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MADRID NUMS, 19-2051 H

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OCTUBRE 1951

PRIMEROS CUIDADOS

A i0S ANIMALES ENfERMOSPor ENRIQUE CASTELLA BERTRANProfasor adjunto de ln Facultad de Veterineria y Técnico-

Ayudante del Leboretorin Municipal de Madrid.

Con frecuencia ve el ganadero comprometido el

éxito de su ^explotación a causa ^de una serie de en-

fermedades y accidentes que, de improviso, se pre-sentan en su cabaña.

Siempre hemos de aconsejar que acuda con la ma^-

yor presteza al facultativo. Nadie mejor que él sabrá

diagnosticar y recetar la conducta y tratamiento más

adecuados. Pero si la urgencia del caso, o las cir-

cunstancias, imponen que su visita se dilate y se

presume que el animal enfermo corre serio peligro,

el ganadero debe suplir momentáneamente los cui-

dados que el veterinario prestaría con ciertos reme-

dios elementales, pero bien orientad^os, en espera de

los que, en definitiva, se deban aplicar.

E1 Profesor Castellá, en esta HOJA, hace un resu-

men de los conocimientos más necesarios para acu-

dir al ganado en ocasiones apuradas. En sus consejos

hallará el lector esos remedios de ^urgencia que pue-

den salvar una situación comprometida para la sa-

lud y la vida, incluso, de sus ganados.

PRIMEROS CUIDADOS A LOS ANIMALESENFERMOS

No por espíritu de clase, sino atendiendo al supremo in-terés de ]a ganadería nacional, cre^emos qu^e el V^eterinariodebe ser el encarga•do de dirigir los tratamientos reqtreridospor los animales domésticos enfermos. El posee unos cono-cimientos ci^entíficos que le permiten ^establecer la terapéuticamás eficaz contra cada enfermedad, gracias a lo cual puedensalvarse tantos miles y miles de cabezas de ganado, que deotra forma, por abandono o cuidados contraindicados, s^e-rían fácil presa de la mtlerte.

Las atenciones recibidas por un animal entermo no caenen el vacío. El animal es una máquina de explota^ción remu-neradora si funciona a la perfección; pero con ren•dimientonotablemente dismintúdo si su salud sufre menoscabo. Unaganadería floreciente necesita un grado de sanidad elevadí-simo, venciendo no sólo las enfermedades apreciables, sinotambién aquellos pequeños trastornos que, ^sin llegar a en-fermedad ni requerir cuidado de profesional especializado,pueden ser fácilmente combatidos por el mismo ganadero.Y aun tratándose de enfermedades ya declaradas, no siem-pre el Veterinario podrá acudir con la rapidez necesaria, bienporque el cuidado de otros enfermos le tenga ocupado, bienpor habitar a distancias grandes, que requieren largo tiem-po para el desplazamiento. En estas ocasiones, los cuidadosque el ganadero preste a sus animales antes cle la llegadadel profesional, por su propia iniciativa y según su sano jui-cio, son decisivos muchas veces, suponien•clo la curación fácilen ^caso de acierto, y el fracaso absoluto si las maniobrasestaban contraindicadas.

Algunas enfermedades que suponen un peligro inmediatopara la vida del animal exigen una terapéutica de urgencia.ZTna vacilación de minutos supone la muerte. En ellas, el

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profesional acude siempre ya tarde. Es el dueño el íinicoque pue^cle combatirlas.

Para ayudar modestamente, en lo posible, en todos estoscasos en los que la iniciativa y sentido común del agriculto^-luchan contra el morbo, para él desconocido, escribimos la

^ presente HoJa D1vuLCADO^a.

Cuidados generales.

Cada enfermedad necesita cuidados adaptados a su espe-cial naturaleza, y aun dentro de una misma enfermedad, és-tos deben adaptarse al enfermo. Sin embargo, ,hay cuidadosde tipo general aplicables igualmente a gran nítmero de pro-cesos muy diferentes entre sí. Estudiaremos en primer lugaréstos de tipo general, para referirnos después a las atencio-nes requeridas por cada tipo de proceso en particular.

El animal enfermo necesita un manejo y cuidado exqui-sitos. Su cuadra debe ser lo más higiénica posible, con laadecuada ventilación (especialmente iinportante en las enfer-medades del aparato respiratorio) y lugar suf ciente para queel animal haga el ejercicio in^lispensable. La cama seca yabtmdante es ideal. I_as cuadras de los animales atacadosde enfermedad infectocontagiosa tienen que estar separadasde las habitaciones que albergan animales sanos.

En épocas frías, los enfermos abrigados con una mantaresisten mejor; pero el abrigo excesivo tampoco es conve-niente, y n7enos en animales febriles, a los que deprime ex-cesivamente.

La dieta del animal enfermo se ajustará a lo que requie-ra la enfermedad. La privación total de alimentos se practicapocas veces ien Veterinaria. Los animales con fiebre o tras-tornos del aparato di^estivo tomarán <lieta líquida a base deinfusiones de heno, salvado o harina, mucílagos, alimentosligeros cocidos, ^etc. En casos leves pueden injerir sólidos,como paja, forrajes ligeros, buenos, en poca cantidad, etc.Los animales con diarrea necesitan beber mttchos líquidos.

Cuidados requeridos por los animales que sufren alteracionesdel apar.ato digestivo.

Los animaleŝ domésticos sufren con gran frectiencia en-fermedades que afectan a su aparato digestivo. Estas cons-tituyen en las caballerías el capítulo más importante cle su.patología, !junto con las cojeras; en las reses vacunas, los^trastornos de panza, tanto como los de aparato genital, son.los que se presentan con mayor reiteración. Algunas de estasenfermedades tienen marcada gravedad, como los cólicos delcaballo, temor constante de sus dueños, que saben cómo, enuna noche, pueden acabar con el aniinal. Otros procesos ca-recen de ímportancia, dada la facilidad con que pueclen sol-ventarse.

EI que cuida a los animales debe tener iclea clara de laconducta a seguir, tanto en un caso como en otro. Debe avi-sar al Veterinario con la máxima urgencia en el caso de unĉ^lico, y dado que éste, en muchas ocasiones, no podrá acu-dir inmediatatnente, por razones de distancia o atenciones ^otros enfermos, él tiene que tomar las primeras medidas en-caminadas a calmar y sostener el animal hasta la llegada delf.acultativo. Si el trastorno es tan leve que no requiere elcuidado de ^un técnico, no clebe abandonarlo; antes,^ al con-trario, hay que emplear toclos los meclios a su alcance parahacerlo desaparecer pronto, pues, en caso contrario, se ĉorreel peligro de que se complique y agrave. ^^ ^^^

hAI,TA DE APETITO Y MASTICACiÓN DEFECTUOSA.

Las personas encargadas' de la alimentación de los ani-males domésticos saben por experiencia lo que significa en-contrar aíul intacto el pienso anterior cuando ^-an a repartirlonuevamente. La f alta de apetito es síntoma de enfermecladen un gran porcentaje de casos. En estas ocasiones debe ex-plorarse cuidadosamente la boca del animal, puesto que lashericlas o inflamaciones de la misma pueden ser causa de estaresistencia a tomar el alimento. Si la causa es descubier'ta contal facilidad, puede ser atacada sin más complicaciones conlos desinfectantes corrientes (evitando usar cuerpos tóxicos,

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como el sublimado, que, al ser deglutidos, podrían originarincluso la muerte del animal), o lavados que combatan la in-flainaciún, como es el clásico de ngua, vinagre y sal, o laspulverizaciones de alunibre. 5i en la boca no apare^ce nadaanoriual, algo sucecle en otra parte clel organisino que puedeser grave o leve, y ante la ducla o la imposibilidad de descu-brirlo, a falta de los suficientes conocimientos científicos, esaconsejable llamar al Veterinario, en especial si los demásfactores concernientes a la apariencia del animal no son losnormales.

Creeil^os conveniente hacer constar aquí la importanciaque tiene para la salttd de los animales la masticación per-fecta de los alimentos. Si no se realiza como es debido, losali^^ezttos n2^al tr^i^tzr^^^zdos originan frecuentes indigestiones ycólicos. ^tlemás, al no ser perfectamente digeridos y aprove-chados, producen una paulatina pérdida de ftterzas capaz dedejar a los animales agotados e iníitiles para el trabajo. Ct^an-^do se sospechen alteraciones en los dientes ( remolones, mue-las desiguales) deben ser corregidas por el `'eterinario.

CÓLICOS.

Ya hemos indicado que el aparatoso cólico o toro^ó^i de]

caballo debe ser remediado sieinpre con urgencia. l^Iientrasse está esperan^do la llegada clel facultativ^^, pueden calinarselos dolores excesivos m^ediante la aplicación cle paños einpa-pados de agua caliente a]as paredes del vientre. Est^ es pe-ligroso para el operaclor en animales incluiet ĉ^s y que se re-vuelquen por el suelo ; entonces es conveniente atar un pañoo trozo de saco al estren^o de un largo palo (cle metro y n^e-dio), y así poder frotar sin peligro de recibir ttna patada.F_n estos casos de cólico se cometen frecuentes prácticas erró-neas hor parte de ]os duer^los. Cacla tipo cle cólico precisa untratamiento ade^cuado, pero qu^e puede ser fatal en un cólicode tipo distinto. Los baños de la pared abdutninal con aguacaliente no causan nunca daño. Por el contrario, es pernici^sala cóstun^bre de introclucir a los animales afectados en char-cas o riachuelos cle a^-ua fría, o bañarle con a^^ua fría, puesel frío produce espasmo intestinal (contracción del intestitio),

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y precisamente el tipo de cólico más frectiente es el origina^lopor el espasmo intestinal; en todas estas ocasiones agrava-ríamus el proceso. I^'o deben administrarse líquidos por laboca sin consejo del Veterinario, pues con ello agravamoslos cólicos produci^dos por la dilatación aguada del estómago(estómago qtte contiene alimentos ^en cantidad superior a sucapacidací, hecho frecuente durante la trilla, o recogida de lacosecba, o cuando el caballo se suelta y va al arca o saco <lelgrano), pues los líquidos aumentarán^ la distensión de lavíscera. ^^1Vo se ^adnii^r^istreia j^a^^aiás i^iy^ecci^o^^es ni prep^ara-dos a^r^^ticól^r=cos sira co^isej^o f^acz-t^ltca^tivo!! Las inyecciones deeserina, pilocarpina o arecolina han asesinado a ttn níimerode animales muy superior al de los curados con su empleo.Solainente pueden aplicarse en contados casos, cuando noexiste contraindicación a su uso; pero esto sólo es capaz dedecidirlo un técnico en la materia.

FALTA DR RUMIA.

En los vacunos, la falt^a^ áe rum-ia^c^ió^ti supone siempre unaalteración de lá salucL Aunque las enfertl^edades generales,por ejemplo, el carbunco, pulmoní^^ls graves, etc., pueden cur-sar con ^falta de rumia, casi siempre esta falta se d^ebe a unaafección de la panza, bonete o librillo; ^es decir de los "estó-magos" del animal, afección que puede obedecer a causasdiversas. De ellas, la más frecuente es la j^^a-ria^liN,c^ci^ó^a de di-cbos estón^agos, especialmentc la pan-r_a, casi siempre repletaen eticeso, notándose dura a la presión. En procesos muyleves, o mientras acude el Veterinario, pueden ensayarse losmasajes en la zona del ijar izquierdo con paja, estropajo 0tela burda (sacos). La administración de bebidas o infusio-nes de geneiana, tabaco, cblchico o alcohol de ^-ino puedenayudar y aun resoí^-er el proces^^.

1^11:TI:ORiSDiO (TINPANIZACiÓN^.

En los bó^-id^^s I también ^en ovejas y cabras) se presen-tan a menudo el rrr^c^teo^ri^s^l^zo o^cz'iste^zsiá^^i ^d,e ^la ^^z^^^úa por losg^ases formados en su interior. Este accidente es grave, pues

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puede matar al animal con rapidez. Su tratamiento enérgicoy eficaz exige instrumental que sólo posee el Veterinario, elcual debe ser requerido con urgencia. 1^^lientras tanto, puedecombatirse la enfermedací friccionando enérgicamente la pa-red abdominal en las zonas dilatadas, con más fuerza y fre-cuencia, aunque de moclo icléntico al indicado al citar la pa-ralización de la panza. También deben hacerse traccionesrítmicas de la lengua, para provocar el eructo, cosa que seconsigue mejor aún hasan^do una cuerda por la boca del ani-rual, de comisura de labios a comisura, sujetándola una per-sona sitttada detrás de la cabeza, moviénclola rítmicamentede derecha a izquierda, y viceversa, como si se quisieran ha-ĉer cosquillas en la boca ^de la res.

Aunque el tróc^ar, por ser de manejo peligroso, debe serutilizado por el Veterinario, debe recurrirse a él en aquelloscasos de meteorismo (tir^z(^^ani^^aci-ó^n) tan acentuados, que lavida del animal corra ĥrave peligro. Basta clavarlo en la re-gión del ijar izquierdo, retirando la vaina cuando ya losgases hayan siclo expulsaclos por completo. De vez en cuandodebe interrumpirse la salida de los mismos para que ésta nose verifiqtte de manera tumultuosa. Si el gana^dero descono^celos cuidados que debe prodigar al animal inmediatamente des-pués de eltraído el trócar, puede dejarlo colocado y solicitarel ausilio de un Veterinario, cuando el peli^ro haya l^asado.

DIARRI:_1S 1 ^STRE^Tb'il]?NTOS.

Las diversas especies de animales ^domésticos sufren rlia-rY^e^as v ^estr,eñ^i^tii^e^^.tos. Su tratamiento no es tan sencillocomo el vulgo cree, ni es i^u^l para todos los animales, de-biendo evitarse siempre errores lamentables. Ahora bien,muchos proce ŝos cle este tipo son realmente tan leves queceden a los cuidados prodigados por los dueños, sin necesi-dad de recurrir a m^edicaciones complica^las. Los estreñilnien-^tos pueden combatirse con purgantes débiles e innocuos, cui-dando sielnpre la dosis a a^dministrar, para evitar dar can-tidad e^cesiva. El caballo, mulo y asno responden bien a lassales neutras, en especial sulfato cíe sosa o sulfato magnési-co, de las cuales debe administráseles una cantidad de Zoo

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a 40o gramos, repartida en varias tomas. El aceite de olivaes demasiado suave y no produce casi 47unca efectos. Las ho-jas cíe se^a van bastante bien; de ^ellas pueden darse de 50a ioo gramos en infusión.

A1 cerdo puede purgársele con azufre en polvo (flor deazufre), dándole desde una cucharada de café hasta dos cu-charadas soperas, segtín tamaño. También él responde bienal sulfato sódico.

El perro y gato se pttrgan con aceite de ricino, sirviendoadmirablemente los preparados que venden en las farmaciaspara los niños, dando la misma dosis que para ellos al perro.

Las lavativas, aunque de eficacia escasa, pueden contri-buir a la curación. "

Vacas y bueyes, ovejas y cabras no deben purg^rse, sinomedicarlos con las sustancias citaclas al hablar de la para-liza^ción de la panza.

Las diarreas ligeras pueden mejorarse con régimen ali-raenticio adecuado. La fluidez de los excrementos originadapor los pastos de primavera desaparece con un régimen abase de alimentos secos. Como antidiarreicos adecuados paracasos leves podemos aconsejar el mucílago de avena o ceba-da, los cocimierrtos ^de plantas que contengan tanino, comoson la corteza de encina, la nuez de agallas, las bellotas tos-tadas, las hojas cíe nogal, etc.; también el carbón pulverizadofinamente, la creta, el agua de cal, etc.

Atenciones a aplicar de las enfermedades del aparato

respiratorio.

El aparato respiratorio es uno de los más importantes delser vivo. Por su delicadeza y por el contacto constante con elmedio ambiente, gracias al aire que aspira y expulsa, enfer-ma con frecuencia. Sus alteraciones se aprecian fácilmente,pues se manifiestan por síntomas ostensibles. Ahora bien, elmás f.recuente de todos ellos, la denominada técnicamente dis-

(i) En el aparato digestivo pueden albergarse gus¢rtos f^¢rásitos, causantes de

enfermedades graves. Véase el Manual técnico del Veterinario Sr. MnRríx Lo-

^trÑA: Parásitos interraos del girsano, publicado por el Ministerio de Agricultura,

y de graii interés para los ganaderos y los Veterinarios rurales.

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^^e^a, que no es más que la alteración de los movimientos res-Piratorios, casi siempr^e por ser éstos más numerosos de lodebido (respiraci^G^z ^ac^^el^er^ad^a), no supone siemp^re una alte-ración del aparato respiratorio, pues se presenta también aveces en animales con fiebre alta o inflamaciones agudas (erz-teritis, etc.). La tos indica irritación de los bronquios de lalaringe. I,a desti^l^ación ^i^asal también es síntoma^ de altera-ción respiratoria.

Todos estos síntomas se presentan en enfermedades dedicho aparato, enfermedades que pueden ser agudas, comoun simple aat^arro, o crónicas, como el h2tiérf^ago o la tub,e^r-culosis ^^til,^wuovuar. Las enfermedades crónicas caen fuerade los límites de este trabajo. I,as enfermedades agudas ne-cesitan ctiidados adaptados al tipo de proceso, aunque siem-pre guardando cierta semejanza. En todos los casos, losanimales deben tener como mínimo estas tres condiciones :regoso, aire renovado y comodidad o confort.

CATARROS.

Un animal con c^at,arro o brotiq2tiitis no debe trabajar, a serposible, pttes la fatiga empeorará la enfermedad. El aire reno-vado es esencial, debiendo alejar a estos pacientes de aque-llas cuadras herméticamente cerradas o cargadas de estiércol"hasta e1 techo" para que el animal "esté más calentito". cuyoaire viciado es una fuerte toxina para sus pulmones. En buentiempo incluso pueden tenerse estos animales al aire libre, ensitios resguardados. Lo que no les conviene son las corrien-tes de aire; pero la ventilación les es esencial. Se puede abri-^ar al enfermo con una manta, siendo necesaria buena cama,caliente y seca, así como alimentos de fácil digestión.

Estos animales no deben ser medicinados con sustanciasa dar por la boca, pues con ello se irrita la zona enferma yhay evidente peligro de que porciones del líquido, por maladeglución, pasen a tráquea y pulmones, agravando mucho elestado del animal. Tampoco se les molestar "a continuamentecon inhalaciones, vahos, etc., manipulacioizes íttiles bien prac-ticadas, pero perjudiciales por excesiva reiteración, llegando^ntonces a irritar y aumentar la inflamación.

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Las inhalaciones de vapor de agua en la que se ha intro-ducido eucaliptus, trementina, benzoatos, etc., mejoran losprocesos agudos leves. En los grandes anintales se practicanfácilmente colocando una olla debajo de la cabeza del animalcon el agua emitiendo vapores, y colocando una manta quecaiga a ambos la^dos de cabeza y cuello, para que se recojanasí mejor los vapores. Si la inflamación afecta a la laringe,.ptteden aplicarse en las zonas correspondientes de la superfi-cie cutánea (garganta) sinapismos de mostaza, o friccionesresolutivas (petróleo, esencia de trementina mezclada conaceite o alcohol, etc.).

La tos se calma algo con agua de laurel y cerezo o de al-nlendras amargas. Fn las bronquitis, los sinapismos de mos-taza en las paredes del pecho ayudan a la curación.

ASFIXIA POR ESI^UER'!,O P;XCESIVO.

Un animal con aparato respiratorio en malas condicionesy sometido a un trabajo rudo y agotador, superior a sus fuer-zas, puede llegar al eid,c^^^a^a rcgicdo c^^e fiiih^^zó^ti, lnanifestado^por asfixia sítbita, proceso gravísimo, bastantes veces rnor-tal. El animal debe ser liberac'to en seguida no sólo de sutrabajo, sino de todos sus arneses, desenganchado del carrQo arado y colo^cado ^en sitio cómodo lo más cercano posib?e,y mejor aun dejarlo en donde esté. Friccionar la piel deIanimal enérgicamente, siempre que no suponga inquietarlecon exceso. Dejarle descansar de meclia a dos horas, yluego, despacio, sin ninguna carga, devolverlo a la cttadra.

Cuidados en otras enfermedades esporádicas.

Algunas enfermedades del sistema nervioso presentan

caracteres extraordinariamente alarmantes por su espectacu-laridad. La ej^tilep,ri^a,^ v^rtiJo, corca y procesos similares sernanifiestan en forma de ataques aislados muy aparatosos,pero sin consecuencia. Cíticlese solamente de clejar al anitnaIlibre de atalajes o ligacluras y en reposo absoluto, evitandaquede en lugares peligrosos l^^or una posible caída, o que pue-da lesionar a alguna persona durante las convulsiones.

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INSOLACION Y GoLPE DE CALOR.

hebemos destacar dos enfermedades producidas por elcalor o luz solar excesiva, relacionadas con el sistema ner-vioso : un animal trabaja en verano a pleno sol horas y máshoras, hasta que repentinamente cae al suelo, víctima de unainsolación. Es preciso entonces actuar con rapidez, sin per-der un segtmdo. Se trasladará al paciente al más cercanoltzgar fresco y con sombra; con un botijo o porrón se le debeechar un chorro de agua fría ^de manera constante sobre sucabeza. Si así se recupera, no debe volver al trabajo inme-diat^mente, pites estos animales son propensos a las recidi-vas ; lo harán paulatinamente, evitando el sol y el calor exce-sivo.

Parecido a la insolación es el ^ol^e de caZor; en éste, elcri^^en no es la luz solar, sino el calor excesivo del medio<^.n,biente; por ejemplo, el que sufren animales hacinados encuadras pequeñas^ y mal ventiladas, o en vagones parados al^ol en verat^o. La conclucta a seguir es idéntica.

Alimentación deficiente.

Los animales domésticos exigen una alimentación sufi-ciente en cantidad y calida^d. Como máquinas sometidas afilerte rendimiento, precisan también un aporte alimenticioconstante. Si bien la cantidad, en circunstancias normales, nofalta, a veces la dieta carece de los óligo-elementos suficien-tes, así denominados por ser requeridos en cantidades peque-ñisimas, siendo, n^ obstante, inclispensables para la vida. Deestos óligo-elementos, las vitaminas no producen graves ^com-plicaciones, por abundar extraordinariamente en los alimen-tos habituales del ganado. Solamente en animales sometidosa condiciones extranaturales, como las aves de las modernasgranias, o los perros y gatos de ciudad, se presenta su ca-rencia como problema terapéutico. Pero los demás óligo-ele-lnentos, las sales minera^les, faltan muchas veces o están enproporción inferior a la necesaria, aíu^ en el ganado criadoc:n régimen rústico. Son particularmente sensibles las anima-les jóvenes en crecimiento o las hembras en gestación. A am-

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^os tipos de animales les convienen los preparados a base de^calcio y fósforo, que se encuenti-an en el comercio bajo nom-bres diversos : harina de 1^uesos, harinas de pescado, produc-tos de Casas comerciales, correctores de piensos, etc. Cuan-cío unos cerdos criados en locales oscuros empiezan a pre-sentar deformidades en los huesos de las extremidades, leindican a gritos a su dueño la gran necesidad que tienen detales óligo-elementos. Si ño se atiende a tiempo su llamada,çe corre el peligro de no poder atajar el mal ni^con una tera-péutica bien indicada, recetada por el Veterinario.

F.nfermedades y parásitos de la piel.

Las enfermedades de la piel de naturaleza no infecciosao parasitaria solamente son atendidas en nuestros animalesdomésticos en casos graves y apurados. Por el contrario, lasparasitarias son temibles por la depauperación que produceny el contagio probable de toda la cuadra, exigiendo entoncesenormes di.spendios en personal, tiempo y dinero. Si se sos-pecha sarna, la barata y abundante creolina en solución al2 por ioo puede ^cortar el brote o caso incipiente. Aunquecon menos eficacia, combatiría también el proceso si se tra-tara cle una tiña.

Primeros auxiiios en las intoxicaciones.

Cuando varios animales enferman simultáneamente enttna misma cuadra, presentan<lo síntomas idénticos, es debi-do a una de estas dos causas : i.ntoxi^c^ació^a o e^2. f e^^^^^^aed^ad irz-fectocolith^iosa. )3n las intoxicaĉiones, la evolución acostum-bra a ser rapidísima; por lo tanto, deben serlo también losremedios para combatirlas. Las causas más comunes en losanimales domésticos se encuentran en las bebidas o alimentosalterados, o en los productos insecticidas usados contra lasplagás del campo. Cuando se sospeche una in^toxi^aación o e^rz-ve^^l.ei^.a7^^z'eztito se intentará, en primer lugar, evitar due losanimales sanos o ya enfermos injieran nuevas cantidades c'el

°.tóxico, cainbiándoles agua y alimentación, usando otros pien-

sos o trasladándolos a otros pastos. Si la intoxicación ha.sido producida por emanaciones gaseosas (gas del alumbra-do, sulfhídrico de las letrinas, vapores industriales), se apar-tan los pacientes de la zona con el gas tóxico, llevándolos alugar bien ventilado. Siendo mtry difícil conocer la causa de^la intoxicación y, por l^o tanto, su terapéutica, es convenienteasesorarse con un Veterinario. Como primera medida se pue-^de.n dar vomitivos :.al perro, gato o cerdo, sal comím en gran-des cantidades, o sólución de sulfato de cobre. En las demásespecies son íitiles los huevos crudos, la leche, el aceite o lalechada de cal.

MORDI;DLTRAS 1' YICADURAS.

Un grupo especial próximo a las intoxicaciones está for-mado por los trastornos debidos a^^rzo^^dur^s y p^ica^diaY^r^s_Ci.tando un animal es mordido por una víbora, lo más eficazconsiste en ligar fuertemente la extremidad afectada, por en-cima de la mordedura, a fin de impedir la circulación, y conella la absorción del veneno. Conviene abrir bien la herida ylavarla con un antiséptico, a ser posible solución de perman-^anato potásico. Posteriormente, el profesional proseguiráel trat^amiento.

Los bóvidos o équidos que sufren ]a picadura de grani^íirnero de abejas o avispas pueden llegar a morir. Puedelu^charse contra este peligro lavándolos reiterad^meate conagua muy ^fría, mezcla de agua, vinagre y sal, solttción de-blanco d^e España, etc. Las heridas o picaduras se puedenl^;var con amoníaco muy diluíclo. Con todas estas manipula-^ciones retardamos la absorción del veneno, ganando tiempo^s^ificiente para otros tratamientos más eficaces.

Normas a seguir en las enfermedades infectocontagiosas.

Las enfermedades infectocontagiosas constituven el te-rrur de los ganaderos. Cuando ellas se presentan en una co-taarca, los ^cuidados deben extremarse para evitar el contagiode los propios rebaños, o que éstc^s c^mta^^ien a los de nues-tros vecinos. La más mínima norma de ética y civismo indica

ía imperiosa obligación de seguir las indicaciones dictadaspor las Autoricla^cles competentes. Segíul señala el actual Re-g;a^nento de Epizootias vigente, los dueños de los animalesquedan obligados a denunciar la. aparición de toda enferme-d^td infectocontagiosa ^ue se presente en sus rebaños o ga-nados. Esta dentu^cia debe hacerse ante el Alcalde de la lo-^calidad.

Es totalmente censw-able la conducta seguida, aun hoydía, de abandonar los animales muertos a lo largo de los cami-nos y ríos (lugares excelentes para difundir la enfermedací),ocultar la presencia de ésta o poner los animales propios en-fermos en contacto con los de nuestros vecinos, eapon_éndo-los a un contagio muy probable. La Ley castiga severamentcestas infracciqnes.

Aparecida una enfermedad en un pueblo, la obediencia alos consejos o normas dados por la Atttoridad evita muchcsdisgustos. Es suicida la resistencia a las vacunaciones obli-:gatorias puestas en práctica precisamente para evitar el pe^li^-gro. Una buena norma consiste en alejarse lo más posibledel contacto con las reses enfermas y predios o abrevaderos^en clonde habiten. No intro•clucir animales nuevos en las ^cua-^dras o establos mientras la epizootia persista, detalle muy^importante para los avicultores. Aun en épocas normales, lcsanimales recién comprados deberían dejarse durante varios^días en cuadra aparte, hasta tener la seguridad de su saíudíntegra. A continuación damos normas a seguir en algunasde las enfermedades infecciosas más frecuentes. No nos can-saremos de re^com^en^dar las vacunaciones, especialmente en:aquell^ts zonas que padecen de ma^lera constante ciertas en-fermedades.

El tét^art^os ha dejado de ser un peligro des•de due se p^o-^see el maravilloso suero contra el mismo. Iate es eficaz mien-tras la enfermedad no esté declarada. En este íiltimo casohuelga casi siempre toda medicación. EI suero es muy útily recomendable en aquellas heridas complicadas, profun^c'asy de tra_yecto tortuoso, ensuciadas con tierra o estiércol, en1as clue no pueda verificarse una limpieza a foncío.

La única manera eficaz de cortar un brote cle ^cri^ceuvr^co-

^r'zu coratcr^^ios^a^ en un establo consiste en el rápido sacrifici©^o eliminación de los primeros enfermos.

Los a^ai^^ales ^^zorrd^:clos por perros necesitan control ve-terinario riguroso, para evitar ]as funestas consecuencias de]a rabia, tan peligrosa para el hombre.

Las cuUr,as con .dolores articz2lares y f recu,e^iíes ^abortospueden albergar la fiebre cle Malta, también mtty perniciosapara las personas.

Las enfern^,ed^acaes ^roj^as ^d,el cerdo arruinan a muchos ga-naderos. La vigilancia de las mismas es esencial. Aíslese todaanimal con placas rojas o violáceas, o con temperatura ele-vada fácilmente perceptible al contacto cle la mano.

Las infecciones de las aves: j^est^e, cólei•a, tifosis, coliUaci-losis, di f teri,a, etc., requieren especial cuidado. La adición deantisépticos al agua de bebida (permanganato al r/5.oo0,áloes, sales férricas) es buena medida profiláctica.

El carbu^zco b^acteridia^tio arruina fácilmente al ganade-ro. EI primer animal sospechoso debe ser aisla<lo con la má-sirna rapidez.

Las mismas medidas citadas para las enfermedades in-fecciosas son aplicables a las parasitarias, menos alarmantesy espectaculares, pero mucho más temibles por ]as pérdidasque proclucen.

La ^iroplasrnosis se evita eliminando las garrapata^ rne-diante la aplicación de petróleo y flor de azufre, creolina al2 por roo, añua de tabaco, arseniato de sosa al z por z.ooo,.etcétera.

El agtla de bebida con timol al z por q..ooo, o creolina ala misma dilución, es meciida profiláctica aconsejable para.evitar la cocca?^iosis de los conejos.

El tratamiento de la disto^rr,a,tosis (papo o p^a^zs-za^) debe-ría ser conocido y practicado por todos los ganaderos espa-ñoles, dada su extraordinaria eficacia, baratura y comocli-c?ad (i).

(i) Para éstos y otros Parásitos interri^os del ganndo, remitimos al lector aIl

I^Tanual de este título, anteriormente citado.

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La higiene del aparato genital.

La delicadeza de las funciones de reproducción expl_icael gran níimero de trastornos que eaperimentan, los cualesobligan al labrador a prestar cuidados constantes y e^cepcio-náles a estos órganos de los animales.

EsT^RIr.^^:^i^.

La est^er^ili^dad es origen de grandes pérdidas, eaigiendatratamientos muy complicados. Es preferible bttscar sus cau- •sas mediante una higiene perfecta del parto y puerperio, yel uso de sementales de sanidad reconocida. Cualquier alte-ración debe ponerse en ĉonocimiento del Veteririario, íinicUque puede decidir en tan complejos asuntos.

G^STACIÓN Y PARTO.

La gestaciózti puede ser consiclerada como una "enferme-dad psicológica", y, al igual que en la enfermedad, las hem-bras que la soportan precisan ciertos cuidados. Deben estaralejadas clel macho y en lugares amplios, para evitar trastor-nos. El trabajo no puede ser fuerte ni pasar del noveno mesen la yegua, o séptimo u octavo en la vaca, fecha en la quese interrttmpirá también la extracción de leche en este ítltimoanimal. La alimentación no debe contener alimentos grose-ros que clen mucho residuo; en las proximidades del partaserá escasa y acompañada cle laxantes débiles.

Durante el parto, la antisepsia perfecta y la proscripciónde maniobras brutales encaminadas a conseguir la extrac-ción forzada, aseguran el éxito.

El cordón umbilical del recién nacido debe atarse con li-gadura desinfectacla cuiclaclosamente, desinfectándose a stt^^ez el cordón ya cortado, con tintura de yodo. Así se e^-ita-rían las onfaloflebitis, tan frecuentes hoy día.

1tiTA^LrTrs o MASTZTIS.

Las vacas lecheras tienen un gran enemigo, que las coni-bate despiadadamente : las ^tt^arl2itis. Si no son debidas a causa

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infecciosa, ceden bien a la medicación emoliente, o bien alcalor híuneclo mecliante compresas. Si así no se logra la me-joría, el Veterinario debe practicar un lavado de la mamacon el antiséptico correspondiente. Todo vaquero conscientetlebe preocuparse de localizar lo antes posible el cuarterónenfermo, para evitar el contagio de las demás vacas. La má-xima higiene tiene que presidir todas las op^eraciones delordeño.

Medicaciones de urgencia.

Algunas enfermedades ponen en grave peligro la vidadel animal de manera tan inmediata, que solamente una rá-pida y decidida intervención adecuada puede vericerlas. Másriue enfermedades, se trata^ de accidLntes.

^SFI x1 ^.

Uno de ellos es la ^asfix^ia, que puede ser producida porpermanencia en locales con gases irrespirables (gas del alum-brado), sumersión prolongada en el agua, por estrangula-^Tniento al trabarse la cuerda o cadena de sujeción alredec?ordel cuello, r^ecién nacidos en parto laborioso, etc. En p^rimerlugar s^erá suprimida la causa de la asfixia sacando al ani-inal clel agua, habitación con gases tóxicos, etc. Si es preciso,se aplicará inmediatamente la respiración artificial. Esta sepractica ^ha ĉiendo tracciones rítmi^cas con la lengua o com-primiendo rítmicamente las paredes costales. Ayudan las fric-ciones enérgicas, y- ya enipezaclos los primeros mov'mien-tos respiratorios, las inhalaciones de excitantes (amoníaco,vinagre).

EFECTOS DEL FRÍO.

En épocas de frío intenso los animales poco protegidoscontra la inclemencia del tiempo pueden morir p^or at.e^-ia^aieza-to o^ataq^ar^e c^^e frí^o. Este accidente es frecuente en el cerclo.Las extremidades quedan cianóticas (azuladas) e insensibles,el animal está aletargaclo, pierde el conocimiento e inc'usomuere. Alejado rápidamente del frío, puede ser salvado. Hay

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que evitar las fricciones con agua caliente. A1 principio seharán éstas muy enérgicamente, pero con agua fría, pañossecos o nieve. Cuando se restablezca la circulación puede apli-carse ya agua tibia. La administración de café o alcok^ol devino está indicada.

RAYO Y DESCARGAS ELÉCTRICAS.

Las descargas eléctricas o el rayo causan graves quema-dura's, asfixia ^o muerte. ;En el segundo caso se practicará larespiración artificial, según técnica ya indicada.

CviOLPES.

Los golpes fuertes en la cabeza a tronco pueden originarconmoción cerebral o visceral. Un animal en estas condicio-nes debe quedar en absoluto reposo, aplicándole envo}turasfrías en la cabeza o ,zona ^traumatizada hasta que llegtte elVeterinario.

HEMORRAGIAS.

Las hemorragias intensas producidas por heridas que in-teresen un vasa importante pueden llegar a ser peligrosas.La ímica forma d^e combatirlas por parte del profano es laligadura por encima de 1a herida, si ello es posible; por ejem-plo, por tratarse de una extremidad. Esta ligadura estarásuficientemente .apretada para impedir la circulación de lasangre. Si no puede practicarse la ligadura del miembro, ta-ponará la herida comprimiendo con algodones y el vendajecorrespondiente.

La ^antisepsia de las heridas.

Los traumatismos y heridas se sttf:en con frecuencia enel campo, especialmente por los ganados de labor. Si su im-portancia lo requiere, interviene el Veterinario ; corrientemen-te son atendidos por los mismos dueños. La herida pequeñamal curada puede complicarse, exigiendo entonces grandescuidados. El labrador debe conocer las soZ^,ccioz^es ^^^atisépti-

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aa,s más usuales para hacer perfecto empleo de las mismas.El antiséptico a utilizar en Veterinaria debe ser muy eficaz ybarato. Recomendamos, especialmente en los bóvidos, el su-blimado al i por i.ooo, con el inconveniente de su toxicidad.La creolina al 2 por zoo es uno de los más baratos y mejo-res. El alcohol y la tintura de yodo resultan caros hoy día.Por el contrario, el permanganato potásico al i por 2.000 óal ,i por '5.000, tan potente como ellos, es mucho más eco-nómico. El agua oxigenada y las soluciones de entozoon alZ por i.ooo pueden emplearse también.

En Veterinaria, los vendajes no son factibles en muchoscasos, y cuando lo son ^(extremidades), al ensuciarse fáĉil-mente, sirven más bien de medio de contaminación que cledefensa contra la. infección. El azul de metileno en soluciónalcohólica al z por ioo es un buen desinf.ectante sustitutivodel vendaje, pues forma costra protectora, a la vez que pro-duce ttna antisepsia completa.

No sirve cle nada desinfectar una herida y abandonarladespués. Debe cuidarse hasta que cicatrice, con cttras una vezal día, por lo menos. En otro lugar de esta HoJA Drvur.cn-DoRA señalamos la conveniencia de las inyecciones de suer^antitetánico.

Contusiones y cojeras.

No poclemos indicar tratamiento general cle las contusio-nes que no llegan a producir herida. Stt importancia dependede las zonas y órganos profundos afectados, y el tratamien-to debe obedecer a^esta razón. El labrador difícilmente pue-de darse cuenta de cuáles son dichos órganos ; por lo tanto.aconsejamos aquí la intervención del profesional.

A1 aparecer una cojera el animal debe guardar reposo, ysi así no cura, recurrir inmediatamente al Veterinario, paraatacar la enfermeclad al principio, antes cle que pueda hacer-se crónica y mermar en gran manera el valor del animal.

GR.AFICr1S UGUIK^,A - \1ELEVDE7. VALDES^ % - \I.ADRID