RESUMEN: A LA RELACIÓN IZQUIERDA – DERECHA EN LA POLÍTICA LATINOAMERICANA

Realizado por: Santiago Bustamante Lozano, Alumno PEI, 165668

SISTEMA DE PARTIDOS POLÍTICOS DE AMÉRICA LATINA

Una de las más notables peculiaridades en la tradición política latinoamericana del último medio siglo ha sido la difícil conceptualización y ubicación de los distintos actores en torno al clásico binomio: izquierda – derecha.

En el juego interesado del equivoco permanente, la perdida de banderas sustantivas basadas en la más pura racionalidad para identificar a la izquierda o a la derecha perjudico notablemente más a aquella. De forma que la izquierda se precipito en la espiral de apoyo a las soluciones abiertamente violentas. La desaparición de la defensa de la vigencia y del pleno valor intrínseco del Estado de derecho, tanto durante el surgimiento y esplendor del Estado populista como a lo largo de la década de los años setenta, le aboco a un final cuyos límites no abarcaba. Estos quedaron definidos por las propias fuerzas conservadoras locales y su gran capacidad de maniobra, los intereses económicos internacionales y, en gran medida, los ejércitos nacionales. El choque con ello significo su feroz y prácticamente total exterminio. Este idealismo de corte romántico fue aprovechado por la derecha con un pragmatismo inequívoco para rearmar la maltrecha situación en que había quedado tras las etapas populistas.

Las corrientes políticas durante el siglo XIX

En América Latina, los grupos dirigentes se encontraban ligados exclusivamente al mundo económico del momento, cuyas líneas de acción se referían a la explotación agropecuaria de las tierras de las que se era propietario y a los negocios de importación y exportación sobre la base del control de las actividades portuarias, de las aduanas por parte del estado Oligárquico y de sus relaciones con sus contrapartes Europeas o Norteamericanas.

Las variaciones en el tejido social a inicios del siglo XX

Los partidos políticos se reforzaban en su papel de potenciar intereses concretos de las clases dirigentes, más que de representar intereses de otros sectores mayoritarios, y menos aún de activar o de recoger debate alguno sobre diferentes modelos posibles de articulación social o económica. Solamente el aprismo, tras su aparición en la primera década de los años veinte, consiguió romper esta inercia. Su programa radical, nacionalista, antiimperialista, socialista e indo americanista influyo notablemente en los partidos políticos de la época, a pesar de que no alcanzo el poder por aquel entonces y de su proscripción y persecución en los años posteriores.

Los efectos de la crisis 1929

La gran depresión trajo consigo un profundo cambio en las formas políticas latinoamericanas que se tradujo en la mayoría de los casos en la represión de gobiernos militares que contaron con el apoyo de la oligarquía local y de amplios sectores de las burguesías ascendentes.

La frustración se extendió inmediatamente por sectores sociales cuya capacidad de acceder a un juego electoral licito había sido una realidad poco tiempo antes, sin que por la precariedad existente hubiese existido ninguna posibilidad de cristalizar la situación recién originada en nuevos esquemas partidistas. Esta importancia hacia una mínima capacidad de la crisis de ámbitos diferentes, desde el incremento del papel del Estado en la política de sustitución de importaciones y en su papel de árbitro en la nueva trama de relaciones socio – económicas hasta la depauperizacion social, pasando por la potenciación del proceso de urbanización, estuvo en la base de la justificación de la aparición del populismo.

El estado populista

A partir de la experiencia del Estado populista en cada caso nacional, se produjo un profundo desvanecimiento de la realidad de lo que se entendía hasta entonces por izquierda o derecha.

El populismo que se veía como: la promoción de las grandes movilizaciones populares y el desarrollo oficial del sindicalismo vertical eran algunos de los aspectos fundamentales que, con el tiempo, estuvieron en la base de la justificación del rechazo de la ya entonces denominada despectivamente “democracia formal”. El contacto directo con el líder con el pueblo, siguiendo una lógica movimientista, y la satisfacción de las necesidades inmediatas de este fueron la coartada para despreciar a la oposición política, cuya posibilidad de acceder alguna vez al poder parecía más que remota.

La crisis del Estado populista

Se describen distintas etapas en las cuales el populismo no solo no dio efecto sino que además hizo que la distinción conflictiva entre izquierda – derecha se viera menos perceptible a como lo era en momentos anteriores, viéndose así en la mayoría de los casos a la izquierda, de forma virtual, ideológicamente desnuda debido a la caída de los regímenes populistas

La izquierda en el marco de la respuesta autoritaria

En la gran mayoría de los casos donde la izquierda se ve reflejada en el militarismo gracias al triunfo cubano dirigido por el Che-Guevara, la respuesta a los planteamientos de la izquierda trajo aparejada la puesta en marcha de sangrientos procesos autoritarios, ampliamente apoyados por la derecha sociológica, que borraron todo atisbo de izquierdismo tanto en las formas sociales como en las culturales. La izquierda quedo sumida en un proceso depresivo fruto de la represión a la que fue sometida, al fracaso de su proyecto, a su culpabilidad en algunas situaciones al abrir la caja de pandora de las

expresiones más brutales y represivas del militarismo y a su aislamiento social ajeno a la enorme pérdida clientelar procedente.

Las transiciones democráticas y la relación Izquierda – Derecha

La marginación de la izquierda, con expecion de Nicaragua, sesgo la orientación de los nuevos regímenes, con mayor incidencia en aquellos en que se llevaron a cabo procesos constituyentes. A este respecto, el cuestionamiento de la variable electoral de la democracia tomo mayor fuerza en los países centroamericanos, cuando aquella apareció como instrumento fundamental de la política del presidente norteamericano Ronald Reagan para el área.

La visión de la izquierda europea a comienzos de la década de 1990

En las últimas cuatro décadas, la visión europea de América Latina que ha tenido una mayor incidencia en aquel continente ha sido la de la izquierda.

La presencia de las interpretaciones de la izquierda y de la socialdemocracia europea en América Latina, en sus efectos sobre la acción y el pensamiento tanto de la derecha como de la izquierda regional, contribuye a mantener la tradicional confusión en la relación Izquierda – derecha. A ella se viene a unir el retorico discurso desde la derecha del fin de las ideológicas, retomando como fin de la historia que pretende simplificar la posibilidad de las opciones políticas. En el caso latinoamericano, todo ello contribuye a que la influencia ejercida sobre su vida, política por la herencia del Estado populista, ahora desmantelado en una gran parte, lejos de eliminarse persista, de forma que una perplejidad generalizada y duradera se abate sobre la relación izquierda – derecha.

Opinión:

Existen distintas formas de ver la relación izquierda – derecha o la disimilitud que existe entre ambas claro está que en América latina se han posicionado fuertes y diversos puntos de vista acerca de la misma situación, desde lo que pudimos ver frente a la concepción Europea que existe sobre este punto en específico es evidente que en América latina con el surgimiento del populismo y de las fuertes corrientes ideológicas, además de la aparición del militarismo frente a la protección de pensamiento y palabra, se puede evidenciar que existe una forma de tomar partido de alguno de los dos bandos, debido a que los antecedentes históricos nos han permitido dilucidar que de cualquier manera ambos han ocupado un fuerte momento en la historia y además han apoyado distintas corrientes doctrinarias por las cuales se ha regido un gobierno, ya sea mediante la creación de partidos políticos (en defensa del estado) o de movimientos sociales (en defensa de los fines comunes propios de una misma sociedad).

Sobre lo que habrá que hacer precisión acerca de cuál de ambas partes es más beneficiosa para el que busca, es importante aclarar la concepción que tiene la izquierda frente a la derecha la cual pretende que este hace referencia

al fin de las ideologías, contrario totalmente a lo que supuestamente se persigue con los fines de la izquierda que son la protección de las mismas. De cualquier manera aún falta establecer los puntos críticos que nos dejó la herencia del estado populista, al incrementar la perplejidad en la que está inmersa la relación izquierda – derecha, ya que a pesar del paso del tiempo no se han desvanecido ciertos rasgos que son propios y característicos de cada ideología como lo son en cada gobierno por ejemplo el manejo de los recursos sociales, el pago de impuestos y el uso de los mismos, la protección de las ideologías, el nacimiento de nuevos movimientos sociales y así mismo la oposición, la trayectoria de los grupos militares y lo medios sobre los cuales se hace uso de la razón para conseguir los objetivos a los que haya lugar, de acuerdo a las situaciones, por las que en distintas ocasiones atraviesa una sociedad ya sea por encontrarse estos pensamientos en las clases bajas o altas. Aún nos falta camino por recorrer al encontrar un punto álgido entre los dos que nos permita tomar partido de manera positiva o negativa debido a la forma en que vinieron desarrollándose en el tiempo y bajo determinados parámetros ideológicos.