RESUMEN FILOSÓFICO(Extracto de la obra de Nicolás Flamel: Sommaire Philosophique, escrita en 1409. Flamel da la fecha de la misma en su Libro de las Figuras Jeroglíficas).

Quien quiera tener el conocimientoDe los metales y plena cienciaDe cómo se podrán transmutar,Y el uno en el otro mudar,Primero conviene que conozcaEl camino y toda la destrezaDe que se sirven en mineríaTerrestre, más la maneraDebe como fundamento saberY muy a menudo recordarSegún su fuente originalY su raza primigeniaComo hechos hasta el fin se deshacenPara de rechazo hacerlos a fondo.Pues si al otro es teóricaA éste le conviene prácticaPor la cual mudarse puedanFuera de la mina, como se encuentran,Estando impreso en su espírituA saber (para no repetir)En su Azufre y su Azogue

La naturaleza hace por Arte totalmenteTodos los metales pues de Azufre son Formados de Azogue que ellos tienen.Son las Espermas de los metales,Sean cuales sean, fríos, tibios o calientes;Uno de ellos es macho, el otro hembra,Y su complexión es tal.Mas las dos Espermas antes dichasEstán compuestas, de ello no hay duda,De cuatro Elementos seguramente.Esto yo lo afirmo verdaderamente:Que en Filosofía se llamaAzufre, de manera talQue no es otra cosa que Elemento

De Tierra y de Fuego solamente.Dicho Azufre fijo es parecidoAl Fuego, sin ser variable,Y de naturaleza metálica:No Azufre vulgar, inicuo,Pues el Azufre vulgar no tiene ningunaSustancia (quien bien lo calcula)Metálica, a decir verdad,Así como yo lo he experimentado,Y sólo sirve para esas mujerzuelasQue embotellan cerillas.La otra Esperma, que es femenina,Es aquélla, para saber cuyo finQue, so capa de alegoría,En secreta filosofía,Se acostumbra a nombrarAzogue; no es más que Agua y Aire.Parecen uno Agua, el otro Tierra.Azufre Tierra es aquel que el Fuego encierra,Pues en él sirve de agente el FuegoEl Aire está en el Agua de Azogue.Así lo enseña el magisterioA quien más desee saber.Así pues, muchos hombres de CienciaEstas dos espermas, bajo licencia,Están representados por dos DragonesO Serpientes peores que Grifos,Uno con alas terribles,El otro sin alas, harto horrible.El Dragón representado sin alasEs el Azufre, y así es la cosa,Que no emprende el vuelo jamásDel Fuego: ahí tenéis el primer plato,Pero despechado, causante de martirioA quien no conoce la materia.La otra Serpiente, que lleva alas,Es el Azogue, del que me importa decirQue es semilla femenina.Hecha de Aire y Agua en la mina.Sin embargo, al Fuego no se queda,Sino que alza el vuelo cuando es su hora.

Mas cuando estas dos Espermas distintasSe reúnen y están bien conjugadasEn sus partes más pequeñasConvenientemente surtidasPor la próvida Naturaleza,Dentro del vientre del Mercurio,Que es el primer Metal formado,Pues este es el nombradoMadre de todos los demás Metales.

Añadid entonces a este MercurioCuando está sobre el fuego común,Es decir, en lugar ninguno,En un recipiente colocado y puestoY el fuego común dispuesto,Para encenderle prontamenteSu fuego natural ásperamenteQue en lo más profundo de él está oculto:Veréis algo espantosoHecho fuego común, llamado vegetal:Esto se inflamará por ardorAl Mercurio fuego de la Naturaleza,Tornado en ruda enemistadLo que era dulce amistadAbajo, enferma, está la concordia,Arriba, furiosa surge la discordia;Los elementos están en gran turbaciónEn esta extraña barahúnda.La Naturaleza, no pudiendo hacer nada,Les deja que se las compongan.El Agua combate contra el Fuego; contra el AguaEl Fuego blande el rayo y el cuadrado.Algo más fuerte en el extremo opuestoLos atraviesa, persigue, irrita, agita,Pues entonces, si estáis vigilantes,Veréis por el aire brotar, corriendo,Una exhalación venenosaMaloliente y maligna,Más que peor, inflamada cual venenoQue no es la cabeza de Dragón

Que surge de repente de Babilonia,Para unirse en esponsales con Tisífone.

Ahora bien, para mejor la práctica entender,Hay que decir que es preciso tomarlosY luego meternos en el horno,Sobre el fuego, donde estén noche y día,Mas este fuego de leña no debe serNi de carbón, mas para conocerQué fuego te será convenienteConviene que sea fuego claro y luciente,De una temperatura igualY proporción natural,Geométricamente punteadoY exactamente graduado,Para conducir a gran consonanciaPor todos los grados de su potenciaNi más ni menos que el Sol.Con tal fuego tú te proveerás,Si en estas partes quieres ser sabio,Como único y adecuado,El cual no debe ser más calienteNi más ardiente, sin ningún defecto,Sino siempre un calor igualDebe tener, observa bien este temaEn el que los más sabios han falladoY mucho han quedado chasqueados algunos,Pues el vapor es el rocíoQue impedirá que se altereLa semilla de todos los Metales.