Prevención básica de lesiones en el jinete

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Jonatán Díaz Expósito. Fisioterapeuta, Osteópata Codirector de Clínica Sacrum PREVENCIÓN BÁSICA DE LESIONES EN EL JINETE Introducción: La equitación es una disciplina deportiva que ha ido creciendo progresivamente en número de adeptos. A medida que se dispone de instalaciones adecuadas y se ha fomentado, por parte de las distintas federaciones, la formación a profesores y profesionales en las distintas facetas de la equitación, el público ha ido acercándose a esta disciplina deportiva con mayor confianza y asiduidad. La práctica de la equitación requiere un control físico y mental importante, por lo que los jinetes deben desarrollar una serie de capacidades que los habilite a disfrutar de este deporte con el mínimo riesgo posible. En este artículo trataremos de mostrar los factores más importantes que intervienen en la preparación física del jinete y la forma de prevenir las lesiones más frecuentes. A propósito de una estadística: En un estudio longitudinal sobre accidentes deportivos en la equitación, realizado en Sevilla por el Dr. Antonio Montañés Uceda (Médico Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte. Medico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria), se obtuvieron los siguientes datos: EDADES: 0-10 10-20 20-30 30-40 40-50 50-60 >60 1 19 11 12 9 4 2 DIAGNÓSTICOS: CONTUSIONES FRACTURAS ESGUINCES TCE LUXACIONES ROTURAS FIBRILARES 29 20 6 2 2 4 TRATAMIENTO: ORTOPEDICO FARMACOLÓGICO REHABILITACIÓN CIRUGÍA 22 22 17 5 TIPO DE DISCIPLINA HÍPICA: SALTO RAID DOMA ENGANCHE POLO VAQUERA 17 1 8 2 4 6

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Este es un analisis de cómo se pueden prevenir las lesiones más habituales en la práctica de la equitación.

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Page 1: Prevención básica de lesiones en el jinete

Jonatán Díaz Expósito. Fisioterapeuta, Osteópata Codirector de Clínica Sacrum

PREVENCIÓN BÁSICA DE LESIONES EN EL JINETE

Introducción: La equitación es una disciplina deportiva que ha

ido creciendo progresivamente en número de adeptos. A medida que se dispone de instalaciones adecuadas y se ha fomentado, por parte de las distintas federaciones, la formación a profesores y profesionales en las distintas facetas de la equitación, el público ha ido acercándose a esta disciplina deportiva con mayor confianza y asiduidad.

La práctica de la equitación requiere un control físico y mental importante, por lo que los jinetes deben desarrollar una serie de capacidades que los habilite a disfrutar de este deporte con el mínimo riesgo posible. En este artículo trataremos de mostrar los factores más importantes que intervienen en la preparación física del jinete y la forma de prevenir las lesiones más frecuentes.

A propósito de una estadística: En un estudio longitudinal sobre accidentes

deportivos en la equitación, realizado en Sevilla por el Dr. Antonio Montañés Uceda (Médico Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte. Medico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria), se obtuvieron los siguientes datos:

EDADES:

0-10 10-20 20-30 30-40 40-50 50-60 >60

1 19 11 12 9 4 2

DIAGNÓSTICOS:

CONTUSIONES FRACTURAS ESGUINCES TCE LUXACIONES ROTURAS

FIBRILARES

29 20 6 2 2 4

TRATAMIENTO:

ORTOPEDICO FARMACOLÓGICO REHABILITACIÓN CIRUGÍA

22 22 17 5

TIPO DE DISCIPLINA HÍPICA:

SALTO RAID DOMA ENGANCHE POLO VAQUERA

17 1 8 2 4 6

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MECANISMO LESIONAL:

CAÍDA DEL

CABALLO

PATADA DEL

CABALLO

PISADA DEL

CABALLO

DURANTE LA MONTA

AL BAJARSE

DEL CABALLO

GOLPE ESTRIBO

46 7 1 3 1 1

ÉPOCA DEL AÑO:

PRIMAVERA VERANO OTOÑO INVIERNO

22 10 12 20

Analizando las tablas de resultados, se observó que las edades donde más accidentes ocurrieron fueron entre los 10 y los 20 años por la lógica inexperiencia de los jinetes. También suelen ser accidentes menores, dada la capacidad que hay en estas edades de absorber la energía que provocan los traumatismos. Asimismo, resulta curioso observar como a medida que se cumplen años, los accidentes hípicos van disminuyendo en frecuencia de manera inversamente proporcional, quizás debido al grado de maduración, que hace que la monta sea más responsable. También fue la disciplina de salto la que más accidentes causó, ya que tanto el caballo como jinete se someten a una mayor potencia e intensidad en el ejercicio, mientras que el resto de disciplinas no muestran una diferencia significativa en cuanto a los resultados. La caída del caballo fue el mecanismo que con mayor frecuencia causó accidentes hípicos, y aunque no existe ningún registro al respecto, suelen estar

relacionados con despistes del jinete ante un movimiento extraño del caballo.

Analizando los distintos registros en cuanto a los diagnósticos, se observa que las contusiones fueron los más frecuentes, aunque también existió un alto número de fracturas, y la mayoría necesitaron un tratamiento ortopédico–conservador para su curación.

También se analizaron los resultados según la época del año en la que aconteció el accidente, registrándose mayor frecuencia de lesiones en las épocas de primavera e invierno, siendo menor en verano (debido a las altas temperaturas que se registran en Sevilla, lo que hace que la práctica de la equitación disminuya mucho), y en otoño, ya que es cuando se registran la mayor parte de las lluvias.

Otras lesiones a tener en cuenta: A pesar de que los traumatismos derivados de

contusiones o caídas son las lesiones más frecuente de atención médica, existen otros trastornos a tener en cuenta:

- Afecciones de la piel: rozaduras, callosidades, ampollas y quemaduras solares, con bastante frecuentes.

- Infecciones: tétanos (el intestino del caballo es un reservorio importante), sarnas, tiñas etc..

- Afecciones osteomusculares: desgarros musculares, esguinces cápsulo-ligamentarios, contracturas musculares, capsulitis, higromas, bursitis, tendinitis, compresiones articulares…

- Afecciones neurovasculares: adormecimiento, hormigueos, pérdida de fuerza, edema…

Implicaciones anatómicas: 1.- Los Músculos. El ejercicio de montar a caballo desarrolla ciertos

grupos musculares, pero hay otros que trabajan menos de lo que necesitamos para mantener la musculatura equilibrada. Las dolencias crónicas de espalda surgen por este trabajo muscular desequilibrado, que provoca bloqueos articulares en la columna vertebral

Los practicantes de equitación conocen, más o menos, los músculos principales implicados en la práctica de la monta (Cuádriceps, Glúteos, Adductores, flexores de los dedos, bíceps, etc…). Todos ellos son comúnmente nombrados. Pero hay que diferenciar fisiológicamente dos tipos de músculos:

1.- Tónicos o posturales: aquellos encargados de mantener la forma del cuerpo. Estos músculos tienden a la rigidez, al acortamiento y si no se relajan adecuadamente puede llevarnos a molestas contracturas musculares.

2.- Fásicos o de movimiento: se contraen y se relajan rápidamente, y muestran una tendencia a debilitarse con la inactividad.

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Debe quedar claro, por tanto, que en general, los

músculos tónicos se deben estirar e inhibir, y los fásicos, se deben fortalecer.

2.- Salida Torácica. Una de las zonas anatómicas del jinete a tener en

cuenta en la práctica de la equitación, es la denominada Salida Torácica. Ésta contiene tres desfiladeros, o estrechos de paso, que por separado o conjuntamente pueden comprimir de forma alternante o continua el Plexo Nervioso Cérvico-Braquial, la Arteria Subclavia y la Vena Subclavia.

Desfiladeros:

1.-Escalénico: formado entre el Escaleno Anterior, Escaleno Medio y 1ª Costilla.

2.-Costo-Clavicular: formado entre la Clavícula y la 1ª Costilla.

3.-Del Pectoral Menor: formado entre la parrilla costal, la Escápula y el Pectoral Menor.

Los síntomas habituales que se perciben cuando hay compresiones en los desfiladeros dependerán del grado de afectación de la estructura comprimida:

• Síntomas Neurológicos: Dolor supraclavicular que se irradia por la zona interna del brazo hasta la mano y dedos meñique y anular. Dolor neurítico desencadenado por movimientos del brazo con respecto al cuello. Hormigueos en el brazo provocados por movimientos del cuello o del propio brazo. Dificultad para hacer ciertos movimientos con el brazo, y atrofia de músculos interóseos de la mano.

• Síntomas arteriales: Dolor isquémico, hormigueos, palidez de las manos y enfriamiento de los dedos, debilidad o desaparición del pulso arterial en maniobras de diagnóstico clínicas.

• Síntomas Venosos: principalmente edema del miembro superior.

Las molestias derivadas de las compresiones de los desfiladeros pasan desapercibidas habitualmente, ya que se confunden con dolores musculares, ligamentosos etc... Además el cuerpo tiene multitud de mecanismos de protección de los tejidos neurovasculares, provocando adaptaciones posturales con el fin de mantener sus funciones. A causa de esta estrategia de huida, habitualmente se necesita que haya más de una compresión a lo largo del trayecto para provocar síntomas claros. (Tal y como se ejemplifica en la siguiente imagen para el Síndrome del Túnel Carpiano).

El Síndrome del Túnel Carpiano es una de las patologías que debe evitar el jinete. Debido a la posición de las manos y a la tracción constante que realizan las riendas, se produce una compresión del Nervio Mediano, el cual puede provocar adormecimiento de los 3 primeros dedos, dolor e incluso debilidad. Por eso las muñecas deben estar siempre neutras.

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3.- Columna Cervical. Las zonas más expuestas a problemas articulares

son siempre las curvas más móviles: cervical y lumbar. La función del cuello en la equitación es

determinante, ya que actúa de timón para el resto del cuerpo y su prolongación al caballo. Todo profesional que enseñe a montar a caballo, suele enfatizar la importancia de la mirada. Los ojos fijan el lugar hacia donde ir.

De la anatomía de la zona cervical, destaca el paso de las Arterias Vertebrales a través de de las apófisis transversas de cada vértebra.

La flexibilidad de la zona cervical es importante,

no sólo para facilitar los reflejos óculo-cervicales (entre los ojos y los músculos del cuello), sino para mantener también flexibles las Arterias Vertebrales que riegan la zona posterior del cerebro. Estas arterias son clave para un buen funcionamiento del Cerebelo y del oído interno, órganos encargados del equilibrio y la coordinación.

4.- Columna Lumbar. Contrario a lo que se puede pensar, la equitación

es un estupendo ejercicio para mantener una buena

posición de la espalda, siempre y cuando se haya practicado desde joven. Una vez que las estructuras articulares tengan menos adaptabilidad, es más difícil adquirir una buena técnica, y por lo tanto ciertas zonas sufrirán compresiones que deriven en lesiones. A continuación, observemos la anatomía ósea de la zona lumbar:

Las articulaciones posteriores de las vértebras y

los discos intervertebrales, son las zonas que van a recibir más presiones. Tal y como se muestra en la figura inferior, los segmentos vertebrales funcionan como una pinza, y por tanto lo que ocurra a un sector, afecta al otro.

Al montar a caballo, la espalda funciona como un

amortiguador. A medida que se van cumpliendo años, los discos se van deshidratando y van perdiendo altura, lo que facilita la aparición de protrusiones discales e incluso hernias. El problema mayor se da en las articulaciones posteriores, ya que si el disco disminuye de altura, éstas soportan más presión. Como consecuencia de los microtraumatismos, las articulaciones reaccionan desarrollando artrosis. Por lo

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tanto, el jinete que tendrá menos problemas de espalda será aquel que ha adquirido una técnica óptima desde joven, que mantiene la musculatura equilibrada, y que se adapta a los movimientos del caballo como una unidad.

Causas principales de las lesiones:

� Relacionadas con el caballo: pisadas, coces, mordiscos, reacciones bruscas del caballo, cansancio, relación con otros caballos etc…

� Relacionadas con deficiencias en el equipamiento:

- Del caballo: monturas, riendas, herraduras, estribos, cabezadas etc..

- Del jinete: según la modalidad es importante el estado y calidad de botas, pantalones, fusta, guantes y casco, principalmente.

- De las instalaciones: cuadras, pistas (piedras, agujeros…), accesos, relación con estímulos externos (coches, bocinas..), iluminación etc…

� Relacionadas con el jinete:

- Falta de formación teórica y práctica del trato al caballo.

- Defectos de la técnica de monta: posición, ayudas naturales y artificiales.

- Falta de entrenamiento físico y mental.

� Relacionadas con el entrenador/profesor: falta de formación y/o experiencia pedagógica, número elevado de jinetes a controlar etc…

Prevención básica:

1.- Aprender a caer: Lo más conveniente es tratar de caer por un lado, ya que de frente el caballo nos puede arrollar y por detrás, puede darnos una coz. Se debe tratar de caer de pie, utilizando las manos sólo para proteger la cabeza. Dado que las circunstancias son muy variadas, y pueden haber muchos factores imprevisibles, pero la seguridad del jinete no sólo está en la monta, sino también en la capacidad de reacción y estrategias de adaptación a las caídas. Recomiendo practicar creando escenarios de caídas con colchonetas. Esto es muy útil y didáctico si se realiza desde jóven.

2.-Calentamiento. Cualquier deporte que implique un esfuerzo físico

siempre requiere de un aumento de la vascularización de los tejidos que se van a ejercitar, lo que facilita una adecuada estimulación cerebral. La clave está en conseguir un tono óptimo sin generar fatiga.

Recomiendo siempre tener una colchoneta ligera, que permita realizar ejercicios en el suelo con comodidad y en cualquier lugar.

Un calentamiento básico, a realizar después de dejar al caballo preparado para la monta, debería incluir:

• Estiramientos de músculos tónicos: básicamente miembros superiores, cuello y espalda. El Stretching Global Activo es un método muy útil para la preparación de la musculatura tónica para el esfuerzo postural.

• Movimientos articulares suaves: cuello, miembros superiores, tronco, pelvis y miembros inferiores.

• Movimientos resistidos con cintas o gomas elásticas que simulen los gestos deportivos.

• Ejercicios para el aumento de la temperatura corporal: 5-10 flexiones de brazos, saltar 8-10 veces una cuerda con los dos pies, o flexionar las rodillas con los brazos extendidos 10-15 veces, serían suficientes para adquirir aumento del metabolismo energético. Recomiendo también la realización de ejercicios del método Pilates, que posibilitan una la facilitación de la coordinación postural-cinética-respiratoria necesaria para los deportes de precisión, que tienen la ventaja de no sobrecargar los dedos ni las manos.

• Ejercicios Respiratorios profundos: Hipopresivos, técnicas de relajación.

• Finalmente llega el momento de tomar contacto con el caballo y calentarlo.

• No olvidar que al finalizar los entrenamientos y las competiciones, es necesario realizar estiramientos de las zonas más trabajadas, de una forma suave y dinámica. Es conveniente abrigarse en esta última fase, complementando con alguna técnica de respiración y relajación para volver a un estado de reposo físico y mental.

3.- Acondicionamiento físico básico. La preparación física del jinete debe realizarse en

su mayor parte a caballo, pero controlando muy bien los descansos. El trabajo fuera del picadero debe basarse en el fortalecimiento de los músculos que no se ejercitan durante la monta. Además siendo un deporte tan exigente a nivel de resistencia, es importante el trabajo aeróbico. Por tanto se debe contemplar:

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• Trabajo aeróbico: Debe buscar un buen funcionamiento cardio-respiratorio para incrementar la resistencia aeróbica en los entrenamientos y competiciones de larga duración. El trote en cinta, el ciclismo estático y la elíptica, en períodos de 25-30´, combinados con ejercicios de coordinación (saltos con cuerda, movimientos alternantes de brazo y piernas), son algunos de los ejercicios aconsejables. No se deben hacer grandes sesiones extenuantes. Hay que recordar que el mayor enemigo del rendimiento deportivo y la técnica, es la fatiga.

• Trabajo Muscular: Aquellos jinetes que deseen aumentar sus posibilidades de rendimiento deben trabajar en el gimnasio desarrollando la resistencia y la fuerza de los grupos musculares que no suelen trabajar cuando montan. Se debe acentuar la actividad sobre los músculos abdominales, gemelos, pectorales y tríceps braquial. El Método Pilates será muy útil para facilitar la coordinación de los distintos músculos, para que la actividad diaria no se vea alterada por los desequilibrios musculares. Se debe utilizar también como medio de calentamiento, y en ocasiones como medio de enfriamiento. Aquí tienen un enlace para más información específica de Pilates en la equitación:

http://applied-posture-riding.com También puede ser útil el trabajo de refuerzo

muscular de los miembros inferiores que se puede conseguir con las plataformas vibratorias. Éstas permiten colocarse en posiciones parecidas a la de la monta, estimulándose tanto la musculatura agonista, como antagonista.

Como trabajo complementario, los ejercicios de propiocepción o equilibrio, son muy convenientes para adquirir mayor estabilidad en apoyos inestables.

4.- Trabajo de la Técnica. La técnica es el patrón postural y dinámico que

permite realizar una actividad con la mayor eficiencia posible. Esto significa máxima precisión y coordinación, junto con el mínimo esfuerzo necesario. La base de la equitación es la postura. En la siguiente figura se puede observar gráficamente los tipos:

El entrenador debe asegurarse que los jinetes

vayan asimilando los conceptos técnicos siempre en ausencia de fatiga. El cansancio es el enemigo de la coordinación. Por eso es conveniente adquirir las nociones técnicas al principio y en medio del entrenamiento. No hay que olvidar que lo conveniente es adecuar

el nivel del jinete con el nivel de capacidad adaptativa del caballo. Un mal caballo genera vicios adaptativos en los mejores jinetes. Es función del entrenador analizar las características tanto del jinete como del caballo que pueden fomentarse mutuamente. Cuidado con la longitud asimétrica de los estribos.

Es imprescindible, tanto para el caballo, como para el jinete, que estén a la misma altura para evitar puntos de presión y desequilibrios posturales.

Técnica Alexander: Se dedica esencialmente a la reorganización de la relación entre la cabeza, el cuello y la espalda, dándole el nombre de “Control primario”. El equilibrio del hombre y el caballo, varían entre un plano vertical y otro horizontal, mediante el movimiento de balanceo. El jinete debe mantener el equilibrio, realizando este acto con un esfuerzo muscular mínimo, pero manteniendo una posición erguida que precisa atención e intención constantes. Se puede aumentar la información sobre este método en la equitación en el siguiente enlace:

http://www.methodealexander.com

5.- Equipamiento propio y del caballo. Es totalmente imprescindible disponer de un

equipamiento personal adaptado al tipo de disciplina a practicar (casco, protector de espalda, pantalón botas y guantes). Además es conveniente disponer de unas zapatillas deportivas para realizar los calentamientos y

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los enfriamientos, así como una colchoneta y ropa de abrigo. Se debe prestar atención a la indumentaria, no sólo desde el punto de vista de la seguridad, sino también en relación con las condiciones climatológicas y las duraciones de los entrenos y competiciones.

El equipamiento del caballo se debe mantener en buen estado y supervisar todos los elementos antes de la monta.

6. Factores climatológicos. Es importante adecuar el trabajo personal y el del

caballo a las condiciones climatológicas, ya que puede determinar el tipo de comportamiento que se presenta a la hora de montar, tanto por parte del caballo (principalmente), como por parte del jinete.

El horario en el que se monta también determina a través del biorritmo, cómo se va a desarrollar el trabajo, en relación con los hábitos diarios. Por eso, es conveniente una buena organización de las comidas, los descansos, y los períodos de ejercicio, para conseguir la mejor disposición posible del caballo. En el caso de las competiciones, la adaptación tanto del jinete, como del caballo a los horarios, terrenos, y condiciones climatológicas, debe realizarse con suficiente antelación durante los entrenos.

7.- Factores psicológicos. El factor psicológico es siempre determinante,

máxime cuando se trabaja con animales especialmente receptivos. Los resultados técnicos y competitivos van a depender más del control mental que del control físico, por lo que no hay que dudar de utilizar estrategias psicológicas para la mejora de las competencias (técnicas de relajación, herramientas de coaching, meditación, test de personalidad etc….).

El exceso de estrés, la baja tolerancia a la frustración, el perfeccionismo y la falta de concentración, habitualmente provocan: disminución del rendimiento, bajos resultados competitivos y la aparición de lesiones de diversa gravedad. Lo ideal es preguntar a compañeros que hayan sufrido los mismos problemas, y saber qué estrategias utilizaron para ponerlas en práctica. También hay multitud de libros y CD´S de autoayuda, que pueden de forma general ayudarnos a encarrilar los malestares. Pero si no queremos perder el tiempo, lo mejor es acudir a un Psicólog@ de confianza, que ayude a desenmascarar los problemas, y establecer pautas de corrección.

En el caso de que por desgracia, se haya tenido un accidente o caída del caballo, los monitores deben

asumir la responsabilidad de valorar la respuesta del jinete, y facilitar a readaptación a la monta lo antes posible. En el caso de los niños, es especialmente importante cooperar con los padres, para que no derive en miedos que puedan afectar incluso en la vida diaria. El psicólog@ siempre es una opción a tener en cuenta.

8.- Otros factores menos evidentes. Como todo el mundo puede intuir, cualquier

deportista debe hacerse, al menos, un chequeo médico exhaustivo cada año. Normalmente esto es suficiente para mantener controlados los riesgos básicos de una práctica deportiva normal. Pero si queremos rendir a un nivel cada vez más alto y evitar lesiones, recomiendo realizar los siguientes controles:

• Dentista: cualquier foco infeccioso que tengamos en el cuerpo, va a provocar disminución del rendimiento y facilitación en la aparición de lesiones (aunque no haya dolor ni fiebre). Una de las infecciones más habituales que pasan desapercibidas mucho tiempo en el cuerpo son las caries dentales.

• Podólogo: un buen análisis de apoyo y carga, nos permitirá mediante unas plantillas mejorar la estabilidad corporal.

• Nutricionista: Los déficits vitamínicos y minerales asociados a una mala alimentación, pueden reducir, entre otros, el rendimiento muscular y visual. Recomiendo por tanto un control dietético con un profesional cualificado.

• Fisioterapeuta-Osteópata: Las lesiones que no son atendidas de forma correcta, suelen derivar en cronificaciones, y ampliación de las zonas de dolencias. Recomiendo por tanto, una visita al mes para realizar un trabajo global que implique: desbloqueos articulares, estiramientos musculares, ejercicios de respiración y valoración de medidas preventivas.

CONCLUSIÓN:

El jinete tiene el deber y la responsabilidad de cuidarse física y psicológicamente por el bien propio y

de su caballo.