RELACIÓN DEL ÁNGULO GONÍACO CON TERCEROS ... goniaco.pdfy la cara distal del segundo molar...
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UNIVERSIDAD NACIONAL
DEL NORDESTE
FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
TESIS PARA OPTAR AL GRADO DE
MAGÍSTER EN SALUD BUCAL
RREELLAACCIIÓÓNN DDEELL ÁÁNNGGUULLOO GGOONNÍÍAACCOO CCOONN TTEERRCCEERROOSS MMOOLLAARREESS IINNFFEERRIIOORREESS
YY EELL AAPPIIÑÑAAMMIIEENNTTOO DDEENNTTAARRIIOO
AANNTTEERROO -- IINNFFEERRIIOORR
Autora: Carmen Itatí Collante de Benitez
Directora : Magister Maria O. Lockett
Año: 2001
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AGRADECIMIENTOS
A las autoridades de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional del
Nordeste por brindarnos la oportunidad de cursar la Maestría y facilitarme el equipamiento e instalaciones para que este trabajo de investigación se concrete.
A mi directora de tesis Dra. María O. Lockett por el estímulo brindado, por sus observaciones oportunas, por sus recomendaciones valiosas y por sobre todo su infinita paciencia puesta de
manifiesta en la tarea que nos tocó emprender.
A los Dres. Jorge Bello y Mirta E. Lewintre de Borjas quienes me iniciaron en la especialidad.
Al Dr. René López, encargado del Servicio de Radiología, quien colaboró desinteresadamente en la
toma de películas radiográficas.
A mis colegas del Servicio de Ortodoncia por compartir angustias y ansiedades.
A mis compañeros maestrandos con quien he vivido horas de intenso estudio y trabajo.
Por último a mi esposo Edmundo, mis hijos Angel, Cristina, Laura, Silvia, Mariana, y Martín, quienes me brindaron su apoyo incondicional, no solo colaborando activamente, sino también comprendiendo
mis ausencias.
A todos ellos... ¡¡Gracias!!
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ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN
ESTADO DEL CONOCIMIENTO
MARCO TEÓRICO
OBJETIVOS
1
3
18
28
II. MATERIALES Y MÉTODOS 29
III. RESULTADOS 37
IV. DISCUSIÓN 64
V. CONCLUSIONES 68
VI. RESUMEN 70
SUMMARY 72
VII. ANEXOS 74
VIII. BIBLIOGRAFÍA 77
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I. INTRODUCCIÓN
El interés de este estudio radica en la pretensión de aportar elementos de
análisis acerca del apiñamiento dentario del sector antero-inferior de la
cavidad bucal y contribuir a enriquecer el conocimiento de los odontólogos
ortodoncistas para orientar la adopción de medidas preventivas.
El propósito fue indagar si es posible establecer relaciones entre las variables:
medidas de los ángulos goníacos, retención de terceros molares y apiñamiento
dentario antero-inferior.
Se tomaron como referencia estudios previos de autores que admiten esta
relación, incluyendo la morfología mandibular como factor concurrente,
apoyados en las siguientes cuestiones: ¿Se puede establecer una relación entre
la impacción del tercer molar inferior y la medida del ángulo goníaco?.
¿Influye su retención en el apiñamiento dentario antero-inferior?. ¿Es solo
coincidencia cronológica la erupción del tercer molar y la aparición del
apiñamiento?. ¿Es aconsejable la extracción del tercer molar como medida
preventiva?.
Intentando encontrar respuestas a estas preguntas, se realizó un estudio de tipo
analítico y transversal, sobre teleradiografías de perfil en pacientes no tratados
ortodóncicamente, lográndose establecer una asociación entre terceros
molares retenidos y el apiñamiento dentario antero-inferior.
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ESTADO DEL CONOCIMIENTO
En el inicio de este trabajo se realizó una revisión de las investigaciones
previas sobre el tema estudiado, a fin de valorar la información existente y
conocer los resultados a los que llegaron los distintos autores.
La relación entre el tercer molar inferior y el apiñamiento dentario antero-
inferior, tanto en casos tratados ortodóncicamente como en los no tratados, ha
provocado en los últimos años intentos de justificar algunos fracasos de los
tratamientos ortodóncicos.
Muchos estudios describen la inestabilidad oclusal del sector antero-inferior
como un suceso impredecible. Los que afirman que la presencia del tercer
molar influye en la misma, no dan crédito a las investigaciones que niegan la
relación existente entre terceros molares impactados y apiñamiento antero-
inferior, aduciendo que las muestras no son representativas.
Para un mejor análisis de la bibliografía existente se seleccionaron y
agruparon las investigaciones teniendo en cuenta en primer lugar las que
consideran las variables de retención del tercer molar y posteriormente las
que estudiaron el apiñamiento.
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Björk A., Jensen E. y Palling M. (1956), realizaron un estudio en individuos
entre 12 y 20 años de edad a los que agruparon en pacientes con agenesia de
terceros molares, pacientes con terceros molares impactados, erupcionados y
extraídos. Relacionaron la situación de estos terceros molares con el espacio
existente y el desarrollo del maxilar inferior, describiendo tres factores de
variación en dicho desarrollo: la longitud de la mandíbula, la dirección del
crecimiento condilar y la tendencia direccional de la erupción de los dientes.
Llegaron a la conclusión que en la impacción del tercer molar, el espacio
retroalveolar del segundo molar está considerablemente reducido y que el
desarrollo esqueletal de la mandíbula tiene relación con la retención del tercer
molar inferior. La dirección del crecimiento condilar, estudiada a través del
ángulo β2, resultó ser el factor primario de retención.
Otro estudio con implantes metálicos de tantalium fue realizado por Björk
(1963) para seguir radiográficamente el crecimiento facial en el hombre.
Arribó a la conclusión de que el ángulo goníaco disminuye en el tipo de
crecimiento vertical del cóndilo, observando pronunciada remodelación
debajo de la región del ángulo, y una comprobada aposición periostal.
Posteriormente Björk (1969), en una investigación basada en el mismo
método de implantes, puso énfasis en la predicción del crecimiento rotacional
de la mandíbula, describiendo mediante un cefalograma, signos estructurales
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característicos que indican dos sentidos extremos de crecimiento rotacional
mandibular: el anterior, subdivido en tipo I, II y III y el posterior subdivido
en tipo I y II. Logró además relacionar el tipo de crecimiento condilar con el
crecimiento rotacional de la mandíbula.
Un estudio con propósito similar fue publicado por Ricketts (1972), este autor
sostiene la teoría de que el crecimiento mandibular puede ser reducido a un
simple segmento de círculo en una teleradiografía lateral. Realizó su estudio a
partir de radiografías laterales de 103 cráneos de adultos con oclusión normal
y determinó que a través de ellas se puede predecir la erupción del tercer
molar. Una erupción exitosa estaría relacionada con la distancia existente
entre el borde anterior de la rama y la porción de pieza dentaria que se
extiende por detrás de dicho borde. Si la mitad del tercer molar se encuentra
incluida en la rama, existe el 50% de probabilidad de que esa pieza dentaria
erupcione normalmente, siendo 100% favorable si radiográficamente el molar
se encuentra localizado mesialmente respecto del borde anterior de la rama.
Este mismo autor (1976), midió en cefalometrías laterales la distancia entre Xi
y la cara distal del segundo molar inferior, sobre el plano oclusal, llegando a la
conclusión de que una distancia de 30 milímetros es suficiente para la
erupción del tercer molar, mientras que una medida inferior a 20 milímetros
resulta insuficiente. Afirmó en este estudio que esta predicción puede hacerse
5
a la edad de 8 años.
Dierkes (1975), realizó un estudio en radiografías periapicales de la zona del
tercer molar, tomadas dos años después de finalizado el tratamiento activo y
evaluó el espacio disponible para su erupción. Midió la angulación entre la
perpendicular al eje del segundo molar y el eje del tercer molar y estableció
una relación entre ésta y la posibilidad de erupción de ésta última pieza.
Determinó diferentes rangos de angulación frente a la posibilidad de erupción
del tercer molar; en el rango 0º a 29º la angulación es severa y por lo tanto la
erupción del tercer molar es imposible; en el rango 30º a 59º la angulación es
moderada, de 60º a 89º la angulación es suave, existiendo en este caso
posibilidad de erupción y si es de 90º la angulación es buena y las condiciones
para la erupción son óptimas.
Kaplan, R. (1975), relacionó, entre otras variables, la longitud mandibular y el
ángulo de crecimiento, con la retención de los terceros molares inferiores.
Llegó a la conclusión de que existe diferencia significativa entre los casos de
terceros molares erupcionados y no erupcionados, siendo mayor el ángulo de
crecimiento mandibular en los casos en que el tercer molar estaba impactado.
Schulhof, R. (1976), en un trabajo titulado "Third Molars and Orthodontic
diagnosis", afirma que en aquellos tratamientos en los cuales se tiende a
6
verticalizar los molares inferiores, se puede provocar un desplazamiento distal
de 1 a 2 milímetros lo que disminuiría la posibilidad de erupción del tercer
molar en un 10% a un 20%. Opina que puede predecirse la retención si se
conoce la distancia entre el borde anterior de la rama y la cara distal del
segundo molar, siempre y cuando el espacio disponible para su erupción no
sea afectado por el tratamiento ortodóncico.
Richardson, Margaret en su trabajo "The Etiology and Prediction of
Mandibular Third Molar Impaction" (1977), asoció la Clase II esqueletal con
mandíbulas cortas y más anguladas con los terceros molares impactados.
Encontró diferencias en las medidas de los ángulos goníacos entre los grupos
de pacientes con terceros molares impactados y no impactados, sugiriendo que
ángulos goníacos más agudos están relacionados con terceros impactados.
En otra investigación, la misma autora (1979) sostiene que entre los 13 y 18
años, existe en promedio un aumento del apiñamiento inferior por
movimiento hacia delante del primer molar, una proinclinación del incisivo
inferior y un aumento del ancho intermolar. La investigación proporcionó
alguna evidencia que sugiere que el movimiento hacia delante de los primeros
molares está relacionado con el apiñamiento del arco inferior, sin embargo, la
angulación incisiva o su posición no estarían relacionados con el apiñamiento
del arco inferior.
7
Olive, R. y Basford, K. (1981), publicaron una técnica para predecir la
erupción o impacción del tercer molar basada en la medida del espacio entre
el borde anterior de la rama y cara distal del segundo molar. El estudio fue
realizado sobre cráneos secos de los que se obtuvieron teleradiografías
laterales, trazando en los cefalogramas el plano oclusal y dos perpendiculares
tangentes al borde anterior de la rama y cara distal del segundo molar inferior,
para determinar el espacio disponible. Midieron el ancho mesio-distal del
tercer molar inferior y establecieron que si este era igual o inferior al espacio
disponible, la posibilidad de erupcionar era buena; en caso contrario era muy
posible que el tercer molar se impactara.
Richardson (1987), afirma que varios factores contribuyen al desarrollo del
espacio para la erupción del tercer molar inferior, entre ellos, la reabsorción y
la pendiente del borde anterior de la rama en relación al reborde alveolar, el
desarrollo en longitud de la mandíbula, la dirección sagital del crecimiento
mandibular y la dirección de erupción de la dentición. En este trabajo, sobre
radiografías cefalométricas de 60º y 90º, se propuso seguir los cambios que
ocurren por delante del primer molar durante un periodo de cinco años y
relacionarlos con los factores mencionados anteriormente. Llegó a la
conclusión que a lo largo de cinco años el espacio del molar aumenta en
promedio 4 milímetros y que otro aumento posterior se produce cuando
el primer molar se desplaza alrededor de 2 milímetros; al mismo
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tiempo, el largo mandibular aumenta alrededor de 10 milímetros. Por lo
tanto el espacio para el tercer molar se forma en parte por el
movimiento anterior de la dentición y en parte por la reabsorción del
hueso posterior al arco dentario.
Capelli, Jonas (1991), expresa que, en un plan de tratamiento debería ser
prevista la posibilidad de impacción de los terceros molares particularmente
inferiores, y relaciona el crecimiento mandibular con la provisión del espacio
para el posicionamiento correcto del mismo. En este trabajo llega a la
conclusión que la impacción del tercer molar esta asociada al crecimiento
vertical de la mandíbula, al mayor ancho de la rama y la menor longitud del
cuerpo.
A conclusiones parecidas llegaron Erden, D. y colaboradores (1998), quienes
utilizaron el ángulo Dc-Xi Pm como indicativo del crecimiento del cóndilo en
relación con el cuerpo mandibular. El valor de este ángulo fue mayor en el
grupo de impactados en el pretratamiento y la diferencia fue significativa.
Otro ángulo estudiado fue el Ans-Xi-Pm que indica el crecimiento vertical del
tercio inferior de la cara; el valor promedio de este ángulo fue inferior en el
grupo impactado. Por tanto, este resultado sugiere que cuando la dirección del
crecimiento condilar es vertical y la mandíbula tiende a rotar anteriormente, el
tercer molar tiene menos posibilidades de erupcionar por ser menor la
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reabsorción del borde anterior de la rama ascendente.
En los antecedentes analizados respecto de la variable apiñamiento,
encontramos controvertidas opiniones en relación con los múltiples factores
que lo determinan.
Vego, L. (1962), publicó un estudio en el que comparó los cambios en el
perímetro del arco dentario inferior desde la erupción del segundo molar
inferior y hasta los 17 años de edad. La muestra estaba constituida por dos
grupos de pacientes: 40 pacientes con terceros molares y otro grupo de 25
pacientes que no presentaban esa pieza dentaria. Comprobó que en el grupo de
pacientes con terceros molares, la pérdida del perímetro del arco fue en
promedio 0,8 milímetros mayor que en aquellos pacientes con terceros
molares congénitamente ausentes.
Shanley, Leo S. (1962), realizó un estudio en 44 pacientes con el propósito de
determinar que influencia ejerce el tercer molar inferior sobre los dientes
anteriores. La muestra fue categorizada en tres grupos: pacientes con terceros
molares bilateralmente impactados, erupcionados y congénitamente ausentes,
sin zonas edéntulas. La magnitud del apiñamiento de los seis dientes
anteriores la obtuvo en modelos de yeso, mientras que la protrusión del
incisivo inferior fue medida en la cefalometría lateral. Otra medida analizada
10
fue la del ángulo formado por el eje largo del inciso inferior más protruido y
el plano Go-Gn; estas variables fueron comparadas en cada grupo utilizando
análisis de varianza. Constató que no existe diferencias significativas entre la
medida de apiñamientos en los tres grupos a un nivel de 1%, mientras que
sugirió que el tercer molar inferior puede ejercer ligera influencia sobre el
apiñamiento o protrusión de los dientes antero-inferiores.
La discusión acerca del tema data de 1859 en que Robinson, citado por
Kaplan escribió "...frecuentemente la inmediata causa de irregularidad de los
dientes es ocasionada por la presión ejercida hacia la parte anterior de la
boca...", sin embargo Kaplan (1974), no ha podido determinar que la
presencia de los terceros molares inferiores influya sobre los cambios
postratamiento. Concluyó, que en los casos de presencia de terceros molares
no se produce un grado mayor de apiñamiento antero-inferior y recidiva
rotacional después de la contención que en los casos de agenesia. Además
aclara que algún grado de recidiva ocurre en la mayoría de los casos, pero no
halló diferencia significativa en los casos en que estaban presente los terceros
molares.
Scwarze, C. (1974) en un estudio realizado en pacientes tratados
ortopédicamente, observó recidivas en el sector antero-inferior varios años
después de realizado el tratamiento. Atribuyó como posible causas de la
11
inestabilidad al ensanche de la arcada logrado durante el tratamiento, así como
a las ulteriores modificaciones sagitales producidas durante el periodo de
erupción de los terceros molares. También observó que el apiñamiento en
muchos casos apareció en el lapso comprendido entre la finalización del
tratamiento y el control postoperatorio, no antes de la iniciación ni al finalizar
el tratamiento; por lo tanto, era una situación nueva de aparición tardía y por
eso lo denominó apiñamiento tardío. En el mismo trabajo comprobó que, en
aquellos casos tratados con extracción de premolares, el espacio remanente se
cierra totalmente con la erupción de los terceros molares, por lo que a él le
cabe la presunción de que el empuje mesial de los terceros molares sería la
causa del apiñamiento en los sectores anteriores.
Linqvit, B. y Thilander, B. (1982) se propusieron estudiar como el tercer
molar en combinación con otras variables, tales como el crecimiento y las
condiciones de espacio, pueden contribuir a la concurencia del apiñamiento.
Ellos reportaron un grado menor de apiñamiento del lado en que se realizaron
extracciones de los terceros que en el contralateral.
Asimismo Graber, Tom y Kaineg, Thomas (1983), en un artículo titulado
"El tercer molar inferior, su predicción y el papel que desempeña en el
apiñamiento de los incisivos inferiores" concluyen que gran números de
factores concurren en el apiñamiento antero-inferior, por lo tanto, no se
12
justificaría la extracción masiva de los terceros molares ya que no es más que
una de las causas probables de apiñamiento: el patrón morfogenético, los
cambios evolutivos, incrementos y dirección de crecimiento rotacional
mandibulares, constituyen zonas esenciales para la investigación conducente
al estudio del tercer molar, su impacción y su repercusión en el apiñamiento.
Para estos investigadores a la edad de once años, ningunas de las mediciones
cefalométricas en el estudio inicial aporta datos para predecir la impacción de
los terceros molares. Sin embargo, a la edad de diecinueve años, el ángulo
goníaco era más obtuso en el grupo de pacientes con terceros molares
impactados, en tanto que el espacio entre el borde anterior de la rama y el
segundo molar era más grande en el grupo erupcionado.
Ades y colaboradores (1990), realizaron un estudio en el que se propusieron
relacionar los terceros molares con los cambios en el arco dentario inferior.
Para ello agruparon la muestra en cuatro grupos y subgrupos. Los grupos
estaban constituidos por pacientes que fueron tratados con extracción de
premolares, sin extracción de estas piezas, sin extracción y con espacios
generalizados y sujetos tratados con extracciones seriadas. En los subgrupos
estaban representados los pacientes con terceros molares impactados,
erupcionados, con agenesia y extraídos. En este estudio los autores pudieron
determinar que la irregularidad incisivo mandibular usualmente aumenta
donde la longitud del arco y ancho intercanino decrece. Los hallazgos no
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revelaron diferencias significativas en el crecimiento mandibular, entre los
diferentes subgrupos. Además establecieron que algún grado de apiñamiento
mandibular tuvo lugar después de la contención. Por todo lo expuesto
consideraron que no era prudente sugerir la remoción del tercer molar
inferior, con el objeto de aliviar la irregularidad incisiva mandibular.
Richardson, M. y Mills, K. (1990), observaron en un periodo de 5 años a 30
sujetos, en los cuales los segundos molares inferiores fueron extraídos entre
los 11 y 17 años de edad; utilizando como grupo testigo otros 30 sujetos con
presencia de segundos molares, encontrando diferencias significativas. En
conclusión, el desarrollo del tercer molar inferior con espacio insuficiente,
puede en algunos casos originar movimientos mesiales de los dientes con un
incremento del apiñamiento antero-inferior. Constataron además, que la
extracción de los segundos molares es efectiva en la reducción de la
incidencia del apiñamiento tardío del arco inferior y de la impactación del
tercer molar, ya que alivia la presión eruptiva del esta última pieza. Aconsejan
por lo tanto, como medida interceptiva, la extracción de los segundos molares
en aquellos pacientes cuyos terceros molares se están desarrollando en un
espacio reducido, o bien en aquellos cuya oclusión es aceptable y no están
dispuestos a iniciar un tratamiento ortodóncico.
Southard, T. (1992), midió la fuerza mesial proveniente de los terceros
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molares no erupcionados, antes e inmediatamente después de realizada la
extracción unilateralmente, utilizando una técnica similar al componente
anterior de la fuerza oclusal. Comparó con el lado de no extracción y llegó a la
conclusión de que la extracción de los terceros molares mandibulares no
erupcionados no disminuye la fuerza interdental y por lo tanto, no previene el
apiñamiento incisivo. Aunque la edad para la erupción del tercer molar es
alrededor de los 20 años, el apiñamiento dentario anterior continúa mucho
después de esa edad, ya que se produce un proceso de acortamiento y
compresión del arco con acompañamiento del apiñamiento mucho después de
esa edad.
Litte, R.; Riedel, R.; y Stein, A. (1995), realizaron un estudio sobre 26
pacientes portadores de dentición mixta y longitud de arco deficiente. El
análisis longitudinal llevó a la conclusión que la longitud del arco disminuye
después del tratamiento, condición que ocurre también en las personas no
tratadas. El ancho intercanino disminuye típicamente después del tratamiento
tanto en los casos tratados y no tratados. La presencia o ausencia de los
terceros molares, impactados o completamente erupcionados parecen tener
poco efecto sobre la ocurrencia y grado de recidiva. Para estos autores, el
grado de apiñamiento anterior postcontención es impredecible; ninguna
variable previa o posterior al tratamiento obtenida de datos clínicos, modelos
o radiografías cefalométricas, parece ser útil en la predicción
15
En una investigación realizada en 1995 por Khal-Nelke, B. y colaboradores,
centrada en la evaluación de factores que pueden actuar como predictorios a
largo plazo, admiten una posible relación del tercer molar con el apiñamiento
en el arco inferior
Pinto, Andrés y colaboradores (1996), relacionaron el componente anterior de
la fuerza con el apiñamiento antero-inferior. Llegaron a la conclusión de que
la exodoncia del tercer molar disminuye la fuerza de contacto interproximal,
motivo por el cual, establecen que esta relación sólo es válida si se han
evaluado simultáneamente otros componentes asociados al apiñamiento.
Richardson (1996), concluyó que la migración de los molares y un aumento
del ángulo interincisivo se asocian a un incremento en el apiñamiento inferior,
sin embargo no pudo establecer relación entre el apiñamiento y un tipo de
morfología esqueletal.
Fastlicht, J. (1996), evaluó los cambios de posición de los dientes y de sus
estructuras de soporte después del tratamiento de ortodoncia. Llegó a la
conclusión de que las estructuras craneofaciales no permanecen estáticas
después del tratamiento ortodóncico, sino que sufren cambios de diferente
índole; existe una tendencia muy significativa hacia el apiñamiento después
del tratamiento tanto en el maxilar superior como el inferior.
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Schoot, R. B. y colaboradores (1997), estudiaron la discrepancia del desarrollo
longitudinal del arco, el índice de irregularidad y la presencia o ausencia
de terceros molares, no logrando establecer su influencia en el desarrollo
del apiñamiento después del tratamiento ortodóncico. Comentan además,
que “...la presencia del tercer molar inferior no debería ser usada como
excusa para justificar la recidiva del apiñamiento después del tratamiento
de ortodoncia...”
Para Dawson, Peter E. (1997), el apiñamiento se manifiesta cuando se
produce un brote de crecimiento durante el cual la mandíbula se agranda con
mayor rapidez que el maxilar. Los dientes antero-inferiores simplemente son
comprimidos y se apiñan contenidos por los superiores anteriores, los cuales
se mantienen en su lugar por la presión labial. Para este autor, sin embargo, si
el apiñamiento se produce después del crecimiento, se debe a interferencias
oclusales posteriores que desplazan la mandíbula hacia delante.
17
MARCO TEÓRICO
Explicaremos en este capítulo ideas y conceptos tenidos en cuenta durante el
desarrollo del trabajo para organizar la investigación y la construcción del
objeto de estudio, a partir del abordaje teórico del conocimiento sobre la base
de los trabajos previos y las teorías existentes respecto del problema.
Los factores que influyen en el apiñamiento dentario son considerados por
distintas teorías. Las clásicas relacionan el apiñamiento con la continua
reducción del tamaño de los maxilares y de los dientes como parte del proceso
evolutivo de la especie humana, ante la disminución de las demandas
funcionales de los maxilares.
Begg (1954), sostuvo al observar a los aborígenes australianos, que en ellos el
apiñamiento tardío era muy poco frecuente, atribuible a la atrición
interproximal como producto del tipo de dieta. Sin embargo, Corrucini (1990),
comprobó en las últimas décadas que al cambiar las dietas de estos aborígenes
desaparecía la atrición interproximal, no obstante no se producía el
apiñamiento tardío. Esto indicaría la existencia de otras causas, lo que nos
coloca en la situación de esta investigación.
En estos párrafos se intentará describir conceptos que permitan, desde el punto
18
de vista etiológico, caracterizar y clasificar los tipos de apiñamiento dentario.
El apiñamiento podemos clasificarlo en simple o primario, secundario o
tardío y recidivante.
Se define al apiñamiento simple o primario, como la desarmonía entre el
tamaño de los dientes y el espacio disponible para ellos. Dicho en otros
términos, este tipo de apiñamiento se presenta cuando existe discrepancia
cuantitativa entre la longitud clínica del arco dentario disponible y la suma de
los anchos mesio-distales dentarios, es decir, que su presencia no se halla
acompañada por rasgos funcionales esqueléticos, musculares u oclusales; de
ahí su denominación de simple. Se manifiesta desde el momento de la
erupción dentaria y se lo asocia muy frecuentemente a la relación molar
de Clase I.
El apiñamiento secundario en cambio, se presenta tardíamente, tanto en
pacientes portadores de normoclusiones o malaoclusión. Se lo asocia a hábitos
funcionales o parafuncionales, ya que la forma y función de la musculatura
oral afecta al tamaño y posición de los arcos dentarios, al colapso oclusal
posterior, pérdida de dimensión vertical o a la erupción de los terceros
molares. Como se encuentra asociado a otras causas, además de la falta de
espacio, también se lo denomina apiñamiento complejo y según la época de
19
aparición, puede ser denominado tardío.
20
El apiñamiento como recidiva de un tratamiento de ortodoncia en el sector
antero-inferior, es una de las manifestaciones menos deseadas por el
profesional, también se lo relaciona con la impacción de los terceros molares.
Se entiende por recidiva ó recaída la modificación en la posición dentaria
manifiesta después de finalizado el tratamiento o contención, con
características de la primitiva maloclusión
¿Qué hay de cierto en esto?. Tanto la recidiva como el apiñamiento
secundario, pueden ser agrupados como si se tratara de una misma situación,
no obstante algunos autores afirman que el apiñamiento es una consecuencia
de los cambios de crecimiento tardío y no una recidiva. Si se sostiene la idea
que la estabilidad permanente de la oclusión es difícil de lograr por que está
limitada por la evolución natural del crecimiento maxilar, debiera prestarse
mas atención al patrón de crecimiento del individuo. De esta manera se podría
evitar la producción de malaoclusión tardía en pacientes no tratados
ortodóncicamente al igual que las recidivas postratamientos.
Otro criterio para la clasificación utilizado en este trabajo, contempla la
discrepancia negativa medida en milímetros y caracteriza el apiñamiento
en leve, moderado y grave. El apiñamiento leve se presenta cuando la
discrepancia es inferior a los 3 milímetros; en el apiñamiento moderado
la discrepancia es de 3 a 5 milímetros, en cambio en el apiñamiento
21
grave, la discrepancia es mayor de 5 milímetros.
El apiñamiento se puede producir tanto en el sector anterior como posterior.
Este trabajo refiere solo al apiñamiento antero-inferior, tomando en cuenta la
discrepancia de tamaño de distal a distal de caninos inferiores.
En párrafos anteriores se dijo que el apiñamiento secundario se manifiesta
tardíamente. Este podría producirse al final de la adolescencia y comienzo del
segundo decenio de vida, aproximadamente en la misma época en la que
debieran erupcionar los terceros molares. Por ello, frecuentemente se asocia
con dicho apiñamiento la presión que ejercen estas piezas dentarias durante su
proceso eruptivo o bien su impacción o retención. Este concepto fue utilizado
en la determinación de las variables de estudio.
En este trabajo se consideró la posible retención del tercer molar inferior en
relación con los ángulos goníacos: gonion total, gonion superior, gonion
inferior y a su vez relacionándolos con el apiñamiento antero-inferior.
Para definir los criterios de categorización de la muestra se trabajó sobre la
siguiente conceptualización teórica acerca de la impacción o erupción de los
terceros molares inferiores.
22
Se admite que los terceros molares muestran una elevada constancia con su
propio patrón de crecimiento, en cuanto a la calcificación, erupción y
formación radicular. Histológicamente tienen su origen en el cordón del
segundo molar permanente; aproximadamente a los 3 años comienza la
formación del órgano del esmalte y a los 6 años hacen su aparición la papila y
la pared folicular, en tanto, el cierre del folículo y la ruptura del cordón
ocurren a continuación. La calcificación del germen comienza a los 8 años por
sus cúspides, a los 9 años ha calcificado su cara triturante, a los 10 años la
mitad de la corona y a los 12 años toda la corona. La calcificación de su raíz
termina entre los 18 y 20 años. Es por esto que se incluyó en la muestra a
pacientes cuyas edades superaban los 15 años, época en que se puede
evidenciar la presencia o ausencia del germen.
Referente a la erupción del tercer molar en relación con la evolución del
reborde alveolar, se acepta que los gérmenes se ubican por detrás del reborde
alveolar en el espesor de la rama ascendente A medida que crece el hueso
maxilar, el surco alveolar excavado en la rama ascendente por su parte
posterior, se convierte en borde superior del hueso; de este modo, de
acuerdo a la edad del individuo, los molares pasan de la rama
ascendente al borde superior de la porción horizontal del hueso maxilar
inferior. La falta de desarrollo del reborde trae aparejada una serie de
trastornos que se traduciría en alteraciones en la erupción del tercer
23
molar, retardo, inclusiones parciales y totales.
De acuerdo a lo anteriormente descripto la posibilidad de erupción del tercer
molar estaría condicionada por la cantidad de espacio disponible y por la
dirección que presenta, en el momento de su erupción. Para la evaluación del
espacio disponible se partió de la concepción de Rickets (1976) y la de Olive
y Basford (1981). Para constatar la dirección en el momento eruptivo se siguió
el planteo de Dierkes (1975).
En la investigación se relacionó la dirección y la cantidad del crecimiento de
la mandíbula como determinante de primer orden de la impacción o erupción
del tercer molar lo que provocaría el posterior apiñamiento antero-inferior. Para ello se recurrió a la Teoría de Crecimiento de Björk, y la interpretación
los ángulos gonion total, gonion superior, gonion inferior del polígono de
Björk-Jaraback, citado por Gregoret (2000).
Björk (1956, 1963 y 1969), examinó el crecimiento mandibular normal en un
gran número de sujetos no tratados ortodóncicamente y describió que el
cóndilo crece en un espacio angular de 42º. En este espacio el
crecimiento puede ser anterior o posterior en relación con la vertical
que pasa por el centro del cóndilo. Si dicho crecimiento tiene una
orientación anterior en un espacio de 26º desde la vertical, se considera
24
valor negativo. Si el crecimiento tiene orientación posterior y alcanza
una magnitud que no excede los 16º, convencionalmente se considera
positivo.
Cuando el cóndilo tiene un crecimiento hacia delante o vertical, en el hueso
mandibular se observa poca aposición ósea en el borde posterior de la rama y
a la vez poca reabsorción en el borde anterior; sin embargo en el borde
inferior hay reabsorción y además existe aposición en el área de la sínfisis
mentoniana. En el caso de que la dirección del crecimiento sea
extremadamente vertical en la adolescencia la ubicación del germen del tercer
molar es inadecuada. En la edad adulta como existe escasa reabsorción
compensatoria en dicho borde, los terceros molares no tienen espacio
disponible para su erupción y por lo tanto se impactan.
Como consecuencia de este crecimiento condíleo anterior la mandíbula se
ubica hacia arriba y adelante, teniendo como fulcro la región de los incisivos,
en el caso de que haya una correcta oclusión incisal. Como resultado de este
movimiento, la sínfisis se proyecta y asciende, los incisivos se verticalizan; en
caso contrario, el movimiento rotacional se traslada de la región incisal a la
molar, lo que ocasiona una sobremordida anterior.
En el caso de un crecimiento condíleo posterior o sagital, el ángulo goníaco se
25
presenta obtuso, debido a una mayor reabsorción del borde anterior de la rama
y aposición en su borde posterior en compensación Dicha reabsorción
proporciona un amplio espacio para la erupción del tercer molar. En cambio
en el borde inferior del cuerpo de la mandíbula, por delante del ángulo, hay
poca reabsorción ósea y en la sínfisis poca aposición. En consecuencia, toda la
mandíbula crece hacia abajo y atrás sobre un eje de rotación que pasa a través
de las coronas de los primeros molares inferiores.
Las variables de estudio ángulo goníaco, gonion superior y gonion inferior,
fueron trabajadas en función del polígono de Björk-Jaraback. A partir de este
momento las denominaremos GoTot, GoS y GoI respectivamente.
Definimos goníaco (GoTot) al ángulo formado por las líneas tangentes al
borde posterior de la rama ascendente de la mandíbula (Ar-Go) y al borde
inferior del cuerpo de la misma (Go-Me). Este ángulo que Björk determinó
como de 130º, describe la morfología mandibular, es considerado como el
centro alrededor del cual el resto de la cara realiza un crecimiento adaptativo y
determina la dirección del crecimiento de la parte inferior de ésta. Un valor
menor que la norma, es característico de una mandíbula cuadrada, con
escotadura antegonial poco marcada, se presenta en los biotipos
braquicefálicos. Cuando el ángulo goníaco presenta una medida mayor, indica
una mandíbula con escotadura antegonial muy marcada, y es característico de
26
los biotipos dolicofaciales.
Para poder determinar la relación entre la rama y el cuerpo, el GoTot se divide
por la línea Na-Go en dos ángulos, el gonion superior (GoS) que describe la
oblicuidad de la rama y el gonion inferior (GoI) la oblicuidad del cuerpo
Un aumento en la medida del ángulo GoS, cuya norma es de 50ª a 52º, se
interpreta como una posibilidad de crecimiento de la sínfisis hacia delante El
cuerpo mandibular es más horizontal, hay tendencia a la sobremordida. Sin
embargo cuando el ángulo goníaco superior se presenta con una angulación
menor que la norma, nos indica que las posibilidades de crecimiento
remanente hacia delante son menores. Cuando el goníaco GoI está aumentado
con respecto a su valor normal de 70º a 75º da como resultado una proyección
hacia abajo de la sínfisis y el crecimiento de la rama tiene una dirección más
vertical, esto pronostica poco avance del mentón y una mayor inclinación del
cuerpo hacia abajo existiendo una tendencia a la mordida abierta.
Como el crecimiento de la mandíbula, continúa tiempo después que el maxilar
superior, origina cambios considerables en la relación sagital maxilo-
mandibular. Por lo tanto, si el predomino de crecimiento del cuerpo
mandibular es sagital, al producirse el crecimiento diferencial tardío de la
mandíbula, en los pacientes con una oclusión anterior muy ajustada las
27
estructuras dentoalveolares no pueden enmascarar estas discrepancias. Cuando
hay espacio disponible en el extremo distal del arco mandibular, los dientes
mandibulares se desplazan ligeramente en sentido distal, permitiendo que los
incisivos mandibulares se verticalizen sin apiñarse. Pero si están los terceros
molares impactados en el extremo distal del arco inferior este desplazamiento
no puede realizarse, lo que asociado el crecimiento sagital del cuerpo del
maxilar inferior, da como resultado el apiñamiento tardío o bien la recidiva de
un tratamiento.
La idea principal de este trabajo se basa en los supuestos que orientaron la
búsqueda de relaciones entre la medida del ángulo goníaco total, gonion
superior e inferior; dado que éstas definen la morfología mandibular, pueden
ser causa probable de retención de terceros molares por falta de espacio. En
segundo término se indagó si esta retención influye en el apiñamiento
dentario antero-inferior.
28
OBJETIVOS
Los objetivos de esta investigación fueron construir un conocimiento
con base en:
a) Relacionar la medida de los ángulos goníaco total (GoTot), del
gonión superior (GoS) y del gonion inferior (GoI), con la posibilidad
de retención del tercer molar inferior.
b) Vincular la retención del tercer molar inferior con el apiñamiento
dentario antero-inferior.
c) Asociar las medidas de los ángulos GoTot, GoS y GoI con el
apiñamiento antero-inferior.
29
II. MATERIALES Y MÉTODOS
El tipo de estudio utilizado para la realización de este trabajo fue analítico y
transversal, ya que se consideraron las variables GoTot, GoS, GoI, en relación
con el apiñamiento antero-inferior
La muestra utilizada fue de tipo no probabilístico y por conveniencia, en la
cual se tuvo en cuenta los siguientes criterios de inclusión:
Pacientes entre 15 y 22 años de edad, sin tratamiento previo de ortopedia
u ortodoncia .
El arco inferior debía poseer todas las piezas dentarias; en caso de existir
restauraciones, estas debían mantener la longitud del arco.
Fue una condición indispensable, la presencia de los terceros molares en
ambas hemiarcadas inferiores, o al menos sus gérmenes con las coronas
calcificadas.
En el proceso de definición del objeto de estudio, la muestra fue seleccionada
de una población de 110 pacientes concurrentes a los Servicios de Radiología
y Ortodoncia de la Facultad de Odontología, estando constituida por 33
sujetos de acuerdo con los criterios de inclusión evidenciados en las
radiografías panorámicas.
30
La metodología seguida para el desarrollo de la investigación comprendió
diversas etapas.
En la primer etapa se diseñó una ficha para el registro de la información
necesaria, conteniendo los siguientes datos:
Filiación del paciente.
Edad a la fecha de las tomas radiográficas.
Registro de la información obtenida del calco radiográfico de los ángulos
GoTot. GoS, GoI.
Medida del apiñamiento observado clínicamente, expresado en
milímetros.
Una segunda etapa consistió en tomar radiografías panorámicas y
teleradiografías de perfil para seleccionar la muestra. Se estandardizó la
técnica usando en todos los casos películas marca AGFA, tipo Screen para
pantalla reforzadora, de 18x30 milímetros de tamaño para la radiografía
panorámica y de 22x30 milímetros para la radiografía de perfil. La distancia
establecida para la obtención de las teleradiografías fue de 1,52 metros y las
mismas se obtuvieron del lado derecho del paciente. Se seleccionaron 33
pacientes que cumplían con los tres criterios de inclusión.
31
El paso siguiente fue categorizar la muestra para determinar la posibilidad de
erupción o retención del tercer molar, analizando el espacio necesario y la
dirección del eje mayor del tercer molar. Para este estudio se realizaron calcos
sobre las teleradiografías de perfil en forma manual. empleando papel Regma
Retrofhane p 100 microns y micropuntas Faber Castell Oh-Lus Permanent, de
color verde para los reparos anatómicos y de color rojo para los trazados. Las
medidas fueron tomadas con la Plantilla de Benvenga y sobre negatoscopio de
luz fría.
Las mediciones efectuadas sobre los calcos para establecer la falta de espacio,
fueron de dos tipos: a) distancia desde Xi a la cara distal del segundo molar
inferior, medida sobre el plano oclusal; b) espacio disponible para la erupción
con el ancho mesio distal del tercer molar.
a) Distancia Xi-cara distal de segundo molar. Para la construcción de Xi
se trazaron planos perpendiculares al de Francfort y a la vertical
pterigoidea (PTV); estos planos tangentes a los puntos R1, R2, R3 y R4
(convencionales del cefalograma de Rickets) conformaban un
paralelogramo. En la intersección de sus diagonales se marcó el punto Xi.
Si la distancia de Xi (punto del cefalograma de Rickets construido
geométricamente) a la cara distal del segundo molar resultaba menor de
30 milímetros, se consideró que el espacio era insuficiente para la
erupción y se categorizó al tercer molar como retenido.
32
b) Espacio disponible-ancho mesio distal del tercer molar. La medida
considerada fue la resultante obtenida al trazar sobre el plano oclusal dos
perpendiculares al mismo, tangentes al borde anterior de la rama y a la
cara distal del segundo molar, la que se comparó con el ancho mesio
distal del tercer molar. Cuando el espacio disponible era menor que el
ancho mesio distal se consideró imposible la erupción de la pieza dentaria
y se incluyó en la categoría de retenido.
Para el estudio de la posibilidad de retención según la dirección de
erupción del tercer molar, se midió el ángulo formado por el eje mayor de
esta pieza y la perpendicular al eje mayor del segundo molar. Se ubicó en la
categoría retenido cuando dicho ángulo era inferior a 40º (Anexo 1).
De esta manera se logró categorizar la muestra en 16 pacientes cuyos calcos
indicaban que los terceros molares tenían posibilidad de erupcionar y 17,
cuyas respectivas medidas indicaban que la erupción no era posible.
Una vez agrupada la muestra en estas dos categorías se procedió al trazado de
los ángulos GoTot, GoS y GoI y la obtención de sus respectivas medidas para
intentar establecer la posible relación entre éstas medidas y la retención del
tercer molar. La medida de los ángulos fueron expresadas hasta el medio
grado más próximo, dado que visualmente es difícil distinguir medidas
intermedias.
33
Los puntos cefalométricos utilizados para la determinación de estos ángulos
fueron los siguientes:
Ar. (articular): Punto donde el borde posterior del cuello del cóndilo
intercepta el borde inferior del macizo esfeno occipital.
Go. (gonion): intersección de la tangente al borde posterior de la rama y la
tangente al borde inferior al cuerpo mandibular.
Me. (mentoniano): punto más inferior de la sínfisis mandibular.
Na. (nasion): punto en el límite anterior de la sutura frontonasal.
La unión de estos puntos constituyeron los lados de los distintos ángulos
estudiados:
Ar-Go: tangente al borde posterior de la rama del maxilar inferior.
Go-Me: línea rasante al borde inferior del cuerpo mandibular.
Go-Na: línea que divide al ángulo goníaco (GoTot) en dos ángulos,
Goníaco superior (GoS) y Goníaco inferior (GoI).
Los ángulos analizados fueron:
GoTot (Ar-Go-Me): formado por la unión de Ar-Go y Go-Me
34
GoS (Ar-Go-N): formado por la unión de Ar-Go y Na-Go
GoI (Na-Go-Me): formado por la unión de Na-Go y Go-Me (Anexo 2).
La última instancia de este trabajo consistió en recitar a los pacientes
estudiados, para determinar clínicamente el grado de apiñamiento dentario
antero-inferior, medido en milímetros.
La metodología seguida para la obtención de esta medida consistió en la
utilización de un compás de punta seca con el que se obtuvo el ancho mesio-
distal de los incisivos y caninos. Se colocó las puntas del compás
perpendicular al eje longitudinal del diente, a la altura de las áreas normales
de contacto, por su cara labial; en caso de que las piezas dentarias estuvieran
muy lingualizada esta medida se obtuvo desde oclusal. La medida del ancho
mesiodital de cada una de las piezas dentarias, se transportó a una regla
milimetrada sumando los valores obtenidos, lo que constituyó el espacio
requerido.
Para la obtención del espacio presente se utilizó una regla flexible, mediante
la cual se registró la distancia entre el punto de contacto distal del canino
derecho al canino izquierdo. La diferencia entre estas dos medidas, expresada
en milímetros, nos permitió determinar la discrepancia, es decir, la
desigualdad existente entre el espacio presente y el requerido.
35
A partir de los datos obtenidos se construyeron nuevas variables de estudios:
Rel.ang.: relación entre GoS y GoI ( GoS/GoI).
GoS/100: cociente enttre GoS y GoTot
GoI/100: relación entre GoI y GoTot.
La variable apiñamiento, se analizó de manera cuantitativa y cualitativamente.
Los datos de este estudio fueron volcados a una planilla a fin de procesarlos
(Anexo 3).
36
ANÁLISIS DE LOS DATOS
Para el análisis estadístico e inferencial de las observaciones según las
variables de estudio, se emplearon distintos procedimientos:
a) Cálculo de estadísticas descriptivas.
b) Confección de tablas de distribución de frecuencia y sus
correspondientes histogramas.
c) Comparación y testeo de diferencias observadas en los ángulos
goniales según que los pacientes tuvieran el tercer molar retenido o no
y según presentaran apiñamiento o no, mediante las pruebas de F de
Snedecor y t de Student.
d) Aplicación de (χ2) para establecer correspondencia de terceros molares
retenidos con apiñamiento.
e) Cálculo y graficación de matriz de correlación
f) Modelos de regresión logística para predecir la chance de apiñamiento
y retención en función de las restantes variables (GoTot, GoS y GoI) y
de regresión lineal múltiple para predecir apiñamiento.
37
III. RESULTADOS
Los datos obtenidos de este estudio fueron sometidos a estadísticas
descriptivas para su organización y a estadística inferencial para determinar la
probabilidad de que una conclusión extraída a partir del análisis de los datos
reúna las condiciones de confiabilidad y pueda ser generalizada.
De los 33 pacientes en estudio, 18 fueron de sexo femenino, 15 de sexo
masculino y la edad media fue de 18 años y 4 meses.
Entre las variantes analizada el ángulo GoS fue estudiado porque su
variabilidad describe la oblicuidad de la rama ascendente del maxilar inferior.
La media encontrada fue de 48,13°, la variabilidad fue S = 2,59 y los valores
de la mediana nos indican que en el 50% de los pacientes fue de 48° o más
(Gráfico 1.a). Estos valores representan 2° menos que la norma publicada para
el polígono de Björk Jaraback.
El GoI en cambio identifica la oblicuidad del cuerpo, la medida fue de 73,3°
y su variabilidad S = 4,09; el 50% midió 74° o más (Gráfico 1.b). El valor
obtenido se acerca a la norma publicada.
En cuanto al GoTot, como indicador de la morfología mandibular, el
promedio fue de 121° con un desvío de 5,03° (Gráfico 1.c). La norma según
38
Björk es de 130°, es decir que en la muestra los valores medios fueron casi 9°
menor.
El grado de relación entre GoS y GoI fue analizada en la variable Rel.ang., la
media fue = 65,79 (Gráfico 1.d).
En la varible GoI/100 la medida del GoI representa el 60,4% del ángulo
GoTot (Gráfico 1.e).
En tanto que en la variable GoS/100, el GoS representa el 39,6%, es decir su
complemento 100% (Gráfico 1.f).
Las resultados descriptivos de las variables consideradas pueden observarse
en la Tabla 1 y Gráficos correspondientes.
39
Tabla 1: ESTADÍSTICA DESCRIPTIVA DE VARIABLES EN ESTUDIO
Retenido
GoS
GoI
GoTot Rel.ang.
GoS /GoI
GoI /100
GoS /100
Apiñam. (SI-NO)
Apiñam.(mm)
n 33 33 33 33 33 33 33 33 24
Rango 1,00 12,00 20,00 23,00 17,53 6,42 6,51 1,00 6,00
Mínimo ,00 43,00 64,00 111,00 56,79 57,36 36,13 ,00 1,00
Máximo 1,00 55,00 84,00 134,00 74,32 63,78 42,64 1,00 7,00
Media ,51 48,13 73,36 121,50 65,79 60,36 39,54 ,72 3,41
Desvío Estándar ,50 2,59 4,09 5,03 4,87 1,76 1,90 ,45 1,83
Asimetría -,064 ,369 ,258 ,199 ,241 -,147 -,147 -1,07 ,419
Percentil 25 ,00 46,25 70,25 118,00 61,79 58,70 38,19 ,00 2,00
Percentil 50 1,00 48,00 74,00 120,50 64,70 60,71 39,28 1,00 3,00
Percentil 75 1,00 50,00 76,00 125,75 70,33 61,80 41,29 1,00 5,00
7
DistribuciónNormal
Gonion superior
Nº d
e pa
cien
tes.
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
40 42 44 46 48 50 52 54 56
Gráfico 1.a: HISTOGRAMA DE FRECUENCIAS DE GoS.
40
DistribuciónNormal
Gonion inferior
Nº d
e pa
cien
tes.
0
2
4
6
8
10
12
14
16
60 65 70 75 80 85 90
Gráfico 1.b: HISTOGRAMA DE FRECUENCIA, DEL ÁNGULO GoI Y SU VARIABILIDAD.
7
DistribuciónNormal
Gonion Total
Nº d
e pa
cien
tes.
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
105 110 115 120 125 130 135 140
Gráfico 1.c: HISTOGRAMA DE FRECUENCIA DE LAS MEDIADAS OBTENIDAS DEL GoTot.
41
Relación angular
No
de p
acie
ntes
0
1
2
3
4
5
6
7
<= 56(56|58]
(58|60](60|62]
(62|64](64|66]
(66|68](68|70]
(70|72](72|74]
(74|76]> 76
Gráfico 1.d: HISTOGRAMA DE FRECUENCIA LAS RELACIONES ANGULARES (GoS /GoI).
GOSUP100
No
depa
cien
tes
0
1
2
3
4
5
6
7
8
<= 36 (36|37] (37|38] (38|39] (39|40] (40|41] (41|42] (42|43] > 43
Gráfico 1.e: HISTOGRAMA DE FRECUENCIAS DEL GoS / GoTot.
42
GOINF100
No
of p
acie
ntes
0
1
2
3
4
5
6
7
8
<= 57 (57|58] (58|59] (59|60] (60|61] (61|62] (62|63] (63|64] > 64
Gráfico 1.f: HISTOGRAMA DE FRECUENCIAS DE LAS RELACIONES ENTRE EL GoI Y GoTot.
Otras de las variables estudiadas, tanto cuantitativa como cualitativamente fue
el apiñamiento dentario antero-inferior. El 72% de los pacientes presentaron
esta anomalía; entre ellos el apiñamiento promedio fue de 3,41 milímetro y un
desvió estándar de 1,83. El 50% de los pacientes presento 3 milímetros de
apiñamiento, en tanto que el 25% mostró apiñamiento de 5 milímetros o más.
En la distribución de frecuencia de esta variable, se puede apreciar que el 28%
de los pacientes no presentaron apiñamiento; en el 39% fue leve, con valores
no superiores a 3 milímetros, en el 24% fue moderado alcanzando valores de
5 milímetros y en el 9,1% restante fue grave, superando los 5
43
milímetros (Tabla 2).
Tabla 2: GRADO DE APIÑAMIENTO EXPRESADO EN MILÍMETROS
Valor
en mm.
Nº de
pacientes
% %
Acumulado
1,00 4 16,7 16,7
2,00 5 20,8 37,5
3,00 4 16,7 54,2
4,00 4 16,7 70,8
5,00 4 16,7 87,5
6,00 1 4,2 91,7
7,00 2 8,3 100,0
Total 24 100,0
El histograma de frecuencia de la variable mostró asimetría a la derecha (Gráfico 2).
44
Apiñamiento en mm
No
de p
acie
ntes
0
1
2
3
4
5
6
0 1 2 3 4 5 6 7 8
Gráfico 2: HISTOGRAMA DE FRECUENCIA DE APIÑAMIENTO EXPRESADA EN MILÍMETROS.
Los valores de apiñamiento respecto de la retención del tercer molar inferior
mostraron una distribución sensiblemente diferente entre los grupos de
pacientes cuyos molares no estaban retenidos y aquellos que sí lo estaban.
Mientras el 100% de los pacientes con terceros molares no retenidos
presentaron apiñamiento de 3 milímetros o menos, solo el 26,7% de los
pacientes con terceros molares retenidos presentó este valor y el 73,3%
restante más de 3 milímetros de apiñamiento (Tabla 3-Gráfico 3).
Tabla 3: APIÑAMIENTO SEGÚN RETENCIÓN
Retención TOTAL
Apiñam NO SI
(mm.) Nº % Nº % Nº %
45
1.00 3 33,3 1 6,7 4 16,7
2.00 4 44,4 1 6,7 5 20,8
3.00 2 22,2 2 13,3 4 16,7
4.00 4 26,7 4 16,7
5.00 4 26,7 4 16,7
6.00 1 6,7 1 6,7
7.00 2 13,3 2 13,3
16 100.0 17 100.0 33 100.0
46
Apiñamiento en mms.
No
de p
acie
ntes
.
no retenidos
0
1
2
3
4
5
6
0 1 2 3 4 5 6 7 8 retenidos
0 1 2 3 4 5 6 7 8
Gráfico 3: HISTOGRAMA DE APIÑAMIENTO EN MILÍMETROS SEGÚN RETENCIÓN.
47
Con la finalidad de comprobar si existían diferencias significativas en las
variables en estudio según que los pacientes presentaran terceros molares
retenidos o no, se verificó la normalidad de las variables mediante el test de
Kolmogorov-Smirnov con un nivel de significación del 5% (Tabla 4).
Tabla 4: AJUSTE A LA DISTRIBUCIÓN NORMAL. PRUEBA DE KOLMOGOROV-SMIRNOV
GoS
GoI
GoTot
Apiñam.
Parámetros Media 48.1364 73.3636 121.5000 2.4848
Desvío Estándar 2.5959 4.0932 5.0358 2.1955
Diferencia más extrema Absoluta .127 .105 .090 .145
Positiva .127 .105 .090 .145
Negativa -.084 -.084 -.090 -.129
Kolmogorov-Smirnov Z .730 .603 .516 .830
p (bilateral) .662 .861 .953 .496
48
Mediante la construcción de gráficos cuantil-cuantil se comprobó la
normalidad para estas variables, como puede observarse en el Gráfico 4 que
nos indica que la muestra puede ser utilizada, para someterla a otros estudios.
GONION SUPERIOR
Valor observado
5654525048464442
Val
or e
sper
ado
54
52
50
48
46
44
42
GONION INFERIOR
Valor observado
90807060
Val
or e
sper
ado
90
80
70
60
GONION TOTAL
Valor observado
140130120110100
Val
or e
sper
ado
140
130
120
110
100
APIÑAMIENTO
Valor observado
86420-2
Val
or e
sper
ado
7
6
5
4
3
2
1
0
Gráfico 4: GRÁFICOS CUANTIL-CUANTIL DE LAS VARIABLES EN ESTUDIO.
49
Para poder estudiar si existen diferencias reales entre ambos grupos de
pacientes, o si las diferencias se deben a fluctuaciones casuales se procedió a
realizar el test de hipótesis según que los pacientes presentaran terceros
molares retenidos o no. No se encontró diferencias en los valores de los
ángulos goniales, cuyos promedios y desvíos por grupo pueden verse en la
Tabla 5.a. En cambio se registraron diferencias significativas entre los valores
de apiñamiento, los que fueron casi 4 veces superiores en promedio entre los
pacientes con terceros molares retenidos ( = 3,8235).
Tabla 5: TEST DE HIPÓTESIS DE DIFERENCIAS ENTRE MEDIAS SEGÚN RETENCIÓN
Tabla 5.a: ESTADÍSTICAS POR GRUPO
Retención
n
Media Desvío
Estándar
Error
Estándar
NO 16 48.5313 2.2983 .5746 GoS
SI 17 47.7647 2.8675 .6955
NO 16 72.9375 4.9493 1.2373 GoI
SI 17 73.7647 3.1924 .7743
NO 16 121.4688 5.9287 1.4822 GoTot
SI 17 121.5294 4.2148 1.0222
NO 16 1.0625 1.1236 .2809 Apiñam.
SI 17 3.8235 2.1282 .5162
50
En la tabla 5.b se puede observar que las diferencias fueron significativas en
los valores de apiñamiento (t = -4,616 y p = 0,000) en los pacientes con
terceros molares retenidos, en relación a los que no presentaron retención.
Tabla 5.b: PRUEBAS DE HIPÓTESIS
GoS GoI GoTot Apiñam.
Prueba de Levene F 2.472 2.257 2.120 3.873
Sig. .126 .143 .155 .058
Prueba t de Student t .844 -.574 -.034 -4.616
gl 31 31 31 31
p .405 .570 .973 .000
Dif. Media .7665 -.8272 -6.0662E-02 -2.7610
Error Estándar .9083 1.4409 1.7821 .5981
Intervalo de Confianza 95%
Inferior
Superior
-1.0859
2.6190
-3.7659
2.1115
-3.6952
3.5739
-3.9809
-1.5412
51
A partir del registro cuantitativo del apiñamiento expresado en milímetros, se
construyó una variable cualitativa, considerando valor 0 cuando el
apiñamiento no existía y se la denominó NO. Valores superiores a 1
milímetro se le asignó la categoría SI.
En la tablas siguientes se puede constatar, que los valores de los ángulos
goniales no registraron diferencias significativas entre los pacientes con
apiñamiento o sin él.
A modo de ejemplo en la condición apiñamiento SI, el GoS presentó una
media de = 48,44440 y en la condición apiñamiento NO la media fue
= 49,020 (Tabla 6.a); el valor de t = 0,412 y de p = 683 (Tabla 6.b).
Tabla 6: PRUEBAS DE HIPÓTESIS DE DIFERENCIAS ENTRE MEDIAS
SEGÚN CONDICIÓN DE APIÑAMIENTO
6.a): ESTADÍSTICAS POR GRUPO
Condición
de Apiñamiento
n Media Desvío
Estándar
Error
Estándar
GoS NO 9 48.4444 1.3333 .4444
SI 24 48.0208 2.9506 .6023
GoI NO 9 71.3889 5.9988 1.9996
SI 24 74.1042 2.9488 .6019
GoTot NO 9 119.8333 6.7731 2.2577
52
SI 24 122.1250 4.2227 .8620
6.b): PRUEBAS DE HIPÓTESIS
GoS GoI GoTot
Prueba de Levene F 4.958 4.997 1.182
Sig. .033 .033 .285
Prueba t de Student t .412 -1.751 -1.171
gl 31 31 31
p .683 .090 .251
Diferencia Media .4236 -2.7153 -2.2917
Error Estándar 1.0281 1.5506 1.9570
Intervalo Inferior -1.6732 -5.8778 -6.2830
de Confianza 95% Superior 2.5204 .4472 1.6997
Para estudiar si la presencia de dientes retenidos está asociada al apiñamiento
se aplicó la prueba de Chi-cuadrado (χ2). Para ello se construyeron tablas de
contingencias en las que las frecuencias de las variables en estudio se
tabularon en forma cruzada, comparando las frecuencias observadas y
esperadas.
Las variables retención y apiñamiento, mostraron un grado de asociación
positivo:
53
Cuando se observó el tercer molar retenido los dientes tendían al
apiñamiento. En la prueba de Chi-Cuadrado el resultado fue el
siguiente χ2 = 4,25; gl = 1; p = 0.039. Donde χ2 = 4,25 fue mayor en
forma considerable del que cabría esperar como producto de la
casualidad (χ2 = 3,89) a un nivel de significación de 0,05; tratándose de
gl = 1 (Tabla 7).
Tabla 7: CONDICIÓN DE APIÑAMIENTO SEGÚN RETENCIÓN
Condición de Apiñamiento Total
NO SI
Retención NO Nº 7 9 16
% 43,8 56,3 100,0
SI Nº 2 15 17
% 11,8 88,2 100,0
Total Nº 9 24 33
% 27,3 72,7 100,0
Para poder determinar el grado en que las variables se relacionaban entre si, se
aplicaron procedimientos de correlación. Se relacionaron las variables GoS,
54
GoI, GoTot, Rel.ang. (GoS/GoI), GoS/100, GoI/100 y apiñamiento.
Las variables en estudio mostraron muy débiles relaciones lineales entre sí.
Por ejemplo GoI y GoS apenas muestran un r = 0,11. Los ángulos GoI y GoS
están relacionados con GoTot, pero esto sólo ocurre por tratarse de
correlaciones de una variable con un total (GoTot) (Tabla 8) (Gráfico 5).
La pendiente negativa en la relación GoS/GoI se debe a que GoS crece cuando
GoI decrece. (Gráfico 5).
Tabla 8: MATRIZ DE CORRELACIÓN DE LAS VARIABLES EN ESTUDIO
55
GoS
GoI
GoTot
Rel.ang.
GoS
/GoI
GoI/
100
GoS/
100
Apiñam.
GoS r 1.000 .110 .581 .639 -.635 .635 -.138
p .000 .549 .000 .000 .000 .000 .453
GoI r .110 1.000 .873 -.691 .697 -.697 .089
p .549 .000 .000 .000 .000 .000 .629
GoTot r .581 .873 1.000 -.253 .259 -.259 .005
p .000 .000 .000 .163 .152 .152 .977
Rel.ang. r .639 -.691 -.253 1.000 -1.000 1.000 -.195
p .000 .000 .163 .000 .000 .000 .285
GoI/100 r -.635 .697 .259 -1.000 1.000 -1.000 .192
p .000 .000 .152 .000 .000 .000 .292
GoS/100 r .635 -.697 -.259 1.000 -1.000 1.000 -.192
p .000 .000 .152 .000 .000 .000 .292
Apiñ.
r
p
-.138
.453
.089
.629
.005
.977
-.195
.285
.192
.292
-.192
.292
1.000
56
GOS
GOI
GOTOT
RELANG
GOINF100
GOSUP100
APIÑAM
Gráfico 5: LOS DIAGRAMAS DE DISPERSIÓN DE LAS VARIABLES EN ESTUDIO GoS, GoI, Rel.ang.,
GoS/100, GoI/100.
57
La relación entre las distintas variables se ven representada en detalle en los
diagramas de dispersión de las Gráfico 6, 7 y 8.
En ellos se evidencia que la relación de los valores GoS y GoI en los pacientes
con terceros molares retenidos y no retenidos son muy débiles
(Gráfico 6). La misma situación se presentó en el diagrama de dispersión que
relaciona los valores de ángulos goníacos con el apiñamiento (Gráfico 7).
En el gráfico que representa la relación simultánea entre retención,
apiñamiento y ángulos goníacos tampoco es posible determinar la pendiente
de una recta.
no retenidosretenidos
GOI
GO
S
40
45
50
55
60
60 70 80 90
Gráfico 6: DIAGRAMA DE DISPERSIÓN ÁNGULOS GoS Y GoI. PACIENTES CLASIFICADOS SEGÚN RETENCIÓN DEL TERCER MOLAR.
58
No apiñadosApiñados
GOI
GO
S
40
45
50
55
60
60 70 80 90
Gráfico 7: DIAGRAMA DE DISPERSIÓN ÄNGULOS GoS Y GoI. PACIENTES CLASIFICADOS SEGÚN CONDICIÓN DE APIÑAMIENTO.
no apiñados ni retenidosapiñados no retenidosno apiñados retenidosapiñados y retenidos
GOI
GO
S
40
45
50
55
60
60 70 80 90
Gráfico 8: DIAGRAMA DE DISPERSIÓN. ÁNGULOS GoS y GoI. PACIENTES CLASIFICADOS
SIMULTÁNEAMENTE SEGÚN CONDICIÓN DE APIÑAMIENTO Y RETENCIÓN DEL TERCER MOLAR.
59
Con la finalidad de predecir la posible retención del tercer molar a partir del
conocimiento de las medidas de los ángulos goniales y las relaciones
existentes entre ellos, se ajustaron modelos de regresión logística.
De esta manera se analizaron las distintas variables independientes en relación
a la variable dependiente dicotómica (tercer molar retenido SI-NO).
Dado que el gonion total es la suma del inferior y superior, los modelos de
regresión se ajustaron a dos de sus ángulos.
Los tres modelos se comportaron de la misma manera y produjeron los
mismos porcentajes de predicciones correctas: para los dientes retenidos
(75%) para los no retenidos (83%) y en el total (78%). Si bien ninguno de los
coeficientes es estadísticamente significativo, puede observarse una tendencia
al aumento de la chance de dientes retenidos con el aumento de la relación
angular, del valor del gonion superior y del gonion total, y la disminución del
gonion inferior.
A manera de ejemplo se insertan en el texto las Tablas 9.a y 9.b, que
representan el modelo GoI-GoTot, las demás tablas mostraron resultados
similares.
60
Tabla 9.a: REGRESIÓN LOGÍSTICA. MODELO GoI-GoTot
Deviancia 33.8 P 0.1399 Grados de libertad 26
Tabla 9.b: TABLA DE CLASIFICACIÓN DIENTES RETENIDOS.
Condición Predicción TOTAL
Actual SI NO
SI 12 4 16
NO 3 14 17
Total 15 18 33
Proporción de categoría NO correctamente clasificados 0.823 Proporción de categoría SI correctamente clasificados 0.750 Proporción total correctamente clasificada 0.788
El resultado indica que existe 78,8% de posibilidad de predicción correcta de
dientes retenidos.
Variables .
Coeficiente Error
Estándar
Coeficiente
Estándar
p
Const E . 26690.2 17110.9 1.56 0.1188
GoS/100 . -279.335 173.421 -1.61 0.1072
Rel.ang.. . 156.283 174.793 0.89 0.3713
GoI . -11.7344 6.69803 -1.75 0.0798
GoTot . 7.03942 4.00894 1.76 0.0791
GoI/100 . -260.345 170.079 -1.53 0.1258
61
Con la finalidad de predecir el apiñamiento dentario considerando las medidas
de los ángulos goníacos se aplicaron modelos de regresión logísticas similares
a los anteriores. Se observó que las medidas de los ángulos goniales ayuda a
predecir el apiñamiento en aproximadamente 81 % de los casos. Sin embargo
cuando los dientes no estaban apiñados el modelo se presta a confundir los
resultados y clasificarlos como apiñados.
A manera de ejemplo se inserta en el texto las tablas 10.a y 10.b que
representan el modelo GoI-GoS.
Tabla 10.a: REGRESIÓN LOGÍSTICA. MODELO GoI-GoS
Variables
Coeficiente Error Estándar
Coeficiente Estándar
p
Constante 160.181 106.733 1.50 0.1334
GoS 2.76628 1.94285 1.42 0.1545
GoI -1.72188 1.21001 -1.42 0.1547
Rel.ang. -2.25463 1.41654 -1.59 0.1115
GoI/100 -0.28735 0.90062 -0.32 0.7497
Devianza 32.07 p 0.2719 Grados de libertad 28
62
Tabla 10.b: TABLA DE CLASIFICACIÓN DE APIÑAMIENTO
Predicción
Total Actual NO SI
NO 3 6 9
SI 0 24 24
Total 3 30 33
Proporción de la categoría NO correctamente clasificada 0.333 Proporción de la categoría SI correctamente clasificada 1.000 Proporción Total correctamente clasificada 0.818
Al incorporar al modelo la variable retención se observó que el mismo no mejora su
capacidad de predicción, por lo que se concluye que las medidas de los ángulos serían
suficiente para predecir la condición de apiñamiento (Tablas 11.a y 11.b).
Tabla 11.a: REGRESIÓN LOGÍSTICA. MODELO GoI-GoS
Variables
Coeficiente Error Estándar
Coeficiente Estándar
p
Constante 116.243 115.123 1.01 0.3126
Retenido 1.21180 1.01524 1.19 0.2326
GoS 1.77217 2.14272 0.83 0.4082
GoI -1.09481 1.34130 -0.82 0.4144
Rel.ang. -1.52748 1.56713 -0.97 0.3297
GoI/100 -0.33114 0.91737 -0.36 0.7181
Deviancia 30.55 p 0.2898 Grados de libertad 27
63
Tabla 11.b: TABLA DE CLASIFICACIÓN DE APIÑAMIENTO
Proporción de la categoría NO correctamente clasificada
Predicción
Total Actual N O SI
N0 3 6 9
SI 1 23 24
Total 4 29 33
0.333 Proporción de la categoría SI correctamente clasificada 0.958 Proporción Total correctamente clasificada 0.788
A fin de determinar si los ángulos goniales o las relaciones entre ellos
pueden ser utilizados para predecir el apiñamiento en milímetros, se
utilizó un modelo de regresión lineal múltiple, el que mostró una fuerte
colinealidad entre las variables predictoras, indicando que las mismas no
son independientes entre sí.
El coeficiente fue de 0,235 y su ajuste por el uso de múltiples variables fue de
0,12; valores que son muy bajos. La tabla de análisis de variancia muestra que
la regresión no es significativa. Esto fue indicativo de que este modelo no
adecuadamente y que no puede ser utilizado para hacer predicciones del
apiñamiento en milímetros.
Sin embargo, puede observarse que los coeficientes de regresión para las
variables gonion superior y gonion inferior fueron estadísticamente
64
significativos, lo cual implica que mayores valores del gonion superior o
menores del gonion inferior vendrían acompañados por mayores valores de
apiñamiento (Tablas 12.a, 12.b, y 12.c).
Tabla 12.: ANÁLISIS DE REGRESIÓN MÚLTIPLE
Tabla 12.a: PREDICTORES
R R2 R2 ajustado
Error Estándar
.485 .235 .122 2.0747
Predictores: (Constante), GoS/100, GoS, GoI, Rel.ang.
Tabla 12.b: ANÁLISIS DE VARIANCIA
Suma de
Cuadrados
gl
Predictores: (Constante), GoS/100, GoS, GoI, Rel.ang. Dependiente: apiñamiento en milímetros Coeficiente Variable Dependiente apiñamiento
Cuadrado
medio
F
p
Regresión . 35.754 4 8.939 2.077 .112
Residual . 116.215 27 4.304
Total . 151.969 31
65
Tabla 12.c: VARIABLE DEPENDIENTE: APIÑAMIENTO
Coeficientes no estandarizados
Coeficientes estandarizados
t
p
Multicolinealidad
Error/ES Beta Tolerancia VIF
Constante 438.816 217.308 2.019 .053
GoS 5.026 1.952 6.050 2.574 .016 .005 195.030
GoI -3.278 1.267 -6.586 -2.586 .015 .004 228.993
Rel.ang. 58.250 261.044 1.328 .223 .825 .001 1250.604
GoS/100 -12.011 9.113 -9.946 -1.318 .199 .000 2010.607
En resumen se ha demostrado que el conocimiento de los valores de los
ángulos goniales permite obtener 78,8% de predicciones correctas para la
condición de retención de los terceros molares inferiores.
Mientras que en la condición apiñamiento el porcentaje de predicciones es de
81%, pero solo es posible predecir correctamente un 33% en el caso de NO
apiñamiento.
No obstante se pudo comprobar que valores mayores de GoS y menores de
GoI van acompañados de mayores valores de apiñamientos.
66
IV. DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en este trabajo son coincidentes con los estudios
realizados por otros autores sobre distintas variables en relación al crecimiento
mandibular y la posibilidad de erupción del tercer molar. La mayoría de ellos
asoció la retención con el tipo de crecimiento mandibular, aunque utilizando
distintos ángulos para comprobarlo.
Björk (1956), relacionó la retención del tercer molar inferior con el ángulo
β2 asociando la reabsorción del borde anterior de la rama con el crecimiento
condilar vertical. Los resultados encontrados marcaban diferencia significativa
entre los pacientes con terceros molares retenidos y no retenidos.
Kaplan (1975), encontró diferencias significativas en el ángulo de crecimiento
mandibular, (Ar-Gn-Go), entre los pacientes con terceros molares
erupcionados y no erupcionados.
Erden (1998), utilizó el ángulo Ans-Xi-Pm como indicador del crecimiento
vertical inferior de la cara. En la etapa de pretratamiento los valores de la
media fueron menores en caso de los pacientes con terceros molares
impactados, sin embargo la diferencia no fue significativa.
67
En el presente estudio se tomó con variable indicadora del crecimiento
mandibular las medidas de GoTot, GoS y GoI, y si bien es cierto no se halló
diferencias a un nivel significativo, se pudo establecer una ligera tendencia al
aumento de posibilidad de retención en los casos en que el GoS, era mayor,
cuando el GoI era menor y Rel.ang. (GoS/GoI) estaba aumentado, lo que nos
indicaría que en los pacientes con tendencia de crecimiento del cuerpo
mandibular anterior o sagital existe mayor posibilidad de retención del tercer
molar inferior, debido a la menor reabsorción del borde anterior de la rama
ascendente. Por lo tanto podríamos decir que, aunque los ángulos estudiados
fueron diferentes, los resultados son coincidentes.
En el estudio realizado por Richardson (1977), la media encontrada para el
grupo de terceros molares retenidos fue de 119º69', mientras que para el grupo
no retenido fue de 121º85', no alcanzando nivel de significación. En el
presente estudio los valores medios del ángulo goníaco, denominado GoTot.
en el caso de los terceros molares no retenidos fue de 121º46', mientras que
para el grupo retenidos fue de 121º52'. Tampoco se observaron diferencias
significativas en GoS y GoI.
Graber y Kaineg (1983), establecieron que ángulos goníacos más obtusos se
asocian a la retención de los terceros molares, situación que coincide con este
estudio, ya que valores más altos de GoTot, fueron asociados a mayor
68
posibilidad de retención.
En cuanto a la variable apiñamiento Kaplan (1974), no encontró diferencias
significativas entre los grupos de pacientes con terceros molares retenidos,
erupcionados o con agenesias. Sin embargo los valores medios para este grupo
fue de 3,1 milímetros; 2,28 milímetros y 1,68 milímetros respectivamente; lo
que indica la existencia de diferentes medidas en los tres grupos.
Kahl-Nieke (1995), comprobó en grupos que fueron tratados
ortodóncicamente, que la recidiva del apiñamiento medida en milímetros fue
menor en pacientes con terceros molares ausentes (-1,2 milímetros,
p = 0.0031) que en los casos de erupcionados o impactados, aunque
clinicamente la diferencia es muy pequeña.
En tanto, Ades (1990), Schoot (1997) no encontraron diferencias
significativas entre ambos grupos.
En confrontación de resultados, en este estudio los hallazgos difieren de los
obtenidos por otros autores.
En la variable apiñamiento, la media obtenida de la muestra de pacientes con
terceros molares retenidos fue de 3,41 milímetros, mientras que en los
pacientes con terceros molares erupcionados la media encontrada fue solo de
69
1 milímetros. Esto permite suponer que existe una relación entre terceros
molares retenidos y la magnitud del apiñamiento. Estos resultados exhiben
una diferencia poco marcada entre este estudio y el realizado por Kaplan (2,28
milímetros).
Richardson (1966), al estudiar la relación entre el apiñamiento y el tipo de
desarrollo esqueletal del paciente, analizando la medida del ángulo maxilo-
mandibular, (N.S.Gn) y a las medidas Na.Me-Ar.Go, no halló diferencias
significativas entre los grupos según presentaran o no apiñamiento. En el
presente estudio, si bien no se utilizaron como variables los mismos ángulos,
sino que se tomó como referencia los ángulos GoTot, GoS y GoI que difieren
según los tipos esqueletales, se logró establecer que existe una relación directa
entre la chance de apiñamiento y el aumento del valor de GoS o con la
disminución del GoI, situación que se dá cuando existe una tendencia al
crecimiento sagital del cuerpo del maxilar inferior.
70
V. CONCLUSIONES
Después de haber analizado los resultados se concluyó que:
Existe relación directa entre apiñamiento antero-inferior y retención de
los terceros molares inferiores.
Los valores registrados de apiñamiento fueron superiores en promedio en
los pacientes con terceros molares retenidos respecto a los que no lo
tenían.
Los valores de los ángulos goníacos no registraron diferencias
significativas entre los pacientes con apiñamiento o sin él.
Los valores de los ángulos goníacos no pueden predecir el apiñamiento
en milímetros. No obstante, se manifiesta una tendencia a relacionar el
aumento de los valores del GoS o una disminución del GoI, con el
aumento de los valores de apiñamiento.
71
Por lo expuesto se puede deducir que:
No es conveniente proceder a la exodoncia del tercer molar inferior con
la finalidad de prevenir el apiñamiento antero-inferior, tomando como
referencia únicamente la medida de los ángulos goniales, dado que la
posibilidad de la predicción correcta para la condición de retención, es
solo de un 78,8%.
Queda pendiente el estudio de otras variables o factores concurrentes que
permitan pronosticar el apiñamiento con mayor grado de acierto.
72
VI. RESUMEN
Palabras claves: Apiñamiento tardío. Terceros molares retenidos.
Apiñamiento antero-inferior.
El propósito de este estudio fue relacionar la medida de los ángulos GoTot,
Gos, GoI, con la retención de los terceros molares inferiores y su posible
influencia en el apiñamiento dentario antero-inferior.
La muestra obtenida consistió en 33 pacientes, 18 de sexo femenino y 15 de
sexo masculino, cuyas edades oscilaban entre 15 y 22 años, con una de 18
años y 4 meses, sin tratamiento previo de ortodoncia u ortopedia, con arco
inferior completo y con ambos terceros molares inferiores divididos en dos
grupos, 16 con terceros molares erupcionados o con posibilidad de erupcionar
y 17 con terceros molares retenidos o sin posibilidad de erupcionar.
Los resultados obtenidos mediante el test "t" de Student no mostraron
diferencias significativas en los valores de ángulos goniales (GoTot, GoS y
GoI) entre los grupos estudiados (p < 0,05). Tampoco se registraron
diferencias estadísticas significativas entre los valores de los ángulos y entre
los pacientes con apiñamiento o sin el (p < 0,05). Al tomarse las mediciones
del apiñamiento presente en milímetros, estas diferencias fueron significativas
73
(p < 0,05) en los pacientes con terceros molares retenidos. El test de Chi-
Cuadrado confirmó la asociación entre la presencia de terceros molares
retenidos y el apiñamiento (p < 0,05).
El conocimiento de los ángulos GoTot, GoS y GoI y sus relaciones permitió
predecir correctamente la condición retención de los terceros molares
inferiores en un 78,8%.
Si bien los ángulos goniales no permitieron predecir el apiñamiento en
milímetros, se manifiesta una tendencia a valores mayores de GoS, y menores
de GoI sean acompañados por valores mayores de apiñamineto.
74
SUMMARY
Key word: Late crowding. Lower arch crowding. Thirds molars impacted.
Unerupted mandibular third molars.
The purpose of this study was to relate the measure of GoTot, GoS, GoI angles
to the retention of third lower molars and the possible influence in the front
lower crowding.
The sample obtained consisted in 33 patients, 18 females and 15 males whose
ages rangerd from 15 to 22 years old, whit = 18,4 years without previous
treatment orthodontic or orthopedics, whit complete lower arch and with both
lower thirds molars divided into two groups, 16 with thirds molars that either
erupted or possible to erupt and 17 with thirds molars retained or without
eruption possibility of erupting.
The results obtained trough "t" Student test did not show significant
differences in the values of gonials angles (GoTot, GoS and GoI) between the
studied groups (p < 0,05). Nor significant statistical differences between the
angles in patient whit crowding or without it (p < 0,05) were recorded. When
the present crowding was measured in mm, there differences were significant
75
(p < 0,05) in patients whit retained thirds molars. The Chi-Cuadrado test
confirmed the association between the presence of retained thirds molar
presence and crowding (p < 0,05).
The knowledge or the GoS, GoI and GoTot angles their relations allowed to
predict correctly the condition of the third lower molars in 78,8%.
Even though the goniometrical angles did not allow to predict the crowding in
mm, a tendency of the higher values of GoS and lower values of GoI to
become accpmpanied by higher values of crowding can be observed.
76
VII. ANEXOS
Anexo 1: MEDICIONES EFECTUADAS PARA ESTABLECER LA FALTA DE ESPACIO Y LA DIRECCIÓN DE ERUPCIÓN DEL TERCER MOLAR.
77
Anexo 2: TRAZADO DE LOS ÁNGULOS GoTot, GoS, Y GoI PERTENECIENTES AL POLÍGONO DE BJÖRK-JARABACK.
78
Anexo 3: PLANILLA DE DATOS DE LAS VARIABLES EN ESTUDIO
Pacientes Tercer molar Retención GoS GoI
GoTot
Apiñamiento en milímetros
1 NO 48 70 118 0 2 NO 50 84 134 0 3 NO 48 70 118 0 4 NO 49,5 76,5 126 3 5 NO 47 64 111 0 6 NO 48 67 115 0 7 NO 49 77 126 0 8 NO 47 72 119 2 9 NO 55 74 129 2
10 NO 52 71 123 1 11 NO 47,5 79 126,5 2 12 NO 47 74 121 2 13 NO 46 72 118 1 14 NO 48,5 76 124,5 3 15 NO 48 67,5 115,5 0 16 NO 46 73 119 1 17 SI 43 70 113 5 18 SI 51 70 121 0 19 SI 47 73 120 0 20 SI 48 74 122 4 21 SI 46,5 70,5 117 3 22 SI 44 74 118 3 23 SI 50 78,5 128,5 5 24 SI 44 74 118 7 25 SI 46 74 120 4 26 SI 49,5 76 125,5 5 27 SI 50 75 125 5 28 SI 45 75,5 120,5 4 29 SI 52 73 125 4 30 SI 50 76 126 1 31 SI 52 70,5 122,5 6 32 SI 46 81 127 2 33 SI 48 69 117 7
79
VIII. BIBLIOGRAFÍA
Ades, Ami; Joondeph, Donald R.; Little, Robert M.: A Long-Term Study of
Relationship of Third Molars Changes in The Mandibular Dental Arch. Am. J.
Orthod Dentofacial Orthop. 97 (4) : 323 - 335, April 1990.
Begg, P. R.: Stone Age Man's Dentition. Am J. Orthod; 40 : 298
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