Revista D-Enunciado nº3

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REVISTA CASTELLANO USACH N°3

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ISSN 0719-0557Revista D-EnunciadoJulio 2011 Número 3, año 2 Pedagogía en Castellano Universidad de Santiago de Chile

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R E V I S T A C A S T E L L A N O U S A C H

N°3

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PALABRAS INICIALES

Nuevamente estamos presentes,

una tercera edición con muchas novedades

está en tus manos. Con un trabajo com-

prometido, arduo y reflexivo hemos lo-

grado un nuevo desafío.

La revista D-Enunciado no ha sido

pensada nunca como una herramienta reacciona-

ria al acontecer inmediato, se creó (y se mantie-

ne) como un espacio de reflexión y socialización

del sujeto y su entorno, trabajando desde la vi-

sión del estudiante de la hoy Pedagogía en Cas-

tellano de la USACH. Es a través de esta forma

de trabajo que nos hacemos cargo de los pro-

blemas que atañen al sistema educacional ac-

tual, porque no son un problema aislado ni

coyuntural, sino el resultado de un sistema

mercantil impuesto y aceptado por la pasividad

de todos nosotros.

Porque el camino es largo, entendemos que el trabajo crítico y

constante es la manera en la que construimos una alternativa a las formas

establecidas que vivimos hoy.

Esta edición, luego de muchas propuestas, tiene como temática

central la DIVERSIDAD y por ello, desde la primera página quisimos ceder

la voz: escuchar y reflexionar.

Bienvenidos a conocer, pensar y discutir, bienvenidos a D-Enunciado.

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ISSN 0719-0557

Revista D-Enunciado Julio 2011

Número 3, año 2 Pedagogía en Castellano

Universidad de Santiago de Chile

Representantes David Coñomán Romero

Carolina Saavedra Sáez

Equipo Editorial Karla Cabello Orellana Daniela Correa Vargas

Samuel Díaz Alegría Francisco García Mendoza

Sebastián Moya Durán Viviana Varela Salazar

Felipe Velásquez Robledo Irving Goo

Colaboradores

Modesto Aranda Brito Javier Ossandón

Daniela Rojas Pérez Daniel Santos Da Silva

Javiera Ruiz Cabrera Pablo Acevedo

Margarita Aránguiz Calderón Soledad Rodríguez Valenzuela

Diseño

Matías Fuentes Aguirre

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ÍNDICE

Epistolaria 7

¿Cómo abolir la ceguera? 10

Diversidad, una cuestión de principio 14

Educación en y para la diversidad 16

Poesía 18

Microcuentos 21

Las tribus urbanas 24

RAE, ¿Normando la identidad? 28

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E P I S T O L A R I A

Por Daniel C. Santos da Silva*

Estudiantes de Castellano de USACH,

Cuando postulé mi beca de intercambio para

la USACH no tenía idea de lo que me esperaría en Chile.

Vine para acá con pocas informaciones del país y una de

estas era: “Chile, el país más desarrollado de América

Latina”. Al escuchar eso pensaba que iba a encontrar la

mejor calidad de vida, pocas diferencias sociales y una excelente educación. Ya en el bus que me

trajo empecé a cambiar eses conceptos, al escuchar un brasileño (que trabaja acá hace algunos

años), señalando que acá en Chile no existían universidades públicas, incluso no existía salud

pública. Me sorprendí, pero en verdad no creí en esto, ya que, en mi inocencia, la Educación y la

Salud gratis eran derechos de todas las personas.

Al empezar e conocer a las personas de la Universidad, una de las primeras cosas

que pregunté fue justamente esto: “¿Acá ustedes pagan para estudiar?” Además de escuchar un

“sí, po, cachai”, me di cuenta que lo que ustedes pagan para estudiar es el costo de una carrera de

Licenciatura en una universidad privada en Brasil.

Mi primer pensamiento tras eso fue: “Yo nunca podría estudiar si fuera de este país,

es una suerte ser de Brasil”. Nunca pensé que la educación de mi país fuera buena, aún no lo creo

de todo, sin embargo, sí, sé que allá una persona puede estudiar para la prueba de selección (lo

que ustedes llaman PSU), aprobar y cursar una carrera sin pagar nada, como es mi caso. Cuando

digo NADA, quiero decir que estudio sin necesitar una beca, sin valores semestrales de matrícula,

tampoco una tasa anual que ustedes, lamentablemente, pagan acá.

En mi familia mis hermanos, tampoco mis padres, hicieron pregrado. Con surte dos

de mis hermanas egresaron de secundaria. En verdad, mi mamá no creía posible que yo hiciera

pregrado. Estudié un año y medio para aprobar en el “PSU”, pero ahora, desde hace tres años y

medio que estoy en mi carrera. Con mucho orgullo quiero ser profesor. Probablemente no seré

rico, pues esta profesión también es desvalorada allá. Pero sé que, al menos, no necesito trabajar

todo el año con la finalidad de pagar mi carrera. Tampoco tengo deudas con el Estado cuando me

reciba (me refiero directamente a los llamados créditos universitarios).

Otra posibilidad de hacer una carrera gratis allá, es por el Examen Nacional, reali-

zado todos los años por los alumnos de la secundaria. Dependiendo de la nota que uno obtenga

en esta prueba, se puede conseguir una beca parcial o integral en una universidad privada.

*Estudiante de Letras de la Universidad Federal del Paraná, Brasil, actualmente cursa la carrera de Pedagogía en Caste-llano en esta universidad mediante la beca de movilidad estudiantil AUGM. A portas de terminar su estadía en la Usach quiso compartir con los estudian-tes (y amigos) su experiencia en Chile y la diversidad de injusticias que, como estudiante, joven y extranjero puede ver y sentir en nuestro Gran País Civilizado.

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Hay muchos problemas en Brasil, por supuesto, pero allá, mientras los profe-

sores luchan por mejores sueldos y los alumnos por una mejor educación, ustedes luchan

por una cosa que, en mi concepción, es DERECHO de ustedes: hacer una carrera sin pagar.

A todas las personas de Brasil que dije que acá ustedes pagan para estudiar, la

reacción fue la misma: indignación. Y esto también sentí cuando supe que acá una mujer no

puede tener un parto gratis. La primera persona que me vino a la cabeza fue mi hermana

con sus cuatro hijos. ¿Qué sería de ella si necesitara pagar para tener a sus hijos? ¿Si no

tuviera el derecho a la salud gratis (que, claro, no es de las mejores, pero, sí, existe) para mis

sobrinos?

Puedo señalar, además, que allá también existen becas del gobierno para las

familias con bajo sueldo. Por ejemplo, una mamá puede ganar dinero por cada hijo que

mantiene en el colegio. Es la situación que vive mi hermana.

Yo no puedo imaginar a mi papá, que es conductor de bus, esperando en una

plaza su horario de trabajo, sin la posibilidad de ir al baño, teniendo que usar pañal, como

supe que ocurre con algunos conductores de acá. ¡Por Dios! eso me parece que va en contra

de los Derechos Humanos. No puedo imaginarme ganando solamente monedas de la gente

que se va al mercado, cuando era empaquetador, sin un sueldo garantizado.

En el trabajo mi papá, por ejemplo, tiene derecho a pasaje gratis, una canasta

familiar mensual, vacaciones anuales, además de recibir el décimo tercero sueldo, es decir,

trabaja todo el año y en diciembre tiene derecho a un sueldo más. Eso sin mencionar la

gente que tiene derecho a convenios de salud privados.

Pero, volviendo al tema “Educación” – que para mí es dónde empieza el cam-

bio - e intentando concluirlo. Me parece que muchos de ustedes están acostumbrados y

resignados con esta situación o, a veces, no saben que en otro país existe este DERECHO de

tener una educación gratis. Pienso que es muy difícil acceder socialmente acá. Quizá yo haga

un magíster en Brasil, que también puede ser gratis, además de ofrecer una beca en dinero a

algunos estudiantes (algo como trecientas “lucas”, según informaciones que tuve).

Jamás podría ser tan egoísta al punto de estar en contra del paro, ya que vine

acá, teóricamente, para estudiar. Al contrario, creo que ustedes deben seguir luchando y

exigiendo una cosa que, repito, es DERECHO de ustedes. No acepten becas, eso no es algo

garantizado. Luchen por la educación PÚBLICA, pero sin impuestos y créditos.

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¿ C Ó M O A B O L I R L A C E G U E R A ? Por Fu Whiteclaw (Sebastián Moya D.)

¿Qué es lo que nos motiva a actuar? ¿Somos nosotros mismos, o es acaso que no somos más que el superfluo producto de las múltiples influencias de nuestro contexto histórico y nuestra realidad social? ¿Estamos acaso imposibilitados para desligarnos de nuestra historia y generar pensamientos intrépidos y originales por miedo a que caiga sobre nosotros el peso del juicio social?

A través de este tratado haré referencia a aquella discriminación prejuiciosa que día a día hacemos contra todo aquel pensamiento que difiere del nuestro, sea por oponerse a nuestra ideología, o sencillamente porque nos parece inapropiado para los estándares de normalidad hegemónica. ¿Será que realmente criticamos de forma inteligente, o solo lo hacemos por satisfacer nuestra necesidad de erradicar aquello que es diferente?

Son muchos los que se posicionan en el pensamiento ideológico masivo pro-puesto por algún personaje eminente en el pasado. Este fenómeno se explica por el hecho de que siempre estamos en búsqueda de algo más grande con lo cual identificarnos; un lugar al cual pertenecemos. Si bien son pocos los que se aferran fielmente a todos y cada uno de los lineamientos de una ideología masiva, inevitablemente ella nos dicta una serie de supuestos que debemos aceptar, así también como una serie de elementos conside- rados perjudiciales que debemos abolir.

Es una estrategia frecuentemente utilizada para convocar voluntarios a una batalla la de enaltecer las falencias el enemigo. Inevi- tablemente exageramos la maldad de todo aquello que se nos opone en pos de ganar adherencia, porque cuando tenemos un propósito, queremos sumar gente a toda costa a nuestra causa. Todo pensamiento ideológico masivo trabaja bajo la misma lógica. Por ello, pese a aceptar los supuestos que este propone, debemos ser siempre discriminadores con la información que nos entrega y no tragar ni digerir todo a fe ciega. Caso contrario, nuestro pensa- miento estaría siendo ofuscado y consumido por otro que intenta ufanamente imponerse sobre los demás.

Por otra parte, es necesario tener en consideración que para que un pensamiento crítico verdaderamente lo sea, debe primeramente cuestionarse a sí mismo. Todo merece ser criticado y puesto en cuestión, incluso los mismos li- neamientos que motivan la formación de la, así llamada, educación crítica. En este aspecto, se crea una paradoja lógica dentro del pensamiento crítico, ya que acaba final- mente por negarse a sí mismo, caso similar a como ocu- rre con el dadaísmo (movimiento vanguardista de ori- gen europeo caracterizado por desafiar el sentido lógico y racional).

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¿Podríamos acaso recuperar aquellos valores que se han perdido en nuestra sociedad contemporánea?

P a s a n d o d e lleno al tema de la diversidad y el respeto, me gustaría plantear la siguiente interro-gante: ¿Cómo se explica el anhelo de algunos de vivir en una época ancestral, relegan-do su existencia en la realidad contemporánea? ¿Es erróneo soñar con recuperar ideales

de un pasado perdido, como el honor y la caballería? Y si respetamos la memoria de nuestra consciencia histórica ¿Podríamos acaso recuperar aquellos valores que se han perdido en nuestra sociedad contemporánea?

El neologismo “kamikaze” significa en su origen etimoló-gico “viento divino”. Los japoneses llamaban kamikaze al viento que impidió que los invasores mongoles llegaran a la isla de Japón, porque el viento hundió sus barcos cada vez que intentaron acercarse a sus costas. Producto de ello, el viento acabó por convertir-

Pero al fin y al cabo, es cuan-do ocurre esta deformación en nuestro esquema estructu-ral que estamos abriendo nuestra mente a aceptar nuevas posibilidades más allá de lo que nos dicta la normali-dad.

De todo lo anteriormente dicho se desprende la siguien-te consideración importante: Respetar la diversidad impli-ca respetar el pensamiento del prójimo, no suprimirlo por considerar que el nuestro es irrevocablemente mejor. Porque desde nuestro “partido político opositor” o de “aquella otra religión” puede siempre provenir una idea que conlleve un bien común para ambos bandos, y no debemos cegarnos ególa-tramente a discriminarlo por mero prejuicio, sino por lo que en verdad implica dicha idea. Aquí de lo que estamos hablando es de tolerancia, no de una tolerancia estúpida que apruebe ciegamente todos los supuestos, sino de una tolerancia crítica e inteli-gente que nos permita discri-minar a partir de bases y fundamentos, no a partir de prejuicios.

Pasando de lleno al tema de la diversidad y el respeto, me gustaría plantear la siguiente interrogante: ¿Cómo se explica el anhelo de algunos de vivir en una época ances-tral, relegando su existencia en la realidad contemporá-nea? ¿Es erróneo soñar con recuperar ideales de un pasado perdido, como el honor y la caballería? Y si respetamos la memoria de nuestra consciencia histórica:

se en una imagen heroica y protectora dentro de su cultura.

Luego pregunto: ¿Qué tan utópico es realmente llegar a convertirse en un viento divino que proteja a las personas en la actualidad? Morir salvando la vida de alguien, defender un ideal sin descanso, combatir incesante-mente a una fuerza maligna que amedrenta a los indefen-sos. Es difícil en esta época, dicen algunos, pero la verdad es que no lo es más que en cualquier otra. En todas las edades de la historia ha habido que trabajar para sobrevivir, pero aún así, siempre existieron los héroes.

La gente se impone sus propias limitaciones dentro de su realidad, pero los límites fueron hechos para romperse, pues no son más que la imagen psicológica de todo aquello que nos reprime socialmente. Cuando la gente cree colectivamente que algo es imposible, lo está haciendo imposible. A fin de cuentas, nada nos impide recuperar el sentido original del honor, por ejemplo, excepto la sociedad que nos reprime, pero la paradoja está en que somos nosotros mis-mos quienes conformamos nuestra sociedad.

¿No es lindo vivir de esta clase de sueños? Pues conoz-co el caso de una amiga que, en su experiencia, me cuenta que los psiquiatras le quitaron ese pensamiento debido a que lo consideraron inestabilidad mental (pues así es como lo aborda la medicina contem-

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poránea), pero lo que en verdad le hicieron fue alienarla para encajar funcio-nalmente dentro de la sociedad; la transformaron de lobo en oveja para que fuera una más del rebaño, pues los lobos son peligrosos en este mundo de ovejas, peligrosos portadores de un virus que podría llegar a expandirse. Personas como ella son considerados locos por soñar con un mundo mejor en una época distinta. Ahora ella es “normal”, así es como la sociedad castiga a aquellos que piensan diferente. ¿Cómo es posible que nuestra sociedad sea tan soberbia e intolerante como para afirmar que pensar distinto es una enfermedad que merece ser erradicada?

En este último ejemplo existe otro tipo de discriminación, no uno que ataca a su ideología opositora, sino aquel que ataca al pensamiento original, indivi-dualista y que pretende descontextualizarse. He aquí la segunda considera-ción más importante de este tratado: Si la diversidad implica respeto y aceptación hacia la opinión del prójimo, la discriminación prejuiciosa es entonces nuestro peor enemigo.

Quiero concluir afirmando que el contexto efectivamente nos condiciona al punto de no dejarnos pensar por nosotros mismos si no es sobre la base del pensamiento masivo, y ello nos lleva a discriminar de manera prejuiciosa e irracional. Esta es la ceguera, aquello de lo que debemos despertar. Lo que yo propongo no es una ideología, sino que a partir de nuestro propio raciocinio nos hagamos conscientes de qué es lo que discriminamos y por qué lo discri-minamos, no criticar a ciegas solo porque tengamos la imperante necesidad de abolir aquello que es distinto a lo nuestro .De esta forma, abriremos nuestra mente a nuevas posibilidades críticas, mucho más amplias y cercanas al supuesto utópico de la objetividad. No es sencillo, porque requiere más valor dejar de lado nuestros principios que aferrarnos ciegamente a ellos, pero eventualmente tampoco es imposible. Pienso que solo así, estimados lectores, es como recuperaremos nuestra vista perdida.

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D I V E R S I D A D , U N A C U E S T I Ó N D E P R I N C I P I O

Por Francisco García Mendoza

Traté de escribir este artículo al estilo académico. Pero no me resultó y vaya a saber

uno por qué. Diversidad, un tema, en esencia, bastante amplio por lo demás. No, definitivamen-

te aquí sobran los papers, los abstracts, las key words y todo tipo de extranjerismo gringueado y

tan divinizado por la academic comunity of Chile. Todo eso está demás. Vamos a hablar como

quien habla con la vieja de la esquina, la misma que le sabe los cahuines a medio mundo y anda

parando la oreja a cada hora después de la telenovela de las tres. Una suerte de ensayo sin sus

formalidades respectivas.

No voy a abordar la diversidad en sus estados más diversos. Eso sería una locura.

Un mamotreto de palabras y párrafos de nunca acabar. ¡Qué aburrido! Dejémosles esa tarea a

los amantes de las formalidades de importación. Yo no tengo tiempo para tonterías.

Empecemos por un principio básico. ¿Qué es el rojo sin el azul? Nada. ¿O el verde

sin el rosa? Nada tampoco. ¿O el amarillo sin el gris, ni el naranjo, ni el celeste, ni el violeta, ni

el…? ¡Nada! Así como una P vale en cuanto no es ni S, ni E, ni M, ni etc. Se necesitan entre ellas

para ser algo. Cada componente de un conjunto es y tiene razón de ser gracias a la existencia de

una diversidad de componentes que se le oponen. ¡Exacto! Es el principio de oposición. Yo valgo

en cuanto no soy ni este, ni aquel, ni ese otro. La diversidad es necesaria, señores, señoras. Sin

ella no somos nada, nadie es nada. Bien. Principio básico establecido. Ustedes pueden llevar este

concepto a sus realidades diversas. Saussure lo probó con el ajedrez. Háganlo ustedes con lo que

se les ocurra. Las personas en una sociedad, por ejemplo, y vean cómo les resulta.

Ahora que sabe todo esto, no me venga con absolutismos, ni nacionalismos, ni racismos, ni cualquier otro tipo de discriminación que atente contra el principio básico de diversidad. Sí está permitida la homofobia, no se asuste. Aunque es repugnante, pero tratable según mi modo de ver. No desespere si no es capaz de soportar a tanto maricón rondando su territorio. Tranquilo que ya han encontrado una cura para el cáncer.

No quiero seguir escribiendo. Son la una de la mañana y debo levantarme tempra-no porque tengo ensayo a eso de las diez. Estoy estresado y escribo por compromiso, no por gusto.

¿Quieren saber de diversidad? Salgan a la calle un rato y dedíquense a observar, a contemplar, a mirar con atención lo que tienen a su alrededor. No tengo por qué estar hablando si lo tienen todo frente a sus narices. Pueden empezar mirando a la gente con quien comparten el Metro, después de todo, o nada, el tren subterráneo siempre está lleno, a toda hora, no hay tregua para nadie. O podrían hacer el ejercicio de comprar El Mercurio y el The Clinic en una misma semana. Leer ambos y pensar al respecto. Vamos, qué no es tan difícil aprender un poco acerca de la diversidad. Y si quieren ser más osados pueden comprar tres diarios o esperar a que les regalen La Hora o el Publimetro a la salida de algún metro. ¡Salgan al mundo! ¡Abandonen las cuatro paredes que los encarcelan del paisaje exterior! No es tan difícil y, de vez en cuando, suele ser algo divertido.

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EDUCACIÓN EN Y PARA

LA DIVERSIDAD

Por Karla Cabello Orellana y

Daniela Correa Vargas

En las últimas décadas,

la normativa internacional ha

hecho planteamientos muy claros

sobre la necesidad de promover que

el sistema educativo garantice el

derecho a la educación en igualdad

de oportunidades para todos los

niños, niñas y adolescentes con

algún tipo de discapacidad; derecho

consagrado por el Estado chileno al

firmar la Convención de los Dere-

chos del Niño en 1990, apoyada por

La Declaración de Salamanca

(1994), las Normas sobre Igualdad

de Oportunidades para las Perso-

nas con Discapacidad (1994) y el

Marco de Acción de Educación para

Todos (2000). Tanto la infancia

como la discapacidad cognitiva son

categorías que han evolucionado

hacia una mirada social en la que el

contexto juega un papel preponde-

rante. Los niños y niñas con disca-

pacidad cognitiva deben ser reco-

nocidos como sujetos de derechos y

con capacidades para avanzar en su

desarrollo y aprendizaje, de tal

manera que se les brinden las

condiciones necesarias para recibir

una educación acorde con sus

características en un entorno

inclusivo.

La discapacidad cogniti-

va se caracteriza por un funciona-

miento intelectual significativa-

mente inferior a la media, que

generalmente coexiste junto a

limitaciones en dos a más de las

siguientes áreas de habilidades de adaptación:

comunicación, autocuidado, vida en el hogar,

habilidades sociales, utilización de la comuni-

dad, autodirección, salud y seguridad, habilida-

des académicas funcionales, tiempo libre y

trabajo. Si revisamos este concepto y como

actúa en la educación, veríamos que es un

concepto transversal que no discrimina edad, ni

nivel sociocultural. De acuerdo con la teoría de

Howard Gardner, las personas con discapacidad

cognitiva tendrían dificultades principalmente

en el desarrollo de la inteligencia verbal y

matemática, mientras que en la mayoría de

casos conservan intactas sus demás inteligen-

cias tales como artística, musical, interpersonal

e intrapersonal.

‘’En la actualidad el conoci-

miento en educación señala que la

mejor opción para la gran mayoría

de los niños con necesidades edu-

cativas especiales, asociadas a una

discapacidad, es que aprendan

junto al resto de los niños en la

escuela regular’’

Las escuelas especiales han surgido debido a

que el sistema educacional chileno no ha podido

integrar a los estudiantes con discapacidad

cognitiva. La gran masificación de colegios que

se dedican a la educación especial ha significado

que a muchos niños que podrían estar en el

sistema regular, les es más fácil encontrar una

alternativa en la escuela especial, reforzando el

carácter selectivo y segregador de los estableci-

mientos de nuestro sistema de educación.

Un establecimiento educacional que dice ser

integrador debe serlo en todos sus aspectos,

pero específicamente debe tener en cuenta dos

elementos, uno de ellos es pensar en cómo

integramos y el otro es a quién estamos inte-

grando, hecho que muchas veces no se lleva a la

práctica: por una parte, en la mayoría de los

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establecimientos se trabaja en la

generalidad y no en las particularida-

des y necesidades de los alumnos;

por otro lado, hay colegios donde se

trabaja con la singularidad de cada

niño, ya sea en la utilización del

sistema braille para personas con

discapacidades visuales o también en

el ámbito de la evaluación diferencia-

da frente a otro tipo de discapacidad.

En la realidad escolar este sistema de

evaluación diferenciada es precario

debido a que a los docentes no se les

prepara en su formación inicial para

enfrentar este escenario de diversi-

dad cognitiva.

Es necesario re-

plantearnos los vacíos que

existen para que el docente

pueda realizar dicha inte-

gración.

or ejemplo, la reglamentación educa-

cional dicta que por cada curso se

puede tener a dos estudiantes con

discapacidad cognitiva, pero en la

práctica el docente no está capacitado

para hacerse cargo de los procesos de

aprendizaje de los estudiantes. Esto

redunda en que la integración se

produzca únicamente en el discurso,

pues los establecimientos no se hacen

cargo del aprendizaje efectivo de los

niños y adolescentes que presentan

este tipo de discapacidades. El pro-

blema se acentúa aún más cuando las

posibilidades de formación continua

del docente se ven restringidas por

exigencias institucionales que impi-

den una preparación adecuada para

enfrentar distintos casos de discapa-

cidad cognitiva dentro del aula.

La atención a la diversidad constituye

un mecanismo de ajuste de la oferta

pedagógica a sus capacidades, inter-

eses y necesidades.

La atención a la diversidad se convierte con ello en

un imperativo de justicia para la enseñanza de-

mocrática. Por consiguiente, nos preguntamos

¿cómo la Formación Inicial Docente (FID) responde

a tales requerimientos?, ¿la formación pedagógica

que recibimos en esta institución nos prepara para

enfrentarnos a un escenario de diversidad cognitiva?

Esta realidad es un tema pendiente en las mallas de

pedagogía pues es también un tema pendiente en las

políticas de educación de nuestro país. No obstante,

es una tarea institucional que compete a toda la

comunidad educativa, con la finalidad de dar res-

puesta adecuada a las necesidades de los estudian-

tes. Se requiere, también, de profesores que busquen

una forma cooperativa de dar respuesta a la diversi-

dad de los estudiantes a través de la reflexión de su

propia acción. Entonces, el tratamiento de la diversi-

dad deja de ser solo una exigencia ética para conver-

tirse en un requisito básico de una enseñanza eficaz:

si los estudiantes no aprenden, en realidad, no existe

enseñanza-aprendizaje, y si los profesores se esfuer-

zan en dar a todos un mismo tratamiento, es bastan-

te probable que muchos de los estudiantes fracasen,

lo que sin duda evidencia el fracaso profesional del

docente. La opción por un modelo de currículo

abierto y flexible, constituye una vía privilegiada de

atención a la diversidad, una medida de carácter

adaptativo y atento a las diferencias individuales.

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LOS NIÑOS DEL MEDIO DEL MUNDO

Los niños del medio del mundo

Los niños acarician las armas de sangre,

Sus pupilas perdieron inocencia,

Los hicieron tan complejos como sus grafemas.

Matan porque no lloran

Entre piñén, gritos y mentes de arrebato.

Sus madres les suplican que no lloren

Y ellos matizan sonrisas adornadas.

Mañana cambiarán la geografía y las creencias,

Dejarán trocitos de tolueno llevados por el viento,

Así desaparecerán los trazos.

Cuando nadie les diga cómo acariciar un arma de

sangre

Ellos seguirán metiéndose la mugre de los dedos en

los ojos,

Y mancharán huellas rojas tintas sobre la piel

Y gritarán furiosos dentro de sus bocas tejidos de

pólvora.

Javier Ossandón

COLOR, COLOR

Color deseo y descubro color me siento y me desnudo color. Color sueño y color despierto.

Carmen Naranjo

Colores somos, colores nos vemos, colores reímos, colores habemos colores somos, colores miramos color, color, color con sus alas adentro. Rojo, rojo, amarillo, amarillo celeste, azul, violeta naranjo, verde, verde Calipso, morado, lila café, café, ámbar mostaza , limón, limón esmeralda, turquesa. Zafiro, lavanda blanco, blanco, rosa crema, beige, perla negro, negro, gris bronce, púrpura kaki, kaki, magenta ocre, coral, salmón. Y nadie sobre, para todos hay espacios para que ponga sus alas afuera o dentro del pecho, acurrucados. Nadie sobra, nadie es nacido en vano. Colores somos, colores nos vemos color, color, color con sus alas adentro. Modesto Aranda

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CHRYSTI

[Cualquier parecido

A la vida real

Es mera coincidencia]

Te mataron

con esa cara de madera

aullido introspectivo

cadenas diagonales a los soportes de tus muñecas

juegan a la muerte de señor

que no es,

juegan en el madero cruzado-

ese mismo fue árbol gris

donde tallaste con piedra poco caligráfica

“Rodrigo y Gabriel S/A”

donde escribiste a tus doce inviernos

por primera vez algo tan tuyo

pero ahora qué haces

con el cuerpo clavado a esa caligrafía infantil,

qué hace tu entrepierna taparrabos

de ese modo [tan de trapero],

tapa el barro en tus uñas tus garras

pasiones que nadie podría

las sostienes en esa necesidad -

desnudar la entrepierna -

para no dormir de frío

no tu lucha de pelucas apasionada

no

que el espino desgarró un día tu dedo,

ahora te viene tan punzante

sobre la cabeza

que no recordarán tus coreografías

miras barroco desde el fondo y el alto

te tienen así

no supieron lo que hicieron:

te corrieron el maquillaje a escupos

te dejaron las mejillas róseas

se repartieron tu escote, tus pantys,

tus tacones los usaron como martillo;

machacaron tus rodillas

y tu grito/cabra se escuchaba desde siempre-

alaridomortífago- de fango.

después celebraron con el pipeño,

y el terremoto.

[Cuando tiemblan, sus cabezas hacen corto

circuito

el azul con el rojo y el rojo con el blanco]

al tercer día te dieron de alta.

tu amiga te vio caminar

por el pasillo de crema

y corrió como una loca

para avisarle a todos.

no creyeron que estuvieras viva

después de esa,

les debiste indicar los moretones

con tus uñas/mariposas.

te consiguieron ropa decente

como una diva lo necesita ,

látex, brillo y descaro.

Like a virgin de fondo,

las luces te mordieron el cuello

tan estilizado como un papel carta

de esos de color naranjo paliducho.

la masa/piel te hizo ascender,

cuando tú ya ibas a los cielos

y tu mano gruesa,

y tu adiós sutil.

Javier Osandón

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MICROCUENTOSmicrocuentosM

CROCUENTOSmicrocuentosMIC

PROHIBIDO

Te fumas un cigarro, no me gusta el olor a humo pero contigo es otra cosa. Son tan pocas las

horas para amarte. Me encuentro en tu ancho pecho, tu corazón late fuerte, se infla con tu respi-

ración. La luna tenue se asoma por el ventanal, unas pequeñas pelusas brillan con la luz de mi

amiga. Nuevamente nos encontramos escondidos, siempre me gustaron los secretos pero ahora

no me dejan vivir. Quiero gritarte y besarte en todos lados. No quieres. No puedes. No puedo. No

podemos. Levanto la cabeza y estás ahí, siempre estás ahí. Me abrazas y con eso me proteges,

olvido un momento esta alegre pena ¿Qué hicimos? Por qué fuimos condenados a nacer en esta

época que no nos deja ser libres… la libertad es para algunos… moriría en tus brazos aunque ya

vivo con los muertos. Suena el teléfono. La maldita alarma. Te levantas rápidamente, me dejas lo

acordado en el velador y te marchas como siempre. Me miras con los ojos llenos de lágrimas, me

tiras un beso desde la puerta y quedo ahí solo… nuevamente solo. Vicho

ME ENAMORÉ DE LA CHINA DE LOS ARROLLA-

DOS Durante el año que llevo viviendo en Santiago he pasado por

la alameda todos los días y siempre, a toda hora, está esa

figura silenciosa y taciturna, con su carrito de supermercado,

su cuerpo triste y el letrerito de “Aroyado 150”, como bande-

ra que grita “no pertenezco aquí”. Siempre que paso deseo

liberarla de la triste vida que le he inventado, tomar su

pequeño cuerpo y salir corriendo con ella en brazos entre las

personas de gris con sus maletines y los autos rugiendo. Por

supuesto que nunca le he comprado, solo la veo desde el

carro del chino del frente mientras me prepara un anticucho

de perro. Ayer, mientras esperaba mi cena, enfocó con

reproche sus rasgados ojos en mí y decidí comprarle al día

siguiente, declararle mi disparatado amor. Cuando llegué, monedas en mano, atendía un chino.

Daniela Rojas

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LOS ANDES No hay mucha nieve, casi nada diría yo, tampoco mucha vegetación. Estas montañas son bellas, se confabularon para que las mirásemos. El cielo siempre ha tenido su propia personalidad, pero aquí… aquí desarro-lla una verdadera actitud. El azul intenso sabe jugar con las nubes; nubes blancas, nubes grises todas ellas enlazadas por una armonía. De un momento a otro el Sol, señor del univer-so se hace presente, su luz ilumina los picos más elevados, muestra que él es el rey del cielo. Las nubes grises juegan con este dios- creo que se aman-.Me pregunto qué diría la Luna si viera lo que ahora veo ¿Quién será el traidor? El sol solo se deja seducir, le gusta sentirse amado. Las montañas aprovechan los tonos que estos amantes le brindan, un riachuelo insípido recorre lentamente la tierra y rocas que se tornan grises, verdes, marrones, azules, amarillas, ¡rojas! Todo es diferente. Acá existe amor. El sol notó que lo miraba, me ciega, piensa que le contaré a su amada, pero no lo haré le digo. No me cree. Las nubes lo intentan convencer pero es en vana su intención, no puede permitir que sus amores se alejen… …Cierro los ojos y continuo mi viaje, no miro atrás, no puedo volver a mirar. Hay cosas en las que un hombre no debe opinar. Los astros siempre serán Dioses y nosotros… siempre seremos mortales.

Vicho

MICROCUENTOSmicrocuentosM CASTILLOS EN LA ARENA

¿Y qué puedes hacer frente a eso? No

mucho, la verdad. Apenas acomodarte

en la sombra, encender un cigarro y

contemplar. Observar desde lejos mien-

tras las olas revientan en las rocas. No

puedes decir nada, no debes decir nada.

Cualquier persona podría malinterpre-

tar las cosas.

El muchacho juega con su castillo de

arena. El rugir de las olas a veces lo

estremece. Levanta la mirada hacia el

horizonte y descubre una gigantesca

masa de agua que todo lo llena. Brilla

con los destellos del sol. Sus ojos tam-

bién brillan. Tan puros, tan inocentes.

Su edad podría oscilar entre los trece y

los quince años. Quién sabe, todavía

juega con castillos de arena. La belleza

suprema esculpida en un cuerpo adoles-

cente. Desde aquí no puedo distinguir el

color de sus ojos, pero no deben ser muy

distintos a la claridad del mar. Su piel es

como el mármol labrado por antiguos

escultores y sus cabellos, por supuesto,

son de oro. Es el típico modelo del

Renacimiento italiano sentado aquí

frente a mis ojos. Su madre lo regaña de

vez en cuando. ¡Qué atrevimiento!

Deberían encadenarla a alguna de

aquellas rocas.

¿Y qué puedes hacer frente a esto?

Nada. Algo se interpone ahora entre

nosotros. Alguien se empeña en cubrir

la panorámica. Pero no importa, es

tarde. Es tarde y te vas. Te marchas

saltando entre la arena mientras tu

madre te regaña. El cigarro se consume

del todo. El cielo pronto dará paso al

ocaso. Los tibios rayos del sol se desli-

zan sutiles por sobre las olas. El sonido

del agua al reventar en las rocas. La

fuerza de las olas.

Francisco García Mendoza

CROCUENTOSmicrocuentosMIC

ICROCUENTOSmicrocuentosMI

ROCUENTOSmicrocuentosMICR

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Page 25: Revista D-Enunciado nº3

LAS TRIBUS URBANAS

UN FENÓMENO CULTURAL DE LA

S O C I E D A D P O S M O D E R N A

Por Samuel D. A. Felipe Velásquez

Cuando miramos nuestra sociedad

observamos un cuerpo relativamente homogé-

neo, con expresiones similares, con formas casi

idénticas y con valores comunes, sin embargo,

mirando con un poco más de atención, veremos

que este cuerpo en apariencia homogéneo

presenta ciertos ruidos, ciertas características

que cuestionan dicha homogeneidad, ante el

sujeto gris de oficina surge como un golpe,

primeramente estético, el punk o el hip hop,

ante la mujer de taco y traje de dos piezas se

alza el morral o la moica. Estos ruidos, que

rompen con la aparente homogeneidad de la

sociedad constituyen el tema de este artículo,

pero no cualquiera de estos grupos, sino especí-

ficamente aquellos que a través de los medios de

prensa se han denominado como tribus urba-

nas, aquí cabe hacer la distinción con lo que

diversos historiadores han denominado con este

nombre, pues para este artículo, cada vez que

nos refiramos a tribu urbana estaremos hablan-

do de otakus, pokemones, pelolais, etc, y no de

punkies, hippies, raper u otros, diferenciándolos

entre si porque el segundo grupo presenta en su

seno una propuesta ante la vida, en la cual

vemos que es posible sobrepasar barreras

etáreas, y además se percibe una “filosofía”

detrás, con patrones de conducta y miradas de

la vida relativamente similares.

„‟Al referirnos al término tribus

urbanas, estas serán analizadas

de acuerdo a lo que hoy en día

son y no por lo que en algún

momento fueron, como grandes

movimientos sociales nacidos del

desmoronamiento ideológico del

siglo pasado.‟‟

Creemos que la característica fundamental

de la “homogeneidad” del cuerpo social es

la conciencia (errónea o no) de estar

incluido, o más bien la confianza de que en

este sistema me ofrece las opciones para

desarrollarme, en consecuencia toda

manifestación divergente o “ruido”, ya sea

superflua o consistente, es una respuesta a

esa confianza y proviene de un sentimien-

to de exclusión, que puede expresarse a

través de formas de vestir manifestándose

estéticamente o en expresiones más

profundas, como una ideologías.

Es la inclusión ideológica la que provoca

que como sociedad manifestemos patro-

nes comunes de comportamiento, tenga-

mos aspiraciones similares, y busquemos

la felicidad y en el consumismo.

Volviendo a nuestro tema de estudio, lo

que posibilita el surgimiento de estas

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Page 26: Revista D-Enunciado nº3

Más aún, creemos que estos diversos grupos

sociales no darían ninguna otra respuesta a la

sociedad además de la estética con la cual buscan

marcar la diferencia y proponer una resistencia de

tipo simbólica como modo de expresión de su

supuesta libertad. Son grupos que carecen de

respuesta ideológica, y que tarde o temprano,

acaban siendo asumidos dentro de la sociedad,

puesto que es esta misma quien los incluye, tanto

en la cultura de masa de los medios de comunica-

ción, como en programas de tipo “El Diario De

Eva”, en el mercantilismo, donde el consumismo

se hace presente de una manera bastante notoria,

grupos musicales generan gran cantidad de discos

vendidos a sus seguidores, y la apropiación de

otras culturas, como la japonesa.

Son muchos los factores que los hacen ser un

grupo más en la sociedad, incluso, más tarde se

ven obligados a hacerse parte del mercado laboral,

y es en esta situación donde comienza la decaden-

cia de las tribus urbanas, puesto que por exigen-

cias del mercado, desaparece aquel código estético

que los diferencia del resto y pasan a ser uno más

entre tantos.

Es curioso, además, como existen disputas entre

algunos de estos grupos, vale dar el ejemplo de lo

que en un pasado fueron pelolais y pokemones,

que a pesar de tener una similitudes en estilos

musicales, valores y forma de ver la vida, existía

una gran rivalidad entre ambos grupos, segura-

mente por la distinción de estrato socioeconómico

en el cual se hacían presente cada uno. Este

mismo ejemplo de controversia entre grupos con

gustos semejantes, nos puede hacer analogarlos,

tal vez, con lo que serían las barras bravas

de los equipos de futbol, donde todos siguen

una misma pasión, se divierten con un

mismo deporte, y sin embargo se hace

presente una disputa, a veces excesiva, entre

estas solo por ser parte de otros bandos.

Estos fenómenos culturales, como bien

vimos, no tendrían un trasfondo social que

se extienda más allá de las ciertas similitu-

des en apariencia, música y tal vez otro

elemento que pasemos por alto, se ven

expuestos a barrera etarias que no superan

los veinticinco años, se incluyen a la socie-

dad y, tan pronto pasa el tiempo, desapare-

cen solo dejando el recuerdo de lo que un día

fueron un grupo de jóvenes que quisieron

descubrir un mundo nuevo a través de

códigos que intentaron romper en algún

momento con la norma social.

Lamentablemente, estos seg-

mentos no tienen gran validez

ante los ojos de la sociedad, son

fáciles de ser deshechos y no

presentan una mayor propuesta

al contexto en que vivimos.

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Page 27: Revista D-Enunciado nº3

Lamentablemente, estos seg-

mentos no tienen gran validez

ante los ojos de la sociedad, son

fáciles de ser deshechos y no

presentan una mayor propuesta

al contexto en que vivimos.

Page 28: Revista D-Enunciado nº3

R A E , ¿ N O R M A N D O L A I D E N T I D A D ?

Por Matías Fuentes y Viviana Varela

La publicación de “La

Nueva Ortografía del Español” en el

año 1999, marcó el punto de ignición

de la nueva tendencia que dice tener

la entidad lingüística, la que se

enmarca en los preceptos generales

de integración, identidad y democra-

cia. Hasta la fecha, además de una

segunda nueva ortografía y la nueva

gramática, destacan las publicacio-

nes de distintos diccionarios para

usos del español local; caso no

excluyente a Chile, para el cual está

el suyo disponible desde 2010.

Independiente de lo anterior, cada

vez que se tienen noticias respecto a

las nuevas normativas del lenguaje

por parte de la entidad (lo cual se ha

hecho cada vez más frecuente), se

generan acalorados debates y discu-

siones entre los hablantes.

Es necesario precisar que la consigna y génesis de la

Real Academia de la Lengua Española como institución

allá en la época colonial, fue y sigue siendo “fijar las

voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor

propiedad, elegancia y pureza”. Las reminiscencias que

nos quedan de aquella impositiva meta que data del

siglo XIX, se ve aún más polarizada por uno de los

estatutos fundamentales del organismo lingüístico, que

es el “velar porque los cambios que experimente [...] no

quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el

ámbito hispánico”. ¿¡Pero, cómo!? Fijar vocablos y

evitar el quiebre de la supuesta esencia general del

español no se condice con la línea de pensamiento

actual que llama a “trabajar al servicio de la unidad del

idioma (1993)”

Tan contradictorios ideales, denotan que el asunto es

muchísimo más complejo de lo que se puede vislum-

brar a primera instancia, sobre todo si consideramos

que en nuestro español, ha habido mucho más cam-

bios en los últimos veinte años, que en más de dos

siglos de existencia.

A pesar de no ser tan original la idea de una academia

que regule lengua por parte de los ilustrados españoles

Juan Fernández Pacheco y el marqués de Villena (la

francesa data de 1635), fue rápidamente aprobada y

protegida por Felipe V. Ante esto, es pertinente men-

cionar lo violento que resultó la implantación e imposi-

ción del castellano en tierra americana. No hubo ni el

más mínimo intento por dialogar con las distintas

lenguas que aquí habitaban, sino que lisa y llanamente

se comenzó por erradicar toda lengua que no la oficial

de la corona. Desde la conquista, la llegada española ha

sido sinónimo de violencia, de norma, de restricción

que impidiendo la manifestaciones de “otras”; lo que

se agudizó con la creación de organismos como “La

santa Inquisición” y el primero mencionado. Por eso,

llama la atención esta “apertura” hacia la identidad,

diversidad y preservación.

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Page 29: Revista D-Enunciado nº3

En el caso puntual nosotros,

como estudiosos y futuros

académicos, este tema alcanza

una mayor relevancia, ya que no

es fácil entender ni dar explica-

ción a su funcionamiento de

manera coherente, ajustándose

al fin de la academia. No puede

desconocerse la importancia de

contar con un corpus de pala-

bras y usos que nos permita

consultar ante cualquier duda o

desconocimiento; es así como se

podría perfilar el ideal de la

existencia de esta institución,

que más bien se convierta en

una fuente de consulta, más que

un libro de

normas que

restrinja las

distintas y

v a r i a d a s

manifestacio-

nes de uso

que como

h a b l a n t e s

h e m o s

desarrollado. Pero frente a

interrogantes del tipo “¿qué es

hablar correctamente? “o “¿qué

significa hablar bien?” denota

que no es sencillo afrontar este

tema. Lo que se esperaría es que

como docentes “amantes” de

nuestra lengua, seamos porta-

dores de lo que la norma dicta,

por tanto todo aquello que se

cataloga como incorrecto, un

vicio o una falta sea corregido,

pero ¿somos nosotros los indi-

cados para hacer algo como

esto? ¿Qué sucede con el tema

de la diversidad? ¿Debemos

cargar con esta “misión” de

guardianes del correcto uso?

29

En general, podemos decir que los

cambios en la variante escrita son

influenciados por la oral, expresán-

dose con mayor esplendor en el

inciso de la normativa que acepta la

variante rioplatense del voseo,

como parte de la norma culta

formal; pero esta apertura no fue la

misma para la variante chilena.

¿Será porque la local está dentro de

la norma inculta, no así la trasandi-

na? ¿Quién es la RAE para hacer

sentir que con dichas inclusiones,

nos pueda catalogar como buenos

hablantes?¿Por qué tiene que venir

una entidad lejana a legitimar que

el uso que le damos al lenguaje es

correcto?

Los más retrógra-

dos hablan de que

la nueva normati-

va conlleva una

“simpli ficación”

que deformaría el

lenguaje. Existen

a r g u m e n t o s

igualmente válidos en ambas postu-

ras referentes, por ejemplo, a la

supresión de la acentuación de los

diacríticos pero, considerando la

primera postura, esta simplifica-

ción, ¿qué objetivo tendría?

Ante los hechos expuestos, pode-

mos afirmar que tal democratiza-

ción que pregona la institución, no

es más que un especie de maquillaje

que intenta dar una aire fresco a

una institución que no quiere

parecer obsoleta, que busca no

perder el sitial que tiene como la

eminencia lingüística de nuestro

idioma, legitimada por todos sus

hablantes.

“Tal vez el caso más revelador es lo que

pasa con el inglés, por el cual a pesar de

que se luchó por una “English Royal

Academy”, es un idioma que se autorre-

gula, eso sí, guiado por la teoría e investi-

gación de las universidades más presti-

giosas de Estados Unidos e Inglaterra”.

Page 30: Revista D-Enunciado nº3

CAMBIOS IMPORTANTES

En ortografía:

Estandarización en la denominación de

algunas letras (“b”, “v”, “y” y “w”).

Diacríticos no monosílabos, ya no se

acentúan. (“Solo” y demostrativos como

ese, este, entre otros).

Eliminación del uso de la mayúscula

inicial en los cargos profesionales, títu-

los y accidentes geográficos. (Ahora se

escribirá como el golfo de Arauco).

Nueva forma sugerida de escribir los

números cardinales. (Por ejemplo cin-

cuentaidos).

Nueva forma sugerida de escribir los

nombres propios compuestos, yuxta-

puestos pero respetando las reglas or-

tográficas establecidas. (Juampablo).

En gramática:

Uso del femenino en títulos y cargos

profesionales

Consideración del voseo variante Río-

plantense, como parte de la norma culta

formal.

“No se puede “negar”

a nuestros estudian-

tes el conocimiento

de lo que considera

como buen decir, eso

si, considerando que

se trata de mostrar,

pero no imponer: no

coartar su manera de

expresarse. Esto

último porque nues-

tra identidad como

sujetos pertenecien-

tes a una comunidad

se configura a través

del lenguaje, por

medio de la que va-

mos creando y enten-

diendo el mundo y

por tanto, sus mani-

festaciones”.

Como estudiantes y futuros

docentes, se nos exige portar

y transmitir ese “buen decir”,

debemos manejar un conoci-

miento exhaustivo y acabado

del correcto uso, pero ¿por

qué debe ser así? ¿No sería

más enriquecedor dialogar

con las diversas expresiones

que podemos encontrar en

nuestros estudiantes?

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Page 31: Revista D-Enunciado nº3

D O C U M E N T A L R E C O M E N D A D O :

Este documental realizado por

Rafael Contreras, Andrés

Donoso y Pablo Mardones

(2009) retrata la experiencia

de la escuela con más estu-

diantes extranjeros del país: la

Escuela República de Alema-

nia; emplazada en el histórico

barrio Yungay, comuna de

Santiago Centro. En ésta, un

grupo de estudiantes y docen-

tes del colegio, reflexionan y

dialogan sobre ser chileno, ser

extranjero, y ser migrante en

la cotidianidad de su escuela y

su barrio, mientras experi-

mentan el proceso de crecer en

Chile. Pese a algunas dificul-

tades que se van presentando,

tanto para los profesores como

para los estudiantes, la expe-

riencia comienza a dar resulta-

dos satisfactorios, basada en la

tolerancia, la aceptación y la

integración.

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