En el fondo del jardn

Pidi que lo acompaaran a dar una ltima vuelta por su bello jardn.Del brazo de una enfermera entonces con sus pasos inseguros y los ojos nublados, el viejo Efran fue despidindose de cada una de sus plantas, de cada uno de sus rboles.Conmovidos, los nuevos inquilinos de la casona lo vieron andar a travs de los caminitos, detenerse junto a algunos canteros, murmurar sobre algunas ramas floridas, acariciar hojas y troncos.l mismo plant todo les coment el dueo de la propiedad, mientras se abanicaba con el flamante contrato de alquiler. Me contaron mis padres quehace cincuenta aos, cuando le arrendaron la casa este lugar no era ms que una especie de potrerito... l lo transform en jardn con la asistencia de su mujer, que Dios la tenga en la gloria...Y a dnde lo llevan ahora? pregunt Damin, el hijo de la familia que al da siguiente ibmudarse a esa vivienda.A un establecimiento para enfermos mentales... Los vecinos denunciaron que est medio loco el pobre... Y aunque es muy tranquilo, no es posible dejarlo ac... No tiene parientes y...Unos silbidos del viejo y su voz temblorosa llamando al chico, interrumpieron la charla.Es a m al que necesita, abuelo? grit Damin, ya que el anciano se encontraba al fondo del jardn, a unos veinte metros de ellos.S, querido le contest la enfermera. Don Efra desea decirte algo antes de irse...De inmediato, el chico correte hasta su lado.Entonces, la enfermera ayud al viejo a sentarse en un banco de piedra ubicado junto a una vigorosa y extraa planta que pareca ser su preferida y se alej un trecho. Mientras se tocaba la sien con un dedo ndice en movimiento, giratorio y entre risitas apenas contenidas, le dijo al chico: Va a confiarte un maravilloso secreto. Me orden que los deje solos durante un ratito noms... Espero que lo escuches con mucha atencin, entendiste? y le gui un ojo.Damin se fastidi. Ya haba sido suficiente para l con que la enfermera hubiera tratado de informarle que el viejito no estaba en sus cabales, mediante esa inequvoca seal que indica que alguien es chiflado, como para que dudara de su comprensin al punto de hacerle tambin una guiada. Adems, por qu crea ella que un secreto maravilloso a sntoma de locura?Y cuando Don Efran le confi aqul digno de figurar en las pginas de los cuentos fantsticos que tanto le gustaban Damin sinti que le hubiera encantado ser su nieto.Poco ms tarde cuando la ambulancia que trasladaba al anciano parti rumbo al manicomio municipal nadie advirti que los ojitos del muchacho estaban tan nublados como los del casi centenario ex-jardinero.