Programa - uned.ac.cr · simbólicas e imaginarias como el juego, la chanza, el sentido del humor,...

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1 UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA VICERRECTORÍA ACADÉMICA ESCUELA CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Cátedra de Estimulación del Lenguaje Programa Licenciatura en Educación Preescolar: Estimulación y Corrección del Lenguaje BOLETIN N.2 Julio 2015

Transcript of Programa - uned.ac.cr · simbólicas e imaginarias como el juego, la chanza, el sentido del humor,...

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UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA

VICERRECTORÍA ACADÉMICA

ESCUELA CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

Cátedra de Estimulación del Lenguaje

Programa

Licenciatura en Educación Preescolar:

Estimulación y Corrección del Lenguaje

BOLETIN N.2

Julio 2015

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ACTIVIDADES REALIZADAS

DURANTE EL MES DE JULIO

CURRICULUM VITAE

Fernando Claudín di Fidio

[email protected]

Avenida de Orellana 16 1º B Leganés

Madrid 28911

Nacido en Madrid el 3 de abril de 1971

EGB en Colegio San Juan Bautista

BUP en IES Conde de Orgaz

Ha escrito numerosas obras como:

Una loca como un palo de escoba, Ediciones de la Torre, 1995

Muertos de la nada, Ediciones de la Torre, 1996

¡Ahueca el ala, Urbano! Ediciones S.M. 1997 Colección Alerta Roja

A cielo abierto, Editorial Anaya, 2000 Colección Espacio Abierto

La serpiente de cristal, Editorial Anaya, 2001 Colección Espacio

Abierto

Pacto de sangre, Editorial Anaya, 2002 Colección Espacio Abierto

La banda de Pepo, Editorial Anaya, 2003 Colección El duende verde

El embrujo de Chalbi, Editorial Anaya, 2004 Colección Espacio Abier-

to

Lou Andrea Salomé, la bruja de Hainberg, Editorial Diálogo 2005

Colección Avatar

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Paralelamente he dado numerosas conferencias con la editorial Anaya, en

encuentros con alumnos de primaria y secundaria que leían mis libros.

Obras que he publicado en papel:

Una loca como un palo de escoba, Ediciones de la Torre, 1995

Muertos de la nada, Ediciones de la Torre, 1996

¡Ahueca el ala, Urbano! Ediciones S.M. 1997 Colección Alerta Roja

A cielo abierto, Editorial Anaya, 2000 Colección Espacio Abierto

La serpiente de cristal, Editorial Anaya, 2001 Colección Espacio Abierto

Pacto de sangre, Editorial Anaya, 2002 Colección Espacio Abierto

La banda de Pepo, Editorial Anaya, 2003 Colección El duende verde

El embrujo de Chalbi, Editorial Anaya, 2004 Colección Espacio Abierto

Lou Andrea Salomé, la bruja de Hainberg, Editorial Diálogo 2005 Colección

Avatar

La banda de Pepo juega a los vikingos, Editorial Anaya, 2012 Colección

El duende verde.

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Este autor ofreció a la Cátedra el siguiente

artículo.

Fernando Claudín

España, 2015

Somos lo que leemos de chiquitos. La literatura es clave en la formación

del carácter y la personalidad durante la niñez. Los niños que no logran

engancharse a los libros presentan de adultos importantes carencias

afectivas y cognitivas y su capacidad empática respecto a sus iguales y el

mundo circundante se ve muy limitada. La literatura, en cierto modo, nos

enseña a soñar, a comprender y a proyectar nuestros pensamientos y

emociones. El fenómeno de la abstracción psicológica, que nos permite

salir de nosotros mismos, de nuestra mismidad, y proyectarnos en el

amplio mundo colectivo, es una dura tarea que resulta difícil de lograr sin

la ayuda de la literatura. Las demás artes son útiles a este respecto,

desde luego, sin embargo no alcanzan el profundo nivel de introspección

cognitiva. Porque la lectura es una actividad netamente introspectiva e

íntima, en la que vivenciamos lo leído para hacerlo nuestro y revestirlo

con nuestros propios pensamientos y emociones

ARTICULO

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En la actualidad, no obstante, tanto escritores como editoriales y

educadores han abandonado ese propósito aleccionador que en el

pasado tenía la literatura infantil. Antes los cuentos que se les

narraban a los niños poseían un claro mensaje educativo del que hoy

carecen las publicaciones que se entregan a nuestros hijos. La mejor

muestra de ello son los cuentos de hadas. Mediante esas preciosas

historias con moraleja nuestros antepasados lograban preparar

psicológicamente a los niños para enfrentarse en el futuro a las

difíciles pruebas de la vida. Por eso su trasfondo era muy real, incluso

dramático. Y para desgracia nuestra esas narraciones maravillosas se

han ido desvirtuando, las hemos despojado de su "cargamento de

enseñanza", por considerarlas quizá demasiado fuertes para el público

infantil, y ahora están descafeinadas. Por el hipócrita temor de herir la

sensibilidad infantil, privamos a los educandos de la sabia enseñanza

contenida en los cuentos de hadas, o directamente les damos la

espalda. Por ello sería conveniente recuperar el "espíritu de moraleja"

de los cuentos de hadas, para evitar que las nuevas generaciones

caigan en la degeneración tecnológica que anula su mundo interior -

psicológico y de pensamiento creativo- y les convierte en adictos a

unos productos de consumo que les hace prisioneros de la industria

más poderosa y perversa...

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Artículo elaborado por la Licda. Gabriela Ramírez Acuña,

Tutora Cátedra de Estimulación y Corrección del Lenguaje. UNED

Recuerdo la primera vez que hice café´. Tenía 6 años y estaba profundamente

enamorada de mi maestra de primer grado jajaja ella era maravillosa. Pero como

siempre, tenía una pequeña rivalidad con una compañerita “Mariana” y las dos

competíamos constantemente por la atención de la niña Yolanda.

Un día en la tarde al estar jugando en el jardín de mi casa, ví que la niña Yolanda

venía caminando por la acera frente a mi casa como en dirección a la casa de

“Mariana”… La llamé a gritos para saludarla y me contó que la mamá de mi

compañera la había invitado a tomar café.

En ese momento llamé a mi mamá para que saludara a la niña y se entretuvieran

hablando unos minutos. Mientras, corrí a la cocina y traté de recordar el proceso de

hacer café de mi mamá ¡y lo hice! Saqué el juego de tazas más bello que teníamos,

alisté galletitas; así que cuando la niña me llamó para despedirse, le dije que no se

podía ir todavía porque yo había hecho café y ya estaba servido. Obviamente ella no

me iba a hacer un desaire y se quedó con nosotras. Claro está, más tarde se fue a

casa de Mariana, pero para entonces ya no me importaba, había estado en mi casa

primero. Ah! Y el café se lo preparé YO.”

Adriana, 37 años.

La actividad lúdica y la alegría:

herramientas indispensables de un maestro.

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Para escribir este artículo, realicé una pequeña experiencia. Me pregunté,

cuando recordamos situaciones de nuestra infancia, ¿estarán todas ligadas a

un momento de juego? Solicité a mis hijos y a varios amigos, que

compartieran conmigo cualquier anécdota de infancia sin darles ningún deta-

lle o indicación más que esa. Efectivamente todas empezaban con frases simi-

lares a “Un día, estaba yo jugando cuando…”Decidí compartir la de mi amiga,

ya que hay tantos elementos en esa historia que nos daría para varios

artículos, de diversos temas, además de que me hizo reír muchísimo. Pero, si

bien la situación no se dio mientras jugaba, todo empezó mientras ella estaba

en su actividad cotidiana: el juego.

¿A qué punto quiero llegar? Realicen ustedes este mismo ejercicio, descubrirán que todo evento de la infancia está relacionado a alguna situación lúdica. Claro, porque éste es parte de la naturaleza humana. Rodríguez (s.f) al referirse a la doctrina de Froebel sobre el juego, menciona que éste no só-lo es un medio sino también un fin. “Fin porque es la manifestación libre y espontánea del interior, que origina el gozo, la libertad, la satisfacción, la paz consigo mismo y con los demás. Medio en cuanto que el juego representa el “retoño del trabajo”, que se desplegará en el pluriforme universo de la cultura, futuro de un trabajo creativo”.

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Es importante que definamos a qué nos referimos cuando hablamos de

actividad lúdica. Según Martínez, citado por Echeverri y Gómez

(2009, p. 3):

La lúdica como parte fundamental del desarrollo armónico humano, no

es una ciencia, ni una disciplina ni mucho menos una nueva moda. La

lúdica es más bien una actitud, una predisposición del ser frente a la

vida, frente a la cotidianidad. Es una forma de estar en la vida, y de

relacionarse con ella en esos espacios cotidianos en que se produce

disfrute, goce, acompañado de la distensión que producen actividades

simbólicas e imaginarias como el juego, la chanza, el sentido del

humor, el arte y otra serie de actividades, que se producen cuando

interactuamos sin más recompensa que la gratitud que producen

dichos eventos.

Una actividad lúdica es todo aquello que nos proporciona placer,

alegría, entusiasmo, risa, gozo; el juego no es sinónimo de actividad

lúdica, sino que forma parte de ella. Un viaje, una reunión entre

amigos, porque no, una cita romántica, por mencionar algunas

actividades cotidianas, son ejemplos de ésta. Es por ello que no

podemos decir que sea exclusiva de la etapa de la infancia. Los

adultos debemos de tener este tipo de experiencias diariamente, ya

que por medio de ellas desarrollamos una personalidad más positiva,

con herramientas para enfrentar situaciones difíciles que se nos

presentar a lo largo de la vida.

En la definición anterior, se habla de que es una actitud. Algunas

características de una persona que tiene una actitud lúdica son:

alegría, placer, gozo, disfrute, esperanza, creación, asombro,

curiosidad, ingenio, imaginación y buen humor. A mi parecer, todas

ellas deberían describir a una maestra de Preescolar.

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En la definición anterior, se habla de que es una actitud. Algunas caracterís-

ticas de una persona que tiene una actitud lúdica son: alegría, placer, gozo,

disfrute, esperanza, creación, asombro, curiosidad, ingenio, imaginación y

buen humor. A mi parecer, todas ellas deberían describir a una maestra de

Preescolar.

Nuestra personalidad definirá la forma en que desarrollemos nuestras

lecciones. Dos maestras pueden implementar la misma técnica en el aula,

desarrollar la misma actividad y nunca serán iguales. Su forma de ser

determinará la forma en que presente la experiencia a sus estudiantes y a

su vez, la forma en que ellos participen de la misma. Además, de que todos

los grupos son diferentes, cada niño es también diferente y esto hará que

los resultados varíen de un grupo a otro.

Si bien es cierto debemos responder a una política educativa, a un progra-

ma de estudios establecido por el Ministerio de Educación Pública, esto no

quiere decir que no tengamos la libertad de ser creativas y de imprimir

nuestro sello personal en cada cosa que hacemos.

El jardín de niños, no puede convertirse en una etapa previa a la escuela,

en donde el interés único sea adquirir las habilidades necesarias para un

adecuado desempeño escolar. Actualmente, observamos como la

escolarización de este nivel ha venido a desaparecer la magia del

preescolar. Atacado por ideas como que al preescolar solo se va a jugar,

siendo considerado esto como una pérdida de tiempo, cada actividad tiene

un objetivo, un fin, una intención; se han venido a sustituir momentos

llenos de fantasía, imaginación, alegría, construcción, compartir y creativi-

dad, por pilas del libros en donde el maestro sólo se ocupa de que se com-

pleten exitosamente al final del curso lectivo.

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llenos de fantasía, imaginación, alegría, construcción, compartir y

creatividad, por pilas del libros en donde el maestro sólo se ocupa de

que se completen exitosamente al final del curso lectivo.

Niñas, teachers, maestras, docentes, como sea que nos guste que nos

llamen… ¡No podemos permitir que esto suceda! Nuestro salón de clase

debe ser el laboratorio en donde se demuestre que aprender es

divertido, que la risa es un “reactivo” necesario para construir el

conocimiento, que el ambiente en donde nos desenvolvemos debe ser

agradable, motivador, flexible para poder adaptarse a cada una de las

actividades y experiencias que se proponen; y que nuestros

estudiantes saldrán preparados para enfrentar las distintas situaciones

que se les presente en los siguientes niveles, pues han adquirido las

herramientas necesarias para hacerlo.

Debemos convertirnos en el modelo que sigan otros colegas, para que

sin importar el nivel en el que trabajen, incorporen la lúdica y la

pedagogía del humor en sus prácticas. He visto profesores de

secundaria recurrir a este tipo de actividades para impartir

matemáticas, español, entre otros, logrando increíbles resultados,

creando un maravilloso ambiente en el que los estudiantes se sienten

felices y dispuestos a aprender, además de un vínculo de confianza con

ellos.

Viví la experiencia en la escuela, de que mi maestra de cuarto grado

tenía formación como maestra de Preescolar. ¡Fue el año más hermoso

de escuela! En mi aula habían áreas con materiales y juegos

educativos, teníamos títeres y cuentos. Realizó un concurso para que le

cambiáramos el nombre a las tareas y lo hiciéramos más divertido;

ecuerdo que ganó la propuesta de mi compañero José Agustín:

Taranspeculapio. ¡Nos causaba tanta risa cada vez que veíamos eso

escrito en la pizarra! Y nadie se quejaba por llevar trabajo para la casa,

porque ya no lo percibíamos así.

Con esta experiencia, vemos cómo la creatividad y el humor con que la

docente aborda los distintos aspectos que debemos trabajar en el aula,

es lo que hace la diferencia para lograr que el estudio genere placer e

interés en los estudiantes.

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Con esta experiencia, vemos cómo la creatividad y el humor con que

la docente aborda los distintos aspectos que debemos trabajar en el

aula, es lo que hace la diferencia para lograr que el estudio genere

placer e interés en los estudiantes.

El teatro, la música, la expresión corporal, los cuentacuentos, el

baile, el dibujo, la pintura, manualidades, los deportes, talleres de

cocina, excursiones, juegos didácticos, experimentos, compartir

anécdotas y situaciones graciosas que nos hayan pasado, chistes,

trabalenguas, adivinanzas y otros, son tan solo algunas de las

actividades que podemos tomar en cuenta en el planeamiento de

nuestro trabajo. Sí, planeamiento. Porque el hecho de que nuestra

herramienta de trabajo sea divertida, no quiere decir que carezca de

intencionalidad, siempre abierta a las situaciones que podamos

aprovechar y que de manera espontánea puedan presentarse en el

desarrollo de la misma, pero presentes los tres momentos didácticos,

a saber: evaluación, planificación y desarrollo.

Hoy en día tenemos la ventaja de contar con un fácil acceso a la

información, en internet podemos encontrar un sinfín de propuestas

de actividades, juegos, técnicas de arte, e ideas novedosas para

desarrollar en el aula. Pero el elemento más importante que debe

haber en cada una de las situaciones que llevemos a nuestro salón

de clases es el humor.

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Fernández, Solís y Francia, citados por Jáuregui y Fernández (2009, p. 2)

mencionan algunos de los beneficios que obtienen los docentes y sus

estudiantes, al practicar la docencia desde la pedagogía del humor. Estos

son: “establecer una mejor relación con los estudiantes, reducir el estrés

y la ansiedad, gestionar el conflicto, proporcionar una recompensa

emocional que motive la participación y el estudio, y comunicar la

materia más eficazmente, estimulando la atención, la creatividad y la

memoria”.

Porque nosotros mismos hemos sido estudiantes, sabemos la importan-

cia de que exista esa conexión entre los aprendientes y la maestra, ese

ambiente alegre que nos haga levantarnos con entusiasmo para ir a

nuestro Centro Educativo; porque como trabajadores tendremos ese

mismo deseo y motivación de llegar a disfrutar mientras sin darnos

cuenta estamos aprendiendo al igual que nuestros alumnos. De

demostrar que nuestro trabajo es el más hermoso y gratificante de todos

porque se adquieren aprendizajes significativos por medio de una

enorme carcajada que dejará una huella imborrable.

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Rodríguez Martínez, I. Federico Froebel: el jardín de la Infancia. (s.f)

http://scarball.awardspace.com/documentos/trabajos-de-filosofia/

Froebel.pdf

Echeverri, J.y Gómez, J. Lo lúdico como componente de lo pedagógico, la

cultura, el juego y la dimensión humana. Tomado de: Marco teórico investi-

gación sobre la dimensión lúdica del maestro en formación (2009) http://

blog.utp.edu.co/areaderecreacionpcdyr/files/2012/07/LO-LUDICO-COMO-

COMPONENTE-DE-LO-PEDAGOGICO.pdf

Fernández Solís, J y Jáuregui Narváez, E. (diciembre, 2009) “Risa y aprendi-

zaje: el papel del humor en la labor docente”. Revista Interuniversitaria de

Formación del Profesorado, N°66. http://www.aufop.com/aufop/

uploaded_files/articulos/1258588621.pdf

Referencia bibliográfica

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Ejercicios bucofaciales

Tutora: Esperanza Serrano

Praxias orofaciales o ejercicios bucofaciales: El docente y el niño

se sientan juntos con un espejo adelante, preferiblemente de

cuerpo entero, en el que el niño y la persona que trabajaba con

él se puedan ver.

La imitación del movimiento facial

El docente hace un movimiento facial y el niño debe imitarlo

tras la orden: (nombre del niño), ahora hazlo tú”.

Al niño al principio le cuesta mucho hacerlo, hay que ayudarle,

por ejemplo, colocar la mano en la boca para moverle los

labios, etc., pero siempre con mucha alegría y entusiasmo. Con

estos ejercicios hay que exagerar mucho los movimientos orofa-

cial.

Ejemplo, decirle al niño, abra la boca grande y diga

“AAAAAAAAAAAA…..”

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“Debemos escuchar al niño que fuimos un día y que existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de instantes mágicos”

Paulo Coelho