Remontando La Fuente (fragmento)
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Una Investigación Acerca delUna Investigación Acerca delUna Investigación Acerca delUna Investigación Acerca delUna Investigación Acerca delUna Investigación Acerca delUna Investigación Acerca delUna Investigación Acerca delOrigen de Nuestras CreenciasOrigen de Nuestras CreenciasOrigen de Nuestras CreenciasOrigen de Nuestras CreenciasOrigen de Nuestras CreenciasOrigen de Nuestras CreenciasOrigen de Nuestras CreenciasOrigen de Nuestras Creencias
Odlanier Zenit RamOdlanier Zenit RamOdlanier Zenit RamOdlanier Zenit RamOdlanier Zenit RamOdlanier Zenit RamOdlanier Zenit RamOdlanier Zenit Ram
“...cuando un río está contaminado, es necesario, para conseguir el agua pura, remontarse a la fuente. Es igualcon la tradición; ésta no se halla pura sino en su origen”.
Paul Lecourt
“...si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare delas palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del Libro de la Vida, y de la santa ciudad y de las cosas queestán escritas en este libro”.
Apocalipsis XXII, 18-19
ÍÍÍÍNDICENDICENDICENDICE
1. AGRADECIMIENTO 9
2. PREFACIO 11
3. INTRODUCCIÓN 15
4. ¿QUÉ NOS REVELAN LOS ROLLOS DEL MAR MUERTO? 21
5. LA PALABRA DE DIOS 29
6. GILGAMESH Y EL DILUVIO UNIVERSAL 43
7. ABRAHAM, SARA Y EL FARAÓN 51
8. MOISÉS Y SARGÓN SALVADOS DE LAS AGUAS 65
9. EL REY SALOMÓN Y AMENHOTHEP IV 79
10. LOS MANDAMIENTOS DE HAMMURABI 87
11.PREPARACIÓN LA BATALLA FINAL 105
12. LA ENTRADA TRIUNFAL Y EL CONTRAATAQUE ROMANO 111
13. EGIPTO EN LA ÉPOCA BÍBLICA 123
14. LA PRIMERA REVOLUCIÓN DE LA HISTORIA 133
15. LA CIUDADELA REAL 143
16. GOBIERNO SOCIAL EN 1.370 A. C. 149
17. EPÍLOGO 161
18. BIBLIOGRAFÍA 167
AgradecimientoAgradecimientoAgradecimientoAgradecimiento
Debo agradecer a todas las personas que contribuyeron a que este libro fuese posible. En especial
a Scarlet por su permanente estímulo, a mis hijos por permitirme restarles del tiempo que
merecían para dedicarlo a escribir; a Carlos, por su continua asesoría profesional, a Luis, por su
paciencia y por las múltiples pruebas. Igualmente a todos aquellos que directa o indirectamente
colaboraron en la elaboración y acabado de esta obra y de quienes me pudiese haber olvidado. A
todos mi más sincera gratitud.
~ Remontando La Fuente ~
PPPPREFACIOREFACIOREFACIOREFACIO
Para la mayoría de los judíos, cristianos y musulmanes, la Biblia siempre fue la palabra de Dios.
Rara vez intentaron comprender el por qué de las irreconciliables contradicciones de algunos de
los textos con la idea de un Dios de Misericordia y de Justicia, y los pocos que lo hicieron fueron
quemados en la hoguera por herejes, torturados en el potro de los suplicios hasta retractarse, o en
el mejor de los casos irreversiblemente desacreditados en el mundo académico. Pero el ojo
implacable de la ciencia, la aguda capacidad detectivesca de algunos investigadores y los
avanzados desarrollos en la tecnología y las redes sociales han hecho posible descubrir hechos que
difícilmente hubiésemos podido develar hace apenas quince años. Apoyados en esos tres factores
nos pudimos acercar a ese famoso conjunto de escritos, incluyendo los de la comunidad Esenia de
Qumran a orillas del Mar Muerto, para compararlos con las fuentes originales. Así podemos ver los
textos bíblicos desde otra óptica, que se asoma más consistente con los descubrimientos
arqueológicos, con la reconstrucción de la historia, y con la realidad actual del Medio Oriente.
Todo eso ha sido posible en los últimos años gracias a los grupos de investigadores independientes,
que lograron que fuera accesible al público común mucho de lo que hasta ayer era feudo
inviolable de solo unos pocos académicos y eruditos. A conciencia de que hemos estado
explorando territorios calificados de “intocables” por ciertos círculos, creemos que los eventos a
los cuales nos referimos en esta obra sucedieron así, con sus protagonistas asumiendo un rol
bastante diferente al que se nos ha enseñado, por ser la forma más coherente con el sentido
común, con la lógica y con los hechos actuales. Hemos alcanzado la mayoría de nuestras
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~ Odlanier Zenit Ram ~
conclusiones en parte a través de la forma como aparecen recopilados sus escritos, con varios
estilos literarios reconocibles, pero principalmente por las irrefutables evidencias arqueológicas.
Esperamos que este material sirva para abrir más puertas y ventanas en un segmento de la historia
que nos ha marcado y seguirá marcando por muchas generaciones; que ha sido fuente de guerras
y debates, y que tal vez ha generado más polémica que cualquier otro asunto en la historia
espiritual de la humanidad. Además, por haber sido narrados durante siglos, estos eventos han
enriquecido y fortalecido muchas tradiciones religiosas y han logrado hacerlas perdurar en sus
doctrinas hasta hoy. Eso es suficiente mérito para cualquiera y les otorga su valor a todas por igual,
sin que ninguna se atribuya el monopolio de la verdad porque ninguna lo puede tener. Con el
mayor respeto posible, junto con millones de creyentes y no creyentes por igual, deseamos ver los
textos sagrados ajustarse a la historia, en vez de ser al contrario como hemos visto con tanta
frecuencia en el pasado.
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~ Remontando La Fuente ~
IIIINTRODUCCIÓNNTRODUCCIÓNNTRODUCCIÓNNTRODUCCIÓN
Hace unos 2.500 años; en una región enmarcada religiosa, cultural y políticamente por los
poderosos reinos de Egipto, Babilonia y Persia, se produjeron pequeños pero determinantes
sucesos: los Habiru o Hapiru, una tribu de aguerridos nómadas, colonos rebeldes que
merodeaban por los campamentos de Ur-Salem, en el valle de Jezreel en Palestina en territorios
del vasto imperio Egipcio, recogieron algunos escritos proféticos para enriquecer sus rituales y
sacrificios. Esta tribu de nómadas, que recorrían el desierto recolectando dátiles, o saqueando
caravanas y carpas, que no sostenían comercio, y que se rehusaban tenaz y sistemáticamente a
relacionarse con otras tribus, se estaban comenzando a habituar a la vida sedentaria, por influencia
de sus ricos conquistadores egipcios. Pronto estos colonos, ancestros de los hebreos, asimilaron el
lenguaje regional a un dialecto propio, adoptaron la escritura y se dedicaron a reunir las
narraciones y hazañas de sus jefes y guerreros, junto con muchas cuentos y leyendas de diversas
tribus y de culturas más antiguas, para luego ensamblarlos en un cuerpo que originaría su bagaje
cultural.
Así comenzó a diferenciarse de las muchas tribus de la región este peculiar pueblo que sobreviviría
a largos y graves conflictos fratricidas, para imponer directa e indirectamente su versión del
monoteísmo en el Oriente Medio y en el mundo, mientras desarrollaban eficientes tácticas de
guerra, habilidades artesanales, y excelente capacidad de negociación. Ese pueblo llegaría a
convertirse con los siglos tal vez en el más rechazado en la historia de la humanidad.
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~ Odlanier Zenit Ram ~
Estos escritos al principio se garabatearon crudamente, pero luego se fueron caligrafiando con
creciente delicadeza y esmero sobre piel de asno, de cabra, de oveja, e incluso sobre finas láminas
de cobre. Con el tiempo asimilaron y adaptaron costumbres de tribus minóicas, sumerias, fenicias,
canaanitas, amorreas, griegas, asirias e incluso etruscas y romanas; pero fueron más fuertemente
influenciados por la religión persa y por las corrientes religiosas egipcias, sumerias y babilonias de
donde tomaron la mayor parte de sus doctrinas; las escrituras y las oraciones que se leen y
escuchan hoy en las sinagogas lo confirman: Adon (Athon), “El Señor”, El Elion “El Altísimo” y El
Shaddai “Dios Todopoderoso”, p. Ej., son hoy expresiones sagradas hebreas, pero provienen, la
primera de los egipcios y las otras dos de los ugaritas, pobladores sumerios de la ciudad-reino de
Ugarit en la costa de la actual Siria frente a Chipre de hace más de cuatro mil años.
Estos Habiru, que por el año 300 a. C., parecían ya estar organizados en clanes, sectas y grupos
mercenarios en permanente rivalidad y en constante lucha contra las tribus vecinas, finalmente
conquistaron Ur-Salem, desplazando a los canaaneos y amorreos; fundaron reinos y ungieron
reyes. Más tarde celebrarían su primer concilio de jefes de clan en Jamnia, (Jabneh) Palestina, en el
año 90 a. C., donde decidieron cuales textos habrían de ser conservados en el corpus histórico-
religioso que sería llamado Tanakh, recopilado por Esdras el escriba, y cuales serían rechazados;
aunque muchos de los libros de ese primitivo Antiguo Testamento estaban aún por escribirse.
Desde entonces hasta la destrucción del llamado Segundo Templo por los Romanos en el año 76
de la Era Cristiana, bajo la influencia de estos ancestros de los judíos, sucederían varios de los
eventos más perturbadores en la historia de toda la región. Muchos detalles de esos eventos aún
los desconocemos, sin embargo marcarían decisivamente la historia de la humanidad como ningún
otro por los siguientes dos mil años y más.
En aquella misma población ahora conocida como Jerusalem, bajo el rey Herodes el Grande
nombrado por Roma, alrededor del año 70 de esta era, un pastor y comerciante de cabras
llamado Markus, prosélito de cierta nueva secta Judía liderada por un antiguo espía Romano de
nombre Pavlos, originario de Tarsos, Grecia, se dedica a tomar nota en su idioma natal de las
narraciones, profecías, leyendas y escritos antiguos almacenados en los “guenizot” (depósitos de
manuscritos). Así fue que Markus escribió sobre eventos que jamás presenció, acerca de un
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~ Remontando La Fuente ~
personaje llamado Jehoshua o Joshua, a quien nunca conoció, componiendo lo que sería el
primero de los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento. Hacía unos treinta años que había
muerto el líder indiscutible de la secta, Joshua el Esenio, crucificado por los romanos bajo cargos
de rebelión, asesinatos y saqueos, y a quien se conocía como Bar-Abba (en arameo “El Hijo del
Padre”), o como Kristos (en griego “El Ungido”), pues era considerado el Rey que liberaría a los
Judíos y cuya venida había sido profetizada por Isaías. Quince años más tarde aparecería el
Evangelio de Matheus y cinco años después el de Lukas. A ocho años de entonces Johan compone
el Evangelio más místico de todos, aunque se escribirían también muchos otros manuscritos, varios
de los cuales quedarían rechazados del corpus canónigo por los jerarcas de la nueva secta. Esto
sucedería en otro concilio; esta vez en Nicea, en el año 325 de nuestra era, donde se decidiría
entre otras cosas si Jesús iba a ser considerado hombre o Hijo de Dios tal como tradicionalmente
se consideraban a todos los reyes antiguos desde 6.000 a. C. Luego en el siguiente concilio, en el
515 a. C., en Trento, se seleccionarían y editarían de nuevo todos los textos para eliminar la
reencarnación, una convicción proveniente de Persia y Egipto la cual los obispos encontraban
difícil de erradicar de las creencias ancestrales de casi todos los pueblos vasallos del Imperio
Romano. También se debía decidir allí si María sería considerada virgen como tradicionalmente se
consideraba a las madres de los dioses del Olimpo greco-romano, o se debía insistir en el
concepto de “unigénito” -µοηογεηεσ−, (monogenes) en el original griego-, término que indicaba
que el héroe era engendrado solo por el padre, sin intervención de mujer ya que la mujer era
considerada no solo inferior sino pecaminosa, y un Hijo de Dios tenía que ser engendrado puro.
Además se fijarían las fechas definitivas de celebración cristiana para que coincidieran con las
conmemoraciones que el pueblo no dejaba de celebrar. Así la Pascua (Pesaj) se haría coincidir con
el Equinoccio de Primavera, y el nacimiento de Jesús con ascenso en la eclíptica del Sol Invictus en
el Solsticio de Invierno. A partir de allí todos esos relatos, compilados en un solo cuerpo, se
convertirían en el conjunto de textos más estudiado, más corregido, más publicado, y más
polémico de toda la historia de la humanidad: La Biblia.
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