Resumen Postmodernidad

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Antigüedad Medioevo Modernidad Postmodernidad Verdad Dialéctica (fuente de verdad) Adecuación del discurso con la realidad (criterio de verdad) Escritura (fuente) Autoridad (criterio) Razón (fuente y criterio) Ser (Heidegger) Sentido (dirección) Ser feliz, ser “eudaimon” Salvación Superarse ? Idea fuerza Providencia Progreso Nihilismo Para los griegos no existía la Creación ni el momento 0. Creían que el mundo era eterno. Descartes (Modernidad) busca una nueva verdad para fundar el conocimiento. Debe ser imposible dudar de ella. No podemos confiar en el conocimiento obtenido por los sentidos. Tampoco podemos tener certeza de las ideas abstractas, por ejemplo 2+2=4, porque puede existir un “genio maligno” que confunda nuestros pensamientos. No puedo dudar de que estoy dudando, al dudar pienso. “Cogito ergo sum” = “Pienso, luego existo”. Establece que la razón es la fuente de conocimiento. K. Popper: establece el método hipotético deductivo. A partir de una hipótesis, la pongo en duda. Si resiste, sé que es la mejor hipótesis existente. A partir de ella puedo establecer nuevas hipótesis y así se construye el conocimiento científico. Kuhn: gran filósofo de la postmodernidad. A partir que surge el conocimiento científico, cambiamos una explicación (un un “cuentito”) por otra. Nunca va a existir una explicación válida. Postmodernidad:_historia de una idea La postmodernidad es una forma de crítica de los intelectuales. Son experiencias que vivimos diariamente. Nos obliga a dejar las cosas individuales para enfrentarnos con el cambio histórico a gran escala. Ideas significativas para el surgimiento de esta idea: 1. providencia (fatalismo): cuidado que Dios dispensa a su Creación, vigilando el proceso de la historia, de forma que ésta siempre avance hacia un objetivo concreto. El providencialismo niega el movimiento cíclico de la historia. 2. Progreso (optimismo ciego): se acentúa la razón, se le resta importancia a lo divino. Sentidos sustituyen a las leyes divinas. Europa con predominio económico y político. Para no caer nuevamente en el DOGMA, se incorpora la idea de relatividad del conocimiento. 3. Nihilismo: indiferente e irresponsable. Realidad difusa y proceso de hallar la verdad es menos directo de los que se creía. Cuestiona las ideas generales y absolutas. Período entre la Revolución Francesa y la caída del socialismo burocrático de estado (1789-1989) son los siglos simbólicos de la Modernidad, búsqueda de un mundo racionalizado. La Ilustración es el período más alto de la Modernidad, simbolizada por la enciclopedia que contiene todo el conocimiento. Se buscaban verdades absolutas. La Postmodernidad es el agotamiento de la modernidad. Se distancia de la Modernidad porque se comprendió que no todos los avances científicos nos llevan únicamente al progreso. Se producen cambios en la tecnología, pero también en sistemas económicos, políticos y artísticos (Andy Warhol). Apuntamos menos a ideas trascendentales y más a lo cotidiano. Vuelve el ciclo en el pensamiento. No hay más jerarquía artística, todo es igualmente valioso. Gary Woller: “el Postmodernismo está a punto de destronar a la trinidad de la Ilustración (razón, naturaleza y progreso), que presumiblemente triunfó sobre la anterior Trinidad”. POSTMODERNIDAD: la cultura que se extiende desde fines de los años 60 hasta principios del siglo XXI, marcada por el capitalismo post-industrial. Acento en lo cultural. POSTMODERNISMO: las características artísticas e intelectuales de dicho período, reflejados en los diversos cuerpos de pensamiento y obras de arte de la época. Énfasis en lo social.

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Resumen sobre los principales conceptos de la Postmodernidad desarrollados en Antropología Filosófica.Nietzsche, Heidegger, Lyotard, Derrida, Baudrilliard, Zerzan, Chandler.

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Antigüedad Medioevo Modernidad PostmodernidadVerdad Dialéctica (fuente de verdad)

Adecuación del discurso con la realidad (criterio de verdad)

Escritura (fuente)Autoridad (criterio)

Razón (fuente y criterio)

Ser (Heidegger)

Sentido (dirección)

Ser feliz, ser “eudaimon” Salvación Superarse ?

Idea fuerza Providencia Progreso Nihilismo

Para los griegos no existía la Creación ni el momento 0. Creían que el mundo era eterno.

Descartes (Modernidad) busca una nueva verdad para fundar el conocimiento. Debe ser imposible dudar de ella. No podemos confiar en el conocimiento obtenido por los sentidos. Tampoco podemos tener certeza de las ideas abstractas, por ejemplo 2+2=4, porque puede existir un “genio maligno” que confunda nuestros pensamientos. No puedo dudar de que estoy dudando, al dudar pienso. “Cogito ergo sum” = “Pienso, luego existo”. Establece que la razón es la fuente de conocimiento.

K. Popper: establece el método hipotético deductivo. A partir de una hipótesis, la pongo en duda. Si resiste, sé que es la mejor hipótesis existente. A partir de ella puedo establecer nuevas hipótesis y así se construye el conocimiento científico.

Kuhn: gran filósofo de la postmodernidad. A partir que surge el conocimiento científico, cambiamos una explicación (un un “cuentito”) por otra. Nunca va a existir una explicación válida.

Postmodernidad:_historia de una ideaLa postmodernidad es una forma de crítica de los intelectuales. Son experiencias que vivimos diariamente. Nos obliga a dejar las cosas individuales para enfrentarnos con el cambio histórico a gran escala.

Ideas significativas para el surgimiento de esta idea: 1. providencia (fatalismo): cuidado que Dios dispensa a su Creación, vigilando el proceso de la historia, de forma que ésta siempre avance hacia un objetivo concreto. El providencialismo niega el movimiento cíclico de la historia. 2. Progreso (optimismo ciego): se acentúa la razón, se le resta importancia a lo divino. Sentidos sustituyen a las leyes divinas. Europa con predominio económico y político. Para no caer nuevamente en el DOGMA, se incorpora la idea de relatividad del conocimiento. 3. Nihilismo: indiferente e irresponsable. Realidad difusa y proceso de hallar la verdad es menos directo de los que se creía. Cuestiona las ideas generales y absolutas.

Período entre la Revolución Francesa y la caída del socialismo burocrático de estado (1789-1989) son los siglos simbólicos de la Modernidad, búsqueda de un mundo racionalizado. La Ilustración es el período más alto de la Modernidad, simbolizada por la enciclopedia que contiene todo el conocimiento. Se buscaban verdades absolutas.

La Postmodernidad es el agotamiento de la modernidad. Se distancia de la Modernidad porque se comprendió que no todos los avances científicos nos llevan únicamente al progreso. Se producen cambios en la tecnología, pero también en sistemas económicos, políticos y artísticos (Andy Warhol). Apuntamos menos a ideas trascendentales y más a lo cotidiano. Vuelve el ciclo en el pensamiento. No hay más jerarquía artística, todo es igualmente valioso. Gary Woller: “el Postmodernismo está a punto de destronar a la trinidad de la Ilustración (razón, naturaleza y progreso), que presumiblemente triunfó sobre la anterior Trinidad”.

POSTMODERNIDAD: la cultura que se extiende desde fines de los años 60 hasta principios del siglo XXI, marcada por el capitalismo post-industrial. Acento en lo cultural.POSTMODERNISMO: las características artísticas e intelectuales de dicho período, reflejados en los diversos cuerpos de pensamiento y obras de arte de la época. Énfasis en lo social. Imposible separar lo cultural de lo social.

Relativismo cultural: permite que cada cultura se manifieste. (Ej defender mujeres en países musulmanes).

TÉRMINOEl problema con el término “postmodernismo” no es simplemente que nos suene incomodo o incluso tosco. El problema, es que es un término que evoca justamente aquello que desea superar y/o suprimir: la modernidad. Esto no sucede con muchos otros movimientos “artístico-filosófico-culturales”: ni el clasicismo, ni el romanticismo, ni el barroco, ni el manierismo, ni el rococo, se definen por oposición (y/o superación) de su antecesor y “enemigo”, directo. Por otro lado el término connota una concepción lineal del tiempo, un retraso en su aparición y cierta decadencia. Todos estos, aspectos que cualquier postmoderno rechazaría de plano.

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Lo adoptamos por que carecemos de una mejor denominación. ¿Cómo habríamos de llamar a esta época? ¿La era atómica? ¿La era de la TV? ¿La era espacial? Todas estas etiquetas tecnológicas, históricas o científicas, parcelan el concepto y además carecen de una definición teórica. Lo que nos queda sería llamarle la era de la “indeterminencia” (como producto de indeterminación + inmanencia), o sea la era en la que la indeterminación, el vacio y la desorientación que existe en la determinación del nombre, se traslada y se constituye en la característica inmanente (propia y característica), de la época. Pero esto, es simplemente explicitar en el nombre, el problema que existe en la determinación del mismo. Parece bastante ridículo entonces, llamar a una época de una determinada forma porque no encontramos un nombre más interesante. Seríamos como un grupo de adolescentes que, carentes de una mejor alternativa, llaman a su agrupación los “sin nombre”. Frente a esta deprimente alternativa, definirnos por oposición es el menor de los males, por más decadente que sea en si mismo. Al igual que sucede con otros términos categóricos –como post-estructuralismo, romanticismo, o el propio modernismo – el término sufre de cierta inestabilidad semántica. O sea, no existe un consenso en la comunidad académica –y ni hablar ya de la sociedad en general – acerca del significado del mismo. Este problema tiene una doble raíz:

a) la juventud del término, prácticamente adolescencia y b) su parentesco semántico con otros términos contemporáneos igualmente adolescentes: estructuralismo, post-estructuralismo, etc.

DIALÉCTICA MODERNISMO-POSTMODERNISMOModernismo y Postmodernismo no están separados por una cortina de hierro o por una gran muralla. Ni siquiera (como sucede entre muchos otros períodos históricos) existe un hecho que oficie de hito divisor entre ambas épocas,.Un autor, puede perfectamente, inscribir dentro de su obra piezas modernas y postmodernas sin que ello signifique una incongruencia. Como sucede con el Joyce del Retrato del Artista Adolescente y el del Ulysses o el de Finnegans Wake.Un período se interpreta, tanto a partir de sus diferencias como de sus semejanzas con el período anterior. Tanto como continuidad, como discontinuidad. Incluso en el caso del postmodernismo, donde la lógica de la continuidad pareciera ser la absoluta discontinuidad con el modernismoLa igualdad y la diferencia, la unidad y la ruptura, la filiación y la subversión, ambas partes deben ser tenidas en cuenta si queremos aprehender (o sea, percibir y comprender) el cambio tanto como una estructura mental, como un proceso físico temporal; tanto como un patrón como un acontecimiento único.

PADRES DEL POSTMODERNISMONietzscheNIHILISMO: proviene del término latino nihil, literalmente: nada. Resultado de aplicar la permanente actitud de duda de la razón moderna a la razón misma. Los sistemas de razonamiento son en realidad sistemas de persuasión. Como lo entiende Nietzsche es la condición bajo la cual “ los valores supremos pierden validez. Falta la meta: falta la respuesta al “por qué”. Frente a este problema tenemos dos opciones posibles:a) el nihilismo activo, que consiste en revelarnos frente a los antiguos valores creando valores nuevos. b) el nihilismo pasivo, que consiste en resignarnos y asumir nuestra debilidad y, consecuentemente, fallar en la construcción de nuevos valores.

“Dios ha muerto” No sólo el Dios de la religión ha muerto. Ha muerto el Dios de la razón: el sustituto moderno del Dios religioso. Si bien Nietzsche nunca llega a destruir completamente el ideal ilustrado, su pensamiento es una búsqueda constante por encontrar los límites de la razón y de la consciencia. Ya no se puede estar seguro de nada. La razón nos falló, la moral nos falló, la religión nos falló, etc. Lo único que nos queda es vivir en la resignación del nihilismo (pasivo). La verdad y la falsedad ya no existen, no tienen valor. La ausencia de una “realidad mayor” nos permite comenzar a vivir sin espejismos. Fuera del lenguaje no hay nada para construir, nada que nos garantice una trascendencia.

“El nihilismo radical es el convencimiento de la insostenibilidad de la existencia, cuando se trata de los valores más altos que se reconocen, añadiendo a esto la comprensión de que no tenemos el menor derecho a plantear un más allá o un en sí de las cosas que sea «divino», que sea moral viva. Esta comprensión es una consecuencia de la «veracidad» altamente desarrollada, y por ello, una consecuencia de la creencia en la moral.”

Friederich Nietszche La Voluntad de Poderío

MARTIN HEIDEGGEREl DASEIN (el ser-ahí)

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¿Qué es el ser? Fenomenológicamente, Heidegger estudia al ser como aparece en el mundo, o como diría él, como se revela (como se muestra, como se deja ver) en el mundo. Siendo revelarse aquí una traducción literal del griego aletheia, que significa des-olvidar, y que usualmente traducimos por verdad. La verdad está ahí afuera, ya no está en mí el criterio de verdad. Lo que existe es la verdad y no lo que yo pueda decir acerca de los que existe. El ser es el verdadero objeto de la filosofía. El Humanismo está en crisis por sustituir a Dios por la humanidad en el centro del universo. La forma de avanzar es reconciliarnos con nuestra condición (“Verwindung”).Establece la diferencia entre un estudio “óntico” y uno “ontológico”. El óntico es el estudio del ser propio de las ciencias naturales, describe a los entes en virtud de mediciones y propiedades cuantitativas.El ontológico es el estudio propio de la filosofía en el que los entes son estudiados en su especificidad; cualitativamente, a partir de aquellos que los hace únicos.A través de éste último es que el ser se revela como el dasein, el ser-ahí, el ser arrojado al mundo. El tiempo constituye el horizonte ontológico del ser-ahí. Siempre en un determinado momento y lugar.Los seres humanos sólo pueden concebirse como seres insertos en el tiempo, por lo tanto perciben que el tiempo es su horizonte: que el hombre es un ser para la muerte. El dasein se oculta y se revela en la cotidianeidad: se oculta cuando “ocupamos el tiempo” para olvidarnos de nuestra mortalidad; se revela a través del cuidado que depositamos en las cosas y los demás seres del mundo. La verdad se nos presenta al tomar conciencia que nos vamos a morir. No sólo es importante la verdad a la que yo llego, sino el camino por el cual accedeos a ella. Esto con respecto al dasein, al modo de ser humano, pero lo que realmente le interesa a Heidegger es El Ser, ese ser primigenio anterior a todos los demás seres del mundo. Frente a la caída del paradigma ilustrado este Ser es el que sustituye a la verdad como objeto propio de la filosofía. Según Heidegger lo que importa son los momentos en los que el ser se revela al hombre, los momentos de contacto directo con el ser, los claros en el bosque, uno de estos es la experiencia estética. Es imposible transmitirla y explicarla, sólo es vivenciable. No son verbalizables. Por eso los filósofos no explican estas experiencias, sino que dan vueltas en torno a la explicación. Al ser vivenciable, para dos personas la verdad nunca será la misma.

PENSAMIENTO POSTMODERNOJean-François Lyotard “Simplificando al máximo, se tiene por «postmoderna» la incredulidad con respecto a los metarrelatos. (…) La función narrativa pierde sus functores, el gran héroe, los grandes peligros, los grandes periplos y el gran propósito. Se dispersa en nubes de elementos lingüísticos narrativos [menores] “Jean-François Lyotard La condición PostmodernaEn 1984 Lyotard publica La Condición Postmoderna. Un Informe Sobre el Saber, y coloca al postmodernismo en el centro del debate intelectual.

LAS METANARRACIONES El centro de su postura gira alrededor de la crisis de las metanarraciones (o metarelatos). Una metanarración es aquella historia que subyace, legitima y explica las opciones particulares que una cultura prescribe como cursos de acción posibles. Son metanarraciones el cristianismo, la ilustración, el capitalismo, el marxismo, etc. Las metanarraciones son el principal aparato ideológico de la modernidad, y juegan un papel importante en la legitimación de la ciencia. Cada metanarración contiene su propio conjunto de elementos subordinados a la difusión de un conjunto de ideas: un héroe o sujeto, un trayecto plagado de adversidades y un gran objetivo. Por ejemplo: en el marxismo, el sujeto es el proletariado y el objetivo es la socialización de los medios de producción, mientras que en el capitalismo el sujeto es el individuo emprendedor y el objetivo es la acumulación de riqueza.Para Lyotard una metanarración es un aparato técnico que ordena, almacena y reproduce información que entra en conflicto directo con el conocimiento científico. Estos metarelatos, tienen una pragmática propia de transmisión dentro de la cual el rol de narrador, destinatario y héroe pueden ser ocupados por una misma persona a lo largo del tiempo; una vez que el individuo accede al rol de destinatario, ya se encuentra en condiciones de perpetuar la narración. Esta alternancia en los puestos narrativos es la que garantiza la función legitimante de los metarelatos.Por ejemplo: el estudiante llega a la universidad para convertirse en destinatario de la metanarración del progreso científico, inmediatamente se coloca en un circuito que le demanda convertirse en el héroe (el científico que sea parte del progreso) y/o en el narrador de su propia metanarración (como profesor o como figura pública). Es estructuralmente inherente a las metanarraciones el perpetuar su propia supervivencia. En La Condición Postmoderna Lyotard examina dos grandes metanarraciones: la emancipación y la especulación. En la emancipación, el héroe es la humanidad en su conjunto y la emancipación (el objetivo) se alcanza por intermedio del conocimiento científico. Este período se caracteriza por la emergencia de los estados-nación y por el énfasis en la obligatoriedad-publicidad de la educación. Ejemplo en escuelas públicas cuadro de Artigas y Varela.

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En la especulación el héroe es el espíritu especulativo que aspira a la creación del sistema (el objetivo). El período se caracteriza por la aparición de las universidades modernas y su moto es “la ciencia por la ciencia misma”. Conocimiento por el conocimiento mismo, la razón por encima de todo se institucionaliza. Con el desarrollo de la tecnología, la fractura de los límites disciplinarios, el asenso de la sociedad post-industrial y el auge del capitalismo, ambas metanarraciones pierden credibilidad. Especialmente cuando el capital es el financia la producción de conocimiento en las universidades. Para él las metanarraciones no desaparecen, pero la gente deja de creer en ellas fervientemente. En el futuro, dice Lyotard, la información será la moneda de cambio, y todo conocimiento que no pueda traducirse en información será obsoleto. Postmodernismo como la incredulidad ante las metanarraciones. Los científicos han perdido el estatus.

LAS MICRONARRACIONESPara Lyotard, las micronarraciones son una estrategia paganas, ya que se asemejan al tipo de negociación realizada en el mundo pagano al tener que lidiar con múltiples deidades. Tenía que vivir “tapando agujeros”. En un mundo pagano el individuo, al carecer de información completa, debía “negociar” su destino. Por ejemplo: una alabanza al Dios del Mar podía enfurecer al Dios de la Tierra, mientras que la compensación para con el Dios de la Tierra le ocasionaba problemas con el Dios del Trueno, etc. Como resultado los paganos debían utilizar la astucia para moverse en el mundo. Como contraste, las religiones monoteístas (metanarraciones), proveen al hombre de un sistema de comprensión del mundo y un código de conducta en consonancia con él sistema. Al caer las metanarraciones de la modernidad, las micronarraciones se convierten en la nueva alternativa. En un mundo donde las acciones políticas y sociales a escala global son irrealizables, los movimientos locales son los que cobran relevancia. La modernidad intentaba dar grandes explicaciones, que abarcaban la multiplicidad de los fenómenos. La postmodernidad se ocupa de dar explicaciones, menores y separadas para cada uno de esos fenómenos específicos. Por ejemplo: el feminismo es radicalmente distinto en Nueva York a lo que es en Dahka. Una metanarración, que intente explicar el fenómeno en su conjunto, privilegia una situación sobre otra y no deja lugar para soluciones reales. Otro ejemplo son el conjunto de teorías de la física cuántica que son, de plano, incomensurables con la teoría de la relatividad y con la mecánica newtoniana. Cada una de estas teorías, puede explicar una parte de la realidad, pero no puede explicar la realidad en su conjunto. Las micronarraciones, enfatizan el desacuerdo dentro de un horizonte discursivo de consenso que nunca se alcanza.El postmodernismo no es el remplazo de las metanarraciones por las micronarraciones, es el conjunto de condiciones que hace que las micronarraciones se conviertan en la mejor alternativa posible. La propuesta no es llegar a algo, es seguir caminando, aunque aún no sepamos para qué. En la modernidad las micronarraciones se enlazaban en paralelo alrededor de un mismo referente para conformar una metanarración. En la postmodernidad, las micronarraciones se apilan una encima de la otra, sin otro criterio que su contigüidad. El postmodernismo, no es un período histórico que sigue al modernismo. Es un conjunto de posibilidades que han existido en varios momentos de la historia. En algunos casos, las micronarraciones tienen éxito para resolver problemas puntuales pero fracasan al intentar solucionar problemas a gran escala. Sin emabrgo los Estados y las leyes deben seguir siendo universalistas.Por ejemplo: el feminismo, que afectado por una serie de fragmentaciones (de raza, clase, sexualidad, etnia, etc.), ha caído en un estancamiento. Estancamiento expresado en el “postfeminismo”, una reacción al programa emancipatorio proclamado por el feminismo, que expresa el cansancio y el disgusto para con las posturas feministas, calificadas de machismo disfrazado.

Jaques Derrida“Cualquier discurso, incluso una línea de un poema o una frase oracular, trae consigo un sistema de reglas y por lo tanto una metodología para asegurar la producción de cosas análogas” “Algunos lectores se ofendieron conmigo cuando no pudieron reconocer su territorio, su institución.”Jaques Derrida

La vida cultural implica la producción de textos que se solapan con otros textos que influyen en ellos de maneras que no podremos desentrañar. Se desvanece la propia autoridad porque los textos no son productos exclusivos de sus autores. Seguimos poniendo a la antigüedad griega y su pensamiento en un lugar privilegiado. Ha habido un cambio fundamental que no ha sido reconocido. La palabra más importante para los griegos era la palabra hablada, así expresaban su pensamiento. En cambio desde la modernidad concebimos todo como un texto. Lo que no se traduce en texto no existe.

LA DECONSTRUCCIÓNLa deconstrucción de Derrida tiene como su principal premisa el relativismo, característica ya observable en el pensamiento de Lyotard. Sin embargo, en Derrida se observará como esta idea radicalizada y enmarcada en otro contexto, puede llevar a conclusiones distintas.

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El relativismo en Derrida se expresa bajo la forma de que la verdad es siempre distinta según los diversos puntos de vista y los marcos intelectuales que predisponen al sujeto en la emisión de juicios. Hoy en día es mucho más fácil la alternancia de conocimiento, podemos colocarnos en marcos contradictorios. En la postmodernidad podemos cambiar de un paradigma a otro, en la modernidad eso era inconcebible. Por lo tanto no podemos decir que los deconstructivistas apunten a construir alguna especie de tesis filosófica en concreto. De hecho, la intención misma de definir la deconstrucción contradice otro de sus presupuestos, a saber: que no es posible dar una definición última o verdadera de nada ya que todas las definiciones posibles implican un juego de lenguaje particular y que direcciona la definición en un sentido particular. Para el deconstructivista la relación entre lenguaje y realidad no es algo dado, no es confiable, ya que todos los sistemas lingüísticos son inherentemente construcciones culturales. Una de las principales críticas de Derrida descansa sobre este punto: en su opinión la tradición literario-filosófica occidental ha supuesto durante demasiado tiempo que la relación entre lenguaje y realidad estaba bien fundada y era 100% confiable. Este logocentrismo, que es la metanarración de la que proviene Derrida, entiende que el significado de una palabra tiene su origen en la estructura de la realidad y que por lo tanto, estructura y significado son algo obvio. En un mundo donde las conquistas del mundo capitalista son criticadas, donde cae la fe en el “progreso” científico y, donde palabras como “progreso” deben colocarse entre comillas, el escepticismo de Derrida tiene un atractivo bastante particular: permite atacar a aquellos que piensan que la ciencia, la filosofía, la novela o la historia puedan ser descripciones acertadas del mundo o que incluso puedan considerarse como “verdaderas”. Según Derrida y sus seguidores este error puede observarse en la relación que los literatos (o cualquier lector “moderno”) establecen en la lectura de lo que conocemos como un texto realista. Por ejemplo: Creemos que cuando leemos una novela como Middlemarch de George Eliot, lo que la autora hace es abrirnos una ventana a al realidad y que su discurso se adecua a una descripción acertada de la realidad. Esto nos coloca en un lugar de preeminencia en la lectura del texto, casi en un lugar “divino”. Somos el “Dios” dentro del mundo descrito en el texto, porque conocemos más que el autor y el narrador. Creemos conocer la verdad acerca de los personajes cuando en realidad lo único que conocemos es la descripción que Eliot nos hace de los mismos. O, ¿qué pasa cuando se utiliza una metáfora? ¿Podemos decir que son “verdaderas”? Dorothea Brooke, cuando su matrimonio se está derrumbando dice que su vida se ha convertido en una “máscara enigmáticamente vestida”. Más allá de la interpretación puntual se puede decir que esta metáfora sólo puede funcionar en una cultura donde las máscaras y su significado sean entendidas de una determinada manera. La descripción de Dorothea sólo será válida (entendible, apreciable) para un determinado grupo social o cultural. El objetivo del deconstructor es mostrar como una relación en la que confiamos ciegamente, en este caso la establecida entre el lenguaje y el mundo, nos esta obligando a asumir ciertos supuestos de los que no somos totalmente conscientes. Si decimos que nos negamos a interpretar la metáfora por su oscuridad, si decimos, “es una metáfora engañosa”, lógicamente nos vemos forzados a asumir la posición contraria: que confiamos en que el lenguaje guarde con la realidad una relación verdadera. Sin una noción precisa de que es la realidad, o de qué tipo de uso del lenguaje encierra una relación verdadera, ¿cómo podemos decir qué tipo de discurso es engañoso, o no posee una relación legítima?

LOS SIGNOS COMO SISTEMAS Para Derrida todas las palabras sólo pueden ser explicadas en virtud de su relación con los diversos sistemas en los que participan.Somos entonces relativistas atrapados entre inconmensurables sistemas de signos. Sólo podemos saber lo que estos sistemas nos permiten conocer acerca de la realidad. Cualquier cosa que digamos estamos atrapados en un sistema lingüístico que no se relaciona con la realidad de la manera en que nosotros esperamos, ya que todo término dentro del sistema alude o depende de la existencia de otros términos dentro del sistema que se encuentran ausentes. No hay realidad, sino signos. Nunca conocemos la realidad, sino las formas lingüísticas de ella. Por ejemplo: El español tiene un cierto número de términos para referirse a los grados de enojo, desde “irritado” a “iracundo” y “furioso”, y el inglés tiene los suyos. Todo sistema se vale de sus propios términos para expresar los distintos niveles de “ira”, por lo tanto ninguno de ellos puede reclamar legítimamente la “verdadera” codificación de las etapas del enojo. De la misma manera en que George Eliot no puede reclamar la codificación definitiva acerca de la desilusión de su personaje. No existen las definiciones objetivas, porque lo objetivo no existe. Todo es parcial y subjetivo.La única relación posible es entre lenguaje-lenguaje. El lenguaje se explica a sí mismo (diccionarios).Para Derrida lo que el lenguaje hace es diferir los conceptos, retrasar la definición porque siempre habrá una mejor definición a medida que avanzamos en el sistema. Por lo tanto para Derrida nuestros conceptos poseen una differance, ya que se diferencian en su significado al mismo tiempo que lo difieren. El significado se nos escurre de las manos constantemente, palabra a palabra de la cadena lingüística.

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Una vez descubierta esta peculiaridad del lenguaje, todos los marcos conceptuales pueden criticarse bajo este mismo criterio. Según Derrida todos los sistemas proponen una falsa y distorsionadora jerarquización conceptual. Hemos confiado demasiado y por demasiado tiempo en la forma en que las categorías centrales del sistema operan para organizar nuestra experiencia. Por ejemplo: En el pasaje que citábamos anteriormente, Eliot da por sentada la distinción entre “apariencia” y “realidad” y entre “ser uno mismo” y “actuar” como otra cosa. Derrida dice que tendemos, en la organización del discurso a privilegiar o a confiar en lo que el denomina significantes trascendentales, como “Dios”, “Hombre” o “Conocimiento”.Nuestra organización del discurso descansa sobre oposiciones conceptuales que nos engañan con respecto a muchas relaciones o que al menos las presentan como algo fijo. Por ejemplo: escritura vs habla, cuerpo vs alma, literal vs metafórico, natural vs cultural, masculino vs femenino, claro vs oscuro, etc.Lo que naturalmente hacemos es colocar uno de estos términos encima del otro (hombre por encima de mujer u occidental por encima de oriental), de manera tal que uno de ellos aparezca como inferior. No son juicios de valor. Pero en un sistema relativista, lo que observamos es que en realidad cada uno de estos términos dependen el uno del otro para poder definirse.Gracias a este aporte de Derrida, cada vez que analizamos un sistema podemos escanear en busca de cuales son los términos que prioriza y ver que interdependencia tienen con sus opuestos. Esto es lo que Derrida entiende por deconstruir: encontrar los términos priorizantes en un sistema y ver qué interdependencia tienen con sus opuestos.

LA DECONSTRUCCIÓN II Al deconstruirse los sistemas pueden incluso ser reducidos a límites paradójicos. La “verdad” se convierte así en una especie de ficción, leer es siempre una forma de interpretar y conocer es siempre una forma de ignorar, ya que el conocimiento nunca es directo, siempre implica alguna forma de interpretación parcial y usualmente utiliza metáforas cuando cree que está siendo literal. El texto puede crear la realidad que mejor le parezca. La verdad está dentro de un discurso que nosotros mismos creamos, pero con otro discurso, algo irreal puede convertirse en algo real. Por eso en el mundo no hay verdades ni falsedades, sólo hay discursos con enunciados verdaderos y falsos. Ningún discurso es más válido que otros. Este uso de la deconstrucción, para “dar vuelta” sistemas éticos, polítcos y cognoscitivos tradicionales, es el que ha resultado más revolucionario y más propio de la actitud postmoderna. Una vez que vemos a nuestros sistemas conceptuales de esta manera, no podemos dejar de ver que el mundo, los sistemas sociales y la identidad no son algo que nos venga dado (o que esté en algún lado para ser descubierto, encontrado o aprehendido) sino que son constructos lingüísticos que nosotros mismos fabricamos de una manera tal que nunca vamos a poder justificar de que “así sea la forma en que las cosas son en realidad”. “No vivimos en la realidad, sino en nuestra representación de la realidad”.

Jean BaudrillardFábula de Borges (mapa igual de grande que el territorio) es un simulacro del primer orden. Hoy ya no existen los simulacros de primer orden. Hiperreal: es la imagen que nos hacemos de la realidad, gracias a los simulacros. Las fronteras entre la realidad y el simulacro se esfuman, ya no tenemos tan claro qué es real y qué es simulacro. Es imposible diferenciar la realidad.Verlo en la simulación es más real que vivirlo. Se invierte el orden entre el simulacro creado a partir de la realidad. Hoy en día conocemos la realidad a través del simulacro. Vivimos en un universo extrañamente parecido al original. Al estar frente a un simulacro, pasa lo siguiente:-es el reflejo de una realidad profunda-enmascara y desnaturaliza una realidad profunda-enmascara la ausencia de realidad profunda-no tiene nada que ver con ningún tipo de realidad, es ya su propio y puro simulacro.

John ZerzanEl postmodernismo es la contemporaneidad, se destaca la ambigüedad y la negativa por examinar los orígenes o los fines. El lenguaje constituye el mundo humano y el mundo humano la totalidad del mundo. El lenguaje tiene una naturaleza cerrada, es autorreferencial, implica que todo está determinado dentro de éste y el lenguaje y la conciencia son prácticamente lo mismo. Se rechaza la concepción del lenguaje como un medio externo desplegado por la conciencia. La conciencia no existe por sí misma, incluso el inconsciente está estructurado como un lenguaje. La artifiocidad es la principal cualidad del arte postmoderno. La imagen, es autoconscientemente una mercancía y es reproductible mecánicamente. Derrida declara que el lenguaje se vuelve constantemente contra sí mismo, de modo tal que analizado de cerca, nunca decimos lo que queremos decir, o nunca queremos decir lo que decimos. El lenguaje es una fuerza independiente en movimiento constante, que no permite una estabilización del significado o una comunicación precisa.

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Al privilegiar la palabra hablada, se produce un falso sentido de inmediatez, la noción inválida de que en el habla se presenta la cosa misma y la representación triunfa.

Chandler, la novela negra El relato policial no es un objeto de promoción, porque generalmente se refiere a un asesinato. El asesinato es la frustración del individuo y de la raza.

DON QUIJOTELo que queda claro en una primera lectura son las raíces cervantinas que presenta esta obra, que pueden observarse incluso en el protagonista de la historia. Es obvio que las iniciales de Daniel Quinn son las mismas que las del inmortal personaje creado por Cervantes, y no es esta la única semejanza, ya que ambos adoptan una identidad diferente y se convierten en personajes que acabarán devorados por la ficción a la que están expuestos. Así, Alonso Quijano será llevado a la locura por la lectura obsesiva de los libros de caballerías, y se transformará en Don Quijote de la Mancha. En el caso de Daniel Quinn, es la obsesión por ser otra persona, Paul Auster, la que lo lleva también a una especie de locura que lo llevará incluso a olvidarse de sí mismo, de su propia realidad. Son personajes que además acaban por cumplir una misma función: la de proteger a seres inocentes, ya sea en la Mancha del siglo XV, o en la caótica Nueva York del siglo XX. Seres de ficción devorados por otra ficción dentro de la ficción. Dice Eduardo Urbina con respecto al héroe de Auster: “Tal es el caso que no tarda en verse a sí mismo en términos caballerescos como instrumento de protección y salvación de otros, es decir, como un héroe caballeresco embarcado en la misión de rescatar a su señora y de salvar al joven Peter Stillman”. ii

Como hemos dicho, Alonso Quijano y Daniel Quinn, son seres que se reinventan a sí mismos a través del lenguaje. En palabras de Paul Auster: “La historia de Quinn en La ciudad de  cristal alude a Don Quijote, y los interrogantes planteados en los libros son muy similares: ¿cuál es el límite entre lo real y lo imaginario? ¿Quién está loco por hacer lo que hace o lo que no? Durante un tiempo, pensé en la posibilidad de usar un epígrafe de Wittgennstein al comienzo de La ciudad de cristal: «Y también es importante hablar de “vivir en las páginas de un libro”»”.Según Auster, el Quijote es un libro descubierto por azar y cuya escritura, dada sus pretensiones de verdad e historicidad encierra un misterio. Considera el Quijote como un ataque a los peligros de la simulación. La teoría que se plantea Auster sobre Cide Hamete, dentro de su ficción antidetectivesca, consiste en adjudicarle una personalidad cuádrupla compuesta de Sancho, el cura y el barbero, Sansón Carrasco y el propio Cervantes.iv Hay que añadir la presencia de otro posible autor, según Auster, como aparece en la última página de este segundo número: el mismo Don Quijote, que fue quien orquestó la colaboración y la traducción del árabe al castellano para mostrarnos, dice Auster, la credulidad del hombre, que toleraría, hasta cualquier punto, las blasfemias, las mentiras y el sinsentido si les proporcionan diversión. Y en realidad, esa era la función principal ideada por Cervantes en su novela: libro de burlas que provocan la risa, o la distracción, si queremos. Además, en la visita de Daniel Quinn a la casa del “auténtico” Paul Auster, debajo del nombre de este, en el portero automático aparece el de Menard, un claro homenaje de David Mazzucchelli a uno de los cuentos más conocidos de Borges, Pierre Menard, autor del Quijote, en el que un autor del siglo XX pretende rescribir de forma exacta la novela de Cervantes,  con lo que escritor argentino no da a entender que cada uno de sus lectores puede reinterpretar, puede ser también el escritor de este inmortal libro, opinión cercana a la de Paul Auster, que en algunas entrevistas sostiene que es el lector, y no el autor, el que escribe el libro. Y así, uno de sus lectores, David Mazzucchelli reinterpreta, de forma fiel, pero también muy personal, la novela llevándola a un medio diferente en el que la belleza del lenguaje visual es en muchos momentos estremecedora.En las diversas conversaciones que mantienen Daniel Quinn y el padre de Stillman, a la obsesión del padre de Stillman por el lenguaje se une inevitablemente la obsesión de Daniel Quinn/ Paul Auster/ Henry Dark por los mensajes que aquel parece ir dejando por las calles de Nueva York, señales en las que este parece interpretar el significado de la Torre de Babel. Son seres, como Alonso Quijano, enfermos de lenguaje, de un lenguaje que no puede aplicarse de forma adecuada a la realidad en la que viven, ya sea el discurso caballeresco de Don Quijote a la realidad de los caminos de la Mancha, o el lenguaje nuevo que el padre de Stillman cree haber encontrado, el acontecimiento más importante, según él, de la historia de la humanidad, un lenguaje absurdo a los habitantes, si alguna vez lo escucharan, de la Gran Manzana; o la libreta en la que Daniel Quinn cree interpretar las señales lingüísticas del padre de Stillman. Como podemos observar, personajes absolutamente obsesionados por el lenguaje que los habita. “Siguiendo la búsqueda de Stillman y la invención de su nuevo lenguaje, Quinn se pierde en la obsesión de sus propias acciones y locura hasta el punto de que la búsqueda de la verdad se convierte en la negación de la realidad; simplemente las palabras en la ficción que vive no concuerdan con la realidad que experimenta”. v

La escritura de ''el cuaderno rojo,'' la libreta roja en el cómic, que no era más que un simple instrumento de ayuda y memoria para comprender al padre de Stillman, se convierte en un documento testimonial en el que va narrando su historia, perdiéndose en ella y reconociendo la inexorabilidad de su destino. Ahora piensa tiene que hacer lo que tiene que hacer, es el azar. Tanta es la distancia que le separa de su punto de salida y escape, de la ficción inicial, incitado por el azar de una llamada telefónica equivocada, que hasta el propio narrador, de nuevo de manera cervantina, pone en duda la verdad de la historia de Quinn. Este se ha vuelto loco, ha abandonado toda pretensión de juego o representación y cree ahora en la realidad de la ficción que le rodea y domina. A partir de aquí, aparecen sucesivamente en la novela los elementos temáticos típicos del héroe austeriano: la soledad, el hambre, la obsesión, la locura y el abandono personal. No hemos de olvidar en ningún momento que si cada obra es hija de su tiempo, la novela de Paul Auster pertenece a finales del siglo XX, una época en la que se ha dado la muerte de

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Dios, el existencialismo de unos personajes que se saben solos, y también un mundo que parece haber perdido el orden.