Qué Falló en WorldCom

11
¿Qué falló en WorldCom? Este es uno de los mayores escándalos a pesar de que en la actualidad, casi con cada semana, aparece un nuevo caso de actividades empresariales fraudulentas. La empresa de telecomunicacionesWorldCom, la segunda proveedora de servicios de información y llamadas telefónicas de larga distancia en EE.UU., anunció el 25 de junio que tendría que corregir sus cuentas de resultados en unos 3.850 millones de dólares. Inversores, analistas y el público en general se quedaron atónitos al ver como los beneficios previamente anunciados de repente resultaron ser pérdidas. Las irregularidades contables salieron a la luz durante una auditoría interna. Como todo el mundo ahora sabe, en los días posteriores a dicha declaración tuvieron lugar muchos acontecimientos. El vicepresidente financiero Scott Sullivan, quien no hace mucho había sido considerado un fenómeno de las finanzas, es despedido. La Securities and Exchange Commission (SEC) interpone una demanda contra WorldCom acusándole de fraude. Como la posibilidad de una bancarrota cada vez parece más probable, Wall Street castiga las acciones de WorldCom, las cuales ya estaban tocando fondo antes de todos estos acontecimientos: el 2 de junio se cerraban a 10 céntimos. Los analistas avisan que puede que todavía haya otras malas noticias, y que para cuando todo se calme, los errores cometidos por WorldCom podrían ser más caros que los de Enron. ¿Cómo ha ocurrido esto? Y lo qué es más importante, ¿cuánta confianza deberían tener los inversores en las cuentas de resultados de las empresas? Según expertos de Wharton y de otras entidades, es esencial realizar algunas reformas en la contabilidad, pero tendrá que hacerse mucho más que eso para reestablecer la integridad y la responsabilidad en el mundo empresarial. “Lo que es sorprendente en el caso de WorldCom es la naturaleza tan básica de lo ocurrido” dice Karen Nelson,

description

Describe lo ocurrido en la empresa WorldCom de capital norteamericanola manera en como su junta directiva manipulo los libros contables para presentarlos con ganancias cuando en realidad se encontraba en quiebra

Transcript of Qué Falló en WorldCom

Page 1: Qué Falló en WorldCom

¿Qué falló en WorldCom?

Este es uno de los mayores escándalos a pesar de que en la actualidad, casi con cada

semana, aparece un nuevo caso de actividades empresariales fraudulentas. La

empresa de telecomunicacionesWorldCom, la segunda proveedora de servicios de

información y llamadas telefónicas de larga distancia en EE.UU., anunció el 25 de junio

que tendría que corregir sus cuentas de resultados en unos 3.850 millones de dólares.

Inversores, analistas y el público en general se quedaron atónitos al ver como los

beneficios previamente anunciados de repente resultaron ser pérdidas. Las

irregularidades contables salieron a la luz durante una auditoría interna.

Como todo el mundo ahora sabe, en los días posteriores a dicha declaración tuvieron

lugar muchos acontecimientos. El vicepresidente financiero Scott Sullivan, quien no

hace mucho había sido considerado un fenómeno de las finanzas, es despedido. La

Securities and Exchange Commission (SEC) interpone una demanda contra WorldCom

acusándole de fraude. Como la posibilidad de una bancarrota cada vez parece más

probable, Wall Street castiga las acciones de WorldCom, las cuales ya estaban tocando

fondo antes de todos estos acontecimientos: el 2 de junio se cerraban a 10 céntimos.

Los analistas avisan que puede que todavía haya otras malas noticias, y que para

cuando todo se calme, los errores cometidos por WorldCom podrían ser más caros que

los de Enron.

¿Cómo ha ocurrido esto? Y lo qué es más importante, ¿cuánta confianza deberían

tener los inversores en las cuentas de resultados de las empresas? Según expertos de

Wharton y de otras entidades, es esencial realizar algunas reformas en la contabilidad,

pero tendrá que hacerse mucho más que eso para reestablecer la integridad y la

responsabilidad en el mundo empresarial.

“Lo que es sorprendente en el caso de WorldCom es la naturaleza tan básica de lo

ocurrido” dice Karen Nelson, profesora de contabilidad en Stanford Graduate School of

Business. “El caso de Enron tuvo que ver con complejas asociaciones y con la

contabilidad de las entidades con fines específicos. Pero WorldCom cometió el error en

algo que se enseña en las primeras semanas de cualquier curso básico de contabilidad.

Dada la básica naturaleza del problema y su magnitud, la gente se pregunta cómo no

se pudieron dar cuenta”.

El día 1 de julio, WorldCom proporcionaba a la SEC un informe detallando qué es lo

que la compañía conocía sobre sus problemas contables hasta la fecha. El informe

explicaba como en el año 2001, así como en el primer trimestre de

2002, WorldCom había incurrido en costes operativos –en su mayoría gastos asociados

Page 2: Qué Falló en WorldCom

al uso de servicios de red subcontratados– que erróneamente contabilizó como gastos

de capital.

Al parecer, estas transferencias fueron descubiertas por la auditoría interna de Cynthia

Cooper, vicepresidenta de WorldCom. Cuando se informó de lo ocurrido, tanto el

actual auditor de la empresa –KPMG-, como el antiguo –Andersen-, estuvieron de

acuerdo en que estas anotaciones no seguían los ‘principios-contables-generalmente-

aceptados’ (Generally accepted accounting principles, GAAP). Tras un repaso por parte

del comité de auditores de la empresa, la junta directiva de WorldCom despidió a

Sullivan y aceptó la dimisión de David F. Myers, vicepresidente senior y responsable de

las funciones de control. La demanda de SEC llegó un día más tarde.

“El contabilizar gastos obvios como gastos en capital es completamente fraudulento.

No hay excusa posible para este tipo de malinterpretación. Todo el mundo en la

industria estaría de acuerdo en que el pago por un servicio de alquiler de líneas locales

claramente es un gasto” opina Robert A. Howell, profesor visitante de Dirección de

empresas en Dartmouth´s Tuck School y graduado en Wharton en 1962. Dichos gastos

deben ser inmediatamente reconocidos en el periodo en el que tienen lugar, a

diferencia de los gastos que pueden legítimamente ser contabilizados como gastos en

capital y que se deprecian a lo largo de su vida útil. La mala interpretación de estos

gastos por parte de WorldCom originó una inflación artificial de sus ingresos netos y de

sus beneficios brutos (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y

amortización).

Si la empresa creyó que considerar los costes operativos como gastos en capital era, tal

y como alegó Sullivan, en cierta manera correcto a pesar de las normas contables,

Nelson opina que debería haberse hecho público con anterioridad. Para Nelson, “a

diferencia del caso Enron, en este caso los temas contables están mucho mejor

definidos. Por supuesto, el vicepresidente financiero puede intentar argumentar que

creía que la contabilidad era correcta. Pero si fue así, ¿por qué no lo manifestó en la

primera nota a pie de página del informe anual? Si crees que es correcto como estás

contabilizando esos costes, indícalo en una nota a pie de página y házlo transparente”.

Es más, Nelson añade que los auditores tampoco están libres de culpa en este caso.

“Por supuesto que no puedes revisar cada una de las líneas, pero creo que la mera

aplicación de técnicas básicas de muestreo debería haber sacado a la luz este tipo de

entradas. Parece que se llevó a cabo un procedimiento bastante sistemático” explica

Nelson.

Peter Knutson, profesor emérito de contabilidad en Wharton, describe estas

transferencias como algo similar a una malversación de fondos –de hecho, el desvío de

Page 3: Qué Falló en WorldCom

dinero de un lugar a otro. “Lo que sospecho – aunque esto es una mera especulación–,

es que con los fondos ‘prestados’ el vicepresidente financiero puede que haya pensado

que la empresa iba a ser capaz de cumplir con sus obligaciones, y que esto mantendría

a WorldCom a flote hasta que ganase algo de dinero” proclama. “La contabilización

podía retrasarse, pero tenía que llegar tarde o temprano, por tanto sospecho que él

sabía que no era un negocio muy limpio”.

“No hubo una contabilización falsa de fondos, así que en ese sentido no se trata de

fraude. Simplemente consiste en contabilizarlos en una partida errónea, en gastos en

inversión en vez de en gastos operativos” comenta Nelson.

El informe que WorldCom realizó para la SEC también revela que la empresa estaba

involucrada en “material reversals of reserve accounts“ (la inversión de anotaciones

contables de las cuentas de reservas) -con frecuencia denominada contabilidadcookie-

jar (con bote, despensa). “Por ejemplo, una cuenta de reservas puede suponer un

fondo para cubrir las deudas impagadas” explica Howell. “Cada vez que haces una

venta, haces una estimación de la deuda incobrable. A medida que vas acumulando

deudas impagadas, empiezas a compensarlas con reservas. Al final del año depende

del auditor decir si las reservas fueron excesivas, adecuadas, etc. Analizan la historia de

las deudas impagadas y juzgan. Hay algo de flexibilidad en todo este proceso respecto

a cuándo quieres invertir las anotaciones contables de las reservas. Esto infla tus

ganancias.

“Se puede ver venir –puedes calcular el porcentaje de deudas impagadas sobre las

pagadas” señala Howell. Si de año en año cambia drásticamente -dice-, entonces es

cuestión de alarmarse. Sin embargo, las reservas no están necesariamente reflejadas

en los balances y cuentas oficiales, por lo que la gente no suele pararse a analizarlas.

Señales de avisoEs la pregunta del millón: ¿no podía nadie ver el fin estaba próximo? Peter Wysocki,

profesor de contabilidad de Sloan School of Management del MIT señala que los

inversores pueden buscar ciertas señales de aviso que puedan ayudar a la detección de

potenciales fraudes en la gestión de los ingresos y la contabilidad. Él recomienda lo

siguiente:

1. “Compara empresas en la misma industria y en el mismo sector. Por ejemplo, ¿son

similares las condiciones de leasing? ¿Son las previsiones de deudas parecidas? En el

caso de WorldCom se podría comparar la evolución de la capitalización de las

inversiones y los gastos en inversiones entre empresas. No obstante, todavía es

bastante difícil detectar el fraude porque las empresas no facilitan información

detallada sobre la evolución específica de los gastos e inversiones en capital.

Page 4: Qué Falló en WorldCom

2. “Analiza la evolución del cash flow en relación con los beneficios calculados según

los ‘principios-contables-generalmente-aceptados’. Si existe una amplia y creciente

divergencia entre éstas cuantías se trata de una señal de aviso de que los managers

pueden estar manipulando dichas cifras.

3. “Una señal de aviso muy útil que suele manifestarse tempranamente es la existencia

de desacuerdos recientes entre la empresa, sus managers y sus empresas asesoras

profesionales. Por ejemplo, ¿ha cambiado últimamente la empresa de auditores o de

asesor legal? Es más, ¿han abandonado altos ejecutivos recientemente la empresa

bajo circunstancias sospechosas? ¿Se ha marchado algún alto ejecutivo debido a

posibles desacuerdos sobre los métodos agresivos de contabilización de las cifras de

ventas?”

Nelson sugiere que las cuentas de reservas también deberían ser analizadas

escrupulosamente. “Dondequiera que veas empresas que siempre cumplen sus

expectativas de beneficios y cuando veas constantes y suaves incrementos de los

ingresos, tienes que preguntarte si en la empresa no se estará creando una ‘cookie-

jar’(bote, despensa; literalmente caja de galletas) a la que contribuyen en los buenos

tiempos y de la que sacan en los malos. En los últimos dos años hemos pasado por

tiempos económicos más difíciles. ¿Pueden por tanto las empresas seguir mostrando

un estable crecimiento de los beneficios? Creo que es importante que los analistas

ejerciten el escepticismo, analicen cuál es la gobernabilidad de la empresa y se

pregunten ¿nos fiamos de esta gente? ¿Tiene sentido este crecimiento?”

Las cifras esperadas y las cifras finalmente conseguidas también pueden

proporcionarnos pistas, explica Howell. “Si la cifra esperada para gastos en capital en

2001 estaba alrededor de los 5.000 millones de dólares y la cantidad de la memoria fue

8.000 millones, alguien debería haberse dado cuenta, especialmente si estaba

examinando las cuentas y balances de la empresa y tenía una idea del nivel de gastos

en capital planificado” señala Howell.

¿Vacíos en los ‘principios-contables-generalmente-aceptados’?A raíz de la serie de recientes escándalos contables, algunos han pedido cambios en los

‘principios-contables-generalmente-aceptados’ afirmando que la complejidad y

extensión de las normas contables constituyen todo un incentivo para que las

empresas se evadan de su cumplimiento.

Knutson cree que depender demasiado en estas normas puede causar ciertos

problemas. “Los ‘principios-contables-generalmente-aceptados’ han contribuido a

clarificar las ‘áreas borrosas’. Si todo es blanco y negro siempre puedo efectuar una

transacción de tal modo que sobrepase un poco los límites. Enron hizo algo parecido a

Page 5: Qué Falló en WorldCom

esto, a menudo incluso en consonancia con los ‘principios-contables-generalmente-

aceptados’. Si hubiese áreas grises sería mejor. Se ha prescindido de la profesionalidad

de los auditores”, explica Knutson.

Pero, en opinión de mucha gente, modificando los‘principios-contables-generalmente-

aceptados’ no se van a solucionar los problemas. “Los casos

de Xerox, Enron yWorldCom demuestran que los managers estadounidenses todavía

tienen incentivos para cometer flagrantes fraudes contables” comenta Wysocki.

“¿Podría una versión revisada o menos detallista de los ‘principios-contables-

generalmente-aceptados’ haber evitado estos casos de fraude? La respuesta

probablemente es no. Lo que parece ser la raíz del problema es que muchos miembros

de la empresa todavía creen que tienen mucho que perder (por ejemplo, una caída

inmediata del precio de las acciones), si revelan rápida y honestamente a gente ajena a

la empresa la mala actuación de la empresa. Los beneficios de hacer trampas o de

cometer fraude contable parecen pesar más que los costes potenciales de ser

descubiertos cometiendo este fraude. Esto sugiere que en EE.UU. las penas del código

penal y civil por cometer fraude no son lo suficientemente estrictas para disuadir este

tipo de comportamiento”.

Christian Leuz, profesor de contabilidad de Wharton, está de acuerdo y señala que el

debate entre principios y normas a menudo es exagerado. “Sí, se necesitan unas

pautas generales para la contabilidad, pero también se necesitan principios para que la

gente no se salte los límites trazados por las normas. Por ejemplo, en el Reino Unido

existe una disposición para ir contra las normas en caso de que siguiendo las normas

no se dé una visión plena y verdadera de las cuentas de la empresa. De esta manera,

aunque las ignores todavía puedes tener problemas. La gente señala que puede que

las normas en EE.UU. sean poco flexibles. Pero en la actualidad los estándares

contables en EE.UU. están basados de hecho en principios, y a menudo tienes que

ignorarlos. Así, no es probable que sólo el cambio de los estándares contables

solucione el problema.

“Incluso si tienes un fuerte sistema -fuertemente impuesto por la SEC, los litigios de los

accionistas, etc.-, todavía puede haber manipulaciones contables” añade. “Los

managers pueden intentar manipular las cifras si tienen incentivos para hacerlo.

Primero es necesario resolver los problemas subyacentes de gobernabilidad e

incentivos; después se tendrá una contabilidad de mayor calidad” dice Leuz.

El inversor cautoLeuz advierte que los inversores deben tener en cuenta que las cifras de contabilidad

financiera están llenas de estimaciones y juicios. “El público debe ser hasta cierto

Page 6: Qué Falló en WorldCom

punto escéptico, y debe darse cuenta de que ciertos juicios pueden ser erróneos.

Puede que los inversores hayan tenido demasiada fe en el significado de las cifras de

resultados. Lo que ha ocurrido no tiene excusa; las recientes acusaciones son de fraude

y manipulación. Pero incluso cuando se siguen estrictamente las normas contables,

siempre existirán ciertos juicios personales”.

El día 28 de junio, la SEC llamó a los vicepresidentes ejecutivos y financieros de grandes

empresas para que certificasen personalmente la exactitud de sus últimos balances y

cuentas de resultados, y publicó una lista con más de 900 empresas –aquellas con

beneficios declarados superiores a 1.200 millones de dólares-, a las que llamaría para

pedirles lo mismo.

Leuz subraya que hay muchos aspectos a tener en cuenta cuando se está pensando en

llevar a cabo medidas como esa. “Por un lado, efectivamente necesitamos

responsables, pero también uno debe ser realista respecto a lo que el vicepresidente

ejecutivo puede saber sobre cada transacción y su consiguiente contabilización. En

principio, es una buena idea que los managers sean los responsables de los balances y

cuentas de resultados de las empresas. Pero es difícil, sino imposible, que un

vicepresidente ejecutivo esté al tanto y revise cada una de las transacciones. Hay que

ser realista respecto al trabajo y al nivel al que un vicepresidente ejecutivo ve la

información contable. No obstante, esto no significa que deban quedarse libres de

cargos. Es responsabilidad del vicepresidente ejecutivo asegurarse de que las personas

de la empresa publiquen cifras fidedignas. Probablemente sea correcto pedir tanto a

los managers como a los auditores que apoyen esas las cifras”.

Knutson alerta que no es posible para los vicepresidentes ejecutivos de grandes

empresas estar al tanto de todas las transacciones financieras de sus compañías.

“¿Cómo va a certificar un vicepresidente ejecutivo que las finanzas son correctas?

Piensa por ejemplo en General Electric y Jack Welch [antiguo vicepresidente ejecutivo].

¿Podía Welch saber si los números de la empresa eran correctos? Él tenía que confiar

en el supervisor, el director del departamento de contabilidad, el cual a su vez confiaba

en los contables de su departamento que preparan el informe anual. Tienen que tener

personas en las que confiar”. La idea de la certificación por parte del vicepresidente

ejecutivo suena bien, y tiene buena publicidad -dice Knutson-, pero no siempre es

realista.

Nelson cree que hacer responsables a los altos cargos sólo será efectivo si

simultáneamente se imponen medidas adecuadas de castigo. “Creo que si existen

medidas disuasorias y si existen consecuencias por los comportamientos fraudulentos

y como vicepresidente ejecutivo lo has certificado, entonces será efectivo. Creo que es

Page 7: Qué Falló en WorldCom

razonable esperar algún tipo de certificación. Después de todo, se trata de su empresa

y se les paga –a menudo muy bien– para que las gestionen” explica Nelson.

“La gente solía coger el informe anual de una empresa y creer a pies juntillas todo lo

que en él figuraba” añade Nelson. “Ahora se leen como si se tratase de una revista del

corazón. La gente cree que es todo inventado. Mi opinión es que esto debería ser un

asunto de gran preocupación entre la profesión contable”.

Auditoría a las responsabilidadesLos expertos están de acuerdo en que la clave son fuertes mecanismos de control

internos y externos. “En general, los auditores externos llevan a cabo una auditoría

fiscal al año a una empresa por la que pasan a su vez una vez al año. Pero existen

problemas sistemáticos -como en el caso de WorldCom las partidas que trimestre tras

trimestre fueron erróneamente asignadas-, que deberían haber sido detectados por

los auditores. Los controles internos son más oportunos en muchos sentidos” cree

Nelson.

“Uno no puede minimizar el papel que desempeña el vicepresidente financiero en

todo esto; cuando se tiene un vicepresidente financiero con una agenda, que sabe

como elaborar los libros y como tratar con los auditores, y que está al tanto de los

procedimientos de las auditorías, entonces puede hacer que los auditores miren hacia

donde él quiera que miren, y por ello los auditores tampoco están siendo tan

escépticos como deberían ser” añade Nelson.

“El objetivo de una auditoría no es sencillo. Si alguien quiere esconder cosas a los

auditores, probablemente encuentren maneras de hacerlo” añade Leuz. “Los auditores

a menudo adoptan una estrategia basada en el riesgo, esto es, examinan las áreas que

se consideran como las más propensas a contener errores. Es imposible examinar cada

transacción con el mismo grado de escrutinio. Es, por tanto, un objetivo desalentador.

Sin embargo, esto no significa que los responsables deberían librarse de las

acusaciones de fraude. Si está teniendo lugar entre las más altas instancias se está

acusando al vicepresidente financiero, y por tanto el auditor interno debería tener a

alguien más con quien hablar”.

Wysocki señala que las entidades supervisoras están descubriendo cada vez con más

frecuencia prácticas sospechosas en la industria. “Los auditores que en el pasado no

supieron proporcionar informes independientes sobre la contabilidad de las empresas,

se están ahora enfrentando a penas por estos delitos. En este ambiente, es probable

que los legisladores y otras entidades no toleren que las empresas de auditoría

proporcionen simultáneamente el tradicional servicio de auditoría y servicios de

consultoría al mismo cliente. A pesar de que se puede alegar que ‘la competencia por

Page 8: Qué Falló en WorldCom

los honorarios’ puede haber dado lugar a los problemas actuales, las empresas de

auditoría ahora están pagando el precio por sus miopes estrategias ” explica Wysocki.

Nelson está de acuerdo, y añade que “definitivamente se necesita una reforma en el

sector de las auditorías. Se ha regulado por sí mismo durante demasiado tiempo. No se

trata necesariamente de una modificación de aquellas normas que lo precisen, sino de

un buen examen sobre quién recae la responsabilidad de supervisar”.