Presentacion power point (declaracion)
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UNIVERSIDAD ESPECIALIZADA DE LAS AMERICASFACULTAD DE EDUCACION SOCIAL Y ESPECIAL
ESCUELA DE EDUCACION SOCIALPOSTGRADO EN EDUCACION SUPERIOR
FUNDAMENTOS DE LA EDUCACION SUPERIOR
“DECLARACIÓN MUNDIAL SOBRE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL SIGLO XXI: VISIÓN Y ACCIÓN”
FACILITADORA
DRA. AMBAR ARJONA
ESTUDIANTE
JOSE LUIS ABREGO G.CED. 4-752-248
FECHA DE REALIZACION7-5-2013
En su preámbulo a la “Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo
XXI: Visión y Acción”, la UNESCO definió la segunda mitad de este siglo XX como la “época de
expansión más espectacular”, al multiplicarse por seis el número de estudiantes matriculados a
escala mundial.
ASPECTOS EDUCATIVOS:
Pero la educación superior, y en especial la universitaria, es mucho más que
estadísticas, matrículas, carreras, etc. El concepto Universidad relaciona a una organización
sistémica cuidadosamente estructurada para el manejo del conocimiento en términos de la
adquisición de los ya existentes, la creación de nuevos conocimientos, la transmisión y
transferencia de estos; todo ello en atención a la formación de sujetos sociales y a la
potenciación del desarrollo socioeconómico y cultural del contexto en el que ésta se inserta.
Tal caracterización presupone la realización de tres funciones básicas e
interdependientes: 1) Transmisión (enseñanza) y adquisición (aprendizaje) de conocimientos; 2)
Creación o producción de conocimientos (investigación); y 3) Transferencia de conocimientos a
la sociedad/ realidad (extensión) concreta. Una cuarta función comienza a ser ponderada en los
últimos tiempos, la de desarrollo tecnológico.
Tradicionalmente la ilusión de la Universidad Latinoamericana ha sido la
articulación de esas funciones básicas aunque, justo es decirlo, en la realidad no han
funcionado en concordancia con ese modelo multifuncional. En realidad sólo se ha
reservado un espacio a la docencia, esto es, a la transmisión y adquisición de
conocimientos. El estudiante ha de cursar de manera requerida una cantidad
determinada de períodos académicos, un número determinado de créditos
correspondientes a un listado, por lo general fijo, de asignaturas. En cambio, a la
investigación y la extensión no se les asigna un espacio / tiempo / recursos
adecuados. Por lo general no existe compromiso alguno de investigación y extensión
científica ni de la Universidad con el estudiante, ni de éste con la Universidad. En los
pocos casos en que éstas actividades se producen raramente insuman la función de
docencia, restringiéndose a unos cuantos “científicos”, “investigadores”,
«extensionistas que en general ya no son docentes y que, incluso, sienten desprecio
por estos últimos, y se enclaustran en sus respectivos centros de investigación,
desligándose por completo del resto de las funciones de la Universidad.
•
Uno de los grandes obstáculos que traban la investigación en la Universidad actual lo
constituye la estructura curricular que se asume, generalmente basada en la organización de
disciplinas y materias de enseñanza, en la que sólo se contabiliza la función docencia.
Frente a la práctica académica de las instituciones de educación superior que
enfatizan en la función de docencia (transmisión de conocimiento) se está produciendo un
emplazamiento cada vez más generalizado en el sentido de que las mismas están obligadas a
abrirles el espacio necesario a las funciones de investigación y extensión. Estas últimas
funciones, conjuntamente con la función de desarrollo tecnológico podrían ser, en opinión de
José Silvio, los pilares de la universidad del futuro en nuestros países.
Como puede verse, la investigación es señalada como el elemento fundamental para
el logro de la calidad en los procesos académicos. En opinión de Julián Mayz, “es esta la que
estimula el pensamiento crítico, y la creatividad en los alumnos.
Por su parte, los docentes investigadores pueden transmitir conocimientos
originales generados en su propio trabajo.
En general su actitud no es la del profesor autoritario que cree saberlo todo, nunca
equivocarse y que considera fundamental obligar al alumno a aprender de un texto
generalmente fosilizado.
Antes al contrario, lo que la sociedad requiere son profesionales inconformes,
innovadores, curiosos y críticos de la realidad circundante y dispuestos a transformarla.
Para obtenerlo se necesita una reforma profunda de la orientación y de la estructura del
curriculum, así como de los métodos de enseñanza y un aumento substancial de la
investigación”.
Una institución de educación superior no puede limitarse a la función
docente, de transmisión de conocimientos producidos por otros, no puede
restringirse a esto, pues estaría de espaldas al futuro, a los problemas y desafíos
pendientes y por venir, se convertiría como dice Pedro Demo, en una máquina
“imbelizadora” y totalmente injusta con las nuevas generaciones.
A este respecto cobra sentido lo señalado por Ferenc Glatz al afirmar que,
“el investigador científico en el siglo próximo ya no será solamente un inventor, sino
el transmisor del pensamiento más avanzado del mundo y de los resultados
científicos de punta hacia la sociedad local, a la vez que deberá darle mantenimiento
a la gran empresa instructiva y científica de las sociedades locales. Nosotros los
investigadores, dice, somos a la vez científicos que piensan de manera universal y
somos ciudadanos con compromisos locales. También tenemos responsabilidad por
el nivel de conocimiento y a su vez, por la competitividad de la sociedad local”
Otro aspecto a destacar es que la función formadora de la universidad no se
limita a conocimientos y habilidades, sino también, y a la par, a la formación y
consolidación de valores.
Las universidades deben ganar cada vez mayor conciencia, como diría
Demos, de que los retos no son académicos y científico, sino también morales y
éticos. Lograr una formación integral para un desarrollo sostenible presupone no solo
altos niveles de capacidad técnica que garanticen el desarrollo, sino personalidades
plenas que de manera consciente y activa repudien todo vestigio de injusticia social,
que sientan el orgullo de formarse y trabajar en el país en que nacieron y de ser
latinoamericanos y caribeños
Difícilmente pueda hablarse de calidad de la educación superior sin hacer
referencia a los conceptos de eficiencia y pertinencia.
Esta consideración nos lleva a la necesidad de una conceptualización de la calidad desde
el punto de vista formal, esto es, desde las perspectivas del desafío planteado por el
desarrollo tecnológico y la instrumentalización científica. La otra dimensión nos remite a
la caracterización y conceptualización del desarrollo educativo a partir de los desafíos
planteados por las situaciones concretas del entorno socioeconómico, político y cultural
en el que se insertan las instituciones. Este último aspecto sitúa la calidad de la educación
ante la encomienda de fortalecer la capacidad de visualizar y desarrollar propuestas
sociales alternativas.
La educación en general, y con mayor agudeza la del nivel superior, implica un
proceso continuo de transformación del estudiante basada en un marco de
intencionalidad y orientaciones filosóficas, sociológicas y psicopedagógicas. Dicha
transformación se produce con el mejoramiento cualitativo y progresivo del participante y,
por otro lado, con la participación de éste en la toma de decisiones, lo cual implica el
empoderamiento del participante a efectos de que motorice su propio proceso de
transformación y de aprendizaje y con ello potencialice su capacidad de intervención
social.
El proceso formativo del estudiante consiste en convertir a éstos en
“sujetos”; esto es en individuos con capacidad para tomar iniciativas por cuenta
propia, trabajar en forma independiente y elegir marcos de referencias apropiados
en su trabajo profesional. En pocas palabras, los estudiantes “no pueden ser simples
esponjas de conocimiento» o baldes donde el profesor vierte sus conocimientos o
ideas a menudo caprichosas.
Realizar esa misión objetivo es una tarea de todos e implica serios desafíos.
En primer orden está la cultura paternalista a la que se han acomodado estudiantes
y profesores. El estudiante por lo general acepta de manera complaciente que el
profesor le enseñe, le dé clases, limitándose muchas veces a tomar las notas de la
cátedra que imparte el profesor. Este último, en cambio, está acostumbrado a entrar
al salón de clases, dar su cátedra, marcharse y después, al final de una unidad o de
la asignatura en su conjunto, verificar si el alumno aprendió o no lo que él les
enseñó.
Es este el primer gran obstáculo con el que choca la realización de esta
visión de la educación como proceso de transformación y emancipación. Vencerlo
requiere de grandes esfuerzos.
Está presente aquí de manera desafiante el problema del poder. Por el lado
del alumno implica que éste se empodere del proceso de aprender, de buscar el
conocimiento, en tanto que el profesor tendrá que prepararse para aprehender la
mejor forma para facilitar el aprendizaje en el primero. En ese orden, al aula se ira a
dialogar, a interactuar. El poder sobre el conocimiento tiene que ser compartido
entre profesores y estudiantes; las posibilidades de aprehender la realidad, de
explicar los procesos y fenómenos sociales y naturales se plantean por igual tanto a
estudiantes como a profesores.
Urge, en consecuencia, una revalorización del papel de la ciencia y la
producción de conocimientos científicos. Las voces por un llamado urgente a la
interdisciplinariedad y a la necesidad de una visión de conjunto en donde la
realidad/problemas de las respectivas sociedades ocupen el centro de la actividad
científica y académica de las IES. Esto lo expresó bien claro el distinguido académico
húngaro Ferenc Glatz: “La producción y el planteamiento de preguntas de la
sociedad se concentran en los problemas, mientras que nuestro sistema científico
esta concebido en torno a disciplinas”, para afirmar luego que “los grandes hallazgos
de las últimas décadas se produjeron en las zonas limítrofes entre las distintas
disciplinas´
A partir de estas consideraciones generales aplicamos un cuestionario, de
características más bien sugestivas, para la recolección de las informaciones
pertinentes directamente desde la fuente ejecutivos de las instituciones de
educación superior del país.
Dicho cuestionario fue estructurado a partir de tres grandes partes: una
primera centrada en problemas y aspectos básicos del quehacer universitario; para
la segunda parte, se pensó en la actitud de las IES frente a seis situaciones
problemas del contexto nacional e internacional, a manera de profundizar en el
análisis de la dimensión pertinencia de la educación superior, viéndola, además, con
carácter prospectivo. La tercera parte del cuestionario se reservó a la generación de
proposiciones concretas por parte de los ejecutivos de las IES con relación a cada
una de las recomendaciones generales producidas en la "Conferencia Regional para
la Transformación de la Educación Superior" efectuada en La Habana, Cuba, en
noviembre del año 1996 y la Mundial sobre la misma temática realizada en París,
Francia en 1998, ambas bajo los auspicios de la UNESCO.
PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR:
Dentro de la amplia gama de problemas señalados por los ejecutivos de las
instituciones de educación superior como los que más afectan a estas instituciones
se destacan cinco que por su extraordinario impacto en el quehacer propio de las
instituciones merecen especial atención. Son estos:
1. El bajo nivel académico con el que ingresan los estudiantes a las
instituciones de educación superior.
Se trata de uno de los problemas más importantes por los que atraviesa la
educación superior en la República Dominicana.
El mismo fue señalado por el 96% de las instituciones como el de mayor
impacto negativo en la calidad y pertinencia de ésta, quienes lo calificaron como
muy prioritario para sus respectivas instituciones.
2. Limitaciones de recursos financieros Fue este el segundo problema
nominado como más importante por las IES debido a su impacto en las posibilidades
reales de ofrecer una educación de calidad. El 93% de ellos coincidió en este
señalamiento.
3. Baja formación pedagógica y científica de los profesores que sirven
funciones académicas en las instituciones de educación superior.
Una gran mayoría de las instituciones de educación superior del país (un 68%)
encuentran en este problema una de las más serias dificultades, muy especialmente
cuando se piensa en la necesidad de una educación superior de calidad. Al menos la
mitad de los ejecutivos de las IES admitieron este problema como de alta prioridad
para sus respectivas instituciones.
4. Insuficiente Articulación de las IES con el Sector Productivo Nacional.
Estamos en este caso frente a un serio problema de pertinencia de la oferta
educativa superior. El mismo es reconocido por el 86% de los ejecutivos de las IES
del país, quienes le atribuyen para sus correspondientes instituciones la
característica de prioritario o muy prioritario (mas de un 71%).
Este problema está estrechamente relacionado con otros dos a los que
insistentemente hicieron alusión los ejecutivos de las IES:
a) la falta de correspondencia entre el perfil profesional y el perfil
ocupacional actual, y b) la falta de comunicación con el sector productivo nacional,
considerados por el 50% y el 61% de los ejecutivos de las IES respectivamente,
como parte de los problemas que más afectan a la educación superior dominicana.
5. Escasa Producción Científica Y Tecnológica Alrededor de un 64% de los
ejecutivos de las IES valora esta situación como una de las más críticas por las que
atraviesa la educación superior dominicana. Estamos en este caso frente a un serio
problema de calidad y pertinencia de la oferta curricular. Los datos recogidos están
indicando que para el 36% de los ejecutivos de las IES se limita a la formación de
recursos humanos, lo cual supone como única función la docencia.
Esto no significa, en cambio, que el 64% restante que respondió admitirlo como
problema básico desarrollen en la práctica acciones de investigación, no obstante, al
menos reconocen que hay deficiencias en este campo. Ciertamente las evaluaciones y
diagnósticos anteriores y los datos preliminares de la evaluación que actualmente está
ejecutando el SEESCYT revelan que la función de investigación y, por consiguiente, las
posibilidades de producir conocimientos científicos, están prácticamente ausentes de las
instituciones de educación superior del país.
Además de este problema existen otros que a juicio de los ejecutivos de las IES
del país están muy estrechamente relacionados con éste y con la calidad de la educación
superior, son éstos:
Desequilibrio entre las funciones de docencia, investigación y extensión, señalado por el
75% de los ejecutivos de las IES como uno de los problemas básicos de la educación
superior, dándole el 57% el calificativo de muy prioritario o prioritario para sus respectivas
instituciones.
Débil infraestructura física y académica de las IES. Se está hablando en este
caso de deficiencias institucionales en términos de aulas, laboratorios, bibliotecas, etc.
Este problema fue considerado como tal por el 61% de los ejecutivos de las IES,
consignándoles la característica de muy prioritario para sus respectivas instituciones.
SOBRE LA PERTINENCIA:
Como forma de lograr un mayor nivel de aproximación a la caracterización
del grado de pertinencia de la oferta curricular actual de las IES se reservó un
espacio del cuestionario aplicado para pensar en seis grandes situaciones problemas
del contexto nacional e internacional.
Un común denominador se puso de manifiesto en las respuestas de los
ejecutivos de las IES frente a cada uno de estos problemas: La precaria oferta
educativa actual de las IES frente a estos problemas. En el mejor de los casos las IES
se limitan a desplegar acciones docentes en algunas de las áreas pertinentes a los
mismos. Es importante destacar, sin embargo, la intención de repensar la misión y
funciones académicas de las IES, manifiestas por sus ejecutivos, en el sentido de
focalizar su atención frente a estas situaciones / problemas, de por sí valoradas por
éstos como muy importantes.
SOBRE LA CALIDAD, FINANCIAMIENTO, GESTIÓN Y USO DE NUEVAS
TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN
1- CALIDAD
Pese a que las propias instituciones señalan como uno de los problemas básicos
de la educación superior la falta de formación pedagógica 7 e incluso científica de sus
profesores, y a pesar de que la mayoría respondió que implementan programas de
capacitación para su personal académico (82%), estos parecen estar limitados a cursos
cortos de actualización pedagógica (89%) en tanto que sólo un (36%) respondió que
implementan programas de capacitación en las áreas del conocimiento con que trabajan
los académicos.
Ciertamente el 68% los ejecutivos de las IES coincidieron en esta apreciación,
además de que la mayoría de ellos valoró este problema como muy prioritario para su
institución. (Véanse los cuadros 1 y 2 de este capítulo).
Con relación a éstos procesos formativos por lo general se maneja un discurso y
sobre todo una orientación práctica desfasada en donde se habla del aprendizaje pero sin
llegar a aprehender las características y procesos profundos implicados en éste. Lo mismo
ocurre con la evaluación y el conocimiento.
En el caso del conocimiento, si es que se trabaja en los referidos cursos, a
menudo se enfatiza en los procesos de transmisión de conocimientos, quedando ausente
de los mismos las reflexiones epistemológicas y las orientaciones prácticas para una
efectiva praxis académica.
2- FINANCIAMIENTO Y GESTIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Si en algo debemos estar claros es en el hecho de que “no existe educación de
calidad a bajo costo”. Tampoco es justo aceptar que la educación superior se siga
mediocrizando por razones de índole económica; que estudiantes con aptitudes y
actitudes para enrolarse en estudios superiores se les cierren las puertas de la
universidad, o se vean precisados a abandonar sus estudios por carecer de las
condiciones materiales mínimas para la garantía de los mismos. Esto no significa, sin
embargo, que la mera existencia de las condiciones materiales garantiza la calidad de la
educación.
De las precisiones anteriores se desprende la necesidad de establecer
estrategias de financiamientos para la educación superior que estén acordes con
necesidades y posibilidades de desarrollo social y que tengan como estandarte la
promoción de la justicia y de la equidad social. Conjuntamente con el componente de
financiamiento, se hace necesario pensar las estrategias para el manejo y uso de los
recursos disponibles, esto es, el componente de gestión institucional tanto en el ámbito
académico como en el administrativo.
3- USO DE NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN
Es de todos conocido el impacto de las tecnologías de la información y la
comunicación en la viabilización de los procesos pedagógicos. La misma gravita no
sólo en la búsqueda y tratamiento de información y conocimientos ya existentes;
sino, además, en la aplicación de nuevos conocimientos e informaciones y mayor
aún en la comunicación de los mismos.
El final del siglo XX nos dejó inmersos en el más gigantesco desarrollo de
las telecomunicaciones y de la informática, cuya articulación ha generado una nueva
era de relaciones y posibilidades de tratamiento y comunicación de las
informaciones: la informática, y las llamadas redes telemáticas, con los nuevos
sistemas del Internet, Intranet, Teleconferencias, Correo Electrónico, etc.
CONTEXTUALIZACION DE PANAMA, ANTE LA DECLARACION MUNDIAL DE LA
EDUACION SUPERIOR EN UNESCO
Respecto a nuestro País, podemos manifestar la existencia de una
preocupación; la misma vinculada al mundo globalizado, la cual ha generado
transformaciones en la educación. Estas transformaciones han permitido la
incorporación de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) para el
establecimiento de universidades virtuales con la creación de cursos y programas a
distancia. Sin embargo, la virtualización de la educación ha dado paso a una serie de
críticas sobre su eficiencia y eficacia. Las críticas giran alrededor de las experiencias
de aprendizajes virtuales y cuestionan su valor en la generación de aprendizajes
significativos y permanentes. Otro aspecto controversial hace referencia a la calidad
académica, ya que involucra un cambio de paradigmas pedagógicos y didácticos en
la presentación y adquisición de la información, en las competencias requeridas
tanto para el docente y para el estudiante, en el cambio de roles, entre otros.
CONCLUSION
En cuanto a Panamá, podemos expresar que nuestro país no puede ser
ajeno a dicha declaración; por lo tanto, debe poner en practica y desarrollo lo
aprobado en dicho instrumento internacional. Solo a través de ello, podremos dar un
giro en cuanto a la modernización de la Educación; permitiendo que nuestros
estudiantes yá profesionales, cuenten con un abanico de especialidades a sus
servicios; situación que generara un incremento en el numero de profesionales, los
cuales en la actualidad no lo pueden hacer; debido a la falta de tiempo y de gastos
adicionales a los generados por un postgrado, una maestría o un doctorado
presencial. Es por ello, que se hace necesario y con urgencia; aplicar esta modalidad
de educación a distancia (Plataformas Virtuales), ya que ello permite al estudiante,
poder desarrollar actitudes que lo lleven a especializarse o adquirir conocimientos
informáticos, los cuales son nulos o escasos en la población panameña.