Representación espacial de procesos epresentación espacial de ...

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Representación espacial de procesos epresentación espacial de procesos epresentación espacial de procesos epresentación espacial de procesos epresentación espacial de procesos socioter socioter socioter socioter socioterritoriales ritoriales ritoriales ritoriales ritoriales Contenido Contenido Contenido Contenido Contenido Introducción Miriam Alfie Cohen Linda Hanono Askenazi 3 La buena gobernanza en el continente Americano y sus posibles determinantes socioeconómicas Miriam Alfie Óscar Flores Esperanza Palma Gabriel Pérez 6 Fragmentación espacial y los límites de lo moderno Mario Barbosa Jorge Galindo 18 Dinámica territorial de la ciencia y la tecnología en México Salomón González Arellano Linda Hanono Askenazi Alejandro Mercado Celis Estela Uribe Iniesta Laura Villavicencio Pérez 28 Representaciones cinematográficas y cartográficas de la violencia en la ciudad de México Graciela Martínez Zalce Laura Carballido Víctor Manuel Granados 40

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RRRRRepresentación espacial de procesosepresentación espacial de procesosepresentación espacial de procesosepresentación espacial de procesosepresentación espacial de procesossociotersociotersociotersociotersocioterritorialesritorialesritorialesritorialesritoriales

ContenidoContenidoContenidoContenidoContenido

IntroducciónMiriam Alfie CohenLinda Hanono Askenazi 3

La buena gobernanza en el continente Americanoy sus posibles determinantes socioeconómicasMiriam AlfieÓscar FloresEsperanza PalmaGabriel Pérez 6

Fragmentación espacial y los límites de lo modernoMario BarbosaJorge Galindo 18

Dinámica territorial de la ciencia y la tecnología en MéxicoSalomón González ArellanoLinda Hanono AskenaziAlejandro Mercado CelisEstela Uribe IniestaLaura Villavicencio Pérez 28

Representaciones cinematográficas y cartográficasde la violencia en la ciudad de MéxicoGraciela Martínez ZalceLaura CarballidoVíctor Manuel Granados 40

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El Cotidiano 145

Dossier

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Miriam Alfie Cohen*Linda Hanono

Askenazi**

IntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducción

Uno de los asuntos cruciales que hoy cobra relevancia en la discusión delas ciencias sociales es el cambio que las connotaciones de tiempo y de espacioadquieren a partir del proceso de globalización. El binomio tiempo-espacio hasido profundamente estudiado por las ciencias exactas y ciencias sociales comola geografía, la historia, la antropología y la sociología que recuperan está pro-blemática como una preocupación importante frente a las aceleradas trasforma-ciones que el mundo de hoy presenta.

Desde la sociología, el binomio tiempo-espacio ha definido la transforma-ción de sociedades tradicionales a sociedades modernas, éstas últimas caracte-rizadas por la separación, cada vez más amplia, entre estos dos polos. La movilidadhumana, los flujos de capital, la creación de imágenes o la propia producción demanufacturas, no necesitan ya un espacio específico donde elaborarse y la rapi-dez y velocidad de esas actividades marcan los nuevos tiempos.

Algunos sociólogos, entre los que destacan A. Giddens y U. Beck, planteanque son las sociedades modernas las que no encuentran tiempo suficiente,mientras las otras, las tradicionales, se caracterizan por un sobrante excesivode este componente. Lo cierto es que las transformaciones en las dimensionesde tiempo-espacio están ligadas al desarrollo de nuevas tecnologías y cambiosorganizacionales que acortan el tiempo en las comunicaciones y en los viajesentre largas distancias. Así, los cambios tecnológicos y las modificaciones so-ciales han reorganizado y comprimido las dimensiones del tiempo y el espacioentre personas y lugares. El tiempo y el espacio se han des-materializado lomismo que las identidades, las máquinas, las imágenes, la información, el po-der y el dinero.

En este dossier de la Revista El Cotidiano mostramos, mediante diversostrabajos, la importancia del espacio en los estudios sociales. El espacio se pre-senta como una de las variables más importantes en referencia a fenómenossociales. Así, las tensiones, los impactos, las dinámicas, los conflictos, las des-igualdades, al igual que los cambios, las movilizaciones, las migraciones y lasidentidades referirán a un espacio o serie de espacios determinados. El adjetivo“socio-espacial” se aplica para calificar realidades y procesos en su doble di-mensión: sociológica y territorial.

*Jefa del Departamentode Ciencias Sociales,UAM-Cuajimalpa.** Profesora-Investiga-dora, UAM-Cuajimalpa.

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Nuestra intención en esta serie de trabajos es doble:por una parte, renovar los enfoques tradicionales de losanálisis sobre el espacio, redimensionándolos desde lasdinámicas territoriales de la cultura, la política, las prác-ticas sociales y la tecnología, como algunos de los asun-tos más pertinentes que hoy abordan las Ciencias Sociales.Desde nuestra óptica, el espacio condensa característi-cas físicas, simbólicas, de interacción social y política,por ello, el espacio es estudiado desde los procesos so-ciales y políticos de los actores que lo conforman, de lasidentidades y las culturas que lo habitan. Por otra, mos-traremos cómo la conjunción de la sociología, la antro-pología, la ciencia política y la geografía con los avancesen los conocimientos sobre el espacio ha posibilitadopoder incursionar en estudios trans-disciplinarios. La in-tegración de estas disciplinas sociales da lugar a la posi-ble solución de los problemas derivados de la Modernidaden espacios concretos a nivel local, regional, nacional ointernacional.

Esta separata está integrada por cuatro artículos quepresentan desde la perspectiva espacio-temporal ytransdisciplinar diversos fenómenos sociales que caracte-rizan particularmente la modernidad mexicana, ofrecien-do interpretaciones novedosas de los mismos a losdiferentes cuerpos teóricos de las ciencias sociales.

El trabajo de Alfie, Flores, Palma y Pérez aborda elconcepto de la gobernanza por su capacidad teórica paraexplicar los profundos cambios políticos en un contextomundial de extensas y múltiples transformaciones. La go-bernanza es investigada en los países del continente ame-ricano en relación con algunas variables socioeconómicasdesde un enfoque socioterritorial. Aplicando la metodolo-gía de análisis espacial, el trabajo hace un ejercicio deproducción cartográfica cuyas referencias geográficas sonalgunas variables socioeconómicas relacionadas con losindicadores de la gobernanza que mide el Banco Mundial(BM). Se muestra específicamente la incidencia que tiene ladimensión económica en el comportamiento espacial dela gobernanza en los países del continente americano. Susaportaciones contribuyen a reconocer las profundas dife-rencias y ciertas similitudes que tiene la gobernanza en lospaíses estudiados como claro reflejo de las desigualdadescaracterísticas de su desarrollo.

Martínez, Carballido y Granados realizan un intentoserio de aplicación de las herramientas de análisis geo-gráfico para estudiar la representación cartográfica de laviolencia narrada a través del cine mexicano y la medi-ción oficial de la misma en la ciudad de México. Para

ello, presentan el estudio “Representaciones cinemato-gráficas y cartográficas de la violencia en la ciudad deMéxico” acotado territorialmente a la zona metropolita-na que cruza las locaciones espaciales de la violencia enlas representaciones cinematográficas con la expresióngeográfica de las cifras oficiales de la misma. El propósitodel trabajo contribuye a mostrarnos dónde existe o nocorrespondencia de las referencias espaciales de la vio-lencia representada en una selección de películas mexi-canas con los datos georreferenciados de la criminalidadde la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Fede-ral. Adicionalmente, revela la casi nula representacióncinematográfica de las delegaciones que tienen el mayoríndice delictivo en la Ciudad de México. El artículo nosofrece de una manera didáctica esta confrontacióncartografiada alentando una reflexión sobre la transmi-sión de mensajes culturales relativos al espacio urbano através del cine.

El artículo “Modernidad y espacio. Rumbos y sociabi-lidad popular en la Ciudad de México a principios delsiglo XX” de Galindo y Barbosa nos adentra en el cuestio-namiento y reflexión actual sobre la relación de la moder-nidad con el espacio, convocando en un primer momentoa la discusión y diálogo sobre la ciudad que concierne atres disciplinas: la historia, la sociología y la geografía. Elconcepto espacial y central de su trabajo de análisis es el“rumbo” a través del cual establecen la correlación entrela modernidad y la conformación urbana de la Ciudad deMéxico al comienzo del siglo XX. El proceso de la sociabi-lidad popular encuentra sus referencias espaciales en larelación entre el “rumbo” de actividad comercial con otros“rumbos”: espacios urbanos vitales de socialización parala población de la ciudad donde se ubicaban las casas deasignación –lugares cerrados donde se ejercía la prostitu-ción–, los dormitorios públicos y los baños públicos. Condatos obtenidos de los censos de 1913, descubren carto-gráficamente las coincidencias espaciales de los “rumbos”contradiciendo muchos de los esfuerzos de racionaliza-ción urbana procurada por las autoridades y hacen evi-dente las vivencias diversas de la modernización y de lamodernidad en la ciudad. Su contribución reside en lapenetrante discusión teórica del tema cuestionando la com-prensión unívoca de la modernidad en el espacio y suexpresión cartográfica específica en la ciudad de Méxicorevelando que “hablar de modernidad implica hablar demodernidades”.

Finalmente, el tema del artículo “Dinámica territo-rial de la ciencia y la tecnología en México” de Gonzá-

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lez, Hanono, Mercado, Uribe y Villavicencio, verse so-bre, la problemática espacio-temporal de la ciencia ytecnología en México. Por su importancia estratégicaen el actual contexto mundial de desarrollo vinculadoa los sistemas de producción científica e innovacióntecnológica, este trabajo presenta una primera explora-ción cartográfica que permite reconocer las debilidadesde su estructura y funcionamiento en México. El Siste-ma Nacional de Investigadores (SNI) y la solicitud depatentes son utilizados como indicadores georeferen-ciados de la ciencia y tecnología en México. En este

caso, es aplicada la técnica de análisis centrográfico paraidentificar cartográficamente su distribución, sus carac-terísticas principales y las tendencias espacio-tempora-les de los indicadores, además de enfatizar suscorrelaciones y diferencias. Esta aproximación confir-ma el desarrollo desigual de las regiones propio del sis-tema capitalista mostrando la concentración y dispersiónterritorial de los indicadores. Hace evidente las tenden-cias espacio temporales de los indicadores como unavaliosa contribución empírica útil para tener una visióninicial del fenómeno.

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Miriam Alfie*Óscar Flores**

Esperanza Palma***Gabriel Pérez****

La buena goberLa buena goberLa buena goberLa buena goberLa buena gobernanza en el Continentenanza en el Continentenanza en el Continentenanza en el Continentenanza en el ContinenteAmericano y sus posiblesAmericano y sus posiblesAmericano y sus posiblesAmericano y sus posiblesAmericano y sus posibles

deterdeterdeterdeterdeterminantes socioeconómicasminantes socioeconómicasminantes socioeconómicasminantes socioeconómicasminantes socioeconómicas

L a “Buena gobernanza” es un tipo ideal weberiano que nos permite evaluarel desempeño de los gobiernos. El desempeño gubernamental en los países delContinente Americano es una muestra representativa de la heterogeneidad enel grado y alcance de las políticas públicas. “Los indicadores de gobernanza”establecidos por el Banco Mundial y el Programa de Naciones Unidas para elDesarrollo, suelen tener una correlación directa con variables socioeconómicasfundamentales (nivel de inflación, años promedio de escolaridad, etc.). El pre-sente trabajo intenta comprobar la vigencia de dicha correlación en los paísesdel Continente Americano.

Introducción

La globalización y su impacto desafían viejos acuerdos universales que presenta-ban al mundo de manera cerrada y dirigida políticamente, de manera exclusiva,por los Estados nacionales. Es necesario comprender a la globalización comoun proceso amplio y pluralista, donde los problemas políticos, económicos ysociales deben entenderse bajo la lógica de cruces entre las características queadquieren las localidades, los espacios nacionales y las múltiples transformacio-nes mundiales.

Los cambios acelerados que se viven a nivel mundial han dado lugar a re-pensar a la política bajo nuevos conceptos y categorías, los viejos actores socio-políticos se transforman, los valores y orientaciones tienden a modificarse y,junto con ello, la política adquiere nuevas visiones y alcances.

En este sentido, el concepto de gobernanza nos facilitará comprender, deuna manera amplia, las posibilidades que hoy tiene la política en un contexto decambio y transformación1. La gobernanza se convierte en categoría clave quepuede dar cuenta de la ampliación democrática, de la intervención de nuevosactores políticos en la toma de decisiones y el diferente papel de los gobiernosen la globalización.

Este ejercicio de investigación pretende analizar la “buena gobernanza” delos países situados en el continente americano y su relación con algunas varia-bles socieconómicas. El objetivo es doble: por un lado, identificar las distintas

* Jefa del Departamento deCiencias Sociales, UAM-Cuajimalpa.** Ayudante de Investiga-ción, Departamento de Cien-cias Sociales, UAM-Cuajimalpa.*** Profesora-Investigadora,Departamento de CienciasSociales, UAM-Cuajimalpa.**** Profesor-Investigador,Departamento de RelacionesSociales, UAM-Xochimilco.1 En el idioma español noexiste el vocablo gobernan-za (governance, en inglés); enrealidad, varios autores lohemos adoptado como unneologismo para destacar laimportancia que este con-cepto adquiere desde 1980en la Ciencia Política, la Ad-ministración Pública y la So-ciología Política. Algunos au-tores hablarán del “buen go-bierno”, como sinónimo degobernanza.

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variables de la buena gobernanza y, por otro, reconoceralgunos de los factores socioeconómicos que inciden enmayores índices de gobernanza.

La buena gobernanza

El concepto de “buena gobernanza” alude a una culturade cooperación que permite acabar con la inequidad y,por tanto, poder establecer un nuevo índice de desarrollohumano (IDH). El supuesto es que los cambios en la tomade decisiones, la mayor participación de actores, interesesy valores promoverán, a mediano plazo, la posibilidad defortalecer en las sociedades emergentes el desarrollo hu-mano mediante el empoderamiento, la cooperación, la igual-dad, la sustentabilidad y la seguridad. Este concepto esutilizado por el Programa de Desarrollo de Naciones Uni-das (PNUD) y definido de la siguiente manera:

“La gobernanza es el ejercicio político, económico yadministrativo de la autoridad para manejar los asuntossociales. Este amplio concepto conjunta las estructurasorganizacionales y las actividades centrales de gobiernosfederales, regionales y locales; así como las del parlamen-to, el poder judicial, las instituciones, con las organizacio-nes y los individuos que constituyen la sociedad civil y elsector privado. Este concepto llamado gobernanza refuerzala calidad de las interacciones entre los mismos actoressociales y entre ellos y el Estado”2.

El PNUD establece una fuerte distinción entre los as-pectos técnicos de la gobernanza y los asuntos de repre-sentación. Así, lo técnico se refiere al aspecto de cómo ybajo qué parámetros lograr el desarrollo, los procesos ylas formas de construir planes, su aplicación técnica, losrecursos necesarios y la localización, entre otros. La re-presentación se refiere a cómo y quién toma las decisio-nes y ello incluye asuntos que van desde la participación yla rendición de cuentas hasta el empoderamiento.

Así, la gobernanza se pone en práctica a partir delfomento de la participación, la transparencia y la rendi-ción de cuentas. Por ello, buena gobernanza significa, antetodo, que cada ciudadano tiene voz en la toma de decisio-nes, ya sea de manera directa o mediante institucioneslegítimamente constituidas que representen sus intereses.Con ello, se pretende el reforzamiento del marco legal

que favorezca los derechos humanos y la transparenciaen los flujos de información, así como la permanente eva-luación técnica y financiera de la ejecución de los progra-mas de ayuda otorgados por organismos internacionales.

Reforzar la responsabilidad de las instituciones, favo-recer la participación activa de stakeholders3, buscar el con-senso entre diferentes actores, fortalecer la equidad degénero y fomentar la rendición de cuentas por parte delas instituciones, son tareas de una visión estratégica delargo alcance que podrán construir la buena gobernanzay mejorar, de manera relevante, el índice de desarrollohumano.

Una de las instituciones que más datos ha recabadosobre gobernanza es el Banco Mundial (BM). Sus recursos,posibilidades y ámbitos de poder y acción le han permiti-do sistematizar información que otras fuentes tienen dis-persa y poco organizada. La “buena gobernanza” para elBM se puede resumir en seis elementos:

1. Voz y rendición de cuentas: incluye la medición dederechos humanos, políticos y civiles.

2. Estabilidad política y ausencia de violencia: este indica-dor establece la existencia de guerra civil, cambio violen-to de gobierno y la amenaza de terrorismo.

3. Efectividad gubernamental: mide la competitividad dela burocracia y la calidad de la prestación de serviciospúblicos.

4. Calidad regulatoria: políticas de Estado que resultanhostiles al mercado y que no favorecen la libre compe-tencia.

5. Estado de derecho: establece la calidad del cumpli-miento de contratos, de la policía y de las cortes, inclu-yendo la independencia judicial, y el control del crimen.

6. Control de la corrupción: mide la ausencia del abusodel poder público para el beneficio privado, incluyendo lacorrupción en menor y en gran escala, así como la captu-ra del Estado por las elites.

Estos seis indicadores marcan el perfil que va adqui-riendo la buena gobernanza en el espacio geo-referenciado.Las escalas puede ir de lo micro a lo macro, como sería laciudad, un país, una región, un continente, etc.

2 PNUD. “Participatory Local Governance: LIFE´s Method and Expe-riences 1992-1997” en Technical Advisory Papper 1., Management Deve-lopment and Governance. Division of United Nations DevelopmentProgramme, 1997, pp. 4-5.

3 Cuando hablamos de stakeholders nos referimos a aquellos actoresrelacionados con la construcción política, con el empoderamiento;una visión que nos remite al riesgo al cual estamos todos sujetos en unnuevo panorama donde la globalización nos conduce a la incertidum-bre, la contingencia y la inseguridad. Los stakeholders son esos actores,ciudadanos informados que participan activamente en la toma dedecisiones para elaborar políticas concretas y específicas sobre asun-tos puntuales.

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La buena gobernanza en el ContinenteAmericano

Nuestros objetivos en este artículo son clasificar a los paí-ses del continente americano de acuerdo a niveles de “bue-na gobernanza”, determinar el peso que tiene el controlde la corrupción dentro de la composición del indicadorpromedio de gobernanza y, por último, identificar algunosde los factores socioeconómicos que se traducen en nive-les más altos de buena gobernanza.

Desde nuestra perspectiva, los países que cuentan conun mayor control de la corrupción presentan mejores ni-veles de gobernanza que aquellos países que la controlanen menor grado. Además, los países que cuentan con ni-veles altos de ingreso nacional bruto (INB), de productointerno bruto (PIB), de promedio de años de escolaridadasí como con índices de inflación bajos, manifiestan mejo-res niveles de gobernanza que aquellos que no cuentancon estas características.

Por ello, la “buena gobernanza”, en este estudio, serála variable dependiente compuesta por los siguientes indi-cadores: voz y rendición de cuentas, estabilidad política,efectividad gubernamental, calidad regulatoria, estado dederecho y control de la corrupción, todos ellos medidospor el ´NUD. Las variables independientes son el índice deinflación que cada país presenta, el nivel de educaciónpromedio en años cursados, el ingreso nacional bruto y elcrecimiento del Producto Interno Bruto.

Metodología

1. Para fines de medición, se trabajaron los países mostra-dos en el Cuadro 1:

2. Se usaron las bases de datos del año 20005 delBanco Mundial y del Instituto Mundial de Desarrollo (WorldDevelopment Institute, WDI), así como los datos de esco-laridad publicados por la UNESCO del mismo año. Todoslos datos fueron georeferenciados con las herramientascartográficas del sistema ArcGis4.

3. Obtuvimos estadísticamente el índice promedio degobernanza por cada país. El índice de gobernanza esuna medida estadística que, comúnmente, se conocecomo promedio. Se consideró al control de la corrup-ción como el indicador más relevante en congruenciacon Daniel Kaufmann, quien propone que, para medir laeficacia de los seis principios de la “buena gobernanza”,el control de la corrupción es el que tiene mayor impor-tancia relativa frente a los demás indicadores5.

4. Con el programa SPSS se hicieron las correlacionesestadísticas entre las variables socioeconómicas (INB, PIB,control de la inflación y promedio años de escolaridad)6

y el indicador promedio de gobernanza. El análisis esta-dístico nos permitió obtener los siguientes resultados(Cuadro 2):

4 ArcGIS Engine es el software que incluye una plataforma completaque permite el desarrollo de diversos grados de funcionalidad GIS

(Geographic Information System o Sistema de Información Geográfi-ca). Permite desarrollar desde una nueva herramienta de visualizaciónde cartografía integrada con otra aplicación, hasta una completaaplicación independiente (edición, análisis espacial o geocodificaciónpor ejemplo). Los integrantes del Departamento de Ciencias Socialesde la UAM-C., cursamos el Diplomado en Geomática: “Análisis espacialde procesos socioterritoriales” impartido por Centro GEO (sept 2006-abril-2007), para capacitarnos en el conocimiento de las aplicacionessimples y avanzadas de la herramienta ArcGis para la creación de losSistemas de Información Geográfica. El presente trabajo es productode dicha capacitación.5 Kaufmann, Daniel, et.al., Governance Matters V: Governance Indicatorsfor 1996-2005. The World Bank, 2006, <www.worldbank.org/wbi/governance>. Consultado en junio, 2007.6 Las fuentes utilizadas manejan datos que posiblemente, por falta deinformación, aparecen sesgados. Por ejemplo, en el caso de Cuba nose presentan datos correspondientes al nivel de inflación.

Cuadro 1Países que integran la muestra

BeliceCubaHaitíJamaicaPuerto Rico

Caribe América Latina Norteamérica

ArgentinaBoliviaBrasilChileCosta RicaRepública DominicanaEcuadorEl SalvadorGuatemalaHonduraMéxico

CanadáEstadosUnidos

123456789

1011

Cuadro 1Países que integran la muestra

Caribe América Latina Norteamérica

12131415

continúa

NicaraguaPanamáParaguayPerúUruguayVenezuela

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La tabla anterior muestra la correlación (fuerza y sen-tido) en que una variable influye a otra. Utilizando el índicede gobernanza tenemos que, a mayores niveles de infla-ción, menor índice de gobernanza, -.543, cuya significación(importancia) es de 99%. A mayor escolaridad, mayor índi-ce de gobernanza: .647 con significancia de 99%. A mayor

Ingreso Nacional Bruto, mayor índice de gobernanza, cuyonivel de significancia es de 95%. Y, finalmente, a mayor cre-cimiento del PIB mayor índice de gobernanza. Sin embargo,esta última variable no resulta significativa.

El mismo ejercicio se hizo para cada uno de los indica-dores de gobernanza (Cuadros 3 a 8):

Cuadro 3Voz y rendición de cuentas

Pearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)N

IngresoNacional Bruto

Educación enaños cursados

Inflación

1.

23-.341.056

23-.180.212

22.218.158

23-.499(**)

.00823

Inflación

Educación enaños cursados

Ingreso NacionalBruto

Crecimientodel PIB

Índice promediode cuentas

Voz y rendiciónde cuentas

Crecimientodel PIB

-.341.056

231.

24.474(*)

.01322

.497(**).008

23.615(**)

.00124

-.180.212

22.474(*)

.01322

1.

23.031.446

22.047.416

23

.218

.15823

.497(**).008

23.031.446

221.

23.089.344

23

-.499(**).008

23.615(**)

.00124

.047

.41623

.089

.34423

1.

25

** La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral).* La correlación es significativa al nivel 0.05 (bilateral).

Cuadro 2Análisis de correlaciones

Pearson CorrelationSig. (2-tailed)NPearson CorrelationSig. (2-tailed)NPearson CorrelationSig. (2-tailed)NPearson CorrelationSig. (2-tailed)NPearson CorrelationSig. (2-tailed)N

IngresoNacional Bruto

Educación enaños cursados

Inflación

1.23-.341.11123-.180.42422.218.31723-.543(**).00723

Inflación

Educación enaños cursados

Ingreso NacionalBruto

Crecimiento delPIB

Índice promediode gobernanza

Índice promediode gobernanza

Crecimientodel PIB

-.341.111

231.

24.474(*)

.02622

.497(*).016

23.647(**)

.00124

-.180.424

22.474(*)

.026221.

23.031.893

22.429(*)

.04123

.218

.31723

.497(*).016

23.031.893

221.

23-.016.940

23

-.543(**).007

23.647(**)

.00124

.429(*).041

23.016.940

231.

25

** La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral).* La correlación es significativa al nivel 0.05 (bilateral).

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10 Cuadro 5Eficacia gubernamental

Pearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)N

IngresoNacional Bruto

Educación enaños cursados

Inflación

1.

23-.341.056

23-.180.212

22.218.158

23-.457(*)

.01423

Inflación

Educación enaños cursados

Ingreso NacionalBruto

Crecimientodel PIB

EficaciaGubernamental

Eficaciagubernamental

Crecimientodel PIB

-.341.056

231.

24.474(*)

.01322

.497(**).008

23.557(**)

.00224

-.180.212

22.474(*)

.013221.

23.031.446

22.069.377

23

.218

.15823

.497(**).008

23.031.446

221.

23.099.327

23

-.457(*).014

23.557(**)

.00224

.069.377

23.099.327

231.

25

** La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral).* La correlación es significativa al nivel 0.05 (bilateral).

Cuadro 4Estabilidad política

Pearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)N

IngresoNacional Bruto

Educación enaños cursados

Inflación

1.

23-.341.056

23-.180.212

22.218.158

23-.407(*)

.02723

Inflación

Educación enaños cursados

Ingreso NacionalBruto

Crecimientodel PIB

EstabilidadPolítica

Estabilidadpolítica

Crecimientodel PIB

-.341.056

231.

24.474(*)

.01322

.497(**).008

23.458(*)

.01224

-.180.212

22.474(*)

.013221.

23.031.446

22.084.351

23

.218

.15823

.497(**).008

23.031.446

221.

23-.001.498

23

-.407(*).027

23.458(*)

.01224

.084.351

23.001.498

231.

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** La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral).* La correlación es significativa al nivel 0.05 (bilateral).

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11Cuadro 7Estado de derecho

Pearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)N

IngresoNacional Bruto

Educación enaños cursados

Inflación

1.

23-.341.056

23-.180.212

22.218.158

23-.510(**)

.00623

Inflación

Educación enaños cursados

Ingreso NacionalBruto

Crecimientodel PIB

Estado dederecho

Estado dederecho

Crecimientodel PIB

-.341.056

231.

24.474(*)

.01322

.497(**).008

23.546(**)

.00324

-.180.212

22.474(*)

.013221.

23.031.446

22.083.353

23

.218

.15823

.497(**).008

23.031.446

221.

23.058.397

23

-.510(**).006

23.546(**)

.00324

.083

.35323

.058.397

231.

25

** La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral).* La correlación es significativa al nivel 0.05 (bilateral).

Cuadro 6Calidad regulatoria

Pearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)N

IngresoNacional Bruto

Educación enaños cursados

Inflación

1.

23-.341.056

23-.180.212

22.218.158

23-.573(**)

.00223

Inflación

Educación enaños cursados

Ingreso NacionalBruto

Crecimientodel PIB

Calidadregulatoria

Calidadregulatoria

Crecimientodel PIB

-.341.056

231.

24.474(*)

.01322

.497(**).008

23.491(**)

.00724

-.180.212

22.474(*)

.013221.

23.031.446

22.120.293

23

.218

.15823

.497(**).008

23.031.446

221.

23-.087.347

23

-.573(**).002

23.491(**)

.00724

.120.293

23.087.347

231.

25

** La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral).* La correlación es significativa al nivel 0.05 (bilateral).

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Como puede observarse en los cuadros, todos los in-dicadores de gobernanza considerados por separado mues-tran una correlación significativa con dos variables: inflación yeducación. Lo anterior sugiere dos afirmaciones: (a) la edu-cación induce la participación y la vigilancia sobre el go-bierno, y por tanto, mejora la rendición de cuentas y elcontrol de la corrupción y (b) los mayores índices de infla-ción están vinculados a una menor efectividad gubernamen-tal, es decir, cuando se presentan procesos inflacionarios,los gobiernos se ven en la necesidad de recortar el gastopúblico, lo que conduce a una menor efectividad guberna-mental. No obstante estos resultados, ambas afirmacionesrequieren de mayor investigación para reforzar su funda-mentación.

A partir del análisis estadístico descrito anteriormente,se hicieron los siguientes mapas cuyos resultados analiza-mos a continuación:

Análisis por Región

Indicador Promedio de Gobernanza en el Conti-nente Americano (Mapa 1)

Canadá y Estados UnidosCanadá y Estados Unidos presentan altos niveles de go-bernanza.

América LatinaLa región de México y Centro América presenta nivelmedio bajo de gobernanza. Destacan países como Belice,Costa Rica y Panamá, con un mejor promedio. Por suparte, Cuba presenta bajo nivel de gobernanza, pero elnivel más bajo de la zona corresponde a Haití, con unporcentaje casi nulo de 6%.

Venezuela presenta también nivel bajo de gobernanza(10-25%) y, en la región sudamericana, predomina la go-bernanza media baja. Sobresale Brasil con un nivel medio,y Chile con un nivel alto. En cambio, Paraguay muestraun nivel bajo.

Cuadro 8Control de la corrupción

Pearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)NPearson CorrelationSig. (1-tailed)N

IngresoNacional Bruto

Educación enaños cursados

Inflación

1.

23-.341.056

23-.180.212

22.218.158

23-.502(**)

.00723

Inflación

Educación enaños cursados

Ingreso NacionalBruto

Crecimientodel PIB

Control de lacorrupción

Control de lacorrupción

Crecimientodel PIB

-.341.056

231.

24.474(*)

.01322

.497(**).008

23.458(*)

.01224

-.180.212

22.474(*)

.013221.

23.031.446

22.063.387

23

.218

.15823

.497(**).008

23.031.446

221.

23.165.226

23

-.502(**).007

23.458(*)

.01224

.063.387

23.165.226

231.

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** La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral).* La correlación es significativa al nivel 0.05 (bilateral).

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Mapa 1Indicador promedio de gobernanza en el Continente Americano

(con base en, World Bank, Governance Matters, 2005)

Control de la Corrupción respecto al Promediode Gobernanza en el Continente Americano(Mapa 2)

Canadá y Estados UnidosEl control de la corrupción en Canadá y Estados Unidoses alto, lo cual se refleja con un peso considerable en supromedio de gobernanza.

América LatinaEl control de la corrupción en México y Centroamérica,oscila entre 26 y 50 %, un nivel que está directamenteasociado con su promedio de gobernanza. Vuelve a desta-car el caso de Panamá, en donde existe mayor control decorrupción que en el resto de la región de Centroaméri-ca. En la región del Caribe, destaca Cuba, con un nivel

USA 84

CAN 82

USA 84

MEX48

CAN82

CAN82

VEN17COL

32

ECU26

PER

37

N

W

S

E

10.00 - 24.99

Indicador promedio de gobernanza %

0.00 - 9.99

25.00 - 49.99

50.00 - 74.99

75.00 - 89.99

90.00 - 100.00

CUB22

DOM42PRI76HT16

JAM48BLZ59

GTM28SLV47

33HND

37NIC

69CRIPAN54

0 13,000 26,000 52,000 78,000Kilometers

BRA 60

BOL

28

CHL

41

PRY23

ARG86

URY88

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medio de control de corrupción, y Haití, que vuelve apresentar serios problemas en dicho rubro.

Venezuela y Paraguay presentan los menores niveles decontrol de corrupción. En Brasil, a pesar del cambio político

con Lula da Silva, no se han logrado abatir los altos nivelesde corrupción, cuyo control oscila entre el 26 y el 50% de lamisma. Chile muestra altos niveles de control de corrupción,atribuibles al éxito de su transición democrática.

Mapa 2Control de la corrupción respecto al promedio de gobernanza en el Continente Americano

(con base en World Bank, Governance Matters, 2005)

8,0004,0002,0000 12,000

Kilometers

1 - 10

11 - 25

26 - 50

51 - 74

75 - 9091 - 100

0.00 - 9.9910.00 - 24.99

25.00 - 49.9950.00 - 71.99

75.00 - 74.99

90.00 - 100.00

N

W E

S

Control de la corrupción %

Indicador promedio de gobernanza %

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Nivel de inflación respecto al promedio de gobernan-za (mapa 3)

Canadá y Estados UnidosSiguiendo con la lógica de los resultados, destacan nueva-mente Canadá y Estados Unidos, países que tienen carac-terísticas en común (bajo nivel de inflación) y se diferenciandel resto de América, exceptuando a Chile, que presentarubros competitivos en relación con ambos.

América LatinaSiguiendo las recomendaciones de los organismos multila-terales (FMI, BM y BID), América Latina ha tenido la necesi-

dad de controlar su inflación para recibir la “ayuda” eco-nómica o asistencial que condicionan dichos organismos.Desde 1990, el caso mexicano es un buen ejemplo paramostrar cómo el índice de inflación pasó de 3 cifras (120%)a sólo una (entre el 4 y 5%). Sin embargo, es importanteenfatizar que el control de la inflación no garantiza por símismo la “Buena Gobernanza” pues, a pesar de que exis-te disciplina fiscal en estos países, los niveles de gobernan-za son de nivel medio bajo.

Haití y Venezuela son los países que presentan menorcontrol de la inflación, y poca disciplina fiscal.

Mapa 3Nivel de inflación respecto al promedio de gobernanza en el Continente Americano

(con base en: WDI-BM Y WB, Governance Matters 2005))

8,0004,0002,0000 12,000Kilometers

2 - 3

4 - 56 - 8

9 - 11

12 - 1516 - 29

0.00 - 9.9910.00 - 24.99

25.00 - 49.99

50.00 - 74.99

75.00 - 89.9990.00 - 100.00

N

W E

S

Inflación anual 2005 %

Indicador promedio de gobernanza %

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Años promedio de escolaridad respecto al prome-dio de gobernanza (mapa 4)

Canadá y Estados UnidosCanadá y Estados Unidos presentan altos niveles de esco-laridad que están relacionados con la participación y larendición de cuentas. A mayor escolaridad, mayor será elmonitoreo de la sociedad civil sobre su gobierno.

América LatinaEn el caso de México, Ecuador, Perú, Argentina y Uru-guay la influencia del Estado benefactor produjo índi-

ces de escolaridad altos, que los sitúa en una situaciónprivilegiada respecto al resto de América Latina. Chilese comporta, nuevamente, de manera favorable en esterubro.

Los niveles más bajos de escolaridad se localizan enla región de Centro América exceptuando Belice, CostaRica y Panamá. Tal vez, los conflictos políticos socialesen Centroamérica durante los años setenta y ochentafueron un factor relevante en la formación de capitalhumano.

Mapa 4Años promedio de escolaridad respecto al promedio de gobernanza en el Continente Americano

(con base en UNESCO-WB y WB, Governance Matters, 2005)

9,0004,5002,2500 13,500Kilometers

3.00 - 3.103.11 - 4.604.61 - 5.20

5.21 - 6.006.01 - 7.307.31 - 8.50- 29

0.00 - 9.9910.00 - 24.9925.00 - 49.99

50.00 - 74.9975.00 - 89.9990.00 - 100.00

N

W E

S

Años promedio de escolaridad en 2005

Indicador promedio de gobernanza %

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Comentarios Finales

El análisis realizado con las herramientas de ArcGis nospermite mostrar, primero, una diferencia sustancial en-tre Canadá-Estados Unidos y el resto del continente ame-ricano. Estos dos países presentan una consistenciapermanente entre su control de la corrupción, bajos nive-les de inflación y altos niveles de escolaridad, elementosque les otorgan los mayores índices en el promedio degobernanza.

En segundo lugar, destaca el caso chileno, pues aun-que se encuentra geográficamente en el sur, muestra ca-racterísticas semejantes a los países más desarrollados.Cabría preguntarse cómo la tradición democrática chile-na, interrumpida por el golpe de Estado de AugustoPinochet, y la experiencia de la cultura política de su so-ciedad civil, transformaron sus condiciones de “buenagobernanza” en relación con el resto de América Latina.En este sentido, el contexto y la historia juegan, sin duda,un papel relevante en la conformación socio-política.

Por último, y en tercer lugar, éste es un primer avancede una investigación más detallada y profunda que nece-sitaría evaluar los mismos procesos en escalas de tiempoy comparar los avances o retrocesos de los países anali-zados.

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Mario Barbosa**Jorge Galindo***

FFFFFragmentación espacial y losragmentación espacial y losragmentación espacial y losragmentación espacial y losragmentación espacial y loslímites de lo moderlímites de lo moderlímites de lo moderlímites de lo moderlímites de lo moderno*no*no*no*no*

L a modernidad urbana ha sido concebida como un proceso único y ha vistoa la ciudad como una totalidad espacial funcionalmente diferenciada. En esteartículo se discute esta concepción a partir de los procesos de fragmentaciónespacial en la ciudad de México a comienzos del siglo XX. En particular, sediscute el concepto de rumbo como una posibilidad de análisis de la fragmenta-ción espacial con base en las prácticas sociales. Se observa así mismo, la conso-lidación de modernidades múltiples en los procesos de crecimiento urbano.

El descuido del espacio

Una de las grandes dificultades para dar cuenta de la complejidad de la moder-nidad tiene que ver con el descuido de su dimensión espacial. Al ser pensadocomo un sinónimo de “progreso”, el concepto de modernidad ha quedadoestacionado en la dimensión temporal –como una suerte de eterno presentepara aquéllos que ya la alcanzaron o como un futuro deseable para los quetodavía no logran arribar a ella. La modernidad, sin embargo, no es un estado decosas futuro al que se pueda llegar, sino una dinámica social caracterizada porcrecientes procesos de diferenciación y racionalización, así como por el adveni-miento de experiencias que configuran nuevas subjetividades1. Hablar de mo-dernidad no implica, pues, hablar de un estado de cosas dado, sino de prácticasque pueden clasificarse como modernas. En el presente escrito se reflexionasobre las relaciones existentes entre dichas prácticas y el espacio a partir de uncaso específico: los rumbos de sociabilidad popular –entendida como una so-ciabilidad “no moderna”, alejada de los patrones de la modernidad– en la Ciu-dad de México en la segunda década del siglo XX.

Comúnmente, el espacio ha sido concebido como el escenario inerte de laacción. Nuestra actividad práctica, sin embargo, no sólo acontece en el espacio,sino que lo reconfigura. A su vez, este espacio socialmente reconfigurado escapaz de actuar sobre la dinámica social que lo constituyó en primer lugar. Elespacio debe, pues, dejar de ser visto como una realidad meramente estructura-da para pasar a ser considerado un factor estructurante de lo social. Como todofenómeno social, la modernidad –y su descripción en términos de proceso: la

* El ejercicio de ubicaciónespacial al final de este artí-culo fue presentado comotrabajo del diplomado “Re-presentación espacial deprocesos socioterritoriales”impartido en el Centro deInvestigación en Geografía yGeomática por el Ing. JorgeL. Tamayo. En dicha versiónparticiparon también Xó-chitl Cruz, Benito León yRodolfo Suárez.** Profesor-Investigador,Departamento de Humani-dades, UAM-Cuajimalpa.*** Profesor-Investigador,Departamento de CienciasSociales, UAM-Cuajimalpa.1 Estas tres matrices funda-mentales de la reflexión so-ciológica sobre la moderni-dad han sido copiosamentedesarrolladas por DaniloMartuccelli en su obraSociologies de la modernité,Gallimard, París, 1999.

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modernización– se expresa de forma diferenciada en elespacio, generando geografías históricas particulares. Ejem-plos de esta concepción modernizadora no sólo puedenconstatarse en la planeación urbana y en las prácticas so-ciales particulares, sino en la reflexión teórica de la socio-logía clásica. Por esta razón, articulamos y contrastamosalgunos postulados teóricos referidos a la relación entremodernidad y espacio con información específica sobre elproceso de modernización urbana en la ciudad de México.

Escapar de los esquemas meramente temporales pro-pios de las teorías de la modernidad en aras de una obser-vación de dicho fenómeno desde una perspectivaespacio-temporal permite pasar de la idea de la moderni-dad a la de las modernidades. Mientras que la referenciatemporal nos obliga a observar los fenómenos de maneraconsecutiva (sociedades premodernas, modernas y, segúnsea el marco teórico desde el cual se observe, radicalmentemodernas o posmodernas), el referente espacial, permiteobservar lo simultáneo. Desde esta perspectiva adquiererelevancia la noción desarrollada por S.N. Eisenstadt de lasmodernidades múltiples, según la cual los desarrollosmodernizadores en las más diversas sociedades han refuta-do los presupuestos homogenizadores y hegemónicos delprograma occidental de la modernidad2.

De la mano del concepto de rumbo, aplicado a uncaso histórico particular, el presente ensayo tiene por obje-tivo reflexionar sobre los procesos de fragmentación delespacio urbano que fungen, justamente, como condiciónde posibilidad de la emergencia de distintas versiones de lamodernidad. En este sentido, el escrito se entiende comouna contribución a las teorías de la modernización quepretende encontrar en la estructura espacial –es decir: enla traducción del espacio social al espacio físico– lo quenormalmente ha sido buscado en el ámbito cultural.

El presente ensayo representa, además, un claro ejem-plo de investigación interdisciplinaria, es decir, un intento dediálogo entre las teorías clásicas de la sociología referidas ala ciudad con casos particulares documentados a partir dela investigación histórica teniendo como punto de referen-cia al espacio y su relación con las prácticas sociales.

El concepto de rumbo

El programa occidental de la modernidad nos tiene acos-tumbrados a pensar la ciudad como una totalidad espa-cial funcionalmente diferenciada. Es decir, la ciudad

moderna se guía por un planeación racional –llevada acabo por la creciente burocracia local– que establece unadiferencia clara entre espacios públicos y privados, áreashabitadas y áreas de trabajo, etc. Desde las últimas déca-das del siglo XIX las ciudades en proceso de crecimientodebían emular este modelo encarnado en el París deHaussmann. Sin embargo, los tímidos intentos de trans-formación urbana en las ciudades latinoamericanas du-rante la segunda mitad de esta centuria se concentraronen medidas administrativas de modificación de las delimi-taciones administrativas o en medidas para cambiar –pordecreto– prácticas consideradas como poco civilizadas.

Más allá de estos esfuerzos institucionales que, comorespuesta al crecimiento urbano, pretendían, mediante lamodificación de los espacios físicos, transformar la formade vivir la ciudad, se hacen evidentes otras formas de apro-piación relacionadas con los usos sociales del espacio. Porejemplo, hablar de La Merced o de Tepito sugiere la refe-rencia a un espacio circunscrito a unos límites que no co-inciden con demarcaciones administrativas. Investigacioneshistóricas sobre estas zonas han coincidido en que no exis-ten límites o fronteras claras para determinar el área deestos lugares. En el caso de Tepito, Ernesto Aréchiga mues-tra cómo esta zona, a comienzos del siglo XX, comprendeno sólo el antiguo barrio de indios sino las nuevas urbani-zaciones colindantes que compartieron tanto problemasde salubridad y de servicios públicos, como el estigma deser sectores habitados por estratos populares3. Al igual queTepito, la Merced y otras áreas de la ciudad también sehabían construido como imágenes colectivas de ubicaciónespacial desde la Colonia y se reforzaron con el paso delos años. Estos nombres e imágenes sobreviven al paso deltiempo y no coinciden con límites administrativos.

Además de una referencia espacial, para una buenaparte de los habitantes urbanos, estas áreas se constituyenen su espacio vital en donde se concentran sus actividadesdiarias. La experiencia de vivir la ciudad moderna, buscadadesde la segunda mitad del siglo XIX mediante la desapari-ción del régimen especial de los barrios y los pueblos deindios, no amplió los márgenes espaciales de la vida diariasino que, por el contrario, generó una fragmentación espa-cial, una manera de vivir la ciudad concentrada en áreasrelativamente pequeñas donde, a diferencia del modelomoderno, no se consolidaron unos límites precisos entreactividades públicas y privadas. Para explicar el carácterde estas zonas, nos vamos a referir al “rumbo”, por ser un

2 Cf. S.N. Eisenstadt, “Multiple modernities” en S. N. Eisenstadt, et. al.(eds.), Daedalus 129, 2000, pp. 1-29. 3 Aréchiga, Tepito, 2003.

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concepto que nos permite anudar la constitución de laestructura espacial con las actividades cotidianas.

Cuando hablamos de rumbos nos referimos, justamen-te, a estas parcelas vitales – prácticas – de la ciudad4. Parala gran mayoría de los habitantes de la Ciudad de México–especialmente los habitantes del centro de la ciudad– afinales del siglo XIX y comienzos del siglo XX el espaciourbano se restringía a una pequeña área que, las más delas veces, no se extendía más allá de cinco manzanas5. Enmuchos casos, el desarrollo de estos rumbos giraba en tor-no a los mercados (otro punto nodal para la formación derumbos eran las estaciones de ferrocarril). Por esta razón,nos permitimos hablar también de rumbos comerciales, zo-nas de la ciudad que centralizaron las actividades de com-pra venta de artículos básicos y concentraron un alto númerode vendedores y de prestadores de servicios en las calles.En dichos rumbos, se centralizaba también gran parte de lavida social de los sectores populares en la ciudad6.

Los rumbos se caracterizan por su dinamismo, ya quesus fronteras son el reflejo espacial de las prácticas cotidia-nas de los actores y superan el ámbito de las delimitacionesadministrativas. En este sentido, los rumbos se constituyencomo ámbitos privilegiados para el análisis de lo que PierreBourdieu denomina habitus –esquemas incorporados de per-cepción, pensamiento y acción– plasmados en formas parti-culares de sociabilidad. No cabe duda de que existe unaestrecha relación entre habitus y hábitat, ya que si bien elhabitus configura el espacio físico por medio de los procesosde apropiación, también el espacio físico configura al habituspor el hecho de que toda socialización ocurre en un marcoespacial que, según sea el caso, puede resultar determinan-te7. Mediante esta relación, el espacio físico queda incorpo-

rado en la dinámica social y deja de ser neutro para pasar aconvertirse en una reificación del espacio social.

A diferencia de territorio o región, el rumbo permiteconcentrar la atención en los rasgos cotidianos de las prác-ticas espaciales. Conceptos como región y territorio refierenaspectos como el control político o social. Por ejemplo, RobertSack define la territorialidad humana como el esfuerzo de unindividuo o grupo por influenciar, afectar o controlar obje-tos, gente y relaciones mediante la delimitación y la afirma-ción de su control sobre un área geográfica que denominaterritorio social8. La configuración de espacios cerrados endonde se ejerce influencia y se concentra un cierto sectorpoblacional es un claro ejemplo de un territorio. Es el casode los llamados “guetos” donde se ejercen controles inter-nos para permitir el mantenimiento de un tipo especial derelaciones sociales. Por su parte, la región tiene una escalamayor y aparte de considerar estos aspectos de control so-cial y político supera ámbitos locales, barriales, municipalesy a veces nacionales y generalmente se utiliza con un marcoespacial para análisis más generales o para ubicar procesoseconómicos sociales y culturales en un área determinada.Sin embargo, las fronteras de una región, por lo general, sonestables y definidas previamente por una variable determi-nada (social, política o cultural). Los “rumbos” no se refierena este tipo de espacios con fronteras fijas establecidas porgrupos sociales, como en el caso de los “guetos”, o por nor-mas legales establecidas por los Estados nacionales. Por elcontrario, sus fronteras se definen por las prácticas socialesmismas y se modifican al mismo ritmo de éstas.

El concepto de rumbo nos permite, pues, discutir algu-nos supuestos de las teorías clásicas de la modernidad ensu dimensión espacial urbana.

Sociología clásica, modernidad y espacio

Pensar lo específicamente moderno de la sociedad mo-derna ha sido una de las labores fundamentales de la teo-ría sociológica desde sus inicios. Si bien no todos losclásicos emplean la distinción antiguo / moderno o tradi-cional / moderno para caracterizar sus reflexiones, es po-sible identificar en todos una conciencia del cambio deépoca que les toca vivir. Dichas reflexiones sobre la mo-dernidad generan, a su vez, diversos referentes espaciales.A continuación, contrastaremos algunos postulados teó-ricos con información específica sobre el proceso de mo-dernización urbana en la Ciudad de México.

4 Varios autores han explorado el concepto de “rumbo” para explicarel espacio vital en donde vivían los habitantes de la ciudad. Entreotros, Enrique Valencia, La Merced. Estudio ecológico y social de una zonade la Ciudad de México, Instituto Nacional de Antropología e Historia(INAH), México, 1965, Pablo Piccato, City of Suspects, Crime in MexicoCity, 1900-1931, Duke University Press, 2001 y Ernesto Aréchiga, Op.cit., abordan la existencia de este tipo de espacios que sobrepasan lasdemarcaciones administrativas y cuyos límites o fronteras son modifi-cadas por los usos sociales en el tiempo.5 Sobre la caracterización de los “rumbos” comerciales, Mario Barbosa,“Rumbos de comercio en las calles: Fragmentación espacial en la Ciu-dad de México a comienzos del siglo XX”, en Scripta Nova. Revistaelectrónica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona,vol. X, núm. 218 (84), 1 de agosto de 2006, <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-218-84.htm>.6 Barbosa, Op. cit.7 Sin lugar a dudas, el desarrollo de los medios de difusión de lacomunicación ha permitido una superación relativa de este condicio-namiento espacial.

8 Robert D. Sack, “Human Territoriality: A theory” en Annals of theAssociation of American Geographers 73 (1), 1983, pp. 55-74.

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Ferdinand Tönnies opone en su clásica obra Comuni-dad y asociación9 dos formas de relación humana que pue-den situarse sin problema alguno en la dimensión temporal.Para Tönnies la comunidad, entendida como vida orgánicay real, es antigua, mientras que la asociación, como estruc-tura imaginaria y mecánica, es reciente. Cada una de estasformas de relación presupone una estructura espacial quele es propia: “La vecindad responde al carácter general dela vida compartida en la aldea rural. La proximidad de loshabitáculos, los campos comunes y hasta la mera propin-cuidad de pertenencias exigen múltiples contactos huma-nos y propician el conocimiento íntimo de los individuos”10.La superación de esta proximidad implica enormes dificul-tades para la vida comunitaria, la cual, para subsistir, nece-sita reunirse habitualmente y ritualizar sus costumbres. Entodo caso, el advenimiento de la ciudad funge como marcoespacial de la emergencia de relaciones de asociación.

Emile Durkheim invierte la distinción orgánico / mecá-nico para dar cuenta de lo específicamente moderno de lasociedad moderna. Para Durkheim, la sociedad tradicionalse caracteriza por una integración basada en la solidaridadmecánica mientras que integración en la sociedad moder-na remitía a una solidaridad de corte orgánico. Desde estaperspectiva, la sociedad moderna es orgánica porque enella las partes se relacionan en términos meramente fun-cionales. A lo largo de la historia, las relaciones entre socie-dad y espacio han sufrido diversos cambios. El nomadismode las sociedades de cazadores-recolectores no permitíaestablecer una identificación clara entre la idea de “pue-blo” y un espacio determinado11. El vínculo territorio-po-blación sólo pudo consolidarse con la emergencia de laagricultura y el sedentarismo en una fase posterior dela evolución. Con el advenimiento de la solidaridad orgáni-ca, el vínculo territorio-población se vuelve contradictorio.Por una parte, parece existir una relación inversamenteproporcional entre la pérdida de fuerza integradora de lamoral y la importancia que el lazo geográfico adquiere12.Por otra, sin embargo, la sociedad moderna se caracteriza

por la pérdida de contornos territoriales nítidos ya que enella la división del trabajo va más allá de cualquier determi-nación espacial13. Esta pérdida de contacto con aquéllosque habitan el mismo territorio tiene como resultado po-tencial la irrupción de anomia, cuya superación implicaría,para Durkheim, el regreso a la unidad local mediante laconsolidación de asociaciones profesionales.

La generalización de la anomia, sin embargo, tenía sucontraparte en las sociabilidades populares. A pesar de quelos diversos sectores sociales estuvieran en contacto en lavida diaria, se apropiaban de la ciudad y se relacionabande formas radicalmente diferentes. En el caso de México, elcrecimiento urbano fue motivo de fuertes críticas. Tantodesde las barreras de ámbitos tradicionales que veían a laciudad moderna como símbolo de destrucción de los valo-res, como de algunos pocos que veían el aumento de lascondiciones de pobreza como uno de los problemas cen-trales derivados de la extensión de la mancha urbana y delconsecuente aumento de la insalubridad. Los diferentes ti-pos de población se ubicaron en zonas precisas de la ciu-dad muy relacionadas con la constitución de estos espaciosen donde transcurría su vida. La vida comunitaria era labase de la sociabilidad y los espacios al interior de las vi-viendas y en el exterior conservaban esa posibilidad deintercomunicación constante.

Los análisis durkheimianos sobre las relaciones entresociedad y espacio apuntan también a la forma en que ladinámica social de clasificación deja su impronta en el es-pacio físico. Durkheim concibe a la sociedad como “unaorganización consciente de sí que no es otra cosa que unaclasificación. Esta organización de la sociedad se comunicanaturalmente al espacio que ella ocupa. Para prevenir todochoque, es preciso que una porción determinada del espa-cio esté afectada [en el sentido de asignada] a cada grupoparticular: en otros términos, es necesario que el espaciototal esté dividido, diferenciado, orientado, y que esas divi-

9 Ferdinand Tönnies, Comunidad y asociación. El comunismo y el socialis-mo como formas de vida social, Península, Barcelona, 1979.10 Ibid. p. 40.11 Podemos ver un ejemplo de esta clara identificación en la relaciónque se estableció entre pueblo y territorio en el concepto de Estado-nación.12 Al respecto nos dice Durkheim: “La sociedad cuyos miembros so-mos, es, cada vez más para nosotros, un territorio definido, desde quela misma no es más esencialmente una religión, un cuerpo de tradicio-nes que le son propias, o el culto de una dinastía particular”. Cf. EmileDurkheim, Lecciones de sociología. Física de las costumbres y el derecho,Schapire, Buenos Aires, 1974, p. 46.

13 “Pero, a medida que la fusión de los segmentos se hace más comple-ta, las perspectivas se extienden y con tanta mayor fuerza cuantoque, en el mismo momento, la misma sociedad se hace generalmentemás extensa. Desde entonces, hasta el habitante de la pequeña ciu-dad vive menos exclusivamente de la vida del grupo que de modoinmediato le rodea. Anuda con localidades alejadas relaciones tantomás numerosas cuanto más adelantado se encuentra el movimientode concentración. Sus viajes más frecuentes, el cambio de correspon-dencia activa, los negocios que sigue fuera, etc., desvían su mirada delo que pasa en torno suyo. El centro de su vida y de sus preocupacio-nes ya no se encuentra tan completamente metido en el lugar quehabita. Se interesa, pues, menos por sus vecinos, porque ocupan unlugar menor en su existencia”. Cf. Emile Durkheim, La división del trabajosocial, Colofón, México, 1989, pp. 316-317.

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siones y esas orientaciones sean conocidas por todos losespíritus”14. Sin lugar a dudas, la formación de rumbos quehemos presentado tiene mucho que ver con esta lógica declasificación. Pero, en este caso, los rumbos se definen porlos usos sociales particulares.

En principio, Max Weber recupera la dicotomía esta-blecida por Tönnies entre comunidad y asociación15. A di-ferencia de éste, sin embargo, Weber no remite a la categoríade voluntad (esencial y de arbitrio) para dar cuenta de susdiferencias, sino que las monta en su tipología de la acciónsocial (tradicional, afectiva, racional con arreglo a valores yracional con arreglo a fines). Mientras que las relaciones decomunidad se inspiran en el sentimiento subjetivo de cons-tituir un todo, las relaciones de asociación tienden al inte-rés racional por motivo16. La monumental obra de Weberestá llena de referencias espaciales, sólo habría que pensaren su sociología de la religión o en su estudio sobre laciudad, cuyo análisis exhaustivo resultaría imposible en elmarco de este breve ensayo. Nos conformamos, pues, conreferir a la estructura espacial que se desprende del tipode la dominación legal con administración burocrática en-tendida como el tipo de dominación específicamente mo-derno. En el caso de la dominación burocrático-legal rige“el principio de la separación completa entre el patrimo-nio público, del cargo (o de la explotación: capital), y elpatrimonio privado (hacienda individual) y entre ‘oficina’ y‘hogar’”17. La forma de organización moderna exige, pues,entre otras cosas, una nítida separación entre el lugar detrabajo y la vivienda.

El surgimiento de rumbos en la capital mexicana impidióla consolidación de este espacio urbano “moderno” –ho-mogéneo y no fragmentado– y de la diferenciación racio-nal entre lo público y lo privado. Por lo regular, la gentetrabajaba, socializaba y habitaba en el mismo rumbo18. Unejemplo claro de este tipo de vivencia del espacio se pre-sentará en el siguiente apartado, en donde se ubican algu-nos espacios de sociabilidad y se intenta establecer lasrelaciones entre ellos y los núcleos de actividad comercialen la ciudad de México en la segunda década del siglo XX.

Pocos autores han marcado de forma más determi-nante la manera en la que relacionamos la modernidadcon el espacio urbano como Georg Simmel. Para Simmel,la gran ciudad desempeña un rol fundamental en la conso-lidación de la modernidad por ser el lugar cuyas condicio-nes permiten el desarrollo de un particular tipo de individuo,citamos in extenso: “El fundamento psicológico sobre el quese alza el tipo de individualidades urbanitas es el acrecenta-miento de la vida nerviosa, que tiene su origen en el rápido eininterrumpido intercambio de impresiones internas y ex-ternas. El hombre es un ser de diferencias, esto es, su con-ciencia es estimulada por la diferencia entre la impresióndel momento y la impresión precedente. Las impresionespersistentes, la insignificancia de sus diferencias, las regula-ridades habituales de su transcurso y sus oposiciones, con-sumen, por así decirlo, menos conciencia que la rápidaaglomeración de imágenes cambiantes, menos que el brus-co distanciamiento en cuyo interior lo que se abarca conla mirada es la imprevisibilidad de impresiones que se im-ponen. En tanto que la gran urbe crea precisamente estascondiciones psicológicas (a cada paso por la calle, con eltempo y las multiplicidades de la vida económica, profesio-nal, social), produce ya en los fundamentos sensoriales dela vida anímica en el quantum de conciencia que ésta nosexige a causa de nuestra organización como seres de ladiferencia, una profunda oposición frente a la pequeña ciu-dad y la vida del campo, con el ritmo de su imagen senso-espiritual de la vida que fluye más bien lenta, más habitualy más regular”19.

Tenemos, pues, que este acrecentamiento de la vidanerviosa se traduce, a su vez, en rasgos típicos de la perso-nalidad moderna como son el intelectualismo, la indiferen-cia, la frialdad, la precisión, la puntualidad, la impersonalidad,la indolencia, el individualismo y el cosmopolitismo. Lasreflexiones de Simmel apuntan, en última instancia, a laelaboración de un diagnóstico de la modernidad entendi-do como el trágico triunfo de la cultura objetiva sobre lacultura subjetiva y la permanente resistencia del individuoa ser nivelado por la dinámica de la sociedad20.

Pero este modelo simmeliano se podía poner en telade juicio al observar al dinámica social urbana. Para elcaso que nos ocupa, la circunscripción a unos límites muyprecisos, característica de los “rumbos”, impedía la conso-

14 Emile Durkheim, Las formas elementales de la vida religiosa, Colofón,México, 1991, p. 452.15 En el original, sin embargo, los términos usados por Weber sonVergemeinschaftung y Vergesellschaftung. El empleo del prefijo ver- lesdaría una connotación más dinámica y procesual.16 Cf. Max Weber, Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva,FCE, México, 1987, p. 33.17 Ibid, p. 175.18 Mario Barbosa, El trabajo en la calle. Subsistencia y negociación políticaen la ciudad de México a comienzos del siglo XX, tesis de doctorado, ElColegio de México, México, 2005.

19 Georg Simmel, “Las grandes urbes y la vida del espíritu” en Elindividuo y la libertad. Ensayos de crítica de la cultura, Barcelona, Península,1986, pp. 247-248.20 Cf. Georg Simmel, “El concepto y la tragedia de la cultura” en Sobrela aventura. Ensayos filosóficos, Barcelona, Península, 1988, pp. 204-232.

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lidación del anonimato propio de las grandes urbes consi-deradas modernas esgrimido por Simmel y Durkheim ypor el contrario posibilitaba la existencia de formas de vidamás cercanas a la comunidad. La misma disposición espa-cial de las vecindades, una de las formas tradicionales devivienda en la ciudad, imposibilitaba tanto una vida anóni-ma como la separación precisa de lo público y lo privado.Esta estructura de espacios comunes utilizados colectiva-mente (como el patio de la vecindad) se extendía a la calle,en donde eran comunes prácticas y actividades considera-das privadas para el estilo de vida moderno21.

Un espacio estructurado de tal forma se convertía,además, en el marco apropiado para el surgimiento desubculturas disidentes. No es, pues, de extrañarse que enlas zonas de influencia de los mercados se llevaran a caboactividades ilícitas o fuertemente estigmatizadas como laprostitución.

Mientras que las grandes e impersonales avenidas seconvirtieron en los espacios para la circulación de los tran-vías –medio de transporte característico de las ciudadesmodernas en esta época–, los rumbos en ciudades como lacapital mexicana se consolidaron como enclaves de “pre-modernidad” y rebelión. Esta rebelión, sin embargo, notomaba la forma de un movimiento social o una protestaarticulada, sino la de una serie de prácticas clandestinasresultado de la exclusión.

A diferencia de otros espacios, según los autores revi-sados, la ciudad en la modernidad soporta y fomenta elincremento demográfico que tiene como resultado la desa-parición paulatina de las relaciones comunitarias. No sólolas relaciones sociales se vuelven impersonales, también elespacio perece perder toda identidad. Las casas dejan detener nombres para ser identificadas por números y la tra-za urbana en forma de cuadrícula homogeniza el espacio.Hay, además, una clara separación entre lo público y loprivado que fomenta el incremento de la racionalidad es-pecíficamente moderna.

Los clásicos no vivieron los suficiente para ver que sibien este modelo de modernidad logró extenderse por todoel globo terráqueo, no pudo evitar la formación de prácti-cas espacialmente estructuradas que se encargan de ne-garlo día con día generando así otras versiones de lamodernidad. El ejemplo presentado a continuación es unaevidencia de la existencia de modernidades múltiples.

Los rumbos de sociabilidad en la Ciudadde México

Concentramos, pues, el análisis en las relaciones entre losrumbos de actividad comercial con otros lugares de so-ciabilidad, en particular, casas de asignación, dormitoriospúblicos y baños públicos a partir de su ubicación espa-cial con base en los censos de 1913, elaborados por di-versas instancias y diferentes propósitos22. Como semencionó en un apartado anterior, los mercados se con-virtieron en núcleos de sociabilidad popular a comienzosdel siglo XX y a su vez en ejes articuladores de los “rum-bos”.

Antes de presentar los resultados de este ejercicio deubicación espacial, quisiéramos referirnos al carácter decada uno de estos tres lugares de sociabilidad popular. Elfuncionamiento de las casas de asignación, nombre utili-zado para los establecimientos en donde se ejercía laprostitución en lugares cerrados, había sido permitidodesde la década de 1860. En estos años se adoptó elsistema de “tolerancia” francés23. Ya para comienzos delsiglo XX se habían establecido varias categorías que sereflejaban en el pago de impuestos y obligaciones, asícomo en la calidad de las instalaciones de cada casa.Para 1913, el censo contiene una relación de 83 casasde asignación: 22 de primera clase, 23 de segunda, 18 detercera y 20 de ínfima.

Por su parte, los dormitorios públicos eran uno de loscuatro tipos de alojamientos temporales que existían en laCiudad de México en esta segunda década de la pasadacenturia. Según las estadísticas periódicas enviadas por laSubdirección de Contribuciones Directas del Departamentode Empadronamiento del Distrito Federal, entre 1907 y1915 se presentó un aumento de los mesones y posadas,hecho que además tiene que ver con los controles puestosen práctica por las instituciones distritales para definir suexistencia legal y con las contribuciones que tenían quepagar al gobierno local. En la documentación existente enlos archivos de la ciudad es perceptible que muchos de los

21 Nos referimos a prácticas como tender la ropa en la calle, utilizar lacalle para los juegos de los niños o para fiestas o celebraciones familia-res, barriales o vecinales.

22 El censo de casas de asignación se encuentra en: Archivo GeneralAdministrativo (Madrid, España), sección 10-II: Asuntos exteriores,IDD núm. 60: Consulado de España en México, Caja 9651; el censode dormitorios públicos fue consultado en: Archivo Histórico delDistrito Federal (AHDF), sección Casas alojamiento, vol. 1378, exp. 36;el censo de baños gratuitos se consultó en: Archivo Histórico de laSecretaría de Salud del Distrito Federal, fondo Salubridad Pública,sección Epidemiología, caja 10, exp. 6.23 Fernanda Núñez Becerra, La prostitución y su represión en la Ciudad deMéxico (siglo XIX), Ed. Gedisa, México, 2002.

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pequeños hoteles y casas de huéspedes solicitaran el cam-bio de su calidad para disminuir el impuesto mensual24.Los dormitorios estaban en la escala más baja dentro delos alojamientos temporales, luego de los hoteles, las casasde huéspedes y los mesones. Estos dormitorios públicoseran cuartos grandes o medianos con filas de camas endonde los viajeros pagaban en promedio tres centavos lanoche. Sin embargo, en algunos ni siquiera había camas. Alvisitante sólo se le entregaba un petate y tenía que buscarun lugar en el piso de amplias galeras en donde se alojabanhasta 60 personas25. El censo consultado tenía, precisa-mente, la función de servir como un instrumento para unaposterior inspección del estado de los dormitorios públi-cos ante las frecuentes denuncias de insalubridad e inmo-ralidad.

Los baños públicos se constituyeron en una expresiónde las medidas de los gobiernos de la ciudad para enfrentarlos problemas de insalubridad y de paso un símbolo más dela modernización. Se buscaba posicionar estos lugares comositios para realizar las necesidades personales y, con ello,buscar comportamientos más civilizados y eliminar los fo-cos de insalubridad en que se convertían las calles, sobretodo aquéllas más utilizadas para estos objetivos.

Esta breve presentación de las características de es-tos tres lugares de sociabilidad permite ubicar su impor-tancia en el contexto del crecimiento de la traza urbanay, de la misma manera, justifica el esfuerzo de búsquedade las relaciones entre los “rumbos de actividad comer-cial” y estos sitios que congregaban población popular.Los dos primeros, las casas de asignación y los dormito-rios públicos, eran sitios estigmatizados por su mismocarácter “tolerado” pero no aceptado, en el primer caso,y por convertirse en sinónimos de inmoralidad e insalu-bridad, en el segundo. El caso de los baños públicos es deinterés por ser lugares estratégicos para enfrentar las cos-tumbres “poco civilizadas” en medio del crecimiento ur-bano y como uno de los principales proyectos demodernización de la infraestructura urbana.

De ahí que la relación entre estos tres tipos de sitioscon los “rumbos de actividad comercial” no sea casual.Por el contrario, es un indicio más para comprender ladinámica espacial de la vida urbana en estos años y, depaso, para dimensionar los alcances de la modernización ylas pretensiones de las élites frente al proyecto de moder-nización de los espacios urbanos.

Para realizar este análisis espacial construimos el mapa“Áreas de mayor concentración de lugares de sociabilidaden relación con los principales mercados en 1913”. Losdiferentes lugares de sociabilidad se ubican en relación conseis mercados seleccionados con base en su antigüedad ysu importancia como lugares centrales para el abasto de laciudad (La Merced, San Juan, Juárez, San Cosme, Martínezde la Torre y Tepito). Hemos señalado las zonas de influen-cia alrededor de cada mercado en un radio de 250, 500,750 y 1 000 metros. Estos radios de influencia se fijaroncon base en investigaciones anteriores en las que se asegu-ra que los rumbos se extendían a unas cinco cuadras alre-dedor de las edificaciones de los mercados26.

En el mapa se localizan, en primer lugar, las casas deasignación y con claridad se puede observar que se aglutinanalrededor de tres mercados: La Merced , San Juan y Martínezde la Torre. Es notable que en la zona de influencia de losotros tres mercados (San Cosme, Juárez y Tepito) no hayuna sola casa de asignación. No obstante, hay que decirque existen diversas casas de asignación que están en lazona de influencia de mercados secundarios entre el rum-bo de Tepito y el de Martínez de la Torre.

Al fijar la atención en los dormitorios públicos, se ob-serva que estos lugares –objeto de críticas por sus condi-ciones de insalubridad– tienen una configuración espacialsimilar a la anterior con dos diferencias. Por una parte, seobserva que el número de dormitorios públicos es muchomenor que el de las casas de asignación y, por otra, hayuna cantidad considerable de dormitorios alrededor delmercado de Tepito y en las principales entradas de la ciu-dad, en particular en la zona de Peralvillo (al norte) y en lascercanías del canal de la Viga (al sur). Este último habíasido históricamente una de las principales entradas delabasto para la ciudad.

En relación con los baños públicos, la configuraciónespacial de estos lugares estratégicos para la moderniza-

24 No importaba cambiar la calidad, si el objetivo era aminorar losgravámenes establecidos por el gobierno. Por ejemplo, Josefa Sobrinopidió en octubre de 1914 que su alojamiento fuera consideradocomo casa de huéspedes de ultima clase y se le cobrara la «cuotamínima» pues «intento admitir algunas cuantas personas de honora-bilidad y conducta reconocidas, aún cuando sean humildes y pobres,y esa es precisamente la causa por la cual pienso cobrar cuotas pe-queñas». Archivo Histórico del Distrito Federal (AHDF), sección: Ca-sas y Alojamientos (CA), vol. 1379, exp. 441.25 Ver informe de la Confederación Cívica Independiente, 1912, en AHDF,CA, vol. 1378, exp. 359.

26 Para mayor información sobre los mercados en estos años, consul-tar Mario Barbosa, El trabajo en la calle. Subsistencia y negociación políticaen la ciudad de México a comienzos del siglo XX, tesis de doctorado, ElColegio de México, México, 2005.

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ción y “civilización de los comportamientos” es, por suparte, más difusa. La cantidad de baños públicos es tam-bién menor que la de las casas de asignación. Si bien lagran mayoría se encuentra dentro de las zonas de in-fluencia de La Merced, San Juan, Martínez de la Torre yTepito, encontramos tres baños públicos en la zona deinfluencia del mercado de San Cosme y uno en la del Mer-cado Juárez.

Si se observan en su conjunto los tres lugares de so-ciabilidad en las zonas de influencia de los mercados, esposible establecer las zonas de concentración de la socia-bilidad popular. Una primera observación es que los “rum-bos” de los seis principales mercados tienen unadistribución equidistante. Esto no ocurre con la ubica-ción espacial de los lugares de sociabilidad, como se infie-re en la descripción de los mapas construidos. Alrededorde los mercados más antiguos y centrales para el abasto dela ciudad en la década de 1910 –ubicadas en la zona surde la traza– podemos observar una concentración de lascasas de asignación. En particular, se ubican en los rumbosde La Merced y de San Juan. No sucede de la misma mane-ra con los demás lugares de sociabilidad. Estos mercadostienen una función de lugar central que aglutina a su alre-dedor otros lugares de sociabilidad, en particular aquéllosque tienen un carácter de sitios estigmatizados (casas deasignación y dormitorios públicos). Claramente, es percep-tible cómo se va consolidando al sur de la traza construidaen estos años la presencia de dos rumbos alrededor de LaMerced y San Juan, en donde se concentran actividadesde abasto de la ciudad con actividades valoradas de for-ma negativa dentro de los cánones de la modernizaciónpara estos años.

Un buen número de estos lugares están ubicados enlos márgenes de las principales vías de la ciudad: La Viga,Peralvillo y otras que iban congregando estos lugares, talescomo Fray Servando y en los alrededores de lugares deconcentración poblacional.

Por el contrario, los baños públicos están distribuidosde forma más racional por las autoridades en sitios cerca-nos a los rumbos de mayor concentración pero también agrandes avenidas o hitos urbanos como las principales víasde ingreso a la ciudad o las nuevas colonias para sectoresmedios (San Cosme y Santa María la Ribera).

Este sencillo ejercicio y la ubicación tanto de loslugares estigmatizados como de los baños públicos, per-mite diferenciar los esfuerzos de racionalización de laciudad con la configuración de los rumbos de sociabili-dad popular y su relación con los rumbos de actividad

comercial. En efecto, la coincidencia establecida en elmapa nos permite subrayar la congruencia de este con-cepto de rumbo con la evidencia de vivencias diversasde la modernización y la modernidad en la ciudad. Evi-dencias de que rutinas de trabajo, vivienda y sociabili-dad coinciden en estos marcos espaciales nos dan unaidea de cómo se constituían los rumbos. Hablar de LaMerced o San Juan, por ejemplo, refiere a una configura-ción espacial que remitía no sólo al abasto sino a la pre-sencia masiva de vendedores en las calles, a la cercaníade sitios de prostitución, a la posibilidad de encontraralojamientos temporales por bajo precio, así como a otrasactividades de sociabilidad como lugares de consumo debebidas embriagantes –sobre todo, pulquerías–, peque-ñas fondas, entre otros. Y esta referencia espacial al rum-bo no está precisamente relacionada con la presencia degrandes hitos de la modernización urbana, con edificacio-nes cuya arquitectura refleja las tendencias de la arqui-tectura o a lugares de sociabilidad modernos, como eljardín, el café o el boulevard. La racionalidad o la identifi-cación particular de prácticas consideradas como priva-das tampoco es una característica de estos lugares. Alojarseen un dormitorio público significaba compartir no sóloel mismo lugar para pernoctar sino reproducir prácticasde insalubridad e inmoralidad.

Conclusiones

Uno de los rasgos característicos de los clásicos de la so-ciología fue su cercanía con la historia. Las primeras ver-siones de las teorías de la modernidad no fueron resultadode meras impresiones, sino de una minuciosa revisión deinvestigaciones históricas. Con el “triunfo” de la moderni-dad la sociología se olvidó de la historia para ubicarse enun eterno presente siempre igual a sí mismo27. Esta ima-gen, sin embargo, dista mucho de ser verdadera. En pri-mer lugar porque, como hemos intentado mostrar a lolargo del artículo, el supuesto triunfo no fue tal. La capaci-dad estructurante del espacio socialmente estructuradofue uno de los factores que impidió la homologación de lamodernidad en todos los ámbitos urbanos. Por esta razónhablar de modernidad implica hablar de modernidades. Elconcepto debe dejar de designar un todo homogéneo, paradar cuenta de una unitas multiplex.

27 Hay, evidentemente, algunas excepciones. Autores como NorbertElias nunca dejaron de pensar en términos históricos.

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En segundo lugar, la modernidad no ha podido esca-par de la historia. Hoy día, por ejemplo, se habla de una“segunda modernidad” –entendida como una modernidadradicalizada– o, incluso, de una era posmoderna. En estesentido, el presente artículo ha pretendido contribuir alreestablecimiento del vínculo entre historia y sociología,además de tender un puente entre la reflexión teórica so-bre la modernidad y la estructura del espacio.

Nos hemos propuesto discutir un concepto espacial,el rumbo, como un pretexto para analizar teórica e históri-camente la relación entre modernidad y configuración ur-bana de la Ciudad de México al comenzar el siglo XX. Eldiálogo ha permitido avanzar en la definición del rumbocomo un concepto referido a prácticas sociales en un mar-co espacial. De la misma manera, hemos podido cuestionarlugares comunes en la concepción de la ciudad moderna,tales como una división tajante entre lo público y lo priva-do, el uso del tiempo libre, la permanencia de prácticascomunitarias o la preminencia de lugares de sociabilidadacordes con valores como el intelectualismo, la indiferen-cia, la frialdad, la puntualidad, la impersonalidad, la indo-lencia, el individualismo y el cosmopolitismo. Por elcontrario, son comunes en la vida urbana de esta ciudadrutinas de sociabilidad en las que se reproducen prácticaspopulares de carácter más comunitario que permiten laexpresión de subculturas disidentes o de expresiones deresistencia cotidiana.

En la consolidación de rumbos podemos observar unejemplo más de la lógica del “como si” que caracteriza alos países de América Latina en lo general y a México en loparticular. Los proyectos de las élites están hechos parauna población imaginaria, “moderna”, por esta razón, para lagran mayoría de la gente los planes modernizadores hansido sinónimo de exclusión. Así las cosas hemos aprendidoa vivir en una sociedad del “como si”. Esta ficción ha impe-dido a las ciencias sociales y a la historia llegar a conocerla versión de la modernidad que hemos constituido histó-ricamente, versión que, por las más diversas razones, nopuede coincidir con el modelo ideal occidental.

Sin lugar a dudas, vivimos en la modernidad, pero noen esa modernidad idealizada de nuestras elites, en un uni-verso de modernidades múltiples. La de la capital mexica-na es sólo una versión más, con problemas que les sonespecíficos.

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Zonas de influencia de los principales mercadosen la ciudad de México en 1913

dormitorios públicos

casas de asignación

baños públicos

mercados

Convenciones

570 0 570 Kilometers285

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Salomón GonzálezArellano*

Linda Hanono Askenazi*Alejandro Mercado

Celis*Estela Uribe Iniesta*Laura Villavicencio

Pérez**

Dinámica terDinámica terDinámica terDinámica terDinámica territorial de la cienciaritorial de la cienciaritorial de la cienciaritorial de la cienciaritorial de la cienciay la tecnología en Méxicoy la tecnología en Méxicoy la tecnología en Méxicoy la tecnología en Méxicoy la tecnología en México

E l propósito central del presente artículo es realizar un primer acercamien-to espacio-temporal de la ciencia y tecnología en México a través de dos indica-dores georeferenciados: el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y la solicitudde patentes. Con la aplicación de la técnica de análisis centrográfico se registracartográficamente su estructura en México dando cuenta de las principalescaracterísticas y tendencias espacio-temporales de cada uno y de sus correla-ciones y diferencias. Este análisis pone en relieve las asimetrías regionales carac-terísticas del desarrollo capitalista y aporta elementos claves de carácter espacialpara conocer su comportamiento y replantear en México políticas y estrategiasde impulso de la actividad científica y tecnológica.

La generación de conocimientos y la producciónde la tecnología

En el contexto de la era de la información y de la revolución tecnológica que hadesencadenado la producción de nuevos conocimientos y de tecnología facto-res cruciales de crecimiento y desarrollo de las economías nacionales1, México,como país en desarrollo, ha encarado el reto estratégico de impulsarlos a travésde diversas políticas de apoyo a la investigación y de producción tecnológica. Apesar de la existencia del Sistema Nacional de Investigadores, si tomamos comoindicador las solicitudes de patentes, observamos que no ha habido en el paísun mejor desempeño en creación de tecnología. En el caso de México, estudio-sos del tema insertan a las patentes dentro de la lógica de la innovación institu-cional, organizacional y productiva, indicando que la pérdida de productividady competitividad mexicanas es signo, precisamente, de la debilidad tecnológicainnovadora nacional2.

La importancia estratégica de la investigación y el desarrolloy el sistema de patentes

Las patentes forman parte de la dinámica internacional de la industria. Fueronestablecidas como el principal mecanismo de recuperación de la inversión en

* Profesores-Investigadores,UAM-Cuajimalpa.** Responsable de la Ges-tión de vinculación yposgrado, UAM-Cuajimalpa.1 Castells, Manuel, 1999, Laera de la información. Econo-mía, sociedad y cultura. Vol. I.La sociedad red. México: Si-glo XXI., Chandler D. AlfredJr., y James W. Cortada(Eds.), 2002, Una nacióntransformada por la informa-ción. Cómo la información hamodelado a Estados de Améri-ca desde la época de la Coloniahasta la actualidad , Ed.Oxford, México: OxfordUniversity Press, Delabre,Raúl Trejo (2006). Viviendoel Aleph. La sociedad de la in-formación y sus laberintos. Es-paña: Comunicación educa-tiva., Rifkin, Jeremy (2000).La era del acceso. La revolu-ción de la nueva economía. Es-paña: Paidós.2 Foro Consultivo Científicoy Tecnológico (2006). Cono-cimiento e Innovación en Méxi-co: Hacia una Política de Esta-

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generación de conocimiento aplicado; esto es, en activi-dades de investigación y desarrollo (IyD). El razonamientode tipo económico plantea que este mecanismo redundaen un mayor desarrollo tecnológico y beneficio social.

Una patente es definida por la Organización Internacio-nal para la Protección Intelectual (WIPO por sus siglas eninglés) como “el derecho concedido por un Estado o unarepresentación de varios Estados, que permite a un inventorexcluir al resto de las personas de una explotación comer-cial del invento patentado por un periodo limitado, general-mente de 20 años”3. El concepto de patente es tratado deforma similar por las diferentes instancias nacionales.

La fuerza de tarea sobre patentes de la Organizaciónpara la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)4

determina, en sintonía, que las patentes son concedidas aindividuos, empresas u otras entidades, siempre y cuandola invención sea novedosa, no obvia e industrialmente apli-cable. A cambio de los derechos adquiridos, el solicitantedebe revelar la información relativa a la invención para lacual busca protección.

En México, el Instituto Nacional de la Protección Inte-lectual (INPI) es la oficina de gobierno encargada de la ges-tión de derechos de propiedad intelectual, que comprendelas invenciones (patentes, modelos de utilidad, diseños in-dustriales y esquemas de trazado de circuitos integrados) ylos signos distintivos (marcas, avisos y nombres comercia-les y las denominaciones de origen).

En nuestro país, el costo aproximado de una patentede cobertura nacional es de MN 7,580 pesos, mientras queuna cobertura internacional asciende a alrededor de MN400,000 pesos.

Ya que las patentes constituyen una forma de registrode las aplicaciones del conocimiento que se pretende apro-vechar en la industria, la OCDE considera que las estadísti-cas e indicadores correspondientes a ellas reflejan procesoseconómicos trascendentales; en particular, la dinámica delsistema de innovación y de algunos factores que sustentanel crecimiento económico, como las trayectorias tecnológi-cas, los patrones de colaboración para la innovación y laintensificación e internacionalización de las actividades deciencia susceptibles de transferencia a campos de la tecno-logía5.

Por una parte, según la información de la OCDE de2001, la solicitud de patentes se concentra en regionesacotadas de los países analizados (54% de las patentes seoriginan en el 10% de las regiones de estos países).

El índice de concentración regional es mayor para lossiguientes países:

do. Elementos para el Plan Nacional de Desarrollo y el Programa de Gobier-no 2006-2012, México, Foro Consultivo Científico y Tecnológico.3 Para la WIPO misma, la mayoría de los países consideran un inventocomo una solución nueva a un problema técnico. WIPO (2001).Understanding intellectual property, E.U.A.: Nueva York, p. 5.4 OEDC son las siglas en inglés de la OCDE.5 OECD (2006) Compendium of patent statistics, Europa, OECD, p. 3.

Algunas características de la distribuciónespacial de la concesión de patentes

La OCDE ha llevado a cabo un diagnóstico de la distribu-ción espacial de las patentes solicitadas en las oficinas delos E.U.A., Europa y Japón, países que concentran la ma-yor proporción de ellas. (Figura 1)6.

Figura 1Distribución de patentes solicitadas en EUA,

Europa y Japón en 20037

Fuente: OECD (2006), Compendium of patent statistics. Europa: OECD.

6 OCDE, “Panorama de la Ciencia y la Tecnología”, OCDE, 2003.7 Los conteos se basan en la fecha de solicitud inicial del registro de lapatente, el país de residencia del inventor y de conteos fraccionarios.Incluye patentes solicitadas en las oficinas de Europa, los E.U.A. yJapón.

El cambio, la dispersión regional es mayoren los países siguientes:

País Valor

AlenaniaBélgica

0.430.39

País Valor

Países bajosPolonia

0.420.35

El índice de concentración regional es mayorpara los siguientes países:

País Valor

AustraliaCoreaFinlandia

0.890.720.64

País Valor

JapónEspañaEUA

0.790.660.63

País Valor

PortugalSueciaGrecia

0.730.650.61

Alemania 13.5%

Francia 4.5%

Reino Unido 3.8%

Holanda 1.9%Italia 1.6%

Suecia 1.5%

Otros países de Europa 3.5%

UniónEuropea30.3%

Estados Unidos deNorteamérica

36.4%

Otros Países 7.7%

Japón 25.7%

Suiza 1.7%Corea 1.4%Canadá 1.3%Australia 0.8%

Israel 0.7%China 0.3%

Otros Países 1.4

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Por otra parte, se ha encontrado que las regiones pre-dominantemente urbanas8 proveen el territorio más fértilpara la de innovación. Más del 85% de las patentes depaíses de la OCDE analizados fueron solicitadas por inven-tores ubicados en regiones urbanas. Esto es particularmentecierto en los Países Bajos (95%), Japón (90%), Bélgica (88%),en los Estados Unidos (78%), Portugal (77%), Alemania (73%)y España (72%). Las regiones intermedias contribuyeronmucho menos a la actividad de patentes (14%). No obstan-te, en Canadá (96%), Polonia (55%), Noruega (contra 8%) yAustria (39%), las mismas son responsables de la mayorparte de la actividad de innovación. Finalmente, las regio-nes predominantemente rurales cubren solamente el 5%de las áreas de los países de la OCDE en que se originanpatentes. Su participación en esta forma de creación deconocimiento es más sustancial en Irlanda (42%), Polonia(37%), Austria (33%) y Suecia (33%)9.

Una comparación de los índices de concentración geo-gráfica de las patentes y de la población con educaciónterciaria (nivel universitario) muestra que, en la mayor par-te de los países, la población con un alto nivel de habilida-des está mucho menos concentrada que las patentes.Solamente en el Reino Unido el nivel de concentración deesta población es superior al de las patentes. Por tanto, elpatrón geográfico del registro de patentes y de la pobla-ción altamente capacitada no necesariamente coincide. Lainnovación requiere de insumos (capital físico) e infraes-tructura (laboratorios) que tienden a estar geográficamen-te más concentrados que el capital humano.

Las patentes mexicanas en el contextode Iberoamérica

Un análisis de los datos sobre el registro de patentes deextranjeros en E.U.A. de 1975 a 1999 nos permite reali-zar una evaluación comparativa del desempeño de Méxi-co frente a los países iberoamericanos10.

8 La OCDE define una región como predominantemente urbana simenos del 15% de su población vive en comunidades rurales, rural simás del 50% vive en comunidades rurales e intermedia si la proporciónde su población que vive en comunidades rurales es entre el 15 y el50%. OECD (2005), Regions at a glance, p. 178.9 OECD (2005) “Chapter 1. Patents: protecting and commercialisingknowledge. Geographic concentration of patents”, en Science, Technologyand Industry Scoreboard 2005 - Towards a knowledge-based economy. PECD.Consultado en: junio 2007. Disponible en: <http://caliban.sourceoecd.org/vl=1590434/cl=15/nw=1/rpsv/scoreboard/c11.htm>.10 Nos remitidos a los datos de las patentes de residentes mexicanosregistradas en E.U.A. por dos razones. La primera, obedece a que labase de datos de la Oficina de Patentes en México no tiene disponible

su base de datos, ni posee el mismo nivel de sistematización de lainstitución correspondiente en E.U.A. La segunda, responde a unalógica económica ligada al tamaño del mercado: los mexicanos y otrosextranjeros registran patentes en E.U.A. ya que el impacto comercialde una protección de patentes es mucho mayor en E.U.A. y su explo-tación es más redituable dadas las dimensiones del mercado.

Cuadro 1Patentes solicitadas por extranjeros en EUA por

quinquenio en países de Iberoamérica*

1975-1979

1980-1984

1985-1989

43224799

113131717191511164

1233672931211

1053

EspañaMéxicoBrasilArgentinaVenezuelaChilePortugalColombiaPerúCosta RicaTrinidad TobagoCubaPanamáUruguayEcuadorGuatemalaJamaicaR. DominicanaEl SalvadorBoliviaHondurasHaitíParaguayNicaraguaTotal

291193113102491217187924422334120620

846

1990-1994

1995-1999 Total

54720115682

1031927206664645433252310

1215

71518926010912132242515776458534002011

1543

29371087981589431124115111585334302927252521161513131363

6756

29371087981589431124115111585334302927252521161513131363

6756

Fuente: Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica (2006).Las patentes de invención de países iberoamericanos en EUA, 1975-1999: avance de resultados. Argentina: Centro Argentino de Informa-ción Científica y Tecnológica, p. 6. <http://www.caicyt.gov.ar/bases-de-datos-e-indicadores/documentos-1/pat_ib_usa/view>, consul-tado en junio, 2007.

De acuerdo a los datos de México a través de losquinquenios, se observa que su desempeño en materia depatentes disminuye de 1980 a 1994 y se recupera al nivelde 1975-79 hasta el quinquenio 1990-1994. Es decir, mien-tras que España, Brasil, Venezuela y Chile muestran un rit-mo de aumento que se mantiene constante, México reflejaun crecimiento casi nulo durante 25 años: de encabezar lalista respecto a Brasil, Venezuela y Chile en el primer quin-quenio, desciende al segundo lugar en el último.

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Este débil desempeño en materia de patentes en bue-na medida obedece a que la economía mexicana descansaen empresas que efectúan actividades de investigación tec-nológica de forma sólo marginal. Esto nos señala que enMéxico hace falta robustecer la vinculación entre las uni-versidades y las empresas y que carecemos de programasde estudio orientados a campos de aplicación del conoci-miento y de desarrollo de competencias profesionales vin-culadas consistentemente con las empresas.

De acuerdo al índice de adelanto tecnológico reporta-do por la Organización de las Naciones Unidas (ONU),México es considerado un líder potencial11. La capacidadde las diferentes regiones del país es relevante, pero hasido insuficientemente valorada. Los retos y oportunidadesestatales y regionales son significativos, considerando la altaconcentración de población y empresas en las grandes ciu-dades y la gran dispersión de los pequeños asentamientosrurales, en especial en la región sur-sureste.

El Sistema Nacional de Investigadores

Los indicadores de Recursos Humanos se refieren al po-tencial con el que cuenta un país para el desarrollo de laciencia y la tecnología (CyT), por lo general, se habla depersonal en formación y personal activo. En el caso deMéxico, en la década de los ochenta, se creo el SistemaNacional de Investigadores, bajo la siguiente premisa: “….esprioridad del Gobierno Federal asegurar que el país cuen-te con una comunidad científica vigorosa que logre avan-ces en el conocimiento universal y que esté atenta acolaborar en la solución de los problemas nacionales12.”

Desde entonces, se busca fortalecer el desarrollo derecursos humanos dedicados a la investigación de alto ni-vel en todas las entidades del país. “El Sistema Nacional deInvestigadores, a través de sus miembros, es una agrupa-ción en la que están representadas todas las disciplinascientíficas que se practican en el país y cubre a una granmayoría de las instituciones de educación superior e insti-tutos y centros de investigación que operan en México. Eneste sentido coadyuva a que la actividad científica se desa-

rrolle de la mejor manera posible a lo largo del territorio ya que se instalen grupos de investigación de alto nivel aca-démico en todas las entidades federativas”13.

El SNI clasifica a sus investigadores en cuatro niveles:Candidato, Nivel I, Nivel II y Nivel III de acuerdo a loscriterios de evaluación que define cada una de las Comi-siones Dictaminadoras de las siete áreas de conocimientosque lo integra. Las áreas establecen el ordenamiento de lasdisciplinas de acuerdo a su vocación, afinidad y objeto deestudio. Éstas son:

Àrea I: Físico-Matemáticas y Ciencias de la Tierra.Área II: Biología y Química.Área III: Medicina y Ciencias de la SaludÁrea IV: Humanidades y Ciencias de la ConductaÁrea V: SocialesÁrea VI: Biotecnología y Ciencias AgropecuariasÁrea VII: Ingeniería y Tecnología.

Las Comisiones Dictaminadoras son responsables deprecisar los parámetros de productividad del trabajo cien-tífico y tecnológico para calificar a los aspirantes de nuevoingreso y refrendar la pertenencia al SNI de los tres dife-rentes niveles. Cada área establece un marco general deevaluación de los investigadores, el procedimiento de eva-luación, los elementos de evaluación (productos de investi-gación y desarrollo tecnológico), la participación enactividades educativas y las actividades concernientes a ladivulgación de la ciencia. Para la promoción y refrendo delos Niveles II y III, cuentan la creación de infraestructura, laponderación de la calidad y el impacto de la produccióncientífica, y el ejercicio de liderazgo académico.

Con relación a las patentes, cada área especifica encuál rubro es evaluada como criterio de la productividadcientífica del investigador. Mientras que en algunas áreasson consideradas elementos de evaluación, en otras soncalificadas como creación de infraestructura. De esta mane-ra, se reconocen las patentes generadas, las patentes certifi-cadas y el uso productivo de las patentes como aspectosrelevantes de aplicación de la investigación científica.

Los miembros del SNI representan un porcentaje delpotencial activo por su elevada formación académica y porrealizar labores de investigación de alto nivel. Por tanto, elSNI se vuelve un indicador importante, por un lado, de lacapacidad que tiene nuestro país para crear y desarrollar

11 El índice de adelanto tecnológico clasifica a los países en cuatrocategorías: líderes, líderes potenciales, seguidores dinámicos y margi-nados. Se centra en cuatro dimensiones de la capacidad tecnológica:creación de tecnología, difusión de innovaciones recientes, difusiónde viejas invenciones y conocimientos especializados. ONU, Informesobre Desarrollo Humano 2001. Poner el adelanto tecnológico al servicio deldesarrollo humano, México: Ediciones Mundi Prensa 2001, p. 47, 48.12 Acuerdo Presidencial del 26 de julio de 1984, modificado en 1999.<http://www.conacyt.mx/SNI/SNI_Acuerdo.html>.

13 Página electrónica del CONACYT, sobre el Sistema Nacional de In-vestigadores. <http://www.conacyt.mx/SNI/Index_SNI.html>.

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conocimientos que puedan transformarse en beneficiostangibles para la población, y, por otro, como reflejo de lainversión que dedica el país para consolidar el SistemaNacional de Innovación, para el cual los recursos humanoscon alto grado de calificación son una de las piezas funda-mentales.

Mucho se ha escrito sobre la incapacidad del mercadolaboral –principalmente en los lugares en dónde se formanestos recursos–, integrado por las Instituciones de Investi-gación y de Educación Superior y del sector industrial ysocial, para generar los empleos que absorban los recursoshumanos con alta calificación académica, ocasionando laconcentración regional de los mismos o su movilidad aotras regiones y sectores dentro o fuera del territorio na-cional, con el consecuente éxodo de ideas y potencial deinnovación. Esta situación se traduce en rezagos con rela-ción al desarrollo, dada la aplicación de las contribucionesfiscales en rubros ajenos a la producción científica y tecno-lógica, implicando costos sociales a largo plazo.

Un diagnóstico sobre la centralización de las activida-des de ciencia y tecnología arroja como resultado que per-siste una alta concentración de las actividades en CyT enel Distrito Federal (D.F.) en términos de investigadores (50%),programas de posgrado (34%) y estudiantes de esos pro-gramas (62%). De los 244 programas de posgrado que hanalcanzado el parámetro de “Alto Nivel”, 108 se ubican enel D.F., seguido por Nuevo León con 21 y Baja Californiacon 20. En el resto de las entidades federativas no se cuen-ta con programas de este tipo. Es de suponer que los ins-trumentos de apoyo en CyT (fondos y estímulos fiscales)son canalizados en congruencia con esta concentración,impidiendo el desarrollo de estas actividades en otras enti-dades federativas.

El aumento en el número de investigadores del SNI esreflejo de su fortalecimiento, aunque el mismo esté distri-buido desigualmente en los diferentes niveles y en las enti-dades federativas. Podemos observar, con base en lasestadísticas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología(CONACYT), que el total de número de investigadores delSNI entre 1999 y 2005 creció de 7,252 a 12, 096, respec-tivamente, representando un aumento de 60%. Sin embar-go, desagregando el total por niveles, el incremento no eshomogéneo. Con referencia a este período, la categoría deCandidatos aumentó de 1318 a 2109, equivalente al 62%,el Nivel I, se deslizó de 4191 a 6558, correspondiente al64%, el Nivel II, creció de 1159 a 2306, representando un50%, y, finalmente, el Nivel III, lo hizo de 584 a 1123, cons-tituyendo el 52%. Si se calcula el Coeficiente de Localiza-

La dinámica territorial de la cienciay tecnología en México

En la primera parte del documento se mencionó que elpropósito central del presente trabajo consiste en realizarun análisis exploratorio de la dinámica territorial de laciencia y tecnología en México. En las secciones anterio-res comentamos las implicaciones que tiene el desarrollotecnológico en el crecimiento de los países y del papelque tiene el sistema de patentes como señal de la innova-ción regional. Vimos la desigual participación de los paí-ses en la generación de patentes y en el caso de México,en comparación con otras economías, destacando su es-tancamiento en los últimos años.

De manera similar, nos interesamos en el comporta-miento del personal dedicado a la investigación científicaen México. Referente a este punto, se señaló que la princi-pal referencia para captar esta actividad es el Sistema Na-cional de Investigadores que con más de treinta años hasido la concretización de la política federal para el desarro-llo científico del país. A lo largo de este tiempo el númerode miembros del SNI ha mantenido un crecimiento cons-

ción (QL)14 para cada categoría, el resultado que arroja espara los candidatos 1.03, Nivel I, 1.06, Nivel II, 0.83 y NivelIII, 0.86. Esta proporción nos muestra que la base de lapirámide del SNI que integra a los candidatos y al Nivel Imuestra que el crecimiento de estas dos categorías estásobrerepresentado frente al comportamiento global de losinvestigadores, mientras que la cúspide formada por el Ni-vel II y III, está subrepresentado con respecto al global, loque indica un estancamiento en el desarrollo del SNI.

Cuadro 2Comportamiento estadístico, SNI

Categoría SNI 1999

CandidatoNivel INivel IINIvel IIITotal

131841911159

5847252

2005 Porcentajede crecimiento

2109655823061123

12096

QL

62%64%50%52%60%

1.031.060.830.86

Fuente: Elaboración propia con base a las estadísticas históricas deCONACYT.

14 El Coeficiente de Localización es un indicador que compara elcrecimiento de un grupo con respecto al crecimiento del total: si elvalor es uno, el subgrupo muestra un crecimiento semejante al global,menor a uno, señala que creció por debajo del ritmo del total y mayorque uno, muestra un crecimiento más dinámico que el global.

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tante y las exigencias de evaluación se han intensificado alpunto que el número y nivel de miembros pertenecientesal Sistema es uno de los mejores indicadores de consolida-ción científica de las instituciones. Cabe señalar que estedesarrollo no es homogéneo en el país, presentando fuer-tes disparidades regionales en cuanto a la participacióndentro del SNI. En reconocimiento a estas disparidades re-gionales se ha implementado una serie de estímulos paraarraigar investigadores en zonas atrasadas. Un ejemploconsiste en los estímulos económicos del SNI que son ma-yores en la provincia y la existencia de programas parafortalecimiento del profesorado de universidades fuera dela ZMCM.

Un análisis espacio-temporal de la ciencia y la tecnolo-gía nos ilustra la manera en que se distribuyen territorial-mente estas actividades en el país. Recientemente, ennumerosos trabajos de las ciencias sociales y humanidadesse observa un interés creciente por tratar la dimensiónespacial en sus temas de trabajo. Esto no es casual y mu-cho se ha discutido sobre esta nueva dirección15. A pesarde que existe un importante repertorio de métodos y téc-nicas de representación y análisis espacial, éstos están dealgún modo dispersos entre ciertas disciplinas y poco difun-didos entre la mayoría de estudiosos. Cuando se da la oca-sión de abordar explícitamente la dimensión espacial en estosanálisis, la inmensa mayoría de las ocasiones se hace uso demapas temáticos para ilustrar una serie de datos. Es a travésdel análisis del investigador que descubre en el mapa unaserie de estructuras y procesos, que difícilmente tablas ográficas podrían aportar. Consideramos que esto es un avanceinteresante y nos habla que hay “algo” que los mapas, omás bien el espacio, nos puede decir sobre el problema deestudio. Sin embargo, ante procesos más complejos, captarciertos patrones espaciales, en ocasiones, no es tan claro, yse dificulta una interpretación a simple vista de las repre-sentaciones cartográficas. Esto puede ser salvado por me-dio del uso de las técnicas de análisis espacial.

En la vena de la geografía cuantitativa, se pueden dis-tinguir dos familias de análisis espacial: la referente al aná-lisis de de la diferenciación espacial y la que trata lasinteracciones espaciales16. Dentro del repertorio de herra-

mientas para analizar la localización de objetos y activida-des en el espacio, el análisis centrográfico es un recursopoco utilizado a pesar de su simplicidad y gran potencialpara sintetizar estructuras espaciales. Este instrumento deanálisis se aplica en el presente trabajo para el examen delos datos del SNI y el registro de patentes y nos permiteobservar y comparar de manera sintética los grandes pa-trones y su evolución en territorio nacional.

Metodología de Análisis centrográfico

El análisis centrográfico es una técnica de análisis espacialque permite obtener los parámetros de tendencia central, dela dispersión y de la orientación en el espacio de la distribu-ción de un conjunto de puntos georeferenciados. Nos pre-senta de manera sumamente explícita y sintética diversosaspectos de la repartición espacial de un fenómeno, talescomo el grado de concentración, la forma de la dispersión,el efecto corredor, etc. En otras palabras, se trata en ciertaforma de la extensión de los parámetros base de la estadís-tica descriptiva clásica (media, mediana, moda, desviaciónestándar, etc.) a variables con referencia espacial. Es impor-tante tener en cuenta que esta técnica es recomendablepara la descripción de distribuciones espaciales explícita-mente organizadas en torno de un centro, o de estructurasespaciales simplificadas a un modelo monocéntrico.

Para efectos de una lectura rápida de los resultados deesta técnica basta comprender que los cálculos identificanel centro de gravedad (equivalente a la media en estadísti-ca descriptiva) y de dispersión (equivalente a la desviaciónestándar) de una distribución espacial. Así, el centro degravedad estará situado en la intersección de los ejes delas elipses de dispersión. Las superficies de las elipses nosdan cuenta del grado de dispersión de la distribución conrespecto al centro de gravedad y el grado de alargamientode uno de los ejes con respecto al otro, con sus respectivasángulos de inclinación nos describen la forma y orientaciónde la repartición espacial de los puntos (en cierto modotambién pueden ser considerados como el primer y segun-do factor de un análisis de componentes principales).

Distribución espacio-temporal de la cienciay la tecnología en México

La solicitud de patentes ofrece un primer acercamiento ala medición de la actividad tecnológica. Para ello, se obtu-vo la distribución por estado de patentes solicitadas conbase en información del Instituto Nacional de Estadística,

15 Goodchild, M. F. and D. G. Janelle, Spatially integrated social science,Oxford, New York, Oxford University Press, Steinberg, S. J. and S. L.Steinberg, GIS : geographic information systems for the social sciences :investigating space and place, Thousand Oaks, Calif., SAGE Publications,2006.16 Puman, D., Les interactions spatials. Paris, Armand Colin, 2002 Sanders,L., Modèles en analyse spatiale, Paris, Hermès Science Publications,Lavoisier, 2001.

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Geografía e Informática (INEGI). La distribución territorialmuestra una clara concentración en un puñado de esta-dos y una presencia casi nula en otros. Para el 2005 el64.1% de la solicitud de patentes se concentró en sólocuatro estados; el Distrito Federal (D.F.) con 31.7%, Nue-vo León (N.L.) con 11.7, Jalisco con 10.4% y el Estado deMéxico con 10.4%. Si sumamos al D.F. el Estado de Méxi-co para efectos de delimitar el área metropolitana de laciudad de México tenemos que estos dos estados estángenerando el 41.1% del total de solicitudes de patentes.

Podemos ver que existen tres grades polos de activi-dad tecnológica: el área metropolitana de la ciudad de Méxi-co, el área metropolitana de la ciudad de Monterrey el áreametropolitana de la ciudad de Guadalajara. En el Mapa 1,se han cartografiado los estados de la república mexicanapor solicitud de patentes a partir de 5 rangos, el primeroincluye a todos los estados con solicitudes de patentes quevan de 10 a 179. En este rango además de los cuatro esta-dos antes mencionados se agregan Chihuahua con 4.8%,Coahuila 4.6%, Guanajuato 3.9%, Puebla 3.9%, Querétaro3.9%, Morelos 2.5% y Michoacán con 1.8%. Los estados deBaja California Norte, Durango, Zacatecas, Nayarit, Gue-rrero y Campeche son los que corresponden al rango menorque mide de 0 a 2 patentes.

Analizando sólo el rango superior, el mapa nos mues-tra dos regiones que concentran la actividad de patentes.Por una parte, tenemos una región en el norte del país quecomprende tres estados; Nuevo León, Coahuila, Chihuahua,y una región centro-occidente que tiene como polos a laciudad de México y la ciudad de Guadalajara. En cambio,los rangos intermedios e inferiores se presentan de maneradispersa: se disgregan de manera discontinua en elnorponiente y suroeste del país y en parte de la región delGolfo de México y el Caribe.

En el Mapa 2 se muestra la distribución de SNI porestado. Llama la atención que la distribución de SNI nocoincide totalmente con la distribución de solicitudes depatentes. El área metropolitana de la ciudad de Méxicopresenta una altísima concentración del SNI mientras quelas patentes tienen una concentración significativamentemenor, aunque sigue siendo la región que más patentessolicita en el país. En el caso contrario podemos observarque el Estado de Nuevo León tiene una concentraciónpequeña del SNI (3.2%) sin embargo su participación ensolicitud de patentes es de 11.7% del total nacional. Conesto podemos inferir que Nuevo León que cuenta con al-gunas de las industrias más dinámicas y poderosas del paísy probablemente esté generando actividad tecnológica en

sus instituciones de producción de conocimiento con unamayor vinculación directa con la industria o incluso den-tro de la propia industria. Otros casos que llaman la aten-ción por su discrepancia entre miembros del SNI y solicitudde patentes son Chihuahua y Coahuila con mayor partici-pación en patentes que en miembros del SNI, y en el casocontrario Baja California y Michoacán con mayores partici-paciones en miembros SNI que en producción de patentes.

En el Mapa 3, se ha hecho un comparativo entre lassolicitudes de patentes en el año 2000 y el año 2005. Uti-lizando un análisis centrográfico podemos apreciar que elcentroide geométrico se ubica en Querétaro y la primeraelipse roja a partir de este centroide correspondiente alaño 2000 cubre más del 60% de las observaciones. Lo inte-resante de este mapa es que el centroide para el año 2005(marcado en azul) se ha desplazado hacia al norte y modi-ficado su orientación con dirección a N.L. Otro cambioclaro es la ampliación del área geográfica de la primer elip-se. Estos cambios indican un mayor peso de las entidadesdel norte del país y un mayor peso relativo de Nuevo Leónen la generación de solicitudes de patentes.

La otra variable analizada en este ejercicio es la distri-bución de los miembros del sistema nacional de investiga-dores. Al cartografiar esta variable podemos apreciar en elMapa 4 la distribución de los miembros SNI en cada enti-dad federativa, que es un primer indicador de los recursoshumanos disponibles para investigación en cada estado yun indicador indirecto de la distribución de la infraestruc-tura científica del país. La distribución espacial de los miem-bros del SNI muestra una alta concentración similar a lospatentes pero también algunos patrones espaciales sustan-cialmente diferentes.

El Distrito Federal concentra al 45.1% del total de miem-bros del SNI, el estado de México tiene el 5.8%, si estos dosestados los tomamos juntos para efectos de delimitar el áreametropolitana tenemos que esta zona concentra al 50.9%del total. En importancia le siguen a esta zona, Morelos con5.8% (algunos autores incluyen este estado también dentrodel área de influencia de la Ciudad de México), Jalisco con4.8%, Puebla, 4.2, Nuevo León 3.2% y Guanajuato con 3.0%,el resto de los estados fluctúan entre 2.9 y 0.1%.

Los patrones diferentes de distribución espacial depatentes y SNI, se pueden apreciar al comparar los Mapas3 y 4. Estos mapas muestran que la distribución del SNI hapersistido, aunque presenta un ligero alargamiento de suselipses de dispersión en el periodo 2000-2005, a diferenciade la distribución de las patentes que, como ya indicamos,se ha desplazado en cierta medida hacia el norte. También

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es importante notar que la distribución del SNI, fuera de sualta concentración en el Área Metropolitana de la Ciudadde México, muestra una repartición más uniforme en elterritorio nacional.

Los Mapas 5 y 6 examinan si existen diferencias en ladistribución espacial entre diferentes niveles de SNI. El Mapa5 muestra la comparación entre los niveles de Candidato ySNI III. Podemos apreciar que la concentración de SNI III es

mucho mayor en la zona central del país y las elipses dedispersión son significativamente menores a las de Candi-datos. En la figura 6 se comparan para el año 2005 losniveles de Candidato y SNI III. Como se puede observar enel mapa prácticamente se han ampliado y desplazado haciael norte las elipses de dispersión de los candidatos respec-to a 1999, mientras que no existe un cambio significativoen la distribución espacial de SNI III.

Geografía de la ciencia y tecnología en México

Mapa 1Patentes por entidades federativas, 2005

10-1797- 105- 72- 50- 2

4000 800 km.

N

PATENTES POR ESTADO 2005

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Mapa 2Miembros del SNI 2005

Mapa 3Análisis centrográfico de las patentes, 1999-2005

5,370 a 5,380320 a 5,370150 a 32060 a 15010 a 60

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MIEMBROS DE SNI 2005

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Patentes registradas 1999-2005Elipses de dispersión

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Mapa 4Análisis centrográfico de miembros del SNI, 1999-2005

19992005

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Miembros del SNIElipses de dispersión

Mapa 5Análisis centrográfico SNI, candidatos y niveles III, 1999

CandidatoNivel III

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Miembros del SNI 1999candidato y nivel III

Elipses de dispersión

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Conclusiones

El objetivo de este artículo se centró en realizar una pri-mera exploración sobre la distribución geográfica y tem-poral de dos de los indicadores importantes de la cienciay tecnología en México. Consideramos que para obtenerun panorama más completo y fidedigno sobre el tema,deben integrarse otros indicadores que reflejen las diver-sas caras de la actividad científica y tecnológica del país.Entre estos aspectos, la dimensión espacial ha sido hastahace poco una dimensión abordada superficialmente en losestudios del desarrollo científico y tecnológico del país. Enun análisis de tipo exploratorio consideramos necesario es-tablecer referencias espaciales y temporales, además delanálisis detallado de las políticas públicas relacionadas conel impulso de la ciencia y tecnología que se han instrumen-tado en las últimas dos décadas. Los resultados de este tra-bajo pueden ser sintetizados por los siguientes puntos.

I. En cuanto a la dinámica territorial de la ciencia y tecno-logía en México.

• El análisis cartográfico de los indicadores georeferen-ciados muestra una clara concentración regional de la ac-

tividad científica y tecnológica congruente con los polosde desarrollo económico del país y una casi nula presenciaen las regiones y entidades federativas con rezago econó-mico.

• La evolución de la distribución espacio-temporal delos mismos indica que la dispersión de estas actividades eslenta con un claro desplazamiento geográfico hacia el nor-te del país.

• La distribución espacial de la actividad científica di-fiere evidentemente de la distribución espacial de la activi-dad tecnológica, a pesar de coincidir geográficamente suscentroides en la región centro del país.

• Desagregando los diferentes niveles de clasificacióndel SNI se observa un proceso gradual de dispersión enca-minado hacia una mayor cobertura geográfica del país.

II. En cuanto a las técnicas de análisis espacial.

• En este trabajo, donde se analiza la dinámica territo-rial de la ciencia y tecnología en México, se muestra laimportancia de integrar la dimensión espacio-temporal parauna comprensión más integral del problema de estudio.

• En una primera parte del análisis de las patentes y losmiembros del SNI, se abordó la descripción de una carto-

Mapa 6Análisis centrográfico SNI: candidatos y nivel III

CandidatoNivel III

4000 800 km.

N

Miembros del SNI 2005candidato y nivel III

Elipses de dispersión

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grafía temática que por si misma ya nos informa de estruc-turas regionales que en tablas o gráficas sería difícil obser-var.

• Si bien la cartografía temática de las dos variablespermiten hacer comparaciones entre los dos mapas, esnecesario recurrir a herramientas más sofisticadas paraidentificar con precisión algunos parámetros de la distri-bución espacial de las actividades científicas y tecnológi-cas. Efectivamente, el estudio muestra la utilidad de latécnica del análisis centrográfico al identificar, loscentroides, centros de gravedad, el grado y forma de ladispersión espacial y la evolución en el tiempo de las dosvariables.

• Por último, consideramos que con este ejemplo senci-llo se ilustra la utilidad de incorporar en los estudios de lasciencias sociales las técnicas del análisis espacial. Esto im-plica un reto ya que estas técnicas se encuentran dispersasentre distintas disciplinas y se han encontrado un mayordesarrollo en la vena del análisis cuantitativo teniendo uncamino por recorrer los trabajos de corte cualitativo.

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Graciela Martínez-Zalce*

Laura Carballido**Víctor ManuelGranados***

RRRRRepresentaciones cinematográficasepresentaciones cinematográficasepresentaciones cinematográficasepresentaciones cinematográficasepresentaciones cinematográficasy cary cary cary cary cartográficas de la violenciatográficas de la violenciatográficas de la violenciatográficas de la violenciatográficas de la violencia

en la ciudad de Méxicoen la ciudad de Méxicoen la ciudad de Méxicoen la ciudad de Méxicoen la ciudad de México

Este artículo es producto del acercamiento a los sistemas de informacióngeográfica y de un intento por ver cuál era su posible aplicación a los productosculturales. Se eligieron representaciones cinematográficas de la Ciudad de Méxicopor constituir un espacio reconocible para el espectador y como tema se eligióla violencia, uno de los temas privilegiados por el cine en los últimos años. Elmétodo consistió en tomar un corpus representativo de películas, ubicadas en laCiudad de México y, con la violencia como tema central, analizar los espacios ylos tipos de violencia elegidos para contrastarlos con las cifras oficiales de laSecretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y ver si había coincidenciaso divergencias –así como una explicación a estas. Dos palabras clave de identi-ficación temática del trabajo: Cine y violencia

Introducción: los “cómos” y los “por qués”

El presente texto es el resultado de una experiencia didáctica. El aprendizaje delos sistemas de información geográfica nos hizo plantearnos si acaso era posibleaplicar estas metodologías para el análisis de productos culturales tales como laficción narrativa o el cine y, en su caso, la aportación que podrían hacer a lainterpretación de los textos.

Porque en el cine muchas veces parece fácil para los espectadores recono-cer los espacios donde se sitúan las locaciones, fue el medio que nos parecióidóneo para convertir, posteriormente, en cartografía. Era, entonces, necesarioelegir un corpus de películas cuyo discurso se situara en sitios específicos, prefe-rentemente con un referente real, y seleccionar un tema que se repitiera demanera prominente, de tal modo que se pudiera convertir en el hilo conductorde la espacialización. El lugar elegido fue la ciudad de México; el tema, la violen-cia y, por tanto, el crimen que la genera; por último, resultó evidente quedurante la década de los noventa y principios del siglo XXI, este tópico fue elprivilegiado por los cineastas, en cualquier género, pues desde Ciudades oscu-ras (2002), película que tanto por la historia que narra como por la técnica defilmación que utiliza subraya la violencia de la vida en la capital del país, hastaTodo el poder (1999), donde un crimen desata situaciones absurdas en forma de

* Profesora-Investigado-ra invitada, UAM-Cuajimalpa.

** Profesora-Investiga-dora, Departamento deCiencias Sociales, UAM-Cua-jimalpa.

*** Profesor, CCH-UNAM.

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comedia, el cine no escapa al clamor de la sociedad por laseguridad y tanto la violencia como los delitos son el leitmotif 1 recurrente del cine mexicano de esta etapa. Nues-tro corpus no responde a una búsqueda exhaustiva, sino auna selección que consideramos representativa.

Así pues, nuestro objetivo inicial fue confrontar las re-presentaciones de delitos en seis películas filmadas entre1990 y 2002, con las cifras de criminalidad de la Secreta-ría de Seguridad Pública del Distrito Federal, para produ-cir una cartografía que respondiera a la ciudad narrada,otra a la ciudad real y, por último, ver qué sucedía cuan-do éstas se entrecruzaban. El primer obstáculo que en-contramos fue obtener los datos de la delincuencia en laciudad de México; las cifras oficiales que se podían con-sultar en internet correspondían sólo al periodo 2003-2006 y eran globales; era imposible separar los delitos2. Elsegundo problema tenía que ver directamente con el cor-pus: en muchas ocasiones no hay relación entre el referen-te real y el espacio representado; las locaciones nocorresponden con el espacio diegético3 y, por tanto, la ciu-dad en la pantalla tiene una geografía distinta a la referen-cial. Pero nuestra preocupación principal siempre radicóen la posibilidad real de que las cartografías aportaran algoal análisis y la interpretación de la ciudad representada.

La ciudad y su representación en el cine

Luz Aurora Pimentel4 señala, en relación con la descrip-ción literaria cuyo referente extratextual existe en el mun-do de las y los lectores:

Nombrar es conjurar. De todos los elementos lingüísti-cos que se reúnen para crear una ilusión de realidad, elnombre propio es quizás el de más alto valor referen-cial. (...) Así, dar a una entidad diegética el mismo nom-bre que ya ostenta un lugar en el mundo real es remitiral lector, sin ninguna otra mediación, a ese espacio de-signado y no a otro5.

Utilizar el nombre propio de una ciudad en un textode ficción implica que quien lee puede reconocerla, pues,más allá de lo que aparezca en el texto; existen muchos

otros discursos que hacen referencia a ella: mapas, posta-les, fotografías, otras descripciones en otros textos. Envista de que, como señala la autora, no es posible descri-bir un nombre propio, debemos identificarlo. El nombrepropio remite a la realidad.

La ciudad, dice Pimentel, puede construirse en tantosinécdoque6, a partir de una lista de sus calles; ello basta“para crear la ilusión básica de un espacio ficcional”7.

Estos nombres tienen, en el texto, un valor referencial;sin embargo, construyen el espacio diegético subrayando,precisamente, el referente extratextual y, por tanto, dán-dole un gran peso a su existencia en la realidad. De todasformas, es importante tener siempre presente que:

(...) un espacio construido –sea en el mundo real o en elficcional—nunca es un espacio neutro, inocente; es unespacio significante y, por lo tanto, el nombre que lodesigna no sólo tiene un referente sino un sentido, yaque, precisamente por ser un espacio construido, estácargado de significaciones que la colectividad/autor(a) leha ido atribuyendo gradualmente. (...) Se puede enton-ces afirmar que el mundo real ha escrito un “texto” deapretada significación en torno a la ciudad –texto queresuena, inevitablemente, en lo ficcional8.

A pesar de que Pimentel se refiere exclusivamente aprocedimientos narrativos en el relato, las observacionesque hace en relación con la representación de ciudadesreferenciales, extratextuales, en los textos literarios, nosha parecido útil para reflexionar sobre lo que sucede enlos textos fílmicos, específicamente los que se sitúan en laciudad de México. ¿Por qué? La primera razón tiene quever con la relación del texto con su referente extratextual.El nombre, señala Pimentel, es un centro de imantaciónsemántica9 y, en tanto tal, el nombre Ciudad de Méxiconos obliga a relacionar la temática de la narración con laque escuchamos en los noticiarios o leemos en los perió-dicos. La segunda, porque la megalópolis es imposible derepresentar en su totalidad, así como también de cono-cerse por completo y, por tanto, el cine es uno de losmedios que nos acerca a sus inabarcables y contrastantesrincones.

1 Leit motif: tema distintivo.2 Es necesario aclarar que actualmente se puede consultar por

colonia cuáles son los delitos más recurrentes y las horas más peligro-sas para los ciudadanos.

3 “Diégesis:” historia, narración.4 Luz Aurora Pimentel, El espacio en la ficción. Ficciones espaciales. La

representación del espacio en los textos narrativos, México, siglo veintiu-no/ UNAM, 2001, ver pp.29-58.

5 Ibídem, p. 29.

6 Sinécdoque: “Tropo que consiste en extender, restringir o alterarde algún modo la significación de las palabras, para designar un todocon el nombre de una de sus partes, o viceversa; un género con el deuna especie, o al contrario; una cosa con el de la materia del que estáformada, etc.” Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Españo-la. 2 v. Madrid, Espasa Calpe, 2000, vol. II, p. 1884.

7 Ibidem, p. 30.8 Ibidem, p. 31.9 Semántico(a): “Referente a la significación de las palabras” Real

Academia Española. Diccionario de la Lengua Española. 2 v., II, p. 1859.

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Cuando nuestra ciudad es el telón de fondo de la na-rración, la hiperviolencia se convierte, como ya se dijo, enel leit motif de cualquier género cinematográfico. RafaelAviña10 señala que la hiperviolencia lacera a nuestra capi-tal y la nota roja se ha convertido en algo a lo que noshemos habituado, de ahí que la representación de la ciu-dad como un espacio de corrupción y crimen fue el temamás explotado en la cinematografía durante más de unadécada.

El punto de partida de muchas historias narradas en elcine tiene que ver con la imagen violenta que los medioshan creado de la ciudad. Por ejemplo, la idea para Todo elpoder surgió en el director Fernando Sariñana cuando unamigo le contó la siguiente anécdota: en un asalto conviolencia, le robaron la camioneta en la que viajaba; cuan-do iba a la delegación a poner la denuncia vio a un tipomanejándola y pensó que tal vez debería haberlo seguido,porque eso hubiera sido más efectivo que intentar que lapolicía la recuperara y se la devolviera. La comedia deSariñana, en que un documentalista se decide a atrapar alos ladrones que lo robaron, analiza la corrupción policía-ca, la inseguridad y el delito con sentido del humor. Aun-que parezca difícil mantener el sentido del humor en unadesesperanzada ciudad, cuyo lema más parecía una ironíaque una realidad.

La ciudad y la violencia

El corpus de películas se ubica entre 1990 y 2002 y reflejala violencia en la ciudad de México. En la década de losnoventa, la criminalidad se incrementó en la capital, espe-cialmente en los años de 1993 y 199411. Si bien se afirmaque el origen de la delincuencia obedece a factores diver-sos, resultan especialmente significativas las fluctuacionessufridas por el Producto Interno Bruto que han generadodesempleo. Otro factor importante puede ser el crecimientodemográfico, pues esto propicia lo mismo asentamientosirregulares y problemas ecológicos, que cambios en lasrelaciones interpersonales12. Esto se aprecia particularmen-te en ciertos patrones de vivienda, tales como las unida-des habitacionales con altas concentraciones poblacionales.

Los lazos entre estos tipos de hacinamiento y la pre-sencia de delitos han sido analizados en zonas como Izta-

palapa, una delegación con la concentración poblacionalmás alta de la ciudad de México y con algunos de estosproblemas (véase la tabla de delitos de los años 2003 a2006)13. Beatriz Santiago Meza señala que, a partir de ladécada de 1970 la ciudad de México y el país en generalvieron surgir una política de construcción de vivienda so-cial, que generó el aumento de espacios habitacionales. Lapropuesta de su estudio sería que las unidades habitacio-nales propician la delincuencia. Si se hace una compara-ción entre la disponibilidad de viviendas entre el año 1990y el 2000, la delegación Iztapalapa es la que ofrece mayoroferta de vivienda, mientras que la que más pierde es ladelegación Cuauhtémoc14. No obstante, es interesante ano-tar que si se contrasta con las cifras oficiales, si bien Izta-palapa es la delegación con más delitos en varios años,Cuauhtémoc ocupa el segundo lugar y en una ocasión (deenero a diciembre de 2003) el primero15. Es relevante eldato de que en Iztapalapa existe un alto número de unida-des habitacionales: el 28% de la población de la demarca-ción vive en ellas, mismas que muestran la presencia dedelincuentes16.

La teoría sobre la criminalidad expresa que existenvarios factores que pueden ayudar a entender por qué unindividuo adopta tales comportamientos: característicaspropias de los criminales, el entorno familiar, la escuela yla forma de aprovechar el tiempo libre. No obstante estono significa que estos factores aseguren que alguien sevuelva un criminal17. Un ejemplo de lo anterior puede serla Unidad Habitacional Vicente Guerrero, la segunda zonacon mayor índice de delincuencia dentro de Iztapalapa,donde bandas de jóvenes se dedican lo mismo al asalto entransporte público o al robo de vehículos que a la ventade drogas18. Las características de esta urbanización, con-cluye el estudio, propician la criminalidad: falta de planifi-cación adecuada que lleva a que algunas zonas quedencerradas al acceso vehicular y, por tanto, a la policía; lu-

10 Rafael Aviña, Una mirada insólita. Temas y géneros del cine mexicano.México, Océano, CONACULTA, Cineteca Nacional, 2004.

11 Saúl Gutiérrez Lozano, “Vivir la inseguridad en la Ciudad deMéxico” en El Cotidiano, México, UAM-Azcapotzalco, ene-feb 2006,vol.21, núm.135, pp.18-29.

12 Ibídem, p. 22.

13 Beatriz Santiago Meza, “Unidades habitacionales, concentra-ción y dispersión de la violencia social. Caso: Unidad HabitacionalVicente Guerrero, Iztapalapa” en Análisis sobre la violencia social en laDelegación Iztapalapa, 2001, pp.1-4, obtenido en la dirección web cita-da en las fuentes electrónicas al final de este artículo.

14 A partir del gobierno de A. M. López Obrador (Jefe de gobiernodel Distrito Federal, 2000-2005) se incentivó que, por ejemplo, elcentro histórico, que pertenece a la delegación Cuauhtémoc, se recu-perara como zona habitacional, por lo cual hoy día existe un boom deconstrucción en esta zona de la ciudad.

15 Véase tabla de delitos por delegación para los años 2003 a2006.

16 Beatriz Santiago Meza, p. 6.17 Ibídem.

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cha por el espacio público (especialmente por los lugarespara estacionamiento); y la existencia de cinturones depobreza alrededor de la Unidad. En este entorno, los jó-venes ven en la delincuencia la forma de obtener ingresosmayores a los que proporcionaría un empleo cada vezmás escaso, además de reforzar su identidad y con pocasprobabilidades de ser atrapados19. Este último punto serelaciona directamente tanto con la falta de gobernabili-dad de la zona como con la carencia de elementos depolicía suficientes.

La Procuraduría de Justicia del Distrito Federal sostie-ne que la inseguridad ha disminuido; sin embargo, la per-cepción ciudadana es que no es así20, lo cual lleva a pensarque cuando se habla de un combate a la inseguridad sedebe trabajar también a nivel de la percepción ciudadana.Para una persona, el delito no termina con la experienciadel mismo, sino que involucra el proceso de interioriza-ción posterior al suceso. Esto ampliaría el objeto de estu-dio de la violencia: del estudio del hecho violento y de lavíctima a la construcción que del hecho hace esta últi-ma21. Así, las personas desarrollan “una ‘sociabilidad vigi-lante.’ Una forma de interacción social que tiende aprivatizar los espacios públicos y que concibe a los otroscomo potenciales perpetradores de delitos22.” Existe unadesconfianza hacia las autoridades –a las que se consideraineficientes– y no se denuncian los delitos pues se piensaque es una pérdida de tiempo, debido a la debilidad de lasinstituciones de seguridad pública.

¿Qué hace la población cuando siente que no puedeacudir a las autoridades (inseguridad = vulnerabilidad)?23

Entre otras cosas, la que nos lleva a este análisis: consumehistorias con las cuales puede identificarse; de ahí que elcine haya retomado durante más de una década esta te-mática y la haya convertido en una variedad de relatosdonde el crimen, la violencia, la falta de seguridad, son loshechos principales alrededor de los cuales se construyen

los personajes, víctimas y victimarios, que deambulan des-esperanzados por la ciudad de la esperanza. Dentro delapartado dedicado a cada película, se ha puesto énfasisespecial en los delitos y en los espacios identificables y alfinal –en la página 18– se muestra un mapa que sirve deresumen de sus representaciones cinematográficas.

Análisis del corpus

Lolo (1999)

Dolores24, Lolo, joven protagonista de la película de Fran-cisco Athié, es parte de una familia integrada por la madrey dos hermanas, una adolescente y una niña. Su viviendaes pobre y los ingresos de la familia provienen de su tra-bajo en una fábrica y de lo que su hermana mayor obtienerobando con una banda juvenil. La historia se desencade-na a partir de un asalto a Lolo, quien al salir de la fábricapierde todo su sueldo. Este robo dará lugar a una serie dehechos violentos, desde los gritos que la madre le lanza aLolo por no haberse presentado a casa con el dinero, pa-sando por el robo a una casa tras lo cual su hermana esencarcelada, hasta el momento en que Lolo trata de recu-perar el reloj que su madre había empeñado con la pres-tamista de la colonia y, sin desearlo, mata a la hermana deésta.

La historia25 transcurre en una zona que se antojaperiférica con respecto al centro de la Ciudad de México,es el final de la década de 1980. Existe un propósito claroal permitir que el espectador ubique el barrio dentro de ladelegación Gustavo A. Madero (una patrulla en la queviaja el primo de Lolo, un policía corrupto, anuncia quepertenece a esa demarcación), ya que no hay en ella zo-nas que puedan considerarse lujosas o de clase alta26. Elénfasis, sin embargo, no está en la territorialización espe-cífica en este espacio al norte de la Ciudad de México,sino en la pobreza y en el entorno que favorecen la delin-cuencia, como si en una comunidad como la que se re-presenta en este espacio una fuera ineludiblementeconsecuencia de la otra y como si el director quisiera dar

18 Ibídem, pp. 12-18.19 Ibídem, 19-20. Para un análisis a fondo de la relación costo-

beneficio dentro del crimen, véase Pablo Fajnzylber et al., “What cau-ses violent crime?” en European Economic Review, no. 46, 2002,pp.1324-1325, obtenido en la dirección web citada en las fuenteselectrónicas al final de este artículo.

20 Baste recordar la gran marcha ciudadana contra la violencia del2005 y la creación de asociaciones como México Unido contra laDelincuencia.

21 Gutiérrez Lozano, p. 20.22 Ibídem, p. 21.23 Ibídem, p. 22. Cfr. También Fajnzylber para ahondar en el tema de

la impunidad en los países en desarrollo, p. 1326.

24 Recordemos que muchas veces los nombres de los personajestienen una carga simbólica.

25 En algunos puntos del relato recuerda la problemática plantea-da por Dostoievsky en Crimen y castigo.

26 En el análisis de cada película se hace énfasis en los delitos ylugares identificados de la Ciudad de México, de forma que se puedaentender el mapa de la página 18, donde se resumen tanto delitoscomo espacios encontrados en estas representaciones cinematográ-ficas.

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a entender que la ubicación precisa no es necesaria, aun-que sí lo son las condiciones que dan pie a la violencia27.

La pobreza es notoria en el vestido, en la frugalidaddel alimento, la miseria de la vivienda y el hecho de quesea necesario empeñar un reloj para subsistir. El entornomuestra a una madre soltera con dificultades para mantenera su familia con el sueldo del hijo y la incorporación –sinsaberlo– del dinero producto de los robos de la hija, dejaver también bandas juveniles, falta de educación, todo locual puede ser resumido en una palabra: marginación.

Amores perros (2000)

De las películas aquí analizadas, la de González Iñárritu,con guión de Guillermo Arriaga, es la más compleja en sunarrativa. Las tres historias, que se entrecruzan por suce-der en la ciudad de México, y que convergen en un acci-dente automovilístico en el cual están involucrados dosde los protagonistas que no tienen relación entre sí y eltercero que lo atestigua, tienen como hilo conductor laviolencia, aunque el director afirmó que era “la fragilidadhumana” la que las unía28.

En “Octavio y Susana” la violencia intrafamiliar es labase de las relaciones que llevan a los protagonistas deeste segmento al adulterio incestuoso. Un edificio en ladelegación Coyoacán, anónimo; un departamento peque-ño, abarrotado de objetos, donde la madre sola vivehacinada con los dos hijos, jóvenes adultos, la nuera em-barazada en uniforme de escuela pública, el nieto y el pe-rro de pelea. Robo, asesinato, violación; esos son los delitos;pero también están los gritos, los golpes, la traición. Noparece existir –al igual que en Lolo– otra forma de rela-ción en una familia con carencias económicas. Y, además,están las peleas de perros que suceden en una casa vacíasin referente espacial. Las cubetadas de agua lavan la san-gre de los perros. Es curioso que la muerte de los anima-les sea más impactante y produzca más piedad que la delos humanos. Octavio sueña, además, lo que tantos millo-nes de mexicanos: todo será mejor si puede llegar a lafrontera. ¿Sueños de dinero fácil?

“Daniel y Valeria” es una historia donde una pareja deamantes, profesionistas exitosos, parecen haber logradosu meta, la cual finalmente se frustra debido al choqueautomovilístico. Curiosamente, este capítulo sucede en unespacio reconocible, clasemediero y de moda: la coloniaCondesa. La violencia es, aquí, soterrada29 (como el perri-to de la modelo que se pierde bajo el bastidor del piso deduela del departamento amplio, recién remodelado); co-rrupción, superficialidad, chantaje, adulterio, traición; asíque, a pesar de los espacios amplios, las familias no selibran de los gritos, del resentimiento.

La tercera pareja no lo es en el mismo sentido que lasanteriores; “El Chivo y Maru” son padre e hija –aunquesólo por la biología –y viven en los extremos– no sólogeográficos, sino también sociales. La separación de la fa-milia proviene de un delito político: el Chivo fue un gue-rrillero; el tiempo lo convirtió en un paria, rodeado deuna comunidad canina, cerca de los deshuesaderos deautos en Iztapalapa, en las orillas de la ciudad; es un ase-sino a sueldo, al margen de la sociedad. Por ello, convergeaquí la historia de otra pareja, de medios hermanos, declase alta, criminales de cuello blanco, que estafan, orde-nan secuestros y homicidios. Uno de los únicos lugaresidentificables en la película es el del secuestro, en el edifi-cio Omega en Paseo de la Reforma, símbolo del podereconómico, el único que vale, porque estos hermanos tam-bién tienen sueños de obtener dinero fácil.

Aquí también la huida de otro de los protagonistasparece la única salida a una vida mejor; sin embargo, espoco convencional: el Chivo se va, por una orilla seca dela ciudad, acompañado del perro asesino. Y, aunque espeor en la pobreza, los personajes de esta ciudad no pare-cen salvarse de una realidad donde la muerte siempreronda encarnada en crimen.

Perfume de violetas, nadie te oye (2000)

Dirigida por Maryse Sistach, esta película se basa en unanota periodística que narraba el asesinato de una jovenci-ta de secundaria a manos de una amiga, a causa del robode un perfume con aroma a violetas. El melodrama deSistach es una exploración en la violencia intrafamiliar, laviolación, el robo y el asesinato.

Situada en la delegación Álvaro Obregón, ésa en laque los extremos viven, pero no conviven, donde hay co-

27 Por cierto, esta característica de causa/consecuencia en rela-ción con el espacio y las condiciones de vida estará presente, como severá más adelante, en varias de las películas que forman el corpus.

28 Véase Paul Julian Smith, Amores perros, Barcelona, Gedisa, 2003. Ellibro contiene información muy interesante que Smith obtuvo direc-tamente de los archivos de Altavista y ciertos fragmentos de su análisisson iluminadores; sin embargo, tiene algunas inconsistencias en rela-ción con el contexto mexicano que le restan seriedad al texto.

29 Soterrar: “Esconder o guardar una cosa de forma que no apa-rezca.” Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española. 2 v.,II, p. 1908.

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lonias de clase alta, donde los terrenos y casas se valúanen dólares y existen cinturones de miseria donde hay gen-te que vive en cuevas, Perfume de violetas también pareceprovenir de la teoría de que la pobreza genera delincuen-cia y brutalidad. Más que en las otras películas, el machis-mo es otro detonador del crimen, porque los hombresabusan de las mujeres en el ámbito privado y en el públi-co: está la madre de Yessica, que la obliga a planchar laropa del hermanastro, que la vende a un amigo quien laviola en el pesero que maneja; está el jefe, que acosa sexual-mente a la madre de Miriam. La falta de dinero, las ganasde tener, llevan a Yessica a robar; luego, a matar.

Sin embargo, Sistach presenta dos clases de pobreza:la desesperada, donde los hombres abusan de las muje-res, donde los hijos viven hacinados, donde la privacidadno es posible, y la ordenada, donde las mujeres viven so-las y pueden hasta darse el lujo de ahorrar. La pobreza,entonces, no siempre implica marginación; en una mismazona de la ciudad conviven dos tipos de clase trabajadoray sólo la primera produce criminales.

El tono realista de la película, logrado por las locacio-nes y porque las protagonistas no eran actrices profesio-nales, provee una visión desalentadora de la vida en laciudad de México; de inseguridad, sobre todo para lasmujeres jóvenes que de víctimas pasan a involuntariasvictimarias.

De la calle (2000)

Entre Lolo y De la calle han transcurrido diez años de re-presentaciones cinematográficas de la ciudad de México.Los personajes principales son similares, aunque un pocomás jóvenes en la película de Tort: niños y adolescentessin núcleos familiares y en situación de calle. En Lolo, éstey su novia escapan después de que él ha matado a unamujer y aunque su huida es la única forma en que Lolosiga con vida y fuera de la cárcel, existe al menos la posi-bilidad de que, juntos, puedan escapar de su entorno. EnDe la calle, Rufino30, un joven de 15 años, roba dinero deun vendedor de droga y decide huir con su novia, Xóchitl,quien tiene un hijo pequeño. Rufino vive permanentementeen la calle, mientras que Xóchitl todavía tiene un lazo fami-liar con su hermana mayor que le ayuda con el cuidado delhijo. Rufino planea que ambos se vayan, pero al enterarseque su padre sigue vivo, decide buscarlo antes de irse.

El centro de la Ciudad de México aparece retratadocomo un conjunto de espacios sucios, reducidos, oscu-ros. Aquí no hay duda del lugar en que la historia sucede:la línea uno del metro, la calle de San Pablo en la zona dela Merced, donde abunda la prostitución, el Zócalo,Garibaldi, la estación Candelaria del metro, entre otros. Ynada tienen que ver estos lugares emblemáticos con lossitios turísticos que son en otras condiciones, lo cual prue-ba que en un espacio convergen muchas existencias.

El director establece con claridad los espacios y lascausas de la violencia (robo, violación, golpes con lesio-nes, etc.): la ausencia de una familia y la marginación contodo lo que ello implica. De Rufino se sabe que fue encon-trado en la calle y que allí creció. Su padre, en algún mo-mento dedicado a la lucha libre, ahora vive también en lacalle, sin que se establezca claramente cómo subsiste. DeXóchitl no se sabe sobre sus padres, sólo se ve a la her-mana mayor que habita una vecindad ruinosa y oscura.Al final, Rufino es asesinado por otro niño de la calle y allíparecen acabar para Xóchitl las posibilidades de una vidadistinta. Es interesante que esta adaptación siga parecien-do vigente, lo cual implicaría que las condiciones de vidapara ciertos sectores de los habitantes de la ciudad nocambian, a pesar del discurso del cambio que ha campeadoen la vida citadina.

Un mundo raro (2001)

Si el resto de las películas seleccionadas se concentran ennarrar sucesos entre los grupos sociales marginales, en Unmundo raro, Armando Casas muestra un punto de contac-to entre personajes que sobreviven como delincuentes depoca monta y otros que disfrutan del éxito en uno de losámbitos más emblemáticos de los grupos acomodados denuestra sociedad, el medio televisivo.

Tolín es el cómico del momento y se dirige a su pro-grama de televisión cuando se ve obligado a tomar un taxiporque su auto está en el taller. Unas cuadras adelante eltaxista maniobra para que dos sujetos aborden la unidadpara asaltar al pasajero. Aunque se trataba sólo de unsecuestro express para vaciar sus tarjetas, al descubrirque es el famoso comediante deciden retenerlo más tiem-po porque suponen que podrán pedir como rescate unafortuna. Sin embargo, uno de los asaltantes llamado Emi-lio tiene el sueño de convertirse en un cómico famoso. Larelación se torna amable cuando Emilio pide consejo aTolín para conseguirlo, así que decide liberarlo. Tolín vuelvea su trabajo, pero días más tarde es visitado por Emilio

30 En la puesta en escena que Julio Castillo hiciera de esta obra deJesús González Dávila en la década de los ochenta, Roberto Sosa –actor que encarna a Lolo– era Rufino.

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que le pide una oportunidad en su programa. La primerareacción del cómico es llamar a la policía pero desistepara evitar problemas. Emilio insiste y además traba contac-to con la co-conductora del programa de Tolín. Cuando elhermano de Emilio –jefe de la banda de secuestradores–se entera de las intenciones de éste, lo apoya para acosara Tolín hasta que consiguen su objetivo, sólo para queEmilio descubra su incapacidad para trabajar frente a lascámaras.

En realidad, en Un mundo raro, Casas nos presenta unenfrentamiento de dos esferas que coexisten en la Ciudadde México. La falta de oportunidades de algunos los poneen situación de anhelar las posesiones de quienes han triun-fado en el sistema. Curiosamente en esta historia un delin-cuente no sólo desea arrebatar los bienes materiales a suvíctima, sino –más que nada– que ésta le permita entrar almundo que le ha sido vedado por su condición marginal;extrañamente su actividad delictiva lo pone en esa posibi-lidad. Una vez en ese medio, su propia naturaleza agresivallevará a Emilio a explotar violentamente contra quienesen algún momento intentan humillarlo y no le permitenalcanzar sus metas. Para él no es fácil dejar atrás su condi-ción, pues además de hacer sus pininos en el programa deTolín, sigue participado en su asociación delictuosa con labanda de su hermano.

Cuantitativamente, Un mundo raro no presenta tantoseventos violentos como las otras películas comentadas31 y,tal vez por su condición de parodia, el secuestro (uno delos temas más comentados en los medios, y central para eldesarrollo de la trama) no parece tan grave, pues lo quese pretende obtener a partir de este hecho delictivo es ellogro de un sueño.

Los espacios que podemos identificar en la cinta co-rresponden a las delegaciones Miguel Hidalgo y Cuajimalpa,en el poniente de la Ciudad de México, aunque en reali-dad no se observan sitios emblemáticos de esta zona. Esinteresante mencionar que en estos lugares, al igual queen la película, coexisten dos mundos completamente opues-tos, algunas de las zonas más exclusivas de la ciudad (in-cluidos los muy recientes desarrollos que aglutinan losedificios corporativos de algunas de las más importantesempresas del país y transnacionales), con el mundo mar-ginal del poniente de la ciudad, que durante las últimasdécadas se significó como un sitio fuera de control de lasautoridades policíacas.

Ciudades oscuras (2002)

Fernando Sariñana adapta a la Ciudad de México las his-torias del libro de cuentos Crónicas del Madrid oscurodel malagueño Juan Madrid. A pesar de tratarse de relatosconcebidos en la capital española, Sariñana les extiendecarta de naturalización en el centro histórico de nuestraciudad. Se trata, pues, de sucesos que pueden ocurrir encualquier urbe cosmopolita, donde la corrupción policía-ca, las drogas, el abuso sexual o la violencia intrafamiliarcampean. Sin embargo, Sariñana elige lugares identificablesde la Ciudad de México para situar a sus personajes.

Una pareja de policías, Riquelme y Rubio, ejerce supoder para extorsionar a los habitantes de su barrio, lomismo a un consumidor de drogas que a unas prostitutaso a un farmacéutico. A su vez, algunas de sus víctimas sonculpables de otros delitos; Juan, dueño de la farmacia, ade-más de ser extorsionado, es un pedófilo que se procura lacompañía de adolescentes en su negocio, por ejemplo.

Pero la violencia de los agentes va más allá de su ámbi-to laboral. En su casa, Riquelme se encarga de ejercermaltrato psicológico y físico sobre Rosario, su esposa, aquien además de hacerla víctima de una constante humi-llación, somete sexualmente. Rubio hace lo propio mal-tratando a Fede, su hijo estudiante de secundaria, a quienno baja de “putito” porque, además de que no soportaver sangre, no ha tenido su iniciación sexual.

En ambos casos la violencia de quien es la cabeza de lafamilia tiene un desenlace fatal: Rosario asesina a su espo-so porque él descubre que ella habla con su exnovio (ycompañero de Riquelme en la policía); Fede sale desechopor la humillación de su padre que duda de su hombríapara encontrarse con Susana (quien es hija de una prosti-tuta llamada Zezé) y ella al intentar consolarlo no sólodespierta su deseo sexual, sino también su sed de vengan-za, es violada por Fede hasta que es interrumpido por unvagabundo al que el muchacho dará muerte al derribarlosobre una fogata cuando sale huyendo. No llegará muylejos porque esa noche será atropellado mortalmente porsu propio padre.

Ciudades oscuras es una cinta donde la violencia no esun elemento climático, un punto de quiebre en la historiao simplemente un suceso circunstancial, sino una cons-tante que se desarrolla en todos los ámbitos, en todos losniveles en que se mueven los personajes, desde las rela-ciones familiares hasta los noviazgos, desde el ambientelaboral hasta, por supuesto, el medio criminal; todo elloubicado claramente en el perímetro de la delegación

31 Véase el mapa de la página 18 que muestra los tipos de delitospor delegación según las películas aquí analizadas.

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Cuauhtémoc, en las colonias al norte y oriente de la Plazade la Constitución, lugares perfectamente identificados porlos habitantes de la capital como zonas de alto riesgo porla alta concentración del comercio informal, el hacina-miento de sus pobladores y, naturalmente, la presenciasecular de organizaciones delictivas de toda índole, desdeel carterista o el ladrón de banqueta hasta las organizacio-nes del narcotráfico.

Y una vez más, los escenarios que en otras circunstan-cias harían una hermosa postal, los lugares emblemáticosde la ciudad, los sitios turísticos, son el escenario de lamarginación, el delito, la violencia, la inminente culmina-ción en muerte.

A manera de una breve conclusión

Es un hecho que la Ciudad de México ha sido un espaciorecurrente para la producción cinematográfica nacionalde las últimas décadas y que la violencia que en ella sepresenta es un tema privilegiado como ningún otro.

El ejercicio que presentamos no pretende elaborar con-clusiones definitivas en cuanto a la representación cine-matográfica de la violencia en la capital del país, pues elloimplicaría un análisis exhaustivo de la producción de esosaños, así como la disponibilidad de datos completos delos índices de criminalidad emitidos por el gobierno de laciudad o por organizaciones ciudadanas. No obstante, elmaterial trabajado hace evidente que, si bien en algunasdelegaciones existe una representación de la criminalidady la violencia que sí se corresponde con los índices reales,como en los casos de la delegación Cuauhtémoc (que apa-rece más que ninguna otra en las películas y, a su vez, esla segunda en incidencia delictiva, apenas superada porIztapalapa) o las del sur de la ciudad (que prácticamenteno aparecen en el corpus y que tienen los más bajos índi-ces de delincuencia); en casos como Iztapalapa, ÁlvaroObregón, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Be-nito Juárez, existe una mínima o incluso nula representa-ción en nuestra selección, a pesar de que en la realidadson demarcaciones con altos índices delictivos. El caso deIztapalapa es el más destacado, pues, a pesar de ser la másinsegura de la capital, apenas merece aparecer dos vecesen nuestro corpus. Esto puede constatarse en el mapa dela página 16, donde se hace una confrontación entre losdelitos por delegación mostrados por el cine y los mostra-dos por las cifras oficiales.

Así pues, la utilización de los sistemas de informacióngeográfica y la elaboración de cartografías de la violencia

sirven para ver que la representación cinematográfica dela criminalidad no se corresponde con la verdadera terri-torialización del crimen.

El por qué de la sobrerrepresentación de algunas zo-nas tal vez tenga que ver con la posibilidad de su identifi-cación por parte de los espectadores, quienes reconocenlugares emblemáticos (como el Zócalo o Chapultepec),monumentos (como el Ángel de la Independencia o la Ca-beza de Juárez), que han funcionado simbólicamente comometonimias32 de la ciudad; entonces, los espectadores pue-den situarse al localizar el referente; al utilizar esas presti-giosas y reconocibles locaciones, la ciudad es nombrada,entonces, y conjurada; pero esa es otra hipótesis que, enotro análisis, tendríamos que probar.

Corpus fílmico

Lolo (Francisco Athie, 1990)Amores perros (Alejandro González Iñárritu, 2000)Perfume de violetas (Maryse Sistach, 2000)De la calle (Gerardo Tort, 2000)Un mundo raro (Armando Casas, 2001)Ciudades oscuras (Fernando Sariñana, 2002)

Fuentes electrónicas

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Gutiérrez Lozano, Saúl. “Vivir la inseguridad en la Ciudad deMéxico,” en El Cotidiano, México: Universidad AutónomaAzcapotzalco / Red de Revistas Científicas de América Lati-na y el Caribe, España y Portugal / Universidad Autónoma

32 Metonimia: “Tropo que consiste en designar una cosa con elnombre de otra tomando el efecto por la causa o viceversa, el autorpor sus obras, el signo por la cosa significada, etc.” Real AcademiaEspañola. Diccionario de la Lengua Española. 2 v., II, p. 1366.

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del Estado de México, enero-febrero, 2006, vol 21, número135, pp: 18-29. http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/325/32513503.pdf Recuperado el 29.ll.2006

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Ortega Mendoza, Tania Vanesa, “Iztapalapa: referentes de iden-tidad social,” en Análisis sobre la violencia social en la Delega-ción Iztapalapa, Instituto Ciudadano sobre Estudios de laIntegridad / Center for U.S. Mexican Studies, 2001. http://www.prodigyweb.net.mx/asociacion2001/documentos/referentes.pdf Recuperado el 29.ll. 2006

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Wondraschke, Claudia. “Seguridad ciudadana y medios de co-municación en la ciudad de México, Centro de competenciaen comunicación para América latina, 2005, http://www.c3fes.net/docs/seguridadmexico.pdf .Recuperado el20.02.2006

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Comparativo de delitos ficción/realidad

Delitos reales

Gustavo A. Madero14252

Azcapotzalco6603

17234

Miguel Hidalgo8186

Venustiano Carranza8119

Iztacalco5360Benito Juárez

10489Álvaro Obregón

7998 Cuajimalpa de Morelos1064

Magdalena Contreras1761

Tlalpan5882

Coyoacán8747

Xochimilco3225

Tláhuac2644

Milpa Alta618

Iztapalapa18106

Delitos ficción

Muy alto

Alto

Medio

Bajo

0.0

0.1-0.2

0.3-0.8

0.9-3.1

Muy bajo

Cuauhtémoc

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Tipo de delitos y frecuencia en películas

Gustavo A. MaderoAzcapotzalco

Miguel Hidalgo Venustiano Carranza

Iztacalco

Benito Juárez

Álvaro ObregónCuajimalpa de Morelos

Magdalena ContrerasTlalpan

Coyoacán

Xochimilco

Tláhuac

Milpa Alta

Iztapalapa

Delitos películas

HomicidioRoboLesionesViolación

0.0

0.1-0.20.3-0.80.9-3.1

Posesión de drogasViolencia intrafamiliarSecuestroAsociación delictuosaDaño en propiedad ajenaDelito ecológico Cuauhtémoc

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Total de delitos 2003-2006

Delitos reales

Gustavo A. Madero14252Azcapotzalco

6603

17234

MiguelHidalgo8186

VenustianoCarranza

8119Iztacalco

5360Benito Juárez 10489

Álvaro Obregón7998

Cuajimalpa de Morelos1064

Magdalena Contreras1761

Tlalpan5882

Coyoacán8747

Xochimilco3225

Tláhuac2644

Milpa Alta618

Iztapalapa18106

Muy alto

Alto

Medio

Bajo

Muy bajo

Cuauhtémoc

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Total de delitos 2003

Delitos 2003

Gust avo A . Made roAzcapotzalco

Miguel Hidalgo Venustiano Carranza

IztacalcoBenito Juárez

Álvaro Obregón

Cuajimalpa deMorelos

Magdalena Contreras

Tlalpan

Coyoacán

Xochimilco

Tláhuac

Milpa Alta

Iztapalapa

707-28832884-68556856-9366

9367-10619

10620-20243

Cuauhtémoc

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Total de delitos 2004

Delitos 2004

Gustavo A. MaderoAzcapotzalco

Miguel Hidalgo

Venustiano Carranza

Iztacalco

Benito Juárez

Álvaro ObregónCuajimalpa de Morelos

Magdalena Contreras

Tlalpan

Coyoacán

Xochimilco

Tláhuac

Milpa Alta

Iztapalapa

628-2624

2625-6712

6713-8162

8163-10828

10829-18569Cuauhtémoc

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Total de delitos 2005

Delitos 2005

Gustavo A.MaderoAzcapotzalco

Miguel Hidalgo

VenustianoCarranza

Iztacalco

Benito Juárez

Álvaro ObregónCuajimalpa de Morelos

MagdalenaContreras

Tlalpan

Coyoacán

Xochimilco

Tláhuac

Milpa Alta

Iztapalapa

589-2394

2395-5527

5528-7712

7713-10296

10297-18023Cuauhtémoc

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Total de delitos 2006

Gustavo A. MaderoAzcapotzalco

CuauhtémocMiguel Hidalgo

Venustiano Carranza

Iztacalco

Benito Juárez

Álvaro ObregónCuajimalpa de Morelos

Magdalena Contreras

Tlalpan

Coyoacán

Xochimilco

Tláhuac

Milpa Alta

Iztapalapa

589-23942395-55275528-7712

7713-1029610297-18023

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Tabla 1Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal

82686855

1061996471487

20243151065460

1868116599366707

2883726499603146

Prom.día

Delitos2003

Delegación

302539355

745520686

343

11273612

Álvaro ObregónAzcapotzalcoBenito JuárezCoyoacánCuajimalpaCuauhtémocGustavo A. MaderoIztacalcoIztapalapaMagdalena ContrerasMiguel HidalgoMilpa AltaTláhuacTlalpanVenustiano CarranzaXochimilco

Prom.día

Delitos2004

77977044

108288994941

16418140565248

1856918428162628

2624671285183351

282640333

605119687

302

10253112

77126677

102968551878

15936140015527

1802317197715569

2394524073043405

282438313

585120666

2829

192712

Prom.día

Delitos2005

Prom.día

Delitos2006

52145837

102147796949

16337138435207

1715318257502566

2673431166932999

302137293

605119637

272

10162511