REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un...

18
REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN. Psic. Agustín Lorenzo Rodríguez Aké Dr. José Luis Batún Cuts Mtra. Diodora Kantun Chim Mtro. Ernesto Guerrero Lara Mtro. Henry Pantí Trejo Facultad de Matemáticas de la Universidad Autónoma de Yucatán Nota: Este reporte se encuentra en estado de revisión y representa un trabajo aun no concluido. En particular esta investigación agrega rigor metodológico estadístico al trabajo presentado en el 4TH International Congress on Emotional Intelligence, Brief Paper Session A2 bajo el nombre de Impacto de una Intervención en Inteligencia Emocional con niños Hospitalizados.

Transcript of REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un...

Page 1: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN.

Psic. Agustín Lorenzo Rodríguez Aké Dr. José Luis Batún Cuts

Mtra. Diodora Kantun Chim Mtro. Ernesto Guerrero Lara

Mtro. Henry Pantí Trejo Facultad de Matemáticas de la Universidad Autónoma de Yucatán

Nota: Este reporte se encuentra en estado de revisión y representa un trabajo aun no concluido. En particular esta investigación agrega rigor metodológico estadístico al trabajo presentado en el 4TH International Congress on Emotional Intelligence, Brief Paper Session A2 bajo el nombre de Impacto de una Intervención en Inteligencia Emocional con niños Hospitalizados.

Page 2: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

Efecto psicológico de una Intervención de apoyo emocional para niños hospitalizados.  

   

Introducción.     El propósito de este trabajo es explorar el impacto que una metodología de apoyo emocional tiene sobre el estado afectivo de pacientes pediátricos hospitalizados, ya que se ha observado consistentemente que la hospitalización es un evento adverso que genera una gran carga sobre la salud mental (citas) y que requiere de intervenciones que faciliten el proceso de adaptación emocional al ambiente hospitalario y a la enfermedad (cita). En otras palabras, el impacto negativo del hospital se traduce en problemas para adaptarse a la situación, que se manifiestan en diversas varibles de orden afectivo como por ejemplo niveles de altos ansiedad, signos de depresión, elevación del estrés y aumento del afecto negativo (cita).     En este estudio, el objeto de análisis es una intervención psicoeducativa realizada por un proyecto de voluntarios universitarios en diversos hospitales de la ciudad de Mérida Yucatán, México, cuyo objetivo es ejercitar habilidades emocionales y de pensamiento que faciliten el proceso de adaptación a la hospitalización. El propósito es explorar si la intervención de apoyo emocional que ofrece el proyecto de voluntarios universitarios a los niños hospitalizados, logra disminuir el impacto negativo de la hospitalización, entendiendo esto ultimo como reflejando una disminución significativa de los niveles de afecto negativo en los niños hospitalizados y en el mantenimiento o incremento del afecto positivo.     La hipótesis asumida es que la intervención muestra evidencia de efectividad para disminuir el impacto negativo de la hospitalización en los niños hospitalizados a través de calificaciones estadísticamente más bajas de afecto negativo y calificaciones estadísticamente iguales o más altas de afecto positivo, después de la intervención.     La realización de esta exploración es de interés local, debido a que estos voluntarios atienden un aproximado de 400 niños hospitalizados en la ciudad de Mérida dentro de los principales hospitales con unidades de hospitalización infantil, su servicio llega a un porcentaje considerable de los niños hospitalizados en el Estado de Yucatán donde anualmente se hospitalizan unos 1,876 niños entre los 5 y los 14 años según datos del el Sistema Nacional de Información en Salud (2007), por otra parte, en la actualidad el servicio de salud mexicano no cuenta con un programa de atención a la salud mental de personas hospitalizadas, favoreciendo la aparición de un ecosistema de voluntarios que acuden a los hospitales con el propósito cubrir la necesidad de apoyo emocional y social que genera esta situación, generando muchos grupos de personas con buenas intensiones pero con enfoques de intervención cuyo efecto sobre la adaptación a la enfermedad es desconocido.     Otro aspecto a considerar son las característica sociodemograficas de las personas que usan el servicio de salud publica, cuya inmensa mayoría esta conformada por estratos expuestos a diversas carencias sociales que los constituyen conceptualmente en una población con un considerable nivel de vulnerabilidad desde una perspectiva demográfica y que desde la perspectiva psicológica cobra relevancia al verse comprometido el desarrollo futuro del niño a través de un mayor nivel de alteraciones emotivas y conductuales asociadas a la hospitalización (Quinton y Rutter, 2008).        

Page 3: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

Revisión de la Literatura     La hospitalización infantil.     La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas, como el rompimiento con la rutina de la casa, el someterse a estudios médicos dolorosos, alejarse del ambiente familiar, de la escuela y el contacto con sus redes sociales (Aguilera Perez y Whetsell, 2007).     Rodríguez (2002) menciona que el infante hospitalizado, debe adaptarse súbitamente a nuevos horarios, alimentos, personas, incluso pueden aparecer problemas de comunicación que agraven los problemas. Koller (2008) afirma que existen diversas formas de afrontar la hospitalización, por lo que el proceso de adaptación debe ser considerado como dinámico, flexible y dependiente de algunas variables, como las ambientales, personales y de las características de la enfermedad.     Lambert (1984) señala una serie de elementos que intervienen en la adaptación a la hospitalización. Con respecto a características infantiles, señala nivel evolutivo y mecanismos de afrontamiento; en cuanto a los padres menciona el nivel educativo, los valores familiares, el nivel socioeconómico y el manejo que hagan de la separación, por último y con respecto al hospital, aclara que influye la duración del internamiento, acontecimientos estresantes, tipo de tratamiento y enfermedad.     Palomo (1995) comenta que los preescolares son mas vulnerables al entorno hospitalario, sin embargo, aclara que a pesar de la edad, el hospital es un escenario que provoca estrés dado que suele haber separación de los padres, heridas, tratamientos invasivos y de forma en general situaciones amenazantes.Esta misma autora señala el importante papel que juega el concepto de enfermedad, las creencias sobre el hospital, el personal sanitario y los procedimientos médicos en el momento de la pre y post hospitalización.    Poster (1983) identificó factores que producen estrés de forma general durante una hospitalización. Primero enlista al ambiente del hospital, pues obliga al niño a vivir en un entorno extraño, con normas, procedimientos, material y personas con las que no esta familiarizado. Continúa con la separación de los padres, cuyos hijos podrían reaccionar dramáticamente a través de llantos desesperados y rechazo del consuelo por otros adultos (Bolig y Gnezda, 1984).     Los otros elementos citados por Poster (1984) son el dolor- malestar asociado a la enfermedad, la intimidación de muerte y el nivel de ansiedad paterno. Goldman (1993) apoya la idea del dolor como una de las principales experiencias que inciden en el nivel de estrés del infante hospitalizado, en este sentido Palomo (1995) señala que se puede considerar a la habilidad de un niño para enfrentarse a una inyección como un gran predictor de su reacción a otros aspectos de la hospitalización y la enfermedad.     Esta misma autora señala que no existe consenso con respecto a la presencia de la idea de muerte durante una hospitalización, pero acota que es una amenaza subyacente a este tipo de experiencias y que en nuestra cultura suele evitarse como tema de una conversación.     Tomando en cuenta las variables mencionadas anteriormente, Guzmán y Torres (2006) afirman que con frecuencia surge un desequilibrio biopsicológico que genera vulnerabillidad a los estresores, porque las capacidades de adaptación, que se traducen en la habilidad de afrontar y acomodarse a situaciones estresantes o adversas se encuentran minimizadas o ausentes. Bajo estas

Page 4: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

circunstancias, un pequeño está en crisis; es decir, muestra un estado temporal de trastorno y desorganización que le produce la incapacidad para resolver situaciones particulares con éxito.     Rodríguez y Pardos (2000) comentan que en muchos casos, las reacciones psicológicas y emocionales adversas se mantienen incluso cuando el infante ya ha regresado a su casa. En ese sentido, resulta frecuente observar a niños que se encuentran muy apegados a su madre, que se alteran si escuchan hablar de hospitales, que sufren pesadillas, que se niegan a ingerir alimentos, que lloran repentinamente sin causa aparente o que les sobrevienen crisis agudas de ansiedad.     Ezpeleta (2005) en su libro “Factores de Riesgo y Psicopatologías del Desarrollo” comenta que la mayoría de los menores que pasan por la experiencia de una hospitalización “sencilla” son capaces de afrontarla sin efectos a largo plazo en su conducta . Sin embargo, algunos cuyos antecedentes muestran relaciones difíciles con profesionales de la salud, poseen una afección crónica o tuvieron algún accidente grave, pueden afrontar la situación con dificultad y requerir atención especial.     Durante el desarrollo de una escala para medir las respuesta de ansiedad de un grupo de 115 niños hospitalizados por cáncer y sometidos a aspiraciones de medula ósea, Katz, E. Kellerman, J. y Siegel. S. (1980), encontraron que los niños más pequeños tendían a emitir un gran variedad de comportamientos ansiosos y que las mujeres tenían una tendencia a mostrar altos niveles de comportamientos ansiosos en comparación con los hombres.     Un estudio realizado por Kashani, Barbero, Wilfley, Morris, and Shepperd (1988) reporta mas problemas de comportamiento y menos competencias sociales en niños con enfermedades crónicas. En sintonía con lo anterior algunos estudios (Cadman, Boyle, Szatmari, y Offord, 1987; Gortmaker, Walker, Weitzman, y Sobol, 1990; Lavigne, J. V., Y Faier-Routman, J. 1992) mencionan que el riesgo de problemas de ajuste social, problemas de internalizados y externalizados de comportamiento, duplican su riesgo en los niños hospitalizados cuando son comparados con niños saludables.     Por ultimo, Del Barrio y Mestre (1989) mencionan que la hospitalización podría provocar en los más pequeños inquietud y ritmos alterados, llantos, problemas con las comidas, conductas regresivas, ansiedad de separación; mientras que en niños de edad preescolar y escolar puede producir tristeza y depresión como síntomas más generalizados.     Como se puede observar, la literatura revisada agrupa los problemas relacionados con la hospitalización en términos de ajuste o adaptación, ansiedad, depresión, miedo, alteraciones somáticas, estrés y problemas conductuales, por lo que se hace importante realizar una revisión breve del origen o significado de cada uno de estos constructos en el campo de investigación.     Atención Emocional del Paciente Pediátrico.     La literatura respecto al tema sugiere que existe una gran cantidad de enfoques para trabajar con los niños hospitalizados, desde muñecos, títeres, enseñanza de estrategias de afrontamiento y relajación, paseos por las zonas de hospitalización, video educativos, libros y hasta trípticos. También hay programas que se centran exclusivamente en dar soporte a los niños o a los padres (Koller, D. 2007).     Koller (2007) señala que la habilidad del niño para afrontar los procedimientos médicos así como la cualidad y la intensidad de su reacción están influenciadas por muchas variables (Lynch M. 1994 y Melamed BG, Dearborn M, Hermecz DA. 1983) que incluyen la edad, el nivel de desarrollo, la personalidad, el estilo de afrontamiento, experiencias previas relacionadas con la salud y con el

Page 5: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

personal médico, así como su diagnostico y la complejidad e invasividad del mismo (Brewer S, Gleditsch SL, Syblik D, Tietjens ME, Vacik HW. 2006; Lynch M. 1994; Melamed BG, Dearborn M, Hermecz DA. 1983; y Tideman ME, Clatworthy S. 1990)). De igual forma, variables de tipo familiar, como la composición y el nivel de ansiedad de los padres, puede afectar la respuesta del niño (Brewer S, Gleditsch SL, Syblik D, Tietjens ME, Vacik HW. 2006 y Tideman ME, Clatworthy S. 1990).     Koller (2007) señala que independientemente del procedimiento para el cual se prepara al niño, los tres elementos que logran dar efectividad a la intervención son la entrega de información adecuada para la edad, el impulso y reforzamiento de la expresión emocional y la formación de relaciones de confianza con el personal médico. Vernon (1965) ya había señalado estos elementos, pero fue O’Connor-Von (2000) quien realizó una revisión bibliográfica de 400 estudios y un meta análisis de 22 muestras, para confirmar la importancia de esos elementos como componentes esenciales de una preparación efectiva del paciente pediátrico ante la experiencia de hospitalización.     Koller (2007) señala que el proceso de entregar de información médica al paciente pedíatrico debe de acompañarse con técnica de afrontamiento, pues aminoran el miedo y la sensaciones de ansiedad, por su parte, Campbell et al (1995) mencionan que cuando un programa de información incluye técnicas de afrontamiento, los niños se comportan de forma más positiva cuando van a ser sometidos a una cirugía. Un estudio realizado por Peterson y Shigetomi (1981) encontró que los infantes atendidos con técnicas de afrontamiento basadas en modelamiento, estuvieron más calmados y cooperativos que los niños de no recibieron este tipo de atención. La literatura muestra que las tecnicas de afrontamiento que logran ser más efectivas, son aquellas que han incluido elementos visuales, auditivos, de estimulación tactil, conteo de números, cantos e incluso interacciones verbales durante los procedimientos (Stevenson MD, Bivins CM, O'Brien K, Gonzalez del Rey JA. 2005).     Independientemente del entendimiento que la literatura ha proporcionado, existen algunos vacíos en la investigación, Koller (2007) sugiere que deberían conducirce estudios para determinar que técnicas son más efectivas en función del nivel de desarrollo o de los rasgos de personalidad, inclusive, tomar en cuenta aspectos culturales. La misma autora señala que hacen falta estudios que exploren las mejores formas de expresión emocional en el curso de un procedimiento, básicamente, se debe buscar la evaluación de cuales son los tratamientos que conducen a los mejores resultados para el bienestar de los niños y sus familias.     En una linea de investigación diferente a la de estrategias de afrontamiento, se encuentran los estudios que se concentran en revisar el impacto que el juego terapéutico tiene en los niños hospitalizados. De manera general, Fisher realizo un meta análisis de 800 estudios en el que encontró que había evidencia suficiente para señalar que el juego por si solo, tiene un impacto positivo para alcanzar tareas de desarrollo, que promueve de forma significativa el desarrollo cognitivo y social y que estos efectos se magnifican cuando adultos participan en los juegos. En concordancia con esto, se ha señalado que el juego infantil es crítico por múltiples razones, que incluyen la oportunidad de comunicar sentimientos, mal entendidos y preocupaciones a través del propio lenguaje, tanto el verbal como el no verbal, el juego enseña a los niños como manejarse en el mundo y los roles que existen en el, es el momento en que el niño aprende a interactuar con su ambiente.     Koller (2008) señala que en el contexto del hospital existen formas de juego que promueven de manera efectiva al desarrollo personal y al incremento del bienestar, en particular, señala que el juego terapéutico se compone de actividades especializadas, con fundamento en estudios del desarrollo y que facilitan el bienestar emocional de un paciente pediátrico.    

Page 6: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

El foco del juego terapéutico se encuentra en la promoción de un desarrollo normal al tiempo que capacita al niño para responder de forma mas efectiva a las situaciones médicas que se experimentan en un hospital (Oremland EK, Oremland, J.D.. 2000). El juego terapéutico típico se compone de capacitación para la expresión emocional, juegos explicativos de procedimientos médicos y juegos de rehabilitación física (Vessey JA, Mahon MM. 1990). Varios estudios han mostrado que esta técnica es efectiva para disminuir la ansiedad y el miedo que los niños tienen en las admisiones hospitalarias e inmediatamente después de cirugía o en el tiempo de egreso del hospital(Schwartz BH, Albino JE, Tedesco LA. 1983; Zahr LK. 1998; Rae WA, Worchel FF, Upchurch J, Sanner JH, Daniel CA. 1989; Johnson PA, Stockdale DF. 1975).     Un aspecto determinante del juego terapéutico es una capacidad para facilitar la expresión de emociones y dirigir al niño hacia un estado de mayor bienestar psicológico dentro del hospital (Schwartz BH, Albino JE, Tedesco LA. 1983; Zahr LK. 1998). De acuerdo con algunos estudios ( Cassell S. 1965; Schwartz BH, Albino JE, Tedesco LA.. 1983; y Zahr LK. 1998), los niños que son atendidos con juego terapéutico muestran más cooperación durante procedimientos médicos estresantes y muestran más voluntad de regresar al hospital para sus tratamientos futuros.     Un estudio realizado por Schwartz, Albino y Tedesco (1983) encontró que el juego terapéutico médicamente relacionado era más efectivo que los que no tenían relación médica. Estos autores examinaron la reducción del estrés en la preparación preoperatoria con 45 niños entre tres y cuatro años. Los niños fueron aleatoriamente asignados en tres grupos: uno control, uno con juego sin relación médica y otro con juego médicamente relacionado. Encontraron que los niños del último grupo estuvieron más cooperativos y menos molestos que los niños que estuvieron en los otros dos grupos, lo que sugiere que el juego sobre procedimientos médicos puede ser más efectivo que cualquier otro, para disminuir el estrés ante estos procesos.     Otros estudios sugieren que el juego terapéutico produce beneficios que no se relacionan con los procedimientos médicos, específicamente Rae y sus colegas, (1989) compararon los efectos que el juego producía en el ajuste psicosocial con 46 niños entre los 5 y los 10 años que habían sido hospitalizados por enfermedades agudas. En este estudio se asignaron aleatoriamente a los niños dentro de 4 grupos: uno de juego terapéutico, uno de entretenimiento, uno de soporte por charla y uno sin tratamiento. El juego terapéutico fue una mezcla de juegos médicamente y no médicamente relacionados, con materiales como muñecos, títeres y juguetes, así mismo, durante el juego no médicamente relacionado, el facilitador enseñaba al niño a reflejar e interpretar sentimientos. Los resultados mostraron que los niños que fueron atendidos con este último tipo de juego, mostraron una reducción significativa en sus autorreportes de miedo al hospital en comparación con los niños de los otros grupos.     Adicionalmente, otros estudios han demostrado que además de aliviar el estrés psicosocial, el juego terapéutico es efectivo para reducir respuestas fisiológicas de tensión emocional, como la sudoración en la palma de las manos, el movimiento corporal excesivo, el incremento de la frecuencia cardiaca y de las elevaciones de presión sanguínea (Zahr LK. 1998). Se ha observado que los niños que han sido provistos de juego terapéutico muestran menos estrés fisiológico, que es medido a través de indices más bajos de presión sanguínea, frecuencia cardiaca y disminución del tiempo que transcurre entre una cirugía y la primera micción (Young MR, Fu VR. 1988 ), incluso se ha reportado menor sudoración en las palmas de las manos que aquellos niños que no fueron tratados con juego terapéutico (Johnson PA, Stockdale DF. 1975).     Cabe señalar que la mayoría de investigación en el área se ha realizado para evaluar juegos terapéuticos médicamente relacionados, mientras que áreas con aspectos más creativos y artísticos no han sido muy estudiadas. Koller (2008) señala que hay un rezago no sólo en la comparación de las diversas formas de juego terapéutico, sino que también hacen falta estudios sobre los tipos de

Page 7: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

juegos que funcionan mejor según la edad, el grupo étnico, o para reducir los niveles de ansiedad, así mismo, tampoco es muy claro que tipo de juego terapéutico es más efectivo para los niños hospitalizados en general.     Koller (2008) señala que la investigación ha provisto evidencia que apoya la efectividad del juego terapéutico para reducir el estrés psicológico y fisiológico con los niños que enfrentan una hospitalización, además de que ofrece beneficios a largo plazo al promover respuestas más positivas para las experiencias médica futuras.    

Metodología    

Participantes.     La muestra estuvo compuesta por 47 casos de niños atendidos durante las visitas del proyecto, de los cuales, 27 fueron atendidos a través de una metodología de juego basada en principios de IE. Estos casos fueron colectados de Agosto del 2012 a Junio del 2013 y el criterio de inclusión, fue la capacidad del niño para reconocer expresiones faciales con expresión de afecto negativo y asignarles una etiqueta emocional congruente con la polaridad que representaba la cara. La Figura 1 muestra la distribución de servicios de Inteligencia Emocional frente a los de Juego.    

Figura 1. Gráfico de sectores sobre el porcentaje de niños atendidos según tipo de intervención.  

  Tratamiento.     El proyecto de los voluntarios universitarios cuenta con dos opciones de intervención de apoyo emocional, en primer lugar, se cuenta con una metodología basada en el modelo de Inteligencia Emocional (IE) desarrollado por Mayer, Carusso y Salovey (1999) y en segundo termino, se realizan actividades lúdico-artísticas. Cabe señalar, que sólo en los casos en que no es posible implementar IE se usan juegos y actividades artísticas, que en su mayoría son pintura y dibujo libre, colorear dibujos, platicar, juegos de mesa entre otros.     Mediciones.     En los estudios revisados para determinar cuál sería la forma más apropiada para determinar el grado de impacto negativo en el niño hospitalizado, se ha encontrado que la mayoría de estudios sobre el tema utilizan autoinformes sobre el autoestima, la depresión, la ansiedad, los miedos percibidos y utilizan reportes de terceros, normalmente padres o staff médico, para evaluar la presencia de problemas conductuales (Small, L. y Mazurek, B. 2006; Carson, D. Graveley, J. y Council, J.1992; Karling, M. Stenlund, H, y Hägglöf, B. 2007; Piazza-Waggoner, C. Adamas, Ch. Muchant, Wilson, N. and Beth, M. 2006; y Bragado, Ma. Hernández, J. Sánchez, Ma. y Urbano, S. 2008).     El trabajo de Mauss, I. y Robinson, M. (2009) destaca sobre los demás, arrojando pautas para decidir sobre el tipo de medición, pues condujeron una revisión de la literatura para evaluar la

Page 8: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

validez y la confiabilidad que tenían cada uno de los métodos disponibles para evaluar las emociones y concluyeron que de manera extendida, los instrumentos de evaluación de tipo autoreporte tenían más evidencia de validez cuando eran aplicados para experiencias emocionales que estaban ocurriendo en el presente.     Bajo la lógica de las ideas antes expuestas, se determinó que la exploración del efecto de la intervención sobre el impacto la hospitalización debe realizarse con un instrumento breve que evalué el estado emocional lo más cercano al presente, de tal forma que se determino medir el afecto negativo y el positivo a través del instrumento psicométrico Rate Your Day (RYD).     El instrumento mencionado fue diseñado como una medida breve para el afecto negativo y positivo, tiene dos sub-escalas derivadas empíricamente: Emociones positivas (alegría, tranquilidad) y emociones negativas (ansiedad, depresión). Cada factor se compone de adjetivos o frases en que los participantes señalan el nivel experimentado dentro de una escala de calificación numérica de 11 puntos.     Este instrumento ha mostrado una excelente confiabilidad y validez (Thurber, 1995, 1997, 1999, Thurber y Sigman, 1998). En una muestra con los niños hospitalizados, tuvo alta consistencia interna en las escalas de emociones negativas y positivas (Thurber, C. Patterson, D. y Kiomi, K. 2007). En la investigación anterior, estos autores encontraron que con esta población, dos de las tres dimensiones de su instrumento presentaban una fuerte consistencia interna (afecto positivo y negativo), además la dimensión de emociones negativas de su instrumento se correlacionaba positivamente con instrumentos fuertemente validados para la medición de la ansiedad y la depresión en niños y que por el contrario, la dimensión de afecto positivo de su instrumento, se relacionaba negativamente con los instrumentos mencionados anteriormente. Para los fines de esta investigación, las mediciones fueron realizadas antes del tratamiento y después de éste.     Diseño de la Investigación.     El presente trabajo sigue un diseño preexperimental con un solo grupo, con mediciones antes del tratamiento y después del tratamiento, no se realizó aleatorización y no se estableció un grupo control. Por sus características, puede catalogarse como una investigación clínica, pues el fin es generar conocimientos de aplicación para la mejora de la atención del proceso salud- enfermedad.     Análisis Estadístico.     Para explorar el efecto de la intervención se realizaron tres procedimientos de análisis estadísticos. Primero, se efectuo un análisis exploratorio de los datos para caracterizar la muestra en cuanto a sus niveles de afecto negativo y positivo, a continuación se realiza visualización de las distribuciones de las calificaciones según el tipo de tratamiento y del comportamiento de las diferencias del afecto negativo y positivo al simultáneo, a través en un diagrama de dispersión.     Como consecuencia del diagrama de dispersión se determinó explorar el efecto del tipo de tratamiento a través de su caracterización del resultado como ganancia terapéutica en terminos de las variables de interés, para lo cual se realizó un análisis de tablas de contingencia. Finalmente, se realizó una comparación de la diferencia media entre el antes y el después del tratamiento, en función del tipo de tratamiento recibido.    

Resultados       Descripción  de  Afecto  Positivo  

Page 9: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

    La   distribución   de   acuerdo   a   la   puntuación   obtenida   en   los   reactivos   que   reflejan   el  afecto  positivo  y  dividido  por  tipo  de  intervención  y  global  se  muestra  en  la  figura  2.  

 

 Figura  2.  Gráfico  de  barras  sobre  la  distribución  de  calificaciones  de  Afecto  Positivo  del  día  

previo.    

  Se  aprecia  en  la  figura  2,  que  más  del  66%  de  los  pacientes  que  recibieron  inteligencia  emocional  tuvo  una  puntuación  mayor  a  25,  que  representa  la  mitad  posible  de  entre  los  cinco  reactivos  que  se  asocian  al  afecto  positivo.  Este  porcentaje  aumenta  al  75%  en  los  pacientes  que   recibieron   terapia   de   Juego.   De  manera   global   más   del   68%   tuvo   una   puntuación   por  encima  de  25.  Lo  anterior  indica  que  los  pacientes,  en  general,  se  encontraban  con  un  “buen”  afecto  positivo.       A   los  mismos  pacientes   se   les  aplicó  el   cuestionario  después  de   la   intervención  y   las  puntuaciones  obtenidas  se  aprecian  en  la  Figura  3:  

 

 Figura3.  Gráfico  de  barras  sobre  la  distribución  de  calificaciones  de  Afecto  Positivo  posterior  a  

la  intervención  de  Inteligencia  Emocional.       En  el  caso  de   los  pacientes  de   inteligencia  emocional  el  porcentaje  por  encima  de  25  puntos   se   incremento   a   más   del   89%,   no   en   cambio   los   pacientes   que   recibieron   juego  disminuyeron  a  45%.  De  forma  global,  el  porcentaje  de  pacientes  por  encima  de  25  puntos  fue  71%.           Descripción  de  las  diferencias  de  Afecto  Positivo.       De   forma   individual   y  bajo   la   terapia  de   Inteligencia  Emocional   (Figura  4),   cerca  del  81%  mostró  un  aumento  en   la  puntuación  de  afecto  positivo.  El  19%  de  ellos   inclusive  por  encima   de   20   puntos   de   aumento.   Sólo   el   19%   de   los   pacientes   bajo   el   tratamiento   de  

Page 10: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

inteligencia  emocional  presentaron  una  disminución  de  afecto  positivo  hasta  un  máximo  de  19  puntos.    

 Figura  4.  Gráfico  de  Sectores  sobre  la  distribución  de  diferencias  de  Afecto  Positivo  entre  el  

día  previo  y  posterior  a  la  intervención  de  Inteligencia  Emocional.    

    Bajo  la  terapia  de  Juego,  cerca  del  35%  mostró  un  aumento  en  la  puntuación  de  afecto  positivo  mientras  que  el  65%  mostró  una  disminución  en  la  puntuación  de  afecto  positivo,  el  15%  de  ellos  disminuyeron  en  más  de  20  puntos.    

 

 Figura  5.  Gráfico  de  Sectores  sobre  la  distribución  de  diferencias  de  Afecto  Positivo  entre  el  

día  previo  y  posterior  a  la  Intervención  de  Juego.    

  De  forma  global  (Figura  6),  el  62%  de  los  pacientes  presentaron  un  aumento  de  afecto  positivo,  18%  de  ellos  tuvieron  un  aumento  por  encima  de  20  puntos.  Del  38%  que  tuvieron  una  disminución  de  afecto  positivo,  sólo  el  10%  disminuyó  en  más  de  20  puntos.  

 

 Figura  6.  Gráfico  de  Sectores  sobre  la  distribución  de  diferencias  de  Afecto  Positivo  entre  el  

día  previo  y  posterior  a  la  Intervención  de  ambas  intervenciones.    

Page 11: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

    Descripción  de  Afecto  Negativo       La   distribución   de   acuerdo   a   la   puntuación   obtenida   en   los   reactivos   que   reflejan   el  afecto  negativo  y  dividido  por  tipo  de  intervención  y  global  se  muestra  en  la  Figura  7.    

 

 Figura  7.  Gráfico  de  barras  sobre  la  distribución  de  calificaciones  de  Afecto  Negativo  del  día  

previo.       Se   aprecia   en   la   Figura   7,   que   cerca   del   41%   de   los   pacientes   que   recibieron  inteligencia  emocional   tuvo  una  puntuación  mayor  a  30  que   representa   la  mitad  posible  de  entre  los  seis  reactivos  que  se  asocian  al  afecto  negativo.  Este  porcentaje  disminuye  al  30%  en  los   pacientes   que   recibieron   terapia   de   Juego.   De   manera   global   más   del   36%   tuvo   una  puntuación   por   encima   de   30.   Lo   anterior   indica   que   los   pacientes,   en   general,   no   se  encontraban  con  un  afecto  negativo  por  encima  del  50%  de  puntuación  total.       A  los  pacientes  anteriores  se  les  aplicó  el  cuestionario  después  de  la  intervención  y  las  puntuaciones  obtenidas  se  aprecian  en  la  Figura  8:  

 

 Figura  8.  Gráfico  de  barras  sobre  la  distribución  de  calificaciones  de  Afecto  Negativo  del  día  

previo.      En  el  caso  de  los  pacientes  de  inteligencia  emociona,l  el  porcentaje  por  encima  de  30  puntos  disminuyó  al    15%,  para  los  pacientes  que  recibieron  terapia  de  juego  disminuyó  a  10%.,  De  forma  global,  el  porcentaje  de  pacientes  por  encima  de  30  puntos  fue  13%.           Descripción  de  las  diferencias  de  Afecto  Negativo.    

Page 12: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

  De  forma  individual  y  bajo  la  terapia  de  Inteligencia  Emocional,  cerca  del  70%  mostró  un  disminución  en  la  puntuación  de  afecto  negativo.  El  43%  de  ellos  inclusive  disminuyeron  más  de  20  puntos.  Sólo  el  11%  de  los  pacientes  que  recibió  inteligencia  emocional  presentó  un  aumento  de  afecto  negativo  hasta  un  máximo  de  19  puntos.      

 Figura  9.  Gráfico  de  Sectores  sobre  la  distribución  de  diferencias  de  Afecto  Negativo  entre  el  

día  previo  y  posterior  a  la  intervención  de  Inteligencia  Emocional.    

  Bajo   la   terapia   de   Juego   (Figura   10),   cerca   del   90%   mostró   una   disminución   en   la  puntuación  de  afecto  negativo  y  sólo  el  10%  mostró  un  aumento  de  afecto  negativo.    

 

 Figura  10.  Gráfico  de  Sectores  sobre  la  distribución  de  diferencias  de  Afecto  Negativo  entre  el  

día  previo  y  posterior  a  la  intervención  de  Juego.       De  forma  global  (Figura  11),  el  89%  de  los  pacientes  presentaron  una  disminución  de  afecto  negativo,  24%  de  ellos  tuvieron  una  disminución  por  encima  de  20  puntos.  El  11%  tuvo  un  aumento  de  afecto  negativo.    

 Figura  11.  Gráfico  de  Sectores  sobre  la  distribución  de  diferencias  de  Afecto  Negativo  entre  el  

día  previo  y  posterior  a  ambas  intervenciones.    

Page 13: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

    Visualización  de  las  diferencias  de  Afecto  Positivo  y  Negativo       Los  siguientes  diagramas  de  dispersión  tienen  como  eje  X  al  valor  que  resulta  al  restar  el  afecto  positivo  de  hoy  del  afecto  positivo  de  ayer;  como  eje  Y  se  tiene  el  valor  que  resulta  al  restar  el  afecto  negativo  de  hoy  del  afecto  negativo  de  ayer.  Por  la  naturaleza  de  los  ejes,  lo  óptimo  es  que  los  puntos  se  encuentren  en  el  II  cuadrante,  es  decir,  que  el  afecto  positivo  haya  aumentado  y  el  afecto  negativo  haya  disminuido;  sin  embargo,  es  suficiente  con  que  el  afecto  negativo  disminuya,  por  lo  tanto,  lo  bueno  es  que  los  puntos  se  encuentren  en  los  cuadrantes  I  y  II,  siendo  el  significado  del  III,  que  el  afecto  negativo  disminuyó,  pero  no  aumento  el  afecto  positivo.       Bajo  la  terapia  de  juego  (figura  12),  vemos  que  son  pocos  los  puntos  que  se  encuentran  en  los  cuadrantes  III  y  IV,  la  gran  mayoría  se  encuentran  el  I  y  II,  que  expresan  ganancia  de  afecto  positivo:    

 Figura  12.  Gráfico  de  Dispersión  de  las  diferencias  de  Afecto  Negativo  (eje  Y)  y  Positivo  (eje  X)  

en  la  intervención  de  Juego.    

    Bajo  la  terapia  de  Inteligencia  emocional  (Figura  13)  podemos  apreciar  que  la  mayoría  de  los  puntos  se  encuentra  en  el  segundo  cuadrante  que  es  lo  óptimo,  ya  que  expresa  disminución  de  afecto  negativo  y  ganancia  de  afecto  positivo:    

 Figura  13.  Gráfico  de  Dispersión  de  las  diferencias  de  Afecto  Negativo  (eje  Y)  y  Positivo  (eje  X)  

en  la  intervención  de  Inteligencia  Emocional.      

  De  forma  global  (Figura  14)  se  observa  que  la  mayoría  de  los  puntos  se  encuentran  en  los   primeros   dos   cuadrantes   y   más   de   la   mitad   de   ellos   se   encuentran   en   el   segundo  

Page 14: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

cuadrante.  Son  pocos  puntos  que  se  encuentran  en  el  cuadrante  IV,  que  implica  ganancia  de  afecto  negativo  y  perdida  del  positivo.    

 Figura  14.  Gráfico  de  Dispersión  de  las  diferencias  de  Afecto  Negativo  (eje  Y)  y  Positivo  (eje  X)  

en  ambas  intervenciones.      

  Análisis  de  Ganancia  Terapéutica  en  Afecto  Negativo  y  Positivo       Una  cambio  en  el  afecto  negativo  después  de  la  intervención,  puede  ser  un  indicador  de  que  la  intervención  tiene  un  efecto  positivo  o  no  en  el  niño.  Si  el  cambio  consiste  en  una  disminución  del  afecto  negativo,  se  considera  que  la  intervención  tiene  un  efecto  positivo  en  el  niño.  En  términos  de  ganancia  terapéutica,  se  puede  pensar  que  una  disminución  después  de  la  intervención  es  una  ganancia.  En  base  a  esto,  se  considera  la  diferencia  del  afecto  negativo  entre  el  día  previo  y  después  de  la  intervención  (ayer  y  hoy  en  la  tabla  de  datos).  Si  esta  diferencia  es  positiva,  se  considera  como  una  ganancia,  en  caso  contrario,  como  una  no  ganancia  (no  se  reflejará  como  pérdida).    Las  siguientes  tablas  muestran  la  distribución  de  las  ganancias  en  el  afecto  negativo  con  respecto  al  tipo  de  intervención  en  términos  porcentuales:  

      Signo A-      

Tipo de Intervención     No Ganancia  Ganancia   Total general  IE     15%   85%   27  

Juego     15%   85%   20  Total general     7   40   47  

 Tabla  1.  Tabla  de  contingencia  porcentual  del  tipo  de  intervención  con  ganancia  de  afecto  

negativo.       Se  observa  que,  en  términos  porcentuales,  se  tiene  una  ganancia  muy  similar  en  cada  tipo  de  intervención,  es  decir,  se  presenta  una  disminución  de  afecto  negativo  con  ambas,  lo  cual  sugiere  que  ambos  tratamientos  tienen  un  efecto  positivo  en  el  niño.  Debido  al  número  de  conteos  por  casilla,  no  es  posible  aplicar  una  prueba  ji-­‐cuadrada  para  determinar  si  el  número  de  incrementos  en  el  afecto  negativo  es  independiente  del  tipo  de  intervención.  En  el  caso  del  afecto  positivo  se  procede  de  manera  similar.  Es  importante  mencionar  que  los  cambios  en  este  tipo  de  afecto  no  tienen  una  prioridad  dentro  de  la  intervención,  sin  embargo,  definiremos  un  tipo  de  ganancia  al  estudiar  este  tipo  de  afecto.         A  diferencia  del  afecto  negativo,  en  el  afecto  positivo  se  esta  interesado  en  el  incremento  o  no  después  de  la  intervención.  Considerando  las  diferencias  entre  el  afecto  positivo  antes  y  después  de  la  intervención  (ayer  y  hoy  en  la  tabla  de  datos),  se  considera  que  

Page 15: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

hay  una  ganancia,  si  esta  diferencia  es  menor  o  igual  a  cero.  En  otras  palabras,  si  existe  un  incremento  en  el  afecto  positivo,  o  bien,  si  no  hubo  cambio  alguno,  después  de  la  intervención.    Cuando  exista  una  disminución  en  el  afecto  positivo,  se  considerará  como  una  no  ganancia.  En  base  a  esto,  tenemos  las  siguientes  tablas.  

      Signo A+      

Tipo de Intervención     No Ganancia  Ganancia   Total general  IE     7%   93%   27  

Juego     45%   55%   20  Total general     24   23   47  

 Tabla  2.  Tabla  de  contingencia  porcentual  del  tipo  de  intervención  con  ganancia  de  afecto  

positivo.       Se  puede  observar  un  porcentaje  mayor  de  ganancia  en  el  tipo  de  intervención  de  Inteligencia  Emocional  con  respecto  al  tipo  de  intervención  juego.  Como  se  puede  notar  en  la  tabla  2,  se  tiene  un  porcentaje  muy  similar  entre  las  ganancias  y  no  ganancias  en  el  afecto  positivo,  esto  indica  que  el  tipo  de  intervención  juego  puede  no  ser  un  factor  importante  en  el  incremento  del  afecto  positivo,  a  diferencia  del  tipo  de  intervención  emocional.  Lo  anterior  sugiere  que  el  tipo  de  intervención  de  Inteligencia  Emocional  tiene  un  mayor  efecto  positivo  en  el  niño.  Debido  a  que  el  número  de  conteos  menor  que  5,  no  es  posible  aplicar  una  prueba  ji-­‐cuadrada  para  a  determinar  si  el  número  de  incrementos  en  el  afecto  positivo  es  independiente  del  tipo  de  intervención.           Efecto  de  las  Intervención  de  Juego  en  el  Afecto  Negativo  y  Positivo.       Primeramente  se  considera  el  análisis  de  la  intervención  Juego  sobre  el  afecto  negativo,  antes  y  después  de  la  intervención  en  cada  niño.  Se  pretende  determinar  si  el  efecto  del  tratamiento  es  significativo  estadísticamente  y  para  ello  se  considera  la  prueba  estadística  diferencia  de  medias  para  datos  pareados,  una  prueba  t.  En  la  siguiente  tabla  se  muestra  lo  datos  descriptivos.       Se  analizaron  20  casos,  con  una  diferencia  media  de  7.75,  una  desviación  estándar  de  8.711,  el  dato  mínimo  fue  de  -­‐10  y  el  máximo  de  22,  con  un  rango  de  32.  La  asimetría  fue  de  -­‐0.832  y  la  curtosis  tipificada  de  0.128       Se  desea  probar  las  hipótesis:     Ho:  El  afecto  Negativo  de  ayer  es  igual  al  afecto  Negativo  de  Hoy.         Ha:  El  afecto  Negativo  de  ayer  es  mayor  que  el  afecto  Negativo  de  Hoy.       Al  realizar  la  prueba  de  hipótesis  se  obtiene  un  estadístico  de  prueba    t=3.97877  con  P-­‐valor  =  0.000402288,  de  aquí  se  observa  que  es  altamente  significativo.  Se  puede  considerar  que  se  rechaza  la  hipótesis  nula  con  un  nivel  de  0.05  a  favor  de  la  alternativa,  lo  cual  indica  que  el  tipo  de  intervención  de  juego  aplicada  como  tratamiento  al  niño,  le  ayuda  a  disminuir  el  afecto  negativo  dentro  del  hospital.         Utilizando  la  prueba  de  Kolmogorov  se  analiza  si  el  supuesto  de  normalidad  respecto  a  la  diferencia  de  medias,  esto  para  confirmar  la  validez  de  las  conclusiones  presentadas.  La  siguiente  tabla  muestra  el  resultado  a  prueba  de  Kolmogorov-­‐Smirnov  para  comprobar  si  los  

Page 16: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

datos  de  la  diferencia  del  afecto  negativo  de  ayer  y  el  afecto  negativo  de  hoy  proviene  de  una  población  normal,  (con  n=20)  en  ella  se  observa  que  se  cumple  el  supuesto  de  normalidad  (P-­‐Valor=  0.965).       Considerando  el  afecto  positivo,  de  manera  similar  que  el  afecto  negativo,  se  analizan  los  datos  del  afecto  positivo  antes  y  después  de  la  intervención  en  cada  niño,  se  desea  determinar  si  el  efecto  de  la  intervención  juego  es  significativo  estadísticamente  para  analizarlo  se  realiza  una  prueba  t  para  datos  pareados.  En  la  siguiente  tabla  se  presenta  información  descriptiva  de  los  datos.       Fueron  analizados  20  datos,  con  una  diferencia  media  de  1.7,  desviación  estándar  de  12.653,  el  mínimo  en  -­‐23  y  el  máximo  en  54,  con  un  rango  de  54.  La  asimetría  calculada  fue  de  0.590  y  la  curtosis  tipificada  de  0.505.         Se  desea  probar  la  hipótesis:     Ho:  El  afecto  Positivo  de  ayer  es  igual  al  afecto  Positivo  de  Hoy           Ha:  El  afecto  Positivo  de  ayer  es  menor  que  el  afecto  Positivo  de  Hoy       En  el  resultado  de  la  prueba  de  hipótesis  se  obtiene  el  estadístico  de  prueba  Estadístico                t  =  0.600823  con  P-­‐valor  =  0.722471.  De  este  resultado  se  concluye  que  la  intervención  juego  no  es  significativo  en  el  afecto  positivo,  esta  intervención  no  ayuda  a  aumentar  el  afecto  positivo  en  el  niño.       Realizando  la  prueba  de  kolmogorov  para  verificar  si  las  diferencias  entre  los  resultados  antes  y  después  de  la  intervención  cumplen  el  supuesto  de  normalidad,  lo  que  confirmará  la  validez  de  las  conclusiones  presentadas.  El  Valor-­‐P=0.780  señala  que  se  cumple  el  supuesto,  los  datos  mencionados  no  violan  el  supuesto  de  normalidad,  aquí  es  empleado  n=27.  

   

  Efecto  de  las  Intervención  de  Inteligencia  Emocional  en  el  Afecto  Negativo  y  Positivo.       En  el  siguiente  análisis  se  consideran  los  datos  del  afecto  negativo  antes  y  después  de  la  Intervención  Inteligencia  Emocional  en  cada  niño,  se  pretende  analizar  si  el  efecto  de  esta  intervención  es  significativo  estadísticamente,  para  ello  se  propone  la  prueba  t  para  datos  pareados.         Se  analizaron  27  casos,  con  una  diferencia  media  de  11.333,  una  desviación  estándar  de  12.32,  un  mínimo  de  -­‐6  y  un  máximo  de  39,  siendo  el  rango  45.  La  asimetría  fue  de  1.70  y  la  curtosis  tipificada  de  -­‐0.094.       Se  desea  probar  la  hipótesis:     Ho:  El  afecto  Negativo  de  ayer  es  igual  al  afecto  Negativo  de  Hoy           Ha:  El  afecto  Negativo  de  ayer  es  mayor  que  el  afecto  Negativo  de  Hoy       La  prueba  presenta  el  resultado  del  estadístico  de  prueba  Estadístico  t  =  4.77659  con  P-­‐valor  =  0.0000303058.  En  estos  resultados  se  concluye  que  esta  intervención  es  altamente  significativo  lo  cual  indica  que,  la  intervención  de  Inteligencia  Emocional  aplicada  al  niño  favorece  en  la  disminución  del  afecto  negativo  dentro  del  hospital.      

Page 17: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

  Verificando  el  supuesto  de  normalidad  de  la  diferencia  de  las  medidas  del  afecto  negativo  antes  y  después  de  la  intervención  mediante  la  prueba  de  kolmogorov,  esto  para  dar  validez  a  las  conclusiones  anteriores,  se  encontró  un  P-­‐Valor=  0.528,  por  tanto  el  supuesto  de  normalidad  se  cumple  y  se  puede  considerar  válida  la  conclusión  presentada  respecto  a  la  significancia  de  la  intervención.       Ahora  es  considerado  el  afecto  positivo,  se  pretende  analizar  si  la  intervención  de  la  Inteligencia  Emocional  favorece  este  afecto,  se  analizan  los    datos  del  afecto  positivo  antes  y  después  de  la  intervención  de  la  Inteligencia  Emocional  en  cada  niño.  De  manera  similar  a  los  casos  anteriores  se  realiza  una  prueba  t  para  datos  pareados.       Se  analizaron  27  casos  y  su  diferencia  media  fue  de  -­‐8.037,  con  desviación  estándar  de  11.663,  mínimo  de  -­‐45  y  máximo  de  9,  siendo  el  rango  54,  l  aseimetría  -­‐3.234  y  la  curtosis  tipificada  de  2.887.       Se  desea  probar  la  hipótesis:     Ho:  El  afecto  Positivo  de  ayer  es  igual  al  afecto  Positivo  de  Hoy           Ha:  El  afecto  Positivo  de  ayer  es  menor  que  el  afecto  Positivo  de  Hoy       Al  realizar  la  prueba  t  para  datos  pareados  se  obtiene  el  estadístico  t  =  -­‐3.58055  y  el    P-­‐valor  =  0.00138157.  De  aquí  se  observa  que  la  intervención  Inteligencia  Emocional  es  altamente  significativo.  Se  puede  considerar  que  se  rechaza  la  hipótesis  nula  a  un  nivel  de  significancia  de  0.05  a  favor  de  la  alternativa,  lo  cual  indica  que  esta  intervención  favorece  al  niño,  ayudando  a  aumentar  el  afecto  positivo  y  por  consiguiente  a  su  estado  emocional  en  su  estancia  dentro  del  hospital       Se  realiza  una  prueba  para  verificar  si  los  datos  cumplen  el  supuesto  del  modelo,  lo  que  confirmará  la  validez  de  las  conclusiones  presentadas,  se  realizó  la  prueba  de  Kolmogorov-­‐Smirnov,  cuyo  P-­‐Valor=0.220  indica  que  los  dato  analizados  provienen  de  una  población  normal,  en  esta  prueba  es  empleada  una  muestra  con  n=27.    

Conclusión    

El objetivo del estudio era explorar la efectividad de una metodología de apoyo emocional en niños hospitalizados y se planteo que se consideraría como tal, si era posible observar cambios psicológicamente positivos en los niños atendidos, es decir, reducciones en el afecto negativo y mantenimiento o incremento del afecto positivo. Los datos analizados aportan evidencia para considerar que el trabajo de los voluntarios es efectivo en cuanto a su propósito; mejorar el estado anímico del niño.     Primeramente, tenemos los resultados de la sección de visualización de diferencias de afecto positivo y negativo en el diagrama de dispersión, en la cuál se pudo observar que desde una perspectiva global la mayoría de las diferencias se encuentran en el cuadrante II, lo que implica que se logra aumentar el afecto positivo y disminuir el negativo. En la misma sección encontramos información que permite suponer efectos diferencias entre los tipos de intervención, primeramente, el enfoque de Inteligencia Emocional tiene colocado a la gran mayoría de sus diferencias en el cuadrante II, lo que señala el efecto optimo, mientras que la intervención de Juego tiene sus diferencias casi igualmente repartidas entre el cuadrante I y II, siendo el significado de estar en el primero, que se observa un aumento de Afecto Positivo y un aumento del Afecto Negativo. Cabe señalar que la forma de visualizar y analizar los datos no permite establecer cuan profundo es el efecto del cambio, aunque no por ello se deja de interpretar positivamente lo encontrado.    

Page 18: REPORTE EN REVISIÓN PARA SU PUBLICACIÓN....La hospitalización en la vida de un niño es un acontecimiento estresante por sí mismo, que implica además muchas situaciones desconocidas,

 

 

Los resultados anteriores sugirieron realizar un análisis de tablas cruzadas, que permitió obtener evidencia sobre la magnitud de efecto de cada intervención en cuanto a eficiencia, es decir, cuantos de los niños atendidos se beneficiaban de la intervención. Con este análisis pudimos observar que la eficiencia para reducir el afecto negativo es similar entre la intervención de Inteligencia Emocional y la de Juego, sin embargo, los datos no sugieren los mismo respecto al afecto positivo, pues la intervención de Inteligencia Emocional coloca un mayor porcentaje de niños en una zona de incremento de afecto positivo. Una primera conclusión que podemos derivar de estos datos, es que en forma general se logra el propósito de la intervención de reducción de Afecto Negativo, ambos enfoques tienen un eficiencia similar, sin embargo, los datos señalan que la intervención de Inteligencia Emocional es más eficiente para incrementar el afecto positivo.     Revisada la eficiencia, el paso a seguir era medir el efecto que tiene que cada una de las intervenciones sobre los afectos positivo y negativo. Los datos en esta ocasión señalaron que el efecto de ambas intervenciones para reducir el afecto negativo fue significativo, es decir, ambas logran el propósito primario de su intervención, aunque por otra parte, los resultados señalan que en cuanto al afecto positivo, solo la intervención de Inteligencia Emocional logra un efecto significativo. En base a lo anterior es posible decir que la intervención realizada por los voluntarios logra reducir el afecto negativo, pero solo la intervención de Inteligencia Emocional incrementa el afecto positivo.   En resumen, de forma general la intervención realizada por los voluntarios es efectiva para reducir significativamente el afecto negativo y ambos enfoques tienen una eficiencia similar para lograr reducciones de este afecto, sin embargo, no es posible decir que de forma general la intervención logra un aumento del afecto positivo, pues la intervención de Inteligencia Emocional es la que logra un efecto significativo para este propósito y al mismo tiempo, es la que logra una mayor proporción de resultados positivos en esta dimensión.     Globalmente, los resultados aportan evidencia para favorecer la hipótesis de que la intervención de los voluntarios logra un efecto en la reducción del afecto negativo y ayuda a mantener o aumentar el afecto positivo.