofrecer res-puestas adecuadas y oportunas a la preparación alsacramento del Matrimonio. (…) La preparación almatrimonio constituye un momento providencial yprivilegiado para cuantos se orientan hacia este sa-cramento cristiano, y un Kairós, es decir, un tiempoen el que Dios interpela a los novios y les lleva al dis-cernimiento sobre la vocación matrimonial y a lavida a la que ésta introduce. El noviazgo entra en elcontexto de un denso proceso de evangelización.De hecho, confluyen en la vida de los novios, futu-ros esposos, cuestiones que inciden en la familia.Por ello, se les invita a comprender qué significa el

amor responsable y maduro de la comunidad de vi-da y amor que será su familia, verdadera Iglesia do-méstica que enriquecerá a la Iglesia entera».

La preocupación de la Iglesia por este tema se ha-ce más insistente en la medida en que se conocen lascircunstancias actuales de los matrimonios en la so-ciedad, y la manera en que los jóvenes conciben elcompromiso y las relaciones de pareja. ¿Por qué tan-tos cambios respecto al matrimonio, en tan poco es-pacio de tiempo?: en 1975, el promedio de edad de loshombres que contraían matrimonio era de 26,68 años,y para las mujeres, de 24,17. En el año 2000, el pro-medio de edad de los hombres subió hasta los 30,18años, y el de las mujeres se estableció en 28,12 años,según el Instituto Nacional de Estadística.

No es lo mismo probarse que entregarse

Tal y como explicaba a Alfa y Omega el profesorPérez-Soba, «hoy existe un gran miedo al compro-miso. Este miedo nace de que, actualmente, el amorse comprende de una manera romántica, que supo-ne un temor ante el futuro. Se ve el amor como algointenso, pero que se acaba. Siempre se tiene la dudade que desaparecerá. Esta concepción del amor esmuy distinta de la cristiana, que concibe el amor co-mo una promesa. No un momento que te gustaríarepetir, sino una promesa de un amor más grandeque se construye, que requiere un compromiso, yno un amor que, simplemente, se experimenta. Estose entiende en una sociedad que está constantementeen cambio, y que tiene un modelo consumista, enuna sociedad que plantea su futuro con temor, y esnormal que haya temor cuando ponemos la seguri-dad en el tener».

El documento del Consejo Pontificio para la Fa-milia sobre la Preparación al sacramento del Ma-trimonio explica que existen tres etapas en la pre-paración al matrimonio: remota, próxima e inme-diata. La preparación remota abarca la infancia, la ni-ñez y la adolescencia, y tiene lugar sobre todo en lafamilia, y también en la escuela y grupos de forma-ción. En este período se transmite y se graba la es-tima de todo valor humano auténtico, tanto en lasrelaciones interpersonales como en las sociales. Seforma el carácter, el dominio y estima de sí mismo,y el respeto por las personas del otro sexo. Es muyimportante en esta época la educación sexual recibidade los padres, en estos primeros años de niñez y ado-lescencia. Esta preparación ha de tener muy en cuen-ta la educación para que los jóvenes consigan ad-quirir una capacidad crítica ante el ambiente, para

En portadaAlfa y Omega4 21-XI-2002

Jesús y Amparo

Nosotros hablamos conel sacerdote y nos ca-

samos muy bien. No habíaesos cursillos que hay aho-ra. El cura era amigo nues-tro del pueblo y nos casó.Y llevamos cuarenta añosya de casados, ¡y los quenos quedan!

Carlos

Fuimos a unos cursillosde fin de semana, en

una parroquia. Los cursillosfueron muy buenos, y em-pezaron preparando la par-te más humana del matri-monio, la psicología delhombre y de la mujer, y lue-go una charla del sacerdo-te, más espiritual.

Cristoff

Soy francés y mi mu-jer también, aun-

que nos casamos elaño pasado en Espa-ña. Asistimos a un cur-sillo en la parroquiaNuestra Señora de Co-vadonga, en Madrid,de una semana de du-ración. Los dos tene-mos una educacióncristiana. Fue muy in-teresante, un comple-mento a las informa-ciones que ya tenía-mos sobre el matrimo-nio. El párroco lopresentó de una manera muy interesante, algo sor-prendente, que no nos esperábamos. Pensamos quelos sacerdotes no tienen gran cosa que decir del ma-trimonio, pero no es así, habló con naturalidad de todolo que nos interesaba.

¿Y usted,cómo

se preparópara el

matrimonio?

conseguir la valentía cristiana de quien sabe que es-tá en el mundo sin ser del mundo.

La preparación próxima tiene lugar en el tiem-po del noviazgo, que ofrece la posibilidad de verifi-car la madurez de los valores humanos propios de larelación de amistad y diálogo que caracterizan a es-ta etapa, en la que es muy importante atender al cre-cimiento integral del cristiano, reforzando el senti-do social de los jóvenes, con los miembros de supropia familia, y orientándolos hacia la futura fa-milia que formarán. Como preparación inmediatadebe hacerse una síntesis del recorrido del itinerarioanterior, sobre todo en los contenidos doctrinales,morales y espirituales, para así poder colmar las po-sibles carencias de las etapas anteriores.

Una de las parroquias de la capital de España quemás novios acoge al año para la preparación al ma-trimonio es Nuestra Señora de Covadonga: cerca de700 novios hacen sus cursillos prematrimoniales,que dirige su párroco, don José Luis Larrabe. Uno de

los responsables, don Néstor Neshy-Nongo, teólogoy sociólogo, relata su experiencia: «Personalmen-te, vivo esto como una contribución o aportaciónque tengo que hacer con la Iglesia. La Iglesia a mí meha dado mucho, y yo tengo que devolver. Ocupomis fines de semana en estar aquí. Me llena muchoporque veo que hay mucha gente que, después demucho tiempo, te da las gracias». Sin embargo, afir-ma que muchas de las parejas se enfrentan a los cur-sillos con miedo, incluso con desconfianza: «Demomento, todos los que vienen, vienen con miedo,e incluso piensan que no les va a valer mucho todo

esto; pero, cuando terminan, generalmen-te están muy contentos. Cada cierto tiem-po nos ponemos en contacto con los quehicieron el cursillo. La gran mayoría si-guen juntos».

Y es que los cursillos prematrimonialessuelen causar en los novios efectos inespe-rados para ellos. Así lo afirma también el

profesor Pérez-Soba: «Los novios tienen expectativasmuy pequeñas, en general, exceptuando aquellos queestán integrados perfectamente en la Iglesia, pero in-cluso aquellos que conocen a Dios no creen que va-yan a encontrar en los cursillos nada importante queaprender. En cambio, el final es mucho mayor de loque ellos esperaban, así que el impacto de los cursi-llos suele ser bastante grande y muy beneficioso.Más del 40% de las personas se encuentran impac-tadas por los cursillos, y llegan a entender que la bo-da no es sólo un acto social, sino que es un acto de fe.Otra cosa es que tengan una concepción plena de to-

do lo que la fe supone; el cursillo no se dirige a esto,porque es imposible en un tiempo tan breve, pero sía una apertura beneficiosa, una apertura a la Iglesiaen la que tienen una experiencia de Iglesia nueva,que les ayuda a quitar bastantes prejuicios. El pro-blema fundamental es la continuidad. En los cursillosse trata de abrir los ojos a determinadas realidades, pe-ro no se pueden crear las disposiciones adecuadaspara que no haya problemas después». Son una es-pléndida ocasión de encuentro con la Iglesia viva,real, sobre todo en las personas de esposos cristia-nos, o de otros novios, que dan testimonio de su fe. Yla clave está en el seguimietno de lo que se ha en-contrado.

Como afirma el profesor Pérez Soba, sería inte-resante comprobar cómo muchos de los problemasy conflictos del matrimonio surgen a raíz de la con-vivencia y del día a día. Son circunstancias inevita-bles que requieren paciencia, sacrificio, cariño..., yseguimiento.

En portada Alfa y Omega 21-XI-2002 5

Teresa

Para casarme hice el cursillo en la parro-quia; recuerdo que había que ir todos los

días. Tuvimos un psicólogo, un sacerdote yun matrimonio. Luego teníamos que haceruna especie de examen. Recuerdo que in-sistían mucho en la convivencia, en el res-peto y en la comprensión. Llevo veinte añoscasada, y creo que en el matrimonio lo másimportante es ser sincero, no mentirse nun-ca, y sobre todo respetarse, que creo quees lo principal. Carmen y Amancio

Nos preparamos a la an-tigua usanza. Hicimos

unos cursillos. Nos casa-mos porque nos queríamosy aún estamos aquí. Lo ha-cía un sacerdote, y en rea-lidad creo que no eran muyefectivos.

Ángel

Yo me preparé como se hacía antes. Tellevaban a la iglesia, te hacían una se-

rie de exámenes de cultura religiosa en ge-neral… No fue muy exhaustivo, y te ense-ñan un poco lo que es la convivencia…Unas enseñanzas normales, pero no co-mo ahora, que hay cursos más pedagógi-cos.

Miguel y Montserrat

Nos casamos hace vein-ticinco años. Antes,

quien quería, hacía ejerci-cios espirituales. Pero no-sotros no fuimos. Visitamosa un sacerdote, y luego noscasamos. Hace dos mesesse casó nuestra hija y síque tuvo una reunión undía, con otras parejas y unsacerdote.

Cómo comenzasteis a colabo-rar en este campo de la pre-paración matrimonial?

Pilar: Nosotros empezamos conlos cursos matrimoniales como podí-amos haber empezado con cualquierotra cosa, porque cuando estábamosrecién casados nos ofrecimos a un sa-cerdote para colaborar, y nos pidió queapoyásemos a los jóvenes en sus cur-sillos. Pero entonces había muy po-cas reuniones. Fue una época bonita,aunque muy difícil. Con algo más deexperiencia, ya vimos que teníamosque dedicarle más tiempo, y que te-nía que ser todo mucho más profun-do. Fue cuando empezamos a desa-rrollar este programa. La experiencia,y los propios jóvenes, nos fueron di-ciendo que los cursillos de dos o tresmeses se les quedaban cortos, y en-tonces decidimos hacerlos de un año.

¿Qué tienen de novedoso, o deespecial, vuestros cursillos?

José Antonio: Normalmente soncada quince días, durante un año en-tero. En cada sesión desarrollamos un

tema. Siempre procuramos provocarmucho el diálogo entre la pareja. Hayun propósito al acabar cada encuen-tro, y es que tengan algo que seguircomentando durante la semana. Másque el encuentro de dos horas, lo im-portante es el encuentro que tienendespués las parejas entre reunión yreunión.

P.: Los jóvenes son muy idealistas,y hay que convencerles de que el ma-trimonio no es fácil, que es un cami-no difícil, pero apasionante. Y queeso lo deben descubrir con tiempo,no es algo que se enseña en dos dí-as, ni en tres ni en cuatro. Por eso no-sotros apostamos por un curso am-plio.

J. A.: Incluso hay parejas que vie-nen que no se van a casar inmediata-mente, pero que prefieren ir teniendoun reciclaje y un seguimiento, para se-guir profundizando. Por eso tenemosdos vertientes: las parejas de noviosque quieren profundizar en la fe y eldiálogo, pero que no se van a casar, yluego las que se van a casar. Están se-parados los dos grupos.

¿Cómo enfocáis el temario?P.: Modificamos el temario todos

los años, porque lo vamos acoplan-do según los tiempos. Hemos vistoque, por ejemplo, hay temas que sonmuy importantes para ellos y que no-sotros no habíamos pensado, comoson los problemas con los padres deuno, los padres de otro, las amista-des… Esos temas nos los han pedi-do ellos; son temas que les interesanmucho más que, a lo mejor, la edu-cación de los hijos, que lo ven más alargo plazo.

P.: Es importante que lo que unotransmite, lo viva, porque si no, po-co puede enseñar. Por eso no estoymuy de acuerdo con los cursos pre-matrimoniales por correspondencia.Me parece que hay que ser más se-rios. La pareja que se va a casar por laIglesia tiene que tener un compromi-so serio. No es una fiesta, ni un vesti-do bonito… Hay que concienciar a lagente de que casarse por la Iglesia noes cualquier cosa. Los jóvenes nece-sitan ser consecuentes con lo quepiensan.

¿Cómo se enfrentan los jóvenes aesta decisión de contraer matrimo-nio?

P.: Pues es que les aterra el matri-monio. Por lo menos a la mayoría. Es-tán viendo tantos amigos, la mismaprensa, los mismos famosos…, todo elmundo se separa… Hay un boom queasusta, porque es comprometerse depor vida. Lo que más les preocupa es loque se van a encontrar, un camino des-conocido. De momento, están muy agusto juntos, pero... Eso es un tema im-portante que les preocupa. Y luego, có-mo llevar su vida, su mundo, a nues-tra vida y nuestro mundo. Cómo ha-cerlo. Lo que pasa es que vienen conmucha ilusión, pensando que se van acasar, vamos a construirnos un mundoparalelo... El matrimonio tiene comotres etapas: una es el teleférico, que esla etapa de idealización de la persona,donde uno lo ve todo fantástico y sólove las virtudes. La etapa del túnel, cuan-do uno ve todos los defectos más quelas virtudes. Y por fin, la marcha a pie,la fase en que empiezas a fomentar ycomprender la convivencia.

¿Cómo enfocáis la solución de losproblemas en el matrimonio?

J. A.:Mantener lozano el primeramor, mantener la alegría, la ilusión.Renuncia permanente. Los católicostenemos la ventaja de saber que tene-mos a Dios en medio siempre, en me-dio de la pareja y de la familia. El cul-tivo del amor, de la alegría, de los pro-yectos en común, que es en realidadlo que te hace salir de tu pequeño mun-do, de la oración y del sacrificio y deldiálogo. Y si eso se lleva a cabo, tepuedes encontrar con muchos proble-mas en la vida, pero sabes a qué ate-nerte. Y la oración en común, que esun momento de encuentro y de hablar.

¿Qué evolución observáis en lasjóvenes parejas desde hace 20 añoshasta ahora?

P.: No hablaría de diferencias. Hapasado gente muy distinta: religiosa,no religiosa, sin saber lo que querí-an... Antes había una gran mayoríade personas que se casaban por la Igle-sia por motivos muy superficiales: lafamilia, la ceremonia más bonita...Ahora vemos que las parejas son mu-cho más conscientes del paso que vana dar; gente creyente y que se casanpor la Iglesia porque lo ven un com-promiso ante Dios.

En veinte años vemos que somosmenos, pero más comprometidos. Losjóvenes van sabiendo bien lo que quie-ren, y con una decisión tomada.

En portadaAlfa y Omega6 21-XI-2002

Don José Antonio Alvaredo y doña Pilar de Beas, preparadores matrimoniales:

Son menos,pero más comprometidos

Los esposos don José Antonio Alvaredo y doña Pilar de Beas pertenecen al movimiento familiar de Schoenstatt. Llevan casados veintiún años, y otros tantos dirigiendo cursillos matrimoniales deuna duración anual para novios. Su larga experiencia les ha permitido conocer a fondo los problemas y dificultades con los que se encuentran los jóvenes, y asistir al cambio generacionalque se ha producido en estas dos últimas décadas. Alfa y Omega ha hablado con ellos y éstas son sus respuestas:

Cómo tomasteis la decisión de contraer ma-trimonio?

Javier: Hemos estado saliendo algo más decuatro años, pero casi desde el principio lo tenía-mos claro. Hubo una sintonía preciosa desde el co-mienzo, y, además, una cosa que encontré yo en Ele-na, y es que era distinta a todas las chicas que habíaconocido antes, porque nadie quería comprometer-se, ni creía en el matrimonio, ni en el amor eterno, ymucho menos en la familia cristiana. Y a mí me en-cantó cómo dijo ella que deseaba encontrar al hom-bre con el que envejecer juntos, quizá por la forma-ción que hemos tenido de nuestros padres, que hemosvisto que un matrimonio con buena concordia, y ba-sado en buenos principios, es la mejor situación,mejor que una familia desestructurada, o que cambiarde pareja cada dos por tres, que es siempre una fuen-te de problemas de todo orden social y psicológico.Nosotros siempre hemos tenido una idea de lo quequeríamos en la vida muy similar. El sentimientoamoroso y la atracción de la otra persona es un in-grediente necesario, pero, junto a eso, ha sido fun-damental para dar este paso saber que, en lo bási-co, estamos de acuerdo, y buscamos el mismo sis-tema de vida.

Elena: La gente no tiene objetivos comunes. No-sotros teníamos muy claro que nuestro objetivo eravivir juntos, tener hijos juntos y vivir lo bueno y lo

malo juntos. Pero yo creo que la gente es un pocoegoísta, va a lo que les satisface: si el otro se en-cuentra mal, no les importa... Yo creo que es básicotener claro lo que es la familia cristiana: el marido vi-vir por la mujer, la mujer por el marido, vivir unaespiritualidad juntos...

Frente al boom de separaciones y divorcios,¿cómo os preparáis para el matrimonio?

J.: El problema de tanta ruptura, y de que parecelo normal que las parejas se rompan, puede venir, enparte, del hedonismo del que hablaba Elena. Vivimosen una sociedad que ha perdido muchos valores cris-tianos. La ciencia ha avanzado mucho, pero no hayespíritu de sacrificio en la sociedad, y eso se ve tam-bién en los matrimonios. Una pareja no es para sa-tisfacerse, ni para probar, ni ver si te conviene. Ac-tuando de esa manera, uno no podrá encontrar nun-ca su media naranja. Hay que tener claro que la con-vivencia es muy difícil. Cada persona tiene undefecto que, si no lo aceptas, se hace insalvable.Una vez leí una cita de Jardiel Poncela. Decía algoasí como que, «si una mujer casada te dice que sumarido no la comprende, alquila un piso para en-trevistarte con ella –en aquella época parece ser quea eso se le llamaba entrevistarse–y, al cabo de dosmeses, te darás cuenta de que a ti tampoco te com-prende».

¿Qué importancia crees que tienen los cursillosprematrimoniales?

E.: Hay muchas veces que, aunque seamos ca-tólicos, no sabemos realmente lo que es una familiacristiana, ni cómo hay que vivirlo. Y entonces loscursillos te enseñan mucho en este sentido: lo que es,cómo debes comportarte en la educación de tus hi-jos... Yo lo veo muy importante.

J.: Nosotros, a pesar de que nos vamos a casaren diciembre, lo hicimos el año pasado, porque nosdijo el sacerdote que no hace falta que se haga jus-to antes de la boda, y fue mejor porque estábamosmás relajados que ahora, que estamos muy liadoscon todos los preparativos, y entonces pudimos asis-tir todos los días. En esta parroquia se hace con mu-cho interés: los profesores eran Néstor, teólogo ysociólogo, el párroco, don José Luis Larrabe, y tam-bién un matrimonio nos estuvo hablando de su ex-periencia. Fue muy interesante porque todos esta-ban muy preparados. La entrevista con el matrimo-nio nos encantó, pero también la explicación del pa-dre José Luis y de Néstor fue muy interesante.

¿Con qué problemas os encontráis cuando lle-ga el momento de vuestra boda?

E.: Siempre te dicen: «¡Cómo te vas a casar,tan joven!», y claro, es mi vida y yo estoy feliz conlo que hago, y tengo muchísima ilusión. Nos ca-samos con el deseo de que nuestro amor vaya cre-ciendo más. Si ya de novios nos queríamos, cadadía el amor es más fuerte, estás más unido... Yo,desde luego, estoy muy optimista ante el matri-monio.

J.: Desde el punto de vista personal, me pareceun salto al vacío. Estoy muy convencido de que to-do va a ir bien con Elena, y que el matrimonio es mivocación. Pero, claro, da miedo; nunca hemos con-vivido; yo siempre he estado en palmitas, aunqueesté trabajando, en mi casa, y de repente hay queafrontar la responsabilidad de estar casado, ser pa-dre de familia; se multiplican todas las responsa-bilidades, la vida te obliga a ser más organizado...Es un gran cambio, pero se trata de algo que lamayor parte del género humano ha superado y havivido con ello. Estoy también muy optimista, ytambién pienso que quien algo quiere en la vida,tiene que dar un paso fuerte, tiene que tomar lasnaves, como dijo Hernán Cortés. Ante Dios hayque comprometerse. Desde el punto de vista so-cial, veo todas las dificultades para los matrimo-nios. Los sueldos que se pagan, en casi todos los tra-bajos, son insuficientes para tener una familia condignidad: la vivienda, todo está carísimo... Casisiempre los dos cónyuges tienen que trabajar, por-que es muy difícil pagar con el sueldo de uno las hi-potecas tan altas que hay. Por esto no es fácil com-paginar la maternidad y la paternidad con el tra-bajo. España es un país que no tiene casi ayudas alas familias, y las casas que pueden comprar sonmuy pequeñas... Pero, bueno, aunque todo seanproblemas, creo que siempre se encuentra una for-ma de salir adelante. Hay que tener confianza enDios. Ahora la sociedad no te alienta precisamen-te a que tengas una familia, un matrimonio, hijos...Eso las autoridades deberían replanteárselo, por-que es un problema muy grave.

En portada Alfa y Omega 21-XI-2002 7

Elena y Javier, una pareja de novios que contraerá matrimonio el mes que viene:

Ella cree en el amor eterno...y eso me enamoró

Ella se llama Elena Prieto, tiene 27 años y es médico. Él, Javier Cañete, 32 años y es profesor de secundaria. Después de un noviazgo de 4 años, contraerán matrimonio el próximo diciembre. A pesar de las dificultades que, según ellos, se encuentran en la sociedad para formar una familia, viven con ilusión y valentía uno de los pasosmás importantes de su vida. Así se lo explican a los lectores de Alfa y Omega:

La fotoAlfa y Omega8 21-XI-2002

Una histórica visitaJuan Pablo II había visitado yael Parlamento europeo, el po-laco, el australiano, pero ni élni ningún Papa anterior habíavisitado nunca el ParlamentoItaliano y, curiosamente, el Pa-pa es el obispo de Roma. JuanPablo II también ha batido esterécord, y bien puede calificar-se de histórica su visita al Pa-lacio de Montecitorio. Pero,además de histórica, fue –y nopodía ser de otro modo con es-te Papa– un encuentro de altí-sima calidad humana: hasta 22veces interrumpieron su dis-curso los Padres de la Patria,y la clamorosa ovación final du-ró cerca de dos minutos. El dis-curso del Papa fue de absolutaexigencia ética, cívica y demo-crática: habló de la herencia hu-manista y cristiana que Italia nodebe perder; lo mismo dijo res-pecto a Europa, y recordó la necesaria colaboración e indepen-dencia entre Iglesia y Estado, el respeto a la vida, la crisis de lanatalidad, la importancia de la familia y la educación cristiana de los

hijos, y se convirtió en portavoz de los desfavorecidos del país: losencarcelados «en condiciones de penoso hacinamiento», paraquienes pidió «una reducción de la pena».

Ha tenido que reunirse la llamada Cumbre Iberoamericana al otrolado del Atlántico, para que haya salido a las portadas de los mediosla estremecedora foto de los niños argentinos que se mueren dehambre. Se mueren desde hace mucho tiempo: informes fidedignosconstatan que el 20% de los niños de uno de los países más ricos

de América está desnutrido. No parece que la Cumbre de Punta Ca-na haya sido muy provechosa. Siempre es bueno que los que man-dan se reúnan, pero mejor si se resuelve algo; quizás hubiera sidomás provechoso reunirse en Tucumán que pasar un fin de sema-na en un paradisíaco rincón caribeño

Había que haber empezado antes!», les decía un granpedagogo a unos jóvenes esposos que acudierona él profundamente desorientados, a la hora de

educar a su pequeño hijo y de llevar adelante su matrimo-nio y su familia. «No todos somos padres –añadió–, ¡perosí somos todos hijos! Si esto no lo aprendemos, en realidadno estamos capacitados para nada». Amar, que eso en de-finitiva es la clave humana de la vida, y de modo eminen-te del matrimonio y de la paternidad, es el fruto de haber si-do amado primero. Sólo siendo hijos, ciertamente, se apren-de a ser padres, y esposos, y hombres y mujeres verdade-ros capaces de constituir una sociedad sana, generadorade vida y de esperanza. La caída en picado de la natali-dad –¡y en España, tristemente, esta-mos a la cabeza!–, y el miedo a unfuturo en el que no se quiere pensar,dedicados a la satisfacción del ins-tante vacío de razones y de significa-do, ponen bien de manifiesto hastaqué punto está enferma nuestra so-ciedad.

Julián Marías, con el aval indis-cutible de la sabia experiencia de suya larga vida, ha subrayado con es-pecial énfasis que el mal más abomi-nable de nuestro tiempo no es el abor-to –con serlo, y gravísimo–, sino suaceptación como normal por la so-ciedad. Rota esta barrera del más sa-grado reducto de la vida, las demásfichas del dominó humano no pue-den por menos que ir cayendo una detrás de otra: honradez,fidelidad, verdad… del hombre y de la mujer, de la se-xualidad, del matrimonio… Todo queda trastocado, y conuna incisiva campaña mediática hasta se podría convencera la sociedad –dice irónicamente Pio Moa– de que el pro-greso es andar a cuatro patas, pues hacerlo erguido es unatraso cavernícola. Lo escribe a propósito de la homose-xualidad, que trata de tener plena carta de ciudadanía co-mo lo más normal y bueno del mundo. Pero la mentira noresiste al más elemental razonamiento: si se considera nor-mal la homosexualidad, ¿cómo entonces es motivo dechantaje, teniendo a tantísimos con el miedo en el cuerpo?Si se amenaza con ponerla de manifiesto, no se la consi-derará tan normal. Como ocurre, a la inversa, con la vir-ginidad: si se habla de perderla, ¿no se está reconociendoque es valiosa? Por mucho que se quiera maquillarla demodernidad y progreso, hoy la sociedad, sobre todo la lla-mada del bienestar, la tenemos en ruinas.

Ahí están esas ruinas espantosas del divorcio, vidasdeshechas, rehechas y, en definitiva, maltrechas, por mu-cho que a tal caos se le califique de civilizado; de niñossin padres ni maestros, de jóvenes vacíos y sin rumbo,

atrapados por la droga que mata los cuerpos, o por la mássutil que, progresiva e inexorablemente, carcome las al-mas, por mucho que a tal vacío se le llame libertad; delhambre galopante ya incluso en el país con mayor cantidadde alimentos del mundo, por mucho que a la descomunalinjusticia que la provoca se le llame progreso y crecimientoeconómico; de violencia de todo tipo, desde la manipula-ción de embriones hasta el constante enfrentamiento egois-ta entre los diversos grupos sociales y hasta la guerra abier-ta entre los pueblos, que no busca otra cosa que conseguirdinero y poder, por mucho que se hable de avance de laciencia, o de lucha contra el terrorismo… Ahí tenemos, endefinitiva, la ruina de la familia, y, con ella, la de la misma

Humanidad.Esa máxima abominación, más allá

del crimen del no nacido, de la que ha-bla Julián Marías apunta necesaria-mente, en primerísimo lugar, a quie-nes son los co-autores de la genera-ción de todo ser humano. El quebran-to de la vida desde su mismaconcepción no existiría si antes no es-tuviera quebrantada la de quienes hanrecibido el poder de pro-crear. Y elquebranto no es otro que el olvido denuestra condición de criaturas, de hijos.La salud de la familia, y con ella la dela sociedad entera, comienza por aquí,por despertar a la alegría de ser amadocon absoluta gratuidad, que es preci-samente la experiencia del amor de

hombre y mujer, el primero y más genuino reflejo de Dios.Por terriblemente maltrecha que se encuentre hoy la fa-milia, la verdad más honda de su ser no puede por menosque salir a la luz. Es significativo que, cuando todo el mun-do está al cabo de la calle, lo ha visto y oído todo, lo ha ca-tado todo, y en edades inverosímilmente tempranas…, na-die quiere irse de casa, y en todas las encuestas lo más va-lorado, con diferencia, es precisamente la familia.

Hoy se llevan a cabo preparaciones para todo. Se pro-graman cursos, seminarios, másters… de todo, menos delmás indispensable, en el que entra en juego el futuro, lafuente misma de la vida. A menudo queda reducido a laspequeñas pinceladas de unas charlas formativas, a todas lu-ces insuficientes, precisamente porque ¡había que haberempezado antes!… Pero la clave de tal preparación puededarse en un instante: cuando la abominación de nuestros dí-as se empeña en dejar a la familia en el más irresponsablede los fangos, basta encontrarse con la exquisita limpiezay responsabilidad de quienes son esposos y padres verda-deros, porque han experimentado su condición de hijos, pa-ra que tal condición indispensable se despierte y llene designificado y de esperanza la vida entera.

Criterios Alfa y Omega 9

Lo mejorque tenemos

La Iglesia no es nunca utópica enpunto a la felicidad terrena, pues

sólo para la vida eterna promete laplenitud de la bienaventuranza. Yaen boca de Léon XIII, se adelantaa decir que no existe un remedio ple-no a los males que afligen a la so-ciedad, ni se prevé un sistema so-cial perfecto hasta el punto que laIglesia lo haga suyo. Lo que preten-de la Iglesia es cristianizar los sis-temas e instituciones; pero esto noquiere decir que se acomode porconveniencia a todas las doctrinasy regímenes. Rechaza aquellos queno se compadecen con sus princi-pios, señala en otros lo que es com-patible con la doctrina cristiana, ala vez que denuncia los errores, abu-sos y peligros que puede haber enellos, y sin otorgar con título exclu-sivo el calificativo de católico a nin-gún sistema determinado. Lleva portítulo este Congreso Desafíos glo-bales. Son desafíos globales que unniño pueda venir al mundo y unamadre abrazarlo; que un joven pue-da desarrollar su personalidad sinser víctima del utilitarismo impe-rante; que un anciano pueda ser que-rido respetado, aunque no sea un su-jeto productivo; que los enfermosno sean considerados cargas socia-les, sino personas que, en su sufri-miento, alcanzan y señalan la má-xima expresión de su dignidad hu-mana. Que las riquezas no se pon-gan sólo a disposición de unos pocoshombres o países. Que no hay ideo-logía humana capaz de construir pa-raíso alguno, ni idolatría que justi-fique la violencia, la guerra, el mal yel pecado. Que la familia es institu-ción básica de la sociedad, anteriory preferente a cualquier forma depoder, y que no puede ser confun-dida por ninguna otra realidad so-cial. Que los gobernantes deben es-tar al servicio del bien común, serviry no servirse. Que ninguna nacióno Estado pueda estar por encima deotros. Que no se puede amparar elterrorismo, ni permitir que se utilicea Dios en su nombre. Que no es lomismo la mentira que la verdad, elhorror que la belleza, el mal que elbien. Que debemos, como católicos,anunciar y ofrecer en la plaza pú-blica lo mejor que tenemos: a Cris-to, el Hijo de Dios muerto en laCruz, que no promete triunfos te-rrenales pero sí la vida eterna.

Alfonso Coronel de PalmaDel discurso de inauguración

del IV Congreso Católicos y vida pública

ΑΩ

21-XI-2002

El MásterindispensableEl Másterindispensable

La legalidad

En los años treinta, en España, se produjo una terrible persecución re-ligiosa que se llevó la vida de millares de personas. Pero estaba

dentro de la legalidad. Nada que objetar.En los años cuarenta, en Europa, existieron los llamados campos de

exterminio, donde dejaron la vida miles de personas. Pero estaba den-tro de la legalidad. Nada que objetar.

En las décadas siguientes, en la URSS se produjo una terrible per-secución de disidentes. Pero estaba dentro de la legalidad. Nada que ob-jetar.

En la actualidad, en el mundo civilizado diariamente se asesina en elvientre de su madre a miles de niños (en España, uno cada ocho minu-tos). Pero estaba dentro de la legalidad. ¿Nada que objetar?

Cesáreo JaraboCastellón

El Papa y el progreso

Compruebo con asombro cómo una persona con 82 años pueda tenertanta vitalidad como la del Papa Juan Pablo II. Soy de los que pen-

saba que el Pontífice era un retrógrado, conservador, elitista… Ahorahe cambiado de opinión. ¿A quién se le ocurre poner cinco nuevos mis-terios al Rosario? ¿Y eso no es progreso? Progreso de quien quiereque la verdad se conozca. Progreso de un alma entregada a Dios, quequiere que el mundo comparta con él su gozo, el de saberse hijo deDios. Y es que todo indica que esa Iglesia, antes estancada, a mi pare-cer, ha demostrado, con los hechos y no sólo con los principios, queavanza con los tiempos. Y ahora sí que digo ¡Y qué tiempos!

Tomás Azcona LequericaMadrid

CartasAlfa y Omega10 21-XI-2002

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

Estrategia hábil, pero inaceptable

El movimiento gay ytodo su mundillo no

da puntada sin hilo. Sufuerza mediática nuncaobra por casualidad; hayuna estrategia calcula-da, ordenada e intere-sada. Los hechos repe-titivos, que producenefectos buscados, nopueden explicarse por elazar, por ello explicarémi argumento.

La historia de unaconquista tan inmoral,por parte de este grupode personas organiza-das, como es la de equi-parar la familia a la uniónde dos personas delmismo sexo, está bus-cando hacer mella enaquellos reductos que pudieran parecer más refractarios a su reivindicación, y contra ellosacometen frontalmente. Así por ejemplo, con el escándalo –sacado aposta– sobre los casosde curas pederastas en Estados Unidos, algunos de éstos incluso ya muy antiguos, se bus-caba una especie de justificación del escándalo o pecado, mitad para rogar por el no celibatodel sacerdocio, mitad para buscar la aceptación pública de que entre los sacerdotes tambiénhabía homosexuales. Pero esta estrategia es más evidente si descendemos a terrenos do-mésticos, a España. Hace dos meses el cura de Huelva fue el reclamo perfecto para herir ala Iglesia, la cual no acepta ni puede aceptar estas lacras, que sí al homosexual como per-sona. La Iglesia fue atacada y, con este sacerdote de mediador, fue desacreditada oportu-namente. Ni qué decir tiene que la mayoría de los medios de comunicación, que navegan –demil amores– en el fango del morbo, se brindaron a dar pábulo al escándalo. La tercera fasede esta estrategia ha surgido estos días, en el seno de La Guardia Civil. Como quiera que pa-rece una institución también infranqueable, creo que se ha buscado hacer mella en el sen-tir general de la sociedad, instrumentando la noticia. Esta anécdota se emplea para hacer me-lla en el reconocimiento por parte de la Guardia Civil, y de la sociedad en general, de las pa-rejas de homosexuales, como si fueran verdaderos matrimonios. La conquista ha sido fa-bulosa, los derechos humanos del momento y de la opinión pública, sin opinión ni formación,ya han tragado, y así el colectivo gay ha horadado otro pilar aparentemente infranqueable dela sociedad. ¿Ven ustedes cómo la estrategia es perfecta?

Jesús Espinosa Carrascal Madrid

En el mismo sentido hemos recibido cartas de Alfonso Luis Sánchez García, de Ma-drid; Lluís Esquena Romaguera, de Torroella de Montgrí (Gerona); María del Carmen

Güemes Cobos, de Madrid; Martín Bravo Navarro, de Madrid.

Violencia juvenil

La agresividad existente en todos losámbitos de nuestra sociedad es algo

que nos afecta y nos preocupa; buscar laraíz para poder llegar al fondo de la cues-tión es tarea de todos, cada cual en suparcela particular. Hay demasiada permi-sividad, empezando en la propia familia.Cuando se deja traspasar la negatividaddel mundo laboral, económico, competi-tivo en el ambiente familiar, esta situaciónrepercute en los miembros que la consti-tuyen, creando un ambiente estresante,y si a todo esto se le añade el olvido devalores, la mezcla es explosiva. Recupe-rar todos esos valores perdidos podría serun punto a favor en nuestras vidas con-tra el resentimiento social. La paz, quetanto se pide, podría empezar por unomismo.

Ana María Gómez SotocaAndújar (Jaén)

José Francisco Serranoredactorjefe@planalfa.es

Paolo Flores D´Arcais calificó de fundamen-talista la encíclica de Juan Pablo II Evange-lium vitae y señaló que los argumentos del

Papa tendrían unas consecuencias mortíferas parala democracia. La contestación del cardenal Rat-zinger fue clarificadora: «Tales afirmaciones pre-suponen que no puede haber ninguna otra instanciapor encima de las decisiones de una mayoría. Lamayoría coyuntural se convierte en un absoluto.Porque, de hecho, vuelve a existir lo absoluto, loinapelable. Estamos expuestos al dominio del po-sitivismo y a la absolutización de lo coyuntural,de lo manipulable. Si el hombre queda fuera de laverdad, entonces ya sólo puede dominar sobre él locoyuntural, lo arbitrario. Por eso no es fundamen-talismo, sino un deber de la Humanidad, proteger alhombre contra la dictadura de lo coyuntural con-vertido en absoluto y devolverle su dignidad, quejustamente consiste en que ninguna instancia hu-mana puede dominar sobre él, porque está abiertoa la verdad misma. Precisamente por su insistenciaen la capacidad del hombre para la verdad, la en-cíclica es una apología sumamente necesaria de lagrandeza del hombre, contra lo que pretende pre-sentarse la cultura tout court».

La revista Época, en su último número, se halanzado al ruedo de lo políticamente incorrecto yde lo moralmente cierto con la publicación de unamplio reportaje, a toda portada, titulado Así se abor-ta en España. El editor Julio Ariza, empresario dela comunicación para más señas, señala en una Car-ta del editor: «Antes de escribir estas líneas he mos-trado a una docena de amigos de variadas adscrip-ciones ideológicas y políticas las fotografías y lostestimonios que se incluyen en el reportaje Así seaborta en España. Les he explicado cómo en un parde centros abortivos y, por teléfono, nos emplaza-ban para la realización de abortos en niños de sietemeses. Me ha costado describir detalladamente, pe-ro lo he hecho, cómo se aborta a un niño de cuatro ocinco meses, aplastándole la cabeza con unas tena-zas dentro del útero, troceando después brazos ypiernas y extrayendo luego, con un potente aspirador,los pedazos desgarrados. Les he mostrado la foto-grafía de un bebé de veinte semanas envenenado yquemada su piel en vivo con una solución salinadentro del útero de su madre.

Algunos de estos amigos no han podido mantenerla mirada ante estas imágenes; otros, alucinados,decían no creer lo que veían; todos, de izquierdas oderechas, conservadores o progresistas, asegurabandesconocer que algo así podía estar ocurriendo.

Podrá o no gustar la presentación pública de es-tos espantosos hechos, pero les aseguro que, una vezconocidos y comprobados, no podríamos dormir sindenunciarlos, sin proclamarlos a los cuatro vientos.

Los políticos, los jueces, los legisladores, el Pre-sidente del Gobierno, que promueve e inspira cam-bios legislativos, no podrán permanecer mudos o enla inacción después de conocer los horrores que aquíles presentamos. La esposa del señor Aznar, la señoraBotella, declaraba muy recientemente ser una apa-sionada de los temas sociales; aquí tiene una causasocial digna de toda su pasión».

El diario El País, en su suplemento Babelia, elsábado 16 de noviembre, publicó una página con unamplio y certero artículo de Claudio Magris, en elque se leía: «Las grandes religiones –decía Ches-terton, escritor católico– se distinguen de las su-persticiones por su robusto materialismo; quien

cree que el Verbo se hizo carne sabe que se hizopura sinapsis de neuronas, con su mecanismo com-plejo y perecedero. No hay antítesis entre espírituy materia; el temor y el temblor ante un rostro ama-do son también reacciones de los vasos sanguíne-os y las conexiones nerviosas, fisiología del cuer-po y del alma. Esto no implica ninguna reduccióndespoetizante de los valores espirituales, sino quees la certeza de que existen en cuanto que se en-carnan, que son realidad concreta. No hay que te-ner miedo del barro del que estamos hechos, con elque, en cambio, cierta cultura de izquierdas, másidealista que marxista, se ha negado a hacer cuen-tas, creyendo así, con abstracto ideologismo, quepuede cambiar más fácilmente el mundo y liberara los hombres».

Otro de los frentes, ahora político, en la reivin-dicación de la dignidad del hombre, se encuentra enlas declaraciones de Otto de Habsburgo, Presi-dente de la Unión Paneuropea Internacional, a Mau-ricio Sánchez, en el diario La Razón del sábado día16. A la pregunta: ¿Debería la futura constitucióneuropea reflejar el origen cristiano de sus funda-dores?, contesta: «Por lo menos se debería mantenerla noción de Dios y la noción de responsabilidad

del hombre frente, hacia su Creador. Pero debemoshablar de Dios y no de un Iglesia especial porquequeremos dejar la puerta abierta a los musulmanes ya los judíos para frenar la ola de ateísmo que hoyamenaza a Europa».

No olvidemos lo que el monseñor Angelo Scola,Patriarca de Venecia, señaló el pasado 24 de octubreen Padua, publicado por el mensual Páginas parael mes, que dirije José Luis Restán: «En la historiaeuropea, los acontecimientos religiosos y socio-po-líticos se presentan estrechamente unidos, más alláde las necesarias distinciones, hasta ser de hechoinseparables. Ningún observador atento podría negarque, con una modalidad históricamente cambiantesegún los pueblos y naciones, el elemento religiosopertenece al ADN de ese universo que hoy todosllamamos Europa. Así hay que reconocer que, has-ta los umbrales de la modernidad, la dimensión re-ligiosa constituyó prácticamente la raíz del vínculosocial. Para evitar que a esta afirmación acerca deldecisivo peso del fenómeno religioso en la historiasocio-política de Europa se la tilde de irenismo acrí-tico y pretencioso, es necesario considerar seria-mente la naturaleza objetivamente dialéctica de larelación entre religión y modernidad».

Aquí y ahora Alfa y Omega 21-XI-2002 11

y contarlooír...Ver

El absolutismode las mayoríasEl absolutismo

de las mayorías

La Iglesia en Madrid rinde cuen-tas. La presentación del ejerciciodel año 2001, en la sede del Ar-

zobispado de Madrid, con ocasión dela celebración del Día de la Iglesiadiocesana, contó con la presencia delobispo auxiliar monseñor Fidel He-rráez, acompañado del Vicario epis-copal para Asuntos Económicos, donTomás Juárez García-Gasco, y del res-ponsable de la Oficina de Sociología yEstadística, el sacerdote don Juan JoséBeltrán, además del Delegado dioce-sano de Medios de comunicación, elpadre Manuel María Bru. MonseñorFidel Herráez afirmó que el Día de laIglesia diocesana «es una oportunidad

para dar a conocer las realidades y lostrabajos de la vida de la Iglesia dioce-sana». A cargo de don Tomás Juárezcorrió el desglose de los balances, yapublicados por Alfa y Omega en nues-tro número anterior, ampliados con unaexplicación sobre las relaciones eco-nómicas entre las parroquias y la Ad-ministración diocesana central, en ca-pítulos como la construcción de com-plejos parroquiales, que requieren delArzobispado para hacer frente a losplazos de amortización.

La principal novedad de este en-cuentro informativo para nuestros lec-tores fue la presentación, a cargo dedon Juan José Beltrán, de unos folle-

tos informativos acerca de los serviciospastorales de la Iglesia en Madrid. Setrata de una interesante iniciativa deservicio a los files de la diócesis de Ma-drid y a todos los que visitan nuestraComunidad: la elaboración de 25 pe-queños y manejables folletos, dividi-dos territorialmente, en los que apare-cen la información sobre horarios demisas, confesiones, apertura de la igle-sia y despacho parroquial, en 563 pa-rroquias y capillas. Se distribuirán pró-ximamente 300.000 mil ejempolaresen total en parroquias, lugares de culto,centros culturales, hoteles, entre otroslugares. En cada zona, se repartirá elfolleto respectivo, además de uno co-

mún para toda la archidiócesis, de es-pecial utilidad para todos aquellos quetienen problemas de horario, en díasfestivos, o que, en días laborables, nopueden oír misa más que a muy pri-mera hora de la mañana o a última ho-ra de la tarde. Contiene los lugares yhorarios en donde se celebra misa y seconfiesa antes de la ocho de la mañanay después de la ocho de la tarde.

Otro dato de interés, que aportó elresponsable de la Oficina de Sociolo-gía y Estadística, es que, en Madrid,permanecen abiertas las iglesias du-rante 18.000 horas semanales; se ce-lebra 1.125 veces al día la Eucaristía,y cerca de 3.000 los fines de semana.

Iglesia en MadridAlfa y Omega12 21-XI-2002

Con ocasión del Día de la Iglesia diocesana:

Cuentas e iniciativas

Para la Plataforma para la Pro-moción de la Familia (PROFAM)

es necesario modificar sustancial-mente el borrador de Anteproyectode Ley de Protección Social de laFamilia de la CAM. Las casi 300 en-miendas, y un documento alternati-vo con casi 100 modificaciones a laley, que se han presentado a la Con-sejería de Asuntos Sociales, de-muestran la necesidad de revisaren profundidad su contenido. «Ape-sar de los 4 años transcurridos pa-ra su elaboración, el documento es-tá aún muy verde», señala EduardoHertfelder, Presidente de PROFAM,plataforma de asociaciones madri-leñas que engloba a más de 300 fe-deraciones y asociaciones familiaresy educativas, y que representa amás de 300.000 familias.

Negativa de la Consejería

Sin embargo, la Consejería deAsuntos Sociales ha mostrado sunegativa a eliminar la disposiciónadicional segunda de dicho borra-dor –que equipara las uniones de

homosexuales con la familia, otor-gándoles los mismos derechos–, apesar de la unanimidad de las aso-ciaciones familiares englobadas enPROFAM, que exigen su elimina-ción. Esta Plataforma para la Pro-moción de la Familia, que ha pre-sentado un documento alternativoque contiene casi 100 modificacio-nes a la ley, está desplegando suactividad en una triple vertiente:

Conversaciones con la Conse-jería de Asuntos Sociales: aunquese han celebrado varias reuniones,los avances son muy lentos. En lamayoría de los puntos, la Consejeríamuestra una actitud receptiva y dia-logante. Ahora bien, ésta se vuelveclaramente cerrada cuando se abor-da la eliminación de la dispocisiónadicional segunda. PROFAM espe-ra que la voluntad política demos-trada para negociar o dialogar no sequede en buenas maneras, o seauna tapadera, sino que sea efectiva,concretándose en hechos que res-ponden a las demandas de estasmás de 300.000 familias.

Conversaciones con otros re-presentantes de la Comunidad deMadrid, de los partidos políticos yagentes sociales.

Sensibilización social: en es-te sentido, la Plataforma ciudadanahazteoir.org ha elaborado una aler-ta legislativa en la que se felicita aPROFAM por su documento alter-nativo, y pide a la CAM que atien-da las peticiones de esta platafor-ma. Una de las muchas pruebasdel desacuerdo total respecto alborrador está en las más de 4.500personas que se han adherido aldocumento alternativo, elaboradopor PROFAM, a través de la alertalegislativa de hazteoir.org

«Estamos muy satisfechos de larepuesta social que está teniendoestá iniciativa de hazteoir.org –hadeclarado Eduardo Hertfelder–. Elobjetivo, para PROFAM, es llegar alos 50.000 correos recibidos de per-sonas y asociaciones. La respues-ta social –añade– está demostran-do, en primer lugar, la clara sinto-nía de nuestro documento alterna-

tivo con la realidad familiar madri-leña. En segundo lugar, la gran sen-sibilidad a la hora de responder haconstatado de primera mano esteapoyo social. La Consejería deAsuntos Sociales también ha reci-bido una copia de estos correos.Esta iniciativa es sólo el inicio deuna serie de movilizaciones socialesque implantaremos, según se va-yan desarrollando los aconteci-mientos».

«La CAM –conluye la nota queha hecho pública PROFAM– tieneuna oportunidad histórica de apro-bar este Anteproyecto de Ley deProtección a la Familia con el apo-yo de la mayoría de las asociacio-nes familiares, o sin su apoyo. Yesto sólo depende ellos y de su ac-titutd dialogante o no».

Más información: Puede acu-dirse a la página web ya citada haz-teoir.org, así como directamente aPROFAM, Plataforma para la Pro-moción de la Familia (calle López deHoyos, 353. E-mail: equilez@ini-cia.es

Más de 300.000 familias exigen cambios en el borrador de Anteproyecto de Ley de Protección Social de la Familia de la Comunidad de Madrid

Se ignora a las familias

Hace no muchos días se reuní-an en Madrid los represen-tantes de las asociaciones eu-

ropeas de familias numerosas parauno de sus habituales Congresos.Venturosamente encontró –ya no es-tábamos acostumbrados a ello– unamplio eco en la opinión pública,aunque variado en las valoraciones yreflexiones culturales y políticas deque fue objeto.

Ricas y polifacéticas fueron suspropuestas y conclusiones, dirigidassobre todo a los poderes públicos y alas instituciones de la comunidad eu-ropea, referidas a los distintos marcossociales, económicos y jurídicos enlos que se encuentra inserta la fami-lia en la actualidad. Marcos, en gene-ral, insuficientes, muchas veces durose incluso hostiles para con la misiónpropia de la familia y sus posibilidades

de llevarla a cabo, no sólo en funciónde su propio bien y del de los miem-bros que la constituyen, sino tambiéndel bien de toda la sociedad y, aún, dela misma Humanidad. Porque, en de-finitiva, su futuro, el futuro de lo hu-mano, está, o cae con la familia irre-misiblemente. No sólo la suerte y elbien individual del hombre dependedel bien de la familia, sino también ydecisivamente el bien de la sociedadentera, sea cual sea el lugar concretode su ubicación e implantación histó-ricas. Por supuesto, el futuro de la so-ciedad española depende del bien de lafamilia en España. Las familias nu-merosas españolas, en unión con otrasmuchas homónimas europeas, nos lohan recordado estos días; por un lado,con una concreción de datos estadís-ticos y de realidades de la vida diariaque saltan a la vista de cualquier ob-servador que la mire con un mínimumde objetividad y honradez; y, por otro,con una presentación ética de sus pro-blemas, ignorados y/o trivializadospor las nuevas ideologías que inspi-ran muchos de los programas políti-cos y de las legislaciones sobre la fa-milia actualmente en boga: son las te-orías que propugnan una cultura me-ramente utilitarista y, por tanto,relativista de la moral y del Derecho,y que hacen gala de cerrar los ojos alas dimensiones más hondas del ser ydel destino del hombre y, consiguien-temente, de lo que significa verdade-ramente la familia para su bien y rea-lización integrales.

Natalidad bajo mínimos

Las sociedades europeas se hallanen curso de un envejecimiento verti-ginoso, mantienen un índice de nata-lidad bajo mínimos, que no se rectifi-ca, y comienzan visiblemente a per-der población. El incremento de lascargas sociales, la pérdida de vigor dela actividad económica y de la creati-vidad cultural son sus efectos más pa-tentes. Dan la impresión de querercontar con el factor compensatorio dela emigración, pero desde unas acti-tudes y posturas lastradas por plante-amientos tocados de cerrazón egoís-ta. Por contraste, la comprensión po-sitiva y las ayudas decididas y netaspara las familias que quieren consti-tuirse como tales y tener hijos –querepresentan el fundamento humano dela esperanza de todos– escasean; es

más, no se corresponden con las exi-gencias de una mínima justicia social–sus hijos van a ser los futuros sopor-tes de todo el sistema de la SeguridadSocial– y siguen un proceso compli-cado y de raquítico desarrollo. Sin em-bargo, lo más grave y preocupante delo que está sucediendo, y a lo queapuntan certeramente las familias nu-merosas –y no sin dejar de manifes-tar su dolorosa decepción y alarma porello–, es la equiparación pública delmatrimonio y de la familia, práctica-mente a casi todos los efectos previs-tos por el Derecho, con otras unioneso fórmulas de convivencia que, por supropia naturaleza, no pueden significarni prestar el valor insustituible de launión del hombre y de la mujer en vín-culo fiel y para siempre de amor y devida, del que brotan los nuevos hijos yese ambiente humano único en el quecrecen y se educan como se corres-ponde con su condición inviolable depersonas e hijos de Dios. Con lo cualse pone en juego y se arriesga al má-ximo el bien moral fundamental –y,por supuesto, religioso y cristiano– dela insubordinable dignidad del matri-monio y de la familia que, en su nú-cleo y elementos esenciales, no estána la libre disposición –éticamente ha-blando– del poder humano, sea cualsea su expresión y formúlese comoquiera formularse en los distintos ám-bitos de la vida pública: poder políti-co, social, mediático, etc.

El Congreso de las Familias nu-merosas nos ha brindado –y habremosde agradecérselo todos en la Iglesia yen la sociedad– una oportunísima ymás que urgente llamada de atencióna todos los ciudadanos y, de una formaespecialmente apremiante, a los cris-tianos, en orden a una decidida y com-prometida acción a favor de la salva-guarda y promoción privada y públicade la dignidad del matrimonio y de lafamilia. Ya nos lo pedía entonces, en lainquieta década de los años sesenta,con acentos graves y preocupados, elConcilio Vaticano II en su Constitu-ción pastoral sobre la Iglesia en elmundo actual Gaudium et spes. Sí, loque nos estamos jugando es, ni másni menos, la dignidad de esa realidad–matrimonio y familia– de la cual de-pende el futuro del hombre.

A la Virgen de la Almudena, nues-tra Patrona y Madre, le suplicamosluz, esperanza y amor comprometidopara el servicio del matrimonio y dela familia tal como las ha querido –yquiere– Dios, el Creador y Redentordel hombre.

+ Antonio Mª Rouco Varela

Iglesia en Madrid Alfa y Omega 21-XI-2002 13

La voz del cardenal arzobispo

El futuro dependede la familia

La dignidad del matrimonio y de la familia, en cuestión. A propósito del Congreso europeo deFamilias numerosas: éste es el título de la exhortación pastoral que ha escrito nuestro cardenalarzobispo acerca de esta realidad tan vitalmente decisiva que es la familia; y dice en ella:

El tema sobre el que ha versa-do este III Congreso ha sidoel de la «calidad educativa»,

cuestión de máxima actualidad ennuestra sociedad. La competenciade los ponentes que han interveni-do ha satisfecho cumplidamente lasexpectativas de los congresistas. Me-rece destacar el ambiente de ora-ción, participación y debate habidoen el mismo. La presencia de los se-ñores arzobispos y obispos de lasProvincias Eclesiásticas de Sevilla yGranada testimonia la preocupa-ción que el tema educativo tiene pa-ra los pastores de la Iglesia anda-luza. El Consejo Interdiocesano pa-ra la Educación Católica en Anda-lucía (CIECA), que ha vistocumplidos sus objetivos al organi-zar el Congreso, ha emitido el si-guiente comunicado:

La calidad es una exigencia in-herente al propio proceso educati-vo. La educación, o es de calidad ono es educación. La sociedad actualla demanda, de manera que favo-rezca el desarrollo pleno y equili-brado del educando en todas sus di-mensiones. Este Congreso, a la vezque se siente interpelado, asume es-ta solicitud y trata de darle respues-ta desde la perspectiva cristiana.

La calidad educativa afecta alas relaciones interpersonales, pro-pias de toda educación auténtica. Enconsecuencia, la calidad debe fun-damentar las relaciones educador-educando, educador-educador, edu-cando-educando y educador-fami-lia. La situación actual de la escuelanos exige a todos analizar serena-mente dichas relaciones interperso-nales, para llenarlas de significadoy de contenido.

La calidad educativa debe hun-dir sus raíces en la educación fami-liar. De ahí que la educación impar-tida en los centros, para que sea decalidad, reclama que el clima edu-cativo de la familia se fundamenteen el amor, la aceptación, la estabili-dad y la ejemplaridad de los padres.

La educación cristiana, fiel alcompromiso por la calidad, debe ins-pirarse en los principios del Evan-gelio. Son rasgos específicos de laeducación cristiana de calidad, en-tre otros, la hospitalidad, como ca-pacidad de acogida, sobre todo a losmás pobres; la contemplación, co-mo actitud mística ante la realidad;el silencio, como disposición de es-cucha y apertura a la llamada; y elágape, como capacidad de amar yde servir a los demás.

La educación de calidad apun-ta a la realización plena y equilibra-da de la persona. Debe contemplar,pues, todas sus dimensiones, entreellas la dimensión afectivo-sexual.En consecuencia, la calidad educa-tiva cristiana exige educar esta di-mensión en clave de positividad yen el marco de una visión integralde la persona. Si esta realidad pro-funda, presente y operante del edu-cando no se tiene en cuenta, se correel grave riesgo de falsear, empobre-cer y, en la práctica, hacer irrealiza-ble su educación integral.

No será posible la verdaderacalidad educativa, si no se garanti-za la presencia de la formación reli-giosa y moral del educando en la es-cuela. La educación integral se fun-damenta sobre el concepto de per-sona integral, y ésta incluye ladimensión trascendente. El Congre-so, pues, proclama y propugna talderecho, que, por otra parte, es cons-titucional, frente a las voces que porrazones ideológicas y partidistas pre-tenden anularlo.

La educación cristiana de ca-lidad está condicionada por la cali-dad humana, espiritual y profesio-

nal del profesorado. Urge, por tanto,que el educador cristiano descubra lavocacion y misión inherentes a sucondición de bautizado, y afronte sutarea educadora como expresión delamor que debe al educando. Las exi-gencias que esta calidad educativaconlleva para el profesor cristianoson: una clara opción preferencialpor los pobres, el estudio como unacondición ineludible de su forma-ción permanente y el testimonio desu fe en la vida pública, especial-mente en el ámbito de la escuela.

Urgimos a los poderes públi-cos correspondientes a que asumanel compromiso de promover la ca-lidad educativa, en los centros pú-blicos y en los de iniciativa socialcomo un derecho de los alumnos yuna demanda social, y no como pie-dra de lucha partidista. La calidadeducativa debe garantizar a nuestropueblo andaluz la igualdad de opor-tunidades, la superación del subde-sarrollo y un responsable uso de la li-bertad. La ausencia de valores y elvacío existencial de nuestra juven-tud es un grito de alarma, que recla-ma una educación de calidad huma-na y espiritual.

Aquí y ahoraAlfa y Omega12 21-XI-2002

Comunicado del Consejo Interdiocesano para la Educación Católica en Andalucía

Jóvenes vacíos: voz de alarma Durante los pasados días 15 al 17 de este mes ha tenido lugar el III Congreso andaluz de la Educación católica, celebrado

en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, en el que han participado más de mil congresistas, procedentes de todas las diócesis de Andalucía

Don JuanAntonio,hombre

de comunión

Ha muerto don Juan Antonio del ValGallo. En la lista del episcopologio

de la diócesis de Santander ocupó el de-cimoquinto lugar. Aún recuerdo la prime-ra vez que le visitamos un grupo de jóvenesen su despacho del palacio episcopal, en lasantanderina plaza dedicada a otro obispobueno, don José Eguimo y Trecu. Con laaristocracia de sus formas y la exquisitaconversación que le caracterizaba, nos diouna lección de sabiduría humana y de gra-cia divina. Tenía ante sus manos un pro-yecto apostólico cargado de inexperienciay de osada juventud. Después de un ins-tante de silencio –de esos silencios que,por fugaces, se vuelven eternos–, nos mi-ró fijamente y nos dijo que, con los mu-chos años de observación del alma huma-na –no en vano se había acreditado comoespecialista en psicología pastoral en losaños sesenta–, los hombres volcados en lopositivo siempre eran capaces de sacar ade-lante los proyectos. De aquellas palabrasdedujimos los corolarios de la comunióneclesial. Porque don Juan Antonio, ade-más de pastor bueno y de buen pastor, era,sobre todo, un hombre de comunión.

Don Juan Antonio, en una diócesis deSantander fragmentada por los virus delas ideologías y por las experimentacio-nes pastorales del inmediato postconcilio,sentó las bases de la auténtica reformaconciliar. Don Juan Antonio fue el obis-po de la transición política y social. DonJuan Antonio fue el obispo del, hoy pordesagracia excesivamente olvidado, IISínodo Diocesano de Santander. Hom-bre de amplias lecturas, apasionado porTeresa de Lisieux y por el diálogo entre lafe y la cultura, supo hacer de los hom-bres y las mujeres de las tierras de Can-tabria y Mena cristianos a la altura de lostiempos, anclados en los pilares de unanueva evangelización. Don Juan Anto-nio ha sido, también, maestro de maes-tros. Su más destacado discípulo, el ar-zobispo de Oviedo, monseñor CarlosOsoro, es un maestro de comunión.

Descanse en paz, don Juan Antonio,como él dijo y como él quiso. El día quecumplía sus Bodas de Plata en el minis-terio episcopal, le pidió al actual obispode Santander «que, cuando entierres micuerpo en esta catedral, pongas sobre mitumba estas palabras: Esperó en el Se-ñor». Deo gratias.

José Francisco Serrano

Se han hecho públicos unos preocupantes da-tos que muestran una situación que, posible-mente, la opinión pública ignore. Durante el

año 2000, 1.023 adolescentes, entre 14 y 17 años, sequedaron embarazadas en Cataluña. En el año 1999las cifras eran de 923, y en el anterior, de 841.

Esta evolución ascendente ha hecho reflexionar amédicos y especialistas sobre la actual educaciónsexual que los adolescentes están recibiendo hoy,que, presumiblemente, es más completa que nunca.Si es así, ¿cómo es posible que el número de emba-razos en adolescentes sea cada vez mayor?

Los datos no acaban ahí. Si en el año 2000 sequedaron embarazadas 1.023 jóvenes, se ha com-probado que tan sólo 354 menores de 17 años dierona luz en este mismo año. La comprobación de es-tos datos revela que 2 de cada 3 chicas embarazadascatalanas ha abortado entre el año 1998 y el 2000en alguna de las 7 clínicas privadas abortistas que hayen Cataluña.

Estos datos alarmantes han provocado la reac-ción del Observatorio de Bioética y Derecho, de laUniversidad de Barcelona, que ha reclamado que se

afronte esta situación inmediatamente y se facilite alos jóvenes una educación sexual completa, que va-ya más allá de la simple explicación técnica sobre eluso de anticonceptivos.

Lo cierto es que, a pesar de los esfuerzos del Go-bierno y de las Comunidades Autónomas, se mani-fiesta el fracaso rotundo de las campañas a favor delpreservativo.

Según un informe científico publicado reciente-mente por el Medical Institute for Sexual Health(Instituto médico de la salud sexual), se confirmaque los preservativos no consiguen reducir el riesgode contraer algunas de las enfermedades de trans-misión sexual más comunes y peligrosas, como la sí-filis, la gonorrea o la Chamydia. Y es que EstadosUnidos está haciendo frente a una nueva epidemia deenfermedades de transmisión sexual, como ha de-clarado el Presidente de este centro médico, Joe S.McIlhaney: «En la transmisión de sífilis, el uso delpreservativo deja un riesgo relativo de infección en-tre el 50 y el 61 por ciento, mientras que en enfer-medades como la gonorrea o la Chamydia el por-centaje no llega al 50 por ciento».

Aquí y ahora Alfa y Omega 21-XI-2002 13

Los datos de la Generalidad Catalana revelan un grave problema:

Dos de cada tres adolescentes embarazadas abortanLas cifras ascendentes de los embarazos en adolescentes de Cataluña ponen de manifiesto el fracaso estrepitoso de las campañas del uso de preservativo, y la educación sexual que se imparte a los jóvenes

Nota del arzobispo de Santiago sobre las consecuencias del vertido del barco Prestige

Nuestra Costa da Morte se ha vistoafectada por la marea negra del fuel

oil vertido por el barco Prestige, con unasconsecuencias desastrosas para estazona marisquera, en la que tienen su re-curso económico muchas familias de es-te entorno. Son momentos para estarabiertos a las instancias de solidaridad,reconociendo también las diversas res-ponsabilidades que pudiera haber a losefectos oportunos. Este Arzobispadoquiere mostrar su cercanía solidaria yfraterna a todas las personas que, deuna u otra manera, se ven perjudicadaspor esta catástrofe ecológica en la di-mensión económica, social y ambiental.

Una vez más, estos hechos nos mo-tivan a tomar conciencia de la preocu-pación ecológica que ha de llevar el se-llo de urgencia en nuestro tiempo. Diosnos ha dejado como administradores dela realidad creada con el encargo de cus-todiarla. Esto comporta mantener siem-pre las condiciones éticas y morales enla actuación de los seres humanos, sa-biendo que la salvaguardia de la crea-ción exige un compromiso solidario porparte de todos a la hora de buscar elbien común. Ecología y solidaridad estáníntimamente vinculadas. Todo esfuerzoy diligencia serán pocos a la hora de evi-tar la degradación de los recursos na-turales básicos, como son el agua, el ai-re y la tierra. A veces sobra arrogancia yfalta sensibilidad para organizar una de-fensa coherente de los ecosistemas queno pueden considerarse simplementecomo un contenedor externo de la con-dición humana. Sólo en clave ética an-tropológica podemos dar solución a losproblemas medioambientales que senos plantean.

Con el sentir de todos de los dioce-sanos, manifiesto el deseo de que laspersonas damnificadas por este lamen-table desastre ecológico encuentren unapronta respuesta a su situación, y quese adopten las decisiones pertinentespara impedir que hechos como éstosvuelvan a repetirse.

Julián Barrio

TestimonioAlfa y Omega14 21-XI-2002

El 8 de noviembre se cumplen veinte añosde mi ordenación sacerdotal, y con ese mo-tivo quiero ponerme en contacto con quie-

nes de alguna manera han estado cerca de mi mi-nisterio a lo largo de estos años. Esta reflexiónno pretende ser un largo discurso sobre el sacer-docio. Es un pensamiento muy concreto. Hacepocos días que he regresado de España, y lo queme he encontrado a mi vuelta me ha dejado com-pletamente destrozado. Creí que a estas alturas lohabía visto todo y no es así. Tengo intención de es-cribir la próxima Carta desde la Misión en breve(si soy capaz de ponerme a ello); no será una car-ta agradable, lo anuncio desde ahora, porque loestamos viviendo aquí no es bonito, la vida aquí,hermanos, es horrible.

Desde que he llegado no he dejado de recorrer,mañana y tarde –entre reuniones de hospital, colegio

y enfermeras–, campos y bateyes, y estoy impacta-do por la terrible miseria, la hambruna espantosaque se va adueñando de estas pobres gentes. Hoyme decían unas madres que se me agolpaban a lacamioneta en batey Contador: «Padre, haga algo:¡por Dios! Que nos estamos muriendo de hambre».

Y así he venido todo el camino a Los Llanos:«Haga algo, padre, haga algo». Esas palabras las se-guía repitiendo en la sacristía: «Haga algo, haga al-go», y durante la Misa de la noche me han golpeadoel alma de pastor: «Padre, haga algo, haga algo, quenos morimos de hambre…»

Veinte años y todavía me dicen estas gentes: «Ha-ga algo», y yo, la verdad, al ver este mar de miseriaque me ahoga, pienso en lo poquito que he hecho ylo muchísimo que queda por hacer.

Christofer Hartley

Con motivo de mis veinte años de ordenación

«Padre, haga algo»

Os quiero: y os lo quiero decir, no mañana,hoy. Os quiero: porque en cada palabra, encada silencio, en cada encuentro, en cada se-

paración me dais un trocito de Dios. Os quiero: por-que sois amables, porque sois buenos, porque meescucháis, me atendéis, porque me gustáis. Pero tam-bién os quiero porque sí, porque os quiero querer encualquier disposición.

Me gustaría: ser un ángel, poder cuidar vuestra al-ma cuando dormís, cuando sufrís, cuando no os acor-dáis que se os creó para amar. En vosotros encontréun tesoro. Sois el campo de cultivo donde puedo la-brar mi humanidad. Me enternece ver cómo dais,

comprendiendo. En vuestro dar no hay el peso de laexigencia, la demanda de gratitud.

Me ayudáis a escoger la cordura, el reconoci-miento de lo bello, la alianza con la vida frente alabismo destructor. Me enseñáis que, a pesar de queninguno esté donde está su anhelo, ni haya realizadosu meta, ni confirmado su destino, elegir el caminodel espíritu es una disciplina moral.

Gracias a vuestra paciencia y generosidad, hoyse ha entretejido una trama entre vuestros cora-zones y los tres corazones que alberga mi pecho:mi corazón sangrante, mi corazón amante y micorazón que anhela. Habéis sanado mi corazón

sangrante, habéis arropado con cálido aliento micorazón amante, habéis aquietado mi corazón queanhela.

Cuando escucho vuestras palabras, otros oídosen mi universo escuchan vuestros corazones palpi-tantes, amantes, escuchan el amor de Dios. Cuandoos miro, otros ojos ven la hermosura de la vida que seeleva y cura mi corazón sangrante, veo a Dios.

Con los hilos que tejen vuestros pechos, he zur-cido los pedacitos rotos de mi corazón amante. Re-cojo el aliento de vuestras gargantas, juego con vues-tras palabras, hasta moldear en pequeños espejitoscomo soles, lunas y estrellas consuelo para mi co-razón que anhela.

Gracias a vosotros, la bóveda del cielo ha vueltoa iluminarse. Gracias a vosotros hoy he escuchado elcanto de la vida, riendo, en su trono, muy alta. Hoy,he comprendido que cuando estoy quebrada, baja,mientras las lágrimas inundan mi pecho, la vida son-ríe y es libre. Hoy, he comprendido que mi prisión melibera, porque cuando la vida se debate, rompe y llo-ra, fertiliza la tierra.

Nuestras madres caminaban con los ojos abier-tos en la oscuridad. Nosotras caminamos con losojos cerrados en la luz. Me habéis enseñado que,cuando la voluntad se quiebra, permite penetrar conojos abiertos la oscuridad del alma.

Os debo, comprender que adherirse a la armoníada al espíritu resolución, lo eleva en un soplo queno puede capturarse ni enjaularse.

Hoy, a vuestro lado he aprendido que, aunque eldía nos enseñe el arte de contar codiciosamente loque podemos recibir, es la noche la que nos regala lostesoros de la vida.

Porque sois preciosos, siempre os quise, os sigoqueriendo, siempre os querré.

Estela Monné

A vosotros sacerdotes, que me dais a Dios

En el mes de octubre, el padre Christopher Hartley, sacerdote misionero español en laRepública Dominicana, estuvo en España, ofreciendo su hermoso testimonio durante la Campaña del DOMUND 2002. A su regreso a la Misión, en los primeros días de noviembre, nos envía esta carta, que por su interés ofrecemos a nuestros lectores:

El Día del Señor Alfa y Omega 21-XI-2002 15

Cuando el poder romano sentenció a muerte aJesús, se colocó sobre su cabeza un letreroseñalándolo como rey de los judíos. Cuan-

do, este domingo, los cristianos celebramos a Jesu-cristo como rey, no debemos olvidar en qué tronofue aclamado por primera vez con ese título. Estafiesta nació en una situación política mundial ame-nazada por totalitarismos de distinto signo comouna advertencia a los cristianos de que ningún sis-tema político puede exigir a sus súbditos una sumi-sión total. Sería un tremendo error juzgar la realezade Cristo a la luz de los criterios de poder entre se-res humanos. En el evangelio de hoy, la realeza deCristo aparece como una realidad futura, no pre-sente, que, lejos de legitimar las situaciones actualesde injusticia y desigualdad, supone una dura críticaal orden actual de las cosas. A primera vista, pare-cería que el centro de este evangelio está constitui-do por la imagen del juicio final. En realidad, esto es,en gran parte, un revestimiento literario característicodel evangelista Mateo. Lo fundamental no es tanto laamenaza del juicio futuro cuanto la valoración dela situación presente.

Una segunda consideración tiene que ver con elpapel religioso que se asignaba frecuentemente a la

monarquía en la antigüedad. El rey aparecía como elrepresentante de la divinidad en la tierra, investidopor la gracia de Dios. A diferencia de ese plantea-miento, que muchos consideraban necesario paramantener la estructura social, aquí no se considera alos reyes representantes de Dios. En su lugar, apa-recen los hambrientos y sedientos, los peregrinos ydesharrapados, los enfermos y encarcelados. ¡Labase de la sociedad está constituida por aquellos aquienes la sociedad margina y desprecia! No tienenada de extraño, si se piensa que la comunidad cris-tiana empezó a llamar a Jesús Señor, aplicando eltítulo de los césares a aquel que había sido ejecuta-do bajo la autoridad de Roma.

Un tercer aspecto: frente a la soberbia de los go-bernantes, el evangelio nos enseña que la verdaderagrandeza está en servir. Sólo esta grandeza hace imi-tadores de Dios, el cual manifiesta su poder no en latiranía, sino en la generosidad de los bienes que re-parte a las criaturas. Los poderosos de la tierra de-muestran su poder desplegando sus armas y sus ejér-citos, haciendo alarde de su capacidad de destruir. Pe-ro, en el fondo, destruir no es tan difícil: lo difícil, loimposible, lo divino es crear. Sólo quien siembraacogida crea vida. Sólo quien da y se da es imita-

dor de Dios. Y es que la grandeza auténtica es la delos imprescindibles. Nunca faltarán candidatos pa-ra ocupar puestos de poder, y por eso pueden ser fá-cilmente sustituidos. Para lo que siempre se necesi-tarán manos es para compartir con los necesitados,para gastar y desgastar la propia vida en servicio delos demás. Éstos son los verdaderos imprescindi-bles.

La fiesta de Cristo Rey no es la consagración delos poderes de este mundo, ni del modo que tienen deejercerse. Es más bien un recordatorio (sí, tambiénpara la Iglesia) de dónde hemos de poner nuestras fi-delidades, de a quién debemos servir, de dónde de-bemos colocar nuestras prioridades. No en los quecuentan a los ojos del mundo, sino en aquellos queno son nada. Recordando que también Cristo, «sien-do rico, se hizo pobre por vosotros, para que vosotrosos enriquecierais por su pobreza» (2 Cor 8, 9).

+ Luis Quinteiro Fiuza

Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo

Los representantes de Dios

Muchas veces a los novios y a los casados les invita la palabra divina a que alimenten y fomenten el no-viazgo con un casto afecto, y el matrimonio con un amor único. Muchos contemporáneos nuestros exal-

tan también el amor auténtico entre marido y mujer, manifestado de varias maneras según las costumbreshonestas de los pueblos y las épocas. Este amor, por ser eminentemente humano, ya que va de personaa persona con el afecto de la voluntad, abarca el bien de toda la persona, y, por tanto, es capaz de enri-quecer con una dignidad especial las expresiones del cuerpo y del espíritu y de ennoblecerlas como ele-mentos y señales específicas de la amistad conyugal. El Señor se ha dignado sanar este amor, perfec-cionarlo y elevarlo con el don especial de la gracia y la caridad. Un tal amor, asociando a la vez lo huma-no y lo divino, lleva a los esposos a un don libre y mutuo de sí mismos, comprobado por sentimientos y ac-tos de ternura, e impregna toda su vida; más aún, por su misma generosa actividad crece y se perfecciona.Supera, por tanto, con mucho la inclinación puramente erótica, que, por ser cultivo del egoísmo, se des-vanece rápida y lamentablemente.

Constitución Gaudium et spes, 49

Esto ha dicho el ConcilioEsto ha dicho el Concilio

Evangelio

Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, se sentará en su tro-no y serán reunidas ante él todas las naciones. Separará a unos de otros, como un pastor separa

las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces diráel rey a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotrosdesde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis debeber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, enla cárcel y vinisteis a verme. Los justos le contestarán: Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te ali-mentamos, o con sed y te dimos de beber, forastero y te hospedamos, desnudo y te vestimos, enfermoo en la cárcel y fuimos a verte? Y el rey les dirá: Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis hu-mildes hermanos, conmigo lo hicisteis.

Entonces dirá a los de su izquierda: Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno preparadopara el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteisde beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cár-cel y no me visitasteis. También éstos contestarán: Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o consed, forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel y no te asistimos?

Y él replicará: Cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteisconmigo. Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna».

Mateo 25, 31-46

Carmen María Imbert

Le gustaba desaparecer de las clases. Consu maleta de pintura se escapaba al mon-te, y luego, cuando volvía, deslumbra-ba a sus compañeros con los trabajosque hacía. Darío de Regoyos, asturiano

universal, es conocido por sus paisajes, aunque tam-bién es pintor de retratos, de efectos de luz artifi-cial y de las sombras, de contrastes lumínicos y to-nalidades. Fue un importante representante de lapintura expresionista en su primera etapa, que cul-mina con su visión de la España negra, evolucio-nando, al final, hacia un paisajismo postimpresio-nista.

Tras estudiar en la Academia de Bellas Artes deSan Fernando, viajó a Bruselas en 1879. Comen-zó como alumno de dibujo de Carlos de Haes, enBruselas, pero no se puede decir que fuera su dis-cípulo. Conoció a Edmond Picard, en cuya casa te-nían encuentros literarios de donde surgiría, en1881, la revista L’Art Moderne y el grupo revo-lucionario de Los XX, que sin normas ni regla-mentos lo constituían veinte miembros entre pin-tores y escultores.

No le importaba el aspecto comercial de su tra-bajo. Se especializó en mostrar el instante. Se pue-de decir que lo que este pintor quiere plasmar es lahondura de la vida encerrada en el instante. Repeti-rá un mismo lugar en diferentes horas del día, in-cluso en diferentes estaciones del año, como se tra-baja en el campo de la fotografía, con la diferenciade que él utilizaba su retención en la memoria y supincel, o sus pasteles, en lugar del rápido movi-miento del diafragma de luz de la cámara. Así con-templamos su Catedral de Burgos por la mañana, yCatedral de Burgos al atardecer, o La playa de Grosal amanecer, por la tarde y en tiempo de vendaval.Un maestro del instante que entremezcla el paisajecon la persona. Prefiere dibujar una plaza castellana,con sus montañas de fondo y los coloridos de la luzen las casas, añadiendo al aldeano con su piara decerdos, aunque, sin él, el cuadro pareciera acabado.Ese empeño por el hombre en cada una de sus obrases precisamente lo que le lleva a introducirse en laEspaña negra de la mano de Emile Verhaeren, poe-

ta y crítico con quien realizó, en 1888, un viaje porEspaña. En este recorrido le impresionará el ladooculto y real que quedará reflejado en el conjuntode artículos recogidos en L’Art Moderne, de dondesurgió el libro la España negra, publicado en 1899,en el que Regoyos aparece como traductor, coautore ilustrador.

Busca en la tradición más oscura las señas de unaidentidad que se cree perdida. En la pintura de estetiempo manifiesta este lado oculto, sin ser Gutié-rrez Solana, discípulo suyo, porque es revoluciona-rio y precursor en esta materia, pero siempre cons-tructivo. Por ejemplo, en Por los muertos, no entra enel ataud, en la escena del muerto, sino en la expresiónde quienes quedan, y lo más sorprendente: transmi-

RaícesAlfa y Omega16 21-XI-2002

Fotografías hechas con pincel: Darío de Regoyos, 1857-1913

Pintó al hombre en cada uno de sus cuadr

Luz eléctrica en Castilla, 1906. Colección particularViernes Santo en Castilla, 1896. Museo de Bellas Artes de Bilbao

Precursor, revolucionario,

pero al tiempo constructivo,

Darío de Regoyos fue maestro

de Solana, inspirador del período

azul de Picasso y conocido

por introducir el impresionismo

en España. La Fundación Cultural

Mapfre Vida acoge la exposición

Darío de Regoyos, 1857-1913,

en la madrileña avenida del General

Perón, del 6 de noviembre de 2002

al 6 de enero de 2003.

Mediante un recorrido cronológico

de sus obras, el visitante, como

mirando a través de las ventanas

de la Historia, llena sus retinas

de lugares y escenas de toda España.

Sin complejos ni tragedias, mostró

las señas de una identidad que

se creía perdida, reconociendo

una España oculta, a la que llamaron

negra, donde la mujer era el soporte

de la familia, la tradición y la religión

Por los muertos, 1886. Colección particular

Catedral de Burgos, atardecer, 1906. Colección particular

Raíces Alfa y Omega 21-XI-2002 17

te el rezo, la serenidad y el dolor soportado, una vezmás, por la mujer.

Con sus obras quería mostrar a las personas queviven, trabajan y mantienen sus tradiciones, y en elrecorrido de su trabajo se percibe una transición ha-cia una densidad filosófica de la España negra. La fa-milia española tenía como soporte a la mujer, figu-ra repetida en sus pinturas, a la que trata con cariñoy consideración, resaltando de ella la entereza en eldolor, en el trabajo y su papel primordial en la trans-misión y mantenimiento de la tradición y la fe. Re-yogos no recurre a escenas crudas y desagradables,caracteríasticas de la España negra, él se limita ainsinuar lo que sucedía. Es curioso cómo, con fre-cuencia, eleva el punto de vista del pintor muy por

encima de su altura, creando una escena distinta a laque él veía.

En el momento en que Regoyos expone en la Sa-la Gran de Quatre Gats en Barcelona, otro pintor, Pa-blo Picasso, visita y conoce la exposición. En cuadroscomo Víctimas de la fiesta y Las hijas de María, sedescubren figuras que, posteriormente, pareceránoriginales en los cuadros picassianos del períodoazul, pero que son de Darío de Regoyos.

Durante 1894 y 1913, multiplicó sus viajes porEspaña y el extranjero, cambiando varias veces de re-sidencia, pero sin abandonar la Península. Fue co-fundador de la Nueva Sociedad de Artistas Espa-ñoles, a la que apoyó siempre, participando en todassus exposiciones.

Darío de Regoyos llegó a poseer un importantedominio del impresionismo, puntillismo, natura-lismo y simbolismo. Estas técnicas las utilizó se-gún la situación y escena que quería pintar, miran-do más el efecto que buscaba, que el respeto a lapropia técnica. Con su trabajo contribuyó de for-ma decisiva a la introducción del arte contemporá-neo en España.

No es un pintor de estudio. Irá a buscar la escenay la pintará allí donde ocurre, excepto cuando, porfalta de salud, se encuentra pegado a su estancia y de-be conformarse con lo que ve desde la ventana. Elaño 1913 muere aquejado de un cáncer de lengua,deja aquí el vacío de una figura de gran importanciaen la pintura española contamporánea.

e sus cuadros

Viento Sur, 1885. Colección particular

La plaza del Palacio Real con nieve, 1882. Colección particular

Mirando la procesión (Procesión minera), 1891. Colección Carlos Arce

Callejón en Toledo, 1882. Colección particular

El arzobispo de Madrid y Presidente de laConferencia Episcopal Española, cardenalAntonio María Rouco, evocó en el discur-

so inaugural los viajes apostólicos de Juan PabloII a España, señalando, en referencia al primero de1982, que «representa una de las páginas más me-morables de la vida de la Iglesia en España, en laúltima mitad del siglo XX, y sus enseñanzas man-tienen intactas su frescura y actualidad destina-das a seguir respondiendo hoy a las urgencias yresponsabilidades de la evangelización. El Papallegaba a nosotros como Testigo de esperanza, ylos españoles nos entregamos a él como él se en-tregó al pueblo que encontraba en su mensaje unenriquecimiento espiritual, orientaciones pasto-rales e impulso misionero capaces de iluminaraquellos momentos complejos para la sociedadespañola».

En un discurso centrado en la vigencia de las vi-sitas apostólicas del Santo Padre a España, el car-denal Rouco afirmó que «los objetivos pastorales yreligiosos del viaje del Papa, más allá de las dife-rencias, entre otras las políticas, que marcaban, enaquel entonces, la sociedad española, que vivía mo-mentos delicados y decisivos para la consolidaciónde la transición democrática, se planteaban, tam-bién, como un servicio a la construcción del biencomún y del clima de cooperación y comprensiónmutuas de la sociedad española, en el camino de sunuevo futuro. El viaje pastoral del Papa se manifes-taba así, desde todos los puntos de vista, con un ca-rácter exclusivamente religioso-pastoral. Su objeti-vo fue reconocer y refrescar la gran historia cristia-na de la Iglesia en España y de España misma, ro-busteciendo su identidad y renovando la concienciade su peculiar destino y misión en la Comunión ca-tólica».

El Presidente de la Conferencia Episcopal Espa-ñola señaló cómo «el Papa, confirmándonos en lafe, confortándonos en la esperanza y alentando lasenergías de la Iglesia y las obras de los cristianos,atendía a una puesta a punto, apostólicamente diná-mica, de nuestra antigua y riquísima tradición espi-ritual. Una tradición abierta al presente y al futuro dela Iglesia en España de forma sencilla, y desprovis-ta de toda pretensión de poder cultural-social, polí-tico y económico, que reconoce los pecados y fa-llos de la Historia, y que busca solamente el testi-monio limpio del Evangelio, con obras y palabras, enmedio del pueblo y especialmente al servicio de loshumildes, de los sencillos y de los más necesitados.Más de 18 millones de españoles le siguieron conatención. Todos se preguntaban por el por qué detanta alegría. El pueblo supo agradecer la presenciade aquel que se prodigaba con todos, y volvió a sen-tir el gozo de manifestarse públicamente como pue-blo católico, desvelando, de este modo, la energíaespiritual oculta y la calidad interior que subyacía enlo más profundo y auténtico de la vida de nuestraIglesia. La prolongación de la segunda peregrina-ción del Papa a Compostela le llevó a visitar la ciu-dad de Oviedo, tan ligada históricamente a Santiago,y el santuario mariano de Covadonga».

El cardenal Rouco analizó las repercusiones quela presencia y el mensaje de Juan Pablo II han teni-do en los Planes Pastorales de la Conferencia Epis-copal Española. «El hilo conductor de las enseñan-zas e iniciativas de la Conferencia Episcopal, en losPlanes Pastorales y en los restantes documentos, loconstituía, por una parte, la misión ad intra, es decir,la evangelización de un pueblo profundamente cris-tiano y expuesto a un proceso de secularización des-cristianizadora cada vez más radical; acentuando,por otra parte, la de la evangelización misionera ad

gentes. La misión interior incluía, como no podíaser menos, la presencia activa en la sociedad y enla vida pública».

El momento actual

Sobre la situación actual de la misión evangeli-zadora de la Iglesia en España, el cardenal RoucoVarela declaró: «Asistimos a un momento históri-co de preocupante avance de un humanismo secu-larista que aboca a la negación de la dimensión tras-cendente de la persona y al fenómeno de la desper-sonalización, que se adueña también de no pocoscristianos. Es una de las causas, en el ámbito per-sonal y familiar, que conducen, en muchas ocasiones,al debilitamiento de la fe o a una profunda crisis re-ligiosa. El secularismo seca las raíces de la fe, de-cíamos los obispos en el balance pastoral que llevapor titulo La fidelidad de Dios dura siempre. Mira-da de fe al siglo XX. Para ser fieles a nuestra mi-sión, urge ofrecer con claridad y caridad evangélicasel anuncio explícito de Jesucristo, para que los queestán siendo probados por una cultura hostil al Evan-gelio no desfallezcan, y para que los alejados y aque-llos a los que nunca ha llegado la buena noticia delSeñor resucitado puedan conocer y acoger la sal-vación».

El cardenal Rouco subrayó a continuación cómo«impulsar una nueva evangelización reclama el cui-dado de la Iniciación cristiana, tal como indicábamosy proponíamos en nuestras reflexiones y orienta-ciones, aprobadas en la LXX Asamblea Plenaria; elcontinuo aliento pastoral a las familias, santuariode la vida y esperanza de la sociedad; y el recono-cimiento, en los pobres y en los que sufren, de laimagen de su Fundador pobre y paciente, esforzán-donos en remediar sus necesidades y procurandoservir en ellos a Cristo».

Más adelante apuntó que, «como Iglesia evange-lizadora, hemos cooperado al afianzamiento del mar-co democrático de libertad y de solidaridad, estable-cido en la Constitución española, iluminados por lasenseñanzas del Concilio Vaticano II y por la doctri-na social de la Iglesia, centradas en la perspectiva dela dignidad inviolable de la persona humana, de susderechos fundamentales y de la cooperación solida-ria de todos –individuos, instituciones sociales y po-líticas, comunidades históricas, etc.– en la edifica-ción del bien común, como quedó bien plasmado en laReflexión sobre la misión e identidad de la Iglesia ennuestra sociedad. Testigos del Dios vivo, aprobada en

EspañaAlfa y Omega18 21-XI-2002

LXXIX Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española

Gozo ante la próxima visita del PapaLa LXXIX Asamblea Plenariade la Conferencia Episcopal Española, que está teniendo lugar durante toda esta semana, comenzó el pasado lunescon el discurso inauguralde su Presidente, el cardenal AntonioMaría Rouco Varela, y con unas palabrasdel Nuncio de Su Santidad en España,monseñor Monteiro de Castro

la XLII Asamblea de la Conferencia Episcopal Espa-ñola –y tan conocida–, que encontraría, diez años mástarde, aplicaciones y desarrollos actualizados para la si-tuación de final de siglo en la Instrucción pastoral Mo-ral y sociedad democrática».

Para el Presidente de la Conferencia EpiscopalEspañola, «la Iglesia, al prestar el servicio del Evan-gelio de la vida y de la esperanza en la sociedad es-pañola actual, no ha buscado ni busca privilegios,sino un espacio de real y de positiva libertad parael ejercicio especifico de su misión: de culto –cele-brando los Misterios de la Salvación–, de enseñan-za y de caridad, haciendo visible el amor de Cristo–tal como lo diseñan los Acuerdos entre la SantaSede y el Estado español de 3 de enero de 1979–,promoviendo la presencia activa y entregada de loscatólicos a las causas más nobles de una sociedadjusta, próspera y solidaria, atentos a los signos delos tiempos, y, de una manera singular, con la funciónde despertar y alertar la conciencia de las necesida-des de los más desfavorecidos. En este itinerario noshan acompañado los ejemplos y el estímulo espiri-tual –verdaderamente sobrenatural– de tantos Bea-tos y Santos españoles proclamados por el SantoPadre en sus casi 25 años de Pontificado».

Más adelante, el cardenal Rouco recordaba cómo«hace ahora un año que esta Asamblea Plenaria apro-baba el Plan Pastoral Una Iglesia esperanzada. ¡Maradentro! Como es sabido, el Plan Pastoral de la Con-ferencia Episcopal se presenta, ante todo y de formaespecífica, como guía autorizada del trabajo de todossus órganos y servicios. No es propiamente un Plande la Iglesia en España; pero sí el marco que losobispos se proponen para ejercer conjuntamente,con afecto colegial, su cargo pastoral dentro de laConferencia Episcopal y como pastores solícitos delbien común de todas las Iglesias particulares queperegrinan en España».

La próxima visita del Papa

La referencia a los trabajos previstos para estaAsamblea Plenaria ha estado presente en el discur-so inaugural: «Están ya en marcha la preparación yla realización de las acciones previstas por el Plan vi-gente: los Congresos nacionales sobre la Pastoralvocacional, sobre las Misiones y sobre el Aposto-lado Seglar, así como la Exposición 2000 Años de

cristianismo en España, por citar algunos de los ca-sos más llamativos». El cardenal manifestó que,«por su notoria urgencia, hemos dado prioridad alcumplimiento de la acción 16, prevista en el núme-ro 78 del Plan: elaborar un documento sobre el te-rrorismo y la aportación de la Iglesia a su erradi-cación, según explica el mismo Plan en el número 58y que la Comisión Permanente, en su reunión delpasado julio, concretó como estudio del terrorismo,de sus causas, orígenes y consecuencias. En estaAsamblea tendremos ya ocasión de estudiar dichodocumento, siempre en el horizonte de la urgenteconsecución de la paz, la unidad y la solidaridad detodos en toda España».

Otra de las cuestiones abordadas en este discur-so ha sido la importancia del Catecismo de la Igle-sia católica, del que ahora se cumplen diez años desu aparición. «Con el Catecismo de la Iglesia cató-lica Juan Pablo II ha puesto en nuestras manos uninstrumento providencial para la renovación y el fu-turo de la Iglesia, tras las huellas del Vaticano II. Esun texto de referencia seguro y auténtico para la en-señanza de la doctrina católica. Sin la comuniónen la doctrina de la fe, cuidada y garantizada por elMagisterio, se carece del elemento fundamental pa-ra cualquier sólido proyecto de renovación eclesial.El Catecismo nos ayuda en este empeño y nos se-guirá ayudando, sin duda, cada vez más», comentóel cardenal Rouco.

Por último pidió «que, en el inicio de esta Asam-blea Plenaria, una vez que hemos recordado conafecto agradecido y con la emoción de una memoriatodavía viva las visitas pastorales del Papa Juan Pa-blo II a España, manifestemos nuestro gozo por laanunciada venida, en la próxima primavera del 2003.Estamos convencidos de que se convertirá de nuevoen una providencial oportunidad de gracia frescadel Señor para la Iglesia que peregrina en España.Nos disponemos a acogerle con los brazos abiertoscomo al Testigo de la esperanza, preparándonos es-piritual y pastoralmente para ello con el mayor pri-mor. Veinte años después de su primera visita le es-peramos expectantes aquí, en España, la tierra deMaría. Esperamos que nos confirme en la fe paraque podamos proseguir el servicio incansable alEvangelio y para sentir, con renovado vigor, el im-pulso misionero y evangelizador, tan propio del Su-cesor de Pedro».

A continuación, dirigió unas palabras el NuncioApostólico en España, monseñor Manuel Monteirode Castro, quien señaló: «En estos 40 años las co-sas han cambiado, de forma acelerada, en el mundoy en la Iglesia. Sin embargo, el Santo Padre nos ha di-cho en la Exhortación apostólica Novo millennioineunte: ¡Cuánta riqueza, queridos hermanos y her-manas, en las orientaciones que nos dio el ConcilioVaticano II!... A medida que pasan los años, aquellostextos no pierden su valor ni su esplendor... Despuésde concluir el Jubileo siento más que nunca el deberde indicar el Concilio como la gran gracia de la quela Iglesia se ha beneficiado en el siglo XX. Con elConcilio se nos ha ofrecido una brújula segura paraorientarnos en el camino del siglo que comienza».

El Nuncio Apostólico recordó a los obispos suPlan Pastoral Una Iglesia esperanzada, que «afir-ma que el potencial religioso y evangélico que en-cierra el Concilio todavía no ha sido puesto en ren-dimiento de modo suficiente. Para lograrlo, es ne-cesario recibir el Concilio con una interpretaciónadecuada, a saber: la del espíritu religioso y cris-tiano, que se alimenta de la tradición viva de la Igle-sia, cuya principal expresión actual es la celebraciónde los misterios de Cristo en comunicación eclesialhumilde, activa y fiel. En definitiva –señaló el Nun-cio apostólico–, el Concilio nos sigue ofreciendoorientaciones válidas, con tal que entremos en la di-námica de fe que lo inspiró y que lo impulsó».

«Acabamos de conmemorar otra efeméride, éstapropia de la Iglesia en España: el vigésimo aniver-sario de la primera visita apostólica de Juan Pablo IIa España, que tuvo lugar entre los días 31 de octubrey 9 de noviembre. La presencia del Santo Padre y ellema Testigo de esperanza movilizaron a muchosmillones de españoles que acudieron a encontrarsecon él, a manifestarle su afecto y a escuchar su pa-labra. Vista a la distancia de 20 años, los 47 discur-sos, saludos, homilías y mensajes pronunciados alo largo de los 9 días y medio de su visita, ante losmás variados auditorios, constituyen todo un cuerpode doctrina, que dio origen al primer Plan Pastoral dela Conferencia Episcopal Española La visita delPapa y el servicio a la fe de nuestro pueblo (1983),y que sigue siendo actual», concluyó monseñor Mon-teiro de Castro.

Alfa y Omega

España Alfa y Omega 21-XI-2002 19

del Papa

Jesús Colina. Roma

La visita de Juan Pablo II al Par-lamento italiano ha supuesto lareconciliación definitiva entre

el Estado Italiano y la Iglesia católi-ca, dejando clara sus respectivas in-dependencia y autonomía. Italia, paísque nació en medio de fuertes tensio-nes con la Iglesia, ha asistido a un ges-to sin precedentes, que explica el enor-me impacto que ha tenido en la opi-nión pública.

Para quien no conoce la historia deItalia, es difícil comprender el enor-me impacto que ha tenido la visita deJuan Pablo II al Parlamento de estepaís, el 14 de noviembre pasado. Aldía siguiente, varios diarios le llega-ron a dedicar nueve páginas. Durante48 horas, la vida de la nación giró entorno al acontecimiento, que fue cu-bierto por casi mil periodistas. Varioscanales de televisión lo siguieron endirecto y, en la programación del res-to del día, varias cadenas nacionalesdedicaron espacios especiales a pro-fundizar el evento.

Quien recuerda el origen de la uni-ficación italiana, que culminó con laanexión de los Estados Pontificios en1870, sabe sin embargo la importanciaque tenía el primer discurso de unobispo de Roma ante la Cámara de losDiputados y el Senado, reunidos ensesión conjunta. Ha hecho falta espe-rar al inicio del vigesimoquinto añode pontificado de un Papa no italianopara que se sellara de manera simbó-lica la reconciliación definitiva Igle-sia-Estado italiano. De hecho, en sudiscurso, que recogió el consenso delas fuerzas políticas tanto en el podercomo en la oposición (con ligeros ma-tices, obviamente), el Santo Padre abo-gó por la colaboración entre las insti-tuciones del Estado y la Iglesia cató-lica, manteniendo la independencia yla autonomía.

Reconciliación definitiva

El historiador Pietro Scoppola, ho-ras más tarde, comentaba que la pre-sencia de Juan Pablo II en el Parla-mento marca la «reconciliación ple-na e incondicional con las institucionesitalianas». Por su parte, el catedráticoCarlo Cardia, uno de los máximos ex-pertos de Derecho eclesiástico en Ita-lia, consideró la visita como «un mo-mento de madurez para nuestra de-mocracia. Demuestra que las relacio-nes con la Iglesia ya no son unproblema histórico».

Pocos meses después del naci-miento del Estado italiano, en 1871,el Papa Pío IX pronunció el Non ex-pedit, que exhortaba a los católicos ano tomar parte activa en la vida polí-tica de la Italia unida. En concreto, no

debían votar. Si bien la cuestión terri-torial fue superada con los Pactos deLetrán de 1929, la historia del país haseguido arrastrando desconfianzas en-tre algunos sectores particularmentelaicistas y la Iglesia. Una prueba deestas dificultades, por ejemplo, es elhecho de que Italia es el país de laUnión Europea que menos ayudasofrece a las escuelas privadas, en sugran mayoría católicas.

El discurso, de cuarenta minutos,interrumpido 22 veces por los aplausosde parlamentarios y senadores, ofre-ció al Pontífice la posibilidad de afron-tar los grades desafíos que esperan aItalia y a la comunidad internacionalen estos momentos.

Por lo que se refiere a la situacióninterna italiana, el Papa tocó tres ar-gumentos que, en estos momentos, lesuscitan particular preocupación. An-te todo, mencionó la la crisis de losnacimientos –Italia, junto a España,es uno de los países con el creci-miento demográfico más bajo delmundo– y el consiguiente envejeci-miento de la población. Para afron-tar el fenómeno, pidió «una iniciativapolítica que, manteniendo firme el re-conocimiento de los derechos de lafamilia como sociedad natural funda-da en el matrimonio, según la afir-mación de la misma Constitución dela República Italiana (artículo 29), ha-ga social y económicamente menosonerosas la procreación y educaciónde los hijos». La educación fue el se-gundo tema candente que quiso afron-tar el Papa, al tocar los temas propia-mente italianos. Pidió favorecer la ca-lidad del sistema educativo, «en diá-logo directo con las familias y contodos los componentes sociales», yexigió que los políticos intervenganpara que los medios de comunicaciónse conviertan en factores de educa-ción (escuchaba estas palabras el Pri-mer Ministro Silvio Berlusconi, fun-dador del grupo televisivo Mediaset).En tercer lugar, el Papa insistió en re-

cuperar la solidaridad como princi-pio de acción política para Italia, po-niendo como prioridad del desarrolloa los más desfavorecidos: los encar-celados («en condiciones de penosohacinamiento»), para quienes pidióuna «reducción de la pena»; los de-sempleados, en buena parte jóvenes; ylos inmigrantes.

Desafíos para Europa

La última parte del histórico dis-curso estuvo dedicada a Europa y a lanueva coyuntura internacional. Diri-giéndose a los diputados y senadores,el Pontífice aplaudió el proceso de am-pliación de la Unión Europea a países

del Este del viejo continente, «supe-rando una división innatural». Al mis-mo tiempo, exigió que, a «los cimien-tos de la casa común europea no lesfalte el cemento de esa extraordinariaherencia religiosa, cultural y civil queha hecho grande a Europa a través delos siglos».

«Por tanto –añadió el Pontífice–,es necesario estar en guardia ante unavisión del continente que sólo tengaen cuenta sus aspectos económicos ypolíticos, o que proponga de maneraacrítica modelos de vida inspiradosen el consumismo, indiferentes a losvalores del espíritu. Si se quiere daruna estabilidad duradera a la nuevaunidad europea, es necesario com-

MundoAlfa y Omega20 21-XI-2002

Abre una nueva era de relaciones Iglesia-Estado

La primera visita de un Papa al Parlamento italiano

El aplauso de los presos

Entre los millones de italianos que siguieron el dis-curso de Juan Pablo II al Parlamento italiano, el pa-

sado 14 de noviembre, los más atentos fueron sin dudalos presos de la famosa cárcel de Roma Regina Coeli. Serumoreaba en la víspera que, al intervenir ante los di-putados y senadores, el Papa podía hacer referencia ala difícil situación en que se encuentran las superpobla-das prisiones del país.

El Papa no les defraudó. «Sin comprometer lanecesaria tutela de la seguridad de los ciudadanos–dijo–, merece atención la situación de las cárce-les, en las que los detenidos viven con frecuencia encondiciones de penoso hacinamiento. Un signo declemencia hacia ellos, mediante una reducción de lapena, constituiría una manifestación clara de sensi-bilidad, que estimularía el compromiso de recupe-ración personal de cara a una positiva reinserción en

la sociedad». Un aplauso cerrado se escuchó en lacárcel al concluir estas palabras. «Papa, tú si que teatreves», gritó uno de los encarcelados, en mal ita-liano. Muchos de los presentes son rumanos o ma-rroquíes, ortodoxos o musulmanes, y sin embargoenviaron después al obispo de Roma mensajes deagradecimiento: «Papa, mereces nuestro respeto»,dicen algunos.

En estas rejas, Juan Pablo II es ya un conocido.El 9 de julio del año del Jubileo se mezcló entre ellospara llevarles una palabra de aliento. Al domingo si-guiente, el coordinador de los capellanes de ReginaCoeli, don Vittorio Trani, celebró una misa en la quelos presos pudieron dar gracias conjuntamente porla petición del Papa. Su esperanza ahora dependede los políticos que aplaudieron las palabras delSanto Padre.

Mundo Alfa y Omega 21-XI-2002 21

prometerse en apoyar estos cimientoséticos que, en un tiempo, estuvieronen su base, dejando al mismo tiempoespacio a la riqueza y a la diversidadde las culturas y de las tradiciones quecaracterizan a cada una de las nacio-nes».

«Europa, al inicio de un nuevo mi-lenio, ¡abre de nuevo tus puertas aCristo!», fue la llamada que con vozclara lanzó el Papa a la asamblea par-lamentaria.

La intervención del Santo Padreconcluyó con una referencia al pano-rama mundial, marcado por la globali-zación y las nuevas amenazas surgidastras los atentados del el 11 de septiem-bre de 2001. «El nuevo siglo, reciéniniciado, lleva consigo una crecientenecesidad de concordia, de solidaridady de paz entre las naciones. Ésta es laexigencia ineludible de un mundo –ca-da vez más interdependiente y unido

por una red global de intercambios yde comunicaciones–, en el que sin em-bargo siguen subsistiendo tremendasdesigualdades», añadió.

«Por desgracia –insistió Juan Pa-blo II–, las esperanzas de paz son bru-talmente contradichas al hacerse másásperos los conflictos crónicos, co-menzando por el que ensangrienta Tie-rra Santa. A esto se le añade el terro-rismo internacional, con la nueva y te-rrible dimensión que ha asumido, lla-mando en causa, de manera totalmentedistorsionada, incluso a las grandesreligiones». Ante este panorama, elPapa consideró que los creyentes de-ben «hacer emerger todo su potencialde paz, orientando y casi diría convir-

tiendo hacia la recíproca comprensióna las culturas y las civilizaciones queen ellas se inspiran».

«En esta gran empresa –siguió di-ciendo–, de la que dependerán en laspróximas décadas los destinos del gé-nero humano, el cristianismo tiene unaactitud y una responsabilidad total-mente peculiares. Al anunciar al Diosdel amor, se propone como la religióndel recíproco respeto, del perdón y dela reconciliación».

El cristianismo –concluyó– prepa-ra «para abrir a la Humanidad nuevoscaminos de paz, sin ignorar el peligrode las amenazas actuales, pero sin de-jarse tampoco encerrar por una lógicade enfrentamiento sin soluciones».

La verdadúltima

Del discurso en el Parlamento italiano:

Si no existe ninguna ver-dad última que guíe y

oriente la acción política, lasideas y las convicciones pue-den ser fácilmente instru-mentalizadas para fines depoder. Una democracia sinvalores se convierte fácil-mente en un totalitarismoabierto o engañoso, comodemuestra la Historia.

En un momento de defini-ción de los perfiles institucio-nales de la Unión Europea, ycuando parece estar a laspuertas su ampliación a mu-chos países de Europa Cen-tral y del Este, es necesarioguardarse de una visión delcontinente que tenga encuenta sólo los aspectos eco-nómicos y políticos, o que secomplazca en los modelos devida inspirados en un consu-mismo indiferente a los valo-res del espíritu. Es necesariocomprometerse firmementepara que se asiente sobre losfundamentos éticos que cons-tituyeron hace tiempo su ba-se, haciendo espacio, al mis-mo tiempo, a la riqueza y a ladiversidad de las culturas yde las tradiciones que carac-terizan a sus naciones.

Desgraciadamente, lasesperanzas de paz se venbrutalmente contradichas an-te el recrudecerse de los con-flictos crónicos, empezandopor aquel que ensangrientaa Tierra Santa. A esto hayque añadir el terrorismo in-ternacional y la dimensiónnueva y terrible que ha asu-mido, implicando de formacompletamente distorsiona-da a las grandes religiones.En una situación de este ti-po, en cambio, las religionesdeben hacer resurgir todo supotencial de paz.

(14-XI-2002)

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a al Parlamento italiano

El gesto de un mafioso

Un jefe de la mafia siciliana se entregó el 14 de no-viembre ante la prisión romana de Rebibbia des-

pués de haber escuchado el discurso de Juan Pablo II an-te el Parlamento italiano, han aclarado sus abogados. Be-nedetto Marciante, de 50 años, era buscado por la poli-cía y sobre él pesa una sentencia de 37 años de prisión.En mayo pasado había sido condenado a 30 años de re-clusión por el asesinato de otro miembro de la mafia,en 1982, y en septiembre había sido condenado a sieteaños por asociación mafiosa. Si bien sus bienes habíansido confiscados por decisión del tribunal de Palermo, enmarzo de 2000, Marciante había logrado hacer que sushuellas desaparecieran para la policía.

Poco después de escuchar el discurso del Papa alParlamento italiano, transmitido por varios canales de

televisión del país, Marciante llamó a sus abogados pa-ra decirles que pensaba entregarse finalmente. El bossmafioso explicó más tarde, en declaraciones públicas,que lo que más le impresionaron fueron las palabrasdel Santo Padre sobre los valores de la familia: «Me dicuenta de que iba por mal camino», declaró.

En su discurso ante el Parlamento italiano, Juan Pa-blo II había exigido una iniciativa política a favor de lafamilia en estos términos: «La acción pastoral a favorde la familia y de la acogida de la vida, y más en gene-ral de una existencia abierta a la lógica del don de símismo, son la contribución que la Iglesia ofrece a laconstrucción de una mentalidad y de una cultura quepermitan esta inversión de tendencia.

La vidaAlfa y Omega22 21-XI-2002

La dirección de la semana

Entre los próximos 6 y 8 de diciembre tendrá lugar en Barcelonala novedosa y especialmente importante Convención de Cris-

tianos por Europa, organizada con el fin de incidir en la construc-ción de la Unión Europea desde una perspectiva cristiana. La ini-ciativa de esta conveción, que quiere ser un ámbito de carácterpermanente, ha sido lanzada por e-cristians, organización presididapor Joseph Miró Ardèvol:

http://www.eurocristians.org

Internethttp://www.eurocristians.org

Nombres propios

El Papa Juan Pablo II recibió recientemente en audiencia privadaa los dos jóvenes ganadores del Premio Mater Salvatoris a los

valores éticos, morales y cristianos, cuyo tema en esta edición eraValor y significado de la familia en la sociedad actual: Olaya Álvarezde Toledo y Luis Fernando Rodríguez García, quienes habíanasistido previamente a la misa oficiada por el Papa en su capilla pri-vada. Durante la Audiencia ofrecieron al Santo Padre los originalesde los trabajos premiados en el concurso, convocado por la fun-dación El Rosalar, de la Compañía del Salvador, precisamente enel año del 50 aniversario de su aprobación canónica.

Monseñor Juan Antonio del Val Gallo, obispo emérito de San-tander, falleció el pasado jueves 14 de noviembre, en la capitalcántabra, a los 86 años. La misa de exequias por su eterno des-canso, en la catedral, se celebró el viernes. Descanse en paz.

El cardenal Bernardin Gantin, decano del Colegio cardenalicioy ex Prefecto de la Congregación para los Obispos, tras renunciaral decanato del Colegio cardenalicio y cumplir 80 años, regresa aBenín, su país de origen. En reciente entrevista comenta así lanorma según la cual los cardenales mayores de 80 años no puedenparticipar en el cónclave de elección de Papa: «Es una regla savia;en cierto sentido, una bendición: que haya un límite de edad cier-to para todos, es una garantía».

El Colegio de cardenales ha aprobado por unanimidad el infor-me sobre el milagro, requerido para la próxima canonización dela Beata Sor Ángela de la Cruz, fundadora de las Hermanas de laCruz. Como se recordará, el Papa Juan Pablo II la beatificó enSevilla, hace 20 años, durante su primera visita pastoral a España.

¿Es posible todavía acceder a Jesucristo a través de los evan-gelios?: éste será el tema de la conferencia que el profesor donMarcello Bordoni, de la Pontificia Universidad Lateranense deRoma, pronunciará en Madrid el próximo miércoles 27 de no-viembre, dentro del programa de Extensión universitaria de la Fa-cultad de Teología de San Dámaso (calle San Buenaventura, 9), alas 12 h. Un coloquio con los asistentes seguirá a la conferencia.

Del 18 al 24 de noviembre se está celebrando en Bangok, Tai-landia, la V Asamblea mundial de Vida Ascendente, que estudia lapropia identidad y misión de este movimiento seglar de la Iglesia pa-ra mayores y jubilados, presente en más de 60 países de los 5continentes. Participan 80 responsables, y su Presidente interna-cional es don Alberto Marxuach, que tiene 80 años y vive en Ma-jadahonda (Madrid). Eficaz colaborador es el misionero jesuita es-pañol en Taiwán padre Jesús Sánchez Breña.

Por la humanización del trabajo en la mar: es éste el lema delCongreso nacional por la protección laboral y social de la familia ma-rinera, que comenzará en Vigo el próximo día 28 de noviembre,en el Instituto Politécnico Marítimo Pesquero. Participarán don Do-mingo González Goyanes, del centro Stella Maris de Barcelona,doña Cristina de Castro, Delegada nacional de Apostolado delMar para la pesca, y don Antonio Luaces, director del programaEspañoles en la mar de Radio Nacional de España. Clausurará elcongreso don Enrique López Veiga, Consejero de Pesca y deAsuntos Marítimos de la Xunta de Galicia.

Calidad y libertad enla escuela

El Foro Calidad y libertad de la enseñanza, quepreside el profesor Juan Velarde Fuertes,

quiere constituir un entorno permanente de de-bate sobre temas educativos, desde la óptica dela calidad y de la libertad en todas las escuelas.Desde esta perspectiva acaba de hacer públicoun interesante folleto, titulado La calidad de laeducación, que aporta reflexiones y una intere-

sante complementariedad al debate social a favor de la calidad educativa.

Contra toda clonación humana

Hasta ahora son 29 los países que se han unido a la propuesta, presen-tada por España ante la ONU, a favor de la prohibición total de la clo-

nación humana», informa Zenit: Argentina, Estados Unidos, Costa Rica, ElSalvador, Honduras, Italia, Nicaragua, Nigeria, Panamá, Paraguay, RepúblicaDominicana... El documento adoptado por estos países pide que la Con-vención internacional que debe preparar el Comité creado por la ONU con-tra la clonación reproductiva se amplíe a todo tipo de clonación humana,incluida la llamada terapeútica, en la que embriones humanos son conver-tidos en material de experimento o en medicamento.

Se renueva el plan de estudiosen Derecho Canónico

La Congregación para la Educación Católica acaba de publicar un De-creto, ratificado por el Papa, por el que se renueva el plan de estudios

en las Facultades de Derecho Canónico. El texto explica que «el plan deestudios para conseguir la licenciatura, establecido por Juan Pablo IIen 1979, ya no resultaba válido»; en consecuencia, al terminar el bieniode Licenciatura la formación de los alumnos no alcanzaba el grado de co-nocimiento de Derecho de la Iglesia que se exije actualmente; se habí-an potenciado las disciplinas teológicas y pastorales, pero se habíaprestado menos atención al Derecho Canónico y a la lengua latina. Con-sultadas las Facultades e Institutos de Derecho Canónico, se ha llega-do a la conclusion de que el plan de estudios de licenciatura se prolon-gue a tres años, o seis semestres, en el segundo de los tres ciclos, y queel primero sea absolutamente obligatorio y mejor estructurado.

Obras de la Fe

Los cristianos en Palestina sufrende manera especial la dramática

situación en Tierra Santa: un 70%de ellos vivían básicamente de laorganización de peregrinaciones,que han disminuido en un 95% ymuchas familias han quedado sinsustento. La Compañía de lasObras, ante esta situación, ha cre-ado la cooperativa Obras de la Fe,que colabora con centenares deartesanos e intenta organizar unsistema de trabajo y una red de dis-

tribución de productos artesanales que haga posible esa revitalizacióneconómica que los cristianos de Palestina tan apremiantemente necesitanpara vivir. Estos días visita España el responsable de Obras de la Fe,Sobhy Makhoul, árabe cristiano, ciudadano israelí y palestino, casado ypadre de dos hijos, profesor de Teología en la Universidad de Belén, y quees secretario del Patriarca católico maronita de Jerusalén, con el fin deacercarnos al drama de nuestros hermanos en Tierra Santa y, al mismotiempo, a la esperanza que abre esta iniciativa empresarial de Obrasde la Fe, sobre todo haciendo posible una comunión concreta y efectivacon ellos. Hoy jueves 21 de noviembre, Sobhy Makhoul tendrá un en-cuentro en Barcelona a las 19 h. en Carrer de Urgell, 215, y el miércoles27 en Madrid, a las 20 h. en el Centro cultural Príncipe de Asturias (ca-lle Hermanos García Noblejas, 14). De modo permanente, la Compañíade las Obras tiene montada una exposición de estos productos artesa-nos, de una calidad y arte ciertamente exquisitos, en Madrid: calle Mo-rejón 4, local 2 (Tel. 91 445 65 00).

La vida Alfa y Omega 21-XI-2002 23

No es la primera vez que don BaldomeroJiménez Duque escribe sobre la Madre

Maravillas de Jesús;pero sí es la primeravez que uno de nues-tros mayores espe-cialistas en teologíaespiritual logra aunar,en un sugestivo pu-ñado de páginas, lamás alta honduraanalítica de una espi-ritualidad mística conel rigor histórico y conla belleza de un estiloliterario que bien pue-

de definirse clásico. Este libro, Vida místi-ca de la Madre Maravillas de Jesús, queacaba de editar Edibesa, en vísperas de laesperada canonización de la Beata Mara-villas de Jesús, lleva un subtítulo suma-mente elocuente en su escueta enuncia-ción: Su alma. Puede parecer fácil explicarlos adentros de un alma como la de la Ma-dre Maravillas, pero es, sin duda, tarea in-gente y admirable a la vez. El autor ha lle-gado a ella a través de la única vía posible,las cartas de la Madre a sus directores es-pirituales, donde se abre su espíritu de paren par y se entrevé la perfección de la obrade Dios en su vida. Todos los místicos hanescrito sobre la noche oscura de su alma. Enestas páginas también está esa noche os-cura, y no le falta razón al padre Royo Ma-rín cuando escribe en el prólogo: «No es te-merario afirmar que la Madre Maravillas esla versión moderna de santa Teresa de Je-sús». Ciertamente son páginas para la me-ditación reposada y para el gozo espiritualmás profundo. Todas y cada una de ellas, sinperder ni una sola.

Este libro, Pío XII, ¿defensor de los judí-os?, que Edicep

acaba de editar congran oportunidad,cuando justamente seanuncia la aperturade los archivos vati-canos correspondien-tes a la época de PíoXII, responde, con laeficacia de los riguro-sos datos históricos,a preguntas que sereiteran una y otra vezsobre si Pío XII hizoo no todo lo que estuvo a su alcance duran-te la persecución nazi a los judíos. Los au-tores, Juan E. Schenk Sanchis y VicenteCárcel Ortí, ambos doctores en Historia de laIglesia, afirman tajantemente que sí. Y lo de-muestran. Estas páginas son el resultadodel amplio estudio que han llevado a cabodurante años para que brille el esplendor dela verdad, con abundante documentación ytestimonios que son el más rotundo mentísa las duras acusaciones y campañas or-questadas, desde determinados sectores,contra Pío XII y su memoria. Dan informa-ción de primerísima mano y desmontan elmito de un pretendido silencio de Pío XII,que nunca existió, ante el genocidio judío.

M.A.V

Libros de interés

El chiste de la semana

Voluntariado de mayores

La ONG Desarrollo y asistencia, que presi-de don José María Sáenz de Tejada, cuen-

ta ya con 450 voluntarios mayores de 55 años,que acompañan a los ancianos de Madrid.Envejecer en soledad es uno de los principa-les problemas en el mundo occidental. En Es-paña hay más de un millón de personas ma-yores de 65 años que viven solas. El 20% notiene agua caliente, y el 40% no tiene cale-facción. Sólo el pasado mes de agosto 67 an-cianos fueron encontrados muertos en su do-micilio. Esta benemérita ONG viene desarro-llando, desde 1997, su programa Mayoresatendidos por voluntarios mayores, de la quese han beneficiado más 2.500 personas.

Más información: Tel. 91 554 58 57;y en este e-mail:

comunicación@desarrolloyasistencia.org

Nuevo número de Nuntium, en español

Acaba de aparecer el número 5 de la edición española de la revista Nun-tium, de la Pontificia Universidad Lateranense, de Roma, que en es-

pañol se edita con la colaboración de la Universidad San Pablo-CEU,dirigida por el profesor José J. Escandell. Este número recoge trabajos yanálisis sobre la actual situación de Estados Unidos, firmados por pres-tigiosos especialistas y personalidades de la vida política, cultural e in-ternacional. También hay sugestivas páginas dedicadas a la familia y a ladefensa de la vida.

La realidad histórica de España

La Universidad Francisco de Vitoria ha organizado el curso La realidad histórica de España enel siglo XX, que busca proporcionar un cuadro analítico del conjunto del siglo XX, con objeto de

conocer y valorar la estructura, la dialéctica entre permanencia y cambio, y las mentalidades su-perantes en cada etapa histórica (Monarquía constitucional, República, Guerra civil, Estado uni-tario del General Franco, y Monarquía parlamentaria). Se analizará la función histórica de lasinstituciones, políticas, económicas, sociales, intelectuales y culturales, los conflictos ideológi-cos y la influencia de instituciones como de Iglesia, las Fuerzas Armadas, la Universidad, etc. Elcurso, dirigido por el profesor Mario Hernández Sánchez-Barba y en el que participan expertos co-mo Juan Velarde, Ricardo de la Cierva, Gustavo Villapalos, Luis Suárez, Alfonso de Zunzunegui,Alfonso Bullón de Mendoza, Pío Moa, etc., se impartirá desde el 26 de noviembre de este año 2002al 17 de junio de 2003, los martes, de 17 a 20:30 horas.

Más información: Tel. 91 709 14 00 - E-mail: postgrado@fvi.ucm.es

Gallego y Rey, en El Mundo

Hay una frase de Pío XII que, muchos añosdespués de ser pronunciada, puede descri-bir bien la filosofía del congreso Católicos y

vida pública, que acaba de celebrarse en Madrid:«Es todo un mundo el que se ha de rehacer desdelos cimientos, que es necesario transformar de salvajeen humano, de humano en divino». Don David Or-tega, profesor de Derecho, solía decir a sus alum-nos que, si en algo se diferenciaba el universitario dehoy del de siglos precedentes, es en que hoy ape-nas hay estudiantes, futuras élites, capaces de daruna definición de persona, de plantearse siquieraesta pregunta, ¡qué decir ya de otras que la tras-cienden! Ésta es la preocupación central de la doc-trina social de la Iglesia, y sus respuestas nacen, co-mo quedó patente a lo largo de las ponencias de es-te congreso, de la alegría de descubrirse a uno mis-mo como criatura, esencia que, sin necesidad derecurrir a falaces utopías, explica la paradoja queformulara Pascal: «El hombre supera al hombre».

Al margen de matices ideológicos y carismas, laapuesta católica en la vida pública es por un ordenque parta de la «centralidad radical de la persona»,explicó el profesor Guzmán Carriquiry, Subsecre-tario del Consejo Pontificio de la Santa Sede paralos Laicos, y plante cara a la realidad tal cual es, siningenuidad bienpensante ni destructivos pesimis-mos. A partir de aquí, hay coincidencias, y tambiéndesacuerdos, pero ya se comparte un mismo idio-ma: se puede empezar a hablar, en un «ambiente–describía don Alfonso Coronel de Palma– de ecu-menismo católico y convivencia en libertad».

Ministros y ex ministros, empresarios, periodis-tas, profesores y catedráticos universitarios, digni-dades eclesiásticas, responsables de movimientos yasociaciones católicos… La lista de los ponentes yasistentes es, sencillamente, abrumadora, más aún sisumamos la de quienes han querido respaldar la ini-ciativa con su presencia en el Comité organizador,que, por unos u otros motivos, no pudieron estarpresentes en la Universidad San Pablo-CEU, de Ma-drid, los pasados 15, 16 y 17 de noviembre. La fran-queza de las discusiones, la naturalidad con que unosy otros lanzan propuestas a la sociedad, la crudeza enel reconocimiento de que los católicos no siempre he-mos estado a la altura que la fe exigía, la cercaníamostrada por personalidades de la vida pública conquienes, rara vez en otras circunstancias, uno com-partiría pastas y café, el boato reducido al mínimoque exige la cortesía en las presentaciones…, todo

esto impresiona. La familiaridad que impregna esteencuentro, dice doña Carla Díez de Rivera, Coor-dinadora del Comité organizador del Congreso, le-jos de ser casual, responde a uno de los principalesretos que se marca este congreso: «Además de laparte doctrinal o académica, lo importante es el en-cuentro personal. A menudo estamos tan metidosdentro de nosotros mismos, en nuestras parroquias onuestros movimientos, que, sin darnos cuenta, te-nemos ciertos prejuicios sobre los otros católicos.Pero, cuando a un movimiento le pones cara y nom-bre, ya no hay prejuicio que valga».

La familia

«Destruir a la familia es destruir a la Iglesia», di-jo don Guzmán Carriquiry. No es posible compren-der la visión católica del hombre y de la sociedadsin hacer previamente un alto en la importancia queatribuye a la familia. El hombre –explicó en su po-nencia: Poder y subsidiariedad– no puede explicar-se como un individuo aislado, motivado únicamen-te por el interés egoísta, ni tampoco como mera cé-lula de una superorganización estatal o social, due-ña y señora de los destinos individuales. Cadapersona es irrepetible e insustituible, y está sujeta aderechos y obligaciones irrenunciables, pero a lavez, en su esencia, es un ser social que adquiere suidentidad en su relación con el otro, y la primera delas comunidades naturales a las que pertenece es lafamilia.

A partir de aquí, la doctrina social de la Iglesia hadesarrollado dos de sus principales aportaciones a laorganización política y social, asumidas hoy desdediversidad de enfoques ideológicos: la subsidiarie-dad y la solidaridad: lo que una instancia inferior,más cercana al individuo, pueda hacer por sí mis-ma no debe hacerlo la instancia superior. Ésta, encambio, guiada por el criterio del bien común, debeauxiliar a los organismos intermedios para que pue-dan desarrollar su fuerza creativa en libertad, ga-rantizando positivamente, por ejemplo, los derechosa la educación o a la libertad de culto. Se compren-de así el acento puesto por la doctrina social de laIglesia en el fortalecimiento de la sociedad civil. Yla defensa a ultranza de la familia, para la que nocorren buenos tiempos.

En una de las mesas redondas, presidida por donGustavo Villapalos, se hizo un desolador análisisdel tratamiento que los poderes públicos y los medios

de comunicación dan a la familia en España. Sobrelas familias numerosas, representadas por don JoséRamón Losana, Presidente de la asociación que lasaglutina en España, se habló de la injusticia de quesean ellas quienes más aporten al sostenimiento delEstado del bienestar, y, a la vez, quienes menos de-rechos tendrán en el futuro para beneficiarse de unajubilación digna. Pero la fuerza de los números, quees lo que entienden los políticos, está ahí, dijo Lo-sana. Y «como resulta que hoy somos los únicosque tenemos hijos, dentro de unos años me veránde Presidente de Gobierno», terminó ironizando.

El mundo de la empresa y del trabajo

¿Es legítimo el lucro? ¿Se respeta la dignidaddel trabajador? ¿Es compatible la ética con el bene-ficio empresarial? ¿A dónde lleva el olvido del me-dio y largo plazo a favor de los resultados inmedia-tos? Una y otra vez aparecieron estas cuestiones enconferencias y mesas redondas. En común, quedóresaltada, frente al concepto de lucha de clases, la ne-cesidad de solidaridad entre patronos y obreros, am-pliada, en el sistema económico que vivimos, a fi-guras como la del accionista o el directivo asala-riado. Nunca, en cualquier caso, debe perderse devista que hablamos de personas, el pecado capital dela empresa. Y su mayor estupidez, según doña PilarGómez Acebo, Presidenta de la Federación Espa-ñola de Mujeres Directivas Empresarias: una em-presa consciente de que su principal activo son laspersonas, que sabe motivar su creatividad, permi-tiéndoles ser ellas mismas, que sabe crear un en-torno de convivencia verdaderamente humana… esuna empresa condenada al éxito. Para apoyar estaafirmación, citó un estudio europeo que revela que laprincipal causa de cambio de trabajo no es la remu-neración, sino las malas relaciones con el jefe y laimposibilidad que el trabajador percibe de desarro-llar su creatividad.

Don François Michelin, heredero de la empresaque lleva su nombre, quiso resaltar, además, la vo-cación de servicio al cliente, sin la cual la actividadempresarial no tiene razón de ser. Ésta es la prime-ra forma de revertir en la sociedad los beneficiosque de ella se han recibido, mediante el precio jus-to y la calidad de los productos y servicios. Perohay otras. Don Manuel Pizarro, Presidente de En-desa e Ibercaja, destacó el papel de las fundaciones.Éste era uno de los puntos centrales del congreso,

Desde la feAlfa y Omega24 21-XI-2002

IV Congreso Católicos y vida pública

Lo primero es la persona

El presidente de la Internacional Socialista, don Antonio Guerres y don José María Gil Robles

Desde la fe Alfa y Omega 21-XI-2002 25

que, en la documentación aportada a los partici-pantes, demandaba un régimen fiscal más claro yracional para las fundaciones.

Europa y el nuevo orden internacional

El Congreso contó también con una nutrida pre-sencia internacional. El acto de inauguración contó,junto con el Presidente de la Asociación Católicade Propagandistas, origen y alma de estos Congresos,don Alfonso Coronel de Palma, y el Nuncio de SuSantidad, con la presencia del heredero del tronoaustro-húngaro, Otto de Habsburgo. Con él, queda-ba representada la fuerza creativa del paneuropeís-mo de las últimas décadas. Como había hecho undía antes en el Senado, Otto de Habsburgo subrayóque «la gran tarea de los laicos es reintroducir losprincipios cristianos en una sociedad cristianizada»y sentenció: «O Dios en Europa, o no habrá Europa».

También estuvieron el el ex-Primer Ministro dePortugal y Presidente de la Internacional Socialista,don Antonio Guterres, y el ministro de Trabajo yPrevisión Social de México, don Carlos María Abas-cal. Ambos abordaron el fenómeno de la mundiali-zación, desde la perspectiva de la trilogía de JuanPablo II Paz, justicia y perdón. Para Guterres, la glo-balización financiera debe ir acompañada por unamayor coordinación política, que permita el desa-rrollo sostenible. Además, pidió a la Santa Sedeorientación, sugiriendo la necesidad de un nuevodocumento de fondo que aborde la problemática.

Abascal destacó que, a menudo, nos encontra-mos hoy ante un primer mundo rico, pero empo-brecido espiritualmente, mientras que regiones em-pobrecidas se han convertido en la reserva espiri-tual del mundo. Defendió, además, una mayor coo-peración entre Europa e Iberoaméria, unidas por suherencia cristiana, como motor de transformaciónde las injusticias del mundo.

Valentía de los católicos

Una de las preocupaciones principales de los asis-tentes es que no quede en palabras lo que aquí se havivido, según revelan las encuestas que maneja do-ña Carla Díez de Rivera. «Es una obligación moralsalir a la plaza pública, cada uno desde su ámbito. Esmuy cómodo delegar la responsabilidad en las au-toridades civiles y eclesiásticas, pero eso es unairresponsabilidad tremenda. Debemos plantearnos:¿Estoy donde debo? ¿Estoy haciendo lo que tengoque hacer? Hay ciertas cosas que, si no las hace-mos nosotros, no las hará nadie».

No es problema de teoría. La doctrina social de laIglesia –dice don Carlos Álvarez, Presidente de Ac-ción Social Empresarial– es una herramienta extra-ordinaria. «Lo que necesitamos no son declaraciones,sino llevar decididamente la teoría a la práctica».

Don Rafael Serrano, Secretario General de la De-legación de Apostolado Seglar de Madrid, y asi-mismo de Manos Unidas, aporta un punto de vistadramático: «Muchos trabajadores se carcajean cuan-do hablamos de derechos, de la prioridad de la per-sona…, porque no es eso lo que viven. El sistemaeconómico mide a las personas sólo por su eficien-cia económica, y muchos empresarios y políticoscatólicos viven sencillamente de acuerdo con esesistema. Hay una comprensión de la fe individua-lista, evasiva, que no responde al planteamiento ac-tualizado que ha puesto en marcha la doctrina so-cial de la Iglesia y, en particular, Juan Pablo II».

Llevar la fe a la dimensión pública es hoy un re-to de primer orden. A ello dedicó el profesor Mas-simo Borghesi, que enseña Filosofía en la Religiónen la Universidad de Perugia, su excepcional con-ferencia, que fue la que clausuró este IV CongresoCatólicos y vida pública y de la que Alfa y Omega in-formará más ampliamente. Igual que hizo en susorígenes la Iglesia frente a la cultura pagana, que

planteó el diálogo con la filosofía, no con las reli-giones (hoy serían los ídolos de la cultura domi-nante), los cristianos deben evangelizar la culturaenarbolando, junto con la fe, la bandera de la razón,

mostrando al Logos hecho carne, y con el testimoniopersonal del amor a los semejantes. El momento espropicio. El hombre hoy siente un vacío existencialque no puede saciar con luces de neón.

Esto han dicho en el Congreso

José María Gil Robles, ex Presidente del Parlamento europeo: «Hablar de la aportación cris-tiana a la construcción europea no es simplemente pedir que se reconozca una evidencia his-tórica. La misma idea de la integración europea es específicamente cristiana: la sustituciónde la violencia entre pueblos por la solidaridad, por la búsqueda de lo que nos une. Esa raíz esencial es una manifestación de la caridad y de la solidaridad. Pero la caridad no só-lo se manifiesta en sermones; hay que ponerla en práctica. Aunar los intereses comunes dela gente lleva a que la gente se entienda entre sí, a que los pueblos se acostumbren a vivirjuntos. Eso es construir la caridad y construir la paz. El hecho de que la construcción euro-pea se haya comenzado a desarrollar por donde era más fácil y factible no entra en con-tradicción con lo anterior».

Eugenio Nasarre, Presidente de la Comisión de Educación, Cultura y Deportes del Congresode los Diputados: «La evangelización de la vida pública es un compromiso que obliga auna permanente actitud de adecuar la conducta política al compromiso moral como católi-co. Eso, en nuestra sociedad, cada día es más difícil, pero se puede hacer, y yo animo a ello.Cuantos más católicos lo hagan, mejor».

Gustavo Villapalos, Presidente de la Fundación Universitaria Española: «Estar presenteen la vida pública desde la condición de católico es una exigencia. Lo que no es legítimo esestablecer una distinción entre los argumentos supuestamente ilustrados, que algunos utili-zan en la vida pública, y las convicciones en la vida privada. En cuanto que son creencias delindividuo, y que el individuo es un animal social, tienen que producir naturalmente un conjuntosocial, una vida pública no sólo influenciada, sino expresiva de esos mismos criterios. Cuan-do en la vida privada se tienen unas convicciones y en la vida pública se manifiestan otras, seproduce la esquizofrenia. Quien quiera reducir la religión a la esfera de la privacidad, lo quequiere, en el fondo, es borrar todo rastro del hecho religioso del conjunto de la sociedad».

Cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid, en la homilía de la Misa que presi-dió el día final del Congreso: «El gozo y el bien de vivir consiste en saber cumplir el serviciodivino en nuestra vida. Sólo así se puede sentir al hombre. No hay oposición entre serviciodivino y servicio al hombre, sino todo lo contrario. Es verdad que, muchas veces, los cristianos,a lo largo de la Historia, hemos podido dar la impresión de que uno que se dice cristiano, pa-radójica y contradictoriamente, hiere a su hermano. Pero contiene el mismo grado de certezahistórica el hecho de que arrojar a Dios fuera de la vida pública ha traído enormes catástrofes.Una sociedad en la que no haya sitio para dar culto a Dios no va a ir bien. El otro elementoes mirar al hombre, mirarse uno a sí mismo y a los demás como nos mira Dios. En la mira-da de Dios hay un espejo primero y básico, que es el de su Ley. Si el católico, en el contex-to de su vida, privadamente no se deja guiar por la ley de Dios y no se deja llevar por su gra-cia, fracasará. Pero también los cristianos en cualquier ámbito de su vida, y en concretoen la vida pública, si se guían por la ley de Dios, serán hombres de la luz. No tendrán mie-do a los avatares de la Historia. Responder a la ley de Dios con todo el corazón produce fru-tos, también en este mundo. Que los católicos se comprometan con los asuntos del bien co-mún, del bien público. La fuerza de Su Gracia es lo que verdaderamente es capaz de trans-formar las realidades sociales y alumbrar tiempos nuevos, hombres nuevos y vida nueva».

Don Marcelino Oreja escucha la ponencia del profesor Guzmán Carriquiri

La reciprocidad hombre-mujer, por el pro-fesor Alfonso Carrasco, de la Facultad deTeología San Dámaso, de Madrid:

Al principio creó Dios al ser humano, hombre ymujer los creó. Los creó en la unidad y en la dife-rencia: Esta vez sí que es hueso de mis huesos y car-ne de mi carne, siendo precisamente la mujer otraque el varón, creada por Dios como compañía ade-cuada. Es decir, la unidad primera incluye en sí la di-ferencia; siendo irreductible e insuperable, existecomo principio de relación, haciendo posible la co-munión, fruto de la libertad: por eso deja el hom-bre a su padre y a su madre, deja su casa, y se une ala mujer y se hacen una sola carne.

La revelación cristiana pone en cuestión, pues,una concepción (platónica) de la naturaleza humanaque interpreta la diferencia y la complementariedadcomo destinada a desaparecer en la unidad de unamor del que, como por fusión de varón y mujer,surgiría el ser humano completo. Al mismo tiem-po, pone en cuestión aquella actitud contemporá-nea que busca dejar atrás toda diferencia real, toda in-terdependencia entre ambos, situando en la voluntadsoberana de cada individuo el principio de toda uni-dad personal y libre, negando incluso el significadofundamental de la vinculación hombre-mujer.

La reciprocidad, inscrita en la creación por Diosmismo, manifiesta así, desde el inicio, la naturalezaesponsal del ser humano. Manifiesta, al mismo tiem-po, la insuficiencia del individuo considerado ais-ladamente y su destino, por el contrario, a una per-fección por el camino de la amistad, del amor. Hacever también, por tanto, la falsedad en su raíz mis-ma de ciertas proclamaciones modernas de la auto-suficiencia del individuo, que sería soberano y li-bre de todo vínculo.

Todo en el otro pone de manifiesto la imposibi-lidad de ser reducido a la voluntad del uno, de per-derse en una unidad que, de cualquier modo, supe-rase la diferencia de cada uno: la libertad del ser es-piritual; pero igualmente su realidad corporal. Puessi la libertad habla ineludiblemente de la profundi-dad insondable del corazón del otro, igualmente el

rostro, el cuerpo, sacramento de toda la persona –ensu alteridad evidente, en su fragilidad y en su belle-za–, habla también siempre de un algo más, de undestino que interpela la mirada del otro pidiendo yofreciéndole, con pudor, respeto y compañía.

La diferencia insuperable entre varón y mujer losconvierte a ambos, recíprocamente, en el signo ma-yor del Otro, que no es ya amenaza, sino don, gra-tuidad y promesa de vida; como signo, pues, de launidad libre y amorosa de la cual depende la per-fección del ser humano.

Pues Dios ha inscrito en la naturaleza de ambosuna llamada, como una vocación: en el origen delamor existe siempre una interpelación del otro, nouna simple manifestación de la voluntad de pose-sión del uno. Una interpelación que introduce a unarelación en libertad, que habrá de permanecer siem-pre un ser-interpelado, un deseo por tanto del bien delamado, precisamente en cuanto quién él es; no segúnlas medidas de la propia voluntad, sino según suverdadero destino. De manera que cada uno se con-vierte para el otro en signo que lo conduce a buscarla voluntad de Dios, como horizonte verdadero delamor.

Esta reciprocidad, por otra parte, llama a una re-lación insuperable, según las cualidades propias delvarón y de la mujer, por la que cada uno recibe delotro la realización de una fecundidad imposible, sino, al individuo. La entrega mutua en el amor ver-dadero, hecha posible por esta reciprocidad, permi-te a cada uno una expresión del propio ser nueva ypersonal, una realización de sí en este amor obe-diente al verdadero bien del otro, en la experiencia dela comunión. Y, sin embargo, la fecundidad que am-bos se hacen mutuamente posible, la presencia del hi-jo, va más allá de la obra realizada y de los mediospuestos en el amor mutuo, convirtiéndose de nue-vo en signo claro del Misterio, del Padre origen yamigo de la vida.

Podría decirse entonces, quizá, que la experien-cia de la paternidad y la maternidad, que uno haceposible al otro, lleva a su plenitud el signo inscrito enla reciprocidad propia de la naturaleza humana, que,

respetada en su verdad, conduce al hombre al Mis-terio del Otro, que es el Misterio del Amor, de laComunión del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo,revelado históricamente en el amor esponsal de Je-sucristo y de la Iglesia.

Mujer y teología, a cargo del profesor Ca-jiao, de Bogotá:

A lo largo de su historia, la Iglesia ha reconocidola capacidad de producción teológica de la mujercuando ha declarado como doctoras de la misma avarias de ellas, Teresa de Ávila, Catalina de Siena,Teresa del Niño Jesús, aunque sin duda no ha sido lomás frecuente. En nuestros días el feminismo esconsiderado como un movimiento social que ex-presa resistencia frente a las múltiples discrimina-ciones a las que ha estado sometida la mujer. Desdelos años 70 se han dado dos corrientes dentro delfeminismo: el de la diferencia y el de la igualdad.El primero parte de la idea de la esencia femenina pa-ra aportar lo que es esencialmente suyo: la ternura,el cuidado, la cotidianidad, la corporeidad, etc. Elsegundo es más reivindicativo en el sentido de lucharpor la igualdad de oportunidades.

En un movimiento similar a como se ha desarro-llado el feminismo, podemos encontrar tres gran-des momentos en la reflexión teológica sobre la mu-jer. El primero, llamado teología de la mujer o de lafeminidad, que intenta valorar los roles atribuidostradicionalmente a la mujer y verlos como necesariosen el quehacer teológico. Un segundo momento loconstituye la propiamente llamada teología femi-nista. Esta teología es considerada como una teolo-gía contextual, porque parte de las experiencias demarginación vividas por las mujeres. Esta reflexióncoincide con el acceso de la mujer a las Facultadesde Teología.

La teología feminista es crítica con la sociedad pa-triarcal y con todas las normas, tradiciones y este-reotipos que de ella se derivan. Parte del sufrimien-to real de la mujer causado por esta visión andro-céntrica, y propone una revisión radical de todasesas formas de opresión. La teología feminista se

Desde la feAlfa y Omega26 21-XI-2002

El pasado 29 de octubre tuvo lugaruna muy interesante videoconferenciamundial, organizada por la Congregaciónvaticana para el Clero, que esta vez versósobre el papel de la mujer en la Iglesia.Las ponencias –que se pueden very leer en http://www.clerus.org– fueronpresentadas por el cardenal DaríoCastrillón, y en ellas participaron, entreotros cardenales, obispos y teólogos detodo el mundo, el padre George Cottier,teólogo de la Casa Pontificia. Entrelos temas de la conferencia destacaron:mujeres y Sagrada Escritura, mujeresen la Iglesia, relaciones entre hombres ymujeres en la Iglesia, la mujer y la familia.Ofrecemos, por su interés, un resumende las ponencias de monseñor GerhardLudwig Müller, desde Munich, reciénnombrado obispo de Regensburg, delprofesor Alfonso Carrasco, desde Madrid,y del profesor Silvio Cajiao, desde

Videoconferencia mundial sobre el papel de la mujer en la Iglesia

Verdad, bien y belleza del ser humano

Desde la fe Alfa y Omega 21-XI-2002 27

presenta como una búsqueda radical de la dignidady el lugar de la mujer, así como del papel que ha dedesempeñar y los derechos que ha de ejercer en laIglesia. La teología feminista nace como reflexióndentro de los cánones de la teología de la liberación.Usa la metodología del ver-juzgar-actuar: parte de larealidad de la mujer, la juzga a la luz de la Palabra deDios y toma decisiones con respecto a las accionesque deben transformar esa realidad. Actualmente sepueden distinguir dos corrientes en la teología fe-minista. La primera cuestiona hasta las bases mismasde la autoridad de toda la cultura judeocristiana; y lasegunda, la que cuestiona algún esquema de estruc-tura general de la teología dejando en pie la estruc-tura misma.

La teología feminista actualmente –tercero– ha in-corporado la categoría de género, y con ella la pro-puesta se ha ampliado mucho más: hombres y mu-jeres están llamados a replantearse los roles culturalesasignados tradicionalmente a cada uno de los sexospara proponer un nuevo orden de relaciones de igual-dad y equidad para todos.

Aunque ha sido la mujer la que ha empujado de-cisivamente la reflexión teológica sobre su necesa-ria participación en la vida eclesial en condiciones deigualdad, hoy es un trabajo que debe ser hecho portodos, hombres y mujeres. No basta ser mujer parahacer una reflexión teológica. No basta que el teó-logo trate temas sobre la mujer. Hoy la teología es-tá llamada a incorporar en su reflexión la dimen-sión genérica si quiere responder a los desafíos ac-tuales y ser coherente con el principio evangélico«no hay más judío ni griego, ni esclavo ni libre, nihombre ni mujer». Pero esta incorporación de la re-flexión feminista en la teología, supone una con-versión personal, un replanteamiento a fondo denuestros roles y un deseo profundo de crear nuevasrelaciones genéricas para apuntar a un nuevo ordenmundial más acorde con la comunidad de herma-nos que debe ser la Iglesia.

La mujer y el sacramento del Orden, por elrecién nombrado obispo de Ratisbona, profesorGehard Ludwig Müller, desde Munich:

La práctica de la Iglesia católica, desde el origenhasta hoy, de administrar el sacramento del Orden só-lo a hombres bautizados que están en plena comu-nión con ella, es unánime.

Se radica en la convicción de fe que, según la vo-luntad fundadora de Cristo (sobre la comunidad delos apóstoles y la Iglesia, el apostolado y el sacra-mento del Orden), sólo un hombre puede recibir demanera válida este sacramento, no a causa de unasuperioridad del hombre sobre la mujer, sino por-que la ordenación presupone el natural simbolismode relación del vínculo entre el hombre y la mujer. Sila distinción entre hombre y mujer, desde un puntode vista antropológico, no provoca carencia algu-na, sino que crea el presupuesto para la realizaciónperfecta del ser persona en la sociedad, entonces, loque es no es transferible al ser hombre o al ser mu-jer, no es una limitación recíproca de la posibilidad.Es exactamente lo contrario:

La contraposición entre hombre y mujer, de lacual brota la existencia de la Humanidad en la na-turaleza, en la Historia y en la sociedad, lleva consigola posibilidad de regalarse, de donarse sí mismo alotro y de transferirse al otro. Una mujer no está pri-vada de la posibilidad humana del hombre o excluí-da de la posibilidad de llegar a ser padre, así como elhombre no está naturalmente excluído de la posibi-lidad de ser madre o de la histórica maternidad de

Dios, porque sólo por una mujer ha acontecido laEncarnación y con ella la koinonia divina-humanadel amor.

Ser sacerdotes, como ser padre y madre, no esuna profesión, una posición o un papel social. Ser sa-cerdote implica una relación personal y la repre-sentación de una Persona a través de otra. Según launánime conciencia de fe de la Iglesia, Jesucristoviene representado por un hombre bautizado y or-denado. Esta representación de Cristo se refiere –yse limita– a la relación paterna originaria con la Igle-sia como su esposo/cabeza. Otros modos de repre-sentación de Cristo no están excluidos, sino másbien evidenciados.

Si, en este sentido, una mujer no puede repre-sentar simbólicamente a Jesucristo, el Hijo del Padreeterno, como esposo/cabeza de la Iglesia, como asu vez un hombre no puede representar la relación(nupcial) de la Iglesia con Cristo, esto no significaque sea, por así decir, excluída de la ordenación, o re-chazada, porque mediante su modo femenino re-presenta a la Iglesia en comunión con Cristo y tam-bien a Cristo unido con la Iglesia en una personafrente al mundo y frente a los fieles en la Iglesia. LaIglesia recibe esta unidad con Cristo de Dios, y la ha-ce sacramentalmente visible en la fe y en el amor, alservicio de la santidad espiritual y física y del biendel prójimo.

Puesto que la vida eclesial no se agota en la obradel sacerdote, sino que los pastores y los maestros desantidad actúan para el desarrollo de su serviciopara la edificación del Cuerpo de Cristo –en losmártires, en la liturgia, y en la diaconía–, los miem-bros del Cuerpo de Cristo que no ejercitan el oficioapostólico-sacerdotal son los laicos –hombres y mu-jeres– no relegados a un grado inferior o condenadosa la pasividad.

Cuando Cristo, al nombrar los hombres apóstolesde la Iglesia, ha establecido la norma de su oficio, nose ha tratado de una decisión arbitraria. El funda-mento positivo de esta decisión viene interpretado,más bien, en base a su significado, y explicado ha-ciendo referencia a la estructura de base de la natu-raleza de la Creación y de la Redención.

Si en la vida eclesial la presencia de los sacer-dotes es vista mayoritariamente a una luz sacra-mental-teológica, y la Iglesia misma viene vista enmodo más teológico y menos funcionalista, entoncespuede llegar a ser de nuevo plausible, porque la de-signación de la relación de Cristo como cabeza de laIglesia, su cuerpo y su esposa, se representa en el

símbolo originario de la correlación entre hombrey mujer. Como un hombre puede llegar a ser padresolamente mediante el amor por una mujer, porqueésta última, con la concepción y el nacimiento, ledona un hijo, en el cual su amor llega a ser carne, asísólo el sacerdote puede simbolizar en modo sacra-mental la relación de Cristo como esposo y cabeza desu Iglesia, siempre que, en su ser hombre, se mues-tre la relación con la mujer.

«El obispo, enviado por el Padre de familia a go-bernar su familia, tenga ante los ojos el ejemplo delBuen Pastor. Los presbíteros, sabios colaboradoresdel orden episcopal, llamados al servicio del pue-blo de Dios, constituyen con su obispo un únicopresbiterio. Cuiden, como padres de Cristo, de losfieles que han generado espiritualmente por el Bau-tismo y la enseñanza.

Puesto que no se trata sólo de una contraposi-ción formal, sino relacional y personal entre Cristoy la Iglesia, quien recibe el sacramento del Ordenno puede ser simplemente y abstractamente una per-sona humana dotada de autoridad espiritual. Debe seruna persona que hace visible, desde un punto de vis-ta tipológico, y por ello sacramental, mediante susimbolismo de relación espiritual y física, la con-traposición entre Cristo y la Iglesia, esposo y espo-sa.

El Concilio Vaticano II ha precisado así la esen-cia del oficio sacerdotal: «Por el sacramento del Or-den se configuran los presbíteros con Cristo sacer-dote, como ministros de la Cabeza, para construiry edificar todo su Cuerpo, que es la Iglesia, comocooperadores del orden episcopal. Los que han re-cibido una nueva consagración a Dios mediante la or-denación, son elevados a la condición de instru-mentos vivos de Cristo, Sacerdote eterno, para pro-seguir en el tiempo la obra admirable del que, con ce-leste eficacia, reintegró a todo el género humano.Así pues, puesto que todo sacerdote, a su modo, re-presenta la persona del mismo Cristo, es tambiénenriquecido de gracia particular para que mejor pue-da alcanzar, por el servicio de los fieles que se lehan confiado y de todo el pueblo de Dios, la per-fección de Aquel a quien representa».

A propósito de la correlación entre Cristo Cabe-za y Cristo Cuerpo, el Concilio declara: «Los pres-bíteros, que ejercen el oficio de Cristo, Cabeza yPastor, según su parte de autoridad, reúnen, en nom-bre del obispo, la familia de Dios, como una frater-nidad de un solo ánimo, y la conducen al Padre pormedio de Cristo, en el Espíritu Santo».

r humano

Desde la feAlfa y Omega28 21-XI-2002

La IX Asamblea General de la CONFER reu-nió, en Madrid, del 12 al 14 de noviembre, a400 Superiores y Superioras provinciales de

toda España, con el objetivo de analizar dos tiposde relaciones: las existentes con los laicos asocia-dos a congregaciones, y entre los distintos carismasreligiosos.

En la actualidad hay en España 48.570 religiosas,675 novicias, 1.597 junioras, 9.393 religiosos sa-cerdotes, 5.941 religiosos con votos temporales,5.900 con votos perpetuos y 372 novicios. El pro-medio de edad de los religiosos en España es de 64años, y existe un descenso de vocaciones que os-cila entre el 3 y el 5% anual. A pesar de estas ci-fras, el propio Presidente de la CONFER, el padreJesús María Lecea, afirma: «Somos pocos en nú-mero, pero con nuestro estilo de vida podemos man-tener la llama de la utopía». Con estos datos hantrabajado los religiosos que acudieron a esta IXAsamblea. La intercongregacionalidad ha sido unode los factores que más se han debatido en estasjornadas. En su saludo inaugural de la Asamblea, elpadre Lecea señaló que, aunque los religiosos y lasreligiosas presentan miedos en la misión comparti-da, como el de perder el propio carisma del Institutoo Congregación religiosa, o el cierre de casas y co-munidades, se está haciendo un gran esfuerzo porsuperar estos miedos y confiar en estos caminos defusión entre congregaciones o institutos que pose-an carismas similares, y que puedan dar a luz a nue-vas congregaciones.

La reciente Instrucción de la Congregación vati-cana para la Vida consagrada titulada Caminar des-

de Cristo refuerza esta voluntad de entretejer rela-ciones: «No se puede afrontar el futuro en disper-sión… La comunión que los consagrados y consa-gradas están llamados a vivir va más allá de la familiareligiosa o del propio Instituto, abriéndose a la co-munión con los otros Institutos y las otras formasde consagración… La unidad de la Iglesia no es uni-formidad, sino integración orgánica de las legítimasdiversidades» (n. 30).

En este mismo saludo, el Presidente de la CON-FER recordó a los asistentes que la vida religiosano debe dirigirse sólo hacia dentro de sí misma, por-que es para la misión, como lo es la Iglesia misma,y tuvo una mención especial para la paz en el mun-do: «Mirando hacia el exterior, hoy nos impresionay preocupa sobremanera el correr de aires de guerra.Los humanos seguimos practicando la violenciacontra el prójimo y no se superan las plagas socialesde la mentira, la extorsión, la amenaza, el fraude o lacorrupción. La cultura de paz se hace cada día másnecesaria. Veo una vida religiosa que se educa paraeducar a la paz, uniéndose al coro de tantos que tra-bajan por crear en nuestro mundo globalizado unacultura de paz».

En esta Asamblea tuvo lugar una despedida yuna bienvenida. Sor Leonor García, religiosa de laCongregación Nuestra Señora de la Compasión, sepresentaba como nueva Secretaria General de laConferencia Española de Religiosos, y se despedíade este mismo cargo sor María Luz Galván, reli-giosa del Sagrado Corazón, que dejaba el cargo, trasonce años al frente del mismo.

IX Asamblea General de la Conferencia Española de Religiosos

64 años, promedio de edad de los religiosos españoles

Colaboradores en Cristo Jesús. Entretejiendo relaciones de comunión al servicio del Reino: éste es el título de la IX Asamblea General de la CONFER, que ha tenidolugar los días 12, 13 y 14 de noviembre en Madrid, y que ha reunido a 400 Superiores y Superioras provinciales de todas las Congregaciones religiosas de España.La intercongregacionalidad y la misión compartida con los laicos fueron los temasfundamentales de estas jornadas

Nueva Secretaria General de la CONFER

Tenemos que aprender a vivir el Evangelio en la sociedad de hoy

La Hermana Leonor García, religiosa dela Congregación de Nuestra Señora de la

Compasión, ha sido nombrada reciente-mente Secretaria General de la ConferenciaEspañola de Religiosos. Hasta ahora, estareligiosa, licenciada en Filosofía y Letras,había colaborado en la CONFER con el Se-cretariado Nacional de Vocaciones en el Se-minario de Planificación Pastoral Juvenil Vo-cacional, y también ha acompañado a va-rios Institutos religiosos como animadora,coordinadora y moderadora en asambleas,Capítulos Provinciales, Consejos de Con-gregación y encuentros de formación.

Durante la celebración de la IX Asam-blea, respondió así a Alfa y Omega:

¿Qué objetivos tiene en la nueva etapaque comienza?

Me gustaría que ésta sea una casa y unaescuela de comunión, en una búsqueda deuna profundización de nuestra vida religiosa,con toda la esperanza y alegría que nos de-be motivar, y que eso sea también nuestra re-lación con los demás, y con todas las di-

mensiones misionerasque cada congrega-ción tiene, que al finales la proyección de lavida religiosa.

¿Qué papel cree que tiene la vida reli-giosa en la sociedad?

Yo veo que estamos en un momento su-mamente complejo, pero es nuestro pre-sente, y ahí es donde, bebiendo en las fuen-tes que dan sentido a nuestra vida, podre-mos ver juntos cómo nos afecta esta socie-dad, saber cómo tenemos que seguirviviendo el Evangelio en ella, y ser fermen-to en una sociedad que no es de ayer, ni demañana, sino la del presente. Con muchahumildad, porque no siempre llegamos acomprender las situaciones complejas quese viven, pero con esperanza y deseos deavanzar con el pueblo de Dios y con la Hu-manidad entera: con aquellos que son cre-yentes, con los que no lo son, y sobre todocon aquellos que se están quedando al mar-gen del camino.

Un momento de la rueda de prensa sobre la Asamblea. De izquierda a derecha, el padre Isidro Hernández, sor Leonor García, y los padres Jesús María Lecea y Luis Esteban Larra

Desde la fe Alfa y Omega 21-XI-2002 29

Justicia y perdón

Ala oligarquía capitalista nunca le molestancristianos, incluso católicos, que com-

partan sus prácticas económicas, su sentidodel progreso y su valoración del éxito y del po-der en este mundo, cuyas raíces están en unacierta lectura del Antiguo Testamento y en elcalvinismo, lo que se completa con una rigi-dez tradicionalista y moral (nada nuevo, yaque los fariseos eran estrictos cumplidores dela ley, buenos administradores de las rique-zas, y de los mecanismos del Templo, y con-servadores compasivos).

Lejos están los tiempos en que Washingtony Roma compartían un enemigo, el comunismo,aunque por distintas razones: lo que para laSanta Sede era defensa de la libertad religiosa,y de la dignidad humana, para Washington eraautoprotección y defensa de unas libertades yderechos democráticos que el liberalismo eco-nómico necesita y presupone pero a los queno siempre sirve. Tras la caída del muro deBerlín, las posiciones del Vaticano y los intere-ses norteamericanos se han ido separando.La Santa Sede iba a chocar, durante los 90,en los foros internacionales (Conferencias delCairo y de Pekín) con la planificación de la na-talidad, el concepto de familia y el estatuto de lamujer según la concepción liberal-consumistadel primer mundo, distintos a las tradiciones ynecesidades del tercer mundo. Desde el 11 deseptiembre esta divergencia se ha acentuado,porque adopta Juan Pablo II, y con él todos losniveles del Vaticano, una actitud basada en elno a la guerra sin límites, no al desprecio al De-recho internacional, etc.

El mensaje del Papa «No hay paz sin jus-ticia, no hay justicia sin perdón», es un pro-fundo y sereno análisis de las causas de laviolencia, venga de donde venga, y sus úni-cos remedios, la justicia y ese fruto del amorque se llama perdón. Una cosa es la conde-na sin paliativos del terrorismo, de su expli-cación por causa de las injusticias existen-tes en el mundo, y otra la opción por el per-dón personal y social, pues sólo con el per-dón se obtiene la paz, que es condición parael desarrollo. Pensemos un minuto en elanunciado ataque a Irak, con sus efectos co-laterales, sobre el pueblo iraquí y sobre laestabilidad del mundo árabe y comprende-remos mejor los argumentos del Director deRadio Vaticano –están en Alfa y Omega delpasado 17 de octubre–: «La Iglesia no espacifista, sino mucho más, es pacifica cons-tructora de la paz, una paz inseparable dela justicia» y no se resigna a ver degradadoal hombre por la miseria, el miedo, el odio».

Entre tanto, en este compás de esperaantes de la Tercera Guerra del Golfo, se com-prende el apremio con el que el Papa solici-ta el rezo por la paz, a través del Rosariomariano ampliado y centrado en Cristo, Prín-cipe de la paz. Su profundo análisis de larelación internacional, junto con su sentidoprofético, hacen que Juan Pablo II sea ne-cesario al frente de la Iglesia. En estos tiem-pos de turbación, su actuación y autoridadcomo testigo de excepción de la doctrina so-cial de la Iglesia, en un momento de cambioy desorden mundiales, son un don preciosoque precisa ser conservado.

Ramón Armengod

Punto de vistaL I B R O SQué queda de los hombres en la Historia? Sus descen-

dientes, sus obras, lo que está escrito en las partidasde bautismo. ¿Qué queda de los Congresos Católi-

cos y vida pública? La memoria en el pueblo de la memo-ria, en el pueblo cristiano –que deja de serlo cuando olvida lo

que le constituye, la tradición que le configura y latensión escatológica hacia un futuro que le hace darlo mejor de sí mismo– es fundante. Todo lo que no seda, se pierde, decía el aforismo clásico. Los Congre-sos Católicos y vida pública han generado ya una co-rriente, una marea de alto calado, que sería injustono reconocer. Aún bajo los impactos de la celebracióndel IV Congreso, dedicado a la doctrina social de laIglesia, nos han llegado las Actas del Tercero. Dosvolúmenes de más de ochocientas páginas cada uno,que contienen las intervenciones en conferencias ple-narias, mesas redondas y comunicaciones de más demedio centenar de autores. Si existen libros de refe-rencia en los ámbitos del saber científico, éste es unode ellos. No es estrictamente una polifónica contri-bución al statu quo de la investigación científica so-bre los retos de la sociedad de la información. Sonestas Actas el pulso a la ciencia y la conciencia que elpensamiento, iluminado por la luz de la fe, y la vidade los ciudadanos de las dos ciudades, han presen-tado, propuesto y debatido sobre el ineludible fenó-

meno que caracteriza la sociedad en que vivimos: la sociedadde la información como conocimiento, el universo de las nue-vas tecnologías y de los efectos sobre la vida cotidiana. Hay,en una primera y apresurada lectura de estos dos volúmenes,auténticas delicias de rigor metodológico, de conocimiento so-bre esta maeria y de apasionado e ilusionado entusiasmo pordar respuesta las preocupaciones de nuestros días. En la his-toria de la Iglesia en España, desde hace cuatro años, se haabierto un capítulo que no se ha cerrado para el bien de laIglesia y de la sociedad: la iniciativa de los Congresos Cató-licos y vida pública.

La Facultad de Teología San Dámaso, de Madrid, ha cum-plido, con la edición de este primer volumen de la co-

lección Studia Theologica Matritensia, una mayoría de edadciertamente esperada y deseada por muchos estudiosos del sa-ber teológico. Sán Dámaso es una Facultad joven, pero car-gada de la experiencia de la sabiduría cristiana, anclada en latradición de la Iglesia y en la fidelidad al hombre y a los pro-cesos de comprensión y de comprehensión –y, por tanto, deexplicitación–, de la fe en el mundo contemporáneo. Otra delas características de esta acreditada Facultad es la plurali-dad de escuelas teológicas que confluyen en sus aulas, y queconfieren la riqueza del colorido de las, siempre comple-mentarias, perspectivas de la inteligencia de la fe. Este primervolumen recoge las Actas del Congreso internacional sobrela encíclica «Fides et ratio», que se celebró en la citada Fa-cultad de Teología del 16 al 18 de febrero de 2000, y que yafueron publicadas en la Revista Española de Teología, que haagotado los ejemplares de ese número. Las dos ponenciasmarco, a cargo de los cardenales Ratzinger y Rouco Varela,son un acreditado pórtico de la reflexión posterior, que sevehicula en la clave de la razón creyente, que, como se seña-la en la presentación de este cuidado volumen, «la persona (ra-zón y libertad), cuando se fía del otro, en las relaciones in-terpersonales, se realiza humanamente del modo más signi-ficativamente posible. En segundo lugar, el culmen de la au-toconciencia personal se da cuando el hombre buscacomprender racionalmente los interrogantes más profundos,en los que indaga el porqué de las cosas, con unidad y tota-lidad. Se abre, entonces, al Misterio».

José Francisco Serrano

La respuesta de los cristianos

Título: Actas del III Congreso Católicos y vida pública. Retos de la nuevasociedad de la informaciónAutor: AA. VV. Editorial: Fundación Santa María

El amory sus razones

Título: La razón creyenteAutor: J. Prades- J. M. Magaz (eds.)Editorial: Studia Theologica

Matritensia

Desde la feAlfa y Omega30 21-XI-2002

GentesEulogio López, director de hispanidad.com

«España es un país formado por una inmensa mayoría de católicos un po-co cobardones. Me recuerda a una de las duras advertencias evangélicas:Al que me negare delante de los hombres... Hemos perdido la batalla culturalpor esa cobardía generalizada. Los interesados en atacar a la Iglesia son losque detentan el poder más profundo: los magnates de la industria cultural,especialmente los grandes editores y la gran masa de los políticamentecorrectos. Más grave resulta la actitud de ciertos políticos, reconocidos co-mo católicos, pero que callan ante los ataques de su partido y Gobierno a lafamilia, la vida, etc. El Papa ha aconsejado siempre a los españoles que sal-gamos a la calle, a hablar, a comportarnos como lo que somos».

George Weigel, escritor y teologo

«Elegí el título de mi libro El coraje de ser católico (ed. Basic Books) porqueésta es la forma en que siempre tiene lugar la genuina reforma dentro de laIglesia, a través de hombres y de mujeres de convicción y coraje, capacesde estar y hacer frente a la cultura dominante, de ser genuinos e íntegros, fe-lices de ser católicos. El catolicismo light nunca ha reformado la Iglesia. Lareforma siempre implica una apropiación más profunda y más cuidadosa delas verdades que Cristo confió a la Iglesia. Es un libro esperanzador porquecrisis, en la Biblia, tiene dos significados: catástrofe u oportunidad. La actualcatástrofe nos ofrece la oportunidad de completar las reformas del VaticanoII, como han sido auténticamente por Juan Pablo II».

César Vidal, escritor

«El 11 de septiembre nos ha recordado el enorme valor de lo trascendenteen la vida humana. Con una claridad pocas veces igualada, el 11-S nosrecuerda que la vida es efímera y que ese carácter pasajero exige unanálisis, un acercamiento y un comportamiento que incluye en su radio devisión la muerte y el más allá. El 11-S nos ha obligado a reconsiderar elpapel del Islam de una manera realista. LLevados por una visión un tan-to idealista, habíamos creído que determinadas creencias no tenían ne-cesariamente por qué ser incompatibles con la democracia o las liberta-des. La realidad es muy distinta y quizá, como muchos conocimientos, re-sulta dolorosa, pero no por ello deja de ser necesaria».

Tener hijos, una indecencia

Morir en soledad

Estrictamente hablando, nadie puede mo-rir por otro; siempre muere uno mismo, y

cada uno muere su propia muerte. Fue, hu-manamente hablando, insólita la conductadel padre Kolbe que se ofreció a morir enun campo de concentración alemán, en lugarde otro prisionero polaco, padre de familianumerosa, injusta y arbitrariamente conde-nado al cadalso. Esta conducta absoluta-mente heroica le llevó a los altares. Hay unprecepto, no escrito, en el catálogo de de-rechos humanos, conforme al cual cada unotiene derecho a no morir en soledad; es de-cir, a estar acompañado, en sus últimos mo-mentos, por sus parientes y por quienes pue-dan aportar al moribundo ayuda espiritual yhumana de todo género.

Parece que se han incrementado última-mente las muertes de personas solas, sin fa-milia, o abandonadas por ella. Tal hecho es-tá siendo relativamente frecuente en las gran-des urbes, que en nada facilitan el conoci-miento y el trato entre los vecinos; seintensifica en los barrios degradados, conpésimas condiciones de habitabilidad, lo queacelera el desenlace. Pero puede darse tam-bién en barrios de clase media, en pisos gran-des que han ido abandonando los hijos alcasarse y despegarse casi totalmente de losprogenitores. Ancianos enfermos que no pre-cisan hospitalización, aunque sí verse rode-ados del cariño, y a quienes el centro hospi-talario reenvía a su propia casa, en la quenadie les cuidará debidamente. Sólo Diossabe las últimas causas y etiologías de tan-tas situaciones humanas de abandono y so-ledad.

¿Está nuestra sociedad en condicionesde ayudar a las personas a no morir en so-ledad? No se parte de cero, pues bastantesinstituciones, públicas y privadas, están de-sarrollando ya programas de asistencia so-cial. Los Ayuntamientos, en primer lugar, Cá-ritas y no pocas ONG. Pero quizá lo que fal-te es una programación coordinada, a nivelmunicipal, entre todas ellas, que impida so-lapamientos, así como casos de falta de asis-tencia. La base de la población precisadade ayuda podría proporcionarla el Ayunta-miento, a través del último censo de pobla-ción, actualizado cada año.

Respetando en todo caso el derecho a laintimidad, pienso que debe darse estrechocontacto con la Seguridad Social y sus cen-tros médicos, los cuales pueden comunicarconfidencialmente la existencia y dirección deenfermos crónicos. Los Asistentes Socialesdel Ayuntamiento y, eventualmente, los vo-luntarios de Cáritas y demás ONG puedenencargarse de iniciar y mantener un perma-nente contacto con esas personas. En de-terminados períodos del año (entradas delotoño, invierno y primavera, las habitualesepidemias estacionales, etc.), resultaríaaconsejable intensificar aquellas visitas pe-riódicas al grupo de personas en riesgo, aler-tando, en su caso, a los familiares más pró-ximos, si los tienen, y, en todo caso, a losservicios médicos. En todo caso, me parecefundamental que los Ayuntamientos estu-dien la creación de lo que puede denomi-narse Unidades de Asistencia Rápida.

Gabriel García Cantero

Punto de vista

Indecencia (del lat. indecentia): Dicho o hecho vituperable o vergonzoso. Aplíquese en situacio-nes como la que sigue: cuatro madres coinciden en la puerta del colegio. Inevitable el tópico: «¿Y

tú cuántos hijos tienes?» «Yo uno, por supuesto. Por cierto, que mi hijo no para de decirme quequiere un hermanito. Ya ves tú qué capricho... ¡Si tiene de todo!» «Pues yo tengo dos, y casi mearrepiento». «Pues yo tengo tres»

–«¡Oh, Dios mío! ¿Y cómo puedes...?» «No, hombre –se apresura a añadir–, con ocho añosde diferencia cada uno». «¡Ah, bueno!», contestan las otras dos. La cuarta en discordia ni abre laboca: ha tenido tres hijos en cinco años, y sabe que, como se le ocurra decirlo, será la comidilladel colegio.

De nada le servirá decir que está contenta, que no le sobra ninguno y que se apaña estupen-damente; ni que se le ensancha el corazón al ver a las tres criaturas jugando juntas. Con un po-co de valor podría contestar: «¿No estamos en democracia? ¿Por qué no puedo tener los hijos quequiera?» No. Se impone la prudencia.

La chica se sabe protagonista de un hecho vituperable («¡Vaya coneja!») y vergonzoso («¿Hasestudiado? ¿No sabes que existe...?»), que provoca disgusto y escándalo, una trasgresión queincomoda al que la escucha; un acto sospechoso, injustificable, indefendible..., ergo, una indecenciacomo la copa de un pino.

Inma Álvarez

Desde la fe Alfa y Omega 21-XI-2002 31

Por enésima vez, en El Mundo –en cuyas páginas proliferan cada vez más loscatequistas que quieren hacer comulgar a los demás con ruedas de molino–, An-tonio Gala, inasequible al desaliento, insiste, en su rancia y nunca funda-mentada tesis de que «la religión, como inmanencia, es personal. Como asig-natura, un texto», y escribe que «la Iglesia se sacude (sic) los profesores de re-ligión como un perro las pulgas»; naturalmente, no es verdad: ni la Iglesia sesacude los profesores, sino que ni siquiera se sacude. La Iglesia lo único quehace es no renovar el contrato a algún profesor o profesora al, o a la que, no con-sidera idóneo o idónea para cumplir ese servicio. Y, naturalmente, la religión,además de personal, tiene una dimensión ineludiblemente social. Así que,cuando añade que «éste es un tema mal planteado por hipócritas fervorosos»,lo único que está haciendo es retratarse a sí mismo. Yo comprendo que le mo-leste y que sea muy duro no tener razón, pero la verdad es la que es.

También en el diario El Mundo, Juan Antonio Herrero Brasas, profesor deÉtica y Política pública, en la Universidad del Estado de California, califica lareciente decisión de aceptar parejas gays en las casas cuartel de la Guardia Ci-vil como «un importante paso hacia la normalidad», y dice que la medida«tiene para la sociedad un valor educativo incalculable». Yo no sé qué enten-derá por normalidad este profesor, ni me interesa gran cosa cómo es todo es-to en el Estado de California, pero si el egregio profesor quiere saber de ver-dad el valor educativo que esa medida tiene aquí en España, no tiene más quedarse una vuelta por cualquier Casa-cuartel y preguntar a las familias con hi-jos menores de edad, que enseguida le van a aclarar el valor educativo quetiene la medida. Sería del mayor interés público que determinados profesoresde Ética y Política pública comprendieran que una cosa es desigualdad y otradiferencia , y que para que haya verdadera igualdad, hay que dar trato diferentea los diferentes, porque lo educativo no es tratar a todos por igual; para supe-rar las desigualdades, hay que dar más a los que más lo necesitan.

Leído, el mismo día, en dos páginas diferentes del mismo periódico: ElPaís, que tengo entendido que se escribe en lengua española: «Mueren tres per-sonas al desplomarse dos grúas en A Coruña y Santurtzi»; naturalmente quie-re decir en La Coruña y en Santurce. ¿Por qué unas páginas antes escribe:«Cautela en Londres y en Moscú», si los de Londres a Londres lo llamanLondon, y a Moscú los moscovitas no lo llaman Moscú?

La agudeza de los humoristas siempre, o casi siempre, acierta y, además, di-cen las cosas mucho mejor que los demás. Para comprobarlo basta el botón demuestra de la viñeta que ilustra este comentario. ¿Alguno de ustedes ha vuel-to a saber algo o ha oido hablar algo más del tal Josu Ternera, que, a pesar del

informe en contra de Instituciones Penitenciarias, donde se le conocía a fon-do, fue excarcelado? Todavía los contribuyentes estamos esperando las opor-tunas medidas, que tendrían que haber sido inmediatas, para que ni un solo eu-ro de nuestros bolsillos llegue en forma de retribución por sus servicios a se-mejante individuo, y, ya de paso, a otros parecidos que no tienen reparo algunoen cobrar, en forma de pensión o de sueldo del presupuesto español, para lue-go dedicarse a flanquear a ETA o a quemar banderas españolas.

El historiador Hilario Raguer acaba de publicar la versión en castellano dela biografía del político democristiano Manuel Carrasco y Formiguera. En lapresentación del libro dijo, según La Vanguardia: «Carrasco y Formiguera, quefue el paradigma de político nacionalista no violento y solidario, y un hombrede fe, dio la cara por la Iglesia; pero aún es hora de que la Iglesia dé la cara porél». ¿Acaso el historiador Hilario Raguer, monje de Montserrat, no se consi-dera Iglesia?

Gonzalo de Berceo

NO ES VERDADNO ES VERDAD

MÚSICAMÚSICA

Don Sebastián Mariné ha sido el ganadordel I Concurso de Polifonía Religiosa

(modalidad Composición), organizado por laAcademia de Arte e Historia San Dámaso,con el patrocinio de la Consejería de las Ar-tes de la Comunidad de Madrid, y la Provin-cia Eclesiástica.

Mariné, que es profesor del ConservatorioSuperior de Música de Madrid y de la Es-cuela Superior de Música Reina Sofía, pre-sentó una obra titulada Missa. Ha recibidocomo premio la suma de 3.000 euros.

El segundo premio, dotado con 1.800, lefue concedido a don Eduardo Lorenzo Prieto,profesor del Conservatorio Profesional de Mú-sica, por su composición Veni Sancte Spiri-tus, y el tercer premio, de 900 euros, fue paradon José María Gálvez Linares, autor de Ag-nus Dei.

Este concurso ha nacido con la vocaciónde «fomentar la creación de obras musica-les de carácter religioso en la Comunidad deMadrid». Como escribió Juan Pablo II en suCarta a los artistas, «la Iglesia necesita tam-bién de los músicos. ¡Cuántas piezas sacrashan compuesto a lo largo de los siglos per-sonas profundamente imbuidas del sentidodel Misterio! Innumerables creyentes han ali-mentado su fe con las melodías surgidas delcorazón de otros creyentes, que han pasa-do a formar parte de la liturgia o que, al me-nos, son de gran ayuda para el decoro de sucelebración. En el canto, la fe se experimen-ta como exuberancia de alegría, de amor, deconfiada espera en la intervención salvífica deDios».

En las bases de esta primera edición delConcurso de Polifonía Religiosa, se establecía

que las composiciones debían ser a capella,«sin otros condicionantes estéticos, técnicos oformales». Tenían que ser, además, inéditas,y de una duración entre los 10 y los 20 minu-tos.

Diez fueron las obras presentadas, de lasque el jurado, en su veredicto, ha querido«constatar el elevado nivel de las mismas».Sus miembros fueron doña María Gil Gonzá-lez, en representación de la Consejería de lasArtes de la Comunidad de Madrid; don Patriciode Navascués Benlloch, por la Provincia Ecle-siástica de Madrid; don Antonio Rodríguez Ba-ciero, por la Academia de San Dámaso; donJosé Sierra Pérez, compositor y profesor delConservatorio Superior de Música; y el com-positor don Alfredo Aracil Ávila.

R. B.

Premios de composición de música sacra

Martinmorales en ABC

Había querido (absurdo deseo)considerar mi alma mía. Mepreocupaba más de evitar el

sufrimiento que de alcanzar el placer.Siempre había buscado responsabili-dades limitadas. Lo sobrenatural ha-bía sido, para mí, en primer lugar, uncabaret prohibido y, en segundo, a se-mejanza de la reacción de un borra-cho, nauseabundo. Incluso mi intentode vivir mi filosofía había estado aco-tado secretamente (ahora me doycuenta) por todo tipo de reservas. Sa-bía demasiado bien que mi ideal devirtud nunca me permitiría acercarmea nada extremadamente doloroso, se-

ría razonable. Pero ahora lo que ha-bía sido un ideal se convirtió en unaobligación; y ¿qué no se podría espe-rar? Sin duda, por definición, Dios erala Razón misma. Pero, ¿también Élsería razonable en ese otro sentido máscómodo? No se me ofreció ni la másligera seguridad en este punto. Se exi-gía el sometimiento total, el salto ab-soluto en el vacío. La realidad con laque no se puede pactar estaba sobremí. La exigencia ni siquiera era todo onada. Creo que ese estado ya habíapasado, en el piso de arriba del auto-bús, cuando desabroché mi armadura yel hombre de nieve se empezó a derre-tir. Ahora la exigencia era, simple-mente, todo.

Debes imaginarme solo, en aquellahabitación, noche tras noche, sintiendo,cada vez que mi mente se apartaba porun momento del trabajo, el acerca-miento continuo, inexorable, de Aquel

con quien, tan encarecidamente, no de-seaba encontrarme. Aquel a quien te-mía profundamente cayó al final so-bre mí. Hacia la festividad de la Trini-dad de 1929 cedí, admití que Dios eraDios y, de rodillas, recé; quizá fuera,aquella noche, el converso más desa-lentado y remiso de toda Inglaterra.Entonces no vi lo que ahora es más ful-gurante y claro: la humildad divina queacepta a un converso, incluso en talescircunstancias. Al fin el hijo pródigovolvía a casa por su propio pie. Pero¿quién puede adorar a ese amor queabrirá la puerta principal a un pródigoresentido, mirando en todas direccionesy buscando la oportunidad de escapar?Las palabras Compelle intrare –Obli-gadles a entrar– han sido tan mano-seadas por hombres impíos, que debe-mos temblar ante ellas; pero, bien en-tendidas, llenan la profundidad de lamisericordia divina. La dureza de Dioses más agradable que la amabilidad delos hombres, y su coacción es nuestraliberación.

Debe quedar claro que mi conver-sión fue sólo al teísmo, pura y simple-mente, no al cristianismo. Aún no sabíanada de la Encarnación. El Dios al queme sometí simplemente no era humano.

Se me puede preguntar si el pensa-miento de que me acercaba a la fuentedesde la que se me habían lanzadoaquellas flechas de la Alegría, desdela infancia, alivió algo mi terror. Ni lomás mínimo. No se me concedió ni lamás sutil alusión a que alguna vez ha-bía habido o habría alguna relación en-tre Dios y la Alegría. De haber algo,fue lo contrario. Había supuesto queel centro de la realidad sería de tal cla-se que podemos simbolizarlo mejorcomo un lugar; en vez de eso, me en-contré con que era una Persona. Portodo lo que sabía, el rechazo total delo que yo llamaba Alegría podría seruna de sus exigencias; podría ser suprimera exigencia. Él me resarciría.Cuando fui empujado por la puerta nosalía ninguna melodía de dentro, ni ha-bía olor de orquídeas eternas en la en-trada. Ningún tipo de deseo estaba pre-sente.

Creer y orar fueron el principio de laextroversión. Como suele decirse, mehabían hecho salir de mí mismo.

AAllffaa yy OOmmeeggaa

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Lewis cuenta su encuentro con Aquel con quien no quería encontrarse

La alegría de la conversiónOfrecemos a nuestros lectores un fragmento del libro Cautivado por la alegría (Ed. Encuentro), de C. S. Lewis. Cuenta en él:

La incredulidad de santo Tomás. Mosaico dela iglesia del monasterio de Dafne (Grecia)