Proyecto “LibrOmente abiert@”ieselempecinado.centros.educa.jcyl.es/sitio/upload/Susana.pdf · a...

40

Transcript of Proyecto “LibrOmente abiert@”ieselempecinado.centros.educa.jcyl.es/sitio/upload/Susana.pdf · a...

Escrito a lo largo del curso 2013 - 2014 por alumnado de los centros

• Lycée Chaptal. París. Francia

• IES Basoko. Pamplona. España

• IES Isabel la Católica. Madrid. España

• Liceo Linguistico “Immanuel Kant”. Melito di Napoli. Italia

• Kantonsschule Limmattal. Urdorf. Suiza

• IES Juan Martín el Empecinado. Burgos. España

Proyecto “LibrOmente abiert@” e

IES Basoko. Pamplona. España IES Juan Martín el Empecinado. Burgos. España

Lycée Chaptal. París. Francia IES Isabel la Católica. Madrid. España

Liceo Statale “Immanuel Kant”. Melito di Napoli. Italia Kantonsschule Limmattal. Urdorf. Suiza

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

3

Esta es la primera La repercusión de la noticia en el instituto fue tremenda. Se notaba en el ambiente. Se sentía, olía a cadáver en todos los lugares.

Al parecer, una alumna de 4° de la ESO había sido asesinada en su cama, en el dormitorio del instituto.

Su cama estaba empapada de sangre. Su cabeza había sido encontrada debajo de la cama. Y el resto del cuerpo de la pobre chica no aparecía.

La policía interrogó a todos sus compañeros. Su mejor amiga Susana dijo que la víctima había estado rara, no había hablado nada el día del trágico suceso. Susana dio una descripción precisa de su amiga: se llamaba Victoria Farfala, era tímida, un poco reservada, era muy guapa, tenía el pelo rubio, ojos verdes y era muy alta.

El asesino o los asesinos dejaron una nota clavada en la puerta del aula 13 en la que Victoria asistió a clase de matemáticas el día de su asesinato. Esta nota decía: “Ésta es la primera”. La policía aseguró que la nota había sido escrita con la sangre de la chica.

Al día siguiente, Susana enmudeció también y en su rostro podía verse el terror.

El descubrimiento Después de ser interrogada, Susana regresó a su habitación y decidió darse un baño. Al entrar, notó un extraño olor. Intrigada por ello, empezó a buscar el origen del hedor. Se acercó a la bañera, corrió la cortina y se quedó paralizada. Ahí dentro se hallaba el cadáver decapitado de Victoria. En lugar de cabeza, había una nota que decía: “Tú serás la siguiente”. En el reverso estaba su foto. Era ella.

Al encontrarse con aquella visión aterradora, decidió salir inmediatamente a buscar ayuda de la policía. Transcurrieron bastantes minutos desde su llegada a la comisaría y el regreso a la habitación. Cuando volvieron, el cuerpo ya no estaba.

Empezaron a pensar que el asesino se encontraba dentro del recinto. Entre la policía y los encargados del caso, acordaron no dejar salir a nadie e interrogar a todo aquel que hiciera cual-quier movimiento extraño.

En ese momento, todos desconfiaban de todos.

Capítulo 1 - Lycée Chaptal. París. Francia

Capítulo 2 - IES Basoko. Pamplona. España

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

4

La sospecha

Tras cerrar las puertas del centro, Susana en su habitación seguía hablando con los policías.

– ¡Que todo el mundo acuda a la biblioteca! –se oyó la voz del director por los altavoces.

Cuando Susana llegó a la biblioteca acompañada por los policías, todos la miraban y cuchi-cheaban. Ella deseaba que todo fuera una pesadilla y despertar, pero no era así: todo era real.

¿Quién habría matado a Victoria? Ya nadie confiaba en nadie. Cualquiera era sospechoso.

Las chicas habían deseado ser Victoria, todas la envidiaban. ¿Podría haber sido la envidia la que terminara con Victoria? Podría haber sido un chico, uno de los muchos a los que Victoria rechazó. ¿El rencor era la principal causa de una muerte? Tal vez, incluso, podría haber sido un profesor, un profesor harto de que una niñata de 16 años siempre lo corrigiera y le hiciera sentir inferior. ¿Qué profesor no sentiría rabia por eso? Solo el director se libraba de las sospechas, o tal vez no…

De pronto, se apagaron las luces y todos comenzaron a chillar y moverse descontrolada-mente. Alguien tapó la boca a Susana y la llevó a rastras hacia los baños. Se volvieron a encender las luces. Se escuchaba el silencio, se olía el miedo.

El número 13

Al encender las luces el miedo de Susana se transformó en alivio. La persona que la había llevado al baño era su amigo León que, preocupado por su suerte quería protegerla y le avisa de que ella está en la lista de los sospechosos. Mientras los dos reflexionaban sobre lo ocurrido

vieron en la ventana del servicio escrito un mensaje con sangre que decía: "Empieza a investigar sobre ti misma".

Susana se puso todavía más nerviosa y empezó a ir de acá para allá sin conseguir calmarse. Sudaba frío y por eso se reco-gió el pelo para lavarse un poco la cara con agua fría. León se acercó a ella y le dijo: “¡Joder! ¡El número trece!”

– ¿De qué hablas León? ¿Estás loco o qué te pasa?

– ¡Mírate en el espejo!

Reflejándose en el espejo Susana se dio cuenta de que el tatuaje que se hizo el verano pasado con Victoria para celebrar su amistad, era precisamente el número trece, día en el que se conocieron.

Capítulo 3 - IES Isabel la Católica. Madrid. España

Capítulo 4 - Liceo Linguistico “Immanuel Kant” Melito di Napoli -Italia

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

5

Pensando en todo lo ocurrido, Susana y León notaron que había demasiadas coincidencias: el cadáver de Victoria fue encontrado en el aula trece del instituto; ambas chicas tienen el mismo tatuaje y su amiga fue asesinada justo el día trece.

–¡Y ahora nos toca a nosotros!

–¿Por dónde empezamos?– dijo Susana asustada por ser la próxima víctima.

–Por el día en que os conocisteis... – contestó León.

''Vista al pasado''

Susana contó a León la historia del día en que Victoria y ella se conocieron. Comenzó contándole que se conocieron en un parque, que además de ellas dos había una tercera chica que se llamaba Rebeca, que ésta también se había tatuado el número 13 y que habían pasado las tres muchos momentos inolvidables juntas…

No olvidó mencionar que no habían vuelto a saber nada de ella desde que tuvieron una fuerte discusión las tres, especialmente Victoria y Rebeca aunque después le afectó también a ella.

Por un momento Susana se paró a pensar… ¿Cómo sabía León que iba a estar escrito un mensaje para ella en el baño al que justamente la había llevado? ¿Y si él tenía algo que ver con todo lo que estaba pasando? ¿Y si no era tan bueno como ella creía? Por un momento el pánico se apoderó de ella, pero sabía que no podía aparentar ser débil, no podía, o al menos no por el momento, y más aún ante él por si tenía algo que ver con todo lo que estaba pasando… Pero no pudo controlarse todo lo que la hubiese gustado, los recuerdos la invadían y abatida cayó al suelo justo cuando en su mente destacó nítida la imagen del número 13 cortado por la mitad en el cuello de su amiga, no sabía si esto sería una pista.

En ese momento León la sacó de sus pensamientos tendiéndole la mano para ayudarla a levantarse. Las piernas de Susana flojeaban, así que León la hizo ascender hasta colocarla de pie agarrándola de la cintura. Entonces se dio cuenta de que León, aprovechando el movimiento, había metido una carta en el bolsillo de su abrigo. No tenía fuerzas para decir nada así que se limitó a irse a su habitación, comenzó a leer la carta y… no podía creer lo que ponía…

<< Buenas, soy yo…>>

Capítulo 5 - IES Juan Martín el Empecinado. Burgos. España

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

6

La carta

Buenas, soy yo .Rebeca ¿Te acuerdas de mí? Solíamos

pasar buenos ratos hasta aquel día en que todo cambió…

Estarás leyendo la carta y preguntándote por qué te escribo

después de tanto tiempo y como es que León te la ha entre-

gado; es el intermediario. Probablemente no sabrás que es

mi primo. Hay dos razones: la primera, extrañaba saber de

ti. Hace tantos años que no recibía noticias tuyas... La segun-

da, hay algo que debes saber.

Todo se remonta a aquel día en el que supe que Victo-

ria se veía todos los días con ese hombre, tú sabes a quién

me refiero. A aquel hombre al que conocimos en el parque

donde jugábamos de pequeñas, el que nos dio aquellos caramelos que nunca comimos; los guar-

damos como recuerdo de aquel día en el que afianzamos nuestra amistad.

Sé que le recuerdas. Era alto, robusto, muy educado; todo un galán. Bien. Ahora que te has

parado a pensar y le has recordado, quiero decirte algo sobre él; no te asustes. Estos años que

hemos estado sin vernos, he estado notando cosas extrañas que sucedían a vuestro alrededor. Os

notaba nerviosas y decidí no perder detalle sobre cada uno de sus movimientos. Se llama Ricardo

Blanco, tiene cuarenta y tres años y es Canadiense. Vino aquí por motivos de trabajo. Llegó el

mismo día que nosotras le conocimos. Esto que debo decirte no es fácil. Es tu profesor de Ma-

temáticas.

¿Una pista?

Después de leer la carta Susana se quedó sin palabras. No sabía qué hacer. Pensaba en el hombre del parque; nunca se había dado cuenta de que era su profesor, pero la verdad es que siempre le había parecido algo raro. No estaba segura si entregar la carta a la policía o enfrentar-se con el profe ya directamente. Si él fuese el asesino, la podría matar a ella también. Pero tam-bién pensaba en Rebeca. Si sabía todo esto, ¿por qué no había informado a la policía? Quizás no tuviera suficientes pruebas y ahora quiere que ella, Susana, investigue. Al imaginarse que el profe mató a Victoria y que Susana estaba todos los días con él en las clases de matemáticas... ¡Qué horror!

Tantas preguntas le pasaron por la cabeza: ¿Puedo confiar en León? ¿Por qué sabe Rebeca tanto? ¿Por qué no nos había avisado antes? ¿Seré yo la siguiente? ¿Cómo me puedo proteger? ¿En quién puedo confiar? Le entró el pánico y se empezó a marear. Como ya era tarde decidió dejarlo para el día siguiente y se fue a la cama.

Capítulo 6 - IES Basoko. Pamplona. España

Capítulo 7 - Kantonsschule Limmattal. Urdorf. Suiza

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

7

... iba a la habitación de Victoria para decirle algo. Al entrar en el cuarto veía por la ventana

a su mejor amiga peleándose con su profe de matemáticas. Susana se asustaba y se quedaba

parada para observarlos. De repente notaba el cuchillo en el cinturón del hombre. Iba a pedir

ayuda cuando él lo sacaba y le cortaba la cabeza a Victoria…

Entonces se despertó gritando muy fuerte. Estaba bañada en sudor frío. Se levantó enseguida y se vistió rapidísimo. El sueño fue una pista para ir al cuarto de Victoria para buscar una llave que había escondido en la maceta de su planta. Llegó corriendo a la habitación y entró sin llamar a la puerta. Tiró todas las cosas que estaban en la mesita al suelo para llegar a la planta. Allí seguía la llave. Encima del armario había una caja que se abría con la llave. Susana sacó un librito y lo abrió.

«Viernes, 13 de abril:

Querido diario…»

Revelaciones Viernes, 13 de abril

“Querido diario:

¿Por qué tengo una vida tan difícil? Ya no puedo vivir así, todos los días recibo cartas anóni-

mas que me asustan, que me avisan que voy a morir. ¡Ojalá fuera una pesadilla, pero es bien real!

No sé por qué me acosan. Yo no he hecho nada, no tengo enemigos, nunca le hice daño a

nadie. Por culpa de este acoso ya no puedo concentrarme en la clase de matemáticas que me

encanta.”

Lunes, 12 de mayo

“Pienso que la persona que me manda los mensajes es Gregorio, un compañero que se

sienta a mi lado en clase de matemáticas, pues esta mañana se le cayó el cuaderno al suelo y

dentro tenía muchos recortes de periódicos.”

Susana se horrorizó porque Gregorio se le había declarado ese mismo día. Entonces, Susa-na, aunque muy chocada, decidió llamar por teléfono a Gregorio.

–Sí, dígame… –contestó Gregorio al otro lado del teléfono.

–Hola, soy Susana. Tengo algo que decirte… –respondió rápida.

Capítulo 8 - Lycée Chaptal. París. Francia

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

8

La cita

Susana tragó saliva y continuó:

–Siento haber sido tan borde contigo antes, he tenido problemas y no estoy de humor.

–¿Quieres que hablemos? –dijo Gregorio.

–Sí, necesito hablar contigo, en persona.

–¿Quedamos, entonces?

–¿Te viene bien esta tarde?

–Claro, perfecto –respondió Gregorio.

–¿Dónde quedamos?

–Tú espera fuera de tu habitación, yo iré a buscarte…

–Va… –trató de hablar Susana.

–A las cinco –colgó el teléfono Gregorio.

Susana comía en el comedor del internado y León se sentó a su lado.

–Traigo algo para ti -dijo y puso un papel en la mano de Susana. Cuando iba a leerlo el profesor de matemáticas la interrumpió.

–Susana, sé que no estás pasando un buen momento, pero no puedes dejar atrás las asig-naturas y mucho menos las matemáticas, que es lo que mejor se te da –le dijo y le tocó el pelo–. Espero que estudies para el examen de mañana. Adiós.

–Gracias, profe, me esforzaré.

–Por favor, Susana, no olvides leer la nota –insistió León antes de marcharse.

Susana guardó la nota en el bolsillo, quería leerla cuando estuviera sola, pero no lo hizo.

A las cinco de la tarde, Susana esperaba impaciente a Gregorio, que no llegaba. Ya cansada, fue a buscarlo a su habitación. Entró en ella y encontró a Gregorio tirado en el suelo, inconscien-te. Asustada, salió para avisar a algún profesor, cuando Ricardo apareció tras ella y la metió en la habitación a la fuerza.

A Susana se le cayó la nota al suelo en la que ponía: “Susana, encié-rrate en tu habitación esta tarde, no salgas a ninguna parte, te han prepara-do una trampa”.

Capítulo 9 - IES Isabel la Católica. Madrid. España

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

9

Nadie es lo que parece

Confusa por lo que había leído y ya cansada por todos los mensajes, dejó de pensar en eso e intentó salir de la habitación pero la puerta estaba cerrada. Susana ya no podía más, se echó a llorar y sin darse cuenta se durmió.

Soñó muchas cosa bellas, algunas que no veía o recor-daba desde hace mucho tiempo; pero de repente en sus sueños apareció su amiga Victoria que le repitió muchas veces que todas las personas que estaban a su alrededor no eran lo que parecían.

–Susana, Susana, ¿dónde estás? –oyó tras la puerta.

–León, ayúdame, ¡abre la puerta por favor! –suplicó

León abrió la puerta.

–¿Por qué estás aquí?

–Ha sido Ricardo. Me ha encerrado en esta habitación y no sé porqué.

–No te preocupes. Vete a tu habitación sin decir nada.

Mientras volvía a su habitación pensó en Gregorio que estaba aún inconsciente. Ella querría ir pero tenía mucho miedo así que entró a su habitación. Para ocupar su tiempo decidió leer otra página del diario de Victoria para buscar otros indicios.

Miércoles,14 de mayo:

¡Qué horror! Hoy he descubierto que mi amado León, el chico que cada día veo y me llena el

corazón, obliga a Gregorio a molestarme. ¿Por qué lo hace?

No puedo dejar de pensarlo...

Con los ojos desgranados Susana no se lo creía. Estaba incrédula: ¿León? ¡Es imposible, es mi mejor amigo! El me ha dicho siempre todo y también antes me había ayudado. ¡Necesito hablar con él!

Lo encontró en el bar de la escuela y vio que estaba escribiendo al ordenador. Esperó un momento y cuando él se fue, se acercó y vio en la pantalla una conversación abierta.

Empezó a leer...

Las lágrimas les cayeron por la cara...

–¡No me lo puedo creer! ¡Ha sido él...! –se dijo a sí misma.

De repente León llegó y viendo a Susana le preguntó enfadado:

–¿Qué estás haciendo? León... ahora dame explicaciones sobre todo esto. ¡Dime la verdad!

Capítulo 10 - Liceo Linguistico “Immanuel Kant” Melito di Napoli -Italia

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

10

Evasivas

León, sin decir nada, cogió el ordenador y salió del bar sin dar explicaciones. Susana se quedó blanca, sin intentar detenerlo. Más tarde, ella recibió un mensaje que decía: ‘’Tenemos que hablar. Quedamos después del toque de queda en la clase 13. León.’’

En ese mismo instante en el que Susana leía el mensaje, Ricardo y León estaban reunidos pensando en lo que el último debía contar.

-–Tienes algo que explicarme, ¿no crees? Aquello que leí…–comenzó Susana con voz tem-blorosa.

–Qué es lo que has leído?–contestó él.

-–Lo leí todo. Absolutamente todo. Tú estabas al tanto de todo lo que estaba pasando, de la muerte de Victoria, los anónimos, las pistas... ¿Por qué?

–Todo es un malentendido. ¿Ves?– le dijo León enseñándole la tapa del ordenador. –No es mío. ¿Recuerdas el último día en la clase de Matemáticas? Es de Gregorio.

–No entiendo nada -dijo ella muy confusa- ¿Por qué tienes su ordenador?, ¿Quién dejó inconsciente a Gregorio?, ¿investigabas?, ¿por eso lo cogiste?, ¿Sospechabas que él tenía algo que ver en todo esto?, ¿cómo sabías eso?

–Debo irme, viene alguien– dijo León.

En ese momento ninguno de los dos se dio cuenta de que había otra persona escuchándolo todo.

Capítulo 11 - IES Basoko. Pamplona. España

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

11

Malas noticias

El comisario estaba escribiendo en su cuaderno todo lo que decían los chicos y se acercó para darles la funesta noticia:

–Lo siento mucho muchachos, Gregorio ha sido apuñalado, acabamos de encontrar su cuerpo en el pasillo de los dormitorios.

León se cayó al suelo por la impresión y Susana se quedó de piedra, no podía ni hablar ni llorar.

El comisario les contó que Gregorio tenía en su mano derecha las cuentas de un collar.

Ricardo que se había quedado impasible hasta entonces, al oír la palabra collar se puso blanco, lo que el comisario notó.

El comisario les anunció también que tras las investi-gaciones habían descubierto que el profesor de matemáti-cas era el padre de Susana.

Susana muy impresionada decidió volver a su habitación y Ricardo la siguió porque tam-bién empezaba a sentirse muy mal. Y en el rellano se desplomó. Le salieron manchas negras por todo el cuerpo, estaba claro de que había sido envenenado.

En ese mismo momento Susana recibía un mensaje, su amiga Rebeca había sido agredida violentamente el día anterior y estaba en coma en el hospital.

Susana

Susana aprovechó el desconcierto provocado por las atropelladas informaciones y se coló en el despacho que se había habilitado para que trabajase el comisario. Buscaba algún hilo con-ductor o alguna pista que aportase luz a tanto desconcierto. Sobre la mesa se extendían innume-rables documentos, objetos y fotografías. Se detuvo en contemplar la foto en que se veían las

Capítulo 12 - Lycée Chaptal. París. Francia

Capítulo 13 - IES Juan Martín el Empecinado. Burgos. España

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

12

cuentas del collar en la mano de Ricardo y sintió un vahído que la turbó un instante breve pero suficiente para llevarla a un pasado borroso y perturbador. Después se detuvo en una carpeta roja con su nombre y al abrirla, mientras volvía la mirada para comprobar que nadie la observa-ba, vio dentro de ella fotografías de una familia feliz, recortes de periódicos del pasado que describían hechos violentos, informes médicos y psiquiátricos, apuntes tomados a mano por el propio inspector, escritos de los compañeros del instituto… Pero la llamó la atención una carta manuscrita dirigida al inspector en la que aparecía su nombre subrayado en rojo.

Susana se quedó paralizada. Las cuentas del collar volvieron a aparecer en su mente pero esta vez el collar estaba completo y no eran las manos de Gregorio la que lo sujetaban.

Se sintió turbada. Salió rápido de aquella sala. Iba sin rumbo, perdida en la frontera de lo real y los recuerdos. Un montón de voces irreconocibles retumba-ban en su cabeza.

Estimado comisario:

Hola, quería advertirle sobre la peligrosidad de este caso. El peligro está en Susana ya

que tiene un problema de cambio de personalidad que le sucede con frecuencia, especialmen-

te por las noches. Esto la lleva desde pequeña a hacer cosas malas sin ser consciente de ello.

En su estado habitual Susana es una niña muy buena, amable, amigable y simpática con

todo el mundo; pero, cuando sufre esos trastornos se aparta del mundo y se convierte en

una irreconocible persona fría y malvada. A veces no está, se va, se pierde en el misterio de

sus pensamientos.

Victoria es la única persona que la había hecho no ser fría y calculadora, quien la había

ayudado cada vez que se ponía muy nerviosa porque hablaban de ella y de las cosas que

hacía. León, ahora un poco incómodo a su lado y perplejo, también la ha querido mucho

siempre

Por favor, vigílela ya que podría estar detrás de los sucesos de los últimos días. Yo llevo

haciéndolo muchos años y ya que debido a traumas del pasado no me reconoce he procurado

estar siempre a su lado para protegerla, cuidarla y evitar que cometiese cualquier torpeza.

Ahora podría habérseme ido de las manos.

No estoy seguro de nada. Siempre pensé que Susana era incapaz de hacer daño a nadie

a pesar del rencor que guarda en lo más profundo de su trastocada memoria. Siempre he

procurado que se relacione con buenas personas pero no sé si he sido capaz de conseguirlo.

Suerte y, por favor, cuide de mi hija.

Ricardo

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

13

La pesadilla

Susana corría. Las voces de su cabeza la estaban volviendo loca. Tropezó con una roca cayéndose a un lago. Susana llegó a tocar el fondo del lago, agitaba los brazos intentando salir a la superficie, pero era imposible, como si alguien la hubiera cogido de los pies y le impidiera salir a tomar el aire. Susana estaba agobiada, era tan grande el miedo que tenía... Entonces vio su cara aparecer desde lo lejos acercándose a ella. Susana observaba a León algo aliviada ya que pensaba que la salvaría, pero no, León jamás tendría la intención de salvarla, eso no era lo que él quería.

Susana no podía más, se estaba quedando sin aire...

Se despertó bañada en sudor. Puso su mano en el pecho, su corazón latía tan fuerte que parecía que se le iba a salir. Intentó tranquilizarse, al fin y al cabo todo había sido una pesadilla.

–Susana, al fin despiertas– dijo acercándose una mujer a ella. Susana la miraba con miedo, esa no era su habitación.

–Toma estas pastillas, te vendrán bien– dijo la mujer metiéndole las pastillas en la boca a la fuerza.

Susana las escupió.

–Déjame– gritó agitada. Intentó levantarse de la cama, pero las correas que salían de ésta, apretaban fuertemente sus tobillos.

Entonces recordó el momento en el que la internaron en el hospital psiquiátrico.

Recuerdos inevitables

La carta del padre al comisario la había afectado tanto que no pudo mante-

nerse de pie. Las voces retumbando en su cabeza le hicieron perder el control sobre

si misma, se sintió mareada y tuvo que sentarse en el suelo del pasillo. Muchos

recuerdos del pasado le empezaron a llegar a su cabeza y ya no sabía ordenarlos. Ya

no se podía defender contra los pensamientos y empezó a gritar y a llorar descontro-

ladamente, con el deseo de que alguien la escuchara y la ayudara. De repente León

llegó corriendo para sujetarla y calmarla. Gritó socorro hasta que llegó el comisario

que –conociendo el estado mental de Susana– la llevó directamente al hospital

psiquiátrico antes de que pudiera hacerle daño a nadie.

Y ahora estaba aquí, atada a esta cama del hospital. Desde la ventana que estaba abierta le llegó un olor a cigarrillo... este olor tan especial, conocido, ¿pero de dónde? ...

Capítulo 14 - IES Isabel la Católica. Madrid. España

Capítulo 15 - Kantonsschule Limmattal. Urdorf. Suiza

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

14

Se veía en su habitación de niña, veía

cómo él entró por primera vez con esas

intenciones. Cómo la miró. Cómo la tocó. No

hablaba nada. Solamente se tomó lo que

quería. El dolor acompañado por este olor a

cigarrillo mezclado con sudor. El olor de su

padre.

Este olor la perseguía desde entonces. Aunque siguieron su vida diaria ignorando lo sucedido, la relación entre ellos ya no era la misma. Su padre se pasaba por su cuarto por las noches. Ella no lo quería, le tenía miedo, asco, se sentía ahogada; pero no se atrevió a contárselo a nadie. Iba alejándose cada vez más de él.

Como si su padre hubiera sentido que se había vuelto débil y aislada del mundo exterior, le regaló un collar divino, diciéndole: „¿Ves el cariño que te tengo, amor? Nadie tiene que enterarse de nuestra conexión tan especial, mi muñeca. Para que no les dé celos, no se lo cuentes a nadie. Va a ser nuestro secreto”.

¡Me he vuelto loca!

Susana se apoyó en su cama.

–Entonces, ¿Quién será tu próxima víctima?– preguntó Susana a Victoria riendo.

–Deja de bromear... Esta noche voy a salir con Carlos.

Susana se enfadó y le preguntó

–¿Por qué? ¡Sabes que Carlos me gusta!

Victoria se puso nerviosa.

–Ya lo sé... ¡Pero es un chico tan guapo!

Susana se quedó en casa, enfadada por lo que Victoria le había hecho. Era muy celosa de todos los chicos con quien Victoria salía casi cada noche.

Su doble personalidad siempre maltrataba a Victoria, y ella no era capaz de comprender por qué.

De repente, la escena cambió totalmente.

Gregorio enseñó el collar a Susana, que se puso nerviosa: era su collar, y nadie tenía que conocer los recuerdos que contenía.

Capítulo 16 - Liceo Linguistico “Immanuel Kant” Melito di Napoli -Italia

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

15

–¿Te lo ha regalado tu padre? – preguntó Gregorio.

La mitad malvada de Susana empezó a agitarse en su mente, y de repente ella se volvió loca y lo atacó.

Otro flashback se apoderó de su mente.

–¡AAAAAAAAAHHH! ¿Qué haces con ese cuchillo? – gritó Victoria.

–Siempre has sido más guapa que yo. Siempre has salido con chicos que me gustaban. Siempre he sido tu sombra, y todo esto tiene que terminar. Adiós, Victoria."

De repente, Susana volvió a la realidad. No podía creer lo que había pasado.

–¡Es verdad... la carta es real... todo es verdad... estoy loca!

El fin

Ya no me quedan más fuerzas para seguir, esta presión me está superando.

Cada día que pienso en aquello… no podía ser cierto. Así que, después de todo,

aunque esto me haya costado, he tomado una decisión. Lo digo aquí, a falta de

tiempo, pensando que alguien lo escuchará; de hecho, estoy segura de que alguien

lo hará. Una vez que esto acabe encontraréis estas imágenes, este último adiós. Por

mi cabeza es ya la única opción que pasa, no se me ocurre nada más que hacer, sólo

desaparecer, y desaparecer para siempre, porque ha llegado el momento. Lo peor

no es haber tomado la decisión, no es la decisión en sí, es la carga que supone. Nada

más que cuatro personas la entenderéis, o quizás ni esas cuatro personas siquiera,

el problema es que yo sí la entiendo, y muy bien, y estoy dispuesta a llevarla a cabo.

Una vez Victoria me dijo que no había que huir de los problemas, si no enfren-

tarse a ellos. ¡Ella había sido tan genial, me había dado siempre tan buenos conse-

jos! No soy capaz de creer su muerte. Ahora voy con ella, asumo mis errores; ojalá

pudiese cambiar mi vida por la suya; total, yo hoy moriré igual.

Digo adiós, el último. Que esto quede como algo personal dirigido a quien lo

vea, que le sirva de lección. Hoy me voy, pero los que quedáis no seáis cobardes

como yo, enfrentaos a los problemas; odio a la gente cobarde, me odio tanto, me

miro al espejo y me doy asco, pienso en mí y me doy asco, estoy rota y soy un caos, y

así ni avanzo ni quiero avanzar. ¡Soy tan frágil y débil! He intentado encontrar algo

que me haga feliz, y al final he tomado la decisión acertada a la hora de irme. Os

deseo una dulce vida, creo que es lo único que puedo desear, yo sé el sabor que

tiene una vida amarga y no, no lo quiero para nadie, o eso digo ahora que mi mente

me deja y me mantiene cuerda. Y antes de que esto acabe me despido, espero que

me podáis perdonar también por esto… Recordadme si queréis, sólo así seguiré viva.

Y ahora, tú que puedes, ayúdame a morir.

Capítulo 17 - IES Juan Martín el Empecinado. Burgos. España

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

16

El comisario se dejó caer hacia atrás en su sillón y agachó la cabeza cubriéndola con sus manos entrelazadas, como si la hundiera en el repaso de cada uno de los detalles de aquel caso buscando algún sentido a tanta desgracia y sufrimiento. Acababa de ver el vídeo que las cámaras de seguridad del psiquiátrico habían grabado en la habitación donde se encontraba internada Susana. Lo había visto una y otra vez con la meticulosidad de un profesional que no acepta cerrar sus casos sin llegar al último detalle. Había escuchado una y otra vez las frases entrecortadas y las palabras arrastradas que pronunciara Susana en su despedida. Había contemplado una y otra vez las imágenes de aquella niña en su cama con el gesto abandonado y la mirada perdida centrada en el objetivo de la cámara de seguridad. Se había preguntado una y otra vez por la última frase de Susana: “tú que puedes, ayúdame a morir”.

Luego, agitado y nervioso por comprobar la veracidad de una nueva pista, rebobinó el vídeo y lo detuvo en el momento en que, como un velo que lo difumina todo, una cortina de humo, quizá de algún cigarrillo, se elevaba desde algún rincón invisible hasta la videocámara de seguri-dad.

***

SSSSusana TraduccionesTraduccionesTraduccionesTraducciones

francésfrancésfrancésfrancés

italianoitalianoitalianoitaliano

alemánalemánalemánalemán

Traducción al francés Chapitre 1

Celle-ci est la première

La répercussion de la nouvelle au lycée fut terrible. Il y avait une ambiance étrange. On le sentait, partout ça sentait le cadavre. Le bruit courait qu’une élève de seconde avait été tuée dans son lit, dans le dortoir du lycée. Son lit était imbibé de sang. On avait retrouvé sa tête sous le lit. Et on ne retrouvait nulle part le reste du corps de la pauvre fille. La police avait interrogé tous ses camarades. Sa meilleure amie Susana dit que la victime avait eu une attitude étrange, qu’elle n’avait pas parlé du tout le jour du funeste événement. Susana fit une description précise de son amie : elle s’appelait Victoria Farfala, elle était timide, un peu réservée, elle était très belle, elle avait les cheveux blonds, les yeux verts et elle était très grande. L’assassin ou les assassins laissèrent un message cloué sur la porte de la salle 13 où Victoria avait assisté au cours de mathématiques le jour de son assassinat. Ce message disait : « Celle-ci est la première ». La police affirma que le message avait était écrit avec le sang de la jeune fille. Le lendemain, Susana devint muette aussi et sur son visage on pouvait y voir de la terreur.

Chapitre 2

La découverte

Après avoir été interrogée, Susanne retourna à sa chambre et décida de prendre un bain. En y entrant, elle sentit une étrange odeur. Intriguée, elle commença à en chercher l’origine. Elle s’approcha du bain, poussa le rideau de douche et fut paralysée. A l’intérieur se trouvait le corps décapité de Victoria. A la place de sa tête se trouvait un mot qui disait : « Tu seras la prochaine ». Au dos du papier se trouvait une photo, c était elle. Après cette vision de terreur, elle décida de sortir immédiatement pour demander de l’aide à la police. Il s’é-tait écoulé plusieurs minutes depuis son arrivée au commissariat et prit donc la décision de retourner chez elle. Ils commencèrent à penser que l’assassin se trouvait dans l’enceinte du lycée. Entra alors la police et les res-ponsables du lycée, ils s’accordèrent sur le fait de ne laisser personne sortir et d’interroger toute personne qui se comporterait de manière étrange. Dans ce genre de situation, tout le monde se méfiait de tout le monde.

Chapitre 3

Le doute

Après la fermeture des portes du lycée, Susana était encore dans sa chambre à parler aux policiers. -Que tout le monde se rende à la bibliothèque! La voix du directeur résonnait dans les enceintes. Quand Susana se rendit à la bibliothèque, accompagnée par les policiers, tout le monde la regardait et chu-chotait. Elle voulait que tout cela soit un mauvais rêve et qu'elle puisse enfin se réveiller, mais ce ne l'était pas : tout était réel. -Qui a tué Victoria? Il y avait quelque chose de suspect. Les filles voulaient toutes être à la place de Victoria, toutes l'enviaient. L'auraient-elles enviée si elles de-vaient finir comme Victoria? Peut être que c'est l'un des nombreux garçons que rejetait Victoria qui lui avait fait ce-la ? La rancune était- elle la cause principale de la mort ? Peut être même que c'était un professeur, un professeur excédé qu'une jeunette de 16 ans le corrigeât en permanence et le rabaissât sans cesse : Quel professeur n'aurait pas ressenti de la rage ? Seul le directeur ne figurait pas dans la liste des suspects ou peut être que oui. Soudain, les lumières s’éteignirent et tous se mirent à crier et à se déplacer de manière incontrôlable. Quel-qu'un ferma la bouche de Susana et la traîna vers les douches. On écoutait, la peur se faisait ressentir.

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

18

Chapitre 4

Le numéro treize

Quand les lumières s’allumèrent, la peur de Susana se transforma en soulagement. La personne qui l’avait amenée jusqu’ aux toilettes était son ami Léon qui, préoccupé par son sort, voulait la protéger et la prévint qu’elle était dans la liste des suspects. Pendant que les deux réfléchissaient sur ce qui leur était arrivé, ils virent sur la fenê-tre des toilettes, un message écrit avec du sang qui disait : « Commence par enquêter toi-même ». Susana devint encore plus nerveuse et commença à se démener pour se calmer. Elle était trempée de sueur froide et elle attacha ses cheveux pour se laver un peu le visage avec de l’eau froide. Léon s’approcha d’elle et lui dit : « La vache! Le numéro treize! De quoi parles-tu Léon ? T’es fou ou quoi ? Regarde dans le miroir ! » En se reflétant dans le miroir, Susana se rendit compte que le tatouage qu’elle s’était fait l’été dernier avec Victoria, pour célébrer leur amitié, était le numéro treize, le jour où elles s’étaient connues. Pensant à ce qu’il leur est arrivé, Susana et Léon remarquèrent qu’il y avait trop de coïncidences : le cadavre de Victoria fut trouvé dans la salle treize du lycée ; les deux filles avaient le même tatouage et leur amie avait été assassinée le treizième jour. « Et maintenant c’est à nous ! Par où va-t-on commencer? dit Susana Et Léon répondit : « Par le jour ou vous vous êtes connues…. »

Chapitre 5

Retour en arrière

Susana raconta à Léon, le jour où Victoria et elle s’étaient connues. Elle commença par raconter qu’elles s’é-taient rencontrées dans un parc et qu’il y avait en plus une troisième fille qui s’appelait Rébecca, qui elle aussi s’était faite tatouer le nombre 13 et qu’elles avaient passé des moments inoubliables ensemble. Elle n’oublia pas de mentionner qu’elles ne l’avaient pas revue et qu’elles ne savaient rien d’elle depuis qu’el-les s’étaient disputées toutes les trois, spécialement Victoria et Rébecca même si plus tard cela l’avait affectée aussi. Pendant un moment, Susana se mit à réfléchir… Comment Léon savait-il qu’il y aurait un message pour elle dans la salle de bain où elle était allée ? Et s’il avait quelque chose à voir avec tout ce qui s’était passé ? Et s’il n’était pas aussi innocent qu’elle pensait ? Pendant un moment, la panique s’empara d’elle, cependant elle savait qu’elle ne pouvait pas se montrer faible, du moins pas pour le moment et d’autant plus qu’elle ne savait pas s’il avait quel-que chose à voir avec tout ce qui s’était passé. Mais elle ne pouvait contrôler ses sentiments pour lui, les souvenirs l’envahirent ; abattue, elle s’écroula sur le sol jusqu’au moment où surgit clairement dans son esprit l’image du nu-méro 13 coupé en deux au niveau du cou de son amie, elle ne savait si cela était une piste. A ce moment-là, Léon la sortit de ses pensées en lui tendant la main pour l’aider à se relever. Les jambes de Susana chancelèrent, Léon la mit debout en l’attrapant par la ceinture. Elle se rendit compte alors que Léon en profi-tait pour lui déposer une lettre dans la poche de son manteau. Elle n’avait pas assez de force pour lui dire quoi que ce soit, aussi elle se contenta de rentrer chez elle, commença à lire la lettre et elle ne put pas croire ce qu’elle y voyait. « Bonjour, je suis …»

Chapitre 6

La lettre

Salut c’est moi, Rebecca. Tu te souviens de moi ? Nous avions l’habitude de passer de bons moments jusqu’au jour où tout a changé. Tu dois être en train de lire cette lettre et tu es sans doute en train de te demander demande-ras pourquoi je t’écris après tout ce temps et pourquoi c’est Léon te la remise : il est l’intermédiaire. Tu ne sais pro-bablement pas qu’il est mon cousin. Il ya deux raisons à cela : la première est que cela me manquait d’avoir de tes nouvelles. Il y a tant d’années que je n’en ai pas eues. La deuxième, c’est qu’il y a quelque chose que tu dois savoir. Tout cela remonte au jour où j’ai su que Victoria et cet homme se voyaient quotidiennement. Tu sais de qui je parle, c’est l’homme que nous avons connu dans le parc où nous jouions enfants, qui nous donnait ces caramels que nous ne mangions jamais. Nous les gardions comme souvenir de ce jour où nous avons renforcé notre amitié. Je sais que tu t’en souviens. Il était grand, costaud très bien élevé, toujours beau. Bon. Maintenant que tu y

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

19

repenses et que tu t’en rappelles. J’aimerai te dire quelque chose sur lui. N’aie pas peur. Durant ces années que nous avons passées sans nous voir, j’ai constaté des choses bizarres dans votre entourage. J’ai pu constater que vous vous étiez nerveuses et j’ai décidé de suivre chacun de ses mouvements. Il s’appelle Ricardo Blanco il a qua-rante-trois ans et il est canadien. Il est venu ici pour son travail. Il est arrivé le jour même de notre rencontre. Ce que je dois te dire n’est pas facile : c’est ton professeur de mathématiques.

Chapitre 7

Un indice?

Après avoir lu la lettre Susana resta sans mots. Elle ne savait pas quoi faire. Elle pensait à l'homme du parc. Jamais, elle ne s'était rendu compte que c'était son professeur, mais la vérité est qu'elle avait toujours trouvé qu'il avait quelque chose de bizarre. Elle n'était pas sûre de remettre la lettre à la police ou de faire face au prof directe-ment. Si c'était l'assassin, il pourrait la tuer elle aussi. Mais elle pensait également à Rebeca. Si elle savait tout ça, pourquoi n'en avait-elle pas informé la police? Peut-être qu'elle n'avait pas suffisamment de preuves et maintenant elle voulait que Susana enquête. S'imagi-ner que le prof avait tué Victoria et que Susana était tous les jours avec lui en cours de mathématiques...Quelle hor-reur ! Tant de questions lui passèrent par la tête. Puis-je avoir confiance en Léon ? Comment est-ce que Rebecca savait tout ça ? Pourquoi n'avait-t-elle pas prévenu plutôt ? Serais-je la suivante ? Comment puis-je me protéger ? À qui puis-je faire confiance ? Elle paniqua et commença à avoir mal au cœur. Comme il était tard, elle décida de lais-ser tout cela pour le jour suivant et alla se coucher. ...Elle allait rendre visite à Victoria pour lui dire quelque chose. En entrant dans la chambre, elle vit par la fenê-

tre sa meilleure amie se disputant avec son professeur de mathématiques. Susana prit peur et resta immobile pour les

observer. Tout à coup, elle remarqua un couteau à la ceinture de l'homme. Elle allait demander de l'aide quand il sor-

tit la lame et coupa la tête de Victoria...

Là, elle se réveilla en criant très fort. Elle était recouverte de sueur froide. Le cauchemar fut une piste pour aller dans la chambre de Victoria pour trouver la clé qu'elle avait cachée sous une plante. Elle arriva en courant dans la chambre et entra sans frapper à la porte. Elle jeta toutes les choses qui étaient sur la petite table au sol pour at-teindre la plante. Là, elle trouva la clé. En haut de l'armoire, il y avait une boîte qui s'ouvrait avec la clé. Susana trou-va un carnet et l'ouvrit. Il disait : « Vendredi 13 avril, Cher journal...» Chapitre 8

Révélations

Vendredi 13 avril Cher journal,

Pourquoi ai-je une vie si difficile ?

Je ne peux pas continuer à vivre ainsi, tous les jours je reçois des lettres anonymes qui m'effraient, qui m'aver-

tissent que je vais mourir.

Pourvu que ce soit un cauchemar ! Mais c'est bien réel !

Je ne sais pas pourquoi on me harcèle.

Je n'ai rien fait, je n'ai pas d'ennemis, je n'ai jamais fait de mal à personne.

A cause de ce harcèlement, je ne peux pas me concentrer en cours de mathématiques que j'adore".

Lunes, 12 de mayo Je pense que la personne qui m'envoie les messages est Gregorio, un camarade assis à côté de moi en cours de

mathématiques.

Puisque ce matin il a fait tomber son cahier par terre et à l'intérieur il y avait beaucoup de coupures de jour-

naux.

Susana fut horrifiée parce que Gregorio lui avait déclaré sa flamme précisément ce jour-là. Alors Susana, bien que très choqué, décida d'appeler Gregorio. Gregorio-"Allo? Oui? ..." Susana - "Salut, c'est Susana. J'ai quelque chose à te dire." …

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

20

Chapitre 9

Le rendez-vous

Susana avala sa salive et poursuivit : -Je regrette d’avoir été si désagréable avec toi tout à l’heure, j’ai eu des problèmes et je suis de mauvaise hu-meur. -Veux-tu que nous parlions ? –proposa Gregorio. -Oui, j’ai besoin de parler avec toi, en tête à tête. -On se donne rendez-vous alors ? -Tu es libre cet après-midi ? -Oui, tout à fait – répondit Gregorio. -Où nous retrouvons-nous ? -Tu attendras devant ta chambre, j’irai te chercher. -Euh…-Susana allait parler. -A cinq heures – Gregorio raccrocha. Susana déjeunait à la cantine de l’internat et León s’assit à côté d’elle. J’ai quelque chose pour toi – dit-il et il mit un papier dans la main de Susana. Au moment où elle allait le lire, elle fut interrompue par le professeur de mathématiques. -Susana, je sais que tu traverses une mauvaise période, mais tu dois être attentive en classe et surtout en maths, c’est là où tu réussis le mieux – il lui dit ceci en lui caressant les cheveux. J’espère que tu vas travailler pour préparer le contrôle de demain. Au revoir. -merci monsieur, je ferai de mon mieux. S’il te plaît Susana, n’oublie pas de lire ce petit mot, Léon insista sur cela avant de partir. Susana garda le petit mot dans sa poche, elle voulait le lire quand elle serait seule, mais elle ne le fit pas. A cinq heures de l’après-midi, Susana attendait impatiemment Gregorio, qui n’arrivait pas. Fatiguée d’atten-dre, elle alla le chercher dans sa chambre. Elle entra et trouva Gregorio par terre, inconscient. Effrayée, elle sortit pour prévenir un professeur. C’est à ce moment là que Ricardo apparut derrière elle et la poussa de force dans la chambre. Susana fit tomber le petit mot sur lequel il était écrit : « Susana, enferme-toi dans ta chambre cet après-midi, ne va nulle part, on t’a préparé un piège. »

Chapitre 10

Aucune personne n’est ce qu’elle paraît.

Confuse à cause de ce qu’elle avait lu et fatiguée par tous les messages, elle ne pensa plus à cela et essaya de sortir de sa chambre mais la porte était fermée. Susana n’en pouvait plus, elle se mit à pleurer et finit par s’endor-mir. Elle fit de beaux rêves, elle rêva de choses qu’elle ne voyait pas ou dont elle ne se souvenait pas depuis long-temps ; mais soudain dans ses rêves apparut son amie Victoria qui lui avait répété de nombreuses fois qu’elle devait se méfier de toutes les personnes qui l’entouraient -Susana, Susana où es-tu ?- entendit-elle derrière la porte. -León, aide-moi, ouvre la porte je t’en prie- supplia-t-elle. Léon ouvrit la porte. -Que fais-tu là ? -C’est Ricardo. Il m’a enfermé dans cette chambre et je ne sais pas pourquoi. -Ne t’inquiète pas ? Va dans ta chambre et ne dis rien. Au moment où elle retournait dans sa chambre elle pensa à Gregorio qui était encore inconscient. Elle voulait y aller mais elle eut très peur et donc elle retourna dans sa chambre. Pour passer le temps elle décida de lire une autre page du journal intime de victoria pour chercher des indices. Mercredi 14 mai :

Quelle horreur ! Aujourd’hui j’ai découvert que Léon, le garçon que je fréquente tous les jours et que j’adore,

pousse Gregorio à m’embêter. Pourquoi fait-il une chose pareille ?

Je ne cesse d’y penser…

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

21

Elle avait beau ouvrir grand les yeux elle avait du mal à croire ce qu’elle lisait. Elle n’y croyait pas ; León ? C’est impossible, c’est mon meilleur ami ! Il m’a toujours tout dit et il m’a aussi aidé. Il faut que je lui parle ! Elle le trouva à la cafétéria du lycée et elle vit qu’il écrivait quelque chose sur l’ordinateur. Elle attendit un moment et quand il partit, elle s’approcha et vit sur l’écran une conversation ouverte. Elle se mit à lire… Des larmes coulaient sur ses joues… -Je ne peux pas y croire ! C’est lui… ! – pensa-t-elle. Sur ce vint León et en le voyant Susana lui demanda très en colère : -Qu’est-ce que tu fais ? León…Explique-toi sur tout ceci. Dis-moi la vérité.

Chapitre 11

Faux-fuyants

Léon, sans prononcer le moindre mot, prit l'ordinateur et sortit du bar sans donner d'explications. Susana pâlit, sans essayer de le retenir. Plus tard, elle reçut un message qui disait : « Nous devons parler. Rendez-vous après la sonnerie dans la salle 13. Léon » Pendant que Susana lisait le message, Ricardo et Léon s'étaient retrouvés ; pensant à ce que Léon devait dire. "-Tu as des choses à m'expliquer, non ? J'ai lu quelque chose tu sais, commença Susana avec une voix trem-blante. -Qu'est-ce que tu as lu? -J'ai tout lu. Absolument tout. Tu savais tout ce qui était en train de se passer, de la mort de Victoria, aux anonymes, les indices... Pourquoi ? -Tout est un malentendu. Tu vois ? lui apprit Léon en tapant sur l'ordinateur, ce n'est pas le mien. Tu te sou-viens du dernier jour, pendant le cours de maths ? C'est celui de Gregorio. -Je ne comprends rien dit-elle, confuse. Pourquoi est-ce que tu as son ordinateur ? Qui a laissé Gregorio in-conscient ? Tu as enquêté ? C'est pour cela que tu l'as pris? Tu le suspectais d'avoir quelque chose à voir avec tout ça ? Comment tu le savais? -Je dois partir. Quelqu'un arrive » dit Léon. A ce moment, aucun des deux ne se rendit compte qu'il y avait quelqu'un d'autre et qu'il avait tout écouté. Chapitre 12

Mauvaises nouvelles

Le commissaire écrivait dans son carnet tout ce que les jeunes disaient et il s’approcha d’eux pour leur annon-cer la mauvaise nouvelle : -Je suis désolée jeunes gens, Gregorio a été poignardé, nous venons de retrouver son corps dans le couloir du dortoir. León s’écroula tant il fut impressionné et Susana demeura comme pétrifiée, elle ne pouvait ni parler ni pleu-rer. Le commissaire leur raconta qu’ils avaient retrouvé dans une main de Gregorio les perles d’un collier. Ricardo qui était demeuré impassible jusqu’alors, en entendant le mot collier devint blême, ce que le commis-saire remarqua. Le commissaire leur annonça également qu’après enquête on avait découvert que le professeur de mathéma-tiques était le père de Susana. Susana très choquée décida de retourner dans sa chambre et Ricardo décida de la suivre parce qu’il commen-çait à se sentir mal aussi. Et dans le couloir il s’écroula. Des tâches noires apparurent sur tout son corps, c’était une évidence, il avait été empoisonné. Au même moment, Susana recevait un message, son amie Rebeca avait été violemment attaquée la veille et était à l’hôpital dans le coma.

Chapitre 13

Susana

Susana profita de la confusion créée par toutes ces récentes nouvelles et se faufila dans le bureau qu’on avait aménagé pour que l’inspecteur puisse travailler. Elle cherchait un fil conducteur ou une piste qui pourrait éclairer

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

22

tant de désarroi. Sur la table étaient dispersés de très nombreux documents, des objets et des photos. Elle regarda attentivement la photo où on voyait les perles du collier dans la main de Ricardo et elle sentit mal un bref moment, mais suffisamment long pendant lequel ressurgit un passé flou et inquiétant. Ensuite elle porta son attention sur une chemise rouge sur laquelle était écrit son nom et en l’ouvrant, alors qu’elle se retournait pour vérifier que personne ne l’observait, elle vit à l’intérieur des photos d’une famille heureuse, des coupures de journaux du passé qui décou-vraient des faits violents, des rapports médicaux et psychiatriques, des notes manuscrites de l’inspecteur, des lettres de camarades de son lycée…Mais une lettre manuscrite dirigée à l’inspecteur dans laquelle son nom apparaissait souligné en rouge attira particulièrement son attention.

Susana était comme pétrifiée. Les perles du collier lui revinrent en tête mais cette fois-ci le collier était entier et ce n’étaient pas les mains de Gregorio qui le tenaient. Elle était troublée. Elle sortit rapidement de cette salle. Elle allait sans savoir où elle allait, perdue dans la frontière entre le réel et les souvenirs. Un tas de voix retentissaient dans sa tête.

Chapitre 14

Le cauchemar

Susana courrait. Les voix dans sa tête étaient en train de la rendre folle. Elle trébucha sur une pierre et tomba dans un lac. Susana toucha le fond du lac, elle agitait ses bras essayant de sortir à la superficie mais c’était impossi-ble, comme si quelqu’un l’avait prise par les pieds et l’empêchait de rejaillir pour respirer. Susana étouffait, elle avait très peur…Alors elle vit apparaître son visage au loin qui s’approchait d’elle. Susana observait León, un peu soulagée car elle pensait qu’il la sauverait, mais non, León n’avait pas l’intention de la sauver, ce n’était pas ce qu’il voulait. Susana n’en pouvait plus, elle ne pouvait plus respirer… Elle se réveilla, en sueur. Elle mit sa mains sur sa poitrine, son cœur battait si fort qu’on aurait dit qu’il allait exploser. Elle essaya de se calmer, après tout ce n’était qu’un cauchemar. -Susana, tu te réveilles en fin – lui dit une femme qui s’approchait d’elle. Susana la regardait effrayée, ce n’é-tait pas sa chambre. -Prends ces comprimés, ils te feront du bien – affirma la femme en lui mettant les comprimés de force dans la bouche. Susana les recracha. -Laisse-moi, cria-t-elle très agitée. Elle essaya de se lever du lit, mais des sangles serraient fortement ses che-villes. Alors elle se souvint du moment où on l’ait emmené à l’hôpital psychiatrique.

Chapitre 16

Ne vous fiez pas aux apparences

Susana s’appuya contre son lit. -Alors, qui sera ta prochaine victime ?-demanda Susana à victoria en riant. -C’est pas drôle…Ce soir je sors avec Carlos. Susana se fâcha et lui demanda

Cher commissaire : Bonjour, je voulais vous prévenir d’un danger. Le danger c’est Susana, elle est très dangereuse car elle a un problème de chan-gement de personnalité. Cela lui arrive assez souvent, surtout la nuit. C’est ce qui la pousse à commettre des atrocités sans qu’elle en ait conscience. Dans son état normal, Susana est une jeune fille adorable, aimable, une amie sensationnelle, très sympa avec tout le monde ; mais quand c’est la maladie qui prend le dessus elle s’éloigne du monde et elle devient une toute autre personne, froide et méchante. Parfois elle est comme absente, elle part, elle se perd dans le mystère de ses pensées. Victoria était la seule personne qui l’avait rendue moins froide et calculatrice, elle l’avait aidée chaque fois qu’elle s’énervait pace qu’on avait parlé d’elle et des choses qu’elle faisait. León, aujourd’hui un peu mal à l’aise et perplexe, l’avait aussi tou-jours beaucoup aimée. Je vous en supplie, surveillez-la car il se pourrait qu’elle soit derrière tous les événements de ces jours-ci. Moi je le fais depuis des années ? Comme elle ne me reconnaît pas à cause de faits traumatisants du passé j’ai toujours essayé d’être à ses côtés pour la protéger, prendre soin d’elle et éviter qu’elle ne fasse une bêtise. Aujourd’hui je ne la contrôle peut-être plus. Je ne suis sûr de rien. J’ai toujours pensé que Susana était incapable de faire du mal à quelqu’un malgré la rancœur qu’elle conserve au plus profond de sa mémoire perturbée. J’ai toujours fait en sorte qu’elle fréquente des personnes gentilles mais je ne sais pas si j’ai réussi. Bonne chance, s’il vous plaît, prenez soin de ma fille. Ricardo

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

23

-Pourquoi fais-tu cela. Tu sais bien que Carlos me plaît. Victoria s’énerva. -Je le sais…Mais il est si beau ! Susana resta chez elle, fâchée à cause de Victoria. Elle était très jalouse de toutes les conquêtes de Victoria qui sortait presque tous les soirs. Sa double personnalité malmenait toujours Victoria et elle n’était pas capable de comprendre pourquoi. Soudain, la scène changea complètement. Gregorio montra le collier à Susana qui s’énerva : c’était son collier et personne ne devait connaître les souve-nirs qu’il contenait. -C’est ton père qui te l’a offert ?-demanda Gregorio. Le côté obscur de Susana commença à agiter son esprit et soudain elle devint folle et l’attaqua. Un autre flashback s’empara de son esprit. -AAAAAAAAAAAH ! Que fais-tu avec ce couteau ? – cria Victoria. -Tu as toujours été plus belle que moi. Tu es toujours sortie avec des garçons qui me plaisaient. J’ai toujours été ton ombre et cela doit cesser. Adieu Victoria. » Soudain Susana revint à la réalité. Elle ne pouvait croire ce qui était arrivé. -C’est vrai…la lettre est vraie…tout est vrai…je suis folle ! Chapitre 17

La fin

Je n’ai plus la force de poursuivre, c’est trop de pression pour moi. Chaque jour quand je pense à ce qui s’est

passé…ça ne peut pas être vrai. Alors, après tout, même si c’est dur, j’ai pris une décision. Je le dis ici, j’ai peu de

temps, j’espère que quelqu’un le comprendra ; en fait, je suis certaine que quelqu’un le comprendra. Une fois tout ceci

terminé vous trouverez ces images, ce dernier au revoir. C’est la seule chose désormais qui me passe par la tête, je ne

vois pas ce que je pourrais faire d’autre, il ne me reste plus qu’à disparaître, et disparaître pour toujours, le moment

est arrivé. Le pire c’est d’avoir pris la décision, ce n’est pas la décision en soi, mais le poids qu’elle suppose. Seulement

quatre personnes comprendront ma décision, ou peut-être même pas toutes les quatre, le problème c’est que moi je

la comprends et parfaitement et je suis prête à aller jusqu’au bout.

Une fois Victoria m’a dit qu’il ne fallait pas fuir les problèmes, mais y faire face. Elle était si géniale, elle me

donnait toujours d’excellents conseils ! Je ne pas croire à sa mort. Maintenant je la rejoins, j’assume mes erreurs, si

seulement je pouvais donner ma vie pour qu’elle vive, de toutes façons aujourd’hui je vais mourir.

Je tire ma dernière révérence. Que ceci demeure comme quelque chose de personnel s’adressant à qui veuille

bien le voir, que cela serve de leçon. Aujourd’hui je pars, mais vous qui restez ne soyez pas aussi couards que moi,

affrontez les problèmes ; je déteste les couards, je me hais, je me regarde dans le miroir et je me dégoute, je pense à

moi et je me dégoute, je suis brisée et je suis un chaos, et ainsi je ne parviens pas à et avancer et je ne veux pas avan-

cer. Je suis si fragile, si faible. J’ai essayé de trouver quelque chose qui me rende heureuse et finalement j’ai pris la

bonne décision en décidant de partir. Je vous souhaite une vie heureuse, je crois que c’est la seule chose que je peux

désirer, je connais le goût que peut avoir une vie amère et non, je ne la souhaite à personne, ou c’est ce que je dis

maintenant que mon esprit me donne un instant de répit loin de la folie. Et avant que cela ne finisse je vous dis au

revoir, j’espère que vous pourrez me pardonner aussi pour cela… Souvenez-vous de moi si vous le souhaitez, je survi-

vrai seulement dans votre souvenir.

Et maintenant, toi qui le peux, aide-moi à mourir.

Le commissaire s’assit sur son fauteuil et baissa la tête en la couvrant de ses mains entrecroisées comme s’il la plongeait dans le souvenir de chacun des détails de cette affaire en cherchant un sens à tant de malheur et de souf-france. Il venait de voir la vidéo que les caméras de sécurité de l’hôpital psychiatrique avaient enregistrée dans la chambre où se trouvait Susana. Il l’avait vue et revue avec la méticulosité d’un professionnel qui n’accepte pas de classer un dossier sans être parvenu à trouver le dernier indice. Il avait écouté maintes et maintes fois les phrases coupées et les mots lents qu’avait prononcés Susana dans ses adieux. Il avait regardé plusieurs fois les images de cette gamine dans son lit, immobile, le regard perdu, centré sur l’objectif de la caméra de sécurité. Il s’était interro-gé maintes fois sur la dernière phrase de Susana : « Toi qui le peux, aide-moi à mourir. » Puis, agité et nerveux car il voulait vérifier la possibilité d’une autre piste, il rembobina la vidéo el l’arrêta au moment où, comme un voile qui floute tout, un écran de fumée, d’une cigarette sûrement, s’élevait depuis un recoin invisible jusqu’à caméra vidéo de sécurité.

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

24

Traducción al italiano 1. E' solo la prima

La ripercussione della notizia nella scuola fu tremenda. Si notava nell’ambiente. Si sentiva, puzzava di cadavere in ogni luogo. Apparentemente, un’alunna del cuarto anno era stata assassinata nella sua stanza, nel dormitorio dell’istituto. Il suo letto era pieno di sangue. La testa era stata trovata sotto il letto e il resto del corpo della povera ragazza non c’era. La polizia interrogò tutti i suoi amici. La sua migliore amica, Susanna, disse che la vittima si era comportata in manie-ra strana, non aveva parlato affatto dell’accaduto. Susanna fece una descrizione accurata della sua amica: si chiama-va Vittoria Farfala, era timida, un po’ riservata, molto bella, aveva i capelli biondi, occhi verdi ed era molto alta. L’assassino o gli assassini lasciarono un biglietto inchiodato alla porta dell’aula tredici nella quale Vittoria assistì alla lezione di matematica il giorno del suo assassinio. Questo messaggio diceva: “è solo la prima”. La polizia assicurò che il biglietto era stato scritto col sangue della ragazza. Il giorno seguente, anche Susanna si ammutolì, e nel suo viso era visibile il terrore. 2. La scoperta

Dopo l'interrogatorio, Susanna tornò nella sua stanza e decise di farsi un bagno. Entrando sentì uno strano odore. Incuriosita, iniziò a cercare l’origine della puzza. Si avvicinò alla vasca, tirò la tenda e restò paralizzata. Lì c’era il cada-vere decapitato di Vittoria. Al posto della testa c’era un biglietto che diceva: “tu sarai la prossima”. Sul retro c’era la sua foto. Era lei. Alla vista di questa scena terrificante, decise immediatamente di andare a chiedere aiuto alla polizia. Trascorsero diversi minuti dal suo arrivo al comando e il ritorno in camera. Quando tornarono, il corpo non c'era più. Cominciarono a pensare che l'assassino fosse all'interno della scuola. La polizia e i responsabili del caso decisero di non permettere a nessuno di uscire e di interrogare tutti coloro che avevano fatto movimenti strani. Da questo momento tutti sospettavano di tutti. 3. Il sospetto

Dopo aver chiuso le porte della scuola, Susana nella sua stanza continuava a parlare coi poliziotti. - Che tutti si rechino in biblioteca!- urlò la voce del Preside dagli altoparlanti. Quando Susanna arrivò in biblioteca accompagnata dai poliziotti, tutti la guardavano e bisbigliavano. Desiderava che fosse un incubo e svegliarsi, ma non era così: era tutto reale. Chi aveva ammazzato Vittoria? Nessuno si fidava. Tutti erano sospettosi. Le ragazze avrebbero voluto essere Vittoria , tutte la invidiavano . Avrebbe potuto essere l'invidia la causa della sua fine ? Avrebbe potuto essere un ragazzo, uno dei tanti che Vittoria respinse? Il rancore era la principale causa di una morte? Forse, addirittura , avrebbe potuto essere un insegnante, un inseg-nante stanco di una mocciosa di sedici anni che lo correggeva sempre, facendolo sentire inferiore. Quale insegnante non si infastidirebbe per questo? Solo il Preside era esente dai sospetti, o forse no… Improvvisamente le luci si spensero e tutti iniziarono a urlare e a muoversi in maniera incontrollata . Qualcuno coprì la bocca di Susanna e la trascinò in bagno . Si riaccesero le luci. Si sentiva il silenzio, si sentiva la pau-ra. 4. Il numero 13

Quando si accese la luce la paura di Susanna si trasformò in sollievo. La persona che l'aveva trascinata in bagno era il suo amico Leon, che preoccupato per la sua sorte aveva voluto proteggerla e dirle che era sulla lista dei sospetti. Mentre i due riflettevano su ciò che era accaduto videro sulla finestra un messaggio scritto col sangue che diceva: “Inizia a investigare su te stessa”.

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

25

Susanna diventò ancora più nervosa e cominciò ad andare avanti e indietro senza calmarsi. Sudava freddo, raccolse i suoi capelli per lavare il viso con acqua fredda. Leon andò da lei e le disse: “Accidenti! Il numero tredici!”. “Di che parli Leon? Sei pazzo? Cosa succede?” “Guardati allo specchio!”. Guardandosi allo specchio Susanna si ricordò del tatuaggio che aveva fatto la scorsa estate con Vittoria per sugella-ree la loro amicizia, era proprio il numero tredici, il giorno nel quale si conobbero. Pensando a tutto quello che era successo, Susanna e Leon notarono che c'erano troppe coincidenze: il corpo di Viy-toria era statotrovato nell’aula tredici dell’istituto, entrambe le ragazze avevano lo stesso tatuaggio e la sua amica fu uccisa proprio il giorno tredici. “Ora tocca a noi!”. “Da dove cominciamo?” disse Susanna impaurita di essere la prossima vittima. Leon disse “dal giorno in cui vi incontraste”. 5. Vista al passato

Susanna raccontò a Leon la storia del giorno in cui Vittoria e lei si erano conosciute. Cominciò raccontandogli che si conobbero in un parco, che insieme a loro c’era un terza ragazza che si chiamava Rebecca, anch’essa si era tatuato il numero tredici e che insieme avevano passato momenti indimenticabili … Non omise di dire che non aveva saputo più nulla di lei dal momento che ebbero una forte discussione, specialmente tra Vittoria e Rebecca anche se dopo interessò anche lei. Per un attimo Susanna si fermò a pensare ... Come sapeva Leon che nel bagno c’era un messaggio per lei? E se aves-se avuto qualcosa a che fare con tutto quello che stava succedendo? E se non era così buono come pensava? Per un momento il panico si impadronì di lei, ma sapeva che non poteva far finta di essere debole, non poteva, o almeno non per il momento, e se lui avesse qualcosa a che fare con ciò che stava accadendo ... Ma non poteva controllare tutto ciò che le piaceva, i ricordi la invasero la mente e abbattuta cadde a terra proprio quando nella sua mente si fece nitida l’immagine del numero tredici tagliato a metà sul collo della sua amica, non sapeva se questo era un indi-zio. In quel momento Leon la distolse dai suoi pensieri tenendole la mano per aiutarla ad alzarsi. Le gambe di Susanna tremavano, ecco perchè Leon la aiutò ad alzarsi afferrandola per la vita. Poi si rese conto che Leon utilizzò il movi-mento per metterle una lettera nella tasca del cappotto. Non aveva la forza di dire niente cosi si limitò ad andare nella sua stanza, cominciò a leggere la lettera e … non poteva credere ciò che leggeva... “Ciao, sono io …” 6. La Lettera

Ciao, sono io. Rebecca. Ti ricordi di me? Trascorrevamo bei momenti finché quel giorno tutto cambiò … Starai leg-gendo la lettera e ti starai chiedendo perché ti scrivo dopo tanto tempo e com’è che Leon te l’ha data... è l’intermediario. Probabilmente non sai che è mio cugino. Ci sono due ragioni: la prima, volevo sapere di te, sono tanti anni che non ricevo tue notizie … La seconda: c'è qualcosa che devi sapere. Tutto risale a quel giorno nel quale seppi che Victoria si vedeva tutti i giorni con quest’uomo, tu sai a chi mi riferisco. A quell’uomo che conoscemmo nel parco dove giocavamo da piccole, il quale ci diede quelle caramelle che mai man-giammo; le conservammo come ricordo di quel giorno nel quale rafforzammo la nostra amicizia. So che ti ricordi. Era alto, robusto, molto gentile. Bene. Ora che hai smesso di pensare e hai ricordato, voglio dirti qualcosa al riguardo; non farti prendere dal panico. In questi anni che non ci siamo viste ho notano strane cose che accadevano intorno a voi. Vi ho viste nervose e decisi di non perdere di vista ognuno dei suoi movimenti. Si chiama Ricarrdo Bianco, ha quarantatre anni ed è canadese. Venne qui per motivi di lavoro. È venuto lo stesso giorno che ci conoscemmo. Ciò che devo dirti non è facile... È il tuo professore di matematica. 7. Un indizio?

Dopo aver letto la lettera Susanna restò senza parole. Non sapeva cosa fare. Pensava all’uomo del parco; non aveva mai capito che era il suo insegnante, ma la verità è che le era sempre sembrato strano. Non era sicura se consegnare la lettera alla polizia o parlare direttamente con il professore. Se il professore fosse stato l’assassino, avrebbe potuto uccidere anche lei. Ma pensava anche a Rebecca. Se sapeva tutto questo, perche non aveva informato la polizia? Forse non aveva trovato sufficienti prove e ora voleva che lei, Susanna, investigasse. Chi poteva immaginare che il professore aveva ucciso Vittoria e pensare che Susanna stava tutti i giorni con lui a lezione di matematica … Che

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

26

orrore! Tante domande le passarono per la testa: posso fidarmi di Leon? Perché Rebecca sapeva tutte queste cose? Perché non ci aveva avvisato prima? Sarò io la prossima? Come posso proteggermi? Di chi posso fidarmi? Entrò nel panico e incominciò a soffrire di vertigini. Siccome era tardi decise di rimandare questi brutti pensieri al giorno se-guente e andò a letto. … Stava andando nella stanza di Vittoria per dirle qualcosa. Entrando in camera vide dalla finestra la sua migliore amica alle prese con il suo professore di matematica. Susanna era spaventata e si fermò ad osservare. Improvvisa-mente vide il coltello nella cintura dell’uomo. Stava per chiedere aiuto quando lui lo tirò fuori e tagliò la testa a Victo-ria … Poi si svegliò urlando molto forte. Era bagnata di un sudore freddo. Si alzò e si vestì in fretta. Il sogno era un indizio per andare nella stanza di Vittoria e per cercare una chiave che era nascosta nel vaso della pianta. Arrivò correndo nella stanza senza bussare. Gettò tutte le cose che stavano sul tavolo a terra per arrivare alla pianta. Lì c’era ancora la chiave. Sull’armadio c’era una scatola che si apriva con la chiave. Susanna prese un libro e lo aprì. C’era scritto: “Venerdì, 13 Aprile Caro diario …” 8. Rivelazioni

Venerdì, 13 Aprile “Caro diario: perché ho una vita tanto difficile? Non posso vivere così, tutti i giorni ricevo lettere anonime che mi spaventano, che mi avvisano che sto per morire. Vorrei che fosse un incubo, ma è reale! Non so perché mi molestano. Non ho fatto niente, non ho nemici, non ho mai fatto male a nessuno. Per colpa di quest’accusa non posso concentrarmi sulle lezioni di matematica che mi interessano tanto”. Lunedì, 12 Maggio “Penso che la persona che mi manda i messaggi è Gregorio, un compagno che si siede al mio fianco durante la lezio-ne di matematica, questa mattina gli è caduto il quaderno a terra e dentro c’erano molti ritagli di giornale”. Susanna si inorridì perché Gregorio si era dichiarato quel giorno. Poi, Susanna, stravolta, decise di chiamare Gregorio. –Si, dimmi … -rispose Gregorio dall’altra parte del telefono. Ciao, sono Susanna. Ho qualcosa da dirti … -rispose subito. 9. L'incontro

Susana deglutì e continuò: -Mi dispiace essermi comportata male con te prima, ho avuto problemi e non sto in vena. -Vuoi che parliamo? –le chiese Gregorio. –Si ho bisogno di parlare con te, di persona. -Ci vediamo, dopo? -Ti va bene questo pomeriggio? –Certo, perfetto –rispose Gregorio. –Dove ci incontriamo? –Aspetta fuori la tua stanza io verrò a cercarti … -O… -Cercò di parlare Susana. –Alle cinque –attaccò il telefono Gregorio. Susanna pranzò a mensa e Leon si sedette al suo fianco. -Ho qualcosa per te –disse e mise un foglietto nella mano di Susanna. Quando lo stava leggendo il professore di ma-tematica la interruppe. –Susanna, so che non stai passando un buon momento, ma non puoi lasciare dietro lo studio e molto meno la mate-matica, che è ciò che sai fare meglio –le disse e le toccò i capelli-. Spero che studi per il compito di domani. Arriveder-ci. –Grazie professore, mi sforzerò. –Per favore, Susana, non dimenticarti di leggere la nota –insisté Leon prima di andarsene. Susanna conservò il messaggio in tasca, voleva leggerlo quando era da sola, ma non lo fece.

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

27

Alle cinque del pomeriggio, Susanna aspettava impaziente Gregorio che non arrivava. Stanca andò a cercarlo nella sua stanza. Entrò e trovò Gregorio disteso a terra, incosciente. Spaventata andò ad avvisare qualche professore, quando Riccardo arrivò alle sue spalle e la portò nella sua stanza con forza. A Susanna cadde il foglietto a terra nel quale c’era scritto: “Susana, chiuditi nella tua stanza questo pomeriggio, non andare da nessuna parte, ti hanno preparato una trappola”. 10.Nessuno è ciò che sembra

Confusa per quello che aveva letto e già stanca per tutti i messaggi, smise di pensare a tutto ciò e provó ad uscire dalla stanza, ma la porta era chiusa. Susanna non ce la faceva più, si mise a piangere e senza rendersene conto si addormentó. Sognó molte bellecose, alcune che non vedeva o ricordava da molto tempo; ma all'improvviso nei suoi sogni apparve la sua amica Vittoria che gli ripeté molte volte che tutte le persone che stavano attorno a lei non erano quello che sembravano. -Susanna, Susanna. Dove sei?- Sentì dalla porta. -Leon, aiutami, apri la porta per favore- supplicó. Leon aprí la porta. -Perché sei qui? -È stato Riccardo. Mi ha chiusa in questa stanza e non so perché. -Non ti preoccupare. Vai nella tua camera senza dire niente. Mentre tornava nella sua stanza pensó a Gregorio che era ancora incosciente. Lei sarebbe voluta andare da lui ma aveva molta paura cosi entrò nella sua camera. Per occupare il suo tempo decise di leggere un'altra pagina del diario di Victoria per cercare nuovi indizi. Mercoledì, 14 maggio Che orrore! Oggi ho scoperto che il mio amato Leon, il ragazzo che ogni giorno vedo e mi riempie il cuore, obbliga Gregorio a molestarmi. Perché lo fa? Non posso smettere di pensarci... 11. Scuse

Leon, senza dire niente, prese il computer e uscì dal bar senza dare spiegazioni. Susanna impallidì ma non cercò di fermarlo. Più tardi ricevette un messaggio che diceva: “Dobbiamo parlare. Incontriamoci dopo il coprifuoco nella classe 13. Leon”. Nello stesso momento in cui Susan lesse il messaggio, Riccardo e Leon si erano incontrati pensando alle scuse che dovevano raccontare. Hai qualcosa da spiegare, non credi? Quello che lessi … -cominciò Susanna con voce tremante. -Che cosa hai letto? -chiese lui. –Tutto. Assolutamente tutto. Eri consapevole di ciò che stava accadendo, della morte di Vittoria, dei messaggi anoni-mi, delle tracce … Perché? -E' tutto un equivoco. Vedi?-le disse Leon indicandole lo schermo del computer. –Non è mio. Ricordi l'ultimo giorno di lezione di matematica? Si tratta di Gregorio. -Non capisco più nulla –disse Susanna molto confusa –Perché hai il suo computer?, Chi tramortì Gregorio? Facevi delle ricerche?, Per questo lo colpisti? Sospettavi che lui aveva qualcosa a che fare con tutto questo?, Come fai a saperlo? –Devo andarmene, viene qualcuno –disse Leon. In quel momento nessuno dei due si rese conto che c’era un'altra persona che stava ascoltando tutto. 12. Cattive notizie

Il commissario stava scrivendo sul suo quaderno tutto quello che dicevano i ragazzi e si avvicinò per dare loro la spia-cevole notizia: -Mi dispiace molto ragazzi, Gregorio è stato accoltellato, è stato appena trovato il suo corpo nel corridoio del dormi-torio. Leon cadde a terra per lo shock e Susanna diventò di pietra, non poteva ne parlare ne piangere. Il Commissario disse che Gregorio aveva nella sua mano destra le perle di una collana. Riccardo che era rimasto impassibile fino ad allora, a sentire la parola collana divenne bianco, ciò che il commissario

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

28

lo notò. Il commissario annunciò anche che avevano scoperto che il professore di matematica era il padre di Susanna. Susanna, scioccata, decise di tornare nella sua stanza e Riccardo la seguì perche cominciò a sentirsi male e sul piane-rottolo svenne. Comparvero macchie nere su tutto il corpo, era chiaro che era stato avvelenato. Proprio in quel momento Susanna ricevette un messaggio, la sua amica Rebecca era stata violentemente aggredita il giorno prima ed era in coma in ospedale. 13. Susanna

Susanna approfittò dello sconcerto provocato dalle precipitose informazioni e si intrufolò nell'ufficio che era stato adibito affinché lavorasse il commissario. Cercava qualche filo conduttore o qualche pista che portasse luce a tanto sconcerto. Sul tavolo erano presenti innumerevoli documenti, oggetti e foto. Si concentrò su una foto nella quale si vedevano le perle della collana nella mano di Riccardo, foto che le provocò un breve capogiro ma sufficiente per portarla ad un passato torbido e perturbante. Poi si intrattenne su una cartellina rossa col suo nome ed aprendola, mentre girava lo sguardo per assicurarsi che nessuno la osservasse, vide dentro delle fotografie di una famiglia felice, ritagli di vecchi giornali che raccontavano fatti violenti, referti medicie psichiatrici. Egregio commissario:

volevo avvisarla sulla pericolosità di questo caso. Il pericolo sta in Susanna poiché ha un problema frequente di cam-

biamento di personalità, specialmente la notte. Questo la porta, sin da piccola, a fare cose spiacevoli senza esserne

cosciente. Allo stato attuale, Susanna è una bambina molto buona, socievole , gentile e simpatica con tutti, ma quan-

do soffre di questi momenti si allontana da tutti e si trasforma in una persona irriconoscibile, fredda e malvagia. A

volte non c'è mentalmente, va via, si perde nel mistero dei suoi pensieri . Vittoria è l'unica persona che non la fa esse-

re fredda e calcolatrice, che l'ha aiutata ogni volta che è diventata molto nervosa perché parlano di lei e del suo pas-

sato. Leon, ora un pò disturbato e perplesso, anche l'ha voluta sempre molto bene.

Per favore la vigili poiché potrebbe essere implicata in alcuni fatti di cronaca nera degli ultimi giorni. Io cerco di farlo

da molti anni ma, a causa di alcuni traumi del passato, non mi riconosce, ho sempre cercato di stare al suo fianco per

proteggerla, curarla ed evitare che commettesse qualunque errore

Ho sempre pensato che Susanna non fosse capace di fare del male a nessuno, nonostante il rancore che riserva nel

più profondo della sua scompigliata memoria. Mi sono sempre assicurato che frequentasse buone persone ma non so

se sono stato capace di riuscirsi. In bocca al lupo e, per favore, badi a mia figlia.

Riccardo

Susanna rimase pietrificata. Le perle riapparsero nella sua mente, ma questa volta la collana era completa e non era nelle mani di Gregorio. Si sentì turbata. Camminava senza meta, persa nella frontiera del reale e dei ricordi. Un muc-chio di voci irriconoscibili rimbombavano nella sua testa. 14. L'incubo

Susanna corse. Le voci nella sua testa la stavano facendo diventare pazza. Inciampò in una roccia e cadde in un lago. Arrivò a toccare il fondo del lago, agitava le braccia cercando di salire in superficie ma era impossibile, era come se qualcuno le avesse preso i piedi e le impedisse di salire a prendere fiato. Susanna era sopraffatta, la paura che aveva era tanta ... Dopo vide il suo viso apparire da lontano e avvicinarsi a lei. Osservava Leon sollevata pensando che la salvasse, invece no, Leon non aveva intenzione di salvarla, questo non era ciò che voleva. Susanna non ce la faceva più, le mancava l'aria. Si svegliò in un bagno di sudore. Poggiò la mano sul suo petto, il cuore batteva così tanto che sembrava stesse per uscire. Cercò di tranquillizzarsi, alla fine era stato tutto un incubo. -Susanna ti sei svegliata finalmente- disse una donna avvicinandosi a lei. Susanna la guardava con paura, quella non era la sua camera. -Prendi queste pillole, ti faranno bene - disse la donna mettendo le compresse con forza nella bocca. Susanna le sputò via.. - Lasciami ! - gridò agitata. Cercò di alzarsi dal letto, ma le cinghie che ne venivano fuori stringevano forte le sue caviglie. Allora ricordò il momento in cui la rinchiusero nell'ospedale psichiatrico.

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

29

15. Ricordi inevitabili

La lettera del padre al commissario l'aveva colpita così tanto che non riusciva a stare in piedi. Le voci rimbomban-do nella sua testa le fecero perdere il controllo su se stessa. Le girava la testa e fu costretta a sedersi sul pavimento nel corridoio. Molto ricordi del passato cominciarono a venirle in mente e non riusciva a metterli in ordine. Non po-teva difendersi da quei pensieri e cominciò a gridare e a piangere senza controllo, con il desiderio che qualcuno l'as-coltasse e l'aiutasse. Improvvisamente León arrivò correndo per sostenerla e calmarla. Chiese aiuto finché non arrivò il commissario che, conoscendo lo stato mentale di Susana, la portò direttamente all'ospedale psichiatrico prima che avrebbe fatto male a qualcuno. Ora era qui, legata e questo letto d'ospedale, dalla finestra aperta arrivò un odore di sigaretta... Questo odore tanto speciale, conosciuto. Ma da dove?... Si vedeva nella sua stanza da bambina, vedeva come lui entrò per la prima volta con quelle intenzioni. Come la guardò. Come la toccò. Non diceva niente. Si prese solo quello che voleva. Il dolore accompagnato da questo odore di sigaretta mischiato al sudore. L'odore di suo padre. Questo odore la perseguitava da allora. Andarono avanti con la loro vita quotidiana ignorando quello che era succes-so. La loro relazione non era più la stessa. Di notte suo padre attraversava la sua camera. Lei non voleva, aveva pau-ra, disgusto, si sentiva soffocata; ma non osò raccontarlo a nessuno. Si allontanava sempre di più da lui. Come se suo padre avesse sentito che era debole e isolata dal mondo esteriore, le regalò una collana stupenda, di-cendole: "vedi l'affetto che ho per te, amore? Nessuno deve intromettersi nel nostro legame tanto speciale, bambina mia. Per non farli ingelosire, non raccontarlo a nessuno. Sarà il nostro segreto". 16. Sono impazzita!

Susanna si appoggiò sul letto. -Quindi, chi sarà la tua prossima vittima? - chiese Susanna a Vittoria ridendo. -Smettila di scherzare... staserà uscirò con Carlos. Susanna di arrabbiò e le chiese: - Perché? Sai che Carlos mi piace! Vittoria si innervosì. -Lo so... ma è un ragazzo così bello! Susanna rimase in camera, arrabbiata per quello che Vittoria le aveva fatto. Era molto gelosa di tutti i ragazzi con cui Vittoria usciva quasi ogni sera. La sua doppia personalità maltrattava sempre Vittoria, e lei non era capace di capire perché. All'improvviso la scena cambiò totalmente. Gregorio mostra la collana a Susana, la quale si innervosì: era la sua collana, e nessuno doveva conoscere i ricordi che conteneva. -Te l'ha regalata tuo padre?- domandò Gregorio. La metà selvaggia di Susanna iniziò ad agitarsi nella proprio mente e all'improvviso divenne pazza e lo attaccò. Un altro flashback s'impossessò della sua mente. -AAAAAAAAAAAHHHH! Che fai con questo coltello?- gridò Vittoria. -Sei sempre stata più bella di me. Sei sempre uscita con ragazzi che mi piacevano. Sono sempre stata la tua ombra, e tutto questo deve finire. Addio, Vittoria. All'improvviso, Susanna tornò alla realtà. Non poteva credere a ciò che le era successo. -È vero...la lettera é vera...tutto è vero...sono pazza! 17. Epilogo

Non ho più forze per continuare, questa pressione mi sta superando. Ogni giorno ci penso...non può essere vero. Infine, dopo tutto, anche se mi è costato molto, ho preso una decisione. Lo dico qui per mancanza di tempo, pen-sando che qualcuno lo sentirà e sono sicura che lo farà. Una volta che tutto sarà finito troverete queste immagi-ni, questi ultimi addii. È l'unica opzione che mi passa per la testa, non riesco a pensare a niente altro da fare, solo a scomparire e scomparire per sempre, perché è giunto il momento. Il peggio non è aver preso la decisione, non é la decisione in sé, ma è il peso che ha. Non più di quattro persone lo capiranno, o chissà neanche queste quattro perso-ne, il problema è che io la capisco, e molto bene, e sono disposta a portarla al termine. Una volta Vittoria mi disse di non scappare dai problemi, ma di affrontarli. Era stata così preziosa, mi ha sempre dato buoni consigli! Non sono capace di credere che sia morta. Ora vado con lei, pago i miei errori; vorrei poter cambiare la mia vita con la sua, ma

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

30

infin dei conti io oggi morirò lo stesso. Dico addio, l'ultimo. Che questa decisione resti come qualcosa di personale e mi rivolgo a chi lo vede, che gli serva da lezione. Oggi me ne vado, ma a quelli che restano dico di non essere vigliac-chi di fronte ai problemi come me; odio la gente codarda, mi odio tanto, mi guardo allo specchio e mi sento disgusta-ta, penso a me e mi sento disgustata. Sono combattuta e sono un disastro, e così non avanzo né voglio avanzare. Sono cosi fragile e debole! Ho cercato qualcosa che mi rendesse felice e alla fine ho preso la decisione giusta, quella di andarmene. Vi auguro una dolce vita, penso che sia l'unica cosa che posso desiderare, io conosco il sapore che ha una vita amara e no, non la auguro a nessuno, e lo dico ora che la mia mente è ferma e mi tiene lucida. E prima che questo finisca io dico addio. Spero che mi possiate perdonare anche per questo...ricordatemi se volete, solo così con-tinuerò a vivere. E ora, tu che puoi, aiutami a morire. Il commissario si lasciò cadere indietro sulla sua sedia e abbassò la testa, coprendola con le mani incrociate come se affondasse nel ripasso di ognuno dei dettagli di quel caso cercando un senso a tanta disgrazia e sofferenza. Aveva appena visto il video che le telecamere di videosorveglianza avevano registrato nella sala psichiatrica dov'era ricoverata Susana. Lo aveva visto più e più volte con la meticolosità di un professionista che non accetta chiudere i suoi casi senza arri-vare all'ultimo dettaglio. Aveva sentito più e più volte le frasi spezzate e le parole stentate pronunciate da Susanna nel suo addio. Aveva contemplato più e più volte le immagini di quella bambina nella sua camera con il visoabbando-nato e lo sguardo perso centrato nell'obbiettivo della videocamera di sorveglianza. Si interrogò più e più volte sull'ul-tima frase di Susanna "tu che puoi, aiutami a morire." Dopo, agitato e nervoso, per verificare l'esattezza di una nuova traccia, riavvolse il video e lo fermó nel momento in cui, come un velo che offusca tutto, una scia di fumo, forse di qualche sigaretta, si alzava da qualche angolo invisibile in direzione della videocamera di sicurezza.

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

31

Traducción al alemán Kapitel 1 Das ist die Erste

Die Nachricht schlug am Gymnasium ein wie eine Bombe. Man spürte es in der Stimmung, im ganzen Schulhaus roch es nach einer Leiche. Scheinbar wurde eine Schülerin aus der 4. Sekundarklasse im Bett ihres Zimmers ermordet. Ihr Bett war blutverschmiert und der Kopf wurde daneben gefunden. Der Rest des armen Mädchens war leider nicht auffindbar. Die Polizei befragte alle ihre Kolleginnen. Ihre beste Freundin Susana sagte, dass das Mordopfer sich in letzter Zeit komisch verhalten habe, am Tag des tragischen Vorfalls habe sie kein Wort gesagt. Susana gab noch eine präzise Beschreibung des Opfers ab: Sie hiess Victoria Farfala, sie war scheu, ein bisschen introvertiert und wunderschön. Sie war sehr gross, hatte blondes Haar und grüne Augen. Der Mörder oder die Mörderin hinterliessen eine Nachricht, die an der Tür des Klassenzimmers 13 angeschlagen war. Auf dieser Stand: ‚ Das war die Erste.‘ Die Polizei bestätigte, dass diese Notiz mit dem Blut des Mädchens geschrieben war. Am nächsten Tag schwieg Susana; ihr war der Schrecken ins Gesicht geschrieben. Kapitel 2 Die Entdeckung

Nachdem Susana befragt worden war, ging sie in ihr Zimmer und gönnte sich ein Bad. Beim Hineingehen bemerkte sie einen merkwürdigen Geruch. Verwundert suchte sie nach dessen Quelle. Als sie sich dem Bade näherte und den Duschvorhang beiseite zog, blieb sie wie versteinert stehen. Denn dahinter befand sich die kopflose Leiche Victorias. Auf dem Stumpf des Halses hatte es ein Zettel auf dem stand: ‚Die Nächste bist du.‘ Auf der Rückseite des Zettels war ein Foto. Darauf abgebildet war niemand anderes als Susana selbst. Nach dieser grässlichen Entdeckung rannte sie sofort aus dem Zimmer um polizeiliche Hilfe zu suchen. Es vergingen einige Minuten bis der Kommissar endlich erschien und sie zurück in ihr Zimmer begleitete. Als sie dieses betraten, war die Leiche verschwunden. Sie wurden sich bewusst, dass sich der Mörder wohl auf dem Schulgelände befinden musste. Die Polizei beschloss, dass niemand das Schulgelände verlassen durfte und befragte jeden, der sich auffällig verhielt. Von diesem Moment an misstrauten sich alle. Kapitel 3 Der Verdacht

Nachdem alle Ausgänge der Schulanlage abgeriegelt waren, wurde Susana von den Polizisten in ihrem Zimmer weiter befragt. „Alle Schüler in die Bibliothek!“, rief der Direktor durch den Lautsprecher. Als Susana, begleitet von den Polizisten, in die Bibliothek kam, musterten sie alle und begannen zu tuscheln. Sie wünschte sich, dass alles nur ein Albtraum war und dass sie bald aufwachen würde, doch es war alles wahr. Wer hat Victoria getötet? Niemand vertraute niemandem mehr, jeder wurde verdächtigt. Die Mädchen wollten alle immer wie Victoria sein, alle beneideten sie. Hatte die Eifersucht das Leben von Victoria beendet? War es vielleicht einer der vielen Jungs, die Victoria zurückgewiesen hat? War die Wut der Grund für ihren Tod? Vielleicht hätte es sogar ein Lehrer sein können, einer derjenigen, den sie immer korrigierte und der sich ihr so unterlegen fühlte? Welcher Lehrer würde sich nicht über solch ein Mädchen ärgern? Nur der Direktor war von den Anschuldigungen ausgeschlossen. Oder vielleicht doch nicht… Plötzlich ging das Licht aus und es begann ein allgemeines Jammern und eine grosse Unruhe. Jemand hielt Susana den Mund zu und riss sie mit sich zu den Toiletten. Die Lichter gingen wieder an und sofort war Ruhe und man roch die Angst. Kapitel 4 Die Nummer 13

Mit dem Licht verwandelte sich Susanas Angst in Erleichterung. Es war ihr Freund León der sich Sorgen gemacht und sie Richtung Toilette geführt hatte. Er wollte sie beschützen und darüber informieren, dass sie auf der Liste der Verdächtigen stand. Während sich die beiden unterhielten, bemerkten sie plötzlich eine Nachricht auf der Fensterscheibe mit Blut geschrieben: „Fang an, über dich selber nachzudenken.“ Susana wurde noch nervöser, lief aufgeregt hin und her und konnte sich nicht mehr beruhigen. Kalter Schweiss stand ihr auf der Stirn. Sie hielt sie sich die Haare zusammen, um sich das Gesicht mit kaltem Wasser zu waschen. León trat hinzu und sagte: „Mist, die Nummer 13!“ - „Spinnst du? Wovon redest du?“ - „Schau dich an im Spiegel.“ Tatsächlich! Das Tattoo, welches sie sich letzten Sommer zusammen mit Victoria machen liess, um ihre Freundschaft

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

32

zu feiern, war die Nummer 13, der Tag des Datums an dem sie sich kennengelernt hatten. Im bisher Geschehenen bemerkten sie zu viele Zufälle: Victorias Leiche wurde im Klassenzimmer 13 der Schule gefunden, die zwei Mädchen haben das gleiche Tattoo und ihre Freundin wurde genau am 13. ermordet. „Und jetzt sind wir dran!“, sagte León. „Wo fangen wir an? , fragte Susana voller Entsetzen darüber, das nächste Opfer zu sein. León antwortete: „An dem Tag, an dem ihr euch kennengelernt habt. Kapitel 5 Rückblick

Susana erzählte León die Geschichte von dem Tag, an dem Victoria und sie sich kennenlernten. Es war in einem Park und es war noch ein drittes Mädchen dabei, das Rebeca hiess und sich ebenfalls die Nummer 13 tätowiert hatte. Die drei hatten zusammen unvergessliche Momente erlebt. Sie vergass nicht zu erwähnen, dass sie nichts mehr gehört hatten seit die drei eine heftige Diskussion hatten, die vor allem zwischen Victoria und Rebeca stattfand, jedoch später auch sie betraf. Susana hielt einen Moment inne um nachzudenken… Wie konnte León wissen, dass gerade in der Toilette eine Nachricht stand, in die er sie führte? Und was ist, wenn er etwas mit dem Ganzen zu tun hatte? Und wenn er doch nicht so gutmütig war, wie sie glaubte? Für einen Moment bekam sie furchtbare Angst, aber sie wusste, dass sie nicht schwach wirken durfte, vor allem nicht jetzt und nicht vor ihm, falls er etwas mit dem Ganzen zu tun hatte… Aber sie konnte es nicht so kontrollieren, wie sie wollte, die Erinnerungen nahmen sie ein und mutlos sank sie zu Boden. Genau in dem Moment sah sie ganz deutlich die Nummer 13 vor sich, welche am Hals ihrer Kollegin in der Mitte zerschnitten war. Sie wusste nicht, ob das ein Hinweis war. In diesem Moment holte León sie aus ihren Gedanken zurück indem er ihr die Hand reichte, um ihr beim Aufstehen zu helfen. Susanas Beine zitterten, so dass León sie auf die Füsse stellen musste und an der Taille festhielt. Sie merkte, dass León die Situation benutzte, um ihr einen Brief in die Jackentasche zu stecken. Sie hatte keine Kraft mehr, etwas zu sagen, darum ging sie in ihr Zimmer, fing an den Brief zu lesen und… sie konnte nicht glauben was darauf stand… "Hallo, ich bins…" Kapitel 6 Der Brief

Hallo, ich bins, Rebeca. Erinnerst du dich an mich? Wir hatten eine gute Zeit bis zu diesem Tag, der alles änderte…

Während dem Lesen meines Briefes wirst du dich sicher fragen, warum ich dir nach so langer Zeit schreibe und

warum dir ausgerechnet León den Brief überreicht hat. Nun, er ist der Vermittler. Wahrscheinlich weisst du nicht,

dass er mein Cousin ist. Es gibt zwei Gründe: Der Erste ist, dass ich dich vermisst habe. Seit sehr vielen Jahren habe ich

nichts mehr von dir gehört. Zum Zweiten gibt es etwas, das du wissen solltest.

Es begann alles an jenem Tag als ich erfuhr, dass Victoria sich jeden Tag mit diesem Mann verabredete. Du weisst von

wem die Rede ist; jener Mann, welchen wir im Park kennenlernten, als wir noch klein waren und dort immer gespielt

hatten. Jener, der uns Süssigkeiten gab, die wir nie assen. Wir bewahrten sie auf als Erinnerung an den Tag, als

unsere Freundschaft begann.

Ich weiss, dass du dich an ihn erinnerst. Er war gross, stark und sehr höflich, ein richtiger Gentleman. Nun gut. Da du

jetzt nachgedacht hast und dich sicher an ihn erinnerst, möchte ich dir etwas mitteilen. Aber erschrick nicht. In den

Jahren, in denen wir uns nicht gesehen haben, bemerkte ich merkwürdige Geschehnisse, die sich in eurem Umfeld

abspielten. Ihr schient nervös und ich beschloss keine seiner Bewegungen zu verpassen. Er heisst Ricardo Blanco, ist

43 Jahre alt und ist Kanadier. Er kam aus beruflichen Gründen hierher. Er kam am selben Tag an, an dem wir ihn

kennengelernt hatten. Das was ich dir jetzt sagen werde ist nicht einfach für mich: Er ist dein Mathematiklehrer.

Kapitel 7 Eine Spur?

Susana war sprachlos, nachdem sie den Brief gelesen hatte. Sie wusste nicht, was sie tun sollte. Sie dachte an den Mann im Park; sie hätte nie gedacht, dass es ihr Lehrer sein könnte. Aber tatsächlich fand sie ihn immer schon ein wenig seltsam. Sie wusste nicht, ob sie den Brief der Polizei übergeben oder den Lehrer direkt ansprechen sollte. Wenn er der Mörder wäre, dann würde er auch sie umbringen. Aber sie dachte an Rebeca. Wenn sie all das wusste, warum hat sie nie die Polizei informiert? Vielleicht hatte sie nicht genug Beweise und jetzt sollte Susana weiterforschen. Beim Gedanken, dass der Lehrer Victoria umgebracht haben könnte und Susana auch noch jeden Tag bei ihm in der Klasse war… Was für ein Horror! Sie hatte so viele Fragen: Kann ich León vertrauen? Warum weiss Rebeca so viel? Warum hat sie uns nicht vorher informiert? Bin ich die nächste? Wie kann ich mich schützen? Wem kann ich überhaupt noch vertrauen? Sie wurde panisch und ihr wurde schwindelig. Es war schon spät, weshalb sie beschloss, ins Bett zu gehen und sich zu beruhigen.

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

33

… sie ging in Victorias Zimmer um ihr etwas zu sagen. Als sie ins Zimmer eintrat, sah sie wie ihre Freundin sich mit

ihrem Mathematiklehrer stritt. Susana erschrak und blieb stehen, um sie zu beobachten. Plötzlich bemerkte sie das

Messer am Gürtel des Mannes. Sie wollte gerade um Hilfe rufen, als er das Messer zog und Victoria den Kopf

abschnitt…

Sie wachte schreiend auf und war schweissgebadet. Sie stand auf und zog sich an. Der Traum war ein Hinweis, um in Victorias Zimmer zu gehen und dort den Schlüssel zu holen, den Victoria unter einem Blumentopf versteckt hatte. Sie rannte zum Zimmer und riss die Tür auf. Sie schmiss alle Sachen vom Tisch, um an den Blumentopf zu kommen. Und tatsächlich: Der Schlüssel war da. Auf dem Schrank war eine Kiste, die sich mit dem Schlüssel öffnen liess. Susana holte ein Büchlein heraus und öffnete es. „Freitag, der 13. April: Liebes Tagebuch..“ Kapitel 8 Enthüllungen

Freitag, 13. April

Liebes Tagebuch

Wieso habe ich ein so schwieriges Leben? Ich kann so nicht weiterleben, jeden Tag diese anonymen Briefe, die mich

verängstigen und mich mit dem Tod bedrohen. Wäre es doch nur ein Albtraum, aber es ist so real.

Ich weiss nicht, warum ich so verfolgt werde. Ich habe doch nichts getan, ich habe keine Feinde, nie habe ich

jemandem Schaden zugefügt. Ich kann mich nicht einmal mehr im Mathematikunterricht, der mir sonst so gefällt,

konzentrieren.

Montag, 12. Mai

Ich glaube, die Person, die mir diese Nachrichten schickt, ist Gregorio, ein Kollege, der in den Mathematikstunden

neben mir sitzt. Als ihm heute sein Mathematikheftchen auf den Boden fiel, erkannte ich, dass dort ganz viele

Zeitungsausschnitte waren.

Susana war entsetzt, weil Gregorio ihr am selben Tag seine Liebe gestanden hatte. Nun entschied Susana, die immer noch sehr schockiert war, Gregorio anzurufen. -Ja, hallo? ..., sagte Gregorio am anderen Ende der Leitung. -Hallo, ich bins, Susana. Ich muss dir etwas sagen, antwortete sie schnell.

Kapitel 9 Das Treffen

Susana schluckte zweimal und fuhr fort: -Es tut mir leid, dass ich war vorher so grob zu dir war, aber ich hatte Probleme und war schlecht gelaunt. -Willst du das wir sprechen? - sagte Gregorio. -Ja, ich muss mit dir sprechen, wenn möglich unter vier Augen. -Gut, verabreden wir uns. -Geht es dir heute Nachmittag? -Läuft.- antwortete Gregorio. -Wo wollen wir uns treffen? -Ich warte vor deinem Zimmer, ich hole dich dort ab. -Um 5 Uhr. - sagte Gregorio und legte auf. Susana ass in der Schulmensa und León setzte sich zu ihr. - Ich habe etwas für dich - sagte er und gab ihr einen Zettel. Als sie es zu lesen begann, unterbrach sie ihr Mathematiklehrer - Susana, ich weiss, dass du im Moment eine schwierige Zeit durchmachst, aber trotzdem darfst du deine Prüfungen nicht vernachlässigen und schon gar nicht die der Mathematik, wo du ja sehr begabt bist - sagte er ihr und strich ihr übers Haar. Ich erwarte, dass du für die Prüfung von morgen lernst. - Danke vielmals, ich gebe mir Mühe. - Bitte, vergiss nicht, die Notiz zu lesen, die ich dir gegeben habe. - sagte León, bevor er ging. Susana steckte die Notiz in die Hosentasche, um sie zu lesen, wenn sie alleine war, tat es jedoch nicht. Um 5 Uhr abends, wartete Susana ungeduldig auf Gregorio, welcher nicht erschien. Ermüdet ging sie zu seinem Zimmer, um ihn zu suchen. Sie ging hinein und fand ihn bewusstlos am Boden. Total erschrocken rannte sie hinaus, um einen Lehrer zu verständigen. Aber Ricardo kam ihr entgegen und drängte sie zurück ins Zimmer. Aus ihrer Tasche fiel die Notiz, die ihr León gegeben hatte: "Susana, schliess dich heute in deinem Zimmer ein und geh nicht hinaus, sie haben dir eine Falle gestellt."

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

34

Kapitel 10 Niemand ist was er zu sein scheint

Verwirrt wegen dem, was sie gelesen hatte und ermüdet durch all die Nachrichten, hörte sie auf daran zu denken und versuchte aus dem Raum zu kommen, die Tür war aber verschlossen. Susana war am Ende ihrer Kräfte und fing an zu weinen. Ohne dass sie es merkte, schlief sie ein. Sie träumte von vielen schönen Dingen, die sie schon lange nicht mehr gesehen oder an die sie sich nicht mehr erinnert hatte. In ihren Träumen tauchte plötzlich ihre Freundin Victoria auf, die ihr immer wieder sagte, dass die Personen in ihrem Umfeld nicht das waren, was sie vorgaben zu sein. -Susana, Susana, wo bist du? – hörte sie León hinter der Tür. -León, hilf mir, bitte öffne die Tür! – Er öffnete die Tür. -Wieso bist du hier? -Ricardo hat mich in das Zimmer eingeschlossen, ich weiss nicht warum. -Sei unbesorgt, geh in dein Zimmer und sage niemandem etwas. Während sie zum Zimmer zurückging, dachte sie an Gregorio, der immer noch bewusstlos am Boden lag. Sie wollte zu ihm, doch sie hatte Angst, weswegen sie schliesslich doch in ihr Zimmer ging. Um sich zu beschäftigen, beschloss sie, eine weitere Seite von Victorias Tagebuch zu lesen, um nach weiteren Hinweisen zu suchen. Mittwoch, 14.Mai

Welch Graus! Heute habe ich herausgefunden, dass mein geliebter León, der Junge den ich jeden Tag sehe und der

mein Herz erfüllt, Gregorio gezwungen hat mich zu belästigen. Wieso macht er das nur?

Ich kann nicht aufhören, darüber nachzudenken…

Susana staunte und konnte nicht glauben, was sie da las. León? Das war unmöglich! Er war ihr bester Freund. Er hat mir immer alles erzählt und mir in allen Notlagen geholfen. Ich muss mit ihm sprechen! Sie fand ihn in der Cafeteria der Schule und sah, dass er am Computer arbeitete. Sie wartete einen Moment und als er ging, näherte sie sich seinem Platz und entdeckte den noch geöffneten Chatverlauf. Sie begann zu lesen. Die Tränen begannen ihr über das Gesicht zu fliessen. -Ich kann es nicht glauben, er war es! – sagte sie zu sich selbst. Plötzlich kam León und sah Susana an seinem Computer sitzen. Er fragte sie wütend: -Was machst du? - León, sag mir die Wahrheit, was ist passiert!? Kapitel 11 Ausflüchte

Wortlos nahm León den Computer und verliess die Cafeteria ohne irgendeine Erklärung. Susana wurde bleich, aber versuchte nicht, ihn davon abzuhalten. Etwas später erhielt sie eine Nachricht. Darauf stand: „Wir müssen reden. Wir treffen uns nach der Ausgangssperre im Klassenzimmer 13. León.“ In diesem Moment, als Susana die Nachricht las, sassen Ricardo und León zusammen und überlegten, was letzterer erzählen sollte. -Du schuldest mir ein Erklärung, nicht? Das was ich gelesen habe…-, fing Susana an mit einer zitternden Stimme. -Was hast du gelesen?-, fragte er. -Ich habe alles gelesen. Absolut alles. Du wusstest alles, was geschehen war über den Tod von Victoria, die anonymen Nachrichten, die Hinweise… Warum? -Es ist alles ein Missverständnis, siehst du?-, sagte sie León, und zeigte auf den Laptop. -Es ist nicht meiner. Erinnerst du dich an den letzten Tag in der Mathestunde? Er gehört Gregorio.- -Ich verstehe nichts-, sagte sie sehr verwirrt. -Warum hast du seinen Laptop? Wer hat Gregorio bewusstlos geschlagen? Hast du nachgeforscht? Hast du deswegen den Computer genommen? Hast du vermutet, dass er etwas mit all dem zu tun hat? Woher wusstest du dies?- -Ich muss gehen, es kommt jemand.-, sagte León. In diesem Moment hatte keiner von den beiden bemerkt, dass jemand anders auch da war und zuhörte. Kapitel 12 Schlechte Nachrichten

Der Kommissar schrieb alles, was die Schüler sagten, in sein Heft, dann und kam näher, um ihnen die unglückliche Nachricht mitzuteilen. -Es tut mir sehr leid, aber Gregorio wurde erstochen. Wir haben gerade seine Leiche im Gang der Schlafzimmer gefunden.- León fiel vor Schreck zu Boden und Susana stand wie versteinert da, sie konnte weder sprechen noch weinen. Der Kommissar erzählte ihnen, dass Gregorio die Perlen einer Kette in seiner rechten Hand hielt. Ricardo, der bisher eher gleichgültig wirkte, wurde beim Wort Kette sofort bleich, was der Kommissar bemerkte. Der Kommissar teilte ihnen auch mit, dass sie bei ihren Nachforschungen herausgefunden hätten, dass der Mathelehrer Susanas Vater war.

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

35

Susana, sehr aufgewühlt, beschloss in ihr Zimmer zurückzugehen und Ricardo folgte ihr. Er fühlte sich überhaupt nicht gut und ihm war sehr übel. Im Treppenhaus fiel er schliesslich in Ohnmacht. Er hatte schwarze Flecken am ganzen Körper; es war klar, dass er vergiftet worden war. Im selben Moment erhielt Susana eine Nachricht, dass ihre Freundin, Rebeca, am vorherigen Tag angegriffen wurde und nun im Krankenhaus im Koma lag. Kapitel 13 Susana

Susana nutzte die Verwirrung, die durch die überstürzten Informationen entstanden war und schlich sich in das Büro, in welchem sich der Kommissar eingerichtet hatte. Sie suchte nach einem Hinweis, der ihr mehr Klarheit verschaffen würde. Auf dem Tisch befanden sich unzählige Dokumente, Fotografien und andere Gegenstände. Ihr Blick fiel auf ein Foto, auf dem Ricardo Teile einer Perlenkette in der Hand hielt und plötzlich wurde ihr schwindlig und eine längst vergessene Erinnerung kam ihr verschwommen vor die Augen. Dann fiel ihr ein roter Ordner mit ihrem Namen darauf auf. Während sie ihn vorsichtig öffnete, versicherte sie sich, dass auch ja niemand sie beobachtete. Im Ordner befanden sich Fotos von einer glücklichen Familie, Ausschnitte alter Zeitungen, welche Gewaltverbrechen beschrieben, medizinische und psychologische Gutachten, Notizen des Kommissars und Schreiben von einigen Kollegen der Schule. Aber etwas fiel ihr besonders auf: ein handgeschriebener Brief an den Kommissar, in dem ihr Name rot unterstrichen war. Sehr geehrter Kommissar,

Ich wollte Sie vor der Gefahr dieses Falles warnen. Die Gefahr ist Susana, die unter Persönlichkeitsstörungen leidet,

vor allem in der Nacht. Dies verleitet sie schon von klein auf, schlechte Dinge zu tun, die sie eigentlich gar nicht

machen will. Für gewöhnlich ist Susana ein gutmütiges, nettes, freundliches und sympathisches Mädchen, die es mit

allen gut hat. Doch wenn sie unter ihrer Störung leidet, distanziert sie sich völlig von der Welt und verwandelt sich in

eine nicht wiedererkennbare, kalte und bösartige Person. Meistens ist sie geistig abwesend, sie verliert sich in ihren

Gedanken.

Victoria war die einzige Person, die es ihr ermöglichte, ihre Kälte und Unberechenbarkeit zu stoppen. Die einzige, die

ihr jedes Mal half, wenn sie nervös wurde, indem sie mit ihr über sie und ihre Taten sprach. León, der sich neuerdings

unwohl und ratlos an ihrer Seite fühlt, hat sie früher immer sehr geliebt.

Bitte bewachen Sie Susana, da sie wohlmöglich hinter den Taten der letzten Tage steckt. Ich tue das seit mehreren

Jahren, und auch wenn sie aufgrund ihrer vergangenen Traumata sich nicht mehr an mich erinnern kann habe ich

versucht, immer an ihrer Seite zu sein, um auf sie aufpassen zu können, sie zu beschützten und sie daran zu hindern,

irgendeine Dummheit zu machen. Doch nun ist sie mir wahrscheinlich entwischt.

Ich bin mir aber nicht wirklich sicher. Ich dachte immer, Susana sei unfähig, jemandem etwas anzutun, trotz ihrem

Groll, den sie tief in ihrer Erinnerung verspürt. Ich habe immer versucht, dass sie sich mit guten Menschen anfreundet,

doch bin mir jetzt nicht mehr sicher, ob mir dies gelungen ist.

Viel Glück und bitte passen Sie auf meine Tochter auf.

Ricardo.

Susana war wie gelähmt. Wieder tauchte das Foto mit der Perlenkette in ihrem Kopf auf. Doch dieses Mal war es nicht Gregorio, der sie hielt. Sie war verwirrt. Susana ging schnell aus dem Raum hinaus; sie hatte kein Ziel; sie war verloren zwischen den Grenzen der Realität und ihrer Erinnerung. Viele unbekannte Stimmen waren in ihrem Kopf. Kapitel 14 – Der Albtraum

Susana rannte. Die Stimmen in ihren Kopf trieben sie in den Wahnsinn. Sie stolperte über einen Stein und fiel in den

See. Sie sank an den Grund, schwenkte ihre Arme, um an die Wasseroberfläche zu gelangen, doch es war unmöglich.

Es war als würde sie jemand an den Füssen festhalten und sie daran hindern, Luft zu schnappen. Susana war

erschöpft, so gross war ihre Angst…

Hoffnungsvoll sah sie León aus der Ferne auf sie zukommen. Er würde sie retten! Doch das war nicht seine Absicht.

Susana konnte nicht mehr. Sie brauchte Luft! Luft!

Schweissgebadet wachte sie auf. Sie fasste sich an die Brust, ihr Herz schlug so fest, als würde es gleich rausspringen wollen. Sie versuchte sich zu beruhigen, es war bloss ein Albtraum. -Susana, endlich wachst du auf.-, sprach eine Frau zu ihr und kam näher. Angsterfüllt blickte sie in ihre Augen, dies war nicht ihr Zimmer. -Nimm diese Tabletten, sie werden dir gut tun.-, sagte die Frau, während sie Susana die Tabletten in den Mund steckte.

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

36

Susana spuckte sie wieder heraus. -Lass mich!-, schrie sie ganz aufgeregt. Sie versuchte sich aufzurichten, doch die Fesseln drückten sie zurück auf das Bett. Dann erinnerte sie sich daran, wie sie einst in die Psychiatrie eingewiesen wurde. Kapitel 15 Unausweichliche Erinnerungen

Der Brief des Vaters an den Kommissar hatte sie so durcheinander gebracht, dass sie sich nicht auf den Beinen halten

konnte. Wegen den dröhnenden Stimmen in ihrem Kopf verlor sie die Kontrolle über sich, ihr war schwindlig und sie

musste sie sich auf den Boden des Flurs setzen. Viele Erinnerungen kamen ihr in den Sinn, aber sie wusste noch nicht,

wie sie diese einordnen sollte. Sie konnte sich noch nicht gegen die Gedanken wehren und sie begann zu schreien und

unkontrolliert zu weinen, in der Hoffnung, dass irgendjemand sie hören und ihr helfen würde. Plötzlich kam León

angerannt um sie festzuhalten und sie zu beruhigen. Er schrie um Hilfe, bis der Kommissar kam, der – im Wissen über

Susanas geistigen Zustand – sie direkt in die psychiatrische Klinik brachte, bevor sie jemandem schaden konnte.

Und jetzt war sie hier, gefesselt an dieses Spitalbett. Durch das offene Fenster kam ihr Zigarettenrauch entgegen… Dieser spezielle Duft, der ihr sehr bekannt vorkam, aber woher bloss?... Sie sah sich in ihrem Kinderzimmer, sah, wie er das erste Mal mit diesen Absichten eintrat. Wie er sie ansah. Wie er

sie berührte. Er sprach nicht. Er nahm sich nur, was er wollte. Dieser Schmerz, begleitet vom Zigarettengeruch,

gemischt mit Schweiss. Der Geruch ihres Vaters.

Dieser Geruch verfolgte sie seither. Obwohl sie weiterlebten als wäre nichts passiert, war die Beziehung zwischen ihnen nicht mehr die gleiche. Ihr Vater kam nachts in ihr Zimmer. Sie wollte es nicht, sie hatte Angst vor ihm, war angeekelt, sie fühlte sich eingeengt; aber sie hatte sich nicht getraut, es jemandem zu erzählen. Sie entfernte sich jedes Mal mehr von ihm. Wie wenn ihr Vater gemerkt hätte, dass sie schwach wurde und isoliert von der Aussenwelt, schenkte er ihr eine wunderschöne Halskette und sagte ihr dabei: „Siehst du, wie lieb ich dich habe, mein Schatz? Niemand muss von unserer speziellen Verbindung erfahren, mein süsser Fratz. Damit die anderen nicht eifersüchtig werden, darfst du es niemandem erzählen. Es wird unser Geheimnis sein.“ Kapitel 16 Ich bin verrückt geworden!

Susana lag auf ihrem Bett. -So, wer wird dein nächstes Opfer sein? – fragte Susana lächelnd Victoria. -Hör auf zu scherzen… Heute Nacht werde ich mit Carlos ausgehen. Susana wurde wütend und fragte sie -Warum? Du weisst doch, dass Carlos mich mag! Victoria wurde nervös. -Das weiss ich schon… Aber er ist so ein hübscher Junge! Susana blieb zu Hause, verärgert über das was Victoria ihr angetan hat. Sie war sehr eifersüchtig auf alle Jungen, mit denen Victoria fast jede Nacht ausging. Ihr zweites Ich behandelte Victoria immer schlecht und sie konnte nicht verstehen warum. Plötzlich wechselte die Szene total. Gregorio zeigte die Halskette Susana, die nervös wurde: es war ihre Halskette und niemand durfte ihre Erinnerungen, die sie für sich behielt, kennen. -Hat dir das dein Vater geschenkt? – fragte Gregorio. Die böse Seite Susanas begann sich im Geist aufzuregen und plötzlich wurde sie verrückt und attackierte ihn. Ein weiterer Flashback bemächtigte sich ihrem Geist. -AAAAAAAAAAH! Was machst du mit diesem Messer? – schrie Victoria. -Du bist immer hübscher gewesen als ich. Du bist immer mit Jungs ausgegangen, die mir gefielen. Ich bin immer deinen Schatten gewesen und damit ist nun Schluss. Tschüss, Victoria. Plötzlich kehrte Susana in die Realität zurück. Sie konnte nicht glauben, was passiert war. -Es ist wahr… Der Brief ist real… Alles ist wahr… Ich bin verrückt! Kapitel 17 Das Ende

Ich habe keine Kraft mehr um weiter zu machen, denn dieser Druck wird mir zu viel. Jeden Tag denke ich daran … Das

konnte doch einfach nicht wahr sein! Also, obwohl es mich viel Überwindung gekostet hat, habe ich schliesslich eine

Entscheidung gefällt. Ich sage es hier, weil mir nicht viel Zeit bleibt und im festen Glauben, dass es jemand hören

wird. Wenn dies alles vorbei ist, werdet ihr auf diese Bildern stossen, diesen letzten Abschied. Der Moment ist

gekommen, da es nur noch einen Ausweg gibt: Ich muss verschwinden, und zwar für immer. Aber das Schlimmste ist

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

37

nicht meine Entscheidung, sondern die Last, die ich damit auf mich nehme. Nur gerade vier Leute – wenn überhaupt -

werden dies verstehen. Ich jedoch weiss, was zu tun ist, und ich werde es zu Ende bringen.

Victoria hat mir einmal gesagt, dass man nicht vor seinen Problemen flüchten, sondern sich ihnen stellen soll. Sie war

so toll und hat mir immer nur gute Ratschläge gegeben! Ich bin immer noch nicht fähig, wirklich zu begreifen, dass sie

tot ist. Doch jetzt werde ich mit ihr gehen. Ich hätte so gerne mein Leben für ihres gegeben, doch nun begleiche ich

meine Fehler und werde sterben.

Zum letzten Mal verabschiede ich mich. Ich hoffe, dass, auch wenn meine Entscheidung sehr persönlich ist, sie

jemanden zum Besseren bewegen wird. Heute gehe ich, aber ihr bleibt. Seid nicht solche Feiglinge wie ich, stellt euch

euren Problemen. Ich hasse Feiglinge; ich hasse mich selber, mein Spiegelbild ekelt mich richtig an! Es graust mich

sogar an mich selbst zu denken. Ich bin zerbrochen, in mir herrscht ein Chaos und weil sich das nicht mehr ändern

lässt, will ich auch nicht mehr weitergehen. Ich bin so schwach und zerbrechlich! Ich habe etwas gesucht, das mich

glücklich machen könnte, doch am Ende habe ich die richtige Entscheidung getroffen. Ich wünsche euch allen ein

schönes Leben, das ist das einzige, was ich jetzt noch tun kann. Ich weiss wie es ist, und das sage ich jetzt, wo ich noch

halbwegs vernünftig denken kann, ein unerfülltes Leben zu führen und das wünsche ich keinem von euch! Und bevor

nun alles vorbei ist, hoffe ich, dass ihr mir auch dafür vergeben könnt. Behaltet mich in Erinnerung, wenn ihr wollt;

nur so werde ich weiterleben.

Nun noch eine letzte Bitte: Helfe mir beim Sterben wer kann.

*** Der Kommissar lehnte sich auf seinen Sessel zurück und faltete seine Hände über dem Kopf. Er schien in den Gedanken an die Einzelheiten dieses Falles zu versinken, auf der Suche nach einem Sinn für all dieses Unheil und Leiden. Er hatte sich gerade das Video der Überwachungskameras aus Susanas Zimmer in der Psychiatrie angeschaut. Er hatte es immer wieder angeschaut mit einer Genauigkeit eines Profis, der seine Fälle nicht abschloss, ohne das letzte Detail geklärt zu haben. Er hatte sich immer wieder die stockenden Sätzen und die schleppenden Wörter angehört, die Susana in ihrem Abschied aussprach. Er hatte immer wieder die Bilder angeschaut von jenem Mädchens in ihrem Bett, das mit einer einsamen Geste ihren verlorenen Blick in das Objektiv der Überwachungskamera richtete. Immer wieder hatte er sich gewundert über ihren letzten Satz: „Helfe mir beim Sterben wer kann.“ Dann, aufgeregt und nervös, weil er eine neue Spur überprüfen wollte, spulte er das Video zurück und hielt in dem Moment an, als - wie ein Schleier, der alles trübt - ein Vorhang aus Rauch, vielleicht von einer Zigarette, aus einer unsichtbaren Ecke sich zur Überwachungskamera hoch bewegte.

Susana Proyecto “LibrOmente abiert@” e

38

“LibrOmente abiert@” e