REVISIÓN CRÍTICA ACERCA DE LAS UMA’S… · Web viewUn requisito fundamental para el...
Transcript of REVISIÓN CRÍTICA ACERCA DE LAS UMA’S… · Web viewUn requisito fundamental para el...
REVISIÓN CRÍTICA ACERCA DE LAS UMA’S
Introducción
En 1997 la Dirección General de Vida Silvestre, área de la Secretaría de Medio
Ambiente, Recursos Naturales y Pesca encargada de la gestión de la vida
silvestre, creó el “Programa de Conservación de la Vida Silvestre y
Diversificación Productiva en el Sector Rural”. Este instrumento incluye una
estrategia muy importante de conservación de la biodiversidad a través del
establecimiento del Sistema de Unidades de Manejo para la Conservación de
la Vida Silvestre (SUMA). Este sistema intenta complementar al Sistema
Nacional de Áreas Naturales Protegidas, formando corredores biológicos entre
ellas y ampliando el concepto de la conservación de la biodiversidad más allá
de las áreas prístinas, intactas, incorporando a este principio tierras agrícolas y
la matriz seminatural en su totalidad. Un requisito fundamental para el
establecimiento de una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida
Silvestre (UMA) es la presentación de un plan de manejo que considere el
enfoque integral y que sus objetivos incluyan la conservación y desarrollo del
hábitat dentro de sus estrategias de conservación.
Las UMA pueden funcionar como centros productores de pies de cría, como
bancos de germoplasma, como nuevas alternativas de conservación y
reproducción de especies, en labores de investigación, educación ambiental,
capacitación, así como unidades de producción de ejemplares, partes y
derivados que puedan ser incorporados a los diferentes circuitos del mercado
legal. Los tipos de aprovechamiento más comunes que se pueden realizar
dentro de las UMA son extractivos: cacería deportiva, mascotas ornato,
alimento, insumos para la industria y la artesanía, exhibición y colecta y del tipo
no extractivos: ecoturismo, investigación, educación ambiental, fotografía y
video y cine (Schroeder et al, 2009).
Desarrollo
Durante los 90’s se realizó una reestructuración de la legislación ambiental en
México la SEMARNAT implementó una serie de programas de vida silvestre,
uno de ellos fue el Programa Nacional de Conservación de Vida Silvestre y
Diversificación Productiva del Sector Rural, su principal objetivo era preservar
la biodiversidad creando al mismo tiempo oportunidades económicas
diversificadas para el sector rural. El Plan era a largo plazo con tres
subprogramas: 1) las UMA’s; 2) el programa sobre especies prioritarias; y 3) la
creación de "Santuarios de Vida Silvestre ", como otra figura en el sistema
nacional de áreas protegidas. Las UMA’s ganaron popularidad, para 2005 ya
ocupaban el 12.5% de la superficie total del país, sin embargo esta estrategia
nunca ha sido evaluada a fondo.
De acuerdo con Weber et al (2006) argumenta que en el sureste de México han
afectado negativamente a la conservación de la fauna y al desarrollo rural en
comunidades pobres donde se han aplicado, mencionan las diferencias que
existen entre la zona norte y la sur de México, en el norte especies de origen
neo-ártico como en los Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, mientras
que en el sur las especies son de origen neo-tropical. Otra gran diferencia es la
situación socioeconómica, baste comparar la pobreza en los estados de
Oaxaca y Chiapas contra las UMA’s de estados como Nuevo León, Coahuila y
Tamaulipas con ganaderos ricos presionando a la SEMARNAT para
implementar la diversificación implementando las UMA’s.
La problemática de las UMA’s en el sureste es muy variada, las tierras son
ejidos, pero como la biodiversidad es mayor, se ofrece paquetes a extranjeros
para caza silvestre además de la visita a las zonas arqueológicas en los
estados de Campeche y Quintana Roo.
En el estado de Yucatán las UMAs no están funcionando en su totalidad como
estrategia de conservación y aprovechamiento de fauna silvestre de acuerdo a
los criterios de la Ley General de Vida Silvestre (González et al, 2003).
Cada UMA debe presentar un plan de manejo aprobado por la Dirección
General de Vida Silvestre y debe contener condiciones físicas y biológicas del
lugar, objetivos, actividades, indicadores de éxito, informes periódicos, etcétera.
Sin embargo los autores consideran que los planes son cuestionables, lo cual
coincide con lo que menciona Gallina-Tessaro et al (2009), quienes tras hacer
una revisión de las bases de datos de las UMA’s por estado ha detectado que
existen graves problemas técnicos y conceptuales en los planes de manejo que
son la base de la permanencia de las UMA’s, volviéndose solo una compilación
bibliográfica sin trabajo de campo, además que se detecto en la zona norte del
país que un mismo técnico es el responsable de distintas UMA’s lo que hace
dudar de que un solo técnico supervise superficies tan grandes.
Otro gran problema de las UMA’s es la introducción de especies exóticas, en el
norte ya se ha introducido especies como el jabalí que en manadas y al verse
libre puede ocasionar problemas para controlarlo, en el sureste de México con
la ayuda de los datos de las UMA’s hasta diciembre de 2009 se graficaron el
porcentaje de especies exóticas en criaderos (Gráfico 1).
Gráfico 1. Porcentajes de especies exóticas, mixtas y nacionales en los
criaderos autorizados por Semarnat en los estados del sureste de México
(Fuente: elaboración propia para este ensayo, tomando los datos de UMA’s
intensivas hasta diciembre de 2009).
Es imperativo obtener las estimaciones exactas de la población de vida
silvestre para cumplir con los objetivos de las UMA’s en el sureste de México,
donde los hábitats predominantes son tropicales y bosques secos, donde son
importantes los estudios para la estimación de la población de vida silvestre.
Gallina-Tessaro et al (2009) también ha concluido que hay una falta de
confiabilidad en las estimaciones poblacionales y los datos biológicos.
La caza de subsistencia en el sureste mexicano es una actividad que no debe
ser totalmente prohibida, pero debe ser regulada debido a que algunas
comunidades aisladas necesitan cazar para sobrevivir. La importancia de la
caza de subsistencia a la población local se hace aún más evidente durante la
temporada de huracanes, cuando algunas comunidades pueden depender de
la caza para sobrevivir durante semanas el aislamiento causado por los
huracanes.
Un factor determinante para el éxito de las UMA’s es la distribución de los roles
de los diversos actores implicados (propietarios de tierras, los pobladores
locales, guías, proveedores de equipo, los técnicos en vida silvestre y los
funcionarios gubernamentales de la secretaría del medio ambiente).
De acuerdo al informe del resultado de la fiscalización superior de la cuenta
pública 2008 a la SEMARNAT en el rubro de la conservación de la vida
silvestre, hizo la siguiente observación (textual): “No se dispone de criterios,
lineamientos técnicos e instrumentos específicos para la evaluación de los
diferentes tipos de aprovechamiento, para cumplir con los objetivos del SUMA
(Sistema de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre),
toda vez que no han sido elaborados ni diseñados, y que se está iniciando con
la elaboración de planes de manejo tipo que les permitiría incorporar
indicadores de éxito que fueran homogéneos y que les permitiera evaluar el
cumplimiento de los objetivos del SUMA, ya que en los planes de manejo de
UMA actuales, sólo se requiere un texto libre, por lo que no en todos los casos
los responsables de elaborar los planes de manejo incorporan indicadores de
éxito socioeconómicos y ambientales cuantificables”. Asimismo, indicaron que
“no se realizan evaluaciones al SUMA como política de conservación y
aprovechamiento sustentable de la vida silvestre, debido a que no se tienen
definidos ni establecidos los criterios para su evaluación ni se dispone de un
sistema, base de datos o tablero de control que permita su evaluación”.
Todo lo anterior pareciera indicar que se está permitiendo la instalación de más
UMA’s sin la más mínima idea, más de que aumentar sus cifras y mostrar
“eficiencia” y aumentar las superficies en hectáreas bajo el SUMA. Por cierto
con respecto a los planes de manejo tipo, a partir del pasado 21 de abril ya
existen 12 planes tipo en la página
http://www.semarnat.gob.mx/gestionambiental/vidasilvestre/Pages/PLANESDE
MANEJOTIPO.aspx.
Dentro de dicho informe continúan las observaciones realizadas, otra relevante
fue la siguiente: “…recomienda que la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales establezca metas de visitas de supervisión técnica a las
Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, en
cumplimiento del artículo 13, fracción II, Segunda Norma…”. Lo anterior se
sustentó plenamente, pues en el periodo 2006-2008, las UMA en las que se
realizaron visitas de supervisión técnica se incrementaron en 128.0% (sic), en
promedio anual, al pasar de 5 visitas en 2006 a 26 visitas en 2008, a este año
había casi 8500 UMA’s en el país, osea ni el 1%.
Gallina-Tessaro et al (2009), menciona que existe un escaso seguimiento de
las UMA’s autorizadas y no hay una evaluación de su impacto sobre la
biodiversidad, mucho de lo cual se debe a la limitada capacidad institucional
para verificar el correcto funcionamiento de las UMA’s, falta de personal,
escasez de recursos, entre otros.
Además de lo anterior es necesario que el personal tenga los conocimientos
necesarios para realizar estas visitas y para la revisión de los planes de
manejo. Existe una falta de capacitación en el manejo de vida silvestre por
parte del personal de las delegaciones federales que revisan la documentación
de las UMA’s, lo que repercute en que los expedientes estén incompletos y
propicia la manipulación deshonesta de los datos (Gallina-Tessaro et al, 2009).
Relacionado con lo anterior, González et al (2003) menciona que las UMA’s al
ser registradas deben tener además del enfoque de conservación de las
especies de interés o del hábitat, la capacidad para obtener algún beneficio. La
proporción de UMA’s que cumplen con lo establecido por la Ley General de
Vida Silvestre es menor respecto a lo esperado, debido probablemente a la
deficiencia que existe en la elaboración y aplicación de los planes de manejo.
El autor ha encontrado que solo el 59.25% de las UMA’s intensivas cubren con
el binomio conservación- aprovechamiento y el 40.75% no lo cumplen, lo cual
es un porcentaje considerable.
En muchas UMA’s el manejo se ha centrado en unas cuantas especies y se ha
basado esencialmente en incentivos económicos, el manejo de unas cuantas
especies, tales como el venado cola blanca, venado bura, guajolote silvestre,
pecarí de collar, y palomas, entre otras y lo que les interesa es obtener el
máximo de beneficios económicos a corto plazo, quedando relegada la
conservación en sí (Gallina-Tessaro et al, 2009).
García-Marmolejo et al (2008) encontró que en Campeche las extracciones de
fauna son menores a las que originalmente la SEMARNAT le autorizó, lo que
puede deberse a dos razones, o no se reporta la cantidad real extraída o lo
extraído para subsistencia no se reporta, lo que también puede suceder es que
lo autorizado está inflado por errores en el muestreo. En el mismo análisis no
encontraron datos claros sobre la extracción de madera del la UMA pues no
existen datos suficientes para analizar el impacto de la extracción sobre los
recursos forestales de la UMA’s y los alrededores de las mismas. La superficie
de las UMA’s en ocasiones se pueden aumentar con el objeto de volver más
altos los índices de extracción.
Conclusiones
Después de haber leído distintos artículos e informes, concluyo que son más
las deficiencias de las UMA’s y de la dependencia que las coordina que los
beneficios reales a los habitantes o propietarios de las mismas, por tal razón
expongo las deficiencias en las que coinciden:
Falta generar los indicadores para determinar si las UMA’s
efectivamente están contribuyendo a la conservación de la biodiversidad
para lo cual fueron creadas.
Falta de personal capacitado para la evaluación de los planes de manejo
para UMA’s que se quieren formar.
Planes de manejo deficientes en UMA’s ya establecidas.
Falta de vigilancia y seguimiento de las UMA’s por parte de las
autoridades responsables del tema, pues como se sabe prácticamente
no se hacen visitas a las más de nueve mil UMA’s del país.
Es necesario transparentar el funcionamiento y operación de las UMA’s
en México.
Reestructurar la organización de la instalación de nuevas UMA’s para
evitar que continúen instalando de forma desmedida.
Verificar el propósito de las UMA’s extensivas pues en sus bases de
datos todas están registradas como de Conservación, manejo,
aprovechamiento, cinegético, comercial, investigación, exhibición,
manejo de hábitat, ecoturismo, reproducción, y repoblación, lo cual no es
posible pues manejan especies distintas en superficies distintas.
Deficiencia en las estimaciones de vida silvestre, es decir una falta de
confiabilidad en las estimaciones poblacionales.
Asegurar que las UMA’s efectivamente sean manejadas para fines de
conservación de la vida silvestre, pues en el sureste de México son
pocas las que lo hacen.
Dudosos valores reportados en cuanto a extracción.
La extracción de subsistencia no se contabiliza en las extracciones a las
UMA’s.
Introducción de especies exóticas sin estudios que muestren cual será el
comportamiento a futuro.
Los estudios señalan que algunas UMA’s de Campeche y Yucatán no
están funcionando correctamente.
La extracción de subsistencia se debe permitir pues forma para de sus
costumbres y en caso de desastres es necesario hacerlo en algunas
comunidades, sin embargo si se debe regular.
No se tienen datos sobre la extracción de madera en áreas forestales de
las UMA’s o próximos a la misma.
Para tener alguna probabilidad de éxito de las UMA’s se deberá tener
una vinculación estrecha entre autoridades encargadas del ramo,
propietarios de las tierras donde se ubican las UMA’s, ONG’s y
habitantes cercanos a las mismas.
Bibliografía
Auditoría Superior de la Federación. Informe del resultado de la fiscalización
superior de la cuenta pública 2008. [En línea]. Tomo VI Volumen 2. Disponible
en Web: <http://www.asf.gob.mx/trans/Informes/IR2008i/Indice/Auditorias.htm>.
García-Marmolejo, G; G. Escalona-Segura, y H. van der Wal. 2008. Multicriteria
evaluation of wildlife management units in Campeche, Mexico. Journal of
Wildlife Management, 72(5): 1194-1202.
Gallina-Tessaro, S. A., Arturo Hernández-Huerta, Christian Alejandro Delfín-
Alfonso y Alberto González-Gallina. 2009. Unidades para la conservación,
manejo y aprovechamiento sustentable de la vida silvestre en México (UMA).
Retos para su correcto funcionamiento. Investigación ambiental 2009, 1 (2):
143-152.
González-Marín, R. M., R. Montes-Pérez, y J. Santos Flores. 2003.
Caracterización de las unidades para la conservación, manejo y
aprovechamiento sustentable de fauna silvestre en Yucatán, México. Tropical
and Subtropical Agroecosystems, 2: 13–21
Schroeder, R. L., Rodrigo A. Medellín, Oscar Ramírez Flores y Ariel Rojo
Curiel. 2009. La importancia de los objetivos de hábitat en los Planes de
Manejo de las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre
(UMA). Investigación ambiental 2009, 1 (2): 136-142
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Sistema de Unidades de
Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (SUMA). [En línea].
Disponible en Web:
<http://www.semarnat.gob.mx/gestionambiental/vidasilvestre/Pages/sumas.asp
x>
Weber, M., G. García-Marmolejo, y R. Reyna-Hurtado. 2006. The Tragedy of
the Commons: Wildlife Management Units in Southeastern Mexico. Wildlife
Society Bulletin, 34(5): 1480-1488.
José Arturo Romero Montero