REVISTA DE AGROECOLOGIA N° 32

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  • 7/25/2019 REVISTA DE AGROECOLOGIA N 32

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    marzo 2016

    volumen 32,

    nmero 1

    revista de AGROECOLOGA

    Cocreacin de

    conocimientos

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    leisarevista de agroecologavolumen 32 n 1,marzo de 2016Una publicacin trimestral de laAsociacin Ecologa, Tecnologa yCultura en los Andes, en convenio con laFundacin ILEIA

    DireccionesAsociacin ETC AndesApartado Postal 18-0745. Lima 18, PerTelfono: +51 1 4233463

    www.etcandes.com.pewww.leisa-al.org

    Fundacin ILEIAPO Box 90, 6700 AB WageningenPases BajosTelfono: +31 33 4673870Fax: +31 33 4632410www.ileia.org

    Equipo editorial de leisa-Amrica LatinaTeresa Gianella, Teobaldo [email protected]

    Apoyo documental: Doris RomeroApoyo editorial y diagramacin:Carlos Maza

    Suscripciones y relaciones pblicas:Cecilia JuradoPgina web de leisa-Amrica Latina:Doris Romero, Jos Cam

    Portada: Encuentro 2005.Jos A. Donoso - Archivo leisa

    ImpresinTarea Asociacin Grca EducativaPasaje Mara Auxiliadora 156, Brea,Lima 5, Per

    ISSN: 1729-7419

    Hecho el Depsito Legal en laBiblioteca Nacional del Per:2000-2944

    La edicin de leisarevista deagroecologa 32-1ha sido posible graciasal apoyo de la Agencia Sueca para elDesarrollo Internacional (Styrelsen frinternationellt utvecklingssamarbete- Swedish International DevelopmentAgency-SIDA).

    Los editores han sido muy cuidadososen editar rigurosamente los artculosincluidos en la revista. Sin embargo, lasideas y opiniones contenidas en dichosartculos son de entera responsabilidad delos autores.

    Invitamos a los lectores a que hagan

    circular los artculos de la revista. Si esnecesaria la reproduccin total o parcialde algunos de estos artculos, no olvidenmencionar como fuente a leisarevistade agroecologay enviarnos una copiade la publicacin en la que han sidoreproducidos.

    La Red AgriCulturas

    leisaes miembro de esta red mundial,integrada por seis organizacionesresponsables de la edicin de revistasregionales que proporcionan informacinsobre agricultura sostenible de pequeaescala en todo el mundo:

    FARMING MATTERS (Asuntos Agrcolas,

    edicin internacional, en ingls) leisarevista de agroecologa (AmricaLatina, en espaol)

    LEISA India (en ingls, canars, tamil,hindi, telugu y oriya)

    AGRIDAPE (frica Occidental, en francs) AGRICULTURAS Experiencias en

    agroecologa (Brasil, en portugus) WEGEL (Etiopa, frica Oriental, en ingls)

    CONTENIDO

    Estimados lectoresEste nmero es el primero de 2016, ao en que leisarevista de agroecologa, en suedicin de junio (leisa32-2) cumplir 20 aos de continua publicacin trimestral. Hoyleisaes principalmente una revista digital que llega por correo electrnico a ms de 17 000suscriptores registrados en base-leisa. Es posible que esta denominacin de la base les seafamiliar, porque su responsable trata de mantener un activo intercambio de informacincon todos los suscriptores, sobre todo para solicitar la actualizacin permanente de susdirecciones de correo electrnico y asegurar as que los mensajes que informan sobre laversin digital de los nuevos nmeros de la revista no reboten. Otro medio de acceso aleisaes a travs de www.leisa-al.org, pgina web que registra una interesante frecuenciade visitantes para una revista especializada en difundir experiencias y opiniones sobre laagroecologa, como alternativa efectiva para la sostenibilidad de la produccin agraria en elmundo actual. Durante 2015 hemos tenido un promedio mensual de 49 468 visitas.

    Ahora la pgina tiene un nuevo diseo, cuyo n es que se pueda visitar con ms facilidadusando dispositivos accesibles a un creciente nmero de personas, como son los usuariosde los telfonos inteligentes. Tambin tenemos presencia en facebook y twitter, porque lasredes sociales son el vnculo de difusin de carcter interactivo que cobra cada vez mayorimportancia; a comienzos de abril alcanzamos 12 380 me gusta (likes) en facebook.

    Con nuevos medios, leisasigue ampliando la difusin de experiencias que muestran elmanejo sostenible de los recursos sociales y naturales para la produccin agraria, sobretodo de alimentos. Pero lo ms importante para la propia sostenibilidad de la revista esrecibir la informacin de sus lectores sobre el uso y aplicacin de sus contenidos.

    Los editores

    4 EDITORIAL. Cocreacin de conocimientos

    5 Vivir para conocer, conocer para vivir. A propsito de campesinos y cientcos Trinidad Alemn Santilln

    8 Dilogo de saberes y cambio epistemolgico Entrevista con Vctor Manuel Toledo

    10 Construccin de conocimiento para el cuidado y mejoramiento del maz nativo yde la milpa en Jalisco, Mxico

    Jaime Morales Hernndez13 Cacultores y acadmicos generan conocimientos. Avances de las ECEA en la

    Huasteca potosina Ramn Jarquin Glvez, Norma Torres Castro

    15 Cocreacin de saberes, poderes, prcticas e identidades campesinas enTlaxcala, Mxico

    Juliana Meron, Alicia Sarmiento Snchez

    17 Locales, externos o integrados? El rol de los diferentes tipos de conocimientos enla agroforestera boliviana

    Johanna Jacobi, Sarah-Lan Mathez Stiefel, Helen Gambon

    20 Cocreacin de conocimiento. Retos para el dilogo Ana Mara Villacorta Pino

    23 Aula Viva: un escenario estratgico de aprendizaje Roberto Rodrguez Garca

    25 La integracin universidad-agricultores en el diagnstico y generacin dealternativas frente a problemas tosanitarios

    Jessica Lorena Vaca Uribe, lvaro Acevedo Osorio

    28NOTADECAMPO. Sinergia de conocimientos desde la cosmovisin maya-qeqchi: laFundacin Fray Domingo de Vico

    Nancy Merlo Hernndez, Karina Nicole Prez Olmos

    29 Todos enseamos y todos aprendemos Alicia Alem, Daniel Bareilles, Luis Caballero, Carlos Carballo, Gustavo Larraaga,

    Mariana Marasas, Gabriel Soler

    31 FUENTES32 TRABAJANDO EN RED

    33 Conservacin e innovacin de la diversidad biolgica en el agro: el rol de loscampesinos frente a los cultivos transgnicos

    Entrevista con Rubens Onofre Nodari

    35 CONVOCATORIA. LEISA 32-3: La medicin del impactode la agroecologa

    36 En memoria de Berta Cceres

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    Construccin de conocimiento parael cuidado y mejoramiento del maznativo y de la milpa en Jalisco, MxicoJaime Morales HernndezExperiencia de una red de familias deagricultores, consumidores y asesores quebuscan una agricultura familiar sostenible atravs de la construccin de conocimientos,desde el dilogo entre los saberescampesinos y los agroecolgicos.

    Cocreacin de conocimiento. Retospara el dilogoAna Mara Villacorta PinoPresenta la reexin sobre la importancia deno perder, en el contexto de la universidadperuana, el signicado y valioso aporte

    del conocimiento que tienen estudiantesprovenientes de las culturas originarias delPer.

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    Vivir para conocer, conocer paravivir: a propsito de campesinos ycientcosTrinidad Alemn Santilln

    Este artculo sustenta la existencia de formasno cientcas de generar conocimiento,destacando la riqueza del conocimientocampesino para la solucin de los grandes

    desafos globales que actualmente seenfrentan.

    Dilogo de saberes y cambioepistemolgicoEntrevista a Vctor Manuel ToledoReexiones acerca de la cocreacin deconocimiento en el actual contexto de laagricultura, y reconocimiento del valor dela agricultura campesina como modelo para

    una produccin de alimentos que garanticela seguridad y soberana alimentarias de laspoblaciones del mundo.

    La integracin universidad-agricultores en el diagnstico ygeneracin de alternativas frente aproblemas tosanitarios

    Jessica Lorena Vaca Uribe,lvaro

    Acevedo OsorioAgricultores campesinos y estudiantesuniversitarios diagnostican y generanalternativas de manejo de problemastosanitarios de la papa en los Andes.

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    EDITORIAL

    Leisaha publicado varios nmerosdonde se abordaron experienciascomo el desarrollo participativo de tec-

    nologas y la innovacin desde las bases,en los que el nfasis se centr siempreen poner de relieve la potencialidaddel saber y el hacer de los agricultorescampesinos e indgenas para produciraun en condiciones adversas, generadastanto por situaciones naturales como porefectos sociales, econmicos y polticos.Pero lo que se difunde en la presenteedicin son reexiones y experienciasconcretas de innovaciones en los proce-sos productivos y manejo de los recursosde la agricultura familiar campesina apartir de la sinergia entre los agriculto-res, protagonistas del saber-hacer en el

    campo, y los profesionales e investigado-res provenientes de la universidad o deinstitutos tecnolgicos; experiencias queen el transcurso de la ltima dcada hancobrado especial importancia.

    Tal como lo decamos en la convocatoriapara este nmero, ahora resaltamos elproceso de cocreacin porque el agri-cultor campesino reconoce tambin loslmites de su conocimiento ante nuevosretos y situaciones que le toca enfrentaren un mundo globalizado y cambiante.Y es en el dilogo intercultural que seinicia la generacin de nuevos cono-

    cimientos, proceso que va ms all dela participacin y se convierte en lageneracin conjunta o cocreacin denuevo conocimiento. La agroecologa,al incorporar y reconocer el valor del

    conocimiento campesino en la actividadagraria, es el paradigma de esta nuevaforma de integrar transdisciplinaria-

    mente esta fuente local de conocimien-to para una prctica agrcola alternativaque, tal como dice Vctor Manuel Toledoen la entrevista que le hiciramos paraeste nmero de leisa, se est difundien-do en lo que constituye ... una batallaepistemolgica, cognitiva y cultural quesignica una revolucin epistemolgica(Toledo, p. 8).

    Este nmero de leisaincluye un pano-rama introductorio en el que se sostie-ne que existen formas no cientcas degenerar conocimiento (Alemn, p. 5),pero tambin artculos sobre experien-

    cias donde se produce el dilogo entreel saber campesino y el agroecolgicopara el logro de una produccin agrariasostenible (Morales, p. 10; Jarquin yTorres, p. 13; Meron y Sarmiento, p.15). Sin embargo, lo que consideramosrelevante para el reconocimiento delvalor del saber-hacer campesino y laampliacin de la agroecologa se estdando en el mbito de muchas univer-sidades latinoamericanas, en las quela experiencia de investigacin y deeducacin en contextos de diversidadcultural permite constatar el valiosoacervo de conocimientos que tienen los

    jvenes estudiantes de extraccin cam-pesina y provenientes de pueblos ori-ginarios (Villacorta, p. 20). Este aporteque puede tener importancia para unaeducacin integradora que fortalezca

    las opciones de produccin sostenibley eciente de los agricultores campe-sinos e indgenas. En esta secuencia

    de artculos sobre experiencias deeducacin tambin publicamos unosobre integracin del saber local deagricultores de pequea escala produc-tiva, donde el nfasis est en el uso dela metodologa de educacin popularde Paulo Freire y, consecuentemente,todos los protagonistas son actores delproceso (Alem y otros, p. 29).

    Continuamos con la difusin de opi-niones sobre el riesgo que signica laintroduccin de organismos transg-nicos en zonas de alta diversidad bio-lgica, especialmente para la agrobio-

    diversidad de los cultivos alimenticios,conservada y en permanente evolucinpor los guardianes de la biodiversi-dad: los agricultores campesinos (No-dari, p. 33).

    Finalmente, hemos escrito una brevenota en memoria de Berta Cceres, lderindgena hondurea y defensora de losrecursos naturales de su pueblo y de supas, asesinada en su ciudad natal deLa Esperanza, Honduras, el 2 de marzode 2016. Sin duda la trayectoria de estavaliente mujer merece una presentacinms amplia, felizmente el valor de la tra-

    yectoria de su vida y su lucha han sido yaampliamente reconocidas y difundidasinternacionalmente.

    Los editores

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    Cocreacin de

    conocimientos

    Dilogo de saberes entre agricultores y asesores. Patricia Kerenina

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    Vivirpara conocer,conocer paravivir

    A propsito de campesinos y cientcosTRINIDAD ALEMN SANTILLN

    La presente reexin aborda los retos que enfrentan en la actualidad tanto las

    estrategias ancestrales de produccin de conocimientos de las comunidades campesinascomo las metodologas privilegiadas por los sectores acadmico-cientcos; ambas ante

    contextos cambiantes que exigen su evaluacin. La apuesta por una postura integradoraque sea capaz de continuar con la bsqueda de conocimientos vericables pero que al

    mismo tiempo est abierta a las necesidades subjetivas de las comunidades representaun reto que vale la pena afrontar.

    La luz se filtraba ya por las rendijas del techo de lminas de lacasa que habitaban Mariano, su esposa Pascuala y sus treshijos, Juan, Miguel y Lorenzo, de tres, seis y ocho aos de edad.

    Todos se haban levantado desde haca rato. Acababa de pasar

    la fiesta del santo patrono y haca das que el viento soplaba

    poco, el calor aumentaba y en la punta de las montaas con

    frecuencia se vean nubes negras, todas ellas seas de que era

    el tiempo de sembrar la milpa. Tenan lista su semilla de maz

    olotn que escogieron de las mejores mazorcas de la cosecha del

    ao anterior. Haban seleccionado tambin el frijol de gua que

    echaran con el mismo maz; el botil lo echaran hasta despus

    de la primera limpia, al pie de las matas de maz, cuando ya es-

    tuvieran algo crecidas, casi al mismo tiempo que el chilacayote.

    Esta sera la segunda vez que Miguel acompaara a Pascua-

    la, a Lorenzo y a Mariano en la siembra; ahorita solo pona el

    abono de borrego en cada hoyo que Mariano haca con la coa

    donde Pascuala pona cinco semillas (deca que una era para su

    chulel), que ella misma tapaba con sus pies. Lorenzo, en surco

    aparte, tratara este ao de hacer solo todas estas tareas. Pas-

    cuala estaba particularmente alegre porque Mariano le haba

    prometido dejar un pedacito de la parcela (en la planada, donde

    la tierra era mejor) para probar el maz negro que el domingo

    haban trado del mercado de la cabecera municipal, con el que

    ella haba preparado un atole muy espesito y unos pitulitos bien

    sabrosos para ofrecerlos al Tatik Dios en su milpa. Lo sembra-ran al parejo de su propio maz, ponindole agua si la cuaresma

    se alargaba, y vigilndolo muy seguido para limpiarle la mala

    hierba, para que el zanate no sacara las semillas, o para que el

    jolom no se comiera las races...

    Esta narracin con personajes ficticios se basa, sin embar-go, en situaciones reales. Es el establecimiento de la milpa, elinicio del ciclo agrcola en la regin de Los Altos, las monta-as centrales del fronterizo estado de Chiapas, en Mxico. Elrelato puede interpretarse con sentido literario nicamente,en funcin de su contenido narrativo. Puede tambin inter-pretarse con cierta nostalgia y pesar por referirse a un proce-so de produccin agrcola que desaparece rpidamente. Laintencin, sin embargo, es utilizarlo de prembulo a la pre-sentacin de algunas ideas sobre el conocimiento campesinoy sus orgenes. Estas ideas han surgido de poco ms de 30aos de trabajo en comunidades agrcolas de ascendenciamaya (tsotsiles y tseltales) con proyectos de desarrollo agrco-

    la. Esta retrospectiva se nutre de una diversidad cambiante deenfoques de investigacin-accin que en ese lapso han trans-currido desde lo convencional (elaboracin de diagnsticos,aplicacin de encuestas, realizacin de entrevistas, ensayosexperimentales, parcelas demostrativas, capacitacin, etc.)hasta lo pretendidamente innovador (talleres comunitarios,intercambios de experiencias, investigacin participativa, es-cuelas de campo, etc.), yendo y viniendo de otras no pocastcnicas de trabajo agronmico y antropolgico. Hoy da meparece posible identificar las razones por las que la investi-gacin cientfica institucionalizada, a pesar de los muchos ygrandes esfuerzos que ha realizado, tiene an serias dificulta-des para incidir significativamente en la prctica productivatradicional de la regin.

    La narracin inicial permite identificar los conocimientossurgidos directamente de las comunidades rurales, conoci-mientos no cientficos pero enmarcados en un contexto con-creto que les otorga su sentido ms genuinamente humano:su carcter utilitario. Decimos conocimiento no cientficoporque no surgi de las entidades que se atribuyen el mritode ser las fuentes acreditadas de conocimiento verdadero, yque consideran al mtodo cientfico como la nica forma efi-caz de resolver los problemas productivos. El conocimientoagrcola campesino surgi de estrategias diferentes a las que

    sigue y pretende seguir la ciencia.Las diferencias entre conocimiento campesino y conoci-

    miento cientfico, sin embargo, no son excluyentes ni irrecon-ciliables, sino que obedecen a rutinas propias de escenariossociales distintos. Las circunstancias de crisis ambiental ysocial actuales son propicias para intentar un cambio de ac-titud de unos y otros actores sociales, lo que permitira unainteraccin maravillosa entre campesinos y cientficos, conresultados benficos para ellos, la humanidad y el planeta.Argumentar sobre estas ideas es la pretensin de este artcu-lo. Al final se proponen algunas acciones con la intencin demotivar esos pequeos cambios.

    Conocimiento generado sin el mtodo cientcoEl conocimiento campesino es un conocimiento necesario,que surge directamente de las expectativas y capacidades decada individuo y en el transcurrir de la propia vida social co-munitaria, todo ello organizado en funcin de los recursos

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    disponibles y con el objetivo de obtener lo necesario parareproducir los ciclos naturales de los cultivos y los ciclos so-cioculturales de las personas, esto es, para vivir y manteneruna familia en una comunidad. A falta de nombres apropia-dos, designaremos esas formas generadoras de conocimientono cientfico utilizando sus atributos principales: intencional

    (inductivo), emprico (retencin selectiva) e institucional (sis-tematizacin de experiencias). El recuadro muestra algunosejemplos de cada uno de ellos.

    Induccin campesinaEl conocimiento inductivo lo genera intencionalmente elcampesino a partir de los recursos que tiene y con la preten-sin de mejorar los procesos o los productos resultantes. Pro-bar una semilla conocida pero proveniente de otras regiones,modificar los diseos de siembra de las especies de la parce-la, mover las fechas de siembra, etc., son algunos ejemplosde modificaciones intencionales de lo que se hace, sin tenercomo impulso alguna necesidad apremiante. Esta forma deinvestigar tiene varias importantes semejanzas con la inves-tigacin cientf ica convencional y en ms de una ocasin se leha llegado a considerar como experimentacin campesina.

    La induccin campesina difiere de la experimentacincientfica, sin embargo, en tres aspectos operativos funda-mentales. La induccin campesina se basa en la transforma-cin de las condiciones iniciales de forma tal que el testigodesaparece. De igual forma, las modificaciones a la condicininicial son exclusivas de cada sitio (no hay repeticiones). Fi-nalmente, la evaluacin de los resultados se realiza con cri-terios francamente utilitarios de carcter local (no siempreson los volmenes de produccin) y con mucha frecuencia seorientan a satisfacer expectativas subjetivas, de carcter so-cial o cultural: sabor, facilidad de manejo o preparacin para

    el consumo, o simplemente el prestigio de ser innovador. Enla experimentacin cientfica, la condicin testigo y las repe-ticiones (los tratamientos) son la base para argumentar la ve-racidad universal de sus resultados (conocimiento). As vistas,ambas estrategias parecen divergir: la induccin campesinahacia la diversidad localmente utilitaria, la experimentacincientfica hacia la universalidad cognoscitiva.

    Retencin selectivaLa retencin selectiva es la consecuencia lgica de la induc-cin campesina, con la diferencia de que ahora las modifica-ciones son involuntarias. En el desarrollo del ciclo agrcola,en cada prctica, se repite un proceso bsico que garantizaresultados satisfactorios esperados, puesto que han sucedidoantes. Si nada cambiara el proceso siempre sera el adecuado.Sin embargo, las condiciones necesarias para el ciclo (natu-rales, sociales, econmicas) cambian continuamente creandosituaciones diferentes cada vez, con frecuencia inesperada e

    indeseable: prolongacin de la temporada seca, huracanes,incendios, migracin de los jvenes, atencin de cargos re-ligiosos, etc. De esta forma el ciclo agrcola se desarrolla, serevisa y se renueva continuamente, ajustando al vuelo lasprcticas y los materiales, y evaluando el efecto de los cam-bios sobre el patrn bsico deseado y los resultados espera-

    dos.Las propias especies cultivadas o silvestres ajustarn sus

    procesos para adaptarse a los cambios, y el campesino solodebe ser cuidadoso al seleccionar las mejores, o creativo paradisear dispositivos para aprovecharlas. Probar varias alter-nativas ante una eventualidad tendr las mayores probabili-dades de enfrentar los problemas, creando en el camino ladiversidad gentica o tecnolgica. El resultado exitoso serel criterio para repetir las mejores modificaciones en el cicloentrante. Por el contrario, si la modificacin fall porque losresultados no fueron los esperados, la nueva prctica o recur-so se abandonar. Muchas pruebas generarn varias alterna-tivas: la diversidad agrcola, en su sentido ms amplio, ha sidoel producto principal de la retencin selectiva.

    Salta a la vista la solidez de las innovaciones surgidas dela retencin selectiva, que se vale de la creatividad individualpara generar soluciones duraderas y eventualmente colecti-vas. Ha sido el mecanismo de creacin de las mltiples tec-nologas agrcolas, de los sistemas productivos diversificados,de la enorme diversidad gentica que hoy sustenta a la hu-manidad, de los policultivos y las especies de uso mltiple ydiversificado.

    Sin embargo, vale la pena enfatizar la principal debilidadde la retencin selectiva como mtodo para generar conoci-miento agrcola: el tiempo necesario para que funcione. Antela globalizacin de la economa, el crecimiento demogrficoy el deterioro ambiental, ya no son posibles los largos plazos

    para evaluar los cambios empricos para generar alternativas.Las necesidades crecen y los recursos se agotan. La perti-nencia ambiental y productiva de las tecnologas campesinascede terreno al discurso productivista de una sociedad con-sumista.

    Conocimiento institucionalEl conocimiento institucional viene a ser el crisol para cohe-sionar las dos formas anteriores de generar conocimiento. Seapoya en la naturaleza social de la especie humana, en la ne-cesidad de interaccionar con sus semejantes. Cada vida indi-vidual tiene sus motivaciones, sus intereses y sus expectativas,que inducen a explorar el mundo que la rodea, incluyendo suambiente social. Las experiencias y conocimientos personalesson el fundamento de las reacciones (individuales o colecti-vas) a los cambios contextuales, sean del grupo social dondese vive o del ambiente natural que los sustenta. La sobrevi-vencia de los individuos y los grupos sociales son el mejor

    Algunos ejemplos para ilustrar las tres formas campesinas de generar conocimiento agrcola

    Inductivo(intencional)

    Asociaciones de especies: la trilogamesoamericana (maz, frijoles, cala-bazas).

    Mejoramiento gentico (seleccin desemillas).

    Prcticas de cultivo: aporque (tierra y

    abono al pie de las plantas).

    Retencin selectiva(emprico)

    Microhbitats: condiciones particula-res de sitios dentro de la parcela paracolocar especies con requerimientosespeccos de luz, humedad o suelo.

    Patrones y dispositivos de siembrapara optimizar el uso de recursos es-

    casos, incluyendo fuerza de trabajo ydinero.

    Cambios de variedades o patrones decultivo.

    Sistematizacin de experiencias(Institucional)

    Mercados: fechas de cosechas (abun-dancias), intercambio de semillas,tecnologa, consejos, etc.

    Fiestas religiosas: concertar ayudas(tequio, mano-vuelta), intercambiarsemillas o informacin.

    Ofrendas a los santos (especcaspara cada cultivo y con base en la dis-ponibilidad de recursos).

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    criterio de la validez del conocimiento presente y aplicado.La vida misma es la mejor prueba de la pertinencia de lo quese sabe. Todos los individuos, todas las familias, todas la co-munidades tienen experiencias que estructuran sus v idas, in-dividuales o colectivas, experiencias que buscan reproducirlos ciclos biolgicos de las plantas y los animales que utilizan,pero tambin el ciclo social, cultural de la comunidad de laque forman parte. Los calendarios agrcolas se fusionan conlas fiestas y ritos religiosos, los das de mercado concentran di-

    versidades y propician intercambios, se conocen otros gustos,se sabe de otras formas de producir. Se intercambia lo que setiene por lo que gusta y se quiere tener, comparto y ayudo,para que me compartan y me ayuden

    Utilidad: criterio campesino para la validacin delconocimientoAdems de las formas de generacin del conocimiento cam-pesino, es importante considerar tambin su proceso detransmisin. Los conocimientos de tcnicas, condicionesambientales (suelos, clima, plagas), fechas apropiadas, ca-ractersticas de las especies biolgicas y necesidades de tra-bajo, se adquieren directamente en la prctica productiva.El conocimiento emprico se transmite de padres a hijos y

    acompaa las herencias materiales que mantienen los linajes.El conocimiento se incrementa con los intercambios en losmomentos de interaccin comunitaria, cuando los mercadosy f iestas religiosas juegan un papel de gran importancia. Sinembargo, el criterio fundamental para decidir la permanen-cia del conocimiento, su validez y adopcin, es su pertinenciacultural, esto es, su capacidad para satisfacer las necesidadesnaturales, individuales, culturales y sociales de las personas ylos ciclos productivos.

    Todo el proceso cognitivo campesino se mueve enton-ces en funcin del carcter utilitario del conocimiento quese genera. Cuando lo que se sabe no sirve para resolver losproblemas cotidianos, el conocimiento pierde su carcter de

    herramienta para la sobrevivencia y se queda en informacinque se tiene pero que no se usa.Lamentablemente, la situacin que se vive en las comu-

    nidades rurales (prdida de la fertilidad del suelo, bajos nive-les de produccin, escasez de nuevas tierras agrcolas, etc.)desafa a la estrategia campesina de generacin de conoci-miento y desalienta a las nuevas generaciones campesinas in-ducindolas a buscar opciones fuera de sus comunidades. Lamigracin impide la generacin de conocimiento pertinentey rompe el proceso de transmisin generacional y comunita-rio. Los recursos naturales se pierden, pero se pierde tambinel conocimiento sobre ellos. Las universidades enfrentan eldesafo de rebasar en los hechos las promesas de sus nuevasorientaciones interculturales y, adems de sus esfuerzos por

    revalorar los saberes comunitarios, enfrentan el enigma deensear a los jvenes provenientes de comunidades campesi-nas las habilidades tcnicas o productivas que necesitan pararetornar a ellas y utilizarlas para vivir dignamente de acuerdocon sus contextos culturales.

    Algunas sugerenciasLa principal intencin de este artculo es argumentar sobrela existencia de formas no cientficas de generar conocimien-to. Con ello de ninguna manera queremos menospreciar elconocimiento campesino, sino destacar precisamente su ri-queza, trascendencia y pertinencia para la solucin de losgrandes desafos que se enfrentan globalmente hoy da. El

    conocimiento campesino ha generado casi todo el germo-plasma que alimenta y sostiene a la humanidad y su riquezatecnolgica ha demostrado con creces ser altamente cohe-rente con los ciclos naturales. Sin embargo, los cambios so-ciales y econmicos mundiales avasallan a las comunidades

    campesinas y han puesto en riesgo sus estrategias de vida,entre ellas su conocimiento.

    El sector acadmico no ha consolidado an una estrategiaadecuada a la necesidad de colaborar con las comunidadesrurales en la bsqueda y solucin de los retos alimentarios yde buen vivir que se enfrentan. A pesar de lo mucho que sedice hacer en favor del desarrollo de las comunidades campe-sinas, ya sea desde la academia o desde las instancias guber-namentales, lo cierto es que su pobreza y marginacin socialcontinan poniendo en duda la pertinencia de los innumera-bles programas de desarrollo que han pretendido mejorarsus condiciones de vida.

    Para iniciar los cambios para una mejor interaccin, enprimer lugar es necesario que los cientficos reconozcan queel mtodo cientfico no es la nica forma de generar el co-nocimiento para enfrentar los problemas productivos que seviven en la mayora de las comunidades campesinas. Sobreesta premisa es posible ver que la ciencia y el corpus de cono-cimiento campesino pueden interaccionar muy exitosamente.

    Para enfrentar la incredulidad, muy comn ya en las co-munidades campesinas, respecto a soluciones nuevas a susviejos problemas, es indispensable identificar los puntos enlos cuales el conocimiento local ha llegado a sus lmites y don-de el conocimiento cientfico no ha podido o no ha queridoincursionar. La ciencia puede aportar al conocimiento cam-pesino informacin de detalle y herramientas para acopiar-la, tcnicas y diseos para la evaluacin rpida de ensayos,contribuyendo as al proceso de toma de decisiones. En re-tribucin puede recibir del conocimiento campesino criterios

    e indicadores de pertinencia para la investigacin cientficaque la orienten hacia la atencin de lneas prioritarias de de-sarrollo local, de acuerdo a las expectativas de la gente. Qui-zs todo lo que se necesite para empezar sean solo pequeoscambios de actitud.

    Sin abandonar nuestras pretensiones de conocer el mun-do tal como es, los acadmicos debemos tambin dedicar es-fuerzos a construir los escenarios sociales de acuerdo a cmocada comunidad quiere que sea. La objetividad, lo abstracto,lo universal, lo cuantitativo, lo conceptual, el prestigio acad-mico quizs deban hacer un poco de espacio a la subjetivi-dad, lo local, lo cualitativo y utilitario, que es nuestro compro-miso social. Vale la pena intentarlo...

    Trinidad Alemn SantillnEl Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), San Cristbal de las Casas,

    Chiapas, [email protected]

    Diversidad de maz del oeste de Tlaxcala, Mxico. Feria del Maz yde las Semillas Nativas, Grupo Vicente Guerrero. Juliana Meron

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    ENTREVISTA

    8 leisa32.1

    LEISA: Dr. Toledo, lo ltimo que hemos ledo de ustedes su leccin inaugural en la Universidad Rafael Landvar

    en Guatemala, el ao pasado. A partir de esta lecturacreemos que es importante preguntarle: Por quconsidera a la agroecologa como una ciencia y comouna prctica que al valorar los conocimientos de lospueblos indgenas se constituye como la alternativa antela crisis de la modernidad en la agricultura?Vctor Manuel Toledo:Me gustara plantear la respues-ta a la pregunta en relacin con la produccin de alimentosy con el panorama que se nos viene. Hoy en da existen unpoco ms de siete mil millones de seres humanos y se estimaque en 35 aos esta poblacin ser de nueve mil millones.Dos mil millones ms de seres humanos que, por supuesto,van a requerir de alimentos. Ahora, los voceros del modelohegemnico en la produccin de alimentos dicen que la ni-

    ca manera de poder alimentar a todos estos seres humanos esa travs de la modernizacin de la agricultura, lo que implica,fundamentalmente como ya sabemos combustibles fsilesy maquinaria, por supuesto, movida por estos grandes pro-pietarios. Hay articulacin con el mercado, particularmentecon los insumos provenientes de las grandes corporaciones.Pero este modelo que conocemos como la Revolucin Verde,ahora en su nueva fase de introduccin de los organismosgenticamente modificados o transgnicos, segn las ltimascifras, contribuye ya con el 25 a 30% de los gases del efectode invernadero. Es decir, contribuye al calentamiento globalque, como sabemos, no hay forma de que los gobiernos, lasempresas, las instituciones internacionales, la ciudadana ni la

    sociedad civil, logren detenerlo; el ltimo ejemplo es durantela COP-20 en Pars. Desde esa perspectiva, la agroecologa esla salida. No hay otro paradigma, no hay otra oferta ms inte-grada desde el punto de vista tcnico, cientf ico y cultural quela agroecologa como la nica manera de contribuir con una

    produccin de alimentos que tenga un incremento suficientebajo modelos que no compliquen el panorama. La agroecolo-

    ga enfra, la agroindustria calienta el planeta.LEISA: Para ilustrar a nuestros lectores seraimportante que nos mencione algunos ejemplosconcretos de situaciones donde el agricultor campesinoindgena, individual o colectivamente, haya tenido un rolprotagnico al solucionar estos y otros problemas consus conocimientos y prcticas tradicionales.VMT:Tengo algunos ejemplos concretos. El primero es el estu-dio hecho hace unos aos por nuestro colega norteamericanoEric Holt-Gimnez en el norte de Centroamrica despus delpaso del huracn Mitch (1998), que peg muy duro en la zonade Guatemala, Honduras y Nicaragua. En dicho estudio, reali-zado en colaboracin con las organizaciones sociales que han

    adoptado la agroecologa, se compar el impacto del huracnen 1 000 parcelas agroecolgicas y 1 000 parcelas convencio-nales, encontrndose que las agroecolgicas mostraron clara-mente ms resistencia y mayor resiliencia. Esto se explica pormuchas razones: la siembra de rboles alrededor de las par-celas, el policultivo, el manejo del suelo, etc. Las parcelas quehaban adoptado el paradigma agroecolgico fueron menosafectadas que las parcelas convencionales.

    En Mxico puedo mencionar el estudio, incluido en el li-bro Utopstica agroecolgica, de prxima publicacin, del quesoy coautor junto a Miguel ngel Damin, agroeclogo de launiversidad de Puebla, quien ha hecho un trabajo muy finoy riguroso con agricultores campesinos de la zona Puebla-

    Tlaxcala, siguiendo a los productores de maz ms exitososdurante ms de una dcada, y registrando cmo, con base ensu propio conocimiento campesino, tienen la capacidad de,en pocos aos, ir seleccionando las variedades de maz quems se adaptan a los cambios, etc. Esos campesinos exitosos

    Dilogo de saberes

    y cambio epistemolgicoEntrevista con VCTOR MANUEL TOLEDOEn leisarevista de agroecologahemos entrevistado

    a Vctor Manuel Toledo sobre su interpretacin delsignicado de la cocreacin de conocimiento en

    el actual contexto de la agricultura, que enfrentasituaciones inditas producidas por efectos

    de la globalizacin, del cambio climtico y delreconocimiento de la agricultura campesina

    denominada agricultura familiar por los organismosinternacionales que va adquiriendo cada vez mayor

    relevancia como un modelo para una produccin de alimentos que garantice la seguridad ysoberana alimentarias de las poblaciones del mundo.

    Vctor Manuel Toledo. archivo leisa

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    no han contado con la asesora de agrnomos ni cientficos y,desde trminos totalmente tradicionales nada de RevolucinVerde, incluso nada de agroecologa, estn muy cercanos delos principios agroecolgicos. Miguel ngel Damin proponeque hay que tomar a estos productores a manera de farosagroecolgicos, como ejemplo para el resto de los producto-

    res en una comunidad particular, en una regin.LEISA: Ahora, una ltima pregunta. A su parecer,cules seran las acciones ms importantes para quela universidad, los institutos de formacin tcnica y lospropios actores del conocimiento tradicional indgenao campesino reconozcan el valor de este conocimiento,de este saber-hacer, que muchas veces los mismos hijosde los campesinos rechazan o quieren ignorar porquepiensan que no es moderno?VMT: Efectivamente, cuando se presenta este dilema en-tre dos maneras fundamentales de producir alimentos en elmundo, por supuesto se genera un conflicto en los mediosacadmicos y se da una batalla en las universidades, en los

    centros de estudios tecnolgicos, en los centros de investiga-cin. Porque la agroecologa cuestiona toda una corriente ytoda una tendencia investigativa y de difusin de conocimien-to y un modelo educativo. Yo lo que le puedo decir desde unaperspectiva de lo que he visto en los ltimos 20 a 25 aos esque lentamente se han ido ganando espacios. Hace diez aosprcticamente solo exista el doctorado en Espaa, hoy ya te-nemos doctorados en agroecologa en Bolivia y Colombia; enMxico est previsto y ya tenemos maestras. Pero todava hayfuertes resistencias. Por ejemplo, el caso de la principal uni-versidad agronmica de Mxico, la Universidad Autnoma deChapingo (UAC) que adems surgi justamente en el Carde-nismo en los aos 30, una poca muy interesante de Mxico

    para la educacin popular, laica y pblica, en la que todavaes probable que hasta el 80% de los estudiantes son hijos decampesinos e indgenas, muchos de ellos becados. Desafortu-nadamente, y al contrario de lo que estaba diciendo antes, enla UAC se promueve el modelo agroindustrial.

    Sin embargo, hace diez aos se abri la carrera de agro-ecologa en la UAC y hoy en da las nuevas autoridades de launiversidad estn ya replanteando el paradigma con la idea detransformarlo. Como este caso debe haber muchos en el restode la regin latinoamericana y del mundo. Se van ganandoespacios lentamente, se estn multiplicando las universidades

    en las que se abre la carrera, el posgrado y, efectivamente, estaes una batalla epistemolgica, cognitiva y cultural. Y no se tra-ta esto es muy importante decirlo de evadir o de evitar elproceso de modernizacin, sino que la agroecologa postulauna modernidad alternativa. No una modernizacin que des-truye la tradicin, sino que parte de la tradicin, que respetaestas sabiduras, estas culturas y que busca el encuentro de losconocimientos y de las experiencias.

    Pero tampoco podemos pensar, de manera romntica, so-lamente en rescatar lo tradicional. Lo tradicional tambin tienesus propios lmites. Ms bien se trata de un modelo diferente, decarcter intercultural. Al respecto no puedo dejar de sealar elresto de la pregunta, pues hay otra corriente u otra contraco-rriente en Amrica Latina, en paralelo al proceso agroecolgi-

    co, que es el desarrollo de la etnoecologa o la etnobiologa. Esuna corriente en la cual me incluyo integrada por investigado-res que estn trabajando sobre el conocimiento tradicional. En2015 hemos tenido nuestro III Congreso Latinoamericano, enPopayn, Colombia; un congreso muy exitoso, con ms de 1 000participantes, sobre todo jvenes investigadores, que impulsanesta corriente que reconoce el conocimiento tradicional comoun baluarte en el devenir de la humanidad.

    Victor Manuel ToledoEtnoeclogo mexicano, doctor en Ciencias por la Facultad de

    Ciencias de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM).Miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1985.

    Trabaja en el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Susten-tabilidad de la UNAM y ha sido docente e investigador en Mxicoy otros pases latinoamericanos. La relacin entre las culturas

    indgenas y la biodiversidad es su rea de inters principal. Es unimportante estudioso y promotor de la agroecologa.

    Visita de seguimiento con el promotor Mario Coc Rax y dos integrantes de un grupo prioritario en Salac 1, Guatemala. Nancy Merlo

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    JAIME MORALES HERNNDEZ

    Este artculo muestra los resultados de un largo proceso de resistencia enfocado en lasalvaguarda de la agrodiversidad del maz y su sistema de desarrollo, la milpa, ante los

    embates de tecnologas modernas que amenazan con destruir milenios de creacin deconocimientos.

    El maz nativo en Mxico:la defensa de un bien comn

    Alo largo de la historia, la base de la agricultura mesoame-ricana ha sido la milpa, ese policultivo estructurado entorno al maz (Zea mays), distintos frijoles (Phaseolus spp.) y

    calabazas (Cucurbitaspp.), asociados con plantas leosas, fru-tales, medicinales y forrajeras. En Mxico, su centro de origeny diversificacin, el maz constituye el eje de la alimentaciny de la cultura rural y, a lo largo de 9 000 aos, ha construidoel paisaje agrario marcado por la continua presencia de unagran diversidad de maces y de milpas. El maz es mucho msque un cultivo, es el corazn de la vida rural, es un elementode nuestra identidad, es un bien comn de las mexicanas y losmexicanos, y cuidarlo, conservarlo y defenderlo es asegurarel futuro del campo, del pas y de nuestros alimentos.

    El campo en Mxico es hoy un escenario avasallado por laagricultura industrial globalizada, orientada a la exportacin,basada en el monocultivo, el alto uso de insumos y agrotxi-cos, el manejo intensivo del suelo y del agua y la utilizacin detransgnicos. Esta agricultura ha tenido graves impactos socia-les y ambientales en el medio rural mexicano y ha desarticula-do a la agricultura familiar basada en la milpa, que produce lamayora de los alimentos y en la que trabaja gran parte de los

    habitantes rurales. Es, adems, una grave amenaza a la ampliadiversidad de los maces nativos, a la gastronoma mexicanadeclarada en 2012 patrimonio de la humanidad, a nuestracultura y a un bien comn.

    Ante ello han surgido mltiples movimientos sociales ru-

    rales y urbanos unidos en torno a la defensa del maz, que searticulan en mltiples acciones: sembrar y conservar macesnativos y milpa, fortalecer la agricultura familiar, fomentar eltrabajo en redes, cocinar y consumir el maz nativo y los ali-mentos de la milpa, sumarse a las movilizaciones contra lostransgnicos y vincular a los agricultores con los consumido-res. Hoy, despus de veinte aos de resistencias, la siembra demaces transgnicos en Mxico est prohibida y en estos proce-sos el papel fundamental lo han desempeado los movimientoscampesinos e indgenas que, desde sus conocimientos, saberesy semillas, hacen los esfuerzos cotidianos para el cuidado y me-joramiento de los maces nativos. Por todo el territorio se ex-tienden experiencias exitosas, desde el Mxico profundo, queconstruyen alternativas a la agricultura industrial dominante.

    Una experiencia desde Jalisco: La RASAEntre estas experiencias es posible encontrar a la Red de Alter-nativas Sustentables Agropecuarias (RASA), una cooperativa

    Construccin deconocimiento

    para el cuidado ymejoramiento delmaz nativo y de

    la milpa en Jalisco,Mxico

    Nuestros maces, nuestras semillas, nuestro futuro. Patricia Kerenina

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    nacida en 1999 en el estado de Jalisco, Mxico, donde partici-pan cien familias de agricultores, campesinos, indgenas, mu-jeres, consumidores y asesores de veinte municipios del centroy sur del Estado. La Red busca una agricultura familiar susten-table y realiza sus actividades a partir de tres ejes: la construc-cin de conocimiento, la conservacin de la agrodiversidaddel maz y de la milpa y el comercio justo como articulacincampo-ciudad.

    Las actividades de la RASA estn basadas en dos referentes,

    la agroecologa y la educacin popular, y su trabajo se inscribeen la evidencia de que la construccin de conocimiento desdeel dilogo entre los saberes campesinos y los agroecolgicoses el punto de partida para avanzar hacia la sustentabilidadrural. En la construccin de conocimiento agroecolgico esclave el papel de la agricultura familiar, en ella ocurre un flujocontinuo entre pasado, presente y futuro, es el lugar donde lasexperiencias y conocimientos son transmitidos y acumulados,donde se construye conocimiento, donde se vive y se preservala cultura (Van der Ploeg, 2014). En la RASA estos procesosestn fundamentados en el mtodo campesino a campesinocon una importante participacin de agricultores como forma-dores y en diferentes modalidades: encuentros de intercambio,talleres y giras, en los cuales los contenidos se definen en forma

    participativa en torno al concepto de agroecosistema con baseen el maz y en la milpa y donde existe un fuerte nfasis en elrescate de las semillas y el conocimiento local.

    Desde la perspectiva de la RASA la construccin de co-nocimiento para el cuidado y mejoramiento del maz nativose realiza en tres niveles: primero, en la parcela familiar, atravs de establecer las milpas agroecolgicas; segundo, en lacomunidad, a travs del fomento del cuidado del maz com-partiendo las experiencias particulares y las semillas; tercero,en la conservacin de semillas a nivel regional en el fondo desemillas de la RASA y a travs de experimentadores y cuida-dores del maz que recuperan diferentes variedades, experi-mentan con ellas en su parcela y son encargados de transmitir

    los conocimientos necesarios (Bernardo, 2011). En la parcelafamiliar y en el mbito comunitario los talleres son fundamen-tales. En ellos participan como animadores los campesinosde la RASA y realizan el acompaamiento de los grupos inte-resados. Los talleres generalmente son en las parcelas de losagricultores formadores y las siembras y experimentos son es-pacios educativos, vivos y dinmicos, constituyndose comounidades de construccin de conocimiento.

    El acompaamiento es otro espacio de formacin muyimportante en estos niveles y da seguimiento a los gruposen la produccin agroecolgica. Esta formacin en la accinimplica diagnsticos participativos, diseo de experimentos,recorridos de campo, evaluacin de los resultados y comuni-cacin de ellos en las comunidades. El acompaamiento se

    realiza en momentos clave del ciclo agrcola y se fortalece conla asistencia a los encuentros, talleres y giras. Los encuentrosde intercambio a nivel regional, representan un importantepapel en estos procesos y, en ellos, el grupo campesino an-fitrin comparte desde sus parcelas sus experiencias con elmaz, la milpa y la agricultura sustentable. En estos encuen-tros son fundamentales el dilogo e intercambio de conoci-mientos y semillas entre los campesinos, los asesores y losconsumidores. Las giras consisten en visitas a experienciasexitosas en agricultura sustentable fuera de Jalisco e implicanel compromiso de los agricultores de la Red con otras comu-nidades para acompaarlas en sus procesos de formacin.

    En el Centro de Formacin en Agricultura Sustentable de

    la RASA se estableci desde hace cinco aos un fondo regio-nal de semillas del maz y de la milpa dedicado a la conser-vacin y reproduccin de aquellas que los campesinos consi-deran en riesgo. Actualmente existen cerca de 35 variedadesque son la base del trabajo de los cuidadores de las semillas

    en el establecimiento de los experimentos y siembras comu-nitarias. Estos maces son expuestos e intercambiados en lasferias del maz y en los encuentros regionales. El papel de loscuidadores de las semillas implica una experimentacin cons-tante y da lugar a adaptaciones y mejoramiento gentico, ascomo a innovaciones en cuanto al manejo; adems conlleva

    el compromiso de compartir la semilla y sus conocimientosasociados (Bernardo, 2011).

    Algunos avancesEn un contexto muy adverso y marcado por la intensificacinde la agricultura industrial, un avance importante es que losprocesos de construccin de conocimiento han acompaadoel esfuerzo y el trabajo de los agricultores de la RASA y leshan permitido ir avanzando hacia agriculturas familiares mssustentables en torno a la milpa de maz. Han recuperado yen algunos casos, incrementado la agrodiversidad y, en to-dos los casos, el punto de partida han sido las prcticas de laagricultura tradicional y el uso de semillas nativas. En prome-dio cultivan ahora ocho especies de frutales, 17 especies de

    hortalizas, cuatro gramneas diferentes, seis leguminosas dis-tintas, 10 plantas medicinales y cinco especies animales (Ber-nardo y Morales, 2011). Ello les permite alcanzar de nuevo lasoberana alimentaria a nivel familiar, resistir a la crisis ruraly recobrar importantes mrgenes de autonoma productiva.Las familias de la RASA, con ms de 10 aos de experienciaagroecolgica, cubren las necesidades de alimentacin, saludy educacin bsicas y un 40% tiene ingresos por encima dela media (Muoz, 2012). Los agricultores reconocen el mazcomo un smbolo de identidad campesina e indgena, sinni-mo de libertad y autonoma (Bernardo, 2011).

    Otro avance relevante es que a partir de estos procesosse ha creado un amplio grupo de campesinos y campesi-

    nas que actan como formadores, con base en una visincon valores como libertad, justicia y dignidad, as como elrespeto hacia los dems y a la naturaleza. Los elementos deidentidad campesina estn presentes en estos formadores yorientan la sustentabilidad de manera prctica y reflexiva,

    El aprendizaje se va dando a partir del intercambiode experiencias, de la vinculacin con otros campesi-nos y otros movimientos. Hemos emprendido la cons-truccin entre todos, la combinacin de nuestro saberantiguo con el conocimiento actual y con las tcnicasagroecolgicas. Lo propio es bueno y si se compartees mejor, y as comenzamos el trabajo de una agricul-tura renovada, a partir de lo que sabamos, pero conlos nuevos saberes de las prcticas agroecolgicas. Elconocimiento que vamos haciendo se ha arraigado en

    nuestras mentes, en nuestras milpas y en nuestro co-razn. Es parte de la sabidura, de la experiencia y deldescubrimiento, y con esta sabidura intentamos darun paso ms adelante y compartir con otros para dar-le vida y movimiento a ese conocimiento que nos abrelas puertas al encuentro con esos otros que buscan yesperan saber un poco ms para enriquecer as su pro-pio aprendizaje y su propia prctica, para encontrar elsentido de su quehacer en el proceso de compartirlo.

    Testimonio de uno de los campesinos de la RASA

    El maz nace y nos da vida, el maz tiene vida y nosalimenta, soy hija de campesinos y esposa de campe-sino; yo s de sabores y de colores, me gusta muchoel maz y todos sus derivados. Sin campesinos, no va

    a haber maz, del maz dependen muchas cosas, de-pende la vida, entonces hay que cuidar de la tierra ycuidar de las semillas de maz.

    Testimonio de una campesina de la RA SA

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    ya que fomentan el cuidado de la tierra, la naturaleza y lavida. Esto ilustra la relevancia de la multifuncionalidad dela agricultura en los procesos de construccin de conoci-mientos y especialmente de la funcin cultural que atiendea la preservacin de conocimientos tradicionales, al dilogode saberes y al intercambio de conocimientos. Estos proce-sos no funcionan solos sino que se articulan a otras redes yorganizaciones y se involucran en proyectos comunitarios,creando espacios para la construccin de conocimientosacerca de prcticas de manejo sustentable que promuevenla toma interna de decis iones, la autonoma tecnolgica y laautogestin laboral (Morales y otros, 2013).

    El Fondo de Semillas de la RASA es otro avance y ha sido

    fundamental para el cuidado y multiplicacin de variedadeslocales de maces nativos y otros cultivos de la milpa en riesgode perderse. Estas semillas han sido el punto de partida parael fitomejoramiento participativo donde los cuidadores delmaz, en dilogo con otros agricultores y con los asesores, re-cuperan diferentes variedades, experimentan con ellas y sonencargados de transmitir los conocimientos en los diferentesespacios de formacin. El cuidado y mejoramiento de las se-millas del maz y de la milpa pueden verse entonces comoun resultado de la construccin colectiva de conocimientoagroecolgico.

    Jaime Morales HernndezIngeniero agrnomo por el Instituto Tecnolgico de Estudios Supe-riores de Monterrey, doctorado en Agroecologa por la Universidad

    de Crdoba, Espaa, maestra en Agroecologa y Desarrollo RuralSustentable por la Universidad Internacional de Andaluca, Espaa.Maestra en Desarrollo Rural por el Colegio de Posgraduados de la

    Universidad de Chapingo. Actualmente es profesor investigador delCentro de Formacin e Investigacin Social del Instituto Tecno-

    lgico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Es ademsagricultor ecolgico en la Ribera Sur del Lago de Chapala.

    [email protected]

    Referencias

    - Bernardo, Mara de Jess, y Morales Hernndez, Jaime, 2011. Elconocimiento campesino y la percepcin simblica como

    elementos para la formacin en agroecologa hacia la sus-

    tentabilidad rural. En Reyes, Felipe, y Barrasa, Sara, coords., Sa-beres ambientales campesinos: Cultura y naturaleza en comunidades

    indgenas y mestizas de Mxico. Coediciones de la Universidad de

    Chiapas, Mxico, y la Universidad Autnoma de Madrid, Espaa.- Bernardo, Mara de Jess, 2011. El cuidado de las semillas

    nativas y su importancia en procesos de agroecologa:

    pequeos productores de Jalisco. En Alvarez-Buylla, Elena,Carrin, Areli, y San Vicente, Adelita, coords., Haciendo milpa.Mxico: Coediciones de la UNAM y Semillas de Vida.

    - Morales, Jaime, Alvarado Castro, Eric, y Vlez, Lucero Larizza,2013. La agricultura periurbana y las alternativas haciala sustentabilidad en la Zona Conurbada de Guadalajara,

    Jalisco, Mxico. Artculo presentado en el IV Congreso Latino-americano de Agroecologa, Lima, Per. Disponible en ht tp://rei.iteso.mx/handle/11117/1377

    - Muoz Villarreal, Oscar, 2012. Situacin de las hijas e hijosde campesinos de la Red de Alternativas Sustentables

    Agropecuarias de Jalisco, Mxico. Tesis de Maestra en Agro-ecologa, Universidad Internacional de Andaluca, Espaa.

    - Ploeg, Jan Dowe van der, 2014. Diez cualidades de la agricultu-ra familiar.LEISA revista de agroecologa, volumen 29, nmero 4.

    Los pueblos indios y la diversidad de las semillas. Patricia Kerenina

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    Intercambio de conocimientos entre tcnicos y promotores de ECEA sobre despulpado de caf en Alitze, Aquismn. Ramn Jarquin

    Cacultores y acadmicosgeneran conocimientosAvances de las ECEA en la Huasteca potosina

    El aprendizaje que se evalu fue generado en las ECEA

    entre 2013 y 2014 a partir de un proyecto de innovacintecnolgica para incorporar al sistema productivo prcticasagroecolgicas de cosecha y poscosecha. El proyecto fue ges-tionado para caficultores en colaboracin con la UniversidadAutnoma de San Luis Potos (UASLP) y el contraste evalua-tivo se realiz en 2015, comparando los resultados con los decomunidades participantes en un programa gubernamentalconvencional de capacitacin y transferencia de tecnologa,denominado Proyecto Integral de Innovacin y Extensin(PIIEX), desarrollado paralelamente en la zona de estudio(SAGARPA, 2014).

    Qu son las ECEA?Se trata de un modelo de formacin para adultos que preten-de dotar a corto plazo habilidades y conocimientos suficien-tes a actores locales, denominados promotores o educadorescampesinos. A su vez, ellos comparten en el mbito de sus co-munidades esas habilidades y capacidades adquiridas en una

    etapa de formacin participativa con productores y produc-

    toras integrados a los espacios de interaccin, a travs de larepeticin de dichos eventos (rplicas). A mediano plazo, lasECEA plantean aprovechar las habilidades adquiridas en laprimera fase para potencializarlas, en materia de experimen-tacin campesina, en una segunda fase (figura 1). La ECEA esel espacio donde el promotor campesino aprende, socializa ygenera el conocimiento con sus compaeros, apegndose alprincipio de que ensear no es transferir conocimiento, sinocrear las posibilidades para su construccin, promoviendola concientizacin de su realidad para transformarla (Freire,1996) y enfatizando principios y metodologas participativas.(Jarquin, 2010).

    Qu hicimos?En esta evaluacin se contrast el conocimiento adquiridopor los productores en las ECEA con el modelo convencio-nal PIIEX (tabla 1). Las comunidades que implementaron elmodelo de las ECEA fueron Tamcuem, a cargo del promotor

    RAMN JARQUIN GLVEZ, NORMA TORRES CASTRO

    Las Escuelas de Campo y Experimentacin para Agricultores (ECEA) se han desarrolladoen Mxico desde 1999. Este artculo presenta los avances de la evaluacin del

    conocimiento adquirido por productores de caf formados con la metodologa ECEA enlos municipios de Aquismn y Xilitla, en San Luis Potos, Mxico.

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    campesino Romualdo Martnez Francisca y El Aguacate Ba-rrio I, bajo la responsabilidad de la seora Mara Teodora Ma-

    teo Irineo, ambas comunidades del municipio de Aquismn,y la de Arroyo Seco, perteneciente al municipio de Xilit la, conel promotor Ricardo Agustn Hernndez como representan-te, todas en San Luis Potos. Los criterios de seleccin de lasECEA fueron los siguientes:

    1. Cumplimiento al 100% de la asistencia de los promotorescampesinos a los mdulos formativos y de la realizacinde rplicas en su comunidad durante las fechas estableci-das antes de iniciar la evaluacin.

    2. Integracin de evidencias detallando el nmero e identi-ficacin de productores participantes uti lizando la cdulacorrespondiente.

    Las comunidades y localidades donde se desarroll el mo-delo convencional PIIEX, consideradas como la contrapartede las ECEA, fueron Octojub, en el municipio de Aquismn) yEl Aguacate Barrio II y El Naranjal, en el de Xilitla.

    El nmero total de productores encuestados fue de 103,44 correspondientes al modelo PIIEX y 59 al modelo ECEA.

    ResultadosLas respuestas relacionadas con los conocimientos de buenasprcticas de cosecha y poscosecha de caf reflejan que en lasECEA se adquirieron mayores conceptos sobre las temticaspues el promedio de calificaciones fue ms alto en estas queen las PIIEX, con 76 y 43% de acierto respectivamente.

    Durante la evaluacin se observ un marcado empodera-miento frente a los temas de parte de los promotores comunita-rios de ECEA, independientemente de su nivel de escolaridad,

    Tabla 1. Caractersticas de los modelos sometidos a evaluacin

    ECEA PIIEX

    1. Un grupo de productores integrados en un proceso productivo.2. Un promotor o educador campesino designado en asamblea o acuerdo de

    grupo para ejercer las actividades de rplica de conocimientos.3. Integracin a un proceso modular de formacin y acreditacin de habilida-

    des (currculum de la ECEA).4. Ubicacin de la parcela escuela denida como el espacio de interaccin

    enseanza-aprendizaje y experimentacin.

    5. Implementacin del proceso formativo a los promotores campesinos porparte de instructores calicados y desarrollo de tcnicas participativas.

    6. Modelo horizontal de educacin agrcola campesina.

    1. El conocimiento es transferido por un tcnico.2. Busca crecimiento econmico individual y del pas por

    medio de apoyo monetario, adquisicin de plantas einsumos agrcolas.

    3. Busca que el agricultor cuente con predios en explo-tacin.

    4. Busca ser un complemento de ingresos econmicos.

    5. Implementacin de cursos tericos y reparticin deinsumos agrcolas.

    6. Modelo transversal de transferencia de tecnologas.

    Fuente: elaboracin propia

    reflejando mayor confianza en s mismos al expresar directa-mente en sus lenguas maternas (tenek y nhuatl) el conoci-miento aprendido y generando as mayor inters sobre el pro-ceso formativo, que pudo ser observado en la asistencia a losmdulos formativos. Se constat tambin que el conocimientocompartido fue funcional para el desarrollo agrcola del pe-queo productor, incluso en el caso de aquellos que no sabenleer y escribir, al ser prctico y no solo terico.

    Qu nos dej la experiencia?Se ratific que el modelo ECEA ha permitido integrar el co-nocimiento local con innovaciones tcnicas externas, y queesto ha fortalecido la produccin en las zonas cafetaleras es-tudiadas y que puede superar sus beneficios si se lo comparacon los modelos convencionales.

    Las ECEA permiten desarrollar procesos de confianza ycompromiso entre actores externos y productores, fortale-ciendo la sinergia entre sus niveles de conocimiento. Adems,los estudiantes son actores clave en la fase de sistematizacinde la informacin y posterior experimentacin campesina,ya que complementan sus experiencias mutuamente con lospromotores campesinos.

    Ramn Jarquin GlvezProfesor e investigador en la Facultad de Agronoma y Veterinaria

    de la UA [email protected]

    Norma Torres CastroPasante por el grado de ingeniera agroecloga en la Facultad de

    Agronoma y Veterinaria de la UA SLP.

    Referencias- Jarquin Glvez, R., 2003. Las ECEAs: base para la implemen-

    tacin de proyectos de desarrollo autogestionarios en

    zonas cafetaleras. LEISA revista de agroecologa, volumen 19,

    nmero 1.- Jarquin Glvez, R., 2010. Interactuando para aprender: elcaso de las Escuelas de Campo de Agricultores (ECAs) en

    el Per.LEISA revista de agroecologa, volumen 26, nmero 4.- SAGARPA, 2014. Proyectos Integrales de Innovacin y

    Extensin (PIIEX), Cobertura Nacional y Estatales, 2014.Mxico: Secretara de Agricu ltura, Ganadera, Desarrollo Rural,Pesca y Alimentacin, disponible en www.sagarpa.gob.mx/desarrolloRural/DesCap/Paginas/PIIEX_2014.aspx

    - Serrano, S. I. de J., 2010. Evaluacin del impacto social yambiental de las Escuelas de Campo y Experimentacin

    para Agricultores (ECEAs) de la Reserva de la Biosfera el

    Triunfo. Tesis de Maestra en Agroecologa Tropical. Universi-dad Autnoma de Chiapas. Facultad de Ciencias Agronmicas,

    Campus V. Villaflores, Chiapas, Mxico.- Freire, Paulo, 1996. Pedagoga de la autonoma. Mxico: Si-

    glo XXI.

    Figura 1. Esquema sinttico del modelo ECEA

    Fuente: elaboracin propia.

    Universidades y centrosde investigacin

    Productoresexperimentadores

    Lder experimentador

    Instructores

    Promotores campesinosComunidad-

    organizaciones

    Etapa de formacinparticipativa

    Parcelaescuela

    TiempoEtapa de fortalecimiento

    de capacidades deexperimentacin

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    Feria del Maz y de las Semillas Nativas en la comunidad deVicente Guerrero, Tlaxcala, Mxico. Juliana Meron

    Cocreacin de saberes,poderes, prcticas

    e identidades campesinas en Tlaxcala, MxicoJULIANA MERON, ALICIA SARMIENTO SNCHEZ

    Hemos aprendido que la creacin colectiva de saberes es un proceso crucial paratransformaciones signicativas. Colaborando con iguales, diferentes anes y tambin

    con aquellos y aquellas que inicialmente se nos oponen, nos hemos percatado de lanecesidad de construir juntos conocimientos relevantes para nuestras prcticas y para la

    defensa de los bienes comunes.

    En procesos muy diversos con miembros de comunidadesrurales y urbanas, organizaciones de la sociedad civil, uni-versidades, gobiernos y empresas hemos aprendido que:

    1. Los saberes son tambin poderes. La cocreacin de sabe-res desde perspectivas diversas nos permite comprenderla realidad de manera ms compleja y, por lo tanto, incidirsobre ella ms efectivamente. En este sentido, los saberesamplios y pertinentes son un instrumento fundamentalpara fortalecer o transformar prcticas y para defendernuestro territorio y cultura.

    2. Los saberes son tambin haceres. Conocemos para com-prender y cambiar activamente la realidad de la cual for-mamos parte. Los saberes que no se convierten en algntipo de accin o prctica, individual o colectiva, suelenquedarse en el olvido. Pensar y actuar van de la mano.

    3. Los saberes son tambin expresiones de nuestra identi-dad. Preguntas como qu sabemos?, cmo lo sabemos?y para qu lo sabemos? definen, en parte, el tipo de per-sona que somos. Los saberes que nacen de la experienciacampesina e indgena son diferentes de aquellos que pro-ducen individuos que piensan y actan en otros contex-tos, segn otras lgicas, intereses y condicionantes.

    Los poderes, haceres e identidades que necesariamen-te se articulan en los procesos de cocreacin de saberes se

    manifiestan en diferentes tipos de interacciones y escalas. Acontinuacin presentamos algunas reflexiones provenientesde la experiencia de una organizacin campesina dedicada apromover la agroecologa y la soberana alimentaria.

    El Proyecto de Desarrollo Rural Integral VicenteGuerrero en Tlaxcala, MxicoConocido como Grupo Vicente Guerrero o GVG, el Proyectode Desarrollo Rural Integral Vicente Guerrero acta junto a20 municipios del estado de Tlaxcala para capacitar y aseso-rar a organizaciones campesinas, comunidades, agricultorese instituciones pblicas y privadas en pro de un desarrolloecolgicamente sostenible que permita avanzar hacia una so-ciedad autogestionaria ms justa, equitativa y en armona conla madre naturaleza. En sus ms de 30 aos de actividades,el GVG ha cocreado saberes, poderes, prcticas e identidadesen mltiples procesos, de los cuales presentamos tres ejemplosque involucran diferentes actores, campos de accin y escalas.

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    Escala 1. Coconstruir entre iguales: de campesino acampesino

    Muchos saberes agroecolgicos son construidos en los talle-res e intercambios que se realizan entre campesinos y campe-sinas. Se trata principalmente de saberes prcticos sobre con-servacin y mejoramiento del suelo, produccin de abonos,manejo y control biolgico de plagas, captacin y almacenajede agua, produccin y utilizacin de plantas medicinales, en-tre otros. Las diferentes experiencias y visiones enriquecen elconocimiento generado as como las alternativas para aplica-cin en distintos contextos.

    La cocreacin de conocimientos entre campesinos y cam-pesinas se ha presentado, adems, como un proceso empo-derador que revaloriza los saberes de hombres y mujeres delcampo, visibiliza las prcticas tradicionales como alternativasviables y dignifica la identidad campesina e indgena, hoyamenazada por otros poderes, saberes y prcticas.

    Escala 2. Coconstruir entre diferentes afines: gestincomunitaria del territorio

    A travs de la coconstruccin de conocimientos sobre losbienes y procesos socioambientales del territorio, los miem-bros de la comunidad de Vicente Guerrero se organizaronpara adquirir un terreno erosionado de 27 hectreas en unazona estratgica. En este terreno hay algunos manantiales

    utilizados para el suministro de agua potable a la pobla-cin a travs del manejo comunitario de este recurso vital.Actualmente se realizan prcticas de reforestacin para laconservacin de los suelos y del agua en esta rea. La refo-restacin, junto con el establecimiento de terrazas, zanjas ybarreras vivas, entre otras prcticas, ha frenado considera-blemente el proceso de desertificacin en la zona.En estecaso, la cocreacin de saberes sobre el territorio ha permiti-do la implementacin de prcticas altamente significativas,tanto para la conservacin de bienes y servicios ecosistmi-cos como para la organizacin comunitaria. Se fortalecieronde esta manera el espacio de vida campesina y la identidadcolectiva.

    Escala 3. Coconstruir entre diferentes (inicialmente) opuestos:polticas pblicas

    La amplitud de la incidencia de los conocimientos y accionescampesinos depende, entre varios otros factores, de cmo

    se vinculan con las instituciones polticas. En este sentido,un logro importante del GVG ha sido el trabajo realizadoa travs de la Asamblea Estatal del Maz y de diversos en-cuentros con representantes polticos del congreso del esta-do para la elaboracin y posterior aprobacin del proyectode Ley de Fomento y Proteccin al Maz como PatrimonioOriginario, en Diversificacin Constante y Alimentario parael Estado de Tlaxcala (2011). Entre las medidas previstas enel proyecto se incluye la creacin de un Programa Estatal de

    Semillas de Maz Criollo cuyos objetivos son los siguientes:

    asegurar el abasto en condiciones de equidad; erradicar las prcticas de las empresas productoras y co-

    mercializadoras de semillas que atenten contra el objetode esta ley;

    proteger y fomentar el maz libre de organismos gentica-mente modificados;

    garantizar la eficiencia, productividad, competitividad,sanidad y biodiversidad del maz y de sus productores, ascomo de las comunidades, ejidos y pueblos que origina-riamente han trabajado el maz criollo;

    distribuir semillas en mdulos regionales destinados a ladistribucin de insumos;

    impulsar la investigacin y el desarrollo de tecnologa ne-cesaria para conservar las caractersticas del maz criollo.

    Dicha ley ha permitido que los programas agrcolas en elestado impulsen la distribucin de semillas nativas y abonosorgnicos, los cuales son entregados a los campesinos y lascampesinas. Con este proceso, los campesinos y campesinasque integramos esta iniciativa hemos aprendido que tenemosderecho a exigir alimentos sanos, seguros y soberanos, respe-tando nuestros saberes. Asimismo, hemos aprendido que esimportante mantenernos organizados y en permanente vin-culacin con otros actores y redes (acadmicos, abogados,etc.) para continuar defendiendo las semillas, nuestra identi-

    dad cultural y el territorio.La importancia de la articulacin entre diferentesactores, prcticas y escalasSi nos interesa mejorar nuestras prcticas agroecolgicas,fortalecer nuestro poder colectivo de proteccin del territo-rio y defender las semillas campesinas nativas de las grandescorporaciones, entonces nos conviene colaborar con actoresdiversos para construir conocimientos ms complejos y per-tinentes que puedan convertirse en acciones efectivas. Ascomo la articulacin de diferentes saberes puede favoreceruna comprensin ms amplia y multifactica, la vinculacinentre miembros de diferentes sectores o campos de actua-cin (produccin agropecuaria, organizaciones de la socie-

    dad civil, academia, gobierno, empresa) puede permitir unaimplementacin diversificada de acciones complementariasque incidan a distintas escalas (local, biorregional, nacio-nal, internacional). Hemos aprendido que la magnitud delos efectos de la construccin colectiva de saberes dependesiempre de los poderes, las formas de hacer y las identidadesque los acompaan.

    Juliana MeronInvestigadora de la Universidad Veracruzana y coordinadora del

    eje de proyectos transdisciplinarios de la Red de Socioecosistemasy Sustentabilidad de Conacyt, Mxico.

    [email protected]

    Alicia Sarmiento SnchezFacilitadora de procesos comunitarios, integrante del Proyecto deDesarrollo Rural Integral Vicente Guerrero A.C., Tlaxcala, Mxico.

    [email protected]

    Pared de una casa en la comunidad de Vicente Guerrero,Tlaxcala, Mxico. Juliana Meron

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    Sistema silvopastoril tradicional en el Chaco montaoso de Bolivia. J. Jacobi

    Locales, externoso integrados?

    Agroforestera en Bolivia:conocimientos antiguos y nuevos

    Donde hubo proyectos de agroforestera los conocimientos

    locales han sido complementados por conocimientos tc-nicos externos, mientras que en otros casos se han aplicadosolamente los conocimientos tcnicos externos sin dar impor-tancia a los saberes tradicionales locales. En ese contexto nospreguntamos, cul es el rol de los conocimientos locales yexternos en la agroforestera en Bolivia?, qu efectos tiene laintegracin de diferentes conocimientos en la agrobiodiver-sidad y en los medios de vida de los pequeos productores?Con estas preguntas en mente realizamos 42 v isitas a sistemasagroforestales y 62 entrevistas con productores agroforesta-les, representantes de organizaciones que trabajan en agrofo-restera y polticos relacionados con el tema en toda Bolivia.

    El objetivo principal del estudio fue analizar proyectos

    de agroforestera segn las tcnicas agroforestales emplea-das, las especies arbreas usadas y el tipo de conocimientoen que se basan. Agrupando las iniciativas de acuerdo a suorigen se identificaron las siguientes categoras: locales (sifueron realizadas como una iniciativa propia del productor

    o de la comunidad) y externas (si fueron promovidas poractores forneos), y segn la base de conocimientos agr-colas que usan: a) conocimientos locales, b) conocimientos

    externos, y c) ambos tipos de conocimientos. Se analizaronlos proyectos agrupados segn su contr ibucin a los mediosde vida de los participantes (capital social, capital financie-ro, capital humano, capital natural, capital fsico y seguridadalimentaria). Tambin se describi la d iversidad de especiesarbreas y cultivos usados en los d iferentes proyectos.

    Tipos de conocimiento, medios de vida yagrobiodiversidadSe identificaron ms de 50 iniciativas y proyectos de agro-forestera en todo el pas. Una parte de ellas son iniciativaspropias, personales o familiares. Se encontraron prcticasagroforestales en todas las principales ecorregiones del pas

    (altiplano, valles interandinos y tierras bajas). Por ejemplo, enel altiplano se asocia el cultivo de quinua con rboles nativoscomoPolylepisspp. yBuddleja coriacea, en una altitud apro-ximada de 4 000 msnm, cerca de la ciudad de Oruro. En laprovincia de Tapacar se practica un sistema de cultivos de

    JOHANNA JACOBI, SARAH-LAN MATHEZ STIEFEL, HELEN GAMBON

    Los sistemas agroforestales diversicados en la subregin andina se basan en

    diversos tipos de conocimientos. En Bolivia existen conocimientos locales de sistemasagroforestales tradicionales y hay evidencias de que en los Andes y en la Amazona

    fueron implementados por los incas y, muy posiblemente, tambin por pueblospreincaicos (Chepstow-Lusty y Wineld, 2009).

    El rol de los diferentes tipos de conocimientosen la agroforesteraboliviana

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    diferentes tubrculos y cereales en rotacin entre relictos debosques dePolylepisspp. Su uso ayuda a mejorar el microcli-ma y a proteger y recuperar los suelos, y los brotes tiernos deestos rboles se aprovechan para consumo tradicional. Otroejemplo interesante es un sistema agroforestal tradicional enlos valles interandinos, practicado alrededor de la ciudad de

    Tarija, que combina viticultura con rboles de molle (Schinusmolle). La vid se apoya en el molle, el cual la protege de lasheladas y tiene un efecto repelente contra los insectos, ade-ms de producir lea. En las tierras bajas se encuentra la ma-yora de los proyectos de agroforestera, en mayor parte concacao y produccin de madera fina como la mara (Swieteniamacrophylla), el cedro (Cedrela odorata) o el roble (Amburanacearensis).

    Ms de la mitad de los proyectos analizados son iniciativasexternas, aunque la mayora de ellos usa algunos conocimien-tos locales. En muchos casos se usa una base de conocimien-tos mixtos; por ejemplo, combinando especies forestales nati-vas (lo cual est asociado con conocimientos locales sobre elmanejo, uso e interacciones con otras especies), con cultivos

    exticos de variedades mejoradas (como hbridos de cacaosforneos).

    Los proyectos de origen externo tienden a enfocar un solobeneficio, el capital financiero, para los medios de vida, a tra-vs del fomento de un cultivo comercial como el caf y eluso de una sola especie de rbol de sombra. Los proyectosque usan ambos tipos de conocimientos contribuyen a unmayor nmero de dimensiones de los medios de vida combi-nando beneficios ecolgicos como mejorar la fertilidad delsuelo con la seguridad alimentaria, mediante la produccinde alimentos de subsistencia. Un resultado interesante es quela agrobiodiversidad es ms alta en proyectos que se basanen conocimientos locales, los cuales cuentan con 10 o ms

    especies arbreas implementadas, dependiendo del ecosiste-ma. La mayora de los proyectos enfoca el capital financieroy el capital natural, pero los proyectos que nacieron de unainiciativa local trabajan ms con redes sociales y a travs delliderazgo local.

    Integracin de conocimientos locales y externosLos proyectos ms promisorios son los que tienen un fuerteanclaje en una base de conocimientos y tcnicas locales com-plementada con conocimientos y tcnicas externos. Los acto-res locales no suelen apropiarse de proyectos que no incluyenconocimientos locales (frecuentemente por ser menosprecia-dos con base en la presuncin de superioridad de los conoci-mientos externos modernos). Segn los entrevistados, el re-sultado es el abandono de los sistemas agroforestales cuando

    el proyecto termina.Los pequeos productores estn enfrentando nuevos re-tos socioeconmicos y ambientales que en muchos casos re-quieren la integracin de conocimientos locales y externos.Un ejemplo es el acceso a nuevos mercados gracias al creci-miento de la demanda nacional de caf, cacao y coca eco-lgica. Si bien esta demanda abre oportunidades, tambinviene acompaada de nuevos retos: es necesario dar mayorvalor a los productos (procesando y certificando), reunir alos productores en organizaciones y capacitarlos para podercomercializar no solamente los cultivos comerciales sino tam-bin las frutas, nueces y medicinas naturales que se producenen un sistema agroforestal diversificado. Otro reto est vincu-lado con la coexistencia de la agr icultura familiar tradicional

    y la agricultura industr ializada. Cerca de la ciudad de SantaCruz de la Sierra, por ejemplo, la fumigacin area de la soyatransgnica es un problema para los pequeos productoresque quieren producir cultivos no transgnicos que no son re-sistentes a los herbicidas. Los entrevistados describieron la es-trategia de plantar rboles altos y densos (por ejemplo, cuchiverde, Gliricidia sepium), que crecen alrededor de sus parce-las y protegen sus cultivos de los herbicidas, contribuyendo asu seguridad al imentaria.

    Existen varios ejemplos de proyectos agroforestales conuna integracin exitosa de conocimientos locales y externos.Uno de ellos est ubicado en el Chaco montaoso, dondese utilizan de forma tradicional ms de 120 especies forraje-

    ras en sistemas silvopastoriles (rboles, arbustos y hierbas),como el quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blan-co), el algarrobo blanco (Prosopis alba) y el algarrobo negro(Prosopis nigra). Hoy en da el sobrepastoreo es uno de losprincipales problemas en el Chaco montaoso de Bolivia,por lo que las organizaciones locales han desarrollado unmanejo integral de los sistemas silvopastoriles. Estos inclu-yen fases de barbecho, cercos, produccin de heno y unacarga animal bien calculada segn el ecosistema; asimismo,usan muchas especies nativas, sobre todo rboles y arbustosque en la poca seca producen frutos cruciales para la ali-mentacin de los animales.

    Otro ejemplo son los proyectos en los yungas de La Pazalgunos de carcter local, pero la mayora nacidos de inicia-

    tivas externas que enfocan un cultivo comercial como cacaoo caf, combinado con rboles nativos como el achachair(Garcinia humilis) y cultivos de subsistencia como la walusa(Xanthosoma sagittifolium). Otra prctica tradicional es utili-zar especies nativas del genero Inga, que mejoran la fertilidaddel suelo fijando nitrgeno atmosfrico y aportando bastantebiomasa.

    Limitaciones a la integracin de conocimientoslocales y externosAunque algunos proyectos fomentan capacitaciones e in-tercambio de conocimientos, muchas veces se priorizan losconocimientos externos. Esta tendencia est reflejada en la

    educacin universitaria de agronoma y ciencias forestales,en la que se presentan los enfoques tecnolgicos del conoci-miento cientfico como superiores a los enfoques integralesdel conocimiento local. Por lo tanto, se ensea la Revolu-cin Verde con monocultivos, agroqumicos y fertilizantes

    Mapa de iniciativas y proyectos agroforestalesidenticados en Bolivia, 2014-2015

    Fuente: elaboracin propia.

    Tierras bajas

    Valles interandinos

    Altiplano

    Iniciativas y proyectosagroforestales(ubicacin aproximada)

    Ecorregiones de Bolivia

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    minerales, mientras los sistemas agroforestales tradicionalesreciben una atencin insuficiente. Representantes de orga-nizaciones locales que trabajan con agroforestera indicanque sucede lo mismo con los servicios de extensin agrcola.Segn ellos, los nicos servicios de extensin provienen deempresas de insumos agrcolas que recomiendan sus pro-ductos a los agricultores sin inters en el desarrollo de siste-mas diversificados que no dependan de insumos externos.

    En resumen, identificamos cinco factores principales que

    limitan el uso de conocimientos locales en proyectos agrofo-restales y, con ello, la integracin de conocimientos.

    Los polticos y las organizaciones que trabajan en te-mas agrcolas prefieren soluciones predefinidas por unpaquete tecnolgico que se aplica en todos los lugaresdonde el proyecto est activo, mientras que en realidadcada lugar y cada comunidad tiene sus propias formasde agroforestera.

    Los tcnicos de las organizaciones de desarrollo y los po-lticos muestran escepticismo ante los conocimientos lo-cales y tradicionales. Los polticos entrevistados ven losconocimientos locales como atrasados, aseverando queno ayudan a incrementar la produccin de alimentos para

    la poblacin del pas. La comunicacin entre las organizaciones y los produc-

    tores que participan en proyectos agroforestales es insufi-ciente y desigual.

    Los proyectos tienden a ser cortos y a tener poco segui-miento, lo que ocasiona malos resultados que son toma-dos como prueba de que la agroforestera no funciona.

    La educacin superior integra muy poco la enseanzade conocimientos locales y tradicionales sobre agrofo-restera.

    Conclusiones e implicaciones para la polticaEl estudio indica que la integracin de conocimientos locales

    y externos sobre agroforestera en los proyectos es un aporteholstico a los medios de vida y a la agrobiodiversidad. Ade-ms, la integracin de conocimientos es crucial para enfren-tar nuevos retos, tanto ecolgicos como econmicos; porejemplo, aquellos relacionados al cambio climtico, a la in-fluencia de la agr icultura industr ial y a los nuevos mercados.Sin embargo, hay limitaciones que impiden la integracin deconocimientos y que solo pueden superarse mediante unacoordinacin de prctica, poltica y ciencia.

    Los productores y representantes de organizaciones opi-nan que necesitan ms apoyo desde la esfera poltica. Segnellos, los polticos en altas posiciones deben visitar las inicia-tivas de agroforestera exitosas para convencerse de que sonuna alternativa sustentable y viable al monocultivo. El marco

    legal para el fortalecimiento de la agroforestera ya existe conla Ley Marco de la Madre Tierra; no obstante, es necesarioimplementar sus disposiciones, como por ejemplo el artcu-lo 24/5: Priorizar e incentivar la agricultura, pesca, ganade-ra familiar comunitaria y la agroecologa, de acuerdo a lacosmovisin de cada pueblo indgena originario campesinoy comunidad intercultural y afroboliv iana, con un carcterdiversificado, rotativo y ecolgico, para la soberana con se-guridad alimentaria, buscando el dilogo de saberes. En laprctica eso implicara asignar un presupuesto significativo alos actores clave en la poltica, la implementacin y la inves-tigacin que trabajan en el rubro de la agroforestera. Parapoder concertar y apoyar las iniciativas existentes se necesita

    una poltica nacional de agroforestera basada en tcnicas ysaberes locales, pero integrados con conocimientos tcnicosexternos, para as responder a los nuevos retos que enfrentanlos productores. Adems, es fundamental renovar el sistemade educacin superior en ciencias agronmicas, forestales y

    otras ramas relacionadas para que los futuros tcnicos e inge-nieros tengan la capacidad de disear e implementar proyec-tos participativos, transdisciplinarios y revalorizadores de losconocimientos agroforestales locales.

    Johanna JacobiCentro para el Desarrollo y Medio Ambiente de la Universidad deBerna (CDE). Realiz esta investigacin como estudiante de pos-

    doctorado del Departamento de Ciencias Ambientales, Poltica yGestin de la Universidad de Berkeley, California.

    [email protected]

    [email protected]

    Sarah-Lan Mathez-StiefelCentro Internacional de Investigacin Agroforestal (ICRAF) enLima y Centro para el Desarrollo y el Medio Ambiente de la Uni-versidad de Berna (CDE). Durante los ltimos 10 aos ha estado

    trabajando en la regin andina en temas como conocimientosecolgicos indgenas, diversidad biocultural y agroforestera.

    [email protected]

    Helen GambonCandidata al doctorado en el Centro para el Desarrollo y el Medio

    Ambiente de la Universidad de Berna (CDE). Su investigacin seenfoca en la gobernanza de los recursos naturales en la Reser va

    Bisfera y Territorio Indgena Originario Campesino Piln Lajas enla Amazona boliviana.

    [email protected]

    Referencias- Altieri, M. A., 2004. Linking ecologists and traditional far-

    mers in the search for sustainable agriculture.Frontiers inEcology and the Environment, (2), 35-42.

    - Chepstow-Lusty, A. y Winfield, M., 2009. Inca agroforestry:Lessons from the past. Ambio, 29(6), 322-328.

    - Jacobi, J., Mathez-Stiefel, S. L., Gambon, H., Rist, S., y Altieri, M.,(2016).Whose knowledge, whose development? Exploringthe role of local and external knowledge in agroforestry

    initiatives in Bolivia. Indito.- Johnson, J., 1998. La agroforestera en Bolivia. Direccin de

    recursos forestales. L ima: FAO.- Mathez-Stiefel, S.-L., Rist, S., y Delgado, F., 2013. Saberes loca-

    les: un aporte clave para el desarrollo de la regin andina.SerieEvidence for Policy, Edicin Regional de Sudamrica, No. 6.La Paz: NCCR Norte-Sur.http://boris.unibe.ch/46601/

    Agroforestera con ores como un cultivo comerc ial en Chapare,Bolivia. J. Jacobi

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    S i bien hay una preocupacin acadmica por mejorar la ca-lidad de vida de las personas del campo, todava no ingresaa la universidad la inquietud sobre si conocimientos de distin-tas fuentes culturales pueden complementarse, cmo podrahacerse y cules seran sus ventajas en las condiciones de ladiversidad cultural que albergan sus aulas. El grupo de la RedInternacional de Estudios Interculturales (RIDEI) de la Ponti-ficia Universidad Catlica del Per (PUCP) viene trabajandodesde hace aos en el estudio y promocin de la ciudadanaintercultural. Busca, en especial, contribuir a la incorporacin

    del enfoque intercultural en la educacin universitaria impul-sando un proceso de intercambios con los miembros de la co-munidad universitaria para que descubran la importancia deldilogo con los conocimientos heredados de las antiguas cultu-ras como fuente de renovadas perspectivas de desarrollo y de

    formacin ciudadana. Lo que a continuacin se presenta es unbreve resumen de lo trabajado por un equipo de investigacinde la RIDEI en jornadas de interaprendizaje en tres universida-des pblicas de Cusco, Ayacucho y Andahuaylas (equipo in-tegrado por Juan Ansion, Gavina Crdova, Luis Mujica y AnaMara Villacorta; investigacin sistematizada y publicada enQawastin ruwastin, 2014).

    Diversidad de conocimientosUna de las caractersticas de la diversidad cultural del Per es

    el enorme bagaje de informacin y conocimientos con el quellegan los estudiantes universitarios que provienen del campo yque no logran expresarse en las aulas al ser considerados prc-ticas o formas de hacer separadas de teora. Por ejemplo sobrela siembra del frejol una estudiante explic: Yo digo que una

    Cocreacin deconocimientoRetos para el dilogo

    ANA MARA VILLACORTA PINO

    Los grandes problemas de nuestros pueblos, como la injusticia, la pobreza, la violencia, eldeterioro de la naturaleza, entre otros, son de tal magnitud, que es imposible abordarlos

    desde una especializacin de la ciencia. Tampoco hay respuestas idneas solamentedesde los conocimientos ancestrales desarrollados y puestos en prctica en contextos

    endogmicos y etnocntricos. La magnitud de los problemas cada vez ms globales y conconsecuencias ms complejas y ms universales, se han transformado en urgentes tareas

    transdisciplinarias e interdisciplinarias, y en verdaderos retos interculturales (Muoz, 2008).

    Estudiantes universitarias de Andahuaylas. Autora

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    persona, su forma de hacer, va a ser de acuerdo a lo que haganado, la experiencia. Lo que transmite es su conocimientoconstruido, aprendido y adoptado con base en las caracterst i-cas y condiciones observadas del lugar y que se transmite siem-pre en el hacer, mediante un proceso que es continuamenteactualizado de acuerdo a criterios propios de validacin igual-mente implementados en el hacer. Su forma de sembrar en unlugar det