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José Degregorio - Crecimiento Económico

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  • Estudios Pblicos, 98 (otoo 2005).

    ESTUDIO

    CRECIMIENTO ECONMICO EN CHILE:EVIDENCIA, FUENTES Y PERSPECTIVAS*

    Jos De Gregorio

    Este artculo revisa la experiencia chilena de crecimiento, con espe-cial nfasis en el rpido crecimiento que comenz a mediados de losaos ochenta, cuando la economa se recuperaba de la crisis de 1982,para moderarse a fines de los noventa. Tambin se analiza y sedescompone la evidencia sobre el crecimiento y la actividad, revisan-do las fortalezas y debilidades tras el despegue econmico de Chiley los elementos que sustentan el crecimiento futuro. Por ltimo, sepresentan estimaciones de la tasa de crecimiento potencial de largoplazo para la economa chilena.

    JOS DE GREGORIO. Doctor en Economa del Massachusetts Institute of Techno-logy (MIT). Vicepresidente del Banco Central de Chile. Profesor Titular de la Universi-dad de Chile. Fue Ministro de Economa, Minera y Energa.

    * Se agradecen los comentarios y sugerencias de Csar Caldern, SebastinEdwards, Rodrigo Fuentes, Joe Ramos, Rodrigo Valds y Rodrigo Vergara. Agradezcotambin a Gonzalo Becerra, y especialmente a Marco Nez por su excelente ayuda enla investigacin y en la recopilacin de los datos. Todas las opiniones expresadas eneste artculo son mas. E-mail: [email protected].

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    L1. Introduccin

    as tasas de crecimiento observadas para la economa chilena des-de la segunda mitad de los 80 han sido altas, no solo segn los estndareshistricos propios de Chile, sino tambin desde una perspectiva comparati-va internacional. Cules han sido las causas de este despegue? Qu pro-mete para el futuro este rcord de crecimiento actual? Cules fueron losfactores subyacentes claves en el xito de Chile y cules son las debilida-des que se mantienen? Estas preguntas son relevantes no slo para losformuladores de polticas y otras personas interesadas en Chile, sino tam-bin para poder recoger las lecciones ms generales para otros pases. Elpropsito de este trabajo es explorar estos temas.

    El trabajo comienza con un repaso de la historia del crecimiento enChile a partir del siglo XIX, para realizar luego un anlisis de contabilidaddel crecimiento para las pocas recientes. Para resumir, la economa chilenasufri de un crecimiento lento hasta la mitad de los aos 80. Posteriormentegoz de una recuperacin slida tras la crisis de la deuda, y este crecimientosigui durante la mayor parte de los 90. Despus de 1998, el crecimiento setorn ms lento, pero se mantuvo dentro de su tasa media para el siglo XXcomo un todo, y de hecho por sobre la tasa de los primeros 85 aos delsiglo.

    En las prximas dos secciones, este artculo examina las fortalezas ylas debilidades de la economa chilena. Una posibilidad habra sido la esti-macin de regresiones para el crecimiento en un conjunto amplio de pasesy un examen de cmo Chile se comport con los diferentes factores que talanlisis destaca como determinantes del crecimiento de largo plazo1. Unadesventaja de esta estrategia, sin embargo, es que se limita a un conjuntoespecfico de variables explicativas. La inclusin de variables adicionalesreduce los grados de libertad, hay colinealidad entre los regresores, y losmodelos tericos no explican correctamente la inclusin simultnea de to-das las variables. Por estos motivos, opto por una estrategia ms eclctica,que considera aquellos determinantes de crecimiento que se han demostra-do relevantes en muchas otras comparaciones entre diferentes pases. Porsupuesto, esta estrategia est acotada a mi propia lectura de la abundanteliteratura emprica sobre los determinantes del crecimiento y su relevanciapara Chile.

    Entre las fortalezas chilenas identifico y examino el rol de la inflacinbaja, la disciplina fiscal, la apertura a la economa mundial, un sistema finan-ciero slido, la fortaleza institucional y una buena infraestructura. Chile est

    1 Esto se hizo en un interesante estudio de Gallego y Loayza (2002).

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    entre los primeros en cuanto a la eficiencia de su regulacin de las institu-ciones relevantes para los negocios y otras actividades, pero tambin apa-recen algunas debilidades, principalmente relacionadas con los costos delos procesos de quiebra de empresas. Entre las debilidades enfatizo el rol dela desigualdad de los ingresos, aunque las polticas chilenas han podidominimizar los efectos distorsionadores que tal desigualdad tiende a introdu-cir en la formulacin de polticas. Tambin examino las debilidades en lainvestigacin y el desarrollo en Chile (en cuanto a su nivel y composicin),la calidad de la educacin, el clima econmico regional y su fracaso en lapromocin del intercambio.

    Luego, presento la evidencia de una serie de estudios sobre las pers-pectivas de largo plazo para la economa chilena. Una tasa de crecimientoPIB de 5 por ciento al ao parece ser una estimacin razonable para elfuturo. Se podra lograr una mayor tasa de crecimiento, pero requerira supe-rar algunas de las debilidades del ambiente actual de crecimiento recinmencionadas. En la ltima seccin de este artculo se presentan las conclu-siones.

    2. Evidencia histrica, de contabilidadde crecimiento y comparaciones internacionales

    El crecimiento econmico rpido es un fenmeno relativamente nue-vo para Chile. Antes de que el crecimiento despegara a mediados de los 80,Chile haba experimentado algunos perodos transitorios de crecimiento r-pido, pero la tasa de crecimiento en aquellos episodios fue bastante menorque las experimentadas por el pas ms recientemente y no muy diferente dela tasa contempornea de crecimiento de la economa mundial en su con-junto.

    Esta seccin presenta los datos de varias fuentes. La intencin no esentregar cifras precisas y definitivas, sino revelar tendencias generales, quedeberan ser las mismas independientemente de los datos utilizados. Paralas comparaciones nacionales se usan las cuentas nacionales oficiales delBanco Central de Chile y datos histricos de Daz et al. (2003). Para lascomparaciones internacionales a largo plazo se ocupan Maddison (1995), ypara los datos comparativos ms recientes entre diferentes pases utilizarlos Penn World Tables (versin 6.1.).

    2.1. Una perspectiva de largo plazo

    El Grfico N 1 examina la historia del producto nacional de Chiledesde la independencia, con los datos recolectados por Daz et al. (2004). El

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    Cuadro N 1 resume las tasas medias de crecimiento del PIB y del PIB percpita durante perodos seleccionados, cuyos puntos finales marcan cam-bios en el crecimiento de tendencia.

    Desde la Independencia hasta la Guerra del Pacfico, el crecimientopor habitante fue lento, slo 0,8 por ciento anual. Desde entonces y hasta laDepresin, la economa creci un poco ms rpido, en 1,5 por ciento al ao

    GRFICO N 1: PIB PER CPITA 1810-2003 (1900=100)

    CUADRO N 1: PIB Y PIB POR HABITANTE, 1810-2003

    Per cpita Total

    1811-1878 0,8 2,71879-1929 1,5 2,61930-1950 0,3* 2,11950-1971 2,0 4,21972-1983 1,1 0,41984-1997 5,3 7,11998-2003 1,3 2,61900-1999 1,5 3,21900-1984 0,9 4,11985-2003 4,1 5,7

    * La tasa de crecimiento del PIB por habitante entre 1932 y 1950 fue de 3,9%.

    Fuente: Daz et al. (2004) y Banco Central de Chile.

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    en trminos per cpita, pero con importantes fluctuaciones que reflejabanprincipalmente la crisis del salitre de 1910. El PIB por habitante de Chilecay precipitadamente en 45 por ciento durante los aos de la Depresin1930-1932, pero se recuper vigorosamente despus y continu con uncrecimiento moderado (de 2,6 por ciento anual en promedio) hasta 1971.Desde 1972 hasta 1983, el PIB por habitante cay. Esta etapa comenz conun descenso en el producto entre 1972 y 1975 que culmin en la crisis de ladeuda y una cada adicional del producto en 1982-1983. Luego se inici unperodo de crecimiento rpido, que se prolong hasta fines de los 90. Unaforma de resumir las tendencias en el crecimiento de Chile durante el sigloXX es decir que, tomando como punto de partida 1900, el PIB de Chiledemor 62 aos en duplicarse, pero desde entonces requiri solo 30 aospara duplicarse nuevamente.

    La eleccin del ao en el cual el crecimiento chileno realmente despe-g es necesariamente arbitraria, en particular porque los aos que siguieroninmediatamente a la recesin de 1982, cuando el producto cay en un 13,5por ciento, en esencia reflejaron una recuperacin. Tomando en cuenta estaprecaucin, de modo de ofrecer una simple ilustracin, se puede dividir elsiglo en dos perodos, antes y despus de 1985. Mientras desde 1900 hasta1985 el PIB por habitante creci en una modesta tasa anual de 0,9 porciento, la tasa media de crecimiento anual para todo el siglo fue 1,5 porciento, gracias a una fuerte alza en la tasa de crecimiento despus de 19852.

    El crecimiento se desaceler nuevamente durante 1998, donde lasrepercusiones de la crisis asitica y una fuerte crisis de liquidez nacionalprodujeron una cada en el producto de 0,8 por ciento en 1999. Desde en-tonces el crecimiento fue ms lento. Por esto mismo, a veces se identifica alperodo 1985-1997 como la poca dorada de Chile, durante el cual el creci-miento promedi un 7,1 por ciento anual y el ingreso por habitante se dupli-c. Desde entonces, hasta el ao 2003, el crecimiento del PIB por habitanteha promediado 1,3 por ciento anual, una fraccin de la tasa de los 13 aosprevios, pero de todas maneras fue mayor al promedio registrado durantelos 85 primeros aos del siglo XX.

    Incluso el perodo posterior a 1985 se podra dividir en dos: la pocadorada, que dur hasta 1997 y, en adelante, la de un crecimiento ms lento.Esto ha causado preocupacin por la verdadera capacidad de crecimiento

    2 Segn Maddison (1995), la fuente que se utiliza aqu para las comparacionesinternacionales, la tasa media de crecimiento del PIB per cpita durante los primeros 85aos del siglo fue 1,2 por ciento. Al completar esto con las series de datos oficiales sellega a una tasa de crecimiento de 1,7 por ciento para el siglo XX en su conjunto. Estoes algo mayor que los datos de Daz et al. (2004) mencionados en el texto, pero noproduce una diferencia significativa en la interpretacin.

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    de Chile: la poca dorada fue slo un fenmeno pasajero o, Chile puederetomar ese nivel de crecimiento? Una seal de esperanza es que, en lamedida que la economa se ha ido recuperando de la recesin de 1999, havuelto a tasas de crecimiento de entre 2 y 5 por ciento.

    El Cuadro N 2 ofrece una visin histrica del crecimiento de Chiledesde una perspectiva internacional. Los datos son de Maddison (1995),que es la fuente ms comprensiva y completa de datos de largo plazo paracomparaciones histricas y entre pases, aunque los datos para la mayorade los pases estn disponibles slo hasta 1992. Entre los pases de estecuadro, Chile muestra una de las tasas de crecimiento ms bajas para todo elsiglo: su PIB per cpita aument casi cuatro veces. En Amrica Latina, sloArgentina, una de las grandes desilusiones de la economa mundial, creci auna tasa menor. En 1900, tanto Argentina como Chile gozaban de un in-greso mayor al de Finlandia y Noruega, pero ya en 1950, Noruega habasobrepasado a Chile y Finlandia lo hizo desde 1960. En Amrica Latina, elcrecimiento de Brasil parti con mucha fuerza en la segunda mitad del siglo,pero se detuvo abruptamente despus de 1980.

    CUADRO N 2: PIB PER CPITA 1900-1992 (PPC, DLARES DE 1990)

    1900 1913 1950 1960 1970 1992 19921900

    Chile 1.949 2.653 3.827 4.304 5.217 7.238 3,71Alemania 3.134 3.833 4.281 8.463 13.152 19.351 6,17Argentina 2.756 3.797 4.987 5.559 7.970 7.616 2,76Australia 4.299 5.505 7.218 8.539 11.637 16.237 3,78Brasil 704 839 1.673 2.335 3.913 4.637 6,59China 652 688 614 878 1.186 3.098 4,75Finlandia 1.620 2.050 4.131 6.051 9.302 14.646 9,04Irlanda 2.495 2.733 3.518 4.368 6.250 11.711 4,69Japn 1.135 1.334 1.873 3.879 9.448 19.425 17,11Corea 850 948 876 1.302 2.208 10.010 11,78Mxico 1.157 1.467 2.085 2.781 4.189 5.112 4,42Nueva Zelanda 4.320 5.178 8.495 9.491 11.278 13.947 3,23Noruega 1.762 2.275 4.969 6.549 9.122 17.543 9,96Filipinas 1.033 1.418 1.293 1.488 1.766 2.213 2,14Espaa 2.040 2.255 2.397 3.437 7.291 12.498 6,13EE.UU. 4.096 5.307 9.573 11.193 14.854 21.558 5,26

    Chile/EE.UU. (%) 47,6 50,0 40,0 38,5 35,1 33,6Chile/Europa Occidental (%) 65,1 77,4 68,3 53,3 41,0 41,3

    Fuente: Maddison (1995).

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    El pobre desempeo de Chile despus de 1913, coincidente con elcolapso del salitre, deriv en una brecha que se ampli persistentemente enel ingreso per cpita de Chile comparado con el de EE.UU. y Europa Occi-dental. El ingreso por habitante de Chile cay desde la mitad del de EE.UU.en 1913 a 35 por ciento en 1970, tocando piso en 1975. Desde entonces, estabrecha se ha ido cerrando, ms sistemticamente desde mediados de los 80,llegando a 39 por ciento del nivel de EE.UU. en 2000.

    2.2. Crecimiento e inversin desde los aos 60

    El Cuadro N 3, que ocupa los datos de Penn World Tables (versin6.1) desde 1960, ofrece una comparacin internacional ms reciente. Durantelos aos 60, Chile y Amrica Latina en su conjunto lograron una tasa razo-nable de crecimiento de 2,2 por ciento anual, que estaba por debajo delpromedio mundial y del de EE.UU., y menor a lo que se considerara un buenrendimiento. En este perodo, la variabilidad del crecimiento de la regin erabaja, y la mayora de los pases latinoamericanos experimentaron tasas decrecimiento positivas. Por este motivo, se recuerda a los 60 como una buenapoca para la regin. Sin embargo, como demuestra el cuadro, fue un pero-do an mejor para el resto del mundo en su conjunto, y, por lo tanto, labrecha de ingreso entre Amrica Latina y el mundo desarrollado aument.

    CUADRO N 3: PIB PER CPITA. CRECIMIENTO DESDE 1960

    60s 70s 80s 90s 1960-2000

    Chile 2,2 1,2 1,3 4,8 2,4Amrica Latina (1) 2,2 2,5 0,9 1,8 1,4Asia Oriental (2) 4,7 5,4 4,5 4,0 4,6Japn 9,3 3,1 3,5 1,1 4,2EE.UU. 2,9 2,7 2,2 2,3 2,5Mundo (3) 2,5 2,0 1,0 1,3 1,7

    (1) Los 15 pases con el PIB ms alto: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Co-lombia, Costa Rica, Repblica Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Mxico,Paraguay, Per, Uruguay y Venezuela.

    (2) China, Hong Kong, Indonesia, Corea del Sur, Malasia, Filipinas, Singapur,Taiwn y Tailandia.

    (3) 85 pases para los cuales existen datos, promedios no ponderados.

    Fuente: De Gregorio y Lee (2004), basado en Aten, Heston y Summers (2002).

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    De particular importancia para Chile fueron los precios del cobre, que en los60 llegaron a su punto ms alto de la postguerra hasta hoy.

    Un patrn similar se observa para Amrica Latina en los 70, pero elrendimiento de Chile qued muy por debajo del resto de la regin y delmundo en su conjunto. Esto se debe no solo al shock del petrleo, sinotambin a las polticas nacionales aplicadas durante dicha dcada, comen-zando por la experiencia populista de principios de los 70, y seguida por labrusca cada en el producto durante la estabilizacin basada en una fuertecontraccin monetaria a mediados de los 70 junto al primer shock del petr-leo. Es interesante destacar que, aunque el shock del petrleo sin dudaredujo el crecimiento mundial, Amrica Latina creci ms rpidamente queen la dcada precedente, principalmente Brasil3, cuyo crecimiento por habi-tante, ajustado por su paridad de poder de compra (PPC), creci a una tasaanual de 5,7 por ciento. Esto sugiere que el descenso en el crecimiento deChile se deba mucho ms a factores domsticos.

    En contraste, aunque los aos 80 fueron una dcada perdida paraAmrica Latina, lo fue menos para Chile, que ya comenzaba a cosechar losbeneficios de las reformas favorables al crecimiento. En efecto, a pesar delprofundo descenso en el producto durante el colapso de 1982, la economase repuso rpidamente, y durante la dcada su crecimiento promedi 2,2puntos porcentuales por encima del promedio de los 15 mayores pases dela regin. Al comparar los patrones de colapso y recuperacin durante lacrisis de Amrica Latina y la crisis posterior del Este de Asia, De Gregorio yLee (2004) observan que Chile, y Mxico despus del Tequilazo, son losnicos pases de Amrica Latina cuyas trayectorias de crecimiento siguie-ron el patrn en forma de V que caracteriz a los pases asiticos, o sea,experimentaron una profunda cada seguida por una fuerte recuperacin. ElCuadro N 3 muestra claramente que el crecimiento rpido de Chile fue unfenmeno de los 90, aunque comenz a mediados de los 80. La economachilena pudo lograr una tasa rcord de crecimiento no slo para sus propiosestndares histricos sino tambin al compararla con las internacionales,ms que triplicando la tasa media (sin ponderar) de crecimiento del mundoen su conjunto.

    El Grfico N 2 destaca todava ms el buen rendimiento de la econo-ma chilena a fines de los 80 y durante los 90, y la desaceleracin a fines dela dcada de los 90. Amrica Latina no muestra ningn aumento en el ingre-so desde la crisis asitica de fines de los 90. El crecimiento para el conjuntode los mercados emergentes tambin descendi durante la crisis asitica,pero despus se recuper. En Chile la desaceleracin comenz en 1998 y

    3 De todas maneras, los promedios del Cuadro N 3 no estn ponderados.

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    sigui con la recesin de 1999. Desde entonces, el tema de cmo volver aexperimentar una tasa de crecimiento ms cercana a la de la poca dorada hasido uno de los temas ms importantes en las discusiones de poltica enChile. Sin embargo, desde una perspectiva de ms largo aliento sobre laeconoma chilena permite concluir que, incluso, este perodo de crecimientolento ha sido bueno en trminos histricos. Entre 1998 y 2003, la tasa decrecimiento del PIB per cpita promedi 1,3 por ciento anual, comparadocon el 1,2 por ciento anual entre 1900 y 1985. Durante este perodo de menorcrecimiento, Chile lo hizo por debajo del promedio mundial de 2,4 por cientoanual, y ms lentamente que EE.UU., con crecimiento de 1,9 por cientoanual. Pero con la recuperacin que se espera para 2004-2005, la tasa decrecimiento del PIB per cpita debera aumentar a 2 por ciento al ao, aproxi-madamente.

    Como seala el Grfico N 3, la inversin en Chile lleg a su puntomximo durante el despegue de los 90. Como ver ms adelante, el aporte decapital al crecimiento fue clave. Sin embargo, no analizar la fortaleza o

    * El grfico est basado en los datos del World Economic Outlook del FondoMonetario Internacional, y los promedios por grupos de pases estn calculados utili-zando sus pesos relativos de PPC.

    Fuente: IMF: World Economic Outlook, y Banco Central de Chile.

    GRFICO N 2: PIB PER CPITA 1980-2003 (1980=100)*

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    debilidad de la inversin en el crecimiento de Chile por dos motivos. Prime-ro, sabemos que el crecimiento es el resultado de la acumulacin de factores(uno de los cuales es el capital fsico) y la mayor productividad. Adems losfactores que favorecen el crecimiento son tambin los que elevan la inver-sin y la productividad. Por ejemplo, el hecho de ser una economa abiertaaporta a ambas: a la productividad y a la inversin. Ms an, en el tpicomodelo neoclsico de crecimiento (Solow), es la productividad la que impul-sa el crecimiento y la inversin. En otras palabras, la inversin es endgena.

    En segundo lugar, una inversin mayor podra resultar de factoresque no afectan la productividad. O sea, podra haber polticas econmicasque afecten slo a la inversin, y as aumentar el crecimiento a travs de laacumulacin de capital solamente. No obstante, esta cuestin ha sido re-suelta en la literatura emprica. Segn la mayora de las estimaciones, alincluir la tasa de inversin separadamente de los otros factores determinan-tes para el crecimiento en las regresiones entre pases, se obtiene un coefi-ciente para la tasa de inversin de aproximadamente 0,07, que implica que,incluso un alza relativamente grande en la razn inversin-PIB, de unoscinco puntos porcentuales, podra aumentar la tasa de crecimiento en slo0,35 puntos porcentuales. Por este motivo, excluyo la inversin como factorfundamental que induce al crecimiento, sino que la considero el resultado

    GRFICO N 3: TASA DE INVERSIN, 1960-2003

    Fuente: Banco Central de Chile: Indicadores Econmicos y Sociales de Chile1960-2000 y Cuentas Nacionales.

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    de un escenario favorable al crecimiento. sta ha sido la misma ruta seguidapor otros estudios del despegue del crecimiento en Chile, que utilizan meto-dologas diferentes (Bergoeing et al., 2002; Gallego y Loayza, 2002).

    No obstante, es posible imaginar polticas que afectaran el creci-miento principal o incluso exclusivamente a travs de la inversin. Las pol-ticas tributarias constituyen un ejemplo importante, y debates recientes enChile se han enfocado en el rol de la tributacin corporativa. Segn la evi-dencia emprica actual, cambiar el esquema de impuestos corporativos noafectara el stock de capital deseado (Bustos et al., 2003), pero evidenciapreliminar ms reciente indica que un cambio en la tasa de impuestos podratener algn efecto. Segn Vergara (2004), cuya evidencia se ha utilizadopara argumentar que se obtendran grandes beneficios de una reduccin dela tasa de impuestos corporativos, una reduccin sustancial (de un 17 a un10 por ciento) de la tasa de impuestos corporativos en Chile aumentara latasa de inversin entre 2 y 3 puntos porcentuales. Aun as, tal aumento enla inversin, segn los parmetros mencionados, aumentara el crecimientoen slo 0,15 a 0,21 por ciento anual4.

    2.3. Fuentes de crecimiento econmico

    El crecimiento econmico resulta de un aumento en la cantidad deuno o ambos factores de produccin, el trabajo y el capital, o de un aumen-to en la productividad total de factores (PTF). En este sentido, una primeramanera de examinar la experiencia del crecimiento es separar el aporte de losaumentos en el trabajo y el capital y el aporte de la PTF, utilizando el mto-do desarrollado por Solow (1957), considerando la siguiente funcin deproduccin, que transforma el trabajo (L) y el capital (K) en producto (Y):

    Y = AF (K, L), (1)

    4 Sin embargo, el hecho de que los efectos podran ser pequeos no debeutilizarse como argumento para elevar los impuestos a las corporaciones. La evidenciaque se examina en este texto es muy parcial. No considera los efectos de los impuestoscorporativos en la economa, especialmente en la dinmica del ahorro. Mi lectura de laliteratura actual sobre la hacienda pblica es que el impuesto al capital en general esmalo; sin embargo, no se ha hecho ninguna investigacin comprehensiva sobre estetema para la economa chilena. En todo caso, lo importante aqu es que el tema decmo estimular la inversin es mucho ms sutil y complejo que lo que sugieren losdebates populares. Se necesita ms investigacin para poder evaluar plenamente losefectos del sistema de impositivo en el crecimiento y cmo se puede mejorar parapromoverlo.

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    donde A representa la PTF. Un aumento en la PTF implica que la economapuede producir ms con la misma cantidad de factores. Asumiendo que lafuncin de la produccin exhibe retornos constantes a escala, y que losmercados de factores y bienes son competitivos, podemos expresar el cam-bio en el producto

    YY como:

    AA

    LL

    KK

    YY

    +

    +

    =

    )1( . (2)

    El parmetro representa la participacin de capital en el ingresototal y 1 - la participacin del trabajo. Entonces, la ecuacin (2) nos permi-te calcular los aportes de capital, trabajo y PTF al crecimiento del producto.

    El Cuadro N 4 presenta una desagregacin para Chile del perodo1970-2004. Para la participacin del ingreso del trabajo se usa un valor de0,6, una cifra bastante mayor a lo que sugiere las cuentas nacionales, peromenor a la que sugiere la evidencia internacional5. Los resultados no cam-

    5 Gollin (2002) argumenta que el valor menor que se obtiene de las cuentasnacionales surge del hecho de que el ingreso del trabajo es subestimado en las empresaspequeas, y que, despus de ajustarlo apropiadamente, la participacin del trabajo esentre 0,65 y 0,8.

    CUADRO N 4: FUENTES DE CRECIMIENTO ECONMICO, 1970-2004 (1)

    Crecimiento Aporte dedel producto Capital trabajo PTF

    1970-74 0,93 1,16 0,27 -0,491975-79 3,02 0,32 0,89 1,791980-84 0,39 0,78 0,96 -1,341985-89 6,37 1,19 3,24 1,821990-94 7,29 2,70 1,75 2,671995-99 5,35 3,44 0,53 1,322000 -04 (2) 3,69 2,04 0,81 0,791990-99 6,32 3,07 1,14 1,991970-04 3,83 1,66 1,20 0,931985-04 5,67 2,34 1,58 1,65

    (1) Las cifras son promedios geomtricos de datos anuales y la suma puede noser igual al total.

    (2) El ao 2004 es estimado.

    Fuente: Clculos del autor, sobre la base de las cuentas nacionales oficiales.Supuestos: la participacin del trabajo es igual a 0,6 y la depreciacin del capital es iguala 6%.

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    bian significativamente si se aumenta la participacin del trabajo a 0,65. Paraconstruir el stock de capital, ocupo el mtodo de inventario perpetuo conuna tasa de depreciacin de un 6 por ciento.

    Finalmente, L se mide como empleo total, sin ajustar por la calidad dela fuerza de trabajo o el nmero de horas trabajadas por persona.

    La evidencia muestra que en dos perodos de cinco aos, el inicio delos aos 70 y 80, la PTF descendi. Esto, sin embargo, revela los problemastpicos de medicin, tales como la falta de un control representando la utili-zacin de capacidad y la acumulacin de trabajo (labor hoarding), puestoque es poco probable que hubiese alguna regresin tecnolgica. Otros es-tudios, examinados ms adelante, siguen mostrando un crecimiento negati-vo en la PTF despus de controlar tanto por la calidad del capital y eltrabajo, como por la utilizacin de la capacidad, aunque no controlada por lautilizacin del empleo. El cuadro muestra un aumento en el aporte de la PTFdesde mediados de los 80: el crecimiento de la PTF alcanz un mximo de 2,7por ciento anual en el quinquenio 1990-1994, lo cual es bastante alto segnlos estndares internacionales.

    Un rasgo interesante de este registro del crecimiento econmico deChile est conformado por las dos fases distintas de la poca dorada. Laprimera ocurri durante la segunda mitad de los 80, y la segunda en los 90.En la primera fase, despus de recuperarse de la recesin de 1982, hubo unfuerte repunte en el empleo. La tasa de desempleo comenz en torno a 30por ciento durante la crisis de 1982, para luego caer a cifras de un solodgito hacia fines de la dcada. Durante la segunda mitad de los 80, nomenos de la mitad del crecimiento del PIB de Chile se explica por el aumentoen el empleo. Despus de que el desempleo cayera a niveles normales, elcrecimiento PTF durante los 90 promedi un 2 por ciento anual, que no essignificativamente ms alto que la tasa de crecimiento de fines de los 80. Sutasa de crecimiento en la segunda mitad de los 80 tambin fue muy similar ala de los 90 en su conjunto (Cuadro N 4). Sin embargo, y en contraste conla segunda mitad de los 80, durante los 90 casi la mitad de la tasa media decrecimiento de 6,3 por ciento anual reflej la acumulacin de capital, soste-nida en tasas rcord de inversin (formacin bruta de capital fijo, en tr-minos reales), como muestra el Grfico N 3. Desde entonces, la tasa deinversin ha retrocedido levemente a aproximadamente 24 por ciento enaos recientes. En resumen, la diferencia principal entre fines de los 80 y los90 es que la recuperacin de fines de los 80 se bas en la expansin delempleo, mientras que la de los 90 descans en un alza importante en la

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    inversin. El crecimiento del producto y de la PTF fueron similares en ambasfases6. El Cuadro N 4 permite concluir que el crecimiento rpido de Chiledurante su poca dorada se explica principalmente por la acumulacin defactores, primero del trabajo y luego del capital. En contraste, el crecimientode la PTF caus menos de 30 por ciento del crecimiento total, y en aosrecientes ha descendido a 20 por ciento.

    Dejando de lado los temas de la medicin, esta evidencia posibilitauna interpretacin optimista y otra pesimista. Por el lado negativo, muestraque el crecimiento de la PTF no ha sido el motor de este proceso de creci-miento; por el lado positivo, y como se examina ms adelante, claramentequeda mucho potencial para aumentar la productividad y por lo tanto elingreso.

    Para evaluar la robustez de estas conclusiones, el Cuadro N 5 pre-senta estimaciones del crecimiento de la PTF de otros estudios, algunos delos cuales ajustan sus mediciones del trabajo por horas y calidad, y decapital por calidad y utilizacin. Beyer y Vergara (2002) y Gallego y Loayza(2002) obtienen resultados para el crecimiento de la PTF que son similares alos de este estudio, mientras Fuentes et al. (2004) informan valores un pocoms altos7. Sin embargo, una estimacin general adecuada es que el creci-miento aproximado de la PTF, durante la ltima dcada no ha sido superior a2 por ciento anual.

    6 Para una discusin de las polticas macroeconmicas que siguieron a la recupe-racin de la crisis de la deuda, vase Corbo y Fischer (1994).

    7 Las diferencias en las tasas medias de crecimiento se deben al uso de prome-dios aritmticos versus geomtricos, pero tambin a diferencias en las fuentes de losdatos, y tambin si los datos utilizados son de las cuentas nacionales revisadas.

    CUADRO N 5: MEDICIONES ALTERNATIVAS DEL CRECIMIENTO DE LA PTF

    Crecimiento CrecimientoAutores Perodo del producto de la PTF Ajustes*

    Beyer y Vergara (2002) 1986-2001 6,0 1,72 NoFuentes et al. (2004) 1990-2003 5,7 2,36 NoGallego y Loayza (2002) 1986-2000 6,6 1,95 SFuentes et al. (2004) 1990-2003 5,7 2,47 SEste estudio 1985-2004 5,7 1,67 No

    * Ajustes por la utilizacin y la calidad de factores.

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    Las cifras para el crecimiento de la PTF ofrecen una base para unaestimacin inicial del crecimiento potencial de Chile. Puesto que el modeloneoclsico predice que, en el largo plazo, el crecimiento del PIB per cpita esigual al crecimiento de la PTF dividida por la participacin del trabajo, sepodra extrapolar este resultado para predecir que el crecimiento potencialpor habitante de la economa chilena sera aproximadamente 3,3 por cientoanual. Si agregamos la tasa de crecimiento de la poblacin de 15 o ms aos,que desde 2000 ha promediado 1,7 por ciento anual, el crecimiento potencialdel PIB puede estimarse en aproximadamente 5 por ciento anual. Por su-puesto, esta estimacin no considera el potencial para cerrar la brecha exis-tente (catch-up), que podra aumentar el aporte de la PTF. Como se discuteen la seccin 5, una tasa anual de crecimiento de un 5 por ciento es bastantecercana al nivel que otros mtodos y estudios indican sera la tasa de creci-miento de Chile en el largo plazo, para las condiciones actuales. Cualquierinvestigador que examine los datos de fines de los 90, y ocupe el supuestode un crecimiento en la PTF de largo plazo de un 3 por ciento anual (elpromedio para 1990-1997 fue de 2,9 por ciento), concluira fcilmente que elcrecimiento de largo plazo sera cerca de 6,7 por ciento anual, que en retros-pectiva se basaba en un muy alto supuesto de crecimiento de la PTF entrminos de los estndares propios de Chile e internacionales.

    2.4. Diferenciales de ingreso

    El anlisis anterior de las fuentes del crecimiento econmico entregaun retrato razonable de las fuerzas impulsoras del aumento en el ingreso enChile. Sin embargo, hay dos razones por las cuales es posible que esto nosea la forma correcta de desagregar el crecimiento. Primero, la teora delcrecimiento econmico se refiere a las diferencias en el ingreso ms que lasdiferencias entre las tasas de crecimiento. Segundo, desde un punto devista ms prctico, interesan las comparaciones internacionales y por estoes til explicar las diferencias de ingreso entre pases. Al medir las brechasen el stock de factores de produccin y eficiencia (PTF), podemos explicarlas diferencias de ingreso entre pases. Para este propsito aqu hago unadesagregacin segn niveles. En esta desagregacin, y en contraste conla contabilidad de crecimiento que se present anteriormente, en vez deexaminar la mano de obra no capacitada, se considera explcitamente el capi-tal humano. Esto es relevante porque en la comparacin entre niveles deingreso es importante controlar por diferencias de la calidad de la fuerza detrabajo entre pases. Este ejercicio compara el ingreso por habitante en Chile

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    con el de EE.UU., como normalmente se hace en la literatura, y luego sedesagrega la diferencia entre ellos para llegar a la brecha de productividad,la brecha entre capital y producto y la brecha de capital humano. En esto, sesigue la desagregacin sugerida por Hall y Jones (1999), que es similar a lade Klenow y Rodrguez-Clare (1997).

    Consideremos una funcin Cobb-Douglas de la produccin, en elmomento t para el pas j:

    Yjt = AjtKjtHjt

    1, (3)

    donde A nuevamente representa la PTF, K es el capital fsico y H es eltrabajo, ajustado por el capital humano. El ltimo puede rescribirse como Lh,donde L es empleo y h es una medicin de capital humano por trabajador.Al utilizar las minsculas para las variables per cpita (o ms bien, portrabajador), y omitir el ndice del tiempo, tenemos:

    yj = Ajkjhj

    1. (4)

    Ahora podemos comparar los niveles de ingreso por habitante dedos pases j e i como

    yj Aj kj

    hj 1

    = . yi Ai ki hi (5)

    Podramos simplemente utilizar esta desagregacin, pero, como sabe-mos por la teora del crecimiento, si ocurre un shock de productividad (estoes, si A sube), aumentar la razn capital-trabajo en el estado estacionario, yentonces el aumento en la productividad ser incorrectamente atribuido aun alza en la razn capital-trabajo. Sin embargo, lo que s queda invariableen el caso de un aumento de productividad en el estado estacionario es larazn capital-producto, que depende de la tasa de inversin, la que a su vezdepende de la tasa de ahorro. Entonces, un aumento en inversin llevar aun alza en la razn capital-producto, mientras un aumento en productividadno tendr este efecto8.

    Si volvemos a escribir la ecuacin (4) en trminos de la razn entre elcapital y el producto, eso es, dividiendo y multiplicando el lado derecho porya y volviendo a arreglarlo, tenemos

    8 Para una visin escptica de este mtodo, ver Bosworth y Collins (2003),quienes argumentan que no todos los aumentos en el capital son resultado de aumentosen la PTF.

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    Aj 1/1

    kj

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    yj = hj . yj (6)

    Finalmente, podemos considerar dos pases y desagregar la brechadel producto entre ellos como:

    yj Aj 1/1

    kj / yj

    /1

    hj = . (7)

    yi Ai ki / yi hi

    Aqu se compara con los EE.UU. (pas i). Por lo tanto, si el productopor habitante resulta ser Z por ciento el de EE.UU., entonces Za por cientopuede explicarse como diferenciales de productividad, medido como el pri-mer trmino en el lado derecho de la ecuacin (7), Zky por ciento por dife-rencias en la razn entre el capital y el producto, y Zh por ciento por lasdiferencias de capital humano. Por construccin, entonces (1 + Z) = (1 + Za)(1 + Zky) (1 + Zh)

    9.Finalmente, para medir el capital humano, ocupo la especificacin

    tradicional basada en los retornos de la educacin por ao de escolaridad:

    h = eE, (8)

    donde E representa los aos de escolaridad y corresponde a los retornosque se pueden estimar ocupando las ecuaciones Mincer10. Luego, siguien-do a Hall y Jones (1999), se asume que el exponente de la ecuacin (8) esecuacin por segmento lineal. Para los primeros cuatro aos de la educacinasigno un retorno de 13,4 por ciento, que es el retorno de la educacin enfrica. Para los prximos cuatro aos siguientes, ocupar un retorno de 10,1por ciento, y para ms aos ocupo el retorno de escolaridad de los pasesde la OCDE, que es 6,8 por ciento.

    El resto de los datos se construye de la misma manera que la des-agregacin de Solow, ya descrita. Para las cuentas nacionales, ocupo laversin 6.1 de las Penn World Tables de Aten, Heston y Summers (2002),

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    9 Las desagregaciones se construyen pas por pas, y, por lo tanto, cuando setoman los promedios entre pases esta identidad puede que no se mantenga.

    10 Tenemos (1/h) (dh/dE) = es el retorno de la escolaridad.

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    para poder contar con datos comparables internacionalmente. Los resulta-dos se presentan en el Cuadro N 6. El PIB per cpita de Chile en 2000 fuesolo el 39 por ciento del de EE.UU., cuando se mide la PPC. La razn capital-producto en Chile fue solo 14 por ciento inferior a la de EE.UU. y el capitalhumano fue 31 por ciento menor. La diferencia mayor se obtiene para laPFT, llegando a ser 35 por ciento menor que la de EE.UU. Por lo tanto, elfactor ms importante detrs de las diferencias con EE.UU. es la PFT, segui-da muy de cerca por el capital humano11. Esto es consistente con los resul-tados de la contabilidad del crecimiento que muestran que, a pesar de losrazonables niveles de crecimiento de la PFT, esta no explica ms de 30 porciento de la rpida tasa de crecimiento experimentada por Chile desde me-diados de los 80.

    Si la PFT chilena fuera igual a la de EE.UU., la brecha de ingresodisminuira de 61 por ciento a 40 por ciento; si en cambio, la razn capital-

    11 Los datos para el capital humano estn basados, exclusivamente, en lasmediciones de logros educacionales de la fuerza de trabajo y no estn ajustados porcalidad. ste es un supuesto implcito cuando se utiliza el mismo retorno de escolaridadentre pases. Como se ver ms adelante, existe evidencia de un nivel relativamentebajo de la escolaridad en Chile, que aumentara la brecha de capital humano.

    CUADRO N 6: DESCOMPOSICIN DEL NIVEL DEL PIB PER CPITA 2000

    PIB Capital-producto Capital-trabajo Productividadper cpita [razn] de factores

    Chile 0,389 0,863 0,694 0,649[0,450] [0,560] [0,599]

    Mxico 0,381 0,922 0,684 0,604[0,413] [0,557] [0,631]

    Corea 0,571 1,185 0,977 0,493[0,482] [0,584] [1,158]

    Asia-4 0,670 1,089 0,885 0,724[0,640] [0,788] [0,963]

    Amrica Latina 0,212 0,728 0,581 0,430[0,250] [0,313] [0,423]

    Asia 0,260 0,960 0,768 0,339[0,260] [0,325] [0,737]

    Las cifras entre parntesis representa cunto podra ser el diferencial de ingre-sos si este factor fuera igual a uno.

    Fuente: Clculos del autor basados en Aten, Heston y Summers (2002).

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    producto fuese igual, la brecha bajara solo 55 por ciento. Se obtiene elmismo patrn para los otros pases; o sea, la mayor parte de la brecha sedebe a la eficiencia (PTF), ms que a la cantidad de factores. Por lo tanto, seobtendran los mayores aumentos en trminos del cierre de la brecha delingreso al cerrar la brecha de productividad, esto es, al aumentar la eficien-cia en el uso de los factores existentes de la produccin, para producir mscon los mismos insumos. Sigue muy de cerca en importancia el bajo capitalhumano. El cuadro tambin muestra que el milagro asitico ha resultadoprincipalmente de la profundizacin de capital ms que un aumento enla productividad, un punto que fue originalmente enfatizado por Young(1995).

    3. Crecimiento de largo plazo: Fortalezas

    Desde fines de los 80, ha habido una explosin en la literatura sobrelos determinantes del crecimiento econmico, lo cual ha sido posible graciasa la emergencia de grandes bases de datos que permiten comparar pases, yel desarrollo de la teora del crecimiento econmico12. En esta seccin, envez de hacer regresiones entre pases, identifico las reas que son importan-tes para el crecimiento econmico donde Chile es fuerte. Tambin examinosi estas fortalezas existan antes del perodo dorado. Esto ayudar a diluci-dar cules son los factores que sustentan el despegue chileno.

    La ventaja de esta estrategia es que en vez de depender de un soloconjunto de regresiones, se puede tomar una visin ms amplia de unaliteratura muy abundante y fructfera. El problema con las regresiones entrepases es que no pueden incluir todos los posibles determinantes del creci-miento. Primero, porque la disponibilidad de los datos, los grados de liber-tad y la colinealidad de los datos hace difcil incluir todos los candidatospotenciales. Adicionalmente, la teora, en general, no ofrece razones para lainclusin de todas las variables. Por esto, la mayora de los investigadoresse abocan slo a un cierto nmero de variables comenzando con algnindicador base (benchmark), hecho que impide obtener una evaluacincompleta. Ms an, al focalizar los detalles hay mayor espacio para unanlisis ms acucioso.

    Finalmente, no quiero sugerir que las reas que se examinan aqucomo fortalezas no puedan ser mejoradas todava ms, sino solo que no seles puede atribuir un desempeo en el crecimiento menos que ptimo.

    12 Vase Barro y Sala-i-Martin (2004) para un repaso reciente de la evidencia.

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    3.1. Baja inflacin

    La inflacin baja, o ms ampliamente la estabilidad macroeconmica,es un factor importante que permite que el crecimiento sea ms rpido13. Lainflacin distorsiona la asignacin de recursos, desva el tiempo y el talentodesde la actividad productiva hacia los esfuerzos por protegerse contra lainflacin, introduce ineficiencias en la asignacin del crdito, y constituyeun sntoma de instituciones y polticas macroeconmicas pobres. No hayevidencia en ninguna parte del mundo de crecimiento rpido sostenido enun ambiente de alta inflacin.

    En el caso de Chile, lo primero que hay que destacar es que existeuna gran diferencia entre la inflacin promedio entre el perodo que precedey el que sigue a 1985; la diferencia es particularmente llamativa para elperodo que se inicia a mediados de los 90, cuando Chile logr por primeravez, desde que se mantienen estas estadsticas, mantener una inflacin deun solo dgito. (Dos perodos previos con inflacin de un dgito desde los60 fueron muy breves, no ms de dos aos. Ms an, ambos perodos, unoal principio de los 60 y el otro al inicio de los 80, coincidieron con la pocade regmenes de tasa de cambio fija que terminaron en un colapso.) Entre1960 y 1990, la tasa promedio anual de inflacin (diciembre a diciembre) fuede 72 por ciento, aunque ese promedio llega a 26 por ciento si se excluyenlos aos de inflacin de tres dgitos (1972-1976). La historia de la inflacinen Chile desde 1960 se presenta en el Grfico N 4.

    La reduccin persistente de la inflacin comenz en 1990, y entre2000 y 2003 la inflacin promedi slo 2,8 por ciento. La cada en la inflacinfue el resultado de tres factores importantes. Primero, en 1989 la indepen-dencia del Banco Central de Chile fue concedida por una ley de rangoconstitucional, que establece la estabilidad de precios y el funcionamientonormal del sistema de pagos como sus objetivos. El Banco Central cuentacon la independencia en trminos de sus instrumentos, objetivos y presu-puestos. A su vez qued prohibido que hiciera prstamos al gobierno. Se-gundo, la consolidacin fiscal, que se examina ms abajo, tambin fue clavepara mantener la estabilidad y evitar un financiamiento inflacionario a travsdel dominio fiscal sobre la poltica monetaria. Finalmente, no menos impor-tante fue el crecimiento en s mismo. Una larga historia de inflacin hizo quela economa chilena fuera muy resistente a los esfuerzos por lograr la desin-flacin. La indizacin basada en la inflacin previa fue comn. Los salarios

    13 De Gregorio (1992, 1996), Fischer (1993), y Barro (1997) encuentran que lainflacin tiene un significativo efecto negativo en el crecimiento.

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    nominales, el centro de la banda cambiaria, los precios regulados y otrosvalores importantes, todos estaban asociados a la inflacin pasada. Sinembargo, la alta tasa de crecimiento de la productividad chilena hizo posibleuna reduccin en la inflacin a pesar de la indizacin, puesto que el segun-do dej de ser una restriccin activa en la medida que aumentaba el creci-miento (De Gregorio, 2004). Hubo un crculo virtuoso entre inflacin y creci-miento, puesto que la baja inflacin se convirti en un factor que aumentel crecimiento, mientras que el crecimiento hizo menos doloroso el esfuerzopor lograr la desinflacin.

    La inflacin baja y en descenso ha sido un factor positivo que sos-tiene el crecimiento en Chile y, al mismo tiempo, una explicacin parcial deldespegue del crecimiento del pas. Sin embargo, un problema de temporali-dad debe examinarse: el crecimiento comenz en 1985, pero la inflacin co-menz a caer despus. En este sentido, la hiptesis planteada anteriormen-te, de que los finales de los 80 fueron ms un perodo de recuperacin quede alto y persistente crecimiento cobra ms fuerza. A fines de los 80 Chilecareca de acceso al financiamiento extranjero y tena una tasa de cambioreal muy depreciada. Una vez que la economa logr el pleno empleo, laestabilidad macroeconmica se torn ms relevante. Es difcil imaginar cmoChile podra haber mantenido su crecimiento con inflacin de dos dgitos.

    Actualmente, la poltica monetaria en Chile opera dentro de un marcode objetivo de inflacin, en el cual el Banco Central se compromete a mante-ner la inflacin anual en una banda entre 2 y 4 por ciento al ao, que

    GRFICO N 4: INFLACIN EN CHILE, 1960-2004

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    converge hacia el centro de la banda en un horizonte de dos aos. Mante-ner la inflacin baja y estable es una base slida para que la poltica moneta-ria aporte al crecimiento de largo plazo.

    3.2. Polticas fiscales slidas

    La poltica fiscal ha sido otro factor importante para promover elcrecimiento econmico, y ha operado a travs de dos canales. Primero, lapoltica fiscal ha jugado un rol clave en lograr la inflacin baja y la estabili-dad macroeconmica que acabamos de examinar. Segundo, el tamao delgobierno ha quedado en niveles que no inhiben el crecimiento econmico.

    El Grfico N 5 muestra la trayectoria del dficit fiscal desde 196014.Hasta 1974, Chile tena un dficit fiscal persistente. El primer repunte ocurrien la segunda mitad de los 70 y sigui con un deterioro relativamente mo-desto durante la crisis de 1982. Luego hubo una serie de supervits por 12aos consecutivos, con un deterioro durante la desaceleracin despus de1998. En 2004 se regres a un supervit fiscal a nivel del gobierno central.Por lo mismo, como la poltica antiinflacionaria, la disciplina fiscal no solo hasido un factor detrs del crecimiento rpido del pas, sino tambin formaparte de la explicacin de las diferencias entre los perodos pre y post 1985.El presupuesto ha fluctuado algo, pero la consolidacin fiscal claramentefue tomando fuerza despus de mediados de los 70. Esta evidencia demues-tra que ms all del aporte de la poltica en la moderacin de las fluctuacio-nes cclicas, el sector pblico hizo un fuerte aporte al crecimiento durante lapoca dorada y es, evidentemente, una de las fuentes de mayor fortalezapara el crecimiento futuro.

    Otra indicacin de la austeridad fiscal de Chile es el nivel de la deudapblica. El Grfico N 6 compara la deuda bruta del gobierno central con unnmero de pases mayoritariamente de ingresos medios, revelando que larazn de deuda pblica sobre PIB para Chile es muy baja. Los constantessupervits fiscales de fines de los 80 y casi todos los 90 han producido unafuerte baja en la deuda pblica. En 1989, la deuda total del sector pblicoconsolidado (gobierno central ms banco central15) llegaba a 73 por ciento

    14 Las cifras no son totalmente compatibles, pero una mirada a las diferentesfuentes representan razonablemente el dficit fiscal del gobierno central durante losltimos 40 aos. Las cifras vienen de Velasco (1994) hasta 1986, y de fuentes oficialesdel Ministerio de Hacienda de all en adelante. Una de las diferencias es que en el casodel segundo, a las series fiscales se les aplica el criterio de devengo, mientras en elprimer caso se aplica el criterio de pago.

    15 La deuda del banco central tuvo su origen en la crisis financiera de 1982 yluego aument debido a la acumulacin de reservas durante los 90.

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    GRFICO N 5: CHILE: BALANCE FISCAL 1960-2003

    GRFICO N 6: DEUDA PBLICA EN PASES SELECCIONADOS, 2002

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    del PIB en trminos brutos y 40 por ciento en trminos netos. La deuda hacado brusca y persistentemente desde entonces, y en 2003 la deuda brutallegaba a solo 34 por ciento del PIB, y la deuda neta un mero 7 por ciento.Gracias a este logro, Chile tiene un nivel de deuda pblica entre los msbajos de los pases con pleno acceso al capital financiero internacional. Unresultado de esto es que el spread del inters entre la deuda pblica de

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    Chile y los bonos del tesoro de EE.UU. ha cado por debajo de los 100puntos base.

    Actualmente, la regla de mantener un supervit estructural (ajustadoal ciclo) del Gobierno central en un uno por ciento del PIB ha fortalecido elcompromiso con la responsabilidad fiscal. Permite la operacin de estabiliza-dores automticos y el uso de una poltica fiscal anticclica, lo cual es algoinusual entre los pases en desarrollo, especialmente los de Amrica Latina(Gavin y Perotti, 1997).

    Estas comparaciones internacionales llevan a una conclusin clara:Chile en trminos fiscales, es uno de los pases ms responsables del mun-do. Pero la poltica fiscal en Chile tambin ha tenido otro impacto ms es-tructural en el crecimiento econmico, al mantener el tamao del gobiernorelativamente acotado y con una composicin del gasto gubernamental quefavorece el crecimiento. Esto refleja la visin de que la inversin pblica, laeducacin, y ciertas otras formas de gasto son buenas para el crecimientoeconmico y que lo que es daino para el crecimiento es el gasto guberna-mental no productivo.

    Como una comparacin internacional simple (y manteniendo presen-te las advertencias y las dificultades implcitas en este tipo de comparacin),el Grfico N 7 ocupa datos fiscales del World Development Indicators delBanco Mundial para 2004. Puesto que un ingreso mayor por habitante seasocia con una mayor participacin del gobierno en el PIB, el grfico pre-senta varios indicadores del gasto gubernamental para varios pases contrasu PIB por habitante, medido segn precios internacionales actuales ajusta-dos por PPC, y compara el tamao del gobierno chileno con el que seesperara de acuerdo con su nivel de ingreso (como indica la lnea de regre-sin en cada panel)16. Los dos paneles superiores muestran el gasto totaldel gobierno y el gasto corriente total sobre el PIB por habitante. En amboscasos, el tamao del gobierno chileno es aproximadamente un 5 por cientodel PIB por debajo del nivel que se esperara para un pas con el nivel deingreso que tiene Chile. (Se obtendra una conclusin similar si hubisemostomado una medida ms estrecha del gasto, como por ejemplo el consumofinal del gobierno de bienes y servicios.) As se puede concluir que eltamao del gobierno chileno no puede haber sido negativo para el creci-miento del pas17.

    16 Los datos en el grfico son de 1998, aunque World Development Indicatorstiene datos hasta 2000. Los resultados si se ocupan los datos de 2000 no difieren, perola cobertura internacional es mucho menor.

    17 Barro (1999) tambin not esto.

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    Los dos paneles inferiores del Grfico N 7 muestran que en Chile lacomposicin del gasto gubernamental se inclina ms hacia el crecimiento.En el caso del gasto capital, el grfico muestra una relacin negativa con elingreso por habitante, y que Chile est aproximadamente en el punto indica-do por su nivel de ingreso. Sin embargo, puesto que el tamao del gobiernode Chile como un todo es algo ms pequeo de lo que le correspondera deacuerdo a su nivel de ingreso, se puede inferir que el presupuesto se inclinams hacia la inversin pblica que el de otros pases, un factor que deberaaportar positivamente al crecimiento. Ms an, el hecho de que Chile tieneun programa ambicioso de privatizacin de la infraestructura vial, implemen-tado durante la segunda mitad de los 90, sugiere que la inversin total eninfraestructura es mucho mayor de lo revelado por las cifras de inversinpblica.

    La evidencia relacionada con el gasto social es bastante ms definiti-va. El panel inferior a la derecha del Grfico N 7 muestra que en Chile elgasto pblico en educacin, salud, seguridad social y bienestar es altodado el nivel de ingreso del pas. En la medida que el gasto en educacin ysalud mejora la calidad de capital humano, debera correlacionarse positiva-mente con el crecimiento. En este grfico, sin embargo, los gastos en educa-cin y salud estn combinados con el de otros gastos sociales cuyo impac-to en el crecimiento no est claro18. Sin embargo, y como se examina msabajo, el gasto social en Chile ha ayudado a compensar la distribucindesigual del ingreso en el pas. Ms an, es poco probable que cambiaranmucho las conclusiones si pudisemos desagregar los datos, puesto que elgasto pblico en seguridad social sera relativamente bajo comparado inter-nacionalmente19. El sistema de seguridad social fue privatizado a comienzosde los 80 y el gasto actual del gobierno en esta rea se dedica exclusivamen-te al pago de los jubilados que optaron por no cambiarse del antiguo siste-ma de reparto (pay-as-you-go).

    En resumen, la posicin fiscal neta de Chile, el tamao limitado de sugobierno y la composicin favorable del gasto pblico total han estimuladoel crecimiento econmico; tambin pueden ayudar a explicar por qu el des-pegue ocurri a mediados de los 80 y no antes. Por supuesto, las mejoras enla eficiencia del gasto pblico, un compromiso permanente con un tamaode gobierno ms bien acotado, y mejoras en los aspectos cclicos de lapoltica fiscal dentro de la regla fiscal mejorara an ms el potencial decrecimiento del pas.

    18 Asignado apropiadamente, sin embargo, el gasto social debera aumentar elbienestar.

    19 No tengo conocimiento de datos que entreguen una completa comparacininternacional del gasto social excluyendo la seguridad social.

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    3.3. Sector financiero fuerte

    Un sistema financiero que funciona bien es clave para canalizar losfondos disponibles hacia proyectos eficientes de inversin, y la evidenciaemprica sobre crecimiento econmico demuestra que la presencia de merca-dos financieros profundos favorece el crecimiento (vase, por ejemplo, Le-vine, 2004). Por supuesto, un sistema financiero profundo pero mal reguladopuede ser muy malo para el crecimiento, puesto que puede servir de fuenteo amplificador de las crisis, como de hecho Chile aprendi de su propiaexperiencia.

    Hacia fines de los 70, Chile comenz un ambicioso proceso de libera-lizacin financiera, el que combinado con una tasa de cambio fijo y regula-ciones poco prudentes, deriv en un rpido aumento del crdito financieroque el sistema bancario otorgara al sector privado. La garanta implcita delgobierno al sistema bancario, el seguro que se proporcion a travs delcompromiso con el tipo de cambio fijo y una inadecuada regulacin finan-ciera (en especial, el no regular correctamente los prstamos entre institu-ciones relacionadas) generaron vulnerabilidades claves en el sector finan-ciero y la economa como un todo. Esta debilidad, combinada con un severoshock externo en 1982, deriv en una profunda crisis bancaria y de la mone-da, cuyo costo se ha estimado en 35 por ciento del PIB (Sanhueza, 1999).

    El colapso del sistema financiero cre las condiciones para la ley debancos de 1986, luego enmendada en los 9020. Quizs una de las reformasprincipales fue restringir los prstamos entre entidades relacionadas, unaprctica que estuvo en el centro de la crisis de 1982. Adicionalmente, seintrodujeron varios otros mecanismos para crear un sistema de regulacinms prudente. Estos hitos, ms la recapitalizacin del sistema bancario per-miti la expansin de las actividades bancarias dentro de un ambiente finan-ciero menos vulnerable.

    Actualmente, la fortaleza del sistema bancario se clasifica entre losmejores de los mercados emergentes. El Grfico N 8 muestra un recienteranking de los sistemas bancarios de diferentes pases. El grfico est basa-do en el ndice promedio por pas de Moodys. El sistema financiero deChile se evala en un nivel similar al de los pases industrializados. De los61 pases examinados, Chile ocupa el lugar 22, por encima de todos los otrosmercados emergentes. Asimismo, en trminos de cartera vencida, rentabili-dad sobre activos y la razn de patrimonio sobre activos (que no se mues-

    20 Para mayores detalles del marco institucional que ha apoyado el desarrollodel sistema bancario, vase Fuentes y Maquieira (2001).

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    tran), Chile goza de algunos de los puntajes ms altos entre los mercadosemergentes.

    El sector bancario chileno es muy activo en la intermediacin defondos. Expresado como un porcentaje del PIB, el crdito al sector privadoes el ms alto en Amrica Latina, llegando a 65 por ciento en 2002, similar alnivel de algunos pases industrializados. El mercado financiero en Chile estconstituido principalmente por los bancos. Sin embargo, los inversionistasinstitucionales, especialmente los fondos de pensin, que administran unacartera equivalente a 50 por ciento del PIB, tambin han jugado un papelimportante en el desarrollo del mercado de capitales en Chile. Ms reciente-mente, los bajos costos financieros tanto como las nuevas leyes para facili-tar el desarrollo financiero han llevado al desarrollo de un mercado profun-do para bonos corporativos de renta fija. Nuevas formas de financiamiento,tales como factoring, bonos convertibles, leasing y efectos de comerciotambin han emergido. Finalmente, se aprob una ley protectora de accio-nistas a principios de los 2000 para regular las ofertas pblicas de acciones.Todas estas innovaciones deberan promover un mayor desarrollo financie-ro del pas, un factor clave para asegurar que los buenos proyectos deinversin cuenten con financiamiento suficiente.

    Otro aspecto positivo del desarrollo financiero de Chile ha sido suplena integracin a los mercados financieros internacionales. Despus deuna historia de controles de capital, todos fueron eliminados en 1999, comoresultado de la evolucin de la poltica macroeconmica que, ms all de laregulacin prudente del sistema financiero, introdujo un rgimen de tipo decambio flexible.

    Tal como ocurre con la poltica monetaria y fiscal, la fortaleza y laprofundidad del sistema financiero chileno data de mediados de los 80. Porlo tanto, el desarrollo financiero de Chile no solo ofrece la base de creci-miento futuro, sino que, adems, ayuda a explicar el despegue del pas. Sinembargo, sera una exageracin decir que todo est tan bien como se podraesperar del sistema financiero. Como ver en detalle ms adelante (seccin3.5), un reciente estudio del Banco Mundial explorando la facilidad de hacernegocios en los pases en desarrollo, revel que un problema de Chile es elalto costo de generar garantas (colateral). Esto no se ha traducido en unsubdesarrollo financiero, pero claramente constituye un rea que podramejorarse para aumentar la intermediacin, especialmente para las empresaspequeas y medianas, que enfrentan los mayores problemas para constituirgarantas.

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    3.4. Apertura al comercio internacional

    Una explosin hacia fines de los 80 en la cantidad de investigacionesque exploran los factores determinantes del crecimiento produjo una ampliagama de resultados dispares, y la mayora de los factores que inicialmentefueron identificados como promotores del crecimiento luego fueron cuestio-nados por los estudios subsecuentes. Pero dentro de esta pltora de resul-tados, si hay un tema que goza de un consenso amplio (aunque de ningunamanera total), es que la apertura al comercio exterior fomenta el crecimientoeconmico. Las economas ms abiertas han demostrado ser capaces decrecer ms rpido que las cerradas. Esto es particularmente importante du-rante los perodos de liberalizacin del comercio exterior21. Adems, des-pus de una revisin minuciosa de la evidencia, Winters et al. (2004) mos-traron que efectivamente la apertura est asociada a la reduccin de lapobreza en el largo plazo, e incluso existe una fuerte presuncin de que estoocurre en el corto plazo. Naturalmente, la liberalizacin del comercio exteriorpuede tambin funcionar con algunas otras polticas para aliviar la pobreza.Por lo tanto, la liberalizacin del comercio exterior es buena para la economay es aconsejable implementarla cuanto antes. (No se puede decir lo mismode otras reas, como por ejemplo la liberalizacin financiera).

    Como fue documentado en De Gregorio y Lee (2004), el factor msimportante que explica las diferenciales en las tasas de crecimiento entreAmrica Latina y el Este de Asia durante los ltimos 40 aos ha sido ladiferencia en el grado de apertura. Por supuesto, uno puede agregar muchasadvertencias: la estrategia de apertura es muy relevante, as como tambin elmarco institucional en el cual ocurre, pero es un hecho que las economasms abiertas crecen ms rpidamente que las cerradas. Esta leccin es parti-cularmente importante para las economas pequeas.

    Adems, la vieja idea que apoyaba la estrategia de sustitucin deimportaciones en Amrica Latina en los 60, la cual argumentaba que unaapertura al comercio llevara a los pases en desarrollo a producir bienesmalos principalmente productos primarios cuyos trminos de intercam-bio bajaran resultaron equivocados. Es verdad que los pases que en-frentan trminos de intercambio desfavorables crecen menos, pero tambines cierto que los trminos de intercambio no se han deteriorado tanto. Alcomparar el comportamiento de las economas del Este de Asia y AmricaLatina, De Gregorio y Lee (2004) encontraron que el comportamiento de los

    21 Para una revisin reciente y comprensiva de los datos y la evidencia adicio-nal acerca de los efectos de la liberalizacin del comercio, ver Wacziarg y Welch(2003). Vase tambin Dollar y Kraay (2002) y Edwards (1997). Para una visin msescptica, vase Rodrguez y Rodrik (2001).

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    trminos de intercambio no explica una parte significativa de la diferencia enel crecimiento. La industrializacin orientada hacia adentro no ha sido unabuena idea.

    La apertura de la economa chilena fue una de las reformas ms im-portantes, sino la ms importante, de las aplicadas por el rgimen militar enlos 70 y los 80. En 1973, la tarifa promedio llegaba a un 100 por ciento, yexistan mltiples tasas de cambio, con una razn de 1 a 52 entre la tasa msbaja y la ms alta. El proceso de liberalizacin del comercio que sigui algolpe militar fue rpido. Ya en 1979 la tasa de la tarifa aduanera estabapareja en 10 por ciento22. Se eliminaron todas las barreras no tarifarias y seunific el mercado cambiario.

    Despus de la crisis de la deuda, ocurri una liberalizacin del co-mercio exterior, que comenz en marzo de 1983 y culmin en mayo de 1985con una tarifa plana de 35 por ciento. Pero dentro de un par de meses sebajaron nuevamente las tarifas, y llegaron a 15 por ciento en 1988. En 1991,las tarifas se redujeron a 11 por ciento, en un acto que algunos considera-ron una de las seales ms importantes del compromiso del nuevo gobiernodemocrtico con la apertura al comercio. Comenzando en 1999, las tarifas sesiguieron reduciendo, por 1 punto porcentual al ao, desde 11 por cientohasta su nivel actual de 6 por ciento.

    Mientras tanto, Chile ha firmado una serie de acuerdos de libre co-mercio (ALC) con sus socios comerciales. De hecho, con la excepcin deMxico, Chile ha firmado ms ALC que cualquier otro pas en el mundo. Elinters de Chile en los ALC se hizo evidente al principio de los 90, cuandose anunci la intencin de negociar un ALC con EE.UU. Despus de laCumbre de las Amricas al principio de los 90, se anunci las conversacio-nes que llevaran a un ALC de todas las Amricas, pero an se implementa.Chile firm varios otros ALC en los 90, y finalmente, en 2003, firm unacuerdo con EE.UU. y otro con la Unin Europea. Estos ALC han reducidola tarifa efectiva de Chile ms all de la tarifa plana oficial. En 2004, la tarifapromedio haba llegado a alrededor de 2,0 por ciento (Cuadro N 7).

    La apertura al comercio internacional de Chile ha aumentado sustan-cialmente con los aos (Grfico N 9), y hoy Chile est muy integrado en laeconoma mundial. El comercio total, medido como exportaciones + importa-ciones en trminos nominales, lleg a 70 por ciento del PIB en 2003, y hapromediado 60 por ciento del PIB desde 199623.

    22 Siempre han existido algunas excepciones, como por ejemplo los autom-viles.

    23 Los datos ms recientes incluidos en este grfico estn basados en los preciosdomsticos de 1986, que sobreestimaran la participacin del comercio, pero no obstan-te la fuente de los datos, la tendencia en cuanto a la participacin del comercio siempreva en aumento.

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    Un tema importante en el desarrollo del comercio chileno ha sido suconcentracin en el cobre. Sin embargo, a pesar de la gran abundancia delcobre en Chile su importancia ha disminuido. Como muestra el Grfico N 9,entre 1960 y 1975 el cobre llegaba a 70 por ciento de las exportacionestotales, pero esta participacin ha cado hasta menos de 40 por ciento enaos recientes. Otras medidas de la concentracin de las exportaciones,como por ejemplo los ndices Herfindahl, tambin muestra un aumento en ladiversificacin, aunque el comercio exterior de Chile sigue siendo algo msconcentrado que el de otros pases (Villafuerte, 2004).

    La permanente gravitacin de las exportaciones de cobre en Chile norefleja el estancamiento del sector no cobre. Todo lo contrario, la inversin

    CUADRO N 7: ARANCELES (%)

    1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

    General 11,0 11,0 11,0 11,0 10,0 9,0 8,0 7,0 6,0 6,0Efectivo 9,5 8,9 7,9 7,7 7,1 6,1 5,2 4,5 2,7 2,0

    Fuente: Banco Central de Chile.

    GRFICO N 9: EXPORTACIONES TOTALES COMO PORCENTAJE DEL PIB Y DE LASEXPORTACIONES DE COBRE

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    en la industria cuprfera fue muy activa durante los 90, condujo a una expan-sin de las exportaciones de cobre las que crecieron de 1,5 milln en 1990 a4,8 millones de toneladas mtricas en 2003. A pesar de este logro, la expan-sin de las otras exportaciones ha sido an ms dinmica, y es esta expan-sin la que da cuenta de la cada observada en la participacin del cobre. Elvolumen de exportaciones totales creci a una tasa anual de 8,1 por cientoentre 1990 y 2003.

    Como algunos economistas, notablemente Sachs y Warner (1995),han argumentado, ms que una bendicin una abundancia de recursos na-turales puede resultar una maldicin. Puede inducir a actividades que bus-can renta (rent-seeking), desviar recursos escasos tales como el capitalhumano y fsico de actividades que favorecen el crecimiento, o producir unaapreciacin real que resulta en la contraccin de otros sectores transables.No hay evidencia de estos problemas en Chile. Las instituciones fuertes,incluyendo la disciplina fiscal, han evitado los efectos voracidad. Unafuerza de trabajo educada y un pleno acceso a los mercados internacionalesde capital han mantenido la inversin en otras actividades libre de impedi-mentos, y la tasa de cambio real ha quedado en niveles que no han impedi-do el despegue de las exportaciones. En resumen, no hay evidencia de quela abundancia de recursos naturales de la cual goza Chile haya sido undetrimento para el crecimiento; al contrario, ha elevado el ingreso y el bien-estar del pas24.

    El Grfico N 10 demuestra que Chile comercia ms por su tamaoque cualquier otro pas latinoamericano y su razn de comercio-PIB es simi-lar al de algunas economas asiticas. Sin embargo, comparado con Asia(como se ver en la prxima seccin), Amrica Latina tiene relativamentepoco comercio intrarregional, y, por lo tanto, el comercio dentro de la reginno aporta mucho al aumento del comercio. No conozco un solo ejemplo deuna economa pequea y de ingreso relativamente alto que no est integra-da al resto del mundo, y este hecho por s solo avala que la economa deChile necesita ser muy abierta. La apertura al comercio impacta positivamen-te al crecimiento a travs de muchos canales: permite la absorcin de cono-cimientos, ofrece acceso a tecnologas nuevas y mejores, y fomenta la espe-cializacin y la explotacin de economas a escala. Pero, desde mi punto de

    24 Bravo-Ortega y De Gregorio (2002) argumentan que cuando los recursosnaturales inducen al escaso capital humano a abandonar las actividades favorables alcrecimiento, el desarrollo de los recursos naturales podra reducir el crecimiento, perono el ingreso. El nivel de capital humano en Chile es mayor al que gatilla estos efectosnegativos, situacin que no implica que este nivel sea suficiente. En la prxima seccin,demuestro que a pesar de que este nivel puede ser consistente con el actual nivel dedesarrollo, la calidad es relativamente baja.

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    vista, que naturalmente est basado en la experiencia chilena, dos factoresadicionales son los ms importantes. Primero, el comercio internacional abremuchas oportunidades de negocios nuevas e inesperadas, revelando venta-jas comparativas que los emprendedores del pas no perciban cuando sueconoma estaba cerrada. Segundo, el comercio obliga a los productoresdomsticos a ser eficientes, no solo para competir en los mercados mundia-les, sino tambin para sobrevivir ante la presencia de competidores externosque operan en su propio pas. Y esta eficiencia debe extenderse no solo a laproduccin de los bienes, sino tambin a las logsticas de la empresa, ladistribucin, el control de calidad, etc.

    Algunos estudios han concluido que los ALC, especialmente aque-llos con EE.UU. y Europa, tienen solo un pequeo efecto en el crecimiento yel bienestar. Esto puede sorprender a la luz de los comentarios iniciales25.La mayora de las estimaciones existentes deben hacer fuertes supuestosacerca de las ganancias o las reducciones en los premios al riesgo asocia-das a los ALC para encontrar efectos relevantes (aunque de todas maneras

    GRFICO N 10: PARTICIPACIN DEL COMERCIO PARA PASES SELECCIONADOS

    Fuente: Banco Mundial: Indicadores de Desarrollo Mundial, Departamento deEstadsticas de Taiwn, y Estadsticas de Singapur. Todas las cifras estn expresadas endlares del ao respectivo.

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    pequeos). La razn tcnica es que las estimaciones bsicamente simulanpequeas reducciones en las tarifas. Sin embargo, existen muchas ganan-cias dinmicas del comercio que no son fciles de modelar, tales como losefectos de una mayor eficiencia y absorcin de conocimientos. Adems, elproceso de negociacin de un ALC con pases industrializados involucrauna completa revisin del marco institucional del pas, adems de los cam-bios especficos, necesarios para la implementacin de los acuerdos nue-vos. A menudo se ignoran los impactos de los cambios institucionales.

    Finalmente, los ALC ofrecen un acceso abierto y garantizado a mer-cados ms amplios y profundos del mundo. Por esto, los ALC firmados porChile con EE.UU. y la Unin Europea, y las nuevas negociaciones en Asia,se cuentan entre las ms importantes iniciativas de poltica econmica delos ltimos 20 aos.

    3.5. Instituciones fuertes y la regulacin de los negocios

    Una creciente literatura ha enfatizado el rol de las instituciones y lagobernabilidad como factores claves para fomentar el crecimiento. Las insti-tuciones que protegen los derechos a la propiedad y asignan eficientementelos recursos son esenciales para incentivar la acumulacin de capital huma-no y fsico, adems de apurar el crecimiento de la productividad. La asigna-cin de los talentos dentro de una economa es un determinante importantede su crecimiento potencial26. Una economa en la que las distorsionesincentivan un comportamiento de bsqueda de rentas producir una dedi-cacin a actividades no productivas. La capacidad de hacer valer los con-tratos y asegurar reglas de juego estables tambin es necesaria para elcrecimiento. Por lo tanto, el crecimiento y la prosperidad se apoyarn en lasinstituciones que protejan los derechos a la propiedad y regulen y limiten laintervencin del estado.

    Se han desarrollado varios indicadores que buscan medir la goberna-bilidad, la calidad del gobierno, la capacidad de garantizar los derechos a lapropiedad, y otros aspectos que reflejan la calidad institucional. Ya he exa-minado algunos otros rasgos institucionales, tales como el tamao del go-bierno y la independencia de la poltica monetaria, que directamente influ-yen en las variables econmicas tradicionales. Ahora me ocupar de otros

    26 Para revisiones recientes vase Acemoglu et al. (2004) y Kaufmann y Kraay(2002). El nfasis en la geografa en vez de las instituciones se discute en Sachs (2003);acerca del papel del capital humano como una causa ms fundamental del crecimientoque las instituciones, vase Glaeser et al. (2004).

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    dos aspectos de las bondades institucionales. El primero consiste en losindicadores usualmente relacionados con la buena gobernabilidad, talescomo la corrupcin, el respeto a la ley, y el riesgo de expropiaciones. Estospueden considerarse como caractersticas que protegen los derechos a lapropiedad. Pero, adems, es importante que las instituciones incentiven lacreacin de negocios y la capacidad emprendedora. Las restricciones almercado del trabajo, las regulaciones a la entrada de nuevos negocios y lacalidad de las polticas del gobierno tambin son relevantes para inducir a laacumulacin de capital. Para este propsito, examinar el ndice de hacernegocios (Doing Business Index, DBI) creado recientemente por el BancoMundial (2004). Aunque estos ndices son recientes, al mirarlos junto a losdatos ms antiguos sobre corrupcin y el imperio de la ley se ve que lamejora en la calidad de las instituciones chilenas sin duda fue un aporte aldespegue, a mediados de los 80.

    Chile ocupa el vigsimo lugar entre los 133 pases menos corruptos,como se ve en la muestra incluida en el Grfico N 11. El ndice de corrup-cin, que le da un valor de 10 al pas menos corrupto y 0 para el mscorrupto ordena los pases segn el grado de corrupcin que se percibeentre los funcionarios oficiales y polticos. Los nicos pases que superan aChile en este ndice son los industrializados y, con la salvedad de HongKong y Singapur, Chile se ubica por encima de las otras economas deAmrica Latina y de Asia, e incluso de algunas de mayores ingresos.

    Se obtienen rankings parecidos para el ndice que mide el estado dederecho, preparado por International Risk Guide. En 2000, Chile se ubicabaen el puesto 23 de 112 pases en esta medicin. Este ndice est disponiblepara un perodo mayor que el de la corrupcin, con datos provenientes de lapoca previa a 1985. Los datos para 1980 ubicaban a Chile en el puesto 22de 92 pases. No hay datos comparables para los aos anteriores, pero elnivel de Chile en 1980 indica que el pas ya tena instituciones fuertes inclu-so antes del despegue; por lo tanto, no se puede argumentar que fuera laconstruccin de fuertes instituciones las que ayudaron a estimular el creci-miento despus de 1985.

    Sin duda Chile cuenta con una larga tradicin de buenas institucio-nes. El xito de las reformas durante el rgimen del general Augusto Pino-chet fue el resultado no solo de buenas polticas econmicas apoyadas porun gobierno dictatorial; para estos logros tambin fue clave la existencia deuna slida institucionalidad y debe servir de advertencia a otros pases quepodran apurarse en efectuar reformas sin contar con un slido marco insti-tucional. De hecho, como dice Valenzuela (1994, p. 417):

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    No obstante, Amrica Latina es una regin donde faltan los incenti-vos para el comercio. Ha habido muchos intentos de integracin, incluyen-do el Pacto Andino, Aladi, y ms recientemente Mercosur, y el comerciointrarregional ha aumentado modestamente desde los 60. Pero es difcil ar-gumentar que este aumento ha sido el resultado de estos arreglos ms queun reflejo de la tendencia creciente del comercio mundial. Los acuerdosregionales formales pueden ayudar, pero estn lejos de ser un estmulosuficiente al comercio intrarregional.

    Desde mi punto de vista, las instituciones juegan un papel clave enel fomento del comercio. Para que los pases desarrollen relaciones comer-ciales profundas y extensivas, cada uno debe demostrar a nivel local lacapacidad de hacer cumplir los contratos, respetar el estado de derecho, yestablecer relaciones comerciales duraderas. La existencia de un ambientemacroeconmico estable tambin es importante, porque reduce la incerti-dumbre entre los participantes del comercio. Sin embargo, Latinoamricatiene instituciones dbiles y recurrentes crisis macroeconmicas, y esto im-pide el crecimiento de relaciones comerciales. Disputas comerciales recien-tes algunas de las cuales, como el problema del gas natural con Argenti-na y Bolivia, afectaron la economa chilena son evidencia de estosobstculos. Entonces, el comercio intrarregional bajo no es el problema defondo, pero s refleja un ambiente institucional dbil para sustentar altosniveles de comercio en la regin. Una regin ms dinmica sin duda ayuda-ra a estimular el crecimiento.

    5. Perspectivas de crecimiento

    Utilizando distintas metodologas, muchos estudios e informes hanintentado prever el crecimiento de largo plazo para la economa chilena. Unamuestra de estos estudios se resume en el Cuadro N 10. Los diferentesestudios ocupan bsicamente tres mtodos. El primero se basa en la conta-bilidad del crecimiento tradicional, como aquella presentada en la seccin2.3. En este caso, la prediccin se bas en ciertos supuestos: alguna estima-cin de la expansin del trabajo, alguna tasa de inversin de la cual sederiva la tasa de crecimiento del capital, y finalmente alguna trayectoria parala PTF. Un segundo mtodo consiste en el uso de tcnicas de series detiempo, como el popular filtro Hodrick-Prescott u otro mtodo ms sofistica-do. A veces se ocupa esta estrategia de filtracin con la contabilidad delcrecimiento para suavizar la acumulacin de factores y el crecimiento de laPTF. Finalmente, los resultados de las estimaciones de regresiones entre

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    pases, donde se pueden hacer algunos supuestos para predecir los deter-minantes del crecimiento. Adicionalmente, el cuadro presenta las estimacio-nes de Consensus Forecasts (2003), que se basan en las encuestas queexploran las opiniones de los analistas.

    Varios de los estudios resumidos en el Cuadro N 10 predicen el PIBper cpita; para convertir esto al PIB, agregu un 1,7 por ciento, que es latasa promedio de crecimiento de la poblacin de 15 aos y ms en aosrecientes en Chile. La estimacin ms alta es la de Loayza y otros (2002), de5,7 por ciento al ao, y la ms baja es la De la Cuadra (2002), de 4,0 porciento; todos los otros valores se ubican entre 4,5 y 5,4 por ciento. Elpromedio de las estimaciones es 5,0 por ciento. Esta es la misma cifra que sepresent en la seccin 2.3, como una prediccin del crecimiento de largoplazo basada en una tasa de crecimiento de la productividad de 2,0 porciento en el estado de equilibrio del modelo neoclsico de crecimiento.

    Una tasa de crecimiento de 5,0 por ciento sera, por supuesto, menoral de la poca dorada, y de lo que parecera ser la tasa de crecimientodeseable para Chile, de 6,0 a 7,0 por ciento, de lo que se lee en la prensa.Pero, considerando todas las fortalezas y debilidades de Chile, esta pareceser una prediccin razonable. La tasa implcita de crecimiento del PIB percpita, de 3,3 por ciento, es mayor a la que se observ durante todo el sigloXX en cualquier pas del mundo, aunque por debajo del crecimiento en

    CUADRO N 10: PREDICCIONES DE CRECIMIENTO

    Fuente Proyeccin Perodo Mtodo(% por ao)

    Barro (1999) 4,7 1996-2006 CCRDe Gregorio y Lee (1999) 5,4 1995-2005 CCRCoeymans (1999)* 4,7 2001-2008 GAGallego y Johnson (2001) 5,0 2000 TS y GAHviding (2001) 5,5 2001-2010 TS y GADe la Cuadra (2002) 4,0 largo plazoGallego y Loayza (2002) 5,3 2001-2010 CCRLoayza et al. (2002) 5,7 2000-2010 CCRConsensus Forecast (2003) 4,8 2004-2013 SurveyDe Gregorio y Lee (2004) 4,7 2000-2010 CCR

    Promedio 5,0

    CCR: regresiones entre pases. TS: series de tiempo.GA: contabilidad del crecimiento.Cuando un estudio ofrece ms que una estimacin se ha tomado un promedio.

    * Estimaciones que consideran 1,5% del trabajo y 2% de crecimiento de la PTF.

  • 76 ESTUDIOS PBLICOSw

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    algunos perodos milagrosos, como la poca dorada en Chile. Para unhorizonte mayor, sera una tasa de crecimiento muy saludable, de hecho msque duplica lo que el propio Chile experiment en todo el siglo XX. Elcrecimiento de 3,3 por ciento anual durante 30 aos aumentara el ingresoper cpita en 165 por ciento, mientras una tasa de crecimiento de 1,7 porciento al ao lo aumentara slo en 65 por ciento.

    Sin embargo, se deben tomar en cuenta dos precauciones al conside-rar estas predicciones. La primera es que el xito del pasado ha reducido labrecha de ingreso entre Chile y los pases ms ricos, as que el efecto deconvergencia ser negativo. Esto se refiere al hecho de que los pases msricos crecen ms lentamente, puesto que la productividad marginal del capi-tal baja en la medida que sube el ingreso. Chile es mucho ms rico hoy queen 1985, y por lo tanto la tasa potencial de crecimiento debera ser ms bajade lo que fue entonces, todo lo dems constante. La segunda y ms impor-tante precaucin es que cualquier regresin entre pases subestimara elcrecimiento de Chile durante la poca dorada. Esto implica que no hay cmocontabilizar toda la alta tasa de crecimiento que se logr durante ese pero-do. Por ejemplo, el estudio ms comprensivo que examina este perodo conregresiones de crecimiento, de Gallego y Loayza (2002), no puede explicar eldespegue chileno completamente. En efecto, sus regresiones bases explicanmenos que la mitad del aumento en la tasa de crecimiento desde mediadosde los 80. En una regresin expandida, que utiliza variables adicionales ytrminos de interaccin, pueden reducir el error de prediccin, pero de todasmaneras explican slo tres cuartos del aumento. Como se esperaba, existenfactores que no se incluyen en las regresiones de crecimiento que ayuda-ran a explicar estos momentos de crecimiento intenso. Los estudios queincluyen ms pases corroboran esto. Barro y Sala-i-Martin (1995) muestranpara pases que se predicen tasas de crecimiento per cpita nula, terminancon un crecimiento negativo de 1%. En el otro extremo, para algunos pasesde alto crecimiento se ha predicho que creceran a una tasa de 3,9 por cientoy sin embargo logran crecer a 4,8 por ciento. As los errores de un puntoporcentual son comunes en las experiencias de crecimiento ms extremas.

    En el caso de Chile, el hecho de que las regresiones entre pases nopueden explicar totalmente el perodo dorado muestra las limitaciones deenfocar un solo conjunto de regresiones con un conjunto limitado de regre-sores. Sin embargo, una proyeccin neutral de estos factores desconocidoslos dejara igual a cero. En un escenario optimista, Chile podra crecer per-manentemente en un punto porcentual ms rpido que la prediccin, comola evidencia demuestra que es posible para los pases de alto crecimiento,llegando a una tasa de 6 por ciento anual.

  • JOS DE GREGORIO 77w

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    En las predicciones que utilizan regresiones entre pases, Chile siguesiendo proyectado como uno de los pases de mayor crecimiento en laregin; slo los pases muy pequeos y pobres tienen tasas proyectadasque son similares o ms altas que la de Chile, por los fuertes efectos deconvergencia. En trminos de los factores fundamentales que determinan elcrecimiento, Chile, como las secciones previas han demostrado, se ubica ala cabeza de la regin. Pero se espera que los pases del Este de Asia secomporten an mejor. Segn De Gregorio y Lee (2004), una muestra denueve pases del Este de Asia podra crecer 3,8 por ciento anual por habi-tante entre 2000 y 2010; una de las diferencias ms importantes que explicanesta brecha es que el Este de Asia es mucho ms abierta e integrada almundo. Un caso alternativo interesante es el de las proyecciones de Con-sensus Forecast, que simplemente combinan las proyecciones resultantesde cualquier metodologa, hechas por analistas profesionales. Su prediccinpara Chile tambin es aproximadamente 5 por ciento. Esto en general no esel caso, puesto que por ejemplo las regresiones entre pases normalmentepredicen mayor crecimiento para los pases del Este de Asia que ConsensusForecast. De hecho, Consensus Forecast proyecta que Chile crecer msrpidamente que muchos pases del Este de Asia, incluyendo Corea del Sur,y el crecimiento proyectado para Chile durante los prximos 10 aos loubica en el primer decil de pases.

    Crecer en un promedio de 5 por ciento es bastante importante, pues-to que con las tpicas fluctuaciones del ciclo econmico sera bastante pro-bable que Chile tuviese perodos de crecimiento cercano a 7 u 8 por ciento,y desaceleraciones de entre 2 y 3 por ciento. Sin embargo, dado el marcoactual de la poltica macroeconmica de Chile, es probable que estas fluc-tuaciones sean moderadas. De todas maneras, tambin hay reas que sepueden mejorar y donde una mejora traera beneficios en trminos de creci-miento y bienestar. Como ya se vio, un aumento en el gasto en ID aumenta-ra la innovacin y la adopcin de tecnologas, especialmente si esta activi-dad se emprende en el sector privado, donde la ausencia de gasto en ID esms evidente. Me