Reglas Latín

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REGLAS PARA EL ESTUDIO DEL LATÍN 1) El complemento directo de una frase se conoce teniendo en cuenta: qué cosa o a quién; el verbo; el sujeto. Va en acusativo. 2) El sustantivo que va inmediatamente después de los verbos castellanos ser, estar o haber, es generalmente en latín predicativo subjetivo, y va en nominativo. 3) En latín se puede variar mucho el orden de la colocación de las palabras. En ese caso se dice que hay hipérbaton: para traducirlas al castellano, hay que restituir las palabras a su orden natural. Se hace buscando primero el sujeto, luego el verbo, después el complemento directo, enseguida el indirecto o los circunstanciales. 4) El nombre del instrumento con que se hace una cosa o de la causa por la cual se produce, va en ablativo, generalmente sin preposición. 5) Dos o más sustantivos que se unen para designar una misma persona o cosa, se llaman sustantivos apósitos y van en un mismo caso. 6) La palabra que indica el lugar a donde se dirige o es arrojado algo, se pone en acusativo con ad o in. 7) La conjunción castellana y, tiene como equivalentes en latín: et, ac o atque; y también que, la cual se pospone a la palabra final, unida a ella. 8) Cuando el adjetivo se emplea solo, sin sustantivo ninguno, entonces el adjetivo está sustantivado; v. gr.: la reina da pan a los miserables = Regína dat panem míseris. 9) Cuando el adjetivo se sustantiva en latín en el neutro singular, equivale en castellano a un sustantivo; v. gr.: bonum=lo bueno, o el bien; malum = lo malo o el mal. Cuando el adjetivo se sustantiva en latín en el neutro plural, se traduce el castellano añadiendo la palabra

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ALGUNAS REGLAS PARA EL USO DEL LATÍN CLÁSICO

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REGLAS PARA EL ESTUDIO DEL LATÍN

1) El complemento directo de una frase se conoce teniendo en cuenta: qué cosa o a quién; el verbo; el sujeto. Va en acusativo.

2) El sustantivo que va inmediatamente después de los verbos castellanos ser, estar o haber, es generalmente en latín predicativo subjetivo, y va en nominativo.

3) En latín se puede variar mucho el orden de la colocación de las palabras. En ese caso se dice que hay hipérbaton: para traducirlas al castellano, hay que restituir las palabras a su orden natural. Se hace buscando primero el sujeto, luego el verbo, después el complemento directo, enseguida el indirecto o los circunstanciales.

4) El nombre del instrumento con que se hace una cosa o de la causa por la cual se produce, va en ablativo, generalmente sin preposición.

5) Dos o más sustantivos que se unen para designar una misma persona o cosa, se llaman sustantivos apósitos y van en un mismo caso.

6) La palabra que indica el lugar a donde se dirige o es arrojado algo, se pone en acusativo con ad o in.

7) La conjunción castellana y, tiene como equivalentes en latín: et, ac o atque; y también que, la cual se pospone a la palabra final, unida a ella.

8) Cuando el adjetivo se emplea solo, sin sustantivo ninguno, entonces el adjetivo está sustantivado; v. gr.: la reina da pan a los miserables = Regína dat panem míseris.

9) Cuando el adjetivo se sustantiva en latín en el neutro singular, equivale en castellano a un sustantivo; v. gr.: bonum=lo bueno, o el bien; malum = lo malo o el mal.

Cuando el adjetivo se sustantiva en latín en el neutro plural, se traduce el castellano añadiendo la palabra cosas; v. gr.: magna = las cosas grandes. A veces se traduce también por un sustantivo; v. gr.: bona et mala = las cosas buenas y malas, o los bienes y los males.

10) Rigen dativo: 1. Los adjetivos que significan daño o provecho, como inféstus, salutáris; v. gr.: res infésta virtúti = cosa perniciosa a la virtud.

2) Los adjetivos que significan semejanza o desemejanza, como símilis, dissímilis; v. gr.: fílius símilis patri. Estos también pueden construirse con genitivo: fílii símiles patris.

3) Los adjetivos que significan aproximación, vecindad, compañía, como vicínus a-um (vecino), finítimus a-um (colindante, limítrofe), próximus a-um (próximo).

11) Para indicar el tiempo en que sucede una cosa, se emplean los sustantivos aetas, tempus, annus, mensis, etc. En ablativo sin preposición: v. gr.: en este tiempo = hac aetáte o his tempóribus.

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12) En latín los nombres de los meses son verdaderos adjetivos; por esta razón: 1) la palabra mensis y el nombre del mes se hacen concordar en un mismo caso; v. gr.: mensis januárius; mense januário = el mes (de) enero; en el mes (de) enero. 2) los nombres de meses terminados en is o en er, hacen el ablativo en i y no en e; v. gr.: mense apríli = en el mes (de) abril.

13) 1) Rigen ablativo sin preposición o genitivo los adjetivos que significan abundancia o escases (v. gr.: abúndans, dives, plenus; egénus, inops etc), así como dignus e indignus. Ejemplos: bonis o bonórum plenus = lleno de bienes. Dignus poena o poenoe = digno de castigo.

2) El adjetivo praeditus a-um (dotado de) pide siempre su complemento en ablativo sin preposición: proeditus virtúte = dotado de valor.

14) Llámese complemento adjetivo todo sustantivo que se puede reemplazar por un adjetivo. En lugar de decir cives romae (los ciudadanos de Roma) puedo decir cives románi (los ciudadanos romanos); romae es complemento adjetivo, pues equivale al adjetivo románi. En muchos casos en que se usa en castellano un complemento adjetivo, en latín se prefiere el adjetivo correspondiente.

15) 1º Rigen Acusativo con ad los adjetivos que significan inclinación o tendencia como pronus, proclívis, propensus; v.gr. pronus ad vítia = inclinado a los vícios. – 2º También rigen acusativo con ad los adjetivos que significan aptitud o idoneidad, y sus contrarios, como aptus – a – um (Apto), inépitus –a –um (inepto), assuétus – a – um (acostumbrado); v.gr. aptus ad eloquéntiam (apto para la elocuencia). Pero también admiten el dativo: armis (o ad arma) assuétus (acostumbrado a las armas)

16) Después de un comparativo el que castellano se traduce por quam y el segundo termino de la comparación va generalmente en el mismo caso que el primero; v.gr. vulpes callídior est quam leo. – También puede omitirse el quam, y entonces el segundo término va en ablativo; v.gr. vulpes callídior est leóne. – pero esto no se puede hacer sino cuando el comparativo está en uno de los tres primeros casos (Nom, Voc, Acu).

17) 1º cuando el superlativo no lleva complemento que indique expresamente superioridad sobre otras cosas o personas se llama superlativo absoluto; v.gr. vir dictíssmus (varón doctísimo)

Cuando va acompañado de un complemento que indique expresamente superioridad sobre personas o cosas, se llama superlativo relativo; v.gr. dictíssimus romanórum (el más sabio de los romanos).

2º El complemento del superlativo relativo se puede expresar de 3 maneras:

a) Con genitivo: vir doctíssimus Romanórum

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b) Acusativo con inter: doctíssimus inter románosc) Ablativo con ex o de: doctíssimus ex Románis.

18) 1º - Cuando un adjetivo no admite la forma comparativa en ior, ius, ésta se suple con el adverbio magis: Petrus est magís idóneus quam Paulus.

2º - Cuando un adjetivo no admite la forma superlativa en íssimus – a – um, ésta se suple con el adverbio máxime y aun con ádmodum, valde, etc.: Petrus est máxime idóneus (Pedro es el más idóneo).

3º- para encarecer la fuerza del comparativo o del superlativo, suele usarse el adverbio longe y a veces multo: v.gr. Cícero est longe dóctior quam Caesar (Cicerón es mucho más ilustrado que César); Cícero, longe doctíssimus Romanórum (Cicerón, con gran ventaja el más sabio de los romanos).

19) Para establecer relación de igualdad entre dos objetos comparados, se usan en latín las siguientes combinaciones:

1. Tam… quam o ut: Petrus est tam sápiens quam Paulus, o ut Paulus (Pedro es tan sabio como Pablo).

2. AEque… ac o atque: Petrus est aeque sápiens ac Paulus, o atque Paulus

3. Perínde… ac o atque: Perínde hímilis ac sápiens, o atque sápiens (tan himilde como sabio).

20) 1º cuando el nombre personal hace oficio de sujeto, de ordinario no se expresa en latín.

2º Cuando el pronombre es complemento, generalmente va después del verbo; v. gr. Deus amat me = Dios me ama.

3º Con los pronombres de la 1ª y 2ª personas y con el reflejo se, la preposición cum se usa pospuesta y forma con ellos una sola palabra; v. gr. Vobíscim= con vosotros.

21) En latín se tutea siempre a la 2ª persona. Por consiguiente usted se traduce por tú en el caso que corresponda; ustedes por vos. En lugar de “vos, Señor sois bondadoso”, se dice “tú, Señor eres bondadoso” (Tu, Domine, benígnus es). En plural no se usa el ficticio en la segunda persona.

22) 1º Hic señala los objetos próximos a la persona que habla. Iste señalalos objetos próximos a la persona a quien se habla. Ille señala los objetos distantes de la primera y segunda persona.

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2º El demostrativo ille, se usa a veces enfáticamente con el significado de famoso, ilustre, celebre; v.gr. Aristóteles ille, magister Alexandri = el célebre Aristóteles, maestro de Alejandro.

23) 1º Idem (el mismo) sirve para indicar que el objeto ya es conocido; v.gr. este hombre es el mismo (idem) que vimos ayer

Ipse (el mismo) particulariza enfáticamente el objeto de que se va a hablar; v.gr. su misma (ipsa) madre no lo ama.

2º Hombre de gran virtud, se dice de dos modos

a) Con genitivo: Vir magnae virtútisb) O con ablativo: Vir magna virtúte, subentendido praeditus.

24) 1º A los pronombres de 1ª y 2ª persona, y al reflejo se, se añade a veces la partícula met, para dar mayor fuerza a la expresión; v.gr. égomet; tebimetípsi. – al nominativo tu no se añade met sino te; v.gr. tute, tute ipse.

2º también al demostrativo hic, haec, hoc, se piede agregar la partícula ce; v.gr. hisce tempóribus = en este tiempo. – en los interrogativos, esta misma partícula se combina con ne; v.gr. híccine, haecine, hóccine?

25) 1º En latín dos negaciones se destruyen y quivalen a una afirmación; v.gr.: Nullus = ninguno; Nonnullus = alguno.

2º La expresión ne quidem significa ni siquiera. Pueden ir unidas las dos palabras (nequidem), pero la más común es intercalar en medio otra u otras palabras; v. gr. Ne unus quidem = ni uno siquiera.

26. El que, la que, aquel que, el hombre que, etc. Se traducen al latín por is qui, ea quae, id quod; o bien: ille qui, illa quae etc. Pero más comúnmente se suprime el demostrativo is, ille, en el nominativo.

27. Después de los adverbios ne (no sea que), num (acaso) y el condicional si, el relativo áliquis pierde la partícula ali y queda quis, qua, quod, quid.

28. Quísque precedido de un superlativo indica totalidad; v. gr.: ditíssimus quísque = todos los más ricos; óptima quaeque = todo lo verdaderamente bueno.

29. Para indicar la duración de un hecho se usa:a) Ablativo sin preposición: duóbus annis regnávit (reino); o bien:b) acusativo sin preposición: duos annos regnávit; o bien:c) acusativo con la preposición per: per duos annos regnávit.

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30. 1° Para indicar la fecha de un suceso se usa siempre el ordinal; v. gr.: En el año 1492 = anno millésimo quadringentésimo nonagésimo secúndo. El 10 de julio murió = díe décima mensis júlii mórtuus est.

2° Los romanos dividían el mes en tres partes desiguales, por medio de tres festividades populares, que eran:

El 1° del mes, las kalendas (kaléndae - árum)

El 5 del mes, las nonas (nonae – árum)

El 13 del mes, los idus (idus – íduum)

3° En los meses de marzo, mayo, julio y octubre, las dos últimas fiestas se atrasaban dos días: las nonas eran el 7, y los idus el 15.

31. 1° El nombre del lugar en que está un objeto o sucede un hecho, se pone en ablativo con la preposición in: v. gr.: vixit in Hispánia (vivió en España).

2° Perosies nombre propio de ciudad, no lleva preposición: natus est Syracúsis = nació en Siracusa.

3° Y si el nombre de la ciudad es de la primera o segunda declinación y número singular no va en ablativo sino en genitivo; v. gr.: vivébat Londíni = vivía en Londres.

4° Se a éstas las construcciones: domi (en casa); humi (en tierra, en el suelo); ruri (en el campo); domi militiaeque (en casa y fuera; en paz y en guerra).

32. El verbo impersonal haber (v. gr.: hay peligro, hubo fiesta) corresponden en latín al verbo sum, el cual concuerda con el sustantivo en número; v. gr.: hay peligro = sunt película; había en casa = domus erat.

33. 1° Los compuestos de sum rigen dativo; menos possum y absum; este último rige en ablativo con la preposición a o ab.

2° El adjetivo que se refiere a un verbo o a una proposición entera toma el género neutro; v. gr.: esse in pace jucúndum est = estar (o vivir) en paz es agradable.

34. En oraciones como esta: Deus vult ut honorémus paréntes (Dios quiere que honremos a los padres), hay dos proposiciones: 1° Deus vult, que se llama subordinante; 2° Ut honorémus paréntes, que se llama subordinada.

Hay proposiciones subordinadas de varias clases; la del ejemplo anterior se llama subjuntiva, porque su verbo está en modo subjuntivo (honorémus).

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En proposiciones subjuntivas como estas, el que castellano se traduce por ut: Dios quiere que honremos = Deus vult ut honorémus.

35. Cuando la proposición subjuntiva es negativa se usa ne en lugar ut non. Por ejemplo: te suplico que no cortes ese árbol =oro te ne seces árborem istam. Te supliqué que no llamaras a tu hermano = orávi te ne vocáres fratem tuum.

36. Afirmo que Dios existe. Para expresar en latín la proposición subordinada: que Dios existe, se procede así:

1° se suprime el que castellano;

2° el sujeto (Dios) se pone en acusativo;

3° el verbo (existe) se pone en infinitivo. – Affirmo Deum esse (como si se dijera: Afirmo Dios existir).

Antonio avisa que los esclavos no trabajaron = Antónius núntiat servos non laboravísse (como si se dijera: Antonio avisa los esclavos no haber trabajado). He aquí, pues, otra clase de proposiciones subordinadas distintas de las subjuntivas que vimos antes. – Llámanse éstas infinitivas, porque su verbo va en infinitivo: Deum esse; servos non laboravísse.

37. 1. Los verbos que significan deseo, súplica, mandato (como oráre, imperáre etc), llámanse verbos volitivos y rigen la proposición subjuntiva: (Deus ímperat ut honorémus paréntes).

2. Los verbos que significan afirmación, negación, opinión, llámanse verbos declarativos y rigen la proposición infinitiva: (Negat servos laboráre).

38. Cuando el sujeto de la proposición subordinada infinitiva es un pronombre personal, casi siempre hay que expresarlo en latín, aunque en castellano no se exprese; v. gr.: Te anunciamos que en agosto estaré (yo) en casa = Núntio tibi mense sextíli me futúrum esse domi. – Había pensado que (tú) estabas en el campo = Putáverum te ruri esse.

39. Los compuestos con estar se ponen en latín como simples: está llorando (= llora = flet); estábamos viendo (= veíamos = vedebámus) etc.

40. El adverbio no, cuando se usa para prohibir, se traduce al latín por ne; v.gr.: no respondas = ne respondeas; no hagas daño al niño = ne nóceas puero.

41. Los verbos que significan apartamiento, separación en el sentido físico o moral, piden su complemento en ablativo con ab o a, de, ex o e; v.gr.: abest a civitáte (está ausente de la ciudad); cave ab hómine isto (guárdate de ese hombre). Scipionis virtúte Hánnibal ex Italia decéssit (merced al valor de Escipión Aníbal salió de Italia).

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42. Cuando el sujeto de la proposición subordiante es de tercera persona, se reproduce en la subordinada por medio del reflejo se, súi, sibi, se.

Ejemplos: El rey aseguró que (él) no quería la guerra = Rex affirmávit se non cúpere bellum. – los legados suplicaban a César que les perdonase = Legáti caesarem orábant ut sibi párceret.

43. El nombre del lugar a donde uno va, como vimos antes (regla 6), se pone en acusativo con ad o in. Con in se da a entender que uno entra en el lugar dicho. Con ad se indica acercamiento al lugar, dirección que se toma. Ejemplos: Venit in Itaáliam = llegó a Italia, penetró en ella. Proféctus est ad Capuam = se dirigio hacia Capua. Venit ad villam = se acercó a la quinta.

La proposición in no se expresa delante de nombres propios de ciudades o de islas pequeñas, ni delante de los sustantivos domus y rus. Ejemplos: Proféctus est Capuam = marchó a Capua; venit Cyprum; eo (veo) domum.

44. – A) Llámese causal la proposición subordinada que indica la causa o el por qué de la acción del verbo subordinante.

Las proposiciones causales comienzan por una de las conjunciones: quia, quóniam, quod. (= porque, pues, puesto que), las cuales rigen ordinariamente indicativo, o por la conjunción cum o quum (= como, porque) que, cuando se usa como causal, siempre rige en subjuntivo. Esta conjunción, y el verbo en subjuntivo, equivalen al gerundio castellano.

Cuando el que habla o escribe no admite como cierta la causa que se indica, sino que la da como opinión ajena, entonces el verbo va en subjuntivo con las conjunciones quod, quia, quóniam. En este caso la más usual es quod. Ejemplo: Aristídes expúlsus fuit patria quod nimis bonus esset = Aristides fue expulsado de la patria porque (diz que) era demasiado bueno. Claro está que esa no era la verdadera causa.

B) Llámese final a la proposición subordinada que indica para qué o con qué fin se realiza la acción del verbo subordinante. Siempre lleva su verbo en subjuntivo, como en castellano.

Se introduce por ut; v.gr.: Parce inimícis tuis, ut Deus tibi parcat = Perdona a tus enemigos para que Dios te perdona a ti. – Si es negativa, se introduce por ne.

45. La víspera se dice en latín prídie; el día siguiente postrídie. Ambas palabras rigen acusativo o genitivo. Ejemplos: pridie kaléndas (o kalendárum) septémbris = la víspera de las calendas de septiembre (es decir: el 31 de agosto). Postrídie idua aprílis = el día que sigue a los idus de abril (es decir: el 14 de abril).