Resumen Tomo Primero_HISTORIA_CONTEMPORÁNEA_DEVENEZUELA_Del Descubrimiento a La Disolución de La...

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PRESENTACIÓN RESUMIDA DE LOS HECHOS QUE VAN DEL DESCUBRIMIENTO A LA DISOLUCIÓN DE LA GRAN COLOMBIA

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  • ". ... . .

    HISTORIA CONTEMPORNEA DE VENEZUELA

  • ,DISTO RIA CONTEMPO RANEA

    DE VENEZUELA

    POR

    FRANCISCO GONZLEZ GUINNMiembro de Ndmero de la Academia Nacional de la Historia

    TOMO PRIMERO

    TIP. EMPRESA EL COJO

    CARACAS -1909

  • General Juan Vicente Gmez,

    Presidente de Venezuela

  • PRLOGO

  • ,PROLOGO

    mARA llevar cabo la tarea de escribir la Htorz'aContempornea de Venezuela, hemos credo lo mspertinente al objeto, comenzar nuestro trabajo con

    una recopilacin de datos y de acontecimientos importan-tes conexionados con la existencia de este pas, partirde su descubrimiento por Cristbal Coln, hasta la muer-te del LIBERTADOR SIMN BOLIVAR Y la disolucin [de lagran Repblica de Colombia; datos y acontecimientos queconstituyen los antecedentes para la referida Historia Con-tempornea de Venezuela.

    Primeramente decimos: 10 que fue Venezuela al ser des-cubierta, al caer bajo la dominacin colonial de la Espaa, allanzarse la lucha por la emancipacin, al declararse Rep-blica independiente, al formar parte integrante de la Gran Co-lombia y al romper escandalosamente el vnculo de esaalianza.

    Palpita necesariamente en las pginas de la primeraparte de esta obra la vida de SIMN BOLIVAR, desde queapareci en la escena pblica en 1810 hasta que exhalsu ltimo aliento en 1830; y al rendir imparcial tributode justicia al hroe incomparable, hemos tenido la singular

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    ,d formular un testimonio de gratitud lacomplacencIa e , I'd d . d'

    d 1 h bre quien debemos naciona 1 a m e-memona e omendiente y derechos individuales.p "

    1 1'

    E t ara, pues el benevo o ector en una gran sin-ncon rara, ,tesis los orgenes de Venezuela y los m: notables sucesos

    de las que llamaremos sus historias antigua y modea;trabajo que hemos credo indispensable para destacar mejornuestra labor sobre la Historia contempornea, que da-tamos en 1830, poca en que la nacionalidad venezolanase constituy definitivamente.

    Hemos invertido largos aos en acumular documentospblicos y particulares y en recoger toda especie deverdicas informaciones que nos sirviesen de base para lanarracin procurando dar sta el ms s6lido fundamentoy buscando exhibir los hechos tales como acontecieron yde ninguna manera como los pudiera pintar nuestra fanta-sa, Natural es que algunas 6 muchas de nuestras apre-ciaciones hayan cado bajo la presi6n de nuestros afectos,pero protestamos que en la exposici6n de los hechos cum-plidos hemos rendido leal tributo la verdad.

    Fuera de los antecedentes contenidos en la primeraprte nuestro trabajo abarca en las siguientes un espa-CIO de sesenta aos, y es indudable que no habremos podidonarrar todos los sucesos ocurridos, por ms empeo quehayamos tomado en ser escrupulosamente, minuciosos;de mnera que las deficiencias omisiones que hayamoscometido nos h b' d d 1a ra e per onar as el benvolo lectortanto s cuanto que otros escritores de ms ciencia ;de mejor estilo que t od ' ., noso ros p ran con ventajas llenaresos vacos.

    bPara nuestra labor hemos tenido la vista infinidad deo ras y documentos h idd " , y nos emos CUt ado en cada oportunidade CItar a los autor E 1 ficitodas las

    "es. n o o cial hemos examinadopubhcaclOnes hechas 1 di G bipor os istintos o ier-

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    nos habidos en Venezuela; as como hojeado la mayorparte de las publicaciones peridicas particulares, porqueellas dan idea de las palpitaciones de la opinin en cadapoca y forman la mejor tabla cronolgica de los sucesos.

    La escena se presenta al principio vasta y lumino-sa, como que en ella se desenvuelven la Conquista, laColonia y la Gran Colombia. Redcese lugo la na-cionalidad venezolana, y es all donde comienza nuestranarracin pormenorizada y cronolgica.

    Con la extensa documentacin que hemos tenido la vista, nos ha sido fcil penetrar hasta las ms recn-ditas intenciones de los hombres que han actuado en steque llamaremos perodo gensico de la actual Venezuelay reconocdole cada cual su estatura poltica, sus glo-rias y sus responsabilidades en el difcil y complicado ma-nejo de los asuntos pblicos.

    En la escena de 1830 aparecen viejos y nuevos actores.Los nos haban asistido, jugando interesante papel,

    la lucha por la Independencia: los tros no haban pa-sado una sola noche en vela consecuencia de esa luchahomrica; pero hubieron de juntarse en el campo de lareaccin para producir un estremecimiento terrible, reircon la gratitud y hacer violentamente 10 que hubieranpodido efectuar en el pacfico y majestuoso campo del derecho.

    La extensin de nuestro trabajo histrico nos ha obli-gado dividirlo en nueve partes.

    En la primera parte tratamos de la Conquista, dela Colonia y de la Gran Colombia, sobre las cuestionesms trascendentales relacionadas con Venezuela.

    Al iniciarse en 1810 la obra de la independencia, laantigua Capitana General de Venezuela proclam6 el go-bierno propo bajo la forma monrquica y la dependenciade la antigua Metr6poli espaola; pero mal interpretadoeste paso por los intransigentes defensores del Rey Fer-

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    nando VII, precipitaron estos pueblos proclamar en1811 su independencia absoluta.

    Entonces Venezuela fue Repblica independiente ylibre, inaugurando en la Amrica del Sur la gran luchade la emancipacin, y dile al general Francisco Miran-da sus ricas primicias de amor ardiente por la libertad;pero el hado adverso que persegua implacable esteilustre y desgraciado venezolano esteriliz esas primicias.

    De entre las ruinas de 1812 surgi Simn Bolvar,que poco se hizo caudillo incomparable. Sus cualidadesmltiples 10 destacaron como el Jefe propsito paraaquella guerra extraordinaria. Luch en todas partes yde mil modos. Era el hombre de las brillantes creacio-nes. Su valor era tan grande como su constancia. Sugenio se e parda en infinitos espacios.

    De aqu que para dar forma definitiva al problemade la independencia ensanchara la arena de la lucha yunificase los intereses y las aspiraciones de los pueblos.

    Is an; por afirmar la libertad de su patria, rindi pre-ciado tributo de servicios otras naciones y cre en 1819la Gran Colombia; y lugo, por la estabilidad de estahermosa creacin, llev sus legiones luchar y alcanzarvictorias en las tierras donde se adoraba al Sol. La men-te humana se abisma en la contemplacin de tales pro-digi s.

    Desde 1819 la antigua Capitana General de ene-zuela y el irreinato de la Nueva Granada formaron la Re-pblica de Colombia cuyos lmites por el Sur se ensan-charon lugo con los dominios de Guayaquil y Quito.

    .La nacin creada en el Congreso de Angostura se

    hIZO gigante, y, con sus potentes brazos, dirigidos por elgni de su insigne creador, despedaz, pulveriz enPichinchn, J unn y Ayacucho los restos del secular im-perio espaol y ofreci al mundo, completo y esplendo-

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    roso, el interesante espectculo de la independencia dela Amrica.

    Pero al llegar Colombia al zenit de su gloria co-menz el vendaval reaccionario extremecer sus cimien-tos; y despus de breves aos, lo que haba sido edifi-cado por el genio patritico fue desbaratado por la am-bicin innoble.

    Bolvar y Colombia desaparecen casi al mismo tiem-po; y entonces las antiguas entidades que haban formadola gran Repblica reasumieron sus respectivas autonomas, ytomaron pusto en el estrado de las naciones bajo los nom-bres de Repblicas de Venezuela, Nueva-Granada y Ecuador.

    En la segunda parte, que comienza en 1830, em-prendemos la narracin detallada de la Historia contem-pornea de Venezuela / comprendiendo esa parte todo lorelativo los Gobiernos constitucionales habidos desde elreferido ao de 1830 al de 1847.

    Como ya lo hemos dicho, aqu aparecen V1eJOS ynuevos actores en la escena.

    El furor reaccionario se ensaa contra el artfice ytambi .... n contra la obra. Colombia cae despedazada; y Bo-lvar, minado por cruel dolencia, que agravan las decep-ciones, preciptase en el abismo del sepulcro dispensandoperdones y proclamando la uni6n de sus compatriotas paraque no fuesen devorados por el monstruo de la anarqua.

    Jams caudillo alguno haba hablado as al despedirsede la escena del mundo. Ninguno de los grandes de lahumanidad haba hecho un testamento poltico semejante ste: Mis ltimos votos son por la felicidad de la patria. Simi muerte contribu e que cesen los partidos y se con-solide la unin, yo bajar tranquilo al sepulcro.

    Empero, la reaccin no cede en su furor y gritany vociferan ms recio aquellos quienes nada debieronlas victorias de la independencia y las glorias de Colom-

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    bia. La muerte de Bolvar, que dej6 at6nito al mundo,

    no fue bastante calmar las pasiones ni extinguir el

    fuego reaccionario, y la nueva Venezuela surgi6 de un

    volcn encendido por el demonio de la ingratitud.Despus fu la calma invadiendo el campo de la

    poltica iluminando los espritus la luz de la raz6n.La Repblica se constituy6 sobre bases s6lidas. A

    la ley se 1evant6 trono augusto; y ante ese tronotomaron pusto de honor la austeridad republicana, la pul-critud administrativa, la igualdad legal, la libertad del pen-samiento y el respeto al derecho individual. De maneraque los creadores de la nueva Venezuela quedaron, porsu posterior patri6tica conducta, hasta cierto punto ab-sueltos de sus faltas de 1829 y 1830.

    Un perodo presidencial trascurri6 en paz y en relati-vo progreso. Las instituciones republicanas fueron cum-plidas, el ciudadano fue dueo de su personalidad, la leyadquiri6 prestigio, y en el campo de los comicios coron6la victoria una candidatura civil. Semejante suceso erael ms glorioso triunfo de la Repblica, que por des-gracia no pudo perdurar, porque la ambici6n de algunosmilitares anu16 el esfuerzo del patriotismo y produjo laguerra fratricida.

    Despus de algunos combates se restab1eci6 la paz.La constitucionalidad volvi6 imperar. El general Pez,dirigiendo las huestes constitucionales, alcanz6 el triunfoms brillante de su carrera militar; pero ese triunfo,glorioso y todo, di6 proporciones gigantescas al poder per-sonal de tan ilustre caudillo. De aqu que en ocasi6nsolemne, el clebre orador Fermn Toro dijese, que en elsimbolismo de las naciones Colombia fue Bolvar y Ve-nezuela fue Pez.

    Ante ese inmenso poder personal, desapareci6 el ci-vilismo: las elecciones fueron oficiales: los Presidentes 1.}0

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    fueron magistrados independientes: la alternabilidad presi-dencial se cumpli acomodaticiamente; y la vida polticase hizo vegetativa. Empero hubo un Presidente, el gene-ral Soublette, que arrostrando las impetuosidades de esepoder personal, garantiz la libertad de la prensa; y deese amparo al derecho ciudadano naci la que se llam

    ......

    oposicin liberal, que vino combatir la que titul oli-garqua conservadora y despertar en el campo de los co-micios el entusiasmo popular dormido desde 1834.

    Durante cuatro aos fue hermoso el espectculo queofreci la Repblica, marchando la luz esplendorosa dela libertad. Nunca fue ms activo ni ms brillante elperiodismo. Los partidos polticos se uniformaron y defi-nieron. En el ardimiento de los debates hubo grandezasy tambin pequeeces, y se alternaron el raciocinio y ladiatriba. El ultraje se abri campo y esparci la txicasemilla del odio poltico, y los partidos se hicieron crue-les adversarios, olvidaron el culto debate y se temieronrecprocamente, sin haber tenido tiempo para definir susdogmas, ni siquiera para fijar su rgimen disciplinario.

    En medio tan ruidosa discusin apareci imponin-dose el poder personal del general Pez, y las candida-turas en lucha fracasaron ante la candidatura impuesta.

    En la tercera parte describimos el penoso perodoque sigui tan extraordinaria controversia.

    Ese perodo, servido alternativamente por los gene-rales Jos Tadeo y Jos Gregorio Monagas, fue de agita-ciones polticas, de guerras civiles, de conmociones so-ciales, de faltas, de conquistas liberales, de reformasde instituciones, de nepotismo y de usurpacin del poderpblico.

    En su principio la exaltacin de las pasiones de lospartidos comunic la poltica un extraordinario calor:los hombres se olvidaron de la patria: los partidos se

    Tomo I-II

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    combatieron con encarnizamiento: el odio anim6 los cora-zones: la calumnia se introdujo airada en las filas de losadversarios: las represalias fueron crueles; y habindosetomado el estrado de los legisladores como triste arenade gladiadores para comenzar la lucha armada, el templode la ley qued6 profanado y abierto el sombro palenquede las guerras intestinas.

    Angustioso, por dems angustioso, es este perodode la historia de Venezuela, porque fue de continuo comba-tir; y as como en l6brega y tempestuosa noche brillapor breves instantes la luz de alguna estrella, en estosdiez aos de difcil poltica y de administraci6n deficien-te, encuntranse la extinci6n de la pena de muerte y laabolici6n de la esclavitud, conquistas liberales de brillofulgurante, capaces por s solas para embellecer el cuadroms sombro.

    Estos dos actos forman sobre la frente de los gene-rales Monagas hermosa diadema de brillo imperecedero.Con ella bajarn los senos de la posteridad, y sta pro-bablemente los absolver de sus faltas y los colocar enlas filas de los grandes hombres, porque romper las tablasdel cadalso poltico y destrozar las cadenas del esclavoson acciones humanas que casi pueden calificarse de di-vmas.

    Sensible es que la ambici6n tentadora haya hecho delgeneral Jos Tadeo Monagas su codiciada presa, porqueningn mandatario de Venezuela ha tenido como l me-jor oportunidad para imprimir respeto las instituciones,para administrar nacionalmente y para encauzar los par-tidos por las corrientes democrticas, doctrinarias y civi-lizadas; pero aquel ilustre pr6cer de la Independenciafue vctima de esa enfermedad mortal que aflige, exte-na y amenaza la existencia de las Repblicas hispano-americanas-la monomana del poder; y promovi la irme-

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    cesaria reforma constitucional, invocando falsamente lareconstitucin de la Gran Colombia, y lugo acept, con-tra el espritu y letra de las instituciones, la prrroga delpoder, con el triste aditamento de la eleccin de su hijopoltico para ejercer la Vicepresidencia de la Repblica.

    De aq u naci la bandera de una nueva revol ucin,que empuaron resueltamente, dando tregua sus odios,los dos partidos polticos que se agitaban en el pas; y comoesa bandera era legtima y prestigiosa, despert el ardienteentusiasmo de los revolucionarios y al mismo tiempo ano-nad la conciencia de los usurpadores, destruyendo en diezdas el edificio levantado en diez aos de nepotismo.

    El programa de la revolucin fusionista de marzo de1858 fue amplio, humanitario y patritico. Proclamadosel olvido de 10 pasado y la unin de los venezolanos, mu-chos de los mismos hombres que haban sancionado la usur-pacin sentaron plaza en las filas revolucionarias, se echa-ron en los brazos de la inercia, que en estos casos susti-tuye la fe que vacila y se extingue. De manera que alfaltarle al General Monagas los elementos de combate yal verse abandonado y traicionado por muchos de sus prin-cipales sostenedores, la renuncia de la Presidencia vino ser una indeclinable imposicin de las circunstancias; y elCongreso, el mismo Congreso que 10 acompa en sus erro-res, prest, en su gran mayora, odo atento al clamor po-pular, acept la renuncia y di paso franco la revo-lucin.

    En la cuarta parte narramos este movimiento polti-co y sus terribles consecuencias. Este momento histricoes por dems interesante, porque es el punto de intercesinentre dos pocas de tristes realidades y de hermosas ilusio-nes. La re olucin de marzo triunfa Sill derramamiento desangre, y sus conductores echan sobre sus hombros la gra-ve responsabilidad de cumplir el proo-rama jurado y de afian-

  • zar la victoria sobre la base del ms austero patriotismo;pero no fue sincero el 6sculo de paz que se dieron los parti-dos: fue el beso de Judas; y los venezolanos todos qued-mos envueltos en espantosa tragedia. No hubo para la Re-pblica sino escenas de lgrimas y de sangre. El GeneralJ ulin Castro servidor del General Monagas y lugo Jefe dela Revoluci6n, no pudo sostener el bello programa de sta.La Convenci6n Nacional vio16 escandalosamente ese progra-ma y un movimiento reaccionario armado vino ser la con-secuencia de tales errores. Lugo vacil el General Castroentre sus antiguos y nuevos amigos polticos, y una conju-racin de los conservadores lo depuso primero del Ejecutivo

    lugo lo sent6 en el banco de los acusados para darle portriste galard6n una declaratoria de infidencia.

    Quedan aqu completamente desligados y en guerra losantiguos partidos. El liberal proclama la Federaci6n comosistema de gobierno y el conservador sostiene el rgimen uni-tario. La lucha se prolonga y se hace cada vez ms terrible.Durante ella pierde el partido conservador su unidad; y unade sus fracciones, con el General Pez la cabeza) esta-blece un gobierno dictatorial) que sucumbe al breve tiempo)empaando las glorias y terminando tristemente con la vidapblica del Esclarecido Ciudadano.

    En la qzu"nta parte decimos lo que fue el triunfo dela Federaci6n. Despus de una guerra de cinco aos) enque hubo ensaamiento y crueldad en ambos partidos) apa-reci6 el General Juan C. Falcn, Jefe de los vencedores)exhibiendo una magnanimidad excepcional) eminentementecristiana) y como hasta entonces no la haba ostentado cau-dillo alguno. La lucha haba terminado con un pacto.No hubo vencedores ni vencidos; y despus de hecha lapaz se abri el parlamento nacional para expedir una Cons-tituci6n federal tan libre y democrtica) que toc los extre-mos de la exageraci6n en cuanto los derechos individua-

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    les. El poder pblico qued la merced del absolutismode la libertad.

    La federacin fue establecida en 10 referente las li-mitaciones territoriales; pero en 10 poltico y en 10 adminis-trativo apenas qued enunciada. Los Estados que compu-sieron la unin nacional se llamaron soberanos indepen-dientes, pero en realidad no 10 fueron, porque en su mayorparte quedaron prevaleciendo las prcticas unitarias. En10 administrativo fue deficiente el primer gobierno federal,probablemente por la indiferencia que el General Falcnmostraba al ejercicio del poder pblico.

    Em pero al finalizar su perodo presidencial fue acusadode aspirar su reeleccin; y aunque slo era calumniado ensus intenciones, desatse contra l la reaccin y una nuevaguerra civil ensangrent el pas.

    En la sexta parte detallamos esos sucesos, y lugonarramos 10 que fue el Septenio, perodo presidencial ser-vido por el General Antonio Guzmn Blanco, de lucha in-cesante al principio, de descomposicin de los antiguos par-tidos polticos, de paz armada; y ms lugo de progresosde todo linaje, como que ellos constituyeron la regenera-cin de la patria en 10 social, en 10 econmico, en 10 in-dustrial y en 10 financiero. Sensible es que esa regenera-cin no se haya extendido 10 poltico, porque la paz armadaque tuvo que sostener el Jefe del Septeruo 10 oblig en mu-chas ocasiones sacrificar la libertad al orden. De aqu quelastimase los sentimientos personales y mantuviese en tomosuyo una atmsfera reaccionaria, que hubo de envolver almismo magistrado que 10 sustituy en la presidencia de laRepblica.

    De esa reaccin nos ocupamos en la sptima parte ascomo de la revolucin que fue su consecuencia, y del pe-rodo presidencial llamado del Quinquemo servido tambinpor el General Guzmn Blanco.

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    Despus de iniciarse el debate electoral, durante la pre-sidencia del General Alcntara, comenz la intriga de lausurpacin; y ninguna consideracin detuvo sus autoresen tan obscura pendiente, hasta que llegaron consumar elgolpe de estado. A poco muri de violenta pulmona elGeneral Alcntara; y como este inesperado como trascen-dental acontecimiento tampoco detuvo los usurpadores ensu propsito, sino que los llev mayores escndalos, sur-gi de aqu 10 que se llam reuoluctn rennndicadora, quefue un verdadero esfuerzo nacional para imponer el ordeny reivindicar las prcticas republicanas.

    Al recuerdo de la regularidad administrativa y del pro-greso moral y material desarrollado en el Septenio, losvenezolanos, casi en su totalidad, se pronunciaron contrala usurpacin, aclamaron al General Guzmn Blanco, quese encontraba en Europa apartado de la poltica de Vene-zuela, y en breve campaa, dirigida por el General Gre-gorio Cedeo, alcanzaron un completo triunfo en que nohubo vencidos ni vencedores.

    El resultado del triunfo de la revolucin reivindicado-ra fue crear en Venezuela un orden de instituciones esen-cialmente democrticas que sustancialmente se diferencia-ban en la forma de las que hasta entonces haban impera-do, especie de mezcla de los procedimientos norte-america-nos y suizos; con 10 cual crea el General Guzmn Blanco,autor del nuevo sistema, que Venezuela llegara fundarel nnpersonaiismo (1) en el gobierno de la Repblica y evitar que las usurpaciones continuasen labrando la ruinamoral y material de la patria.

    Tal fue la consecuencia de la revolucin reivindicadoraen 10 poltico; y por 10 que respecta 10 administrativo yeconmico, la reorganizacin fue tan perfecta como pudie-

    1. No es castellana esta palabra, pero es venezolana y denota la ausencia en elpoder pblico de toda influencia sugestin personal.

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    ron tenerla los pases mejor organizados de la tierra. Fueen ese perodo cuando comenz ceder de su tirantez el siste-ma represivo, confundindose liberales y conservadores en10 poltico y en 10 administrativo. Venezuela lleg sumayor esplendor: el progreso se extendi por todas par-tes: la riqueza nacional se elev considerablemente: mu-chos industriales se enriquecieron, merced al sistema pro-teccionista desarrollado por el poder pblico: la deudapblica fue servida con religiosidad: los papeles de crditoalcanzaron grandes valores; y surgi la ra de los ferro-carriles.

    Al terminar el Quinquenio, qued la Repblica bajola Administracin Constitucional del General Joaqun Cres-po, y el General Guzmn Blanco abandon de nuevo el te-rritorio ausentndose para Europa, fin de que tuvieselibertad de accin el nuevo gobierno; pero como ste fuedeficiente, una nueva aclamacin nacional trajo al referi-do General Guzmn Blanco por ltima vez la escenapblica.

    En la octava parle damos cuenta, as del Gobiernodel General Crespo como del de la aclamacin, que en susltimos meses sirvi el General Hermgenes Lpez por de-finitiva ausencia del General Guzmn Blanco.

    El lector encontrar que este mandatario estuvo siem-pre investido por el Congreso de facultades extraordina-rias, las cuales convertan sus gobiernos en una Dicta-dura que, aunque ilustrada, creadora y brillante, fundabaun antecedente verdaderamente peligroso para la libertad.Se explica y aun se justifica que un magistrado que deri-vaba su autoridad del xito de las batallas, y que en vir-tud de ellas haba echado sobre su responsabilidad la tareade regenerar la Repblica, tuviese discrecionalidad de ac-cin; pero es tan o-rande y tan profundo el surco quesiempre abren las dictaduras, que algunos de los sucesores

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    de Guzmn Blanco no se detuvieron estudiar el papelextraordinario que este caudillo desempe en la escenapblica y no pudieron no quisieron comprender que ha-ba sido excepcional su misin. De aqu que siendo muyinferiores moral, intelectual y patriticamente al Jefe delSeptenio, no imitaran sus virtudes y sus aciertos, sino que10 superaran en sus defectos.

    Si esos sucesores del General Guzmn Blanco, quenos hemos referido, hubiesen comprendido que su accinen la esfera gubernativa era puramente legal: si en elcampo de la poltica hubiesen sido tradicionistas, pero conla amplitud de miras que impone la liberal escuela asi-milativa: si la mancomunidad oficial les hubiese merecidorespeto y acatamiento: si hubiesen mirado por el perfec-cionamiento dogmtico y disciplinario de los partidos finde encauzar sus debates por rumbos civilizados y patriti-cos: si todo 10 grande 10 hubiesen referido al ente moraldel gobierno y nada al individualismo: si el triste infe-cundo sistema reaccionario les hubiese merecido la msprofunda aversin; y por ltimo, si no hubiese existido laatrofiante poltica personal que cada uno de esos sucesoresse empe en practicar para asegurar su encumbramiento,desde entonces Venezuela habra dado de manos las revo-luciones armadas y habra ocupado brillante pu sto en elestrado de las naciones.

    Pero precisamente 10 que se propuso fundar el Gene-ral Guzmn Blanco con las instituciones de 1881-el im-personalismo en el gobierno-, fue 10 menos que se prac-tic, no por defecto de esas instituciones sino por falta deausteridad y de abnegacin de los mandatarios; resultandode esto que, falseado el orden legal en lo poltico, vinolugo como inevitable consecuencia el desorden adminis-trativo, y descompuesto de ese modo el cuerpo social, porfalta de regularidad gubernativa, la Repblica fue postrada

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    por la terrible enfermedad de las guerras civiles, como cae,se agrava y sucumbe el cuerpo humano por falta de iner-vacin por deficiencia circulatoria.

    No obstante la discrecionalidad de los gobiernos que elGeneral Guzmn Blanco presidi, se observa en ellos tanperfecta regularidad administrativa, tnto respeto las fr-mulas oficiales y tal acatamiento al principio alternativo,base esencial de la Repblica, que hay que convenir enque esos gobiernos habran sido los ms severamente lega-les si la pasin poltica adversaria no los hubiera comba-tido por medio de la guerra con tan perseverante tenaci-dad; de manera que descartando la represin por cuestio-nes de orden pblico, todos los ramos de la administracinnacional se llenaron por aquellos gobiernos con remarca-ble acierto. Esto han debido tenerlo en cuenta los gober-nantes surgidos de la tranquila fuente del sufragio parahacer de sus perodos constitucionales verdaderas etapas decreciente progreso; y as, avanzando la Repblica en prc-ticas legales, cada uno de ellos habra podido adjudicarsecomo gloria patritica la parte de felicidad que hubieraproporcionado al pas.

    Finalmente en la novena parte encontrar el lectordetallado el perodo reaccionario abierto por el gobierno quepresidi el Doctor Juan Pablo Rojas Pal.

    Al recorrer las pginas de la presente obra, el benvololector hallar no slo la marcha poltica, sino tambin losmovimientos administrativos, industriales militares, legis-lativos, literarios, sociales, rentsticos, fiscales, burstiles; enuna palabra, todo cuanto interesar puede al desenvolvimien-to humano en 10 moral y en 10 material. De aqu la ex-tensin de nuestro trabajo histrico, pues hemos queridoacopiar y exponer todos los datos que pudieran dar el mscompleto conocimiento de Venezuela, prefiriendo aparecercomo difusos antes que pecar como sintticos.

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    Habr lectores que no gusten del anlisis minucioso,pero otros muchos les agradarn los pormenores de lossucesos. Pueden los datos estadsticos ser fastidiosos losnimos ligeros, pero no resultar 10 mismo los espritusreflexivos; y si se tiene en cuenta que los trabajos histri-cos publicados por los compatriotas que nos han precedidoen la penosa labor, (1) si bien algunos de ellos brillantesy superiores nuestro estilo, todos se han concretado los movimientos polticos y militares, habr de tener al-gn mrito. la novedad que hemos introducido en nuestraobra al ofrecer la escena de la patria en toda su extensinyen sus mltiples detalles.

    Tal ha sido el fruto de nuestra prolongada labor; yfelices nos creeramos si de algn modo hemos podido co-rresponder al patrocinio que por especial resolucin le hadispensado el Gobierno de la Repblica, y si alcanzamosla benevolencia del lector.

    Caracas, 1909.

    1. En los momentos en que escribimos estas lneas aparecen los tomos 1 c Y 29 de laHistoria Constitucional t Venezuela escrita por el inteligente ilustrado seor Doc-tor Jos Gil Fortoul, y vemos con placer que este notable e critor se sale de la es-fera ordinaria de nue tros historiadores y abarca mayor y ms lum ino o espacio.

  • PRIMERA PARTE

    Antecedentes-La Conquista-La Colonia-La gran Colombia

  • CAPITULO I

    SumariO.-Prembulo.-Lmites de Venezuela.-Descubriruiento de Venezuela porCrist6bal CoI6n.-Carcter manso de los indgenas: sus ob equios Col6n y suscompaeros.-El ro Orinoco.-Etimologa de la palabra Vimezuela.-Viaje deOjeda, de la Cosa y Vespucio: sus descubrimientos: su recorrida por el litoralde Venezuela.-Por qu se di6 al continente descubierto por Col6n el nombrede Amrica.-Espritu de aventuras.-Ttulo colonial expedido E paa por elPapa Alejandro VI.-Primera divisi6n territorial.-Creaci6n de Provincias 6 Capi-tanas generales y Virreinatos.-Concesiones Ojeda, Nicueza, Dvila y Las Ca-sas.-Origen de la ciudad de Cuman.-Piedad de Las Casas, su reclusi6n unConvento.-Origen de la ciudad de Coro.-Fundaci6n del primer Cabildo.-Elprimer Gobernador de Venezuela.-Lo Belzares 6 Welseres.-E clavitud de losindgenas.-Reclamos y suspensi6n.-Creaci6n del primer Obispado.-El primerObispo.-EI indgena tratado como cosa, se declara persona por el Papa Pablo III.-Crueldad de los conquistadores.c--Introduccin de esclavos negros.-Funda-ci6n de la ciudad de Caracas.-Caracas, capital.-Iglesias.-Inqui ici6n.-Pobla-ci6n de Caracas.-Universidad de Caracas: u primer Rector.-Origen de la Ca-pitana general de Veuezuela.c=Creacin de la Provincia de Barinas.-Someti-miento colonial.-Ideas de libertad independencia.-Tentativa revolucionaria deGual y E paa.-Juicio y condena de los revolucionario .-Ejecuci6n de Jo Maria Espaa.e=Discurso del Presbtero Don Vicente Echeverra.-Otras ejecu-ciones (1799) .-Revoluci6n del General Franci co Miranda (1 06) apoyada por elMini tro ingls Pitt: su fracaso.-lI1ovimiento del 19 de abril de 1 10 en Cara-cas.-EI gobierno pr pio.-Los primero patricios.-Actos de la Junta de go-bierno.-Adhesiones al acto del19 de abril.-Protesta de la Provincia de Coro.-Pri i6n de lo comisionados de Caracas y u remisi6n Puerto Rico.-Per onaldel nuevo Gobierno de Caraea .-Convocatoria del primer Congreso de Vene-zuela.i--Coruisin de Simn Bol var y Luis L6pez Mndez Inglaterra.-Reac-ci6n en Barcelona y Guayana.-Instalaci6n del Congreso (1811).-Mierubros in -taladores.-Reconocimiento de Fernando VII.-Organizaci6n del Gobierno.-Actosdel Gobierno.-Espritu del Congreso.-Regionali mo.s--Lo que pudo hacer E -paa.

    mAR e cribir la hi toria contempornea de \ enezuela, da-liI tndola de de 1830 en que e con tituy definitivamente comoN aci6n independiente, creemo de nece idad fijar 10 principaleantecedente- geogrficos, etnogrfico, territoriale y polticoque irvieron de punto de partida e ta porci6n de la mri-ca del Sur, antecedentes que habrn de constituir la primeraparte de la pre ente obra.

    La Hi toria de la Repblica de Venezuela no sera bien COI11-

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    prendida y apreciada por el benvolo lector, SI no pidisemos alpa ado u luz y u en eanza para ofrecr elas con toda impar-cialidad y buena fe, pue on en extremo interesantes las otrasedade anteriore 1830, de de que en ella e tn la de la Con-qui ta e paola con u hero sinos, con sus tristezas y con suesclavitud, tre vece ecular : la de la lucha por la Indepen-dencia con u atrevimiento, con u grandeza, con sus tra-gedia )' con el continuo batallar de tres lustro ; y la de losorgene , vida y muerte de la Gran Repblica ele Colombia,con u belleza, con 11 hermo as ilu ione, con sus vergon-zo as reaccione y con u negras ingratitudes,

    Para llenar nue tro prop6 ito tenemo que establecer eloscla e de antecedente; territoriales, geogrficos y etnogrficolo no, hi t6rico-polticos 10 otro; fin ele qne el lectorpueda formar cabal juicio obre el gne. i de e ta Naci6n que

    e denomina Estados Unidos de Venezuela, cuyo extenso terri-torio ocupa la mayor parte del litoral ms eptentrional de laAmrica meridional; de manera que el mar de la Antilla baa,11 co tas por el mismo rumbo y por el noreste el Atlntico,confinando al e te con la Guayana ingle a, que unida la ho-lande a y ta la francesa, contigua una secci6n de la delBrasil, la circuyen por u extremo ure te, de de donde suslmite por el ur tocan con 10 eptentrionales de la mi manacion bra ilera y con parte del Ecuador, ha ta coincidir con10 orientale de la Nueva Granada (hoy Repblica de Colom-bia), con quien confina por el oe te en toda su exten in; que-dndole al norte de Maracaibo la penin ula que en u mayorparte ocupan los indio goajiro (1).

    El territorio que hoy con. tituye la Repblica de Ve-nezuela fue descubierto por Cri t6bal Co16n en el tercerviaje que emprendi6 el 30 de mayo de 1498, . aliendo de SanLcar (E paa). El 31 de julio de cubri6 el cabo que llam

    1. Estos datos y los siguientes han sido en su mayor parte tomados de laGeografla General del seor Feliciano Montenegro Coln, editada en Caraca de1833 1837, Imprenta Damir6n. Con po terioridad han surgido cuestiones de l-mie.s con el Brasil, ueva Granada Colombia Inglaterra; todas la fecha de-finllvamente arregladas por arbitramento, perdiendo Venezuela por la decisionearbitrales parte de su primitivo territorio.

  • Cristbal Coln

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    de la Galea en la isla de Trinidad: y costeando por esta isla,el 1 Q de agosto di6 fondo en las inmediaciones de la punta A 1-catrs: el 2 fonde6 en otra punta que llam6 del Arenal: el 3observ6 una canoa tripulada por indgenas, quienes, desconfia-dos, esquivaron todo trato. Entre esta punta del Arenal y elContinente, quien apellid6 Co16n Tierra de Gracia, e t elcanal que denomin6 de la Sierpe el in igne navegante, por lasgrande corrientes que en l observ6. Entrando por ese canalal golfo de Paria, que llam6 en el primer momento de la Balle-na, descubri6 la punta de Pea Blanca, en Trinidad, y la dela Pea en la penin ula de Paria, ob ervando de de all el abraque lugo nombr6 Boca de Drago y que abandon6 por entoncespara reconocer la co ta occidental de la pennsula, que en aquelmomento supona ser una i la. Siguiendo u ruta fonde6 en lainmediaciones de Macuro: lugo fu la punta de Cumau, yde pu la punta de Alcatraces, que denomin de la Aguja.Aqu encontr6 pobladore 6 habitante indgena, y u rey 6 ca-cique 10 invit6 que fue e tierra, invitaci6n que e quiv6 Co-ln; sin embargo, 10 indgena, de ndole man a y genero a,acudieron bordo de la nave del Almirante y llevaron pre en-te y ob equio los que la tripulaban. Al golfo de Paria 10bautiz de pu Co16n con el nombre de Golfo de las perlas,porque all fue donde ob erv 10 indgenas adornado con oroy perlas que llevaban al cuello. De e te golfo ali6 el 13 porla Boca grande, que llam6 de Drago, de cubriendo en egnidala i la de Margarita, Coche y Cubagua y la co ta de Araya;y fue navegando por el golfo de Paria 6 de la Perlas como ob-erv6 el Descubridor que una inmen a rna a de agua dulce em-

    pujaba la alada del mar, y de ah dedujo que e a agua dulceera el producto de un gran ro que necesariamente haba de te-ner un dilatado cur o. Era efectivamente un caudalo o ro, erael ro del Orinoco. Co16n se dirigi6 Santo Domingo, que ha-ba descubierto en su primer viaje emprendido el 3 de ago to de1492 en el puerto de Palo , y ya encontr6 germinando la txicasemilla de la rebeli6n y de la ingratitud lanzada por el alcaldeFrancisco Roldn.

    La etimologa de la palabra Venezuela tiene su origen en

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    el V1aJe que emprendieron el 18 de mayo de 1499, desde Cdiz,Alonso de Ojeda, Juan de la Cosa y Amrico Vespucio, quienescon cuatro naves, convenientemente aviadas y tripuladas, siguie-ron la ruta de Co16n y vinieron, ttulo de conqui tadores, au-torizados por los Reyes de Espaa, descubrir nuevas tierrasen la regi6n que ya el inmortal cuanto desgraciado Descubridorhaba sacado la luz de la civilizaci6n. Ojeda, que haba con-seguido una copia de la carta que levant6 Co16n, pudo fcilmen-te hacer la travesa martima, y 10 veinticuatro da de su sa-lida de Cdiz lleg6 las costas de Surinn , recorri6 las bocasde los ro Esequibo (que denomin6 Ro Dulce) y Orinoco,arrib6 la co ta sur de Trinidad, continu6 hacia el golfo deParia y desemboc6 por la Boca-grande de Drago. Ojeda y suscompaeros recorrieron todo el litoral de de Paria hasta el puer-to de La Vela, habiendo tenido antes en Chichiriviche un cho-que de armas con los indgenas. En La Vela permanecieronquince das y navegaron lugo hacia la isla de Curazao, la quedenominaron de los Gigantes, porque crey6 Ve pucio que suhabitantes eran de gran estatura: descubrieron el 9 de ago toel cabo que denominaron San Romn: creyeron que la penn-sula de Paraguan, que este cabo pertenece, era una i la:entraron lugo en el golfo de Maracaibo, titulado por 10 natu-rale del lugar Coquioacoa y nominado por Ojeda Venecia, por-que encontr6 fabricadas habitaciones por los indgena en aque-11a tranquilas aguas, que le hacan recordar las de la ciudadeuropea. De pu de reconocer y nombrar lago y puerto de SanBartolome la laguna de Maracaibo y de apoderar e de algu-na indias hermosas, recorrieron la costa occidental del golfo yde cubrieron y dieron nombre al cabo de La Vela. De e teviaje de Ojeda, Cosa y Vespucio, surgieron do nombre: eldel Continente, llamado Amrica, resultado de la innoble reac-ci6n y de la negra ingratitud contra el in igne Co16n desa-rrollada; y el de Venezuela, derivado de Venecia, y que abarc6todo el territorio que tuvo y con erva por litoral el recorridopor aquellos navegantes (1).

    1. Algunos historiadores creen que Amrico Vespucio se usurp la gloria del

  • Amrlco Vespuclo

  • Las noticias que llegaban Espaa y los dems puntosde Europa de las grandes riquezas naturales que encerraban lastierras del extenso continente que se acababa de descubrir, des-pertaron el espritu aventurero movido por el resorte de la ava-ricia, y en breve tiempo la Monarqua Espaola se vi6 posee-dora y duea absoluta de vastas posesiones, sobre las cuales al-canz6 una especie de perpetuo ttulo divino por la Bula expedidael 4 de mayo de 1493 por Su Santidad el Papa Alejandro VI (1),en CU)O documento el Vicario de Jesucristo calific6 Co16n dedilecto, hombre apto, muy conveniente tan gran negocio(el descubrimiento) y digno de ser tenido en mucho; y losReye cat6lico Fernando I abel otorg6 sobre la i la y tie-rras de cubierta y que e descubrieren) por la autoridad delOmnipotente Dios, Nos en S. Pedro concedida y del Vicaria-to de J esu Chri to, que exercemos en las tierra, con todos losSeoros della, ciudades, fuercas, lugare, villa, derechos, ju-ri diccione y todas sus pertenencia, por el tenor de las pre-sentes, la damo, concedemos y asignamo perpetuamente Vos y los Reyes de Castilla y de Len, vue tros herederoy sucesores seore della, con libre, lleno y ab oluto poder,autoridad y juri diccin.

    Las inmen a reglOnes conqui tada por la E paa fuerondefinitivamente dividida en do Virreinato) el de Mxico 6Nueva E paa, y el del Per. M tarde se formaron otros

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    Capitana Generales; y a Caraca, 6 Venezuela, qued6 des-prendida del Nuevo Reino de Granada, Guatemala y Yucatndel irreinato de Mxico, Chile del del Per, y Cuba, PuertoRico y Santo Domingo vinieron ser Provincias 6 CapitanasGenerale ; pero raz de la conquista la primera divi i6n te-rritorial en el continente occidental fue decretada en 1508 porFernando de Arag6n, quien autoriz6 Alonso de Ojeda y Diego Nicueza para penetrar en dicho continente y continuar10 de cubrimiento; con i tiendo e a primera divisi6n en re-partir entre 10 mencionado Ojeda y Nicueza toda la Co taFirme, desde el Cabo de la Vela ha ta el de Gracia de Dio,porcione que ms despu se concedieron Pedro Aria D-

    ila. El Emperador Carlo V di6 en 1519 el territorio deCuman al Licenciado Bartolom de La Casas para poblarloy gobernarlo bajo la dependencia de las autoridades de Cuba-gua y Real udiencia de Santo Domingo (1); pero tre aosm tarde, a ombrado La Casas por el brutal tratamiento que10 conquistadore daban 10 indgena, abandon6 el gobiernodel territorio y tomando el hbito de Santo Domingo e re-cluy en un Convento, desde donde no ces6 de ejercer usbueno oficio en favor de 10 infelices indgena.

    En 1527, el 26 de julio, fue fundada la ciudad de Coropor Juan de Ampes 6 Ampe para impedir 10 exce o quecometan lo pirata e paole en su incursiones obre la co-ta de enezuela, celebrndo e con tal motivo una mi a debajode una acacia (2). El ao siguiente, yen el da 27 de julio,lleg6 Coro el primer Gobernador, mbro io lfnger, ade-lantado 6 repre entante de una Compaa de 10 Welsere 6Belzare, comerciante nco de Ausburgo, quiene Carlo V

    1. En u origen la ciudad de Cuman, primognita del continente, se llamNueva Crdoba y la jurisdiccin provincial se denomin Nueva Andatncta, ma elCapitn Genral y Gobernador Don Diego Fernndez de Serpa, por Real Cduladel Rey Fetipe II de 27 de mayo de 1568, le cambi el nombre por el de Cuma-n, l da 24 de noviembre de 1569, por estar la expresada poblacin las orilladel no que llevaba aquel nombre, que en el