Ramirez Arte Del Siglo Xx

download Ramirez Arte Del Siglo Xx

of 16

Transcript of Ramirez Arte Del Siglo Xx

  • 7/25/2019 Ramirez Arte Del Siglo Xx

    1/16

    La reinvencin del arte

    Grandezas y miserias del siglo

    XX)

    Juan Antonio

    Ramrez

    Universidad utnoma de Madnd

    RESUMEN

    Al hacer una especie de balance general del arte del

    siglo

    constatamos itnas transformaciones tan grandes

    que se pirede hablar de ima serdadera reiniyencin del

    trmino. Aqirse intenta eilal~rar l alcance de esas trans-

    formacio~iesanalizando mor pocos ejemplos relatiiros a

    cinco mbitos: la naturaleza, el objeto, el cuerpo, el ar-

    tista y el espectadol: Se examinan tambin al final otras

    cinco pron~esasncumplidas : la igualdad, el amo< la

    liberacin personal, la democratizacin del arte

    y

    el de-

    sastre ecolgico.

    Anuario

    de

    ABSTRACT

    ento

    de His

    U.A.

    tona y

    eoi

    M.).

    Vol.

    ra

    del

    Arte

    NIII. 2006

    In making a general balance of 20tli centrrn art. ii3e

    percieive sitclz big transformations that it is possible to say

    that the art term has been reinvented . In rliis article \ve

    intend to make a balance of these clianges. by analising a

    few e.rarnples re1atii.e.~ ofive areas: natirre, object, body,

    artist and spectatol: 111 thefinalpart anotherfiiv non~firll-

    filledpromi.~esare e-rnmined: eaualin: loive. nersorial lib-

    eratio art arid e disastel:

    Es apasionante para m encontrarme en un foro inter-

    disciplinar como ste. dedicado a debatir la herencia del

    siglo

    XX .

    Uno toma conciencia de que todas los campos

    del saber y de la experiencia han sufrido transformaciones

    muy radicales en los ltimos cien aos, y adquiere la vaga

    impresin global de que se confirma la concepcin ilus-

    trada del progreso. Pero el arte ocupa un papel extrao

    entre todos los dominios de la experiencia: ha sufrido

    transformaciones radicales, cierto. pero no podemos decir

    que puedan detectarse avances comparables a los de las

    ciencias puras o a los de la tcnica. pues los cambios de

    que ha sido objeto han obedecido con mucha frecuencia a

    premisas muy diferentes entre s. El arte del pasado siglo

    no sigui unos desarrollos regulares a partir de pautas es-

    tables, como haba venido sucediendo desde el renaci-

    miento italiano hasta la aparicin de las pnmeras van-

    guardias. Las reglas del juego artstico han cambiado

    tanto que parecen haberse estado reinventando constante-

    mente. Y una cosa est clara: lo que se ha producido en

    este dominio en el ltimo siglo es tan variado y tan dife-

    rente respecto a todo lo anterior, que exige un esfuerzo de

    comprensin y un tiempo que no estn al alcance del ciu-

    dadano ordinario. Desde este punto de vista podemos

    decir que algunos aspectos del arte del siglo XX se acer-

    can a la ciencia. un dominio altamente especializado que

    no se dirige al pblico en general sino a una minora se-

    lecta de personas con la preparacin necesaria para asimi-

    lar los asuntos tratados.

    No puedo pretender, en fin. ofrecer en una charla la

    historia resumida de todo el arte cor eo. pero si

    167

  • 7/25/2019 Ramirez Arte Del Siglo Xx

    2/16

    1

    .

    .

    la conviccin de que el siglo pa-

    modo inusitado la misma no-

    la ha hecho tan rica y compleja, que quiz po-

    os hablar de una refundacin del trmino. No se tra-

    a presentar la vieja idea de un arte "en

    con todo lo anterior, sino de hablar de un mbito

    de un modo tan imprevisto, que hace irreconoci-

    1s cimientos culturales en los que un da se sustent.

    no me siento capaz de discumr sobre todo esto en

    ocupndon e en cada ocasin de otras

    Dicho de otra manera: comentar sola-

    :unos pocos ejemplos esenciales para justificar esta

    idacin del arte" y para discumr sobre los asuntos

    entes, limitndome en total al examen de treinta

    ve1

    M:

    paradigm; ticos.

    ono de las

    nido suste

    ;lo XIX

    E

    la imagen

    premisas

    ntando la

    11 lienzo n

    )servemos

    del Bonheur de viiyre (1905-6)

    nn Matisse. ts te p n ienzo. pintado poco despus

    LIGO alma

    y

    i~olilptrrosidad

    :cnicas e ideolgicas que hab-

    pintura desde los aos setenta

    era ya una superficie vibrante

    r sino un campo, un plano fsico. donde

    e apelaba con esta prctica a la desmaterializacin de

    7

    y a su eventual reconstmccin en la retina del es-

    lor sino al efecto que poda tener la armonizacin de

    conas y otras dentro de la misma pintura. El cuadro

    :a como un microcosmos. una entidad autnoma y

    ,eferencial. lo cual vena reforzado por su temtica

    ica. porque .acaso era posible contemplar en ningn

    de Europa. hace un siglo. ninfas abrazadas, pastores

    dos o a esos confiados danzantes en el centro del

    o?

    Y

    tampoco existan masas boscosas y prados

    disposiciones tonales, aparentemente arbitrarias.

    aran una relacin armnica tan intensa con las figu-

    manas. o con los animales. como las que vemos en

    leo. Yo no calificara de pantesta a esta naturaleza

    itisse (no es un Dios benevolente el que esparce su

    nifica todo con un prodigio-

    o lenitivo. y el que nos hace pensar en una rplica

    -ada de la naturaleza. No nos hallamos ante la trans-

    posicin de algo supuestamente existente, sino ante una

    invencin radical. una creacin autnoma. El universo de

    Bonhelrr de i~iiyre s una utopa que vive en el cuadro y

    slo puede resucitar en la conciencia del espectador.

    Poco tiene esto que ver con los "paisajes" de la pintu-

    ra occidental: ni con los recompuestos de la tradicin cla-

    sicista (idealizados trasuntos de cosas entrevistas y recor-

    dadas) ni con los naturalistas de corte decimonnico, tan

    prximos a la fotografa. Pero menos relacin an con

    todo ello tienen otros trabajos del arte contemporneo.

    Una especie de paisaje es, desde luego, lo que vemos en

    Emergencia (1998), del chileno Alfredo Jaar (Fig.

    1).

    Se

    trata de un estanque artificial de grandes dimensiones en

    cuyas aguas gisceas, tenuemente iluminadas, emerge

    y

    se hunde peridicamente un mapa en relieve del conti-

    nente africano. Jaar lo concibi en estrecha relacin con

    las fotografas, ocultas en cajas, de su Proyecto Ruanda y

    es un cido comentario acerca del abandono, la pobreza y

    la desesperacin de frica. Cuando contemplamos esta

    obra al nivel del suelo no se percibe inmediatamente que

    los relieves coloreados, emergiendo del agua, son los

    fragmentos de un mapa ms amplio. As es como el paisa-

    je inicial se va transformando poco a poco en diorama di-

    dctico, y viceversa. cuando el continente empieza a hun-

    dirse hasta desaparecer por completo. formando diminu-

    tos remolinos, en la oscuridad de las aguas de esa piscina

    metlica. Jaar juega mucho con lo invisible, invitndonos

    a imaginar lo existente pero irrepresentable: esa naturale-

    za extremada de selvas y desiertos descomunales. y muy

    en especial, las injusticias humanas, las hambmnas y las

    matanzas. Se dira que esta representacin "geogrfica"

    en relieve es un paisaje moralizado cuyas intenciones cr-

    ticas se alejan mucho de esa promesa escapista de felici-

    dad que hemos visto en la obra de Matisse.

    Otro modo de jugar artsticamente con la naturaleza es

    el que pusieron en prctica los cultivadores del land art

    con ejemplos memorables a partir de los aos sesenta.

    Los artistas salieron entonces a los grandes espacios

    abiertos e intervinieron directamente en el paisaje hacien-

    do cosas cuya materialidad y escala gigantesca las con-

    verta en inapropiables por los museos o por los coleccio-

    nistas particulares. El

    Campo de relmpagos

    (1977) de

    Walter de Maria est entre las ms emocionantes (Fig. 2):

    en un paraje remoto del desierto de Nuevo Mxico coloc

    una retcula de 400 postes de acero inoxidable separados

    220 pies entre s y formando una especie de plataforma

    horizontal de una milla por un kilmetro de extensin. El

    escultor pretenda atraer los rayos y relmpagos. un fen-

    meno meteorolgico que se da allcon especial intensidad

    entre los meses de mayo y octubre. No se puede ocultar la

    filiacin romntica de la idea: el cielo se une con la tierra

    mediante grandes descargas elctricas suscitando en los

    espectadores el recuerdo de las versiones cinematogrfi-

    cas de Frankenstein. y todos los mitos ancestrales sobre

  • 7/25/2019 Ramirez Arte Del Siglo Xx

    3/16

    fsi

    net

    n:

    .-.

    co real de

    ha Dyck

    ituralista .

    o a

    ros

    Pa'

    10s

    alg

    lia

    E n

    en

    hui

    m

    -

    -

    bol

    sib

    de

    una obra maestra que nos hace dudar respecto a esa cues-

    tin: Aganetha Dyck coloc en una colmena diseada a

    propsito una estructura cristalina con el armazn de lo

    qui : ser el vestido de la novia. pero el trabajo de

    los nelferos convirti a la obra final en una pro-

    dig tura en la que esa materia inerte que es el vi-

    drio convivia con las celdillas de cera y miel. Lo duro y

    neral frente a lo blando y lo orgnico. Haba ah una re-

    encia latente a la novia cristalina del Gran vidro de

    ircel Duchamp. pero la dulzura de la miel que contie-

    los panales hacen de este trabajo algo virtualmente

    )mestible . como si los procesos naturales (la esencia

    sma de la vida) hubieran de continuarse en el cuerpo

    1hipottic dor. El trabajo de Aga-

    :s. por lo

    fsico y concreto. ms

    , menos cc

    iiagramtico que el de

    cnamp.

    Pero eso mos la nal yes

    xorrtbles, ue no se tal

    -. s? La ciencia riccin ha veniao juganao con esta

    idea. no tan fantstica ya. en un momento en el que se

    habla seriamente de fabricar seres vivos de diseo . Se

    encomendar esta tarea a los socilogos, a los polticos.

    los moral artistas futu-

    la creaci( ya existencia

    .ece por al le sobrepasar

    lmites de --lonatural esta presente, aesde luego, en

    unos trabajos del artista macedonio (afincado en Ita-

    Rohert Gligorov. y muy en especial en H20 (Fig. 4).

    el interior de una pecera-jaula de metacrilato transpa-

    rente nadan los peces y vuelan los pjaros. Se tata, en re-

    alidad. de dos mbitos espaciales separados. ocupados

    por el agua y el aire. respectivamente, pero que conviven

    el mismo espacio de el espectador

    mano.

    La

    obra es ui

    tico. con tres

    ibitos concntricos iplacin rec-

    proca: el central. dedicaao a los pajaros. el intermedio

    con el agua y los peces. y el exterior donde deambulan

    los que miran esa escultura-instalacin. Es tambin,

    como en los ejemplos anteriores, otro trabajo de cola-

    n la naturaleza real. como si ya no fuese po-

    r a la actitud pasiva. bsicamente receptora.

    uos autores de paisajes o de naturalezas

    racin co

    le reiwresa

    los antig

    iertas

    que Ilamai

    barreras q

    P

    turaleza ti1

    fueden trai

    . .

    ene sus le

    ;pasar. O

    istas? O

    n de ente

    lora impo:

    L .

    luiz sea c

    lequias vi

    5ible? La

    .,. .

    :osa de los

    vientes cu

    -entacin

    (

    .

    visin qu ~

    la especie

    ie hipotti

    e controla

    de panp

    ca conterr

    ,.

    :INVENCIN DEL OBJETO

    ara

    7

    in mucha:

    . una esc

    -

    .ultura o I de

    e ? i.Ctil s

    i

    naruraieza uel objeto anlsricot Esta

    pregunta habra sido irrelevante. seguramente. hasta los

    primeros aos del siglo

    XX.

    cuando la imprevista apari-

    ci6n de algunas novedades creativas hizo que se tambale-

    icionales. Fue en 19 17

    certidun bres tradi

    Jna obra

    . . .

    n r

    cuando Picasso pint Naritrrileza muerta con silla de re-

    jilla (Fig.

    5 ,

    una obraque anuncia las conquistas ms Ila-

    mativas del cubismo sinttico. El formato ovalado lo

    haba empleado ya en otros cuadros de aquellos aos, y

    tampoco constituan una novedad los ingredientes icono-

    grficos de un bodegn tan tpicamente cubista como

    ste: peridico. taza. vaso para el aperitivo con raja de

    limn, etc. La gran diferencia est en que Picasso no

    pint la rejilla de la silla sino que se limit a pegar sobre

    el lienzo un trozo de hule donde estaba representado este

    elemento de modo realista. Tambin coloc alrededor del

    valo. a modo de marco, una tosca soga de camo. As

    que aquello ya no era una pintura sino un hbrido, una

    especie de construccin o ensamblaje de elementos hete-

    rogneo~ ue convivan con una prctica tan ancestral

    como la del pintor, omnipresente todava en las dos ter-

    ceras partes de la obra. El cuadro (el valo en este caso)

    empezaba a ser un objeto, en sentido literal. Caa el esta-

    tuto mtico del arte tradicional, ligado a habilidades arte-

    sanales muy precisas,

    y

    se sentaban las bases para una

    nueva manera de entender la naturaleza misma de la cre-

    acin en tanto que cosa entre las otras cosas de las que se

    sirve la humanidad.

    El paso ms radical, en este sentido, lo dio Marcel Du-

    champ. inventor de los ready-mades a partir de 1913 Se

    trataba de objetos manufacturados que eran recuperados,

    descontextualizndolos, con leves manipulaciones en al-

    gunas ocasiones, para insertarlos en el mbito del arte. El

    ms famoso de todos es la Fuente

    presentada inopinada-

    mente al Saln de los Independientes de Nueva York en

    1917 (Fig.

    6).

    Aquel urinario masculino, firmado con el

    seudnimo de R. Mutt, provoc el rechazo del comit or-

    ganizador, lo cual sirvi a Duchamp y a sus amigos para

    denunciar el falso progresismo de aquella institucin y

    para reivindicar la belleza del objeto industrial: con inde-

    pendencia del uso previsto por sus fabricantes, el artista

    describi al urinario, en un artculo coetneo. como un

    objeto hermossimo no exento de evocadoras referencias

    figurativas (parecido a una Madonna o a un Buda, dijo), e

    hizo que lo fotografiara el gran Alfred Stieglitz sobre una

    peana como si se tratase de una pieza escultrica venera-

    ble. Interesa destacar el hecho de que aquel

    ready-mude

    no haba sufrido ninguna manipulacin fsica, lirnitndo-

    se el artista a un trabajo de apropiacin conceptual.A par-

    tir de entonces quedaba claro ya que el objeto artstico no

    era necesariamente la consecuencia de un trabajo pauta-

    do destinado a modificar la apariencia de la materia iner-

    te. sino el producto de una eleccin, el resultado, a la pos-

    tre. de una redefinicin de las cosas.

    Una consecuencia lgica es la que extrajo Andy War-

    hol cuando decidi que la obra de arte poda ser la repro-

    duccin literal del referente: una copia a escala natural de

    las cajas de detergente (Fig.

    7).

    por ejemplo. a modo de

    desarrollo de sus procedimientos con las serigrafas de

  • 7/25/2019 Ramirez Arte Del Siglo Xx

    4/16

    Fig. 5. Pablo Picasso, Natirralesa rnuerto con sillo de

    rejilla (1912).

    Fig.

    7

    Andy Wnrhol. Cajas de Brillo ( 1 64).

    'Fountoin

    r m

    botellas de Coca Cola latas de sopa Campbell. o actores

    de cine famosos. Pero no son acaso estas Brillo Bo-xes

    simples escuih~ras ealistas? ; En qu se diferencian de

    los muchos moldes tridimensionales de seres existentes

    obtenidos en el siglo

    XIX?

    Creo que el tema tiene su im-

    portancia pues Andy Warhol reproduca un objeto banal

    hecho en serie de modo que al aplicar sobre l sus proce-

    dimientos semiartesanales de fabricacin multiplicada.

    rebajaba el potencial industrial del modelo y lo reintegra-

    Fig.

    8

    Calder;

    (Pars, 1937).

    ente Alin

    ata de unaarte. Se t

    a en la esfera reducida y aurtica del

    especie de mtodo homeoptico que consiste en curar la

    enfermedad de la banalidad industrializada replicando la

    apariencia externa de sus productos mediante una seriali-

    zacin controlada. El artista no slo rnimetiza el aspecto

    de las cosas sino que adopta los mismos procedimientos

  • 7/25/2019 Ramirez Arte Del Siglo Xx

    5/16

    que se han seguido para eiaoorarias. Una novedad impor-

    te estriba en que no hay nunca un "original": ni en el

    delo ni en su reproduccin. Todos los ejemplos y

    os los ejemplares son mltiples. Pero las Brillo Bo.xes

    tambin las rplicas escultncas de un producto in-

    ,trial previamente reconocido como "artistificable"

    parte de Warhol. y es esto lo que nos permite encon-

    un nuevo sentido a las ediciones de sus readv-mudes

    on,

    tre-

    de

    tan1

    mo

    tod

    . .

    son

    dus

    Por

    trar

    -

    Fig. 10. Francis Picabia, Parade amoirrense

    1

    91 7 .

    orizadas

    emos ahor

    imente en

    ior Ducha]

    .a, verdadf

    iparentad:

    rnp en los

    :ras creaci

    is con las

    aos sese

    ones del

    p

    series es1

    nta, que s

    lop art, es1

    cultricas

    auii

    crei

    cha

    rhol.

    Y qu ha

    morativo?

    . A

    gadas sino utilizando un lenguaje nuevo, mucho ms

    sutil. Un ejemplo: al otro extremo del rtulo-ttulo de la

    obra hay un disco rojo, una alusin al cinabrio del se ex-

    trae el mercurio, a la sangre incesante de la entraa tel-

    rica espaola y al color de la bandera de la clase obrera.

    Picasso comprendi muy bien estos valores cuando otor-

    g lgrimas espesas, como de mercurio, a algunas muje-

    res llorando, (en la estela de

    Guemica)

    que dibuj poco

    despus.

    Ya vemos que la materialidad del objeto artstico ha

    podido cambiar mucho para incorporar fluidos, energa,

    cosas variadas. El colectivo artstico madrileo El Perro

    ofrece otro ejemplo de esa heterogeneidad de ingredien-

    tes y procedimientos a la hora de ejecutar una obra polti-

    ca, tambin, aunque concebida en un contexto muy dis-

    tinto a la de Calder. W a y a v q (2000) (Fig. 9 consta de

    una estructura cbica de madera, un panel publicitario

    y

    un video: se trata de presentar un cajn rehabilitado en su

    interior para transportar clandestinamente a una persona,

    como si sta fuese una mercanca (contiene un asiento-

    retrete, una mesita, revistero, etc.). Todo esto es exhibido

    imitando las estrategias publicitanas de muchos produc-

    tos comerciales. As es como El Perro parodia la exalta-

    cin de la mercanca y el olvido de los seres humanos

    hecho el siglo

    XX

    con el moriuiiiciiLu con-

    Cmo se ha llegado a concebir el objeto

    LULIUILU

    ue la escultura decimonnica? No se ha re-

    al-

    de

    PIU

    nur

    gur

    la

    I

    carcter r

    lue ha habi

    -le-Z.L--.

    noralizant

    d o un notz

    2 .

    1- S----

    e, demostr

    ible en n q~

    --:Z-

    5ndose en

    iecimientc

    iciado

    a

    su

    ios casos

    q

    . .--

    M L U I ~ I C L ~I C X U I LU

    uc I U

    ICVLCSCIILULIUII". La Fuente

    ser un buen

    abelln de la

    :macional de

    cto estelar de

    coraje de los

    alientemente

    L L I L U v b a i i u a u

    i i ~ i i t ~

    iaa u u p a a iaa~ia tds el general

    :oloc en Pars frente al

    entrada. Exhiba, como

    bandera,

    .a,a,,a

    n,,,,,Lt,,

    agitndose en el extre-

    Ja por el fluir incesante

    lo, tras pasar por varias

    ana, en la parte inferior.

    onumento a la resis

    ifascista

    y

    al

    :estral del pueblo, y

    cil buscar las

    nensaje en las pieza

    les del meca-

    ,,,,.

    ,

    Zalder no hizo "arte poltico" con la vieja re-

    usculosos y de sus mujeres abne-

    mercurio,

    rnplo (Fig

    xblica

    Es

    ..

    de Alexa

    . 8). Fue

    ;paola er

    nder Cald

    zoncebida

    i la Expo

    ler, puede

    para e1 P,

    ;icin Inte

    Par

    la

    mi1

    ,, a.

    l . como ur

    paola,

    y

    Umadn,

    A A

    f-c.,.*n

    homenaji

    como un

    que defei

    ,. 1 -e..,.

    c

    al produl

    :ntico al

    ndieron va

    . f* ,: **

    YL

    Fra

    Gil,

    un2

    nco. Por e

    emica de

    so aquella

    Picasso, ci

    1 ,.,,l,,l-.*,,

    fuente se

    Erca de la

    A

    l m n r l Y

    de una va

    mercurio

    oletas, so[

    rilla metl

    que acaba

    )re una esf

    lica, movic

    iba cayend

    )ecie de di

    mo

    del

    caz

    Est

    her

    c l a~

    .-..c.

    e es un m

    osmo anc

    ves de su

    1

    nr

    D0W.C

    ,tencia ant

    no es difl

    s principa

    l l l l

    tri ca de los

  • 7/25/2019 Ramirez Arte Del Siglo Xx

    6/16

    Fig. 11.

    Julio Gon:ble:, ''Mujer ante el

    espejo

    1936-37).

    propio de nuestras sociedades contemporneas, pero sus

    crticas no se dirigen tanto a las realidades socioecon-

    micas como a los lenguajes que las perpetan y las hacen

    persuasivas. Son, de alguna manera. artistas apropiacio-

    nistas. que reutilizan. dndoles la vuelta. cosas ya exis-

    tentes: tanto el contenedor como el video promocional de

    esta obra han sido encontrados y re-adaptados para la

    ocasin, como si nos hallramos ante otra modalidad dis-

    tendida del collage inventado por Picasso y del descubn-

    miento duchampiano del

    reab-mcrde.

    REINV

    rtista tradi

    ar al cuerp

    imiento,

    c

    zciietn, Si

    DEL

    UE

    iismo pabe

    El a cional saba muy bien cmo deba re-

    present

    o humano, desnudo o vestido, esttico o

    en mov

    ,on una u otra expresin: el trabajo del

    natural y luego la fotografa

    de gua. 1

    guna de aquellas prcticas s

    znte en las

    mecanicoformes de Picabia

    lilh la j ll e

    mere

    (1916-17) o

    Parade n r r c c , r c r r l f . > r

    917) (Fi?.

    i v . r i

    cuerpo humano no aparece. en purida

    ntado en

    estas obras, sino slo evocado de un ftafnco

    mediante bielas. cilindros, bobinas. o

    c ~

    transmi-

    sin. Se dira que estos cueq

    les inevitables de un mundo

    saparecido los valores y la

    viejo humanismo: el cuerpo es entonces un subproducto

    de la mquina. y no al revs. Los sentimientos han desa-

    parecido con la carne y con los huesos,

    y

    la actividad er-

    tica es presentada como un mecanismo de precisin. Ya

    s que los cuerpos-mquinas de los dadastas

    y

    futuristas

    de los aos diez tienen muchas ms implicaciones. pero

    es constante en ellos la crtica del sentimentalismo sirn-

    bolista. Pareca estar implcita en aquellos aos la creen-

    cia en que podra llegar a superarse a aquel viejo ser hu-

    mano, aferrado a la nostalgia de un pasado lleno de som-

    bras, para suplantarlo por un ente mecanizado ei

    venir luminoso y feliz.

    El menosprecio a cierta

    redado por los surrealistas. que enrarizaron. sin

    e

    ...--.,...

    una concepcin ms abismal de la corporalidad

    y

    de los

    procesos amorosos. Del cuerpo-mquina de los dadastas

    puede pasarse al cuerpo-insecto. $40 fueron acaso estos

    animales imaginados como e de mquinas del

    mundo natural? Esto es p a l ~

    ' i fi e r nt e e l e~ p e j o

    (1937) (Fig. 11 . una sorprer er-mantis. con pie-

    zas de acero soldado. aue Juiir~ ori~ii lez stuvo a punto

    de colocar en el

    m

    i

    le servan

    e hace patc

    .

    omo

    \ o

    ..-...,,i.. n

    ,os son las

    mecaniza