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colección.exposiciones.actividades.educación. investigación.enciclopedia. Historia Que ver Pintura Objetivos y Fines Dibujos y Estampas Escultura Artes Decorativas Pinceles & Lienzo

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colección.exposiciones.actividades.educación.investigación.enciclopedia.

HistoriaQue verPintura

Objetivos y Fines

Dibujos y Estampas

Escultura

Artes Decorativas

Pinceles&

Lienzo

El edificio que hoy sirve de sede al Museo Nacional del Prado fue diseñado por el ar-

quitecto Juan de Villanueva en 1785, como Gabinete de Ciencias Naturales, por orden de Carlos III. No obstante, el destino final de esta construcción no estaría claro hasta que su nieto Fernando VII, impulsado por su esposa la reina María Isabel de Braganza, tomó la decisión de destinar este edificio a la creación de un Real Museo de Pinturas y Esculturas. El Real Museo, que pasaría pron-to a denominarse Museo Nacional de Pintura y Escultura y posteriormente Museo Nacio-nal del Prado, abrió por primera vez al públi-co en noviembre de 1819. Nació con el doble propósito de mostrar las obras propiedad de la corona y descubrir a Europa la existencia de una escuela española tan digna de méri-to como cualquier otra escuela nacional. El primer catálogo, realizado en 1819 y dedi-cado exclusivamente a la pintura españo-la, constaba de 311 pinturas, aunque, en ese momento, se guardaban ya en el Museo 1.510 obras procedentes de los Reales Si-tios pertenecientes también a otras escue-las. La valiosísima Colección Real, germen de los fondos del actual Museo del Prado, comenzó a adquirir pleno desarrollo en el si-glo XVI en tiempos del emperador Carlos V y continuó enriqueciéndose con el concurso de los monarcas que le sucedieron, tanto Austrias como Borbones. Gracias a la volun-tad y al esfuerzo de todos ellos ingresaron en la Colección Real los mayores tesoros que se pueden contemplar hoy en el Prado como El Descendimiento de Weyden, El Jardín de las delicias de El Bosco, El caballero de la mano en el pecho de El Greco, El tránsito de la Virgen de Mantegna, La Sagrada Familia, conocida como “La Perla”, de Rafael, Car-los V en Mühlbergde Tiziano, El lavatorio de Tintoretto, el Autorretrato de Durero, Las Meninas de Velázquez, Las tres Gracias de Rubens o La familia de Carlos IV de Goya

Historia

Debido a la magnitud de las colecciones expuestas y la dificultad para decidir qué ver; el Museo del Prado propone a sus visitantes tres recorridos para conocer sus

obras maestras.

Según el tiempo con el que se cuente para realizar la visita, se han seleccionado 15, 30 y 50 piezas que recorren los nombres de los pintores más destacados, además de obras excepcionales de orfebrería y escultura de los fondos del Museo.

Tres recorridos por las salas, en donde no dejar de ver obras cumbre de los maestros europeos como La Anunciación de Fra Angélico, El Lavatorio de Tintoretto, El Descendi-miento de Roger van der Weyden, El Jardín de las delicias del Bosco o Las tres gracias de Rubens; junto con obras claves de la escuela española como Las Meninas de Velázquez, El sueño de Jacob de Ribera o Los Fusilamientos de Goya.

Qué ver

Num. de catálogoP02825AutorWeyden, Roger van derTítuloEl DescendimientoCronologíaHacia 1435TécnicaÓleoSoporte

Num. de catálogoP00809AutorEl GrecoTítuloEl caballero de la mano en el pechoCronologíaHacia 1580TécnicaÓleoSoporte

LienzoMedidas81,8 cm x 65,8 cmEscuelaEspañolaTemaRetratoExpuestoSiProcedenciaColección Real

TablaMedidas220 cm x 262 cmEscuelaFlamencaTemaReligiónExpuestoSiProcedenciaPatrimonio Na-cional

El gran maestro de Tournai centra la composición en la Compassio Mariae, la pasión que experi-menta la Virgen ante el sufrimiento y la muerte de su Hijo. Para traducirla en imágenes, el pintor escoge el momento en que José de Arimatea, Nicodemo y un ayudante sostienen en el aire el cuer-po de Jesús y María cae desmayada en el suelo sostenida por San Juan y una de las santas mujeres.

Retrato de personaje desconocido, vestido con traje negro de cuello y puños de encaje y luciendo colgante y espada, detalle que destaca su condición de caballero. Una de las obras maestras del

Renacimiento español y una de las más divulgadas de la producción de El Greco.

Num. de catálogoP00015AutorAngelico, FraTítuloLa AnunciaciónCronologíaHacia 1426TécnicaTémperaSoporte

TablaMedidas194 cm x 194 cmEscuelaItalianaTemaReligiónExpuestoSiProcedenciaColección Real

Num. de catálogoP01670AutorRubens, Pedro PabloTítuloLas tres GraciasCronologíaHacia 1635TécnicaÓleo

SoporteTablaMedidas221 cm x 181 cmEscuelaFlamencaTemaRetratoExpuestoSiProcedenciaColección Real

SoporteLienzoMedidas318 cm x 276 cmEscuelaEspañolaTemaRetratoExpuestoSiProcedenciaColección Real

Retrato de la infanta Margarita, hija de Felipe IV (1605-1665), rodeada de su servicio o “familia”

en una sala del Alcázar de Madrid.

Retablo pintado para el convento de Santo Domingo en Fiesole, cerca de Florencia. La tabla central muestra bajo el pórtico la Anunciación del Arcángel Gabriel a María y, a su izquierda, la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. La condenación y salvación del hombre. En el banco o predela se narran escenas de la vida de la Virgen: Nacimiento de María y los Desposorios con San José, Visitación de María a su prima Santa Isabel, Nacimiento del Niño Jesús, la Presentación del Niño en el Templo y

la Dormición de la Virgen con Cristo recogiendo su alma.

Las Gracias, descritas en la Teogonía de Hesiodo, eran tres: Aglaya, que significa resplande-ciente, Eufrósine, que quiere decir gozosa y Talía, que significa floreciente. Nacidas de uno de los amores de Zeus, las tres Gracias eran vírgenes puras que vivían con los dioses, asistían a los banquetes y despertaban la alegría de vivir. Estaban al servicio de Afrodita, la diosa del amor y nunca conocían el aburrimiento.

Num. de catálogoP01174AutorVelázquez, Diego Rodríguez de Silva yTítuloLa familia de Felipe IV, o Las MeninasCronologíaHacia 1656TécnicaÓleo

Pintura

Pintura española

Pintura italiana

Pintura francesa

Con casi 4.900 cuadros, el Museo del Prado posee la más amplia y valiosa colección de pintura española existente

hoy en el mundo, desde el Románico hasta el siglo XIX. Obras maestras de Bartolomé Bermejo, Pedro Berruguete, Sánchez Coello, El Greco, Ribera, Zurbarán, Murillo, Alonso Cano, Ve-lázquez, Goya, Vicente López, Fortuny, Carlos de Haes, los Madrazo, Rosales y Sorolla conforman un conjunto inigualable universalmente reconocido.

Después de la escuela española, por calidad y cantidad, se sitúa la italiana, con más de mil cuadros, muchos de ellos

procedentes de la Colección Real.

De la pintura de los siglos XIV y XV, menos valorada hasta el siglo XIX, hubo muy pocas obras en la Colección Real. Preci-samente por ello, también está mucho menos representada en el Museo, aunque cuenta con algunas obras maestras del siglo XV de Fra Angelico, Mantegna, Antonello de Messina y Botticelli, que ingresaron en el Prado de forma diversa.

La cuarta escuela nacional mejor representada en el Prado, después de la escuelas española, italiana y flamenca, es

la francesa, con más de trescientos cuadros –en su mayoría procedentes de la Colección Real-, que ofrecen un panorama incompleto pero sugestivo desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo XIX. De entre ellos, el mayor protagonismo corres-ponde a los siglos XVII y XVIII. Como sucede con las restan-tes escuelas extranjeras, los acontecimientos históricos y el gusto de los reyes españoles determinaron que su presencia fuera mayor o menor en los Sitios Reales. Varias obras de los dos mejores artistas del Clasicismo francés, Nicolás Poussin y Claudio de Lorena, se encargaron directamente a los pintores en época de Felipe IV para decorar el Palacio del Buen Retiro.

EsculturaEscultura griega

Escultura romana

Siglo XVII y XVIII

La colección de escultura en el Museo del Prado supera las 900 piezas, existiendo también una gran cantidad de frag-

mentos, casi 200. La mayoría son obras de escultura clási-ca, renacentista, barroca y de los siglos XVIII y XIX, aunque también incluye algunas obras orientales y medievales.

El Museo del Prado posee uno de los mejores exponentes del eclecticismo neoático realizado en las primeras décadas

del Imperio Romano, el Grupo de San Ildefonso. Pieza de excepción es también la Apoteosis de Claudio, que se alza sobre un pedestal barroco.

El Museo posee dos obras encargadas por Velázquez a Mat-teo Bonarelli de Lucca en su segundo viaje a Italia: los

leones de bronce dorado que hacen de soporte a varios ta-bleros de piedras duras convirtiéndolos en mesas, y el Herma-frodita, copia de una pieza clásica que se conservaba en una colección romana, así una copia de artista desconocido de la famosa escultura de El Espinario.

En el capítulo de Nuevas Adquisiciones hay que destacar tam-bién la donación de don Mario Zayas en 1944, que aportó al Museo una pequeña, pero importante, representación del arcaísmo griego, ausente por completo en la Colección Real. También se han comprado recientemente las esculturas de Epimeteo y Pandora de El Greco.

La colección de retratos romanos es amplísima. Se exponen obras representativas de los tres modelos iconográficos que representaban a un emperador: Augusto togado, revestido del poder religioso y civil, Personaje con coraza, armado como emperador de los ejércitos y Augusto o Tiberio en des-nudo heroico, divinizado después de la muerte.

Dignos de reseñar son 31 relieves realizados en siglo XVIII por un numeroso grupo de escultores que, cuando se encarga-ron, estaban destinados a colocarse en las sobrepuertas del piso principal del Palacio Real de Madrid

Dibujos y estampas

Artes Decorativas

El Museo del Prado posee una interesante colección de dibujos de diversas escuelas que abarcan desde el siglo XV hasta el XIX. Se compone de un núcleo original pro-

cedente de las Colecciones Reales al que más tarde se añadió el fondo del Legado de don Pedro Fernández Durán, integrado por alrededor de 2.700 obras, junto con varias adquisiciones posteriores y alguna donación. Como resultado de todo ello actualmente el contenido del gabinete de dibujos sobrepasa las 8.200 obras.

El Museo del Prado, a lo largo de su historia, ha ido incorporando otras obras que se suman a las ya señaladas de pintura, escultura, dibujo y estampa. De entre ellas,

el fondo más importante procedente de la Colección Real es el llamado el Tesoro del Delfín, expuesto como conjunto en una sala del Museo. Pero otras muchas piezas, no por poco conocidas menos importantes, se exhiben distribuidas en diferentes salas.

En mobiliario cabe destacar la colección de mesas y consolas de Piedras Duras del siglo XVIII, producto de la pasión que sintió Carlos III hacia este tipo de arte, y los ”casso-nes” o arcas de boda de los siglos XV y XVI, compradas por el Museo en 1966.

La colección de estampas asciende a más de 4.200 obras entre ellas cabe destacar las más de 500 estampas procedentes de la Biblioteca de don José María Cervelló, recien-temente adquirida por el Museo.

Objetivos y fines

Visita www.museodelprado.es

El Museo Nacional del Prado tiene por objetivo la consecución de los siguientes fines:

Garantizar la protección y conservación, así como promover el enriquecimiento y mejora de los bienes del Patrimonio Histórico Español adscritos al mismo.Exhibir ordenadamente las colecciones en condiciones adecuadas para su contempla-ción y estudio.Fomentar y garantizar el acceso a las mismas del público y facilitar su estudio a los investigadores. Impulsar el conocimiento y difusión de las obras y de la identidad del patrimonio histórico adscrito al Museo, favoreciendo el desarrollo de programas de edu-cación y actividades de divulgación cultural.Desarrollar programas de investigación y formación de personal especializado y esta-blecer relaciones de colaboración con otros museos, universidades o instituciones cul-turales, organizando exposiciones temporales y desarrollando acciones conjuntas para el cumplimiento de sus fines. Dichas relaciones de colaboración se desarrollarán pre-ferentemente con las instituciones dependientes o vinculadas a las Administraciones públicas, prestando especial atención a aquellas con mayor relevancia y proyección en el ámbito museístico.Prestar los servicios de asesoramiento, estudio, información o dictamen de carácter científico o técnico que le sean requeridos por los órganos competentes de la Admi-nistración General del Estado o que se deriven de los convenios o contratos otorgados con entidades públicas o privadas, con personas físicas, en las condiciones y con los requisitos que reglamentariamente se determinen.Artículo 3 de la Ley 46/2003, de 25 de noviembre, reguladora del Museo Nacional del Prado.