Monición: Llenos de alegría por haber participado en esta Eucaristía, gozosos y comprometidos con el Dios de la Vida, vayamos a anunciarlo a todas las perso-nas, hemos reafirmado nuestro espíritu misionero y vayamos donde nos necesiten.

Sé que siempre conmigo vas que en tus manos está mi vida que en las noches me cuidaras y te llamo mamá María porque igual que hallaste a mi Señor yo te pido que me guíes que me cuides con tu tierno amor.

Ayúdame María enséñame María como enseñabas al niño Jesús. Ayúdame María que él tiene mi vida para llegar a ser como tú (Bis) Y amarle tan profundamente, amar como tú.

Yo te pido que mis papas mis hermanos y mis amigos te conozcan y te amen más y que sepan que son tus hijos porque igual que hallaste a mi Señor yo te pido que nos guíes que nos cuides como tu tierno amor.

Ayúdame María

Alegría con el Señor

Cuando el pueblo alaba/ a Dios suceden cosas,/ suceden cosas maravillosas/ (3) Hay sanación, liberación y se siente la bendición/ (2)

Cuando el pueblo alaba/ a Dios suceden cosas,/ suceden cosas maravillosas (2) Hay santidad, fraternidad, y se vive la libertad/ (2) / se siente aquí (3) / el espí-ritu de Dios se siente aquí/ Si este pueblo empieza a orar/ y deja al Señor obrar,/ el Espíritu de Dios se siente aquí.

Se siente aquí (3) el Espíritu de Dios se siente aquí. / Si los hombres de la tierra/ glorifican al Señor,/ el Espíritu de Dios se siente aquí./ Mira lo que hizo mi Jesús (2) / me levantó y me liberó / mira lo que hizo mi Jesús./ El enemigo ya venci-do está/ (2) Jesús lo venció/ muriendo en la cruz,/ el enemigo ya vencido está.

Hay una fiesta (3) / continuamente en mi/ (2) Hay una fiesta (3) /desde que a Cristo yo conocí. Este es el Cristo que yo predico,/

y no me canso de predicar. (Bis) / Y yo lo alabaré (3) diciendo ¡Gloria a Dios! (bis)

Hoy, me siento feliz / ya Cristo está en mí. / Me llena de amor. (bis)/ Canto, (3) porque me llena de gozo (2)/ Hoy, me siento feliz/ ya Cristo está en mí. / Me llena de amor. (Bis) bailo, (3) porque me llena de gozo (bis)

Hoy, me siento feliz/ ya Cristo está en mí. / Me llena de amor (bis) salto, (3) porque me llena de gozo/Bailo, (3) por-que me llena de gozo/ Canto, (3) por-que me llena de gozo/ Bailo, (3) porque me llena de gozo/

Arriba (3) y no pa' bajo/ subiendo (3) y no bajando/ arriba (3) y no pa' bajo/ subiendo (3) y no bajando./ Tu alma volará, (2) / al son de las trompetas, tu alma volará (bis). Arriba (3) y no pa' bajo/ subiendo (3) y no bajando (5)

Nuestra Señora de la Paz Rumbo a la Acreditación y Calidad

75 años viviendo la pedagogía del amor

“Paz y Bien” queridos hermanos.

¡Bienvenidos a nuestra Fiesta Eucarística!

Cristo con su presencia nos reúne en familia para celebrar con alegría y gozo la Primera Comunión, de nuestras hijas, participemos con fe del banquete que Él nos regala. Iniciamos nuestra celebración cantando.

Sacerdote: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos : Amén Sacerdote: Que la paz y la alegría de Dios, Nuestro Padre y de su

Hijo Jesucristo estén con ustedes

Todos : Y con tu Espíritu

Sacerdote : Cristo nos invita a la mesa Eucarística, y estamos reunidos para responder a ésta invitación. Preparémonos para ésta celebración, pidiendo perdón a Dios y a las personas que hayamos ofendido.

Entonamos el canto Penitencial

Todos los niños del mundo somos amigos de Jesús nuestra misión es ser apóstoles de la alegría (2)

1. Juntos festejemos al Señor Jesús abrazándonos con el amor de Dios con una sonri-sa de esperanza/oraremos por la paz.

2. Juntos con María Madre de Jesús vamos a luchar con el poder de Dios formare-mos una gran familia una nueva humanidad.

I.– Ritos Iniciales

Sacerdote: El Señor este con ustedes

Todos : Y con tu espíritu

Sacerdote: El Señor les bendiga y les guarde

Todos : Amén

Sacerdote: Haga brillar su rostro sobre ustedes y les conceda su favor

Todos : Amén

Sacerdote : Vuelva su mirada a ustedes y les conceda la paz

Todos : Amén

Sacerdote : La bendición de Dios Todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo desciendan sobre ustedes

Todos : Amén.

Sacerdote: Pueden ir en paz

Todos : Demos gracias a Dios.

III.– Rito de Despedida

Monición de Entrada

Bendición Final

Acto Penitencial

Gracias Señor

Como olvidar que tú eres mi papá/ si en mi camino a mi lado tu estas/ puedo ju-gar sonreír y vivir/ porque me amas y quieres/ lo mejor para mí. Como olvidarte si me basta ver/ tus maravillas cada amanecer/ oh oh/ gracias por todo lo que tú me das/ porque te tengo y no me falta más; / gracias porque tú me creaste Señor/ porque me hiciste así como soy/ por estas manos que aplauden por ti/ por estos pies que te quieren seguir/ por mi vida/ por mi forma de ser//

Gracias Señor/ por mi casa, mis padres y hermanos/. Gracias Señor/ por mis amigos que están a mi lado/. Gracias Señor/ porque sé que tú me estas cuidando/. Gracias Señor/ por la fe que tú me das a diario/ porque tú Señor siempre me das (2)/ lo mejor para mí.

Somos amigos de Jesús

Sacerdote: Como hijos de Dios intercambiamos ahora un signo de comunión fraterna

Sacerdote: Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Di-chosos los invitados a la mesa del Señor

Todos: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Monición: Jesús abre su corazón a cada uno de nosotros, especialmente los abre para nuestras niñas, hemos llegado al momento tan esperado, nuestros niñas van a recibir a Jesús en su corazón, desde ahora El será el fiel amigo.

Pedimos a todos mantenerse en sus ubicaciones, cuidemos el orden y el respeto que este momento exige. Vamos acompañarlos unámonos en los cantos:

Comunión

Cordero de Dios/ que quitas el pecado del mundo/ ten piedad/ de nosotros/ ten piedad, ten piedad (bis)

Cordero de Dios/ que quitas el pecado del mundo/ danos la paz/ la paz/ danos por siempre la paz.

Jesús, aquí presente en forma real,

Te pido un poco más de fe y de humildad.

Quisiera poder ser digna de compartir

Contigo el Milagro más grande de Amor.

Milagro de Amor tan infinito, en que Tú, mi Dios, te has hecho tan pequeño y tan humilde para entrar en mí. Milagro de Amor tan infinito, en que Tú, mi Dios, te

olvidas de tu Gloria y de tu majestad por mí.

Y hoy vengo lleno de alegría a recibirte en esta Eucaristía. Te doy gracias por lla-marme a esta Cena, porque aunque no soy digno visitas Tú mi alma

Sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, perdone nuestros pe-cados y nos lleve a la vida eterna.

Todos: Amén

Sacerdote: Glorifiquemos a Dios cantando

Sacerdote: Oremos:

Padre Bueno que siempre haces crecer a tu Pueblo, la Iglesia, agregando a ella nue-vos hijos, cuida a lo largo de su vida a estas niñas, que renacieron en el agua del bau-tismo y que hoy invitas a celebrar el banquete de la Cena de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios. Por los siglos de los siglos.

Todos: Amén.

Gloria, aleluya Gloria a Dios en las alturas Gloria, aleluya y en la tierra sea la paz.

Te alabamos y te bendecimos te adoramos y glorificamos y nosotros hoy te damos gra-cias porque tu gloria es eterna.

Padre Dios todo poderoso Jesucristo eres el unigénito tú que quitas del mundo el peca-do ten piedad de nosotros.

Tú que estas sentado a la diestra del

Padre ten piedad, pues solo tú eres Santo solo tú Señor, solo tu Altísimo con el Espíritu Santo

Oración Colecta

Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad. (2)

Acude en mi auxilio, Señor, mi alma suplica perdón.

Cristo, ten piedad de nosotros Cristo, ten piedad. (2)

Soy pecador oh, Señor. Arrepentido estoy.

Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad. (2).

Cordero de Dios

Milagro de amor

Señor ten piedad

Gloria Aleluya

Lectura de la Primera Carta del apóstol San Pablo a los Corintios 11, 23—26

Hermanos: Yo recibí del Señor lo mismo que les he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciado la acción de gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes: Hagan esto en memoria mía”.

Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: “Este cáliz es la nueva alian-za que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él”. Por esto, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Palabra de Dios

Todos: Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

II.– Liturgia de la Palabra

Monición: San Pablo nos recuerda como se celebró la primera eucaristía. Esta tradición ha pasado de generación en generación dentro de la iglesia y hoy lo celebramos con devoción.

Respondemos: Amén

Sacerdote: Fieles a la invitación de nuestro amigo Jesús recemos todos juntos la oración que él mismo nos enseñó:

Sacerdote: Líbranos Señor de todos los males y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu Misericordia, vivamos siempre libres de pecado y pro-tegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro salva-dor Jesucristo.

Todos: Tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor

Sacerdote: Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles “la paz les dejo, mi paz les doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia y conforme a tu palabra, concédeles la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Todos: Amén.

Sacerdote: La paz del Señor sea siempre con ustedes.

Todos: Y con tu espíritu

Rito de la Paz

Padre Nuestro

R: El cáliz con el que damos gracias nos une a Cristo por medio de su sangre.

Primera Lectura

¿Cómo pagaré al Señor por todos sus favores?

Alzaré el cáliz de salvación invocando su nombre. R

Penoso es a los ojos del Señor Que sus amigos mueran. Porque soy siervo tuyo,

tu servidor e hijo de tu sierva, por eso tú, Señor,

rompiste mis cadenas. R

Voy a hacer sacrificios de alabanza, invocando tu nombre.

Cumpliré mis promesas al Señor.

Ante todos los hombres. R

Padre nuestro, Tú que estás en el cielo, hoy tu nombre sea santificado; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. (bis) Danos hoy Señor el

pan de todos los día; perdona nuestras ofensas,

como perdonamos al quien nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, líbranos de todo mal Señor

Sacerdote: No te olvides de las personas que amamos ni de aquellas a las que debiéramos querer más. Acuérdate de nuestros amigos que por primera vez invitas en este día a participar del Pan de Vida y del Cáliz de Salvación en la mesa de tu familia. Concédeles crecer siempre en tu amistad.

Sacerdote: Bendito sea Jesús, tu enviado, el amigo de los niños y de los po-bres. El vino para enseñarnos cómo debemos amarte a ti, amar a los otros y amarnos.

El vino para arrancar de nuestros corazones el mal que nos impide ser amigos y el odio que no nos deja ser felices. El ha prometido que su Espíritu estará siempre con nosotros, para que vivamos como verdaderos hijos suyos.

Sacerdote: Y un día reúnenos cerca de Ti, con María la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, para celebrar en tu reino la gran fiesta del cielo. Entonces, todos los amigos de Jesús nuestro Señor, podremos cantarte sin fin:

Sacerdote:

POR CRISTO, CON EL Y EN EL

A TI DIOS PADRE OMNIPOTENTE,

EN LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO,

TODO HONOR Y TODA GLORIA

POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS

Monición: Nuestro Señor Jesucristo en vísperas de su pasión, se entregó a si mismo como alimen-to a sus discípulos. Pongámonos de pie para escuchar el evangelio mientras cantamos el aleluya.

Aleluya, aleluya, aleluya. (2)

Ya está aquí tu palabra que alimenta mi alma como lluvia que empapa este pobre corazón.

Derrama ya tu Palabra que es para mí como el agua contiene tus enseñanza y me quita la sed para siempre.

Sacerdote: El Señor esté con ustedes

Todos: Y con tu Espíritu

Sacerdote: Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 14, 12—16; 22—25

Todos: Gloria a ti Señor

El primer día de la fiesta de los panes ásimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos: “¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?” El le dijo a dos de ellos: “Vayan a la ciudad. Encontraran a un hom-bre que lleva un cántaro de agua; síganlo y díganle al dueño de la casa en donde entre: “El maestro manda a preguntar: ¿Dónde está la habitación en la que voy a comer la Pascua con mis discípulos?”. El les enseñará una sala en el segundo piso, arre-glada con divanes. Prepárennos allí la cena”. Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua.

Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen: esto es mi cuerpo”. Y tomando en sus manos una co-pa de vino, pronunció la acción de gracias, se la dio, todos bebieron y les dijo: “Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. Yo les aseguro que no vol-veré a beber del fruto de Dios.

Palabra del Señor

Todos: Gloria a ti, Señor Jesús

Aleluya Respondemos: ¡Qué todos seamos una sola familia para gloria tuya!

Respondemos: ¡Qué todos seamos una sola familia para gloria tuya!

Respondemos: ¡Qué todos seamos una sola familia para gloria tuya!

Evangelio

Sacerdote: Antes de continuar con nuestra Eucaristía, hagamos profesión de nuestra Fe en Dios que nos ama y no invita a la primera Comunión.

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre. Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Pon-cio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con glo-ria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profe-tas. Creo la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muer-tos y la vida del mundo futuro. Amén.

“TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE

SERA ENTREGADO POR VOSOTROS”

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,

PORQUE ESTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA

NUEVA Y ETERNA

QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y

POR TODOS LOS HOMBRES

PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.

HACED ESTO EN CONMEMORACION MÍA.

Por eso, Padre Bueno, recordamos la muerte y resurrección de Jesús, el Salvador del mundo. Él se ha puesto en nuestras manos para que te lo ofrezcamos como sacrificio nuestro y junto con Él nos ofrecemos a Ti:

Sacerdote: Escúchanos, Señor, Dios nuestro, danos tu espíritu de amor a los que par-ticipamos en esta comida, para que vivamos cada día en tu Iglesia, con el Santo Padre el Papa Benedicto, con nuestro Obispo Juan Luís ,los demás Obispos, Sacerdotes, religio-sos y religiosas y todos los que trabajan por tu pueblo.

Respondemos: ¡Gloria y alabanza a nuestro Dios !

Respondemos: ¡Que todos seamos una sola familia para gloria tuya!

Homilía

Profesión de Fe

Credo Niceno – constantinopolitano

Sacerdote: Tú nos amas tanto, que nos das a tu Hijo Jesús, para que Él nos acompañe hasta ti. Por eso te aclamamos.

Sacerdote: Tú nos amas tanto, que nos reúnes con Jesús, como a los hijos de una misma familia. Por eso te aclamamos:

Sacerdote: Por ese amor tan grande queremos darte gracias y cantarte con los ángeles y los santos que te adoran en el cielo:

Sacerdote: A ti, Dios Padre, te pedimos que nos envíes tu Espíritu para que este Pan y este Vino sean el Cuerpo y la Sangre de Jesús, Nuestro Señor.

El mismo Jesús, poco antes de morir nos dio la prueba de su amor. Cuando estaba sentado a la mesa con sus discípulos, tomo pan: dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:

Respondemos: ¡Gloria a ti Señor, porque nos amas!

Respondemos: ¡Gloria a ti Señor, porque nos amas!

Consagración

Todos: Amén

Sacerdote: Hermanos presentemos nuestras peticiones a Dios Padre.

Madre: Pedimos por el Papa, los obispos, sacerdotes, religiosos de forma especial te pedimos por las Religiosas Franciscanas Misioneras del Niño Jesús para que el Pan de la Eucaristía los fortalezca en el trabajo diario y los ayude a ser más auténticos discípu-los de Cristo.

Roguemos al Señor.

Todos: Te lo pedimos Señor

Padre: Nuestros hijas van a recibir por primera vez a Jesús Eucaristía en sus corazo-nes, es un gran don que Dios nos regala pero también un compromiso. Para que con nuestro testimonio de vida, les ayudemos a vivir en la gracia de Dios y continuemos acompañándoles perseverando en la fe cristiana.

Roguemos al Señor

Todos: Te lo pedimos Señor

Niña: Por nuestros padres, para que vivan unidos por el vínculo del amor, el perdón, el respeto mutuo y con sus buenos ejemplos nos ayuden en nuestra formación cristiana.

Roguemos al Señor

Todos: Te lo pedimos Señor

Oración de los Fieles

Santo es el Señor

Santo es el Señor/ (4)

Los cielos y la tierra/proclaman tu grandeza/ Hosanna, Hosanna (2)

Bendito el que viene/ por siempre en tu nombre/ Hosanna, Hosanna.

Niña: Te pedimos Jesús que pongas en nuestros corazones deseos de recibirte y que sintamos la necesidad de estar siempre contigo

Roguemos al Señor

Todos: Te lo pedimos Señor

Niña: Nuestras familias son las verdaderas iglesias domésticas donde se vive el amor, la paz y la justicia; que esta Eucaristía nos fortalezca para vivir esos valores con auténtico sentido cristiano.

Roguemos al Señor

Todos: Te lo pedimos Señor

Sacerdote: Escucha padre de bondad todas las peticiones que te presenta-mos y las que tenemos en el corazón. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Monición: Vamos a dar inicio a la liturgia de la Euca-ristía. Podemos Tomar asiento.

Cirio: Te ofrecemos Señor la luz, ella toma su fuerza del hermano sol, nos alumbra y es símbolo de vida, de verdad, de amor.

Flores: Bendito seas Señor por nuestras hermanas, las hermosas flores, símbolo de tu providencia y esperanza de vida; traemos al altar como compromiso de cuidar a toda la creación.

Pan y Vino: Todos cuanto tenemos lo hemos recibido de tu bondad y ahora te pedimos aceptes este pan y esta vino que hoy con amor presentamos ante tu altar, como signo de nuestra alegría y entrega a Ti

Acompañamos este momento cantando.

III.– Liturgia de la Eucaristía

Sacerdote: El Señor esté con ustedes

Todos: Y con tu Espíritu

Sacerdote: Levantemos el corazón

Todos: Lo tenemos levantado hacia el Señor

Sacerdote: Demos gracias al Señor nuestro Dios.

Todos: Es justo y necesario.

Sacerdote: En verdad Padre Bueno, hoy estamos de fiesta. Nuestro corazón está lleno de agradecimiento y con Jesús te cantamos nuestra alegría.

Sacerdote: Tú nos amas tanto que has hecho para nosotros este mundo inmenso y maravilloso. Por eso te aclamamos:

Respondemos: ¡Gloria a ti Señor, porque nos amas!

Plegaria Eucarística

Respondemos: ¡Gloria a ti Señor, porque nos amas!

Presentación de las Ofrendas

Por Tu Grandeza

Por tu grandeza, por tu bondad por todo lo bueno que viene de ti te damos gracias, Oh Señor y elevamos alabanzas como ofrenda de amor y te entregamos el vino y el pan que en tu cuerpo y tu sangre se transformaran. El trabajo en la dura jornada nuestra esfuerzo al caminar nuestro júbilo de cada despertar (2).

Por tu grandeza, por tu bondad por todo lo bueno que viene de ti te damos gracias, oh Señor y elevamos alabanzas como ofrenda de amor y te entregamos el vino y el pan que en tu cuerpo y tu sangre se transformaran .El trabajo en la dura jornada nuestra esfuerzo al caminar nuestro júbilo de cada despertar (2) (Bis)