CorFomento – Comprometidos con la Formación humana y social.
PROGRAMA DE FORMACIÓN HUMANA 2017
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PROGRAMA DE FORMACIÓN HUMANA
2017
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Introducción El desarrollo de hábitos y valores configura una dimensión esencial de la educación de las personas. Por ello es aconsejable poner a disposición de los centros escolares y de las familias materiales y propuestas que favorezcan este aspecto educativo fundamental. Los valores humanos, éticos, sociales y cívicos son cualidades que configuran la personalidad, estructuran el carácter para entablar una convivencia positiva y ayudan decisivamente en la orientación fundamental de la propia vida. La educación sistemática en estos valores, consolidados en la forma de hábitos, contribuye a que el alumnado mejore su competencia para aprender y tener iniciativa, estimula la motivación, el esfuerzo y las capacidades de reflexión, síntesis y estructuración. Ayuda a niños, niñas y jóvenes a conocerse a sí mismos, a enfrentarse a los problemas, a experimentar y realizar proyectos en equipo, a trabajar de forma responsable, a relacionarse de manera respetuosa y proactiva con los demás y a asumir compromisos de valor contribuyendo al bien común de la sociedad en la que viven, y sirviendo así de base al desarrollo de las virtudes cívicas y a la mejora social. La complejidad de la sociedad actual y el pluralismo –más bien la ausencia– de valores exigen a la escuela y a las familias un esfuerzo por dotar a los niños y jóvenes de competencias humanas, éticas y cívicas para enfrentarse a la vida de manera fructífera y congruente. Si la instrucción es el conjunto de conocimientos y destrezas que los niños y jóvenes deben adquirir en los ámbitos lingüístico, matemático, técnico, cultural, ético y cívico, estético, etc., la formación del carácter es el conjunto de recursos personales que deben desarrollar para ser capaces de elegir bien su proyecto vital, para ser honestos y felices. Se trata en el fondo de actitudes, valores humanos y hábitos que han de estar presentes en todas las áreas curriculares, en el comportamiento general en el centro educativo y en las actuaciones de la vida cotidiana. Así, por ejemplo, en los ámbitos formativos se habla de competencias o habilidades transversales, que se consideran propias de una buena disposición para ejercer la interrelación con los demás y la facilidad de comunicación, el pensamiento crítico, el liderazgo, la capacidad de adaptación al cambio y de resolver problemas… Todas ellas tienen que ver con el desarrollo de una personalidad rica, equilibrada y madura. La promoción de los valores educativos y virtudes cívicas en las familias y en los centros escolares se muestra como un elenco de competencias fundamentales para la vida y el desarrollo personal. Se trata de fortalezas especialmente significativas en el perfeccionamiento de personalidades maduras. El elenco de las mismas sería casi inagotable, pero una simple enumeración es muy elocuente a la hora de advertir su importancia y su potencial: el respeto y la tolerancia, el esfuerzo, el trabajo bien hecho, la responsabilidad, la constancia, el orden, la iniciativa, la creatividad, la capacidad, la estética, la lealtad, el afán de superación, el autocontrol emocional, la deportividad, la resistencia a la frustración, la capacidad de compromiso, la ciudadanía activa a favor del bien común, la generosidad y la solidaridad… El foco donde se adquieren estas competencias es –de primera mano- en la familia y se refuerzan en la escuela. Pero si la familia falta, el centro educativo debe asumir el compromiso de una formación integral del alumnado. Suele decirse que lo que no se evalúa se devalúa. Esto también ocurre en el ámbito de la formación del carácter y el cultivo de los valores y actitudes. Por este motivo se plantea un sistema de indicadores para
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ayudar a identificar mediante la observación de la actividad diaria algunos valores más significativos al respecto, así como determinar su grado de desarrollo.
PREÁMBULO Honduras: zonas urbano-marginales No hay estructura social para una adecuada formación de los jóvenes en valores y virtudes. Honduras enfrenta un gran reto en temas de pobreza. Más aun lo que de ella se deriva: violencia, desigualdad,
injusticias sociales, etc.
De acuerdo al Boletín enero-diciembre 2016(*) el 77.8% de las muertes por homicidio se deben a ajuste de
cuentas (sicariato), relacionado con drogas, maras o riñas interpersonales.
Fuente: Dirección General de Medicina Forense/Policía Nacional/Monitoreo de Medios/Observatorio de la Violencia/Nacional-UNAH-Honduras
Fuente: Dirección General de Medicina Forense/Policía Nacional/Monitoreo de Medios/Observatorio de la Violencia/Nacional-UNAH-Honduras
1223557
343744
6671
156
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180
Problemas de tierra/herencia
Disparos al aire
Violencia Intrafamiliar
Accion Policial
Extorsión
Relacionados con Mras/Barras Bravas
Ajuste de cuentas (sicariato)
Muertes por homicidio segun posible movil en numero de casos del municipio del distrito central
N=994Sin dato=561
2 1 725 18 15 14 9 6 5 6 0 1 3 04 1 13
151
217
170
109
7139 34 27 19 9 14 4
0
50
100
150
200
250
Muertes por homicidios por grupos de edad segun sexo en numero de casos
MCD, Francisco Morazán
Mujeres Hombres
80.4%
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*Boletín No. 21 [Observatorio Local de la Violencia en el Distrito Central], publicado por el Instituto
Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS).
Las zonas más vulnerables son las urbano-marginales. Las características socioeconómicas que más
predominan en estas zonas, son:
Ausencia de centros educativos. Y si los hay, son de muy mala calidad educativa. También se suma
la influencia de las maras sobre los mismos: terminan convirtiéndose en puntos de venta de droga y
nichos para futuros miembros de pandillas.
Hogares desintegrados. Mamás solteras que tienen que generar ingresos para sostener a sus hijos
al mismo tiempo que se responsabilizan de facto por la formación humana de los futuros
ciudadanos. Unas 600 mil madres son jefas de familia* (más del 32% de los hogares hondureños).
*INE – Instituto Nacional de Estadística
Poca formación de los padres en temas de familia.
Violencia doméstica. En un menor número quedan las familias en las que viven mamá y papá; sin
embargo, las presiones económicas, falta de trabajo, el hambre, falta de educación, etc. los llevan a
generar un ambiente de mucha violencia intrafamiliar: cada año se reportan unos 20,264 casos de
violencia doméstica*. La transmisión de valores queda inhibida absolutamente.
*CEDIJ - Centro Electrónico de Documentación e Información Judicial
Ubicación geográfica de las escuelas promovidas por ACOES
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Es consecuente que en estas zonas se vean niños trabajando desde muy pequeños, involucrados de asuntos
de droga desde temprana edad, niñas convirtiéndose en madres en un abrir y cerrar de ojos, etc. La
necesidad, el hambre, la falta de educación y oportunidades dignas para trabajar, son el nicho perfecto en la
gesta de pandillas y maras. Ante el panorama real-crítico, es necesario intervenir.
Se puede intuir –a groso modo y con realismo– que la solución tiene que venir desde el lado de la escuela:
una muy buena educación académica y una buena formación en valores y virtudes acompañada de
oportunidades laborales dignas y justas. Dada la desigualdad social que impera en países como Honduras,
acceder a una educación de calidad sobrepasa el umbral de aspiraciones de una familia cuya prioridad es
llevar algo de comida a su estómago.
Sin embargo, en la zona de la Nueva Capital, en el Departamento de Francisco Morazán, existe un proyecto
–ACOES– impulsado por el padre Patricio Larrosa. El proyecto consiste en ofrecer una buena educación y
merienda alimenticia a familias de extrema pobreza. Es importante resaltar que, en esta zona, no hay
escuelas promovidas por la Secretaría de Educación. Los centros educativos que hay son únicamente los
promovidos por ACOES y atienden a más de 4 mil niños desde primer grado hasta bachillerato.
El acometido de ofrecer a estas familias una buena educación académica, ACOES lo ha cumplido muy bien
por medio de sus tres escuelas: Santa Clara de Asís, Santa Teresa de Jesús y Virgen de Suyapa (ya se está
impulsando una más: Virgen María).
Sin embargo es necesario impulsar un programa de formación en valores y virtudes en los niños y niñas de
estas escuelas.
JUSTIFICACIÓN
El carácter de una persona es, muy frecuentemente, lo que marca el techo de las posibilidades profesionales,
relaciones familiares o de amistad en una persona. Las más de las veces lo que nos falta no son más
conocimientos, títulos o idiomas, sino una mejor relación con los demás, dominar más los estados de ánimo,
saber organizarnos mejor, ser más cordiales y optimistas, comprender mejor los problemas propios y ajenos,
cultivar más y mejor los valores que dan luz y sentido a nuestra vida.
El éxito profesional de una persona no radica únicamente en sus capacidades académicas, juegan un papel
importante la formación humana, específicamente en valores y virtudes. De ordinario se espera que esta
formación la reciban en casa, directamente de sus padres y como ya se expuso previamente: no hay
estructuras de valor en la familia para una sana formación humana de los niños y niñas.
La zona en que se encuentran las escuelas está poblada por personas de escasos recursos, muchas por debajo
del umbral de la pobreza. Los alumnos que asisten a las escuelas proceden, en su mayoría, de familias
monoparentales u hogares en los que hay maltrato doméstico, promiscuidad, consumo de alcohol y falta de
una fuente de recursos económicos estable. Esta situación impide que se dé en ellas una adecuada y
consistente transmisión de valores, lo que, además de los riegos sociales que los alumnos corren debido a
ello, ha sido un importante factor para que su desarrollo académico posterior no sea óptimo.
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Es necesario que la intervención venga del lado de las profesoras y profesores de las escuelas, pues, llegar
por medio de los padres de familia sería difícil.
Sobre la virtud del orden.
Por ejemplo, cuando se habla de la virtud del orden –en un niño que crece en un ambiente familiar adecuado-
se hace referencia a que:
Recoge y orden el material que utiliza con autonomía, no es preciso dar instrucciones de cómo y
dónde hacerlo. Muestra actitudes positivas y de satisfacción personal.
Lleva al día sus responsabilidades, con eficacia, anima a los que tiene a su alrededor a hacer lo mismo.
Planifica su trabajo de forma autónoma y eficaz.
Organiza el tiempo de la actividad con criterios realistas y cumple sus previsiones.
En el trabajo en grupo marca impronta positiva en estos aspectos.
Etc… (Es importante considerar que, cuando se habla de orden no solo se hace referencia al orden
material, sino, al orden de la persona).
Lo que respecta a dicha virtud, es un conocimiento que inicia –o debería iniciar- desde muy temprana edad:
el período sensitivo de este valor se vive con la mayor intensidad entre el primer y tercer año (cómo
ordenan sus juguetes, horarios establecidos para comer, dormir, etc.). A partir de los siete años, por otro
lado, interesa que hagan propio los buenos hábitos que aprendieron en años anteriores (cómo organizan su
tiempo, horas fijas para dormir, etc.).
Sin embargo, un niño que crece en un hogar disfuncional, en zonas de riesgo y que carece de una estructura
social mínima (familia) es un niño que se habitúa a vivir en el caos, sin que le enseñen a ordenar. Y cuando
crezca tendrá más dificultad para elaborar un simple informe estructurado en su empresa o incuso para
establecer sus propias prioridades en la vida:
No recoge ni ordena el material que utiliza.
No lleva al día la agenda (incluso ni tiene agenda).
No organiza el tiempo de la actividad, improvisa y se despista con facilidad.
Empieza a hacer aquello que más le apetece, no lo que debe.
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Es perezoso, y llega a ser irascible si se le lleva la contraria y se le demanda mejorar en su trabajo, su
orden de vida u organización.
Sobre la virtud de la fortaleza y el trabajo.
Sólo por citar otro ejemplo. A través del trabajo nos realizamos a nosotros mismos, ganamos el sustento
propio y el de nuestra familia, y contribuimos al bien común y al progreso de la humanidad. Entre los siete y
los doce años se encuentra la etapa ideal para educar en el trabajo y en el esfuerzo ya que chicos y chicas se
encuentran bien predispuestos: es el momento para que los hijos se esfuercen. A esa edad los niños pueden
adquirir los hábitos con mayor arraigo y naturalidad.
Un niño que haya aprendido en la casa los aspectos básicos sobre estas virtudes (levantarse a su hora, estar
estudiando el tiempo previsto, cumplir sus compromisos aunque no tenga ganas, soportar un pequeño
malestar sin quejas, etc.) será alguien que:
Persevera con normalidad y esmero en su trabajo y persiste hasta que lo consigue.
Su ritmo de trabajo es muy bueno y normalmente no desfallece.
Afronta las dificultades con alegría y lucha por conseguir lo que quiere.
Le gustan los nuevos retos y aprender de lo que no sabe. Busca caminos diferentes y distintas
soluciones para llegar a su objetivo. Le gusta superarse.
Es capaz de intentar y repetir una acción muchas veces, volviendo a empezar si es preciso, hasta que
logra su objetivo.
Aprender y vivir esta virtud, es –a su vez- crecer en
Empeño en la obra bien hecha. Esfuerzo.
Fortaleza. Reciedumbre.
Laboriosidad. Aprovechamiento del tiempo.
Constancia. Perseverancia.
Magnanimidad. Audacia.
Paciencia.
Los valores y las virtudes humanas se transmiten en la familia. Pues es allí donde:
Se da prioridad al niño por el simple hecho de ser hijo.
Se tiene de primera mano el ejemplo de los padres de familia.
Allí es donde cada uno se comporta como realmente es.
Existe un clima óptimo basado en el amor y la afectividad.
Y si no se aprende en casa sobre el trabajo y el esfuerzo; de la mano de los padres de familia, el niño tendrá
ciertas deficiencias en su personalidad. Será alguien que se desanima muy fácilmente, comienza una tarea y
la deja a madias. Su motivación es pobra, al igual que su nivel de trabajo: no realiza las tareas escolares con
regularidad y en el trabajo en el aula necesita ser supervisado para que no lo deje sin terminar. Tiende a
abandonar una tarea ante la menor dificultad. En general, su conducta ante la vida será tal que:
No es capaz de enfrentarse a las dificultades y opta por mecanismos de lástima.
No se esfuerza y ante la mínima dificultad lo deja y cambia de tarea.
Le cuesta interesarse por nuevos temas.
No se marca retos ni le gustan.
Su ritmo de trabajo es desigual siendo casi siempre lento y falto de interés.
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Ello, hablando únicamente de un pequeño aspecto de la virtud del orden, el esfuerzo y el trabajo. Sin
embargo, es necesario hacer una “aproximación” de la necesidad de formar en valor y virtudes para
dimensionar la importancia que la misma tiene en el futuro de los niños; sólo por enumerar algunas: el
respeto y la tolerancia, la generosidad, el trabajo bien hecho, la responsabilidad, la constancia, la iniciativa,
la creatividad, la generosidad y solidaridad, espíritu de servicio…
Es necesario llegar a esta formación de la persona por medio de la escuela. Allí nace el Programa de
Formación Humana que consiste en la capacitación de docentes de las escuelas –concretamente de la Nueva
Capital- para que formen tanto a los alumnos como a los padres de familia en estas competencias.
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El Programa de Formación Humana busca –por medio de los docentes– rescatar las aspiraciones nobles de
todo niño(a): hacer el bien; enseñándole que, pese a las contrariedades del entorno, se puede vivir
dignamente, ayudar a su familia, crecer profesionalmente, etc. Mediante la transmisión de valores a jóvenes
de las zonas urbano-marginales (concretamente: La Nueva Capital, Distrito Central, Francisco Morazán).
Es necesario formar a los niños y niñas en las siguientes dimensiones (de allí se desprenderán los valores y
virtudes específicos a trabajar):
1. Hábitos y valores que facilitan la convivencia y la vida escolar a. Respeto hacia las personas b. Respeto hacia las normas c. Cuidado de los objetos y del entorno d. Amabilidad y empatía
2. Hábitos y valores que facilitan el trabajo y el estudio a. Organización y planificación b. Interés y atención c. Constancia y perseverancia d. Responsabilidad
3. Hábitos y valores que favorecen el bienestar personal y familiar a. Autoestima b. Confianza en los demás c. Equilibrio emocional d. Autocontrol
4. Hábitos y valores que favorecen el compromiso con las personas y la sociedad a. Solidaridad, generosidad y altruismo b. Cooperación, colaboración, compromiso social c. Proactividad y optimismo d. Disposición hacia la justicia
El programa tiene consiste en tres etapas:
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I. Formación de docentes.
II. Elaborar un plan de acción para cada escuela.
III. Implementación del plan de acción.
La primera etapa se desarrollará en las escuelas Santa Teresa de Jesús, Santa Clara de Asís y Virgen de Suyapa,
con el apoyo del personal directivo y docente. El rol de la escuela no será sólo como facilitador de información
académica, sino, como ente principal en la formación de la familia entera. Es requisito necesario, por tanto,
que haya mucho compromiso de la escuela a través de su personal directivo y docente.
Formar a los formadores
El Programa de Formación Humana tiene como eje principal formar a los docentes y directivos. Capacitarlos
para que puedan enseñar a los alumnos lo que en casa no han aprendido. En resumen: enseñar la teoría;
luego cada docente, con el compromiso personal, creatividad y buena disposición, transmitirá a la familia esa
formación recibida.
Objetivos
1. Capacitar un grupo de docentes para que –desde el aula de clase- “sustituyan” el rol de la familia
en cuanto a la formación de valores y virtudes de los alumnos.
2. Desarrollar en los docentes las competencias básicas para hacer una labor de mentoría que haga
posible el trato personal con los alumnos y los padres de familia.
3. Desarrollar, desde la escuela, un plan de formación en valores que, en la medida de lo posible,
supla las deficiencias que se dan en los hogares de los alumnos.
4. Formar un equipo coordinador de la labor de mentoría, para generar autonomía en el manejo del
proyecto a la mayor brevedad posible.
Plan de Acción
I. Temario
Primera sesión
Definición de las virtudes en la que se va a trabajar
Definir las fechas en las que se desarrollará el programa
Segunda sesión
Introducción al asesoramiento personal
Desarrollo del tema: La importancia de educar en valores
Tercera sesión
Educar en libertad y para la libertad. Estudio de documento
Educar la voluntad. Introducción a la educación en virtudes humanas
Cuarta sesión
Estudio de caso: Mario
Ética del asesoramiento personal
Quinta sesión
Estudio de caso: Yeison
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Virtudes cuyo núcleo son el orden y el autodominio (I parte)
Sexta sesión
Virtudes cuyo núcleo son el orden y el autodominio (II parte)
Familia y educación en virtudes humanas
Séptima sesión
Estudio de caso: Los privilegios de Juan
Virtudes cuyo núcleo son el trabajo y el esfuerzo
Octava sesión
Estudio de caso: las preguntas de María
Virtudes cuyo núcleo son la responsabilidad y la madurez
Educación de la afectividad y la sexualidad (I)
Novena sesión
Educación de la sexualidad (II)
Virtudes cuyo núcleo son la alegría y el optimismo
Evaluación general
Décima sesión
Definir el plan de intervención en la población estudiantil de las escuelas
II. Cronograma
Sesión s1 s2 s3 s4
Fecha mayo 24-jun. 15-jul. 29-jul.
Tópico Reunión con directivos
Introducción Libertad, Voluntad Análisis de caso, mentoría
Reseña
Definición de las virtudes en la que se va a trabajar
Definir las fechas en las que se desarrollará el programa
Introducción al asesoramiento personal
Desarrollo del tema: La importancia de educar en valores
Educar en libertad y para la libertad. Estudio de documento
Educar la voluntad. Introducción a la educación en virtudes humanas
Estudio de caso: Mario
Ética del asesoramiento personal
Duración (horas)
2 3 3 3
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Sesión S5 S6 S7 S8
Fecha 5-ago. 26-ago. 30-sept. 14-otc.
Tópico
Orden, Autodominio, estudio de caso
Orden, Autodominio, Familia, estudio de caso
Trabajo, esfuerzo, estudio de caso
Responsabilidad, madurez, afectividad y sexualidad, estudio de caso
Reseña
Estudio de caso: Yeison
Virtudes cuyo núcleo son el orden y el autodominio (I parte)
Virtudes cuyo núcleo son el orden y el autodominio (II parte)
Familia y educación en virtudes humanas
Estudio de caso: Los privilegios de Juan
Virtudes cuyo núcleo son el trabajo y el esfuerzo
Estudio de caso: las preguntas de María
Virtudes cuyo núcleo son la responsabilidad y la madurez
Educación de la afectividad y la sexualidad (I)
Duración (horas)
2 3 3 3
Sesión S9 S10
Fecha 28-oct. pendiente
Tópico Sexualidad, afectividad, alegría, optimismo
Plan de intervención de la escuela
Reseña
Educación de la sexualidad (II)
Virtudes cuyo núcleo son la alegría y el optimismo
Evaluación general
Desarrollar un plan de acción para implementar el programa en la escuela
Duración (horas)
3 2
III. Metodología
Sesión de trabajo con Directivos
Se coordinará una sesión de trabajo con los directivos de las escuelas con el objetivo de sondear cuales son
las necesidades más inmediatas en lo que se refiere a la formación humana de los docentes y alumnos. Una
vez definido los tópicos, se buscará una persona con mucha experiencia en el área para desarrollar dicho
temario.
Desarrollo de los contenidos
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Los contenidos se desarrollarán mediante clases magistrales y discusión de casos. Se pretende que los
docentes adquieran los conocimientos básicos relacionados con cierto valor y virtud, que pueda desarrollar
un plan de acción para intervenir en la vida de un alumno y su familia. Los docentes tendrán acceso a una
bibliografía mínima para la autoformación en temas de mentoría y adquisición de valores y virtudes en niñas
y niños de edad escolar.
Sesión de trabajo con Directivos
Posterior al desarrollo de los contenidos se tendrá otra reunión con los directivos de las escuelas con el
objetivo de esquematizar el plan de mentoría de todo el centro educativo, la forma en el que se le dará
seguimiento, coordinadores y la forma en que se va a medir los avances en un determinado tiempo.
IV. Apoyo de las escuelas
Las escuelas, por medio de su cuerpo directivo, se comprometen a poner los medios gestionando el espacio-
tiempo para el desarrollo de la temática y posteriormente, ejecutar el plan de acción en toda la escuela.
Bibliografía mínima
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Libro Autor
Educar hoy Fernando Corominas
El arte de enseñar a amar Juan José Javaloyes
La educación de las virtudes humanas David Isaacs
Padres, tutores e hijos José Antonio Alcázar y José Manuel Cervera
Los adolescentes y sus problemas Gerardo Castillo
Situaciones cotidianas de los adolescentes Teresa Artola
Educar los sentimientos Alfonso Aguiló
100 planes de acción Fernando Corominas
Carácter y valía personal Alfonso Aguiló Pastrana
Cómo educar la voluntad Fernando Corominas
Educar el carácter Alfonso Aguiló Pastrana
Educar en el ocio y el tiempo libre Pablo Garrido Gil
Educar en el orden Pablo Garrido Gil
Educar en libertad y responsabilidad Pablo Garrido Gil
Educar en positivo Fernando Corominas
Exigir para educar Eusebio Ferrer Hortet
Hijos, tutores y padres José M. Cervera y José A. Alcázar
Preparar a los hijos para la vida Gerardo Castillo Ceballos
Preparar la adolescencia Jorge Ordeig Corsini
Tu hijo de 10 a 12 años Alfonso Aguiló Pastrana
Tu hijo de 13 a 14 años Vidal Sánchez Vargas
Tu hijo de 15 a 16 años Santiago Herraiz
Tus hijos adolescentes Gerardo Castillo Ceballos
Virtudes humanas José A. Alcázar y Fernando Corominas
Resumen de las virtudes/valores a desarrollar
Plan de prevención de drogas (D.A.R.E.)
Magnanimidad. Ideales altos.
Honestos.
Libres.
Responsables.
Laboriosos.
Obedientes.
Amables.
Solidarios.
Serviciales.
Prudentes.
Ordenados.
Justos.
Capacitador
Msc. Róger Martínez Miralda
Memoria realizada por:
Claudia Gisela Moncada Zapata