Qué es la ansiedad

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DOCUMENTOS DE APOYO AL ESTUDIO DPTO. ORIENTACIÓN EDUCATIVA ¿QUÉ ES LA ANSIEDAD? “Me pongo tan nervioso en los exámenes que mi rendimiento baja”. “Me agobio muchísimo”. “Solo de pensar en el examen … me duele el estómago”. Si te ocurren este tipo de cosas, tal vez te interese seguir leyendo... La ansiedad es una reacción normal y sana que se experimenta en circunstancias de peligro o preocupación. Si, es a veces una respuesta adecuada y necesaria ante una situación de peligro, siendo un mecanismo esencial de protección del individuo y la especie. La ansiedad surge cuando una persona se halla expuesta a situaciones que implican peligro y

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DOCUMENTOS DE APOYO AL ESTUDIO DPTO. ORIENTACIÓN EDUCATIVA

¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?

“Me pongo tan nervioso en los exámenes que mi rendimiento baja”. “Me agobio muchísimo”. “Solo de pensar en el examen … me duele el estómago”.

Si te ocurren este tipo de cosas, tal vez te interese seguir leyendo...

La ansiedad es una reacción normal y sana que se experimenta en circunstancias de peligro o preocupación.Si, es a veces una respuesta adecuada y necesaria ante una situación de peligro, siendo un mecanismo esencial de protección del individuo y la especie.

La ansiedad surge cuando una persona se halla expuesta a situaciones que implican peligro y amenaza, es una experiencia universal y cotidiana para todo ser humano, es además una conducta que cumple una función adaptativa.

Esta respuesta emocional produce una serie de cambios bruscos en el funcionamiento del organismo que tienen como fin aumentar la energía disponible y prepararlo para afrontar ese peligro mediante las respuestas de lucha, huida o mecanismos de protección.

DOCUMENTOS DE APOYO AL ESTUDIO DPTO. ORIENTACIÓN EDUCATIVA

Cuando se produce ante un estímulo que es interpretado como peligroso por la persona (ejemplo: un examen, una actuación pública, etc.) el efecto que produce es positivo y nos ayuda a afrontarlo mejor.

La ansiedad es adaptativa -es una respuesta adecuada- si nos proporciona la energía, el impulso, la atención y concentración necesarios para protegernos y afrontar la dificultad.

La ansiedad no es adaptativa -supone un trastorno- si nos desborda, nos paraliza, nos deja la mente en blanco y/o nos incapacita para afrontar el peligro o desarrollar mecanismos de protección.

Cuando la ansiedad se produce ante estímulos cotidianos (salir a la calle, salir a la pizarra en clase) ante los que respondemos en forma de preocupación excesiva, conductas de evitación, miedos descontrolados..., y dicha ansiedad provoca un malestar en la persona y/o dificultades para un funcionamiento normal, nos encontramos ante los llamados trastornos de ansiedad.

Los trastornos de ansiedad se caracterizan por: una emoción desagradable, que no tiene causa aparente o es

desproporcionada al estímulo, que se proyecta en el futuro –se anticipan consecuencias negativas- y se acompaña de una sensación de que algo grave o terrible va a ocurrir.

La angustia es intensa y el organismo se encuentra en un estado de alerta y activación desproporcionada.

Imagina que vas por la calle y de pronto todo el mundo corre hacia ti gritando y ves que les persigue un tigre que se ha escapado de un circo… Tienes tres opciones:

Quedarte quieto y convertirte en la comida del tigre… eso significa que no eres capaz de desarrollar una respuesta de ansiedad o que ésta te ha provocado la paralización.

Luchar contra el tigre… el miedo dispara tu respuesta de ansiedad y te da más energía y fuerza para luchar (no es lo más inteligente pero en ocasiones no tienes otra opción).

Huir lo más rápido posible… el miedo dispara tu respuesta de ansiedad y te da más energía y fuerza para correr y saltar más rápido de lo que normalmente eres capaz de hacer.

Si luchas o huyes utilizas la energía extra que te ha aportado la respuesta de ansiedad.

El problema aparece cuando no hay un peligro real o cuando no puedes liberar físicamente esa energía extra.

Si no liberamos la energía, se acumula y es perjudicial. Hay que liberar la presión (con ejercicio físico por ej.) o “apagar” la reacción de excitación (con técnicas de relajación).