Red Mundial de Oración del Papa - NÚMERO 29 … CTP FEBRERO 2019...Desafío del mes 3 Espacios de...
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NÚMERO 29
FEBRERO 2019
Contenido:
¿Cómo rezar con
CTP?
2
Desafío del mes 3
Espacios de encuen-
tros… vidas de puer-
tas abiertas
4
Loco de amor 16
Mi casa será casa de
oración
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Con Jesús por la no-
che
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clicktopray
Trata de personas Por la acogida generosa de las víc-
timas de la trata de personas
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Por la acogida generosa de
las víctimas de la trata de
personas, de la prostitución
forzada y de la violencia .
TRATA DE PERSONAS
Desafío del mes
Pág. 4
Para
meditar
Existen en el mundo numerosas personas que buscan un espacio al que
pertenecer, una comunidad o grupo que le dé acogida, personas que
acepten su presencia sin juzgar ni cuestionar. Muchos siguen buscando sin
encontrar.
Estamos acostumbrados a una
lógica que exige llenar requisi-
tos para ser aceptado, condi-
ciones y requerimientos que
deben cubrirse “para” o “antes
de”. Son situaciones en las que
se excluye inmisericordemente
a muchas personas. Las vícti-
mas de la trata de persona, la
prostitución forzada y la violencia no son sólo víctimas del contexto social,
sino que sufren también la exclusión y la marginación de sus propios am-
bientes cercanos. Esta situación de descarte clama al cielo.
Es necesario tomar consciencia de que estas personas deben ser acogidas
y abrazadas en su dolor y sus historias. El encuentro y la acogida se impo-
nen en esto casos como actitudes humanas y por tanto evangélicas.
El mundo necesita que cultivemos la cultura del encuentro abriendo la
puerta de nuestras vidas para recibir hermanos. La cercanía cura heridas,
levanta el ánimo de la caída y reconstruye los peldaños rotos de una vida.
María Bettina Raed
Directora Regional Red Mundial de Oración del Papa Argentina Uruguay
Co Coordinadora Internacional Click to pray
ESPACIOS DE ENCUENTRO…
VIDAS DE PUERTAS ABIERTAS
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El encuentro y la acogida en estos casos de prostitución forzada, trata de
personas y violencia pueden ser fuente de vida que ayude a levantarse y
seguir caminando. Un abrazo a tiempo, una palabra de amor pueden ser
el remedio que ayude a una persona derrumbada por la historia a seguir
caminando.
Jesús se hizo cercano a
las vidas necesitadas.
Tocó y abrazó a los en-
fermos, a los excluidos,
a las personas indignas
que nadie acogía por
su condición, era capaz
de conmoverse hasta
las entrañas y curar la
dolencia.
Esa misma misión de compasión es la que hoy nos convoca en la Red
Mundial de Oración. Jesús cuenta con nosotros hoy para acoger a los que
sufren. Es necesario que nuestras vidas y nuestros espacios comunitarios
acojan a estas víctimas. Dice el Papa Francisco que “la Iglesia es la casa de
Jesús, una casa de misericordia que acoge a todos, y por tanto no un lu-
gar del cual los cristianos puedan cerrar las puertas”.
Seamos agentes de misericordia y acogida, que nuestras vidas y nuestras
comunidades sean espacios de encuentro, de gestos concretos de her-
mandad y fraternidad, actuando sin “miedo de ensuciarnos por nuestra
gente”. “No tengamos miedo del fango de la historia con tal de rescatar y
renovar la esperanza” como dice el Papa Francisco.
ESPACIO
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 1
Con
Jesús por la mañana
“La tierra da el fruto por
sí misma: primero hier-
ba, luego espiga, des-
pués trigo abundante en
la espiga” (Mc 4, 26-34).
Un nuevo día te regala el Señor. Acógelo con amor y
ofrécelo especialmente por tantos hermanos que ne-
cesitan nuestra acogida generosa, que son víctimas de
la trata de personas, de la prostitución forzada y de la
violencia, como nos pide el Papa. Iniciamos así, un
nuevo itinerario y los hermanos de la Red de Oración
de Argentina nos hacen llegar las oraciones. “Señor
que seamos fecundos ofreciendo nuestro corazón
abierto a quienes buscan refugio y consuelo”. Padre-
nuestro
FECUNDIDAD
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Crecer en libertad.
Aquieta el corazón y
mira cómo has vivido
hoy tu libertad. Agra-
dece el amor dado y
recibido. ¿En qué
momentos reconoces
que has estado ani-
mado, esperanzado y de buen humor? ¿Qué actitudes se despertaron en
ti? Detente a disfrutar y agradece esa experiencia de libertad. Toma un
compromiso para cultivar el ánimo y buen humor para mañana. Ave
María
CON JESÚS POR LA NOCHE
Procesos
Haz una pausa mitad de tu día. Recuerda que Jesús camina contigo. ¿Has
podido reconocerlo en lo que te ha tocado vivir? “Señor, recuérdame
siempre que mi vida fluye en tus manos. Empújame para que mis em-
prendimientos y tareas abran puertas y me lancen al encuentro de mis
hermanos especialmente de los más frágiles. Quiero disfrutar del ca-
mino, aunque sea lento porque Tú vienes conmigo; haz que no me apure
buscando resultados”. “Darle prioridad al tiempo es ocuparse de iniciar
procesos más que de poseer espacios” (Papa Francisco).
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 2
Con
Jesús por la mañana
Recibe el nuevo día y ofrece tu
vida a Dios para estar en medio
de tus hermanos acogiendo sus
dolores y compartiendo la vida.
“Cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para
cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, lo tomó en
brazo y alabó a Dios” (Lc 2, 22-24). María puso a Jesús
en brazos de Simeón, Jesús en brazos del pueblo sen-
cillo, compartiendo nuestros anhelos y nuestras espe-
ranzas. “Señor haz que te recibamos hoy y que nuestra
vida sea un modo de ponerte en medio de nuestros
hermanos”. Lleva consuelo al estilo de Jesús. Padre-
nuestro.
PRESENTACIÓN DEL SEÑOR
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Mirar los sentimientos.
Serena las ideas y recoge
tus emociones. Descubre
algún detalle de cariño
que hayas recibido y agra-
décelo. Mira en tu corazón
los sentimientos de amor,
de alegría y paz que has
sentido hoy. ¿Recuerdas
las circunstancias que los
despertaron? Disfrútalos y
conversa con el Señor de
ellos. Ofrécelos y pide lo que deseas para mañana. Ave María
Dar tiempo
Detén la marcha por un momento. ¿Cuánta prisa traes? ¿Qué cosas te
han apurado hoy? Recuerda “El tiempo es superior al espacio. Este princi-
pio… Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o
los cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad” (Papa
Francisco). “Señor ayúdame a aquietar el corazón. Ayúdame a disfrutar
de las cosas sencillas, una sonrisa, el aire fresco, una buena comida, una
grata compañía. Abre mi corazón al presente, al aquí y al ahora, y ayúda-
me a soltar lo que me inquieta. Ayúdame a darle tiempo a las cosas”.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 3
Con
Jesús por la mañana
Pon tu mirada en el dolor de
quien sufre el mal y abrázalo,
no te apegues al lamento in-
fecundo.
Recibe la vida del nuevo día y dile a Jesús que cuenta
contigo para ser alivio en medio del sufrimiento, paz
en medio de conflictos, sanación en medio de las vidas
rotas. “Señor dame tu estilo y tus gestos para con mis
hermanos, que no mantenga la mirada en el mal o los
opresores, sino en el dolor de quienes lo sufren, lle-
vando restauración, armonía y consuelo”. “Pero Él pa-
sando por medio de ellos, se marchó” (Lc 4, 21-30).
Padrenuestro
CONFLICTOS
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Reconocer las dificul-
tades.
Respira hondo y cierra
tus ojos. Mira el día, re-
conoce esa gracia espe-
cial recibida y agradé-
cela. Busca en tu corazón esos sentimientos de miedo, desconfianza y
enojo que te envolvieron hoy. Descubre si llegaron a dominarte ¿Qué
actitudes despertaron en ti? ¿Qué mensaje te dejaron? Ofrece lo vivido
y pide a Dios que te abrace en su amor. Apunta un propósito para ma-
ñana. Ave María
Aceptar el conflicto
¡Qué bueno es detenerse para mirar el corazón! ¿Cómo han sido tus en-
cuentros? ¿Has tenido problemas con los demás? “Señor, que no me
aferre a mis ideas y me abra a la escucha de mis hermanos. Ayúdame a
valorarlos en las diferencias y a suavizar mi corazón mirando la bondad
de su corazón”. “De este modo, se hace posible desarrollar una comu-
nión en las diferencias, que sólo pueden facilitar esas grandes personas
que se animan a ir más allá de la superficie conflictiva y miran a los de-
más en su dignidad más profunda” (Papa Francisco).
CON JESÚS POR LA NOCHE
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES 4
Con
Jesús por la mañana
Abre tu corazón al día que
se te regala y ofrece vivir
cotidianamente con amor
y acogida las necesidades
de los demás.
La compasión es el estilo de Jesús y debe ser el tuyo
en la relación con tus hermanos. “Vete a tu casa, con
los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo
y cómo ha tenido compasión de ti” (Mc 5, 1-20).
“Señor que sea amable, que no me escandalice la vida
rota, que aprenda de tu cercanía con la fragilidad y el
dolor, que sea signo de tu amor para mis hermanos”.
Padrenuestro
COMPASIÓN
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Cuidar los dones.
Recógete. Toma consciencia de tu día y agradece los encuentros, las
compañías, las palabras que te han hecho bien. Mira lo vivido y descu-
bre en qué momento te has sentido libre en tus acciones y en armonía
con tus hermanos. ¿Cómo podrías conservar y cultivar esas actitudes
en adelante? Pídele a Dios su punto de vista y apunta un compromiso
para cuidar la libertad en tus actitudes. Ave María
Comunión
Levanta la mirada al cielo y deja
que el Señor te mire. Preséntale
las personas que amas y aquellas
con las que estás enemistado.
“Aquí traigo a tu presencia a quie-
nes amo mucho y a quienes ten-
dría que amar más. Qué fácil me resulta amar a quienes me aman, pero
no a quienes me han hecho daño. Señor, reconcilia nuestros corazones
endurecidos.” “La diversidad es bella cuando acepta entrar constante-
mente en un proceso de reconciliación” (Papa Francisco). ¿Ante quién
endureciste el corazón? Vuelve al encuentro con esa persona.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
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y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 5
Con
Jesús por la mañana
Ofrece el nuevo día al Señor junto a
miles de hermanos que rezan diaria-
mente por la intención del Papa en
su Red.
“Hay tantas vidas rotas, víctimas de violencia y abuso.
Que no me acostumbre a escuchar estas noticias, que
el corazón me duela y la voluntad me mueva a acer-
carme a mis hermanos con fe, sabiendo que eres Tú el
médico que los sana y que te harás presente”. “Si logro
tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré” (Mc 5,
21-43). Ora y trabaja con fe y deja que el Señor haga el
resto. Padrenuestro
FE QUE CURA
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Elegir la vida.
Toma consciencia de cómo te sien-
tes ahora. Agradece los pequeños
detalles que te llenaron de alegría y
esperanza. Mira la dirección gene-
ral de lo vivido ¿Has elegido la vi-
da? ¿Has amado? o ¿Has quedado
fijado al mal humor o al enfado?
Habla con Dios y comprométete
para mañana a elegir la vida, a
abrazar, ayudar, servir, sonreír, a be-
sar. Ave María
Corazón herido
Toma un descanso. Repara fuerzas elevando el corazón al Señor. Vuelve a
ofrecer tu día. “Aquí estoy Señor, puedes contar conmigo. No tomes en
cuenta mis fallos, sólo mira el deseo de continuar mi día contigo”. Refle-
xiona ¿Qué gestos enturbiaron tu mañana? ¿Has respondido con enojo o
deprecio o falta de amor a alguien? Recupera el día y retoma la marcha.
“La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie
podrá poner un límite al amor de Dios que perdona” (Papa Francisco).
Sonríe más en lo que resta del día.
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Para
meditar
Cuando buscamos al Señor, Él
sorprende siempre. Es lo que
hace si le prestamos atención.
A medida que vamos vivien-
do, descubrimos el valor que
tiene el encuentro con Él. Y
justamente eso es lo que sor-
prende, lo que nos descoloca
de nuestra “organizada” vida
diaria. Porque al encontrarnos
con Él, nos encontramos con una “persona” como nosotros. Y esa persona
es al mismo tiempo nuestro Dios.
¿Es realmente posible que al Dios que reconocemos todopoderoso, omni-
potente, omnipresente, que todo lo puede, todo lo sabe, todo lo conoce,
le podamos hablar con la misma sencillez que estamos usando al escribir
estas palabras?
La respuesta es SÍ. Porque Él así lo quiere. Y… “porque Dios está loco”. Sí,
“loco de amor” por nosotros, sus hijos. Sólo la “locura” de Amor explica la
cercanía y confianza para llamarlo “papá”, “ABBÁ”.
José María Mattaldi sj
MEJ — Parroquia Virgen de los Pobres
Mendoza — Argentina
Loco de amor
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Pero sólo una cosa nos permite esta certeza en el Amor de Dios. Sólo la
Fe nos permite esta confianza. La Fe de la que San Pablo dice: “Es la ga-
rantía de lo que se espera, certeza de las realidades que no se ven” (Heb
11).
“Garantía de lo que se espera…” ¿Qué es para nosotros “una garantía”? La
seguridad de la respuesta cuando las cosas fallen, cuando los compromi-
sos no se cumplan. Es esa cláusula de seguridad que hacemos valer cuan-
do entre nosotros faltamos a los compromisos.
La Fe es esa seguridad. La seguridad de la respuesta del Señor cuando
nosotros fallemos, cuando nuestro amor tropiece, cuando todo se desmo-
rone. Él no lo hará porque su amor es fiel, incondicional y para siempre.
Porque el Amor del Señor primerea. Porque el Señor está loco de Amor,
loco de Amor por nosotros”, que somos
sus hijos en El Hijo.
“Es la certeza…” de las realidades que no
se ven con los ojos del cuerpo pero que
se atisban con los ojos del corazón. Es la
convicción de que Su Amor no falla, de
que, aunque no se vea a simple vista, el
retoño de amor siempre está y germina.
Que sea la Fe en su Amor incondicional,
la garantía de la que echemos mano en nuestras esperas y cuando todo
parezca nublarse. Una fe que espera contra toda esperanza.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 6
Con
Jesús por la mañana
Un nuevo día es un regalo
para amar y servir a tus
hermanos. Agradece esta
oportunidad
Concreta tu servicio ofreciendo todo lo que vivas en
comunión con esta Red de Oración y por las víctimas
de abuso, migrantes, prostitución y violencia. El amor
del Señor rompió con reglas, pasó curando, amando,
dando vida a cuantos acudían a Él. “Cuando llegó el
sábado, se puso a enseñar en la sinagoga” (Mc 6, 1-6).
¿Cómo amas tú? ¿Reconoces la urgencia de amar co-
mo primera respuesta ante toda circunstancia? Pre-
gúntate: ¿En esta situación cómo puedo amar más?
Padrenuestro
PRIMERO EL AMOR
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Pedir la gracia.
Mira el día. Agradece los momentos que te han dado paz y alegría. Re-
cuérdalos y vuelve a disfrutarlos. Pide a Dios que te muestre qué desa-
fíos enfrentaste hoy. ¿Cómo respondiste a ellos? ¿Actuaste con libertad,
sintiendo amor, esperanza y confianza por lo que vivías? ¿Sentiste in-
quietud? Aprendiendo de lo vivido hoy, pide para mañana la gracia que
necesitará tu día para actuar con libertad interior. Ave María
Tomar y compartir
Detén la marcha y acoge lo vivido es-
ta mañana. ¿Has compartido tiempo,
alimento o bienes con otros? ¿Te has
mantenido aislado y en soledad?
“Señor, que abra mi vida a otros, que
aprenda a convivir y compartir. Re-
cuérdame que todo lo que soy y ten-
go es tu don para tomar, hacer crecer
y compartir. No permitas que sea egoísta y solitario”. “Jesús escogió la
comida también para entregar a sus discípulos su testamento espiritual”
(Papa Francisco). Bendice los alimentos, agradécelos porque te ayudan a
vivir y comparte con los que no tienen lo necesario para sostenerse.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
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y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
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En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 7
Con
Jesús por la mañana
Un nuevo día y con él la
oportunidad de colabo-
rar con Jesús en su mi-
sión de compasión por
el mundo.
Jesús te llama, te invita a estar y trabajar con Él en tan-
tas vidas víctimas de violencia y abuso que necesitan
ser restauradas y sanadas. “Llamó a los Doce y comen-
zó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los
espíritus inmundos” (Mc 6,7-13). “Señor, aquí estoy
puedes contar conmigo. Hazme despierto para reco-
nocer las necesidades de mis hermanos y generoso
para dar respuesta”. Evita las discusiones y peleas, cul-
tiva la mansedumbre con tus hermanos. Padrenuestro
MISIÓN DE COMPASIÓN
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Abrirse a Dios.
Recoge tu semana y descubre cómo Dios te ha buscado. Agradece lo
recibido, el buen humor, la salud, la belleza, tu capacidad para traba-
jar. Mira cómo has vivido. ¿Has actuado con libertad interior? Descu-
bre alguna realidad, debilidades de carácter, persona o situación que
te haya quitado libertad interior. ¿Estás abierto a recibir la gracia que
necesitas para crecer en libertad? Concreta un compromiso para la
semana que inicias. Ave María
Admirar la belleza
Aquieta la marcha del día. En
esta pausa te invitamos a po-
ner tu corazón en sintonía con
el Corazón de Jesús. Mira con
detenimiento las maravillas de
Dios, la belleza de la naturale-
za, la bondad de las personas,
tus talentos, la amistad, el tra-
bajo. Sólo admira y agradece.
“El hacerse presente serenamente ante cada realidad, por pequeña que
sea, nos abre más posibilidades de comprensión y de realización perso-
nal” (Papa Francisco). “Señor que no me distraiga, que esté presente en
cada realidad. Que todo sea para mí ocasión para amarte y servirte”.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
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y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 8
Con
Jesús por la mañana
Acoge el nuevo día y hazlo
oración. Tu vida cotidiana
es el altar de tus entregas
al Señor donde puedes ha-
cer oración la vida y vida la
oración, para que Él trans-
forme tu vida.
“Señor haz que mi vida sea una alabanza, una acción
de gracias y una súplica constantes para que Tú cam-
bies mi corazón de piedra en uno de carne”. “El rey se
llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del
juramento y de los comensales” (Mc 6, 14-29). Que tus
actitudes con tus hermanos reflejen el estilo compasi-
vo y misericordioso de Jesús. Padrenuestro
CORAZÓN DE PIEDRA
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Crecer en libertad.
Aquieta el corazón
y mira cómo has vi-
vido hoy tu liber-
tad. Agradece el
amor dado y recibi-
do. ¿En qué mo-
mentos reconoces
que has estado ani-
mado, esperanzado y de buen humor? ¿Qué actitudes se despertaron
en ti? Detente a disfrutar y agradece esa experiencia de libertad. Toma
un compromiso para cultivar el ánimo y buen humor para mañana.
Ave María
CON JESÚS POR LA NOCHE
No a la tristeza
Respira profundo y haz un alto en el camino. Vuelve a calibrar tu cora-
zón. ¿Qué sentimientos te habitan? ¿Te has dejado ganar por la tristeza
hoy? La tristeza que enferma el corazón genera encierro y el relamer de
las heridas. “Una de las tentaciones más serias que ahogan el fervor y la
audacia es la conciencia de derrota que nos convierte en pesimistas que-
josos y desencantados con cara de vinagre” (Papa Francisco). Ante cada
dificultad repite en tu corazón: “Contento, Señor, contento”.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 9
Con
Jesús por la mañana
Inicia el nuevo día y con él re-
nueva tu ofrecimiento al Señor
para que Él tome tu vida y la
haga fecunda, puesta al servi-
cio de Su misión.
“Jesús les preguntó: ¿Cuántos panes tienen? Vayan y
vean” (Mc 6,30-34). Deja que estas palabras resuenen
en tu corazón ¿Qué tienes para dar? “Y les demostró
que los pocos panes y peces que tenían, con la fuerza
de la fe y de la oración, podían ser compartidos por
toda aquella gente”. Jesús cuenta con tus panes y tus
peces. ¡Ofrécelos por la intención del mes! Padrenues-
tro
¿QUÉ TIENES PARA DAR?
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Mirar los sentimientos.
Serena las ideas y recoge tus emociones. Descubre algún detalle de ca-
riño que hayas recibido y agradécelo. Mira en tu corazón los sentimien-
tos de amor, de alegría y paz que has sentido hoy. ¿Recuerdas las cir-
cunstancias que los despertaron? Disfrútalos y conversa con el Señor de
ellos. Ofrécelos y pide lo que deseas para mañana. Ave María
El consuelo de Dios
Haz una pausa para encontrarte
un momento con el Señor que
te busca. Cierra los ojos y déjate
abrazar por Él. El oficio de Dios
es consolar, y el lenguaje del
consuelo es gozo, iluminación y
descanso al alma. “Finalmente
con esta divina consolación to-
dos los trabajos son placer y to-
das las fatigas descanso. El que camina con este fervor, calor y consola-
ción interior, no hay carga tan grande que no le sea muy dulce” (San Ig-
nacio de Loyola). Descubre el consuelo de Dios en tu día y agradece esta
experiencia. “¡Gracias, Señor por tu abrazo!
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 10
Con
Jesús por la mañana
Ofrece tu vida y lo que vivas
hoy para que los hermanos que
sufren dolores de abuso, sean
acogidos en sus vidas y en sus
historias de vida.
Una red de fraternidad “significa hacer que las perso-
nas se levanten, que puedan volver a ponerse en ca-
mino con dignidad, con la fuerza y el coraje de enfren-
tar la vida, valorizando sus talentos y su trabajo”. Abre
tus brazos para recibir a tus hermanos. “Maestro, he-
mos estado bregando toda la noche y no hemos pes-
cado nada; pero basta que tú lo dices, echaré las re-
des” (Lc 5, 1-11). Padrenuestro
DISPONIBLES AL MAESTRO
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Reconocer las dificultades.
Respira hondo y cierra tus ojos. Mira el día, reconoce esa gracia espe-
cial recibida y agradécela. Busca en tu corazón esos sentimientos de
miedo, desconfianza y enojo que te envolvieron hoy. Descubre si llega-
ron a dominarte, ¿Qué actitudes despertaron en ti? ¿Qué mensaje te
dejaron? Ofrece lo vivido y pide a Dios que te abrace en su amor.
Apunta un propósito para mañana. Ave María
Ausencia de Dios
Aquieta el corazón para una pausa. Toma contacto con tu interioridad. ¿
Cómo está tu corazón? La ausencia de Dios en el alma es desolación.
“Nuestro común enemigo pone todos los inconvenientes posibles, po-
niéndonos muchas veces
tristeza sin saber noso-
tros por qué estamos
tristes… y venimos en
parecer que en todo es-
tamos apartados del Se-
ñor nuestro” (San Ignacio
de Loyola). ¿Sientes se-
quedad en el alma, des-
gano y pesadez espiri-
tual? No te desanimes, ten paciencia, el Señor está presente. Pídele que
se haga sentir.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES11
Con
Jesús por la mañana
Nuevo día, nueva oportu-
nidad para amar y servir a
Dios y a los hermanos,
ofrécelo por los que bus-
can acogida en su situa-
ción de marginación.
El Evangelio, hoy nos habla de los corazones que bus-
can con fe a Dios: “Y dondequiera que entraba, coloca-
ban a los enfermos en las plazas y le pedían que les
dejara tocar siquiera la orla de su manto” (Mc 6, 53-
56). ¿Deseas encontrarte con el Señor cada día? Búsca-
lo en las cosas sencillas, en un servicio, en una sonrisa,
en una charla y disfruta del encuentro. Padrenuestro
BUSCA AL SEÑOR
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Cuidar los dones.
Recógete. Toma consciencia de tu día y agradece los encuentros, las
compañías, las palabras que te han hecho bien. Mira lo vivido y descu-
bre en qué momento te has sentido libre en tus acciones y en armonía
con tus hermanos. ¿Cómo podrías conservar y cultivar esas actitudes en
adelante? Pídele a Dios su punto de vista y apunta un compromiso para
cuidar la libertad en tus actitudes. Ave María
Desacuerdos y diálogos
Haz un alto en el camino de
hoy. Detente a dejar que
Dios te mire. ¿Cómo has vi-
vido esta mañana? ¿Cómo
va tu día? “Señor no dejes
que me ganen los enojos y
las impaciencias. Ayúdame a
hacer la experiencia de la es-
pera, de la calma y humil-
dad. Deseo un corazón como el tuyo sencillo y manso”. Tolera con pa-
ciencia los desacuerdos y dialoga con tus hermanos. “El diálogo es ex-
presión de caridad, porque, aun no ignorando las diferencias, puede
ayudar a buscar y compartir el bien común” (Papa Francisco).
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 12
Con
Jesús por la mañana
Recibe un nuevo amanecer y ofrece al Se-
ñor la vida de tantas personas que son
víctimas de explotación y abuso, para que
sean recibidas y ayudadas en su dolor.
La Red de Oración de Argentina nos ayuda a rezar este
mes. “Les decía también: Qué bien violáis el manda-
miento de Dios para conservar vuestra tradición” (Mc
7, 1-13). “Señor que nada se anteponga al manda-
miento del amor, ni las fronteras, ni los límites, ni los
prejuicios, sólo la solidaridad y la compasión. Aquí es-
toy Señor puedes contar conmigo”. Abre el corazón a
tus hermanos. Padrenuestro
AMAR CON GESTOS
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Elegir la vida.
Toma consciencia de cómo te sientes ahora. Agradece los pequeños de-
talles que te llenaron de alegría y esperanza. Mira la dirección general de
lo vivido, ¿Has elegido la vida? ¿Has amado? o ¿Has quedado fijado al
mal humor o al enfado? Habla con Dios y comprométete para mañana a
elegir la vida, a abrazar, ayudar, servir, sonreír, a besar. Ave María
¿Qué tengo que aprender?
Detén la marcha del día para un
momento con Dios. “Señor, ¿qué
tengo que aprender? Quiero ex-
pandir mi vida y abrir las puertas
de mi corazón a la novedad que
me regalas cada día. Quiero
aprender de cada circunstancia el
mensaje que trae para mí”. Acoge
lo que vivas, déjate sorprender y
pregúntate ¿Qué tengo que
aprender de esto que me sucede? “Cada criatura refleja algo de Dios y
tiene un mensaje que enseñarnos” (Papa Francisco). Apunta los aprendi-
zajes de hoy.
Pág. 32
Para
meditar
El Evangelio vuelve a recordarnos una vez más, quiénes somos nosotros y
quién es Jesús. La Buena Noticia nos ayuda a poner nuestra vida de cara a
Dios. Nos recuerda Jesús que nosotros somos casa de oración y no cueva
de bandidos. Somos templo del Espíritu, somos sagrados, somos de Dios.
Jesús, en este misterio de su vida,
nos pone de frente a nuestra reali-
dad más sagrada ¿de dónde veni-
mos? ¿de quién somos?: somos de
Dios. Por eso su misión es poner-
nos de cara a ese Dios que es
nuestro origen y nuestro fin último,
ponernos a la escucha de su pala-
bra, en clave de oración, de escu-
cha, de diálogo, de palabra que se
asume, se acoge. Palabra que se
devuelve en clave de súplica, de
alabanza, y también de ofrecimien-
to.
Cuando olvidamos esta verdad,
cuando olvidamos que somos casa
de oración y empezamos a negociar haciendo lugar a las cosas del mundo
que nos alejan de esta verdad, Jesús irrumpe, se hace presente aboga por
nosotros haciéndose cargo de la situación.
ERES CASA DE ORACIÓN Ignacio Rey Nores sj
MEJ Parroquia San Ignacio Montevideo - Uruguay “Mi casa será casa de oración”.
Lc 19, 45-48
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¿Cómo? Expulsa a los mercaderes que hemos dejado entrar. Él es el que
nos purifica de todas nuestras manchas e idolatrías.
¡Qué cosa más linda que Jesús nos remita a la grandeza o a la belleza de
Dios en nosotros! ¡Somos casa de Dios! ¡Qué maravilla poder hacer esta
experiencia de lo sagrado en nosotros!
Y en ese sentido qué compromiso el de nuestras comunidades cristianas,
el de tener abiertos nuestros templos, para que nuestra gente pueda hacer
esta experiencia de lo sagrado. Somos Templo del Espíritu Santo, la mejor
catedral, así de grandes, así de luminosos, y qué picardía es que lo olvide-
mos. Que le demos lugar a esas ofertas tramposas de la vanidad, de la co-
modidad y a todos esos bandidos a los que le damos lugar.
Es una buena imagen para los jóvenes, recuerden que son casa de oración,
no antros. Y esta puede ser una buena imagen para pensar en cómo vivi-
mos nuestra sexualidad,
como nos relacionamos,
cómo tratamos a los
otros. Hermanos que co-
mo yo son también la
mejor catedral.
Hay un Jesús que está
comprometido en recor-
darnos que no somos
cueva de bandidos. So-
mos la mejor catedral.
ERES C
ASA D
E ORACIÓ
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 13
Con
Jesús por la mañana
Recibe el nuevo día con esperanza reno-
vada ofreciéndote a colaborar con Jesús
por todos los hermanos y hermanas del
mundo que buscan solidaridad por su si-
tuación de migración.
“Cada forastero que llama a nuestra puerta es una
ocasión de encuentro con Jesucristo…nuestra respues-
ta común se podría articular entorno a cuatro verbos:
acoger, proteger, promover e integrar” (Papa Francis-
co). “También decía: lo que realmente contamina al
hombre es lo que sale de él” (Mc 7, 14-23). Que de tu
corazón broten gestos de hermandad. Padrenuestro
EL ESTILO DE JESÚS
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Pedir la gracia.
Mira el día. Agradece los momentos que te han dado paz y alegría. Re-
cuérdalos y vuelve a disfrutarlos. Pide a Dios que te muestre qué desa-
fíos enfrentaste hoy. ¿Cómo respondiste a ellos? ¿Actuaste con liber-
tad, sintiendo amor, espe-
ranza y confianza por lo que
vivías? ¿Sentiste inquietud?
Aprendiendo de lo vivido
hoy, pide para mañana la
gracia que necesitará tu día
para actuar con libertad in-
terior. Ave María
Amor que empobrece
Eleva tu mirada al cielo, busca la mirada de Dios sobre ti. ¿Dónde tienes
puesta tu confianza? ¿Dónde buscas seguridad? “Todos los bienes que
tenemos, el Señor nos lo da para hacer que el mundo vaya adelante, pa-
ra que la humanidad siga adelante, para ayudar a los demás” (Papa Fran-
cisco). Prívate de algo en favor de otro, te ayudará a crecer en libertad.
No te distraigas, tu vida no depende de lo que posees. “Sólo en Dios
pongo mi confianza, sólo en Dios pongo mi afición, sólo en Dios pongo
mi esperanza, vivo para Dios”.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES14
Con
Jesús por la mañana
Agradece el nuevo día y
pon en el altar de tu vi-
da todo lo que te toque
vivir.
El Señor acoge hoy a una extranjera necesitada. “Él en-
tonces le dijo: Por eso que acabas de decir, puedes ir-
te; el demonio ha salido de tu hija” (Mc 7, 24-30).
“Señor haz que mi corazón se conmueva ante la nece-
sidad y el dolor de quienes dejan su patria con la es-
peranza de un futuro digno, y que mis gestos acojan la
necesidad de mis hermanos”. Padrenuestro
ESCUCHAR CON EL CORAZÓN
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Abrirse a Dios.
Recoge tu semana y descubre cómo Dios te ha buscado. Agradece lo
recibido, el buen humor, la salud, la belleza, tu capacidad para trabajar.
Mira cómo has vivido. ¿Has actuado con libertad interior? Descubre al-
guna realidad, debilidades de carácter, persona o situación que te haya
quitado libertad interior. ¿Estás abierto a recibir la gracia que necesitas
para crecer en libertad? Concreta un compromiso para la semana que
inicias. Ave María
¿Qué te mueve?
Detén la marcha para re-
parar fuerzas y lanzar la
segunda mitad del día. ¿
Cómo has vivido hoy? A
veces podrías experimen-
tarte desorientado y frus-
trado porque a pesar de
buscar y desear el bien, habitan en ti actitudes egoístas que te dañan a ti
y a otros. Las motivaciones no siempre son tan claras, por momentos ex-
perimentamos mezcla de generosidad y egoísmo, de compasión y
desamor. Toma conciencia de las fuerzas que habitan en tu corazón y a
dónde te llevan. Repite al ritmo de tu respiración: “Señor, dame humildad
para verme tal cual soy”.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 15
Con
Jesús por la mañana
Recibe el nuevo día y di-
le al Señor que puede
contar contigo para ha-
cer de este mundo un
lugar más fraterno.
El Papa Francisco nos invita a acoger a los migrantes, a
darles cuidados, protección y a integrarlos a nuestras
comunidades. Acoger es restaurar sus vidas. “Jesús,
apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en
los oídos y con su saliva le tocó la lengua” (Mc 7, 31-
37). ¿Es tu comunidad de puertas abiertas? ¿Acoges a
los “forasteros” en tu vida? Abre puertas deja entrar a
tus hermanos. Padrenuestro
RESTAURAR LA VIDA
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Crecer en libertad.
Aquieta el corazón y mira có-
mo has vivido hoy tu libertad.
Agradece el amor dado y reci-
bido. ¿En qué momentos reco-
noces que has estado anima-
do, esperanzado y de buen hu-
mor? ¿Qué actitudes se des-
pertaron en ti? Detente a dis-
frutar y agradece esa experien-
cia de libertad. Toma un compromiso para cultivar el ánimo y buen hu-
mor para mañana. Ave María.
La vida de Jesús
Elegir a Jesús es elegir la vida, y esta elección se concreta en nuestras ac-
titudes cotidianas y en nuestras decisiones de todos los días. ¿Cómo va
tu día? Descubre lo que llevas en el corazón: miedo, amor, egoísmo, en-
trega, alegría, tristeza, encuentro, confrontación. ¿Qué has elegido en lo
que va del día? “Seguir a Jesús significa compartir su amor misericordio-
so, entrar en su gran obra de misericordia para cada hombre y para to-
dos los hombres” (Papa Francisco). Apunta lo que descubras y has un
propósito para lo que resta del día.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 16
Con
Jesús por la mañana
Inicia el día con alegría y
disposición a vivir con
atención lo que el Señor
te regale.
Tu vida es alimento para otros, esa es tu misión en este
mundo. En todo lo que emprendas hoy disponte a
compartir, a dar, a ayudar, a entregarte a ti mismo. “¿
Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí, en lu-
gar tan inhóspito? Jesús les preguntó: ¿Cuántos panes
tenéis? (Mc 8, 1-10). Ofrece el día por las personas que
son víctimas de la trata, para que encuentren compa-
sión y solidaridad. Padrenuestro
DAR DE COMER
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Mirar los sentimientos.
Serena las ideas y recoge tus emociones. Descubre algún detalle de cari-
ño que hayas recibido y agradécelo. Mira en tu corazón los sentimientos
de amor, de alegría y paz
que has sentido hoy. ¿
Recuerdas las circunstan-
cias que los despertaron?
Disfrútalos y conversa con
el Señor de ellos. Ofrécelos
y pide lo que deseas para
mañana. Ave María
Alegría en la lucha
Detén la marcha del día. Repasa el ánimo con el que has vivido tu maña-
na. ¿Cómo has llevado las dificultades? “Nadie puede emprender una lu-
cha si de antemano no confía plenamente en el triunfo” (Papa Francisco).
“Señor, has que funde mi alegría en Ti, en que he sido elegido para vivir,
amar y ser amado por ti. Que mis expectativas no cumplidas no me hun-
dan ni mis fragilidades me desanimen”. Recuerda que la plenitud es un
camino y no un destino. Desecha la aspiración perfeccionista que endu-
rece el alma.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
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En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 17
Con
Jesús por la mañana
Levanta la mirada al cielo y agrade-
ce un nuevo día, ofrécelo con el co-
razón abierto a tantos hermanos
que necesitan ser recibidos en su
dolor.
“Señor que no sea sordo al llamado y la búsqueda de
mis hermanos, que abra mi corazón y mi vida para
acoger y proteger”. “Bienaventurados los que tenéis
hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventura-
dos los que lloráis ahora, porque reiréis” (Lc 6, 21).
Ofrece el día para que esta esperanza sea concreta en
la vida de muchos. Padrenuestro
BIENAVENTURADOS
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Reconocer las dificultades.
Respira hondo y cierra tus ojos. Mira el día, reconoce esa gracia espe-
cial recibida y agradécela. Busca en tu corazón esos sentimientos de
miedo, desconfianza y enojo que te envolvieron hoy. Descubre si lle-
garon a dominarte ¿Qué actitudes despertaron en ti? ¿Qué mensaje te
dejaron? Ofrece lo vivido y pide a Dios que te abrace en su amor.
Apunta un propósito para mañana. Ave María
Amor que sana
Inicia la tarde con el Señor. El amor y la misericordia sanan y alivian el
dolor. La experiencia de la comprensión y el perdón ante los errores em-
puja a las personas a recomenzar de nuevo, les abre el horizonte y las
pone a caminar nuevamente. ¿Cómo
han sido tus gestos hoy ante los
errores de tus hermanos? “Dame Se-
ñor un corazón misericordioso que
no se inmovilice ante el dolor, ni se
endurezca ante el error. Dame un co-
razón enamorado de Ti y de tu
Reino”. Relanza para el resto del día
un amor que sane a quien necesite de ti.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES 18
Con
Jesús por la mañana
Alégrate de un día más en el
que el Amor de Dios te aco-
ge y sostiene.
Tu vida es signo visible del modo en que el Señor ama.
“Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser,
dijo: ¿Por qué esta generación pide un signo? (Mc 8,
12). “Señor que mis gestos de hoy sean signo visible
del Amor que nos tienes, de tu entrega y de tu compa-
sión por toda la humanidad. Que mis hermanos al re-
cibirme, sea a Ti a quien reciban, que al verme sea a Ti
a quien vean”. Padrenuestro
DUROS DE CORAZÓN
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Cuidar los dones.
Recógete. Toma consciencia de
tu día y agradece los encuen-
tros, las compañías, las palabras
que te han hecho bien. Mira lo
vivido y descubre en qué mo-
mento te has sentido libre en
tus acciones y en armonía con
tus hermanos. ¿Cómo podrías
conservar y cultivar esas actitudes en adelante? Pídele a Dios su punto de
vista y apunta un compromiso para cuidar la libertad en tus actitudes.
Ave María
Superar el miedo
Haz una pausa en el día y levanta tu mirada al Señor. ¿Has sentido miedo
hoy? “En los momentos en que las dudas y los miedos inundan nuestros
corazones, resulta imprescindible el discernimiento. Nos permite poner
orden en la confusión de nuestros pensamientos y sentimientos, para ac-
tuar de una manera justa y prudente” (Papa Francisco). Sustituye los pen-
samientos que te generan temor por aquellos que vienen del amor que
Dios te tiene. Repite en tu corazón: “No temas, el Señor está conmigo”.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 19
Con
Jesús por la mañana
Inicia el nuevo día con
corazón agradecido y
confiado en que Dios
nos cuida.
“¿Por qué están hablando de que no tienen panes? ¿
Aún no comprenden ni entienden? ¿Teniendo ojos no
ven y teniendo oídos no oyen?” Mc 8, 14-21). “Jesús
nos muestra la generosidad y el cuidado premuroso
del Padre de tantas formas: con su palabra, con sus
gestos, con su acogida hacia todos, en especial hacia
los pecadores, los pequeños y los pobres” (Papa Fran-
cisco). Confía en el Señor y ofrece el día por la inten-
ción del mes. Padrenuestro
CONFIANZA
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Elegir la vida.
Toma consciencia de cómo te sientes ahora. Agradece los pequeños de-
talles que te llenaron de alegría y esperanza. Mira la dirección general de
lo vivido ¿Has elegido la vida? ¿Has amado? o ¿Has quedado fijado al
mal humor o al enfado? Habla con Dios y comprométete para mañana a
elegir la vida, a abrazar, ayudar, servir, sonreír, a besar. Ave María
Gratuidad
Toma un descanso de tus actividades para encontrarte con el Señor. ¿
Qué motivos han movido tus gestos de hoy? “La enseñanza de Jesús es
clara: "no hagas cosas por interés", no elijas tus amistades por conve-
niencia…el "mensaje de Jesús" es exactamente lo contrario: la
"gratuidad", que
"ensancha la vida" (Papa
Francisco). Repite en tu
corazón: “Señor que sólo
busque agradarte, que
abra mi corazón a las ne-
cesidades de mis herma-
nos sin esperar nada a
cambio. Que todo sea
por amor a Ti”.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 20
Con
Jesús por la mañana
Recibe el nuevo día que co-
mienza agradecido en tu cora-
zón y ofrece tu día por el
desafío que nos da el Papa por
la acogida generosa de las víc-
timas de la trata de personas,
de la prostitución forzada y de
la violencia.
Se compasivo con el dolor, reza con tu vida por tus
hermanos. “¿Ves algo? Él alzando la vista, dijo: veo a
los hombres, pero los veo como árboles que andan.
Después, volvió a ponerle las manos en los ojos y co-
menzó a ver perfectamente” (Mc 8, 22-26). Mira el do-
lor y actúa aliviando. Padrenuestro
MIRAR EL DOLOR
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Pedir la gracia.
Mira el día. Agradece los momentos que te han dado paz y alegría. Re-
cuérdalos y vuelve a disfrutarlos. Pide a Dios que te muestre qué desafíos
enfrentaste hoy. ¿Cómo respondiste a ellos? ¿Actuaste con libertad, sin-
tiendo amor, esperanza y
confianza por lo que vi-
vías? ¿Sentiste inquietud?
Aprendiendo de lo vivido
hoy, pide para mañana la
gracia que necesitará tu
día para actuar con liber-
tad interior. Ave María
Humus
Mira cómo has vivido lo que va del día. ¿Cómo has tomado las contrarie-
dades? “La humildad sólo puede llegar a un corazón a través de las hu-
millaciones. No hay humildad sin humillaciones, y si tú no eres capaz de
aceptar algunas humillaciones en tu vida, no eres humilde” (Papa Fran-
cisco). ”Señor, ayúdame a aceptar algunas verdades, aunque no me gus-
ten. Que no me defienda cuando mis hermanos me hagan una correc-
ción, aunque sea injusta. Que aprenda del vivir en silencio la contrarie-
dad, por amor a Ti y a mis hermanos”.
Pág. 50
Para
meditar
Cada día en Click to Pray cuentas con la oportunidad de cerrar tu jornada
con una pequeña pausa que te invita a recoger el día. Este tercer momen-
to de oración es un “detenerse” para volver a pasar por el corazón todo lo
que te ha tocado vivir.
Este momento de oración es muy valioso para habituarnos a cerrar el día
con el Señor y que Él nos muestre con su mirada cómo hemos vivido. Es
un verdadero encuentro para estar con Él, conversar como amigos y pla-
near juntos la próxima jornada.
Te propongo un peque-
ño ejercicio. Comienza
este momento de ora-
ción tomando distancia
de las actividades de la
jornada. Es necesario
que encuentres un lugar
apropiado y un tiempo
tranquilo. Podrá ayudar-
te tomar una posición
cómoda y aquietar la
respiración. Hazte presente a ti mismo y procura calmar los pensamientos
agitados y erráticos.
CON JESÚS POR LA
NOCHE María Bettina Raed
Directora Regional Argentina - Uruguay Co-Coordinadora Internacional Click to Pray. Red Mundial de Oración del Papa AO / MEJ
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Habiendo entrado en la calma del corazón, piensa en algo que quieras
agradecer, algo especial que hayas vivido, personas, lugares. Luego, pre-
gúntale a Dios: Señor, dónde has estado presente hoy. Y mira como si
fuera una película lo que has vivido, buscando Su Presencia en los aconte-
cimientos. Agradece por todo.
Una vez que tengas en tu corazón y en tu mente lo que has vivido, pre-
gúntate qué te hubiera gustado que fuera diferente, y reconoce si esa si-
tuación necesita ser perdonada o enmendada. Si así fuera, pide perdón y
sigue adelante
con un propósito
para el día si-
guiente. Pregún-
tale al Señor qué
esperas de mí
para mañana.
Cierra esta ora-
ción poniéndolo
todo en manos
del Señor, la vida, el trabajo, los amigos, los desafíos, todo lo que eres y
tienes para que descansen en Él esa noche y te los retorne renovados al
día siguiente.
Esta pausa te ayudará a reconocer a Dios en lo que vivas y a agradecer
por todo, poniendo el día bajo la mirada de Dios. Y a evitar el engaño de
quedarte sólo con los momentos que más te impactan, nublando otros
que, por discretos pasan desapercibidos. Todo tu día ocurre bajo la mirada
de Dios y esa mirada es la que debes recuperar al final de cada día.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 21
Con
Jesús por la mañana
Ofrece tu corazón al Señor
para que Él lo transforme.
Toma el Evangelio:
“Él les preguntó: Pero vosotros, ¿quién decís que soy
yo? (Mc 8, 27-33). Deja que las palabras resuenen en
tu interior. “El Evangelio de hoy también interpela a ca-
da uno de nosotros. ¿Cómo va tu fe? Cada uno res-
ponda en su corazón. ¿Cómo va tu fe? ¿Cómo es? ¿
Qué encuentra el Señor en nuestros corazones? ¿Un
corazón firme como la piedra o un corazón arenoso, es
decir, dudoso, difidente, incrédulo? Nos hará bien en la
jornada de hoy pensar en esto.” (Papa Francisco). Pa-
drenuestro
EL SEÑOR
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Abrirse a Dios.
Recoge tu semana y descubre cómo Dios
te ha buscado. Agradece lo recibido, el
buen humor, la salud, la belleza, tu capaci-
dad para trabajar. Mira cómo has vivido. ¿
Has actuado con libertad interior? Descu-
bre alguna realidad, debilidades de carác-
ter, persona o situación que te haya quita-
do libertad interior. ¿Estás abierto a recibir
la gracia que necesitas para crecer en li-
bertad? Concreta un compromiso para la
semana que inicias. Ave María
Soberbia
Haz un corte en el día. Recuerda que Dios va contigo. ¿Cómo ha sido tu
trato con tus hermanos esta mañana? “Quiero aprender a amar mejor a
mis hermanos. A sonreírles más, a tener una palabra amable, a no devol-
ver una mala respuesta y a estar atento a sus necesidades. Que no me
crea mejor que nadie, ni peor que ninguno. Que me sienta hermano de
todos, hijos del mismo Padre”. “La soberbia es la semilla de todos los
conflictos” (Papa Francisco). ¿En qué gestos concretos puede crecer tu
amor a los demás?
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 22
Con
Jesús por la mañana
Ten esperanza y fe en el
Señor que te ama incondi-
cionalmente, Él cuenta
contigo. Dile al Señor, co-
mo Pedro, que Él es el cen-
tro de tu corazón.
“Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no
te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre
que está en los cielos” (Mt 16, 17). Si el Señor encuen-
tra en nuestro corazón una fe, no digo perfecta, pero
sí sincera, genuina, entonces Él ve también en nosotros
piedras vivas con las cuales construir su comunidad.
(Papa Francisco). ¿Qué encuentra el Señor en tu cora-
zón? Padrenuestro
CÁTEDRA DE PEDRO
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Crecer en libertad.
Aquieta el corazón y mira cómo has vivido hoy tu libertad. Agradece el
amor dado y recibido. ¿En qué momentos reconoces que has estado
animado, esperanzado y de buen humor? ¿Qué actitudes se despertaron
en ti? Detente a disfrutar y agradece esa experiencia de libertad. Toma
un compromiso para cultivar el ánimo y buen humor para mañana. Ave
María
Estar en el presente
Haz una pausa en tu día. ¿
Cuánta atención has puesto
a tus actividades? ¿Te has
hecho presente a Dios y a
tus hermanos? Vivimos muy
distraídos, dispersos en in-
numerables cosas abiertas
simultáneamente, sin poder
prestarles total atención.
Nos adormila el pasado y nos llena de ansiedad el futuro. El presente es
el lugar de encuentro con el Señor, el único instante para responder con
amor y disponibilidad al amor de Dios. Recuerda orar por los migrantes
que buscan un lugar para vivir. Repite en tu interior: “A cada día le basta
su afán”.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 23
Con
Jesús por la mañana
Inicia el nuevo día con un
corazón dispuesto a amar
y servir a Dios y a los her-
manos.
Dice el Señor: “Este es mi Hijo amado; escúchenlo” (Mc
9, 1-12). “Sería útil dedicar una «jornada para escu-
char». Sumergidos como estamos en la «confusión»,
en las palabras, en las prisas, en nuestro egoísmo, en
la «mundanidad», corremos el riesgo de permanecer
«sordos a la Palabra de Dios», de «endurecer» nuestro
corazón, y de «perder la fidelidad» al Señor. Es necesa-
rio «detenerse» y «escuchar»” (Papa Francisco). Ofrece
el día y presta tu oído a Dios y a los demás. Padre-
nuestro
ESCUCHAR AL HIJO
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ÍA CON JESÚS POR LA NOCHE
Mirar los sentimientos.
Serena las ideas y recoge tus emociones. Descubre algún detalle de ca-
riño que hayas recibido y agradécelo. Mira en tu corazón los sentimien-
tos de amor, de alegría y paz que has sentido hoy. ¿Recuerdas las cir-
cunstancias que los despertaron? Disfrútalos y conversa con el Señor de
ellos. Ofrécelos y pide lo que deseas para mañana. Ave María
Aceptar a los demás
Aceptar a tu hermano es di-
ferente a aprobar lo que ha-
ce. Aceptar es dejar ser a la
otra persona, permitir que se
exprese, que se manifieste,
en cambio aprobar es dar
apoyo a la expresión de la otra persona. Si deseas conocer a tu hermano
debes aceptarlo, dejar que se exprese, que se manifieste en su modo y
con su estilo, sin juzgarlo. No podrás amar si no conoces y no podrás co-
nocer si no aceptas. ¿Te das oportunidad para conocer a tus hermanos o
juzgas apresuradamente sus conductas?
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 24
Con
Jesús por la mañana
Abre tu corazón al nue-
vo día, acoge y ofrece lo
que hoy el Padre te re-
gala.
“Sean compasivos como su Padre es compasivo. No
juzguen y no serán juzgados; perdonen y serán perdo-
nados. Den y se les dará.” (Lc 6, 27-38). «Que en todo
el mundo las comunidades cristianas se conviertan ca-
da vez más y mejor en signo concreto del amor de
Cristo por los últimos y los más necesitados» (Papa
Francisco). Mira a tus hermanos con buenos ojos y re-
za especialmente por los migrantes que buscan ser
acogidos con compasión. Padrenuestro
SEAN COMPASIVOS
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Reconocer las dificultades.
Respira hondo y cierra tus ojos. Mira el día, reconoce esa gracia especial
recibida y agradécela. Busca en tu corazón esos sentimientos de miedo,
desconfianza y enojo que te
envolvieron hoy. Descubre si
llegaron a dominarte ¿Qué
actitudes despertaron en ti?
¿Qué mensaje te dejaron?
Ofrece lo vivido y pide a
Dios que te abrace en su
amor. Apunta un propósito
para mañana. Ave María
Conocer a los demás
Toma un tiempo para respirar y tomar el pulso de tu jornada. ¿Cómo has
vivido este tramo del día? ¿Cómo ha sido la convivencia con tus herma-
nos? Por mucho que nos acerquemos a las personas y creamos conocer-
las, ellas siempre guardan una cuota de misterio. Conocer es también
aceptar ese misterio. "El mejor antídoto contra toda forma de violencia"
es la concepción de "la diferencia como riqueza y fecundidad" (Papa
Francisco). ¿Aceptas con amor lo que no entiendes? Respeta el misterio
que es cada persona.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES 25
Con
Jesús por la mañana
Recibe el nuevo día, el
Señor te ama un día
más y espera tu corazón
abierto y dispuesto a
amarlo.
“Jesús le dijo: ¡Qué es eso de si puedes! ¡todo es posi-
ble para quien cree!” (Mc 9, 13-28). Pon en manos del
Señor todo lo que hoy vivas, confía en que Él hará fe-
cundo tus trabajos, tus alegrías y tus dolores. “Señor
aquí estoy con todo lo que soy y tengo. En tus manos
lo pongo en ofrenda por la vida de quienes buscan
consuelo en sus vidas”. Confía tu día al Señor. Padre-
nuestro
TENER FE
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Cuidar los dones.
Recógete. Toma consciencia de tu día y agradece los encuentros, las
compañías, las palabras que te han hecho bien. Mira lo vivido y descubre
en qué momento te has sentido libre en tus acciones y en armonía con
tus hermanos. ¿Cómo po-
drías conservar y cultivar
esas actitudes en adelan-
te? Pídele a Dios su punto
de vista y apunta un com-
promiso para cuidar la li-
bertad en tus actitudes.
Ave María
¿Cómo amas?
Haz un alto en el día para calibrar el corazón y examinar el amor con que
lo llevas adelante. ¿Cuánto has amado hoy? “El amor es concreto, está
más en las obras que en las palabras” (Papa Francisco). “Dame gestos de
amor para entregar a mis hermanos, que sea tu Corazón tierno el que los
ame a través de mis manos y mis palabras. Sé tú Señor y no yo, el que se
acerque a ellos. Que yo sólo sea una excusa para que ellos te encuentren
a Ti”. Relanza la segunda mitad del día deseando amar más.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 26
Con
Jesús por la mañana
Agradece el nuevo día y
ofrécelo a Dios por la in-
tención que Francisco
nos encomienda.
Únete a la Red de Oración que sigue rezando acompa-
ñada por los hermanos de Argentina que nos hacen
llegar estas oraciones. Sirve rezando por los que nece-
sitan nuestras plegarias. “Entonces se sentó, llamo a
los Doce, y les dijo: si uno quiere ser el primero, que
sea el último de todos y el servidor de todos” (Mc 9,
29-36). Reza y trabaja, lleva tu oración a la vida y tu vi-
da a la oración. Sirve en esta Red de Oración. Padre-
nuestro
EL PODER DEL SERVICIO
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Elegir la vida.
Toma consciencia de cómo te
sientes ahora. Agradece los
pequeños detalles que te lle-
naron de alegría y esperanza.
Mira la dirección general de lo
vivido ¿Has elegido la vida? ¿
Has amado? o ¿Has quedado
fijado al mal humor o al enfa-
do? Habla con Dios y compro-
métete para mañana a elegir la vida, a abrazar, ayudar, servir, sonreír, a
besar. Ave María
La constante
Detén la marcha del día para mirar el corazón. Vuelve los ojos al Señor
que camina contigo. Sólo una cosa debe mover tu día, el amor a tus her-
manos. “El amor por los demás debe convertirse en la constante de
nuestra existencia” (Papa Francisco). ¿Demuestras amor a quienes tienes
cerca? ¿Te comprometes con sus necesidades? Abre tu corazón a otros,
continúa ofreciendo especialmente por quienes sufren abuso, destierro y
violencia para que encuentren consuelo y amor en sus hermanos.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 27
Con
Jesús por la mañana
Bendice el nuevo día. Ben-
dice a quienes encuentres,
todo lo que hoy el Señor
te regale.
Acoge la vida con corazón sencillo como los niños que
de todo se asombran. “El que acoja a un niño como
éste en mi nombre, a mí me acoge; y el que me acoja a
mí, no me acoge a mí, sino a Aquel que me ha envia-
do.” (Mc 9, 37-39). Recibe a las personas que hoy en-
cuentres y ofrécelas al Señor para que él las ayude a
caminar, las acompañe y les haga sentir su amor. Ama
con corazón abierto. Padrenuestro
NIÑOS
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Examinar el corazón
“Custodiar quiere decir enton-
ces vigilar sobre nuestros senti-
mientos, nuestro corazón, por-
que ahí es de donde salen las
intenciones buenas y malas: las
que construyen y las que des-
truyen. No debemos tener mie-
do de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura” (Papa Francisco). Si
permaneces atento a tu corazón descubrirás los sentimientos que te dan
plenitud y los que te quitan vida. Recibe los primeros y deshazte de los
segundos. Lleva apunte de ellos y fortalecerás tu vida interior. Pon en
práctica la vigilancia y el examen de tu corazón.
Pedir la gracia.
Mira el día. Agradece los momentos que te han dado paz y alegría. Re-
cuérdalos y vuelve a disfrutarlos. Pide a Dios que te muestre qué desa-
fíos enfrentaste hoy. ¿Cómo respondiste a ellos? ¿Actuaste con libertad,
sintiendo amor, esperanza y confianza por lo que vivías? ¿Sentiste in-
quietud? Aprendiendo de lo vivido hoy, pide para mañana la gracia que
necesitará tu día para actuar con libertad interior. Ave María.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 28
Con
Jesús por la mañana
Acoge el nuevo día y
pregúntale al Señor ¿
Qué bien puedo hacer
hoy Señor? ¿Qué espe-
ras de mí?
Ayúdame a ser signo de tu presencia entre mis herma-
nos y no obstáculo en sus vidas. “Al que escandalice a
uno de estos pequeños que creen, le iría mejor si le
pusieran una de esas piedras de molino que mueven
los asnos y que lo echasen al mar.” (Mc 9,40-49). Haz el
bien, ayuda a quien te pide y ofrece en este último día
del mes todo lo que vivas por la intención del Papa.
Padrenuestro
SÓLO HACER EL BIEN
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Abrirse a Dios.
Recoge tu semana y descubre có-
mo Dios te ha buscado. Agradece
lo recibido, el buen humor, la sa-
lud, la belleza, tu capacidad para
trabajar. Mira cómo has vivido. ¿
Has actuado con libertad interior?
Descubre alguna realidad, debili-
dades de carácter, persona o si-
tuación que te haya quitado liber-
tad interior. ¿Estás abierto a recibir la gracia que necesitas para crecer en
libertad? Concreta un compromiso para la semana que inicias. Ave María
Cuida la sencillez
“Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también
el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio
que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el ser-
vicio humilde, concreto” (Papa Francisco). Vigilar el corazón es la base
para descubrir qué lo mueve, cuál es el motor de tus actitudes. La humil-
dad y sencillez es el estilo de Jesucristo que debe inspirar tu vida. Presta
atención a tus actitudes y elige aquellas que te acercan al estilo de Jesús.