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Transcript of r1olog...barca", la mitad "pa ca banda"". lJna docena escasa de hombres, unos desde tierra y otros...
. Pedro Portillo Franquelo
n el litoral de la Provincia de
MáIaga ha existido desde los
tiempos más remotos una in-
dustria artesanal dedicada a la
construcción de sardinales, faluchos, 1aú-
des, botes y barcas jábegas. Estas embar-
caciones de pesca, diseñadas y construi-
das por los carPinteros de r ibera
--calafates- o carenadas en la costa malaci-
tana, pueden contarse por millares en los
dos últimos siglos. La industria aún per-
dura, estando la producción limitada a
unos Pocos artesanos que siguen traba-
jando la madera con técnicas y herra-
mientas muy semejantes a las empleadas
en el pasado.
Las bellas imágenes de sardinales y
barcas varadas en tierra difícilmente pue-
den dejar de se¡ estudiadas por los que
nos dedicamos al análisis de las formas
dent¡o de lo que entendemos por Diseño
Industrial, que hace inseparable el pro-
ducto -en este caso la jábega- del propio
entaller a¡tesanal. A1 igual que es imposible
separar al usuario -el iabegote- del arte-
sano o carpintero de ribera que con su
destreza diseña y luego crea, baio las apa-
riencias de una industria mínima, las bar-
cas que mirarán proa a la mar durante
varias generaciones, siendo testigos mu-
dos de ia historia de familias entrañable-
mente unidas al rebaiaie.
El análisis de formas de una barca
jábega puede ser formulado poniendo de
manifiesto el Plano del Contenido
-fo¡ma de vida de unos hombres- o me-
diante la exposición del Plano de la Ex-
presión, o dicho de otra manera: como
estos hombres hacen suyos los medios,
artes y barcas, para vivir en una sociedad
primitiva, honesta y trabaiadora donde
todo el mundo que 1o necesite Puede
unirse al trabajo de "sacar el coPo" Para
obtener un "Puñao de Pescao" '
!a barca jábega es la continuación
del hogar del "jabegote". Por las maña-
lndustriu Arlesorlollu Trodiciónr\r1olog
nas, al alba, o a la caída de la tarde, salen a
pescar con ay'uda de un "arte real" , la já-
bega, que largan por la aleta de la embar-
cación y es recogida desde tierra "halada"
por unos hombres que a veces tan sólo
tienen, como único patrimonio,la "tralTa" ,especie de tiranta donde se ensamblan
hombres y betas del "copo"
Antes de despuntar ei a lba el" avisaó" pegaba de puerta en puerta le-
vantando a los hombres. Al mismo tiem-
po, se "pateaba" con el puño del remo
sobre la barca llarnando, como rln rnrnen-
so tantán que se extendía por todo el re-
balaje, a los jabegotes para echar un nue-
vo "lance". Cada barca tenía su llamada y
a Ia suerte, el día anterior en la taberna y
con unas cartas, se iniciaba la faena. El
amo de la "María" , del Palo, recordaba:
"Yo llevaba dentre 35 ó 40 betas para Ias dos
bandas. La beta de esparto tiene 30 brazas-54,60 m-- Se deja el chicote en tierra al cui-
dado de los que le llaman "la panda", y no-
sotros comenzábamos a bogar "pa fúera" y
cuando se ve el sitio del "pescao" se echa el
hierro y miiamos la corriente. EI "plomero",
el que va ar¡iando las cuerdas, va contando
los "núos de la beta, uno... dos... tres... todas
las que se van a echar. Cuando se llega al 20,
es un poner, se amarra la "leva grande" que
le dicen ' l¿ calonera" que va amarrá cerca
del calón de la barca. Los que se quedan en
tierra están marcando las levas y según la
marea pa donde se lleve la red te manda un
aviso con el brazo ?a cerrar la calonera de
poniente o la de levante. Hay dos calones
que se llaman u¡ro de la "panda" y otro el" arribaero" que es el que queda pa arribar la
barca. Aluego se echa la red, siempre por la
banda de proba (babor o de levante) y a fa-
vor de la corriente; se hace un arco con la
ba¡ca ar¡ibando siempre Por la banda de
corulla (estribor o de poniente). Cuando se
va tirando del copo a tierra se aiuntan las
dos bandas. Cada banda ]leva 3 ó 4levas,
según las betas largadas. Las levas eran an-
tes de pelleio, pero aluego se pusieron de
barriles. Del copo tiran los "arrejuntaos de la
barca", la mitad "pa ca banda"".
lJna docena escasa de hombres, unos
desde tierra y otros en la mar, trabajan en
Ia producción. Los que se embarcan, nue-
ve o más, bogando mar adentro, como
mucho media milla. Cuando el "mandaó"
de la barca cree que allí hay pescado calanla red y si es de noche, enciende una es-
pecie de antorcha para indicar que el cer-
co es suyo, debiéndose mantener alejadas
otras barcas que quieran hacer sus "lan-
ces". lJna beta se ha quedado en tierra, la
otra la acercará al rebalaje la propia barca.
La embarcación se gobierna mediante un
remo timón, "la espadilla" arrnada sobre
el kagante en la banda de corulla. Sobre
bancos y escalamos fijos dos tripulantes
por bancos; eI "pachapanda" que da la
boga, dos "popeles"/ dos "espardeles", las"rnedianías que exija la barca" y un"proel" sobre Ia propia "yata" (bao) de
proa. La mayoría de los arreos, enseres y
pert¡echos van sobre la "palamora" y bajo
los bancos, cuando salen a faenar.
lJna vez "calao el arte" regresa la
barca, pero no se saca a tieri:a *no se vara-
hasta que el "copo no eslé enjuagao".
Permanecerá al cuidado de un hombre que
con la "percha" pone atención a que Ia
barca no se atraviese a la mar- Frecuente-
mente esta misión se le encornienda al"amocael", muchacho de la barca que tie-
ne por rnisión "ultar sebo a los parales"
cuando, como dicen los de la playa, "con
la ayuda de la Virgen del Carrnen vamos
a botar la barca". El "amocael" suele ser
un "niño con muy poca vergüenza", en
opinión de los hombres de la barca.
Por 1o general no coinciden en un
solo hombre las figuras de " arno" y
'imandaó". El amo de la ba¡ca puede con-
siderárse como "el capitalista", mientras
que el segundo es el patrón y el conocedor
de la pesca. A veces, aunque no es muy
frecuente el cztso, los pertrechos de pesca,
como son el arte y las betas son propiedad
de otro, que toma eI nombre de"sotorráe2". El producto de la pesquera
se reparte por Partes según sea Ia situa-
ción y el grado de vinculación de los que
intervienen en esta actividad.
Cuando la mar estaba muY mala Y el
tiempo no permitía bota¡ las barcas, el amo
decía: "Vamos muchachos a emPeñá la
calá". Aquel día "naide llevaba na pa la
casa y la candela no se encendía". En estos
casos, como es natural, el amo se veía
obügado a convidar.
Esa era la realidad de las playas ma-
lagueñas, de las gentes del "rebalaje" que
oían todas las noches hablar a la ma¡.
Porque la mar habla; sí. Por las noches las
gentes de la playa escuchan lo que dice el
ruido de las olas al romper entre chinos y
arenas. Siempre de noche, decía Pepe Rosa,
un jabegote del Palo, amo de Ia ba¡ca"Rosilla" una de las muchas que desapa-
recieron entre la década de los cincuenta
y sesenta.
Una tarde del otoño de 1980, Cándi-
da Madera, nacida en el año 1886, viuda
de Francisco Lloret, Dominguito, Maestro
Calafate que tenía su taller detrás de la
Comandancia, en la Malagueta recorda-
ba:
"Así era la lucha de la vida. Sí, yo vivía allí,
en la calle que le llaman de San Nicolás. Ha-
bía cuatro casitas que ya no existen La vi-
vienda era de material y allí hacía sus botes
y 1as barcas mi Paco. Con la 'Lola' tuvo mala
suerte y le salió u¡a barca muy buena y ganó
mucho di¡rero con ella y en las regatas que
hubo ganó el primer Premio. Yo no la vi,
porque había de salir". total, que no la vi'
Eran cosas de homb¡es, de ba¡cas, de mar.
No se si la ¡egata fue Para Levante o Para
Poniente, no Puedo aclararle porque corno le
diie no acudí yo a la distracclón.
Los palos y troncos los compraba en Parti-
das de madera. Hacía trato con todos los
leñadores; iba a los Pueblos, a los sitios don-
de se hacía carbón, y se la traía. Total que
arrirnaba la madera y él tenía su almacén y
su taller a la vera de la casa. El hacía el trabajo
que podía 'a Pulso' y las tablas Pues manda-
ba a la Malagueta.a una fábrica de sierra que
le llamaban. Tenía cinco o sels hombres t¡a-
bajando con él y al final se quedó con dos
que le ayudaban. El era el amo de la barca,
pe¡:o mi marido con su oficio Por delante.
Eran emba¡caciones que tienen que ser prn-
tadas con mucha frecuencia, Por:1a aPretaúra
que hace la madera. Se abren por el Sol y el
mal tiempo. Mirando por ellas duraban mu-
cho tiempo- Hoy le da¡ un color a la pintura.
Yo era mayorcita cuando entró el siglo Mi
marido aPrendió el oficio de su padre que
también le llamaban Dominguito. Todos tra-
bajaban en la Bahía Por la Malagueta había
muchos del ofcio y mucho trabaio.
¡Ay de la Coracha! iY tanto que me acuerdo!
Cuando me casé puse casa en la Coracha, la
primera casa conforme se entra a la derecha,
a la que hace cuatro Puertas. Frente estaba el
relleno que le llamaban y estaba el mar, Peroluego lo fueron echando 'pa lla, pa 11a...'. En
el puerto trajinaban los barcos de velas, has-
ta que llegaron los más grandes de máquinas
e hicieron la vida de otra manera".
Barcas famosas pescaron en las pla-
yas de la Malagueta, El Bulto, Pedregaleio,
El Paio, El Rincón o ia Cala. Todas con su
nombre de vírgenes o de muieres, pero
que eran conocidas Por sus apodos; la
Fogonera, 1a Manol i ta, la Rajá, ia
Barriguita, ia Canaria, Ia Petit o Ia Cinco
Reales. Todas se fueron perdiendo no pu-
diendo aguantar el mucho coste, la poca
pesca y sobre todo el envite del rnotor- La
mayoría de ellas se han transformado en
esas híbridas "chalanas", conservando el
folio, todas de la lista 3e. Con el cambioperdieron sus elegantes formas de carenascurvas y popa a la pescadora.
Luis Bellón en su libro ,,E1 Boqueróny la Sardina de Málaga,, registra 7g jábe_gas en 1946. A finaies de los setenta sóloquedaban cinco, todas de siete remos. Hoy,de las antiguas, quedan tres; auténticaspiezas de museos:
Lola. ("La Dominguito,,) Lista 3a. Folio 1.812.Candado.
De fecha 26 de febre¡o 1926.Eslora 6,60 m., rnanga 1,96 m., puntal 0,60¡tl.
Porte 1,56 toneladas
Magdalena ("La Rebusquera,,) Lista 3a. Folio1.852. La Cala.
Eslora 8,14 m., manga 2,23 m., puntal 0,56m,
Peso para regata 1.100 kg.
Ma¡ía ("La Salvaro',) Lista 3i. Folio 1.900. El palo.
Eslora 7,70 m., manga 2,24 m_, puntal0,60m.
Peso para regata 1_025 kg.
La antigua "Lobo" en el Rincón de la
Victoria, y la "Rosilla" del palo se perdie-ron en estos últimos años. Sin embargo,hay que destacar que en la actualidad, col-leste espíritu plausible de recuperar lastradiciones locales, se están construyendobarcm nuevas. Son tan nuevas que todavíano tienen apodos. La Victoria es Ia Antigua"Félix" det Rincón de lá Victoria, 1a SantaCrist ina, Santa Isabel y Jul iana enPedregalejo y la Rosario y Ana en Nerja.Son las últimas varadas mirando a la marcomo lo hic ieron la "Cocinera' , ,
la"Corrlllo"
,Ia "Llave" ,la ,,Mengarra,, o la
de "Miguel Cuarenta Hombres,,. ya nopescan porque no pueden y sólo se botanpara sacar en procesión a la Virgen delCarmen o para participar en regatas y
competiciones deportivas que se organi_zan los veranos en todo el litoral malacita-no.
Estas embarcaciones nunca fueronrápidas. El tipo de trabajo que realizan lesexigen ser muy robustas y pesadas. El pesode una barca de nueve rernos era de unos1.600 kg. libre de ar¡eos y pertrechos. poreso, cuando con motivos de fiestas y dis_tracciones entran en competición corrien_do regatas en el mar abierto, no puedencompararse con las traineras del Norte, nien la boga ni en el ambiente creado al¡e_dedor de cada barca. Las barcas del Nor-te, las traineras, pesan alrededor de 200kg. y en su actividad profesional no lleva_ban las artes sobre ellas. Su misión consis_tía en abarloarse a los grandes pesquerosy transportar la pesca al puerto. Son pocopesadas y rápidas, porque quien antes lle_gaba más caro vendía. La ba¡ca malague-
Ja0ega
ña no tiene conciencia de llegar ni antes ni
después, ya que pesca sola y sólo con sus"hombres de la barca" y los "jabegotes"
que sacan la red hacia tierra.
Cuando las jábegas corren regatas,
sólo van los rerneros, el patrón -"el
mandaó"- y un " anírnaó" u "hombre me-tebríos", situado a popa; su oficio consis-te, como describe la palabra, en dar apoyomoral y espíritu de victoria a los tripulan-tes. Lo norrnal es que sus gdtos y gestos
estén mitad y mitad entre alientos por serlos mejores y lamentaciones y maldicionesreferidas a todos los "que le veo la caraque parecéis marineros de agua dulce",amén de otras referencias a la supuestavirilidad de algún miembro de la tripula-ción.
Dicen los de la playa que esta em-barcación existe desde siempre y que susorígenes se remontan a los fenicios. Esto
es un mito a medias. Cuando hacernos un
análisis semiótico deI Diseño Industrial espreciso situar aI HOMBRE entre los dos
planos antes mencionados: eI del Conte-nido y el de la Expresión. Pero este con-
sumidor del discurso marinero tiene que
interrelacionarse también con sus "mitos"
y sus "ritos". Los ritos ya los tenemos ensus expresiones, forma de botar y varar la
barca, llamadas, jerarquía y reglas deljuego en los lances. Las jábegas son barcos
austeros, construidos para "ganarse la
vida". No se hacen concesiones a losadornos. El mito lo encontramos en la be-lleza de sus formas, avaladas por la pure-za de sus líneas. Tan sólo los ojos pinta-
dos a proa, tan típicos en estas embarca-
ciones, y la obra muerta luciendo coloresmuy ingenuos hablan de distracciones, aligual que las "maniquetas", recuerdos deelementos pa¡a amarrar Ia barca. El espo-lón desafiante y aquellos ojos a proa hacen
entrever que posiblemente nuestras bar-cas jábegas tuvieron sus orígenes en losprimeros pueblos que recorren el Medite-rráneo. Desde Fenicia, o mejor desde Car-tago, bien pudieron venir ernbarcacionesno mucho más grandes que las antiguas
que se recuerdan."Las había hasta de 13 met¡os, corno
la'Esperanza' de Pedregalejo o la 'Félix'
del Rincón, decía hace más de veinte añosPaco 'El Motril', hombre de la mar, que enel trato de su barca" decía: "Le vendo mi'Lola' porque veo que es Vd. del agradode estas cosas; si no se pudre aquí al Sol".
Aquellas naves fenicias se propulsa-ban a remos y con auxilio de una vela queaún no es latina. Esto es posible a partirde cuando se descubre la quilla. Esta ern-barcación, en la Edad Media -esto espura hipótesis- se ocupará en simplesfaenas de pesca, por lo que su diseño irá
t :
evolucionando condicionado por estenuevo espacio. Primero pierde la vela yluego su quilla, consoiidando bancos yescalamos fijos a manera tradicional, coninclusión de carenas laterales propias parael varado en las playas del Mar de AIbo-rán. Otro modelo, más conservador, noeliminará la vela t¡ansformándose en elsardinal, hoy prácticamente desaparecidode nuestras playas.
Puede resulta¡ interesante copiar al-gunos datos extraídos de las fichas obte-nidas en el Archivo de la ComandanciaMilitar de Ma¡ina de MáIaga, consultadocon la amable autorización del Excmo. Sr.Comandante de Marina, referidos todos aIa Lista 3e de Ia Provincia Marítima deMálaga. Hay que observar que en los pri-meros asientos se escr ibe la palabra"jávega" .
"Lista 34, de Málaga. Folio 181, fecha 5 dejunio 1851.
Ba¡ca jávega Nr¡estra Señor:a del Cármen39 pies de eslora, I pies 4 pulgadas de manga,
puntal 3 pies., porte 5 toneladas 29 centé-slmas.
Construida en el astillero del Puerto po¡ elMaestro Carpintero de Ribera de la ma-trícula de Estepona, residente en esta Ca-pital, Simón Escudero.
De pantoque cu¡vo, sin cubierta ni fo¡ro,popa a la pescadora, construida con ma-deras y betunes del "Reyno", para JoséGarcía en 4.500 reales de vellón".
Hasta el 28 de abril de 1919, Folio7.597, no aparece un asiento donde sepuede leer Ia palabra jábega cor. "b"'.
"Barca Jábega Victoria construida en El
Rincón de la Victoria por el Maestro Car-pintero de Ribera Calafate Antonio Gar-cía, de las Playas de San Andrés, de 9,27metros de eslora, 2,36 de manga y 0,70 depuntal.2,69 toneladas. Valor 1.000 ptas."
O aquella otra donde se indica lanorma preceptiva de auto¡ización expre-sa para cornenzar y dar por terminada laobra:
"Barca Jábega Carmen. Folio 1.600. -26 de
julio 1919
Trasladado del folio 422 de la Lista 3a deVélez Málaga.
Eslora: 9,04 m. Manga: 2,20. puntal: 0,66. Tm:4,69.
Valor 300 ptas.
P¡opietario D. José Fernández Martlnez, ve-cino de Nerja.
Se formó el asiento en Torre del Mar el 21 deseptiembre de 1907. Se const¡uyó la em-barcación en las playas de Nerja por elmaestro carpintero de ribera ManuelCasanova González; su coste 1.000 ptas.,habiendo presenciado el Cabo de Mar dePuerto pone¡ la quilla y terminar la em-barcación".
Planos de construcción de unaiábega.
En esta industria artesanal el diseño
y' el trazado van unidos y constituyen un
todo, aunque hoy pueden encontrarse aI-
gunos artesanos -pocos- que hacen eI di-
seño y dejan que otros tracen sobre plan-
iillas la futura ba¡ca, como se da con esa
nueva embarcación que ha aparecido hace
unos veintitantos años en las costas mala-
gueñas; "la chalana" , que está desplazan-
do rápidamente a la "chanca", bote de
mal diseño y peor construcción, de
pantoque y fondo plano, construido por
gentes de poco oficio y menos caudales.
La iábega no puede Perderse, dice
José Pascual Esteban, maestro calafate ya
iubilado, amante de las cosas de la mar,
que como todos los de su oficio no es
hombre de "pronto recio", sino serio, de
hablar pausado, piensa 1o que dice Ycuenta estas cosas con Ia ilusión de un
muchacho. Uno de Ios pocos que quedan
en nuestras costas caPaces de conservar,
preservar y transmitir a los nuevos como
se hace una barca de verdad.
"Porque cada carpintero de ribera tiene que
hacer su barca, la que se dedicaba al boque-
rón, a los ju¡eles o los atunes. Sus líneas de
aguas son puras a causa de la Perfección que
han ido adquiriendo a lo largo de los siglos
Hago una maqueta de la mitad del barco y la
hago con tablitas de 15 mm., y cuando la he
terminado lo paso al Plano a escala 1:20. La
mía tenía 45 cm- de larga.
Una vez terminada la maqueta se desarma y
se van pasando al plano las líneas de agua, y
sobre este trazado se hace el "cuerpo" o sec-
ciones transversales del casco. A Pa¡tir de
aquí se trazan las cuadernas sobre la pared o
sobre un tablero. Las primeras cuadernas de
proa y popa no tienen forma y son derechas.
Este trazado es quizás lo más difícil del a¡te
de este oficio. No todos los calafates saben
trazar, porque la mayoría sabían poco de
teoría, aunque eso sí, mucho de práctica. Yo
me he agarrado a hacer las cuadernas de
ve¡dad, de fresno y buscando las maderas
más apropiadas.
Se pone la plantilla sobre el tronco, dándose-
la el escantillón que necesita y se va rodean-
do con la "sin fin". Una vez que está toda la
madera "serrá" se cepilla y da grueso y lue-
go en el taller emPiezo a aPeañarla -Pegar
una madera con otra-. Se ponen los "piques"
-planes- y las "estalameras" de proa y popa,
dándosela el a¡rufo corresPondiente, que
suele oscila¡ entre 5 a I cm., según el gusto
del carpintero. Hay quien le da más, hay
quien le da menos.
Se empieza la const¡ucción de la barca Po-
niendo los "roamentos" Y Ia quil la o
"ernbón", que se echaba antiguamente de
encina o de pino piñonero --carrasco-.al igual
que las contrarrodas y durmientes. La
contrarroda termina al tercio de la media
iunta. Se une el Pie de roda con la ¡oda con la
media junta de escarPe de diente. Hay que
hacer e1 engarce del embón Para cuando se
vaya a poner en quilla. Se Pone todo de una
vez.
Una wez puestas las cuadernas se "Pesan",
se las pone a nivel, con un compás de made-
ra y una pesa que va a la quilla, apuntalán-
dolas para que no se muevan. Las cuadernas
se unen al embón con to¡nillos Pasantes. Una
vez que está todo pesado y arriostrado se
empieza con la "cinta P¡inciPal", que es la
que lleva el puntal de la barca, sobre unos 60
cm. El puntal que se mide es el de la cuaderna
maestra, y se mide desde el canto alto del
embón hasta el canto alto de la cinta. LueSo
se ponen los forros interiores, que en este
caso sólo es una tabla llamada durmiente,
donde se encastran los baos, empezando por
la proa hasta la popa. El tragante coirlcide
con un bao. Se ponen también los bancos y
se continúa con la obra muerta; la tabla de
l laves o t rancan i l , los "bo l i l l os" o"escalamotes", terminando con el "reón" o
tabla de boga.
Terminada la faena anterior se emPleza a
forrar, poniendo la 1a,2P,3" y 4a "bocal", que
son tablas de unos 12 ó 15 cm., emPezando
de cinta para abaio y "afasquiándolas" antes
de ponerlas. Afasquiar es poner una regla y
poner los puntos con un compás, que indi-
can por donde hay que corta¡ la tabla para
darle la figura.
Cuadernas de jábega.
Después se cont inúa e l fo r ro con las"apaladuras,,,
en número de t¡es, empezai_do por el embón, al cual previamente se Ieha hecho el "alefriz,,,
especie de entalladura¡ealizada con fo¡¡nón y destinado pa¡a recibirla p r imera tab la . Luego se cont inúaembonando, aunque yo en las ba¡cas v botesno he hecho ningún embón porque he repar_tido las tablas a lo que me pedían. Mi SantaCristina tiene 15 tablas, de 22 mm. de grueso,por banda. Todas las tablas venían del mismoancho, de 9 cm. en el centro, y en las puntasde 5 cm., menos en la 1r y 2¡ ,,apaladura,,.
"Barca Jábega Santa Cristina l_ista 7¡ MA ¿l_
003.
Año 1989. Construida por el Maesko CalafateJosé Pascual por encargo de la Asociación de
Vecinos de pedregalejo en los AstillerosNereo de esas playas.
Eslora 8,3 m- Manga 2,22 m. puntal 60 cm.Peso 1-050 kg"
Puede que el Diseño Industrial de laba¡ca de Pascual sea el último de los quese realicen en nuestro litoral. Este no sequeda en las formas, sino que ha ido alencuentro de la substancia de toda arte_sanía basada en el funcionalismo. La fun_ción de las jábegas era la pesca por arras_tre halada desde tiena: el ,,copo malague_ño". Este tipo de actividad está hoy prohi_bida, por lo que a partir de ahora las bar-cas nuevas que se hagan deberán adap_tarse a su nueva función, consrstente er1actividades culturales y deportivas, ho_menaje del pueblo a las que fueron yapasado. Habrá que ilablar, pues, de dise_ño evolutivo, conservando solamente lasformas como ya se está realizando poralgunos carpinteros.
Las barcas nuevas seguirán mirandoa la mar no como signos de una actividadeconómico-social, sino convertidas ensímboios de una época que ya es historia.Estas barcas ya no contarán la historia defamilias, de sus problemas y forma de so_Iucionarlos.
Barca Jávega Santa Rosalía Folio 195. 23 deabril 1852
Propietario José González del pal<¡.Eslora 35 pies 9 pulgadas. Manga 8 pies 8r,/,
:- prrlgadus. Pnr,tal 3 Pies. Porte 4 toneladas
94 centésimas.
Construida en los astille¡os del Puerto Para
el exp¡esado González en 4.000 reales de
velon.
Con fecha 20 de iunio de 1853 hay un oficio
del Sr. Teniente Alcalde certificando el
juicio celebrado a solicitud de Ped¡o León
demandando al dueño de esta embarca-
ción por deuda de 2.000 r. v., habiéndose
convenido en el iuicio que en el mes de
sePtiembre de este año abonará González
a León la expresada cantidad, quedando
entre tanto esta embarcación afecta y res-
ponsable del cumPlimiento y conwenido
en el iui.io-Con fecha 19 de rnayo 1854 se vende a Ber-
nardo Gómez en 4.200 ¡. v- El 15 de mar-
zo de 1859 se vende a Pedro León. del
Palo en 1.800 r. v y Por último, el 16 de
septiembre de 1861 se vende a Francisco
Senceno, de este domicilio' en 3.700 ¡ v
Habrá pasado casi un siglo y medio desde
que aquella Lista 3a empezó con un asien-
to
"Año 1859. Folio 1.
Barca Jávega nombrada Virgen del Carmen
P¡opietario Francisco León. Eslo¡a 13 varas,
manga 2,50, Puntal 1. Porte 65 quiñtales"'
Con una nota al Pie que dice: "Trájose
este asiento del Folio 2 de la Tercera Lista
de embarcaciones de esta Capital que sir-
vió hasta la fecha en que princiPia la pre-
sente".
En Málaga seguirá habiendo
Calafates, que en la playa, o bajo un tin-
glado corno toda industria, querrán reva-
lidar sus títulos de Carpinteros de Ribera
haciendo sus barcas artesanales a sus ex-
pensas o a Petición de alguien. Cuando
pongan la quilla no sabrán ni el folio ni la
lista que les corresponderá, Pero anotado
en un libro registro aParecerá un asiento
que dirá:
"Año dos mil y pico
Barca Jábega Virgen del Ca¡men
Eslora 8,30 m., manga 2,12 m., Puntal 0,66.
Peso 1.000 kg. ProPulsión a remo, PoPa a
la pescadora. La construyó en las playas
de Málaga a su costa el Maestro CarPin-
tero de Ribera que presenta la instancia.
Valor: toda su ilusión..
Grabado de Máaga Sglo XV.
9 ol¡,¡D
Pedto Portillo Ftafl quel
Carpintero de RiberaAmo y "mandaó" de la jáb
irnu-t-tgo