Queremos Ver a Jesus

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LITERATURA CATOLICA

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    l er MOMENTO 111

    etapa cualitativa en el ministerio de la catequesis que forme cristianos maduros en la fe, testigos y santos; sin duda desencadenar en los cate-quistas un proceso de inculturacin; de creatividad en la adaptacin del lenguaje, explicitacin de contenido e implementacin de recursos pe-daggicos ms adecuados de acuerdo a las diferentes situaciones y cul-turas de nuestra patria.

    Juntamente con ste instrumento gua, pondremos en sus manos un subsidio con elementos pedaggicos de apoyo para la aplicacin, for-macin, acompaamiento y evaluacin de este instrumento gua.

    Que Santa Mara de Guadalupe, Estrella de la Evangelizacin, y la intercesin de nuestros santos mrtires mexicanos, varios de ellos gran-des catequistas, nos acompaen y alcancen las gracias necesarias para vivir nuestra fe con mayor fidelidad, dar un impulso cualitativo a la cate-quesis en nuestro pas y saber mostrar a Jesucristo con el fervor de los santos.

    Noviembre 16 del 2001 .

    +y_ I + JOSE LUIS CHAV

    Obispo de Tuxtla Gutirrez y Presidente de la Comisin Episcopal

    de Evangelizacin y Catequesis

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    11 QUEREMOS VER A JESS

    Despus de casi dos aos de ref~xir. y_ trabajo, con la participa-cin de muchos catequistas y peritos en catequesis, ofrecemos el pri-mer instrumento "Queremos ver a Jess" que desarrolla la primera de las cuatro etapas previstas en el Proyecto Nacional de Catequesis de Adultos. Este instrumento de la Etapa Kerigmtica pretende no solo llenar un vaco importante sino asumir el kerigma como el cimiento de todo proceso de educacin en la fe.

    "Frecuentemente las personas que acceden a la catequesis nece-sitan de hecho una verdadera conversin. Por eso, la Iglesia desea que ordinariamente, una primera etapa del proceso catequizador est dedi-cada a la conversin" (DGC 62). Slo a partir de aqu la catequesis pro-piamente dicha podra desarrollar su tarea especfica de educacin en la fe (Cf. RICA 9. 1 O). Sin el encuentro con Jesucristo vivo, la catequesis se vaca, pierde su dinamismo y finalidad de "poner a uno no solo en con-tacto sino en comunin, en intimidad con Jesucristo". (CTS).

    Asegurar el kerigma como cimiento del proceso de la educacin en la fe es una tarea urgente, impostergable; una tarea de todo agente de pastoral y de todos los movimientos que trabajan el kerigma inte-grndose a sus respectivas dicesis y parroquias. Estamos convencidos de que, implementando el kerigma en todas las comunidades parroquiales del pas, el encuentro con Jesucristo vivo impregnar de gozo y entrega a no pocos agentes de pastoral, rescatar y fortalecer el espritu misionero en todas nuestras comunidades.

    Teniendo como punto de referencia al Catecismo de la Iglesia Catlica y al Directorio General para la Catequesis, el presente instru-mento-gua ofrece los elementos fundamentales de la etapa kerigmtica. Lo ponemos en manos de los catequistas de Mxico para impulsar una

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    1 presentacin Al inicio del tercer milenio, el Papa Juan Pablo 11 nos invita a "re-

    cordar con gratitud el pasado, a vivir con pasin el presente y a abrirnos con confianza al futuro"(NMI 1 ); inicio de un nuevo siglo marcado por incertidumbres, angustias y violencia pero tambin de posibilidades de . forjar un mundo mejor. Si nos abrimos a Jesucristo, si en su nombre nos decidimos a "remar mar adentro" (Le 5,4) ciertamente ser un futuro lleno de esperanza.

    Nuestro tiempo parece olvidarse de Dios; pero al mismo tiem-po, est sediento de l. A quienes estamos empeados en la Evangeliza-cin y Catequesis se nos ofrece la oportunidad de proclamar a esta generacin la Buena Nueva, de mostrar a Jesucristo Camino, Verdad y Vida como el (mico s,alvador del mundo. Una oportunidad que no pode-_ mos ni debemos dejar pasar.

    Ante la necesidad de implementar y de impulsar verdaderos pro-cesos de- educacin en la fe, y a-peticin de los Obispos mexicanos, la Comisin Episcopal de Evangelizacin y Catequesis se ha dado a la ta-rea de elaborar e implementar un Proyecto Nacional de Catequesis de Adultos que sea realmente el punto de referencia, el eje, "el principio organizador que da coherencia a los distintos procesos de catequesis" (DGC 275) ya que la catequesis de adultos debe ser la fornia principal de catequesis. Una tarea ingente, de aos y qu_e exige el esfuerzo de todos.

  • PROYECTO NACIONAL DE CATEQUESIS DE ADULTOS

    ..JL Ir QUEREMOS VER A JESS

    ETAPA KERIGMTICA

    COMISIN EPISCOPAL DE EVANGELIZACIN Y CATEQUESIS

  • Nihil Obstat: M.I. Sr. Cango. D. Antonio Gonzlez Cornejo. 1 de Diciembre de 2001

    Imprmatur: Jos Luis Chvez Botello. Obispo de Tuxtla Gutirrez, Chiapas. Presidente de la Comisin Episcopal de Evangelizacin y Catequesis.

    Comisin Episcopal de Evangelizacin y Catequesis Habana 148, Col. Tepeyac Insurgentes

    07020, Mxico, D.F. Tel. (O 155) 55770052, Fax. 55776373

    e.-mail: [email protected]

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    Pide una ctitud de "salir" al encuentro del hombre en su situacin vital.

    esquema_ de la etapa kerigmtica

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    encuentro intenso con jesucristo en _

    un "Retiro" de grupo.

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    inicial del Kerigma en 9 temas y una celebracin con la entrega de la cruz.

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  • momento: el anuncio personal

    Este primer momento tiene como objetivo "suscitar la apertura a la experiencia de Dios que lo encontramos hoy en Jesucristo". Ante las situaciones de crisis, de vaco existencial, es necesaria la transmisin de la Buena Nueva que da sentido a la vida dando un primer paso importantsimo mediante la conversin.

    Se trata de salir al encuentro de los alejados, de los que quieran completar su formacin en la fe, de los "resentidos", de los indiferentes, de los no creyentes en una tarea de sensibilizacin y motivacin. No podemos quedarnos a esperar a que lleguen, es necesario que ellos tambin reciban el anuncio gozoso de la salvacin.

    Dado que ste es un primer anuncio, el evangelizador tendr en cuenta dos cosas principalmente:

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    2 QUEREMOS VER A JESS

    1) Junto a la escucha d las principales interrogantes, le comunicar. cmo hoy Jesucristo sigue dando respuestas de sentido y salvacin a dichos interrogantes; le transmitir su propia experiencia de haber sido tocado por la gracia de Dios; le proclamar la conviccin de que Dios nos ama y cmo l ha experimentado ese amor.

    2) Le har una invitacin clida y clara a compartir su vida y su fe en grupo, le invitar a lo que denominamos "Retiro", donde se tiene una experiencia fuerte de Jesucristo de forma intensiva, dicindole lugar, fecha, etc.

    Este an.uncio personal va dirigido de manera concreta a los amigos, vecinos, familiares, conocidos, compaeros de trabajo o escuela, etc.; lo que reclama el buscar los tiempos y lugares ms adecuados y oportunos as como el "visitar a las familias" en sus casas ser importantsimo. Es recomendable que todo esto sea previamente programado y organizado por el grupo de evangelizadores.

    En este primer momento de anuncio personal, como inicio del anuncio kerigmtico, junto con un contenido bsico, sencillo y fun-damental, sern muy importantes las "actitudes" del evangelizador para crear uri "ambiente" favorable en el interlocutor. Un ejemplo elocuente lo tenemos en el mismo Jesucristo que tiene una gran preocupacin por ir al encuentro de todos, camina, recorre, se cansa; al mismo tiempo que se preocupa de todos y busca un encuentro cara a cara donde el gesto, la mirada, la atencin y la conversacin personal llevan a una transformacin .

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  • 1 er MOMENTO 3

    r ACTITUDES BSICAS DEL EVANGELIZADOR Aprender de las actitudes de Jess

    1e Jess fue el primero y ms grande evangelizador, anunci el Reino

    de Dios, como nueva y definitiva intervencin de Dios en la Historia n y defini este anuncio como "Evangelio", es decir, Buena Noticia. e A l dedic toda su existencia terrena; dio a conocer el gozo de e pertenecer al Reino, su existencia y su carta magna, los misterios

    que encierra, la vida fraterna de los que entran en l y su plenitud futura (Cf. DGC 34).

    Por eso volvemos nuestra mirada a l, los que ahora somos sus discpulos y buscamos ser sus mensajeros.

    - Jess siempre se muestra una persona en marcha, recorriendo los caminos y los pueblos (Cf. Mt 4, 23; 9, 35). Jess no es un maestro ms, un profesor esttico sino que va al encuentro de todos sin prejuicios raciales, religiosos o de cualquier clase.

    - Busca siempre un encuentro de persona a persona, cara a cara, donde el gesto, la mirada, la conversacin coloquial, el tocar a los enfermos y leprosos, al acariciar a los nios u otros gestos, van llevando a las personas a una transformacin.

    - Los encuentros de Jess con sus contemporneos son, se puede decir, "asistemticos", aprovechando cualquier circunstancia y lugar: una barca, un pozo, una playa, un funeral, etc.

    - Toma muy en cuenta la realidad del interlocutor utilizando un lenguaje adaptado; delega responsabilidad a sus discpulos.

  • 4 QUEREMOS VER A JESS

    - Visitaba las-cas-as-para evangelizar, para convivir, para atender a los enfermos. En esas visitas podemos notar una "estrategia": enva primero a los discpulos por delante de donde l despus pasara (Cf. Mt 1 O, 5-6).

    Actitudes a evitar

    - No presionar a nadie, el evangelizador tendr que presentar la persona de Jesucristo con todo lo que trae consigo, pero sin ningn tipo de presin.

    - No discutir porque "cuantas veces se gana una discusin, se pierde un hermano", aunque hay la tentacin de responder agresivamente a la polmica de varios grupos religiosos o a personas que se expresan muy mal de los cristianos.

    - Nunca dar la contra, hay que permitir que el interlocutor saque sus propias conclusiones, resaltando ms bien los elementos positivos.

    - No interrumpir, hay que dejar hablar a las personas para que tengamos la oportunidad de hablar nosotros.

    Actitudes bsicas a cultivar

    Despus de conocer a Jesucristo y su pedagoga, despus de conocer la manera de pensar y de ser de nuestro pueblo y con la experiencia que la Iglesia ha venkio desarrollando, podemos fijarnos en las actitudes ms importantes a tener en cuenta (Cf. AG 11-14).

    - . El testimonio de vida La gente hoy cree ms a los que atestiguan con su vida lo que

  • _ ,-~':'_ ______________________ 1 e_r_M_O_M_E_N_T_o_.,_5 ---a ,___ anuncian. Es necesario vivir como cristianos dentro del mundo,

    pero sin ser del mundo. El evangelizador debe respaldar su anuncio con las obras, dirigirse a los hombres como hermanos de Cristo y sus actos deben ser reflejo de Cristo. El testimonio no es de s mismo sino de lo que Dios ha hecho en nosotros.

    l - Apertura al dilogo Si se quiere anunciar a Jesucristo, lo primero que se tiene que hacer es "escuchar", tratar de dejar que la otra persona se exprese, que comunique sus ideas, sus sentimientos, su vida.

    - Presencia cristiana solidaria La presencia cristiana solidaria es tan importante que en ciertas ocasiones es lo nico que se puede realizar. As como Dios nos am, as nosotros tenemos que amarnos los unos a los otros (Cf. Jn 4, 11).

    - Infundir amor, no temor El evangelizador no anuncia catstrofes, sino la salvacin de Dios,

    que es amor; el evangelizador es mensajero de "buenas noticias".

  • momento: Encuentro con Jesucristo vivo

    No bastan los encuentros personales, el anuncio personal; es necesario tambin un encuentro ms intenso con Jesucristo a travs de un "Retiro" que tendr como finalidad "suscitar la adhesin a la persona de Jesucristo", propiciar que afloren los interrogantes y anhelos ms profundos de los que quieran iniciar un camino de relacin con l.

    cul ser el mtodo? Ser una presentacin testimonial a las personas, que procede del ncleo fundamental del kerigma: Jesucristo vive, es nuestro salvador, es el camino, la respuesta a las aspiraciones ms profundas del ser humano. Para esto se sugiere la modalidad de un "Retiro", que se puede realizar en un fin de semana o bien algunas horas cada semana, segn los tiempos y posibilidades de los que han aceptado el llamado. Tratando siempre de que no se pierda la continuidad y el entusiasmo.

    Dado que estos encuentros requieren de una secuencia organizada, se necesitar un equipo de evangelizadores que promuevan, organicen, acompaen y coordinen el encuentro.

  • s QUEREMOS VER A JESS

    El testimonio de grupos siempre ser ms elocuente que el tes-timonio personal, como decan de los primeros cristianos "miren como se aman". De sta manera la comunidad en la persona de los agentes se ver involucrada y a su vez se fortalecer con nuevos miembros que proclamarn despus el mensaje. Generalmente en la comunidad hay ms de una persona que ha vivido un tipo de retiro en algn movimiento con motivo de alguna misin o tiempos fuertes, de ellos se espera la participacin y el servicio.

    ESTRUCTURA

    Se sugiere estructurar en 4 partes: 1- Bienvenida - ambientacin

    Es importante desarrollar una pedagoga de acogida gratuita y desinteresada que comporta el crear un ambiente de relaciones amigables, donde prevalezca la confianza recproca, la espontaneidad, el dilogo, el deseo de compartir y la aceptacin incondicional.

    2- Oracin inicial Se necesita favorecer la escucha atenta de la Palabra de Dios,

    as como la respuesta personal y comunitaria en la oracin. Dios se comunica con el hombre y lo invita a una respuesta libre y ello es posible por el Espritu Santo quien prepara el corazn del hombre (Cf. 1 Cor 12, 3).

    3- Temtica de reflexin Se proponen unos temas para la reflexin que deben transmitirse

    de forma testimonial con un estilo de vida capaz de descubrir al Seor que nos da el don de creer, esperar y amar. El catequista ha de ser testigo capaz de mostrar con s~ propia vida la verdad que

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    cree y transmite y le basta para llegar a-com~encer dando razn de su esperanza. "En el fondo no hay otra forma de comunicar el Evangelio que no sea la de transmitir a otro la propia experiencia de fe" (EN 46).

    4-0racin Final Es muy importante una oracin conclusiva que recoja lo vivido

    en este retiro y que ponga en las manos de Dios al que ha dicho "s" a Jesucristo y lo comprometa a seguir formndose en la fe en el siguiente momento del kerigma.

    1- BIENVENIDA-AMBIENTACIN

    Recepcin y acogida (inscripcin, gafetes, entrega de material). Ambientacin con cantos o juegos de "rompehielo". Bienvenida, motivacin y recomendaciones.

    Iniciar con la siguiente dinmica: hacer pequeos grupos, dependiendo de nmero de asistentes y compartir las siguientes preguntas:

    lPor qu motivo estoy aqu? lQu espero de ste retiro? Qu temores tengo? Qu actitudes deseo tener para aprovechar esta experiencia?

    Reunidos todos, se invita a que expresen lo que compartieron en los pequeos grupos.

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    2- ORACIN INICIAL

    Motivacin

    Conocer a Dios y entrar en comunin con l es un regalo del mismo Dios. Cuando Pedro confiesa que Jess es el Hijo de Dios, Jess le dice que esto lo sabe porque el Padre de los cielos se lo ha revelado (Cf. Mt 16, 17). El Padre revela sus secretos a los sencillos y a los pequeos (Cf. Mt 11, 25).

    No se trata de que seamos muy inteligentes o preparados. Es el Espritu de Dios el que se encarga de iluminar y ensear nuestro entendimiento y voluntad para disponernos a escuchar y estar en comunin con el mismo Dios, "lo que hay en Dios nadie lo conoce sino el Espritu de Dios" ( 1 Cor 2, 1 1 ). Slo se requiere de nuestra parte un odo atento y un corazn dispuesto porque Dios viene a

    . nuestro encuentro en su amado Hijo Jesucristo. "Habla Seor que tu siervo escucha" ( 1 Sam 3, 1 O).

    Invocar al Espritu Santo: Se puede hacer con un canto, con la oracin-secuencia de Pentecosts u otra ms corta.

    Leer el pasaje evanglico de los discpulos de Emas: Le 24, 13-35 Hacer una breve meditacin: Cmo es que Jess se encontr con

    ellos?, cules son las inquietudes de los discpulos?. En este retiroJess quiere encontrarse conmigo, l va con nosotros en el camino.

    Momento de silencio - oracin.

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    3- TEMTICA DE REFLEXIN 1 REFLEXIN: EL AMOR DE DIOS

    Contemplamos

    lQu buscamos? Renovar la conciencia del amor que Dios tiene a cada uno de nosotros para responder con gratitud, prontitud y entrega amorosa a su amor.

    iDios te ama y quiere lo mejor para ti! Dios te ha creado por amor gratuito de su providencia y en su infinito amor desea que todos y cada uno de los seres humanos vivamos eternamente junto a l. Nuestro Dios es un Dios que gratuitamente nos comparte su existencia y de la nada nos cre con la finalidad de que gocemos de su amor eternamente (Cf. CEC 356 ). Es una oferta de vida y felicidad en plenitud (Cf. Jn 1O,1 O). Dios ama a cada uno personalmente, Dios quiere lo mejor para el hombre y con su infinito poder le pone todo en sus manos.

    Dios te llama personalmente por tu nombre a la existencia: "no temas, te he llamado por tu nombre, t eres mo. Eres precioso a mis ojos, eres estimado y Yo te amo. No temas que yo estoy contigo" (Is 43, 1-5) y te quiere llevar a la realizacin plena de su plan de amor y saciar los anhelos ms profundos de tu corazn: "Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia" Un 10, 10).

    Todo cuanto existe ha sido creado por Dios y ha sido creado bueno, muy bueno (Cf. Gn 1 ,4.10.12.18.21.31 ), pero su amor por nosotros no slo se muestra en la creacin (Cf. CEC 299), sino ante todo en la

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    nueva creacin (rerle-.KLQ~). hacindonos criaturas nuevas por los mritos de Jesucristo, su Hijo amado (Cf. Ef 2, 5). Dios es amor y nos lo ha manifestado enviando al mundo a su Hijo nico para que vivamos por l (Cf. IJn 4, 8-9). Se trata de un amor que es eterno "con amor eterno te he amado" Or 31, 3); es ms, "Dios mismo es una eterna comunicacin de amor: Padre, Hijo y Espritu Santo y nos ha destinado a participar de l" (CEC 221 ).

    Dios invita al ser humano a realizarse plenamente y le promete un camino, una ruta que lo llevar a participar de la misma vida de Dios. Dios explica al hombre sus orgenes y le da las bases para vivir el presente abierto al futuro con gran paz y gozo, pues el hombre en Dios encuentra su razn de ser. "Dios invisible por la abundancia de su amor, habla a los hombres como amigos y trata con ellos a fin de invitarlos y recibirlos en su compaa ... por mediacin de Cristo, la Palabra hecha carne y en el Espritu Santo, los hombres pueden llegar al Padre y participar de la naturaleza divina" (DV 2).

    El amor de Dios es un amor que origina mi vida y mi destino Me ama de manera ntima donde yo soy ms yo (tal como soy). Me ania de manera fiel: siempre y jams me abandona. Me ama de modo respetuoso: no me manipula ni me chantajea. Me ama de modo gratuito; con un amor mayor de lo que imagino y merezco. Me ama de modo personal: se me da a conocer en plenitud a travs de su Hijo. Me ama de modo paternal: es Padre misericordioso y providente que nos trata como hijos.

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    i Si lo comprendiramos y sintiramos este Amor!

    a Confrontamos )

    1.

    De manera personal reflexiona las siguientes cuestiones: a) Revisa cmo te sientes en tu relacin con Dios, contesta

    comparando tu vida con el tiempo de lluvia y el tiempo de sequa. Escribe una "x" en el cuadro que corresponda:

    U= Lluvia: tiempo en que empieza a verdear todo, hay muchas esperanzas, hay un crecimiento rpido, se notan ya los frutos.

    S= Sequa: han aparecido las hojas amarillas, algunas caen en tierra. Existe desgano y poca esperanza, parece que todo empieza a morir, hay fro, soledad, indiferencia.

    B) Leer pausadamente las siguientes citas bblicas:

    LI S Dios en mi vida es ... En mi experiencia del Amor de Dios me siento en ...

    En el cuidado personal que Dios tiene de m ...

    En mi deseo de hacer la voluntad de Dios ... En mi oracin personal con Dios estoy en ...

    En la aceptacin de mi vida ...

    "No temas que yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre y eres mo ... Y es que t vales mucho para m, eres valioso y yo te amo ... No t~mas, que Yo estoy contigo" (ls43, 1-5).

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    14 QUEREMOS VER A JESS

    "Acaso olvida una madre a sur.ifi-0 ~d~ pecho sin compadecerse del hijo de sus entraas?, pues aunque ella se olvide, Yo no te olvidar" (Is 49, 15).

    "Tanto am Dios al mundo, que le dio a su Hijo nico para que todo el que crea en l no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envi a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para salvarlo por medio de l" Un 3, 16-17)

    "El amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que l nos am a nosotros y envo a su Hijo como vctima por nuestros pecados" ( IJn 4, 1 O).

    lQu sentimientos provocan en m estos textos bblicos?

    e) Compartir con otros lo reflexionado anteriormente.

    2a. REFLEXIN: EL PECADO, RECHAZO AL AMOR DE DIOS

    Contemplamos

    . lQu buscamos? Reflexionar sobre la negativa del hombre al amor de Dios y confrontar mi respuesta ante el Dios que me ama.

    Dios quiere que el hombre responda al amor con que lo ha creado, que el hombre voluntariamente quiera amarlo. Con frecuencia el hombre no se da cuenta de que lo ms importante para l, el sentido pleno de su existencia, est slo en Dios, encontrarse con l, reconocerlo, amarlo y obedecerlo como hijo.

    L_ t rittt t d" t Mt

  • 2o. MOMENTO 15

    --~sonstituido por Dios en la justicia, el hombre, sin embargo, persuadido por el maligno, abus de su libertad, desd~ el comienzo de la historia, levantndose contra Dios e intentando alcanzar su propio fin al margen de Dios" (CEC 415).

    El hombre desde el comienzo, rechaz el amor de Dios, con la vana pretensin de "querer ser como Dios" (Gn 3, 5). No tuvo inters por la comunin con l. Quiso construir un reino de este mundo prescindiendo de Dios. En vez de reconocer y adorar al Dios verdadero, ador dolos: las obras de sus manos, las cosas de ste mundo, los dioses paganos, se ador a s mismo (Cf. Sal 15, 4-8; Is 44, 9-20). As entraron en el mundo el mal, la muerte, la violencia, el odio, el miedo. Se destruy la comunin con Dios y la convivencia con los hermanos (Cf. DP 185).

    El hombre, al pecar, se vio privado de la amistad y de la vida nueva de Dios quedando sujeto a mltiples debilidades espirituales y corporales. Se hizo hombre viejo: endurecido de corazn, libertino, inmoral, mentiroso, iracundo, ladrn, ofensivo, inclinado a toda clase de maldad (Cf. Ef 4, 17-31) cado bajo el dominio de la muerte, pues por el pecado entr la muerte al mundo y luego se prolong a toda la humanidad (Cf. Rm 5, 12).

    Inmerso en el misterio del pecado, el hombre que es libertad y comunin, experimenta la esclavitud, la cerrazn en el dilogo in-terpersonal, la soledad, la insignificancia, la necesidad de identidad.

    Experimenta lo que es la alienacin, la inautenticidad y la falta de realizacin que lo lleva a la desesperacin y a la infelicidad. Este hombre que pierde la amistad divina genera en la humanidad la cultura del rechazo a Dios, la cultura de la violencia, la cultura de la muerte, cuyos estragos experimentamos hoy en forma alarmante en todos los ambientes y mbitos de la vida (Cf. EA 63).

  • 16
  • Relacin conmigo mismo: Mis gustos son ... Mis actitudes ante la vida suelen ser ... Mis cualidades son ... Mis sueos e ilusiones son ... Mis esperanzas son ... Mis miedos y temores son ... Mis limitaciones o defectos son ...

    Relacin con los otros: Mi relacin con mi familia es ... Mi relacin con mis amigos es .. . Mi relacin con los dems es .. .

    Relacin con Dios: Mi relacin con Dios Padre es ... Mi relacin con Jesucristo es ... Mi relacin con el Espritu Santo es ...

    Relacin con la creacin: Mi relacin con la naturaleza es ...

    2o. MOMENTO 17

    Ante mi realidad y ante mi pequeez he de descubrir mi grandeza. Pese a nuestros pecados, somos amados por Dios y llamados a amar como l. Soy valioso no por lo que tengo o por lo que hago, sino por ser hijo de un Padre Dios todopoderoso, infinito, misericordioso, amoroso, pues me ama con amor eterno, gratuito, generoso, inagotable, incondicional.

    Leer pausadamente la cita: Rm 8, 3 1-39. Quin nos separar del amor de Cristo?

  • 18 QUEREMOS VER A JESS

    --- --3. REFLEXIN: AL ENCUENTRO CON CRISTO SALVADOR

    Contemplamos

    lQu buscamos? Descubrir en Jesucristo vivo el amor constante y fiel de Dios que me invita a estar con l y llenar mi vida de sentido.

    El amor de Dios llega hasta el extremo de darnos a su propio Hijo que nos reconcilia con el Padre y nos hace hijos adoptivos.

    Leer la siguiente cita: Ef 1 , 1-12. El Plan de salvacin de Dios.

    La salvacin es una obra ya realizada y consumada por Jess. l ha muerto por nosotros, en nuestro lugar y a favor nuestro; resucit para que todos seamos criaturas nuevas (Cf. Col 3, 1 O) y tengamos vida en abundancia (Cf. Jn 1O,1 O); nos envo su Espritu para cambiarnos el corazn, capacitarnos para ser fieles a la Alianza y darnos el poder de ser sus testigos. (Cf. He 1 ,8).

    La salvacin que ofrece Cristo da sentido a todas las aspiraciones y realizaciones humanas. Es liberacin de todo y de todos los hombres. Jess es el salvador no slo de la persona individual, de todo el hombre, cuerpo, alma, espritu, sino tambin de todas las situaciones del hombre: familia, sociedad, estructuras (Cf. DP 353-354). "Dios, por medio de Cristo ha reconciliado consigo todas las cosas, tanto las de la tierra como las del cielo, trayendo la paz por medio de su sangre derramada en la cruz" (Col 1, 20).

    . Es una salvacin que incluye la supresin total del pecado, sus causas y sus consecuencias, pero no slo para despus de la muerte, sino desde ahora (Cf. Le 4, 21 ).

  • 2o. MOMENTO 19

    Es el mismo Cristo quien nos llama y nos invita a estar con l (Cf. Me 3, 13-14), a escuchar su palabra (Cf. Le 8, 21 ), a seguirlo (Cf. Mt 9, 9), a dar testimonio a todas las gentes (Cf. Mt 28, 19).

    cmo hacer nuestra la salvacin ya realizada por Jess? Creamos en la Palabra de Dios, reconozcamos la obra ya realizada por Jess, demos gracias y hagmosla nuestra.

    La salvacin debe ser una experiencia personal y actual. No se trata slo del reconocimiento de la existencia de Dios o la aceptacin de las verdades reveladas por l, sino del encuentro personal con el Seor resucitado, de Cristo vivo. Se trata de un encuentro que no nos puede dejar indiferentes, sino que cambia totalmente el sentido y el curso de nuestra vida.

    "Esta es la palabra de fe que proclamamos: si confiesas con tu boca que Jess es Seor y crees en tu corazn que Dios lo resucit, sers salvo. Porque todo el que invoque el Nombre del Seor se salvar" (Rm 1 O, 8-9.13).

    Se requiere una fe que nos permita reconocerlo, aceptarlo, confesarlo y recibf'rlo en nuestro corazn y en nuestra vida cotidiana como Salvador. "Creer en Cristo Jess y en Aquel que lo envo para salvarnos es necesario para obtener la salvacin" (CEC 161 ).

    Este encuentro con Jesucristo vivo ha de llevarnos a la conversin permanente de toda la vida que no es intelectual, ni pasajera, ni sentim.ental sino que implica un cambio de mentalidad, de corazn y de los actos, que abarca todos los mbitos de nuestra vida: la familia, el trabajo, la escuela, la convivencia fraterna, la comunin eclesial, la sociedad, la poltica, la economa, la cultura en general. Se trata de un nuevo modo de actuar a la luz de los criterios y valores del Evangelio (Cf. EA 26,28).

  • 20 QUEREMOS VER A JESS

    Se trata de un esfllocie-vida guiada y sostenida por el Espritu Santo que se acepta por la fe, se expresa en el amor y, en esperanza es conducido a la vida de la comunin eclesial y la comunin solidaria , con la sociedad. (Cf. EA 29).

    Pero tambin el Seor que gratuitamente nos hace la invitacin para entrar en comunin con El nunca se impone, sino que siempre respeta nuestra libertad. Dios no es caprichoso, pues respeta nuestra decisin personal; aunque "fueron numerosos los casos de

    . contemporneos de Jess que lo vieron y lo oyeron y, sin embargo, no se abrieron a su palabra; ( ... ) el apego a las riquezas es un obstculo para acoger el llamado a un seguimiento generoso y pleno de Jess" (EA 8). Pero no por eso deja de amarnos y llamarnos a travs de su Espritu que nos ha dado a travs de la historia, del tiempo, de los acontecimientos y va fraguando, capacitando, invitando y acompaando al hombre hacia su realizacin plena. Dios siempre respetar tu libertad y jams decidir por ti.

    "Movidos por la gracia del Espritu Santo y atrados por el Pa-dre, nosotros creemos y confesamos que Jess es el Hijo de Dios vivo" (CEC 424).

    Confrontamos.

    Entregar a cada uno de los participantes una copia del pasaje evanglico del encuentro de Jess con Zaqueo (Le. 19, 1-1 O):

    Leer pausadamente el texto bblico.

    Entrar en comunin y comunicacin con Jesucristo que me habla y me visita: lQu deseo hacer para seguir a Jess?, lQu puedo hacer para seguir a Jess?, Qu voy a hacer para seguir a Jess?.

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  • 2o. MOMENTO 21

    4- ORACIN FINAL "Alfarero divino"

    Material: Dos jarros de barro iguales.

    En el centro de la asamblea, sobre una mesa, se coloca uno de los jarros. El otro jarro se adorna con flores naturales, se utilizar al final de la oracin.

    Grabadora y msica de fondo.

    Motivacin

    Nos ponemos en tu presencia, Seor Jess, para que nos ayudes a descubrir y vivir la unin que hay entre el Padre y Tu, y, de ste modo, nosotros podamos llamarle tambin iAbb! Padre. Queremos encontrar en l, el amor y la misericordia que ha estado constante en la historia del universo, del mundo, del hombre y de la Iglesia, para que sea una realidad en nuestras vidas. iQue tu Dios sea nuestro Dios y tu Padre nuestro Padre! (Cf. jn 20, 17).

    Primer paso: El jarro

    Despus de la motivacin y en un ambiente de silencio y oracin, todos con la mirada puesta en el jarro escuchan el significado. El que dirige el encuentro, con voz clara y fuerte dice:

    "Una historia comn: innumerables granillos de polvo unidos entre s, amasados sin forma y hmedos. Es tierra. Y para qu puede servir un puo de Jodo?. Es puesto sobre el troquel del artesano, ahora tiene un futuro; ser una estatuilla o una maceta, un jarro para conservar vino, agua, aceite, caf, frijol o maz ... un.puo de barro sobre el troquel.

    -----------

    L.

  • 1

    22 QUEREMOS VER A JESS

    El alfarero lo model con la ayuda del agua. Hbiles marroscrmasan el barro y dan forma. Delicadamente se crea un jarro que s puesto sobre la mesa, el artesano lo contempla: ihermosa pieza!, inica!, iuna obra de arte!. El horno encendido contempla la obra".

    Un lector dice la siguiente oracin: ''Aunque estamos confusos por nuestros pecados, nos acercamos a

    . ti, Padre bueno, tu amor fiel nos da confianza y fortalece nuestra debilidad.

    Abre Seor nuestro corazn para escuchar tu Palabra, Muvenos a la conversin, La tristeza desaparecer y tu amor nos har nuevos. Olvidaremos el pasado y con jesucristo, tu Hijo amado, viviremos en tu

    amor que nos salva hoy y por todos los siglos de los siglos". Amn.

    Se deja un momento de silencio.

    Segundo paso: El hombre modelado por Dios

    Escuchar con mucha atencin la Palabra de Dios:

    Lector 1: "Entonces el Seor Dios form al hombre del polvo de la tierra, sopl en su nariz un aliento de vida, y el hombre fue un ser viviente" (Gn 2,7).

    "Y cre Dios a los seres humanos a su imagen; a imagen de Dios los creo; varn y mujer los cre" (Gn 1,27).

    Lector 2: "Cmo barro en manos del alfarero que lo modela . - segn su voluntad, as estn los hombres en manos de su

    Hacedor (Ecle 33, 13).

    ! .

  • 2o. MOMENTO 23

    Tercerpaso:- El jarro destruido

    El gua se acerca a la mesa, toma el jarro en sus manos y se dirige a la asamblea diciendo.

    "T eres el jarro modelado por Dios; iobra original, nica e irrepetible!, pieza nica firmada por su autor, cocido por el Artista divino en el horno, seno del cual saliste pieza fuerte por el amor creador. Objeto de arte viviente, listo para recibir y dar amor. El jarro eres t, el jarro somos nosotros y Dios es el alfarero.

    Estamos seguros en buenas manos, depositados en el mundo para ofrecer Jos dones recibidos. Recibir y dar, acoger y derramar. En el Di-vino artesano tenemos inmensa confianza y grande esperanza de un futuro de libertad. Nosotros somos el jarro ... "

    Enseguida, el que gua rompe con un martillo el jarro. Se deja un espacio de silencio (con msica suave).

    Se prosigue diciendo: "e/ hermoso y apreciable jarro de la historia, jarro que habla de ti, de tu infancia, de tu juventud, del amor recibido, presencia amiga que siempre te acompaa. Jarro lleno de dones, quiz un poco sucio, quebrado, pero siempre obra de arte ...

    Est despedazado, roto en pedazos. Pedazos y fragmentos por todas partes cubren el camino y son pisados por quien pasa ... Tu pecado dramtico regresa al polvo del cual has salido"

    El que dirige toma un pedazo de jarro y contina: "Tu jarro, slo pedazos, heridas secas, sin viqa;kortante!, ipecado!.

    T, pedazo para ser tirado".

    A cada uno se le entrega un pedazo de jarro, ya que todos tienen en su mano el pedacito de jarro, un lector dice:

  • 24 QUEREMOS VER A JESS

    "Un pedazo en/~ mano; soy un pedazo intil; me pesa; est roto et--=::';,.__~ jarro. Qu cosas estn despedazadas en mi vida? A veces estoy en el suelo, humillado, sin esperanza. Mi relacin con mis padres, mis hermanos, mis amigos, mis compaeros de escuela o trabajo, vecinos ... pedazos cortantes de vida: del nio de la calle, del drogadicto de la esquina, del vagabundo, del pobre, del enfermo, del hermano menor ... Mi fe rota por pequeas cosas. Muy frgil ... encuentro mi vida fragmentada. He sido creado para la vida y una vida en plenitud. Llamado a dar vida en torno a m. Mi creador no me. hizo para la muerte, ni para vivir destrozado, sino para amar con el mismo amor con el que fui creado".

    S entona el canto: "En Jess puse toda mi esperanza"

    Cuarto paso: El jarro remodelado

    Se prosigue con la lectura del Evangelio de San Lucas ( 15, 1-7}: "La oveja perdida".

    Se dice el siguiente texto: ''jesucristo ha muerto y resucitado por m. l es el que une todos

    Jos pedazos de mi vida con infinita paciencia. Reconstruye pedazo a pedazo el jarro roto y lo llena de amor verdadero, generoso, de alegra y paz. El encuentro con el Dios de la vida da paz, nos llena de felicidad, de entusiasmo. Tengamos el coraje de aceptar al Dios amor, al Dios Padre misericordioso, al Dios de Jesucristo. Un encuentro con Jess renueva la vida sobre el montn de pedazos y de miseria, Dios construye Ja nueva vida de mi futuro y de la sociedad ... is lo quiero!

    mfrWill~li!t!illiHUwa~i!11111 ilB' !tlllll17flillllilli-......, - mmnw--. ........ ------------------

  • 2o. MOMENTO 25

    Quinto paso: iGracias Seor!

    Se coloca el otro jarro con flores sobre un mantel blanco.

    Se dice la siguiente oracin:

    "Padre me pongo en tus manos, haz de m lo que quieras, sea lo que sea, te doy gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo con tal que tu voluntad se cumpla en m y en todas tus criaturas, no deseo nada ms, Padre. Te confo mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz, Porque te amo y necesito darme a ti, Ponerme en tus manos, sin limitacin, sin medida, Con una infinita confianza, porque T eres mi Padre".

    Charles de Foucauld.

    Se entona el canto: "Hazme, Seor, un vaso nuevo".

    Se termina proclamando, de pie y tomados de la mano, el Padre Nuestro.

    Sera muy laudable concluir con una Eucarista o un momento significativo ante Jess Sacramentado, ambos que estn cuidadosamente preparados y que incluyan las "renuncias" (Cf. RICA 80 y 217) y donde se invitara a proseguir profundizando este encuentro en el siguiente momento de la "catequesis kerigmtica". Quedar de acuerdo en los das y horarios ms adecuados.

  • ;-

  • momento: Catequesis

    kerigmtica

    Supuestos los otros dos momentos del proceso del primer anuncio, proponemos otro momento que llamamos "catequesis kerigmtica".

    Este momento de "catequesis kerigmtica", que tambin se le llama "pre-catecumenado", tiene como finalidad "hacer una opcin slida de la fe en Jesucristo", es entonces una tarea netamente misionera. Ser un primer intento de una evangelizacin ms sistemtica, para que no se quede en una presentacin basada slo en el sentimiento, en el estado de nimo que puede ser cambiante. Es el desarrollo inicial de los contenidos nucleares del kerigma a travs de "temas" que contienen los rudimentos de la fe. Se ofrecen los contenidos desarrollados en nueve temas y una celebracin en un tiempo de diez das con un tema diario, o de diez semanas con un tema semanal.

  • 28 QUEREMOS VER A JESS

    En este moment.o la comunidad cristiana, conciente de la nueva evangelizacin tiene que tomar conciencia de que ste servicio misionero es de suma importancia y que su ejercicio, acompaado de testimonios explcitos de vida cristiana, es una prueba de su calidad como cristiano. Durante todo este tiempo se fomentar un ambiente de acogida fraterna, de atencin esmerada a cada persona que se sienta atrada por la fe cristiana y quieren iniciar un camino de formacin.

    Que se anuncie en las Eucaristas esta actividad importante y que de alguna manera la comunidad se sienta responsable del grupo de participantes con la oracin continua y explcita. Cada comunidad puede ver formas prcticas de participacin: cadenas de oracin,. arreglo de local, propaganda, preparacin de comida, etc.

    PASOS METODOLGICOS.

    ~' ObJetlVO Indica lo que se pretende en la sesin mediante la

    exposicin y reflexin del tema. Se enuncia de manera sencilla y clara; en lo posible se coloca a la vista de todos, en una cartulina, una imagen o signo bien elaborado.

    Muestran la fundamentacin de la doctrina y contenidos que se exponen. Cada tema se fundamenta en la Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia como punto de iluminacin que contemplaremos en la catequesis. En lo posible se leen directamente de la Sagrada Escritura con todo el respeto y la disponibilidad posibles para ser escUchados y acogidos. Tambin pueden ser parte de la oracin inicial.

    -

    \

  • 3er. MOMENTO 29

    Nos centramos en el designio que Diosn-os- ha manifestado en Jesucristo. Se expone la doctrina y las luces

    ~ comunitaria, fundamentalmente de la Sagrada Escritura @ que han de discernir nuestra situacin personal y ~ y del Magisterio de la Iglesia. Es el momento primordial tomemlllamOS donde contemplamos el "querer de Dios", nos dejamos

    interpelar por l; en el fondo nos preguntamos Quines somos? lQu estamos llamados a ser?

    Tener siempre presente el espritu kerigmtico: Anuncio de Buenas Nuevas. Que la doctrina de la contemplacin se haga palabra viva, voz evocativa, salvacin ofrecida, vida plena. Que no nos quedemos en el enunciado fro y distante de verdades reveladas que no ataan e impliquen la vida personal, comunitaria y social. La contemplacin es el fundamento de nuestra fe, no es algo opinable, secundario o subjetivo.

    Teniendo presente el designio de Dios nos acercamos a nuestra realidad: las carencias, las limitaciones, las dificultades ms reales, sentidas y significativas de los adultos y del mundo que los rodea. Se trata de conocer las preguntas, las interrogantes, los sentidos de vida, los signos

    conll'Olllalll8 de los tiempos de los adultos de hoy, para que la Buena Nueva que se anuncia y se celebra responda en el aqu y en el ahora.

    Es bueno que los catequistas, que son los que mejor conocen la situacin real de los adultos, escojan y adapten el contenido y la forma de este momento de confrontacin, que pueda ser entendido y asimilado conforme a la situacin concreta de los mismo adultos.

  • 30 QUEREMOS VER A JESS

    .. ~----- , __ Para que el designio de Dios se realice en nuestra vida necesita ser interiorizado y asumido, nuestra fe se expresa en acciones concretas que expresen sinceramente el deseo de dejarnos conducir por l, por su designio de

    '=:. salvacin, es el momento de abrirnos a la esperanza, mejorar nuestra vida, convertirnos al Seor, de preguntarnos Qu me pide Dios que haga? Qu puedo y qu voy a hacer?

    De aqu se deriva el compromiso personal y comunitario, dar respuesta al Dios que nos habla es una exigencia para nuestra vida, es el momento de ser concretos, de aterrizar, de buscar los "cmos" y de llevar a la vida diaria la reflexin y la oracin:

    Nuestra fe puede se'r expresada mediante una celebracin que ayude a la profundizacin y vivencia de la espiritualidad, debe ser un momento muy cuidado, respetado y creativo que IJeve a los adultos a entablar un dilogo con Dios mediante la interiorizacin. Es importante dedicar un tiempo suficiente para su realizacin, adecuar el lugar donde se realiza la celebracin, acompaarla con gestos y signos que evoquen lo reflexionado.

    "El anuncio del Evangelio se har siempre en ntima conexin con la naturaleza humana y sus aspiraciones, mostrando cmo satisface plenamente el corazn humano" (Cf. DGC 1 17; AG 8).

    l8l1IS ca-

    Son textos que ayudan a la comprensin y profundizacin de la doctrina reflexionada. Es muy conveniente utilizarlos pues hacen resonar las palabras, experiencias y expresiones de fe de los Santos Padres y del Magisterio, as mismo podemos valernos de ellos para la celebracin final.

  • @ textos

    3er MOMENTO 31

    TEMA1 iHEMOS ENCONTRADO Al MESAS!

    Descubrir en los encuentros con Jess, el llamado a emprender el camino de un proceso de conversin.

    "Andrs, el hermano de Simn Pedro, era uno de los dos que haban odo a Juan y haban seguido a Jess. ste se encuentra primeramente con su hermano Simn y le dice: 'Hemos encontrado al Mesas' - que quiere decir, Cristo - . Y le llev donde Jess. Jess fijando en l su mirada, le dijo: 'T eres Simn, el hijo de Juan; t te llamars Cefas que quiere decir Piedra' ". On 1, 40-42)

    " ... La fe cristiana es, ante todo, conversin a Jesucristo, adhesin plena y sincera a su persona y decisin de caminar en su seguimiento. La fe es un encuentro per-sonal con Jesucristo, es hacerse discpulo suyo. Esto exige el compromiso permanente de pensar como l, de juzgar como l y de vivir como l lo hizo. As, el creyente se une a la comunidad de los discpulos y hace suya la fe de la Iglesia". (DGC 53).

  • 32 QUEREMOS VER A JESS

    Los encuentros de Jess ~-~ los Evangelios

    Los Evangelios relatan numerosos encuentros de Jess con hombres y mujeres de su tiempo. Una caracterstica comn de estos episodios, es la fuerza transformadora que tienen; "abren un autntico proceso de conversin, comunin y solidaridad" (EIA 8). Todos los que quisieron encontrarse con l, recibieron de una u otra forma la salvacin.

    En todos los encuentros podemos encontrar varias cosas que se repiten: Jess toma la iniciativa, sale al encuentro de la gente en sus necesidades, promueve siempre la vida, las personas se sienten felices porque experimentan su amor y su amistad; Jess da a conocer el misterio de Dios como Padre para todos y, a los que aceptan su mensaje, les da la posibilidad de un camino de conversin: ahora invocan a Dios como Padre, experimentan a los dems como hermanos y se comprometen a seguirlo con su cruz.

    lYJa gente, cmo se acerca a Jess? Podemos ver algunos ejemplos

    Algunos como la samaritana Un 4, 5-42), que va asacar agua del pozo, Jess la llama para saciar su sed, pero en realidad, "el que peda de beber, tena sed de la fe de la misma mujer"; despus de escuchar a Jess, ella abre su corazn y hace preguntas y Jess l explica su mensaje. La mujer queda transformada y va corriendo a decir a la gente: "Venid a ver a un hombre ... lno ser el Cristo? La samaritana, al descubrir al Mesas se ha convertido en catequista de sus contemporneos.

    .,

  • --~~~~-O_t_r_o_s_,c_o_m~o-Z~aq_u_e_o~(L-c~l-9-,1---1-0-)-s-e-a-c-e-rc-a-a-;-:-:-:-:-:-l-~-r;-:-ci-p~: por mera curiosidad, por lo que deca la gente. Jess entra en la casa de Zaqueo, el cual cambia su vida: se desprende de los bienes materiales y comparte con los necesitados. As, Zaqueo acepta la salvacin ofrecida por Jess, abandona su seguridad humana, su pequeo mundo, y se abre al amor de Dios y de sus hermanos los hombres en la caridad y en el servicio.

    Los encuentros con Jess hoy

    Tambin en la actualidad, todos los hombres y mujeres, podemos encontrarnos con Jess y experimentar su salvacin. l lo ha dicho: "He aqu que yo estoy con ustedes todos los das hasta el fin del mundo" (Mt 28, 20). lDnde podremos encontrarlo?

    Los lugares principales de encuentro con Jess son: La oracin, la vida cotidiana, la comunidad de los creyentes, la Sagrada Escritura, 'los sacramentos especialmente la Eucarista y en todo ser humano, particularmente en los ms pobres.

    El encuentro personal con Cristo, pone a los hombres y mujeres de hoy ante una disyuntiva que transforma totalmente su vida; quien quiere seguirlo debe estar dispuesto a perderlo todo: "Si alguno quiere venir en pos de m, niguese a s mismo, tome su cruz cada da, y sgame. Porque quien quiera salvar su vida, la perder; pero quien pierda su vida por m, ese la salvar" (Le 9, 23-24). A travs de estas palabras que rebasan toda lgica humana, Jess quiere hacernos entender que el Reino no consiste en el dominio y la fuerza, sino en el dejarse envolver por su palabra y su vida: vivir como l, aceptar sin reserva.S la voluntad de Dios y ser hermano para los dems.

  • 34 QUEREMOS VER A JESS

    Amar a los otros como a s mismos ya no es suficiente, es necesario un amor ms radical y generoso, estar dispuestos a darse y gastarse por los dems, incluso entregando la propia vida. "Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros; como yo los he amado, as tambin mense los unos a los otros. En esto conocern todos que son discpulos mos: si se tienen amor los unos a los otros" U1:1 13, 34-35).

    Jess entra en la vida de aquellos que se encuen~ran con l para hacerlos capaces de reconquistar su propia libertad, y los orienta hacia una meta que constituye la razn de su alegra y de su esperanza, la consumacin del Reino.

    Consecuencias del encuentro con Jesucristo

    Cuando nos encontramos con Jesucristo, l nos descubre el misterio de Dios, de los hombres y del mundo; vemos nuestro alrededor de rnanera diferente. Experimentamos que somos hijos de Dios, hermanos con los dems y seores del mundo. Estamos llamados a evitar el chisme, la crtica o cualquier cosa que dae al otro.

    El encuentro con Jesucristo nos lleva a un cambio en las relaciones con los dems, a ver al otro como persona, no como una cosa, un rival, un consumidor, sino como un ser humano.

    El encuentro con Jesucristo es punto de partida para una autntica conversin y para una renovada comunin y solidaridad; contribuye adems a consolidar la vocacin de todo creyente haciendo que crezca y madure en la fe, en la esperanza y en la caridad.

    \

  • 3er MOMENTO 35

    t:re-ncuentro con Jess produce actitudes positivas de bsqueda de la verdad, y una autntica

    conlrolllamos relacin de amistad con l.

    En nuestro ambiente:

    - lDnde encuentra el hombre de hoy a Cristo?

    - lEn qu momentos me he encontrado realmente con Jesucristo?

    - lPor qu algunos cristianos no logran experimentar el encuentro con Jesucristo?

    - lQu obstculos descubres en tu vida y en los dems para lograr un encuentro con Jesucristo vivo?

    Jess nos toma demasiado en serio, l sale al encuentro de los hombres, y los anima en su camino, este es el motivo ms importante que nos debe impulsar a salir de nuestras miserias, a amar nuestros valores y a perseverar en sus caminos mostrndonos siempre agradecidos con l.

    1 Colocar una imagen o pster de Cristo al centro.

    Contemplarla, hacer una oracin personal y por escrito con Jess.

    Esta oracin puede ser dirigida en base a los siguientes puntos:

    Lo que ms me fascina y me atrae de Jess es ...

    --------------

  • 36 QUEREMOS VER A JESS

    Lo que ms me desconcirta es ...

    Las dudas qu tengo sobre l son ...

    lA qu me invita y qu estoy dispuesto a hacer?

    lDnde y cmo puedo encontrarlo y darlo a conocer a los dems?

    Agradezcamos a Dios, el poder encontrarnos con Jesucristo. Al ir expresando nuestro agradecimiento en las distintas situaciones, podemos recitar o cantar despus de cada una de las aclamaciones:

    "Te doy gracias Jess por haberme encontrado"

    - Porque te podemos encontrar en nuestra misma comunidad.

    - Por el encuentro en la vida diaria ...

    - Por -comunicarte con nosotros en los sacramentos, principalmente en la Eucarista ...

    - Porque te encontramos en la oracin ...

    - Porque te nos muestras en los hombres y mujeres de nuestro tiempo, principalmente en los pobres, y en los que sufren ...

    - ---- - lT- r

  • ~-~\\~

    3er MOMENTO 37

    Ver Apndice. 1- San Agustn. Las Confesiones 1O,28, 38. 2- Conferencia del Episcopado Mexicano. -Del encuentro con Jesucristo a la Solidaridad con todos. 96, 99, y 1 OO.

    ~-----_..............._ ____ ~-----

  • obJettvo

    @ textos

    3er MOMENTO 39

    TEMA2 JESS VIVE, ES NUESTRO SAlVADOR!

    Descubrir a Jesucristo como verdadero Dios, verdadero hombre y nico salvador del mundo.

    "Porque tanto am Dios al mundo, que dio a su Hijo nico, para que todo el que crea en l, no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envi a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para que el mundo se salve por l." ljn 3, 16-17).

    "El nombre de jess significa que el nombre mismo de Dios est presente en fa persona de su Hijo (Cf He 5, 41; 3 jn 7) hecho hombre para la redencin universa/ y definitiva de los pecados. l es el Nombre divino, el nico que trae la salvacin (Cf jn 3, 18; He 2, 21) y de ahora en adelante puede ser invocado por todos, porque se ha unido a todos los hombres por la Encarnacin (Cf Rm I O, 6-13) de tal forma que "no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" (He 4, 12; Cf He 9, 14; St 2, 7)" (CEC 432).

  • 40 QUEREMOS VER A JESS

    Leyendo i'i:vange!io de San Mateo en el captulo 18 nos

    ~ soy yo? Y haba, como hoy, muchas respuestas, Pedro dice: "T encontramos con la pregunta de Jess: lQuin dice la gente que ~ eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". Los cristianos, de todos los contemPlamos siglos creemos, reconocemos y afirmamos que Jesucristo es

    . verdadero Dios y verdadero hombre y es nuestro Salvador:

    Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre

    Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre en la unidad de su persona divina; por esta razn es l, el nico mediador entre Dios y los hombres" (CEC 480). Siendo Hijo nico de Dios, nos ha revelado que esa filiacin divina es muy distinta de la de sus discpulos y de la nuestra (Cf. Jn 3, 18).

    Tambin en el Credo profesamos: "Por nosotros y por nuestra salvacin baj del cielo, y por obra del Espritu Santo se encarn de Mara la Virgen y se hizo hombre". Se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser Dios, se hizo verdaderamente uno con nosotros (Cf. GS 22,2; Jn 1, 14).

    Este acontecimiento singular, totalmente nuevo de la encarnacin . . del Hijo de Dios, es parte fundamental de nuestra fe; no significa que

    en parte sea Dios y en parte sea hombre, ni que sea el resultado de una mezcla confusa entre lo divino y lo humano, sino que l se hizo verdaderamente hombre, sin dejar de ser verdaderamente Dios. La Iglesia confiesa as que Jess es, inseparablemente,. verdadero Dios y verdadero hombre. l es verdaderamente Hijo de Dios que se ha hecho hombre, nuestro hermano, y eso sin dejar de ser Dios nuestro Seor (Cf. CEC 464 y 469).

  • 3er MOMENTO 41

    ]escdsto es el nico Salvador del mundo

    El nombre de Jess significa en hebreo "Dios salva". En el momento de la anunciacin el ngel Gabriel, le dio como nombre propio el nombre de Jess, que expresa a la vez su identidad y su misin (Cf. Le 1,31 ). En Jess, Dios recapitula toda la historia de salvacin a favor de los hombres, de tal forma que "no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" (He 4, 12; Cf. St 2,7).

    La presencia de Jess en el mundo, su encarnacin fue para reconciliarnos con Dios. El Padre envi a su Hijo para salvar al mundo, para que todo el que crea en l no perezca, "porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por l" Un 3, 16-18).

    Jesucristo entonces, tiene para todos los hombres y mujeres de todos los lugares y tiempos un significado y un valor nico. Jess es el Verbo de Dios por quien todo fue hecho; se encarn para que como hombre perfecto, salvara a todos y recapitulara todas las cosas.

    A Jess se le acepta o se le rechaza

    Jess vive hoy entre nosotros y tenemos la posibilidad de aceptarlo o rechazarlo; Jesucristo exige un seguimiento radical que abarca a todo el hombre y envuelve al mundo y al cosmos.

    Esto hace que la conversin sea un proceso nunca acabado, tanto a nivel personal como social. Jess nos invita siempre a iniciar el

  • 42 QUEREMOS VER A JESS

    camino de su seguimiento, camino que no es el de la autO-=afrrf'n-acin arrogante de la sabidura o del poder del hombre, ni el del odio o la violencia, sino el de la donacin desinteresada y sacrificada del amor, como l lo hizo (Cf. DP 193; 192). Si seguimos a un Jess vivo tendremos que ir adquiriendo su forma de vida y alegrarnos cuando su reino de justicia de amor y de paz se est realizando.

    La pregunta que Jess haca a sus discpulos: quin dice la gente que soy yo? Sigue resonando en los nuestros odos y en los de nuestros contemporneos. Las respuestas

    conlrOnlamoS son muy variadas.

    - Quin es Jess para m? - lEn qu hechos se manifiesta que existen dudas, desorientacin o

    rechazo de Jess como verdadero Dios y verdadero hombre? - lPor qu ser que algunos no creen que Jesucristo nos salva, sobre

    todo cuando piensan en la Iglesia que es mediadora? - cundo he experimentado que Jesucristo me salva? - Qu exigencias conlleva el creer en Jess?

    Contemplemos el nacimiento de Jess. Se colocan en el centro del grupo a los peregrinos Jess, Mara y Jos.

    Se realiza la siguiente celebracin:

    1. Lectura del Santo Evangelio segn San Lucas (2, 1-20)

    La Anunciacin.

  • 3er MOMENTO 43

    2. Pensemos

    Qu significa la venida de Jess a la tierra? Qu celebramos en el misterio de la Encarnacin? cmo celebramos los mexicanos este acontecimiento? Qu tendramos que cambiar?

    3. Canto: "El Seor es mi luz y mi salvacin ... "

    4. Oracin final:

    Seor Jess, verdadero Dios y verdadero hombre, Hijo urnco del Padre desde la eternidad y de Mara Virgen desde la Encarnacin. En Ti Dios se ha unido a todos los hombres. Ensanos a seguir tu ejemplo de amor al Padre y de entrega y solidaridad con todos los hombres.

  • ' ........

    3er MOMENTO 45

    JEMA3 JESS MUSTRANOS Al PADRE

    Descubrir a Dios Padre Todopoderoso que se da a conocer y quiere ser reconocido.

    "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por m. Si me conocieran, conoceran tambin a mi Padre; desde ahora lo conocen y lo han visto". Le dice Felipe: "Seor, mustranos al Padre y nos basta", le dice jess: "anto . tiempo hace que estoy con ustedes y no me conoces Felipe? El que me ha visto a m, ha visto al Padre, lCmo dices t: Mustranos al Padre?" Un 14,6-9).

    ''Al designar a Dios con el nombre de 'Padre', el lenguaje de fa fe indica principalmente dos aspectos: que Dios es origen primero de todo y autoridad trascendente y que es al mismo tiempo, bondad y solicitud amorosa para todos sus hijos" (CEC 239).

    Dios es nico

    Uno de los intereses fundamentales de Jess fue ~piamos mostrar a sus discpulos, como a nosotros hoy, el rostro

  • 46 QUEREMOS VER A JESS

    de.D'ios y decirnos que es nico, es Padre y es misericordioso. No hay ms que un solo Dios; la confesin de que Dios es nico, tiene su raz en la Revelacin Divina y es inseparable de la confesin de la existencia de Dios.

    Dios se revel como nico (Dt 6,4-5); por los profetas, Dios llama a Israel y a todas las naciones a volverse a l, "porque yo soy Dios, no existe ningn otro" (Is. 45,22-24).

    Jess mismo confirma que Dios es el nico Seor (Me 12,29-30), cuando explica a un escriba cul es el primer mandamiento. Tambin San Pablo, en su 1 .Carta a los Corintios 8,6 nos lo asegura: "Para nosotros no hay ms que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para quien nosotros existimos".

    Y nosotros contemplamos esta gran verdad y aprendemos a creer "ms all de nuestras dudas"; reconocemos que nuestro Dios es realmente Uno: Aqul en quien no hay cambios, ni sombra de rotacin, El que permanece fiel a s mismo y a sus promesas, El que es, l mismo, una eterna comunicacin de amor, El que trasciende al mundo y a la historia y es tan grande que supera nuestra ciencia, El que siendo siempre misterio inefable, incomprensible, in-visible, inalcanzable; sin embargo, se acerca a nosotros, El nico que' mantiene su amor por mil generaciones, El que es plenitud de ser y de toda perfeccin, El que en todas sus obras muestra su benevolencia y ofrece su gracia, El que es Amor y es Trinidad: Padre, Hijo y Espritu Santo.

    Dios es Padre Todopoderoso, porque es Creador

    l ha creado todo, lo rige todo y lo puede todo. Creemos que todo tiene su origen en Dios, que es Creador del cielo y de la tierra

  • 3er MOMENTO 47

    y que su poder universal da vida. Dios crea por amor, no por necesidad, ama a sus criaturas y se compromete con ellas.

    l, con su sabidura, rige todo el orden de la creacin y es quien nos puede dar el conocimiento verdadero de todas las cosas creadas, en su relacin con l. l es su ser mismo y el que es, por s mismo, todo lo que es; l es plenitud del ser y de toda perieccin.

    Dios es Padre Todopoderoso y Misericordioso

    Por la manera como cuida de todo ser viviente, observamos cmo nos muestra su poder universal de Padre: es amoroso, compasivo y misericordioso; es lento para enojars_e y generoso para perdonar. Es el Padre de los desprotegidos, como son el huriano y la viuda (Cf. Sal 86, 6). Su ternura y su amor son tales, que llegan a expresarse con la imagen de la maternidad (Cf. Is 66, 13; Sal 131,2).

    Nos adopta como hijos y por su misericordia infinita, llega hasta perdonarnos nuestros pecados por grandes que sean si nos arrepentimos de ellos. l es el Dios de la presencia atrayente y misteriosa, el Dios tres veces santo, rico en misericordia ... (Cf. Le 15).

    Dios Padre nos llama a participar de su vida divina

    Pensemos en esta afirmacin que es verdadera: "El ser humano es la nica criatura de la tierra, a la que Dios ha amado por s misma" (GS 24). Slo l est llamado a participar de la vida de Dios. iS! El hombre fue creado para amar y servir a Dios en esta vida y despus, verlo y gozarlo en la otra. (Cf. CEC 356,357).

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    ------------------- ------~

  • 48 QUEREMOS VER A JESS

    De aqUrcdnduimos que el nico absoluto es Dios, hay que amarlo en el hermano, estar unido a l por la oracin, darle culto principalmente en la Eucarista y avivar el deseo de estar con l para siempre en el cielo.

    Dios se da a conocer por Jesucristo y quiere ser reconocido, dndonos seales de su existencia.

    - lQu hacemos nosotros por descubrirlo? llo buscamos? lDnde?

    - llogramos verlo en su creacin, en las maravillas de la naturaleza, en los astros, en las montaas, las nubes, las tormentas, los terremotos, en los amaneceres hermosos, en las flores y en las aves o en los insectos o en los grandes animales? iEn tantas cosas!

    - Y, sobre todo, lDescubrimos a Dios "presente" en cada una de las personas con quienes nos encontramos por la vida? En nosotros mismos?

    - Y si lo descubrimos, lQu hacemos? llo adoramos? llo alabamos, lo bendecimos, le damos gracias, le pedimos su ayuda para nuestro trabajo y quehacer de cada da?

    - Hacemos su querer o voluntad?

    Algunas personas consideran que para agradar a Dios, es necesario hacer grandes sacrificios o mortificaciones, como si a

    Dios le gustara complacerse en el sufrimiento; otras quieren hacer responsable a Dios de todos los males del mundo y le reprochan, "por qu permite que pase esto o aquello".

  • 3er MOMENTO 49

    Hay gente que piensa que Dios es injusto, porque no impide el mal que algunos hombres cometen; pero otros piensan mejor y afirman que Dios ha hecho libres a las personas y que respeta su libertad pues no son tteres, ni mquinas o robots.

    Tu: Qu piensas de esto? Hazte a ti mismo estas preguntas:

    - Como persona que soy lpienso en Dios? lQu imagen tengo de l?

    - por qu se encuentra "devaluada" la imagen de Dios Padre, en nuestra sociedad? Observar con atencin.

    - lEn qu ocasiones o circunstancias he experimentado a Dios como Padre?

    Cuando decimos en el Credo: "Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra", expresamos toda una manera de entender, de pensar y vivir respecto a Dios, al mundo y a las personas.

    Hagamos un acto de fe repitiendo despus de cada aclamacin: EN TI CREEMOS, PADRE DIOS.

    - En Ti, que eres el que con amor eterno nos ha amado. El Dios fiel y compasivo, inmenso e inmutable.

    - El Creador del cielo, de la Tierra y de todo. - El Dios de los padres y el Dios escondido. - La Verdad, la Belleza, la Bondad y el Amor. - El que siempre est junto al pueblo para salvarlo. - El Seor ... Yo soy ... Adonai. .. Kyrios.

  • SO QUEREMOS VERA JESS

    - Sin origen, ni fin, pero no solitario~ sino familia. El Ser Supremo, sin igual, rico en misericordia.

    - En Ti, que eres, eterna felicidad, vida inmortal, luz sin tiniebla y sin ocaso,

    Podemos escribir personalmente una orac1on, en la que le hablemos a ese Buen Dios que hemos descubierto y de lo que l nos da a conocer acerca de S mismo.

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    , , .. ,. Ver At?ndi~p. ,, ,,,. , ".~ 5-. Juan Pablo 1 1: 'Tertio Milenlq :4~ (

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    3er MOMENTO 51

    TEMA4 JESS NOS OFRECE SU REINO

    Descubrir y aceptar el Reino que Jess anuncia, los misterios que encierra y sus exigencias para la vida, hoy.

    "Despus que Juan fue entregado, march Jess a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: el tiempo se ha cumplido y el reino de Dios est cerca, convirtanse y crean en Ja Buena Nueva" (Me/, 14-15) .

    " ... Cristo por tanto, para hacer la voluntad del Padre, inaugur en la tierra el Reino de los Cielos (LG 3). Pues bien, la voluntad del Padre es "elevar a los hombres a la participacin de la vida divina" (LG 2). Lo hace reuniendo a los hombres en torno a su Hijo jesucristo. Esta reunin se realiza en la Iglesia, y es sobre la tierra "germen y el comienzo del Reino" (LG 5) (CEC 42).

  • 52 QUEREMOS VER A JESS

    lQu es el Reino de Dios?

    Jess no dijo en una definicin lo que era el Reino de Dios, pero lo hizo con hechos e imgenes. Comparti imgenes y esperanzas de la tradicin juda sobre cmo reinaba Dios. Aport la radical novedad de su persona y su vida al presentarse como un alegre mensajero, como una Buena Noticia: Dios en s.u persona, se haca cercano a los hombres, cumpliendo as sus promesas de salvacin. Comenzaba a ser realidad lo que el Reino significaba: la presencia salvadora del Padre que posibilita a todos vivir como hermanos.

    Cristo mismo es el Reino de Dios, Jess comenzaba su predicacin con las palabras: "el Reino de Dios est cerca" (Me 1, 15), y cuando termina su vida en la cruz ante el gobern~dor romano dice: "t lo has dicho, Yo soy Rey" On 18,37).

    Caractersticas y exigencias del Reino

    ',

    ....

    Jess revela progresivamente las caractersticas del Reino .~ mediante sus palabras, sus obras y su persona misma. , \.,

    En primer lugar, el Reino esta destinado a todos los hombres, dado que todos estn llamados a ser sus miembros. Jess se acerca a los marginados de la sociedad y los hace experimentar su liberacin estando con ellos, compartiendo los alimentos con ellos, tratndolos como a iguales y amigos, hacindolos sentir que Dios los ama con ternura. (Cf. Le 15, 1-32; 4, 18; 5,30).

  • r 3er MOMENTO 53

    En segundo lugar, esta liberacin y salvaciOrr-que el Reino de Dios trae, alcanza a toda la persona en su dimensin fsica y espiritual. Jess sana a la persona, la invita a la fe, a la conversin, al perdn (Cf. Le 5,34).

    En tercer lugar, el Reino tiende a transformar las relaciones humanas y se realiza progresivamente a medida que los hombres aprenden a amarse, perdonarse y servirse mutuamente. De hecho, Jess centra todo su mensaje en el mandamiento del amor y antes de dejar a los suyos, les da un mandamiento nuevo: "que se amen los unos a los otros como l los ha amado" Un 15, 12).

    El Reino interesa a todos; a las personas, a la sociedad, al mu~qo entero. Trabajar por el Reino significa reconocer y favorecer'_ el dinamismo divino que est presente en la historia humana y la transforma. Construir el Reino significa trabajar por la libercin .} del mal en todas sus formas. En resumen, el Reino de Dios es la manifestacin y realizacin de su designio de salvacin en plenitud. (Cf. Rm 15).

    Signos del Reino

    .Los milagros Jess anuncia el Reino de Dios con palabras y hechos. Cuando

    Juan el Bau~ista enva mensajeros para saber si l es el Mesas que estn esperando, Jess responde: "vayan y cuntenle a Juan lo que han visto y odo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se predica la Buena Nueva a los pobres" (Mt 1 1,4-5). jess realiza curaciones de enfermos, expulsa a los demonios, resucita a muertos. Los milagros

    ~ : 1

  • 54 QUEREMOS VER A JESS

    ------- >--muestran el poder de Jess sobre el mal, son la manifestacin de la ~ccin salvadora de Dios, es el poder del Reino al servicio del amor.

    Jess invita a entrar en su Reino

    La invitacin urgente de la conversin se centra en el anuncio del Reino de Dios: el tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios est cerca, arrepintanse y crean en el Evangelio" (Me 1, 14-15). La conversin significa un cambio de vida, de mentalidad, dejar todo aquello que nos impide seguir ajess y su Reino, para pensar, querer, amar y vivir como l.

    Cada generacin de cnst1anos tiene que estar confrontando los valores del Reino: la vida, la verdad, la justicia, la gracia, el amor, con los criterios que presenta el

    conll'8Dl8lllOS mundo.

    - cules son las cosas que hoy se consideran ms valiosas? Nuestro modo de pensar y de vivir se parece al de Jess?

    - En qu ocasiones hemos sentido el deseo de cambiar, de convertirnos para hacer algo bueno?

    - lEn qu situaciones de nuestra vida esta presente el Reino, en cules ausente?

    --......

    Nuestra expresin de fe puede ir en la lnea de un compromiso por el Reino.

    lCmo podemos respetar a los dems y ser responsables de las tareas familiares y de trabajo?

  • 3er MOMENTO 55

    cmo podemos cuidar mejor la naturaleza que nos rodea?

    Si queremos que "venga tu Reino", Qu podemos hacer para que los ms pobres y necesitados experimenten que el reino de Diosha llegado?

    181111 crnllli

    Canto: Tu Reino es vida, tu Reino es verdad ...

    Tu reinars, ste es el grito ...

    )

  • obleUvo

    @ talles

    3er MOMENTO 57

    TEMA5 JESUCRISTO NOS DESCUBRE El MISTERIO DEL HOMBRE

    Descubrir mi dignidad de persona creada y amada por Dios con capacidad para conocerlo y amarlo.

    "Y dijo Dios: 'hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra y dominen sobre los peces del mar, las aves del cielo, en las bestias salvajes y los reptiles de la tierra. Cre pues, Dios, al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le cre, varn y mujer los cre" (Gn 1,26-27).

    "Por haber sido hecho a imagen y semejanza de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona, no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse, d~ darse libremente y entrar en comunin con otras personas; y es llamado por la gracia a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor, que ningn otro ser pueda dar en su lugar" (CEC 357).

    La persona humana, imagen y semejanza de Dios

    ---

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  • 58 QUEREMOS VER A JESS

    La dignidad del ser humano le viene dada por su origen y parsu ~---destino: La Biblia nos ensea que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, con capacidad para conocer y amar a su Creador, y que por Dios ha sido constituido Seor de la entera creacin visible para cuidarla y usarla, glorificando a Dios (GS 12). Llamado a estar con Dios para siempre en la eternidad, como dice San Agustn, "nos hiciste Seor para ti, y nuestro corazn est inquieto hasta que descanse en ti".

    Jesucristo nos descubre el misterio del hombre

    El mensaje y la persona misma de Jess, nos descubre el misterio del hombre. "l conoca lo que hay en el hombre" Un 2, 25), y quiso hacerse como uno de nosotros tomando la condicin de esclavo; (Fil 2, 7) viviendo hasta la muerte junto a los ms pobres, para hacerlos partcipes de la exaltacin que l mismo mereci de Dios Padre.

    El misterio del ser humano, slo se ilumina perfectamer:ite por la fe en Jesucristo. lQu es el hombre? lPor qu somos as? Slo la aceptacin y el seguimiento de Jesucristo nos abre a la certidumbre ms confortable y a las exigencias ms apremiantes de la dignidad humana. En definitiva el hombre es un ser original, nico e irrepetible, es una realidad inabarcable e inacabada, es un ser para el encuentro, para la relacin, es un ser para la libertad, libre para el bien y para el amor.

    La persona humana es un ser sociable

    La Palabra de Dios y las ciencias humanas coinciden en afirmar que el motor del desarrollo humano es la capacidad de comunicarse, de relacionarse. Los seres humanos estamos llamados a desarrollar cutro relaciones fundamentales:

  • 3er MOMENTO 59

    af La relacin con Dios

    "Escucha Israel, el Seor es nuestro Dios, el Seor es uno. Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, con toda tu alma y con todas tus fuerzas ... " (Dt 6, 4-6).

    Esta profesin de fe del pueblo judo o credo del Antiguo Testa-mento, expresa con toda claridad la conviccin de Israel de que la mxima dignidad y privilegio del ser humano, es poder relacionarse con Dios, conocerlo, amarlo y gozar del infinito amor que nos tiene.

    Dios, en su infinita misericordia, por una decisin enteramente libre y maravillosa, ha querido comunicarse con nosotros, nos ha hablado en nuestro lenguaje, nos ha regalado su Palabra e incluso llegado al extremo de "hacerse hombre" Un 1 , 14). Es ms, no slo somos criaturas de Dios, sino que hemos sido elevados a la dignidad de ser hijos de Dios capaces de comunicarnos con l. (Cf. Gn 3,26; Rm 8,14).

    b) La relacin consigo mismo " ... Amars a tu prjimo como a ti mismo" (Lev 19, 18).

    Las ciencias humanas nos hablan de la autoestima o sano amor propio, como el principio y la clave para poder tener bue(las relaciones con los dems. El sentido comn nos dice que "nadi da lo que no tiene". cmo vamos a aceptar y querer al otro, si no nos aceptamos y queremos primero a nosotros mismos? El sano amor propio es algo diferente al "egosmo", esa enfermedad que consiste en creer que uno es "el centro del mundo".

    Por lo tanto, todos tenemos que ir aprendiendo a conocernos, respetarnos, aceptarnos y amarnos. Si creemos en Dios, no olvide-

  • 60 QUEREMOS VER A JESS

    mos que tambin l cree en nosotros (Cf. Gn 1 , 28). Conoce nuestro nombre (Cf. Jn 1 O, 3), nos acepta tal como somos (Cf. Jer 17, 9-1 O) y nos ama "hasta el extremo" On 13, 1 ). Es de sabios gozar de ese amor Qer 9, 22, 23) y aprender a querernos a nosotros mismos.

    c) La relacin con los dems

    " No es bueno que el hombre est solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada ... " (Gn 2, 18).

    Todos experimentamos que el amor y el afecto son nuestra necesidad ms profunda. Necesitamos de amar.y ser amados. La relacin con los dems (familia, amigos, vecinos, compaeros de trabajo, comunidad, etc.) es camino indispensable del desarrollo humano y el signo de nuestro amor a Dios Un 13, 35).

    d) La relacin con la naturaleza

    "Tom, pues, Yav Dios al hombre y le dej en el jardn de Edn, para que lo labrara y cuidara" (Gn 2, 1 5).

    Al hacernos a su imagen y semejanza Dios nos hizococreadores pues nos regal la facultad de reproducirnos, multiplicarnos, poblar el mundo y transformarlo por medio del trabajo (Cf. Gn 1,28).

    Adems, Dios nos hizo corresponsables al encomendai;-nos la tarea de cuidar la naturaleza. La tierra, el aire, el agua, las plantas y .los animales son parte de nuestra casa. Los seres humanos somos como las manos de Dios Providente, los "administradores" de la creacin. Por eso la Iglesia nos pide "evitar el uso desordenado de las cosas que desprecia el Creador y acarrea nefastas consecuencias

    .. .. para los seres humanos y para su ambiente" (Cf. CEC 339, 373). if&n ..

  • 3er MOMENTO 61

    La dignidad humana se encuentra-detederada en los rostros de los nios maltratados, en los jvenes desorientados, en los indgenas maltratados y extranjeros en su propia tierra, en los campesinos que tienen que emigrar a las periferias de las ciudades en las que sufren viloencia intrafamiliar.

    - Qu otros rostros deteriorados descubres en tu ambiente? - por qu la dignidad de muchas personas se encuentra deteriorada? - Qu actitudes y conductas reflejan que valoramos nuestra dignidad de

    personas? - Qu tenemos que hacer los cristianos para que se respeten los

    derechos humanos de todos y cada uno de los mexicanos y ver en cada persona la imagen de Dios?

    - cmo est nuestra conciencia y compromiso ecolgico? Investigar qu acciones ecolgicas hay en la localidad.

    Hacer una silueta de un hombre y una mujer en el piso. Escribir en una papelera una o varias cualidades, valores, capacidades, virtudes, grandeza, dignidad, etc. que el ser humano tiene.

    Alrededor de la siluetas colocar las papeletas para ofrecerle a Dios nuestro esfuerzo d todos los das para descubrir quienes somos, tratarnos a . nosotros mismos y alos dems con la dignidad d~ personas, hijos de un mismo Padre, y de valorarnos y amarnos por encima de las cosas.

    Alabemos a Dios recitando o cantando el Salmo 8. "Seor Dios nuestro, qu admirable es tu nombre en toda la tierra ... ".

  • 3er MOMENTO 63

    TEMA& DONDE ABUND El PECADO, SOBREABUNDO LA GRACIA.

    Ahondar en el sentido del pecado y agradecer el amor misericordioso de Dios Padre que en Cristo nos invita a la conversin.

    "En efecto, as como por la desobediencia de un slo hom bre, todos fueron constituidos pecadores, as tambin por la abe diencia de uno slo, todos sern constituidos justos. La ley, en verdad, intervino para que abundara el delito; pero donde abun d el pecado, sobreabund la gracia ... " (Rm 5, 19-20).

    'f\ imagen tuya creaste al hombre y le encomendaste el universo entero, para que sirvindote slo a ti, su Creador, dominara todo lo creado. Y cuando por desobediencia perdi tu amistad, no lo abando-naste al poder de la muerte, sino que compadecido, tendiste la mano a todos, para que te encuentre el que te busca" (Plegaria Eucarstica IV).

    Gravedad del pecado C8lll8mPlaBl8S Si contemplamos el mundo vemos que, por ms que el hombre hable de paz y de justicia, y pretenda vivir en un mundo feliz, las guerras, las enfermedades y los desastres

  • 64 QUEREMOS VER A JESS

    naturales, nos recuerdan qe el dOlo-r-est a la puerta; quienes vi-ven en las grandes ciudades, viven con el miedo de ser asaltados, quienes viven en el campo estn preocupados por la falta o por la abundancia de lluvias, el que est sano tiene miedo de enfermar y el enfermo tiene miedo de morir.

    Ya sea que contemplemos el mundo, nuestro pas, nuestra co-munidad, nuestra familia o nuestra vida personal, es imposible ne-gar que el mal nos asecha en cada momento.

    Ante esta situacin, algunos hombres y mujeres trabajan por co-' laborar con el plan de Dios, para ayudar al mundo a encontrar en l, la felicidad y la salvacin que buscan. Otros se preocupan pero per-manecen sin hacer nada, mientras que otros ms, ni siquiera quieren pensar en ello.

    No podemos ignorar la presencia del pecado en la vida de los hombres, pero para entender verdaderamente la gravedad del pecado, necesitamos reconocer el amor y la unin en la que Dios quiere vivir con los hombres (Cf. CEC 386) pues, pecar es recha-zar a Dios, que es el Padre bueno que quiere la felicidad para sus hijos. El pecado es una desobediencia y una ofensa a Dios, y una falta de confianza en su bondad (Cf. CEC 397, 1440). Es despreciar a Dios y preferir a las criaturas, ya sea alguna cosa material, alguna persona o incluso a s mismo.

    Pecar es, por lo tanto, rechazar, desobedecer, ofender y des-preciar a Dios que nos ama. Al pecar, el hombre se elige a s mismo y se pone en contra de Dios (Cf. CEC 398).

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  • 3er MOMENTO 65

    El sentido del pecado

    En la Biblia conocemos el amor de Dios por el hombre, sabemos que el hombre fue creado en estado de santidad y que viva feliz en el paraso disfrutando de la amistad con Dios (Cf. CEC 384), pero el hombre se aparta de Dios libremente; prefiere vivir su vida sin Dios.

    Despus de la narracin de la creacin, leemos en (Gn 3, 1-6) el pecado de Adn y Eva. Nuestros primeros padres haban sido crea-dos por Dios en un jardn donde tenan todo lo que necesitaban; no conocan el sufrimiento ni la muerte, pero engaados por el demonio decidieron desobedecer a Dios. Aparece as, el primer pecado.

    El pecado se va convirtiendo en una realidad en la vida de todos los hombres; el asesinato de Abelde manos de su hermano Can (Gn 4, 1-8); Israel que adora al becerro de oro en el desierto despus de que ha sido liberado de Egipto por la intervencin de Dios (Ex 32, 1-6); la narracin del pecado de David que se queda con la mujer de su amigo Uras (2 S 1 1 ), son ejemplos de cmo el pecado ha alcanzado a todos los hombres.

    Consecuencias del pecado

    Adn haba recibido, no slo para l, sino para toda la humani-dad, los dones que Dios le haba otorgado y, al pecar, los pierde para todos, por eso el hombre, que nace en estado de pecado, sufre las consecuencias de este pecado y posteriormente de sus pecados personales.

    El pecado aparta al hombre de Dios, que es la nica fucmte de felicidad verdadera, por eso, aparece en la vida de los hombres el sufrimiento y la muerte, "pues el salario del pecado es la muerte" (Rm 6,23a).

  • 66 QUEREMOS VER A JESS

    Al pecar el hombre no sufre solamente en su persona las conse-cuencias de su pecado pues, adems de que se convierte l mismo en un esclavo (Cf. Jn 8,34). Al apartar su corazn de Dios, lesiona tambin la unidad que Dios quiere para toda .la humanidad y atenta contra la solidaridad, de manera que, mientras permanece en pe-cado, nada puede hacer realmente bueno para s mismo, ni para sus hermanos. Cuando el hombre ha pecado, cada vez se le hace ms fcil pecar (Cf. CEC 1865), lo cual va haciendo que los daos que se producen en la vida de los hombres por el pecado sean cada vez mayores.

    Dios nunca abandona al hombre en su pecado

    Dios llama al hombre a una vida plenamente feliz, pero el peca-do le impide alcanzarla. Para liberarse del pecado y de sus conse-cuencias, el hombre n~cesita de la accin de Dios, pues no puede con sus propias fuerzas vencer al pecado en su vida y alcanzar la vida eterna junto a Dios (Cf. CEC 1949).

    Ante el pecado del hombre, la respuesta de Dios es sorprenden-te, no ha qyerido dejar al hombre a su suerte sino que lo salva. El profeta Oseas nos ensea cmo trata Dios al pecador, comparndo-lo con una esposa infiel. Dios hace todo por reconquistar su amor (Cf. Os 2, 16-19). Ante el pecado del hombre, Dios siempre res-ponde con un mayor acto de amor.

    Ante el pecado de Adn, Dios hace la promesa de un salvador (Cf. Gn 3, 15). Posteriormente cuando el mundo parece que se ha corrompido totalmente decide acabar con los hombres por medio del diluvio, pero .salva a No y a su familia para que la humanidad no sea exterminada de la tierra.

    Los hombres perseveran en el pecado y Dios decide establecer una alianza llamando a un hombre, Abraham, del cual se formar

  • 3er MOMENTO 67

    un pueblo de ~upr0p!edad. Este pueblo, Israel, peca y se aleja de Dios y l, por medio de los profetas, les recuerda la esperanza de la salvacin. El pueblo experimenta el dolor y el sufrimiento cada vez que se aparta de Dios, y Dios, nuevamente sale en su auxilio hasta que, llegada la plenitud de los tiempos, decide enviar a su Hijo como Salvador de la humanidad (Cf. Gal 4, 4).

    Jess nos llama a la conversin Jesucristo nos muestra la misericordia de Dios por los pecado-

    res. "Donde abund el pecado sobreabund la gracia" (Rm 5, 20); Jesucristo muri para remisin de los pecados y salvacin de to-dos.

    La respuesta definitiva de Dios ante nuestro pecado es Jesucris-to, quien, por el misterio de su encarnacin, pasin, muerte y re-surreccin, borra la ofensa cometida contra Dios y nos devuelve la gracia que habamos perdido. Nos reconcilia con Dios y con nues-tros hermanos.

    Esta respuesta de Dios, requiere de una nueva respuesta del hombre. Jesucristo nos invita a romper definitivamente la relacin con el pecado: "El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios est cerca; convirtanse y crean en la Buena Nueva" (Me 1, 15). En las palabras que dirige a la mujer adltera, podemos escuchar cada uno de nosotros lo que nos pide con relacin al pecado: "No peques ms" On 8, 1 1 ). Despus de encontrarnos con Jess tenemos nece-sidad de un cambio de actitudes y conductas.

    Cuando hablamos del mal que existe en el mundo, no podemos olvidar que el mal procede del pecado, y que para acabar con el mal y con el sufrimiento, debemos luchar por acabar con el pecado empezando por nuestra vida personal

  • 68 QUEREMOS VER A JESS

    pues, Dios ama al pecador pero aborrece el pecado. l se acerca a nuestra vida y a nuestra comunidad para devolvernos la gracia y con ella, la esperanza de la felicidad verdadera, la vida eterna.

    - lQu respuestas se dan a los males que hay en el mundo, la familia y el ambiente?

    - lLogras reconocer que el mal que hay en tu vida, en tu comunidad, es consecuencia del pecado y que para acabar con l, es necesaria la gracia de Dios?

    - por qu mucha gente no tiene conciencia de pecado? - cundo he experimenta~o el perdn de Dios?

    -

    llU8Sb'818

    Ante el pecado en el mundo y en mi propia persona tengo que reafirmar mi fe en Dios, l me sigue amando y me_ demuestra su amor enviando a Jesucristo para que yo pueda tener vida (Cf. 1Jn4,9). Debo creer que a pesar de mi pecado, Dios me sigue amando y me invita a vivir una vida nueva junto a l, porque "el pago del pecado es la muerte, mientras que Dios nos ofrece como don la vida eterna por medio de Cristo Jess, nuestro Seor" (Rm 6,23) .

    Leemos la Parbola del hijo prdigo (Le 15, 11-32). - Qu imagen de Dios descubro en esta lectura? - con qu personaje me identifico? - Qu espera Dios de m?

    Para terminar podemos leer y meditar el Salmo 51, y podemos entonar un canto de perdn.

    1

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  • 3er MOMENTO 69

  • IT

  • 9 textos

    3er MOMENTO 71

    TEMA1 YO LES DAR MI ESPRITU

    Descubrir y reconocer la presencia del Espritu Santo, continuador de la obra de Jess, en la Iglesia y en el mundo.

    "Cuando venga l, el Espritu de la verdad, los guiar hasta la verdad completa, pues no hablar por su cuenta sino que hablar lo que oiga y les anunciar lo que ha de venir" Un 16, 13).

    Creer en el Espritu Santo es, por tanto, profesar que el Espritu es una de las personas de la Santsima Trinidad, consubstancial al Padre y al Hijo, "que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoracin y gloria" (CEC 685).

    lQuin es el Espritu Santo?

    El Espritu no tiene rostro, ni siquiera un nombre que pueda evocar una figura humana. Es con;:io. el viento que sopla donde quiere ... (Cf. Jn 3, 8) como aliento de

  • 72 QUEREMOS VER A JESS

    vida que penetra la carne. Como el agua q~e-pL~fi~ca, fecunda la tierra y calma la sed. Como fuego irresistible que abrasa las entraas. Como aceite que impregna las piedras. Para conocer el Espritu es necesario ver su accin en la Iglesia y en el mundo.

    El Espritu Santo contina la obra de Jess

    Jess, antes de irse a la casa del Padre, promete su espritu, "ustedes sern bautizados con el Espritu Santo dentro de pocos.das" (He 1, 5). "Desde el comienzo y hasta la consumacin de los tiempos cuando Dios enva a su Hijo, enva siempre al Espritu: la misin de ambos es conjunta e inseparable" (CEC 743). Aunque el Espritu es distinto de Jess, es inseparable de l, enviado para recordarnos y hacernos comprender los hechos y las palabras del maestro.

    El Espritu Santo es Dios

    El Espritu es una de las personas de la Santsima Trinidad. Creer en el Espritu Santo es aceptar que llevamos en nuestra vida a Dios Padre que, con su Hijo en el Espritu habitan en nuestra vida y reciben una misma adoracin y gloria. El Espritu Santo coopera con el Padre y con el Hijo desde el comienzo de la creacin y as continuar hasta la consumacin de los siglos.

    El Espritu Santo presente en la Iglesia

    Por el Espritu Santo nace la Iglesia. Los apstoles y discpulos de Jess fueron iluminados y fortalecidos por el Espritu Santo; el cual. les ense y record todo lo que Jess haba dicho; desterr de sus corazones todo1temor, dndoles fuerzas para vivir la vida de Jess. Gracias al Espfritu hac~hlas mismas cosas que Jess hizo: hacer que

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  • 3er MOMENTO 73

    los cojos anden, que los muertos resuciten, que los corazones se conviertan. El Espritu los impulsa a difundir el Evangelio a toda criatura. Ahora habita en la Iglesia como en un templo y realiza la unin de los fieles en Cristo (Cf. LG 4), habita en nuestros corazones y nos hace llamar a Dios i Padre! y a reconocernos como hermanos.

    lCmo podemos experimentar al Espritu?

    El Espritu Santo lo experimentamos en la oracin, en la cual intercede por nosotros, en los distintos dones y servicios mediante los cuales se edifica la Iglesia, en los signos de vida apostlica y misionera y en el testimonio de los santos (Cf. CEC 688). El Espritu. se manifiesta en la vida diaria de la Iglesia, en lo cotidiano de la vida: el deseo de paz en la esperanza, la lucha y en todo lo bueno que hay en nuestro pensar y obrar.

    El Espritu Santo presente en el mundo

    El Espritu Santo sopla donde quiere, por eso est presente en el corazn del mismo mundo y de la vida de los hombres prodigando sus dones, sus semillas de verdad, de gracia, de santidad y de justicia. Sus dones se extienden por el mundo en los valores humanos de la sinceridad, de la honradez en las gentes que luchan por la justicia y por hacer de este mundo un espacio ms humano, cuando se promueven los derechos de la persona, etc. Nosotros estamos llamados a pedir los dones del Espritu Santo: sabidura, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.

    Quiz hemos sido poco conscientes . de la . presencia del Espritu Santo y sus dones en .la .Iglesia y en el mundo, pero sus huellas son palpables.

  • 74 QUE