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¿QUÉ APORTA GOOGLE A LA EDUCACIÓN ACTUAL?

Maritza Rojas de Gudiño�

La respuesta a esta pregunta es de una gran complejidad. Pensar en lo que aporta Google, es lo mismo que pensar en lo que puede aportar un diccionario o una enciclopedia. Depende de lo que se haga con ella y de lo que se esté buscando. Si bien Internet, tiene pocos años de haberse generalizado gracias a las computadoras personales o PC’s, su ámbito inicial desde los 60´s fue como elemento de consulta e intercambio cognitivo específico en las universidades. El uso de las computadoras hasta entonces era exclusivo de la academia y de algunas empresas de tecnología emergente. Las memorias de esas computadoras ocupaban una gran sala, tan helada como un quirófano y los que “sabíamos programar”, orgullosamente llevábamos grandes cajas de tarjetas perforadas. Mientras mayor era la caja, más orgullo sentíamos por el trabajo realizado. En la década de los 80’s pasamos a las computadoras personales y a dispositivos cada vez más pequeños para llevar la información.

También ha habido cambios en nuestra manera de comunicarnos. Surgieron palabras como “implementación”, la cual trajo no pocas discusiones pues algunos decían que debía ser “implantación”. Alexis Márquez Rodríguez en muchos artículos y charlas relacionadas, nos recordó que las palabras no se usan porque aparecen en el diccionario, sino es al revés, aparecen en el diccionario porque se usan. Posteriormente, la Real Academia de la Lengua, le dio la razón, pues la acepción de “implementar” en Informática se refiere a “poner en funcionamiento un método para llevar a cabo algo”.

En ese aprendizaje, llegamos al término que constituye el elemento central de este artículo: los buscadores. Un buscador es una herramienta que nos permite encontrar en la Internet un documento que contenga una determinada palabra clave o frase que le suministremos. Hay varias clases de buscadores, pero los más populares hoy en día son los llamados motores de búsqueda. Entre ellos está WebCrawler y MetaCrawler, los cuales aparecieron alrededor de 1994. Luego apareció Lycos, Altavista, Yahoo, y a partir de 2001 se popularizó Google debido a su simplicidad y criterios desarrollados para asignarle relevancia a una página web, por lo que nos muestra en primer lugar el enlace de la página más visitada que contenga los términos que suministramos (http://www.google.co.ve)

Entre las múltiples ventajas de estos buscadores está la posibilidad de hacer una revisión bibliográfica actualizada, que a veces nos permite el acceso a la versión digitalizada o electrónica de un texto. Hay algunas páginas que permiten revisar los titulares, resúmenes y a veces artículos completos de los principales periódicos, así como chequear noticias de última hora con Google

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noticias. Podemos comunicarnos rápidamente vía correo electrónico sin salir de casa, pagar facturas de teléfono, tarjetas de crédito, transferencias a terceros, compras en tiendas, etc. También podemos hacer visitas virtuales a Museos y otros lugares turísticos, hacer reservaciones de aviones, hoteles, etc. Comunicarnos con familiares y amigos vía correo electrónico con Gmail. Google Docs nos permite redactar y corregir documentos simultáneamente con otras personas. Esa última posibilidad también tiene importantes fines académicos, pues se pueden realizar trabajos en equipo y los profesores pueden chequear el aporte individual de cada miembro. El servicio Google Maps nos permite buscar una dirección y visualizar una calle o lugar vía satélite. Google Libros nos permite leer muchos libros digitales, aunque eso no reemplazaría de ninguna forma el placer de tenerlo en las manos.

¿Y las desventajas? Las que tiene toda herramienta mal usada. Si no orientamos a los nuevos usuarios independientemente de su edad, en sus infinitas posibilidades de aprendizaje, actualización, comunicación e interacción social estaremos desperdiciando uno de los grandes adelantos tecnológicos. Tal como sucede con los libros de texto o consulta, hay que estar muy atentos a la confiabilidad de la fuente bibliográfica utilizada. También hay que estar advertidos de los peligros potenciales de comunicarnos con extraños sin tomar las debidas precauciones en cuanto a nuestra privacidad.

Es importante recordar que el saber usar estas herramientas no es sinónimo de aprendizaje. Los profesores y representantes debemos propiciar el pensamiento crítico tan necesario para decidir en forma razonada y reflexiva, qué creer o qué hacer ante la posible avalancha de información que se pueda recibir, lo cual muchas veces es tan peligroso o desalentador como no encontrar ninguna fuente de consulta.

La pregunta no es ya qué nos aporta ésta o cualquier innovación tecnológica, lo fundamental es cómo gestionaremos esos aportes para hallar como miembros de esta sociedad, la dirección que nos permita obtener el máximo provecho de ellos, en su justa proporción, sin olvidarnos que la tecnología simplemente es un medio, que bien utilizado nos puede facilitar la adquisición de conocimientos, pues la transformación de esa información en verdadero conocimiento, va a depender del uso que le demos. Las posibilidades son infinitas y el límite es nuestro sentido común, valores y comportamiento ético.

� Profesora jubilada de la Universidad de Carabobo y Directora General de Investigación de la

Universidad José Antonio Páez