PRIMERA ESCALA E HISTORIA DEL ANTERIOR JJ SISTER

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En el Círculo XH Acuarelas de Roberto Rodríguez E N el Círculo XII Roberto Rodríguez cuelga unas cuarenta acuarelas. Llega al público de Tenerife después de un prolongado silencio, únicamente roto con una muestra en este mismo año en el Chapa- rral de la Costa del Silencio, y otra en otras artes; la fotografía le había ob- sesionado, y más tarde la realización de películas que le llevó a cotas muy elevadas. La temática canaria era casi siempre el argumento. En 1978, una de sus películas, «El Juego del Palo» quedó seleccio- nada representando a España en el Certamen de Cine no Profesional, celebrado en Bakú (Rusia). Pero el gusanillo de la pintura estaba la- tente en su ser. La acuarela había sido parte de su vida; desde su in- fancia y juventud. Recuerda que siendo muy pequeño su mejor dis- tracción era una hoja de papel y un lápiz, y el mejor regalo que le po- dían hacer una caja de creyones. Mezclaba los colores y hacía mil composiciones. De aquí mi gran afición al dibujo que he tenido toda mi vida. Roberto Rodríguez expone de nuevo. El silencio de tantos años ha sido fructífero. Sus cuadros están llenos de luz, limpios, proliferan los colores suaves, el malva y el azul se entremezclan, el ocre del paisaje seco es rico en cromatismo y los azules del cielo dan calma y quie- tud. Roberto, ¿qué significa para ti esta muestra? «Mucho. Quiero presentar a to- dos los canarios mis inquietudes. Mi manera de ver todas las islas. Enseñar mi Teide y mi Roque Nu- blo, caldera de Taburíente y mis almendros de Puntagorda. Me sien- to satisfecho de haber conseguido y representado testimonios de todo el archk piélago». ¿Cómo fueron tus inicios en este arte? «Desde muy pequeño dibujo, y lo he estudiado mucho en toda mi vi- da, lo mismo artístico que lineal. Luego vino la especialización. De Siró Manuel aprendí todo. Salía- mos juntos en los campos de La Palma, y me enseñó los encuadres, a matizar, al uso de los colores sua- ves, y siempre con la buena técnica de este gran hombre que es Siró Manuel, figura de la acuarela ca- talana», ¿Qué me dices de los pintores palmeros? «Toda la vida los ha habido muy buenos y representativos. Acuérda- te de González Méndez que triunfó en París, de González Suárez, el pintor de El Paso, enamorado de los campos húmedos y nublados, de Bruno Brandt, el amigo del maestro Bonnín, que fue palmero de adop- ción, y que incluso se encuentra en- terrado en el cementerio de Las Breñas, de..., y hoy día de Francis- co Concepción, de Juan Fernández, pintores los dos de La Caldera des- de todos los puntos, siempre con una personalidad enorme. Este úl- timo conoce palmo a palmo todos los rincones del anfiteatro volcáni- co. Orestes Anatolio que triunfa ac- tualmente en las salas tinerfeñas, y muchos más que ahora no recuer- do». ¿Eres palmero, no? «Sí, soy de Puntagorda. De allí salí desde muy pequeño, y me fui a vivir a Santa Cruz de La Palma. Mi casa estaba en la «marea», palabra palmera. Desde ella podía oír el ru- gido de las olas y aspirar los yodos marinos. A veces, en mis ratos de silencio y quietud, pues siempre mi ánimo ha ido en consonancia con la buena música, me parecía oír el ruido del mar en su lucha contra las fuerzas del viento y pensaba en un concierto a base de grandes vio- lines, oboes y trompetas. Allí en Santa Cruz de La Palma tuve bue- nos maestros, y ya mayor me tras- ladé a Santa Cruz para iniciar mis estudios superiores, pero siempre con mis dibujos y acuarelas a cuestas». ¿Que temas predominan en tu exposición? «Dos temáticas. El paisaje pro- piamente dicho, y el paisaje con fi- gura humana o solamente ésta. Creo que el hombre o la mujer es muy interesante en un espacio abierto, pues va íntimamente unido al entorno. Pienso muchas veces que el paisaje configura al ser hu- mano. Influye en su carácter y en su manera de ser. Los rostros de los campesinos reflejan unas veces alegrías y otras desánimo y tedio en medio de una espantosa sequía. El ser humano es muy complicado, pero pienso que alegra y da vida a la acuarela». Algunos de mis cuadros reflejan testimonios vivientes. Te contaré una anécdota. La obra que ilustra el catálogo de mi exposición trata de unas mujeres lavanderas en la Playa de Famara. Lavaban sus ro- pas en las típicas piedras canarias, y pagaban a 49 pesetas la hora y tenían derecho a dos cubos de agua. Tenían que hacer milagros para poder llevar a cabo su colada. El dueño de un pozo cercano les proporcionaba el agua dulce. Este cuadro a la vez que estudio psicoló- gico de aquellas pobres mujeres en lucha con los elementos de la natu- raleza, es para mí de una fuerza enorme, y de un sentido profundo de revelión. Los sombreros coneje- ros tapan la faz, quizás marchitas y resecas del sol. ¿Qué me dices de las figuras? Las veo unas veces bailando fo- lias, en otras con aperos de labran- za en la siempre de las papas con su mulo arando la tierra, además de prosentar fornidos luchadores canarios. Me gusta mucho hacer composiciones de sus diversas fa- cetas, como son, la agarrada ini- cial, cuando el puntal tumba al ad- versario, etc., etc. ¿Tus maestros? Decididamente Siró Manuel Lo- renzo. Fue el que me dio el impulso, ánimos y al que le debo muchísimo. También admiré siempre a Gonzá- lez Suárez. No puedo olvidar a Ma- rio Baudet que ha sido también uno de mis maestros. Me encuentro sensiblemente emocionado ante la obra de Martín González. Me gus- tan sus piedras sureñas, sus acanti- lados en contraste con los azules profundos del mar, sus Teides don- de la naturaleza da un grito de amor a su Creador, en fin, te puedo seguir hablando sin parar de este gran maestro de la pintura actual. Roberto Rodríguez ha dado un paso más en su carrera. Las obras cuelgan en el Círculo XII con gran orgullo para su autor. El trabajo es- realizado como en tantas de sus películas. Cantan el agro canario, el baile y la pelea, el mar y sus cos- tas, las redes y sus peces. Joaquín Castro S. Luis Ttl. 285050 Telegramas AUTOBELLO Apartado de Coneos, 241 Telex 92336 Q,ue ante las confusas declaraciones aparecidas en la prensa local, y relativas a la importación y distribución de los productos fabricados por Volkswagenwerk, AG. debemos hacer las siguientes puntualiz aciones: a) Que debido al régimen de franquicias que está establecido en las Islas Canarias,Geuta y Me- lilla,estos territorios nunca han dependido comercialmente de Importadores Nacionales * b) En el caso de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife, somos lOTORTADOBES EXCLUSIVOS me- diante contrato desde el 1& de áulio & e 1970. c) Yolkswagenwerk, A.G, ha concedido a la firma Seat la exclusividad importadora de sus pro- ductos,par a la Península e Islas Baleares, a partir del de enero de 1.9831 sin que por lo tanto ello afecte a Canarias,Ceuta y He- lilla. E L 17 de junio de 1924, el periódico «La Prensa», de esta capital, publicó en primera página la siguiente noticia: «Ayer tarde fondeó en nuestro puerto, procedente de Cádiz y Santa Cruz de La Pal- ma, el vapor-correo «J. J. Sis- ter», que la Compañía Trasme- diterránea ha destinado al ser- vicio entre la Península y Cana- rias en sustitución del «Atlan- te». En dicho buque se han he- cho últimamente importantes reformas, siendo hoy uno de los mejores con que cuenta la Trasmediterránea. Sus máqui- nas fueron sustituidas en Ams- terdam por motores de aceite crudo, desarrollando una mar- cha extraordinaria. En la travesía de Cádiz a Santa Cruz de La Palma, invir- tió 48 horas, saliendo ayer del último de los citados puertos a las diez de la mañana y arri- bando a nuestro puerto a las cuatro de la tarde. Manda el «Sister» el experto capitán don Jaime Gelpí, que anteriormente lo era del «Atlante». También en dicho buque ha hecho viaje a Cana- rias el inspector de la Trasme- diterránea, señor Tonda, que hasta hace poco mandaba el «Sister». El citado buque saldrá esta noche para Las Palmas, Cádiz y Sevilla, llevando numerosos pasajeros de estas islas y un importante cargamento de fru- tos del país». Ahora, cuando un nuevo «J.J. Sister» cubre con el «Ma- nuel Soto» la línea Canarias-Pe- nínsula, la evocación del pri- mero que llevó el nombre del marino que, nacido en Villa- nueva del Grao en 1826, fue uno de los fundadores de la Va- lenciana de Navegación. EL ANTIGUO «J. J. SISTER» En 1896, los astilleros italia- nos de la Odero, en Sestri Po- nente, entregaron a la Naviga- zione Genérale Italiana los va- pores «Marco Polo», Cristóforo Colombo» y «Galileo Galilei», vapores muy rápidos que se matricularon en Palermo para hacer línea regular desde dicho puerto siciliano a otros de la península italiana. Barcos de líneas marineras muy elegantes, eran sus princi- pales dimensiones 86,33 me- tros de eslora total —81,74 en- tre perpendiculares— por 11,25 de manga y 6,90 de puntal de construcción. De 1.524 tonela- das de arqueo total, 734 neto y 2.930 de desplazamiento a má- xima carga, estaban equipados con alternativas triples —tam- bién productos de las factorías de la Odero— y, con amplia acomodación para pasajeros en las tradicionales tres clases, disponían de dos bodegas y en- trepuentes para carga y, en to- tal, podían transportar 796 me- tros cúbicos en grano. De branque recto y popa re- matada con el entonces clásico «lomo de ballena» —el «whale deck» cíe los ingleses— estos tres vapores llevaban dos palos en caída, a son de la chimenea que, de mucha guinda, se ador- naba con los «mambrús» siem- pre con el leve escape del va- por. Con el pie de roda al aire, estos vapores rompían la mar y, mientras el negro penacho daba sombra a la estela, el blanco bigote de espuma ador- naba el tajamar y añadía ele- gancia a la fina silueta. En 1910, los tres vapores fueron adquiridos por la Com- pañía Valenciana de Vapores Correos de África y, abandera- dos en España, recibieron los nuevos nombres de «Vicente Puchol», «A. Lázaro» y «J.J. Sis- ter». En 1917, con el resto de la flota de la Valenciana se inte- graron en la nueva Compañía Trasmediterránea y, con el ga- llardetón a tope, navegaron en las líneas de Soberanía y, du- rante la campaña de Marrue- cos, con tropas a Ceuta y Meli- lla. Cuando en junio de 1924, el «Sister» llegó a Santa Cruz de Tenerife, ya no latían en sus entrañas las alternativas ni de- jaba escapar por la chimenea el negro penacho procedente de la combustión del carbón gales que, por entonces, daba vida a casi todos los mercantes que en el mundo eran y navegaban. En Holanda, los tres vapores de la Trasmediterránea habían sufrido una reforma que, por lo que al equipo propulsor respec- ta, significó la instalación de motores Masch. Ausburg- Nurnberg A.G. que, con 2.668 Hp sobre dos líneas de ejes, les daban 16,5 nudos de media a régimen normal. En las pruebas de mar, el «Sister» alcanzó sin esfuerzo los 17 nudos y, por lo que se refie- re ^a la acomodación, quedó con Primera esc Con palos y chimenea de mucha gi capacidad para 350 pasajeros en tres clases« Ganó en rentabi- lidad y explotación económica, pues de las ingentes cantidades de carbón que consumían los hornos de las calderas, se pasó a sólo 17 toneladas de fuel-oil por singladura, combustible del que llevaba 130 toneladas en los tanques. AÑOS DE GUERRA El 18 de septiembre de 1937, el «Sister» fue apresado por el crucero «Canarias» cuando, con el «Rey Jaime II» —también de la Trasmediterránea— navega- ba de Barcelona a Mahón. En sus «Memorias», el almirante Moreno escribió al respecto: «Se moderó a 25 nudos y a las 22,50 se reconocieron clara- mente dos buques mercantes. Fue moderándose la velocidad a medida que se acortaban las distancias y, al estar próximo a ellos, con la luz del proyector pudo comprobarse que se tra- taba del «J«J« Sister» y del «Jai- me II», que navegaban en línea de fila rumbo a Menorca. Se les hizo la señal «Apresados «Cana- rias» arrumbar al S. 30 W.» y un disparo de aviso de 120 mi- límetros por la proa, repitién- dose otro a las 23,30, contes- tando entonces «Enterado». A las 23,35 horas se le hizo la misma señal al otro buque, que obedeció inmediatamente; los dos arrumbaron al 210°. Orde- né que el Canarias se situase por estribor del convoy y mode- ró a 13 nudos». Una vez los barcos en Pahua de Mallorca, se procedió a su descarga y, más tarde, el «Sis- ter» pasó a Cádiz y de allí a Se- villa, De este puerto zarpó rum- bo a Santa Cruz de Tenerife y, el 22 de octubre —al mando del capitán Sena— llegó a estas aguas. Se encontraban enton- ces en Santa Cruz los «Sevilla», «Sobo», «Wangoni», «Umtali», «Oldenburg», y el yate danés «Doriana», los petroleros «Stel- vio» y «Winamac» y el vapor co- rreo «Fuerteventura», de Tras- mediterránea, que, precisa- mente, estaba al mando delca- pitán don Jaime Gelí, el mismo que en 1924 trajo al «J.J. Sis- ter» a estas aguas tinerfeñas. Poco después de que el «Sis- ter» quedase atracado en el Muelle Sur, recaló la fragata de tres palos «Deutschland», bu- que escuela de la Marina Mer- cante alemana y, casi en su es- tela, el veterano acorazado «Schlesien», que traía a su bor- do una promoción de cadetes en viaje de précticas. Con el viejo acorazado venía el petro- lero «Rudolf Albrecht», fletado por la Marina de Guerra ale- mana para suministrarle du- rante el viaje que realizaba por el Atlántico. Al día siguiente, el «Sister» fue despachado para el puerto de procedencia y, durante el mes de noviembre, hizo dos viajes a Santa cruz para em- barcar tropas con destino a Ceuta. Posteriormente, en Ma- tagorda se le instalaron dos piezas de 101 milímetros y 50 calibres —procedentes del pri- mer acorazado «España» y que habían sido desmontadas del «A. Lázaro»—, de otra de 76, sistema Vickers, una ametra- lladora Breda, procedente del «Vicente Puchol» y, a popa, un varadero para cargas de pro- fundidad. Con el gris provisional de los cruceros auxiliares, el «J.J. Sis- ter» operó en el Mediterráneo con otras unidades de la Tras- mediterránea igualmente transformadas —«Rey Jaime I»,

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Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "La isla y los barcos", 1982/12/02

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En el Círculo XH

Acuarelas de Roberto RodríguezEN el Círculo XII Roberto Rodríguez cuelga unas cuarenta acuarelas.

Llega al público de Tenerife después de un prolongado silencio,únicamente roto con una muestra en este mismo año en el Chapa-

rral de la Costa del Silencio, y otra en otras artes; la fotografía le había ob-sesionado, y más tarde la realización de películas que le llevó a cotas muyelevadas. La temática canaria era casi siempre el argumento.

En 1978, una de sus películas,«El Juego del Palo» quedó seleccio-nada representando a España en elCertamen de Cine no Profesional,celebrado en Bakú (Rusia). Pero elgusanillo de la pintura estaba la-tente en su ser. La acuarela habíasido parte de su vida; desde su in-fancia y juventud. Recuerda quesiendo muy pequeño su mejor dis-tracción era una hoja de papel y unlápiz, y el mejor regalo que le po-dían hacer una caja de creyones.Mezclaba los colores y hacía milcomposiciones. De aquí mi granafición al dibujo que he tenido todami vida.

Roberto Rodríguez expone denuevo. El silencio de tantos años hasido fructífero. Sus cuadros estánllenos de luz, limpios, proliferan loscolores suaves, el malva y el azul seentremezclan, el ocre del paisajeseco es rico en cromatismo y losazules del cielo dan calma y quie-tud.

Roberto, ¿qué significa para tiesta muestra?

«Mucho. Quiero presentar a to-dos los canarios mis inquietudes.Mi manera de ver todas las islas.Enseñar mi Teide y mi Roque Nu-blo, mí caldera de Taburíente y misalmendros de Puntagorda. Me sien-to satisfecho de haber conseguido yrepresentado testimonios de todo elarchk piélago».

¿Cómo fueron tus inicios en estearte?

«Desde muy pequeño dibujo, y lo

he estudiado mucho en toda mi vi-da, lo mismo artístico que lineal.Luego vino la especialización. DeSiró Manuel aprendí todo. Salía-mos juntos en los campos de LaPalma, y me enseñó los encuadres,a matizar, al uso de los colores sua-ves, y siempre con la buena técnicade este gran hombre que es SiróManuel, figura de la acuarela ca-talana»,

¿Qué me dices de los pintorespalmeros?

«Toda la vida los ha habido muybuenos y representativos. Acuérda-te de González Méndez que triunfóen París, de González Suárez, elpintor de El Paso, enamorado delos campos húmedos y nublados, deBruno Brandt, el amigo del maestroBonnín, que fue palmero de adop-ción, y que incluso se encuentra en-terrado en el cementerio de LasBreñas, de..., y hoy día de Francis-co Concepción, de Juan Fernández,pintores los dos de La Caldera des-de todos los puntos, siempre conuna personalidad enorme. Este úl-timo conoce palmo a palmo todoslos rincones del anfiteatro volcáni-co. Orestes Anatolio que triunfa ac-tualmente en las salas tinerfeñas, ymuchos más que ahora no recuer-do».

¿Eres palmero, no?«Sí, soy de Puntagorda. De allí

salí desde muy pequeño, y me fui avivir a Santa Cruz de La Palma. Micasa estaba en la «marea», palabrapalmera. Desde ella podía oír el ru-

gido de las olas y aspirar los yodosmarinos. A veces, en mis ratos desilencio y quietud, pues siempre miánimo ha ido en consonancia con labuena música, me parecía oír elruido del mar en su lucha contralas fuerzas del viento y pensaba enun concierto a base de grandes vio-lines, oboes y trompetas. Allí enSanta Cruz de La Palma tuve bue-nos maestros, y ya mayor me tras-ladé a Santa Cruz para iniciar misestudios superiores, pero siemprecon mis dibujos y acuarelas acuestas».

¿Que temas predominan en tuexposición?

«Dos temáticas. El paisaje pro-piamente dicho, y el paisaje con fi-gura humana o solamente ésta.

Creo que el hombre o la mujer esmuy interesante en un espacioabierto, pues va íntimamente unidoal entorno. Pienso muchas vecesque el paisaje configura al ser hu-mano. Influye en su carácter y ensu manera de ser. Los rostros de loscampesinos reflejan unas vecesalegrías y otras desánimo y tedioen medio de una espantosa sequía.El ser humano es muy complicado,pero pienso que alegra y da vida ala acuarela».

Algunos de mis cuadros reflejantestimonios vivientes. Te contaréuna anécdota. La obra que ilustrael catálogo de mi exposición tratade unas mujeres lavanderas en laPlaya de Famara. Lavaban sus ro-pas en las típicas piedras canarias,y pagaban a 49 pesetas la hora ytenían derecho a dos cubos deagua. Tenían que hacer milagrospara poder llevar a cabo su colada.El dueño de un pozo cercano lesproporcionaba el agua dulce. Este

cuadro a la vez que estudio psicoló-gico de aquellas pobres mujeres enlucha con los elementos de la natu-raleza, es para mí de una fuerzaenorme, y de un sentido profundode revelión. Los sombreros coneje-ros tapan la faz, quizás marchitas yresecas del sol.

¿Qué me dices de las figuras?Las veo unas veces bailando fo-

lias, en otras con aperos de labran-za en la siempre de las papas consu mulo arando la tierra, ademásde prosentar fornidos luchadorescanarios. Me gusta mucho hacercomposiciones de sus diversas fa-cetas, como son, la agarrada ini-cial, cuando el puntal tumba al ad-versario, etc., etc.

¿Tus maestros?Decididamente Siró Manuel Lo-

renzo. Fue el que me dio el impulso,ánimos y al que le debo muchísimo.También admiré siempre a Gonzá-lez Suárez. No puedo olvidar a Ma-rio Baudet que ha sido también unode mis maestros. Me encuentrosensiblemente emocionado ante laobra de Martín González. Me gus-tan sus piedras sureñas, sus acanti-lados en contraste con los azulesprofundos del mar, sus Teides don-de la naturaleza da un grito deamor a su Creador, en fin, te puedoseguir hablando sin parar de estegran maestro de la pintura actual.

Roberto Rodríguez ha dado unpaso más en su carrera. Las obrascuelgan en el Círculo XII con granorgullo para su autor. El trabajo es-tá realizado como en tantas de suspelículas. Cantan el agro canario,el baile y la pelea, el mar y sus cos-tas, las redes y sus peces.

Joaquín Castro S. Luis

Ttl. 285050

TelegramasAUTOBELLO

Apartado deConeos, 241

Telex 92336

Q,ue ante las confusas declaraciones aparecidasen la prensa local, y relativas a la importacióny distribución de los productos fabricados porVolkswagenwerk, AG. debemos hacer las siguientes

puntualiz aciones:

a) Que debido al régimen de franquicias que estáestablecido en las Islas Canarias,Geuta y Me-lilla,estos territorios nunca han dependidocomercialmente de Importadores Nacionales *

b) En el caso de la Provincia de Santa Cruz deTenerife, somos lOTORTADOBES EXCLUSIVOS me-diante contrato desde el 1& de áulio &e 1970.

c) Yolkswagenwerk, A.G, ha concedido a la firmaSeat la exclusividad importadora de sus pro-ductos,par a la Península e Islas Baleares, apartir del 1£ de enero de 1.9831 sin que porlo tanto ello afecte a Canarias,Ceuta y He-

lilla.

E L 17 de junio de 1924, elperiódico «La Prensa»,de esta capital, publicó

en primera página la siguientenoticia: «Ayer tarde fondeó ennuestro puerto, procedente deCádiz y Santa Cruz de La Pal-ma, el vapor-correo «J. J. Sis-ter», que la Compañía Trasme-diterránea ha destinado al ser-vicio entre la Península y Cana-rias en sustitución del «Atlan-te». En dicho buque se han he-cho últimamente importantesreformas, siendo hoy uno de losmejores con que cuenta laTrasmediterránea. Sus máqui-nas fueron sustituidas en Ams-terdam por motores de aceitecrudo, desarrollando una mar-cha extraordinaria.

En la travesía de Cádiz aSanta Cruz de La Palma, invir-tió 48 horas, saliendo ayer delúltimo de los citados puertos alas diez de la mañana y arri-bando a nuestro puerto a lascuatro de la tarde.

Manda el «Sister» el expertocapitán don Jaime Gelpí, queanteriormente lo era del«Atlante». También en dichobuque ha hecho viaje a Cana-rias el inspector de la Trasme-diterránea, señor Tonda, quehasta hace poco mandaba el«Sister».

El citado buque saldrá estanoche para Las Palmas, Cádiz ySevilla, llevando numerosospasajeros de estas islas y unimportante cargamento de fru-tos del país».

Ahora, cuando un nuevo«J.J. Sister» cubre con el «Ma-nuel Soto» la línea Canarias-Pe-nínsula, la evocación del pri-mero que llevó el nombre delmarino que, nacido en Villa-nueva del Grao en 1826, fueuno de los fundadores de la Va-lenciana de Navegación.

EL ANTIGUO «J. J. SISTER»En 1896, los astilleros italia-

nos de la Odero, en Sestri Po-nente, entregaron a la Naviga-zione Genérale Italiana los va-pores «Marco Polo», CristóforoColombo» y «Galileo Galilei»,vapores muy rápidos que sematricularon en Palermo parahacer línea regular desde dichopuerto siciliano a otros de lapenínsula italiana.

Barcos de líneas marinerasmuy elegantes, eran sus princi-pales dimensiones 86,33 me-tros de eslora total —81,74 en-tre perpendiculares— por 11,25de manga y 6,90 de puntal deconstrucción. De 1.524 tonela-das de arqueo total, 734 neto y2.930 de desplazamiento a má-xima carga, estaban equipadoscon alternativas triples —tam-bién productos de las factoríasde la Odero— y, con ampliaacomodación para pasajeros enlas tradicionales tres clases,disponían de dos bodegas y en-trepuentes para carga y, en to-tal, podían transportar 796 me-tros cúbicos en grano.

De branque recto y popa re-matada con el entonces clásico«lomo de ballena» —el «whaledeck» cíe los ingleses— estostres vapores llevaban dos palosen caída, a son de la chimeneaque, de mucha guinda, se ador-naba con los «mambrús» siem-pre con el leve escape del va-por. Con el pie de roda al aire,estos vapores rompían la mary, mientras el negro penachodaba sombra a la estela, elblanco bigote de espuma ador-naba el tajamar y añadía ele-gancia a la fina silueta.

En 1910, los tres vaporesfueron adquiridos por la Com-pañía Valenciana de VaporesCorreos de África y, abandera-dos en España, recibieron losnuevos nombres de «VicentePuchol», «A. Lázaro» y «J.J. Sis-ter». En 1917, con el resto de laflota de la Valenciana se inte-graron en la nueva CompañíaTrasmediterránea y, con el ga-llardetón a tope, navegaron enlas líneas de Soberanía y, du-rante la campaña de Marrue-cos, con tropas a Ceuta y Meli-lla.

Cuando en junio de 1924, el«Sister» llegó a Santa Cruz deTenerife, ya no latían en susentrañas las alternativas ni de-jaba escapar por la chimenea elnegro penacho procedente dela combustión del carbón galesque, por entonces, daba vida acasi todos los mercantes que enel mundo eran y navegaban.

En Holanda, los tres vaporesde la Trasmediterránea habíansufrido una reforma que, por loque al equipo propulsor respec-ta, significó la instalación demotores Masch. Ausburg-Nurnberg A.G. que, con 2.668Hp sobre dos líneas de ejes, lesdaban 16,5 nudos de media arégimen normal.

En las pruebas de mar, el«Sister» alcanzó sin esfuerzo los17 nudos y, por lo que se refie-re ^a la acomodación, quedó con

Primera esc

Con palos y chimenea de mucha gi

capacidad para 350 pasajerosen tres clases« Ganó en rentabi-lidad y explotación económica,pues de las ingentes cantidadesde carbón que consumían loshornos de las calderas, se pasóa sólo 17 toneladas de fuel-oilpor singladura, combustible delque llevaba 130 toneladas enlos tanques.

AÑOS DE GUERRA

El 18 de septiembre de 1937,el «Sister» fue apresado por elcrucero «Canarias» cuando, conel «Rey Jaime II» —también dela Trasmediterránea— navega-ba de Barcelona a Mahón. Ensus «Memorias», el almiranteMoreno escribió al respecto:«Se moderó a 25 nudos y a las22,50 se reconocieron clara-mente dos buques mercantes.Fue moderándose la velocidada medida que se acortaban lasdistancias y, al estar próximo aellos, con la luz del proyectorpudo comprobarse que se tra-taba del «J«J« Sister» y del «Jai-me II», que navegaban en líneade fila rumbo a Menorca. Se leshizo la señal «Apresados «Cana-rias» arrumbar al S. 30 W.» yun disparo de aviso de 120 mi-límetros por la proa, repitién-dose otro a las 23,30, contes-tando entonces «Enterado». Alas 23,35 horas se le hizo lamisma señal al otro buque, queobedeció inmediatamente; losdos arrumbaron al 210°. Orde-né que el Canarias se situasepor estribor del convoy y mode-ró a 13 nudos».

Una vez los barcos en Pahuade Mallorca, se procedió a sudescarga y, más tarde, el «Sis-ter» pasó a Cádiz y de allí a Se-villa, De este puerto zarpó rum-bo a Santa Cruz de Tenerife y,el 22 de octubre —al mando delcapitán Sena— llegó a estasaguas. Se encontraban enton-ces en Santa Cruz los «Sevilla»,«Sobo», «Wangoni», «Umtali»,«Oldenburg», y el yate danés«Doriana», los petroleros «Stel-vio» y «Winamac» y el vapor co-rreo «Fuerteventura», de Tras-mediterránea, que, precisa-mente, estaba al mando delca-pitán don Jaime Gelí, el mismoque en 1924 trajo al «J.J. Sis-ter» a estas aguas tinerfeñas.

Poco después de que el «Sis-ter» quedase atracado en elMuelle Sur, recaló la fragata detres palos «Deutschland», bu-que escuela de la Marina Mer-cante alemana y, casi en su es-tela, el veterano acorazado«Schlesien», que traía a su bor-do una promoción de cadetesen viaje de précticas. Con elviejo acorazado venía el petro-lero «Rudolf Albrecht», fletadopor la Marina de Guerra ale-mana para suministrarle du-rante el viaje que realizaba porel Atlántico.

Al día siguiente, el «Sister»fue despachado para el puertode procedencia y, durante elmes de noviembre, hizo dosviajes a Santa cruz para em-barcar tropas con destino aCeuta. Posteriormente, en Ma-tagorda se le instalaron dospiezas de 101 milímetros y 50calibres —procedentes del pri-mer acorazado «España» y quehabían sido desmontadas del«A. Lázaro»—, de otra de 76,sistema Vickers, una ametra-lladora Breda, procedente del«Vicente Puchol» y, a popa, unvaradero para cargas de pro-fundidad.

Con el gris provisional de loscruceros auxiliares, el «J.J. Sis-ter» operó en el Mediterráneocon otras unidades de la Tras-mediterránea igualmentetransformadas —«Rey Jaime I»,

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La Isla y los barcos

escala e historia del anterior«J.J. Sister»

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mucha guinda y en caída, el viejo «J.J. Sister» era un barco de linea elegante

«Vicente Puchol», «Ciudad deMahón», «Rey Jaime II», etc.—y con los «Mar Cantábrico» y«Mar Negro», de la Marítimadel Nervión, que había artilla-dos con cuatro piezas de 152 yotras tantas de 88.

El «Sister» fue uno de los bar-cos elegidos para participar enel proyectado desembarco enPort de la Selva y, con el restode las unidades, quedó en Bar-celona a la espera de órdenes.No se llevó a efecto la citadaoperación y, ya el 8 de febrerode 1939, se hicieron a la marpara la ocupación de Menorca.Los cruceros «Canarias» y «Al-mirante Cervera» dieron pro-tección al convoy formado porlos «Mar Cantábrico», «A. Láza-ro», «J.J. Sister», «Vicente Pu-chol» y «Rey Jaime II» que, conel crucero «Navarra» y el mina-dor «Júpiter», llevaban las tro-pas encargadas de la ocupa-ción, las cuales serían desem-barcadas por las lanchas torpe-deras que acompañaban a lafuerza naval.

En el plan de operaciones fi-guraba la ocupación de variospuertos del Mediterráneo y, pa-ra un proyectado desembarcoen Valencia, el «Sister» quedóen Castellón, ya que se la habíaasisgnado la misión de, juntocon el «A. Lázaro» escoltar a los

transportes «Castillo Olite»,«Castillo Peñafiel», «Castillo Gi-bralfaro» y «Castillo Monforte»,vapores encargados de trans-portar a la División. Conocidala sublevación de Cartagena, el«J.J. Sister» se hizo a la marcon otros barcos y, con los«Castillo Olite», «A. Lázaro», Se-bastián y «Castillo Peñafiel»,fue uno de los que más se acer-có a la base naval cuando ya lasituación había cambiado to-talmente.

El «Sister» fue centrado porel fuego de las baterías de costa—por efectos de las ondas ex-plosivas a popa le saltó unaplancha— y ya en viaje de re-greso, cerca de Ibiza fue ame-trallado por aviones de caza.

DE NUEVO LA PAZ

Una vez terminó la guerra, el«J.J. Sister» fue devuelto a laCompañía Trasmediterránea.Tras un necesario recorrido decasco y máquinas, volvió a laslíneas de Soberanía y, en 1953,bajó a Canarias como correillointerinsular. Pasó aquí variosaños —inauguró el serviciodiurno Santa Cruz-Las Pal-mas— y, con él, sus dos geme-los, los «V. Puchol» y «A. Láza-ro». Volvió a su antiguo cometi-do marítimo de «melillero» y,

Todos, a la Plaza deEspaña

La historia de la Artillería en Tenerife tiene sus raíces en lasegunda mitad del siglo XV. Por ello, hablar de los orígenes del Re-gimiento de Artillería en nuestra isla se sale de los límites reserva-dos a un artículo, tal menester ha sido objeto del libro escrito porel capitán Amador García Arguelles quien, tras una minuciosa in-vestigación, nos relata la historia de la Artillería en nuestra pro-vincia hasta nuestros días.

Lo que sí podemos decir esque los servicios prestados porlos artilleros a la comunidadprovincial a lo largo de cincosiglos hay que considerarlosmuy brillantes y definitivos a lahora de salvaguardar la inte-gridad del territorio patrio. Enestos días, como con amplia ge-nerosidad vienen recogiendolos medios de comunicación lo-cales, el Regimiento Mixto deArtillería número 93 viene ce-lebrando diversos actos enca-minados a conmemorar el pri-mer centenario de la constitu-ción de la unidad, actos queculminarán mañana en la Pla-za de España con la entregapor parte del Ayuntamiento deSanta Cruz de una BanderaNueva al citado Regimiento.

En estos días las puertas delacuartelamiento de Almeidapermanecen abiertas para quelos tinerfeños disfruten de unamagnífica exposición de carto-grafía antigua, obras pictóricasde auténtica calidad, filateliamilitar, numismática, materialde artillería antiguo y actual yuna importante muestra de ar-mas blancas antiguas.

El día grande de esta conme-moración será el próximo sába-do. La Plaza de España será elescenario de la entrega de lanueva Bandera al Regimiento,la Bandera que la ciudad deSanta Cruz dona al históricoRegimiento. A partir de las 11horas todo el pueblo tinerfeñopodrá presenciar una bellaceremonia. Una Bandera nue-va, fruto de la sensibilidad deuna corporación municipal,sustituirá a una gloriosa Ban-dera bajo cuyos pliegues mu-chos tinerfeños han encontradola muerte defendiendo a Espa-ña en los más diversos camüos

de batalla. La vieja Banderadel Rainix 93 ha cumplido sumisión. Muchos viejos artille-ros, con los surcos del tiempobien marcados en sus rostros,presenciarán con nostalgia elrelevo. Recordarán aquel ya le-jano día en que sellaron con unjuramento su compromiso dellegar a las últimas consecuen-cias si la Patria requería suconcurso, para defender la in-tegridad y el honor de España.Probablemente, la Plaza de Es-paña será el lugar, el próximosábado, de más de un reen-cuentro entre viejos soldados.Aunque se escape alguna lágri-ma la alegría será grande, por-que el reencuentro con las per-sonas y los símbolos queridossiempre rejuvenece.

La sociedad civil y el esta-mento militar tienen el próximosábado una cita para estrecharaún más los lazos afectivos quecaracterizan eri nuestra pro-vincia las relaciones cívico-mi-litares. Se trata de una ocasiónsingular para que abuelos, hi-jos y nietos vivan una jornadaentrañable alrededor del sím-bolo que representa a la Patriacomún. Es un día ideal paraaprender en vivo una lecciónde patriotismo, para que, desdeel principio, nuestros niños yniñas miren con el debido res-peto a la Bandera de todos losespañoles y sepan que allí estánrepresentadas sus Fuerzas Ar-madas, la institución encarga-da de garantizar la soberanía eindependencia de la Patria, de-fender su integridad territorialy el ordenamiento constitucio-nal. Estoy seguro de que el pró-ximo sábado será un día inolvi-dable para todos los tinerfe-ños.— Juan Aruncihia

en 19B4, el viejo «Sister» murióen el desguace.

Hoy, un nuevo «J.J. Sister»pasea por los mares el nombredel marino que mandó buenosveleros, aquellos «Faraón»,«Emilia», «Valencia», etc. pre-cursores todo de la Valencianade Navegación.

Don Juan José Sister nacióen marzo de 1828 en Villanue-va del Grao, Valencia. Hijo decalafate y constructor de bar-cos, en su juventud se enroló enveleros de la matrícula y, conuna voluntad inquebrantable yconstancia, logró el título de pi-loto. Se especializó luego enteoría y mecánica naval y, des-pués de algunos años el mandode la goleta «Faraón», pasó a la«Valencia», de idéntico aparejo.

En ambos veleros, don JuanJosé Sister navegó a Terranovay, porteriormente, tomó elmando del «Emilia», un ber-gantín-goleta especialmente di-señado y construido para eltráfico petrolero. Dedicado lue-go a las actividades navieras,el señor Sister, con don AntonioLázaro y don Vicente Puchol,fundó la Compañía Valencianade Navegación, luego Compa-ñía Valenciana de Correos deÁfrica— y, en 1885, falleció enla misma localidad valencianadonde vio la luz primera.

De aquellos primeros vapo-res de don Juan José Sister—«Villareal», «Játiva», «Sagun-to», etc— hasta hace relativa-mente pocos años aún flotabael últimamente nombrado que,con el nombre de «EnriqueMaynes», recalaba en SantaCruz en viajes tramp.

Hoy, el nuevo «J.J. Sister»,gemelo del «Manuel Soto», ponesu estampa marinera y gallar-da en las mismas aguas en queallí por junio de 1924, por vezprimera rompió la proa agudade su antecesor.— Juan A. Pa-drón Albornoz.

Usos del bosque en Canarias (II)

La degradación antrópica del mantovegetal

L AS formaciones vegetales superiores del Archipiélago, sometidas du-rante los últimos cinco siglos a sistemas económicos depredadoresque las han reducido hasta el punto de hacerlas casi desaparecer

en algunas islas como Gran Canaria, deben ser conservadas y protegidaspar intentar frenar el acelerado proceso de degradación medioambientalque origina la elevada presión demográfica actual sobre un espacio de pe-queñas dimensiones como es el canario.

Por otra parte, de no tomarse lasmedidas oportunas, según han pro-nosticado los expertos de las Nacio-nes Unidas, el ámbito del Archipié-lago —al igual que el 75 por cientodel espacio peninsular— se conver-tirá en un auténtico desierto en unplazo más o menos corto. Se trata,al parecer, de un fenómeno de ori-gen natural —la ampliación hacia elNorte y hacia el Sur de la banda dedesiertos subtropicales del mun-do—, relacionado con las fluctua-ciones climáticas de gran escalatemporal que afectan a la Tierra,pero que en el caso español estásiendo enormemente potenciadopor la actuación del hombre.

Los técnicos de la Unesco reco-miendan a los gobiernos de los paí-ses que como España están someti-dos a esta amenaza de desecacióndel medio una urgente política derepoblación forestal y de conserva-ción de suelos. Esta ya se ha inicia-do en nuestro país, pero sus logrosson aún reducidos e incluso insigni-ficantes en algunas zonas.

El bosque y las formaciones ve-getales permanentes en generalque tienen una cierta densidad deindividuos por unidad de superficiejuegan un importante papel en laretención de los suelos atacadospor las aguas de escorrentía y otrosagentes orosivos. Las raíces de losárboles y sobre todo el manto dehojas y ramas muertas que éstosdepositan sobre el suelo actúan co-mo un auténtico «colchón» queamortigua el desplazamiento de las

aguas procedentes de la lluvia queno se infiltra de manera inmediataen el subsuelo, bien por la escasapermeabilidad del mismo en deter-minadas áreas (las arcillas) o bienpor la elevada intensidad horariade muchas de las precipitacionescaídas en el Archipiélago. Además,este «colchón» de materia orgánicaactúa también como una esponja,absorbiendo las precipitaciones ycediéndolas lentamente al suelo,con lo que se acentúa el índice deinfiltración y por tanto la recargade los acuíferos. Este papel del bos-que, apreciado ya desde el sigloXVI por los campesinos que intro-dujeron en las Ordenanzas Munici-pales la prohibición de talar los ár-boles de las áreas próximas a losmanantiales para evitar que éstosse secasen, ha disminuido en los úl-timos dos siglos. Como consecuen-cia de ello la erosión ha dejado aldescubierto la roca madre en mu-chas zonas que han sido antiguosdominios del bosque con lo que sehace muy difícil si no imposible sureforestación. De este modo algu-nos de los suelos más profundos delas islas han ido a parar al mar. Es-te proceso de degradación de losescasos suelos capaces de sustentarla vegetación superior que existe enel Archipiélago no debe continuar.

Por otra parte el bosque acentúatambién la captación de humedad—la llamada «lluvia horizontal»— através de su follaje, fundamental-mente en los sectores del Norte delas islas, abiertos a los vientos hú-

medos del Ne, los alisios. El proce-so de la fotosíntesis que ocurre enlas hojas de los árboles en presen-cia de la luz es capaz de reducir latemperatura de la película de aireque las envuelve al absorber calor,lo que es suficiente para llevar has-ta el punto de rocío a la masa hu-medecida del alisio y producir so-bre las plantas precipitaciones«ocultas», que van a engrosar lasaportadas por las lluvias.

Este tipo original de lluvia esmás elevado en los árboles de hojasanchas —ya que la pantalla de in-tercepción en también mayor—. Porello, la sustitución de muchas ma-sas de laurisilva por fayal-brezal opor pinos ha limitado las posibilida-des de este aporte suplementario alagua de precipitación, El volumendel mismo, muy importante en lazona de contacto del «mar de nu-bes» del alisio, ha sido, no obstante,sobrevalorado por observacionespluviométricas en el interior delbosque de laurácea que carecían derigor (la precipitación horizontalduplicaba a la vertical). Sin embar-go, es indudable que su papel esdestacado en la conservación deesa elevada humedad que necesitala laurisilva, que no siempre es fa-cilitada por las borrascas o las llu-vias de relieve. Además, este fenó-meno junto con la baja insolaciónque origina la capa de estratocú-mulos del alisio reduce la evapora-ción de esa área altitudinal com-prendida entre los 800 y 1.400 m.

Por otra parte, el bosque es unode los elementos más importantesdel paisaje natural que desgracia-damente se ha visto muy reducidopor la ocupación del hombre y delos cultivos en el espacio limitadodel Archipiélago. Y ante un mundo

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