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Recensiones y discusiones Materiales y criterios para una introducción al estudio de la AntigUedad. A propósito de un libro reciente* G. BRAVO CASTAÑEDA El libro de P. Barceló es el primero de una serie de cinco (Athenñum¡Dros- te Taschenbñcher Geschichte, Kónigstein¡Dússeldoff, 1982) destinada a pro- porcionar una orientación histórica básica (Grundkurs Geschichte) a los estudiantes universitarios y especialmente a aquellos que por primera vez toman contacto (Studienanfánger) con el tratamiento de las fuentes y materiales de la investigación histórica. Concebido como un instrumento de trabajo para paliar en lo posible los deficientes conocimientos históricos sobre la Antigúedad de los «nuevos» estudiantes universitarios, el autor (en adelante: el A.) pretende además presentar un «horizonte de conocimientos» aceptable (p. 7), el que se esperaría alcanzar en obras de este tipo. Pero en realidad este libro de Barceló (en adelante: B.): Altertum. Grundkurs Ges- chichte, 1 (en adelante: AGG), es decir, Curso hósico de Historia, 1. Antiguedad, se presenta al lector con un triple objetivo: 1. Introducción al estudio de la Antiguedad; II. Fundamentos históricos de Grecia y Roma antiguas; III. Textos-fuente, didáctica y bibliografia. 1 En obras de carácter introductorio como ésta uno tiene la impresión de que son tan importantes los criterios que han guiado su realización como los contenidos históricos concretos seleccionados para ilustraría. La elaboración de un libro de introducción («Einfiihrungsbuch), como el presente (p. 9), al estudio de la Antigúedad exige superar dificiles escollos de planteamiento, de * P. Barceló, Altertum. Grundkurs Cesehichie, 1, A/DTG, Kónigstein/Dússeldorf, 1982, 286 PP. (mit 14 Schaubiidern und Landkarten), ISBN: 3-7610-7245-7. Gerián. 3. 1985. Editorial de la Universidad Complutense de Madrid.

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Recensionesy discusiones

Materialesy criteriospara una introducciónal estudiode la AntigUedad.A propósitode un libro reciente*

G. BRAVO CASTAÑEDA

El libro deP. Barcelóeselprimerode unaseriedecinco (Athenñum¡Dros-te TaschenbñcherGeschichte,Kónigstein¡Dússeldoff,1982) destinadaa pro-porcionar una orientaciónhistórica básica (Grundkurs Geschichte)a losestudiantesuniversitariosy especialmentea aquellosque por primera veztoman contacto (Studienanfánger)con el tratamiento de las fuentes ymaterialesde la investigaciónhistórica.Concebidocomoun instrumentodetrabajo para paliar en lo posible los deficientes conocimientoshistóricossobrela Antigúedadde los «nuevos»estudiantesuniversitarios,el autor (enadelante:el A.) pretendeademáspresentarun «horizontede conocimientos»aceptable(p. 7), el que se esperaríaalcanzaren obrasde este tipo. Peroenrealidad este libro de Barceló (en adelante:B.): Altertum. GrundkursGes-chichte, 1 (en adelante: AGG), es decir, Curso hósico de Historia, 1.Antiguedad,se presentaal lector con un triple objetivo: 1. Introducción alestudio de la Antiguedad;II. Fundamentoshistóricos de Grecia y Romaantiguas;III. Textos-fuente,didácticay bibliografia.

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En obrasde carácterintroductorio como ésta uno tiene la impresión dequesontanimportanteslos criteriosquehanguiadosurealizacióncomo loscontenidoshistóricosconcretosseleccionadosparailustraría.La elaboraciónde un libro de introducción(«Einfiihrungsbuch),comoel presente(p. 9), alestudiode laAntigúedadexigesuperardificiles escollosdeplanteamiento,de

* P. Barceló, Altertum. Grundkurs Cesehichie,1, A/DTG, Kónigstein/Dússeldorf,1982, 286PP. (mit 14 Schaubiidernund Landkarten),ISBN: 3-7610-7245-7.

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presentaciónde materialesy del análisis-síntesis,por lo queel examendeestoscriterios másquizáqueel de los propioscontenidospermitejustificar lautilidad del mismo como instrumentode trabajo y orientación; por estarazón, una Introducción debeal menoscontenerlo básico, lo que es precisoconocercomoplauzformasobre la que se asentaránulteriores conocimientos.Que estetz~ode obrasseaabsolutamentenecesarioparapaliar las deficienciasconceptualesy la desorientaciónen cuantoal métodohistórico de los estudian-tes queaccedeno la Universidade inician sucontactocon seminariosy clases(Vorlessungen)no es un problemaexclusivamentealemánni estrictamenteacadémico.Estosestudiantesapenashantratadola antigñedad(grecorroma-na) como un continuwn histórico y sus conocimientossobre el mundoantiguose basancasi exclusivamenteen ejemplosilustrativos(p. 7: beispiels-weise;exemplarisch)extraídosde laproblemáticahistóricageneralde Greciay Roma.Los resultadosde la «reformade las enseñanzasmedias»iniciadaenAlemaniaen 1972 (cf R. Gñnther,Alte Geschichtein StudiumundUnjerricht,Stuttgart,1978,p. 12, n. 22),conla integraciónde la Historia y la Geografiaenel áreade las cienciassociales(ibid., p. 54), no sehanhechoesperar:se hareducido considerablementeel número de horas lectivas dedicadasa laenseñanzade la Historia engeneralen favor de las áreascientífico’técnicasyespecialmenteel de la Historia Antigua y Medieval en relación con elasignadoen los«Planesdeestudio»a la Historia Modernay Contemporánea(ibid., p. 42). Esta situación originó en su día, en algunasuniversidadesalemanas,un debate(cf, p. ej., G. Alfñldy, «DerSinn derAlten Geschichte»,en G. Alfóldy, F. Seibty A. Timm (eds.),Problemeder Geschichtswissens-chaft,PádagogischerVerlagSchwann,Dñsseldorf, 1973, p. 29, n. 1) quehoyprosigueampliadoa otros camposde la historia-ciencia(cf supra nuestro«Hechosy teoría en Historia (antigua)»,pp. 19 Ss.). Por estasrazonesellibro de B. pretendea la vez servir de apoyoa la materiaimpartida en unsemestreacadémicodeHistoria Antigua (Alte Geschichte)ydleinstrumentode trabajo (Arbeitsbuch)(pp. 8 y 9), en unaaproximacióna la complejayvariadaproblemáticahistóricade la Antigúedad.

La primera cuestión,por tanto, que planteala lecturade AGG es si ladelimitación del conceptode Antiguedad (Altertuin) utilizado aquí secorrespondeo no conel ámbitodisciplinario de la HistoriaAntigua. Cuandoestelibro lleguea los universitariosespañoles,estudiantesde la especialidadde Historia Antigua, familiarizadospor igual conel código de Hammurabi,la gestade Agamenón,la constituciónde Numa, las reformasde Pendeso elsistemadeAugustosin dudase preguntaránprimafaciepor québajoel título«Altertum» no se incluye denominaciónalguna a la historia del PróximoOrienteantiguo.La respuestaaestaprimerainterroganteesdoble. En primerlugar, hay un argumentohistoriográfico, en cuanto que «Antigúedad»e«HistoriaAntigua»no correspondenstricto sensual mismo ámbito discipli-nario.Sin embargo,la arraigadatradición filológica del mundoanglosajónygermánicoha hecho que generalmentese asimile a ambasen la prácticaeincluso que la historia de la Antigúedad se reduzca a la del mundo

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grecorromano(cf entreotros: 5. Lauffer, KurzeGeschichteder andkenWelt,Múnchen, 1971),aunqueno siempre(Ch. G. Starr,A History ofthe AncientWorld, Oxford, l983~; W. G. Sinnigen-Ch.A. Robinson,Jr., AncientHistory.From PrehistoricTimesto ¡he DeathofJustinian,New York, 19813); enotroscasos,en cambio, la disciplina de Historia Antigua conlíevael tratamientounitario del mundoantiguoincluyendolas oscurascivilizacionesy sociedadespróximo-orientalesjunto alas de Greciay Romahastalaépocamedieval.Ensegundolugar, hay también una razón metodológica,en cuanto que elcontenidorestrictivo de AntigUedadviene impuestosobretodo por cuestío-nes de método; la predominanteorientación clasicista de la tradiciónhistoriográficaoccidentalha favorecidoeldesarrollode métodosfilológicos yepigráficosen basea la comprensiónde las lenguasmejor conocidasde laAntigUedad(griegoy latín) y en detrimentode otraslenguastodavíaen fasededesciframientocomola del Lineal A, laetruscao la ibérica, o simplementedesconocidashastahaceunosañoscomolaeblaita(cf G. Pettinato,Ebla. Unimpero inciso nell’argilla, Milano, 1979).

Lasargumentacionesde Finley (1973),pretendiendojustificar laexclusiónde las civilizacionespróximo-orientalesde «su»economíade la antigUedad,no son muy convincentes ni tranquilizadorasen este sentido. Lo queimporta,ségúnFinley («esel modoenquedos civilizaciones(o complejosdeculturas) divergen fundamentalmenteen cada punto» (M. 1. Finley, Laeconomía de la Antigúedad, Madrid, 1974, p. 31), por lo que la AntigUedadcorrespondealperíodocomprendidoentreel 1000a. C. y el500d. C., sinqueninguna de estas fechas sea significativa (ibid., p. 33), en un mundomediterráneo(ibid., Pp. 35 y 37) queen susúltimos siglosfue unasolaunidadpolítica (ibid., p. 41).

Ahorabien, si la AntigUedadse restringeno ya al mundogrecorromano—asíLauffery Finley, p. ej.—sino inclusoa superiodoclásico—asíB.—, lamateria presentadaen AGG está proporcionalmenterepartida entre lahistoria de Grecia y la de Roma. El A. ha optadopor dividir la completaevolución de casi un milenio (ca. 500 a. C.-476 d. C.) de historia (clásica)grecorromanaen 15 capítulosde indudable trascendenciahistórica peroigualmenteesquemáticosen suscontenidos.Es significativo quela extensióndedicada a textos y bibliografia sea considerablementemayor que lacorrespondienteal discursonarrativo, apenasun tercio del volumen; estoindica el criterio claramentedidáctico seguido por el A. al considerareldiscursohistóricocomo un complemento—y no al revés—de-la-abundanteselecciónde textos —casi exclusivamenteliterarios (cf rellaciónen PP. 273-275)— extraídosde la documentaciónantigua.

Estos15 capítulos,agrupadosencuatrograndestemas(Auge y caídadelmundode la polis, pp. 11 Ss.; Helenismo,PP. 95 Ss.; La ResPublicaromana,Pp. 127 Ss.; ImperioRomano,Pp. 199 ss.),tienenunaidénticaestructuraciónformal; cada uno consta de cinco apartadosnetamentediferenciados: 1.Introducción (Einfúhrung); 2. Selección de fuentes (Quellenauswahl);3.Cuestionesy tareas(FragenundAufgaben);4. Fechasy conceptosimportan-

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tes (Wichtige Daten und Begrjffe) y 5. Bibliografia selecta (Auswahl-bibliographie). Estoexplica el que los hechosse refieran escuetamenteen eldiscursoexpositivo,por lo que las «EinfUhrungen»correspondientesa loscuatrograndestemasapenassuman28, 10, 26 y 23 páginasaproximadayrespectivamente.Estaextremaconcisiónseríaloable si no obligara al A. amarginar importantesproblemashistóricos u omitir otros cuya alusiónseesperaríaal menosen un estudiobásico de la AntigUedad.

II

Una ordenacióncronológicarígidaconlíevaalgunasservidumbresdifícil-mentejustificables.Si no es claro que, en estrictorigor histórico, el mundoprehelénicoy el prerromanoquedenautomáticamenteexcluidos de unaevolucióncuya referenciaes absolutamentenecesariapara comprendersudimensiónhistórica, mucho menosasumibleresultaque el inicio arbitrariodela secuenciahistóricaen la Greciaclásica,en torno al 500 a. C., impliquelaexclusiónde la Romaarcaica,estoes,el completoperíodomonárquico(ss.VIII-y) deldecursonarrativo.Perono setrataaquíde resaltarlas ausencias,lo queno seriaen realidadmásque unacrítica externa«desdefuera» al libroque comentamos,ni de señalarlas inevitables inexactitudescronológicas[comoel 146 a. C. (4 152)contrael 148 a. C. (p. 160)parala destruccióndeCorinto por Roma)o extrañasomisiones(la batallade Pydnadel 168 queconcluyóla larga rivalidadentreMacedoniay Romano es mencionadaen la«introducción»—aunquese sobreentiendedel contextoen p. 152— ni en laselecciónde textos ni en la relación cronológica,que figura al final delcapítulo;cf enfatizadasu importanciaparael procesoimperialistaromanoen R. M. Errington, Tire Dawn of Empire. Rome’sRise to World Power,London, 1971,Pp. 131 ss.) o gruesasafirmaciones(como que la estabilidaddel sistemapolítico romanono se habíaalcanzadoantesen la AntigUedad(p.132): los términosde la comparaciónsoncorrectos,pero no compartimoslapretendida«estabilidad»del sistemapolítico —¿republicanoo imperial?—conforme a reglas fijas e inflexibles de funcionamiento (cf G. Bravo,Coyuntura sociopo lítica y estructura social de la producción en la época deDiocleciano, Salamanca, 1980, passim) que la investigación histórica seencargade relativizar cada vez más. Bastaría con recurrir a la selecciónbibliográficareseñadaal final del capitulo paradespejartodosestosposiblesequívocos.Al contrario, lo que intentamoses llamar la atencióna mododeejemplosobrealgunosplanteamientoso presentacionesesquemáticasde loshechosquehacenenocasionesdificil comprenderel contexto:el tratamientodelmundode la polis,sin referenciaalgunaaépocahoméricay conalusionesesporádicasal régimende las tiranías(pp. 12 y 13) estableceunassolucionesde continuidadque apenaspermitencomprenderla evolución no ya de loshechossocialesy económicossino tambiénde los hechospolíticos, porque,¿cómoentender,por ejemplo, las reformas«pro-democráticas»de Solónen

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una Atenas (p. 15) pre-tiránicasin ponerlasen relación con el ambientetiránico y post-tiránico,por tanto, democrático,de algunaspoleis griegas?(cf. P. Oliva, «Dic BedeutungderfriihgriechischenTyrannis»,Klio, 38(1960),pp. 81 Ss.; tb. C. Mossé, «Comments’élaboreun mythe politique: Solon,“pérefondateur” de la démocratieathénienne»,Annales,34 (1979), Pp. 425ss.].

Del mismo modo el tratamientode dos figuras nuclearesdel mundogrecorromanocomo son sin dudaPendesen la Atenasdel siglo V a. C. yAugusto en la Romadel siglo í d. C. ilustra igualmenteesteesquematismocaracterístico;no pretendemosun compendiode la obrapolíticade cadaunode estospersonajes,lo que seríaimpropio de unaobrade estascaracterísti-cas; aceptamosinclusode buen gradoquejustamenteno se hayaenfatizadosu figura histórica,pero seríaconvenientequesusobraspolíticasrespectivasfueran presentadassobre bases históricas más firmes, institucionales ysociales. Por ejemplo: la personalidadpolítica de Pendespodría pasardesapercibidaenel discursonarrativosi no se recurrea los textosselecciona-dosparabosquejarla:Aristóteles(jp. 47 ss.),Plutarco(yp. 51 ss.)y Tucídides(pp. 67 ss.).Peroincluso así la trayectoriapolítica del «estratega»atenienseensombrecela importante obra de Pendes como estadista:la ley deciudadanía,losmisthoialos funcionarios,losphoroidelos aliados,el sentidode la democraciaradical, el funcionamientodel sistemaconstitucional,etc.Ninguno de estos aspectosson suficientementedesarrolladosy algunosntsiquierareseñados.

Algo similar ocurreconel tratamientoqueB. da a Augusto:se trazaun«outline» de su política señalandolas líneas de fuerza que conformanlafundación (Begriindung) del Principado.El A. remite con frecuenciaa lasfuentesbásicas:Resgestae,Veleyo Patérculo,Tácito,Apiano y especialmenteSuetonioy Dión Cassio;en laQuellenauswahlse incluye ademáscinco textosde Cicerón(Pp. 205-206)y unode Plutarco(Pp. 207-208).De nuevoaquí laEinfi¿hrung es másbien un simplecomplementode unanutridaseleccióndetextos. Octavio se ha formadopoliticamenteen la tradición republicana(p.201).«Augusto»desdeel 27 a. C., elprincepsacumulaen su habertítulos yhonoresquerefuerzansuauctoritas (p. 217: cuadrocronológico-políticodeAugusto, bastantecompleto). Hay sin duda muchas fechas-claveen elreinadode augusto,pero sobretodo hombresy grupospolíticos (cf J.-M.André, Le siécled’Auguste,Paris, 1974)sin los cualesno se comprendebienlas fluctuacionesconstitucionalesde su reinado: Mecenasy Agrippa; M.Plancus,C. Gallus, D. Ahenobarbus;Virgilio, Horacio y Ovidio constituye-ron los pilaresfundamentalesde la propagandaimperial despuésde Actium;los gruposde cesarianos-pompeyanos,antonianosy octavianosrepublicanosse asimilarona las ideas de los hominesnovi quepregonabanun saeculumaureum. Por eso es demasiadofuerte afirmar que el reinadode Augustopuedeserconsideradouna«monarquíamilitar» (4 201),por elhechodequeel emperadortuviera «podere influencia»sobreel ejército, denominación,porotra parte,comúnmenteasumidaparacalificar la dinastíade losSeveros,

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sin embargo, no tratadaespecíficamenteen AGG. Nuestracrítica apuntasiempreen la mismadirección:aunqueeluso dematerialesseageneralmentecorrecto, los criterios con que se presentanal lector son casi siempreesquemáticos,a vecesinclusoarbitrarios.Esteesquematismopuedecrearenel lector no avisadola ilusión deunasimplicidad queel mundoantiguo notuvo. Aunquela descripciónde los hechossea rigurosa,es precisoprofundi-zar en lagénesisy desarrollodelas institucionespolíticasgrecorromanas(C.Mossé,les institutionspolitiquesgrecquesá l’époqueclassique,Paris, 1967; J.Rougé,Les institutions romaines.De la Borne royale ñ la Borne chrétienne,París,1969, son dos libros introductoriosa estascuestiones)si se pretendecomprenderlas fundamentalesdiferenciasde la concepciónpolítica antiguaentre la «teoría»y la «praxis» (cf finalmente,M. 1. Einley, Polftics in tireAncient World, Cambridge,1983) o no reducir la fundamental«historiasocial»a un merotrasuntode la «historiapolítica»impropiamentedicha(cfG. Alfñldy, RómiscireSozialgesciricirte,Wiesbaden,1975): el cuadropoliticoaugusteo,por ejemplo, no se agota en gestasmilitares o componendasideológicas sino que exige la mención al menos de la política social:legislación sobre la familia, manumisionesde esclavos, establecimientodefinitivo de un censusparalos ordines,queconstituyentambiénunaparteimportantede las «basesreales»del poderpolítico de Augusto.Paradecirlobrevemente:en AGOencontramosconstatacionesde hechosperoun deficien-te desarrollode la problemáticahistórica.

Estasconsideracionesson, si cabe,máspertinentesparalostresapretadoscapítulos sobre ¡a evolución del Principado, la crisis del siglo III y laSpñtantikequecierranel volumen.En un esfuerzode síntesispococomúnelA. pretenderesumirenno másde 17 páginaslaevolucióndecuatrosiglosdehistoria imperial romana.Los resultadosno son otros que los que cabríaesperar:la política monetaria,la política fiscal, la política económica,endefinitiva, se ve relegadaa un segundoo tercer plano ante la descripciónimprecisade una estructuramilitar-administrativa(que curiosamentenoincluyela subdivisiónde provinciasdioclecianea)y de unaevoluciónpolítico-religiosa(queno mencionasiquierala granpersecucióndel 303 de Galeno).Peroni las sucesivasreformas monetarias,ni la instauraciónde la lugatio-capitatio dioclecíanea,ni elEdictodepreciosdel 301 (mencionadoúnicamen-te como «fuente»epigráficaen p. 237, sin especificarsu contenido), ni laconfiguración del colonatobajoimperial, ni la significación de la adscrzptioconstantinianadel 332 (referidasin embargoenun textojurídico,en p. 257),ni las formasde explotacióny laestructurade propiedadde la tierra tienencabidaenla resumidaexposiciónqueB. hacede estaúltima fasedel Imperio.(Nos permitimossin embargoremitir aG. Bravo, Coyunturasociopolíricayestructurasocialde la producción...,paraun tratamientoactualizadode todaesta problemática.)En el terrenosocial algunasgruesasafirmacionessobrehereditariedad,inmovilidad social (p. 251) o diferenciaciónjurídica entrehonestioresy humiliores (p. 249) hoy ya no son compartidas(cf R. Tejn~«Ilonestioresy humilioresen el Bajo Imperio: hacia unaconfiguración en

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clasessocialesde unadivisión jurídica», Memoriasde Historia Antigua, 1,Oviedo, 1978, pp. 115 ss.).Esto no quieredecir emperoque el A. de AGOignore la problemáticahistóricadel Bajo Imperio, puestoen casocontranono tendríasentidolacopiosabibliografiarecogidaenloscapítuloscorrespon-dientes,sino simplementeque no compartimoslos criterios seguidospor B.para exponerla(cf en cambio nuestroUna introducción a la historia delmundoantiguo,Madrid, 1985 (en prensa)].

III

A pesarde las observacionesanteriores,el libro deB. tieneplenosentidoen la RFA, dondelas reformasde la enseñanzainiciadasen la décadapasadahan hechoque proliferenobrashistóricasde carácterintroductorio,con lascaracterísticas«descripciones»(Darstellungen)(cf p. ej., la serieGrundrissder Geschichte,OldenbourgVerlag MUnchen¡Wien, 1980), estadosde lacuestióny bibliografia actualizada.El sentido de estasobrases servir deapoyo al clásico manualy presentarde forma fácilmente comprensiblelaproblemáticahistórica. Respectode ésta la AGG proporcionaunaampliaselecciónde textos,peroes muchomásesquemáticaenlapresentaclonde loshechos y problemasde la AntigUedad. Bajo la aparentesimplicidad enelaborarobrasde este tipo reconocemoslas dificultadesque conlíevaoptarpor laglobalidady lasíntesisenvezdeldetalley la extensión;peroelcarácterbásicode las mismasexige recogerlo fundamentalsin prescindirtotalmentede lo accesorioa fin de queel estudianteo el lector seacostumbrea discernirentreambascategorías.

La selecciónde textos,aunquecasi exclusivamenteliterarios,constituyeuna verdaderaantologíade materialespara el conocimientodel mundogrecorromano;útil paraque los estudiantesse familiaricencon las fuentes.Dadala concisióncaracterísticade las «introducciones»,los textoscumplenunadoble función: documentaradecuadamentelos hechos(incluyendo amenudoaspectosde la problemáticano mencionadosen la presentacióndeltema)y proponeralalumnounaseriede tareas(Aufgaben)quele obliguenacontrastarlos datoscontenidosen los documentosconla interpretaciónquese hace de ellos en el contexto. En este sentido los textos prolongan eldiscursonarrativo,demasiadoesquemático,de las Einfúhrungenprecedentes.Igualmenteútiles, sobretodo paraquienesse aproximanpor primeravez alestudiode la AntigUedad,son: las brevesreseñasbiográficasde cadanuevoautor cuyo texto es extractadocomo documento, la lista de conceptosimportantesordenadosalfabéticamenteal final de cadacapítulo, la relacióncronológicacorrespondiente(aunqueresultesorprendenteque la frecuenciasea mucho menor parael período tardío: mientrasparael comienzode laépocahelenística—entreel 334 y el 301 a. C.— se registran15 referenciascronológicas(pp. 106 y 122-123)parael período284476d. C., es decir,casidos siglos, el númerode referenciases tan sólo de 10 (Pp. 245 y 263).

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El apartadomás completoa nuestrojuicio es sin duda el repertoriobibliográfico, con absoluto predominio, como es lógico, de estudios ytrabajosen lenguaalemana.Apartede ciertos olvidos comprensibles,a losque hemoshechoreferenciasupra, resultaextrañoque en un temahistorio-gráfico tan hispánicocomo el de «la guerra de Aníbal en la PenínsulaIbérica»el A. no hayaregistradoni un solo título español,ni monográficonigeneral,sobreestacuestión(cf J. M. Roldan,Lo RepúblicaRomana,Madrid,1981, pp. 227-264), aunquesiempresea posibleargúir el problemade laslenguasparajustificarlo.

No obstantelo expuesto,estaobra, así concebiday realizada,resultaráútil como aproximación general a los principales hechos y problemashistóricos de la antigUedadclásica,y los estudiantesde la especialidaddeHistoria Antigua, alemaneso no, deberíanusarla como instrumentodetrabajo. Les proporcionaráademásun cómodo «outline» de las grandescuestioneshistóricas,con unaseleccióndocumentaly un repertoriobiblio-gráfico suficientesparacomprenderla complejidade interés de un estudioserio y rigurosode la AntigUedadelaboradosobrebaseshistóricasy, porquéno, científicas.