Érase una vez un reino llamadoEspiral, habitado por dragonasy dragones, magos y magas,caballeros, arqueras, un rey yun monstruo de las mazmorras.

Todos estos seres fantásticosjugaban juntos cada mañana,creaban, experimentaban,aprendían cosas nuevas,crecían y compartían ricosmanjares.

Al final de la jornada, sereunían para cantar su canciónespecial:

“En el tiempo de los dragones,de los magos y los castilloshabía unos chiquillosque alegraban los corazones.

Contando historias de pueblo enpueblo,dando saltos y cabriolas,

la gente hacía colapara no perderse el numerazo.

Yo soy un caballerode la época medievaly vivo en un castillollamado Espiral.Mi madre es una arquera,mi padre es un dragoncitoque cuando come picanteecha fuego por el culito.”

Un día, decidieron explorarmás allá de las fronteras de sureino y, junto a otras criaturasmágicas que encontraron en elcamino (huevos fritos,submarinistas, planetas y

magos de sombreros dorados)tomaron las calles de unaciudad llamada Jerez.

Conquistaron una plazaenorme, que llenaron de juegos,risas, canciones y papelillos decolores que lanzaban al cielo, yterminaron cubriendo el suelo,como una gran alfombra deflores.

De repente, una voz profunda ytronadora dijo: “Ahora van acantar su canción la EspiralMedieval”.

Y allá se fueron todas, y sobreun escenario compartieron suestribillo con las gentes dellugar.

El público sonreía y aplaudía…fue tan divertida yemocionante la actuación que,como muestra de gratitud,recibieron dos regalos: libros yotros utensilios con los queseguir creciendo, y una visita alcastillo del Alcázar, donde sinduda vivirán grandesaventuras, que contaremos enotra ocasión.

Y colorín colorado, este cuentose ha acabado.