Revista Diocesana Mensual - dsanjuan.org · Bol-338 pág. 1 SEPTIEMBRE: MES DE LA BIBLIA Editorial...

San Juan de los Lagos, Jal. Septiembre de 2010 Nº 338

Revista Diocesana Mensual

Centro Diocesano de Pastoral

Morelos 34. A. P. 21Tel. (395) 785-0020 Fax. (395) 785-0171

Correo-E: [email protected]: [email protected]

47000 San Juan de los Lagos, Jal.

Responsable:

Comisión de Pastoral Profética

Diócesis de San Juan de los Lagos.

SUMARIOSUMARIOSUMARIOSUMARIOSUMARIO

Editorial ..................................................................................................................1

TEMAS PARA EL MES DE LA BIBLIA:

1. Jesús entra en la vida del alejado y la redime...............................................4

2. De la sombras a la luz, camino de conversión .............................................9

3. El pecado nos aleja de la gracia, Jesús lo redime ...................................... 13

4. Vengan a mi los que tengan hambre y yo les daré el pan de vida .......... 17

5. A la mesa con pecadores y publicanos,Jesús nos revela la misericordia de dios .................................................... 21

TEMAS DE PREDICACIÓN PARA LAS FIESTAS PATRONALES:

1. Dios nos habla en la situación de los pobres y marginados..................... 26

2. Dios nos habla en la situación de los alejados .......................................... 28

3. Dios nos habla en la situación de drogadicción y narcotráfico ............... 30

4. Dios nos habla en la situación de los campesinos y migrantes ............... 33

5. Dios nos habla en la situación de menores infractores,pandillas y adolescentes en riesgo. ............................................................ 36

6. Dios nos habla en la situación de las mujeres explotadas ....................... 39

7. Dios nos habla en la situación de los encarcelados. ................................ 42

8. Dios nos habla en la situación de los ancianos,enfermos y discapacitados .......................................................................... 45

9. Dios nos habla en la situación del desempleo,trabajo informal y ocasional ....................................................................... 48

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SEPTIEMBRE: MES DE LA BIBLIA

Editorial

Existen en la historia de todos los pueblos fechas y acontecimientos emblemáticos, conespecial importancia para las personas y grupos humanos. En 2010, como naciónmexicana, celebramos el bicentenario del inicio de la lucha de independencia, y elcentenario del comienzo de la Revolución mexicana. Ambos acontecimientos formanparte de nuestro patrimonio colectivo que nos configura como nación.

La Iglesia, como pueblo de Dios que peregrina en el mundo y en el tiempo, se ha vistoimplicada en ambos acontecimientos, de distintos modos y en diversos grados. Tiene,pues, una palabra que decir en estos aniversarios. Quiere mirar la realidad con objetividaden su singular dramatismo, aquilatada a la luz de la fe y del designio salvador de Dios:historia que «el dedo de Dios escribió».

Para ayudar a los católicos a ver los acontecimientos en la perspectiva de Dios,descubrir su mano providente, y desde ahí comprendernos mejor y proyectar un

futuro esperanzador, los Obispos de México han publicado la Carta Pastoral«Conmemorar nuestra historia desde la fe, para comprometernos hoy con

nuestra Patria». Es un documento de 140 números, impreso en 68 páginas.Ya en 1910, varios Obispos y algunas Provincias eclesiásticas escribie-

ron cartas pastorales con motivo del centenario. El mismo Papa san Pío Xenvió un Mensaje al Pueblo de México con ese motivo, invitando aagradecer a Dios el don de la soberanía, y a promover la justicia y laeducación de la juventud. Y en el 175° aniversario, Card. Enresto Corripio,Presidente de la CEM, presidió el Dolores Hidalgo una Concelebración.

Se preparó la presente Carta con algunas Jornadas Académicas quegeneraron espacios de reflexión y diálogo conjunto: en mayo de 2009 en laPontificia Universidad de México; en septiembre en Morelia sobre losorígenes del movimiento insurgente, Hidalgo, Morelos, y Valladolid, su

cuna ideológica; en febrero de 2010 en León; en abril en Guadalajara; y laúltima será en Monterrey en octubre sobre la Revolución Mexicana. Institucio-

nes académicas de diferentes corrientes de pensamiento, autoridades civiles dedistintos puntos del país, y especialistas en la materias, permitieron una reflexión

conjunta para vislumbrar el México de ayer y hoy.Además, para agradecer los dones recibidos del Señor por medio de estos aconteci-

mientos sociales, y para orar intensamente por las urgentes necesidades de México en losactuales momentos de la historia, hacemos una Semana de Oración por la Patria, delmiércoles 8 al miércoles 15 de septiembre.

Como creyentes, descubrimos en los hechos de la historia el designio de Dios, aun enmedio de las debilidades y pecados de los hombres. Hemos de ver el pasado con gratitud,vivir el presente con responsabilidad, y proyectarnos al futuro con esperanza. Los idealespropuestos por los movimientos de Independencia y Revolución se nos presentan hoy connuevos rostros y nuevos retos en situaciones mucho más complejas. Es la ocasión deponer nuestro contributo a la construcción de una sociedad diversa y plural.


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PRESENTACIONJesús comienza su predicación proclamando

la Buena Nueva. El Reino de Dios que Jesúsinstaura con su vida y con su muerte redentora, esla Buena Noticia. Todos los hombres puedenpertenecer al Reino de Dios. Los israelitas teníanconciencia de ser el pueblo elegido; los demás,eran paganos, idólatras, pecadores, «alejados deDios». Jesús enseña una verdad nueva para ellos:Todos los hombres son predilectos de Dios. To-dos pueden pertenecer al nuevo Pueblo de Dios.A los israelitas les costó entender esa nuevaverdad, la Buena Nueva.

También les costó enten-der que Jesús fuera amigode los pecado-res. Conside-raban quequien se apar-taba de Diospor el pecadopor no cumplirla ley se con-vertía en «ale-jado de Dios»por propia vo-luntad. Y Je-sús dice: «Nohe venido asalvar a losjustos, sino a los pecadores». No excluye laalegría por un justo que está cerca de Dios, peroafirma: «Habrá más alegría en el cielo por unsolo pecador que se arrepienta que por noventa ynueve justos que no tienen necesidad de peniten-cias» (Lc 15, 7)

El Reino de Dios predicado e instaurado porJesús es universal. Alcanza a todos, también a los

alejados de Dios por propia voluntad o por igno-rancia de la Palabra de Dios que es salvación. Asílo enseña a sus discípulos. Estos lo aprenden, ydespués de la Ascensión llaman a todos los hom-bres a la conversión. Jesús había predicado elalcance universal del amor: nadie está excluidodel amor de Dios. Había proclamado el manda-miento nuevo, que selló con la entrega de supropia vida por la salvación de todos los hombres.Los Apóstoles, los discípulos y los cristianos,siguiendo el ejemplo del Señor, procuran, con lallamada a la conversión, que a todos llegue el

amor divino: debenmostrar con sus vi-das el amor de Dios

a todos loshombres. Asíse cumpliráen todos laBuena Noti-cia: Dios amaal hombreaunque esté«alejado deDios».

A veceslos hombres,también losc r i s t i a n o s ,alejamos a

otros de Dios con nuestra conducta desorde-nada, con nuestra falta de amor al prójimo,que es falta de amor a Dios. Y porque sufren,lloran, padecen persecución e injusticia y vio-lencias de todo tipo, se sienten solos, comoalejados de Dios. Creen que Dios está tanlejano, que no se acuerda de ellos. Se sientenpobres y marginados. Y lo son.

Temaspara el Mes de la Biblia

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Otras veces, son los propios hombres quienesse empobrecen y marginan: ponen su corazón enlos bienes materiales, y éstos no les dan felicidad;se dejan llevar de las pasiones sin freno, y seconvierten en esclavos. También ellos acabanalejados de Dios, a quien no sienten ya cercano asus vidas y personas. Jesús se compadece de todoel que sufre, sea cual sea la causa de su sufrimien-to. Pero algunos sufrimientos provienen de cul-pas del hombre. Así, la prisión justificada, laenfermedad adquirida por la mala conducta, lasmutilaciones provenientes de la imprudencia, lapobreza resultante del despilfarro, etc. AunqueJesús ame al que sufre, no alaba esas conductaspecaminosas, que son causa de los citados sufri-mientos. Al contrario, las censura y critica.

Los temas que proponemos para esta semanabíblica están tomados de la misma Sagrada Escri-tura donde Jesús se acerca a los alejados y losllama a formar parte del Reino de los cielos. Queestos temas de reflexión bíblica ayuden a encon-

trarnos con el amor de Dios y provoque el deseode que tanto alejados como cercanos vivamos enuna constante conversión.

Los temas para organizar una Semana Bíblicaen los sectores de las comunidades son los si-guientes:

1. Jesús entra en la vida del alejado y la redime (Jn5, 1-18).

2. De la sombras a la luz, camino de conversión(Mc 10, 46ss).

3. El pecado nos aleja de la gracia, Jesús lo redime(Jn 8, 1-11).

4. Vengan a mí los que tengan hambre y yo lesdaré el pan de vida (Mc 6, 30-44).

5. A la mesa con pecadores y publicanos, Jesúsnos revela la misericordia de Dios (Mt 9, 9-13).

Vocalía de Biblia


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ORACION INICIALORACION INICIALORACION INICIALORACION INICIALORACION INICIAL

TU QUE LO ACLARAS TODO

Espíritu Santo, Tu que nos aclaras todo, queiluminas todos los caminos para que alcan-cemos nuestro ideal. Tú que nos das el donDivino de perdonar y olvidar el mal que noshacen, y que en todos los instantes denuestra vida estás con nosotros. Queremosen este corto diálogo agradecerte por todoy confirmar que nunca queremos separar-nos de Ti, por mayor que sea la ilusiónmaterial. Deseamos estar contigo y contodos nuestros seres queridos en la gloriaperpetua. Gracias por tu misericordia paracada uno de nosotros y los nuestros. Gra-cias, Señor Dios nuestro.

Padre Nuestro. Ave María. Gloria al Padre.

Leemos Jn 5, 1-18

VERVERVERVERVER

Ya desde el prólogo el evangelista nos ha ense-ñado que Dios se ha hecho presente en la humani-dad a través del Logos, la Palabra eterna, su Hijo.Dios se hace presente entre los hombres en sussituaciones de vida muy especiales. Antes de en-contrarse con el enfermo en la piscina Jesús ya hatenido un encuentro con Nicodemo, con lasamaritana, con sus discípulos, con la gente delpueblo y con los desamparados. Este es el Dios dela historia que se encarna en ella y la redime.

Dios sale al encuentro de la humanidad en todassus situaciones especiales, de marginación, pobre-za o enfermedad. Esta humanidad sufriente la re-

presenta el evangelista en los personajes que seencuentran alrededor de la piscina: «yacía unamultitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos».Todo tipo de enfermos que en su situación dedesesperanza se aferran a los únicos medios desalvación para ellos conocidos.

En nuestros tiempos la situación del hombre noes diferente. El hombre vive en situaciones de vidaque lo deshumanizan: los medios de comunicaciónpromueven la violencia, el erotismo, el materialis-mo y el consumismo. Las familias están perdiendosu identidad y sus valores, provocando desintegra-ción familiar. Vivimos en una cultura individualis-ta, materialista, consumista, hedonista y egoísta,donde el hombre va perdiendo los valores moralesy fundamentales cambiándolos por el erotismo, lapornografía, las drogas, el alcoholismo, elpandillerismo, la violencia, etc.

Así, como en aquel tiempo, muchas personas seacercan a lugares o cosas donde creen encontrarremedio a todas sus necesidades, practican bruje-ría, lectura de cartas, horóscopos, utilizan amuletos;buscan la salvación, no en Dios, sino en una piscinaincapaz de dar la salud. ¿Cuántos se acercan alverdadero Dios, con actitud sincera de fe?.

Hay multitudes que caminan en peregrinacionesa los lugares sagrados donde vivió Cristo, o algunode los apóstoles, o algún santo, pero no tiene inci-dencia en sus vidas porque realizan sólo turismoreligioso o buscan sólo el bien material o favores departe de Dios, sin que esto implique algún compro-miso de fe.

En estas circunstancias la Iglesia tiene menosinfluencia debido a la incoherencia entre la fe y lavida de los bautizados, manifestada en que losvalores cristianos ya casi no son norma de vida. Secree en Cristo sin vivir sus enseñanzas. Existen

TEMA 1:TEMA 1:TEMA 1:TEMA 1:TEMA 1:JESÚS ENTRA EN LA VIDA

DEL ALEJADO Y LA REDIMEJn 5, 1-18

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pleitos y divisiones entre los mismos cristianos.Esta nueva cultura tiene mucha influencia y

tiende a crear un mundo sin Dios, es decir, lahumanidad se ha dejado envolver por el secularismo,haciendo a un lado los valores evangélicos paradarle más importancia a otros valores, como placer,tener y poder, produciendo una vida carente desentido, con profundo vacío, llena de nuevos ídolos,nuevas piscinas que ofrecen la felicidad y no la dan:el poder, el tener y el placer.

En contraparte, una parte de la humanidad viveen la marginación y en la pobreza a consecuencia delas injusticias sociales. Así lo expresa la comisiónepiscopal de evangelización y catequesis en Méxi-co:

«Es muy común encontrar a nuestro alrededormucho dolor y vacío, porque nos olvidamos deCristo vivo. Las constantes experiencias de lasociedad bombardeada de antivalores, materialis-mo y consumismo y vivencias constantes de injus-ticia y violencia, nos hacen buscar nuevas opcio-nes y esperanzas en nuestras vidas. Hombres atra-pados en un afán sin medida en el tener» (CEEC,«Queremos ver a Jesús», 82).

Lo cierto es que la situación de la multitud en lapiscina era difícil y desesperada como es la situa-ción en la que se encuentra parte de la humanidad ennuestros tiempos.

PENSARPENSARPENSARPENSARPENSAR

Jesús en la comunidad que sufre.

Hemos visto que la situación del hombre no hacambiado mucho, sino que el hombre continúaviviendo en situaciones de desesperanza. Sin em-bargo, es ahí donde Jesús quiere hacerse presentecon su palabra. Entonces, como hoy, se levanta lavoz profética de Jesús para denunciar las injusticiasy convertirse en la voz de los sin voz.

Jesús sale al encuentro de todos los hombres sinimportar la raza, incluso la religión. El ha venido adevolverle la esperanza a la humanidad. Se acercaa las nuevas piscinas donde se reúnen los sin espe-ranza en busca de algo que le devuelva el sentido auna vida vacía de los verdaderos valores, paraliza-dos por el sufrimiento, el pecado o por distintascircunstancias. Es ahí donde Jesús se presenta y

encuentra una comunidad enferma que no lo reco-noce como el salvador. Él puede darle sentido a suvida, Él es el verdadero y único salvador, sin embar-go, el hombre se hace el desentendido y deja pasara Jesús el salvador, se hace el sordo a su Palabra.

Jesús le ofrece la salud, la salvación, y el hombrecontinúa buscando salvación en una piscina que nosalva, tal vez llena de dinero, de bienes materiales.Algunos se acercan a una piscina llena de alcohol ydrogas, creyendo que les dará la felicidad y sonindiferentes a los valores que propone Jesús. Y anteesta indiferencia de la humanidad, Jesús no se dapor vencido, Él sigue ofreciendo al hombre el poderde su Palabra. Sí, una Palabra que da vida, que le dasentido a la vida.

El método de Jesús es diferente. Sus ojos estánparticularmente atentos a ese que siempre quedarelegado, que siempre ha sido pospuesto, que nuncale interesó a nadie. Se acerca al hombre en condi-ciones de desesperanza y le ofrece la salud. ¿Quie-res curarte?

Este es el gran amor que Dios le tiene al hombre,un amor incondicional y que se hace realidad enJesús, en su Palabra. Jesús lanza la pregunta alhombre de hoy: ¿quieres curarte? ¿quieres serlibre de tus pecados, de tus vicios, de tus ídolos?Una pregunta muy obvia pero que exige una res-puesta muy personal que renueva interiormente alhombre haciéndolo consciente de su gran dignidadde hombre y de su capacidad de ser libre, de nodepender de una piscina.

Pero el enfermo pone excusas a la palabrasalvadora de Jesús: está sólo («no tengo a na-die…»). En efecto, uno de los males de nuestrosdías es la soledad. A pesar de vivir en un mundo tanmodernamente comunicado, sólo se escucha almillonario en medio de sus negocios y fiestas, perono se al mendigo que lucha día con día por encontraralgo que le llene el estómago, al ama de casa quetiene un marido que la desprecia y unos hijos que nole obedecen, al profesionista que no encuentratrabajo, etc. Así, el hombre de hoy continúa ponien-do pretextos para seguir viviendo de una ilusiónfalsa. Sí quiero ser feliz, pero no tengo muchodinero, ni bienes materiales. Quiero ser feliz peronadie entiende mi afán de popularidad. Quiero serfeliz pero estoy enfermo, vivo sólo, estoy divorcia-do. El hombre escucha la Palabra salvadora de


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Jesús, pero no se compromete, no lo lleva a uncambio radical de actitudes. Es indiferente ante elcompromiso cristiano de vivir en el amor, en labúsqueda de los verdaderos valores.

Todos estamos expuestos a sentirnos desampa-rados en los momentos difíciles o en la cotidianidadde nuestro trabajo diario. Sin embargo, Cristo nossale al encuentro. Él nos cura y hace que cambienuestra vida yendo en contra de las costumbresfrívolas del mundo en que vivimos. Porque Élquiere permanecer con nosotros por medio de lagracia.

La manifestación más grande del amor de Dioses que cuando el hombre rechaza su salvación, Élinsiste, no lo abandona, sino que actúa, no con ritosvacíos, sino con el poder de su Palabra: «toma tucamilla y camina» (v. 8). Jesús realiza lo que seesperaba de esa magia al moverse el agua de lapiscina, pero no por magia, sino por la fuerza de supalabra.

Es en este momento cuando el enfermo se dacuenta del tiempo perdido en la piscina buscando lasalud en ella y se pone a actuar. Jesús lo comprome-te y le pide un esfuerzo. Será sanado si se esfuerza,si se levanta, carga su camilla y camina. Estoimplica un esfuerzo personal, un sacrificio, unaescucha atenta de la Palabra. Es el primer paso paraalcanzar la vida eterna: comprometerse con la Pa-labra de Jesús, escucharla y ponerla en práctica.

Por un simple mandato, pero imperioso, el en-fermo recupera la salud y carga con su camilla,compañera de muchos años en su enfermedad, ycamina llevándola sobre sus hombros como testi-monio de su curación. Jesús le ha renovado la vida,cosa que no pudieron hacer los ritos supersticiosos(el agua se movía), ni siquiera la ley.

Jesús ha demostrado su gran amor y misericor-dia. Lo hizo con el enfermo en la piscina y lo hacecon el hombre actual. Sigue ofreciendo la salvacióna quien quiera comprometerse a cargar con lacamilla y a caminar. El hombre ha de aprender acargar con sus debilidades y sus deseos. Que ya nosean sus vicios, pasiones o problemas los que lodominen, sino que él sea el dominador, cargue consu camilla y se ponga a caminar.

Ponerse a caminar significa vivir la vida enJesús, enfrentar sus problemas con la seguridad que

sólo en Jesús puede encontrar el sentido a su vida yla fuerza para emprender una vida con la esperanzade encontrar la felicidad verdadera. La Palabra deJesús sigue iluminando todas las situaciones delhombre, es una Palabra que da vida y esperanza alhombre. La esperanza de un Reino donde no hayallanto ni dolor, sino felicidad y paz.

Obediencia a Jesús o al mundo.Ni tardos ni perezosos aparecen los legalistas

para reclamarle al que ha sido curado: «Es sábadoy no te está permitido cargar tu camilla». A ellos noles interesa la salud del hombre, sino el hecho deque una ley ha sido violada. Cuando el hombrequiere vivir cristianamente, obedeciendo a Jesús,surgen muchas cosas que se oponen a su vidacristiana, a una vida de compromiso en la Palabrade Jesús.

Inmediatamente aparecen los medios de comu-nicación para imponerle una vida marcada, no porel amor, sino por el consumismo, la violencia y elmaterialismo. La solidaridad cristiana se conviertesólo en un altruismo sin sentido, sin Cristo. El amorcristiano se transforma en un afán desmedido por elplacer y por el erotismo. Al cristiano le es difícil dartestimonio de su amor a Cristo e igual que elenfermo tiene qué enfrentarse a losinstitucionalismos que el mundo le ha impuesto alhombre.

El cristiano se encuentra siempre en esa luchaentre los valores propios de sus ser de cristiano y losvalores que le presenta el mundo como importantespara su felicidad. Por eso, para el cristiano de hoy,cargar con la camilla y dar testimonio de la fe enCristo y su Palabra salvadora es una tarea difícil.

Sin embargo, el que ha sido curado se manifiestavaliente dando testimonio de quien le ha devuelto lasalud: «El que me curó me dijo: carga tu camilla yponte a caminar». Sin saber quién es el que lo hacurado, lo testimonia con su palabra y con la obe-diencia a la orden recibida. De igual manera elcristiano ha de expresar con valentía los valorescristianos de su fe, dando testimonio con su vida deesos valores ante el mundo que tiene sus propiosintereses.

El cristiano conoce a Cristo y su Palabra, pero lecuesta trabajo dar testimonio de él porque es ataca-do por muchas voces que quieren desviarlo de la

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vivencia de su fe. Es incapaz de comprometerse enla vivencia del evangelio, y si se esfuerza por vivirlos valores del Reino de Dios se le acusa defundamentalista, de anticuado. Por eso es necesarioque en este tiempo surjan comunidades cristianasvivas, impulsadas por el Espíritu, que se compro-metan a ser testigos de Cristo y de su Palabra, y queevangelicen con su vida el mundo secular donde lesha tocado vivir.

El que ha sido curado se enfrenta a los legalistasaunque aún no conoce a Jesús; ha escuchado suPalabra y ha experimentado el poder de esa Palabrasalvadora, pero no sabe quién es el dueño de esaPalabra viva y eso le basta para ser testigo de laPalabra.

Jesús lo busca y lo encuentra en el templo pararecordarle que hay algo más grave que su enferme-dad: el pecado. Se acerca para renovarlo completa-mente, para liberarlo de las ataduras del pecado.Éste no es la causa de su enfermedad, pero vivir enél es peor que la enfermedad misma. A eso havenido al mundo: a liberarnos del pecado y de susconsecuencias, a enseñarnos su Reino, donde notiene cabida el pecado, sino la justicia, el amor y lapaz. En efecto, le advierte al enfermo curado: «nopeques más, no sea que te suceda algo peor».

Hoy se está perdiendo la conciencia de lo que especado, y es necesario que el hombre vuelva aexperimentarse pecador, necesitado de la miseri-cordia de Dios, para que, así, vuelva su mirada a losbrazos paternos y misericordiosos del Padre. Claro,cuidado con caer en una conciencia escrupulosa oen un moralismo fundamentalista; el hombre ha deformar su conciencia para vivir la verdadera liber-tad de los hijos de Dios.El descanso.

El trabajo se ha convertido en muchas ocasiones,además de ser la base para el sustento del hombre yun valor que dignifica a la persona, en algo que vaalienándolo y puede llegar, incluso, a convertirse enuna causa de esclavitud. El trabajo excesivo, ya seapor necesidad para llevar lo necesario a casa y teneruna vida digna, ya sea por el afán de ser másproductivos y por tanto con capacidad de un mayorconsumo, ha provocado la poca presencia del traba-jador en su familia, y por tanto, la pérdida paulatinade los valores familiares y cristianos, para dar pasoal materialismo y al consumismo.

El hombre arriesga a ser enajenado por el mundodel trabajo, al que sólo le interesa la producción y elconsumo. Se expone a no armonizar con el mundode los valores esenciales y auténticos, sino con losfalsos valores introducidos por el consumismo y elmaterialismo.

El descanso ha de ser un momento de armoníacon el mundo auténtico de los valores, por loscuales el hombre se realiza a sí mismo. Ha deayudarle al hombre a no dejarse alienar por eltrabajo, por tanto, ha de aprender a hacer buen usodel tiempo libre.

El tiempo libre se usa ya no para estar en casa, enfamilia, o para la comunicación con Dios a travésdel culto, sino que los avances de la técnica, laintroducción de los videojuegos, las computadoras,el internet, etc., provocan en el hombre el indivi-dualismo, el egoísmo, incluso enfermedades ner-viosas.

Por eso, para ayudar al hombre a hacer buen usodel tiempo libre, la Iglesia ha de proponer un cultoen continuidad de la vida, no en ruptura, evitandotodo ritualismo que tienda a congelar la armoníacon la creación. El culto ha de ayudar al hombre aencontrarse con el Creador y sus valores, por tanto,encontrarse consigo mismo, con su identidad dehijo de Dios y por tanto, hermanos todos.

Jesús propone el tiempo libre como tiempo parael hombre, como una oportunidad de acercarse alhermano, sobre todo al que más sufre, solidarizarsecon él. Él en el día de reposo busca al necesitado ydesamparado y lo saca de su desesperanza a travésde su palabra. Y es que es el Hijo de Dios y no puededescansar hasta que toda la humanidad sea libre y loconozca: «mi Padre hasta ahora trabaja y tambiényo trabajo».

Que Cristo Palabra Viva guíe a la humanidad enla esperanza futura del Reino de los cielos, dondedesde ahora se vivan la justicia, la paz y el amor.

ACTUARACTUARACTUARACTUARACTUAR

Después de haber realizado el estudio de estaperícopa, nuestra conclusión centra su atención enla pregunta que hacen los judíos al hombre que hasido curado: «¿quién es el hombre que te ha dicho:carga tu camilla y camina?». Si los judíos y el que


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ha sido curado no conocen la identidad de Jesús,nosotros, después del análisis del texto, tanto litera-rio como exegético y teológico, podemosaventurarnos en dar una respuesta sobre lo que nosseñala sobre la identidad de Jesús.

Lo primero que descubrimos es que la presenciade Jesús en la piscina donde se congregaban inmen-sidad de enfermos esperando la curación a susmales, expresa su deseo de estar con los más nece-sitados, con los enfermos y desamparados. Es elcumplimiento de las promesas hechas a los pobresde Israel; es el salvador en medio de nosotros.

Si en el AT siempre es Dios quien toma lainiciativa en el plan de salvación, en este texto Jesússe manifiesta en continuidad con el plan salvíficodel Padre; ante el dolor humano, Jesús se hacepresente y toma la iniciativa ofreciendo la salud alhombre que más tiempo tenía enfermo y en quienestán representados todos los demás enfermos. Diossigue tomando la iniciativa para que la salvación sehaga presente en toda la humanidad.

La pregunta al enfermo («¿quieres curarte?»)es muy reveladora. Si Jesús le hace esta pregunta esporque tiene algo qué ofrecerle. Jesús es portadorde la vida y la ofrece a los más necesitados; Él es laVida y tiene el poder de comunicarla, para eso se hahecho carne, para que todos tengamos vida y vidaen abundancia.

Después, en la orden dada al enfermo («levánta-te, carga tu camilla y camina») y en su cumpli-miento inmediato, Jesús se revela como el dador devida. Comunica la vida a través de su Palabra que espotente y eficaz, nuevamente en continuidad con laPalabra de Dios en el AT. Su Palabra es el nuevomanantial donde brota la vida y la esperanza para elhombre que se encontraba bajo las ataduras delpecado y de la muerte.

Más tarde, después de la curación del enfermo,Jesús se lo encuentra e inicia un hermoso diálogo derevelación. El que ha sido curado no conoce a quienle ha devuelto la salud, pero Jesús se le manifiestacomo el portador de misericordia. Ha venido aliberar al hombre del pecado y para que permanezcaen la gracia (vida): «ya has quedado curado, nopeques más para que no te suceda algo peor».

Otro momento importante en la narración dondedescubrimos otros aspectos de la identidad de Jesús

es su encuentro con los judíos que le reclaman lacuración hecha en sábado. Lo primero que descu-brimos es la actitud de Jesús frente a la ley delsábado. El sábado se convierte en un día para lavida, para la salvación, para el encuentro con Diosy con los demás. Jesús se coloca al nivel del legis-lador, no para reformar las leyes, ni para formularotras nuevas, sino para devolverles el sentido origi-nal por el que fueron dadas al pueblo de Israel.

Jesús se declara ante los judíos como Hijo deDios. Es Hijo del Padre que sigue trabajando desdela creación. El padre trabaja en la obra de la salva-ción y el Hijo continúa esta obra: «mi Padre hastaahora trabaja y también yo trabajo». Esta declara-ción de Jesús, de ser Hijo de Dios, lo llevará a laCruz donde se manifestará glorioso como el salva-dor del mundo. Ahí se cumplirán en plenitud laspalabras de Jesús: «levántate, carga tu camilla ycamina». Ya no sólo el enfermo quedará curado ytendrá vida sino que, también, toda la humanidadparticipará de la Vida y Gloria de Dios.

Es, pues, gratificante haber descubierto en estetexto algunos rasgos de la identidad de Jesús. Segu-ramente otros lectores encontrarán otros, sin em-bargo, después de haber realizado un estudio enprofundidad de este texto, nos queda la satisfacciónde haber logrado uno de los objetivos de todocristiano: conocer más profundamente la personade Jesús a través de su Palabra y de sus obras, paraamarlo con más intensidad y para comprometersecon nuevo ardor en la vivencia de los valores delReino.

ORACION FINALORACION FINALORACION FINALORACION FINALORACION FINAL

SALMO 150

¡Aleluya!¡Aleluya!¡Aleluya!¡Aleluya!¡Aleluya! Alaben al Señor en su santuario,alábenlo en su majestuoso firmamento,alábenlo por sus grandes hazañas,alábenlo por su inmensa grandeza,alábenlo al son de las trompetas,alábenlo con la cítara y el arpa,alábenlo con danzas y tambores,alábenlo con cuerdas y con flautas,alábenlo con címbalos sonoros,alábenlo con címbalos vibrantes.Que alabe al Señor todo cuanto vive. ¡Aleluya!

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ORACION INICIAL: ORACION INICIAL: ORACION INICIAL: ORACION INICIAL: ORACION INICIAL:

Algo nos estás pidiendo, Señor Jesús. Tantaspuertas abiertas de un solo golpe. El pano-rama de nuestravida ante nues-tros ojos: nocomo en un sue-ño. Algo esperasde nosotros, Se-ñor, y aquí esta-mos, al pie de lamuralla: todoestá abierto, solohay un caminolibre, abierto alinfinito, al abso-luto. Pero noso-tros no hemoscambiado a pe-sar de todo. Ten-dremos que to-mar contacto contigo, Señor; buscar tucompañía, aún por largo tiempo. Señor,estamos cansado de no ser tuyos. Haznostuyos, Señor. Amén.

DIOS CREADOR (Romano Guardini)

¡Oh Señor!, tú has creado todas las cosas. Túles has dado su ser y las has puesto enequilibrio y armonía. Están llenas de tumisterio, que toca el corazón si es piadoso.También a nosotros, ¡oh Señor!, nos hasllamado a la existencia y nos has puestoentre ti y las cosas. Según tu modelo nos has

creado y nos has dado parte de tu sobera-nía. Tú has puesto en nuestras manos tumundo, para que nos sirva y completemos

en él tu obra. Pero he-mos de estarte someti-dos, y nuestro dominiose convierte en rebelióny robo si no nos inclina-mos ante ti, el únicoque llevas la corona eter-na y eres Señor por de-recho propio.Maravillosa, ¡oh Dios!,es tu generosidad. Túno has temido por tusoberanía al crear se-res con poder sobreellos mismos y al con-fiar tu voluntad a sulibertad. ¡Grande y ver-dadero Rey eres tú! Tú

has puesto en mis manos el honor de tuvoluntad. Cada palabra de tu revelación diceque me respetas y te confías a mí, me dasdignidad y responsabilidad. Concédeme lasanta mayoría de edad, que es capaz deaceptar la ley que tú guardas y de asumir laresponsabilidad que tú me transfieres. Tendespierto mi corazón para que esté ante tien todo momento, y haz que mi actuación seconvierta en ese dominio y esa obediencia aque tú me has llamado. Amén.

LECTURA Mc 10, 46, ss

TEMA 2:TEMA 2:TEMA 2:TEMA 2:TEMA 2:

DE LA SOMBRAS A LA LUZ,CAMINO DE CONVERSIÓN

Mc 10, 46SS


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Este hombre ciego, Bartimeo, nos hace pensaren tantos hombres y mujeres que vivimos en lassombras, atados por el pecado, desanimados antelas dificultades y problemas de la vida. El IV plandiocesano de pastoral nos describe las sombras enque nos encontramos en nuestra vida cristianadentro de la diócesis y que nos mantienen aleja-dos del camino de la Gracia:

131. Los que viven en situaciones irregulares(unión libre, divorcio, drogadicción, madressolteras) se sienten relegados de la vida eclesial.Así mismo, hay resentidos por anti testimo-nios. Hay también algunos que por motivos detrabajo o descanso, no participan en los sacra-mentos.

133. Se constata la incoherencia entre la fe, lareligiosidad y la vida. Hay quien ve la religióncomo un asunto de gustos donde cabe una fesin compromiso. Se difunde el permisivismomoral, la prioridad sobre lo material, la bús-queda de lo extraordinario, y fácilmente se caeen un ritualismo en donde se excluye la fe delos ámbitos político, económico y educativo.

134. Los contenidos de violencia, sexo yconsumismo en los MCS son cada vez másagresivos y están provocando una fuerte crisisen los valores tradicionales, culturales, fami-liares y cristianos, tales como: el diálogointrafamiliar, la unidad y convivencia de lafamilia, el buen uso del tiempo, el respeto y lareligiosidad, la austeridad, la responsabilidady el compromiso con la verdad y la paz, lacastidad, la inocencia, la autenticidad e identi-dad, el orden y la obediencia, el crecimientointelectual y la oración familiar, la participa-ción en la misa dominical y el poner a Dios alcentro de la vida social, familiar y personal.

247. La cultura materialista, hedonista yconsumista hace que muchos se alejen de lapráctica religiosa o que la tomen como pasa-tiempo para evadirse de la realidad.

343. Constatamos con gran tristeza que la culturade la muerte está presente en nuestras comuni-

dades, manifestándose a través de los suici-dios, abortos, el uso de los anticonceptivos, losvicios, la droga, el alcohol, la corrupción, lamiseria y el narcotráfico.

344. Somos conscientes de que aumenta el fenó-meno del narcotráfico, de la droga y del alco-hol, teniendo como mercado a los niños yjóvenes. Esto ha traído como resultado unambiente de inseguridad y destrucción deltejido social. Ante ello nos sentimos impoten-tes por la prepotencia, tolerancia e impunidadde algunas autoridades.

345. Nos entristece constatar el ambienterelativista que nos vuelve poco sensibles alpecado, nos incita a la búsqueda del placer porel placer, el consumismo y la permisividad.

Toda esta realidad hace necesaria la presenciade Cristo en medio de ella que nos lleve a unaconversión personal y comunitaria.


El texto es una narración de milagro. El narra-dor no deja pasar ningún detalle con tal de que ellector se apasione por la figura de Jesús y seidentifique con la persona del ciego que al encon-trarse con el Señor pasa de las tinieblas a la luz, deuna vida sin sentido y alejada de Dios, a serverdadero discípulo del Señor dejando atrás lainactividad, la indiferencia, las tinieblas, etc.

Jesús entra en la ciudad, pasa por la puerta, porel lugar donde se congregan los limosneros queviven de la caridad de los demás, los resentidos,los alejados de la comunidad. Al salir de la ciudadya no lo hace solo, lo acompaña una multitud, lohan escuchado, lo han visto hacer maravillas yahora han tomado la decisión de seguirlo, tal vez,algunos por curiosidad, otros por convenienciabuscando el milagro, otros sí ya transformados ycomprometidos a quienes el narrador llama discí-pulos.

Hay un hombre en la puerta, su ceguera lomantiene marginado, se encuentra sentado y a laorilla del camino. No son actitudes de quienquiere seguir al maestro como discípulo, sino de

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quien ha perdido toda ilusión de vivir, de amar aDios, de luchar por la vida eterna, se ha estancadoen su rutina y en las preocupaciones de la vidadiaria.

Al enterarse de que Jesús pasaba por ahí co-menzó a gritar. Su ceguera no le ha impedidoescuchar todo lo que el Señorha hecho dentro de la ciudad:ha sanado a los enfermos, hamultiplicado los panes, ha re-sucitado a los muertos, perosobre todo ha anunciado la sal-vación, el perdón de los peca-dos. Escucha, reflexiona, aúnha quedado en él cierta dispo-nibilidad de corazón para bus-car y recibir la salvación, y estoprovoca un grito desde el fon-do de su corazón, un grito queen un principio no llega a losoídos de Jesús, sólo algunosque iban con Jesús lo escucha-ron, no son verdaderos discí-pulos porque no han entendidola misión del Señor, tratan dehacerlo callar con el pretextode que es una molestia para el Señor. ¿Desdecuándo una súplica desgarradora molesta al Se-ñor? ¿Acaso no ha venido a salvar al que estátirado?: Vengan a mí los que están fatigados….

Pero aquel hombre no se desanima, el narradorinsiste nuevamente en el grito, ahora con másfuerza: tiene qué vencer el obstáculo de aquellamultitud, y se transforma en una verdadera profe-sión de fe: «Jesús, hijo de David, ten compasiónde mi». Jesús es el rey esperado, el descendientede David, el Mesías, el salvador que puede tenermisericordia, perdonar los pecados, darle sentidoa una vida sin sentido, acercarnos a la gracia.

Jesús invita ahora a sus discípulos a que lollamen. Éstos van y lo llaman infundiendo en elciego una esperanza: «ánimo, levántate, te lla-ma». Ahora sí los discípulos han entendido sumisión, llevan el mensaje, provocan la esperanzay la alegría del llamado del Señor. En este año deltestimonio tenemos, con nuestra vida de fe, qué

ser puente entre los alejados y Dios, instrumentosde amor y misericordia.

Aquel hombre pega un brinco, la alegría havuelto a su corazón, arroja su manto despojándo-se de todo lo que lo identifique con su pasadolleno de desánimo, de apatía y de sin sentido.

Corre hacia Jesús, y ¿los tropie-zos?, el narrador nada dice perose suponen y también suponeque el hombre se levanta de suscaídas porque llega donde Je-sús.

El encuentro con Jesús se daen un diálogo sencillo pero lle-no de profundidad, de amor y deconfianza: ¿qué quieres? Quie-ro ver. Vete tu fe te ha salvado.La fe profesada en aquel grito ymanifestada en la alegría delbrinco y en el despojarse de supasado ha provocado en el cie-go la salvación; ha quedado cu-rado y no sólo eso, sino que haencontrado la luz. Ahora tomala decisión más correcta y pro-

funda de su vida, sigue al maestro por el camino,ha encontrado el sentido de la vida y ahora cami-nará detrás de Jesús para siempre para no volvera quedar ciego, a la orilla del camino y sentado.


El discípulo se hace «discípulo» en el encuen-tro íntimo y personal con el Señor. Este encuentroprovoca un cambio de vida, un cambio de actitud.Es un encuentro de tú a tú con el maestro quetransforma a la persona, pero esta conversióntiene sus exigencias:- Conocer a Jesús. Es darnos cuenta de todo lo que

es capaz de hacer por nosotros. Si él ha curadoa los enfermos y ha hecho maravillas por losdemás, él nos puede sacar de nuestras rutinasen la pastoral, en nuestros apostolados. Solopuede haber auténtica conversión conociendoal maestro para poderlo amar y vivir así nues-tra vida cristiana con amor.


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- Hablarle al Señor. Salir de nuestros miedos, denuestra apatía y atrevernos a hablar. Que seaun grito sincero y con deseos de ser escucha-dos. Atrevernos a enfrentar los nuevos retosque nos plantea el mundo para cristianizarlos.

- No desanimarse ante los obstáculos. El quequiera seguir a Jesús y ser verdadero discípuloencontrará dificultades, es más, muchos obs-táculos vienen de nosotros mismos, de nuestraforma de pensar, de nuestro estilo de vida, deno saber trabajar en comunión, etc.

- Profesar la fe con todo lo que ello implica. Antelas crisis, limitaciones y dificultades recono-cer que la obra es de Dios, que es el Señor elque nos llama a caminar con Él.

- Arrojar el manto. Signo de nuestra vida pasada,dejar todo atrás para comenzar una vida nuevaen Cristo. Renovarnos interiormente para cam-biar nuestras realidades de pecado y seguirsiempre en un proceso de conversión. Hay quésalir de todo lo que nos mantiene estancados enel pasado para enfrentar los nuevos desafíosque nos presenta el mundo actual.

- Ser salvados por el maestro. Todo discípulo hade experimentarse primero salvado por el Se-ñor antes que anunciar la salvación a los de-más. No podemos hablar del Salvador sinohemos experimentado primero el gozo de esasalvación.

- Caminar detrás de Jesús. Jesús es el camino, nohay de otra. Imitarlo en sus obras y actitudes esla misión del discípulo.

ORACIONORACIONORACIONORACIONORACION

TODOS:TODOS:TODOS:TODOS:TODOS: Con Bartimeo, maestro de oración,pedimos lo que realmente queremos paranuestra vida: Jesús, detente y mírame, nece-sitamos dejar nuestras cegueras, hay tantascosas en nuestra vida cristiana que nohemos visto. Jesús, hay tantas cosas queimpiden que caminemos por el camino de lasalvación. Haz que veamos para que poda-mos caminar.

MUJERES:MUJERES:MUJERES:MUJERES:MUJERES: Dios abre los ojos de los ciegos. Dios

a los encorvados endereza, Dios protege alforastero a la viuda y al huérfano sostiene.

HOMBRES:HOMBRES:HOMBRES:HOMBRES:HOMBRES: Ama Dios a los justos, mas elcamino de los impíos tuerce; Dios reina parasiempre, tu Dios, Sión, de edad en edad.

TODOS:TODOS:TODOS:TODOS:TODOS: Nos comprometemos a ser cristianosque iluminados por la luz de Cristo transfor-memos las realidades de pecado y oscuri-dad en realidades de Vida, de Gracia. Traba-jaremos por una conversión personal ycomunitaria para hacer de nuestro mundoun mundo más humano y cristiano.

TODOS:TODOS:TODOS:TODOS:TODOS: Buscaremos que el Espíritu Santorenueve nuestra persona y la de toda lacomunidad cristiana, intensificando la ora-ción por el éxito de la misión en todas lasparroquias, aplicando la «Lectio Divina» eimpulsando la adoración de la Eucaristía.

GUÍA

Quiera Dios que llegados a este momentopodamos experimentar el consuelo de lamirada de Jesús sobre nosotros, atendiendoa nuestra necesidad. Que el Espíritu Santonos comunique la fortaleza para ponernosen camino, sin miedo a los OBSTÁCULOS ysin peso que nos detenga. Algunos desea-rían reavivar su vida, sentirse de otra mane-ra por dentro, vivir con más luz. Hay algoque todos podemos hacer ahora mismo, sinpensar en compromisos complicados, y esempezar sencillamente a comunicarnos conDios de manera humilde y sincera. No hayotro camino más eficaz para reavivar la fe,para vivir la vocación de discípulo recibidacomo un don maravilloso.

No es lo mismo vivir agobiado por mil proble-mas y preocupaciones, sufrir el peso de losdías y seguir caminando sólo eincomprendido, o saber decir cada nocheantes de acostarse: «Dios mío, yo confío enti. No me abandones». No es lo mismosentirse lleno de vitalidad, disfrutar de bue-na salud y vivir satisfecho de los propioslogros y éxitos, o saber alegrarse desde lomás hondo y decir: «Dios mío, te doy graciaspor la vida».

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ORACION AL ESPIRITU SANTO

Cardenal VerdierOh Espíritu Santo,Amor del Padre, y del Hijo,

Inspírame siemprelo que debo pensar,lo que debo decir,cómo debo decirlo,lo que debo callar,cómo debo actuar,lo que debo hacer,para gloria de Dios,bien de las almasy mi propia Santificación.

Espíritu Santo,Dame agudeza para entender,capacidad para retener,método y facultad para apren-

der,sutileza para interpretar,gracia y eficacia para hablar.

Dame acierto al empezardirección al progresary perfección al acabar.Amén.

Se lee Juan 8, 1-11

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Conviene reflexionar sobre algo muy de nues-tro tiempo: la manipulación del escándalo. Algu-

nos se convier-ten en jueces yprocuran sacara la luz públicaescándalos converdad o sinella. Unas ve-ces es por lamorbosidad delas cuestionesque venden yasí extraer unosb e n e f i c i o s ;otras para hun-dir personas ai-reando sus de-fectos priva-dos; otras fal-seando la ver-dad y propalan-

do calumnias y difamaciones que manchan elhonor y la fama de sus víctimas. Son auténticosnegociadores de la sospecha. Se crea así un climamalsano de mentira y deformación. Se juega conlas personas y con su intimidad, unas veces pordinero, otras por juegos políticos, otras por moti-vos ideológicos o religiosos. Todo esto puedeprovocar que el hombre se aleje de la vida de laIglesia y de la Gracia de Dios.

TEMA 3.TEMA 3.TEMA 3.TEMA 3.TEMA 3.

EL PECADO NOS ALEJA DE LA GRACIA,JESÚS LO REDIME

Juan 8, 1-11


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El lema puede ser «todo se vale» y cuantomejor revestido de bondad esté, mejor. ¿Y laspersonas? No importan, solo cuenta el provechoque se pueda sacar de aquel escándalo, o deaquella murmuración, o de aquella calumnia.Este el caso de aquellos acusadores de la mujeradúltera, aunque en este caso no fuese calumniasino verdad.

También tenemos actitudes de rechazo hacialos que han caído en la desgracia de vivir en elpecado, los marginamos, o ellos mismos se mar-ginan por las situaciones de pecado que estánviviendo, por ejemplo, vida en amasiato, divor-ciados vueltos a casar, uniones homosexuales,etc.


Dura fue la historia de la mujer adúltera. Suhistoria es la de una mujer débil situada en mediode una conspiración contra Jesús. Ella era peca-dora sin género de dudas.

Los evange-lios lo narranasí: Los escribasy fariseos traje-ron una mujersorprendida enadulterio y po-niéndola en me-dio le dijeron:Maestro, estamujer ha sidosorprendida enflagrante adul-terio? Moisés enla Ley nos man-dó lapidar a és-tas: ¿tú qué di-ces? Juan aclaralo que por otra parte parece patente: esto lo decíantentándole, para tener de qué acusarle. La situa-ción es un poco ridícula, pues si habían sorpren-dido a aquella mujer en un delito y sabían cuál erala pena ¿por qué no aplican ellos mismos elcastigo que tan bien conocen? Dos detalles mues-

tran su malicia y su hipocresía: llaman Maestro aJesús cuando sólo buscan destruir su magisterio,y añaden al delito de la mujer el adjetivo deflagrante, aparentando que sólo buscan la justi-cia.

Por otra parte el Maestro perdonaba una y otravez, como se ve en el caso de la Magdalena,pecadora pública, y es de suponer que lo mismoocurriría en muchos otros casos. El pueblo veía enJesús al Dios del amor y de la misericordia,precisamente el que no ha venido a juzgar a lospecadores sino a que éstos se salven. El alejado(el pecador) en Jesús encuentra acogida, no unreproche sino una mirada llena de perdón y unainvitación a no volver a pecar. La mujer debíaestar destrozada ante los ojos de todo aquel grupo.De un lado los fariseos y los escribas que se iríancreciendo en sus acusaciones ante el silencio deJesús, como si se dijesen: «ya le hemos vencido»o «no sabe qué hacer, gritemos más».

No se incurre en el adulterio de repente y porsorpresa. Su pecado sería un deslizamiento pau-

latino, hasta quela impureza laciega y cede a sudebilidad y a lasolicitud deladúltero con elque cayó. O erainfiel a su mari-do o pecaba conun hombre casa-do. En amboscasos la grave-dad del pecadoimpuro es mayory más porque espremeditado. Nocabe invocar unafragilidad mo-mentánea, sino

que se advierte una advertencia bastante clara yuna voluntariedad decidida. Es cierto que ante laviolencia de la tentación el pecador invoca excu-sas variadas: que si lo hace por amor, que si sumarido no la comprende o la trata mal, o la piedadpor aquel que quiere estar con ella.

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A la vista de todos, la mujer estaría destrozada.Muchos ojos la perforaban con aparente fervorpor la justicia. ¿Qué haría el Maestro? Ella se dacuenta de que no hay salida. ¡Qué loca he sido!Fragilidad, tontería, amor; ahora ¡qué más da! elplacer es efímero, sólo quedan las consecuencias.¡Qué loca he sido! Y no se atrevería a mirar aningún sitio, estaría acurrucada, con los ojos en elsuelo, esperando la sentencia que ya antes habíadictado su misma conciencia.

Poco les importaba a los fariseos y a los escri-bas la situación de la mujer. Era un instrumentopara poner un cerco a Jesús, y nada más. Elsilencio de Jesús es inesperado, pues inclinándo-se, escribía con el dedoen la tierra. No mira anadie, parece hacerse eldesentendido. Pero enrealidad está preparan-do un juicio severísimosobre aquellos hipócri-tas que insistían en pre-guntarle. A aquelloshombres no les importamanipular las personasni la verdad. Jesús lesenfrentará con su pro-pia conciencia en el mo-mento más oportuno.Pero como ellos insis-tían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «quiende ustedes esté sin pecado que tire la primerapiedra». Jesús pide que juzguen ellos, o mejorque juzgue el inocente. El dilema que se plantea-ba era legal, pero después de la apelación deJesucristo el juicio se suspende legalmente porfalta de jueces.

Jesús al levantarse les miraría uno a uno. Duradebió ser la mirada del Señor. Llegaría hasta lomás hondo de su conciencia. Sería como decirles:Hablemos claro, digámoslo todo, empezando porsus pecados, ¿quieren un juicio público? Puestengámoslo.

La conmoción debió ser grande. Jesús pasa deuna cuestión legal a una cuestión de conciencia.No es difícil imaginar su mirada indignada ante

los aparentes defensores de la justicia. El evange-lista señala que al oírle, se iban marchando unotras otro, comenzando por los más viejos. Con suPalabra se disuelve el grupo. La mirada de Jesúsiría a los más insistentes, y sin palabras les haríasaber que conocía sus obras; si alguno se hubieseatrevido a hablar, o a arrojar la primera piedra, lehubiera detenido con la enumeración de pecadosque le hacían más reo de pena que la mujer. Eldetalle de la marcha de los más viejos en primerlugar es significativo; quizá lo hicieron así por-que tenían más pecados, o porque se dan máscuenta de que Jesús es muy capaz de ponerlos enevidencia ante todos. Al ver marchar a los demás

cada uno pensaría en suvida y no estaría dispuestoa ser sujeto de un juiciopúblico.

La respuesta de Jesús seadaptaba plenamente a laLey que indicaba que lostestigos del delito teníanque arrojar las primeraspiedras. Qué respuesta tanllena de justicia, de man-sedumbre y de verdad:Cúmplase la Ley, que seaapedreada la adúltera. Pero¿cómo pueden cumplir laLey y castigar a aquella

mujer unos pecadores? Mírese cada uno a símismo, entre en su interior y póngase en presen-cia del tribunal de su corazón y de su conciencia,y se verá obligado a confesarse pecador. Sufra elcastigo aquella pecadora, pero no por manos depecadores; ejecútese la Ley, pero no por sustrasgresores. Eran testigos, pero no podían serjueces, porque también eran pecadores.

Juan concluye la escena diciendo: y quedósólo Jesús y la mujer, de pie, en medio. Jesús seincorporó y le dijo: Mujer ¿donde están? ¿Ningu-no te ha condenado? Ella respondió: Ninguno,Señor. Le dijo Jesús. Tampoco yo te condeno;vete y desde ahora no peques más. Jesús siendo elJusto no condena; en cambio aquéllos, siendopecadores, dictan sentencia de muerte. ¡Qué ate-


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rrada debió de quedar aquella mujer cuando oyódecir al Señor: «el que de ustedes esté sin pecado,que lance la piedra primera», porque temía sercastigada por Aquel en el que no podía hallarsepecado alguno. Ni yo mismo te condeno; yomismo de quien temiste tal vez ser castigada,porque en mí no hallaste pecado alguno. «Tampo-co yo te condeno».

Señor, ¿qué es esto? ¿Favoreces tú a los peca-dores? Claro que no. Mira lo que sigue: Vete ydesde ahora no peques más. Por tanto dio senten-cia de condenación contra el pecado, no contra lamujer. Así despide el Señor a aquella mujeracosada. La deja marchar, pero le recuerda lagravedad de su pecado, y que si no lucha puedevolver a reincidir. A la Magdalena -pecadoraarrepentida- le dice: Vete en paz, porque se arre-pintió libremente. Sólo puede marchar en pazquien acudió arrepentido. La mujer adultera acu-dió forzada y utilizada por un grupo de hombrescon la conciencia deformada. Jesús aprovecha lamaldad de aquellos hombres para intentar quevuelva a la vida recta una persona pecadora. Unalección más podemos aprender: sacar de los gran-des males, grandes bienes. La adúltera tiene laoportunidad de aprovechar sus errores y los desus perseguidores en una conversión fruto de unencuentro con Jesús de lo más sorprendente.


Dios no disminuye la dignidad de la personasino que la realza. Sin el creador la criatura sediluye, la persona sin Dios no es nada (CEC 308).Hay qué saber demostrar la dignidad de todapersona y no juzgar sin habernos juzgado antesporque peca más el que se cree justo que el que sereconoce pecador.

Saber entregarnos a los demás, es demostrarconstantemente la misma dignidad de toda perso-na. Valorando a los demás, hará de nuestrassociedades, gente con verdadera dignidad, capa-ces de responder a la entrega de Cristo mediantela Cruz, pues es el signo indeleble de salvarnos.Amar a nuestro prójimo, reconociendo en él laautenticidad de la persona seremos totalmenteverdaderos cristianos según el mandato de Dios.

Su enseñanza es clara: prohibe emitir juicioscondenatorios sobre los demás, ya que el que asíjuzga es también culpable. No en vano Jesús vinopara salvar a los pecadores, y no para condenar-los.

Estamos llamados a ser testigos del amor y dela misericordia de Dios. Hemos de provocar siem-pre el encuentro de conversión con todos aquellosque necesiten acercarse al Dios de la misericor-dia, para que lo conozcan, lo amen y den frutos deamor.

ORACION FINALORACION FINALORACION FINALORACION FINALORACION FINAL

Te bendecimos, Padre, porque en Jesús deNazaret denunciaste la hipocresía que noscorroe por dentro. ¡Pobre mujer adultera!Todos la señalaban con el dedo, pero TúJesús la perdonaste y le devolviste su digni-dad. Ante ti Señor somos pecadores e imper-fectos. Ayúdanos a reconocerlo pues esnuestra salvación.

ORACIÓN DE LAMISERICORDIA DIVINA

¡Oh Dios de gran misericordia!, bondad infinita,desde el abismo de su abatimiento, toda lahumanidad implora hoy Tu misericordia, Tucompasión, ¡Oh Dios!; y clama con la potentevoz de la desdicha. ¡Dios de Benevolencia, nodesoigas la oración de este exilio terrenal! ¡Ohseñor!, Bondad que escapa nuestra compren-sión, que conoces nuestra miseria a fondo ysabes que con nuestras fuerzas no podemoselevarnos a Ti, Te lo imploramos: Adelante conTu gracia y continúa aumentando Tu miseri-cordia en nosotros, para que podamos, fiel-mente, cumplir Tu santa voluntad, a lo largo denuestra vida y a la hora de la muerte. Que laomnipotencia de tu misericordia nos escudede las flechas que arrojan los enemigos denuestra salvación, para que con confianza,como hijos Tuyos, aguardemos la última veni-da (día que Tú solo sabes). Y esperamosobtener lo que Jesús nos prometió a pesar denuestra mezquindad. Porque Jesús es nuestraesperanza: A través de su Corazón misericor-dioso, como en el Reino de los Cielos.

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ORACION PARA IMPLORAREL ESPIRITU SANTO

Divino Padre Eterno, en nombre de Jesucristo,y por la intercesión de la Santísima Siempre

Virgen María,envía a nuestro corazón al Espíritu Santo.

Ven, Espíritu Santo, a nuestro corazón y santi-fícalo.

Ven, Padre de los pobres, y alívianos.Ven, autor de todo bien, y consuélanos.

Ven, luz de las mentes e ilumínanos.Ven, dulce huésped de los corazones, y no te

apartes de nosotros.Ven, verdadero Refrigerio de mi vida, y renué-

vanos.

Tres veces… Gloria al Padre…….

Espíritu Santo, eterno Amor,Ven a nosotros con tus ardores,Ven, inflama nuestros corazones.

Leemos Mc 6, 30-44


VENGAN A MI LOS QUE TENGAN HAMBREY YO LES DARE EL PAN DE VIDA

Mc 6, 30-44


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Es significativa la actitud de aquella multitudal seguir a Jesús por tierra para escucharle, haytanta necesidad en sus corazones de llenarse de laPalabra de Jesús que no importa el cansancio dela carrera o la distancia que han de recorrer con talde poder alimentarse de esa Palabra que da vida,que consuela, que fortalece, que anima, etc.

En nuestro tiempo sigue habiendo multitudesnecesitadas de una Palabra de Jesús que les orien-te en su vida llena de sin sentido, vacía de Dios yllena de las cosas de este mundo, Jesús dice queandan como ovejas sin pastor; buscan la felicidaden los bienes materiales, en la comodidad de unavida sin sacrificios, llenando esos vacíos con losvicios, el alcoholismo, las drogas, el materialis-mo. El mundo se va vaciando de Dios y carece deesa Palabra del Pastor que lo guía hacia la eterni-dad.

Nos vemos inmersos en una situación de con-tinuos cambios sociales y culturales, que nosinterpelan e invitan a discernir, con fe y esperan-za, los signos de los tiempos. Las transformacio-nes son tan profundas, que se habla más que deuna época de cambio, de un cambio de época. Seresaltan como características de este tiempo laglobalización, el individualismo y el hedonismo.«Se deja de lado la preocupación por el biencomún para dar paso a la realización inmediata delos deseos de los individuos, a la creación denuevos y muchas veces arbitrarios derechos indi-viduales, a los problemas de la sexualidad, lafamilia, las enfermedades y la muerte» (A 44).Esta nueva cultura: «se caracteriza por la autoreferencia del individuo, que conduce a la indife-rencia por el otro, a quien no necesita ni del quetampoco se siente responsable. Se prefiere vivirdía a día, sin programas a largo plazo ni apegospersonales, familiares y comunitarios. Las rela-ciones humanas se consideran objetos de consu-mo, llevando a relaciones afectivas sin compro-miso responsable y definitivo» (A 46).

Muchas veces habrá situaciones en nuestravida en que la necesidad será tan grande y losrecursos tan pequeños que nuestra tendencia será

simplemente a lamentarnos, quedarnos inactivosy congelarnos de temor, sin hacer nada, dejandoque el problema continúe. Pero muchas vecesDios quiere que nos lancemos por fe, que demosun paso pequeño, y entonces veamos al Señorcomenzar a obrar y abrir el mar delante de noso-tros.


Es una verdadera síntesis teológica sobre laEucaristía y sobre la fe. Juan se propone explotarel potencial simbólico que encierra el relato de lamultiplicación de los panes.

La multitud está hambrienta, ha pasado el día,se acerca la noche, los discípulos le dicen anuestro Señor Jesucristo: «Señor, despídelos ya,tienen que irse y comprarse comida». El Señorsorprende a los discípulos diciendo: «Denle uste-des de comer». Horrorizados dicen: «cómo esposible que nosotros les demos de comer a unamultitud tan grande?».

El Señor los envía entre la multitud y descu-bren los discípulos que tienen 5 panes y 2 peces,mínimo, ridículamente poco para darle de comera una multitud tan grande, pero dice la Palabraque entonces el Señor toma esos panes «y lesmandó que hiciesen recostar a todos por grupossobre la hierba verde» (v 39), por grupos deciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta.Entonces tomó los 5 panes y los 2 peces y levan-tando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes,y dio a sus discípulos para que los pusiesendelante. Y repartió los dos peces entre todos, ycomieron todos y se saciaron y recogieron de lospedazos doce cestas llenas y de lo que sobró de lospeces. Y los que comieron fueron 5000 hombressin contar las mujeres y los niños.»

El Señor dice a los discípulos que dividan a lamultitud de cien en cien y después en grupos decincuenta y cincuenta. Los discípulos llevaban acabo la tarea que el Señor les había encomendadoenojados e inseguros: «Qué locura, para quéestamos nosotros dividiendo a toda esta gente engrupos, si lo que hay son 5 panes y dos peces.»Temían hacer el ridículo. Temían quizás la ira de

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la multitud cuando la multitud descubriera que nohabía suficiente comida para todos ellos.

Si nosotros nos ponemos a esperar que lascondiciones sean propicias, nun-ca obraríamos. Muchas veces serequiere que comencemos por fea tocar puertas y a hacer gestos enel Señor y buscar una solución.No nos debemos congelar jamáspor las limitaciones de la vida.No nos obsesionemos tanto conlos problemas y la magnitud delos problemas, que nos sentemosen una esquina a estrujarnos lasmanos y a lamentarnos de nues-tras malas condiciones. Dios quie-re que nosotros nos lancemos enel nombre de Jesús a hacer algo,a buscar una solución, que sea-mos gente activa, dinámica, em-prendedora, que no nos dejemos abrumar por losproblemas sino que en el nombre de Jesús noslancemos creyendo que en el proceso de esforzar-nos el Señor va a traer la solución. Por eso elSeñor Jesucristo nos dice que Él no nos ha dadoespíritu de cobardía sino de poder, de amor y dedominio propio.

Tenemos poder en Cristo Jesús. El apóstolPablo dice: «Todo lo puedo en Cristo, que mefortalece». Por más seria o grave que sea lasituación, por más abrumador que parezca elproblema, Dios quiere que tú te lances en elnombre del Señor a conquistar un gigante, adestruir el problema que te aqueja. En el nombrede Jesús enfrenta al montón de problemas ysituaciones difíciles que encuentras en tu vida,emprende la solución y el Señor te va a dar larespuesta. Nunca pensemos que podemos vivir lavida sin el Señor. Es necesaria su presencia quenos haga el milagro de cambiar todas las situacio-nes de pecado que nos deshumanizan.

Qué maravillosa imagen cuando nosotros obra-mos en el poder de Dios. Porque el que hace elmilagro no eres tú, el milagro lo hace Cristo.Cuando tú obedeces y tú sigues las instruccionesde la Palabra y tú obras conforme a los principios

del Reino de Dios, entonces Dios puede obrar a tufavor. El Señor Jesucristo tomó los 5 panes y losdos peces y usando el poder de Dios y encomen-

dando su necesidad al Padre,recibió autoridad y poder y mul-tiplicó. Un milagro creativo,creó comida para 5000 hom-bres y sabe Dios para cuántasmujeres y niños.

Es en la Eucaristía dondenosotros ponemos en las manosde Jesús los panes y los pecespara que Él los bendiga y trans-forme nuestras realidades depecado en realidades de salva-ción. Es ahí donde Él nos ali-menta con su Cuerpo y Sangrey le da sentido a nuestra vidacon sus sacrificios, a nuestroesfuerzo y afán de ser salvados.


Es importante que el creyente pertenezca a unafamilia de seres humanos que tengan los mismosintereses espirituales que uno. Es importante quetú te congregues. Congregarse quiere decir «re-unirse en la casa de Dios regularmente», tenercompañerismo espiritual con otros cristianos,compartir la palabra de Dios, compartir la vidaespiritual juntos, aprender unos de los otros, tra-tarnos unos con los otros porque en ese tratocristiano hay crecimiento.

No es posible ser un buen cristiano sin ser partede una comunidad cristiana. Algunos se rebelancontra esa idea, pero el Señor Jesucristo dejósobre la tierra una iglesia, una iglesia que es unafamilia y ningún cristiano es una isla. La vidacristiana fue diseñada por Dios para ser vivida enel contexto de una comunidad de fe. El SeñorJesucristo quiere que tú te congregues, quiere quetú vayas a una iglesia, Dios quiere que tú vivasuna vida en comunión como otros cristianos. Es laúnica manera en que verdaderamente tú vas apoder crecer y llegar a la madurez que Cristoquiere para ti.


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La pertenencia a una comunidad es una graciaque supone la disponibilidad necesaria para par-ticipar en su construcción. Es imposible hacercomunidad sin sentir la responsabilidad de amar-nos unos a otros. Pero no vale cualquier manerade comprender el amor; es necesario amarnoscomo Jesús lo hizo con sus discípulos.

Es tan importante que la vida cristiana seavivida de esa manera, saliendo de Jesús y regre-sando a Jesús. Que nosotros al comenzar el díasaquemos tiempo para recibir de Cristo el poder,la sabiduría y la enseñanza que necesitamos paralas experiencias que nos esperan en el resto deldía y que al final del día, cuando ya hayamosterminado las tareas del trabajo y de la casa y dela vida cotidiana, tomemos tiempo de nuevo parapresentarle a Jesús los eventos del día y buscar deEl enseñanza, consejo, perspectiva para las cosasque hemos experimentado. Y que mientras esta-mos también en los afanes y las tareas y el trabajodel día saquemos tiempo de vez en cuando paraelevar de nuevo nuestra mirada hacia Dios yrecordar que somos ciudadanos de la eternidad yque todos los eventos del día los estamos vivien-do en el Señor.

Qué importante es que la vida cristiana seavivida en oración, en comunicación con Dios, enun continuo meditar en la palabra de Dios, bus-cando la fortaleza que sólo Dios puede dar. Nuncatrates de vivir tu vida con tu propia fuerza, siem-pre consulta con Cristo, siempre busca de Él lafortaleza y la sabiduría que tú necesitas para teneréxito. Que Dios te bendiga y que tú puedas llegara esa actitud de dependencia total en Cristo siem-pre buscando juntarte a Él y compartir con Eltodos los eventos de tu vida.

Cristo quiere que tú emprendas los problemasy las limitaciones de la vida. Dios quiere usartecomo un instrumento de su gracia. Mucha gentesólo tiene suficiente energía para sus propiosproblemas y ni aún para eso, pero Dios quiere quetú tengas suficiente fuerza y poder en tu vida, paraque tu no solamente bendigas a tu familia y tebendigas a ti mismo y resuelvas tú problema sinoque tú también tengas fuerza para bendecir a losdemás. Todo está en que tú obres en el poder y la

sabiduría de Cristo Jesús. El es capaz de multipli-car panes y peces y de hacer cosas grandes ypoderosas. Si tú tan solo crees en El, te apegas aEl, usas su poder y pones tu fe en la gracia que salede El. El es suficiente, no solamente para darle decomer a una multitud, sino para que sobren panesy peces. Dice que sobraron cantidad, dice querecogieron de los pedazos doce cestas llenas y delo que sobró de los peces, no solamente hubosuficiente para la multitud sino que quedó comidade sobra. Cuando Dios hace un milagro lo haceperfecto, lo hace sobre-abundante.

ORACIONORACIONORACIONORACIONORACION

¡Qué grande es Dios que tanto nos ha amado!Se ha compadecido de nuestros sufrimien-tos y nos da el alivio para seguir adelanteen los momentos más difíciles de nuestravida. Él ha querido darnos el Alimento delos alimentos: su mismo Cuerpo, el Pan delos ángeles. Sólo bastan unas pocas pala-bras para hacer un milagro de multiplica-ción: «Tomen y coman todos de él, porqueesto es mi cuerpo que será entregado porustedes».

Te damos gracias, Señor, por la capacidad quehas puesto en nosotros para amarte. Tedamos gracias también porque podemosamar y ser amados.

(Recordemos nombres concretos de personas que nos hanamado; tengamos presente a las personas que amamos).

Perdónanos aquellas ocasiones en que hemoscaído en el error de pensar que podemospermanecer en el ardor a Dios sin amar a laspersonas; del mismo modo, te rogamos quenos perdones cuando hemos creído quepodemos amar a nuestros hermanos sinestar unidos a Tí.

Te rogamos que la gracia de tu amor nos animea promover una auténtica relación de her-manos entre nosotros, en la que nadie sesienta o se ponga por encima de otro. Y queesta misma gracia nos anime a valorar másy a vivir mejor la relación contigo. Que vivesy reinas por los siglos de los siglos.

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ORACIÓNORACIÓNORACIÓNORACIÓNORACIÓN

Espíritu de verdad, enviado por Jesús paraconducirnos a la verdad completa, abrenuestra mente a la inteligencia de las Escri-turas. Tú, que descendiendo sobre María deNazareth, la convertiste en tierra buenadonde el Verbo de Dios pudo germinar,purifica nuestros corazones de todo lo queopone resistenciaa la Palabra. Hazque aprendamoscomo Ella a escu-char con corazónbueno y perfectola Palabra queDios nos envía enla vida y en la Es-critura, para cus-todiarla y produ-cir fruto con nues-tra perseveran-cia.

Leemos Mateo 9, 9-13.

Momento de silencio orante.

VERVERVERVERVER

a) ¿Cuántos grupos están presentes en esta escenay qué representan?

b) ¿En qué tipo de relación se coloca Jesús con cadauno de estos grupos?

c) ¿Con qué grupo tú te identificas más?

d) ¿Cuál es el papel de Mateo en la escena?

e) ¿Qué sentimientos o reacciones suscitan en ti laspalabras de Jesús a los fariseos?

Cuando ves las noticias en la televisión, tepreguntas muchas veces qué pasa, por qué haytanto mal en este mundo, por qué hay tanta gente

que hace sufrira los demás,que mata, quefabrica armasdestructivas,que no respetala dignidad dela mujer y la usacomo simpleobjeto de pla-cer, que no res-peta el misteriode la infancia,que abusa de supoder.

La respuesta a esos porqués la encontramos enun problema de fondo: la crueldad del hombrecontra el hombre es consecuencia de una rupturadel hombre contra Dios. El pecado no es unproblema más de la humanidad, sino el problema,el verdadero problema de fondo que altera el plan


A LA MESA CON PECADORES Y PUBLICANOS,

JESÚS NOS REVELALA MISERICORDIA DE DIOS

Mateo 9, 9-13


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de Dios para el hombre, proyecto de felicidad. Yla raíz de ese pecado es la rebelión del hombreante Dios. «Exclusión de Dios, ruptura con Dios,desobediencia a Dios; a lo largo de toda la historiahumana esto ha sido y es, bajo formas diversas, elpecado que puede llegar hasta la negación deDios y de su existencia; es el fenómeno llamadoateísmo. Desobediencia del hombre que no reco-noce, mediante un acto de su libertad, el dominiode Dios sobre la vida, al menos en aquel determi-nado momento en que viola su ley» (Reconciliatioet Paenitentia, 15).

El pecado es siempre, en el fondo, una trai-ción a Dios; no es otra cosa. Nosotros, amigosíntimos de Jesucristo, que ha muerto por noso-tros en la Cruz para darnos la vida eterna, lotraicionamos. Y los más perjudicados con estatraición somos nosotros mismos, que rompemosun plan de amor y felicidad que Dios ha diseñadopara nosotros. Ésta es la verdadera dimensióndel pecado: preferimos el amor a nosotros mis-mos por encima del amor a Dios, construimosnuestro proyecto de vida al margen del proyectode Dios. Y así, los primeros perjudicados somosnosotros.

El pecado no es para ti un fenómeno lejano: hasexperimentado en tu vida su realidad y su pesosobre ti. No tienes que sorprenderte, pues formaparte de nuestra condición humana después delpecado original. Nuestras fuertes tendencias desoberbia, avaricia, envidia, lujuria, ira, gula opereza, nos llevan a ofender a Dios y a afectarduramente a nuestros hermanos.

La Biblia nos reporta muchos ejemplos delas funestas consecuencias del pecado. Caín,dejándose llevar por la envidia, asesina a suhermano a sangre fría (Gn 4, 2-16). Dios leexige cuentas a Caín sobre su hermano como leexigió cuentas a David de su pecado a través deNatán. Y Caín descubre la maldad de su com-portamiento. En casos como el de Susana, se vecómo el ser humano es capaz de llegar hasta elasesinato con tal de satisfacer sus pasionessexuales desordenadas (Dn 13). Dos ancianosamenazan de muerte a una mujer para quesatisfaga sus deseos perversos de placer, y no

pueden resistir la virtud de Susana que rechazael mal y acepta la muerte por encima del peca-do. Están dispuestos a llegar hasta el final, a lamuerte de Susana, si no es por un niño que,iluminado por Dios, descubre el chantaje (Car-ta de Card. Norberto Rivera a los jóvenes de laArquidiócesis de México como preparaciónpara el Jubileo del Año 2000).


Los publicanos recogían los tributos por en-cargo de los romanos. Tenían una muy malareputación. De hecho, eran considerados como«impuros», porque su trabajo los ponía en contac-to con los paganos y debían tener entre sus manosmonedas con imágenes e inscripciones paganas.Además, eran también a veces explotadores yladrones.

Para los judíos observantes del tiempo deJesús, «pecadores» eran ante todo los paganos,pero también los judíos que no miraban a lassutilezas de la Ley tal como era interpretada porlos escribas. Publicanos y pecadores estaban en-tre las categorías más odiadas por los otros judíosobservantes.

Sentarse a la mesa:

En cualquier cultura y ciertamente en la cultu-ra medio oriental, sentarse a la mesa juntos esseñal de comunión. En el texto paralelo deMarcos (2, 13-17) Jesús está a la mesa en «su»casa, pero el texto griego es ambiguo: no se sabesi se trata de la casa de Jesús o del publicanollamado a seguirlo. En Lucas 5, 27-32 es elpublicano convertido en discípulo quien preparaen su casa un banquete a Jesús, al cual invitatambién a sus colegas. Mateo dice sencillamenteque «Jesús se sentaba a la mesa en casa « dandoa entender que se trata de la casa de Jesús, la casadonde vivía (Mt 4, 13): es el mismo Jesús quienhospeda en su casa a publicanos y pecadores,como para anticipar el banquete mesiánico de lasalvación ofrecido a todos. Los alejados son lla-mados a la intimidad con el anfitrión que nosrecibe en su banquete y comparte con ellos sumisericordia.

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Misericordia quiero y no sacrificios:

En su respuesta a los fariseos que lo critican,Jesús cita una frase tomada del profeta Oseas:«Quiero el amor y no el sacrificio, el conocimien-to de Dios más que los holocaustos» (6, 6). Oseasinsiste en la inutilidad del culto exterior si éste nova acompañado de la obediencia a la alianza. Lapalabra «misericordia» o «amor» traduce la pala-bra hebraica hesed, que significa amor-fidelidaden la relación entre Dios y el pueblo. El conoci-miento de Dios, que Oseascoloca en paralelismo conmisericordia, implica laobediencia a la voluntadde Dios expresa en su Ley;es un conocer para poneren práctica.

Jesús insiste mucho enla transparencia de nues-tra relación con Dios, queno puede reducirse a unaobservancia puramenteexterior, insinuando quelos fariseos no deberíancontentarse por la observancia minuciosa de laLey. Lo que Dios exige de sus fieles es la imita-ción de su amor misericordioso hacia todos.

Ojalá que nuestra actitud no sea la de los fari-seos que excluían a los pecadores y que rechazaronla invitación de sentarse a la mesa con el Señor, alcontrario, reconociéndonos necesitados de miseri-cordia, compartamos con el Señor, en intimidad,su misericordia para luego ir y ser instrumentos demisericordia con nuestros semejantes.


Hemos de confiar en Dios. La debilidad tienesu aspecto positivo: gracias a ella nos damoscuenta de que necesitamos de Dios y de losdemás. Gracias a ella nos convertimos en seresnecesarios para los demás. Gracias a ella noshacemos realistas y ponemos nuestra esperanzaen el único que es, de verdad, la garantía denuestra esperanza: Dios. Jesucristo ha vencido alpecado para ti, para que acudas a Él en tu debili-

dad. Jesucristo ha vencido al pecado para que dela amistad con Él nazca en ti un hombre nuevo quevence el mal con el bien. Crea en mí, oh Dios, uncorazón puro; un espíritu firme dentro de mírenueva.

La actitud correcta ante el pecado es la delsalmo 50: reconocer el pecado, pedir perdón aDios y solicitar siempre su ayuda para vencer alpecado viviendo muy unido a Él con un nuevocorazón. Pero no todos los personajes que apare-

cen en la Biblia actúanasí. Si lees los Evange-lios, verás que están lle-nos de pecados y de res-puestas negativas delhombre al amor de Dios.Algunos no están dispues-tos a dar todo para seguira Dios como el joven rico(Mc 10, 17-23). Otros, ha-biendo sido elegidos y per-teneciendo al grupo de losamigos íntimos de Jesús,lo traicionan. Cuánto nos

duele a nosotros la traición de alguien en quienhemos puesto toda nuestra confianza y amistad. AJesucristo también lo traicionaron dos de sus másíntimos amigos, del grupo de los doce elegidos:Pedro y Judas. Pedro confía en el Señor y recuperasu amistad, reacciona como David, con humildad,buscando de nuevo a Dios. Judas se suicida deján-dose llevar por la desesperación. La desesperaciónante el pecado nos hace imposible la regeneración,pero la confianza y la humildad nos hacen cons-truir sobre ruinas y crecer en el amor reparando asíla amistad perdida (Jn 21, 15-17).

Por eso, ante el pecado no hay que reaccionarcon desesperación: «Yo no puedo», «siemprecaigo en lo mismo», sino con gran humildad.Cuando ves el pecado como algo que enturbia lamaravillosa imagen que tienes en ti mismo, elpecado produce amargura y desesperación, perocuando ves el pecado como una ofensa dolorosaa un Padre que siempre está dispuesto a amarte, elpecado se convierte en una ocasión de crecimien-to en el amor a través del arrepentimiento sinceroy confiado.


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Bendice, alma mía, a Yahvé,el fondo de mi ser, a su santo nombre.Bendice, alma mía, a Yahvé,nunca olvides sus beneficios.

Él tus culpas perdona,cura todas tus dolencias,rescata tu vida de la fosa,te corona de amor y ternura,satura de bienes tu existencia,y renueva tu juventud como la del águila.

Yahvé realiza obras de justiciay otorga el derecho al oprimido,manifestó a Moisés sus caminos,a los hijos de Israel sus hazañas.

Yahvé es clemente y compasivo,lento a la cólera y lleno de amor;no se querella eternamente,ni para siempre guarda rencor;no nos trata según nuestros errores,ni nos paga según nuestras culpas.

Como se alzan sobre la tierra los cielos,así de grande es su amor con sus adeptos;como dista el oriente del ocaso,así aleja de nosotros nuestros crímenes.

Como un padre se encariña con sus hijos,así de tierno es Yahvé con sus fieles;porque él conoce de qué estamos hechos,sabe bien que sólo somos polvo.

¡El hombre! Como la hierba es su vida,como la flor del campo, así florece;lo azota el viento y ya no existe,ni el lugar en que estuvo lo reconoce.

Pero el amor de Yahvé es eternocon todos que le son adeptos;de hijos a hijos pasa su justicia,para quienes saben guardar su alianza,y se acuerdan de cumplir sus mandatos.

Yahvé asentó su trono en el cielo,su soberanía gobierna todo el universo.Bendigan a Yahvé, ángeles suyos,héroes potentes que cumplen sus órdenesen cuanto oyen la voz de su Palabra.

Bendigan a Yahvé, todos sus ejércitos,servidores suyos que hacen su voluntad.Bendecid a Yahvé, todas sus obras,en todos los lugares de su imperio.¡Bendice, alma mía, a Yahvé!

Todos:

Oh Dios, rico en misericordia, por el gran amorcon el cual nos has amado, de muertos queestábamos por el pecado nos has hecho revivircon Cristo. Haciéndose hombre, Él se ha digna-do sentarse a la mesa con los pobres pecado-res. Ha compartido nuestra condición hastagritar «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me hasabandonado?» Con las palabras y la vida nos harevelado tu amor misericordioso que nos buscacon solicitud, se inclina sobre nuestra miseria,venda nuestras heridas, nos lleva en sus espal-das y hace fiesta por nuestro regreso.

Danos, oh Padre, tu Espíritu, para que abranuestro corazón a la gracia de tu perdón y nosconvenza de tu amor misericordioso. Danos laexperiencia de ser salvados por gracia para noconsiderarnos nunca justos y mejores que losdemás, sino que aprendamos a sermisericordiosos con todos como Tú eres mise-ricordioso con nosotros.

Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.

ORACION FINALORACION FINALORACION FINALORACION FINALORACION FINALSalmo 103

Himno al Señor, rico en misericordia

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TEMA: . ¿DESDE DÓNDE¿DESDE DÓNDE¿DESDE DÓNDE¿DESDE DÓNDE¿DESDE DÓNDENOS HABLA DIOS HOY?NOS HABLA DIOS HOY?NOS HABLA DIOS HOY?NOS HABLA DIOS HOY?NOS HABLA DIOS HOY?

OBJETIVO:Acercarnos a los diferentes sectores de margina-

dos y alejados, con la mística del testimonio cristia-no, en el momento fuerte de las fiestas patronales,para descubrir los llamados de Dios, las semillasdel Verbo, y revisar nuestras respuestas solidarias.

(Aparecen completos en la página de la Dióce-sis: http/dsanjuan.org/descargas)

PRESENTACIÓN:Ningún sector debe excluirse atención de la

Iglesia. Pobres y marginados son parte de la comu-nidad cristiana. En el Año del Testimonio, Dios nosllama a ir en busca de los alejados, aun la gente másdepravada. Nuestra atención a los últimos es unaprotesta contra la vulgaridad, un aguijón a la con-ciencia popular, para una reacción de malestar.

«La globalización hace emerger nuevos rostrosde pobres… nuevos excluidos: migrantes; víctimasde la violencia; desplazados y refugiados; víctimasdel tráfico de personas y secuestros; desaparecidos;enfermos de VIH y de enfermedades endémicas,toxicodependientes, adultos mayores, niños y niñasvíctimas de la prostitución, pornografía y violenciao del trabajo infantil; mujeres maltratadas, víctimasde la exclusión y del tráfico para la explotaciónsexual; personas con capacidades diferentes; gran-des grupos de desemplead@s; los excluidos por elanalfabetismo tecnológico; personas que viven enla calle de las grandes urbes; indígenas yafroamericanos, campesinos sin tierra y mineros.

La Iglesia, con su Pastoral Social, debe dar acogiday acompañar a estas personas excluidas en losámbitos que correspondan» (A 402).

Es preciso interesarnos por los desahuciados porsu perversión mental y endurecimiento de corazón.Aun el hermano más degradado es acreedor denuestro respeto y amor, independientemente de susméritos o nuestra simpatía, y en él reverenciamos aCristo. Nadie es tan perverso que no pueda serrehabilitado, ni tan bueno que no pueda estrecharaún más su unión con Dios. Cristo los asumió en suPasión redentora. Tomamos en nuestras manos atodos esos seres viles, malévolos, aborrecidos, des-echados por todos, reprobados por la sociedad,basura del mundo, y perseveramos con ellos, aun-que cada uno reclame la vida entera de un misione-ro. Como Verónica, limpiamos el rostro sucio deJesús.

«El amor de misericordia para con todos los queven vulnerada su vida en cualquiera de sus dimen-siones, como bien lo muestra el Señor en todos susgestos de misericordia, requiere que socorramos lasnecesidades urgentes, al mismo tiempo que colabo-remos con otros organismo e instituciones paraorganizar estructuras más justas … que consolidenun orden social, económico y político en el que nohaya inequidad y donde haya posibilidades paratodos… que promuevan una auténtica convivenciahumana, impidan la prepotencia de algunos y faci-liten el diálogo constructivo para los necesariosconsensos sociales» (A 384).

Es el crisol donde se prueba el amor auténtico.Miramos como Jesús lo sin utilidad ni valor: amaral pecador y eliminar al pecado y al mal. Algúntestimonio de conversión o apostolado enriquece eltema.

Año del Testimonioy la Misión con los Alejados

TEMARIO DE PREDICACIÓNPARA LAS FIESTAS PATRONALES

«El clamor de los hijos de Israel ha llegado a mí; he aquí que Yo te envío» (Ex 3, ).


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Lecturas:- Levítico 19,16-18: Amarás a tu prójimo

como a tí mismo.- Salmo 33.- Colosenses 3,12-17: La paz de Cristo reine

en sus corazones.- Mt 25,31-46: Lo que hagan a uno de los más

pequeños, a mí me lo hacen.Aclaremos términos:Pobreza: condición permanente de no dis-

poner lo necesario para su función social, ydificultad para alcanzar el mínimo indispen-sable para sustentarse con la familia.

Indigencia: estado habitual de privaciónde los bienes sociales necesarios (trabajo,educación, utensilios para las actividades), yde insuficiencia de los bienes vitales necesa-rios (alimento, vestido, habitación).

Miseria: estado habitual de privación debienes sociales y vitales necesarios, que llevaa vivir de limosnas, por caridad privada, o porinstituciones públicas, y se asocia a mendici-dad o pordioserismo. Es un problema social,y un escándalo de injusticia social. Detrás delas cifras estadísticas hay rostros concretos,vidas deshechas y sufrimientos.

Pauperismo: dimensión social de la po-breza, indigencia y miseria, al ser continuos,de larga duración, y en gran escala. Se acentúaal rebajar las capacidades productivas.

Marginalidad: situación de individuos ygrupos fuera del proceso y programas dedesarrollo económico, social, cultural y polí-tico. Excluidos, viven una economía de sub-sistencia; no tienen acceso a asistencia médi-ca, escuela, etc.; no poseen conciencia colec-tiva de clase social, ni tienen organizacionespropias.

VEAMOS:«Ya no se está abajo, en la periferia o sin poder, sino

que se está afuera. Los excluidos no son solamente‘explotados’ sino ‘sobrantes’ y ‘desechables’» (A 65).Es producto de una globalización económica de mercadoque sobrepone y condiciona la vida de las personas a ladimensión económica, absolutizando la eficacia y laproductividad de una economía de mercado centrada enel lucro (A 61). Su consecuencia: la concentración de lasriquezas físicas, monetarias y de información en manosde pocos, lo cual lleva al aumento de la desigualdad y ala exclusión (A 62).

La pobreza «es un problema complejo, en su realidady sus causas». Pide mejorar el entorno económico, sobretodo el comercial, cooperación entre todos, para estable-cer programas de empleo y generar ingresos, la ejecuciónde programas de seguridad alimentaria, salud, enseñan-za, vivienda y población, y el fortalecimiento de losprogramas de desarrollo de capacidad.

No son individuos aislados (pordioseros, extremapobreza), hay una condición colectiva del pobre: razas ogrupos discriminados, clases sociales. No se reduce a unasola clase social o raza, hay amplitud de las pobrezascomo condición humana...

La corrupción, el flagelo del narcotráfico que destru-ye el tejido social y económico, la explotación laboralque es nueva esclavitud. Los campesinos sin tierra de-mandan una Reforma Agraria, y los migrantes, desplaza-dos y refugiados, piden a la sociedad y a las Iglesiascapacidad de acogida (A 70-73).

Diversas formas de regresión autoritaria de corte neo-populista; y el deterioro de la convivencia social, afecta-da por «el crecimiento de la violencia, que se manifiestaen robos, asaltos, secuestros, y … en asesinatos que cadadía destruyen más vidas humanas y llenan de dolor a lasfamilias y a la sociedad entera» (A 78).

Hay quienes explotan a los pordioseros, enviándolosa pedir y exigiéndoles determinada cantidad por untrabajo clandestino, donde no arriesgan capital, pues sólotienen ganancias.

TEMA 1: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 1: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 1: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 1: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 1: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNDE LOS POBRES Y MARGINADOS.DE LOS POBRES Y MARGINADOS.DE LOS POBRES Y MARGINADOS.DE LOS POBRES Y MARGINADOS.DE LOS POBRES Y MARGINADOS.

Misa «para pedir la caridad», o «por la concordia», o «por el hambre en el mundo».

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PENSEMOSEstas situaciones contradicen el proyecto del

Padre. El Reino de vida que Jesús nos vino a traeres incompatible, e interpela a un compromiso por lacultura de la vida (A 358).

La «opción evangélica y preferencial por lospobres, firme e irrevocable, pero no exclusiva niexcluyente» (SD 178b) exige acciones concretas detransformación cristiana. «No amemos de palabra,sino con las obras y de verdad» (1 Jn 3,18). Nece-sitamos ver sus rostros, oír su clamor, descubrir elrostro del Señor (Mt 25,31-46). Desafía a todos loscristianos a una profunda conversión personal yeclesial.

El Señor «se compadeció de las muchedum-bres» (Mc 8,2). Hay «rostros sufrientes que nosduelen», cansados, agotados y llenos de dolor queapenas sobreviven: comunidades indígenas yafroamericanas; muchas mujeres excluidas; jóve-nes sin oportunidades; desempleados, migrantes ydesplazados; campesinos sin tierra; niños y niñassometidos a la prostitución infantil; niños víctimasdel aborto; los adictos dependientes; las personascon capacidades diferentes; los portadores de VIH– SIDA; los secuestrados; las víctimas de la violen-cia; los ancianos solos y abandonados; los deteni-dos en las cárceles (A 65).

Rostros de niños, golpeados por la pobreza des-de antes de nacer; jóvenes desorientados y frustra-dos por falta de oportunidades; indígenas yafroamericanos, marginados y en situaciones inhu-manas; campesinos, privados de tierra y explota-dos; obreros mal retribuidos y con dificultades paraorganizarse y defender sus derechos; subempleadosy desempleados; marginados y hacinados urbanos;ancianos abandonados (DP 31-39).

Rostros desfigurados por el hambre; desilusio-nados por los políticos; humillados a causa deldesprecio de su cultura; aterrorizados por la violen-cia diaria e indiscriminada; angustiados de menoresabandonados; sufridos de mujeres humilladas ypostergadas; cansados de los migrantes; envejeci-dos por el tiempo y el trabajo de quien no tiene lomínimo para sobrevivir dignamente (SD 178).

La idea del pobre como necesitado es relativa,según las culturas y sociedades. La idea evangélicade pobre es también plural, según lo que impide su

plenitud humana. El Evangelio va más allá delpobre económico. El herido de la parábola del buensamaritano es un pobre, prescindiendo de su condi-ción económica, e igualmente los enfermos, losencarcelados y los exiliados de la parábola deljuicio final. Es tarea de cada comunidad identificara los pobres reales, e las pobrezas más significati-vas. Así lo hicieron Jesús y los profetas, paraconcientizar a sus discípulos.

Tanto pobres como ricos son pecadores, aunquecon responsabilidades diferentes, y deben conver-tirse. El ‘pobre de espíritu’ es una categoría exclu-sivamente evangélica: libre de servidumbres inte-riores, abierto al mensaje de Jesús.

ACTUEMOS«Dedicar tiempo a los pobres, prestarles una

amable atención, escucharlos con interés, acompa-ñarlos en sus momentos más difíciles, eligiéndolospara compartir horas, semanas o años de nuestravida, y buscando desde ellos la transformación desu situación» (A 397).

Cambiar de actitudes: presencia entre ellos,compañía, solidaridad, participar un poco de susuerte; compasión, como Cristo; consuelo en sustragedias y dolores; esperanza, animándoles a creeren Dios y en la fuerza de la unión; asistencia socialen necesidades inmediatas, como inicio de un con-tacto y un proceso; simpatía, para crear lazos deconfianza mutua; concientización para que no se-cunden los mecanismos estructurales generadoresde pobreza y denuncia de las manipulaciones.

Compartir:a) Alimento. b) Vestido.c) Bienes de Salud.d) Vivienda.e) Educación, orientación y capacitación.f) Consuelo.g) Paz, convivencia humana, respeto.

«A la luz del Evangelio reconocemos su inmen-sa dignidad y su valor sagrado a los ojos de Cristo,pobre como ellos. Desde esta experiencia creyente,compartiremos con ellos la defensa de sus dere-chos» (A 398).


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Lecturas:- Isaías 41,8-10.13-14: Tú eres mi siervo, te elegí y

no te he rechazado.- Salmo 26.- Hebreos 12,2-13: ¿Qué hijo no es corregido por su

padre?- Mt 10,17-22: Los odiarán por mi nombre.

VEAMOS:No hay un solo tipo de

alejados ni se puede gene-ralizar. La sociedad actualva hacia la indiferencia,con enorme variedad de si-tuaciones, procesos e iti-nerarios: desencantados;no creyentes; agnósticos;creyentes no practicantes;quienes seleccionan aspec-tos del cristianismo; prac-ticantes no creyentes;sincretistas; tibios; católi-cos culturales no integra-dos, alejados duros, opues-tos a la Iglesia; élites descreídas; mundo de lamovilidad humana; movimientos de religiosidad;guetos antisociales.

Hay bautizados que no creen o son indiferentesante las normas, ritos y principios morales de laIglesia católica, ni practican la religiosidad popu-lar. Se dicen creyentes, pero no se sienten miembrosde la Iglesia, o muestran resentimiento (A 310).

Otros reformulan a su gusto verdades, moral yritos de la Iglesia católica y a veces los inventan(santos para necesidades específicas: San Judaspara casos imposibles; el Niño futbolista para quegane la Selección; Santo Toribio Romo para pasarla frontera; inventan la santa muerte, san Malverdepara el narco, san Martín caballero para aumentarlas ventas); creen en tarot, horóscopos, adivinacionesy limpias, Amira y Walter Mercado; ‘cadenas’; enla semana santa vacaciones y los domingos fútbol.

Otros admiten y practican aborto, eutanasia,unión libre, sociedades en convivencia, divorcio;toman a Cristo como un ‘gran hombre’, no creen enla virginidad de María, cada uno se hace su dios ya su modo; acuden al templo sólo cuando les naceo para recoger signos que usan a su modo: aguasbenditas, tierra, estampas, oraciones, medallas; enuna desgracia, muerte y sufrimiento, o por razonessociales: compadrazgos, chambelanes, para acom-

pañar a la familia del di-funto.

O el Matrimonio, Pri-mera Comunión, XV y 3años, graduaciones, sonoportunidad para exhibirmodas, peinados, rique-za, lujo, cuerpos, poder,valía, reconocimiento.

Hay creyentes sinIglesia (A 173,156): élitesformadas y descreídas: in-t e l e c t u a l e s ,profesionistas, académi-cos, mundo de la educa-ción, jóvenes, empresa-

rios, comunicadores y ámbito virtual, políticos,mundo castrense y policial; egresados de universi-dades y politécnicos, miembros de una clase mediatecnológicamente letrada (A 60). En su ambientedejaron de creer, o llevan una religión «a su mane-ra».

Buscan un sentido a su vida, con un simbolismoprofano. Profesan una fe irracional (A 494). Inter-pelados por los códigos del lenguaje de la técnica yla razón, desearían el repliegue de la Iglesia a loíntimo y lo privado (A 504). Incluso creen quepuede operar todo como si Dios no existiera (A 42).

Tienen prejuicios contra el clero. Bautizan a sushijos y piden la Primera Comunión, mandan deciruna Misa por un familiar muerto, y van a la fiestapatronal. Tienen símbolos seculares: del movi-miento indígena, gay, feminista, ecologista, anti-tortura, musical, de artes y ciencias, anti-adicciones,

TEMA 2: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE LOS ALEJADOSTEMA 2: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE LOS ALEJADOSTEMA 2: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE LOS ALEJADOSTEMA 2: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE LOS ALEJADOSTEMA 2: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE LOS ALEJADOS

Adaptar Misa I «por la evangelización de los pueblos».

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grados académicos… Por su racionalismo, algunosson insensibles al dolor de los demás. Otros descu-bren la alteridad como un valor y se preocupan porhumanizar la ciudad, inventan instrumentos parasalvar vidas humanas, crean obras de arte, promue-ven organismos que alivien el sufrimiento a través.

Algunos buscan sustituir su fe cristiana con otraexperiencia religiosa: en grupos no cristianos, otrasconfesiones religiosas, budismos, Rosacruz, yoga,zen… En su interior hay una mezcla de vivencias.Dicen buscar la fe cristiana pero no saben bien quéquieren.

Para las generaciones nuevas, lo religioso es unaoferta entre otras; sus familias son descristianizadase indiferentes. Dan importancia a lo vital, afectivoy experiencial; la religión es un aburrimiento. Ela-boran su propia religión a la carta, indefinida, unapostura sin perfiles precisos. Buscan sentirse bien,llenar vacíos, verse reconocido… no saben qué handejado ni qué buscan. («No sé si la religión mellena»).

La mayoría se ha alejado en el paso de la adoles-cencia o de la juventud a la vida adulta; o ensituaciones de crisis o inestabilidad religiosa.

Buscan una milagrería secular en el mundo delesoterismo, amuletos, sabidurías antiguas, creen-cias parasicológicas, fascinación por lo diabólico,oscuro y horrible. Creen detener las malas vibras yactivar las fuerzas ocultas a través de prácticasmágicas.

PENSEMOS«Un porcentaje significativo de varones se han

mantenido más bien al margen de la Iglesia y delcompromiso que en ella están llamados a realizar.De este modo han venido alejándose de Jesucristo,la vida plena que tanto anhelan y buscan. Estasuerte de lejanía o de indiferencia …contribuye aque vaya creciendo la separación entre fe y vida, ala gradual pérdida de lo que interiormente esesencial y dador de sentido, a la fragilidad pararesolver adecuadamente conflictos y frustracio-nes, a la debilidad para resistir el embate y seduc-ciones de una cultura consumista, frívola y com-petitiva…. se abre paso la tentación de ceder a laviolencia, infidelidad, abuso de poder, drogadic-ción, alcoholismo, machismo, corrupción y aban-dono de su papel de padres» (A 461).

«La gente sincera que sale de nuestra Iglesia nolo hace por lo que los grupos católicos creen, sinofundamentalmente por lo que viven; no por razonesdoctrinales, sino vivenciales; no por motivos estric-tamente dogmáticos, sino pastorales; no por pro-blemas teológicos, sino metodológicos de nuestraIglesia. Esperan encontrar respuestas a sus inquie-tudes. Buscan, no sin serios peligros, responder aalgunas aspiraciones que quizás no han encontradoen la Iglesia como debería ser» (A 225).

La realidad «es más grande y compleja que lassimplificaciones con que solíamos verla… Cuandolas personas perciben esta fragmentación y limita-ción, suelen sentirse frustradas, ansiosas, angustia-das. La realidad social resulta demasiado grande…fácilmente se cree insignificante, sin injerenciaalguna en los acontecimientos» (A 36). «Trae apa-rejada una crisis de sentido. No los múltiples senti-dos parciales que cada uno puede encontrar en lasacciones cotidianas que realiza, sino el sentido queda unidad a todo lo que existe y nos sucede en laexperiencia, y que los creyentes llamamos el senti-do religioso» (A 37).

«La mayoría de los medios masivos de comuni-cación nos presentan ahora nuevas imágenes, atrac-tivas y llenas de fantasía, que aunque no puedenmostrar el sentido unitario de todos los factores dela realidad, ofrecen al menos el consuelo de sertransmitidas en tiempo real, en vivo y en directo,con actualidad. Lejos de llenar el vacío que ennuestra conciencia se produce por la falta de unsentido unitario de la vida, …sólo nos distrae. Lafalta de información sólo se subsana con más infor-mación, retroalimentando la ansiedad de quien per-cibe que está en un mundo opaco y que no compren-de» (A 38).

«Nuestros hermanos buscan infatigablemente elrostro de Dios, y ahora deben hacerlo interpeladospor nuevos lenguajes del dominio técnico, que nosiempre revelan, sino también ocultan, el sentidodivino de la vida humana redimida en Cristo. Sinuna percepción clara del misterio de Dios, se vuelveopaco el designio amoroso y paternal de una vidadigna para todos los seres humanos» (A 35).

«Algunos católicos se han apartado del Evange-lio, que requiere un estilo de vida más fiel a la verdady a la caridad, más sencillo, austero y solidario... Nosreconocemos como comunidad de pobres pecado-


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res, mendigos de la misericordia de Dios, congrega-da, reconciliada, unida y enviada por la fuerza de laResurrección de su Hijo y la gracia de la conversióndel Espíritu Santo» (A 100 h).

ACTUEMOS«Una dimensión del acontecimiento cristiano

es la pertenencia a una comunidad concreta enla que podamos vivir una experiencia permanentede discipulado» (A 156). «El discipulado y lamisión siempre suponen la pertenencia a unacomunidad» (164). «A través de las pequeñascomunidades, también se podría llegar a los aleja-dos, a los indiferentes y a los que alimentan des-contento y resentimientos frente a la Iglesia» (A310).

«Hemos de reforzar en nuestra Iglesia cuatroejes:a) La experiencia religiosa. Ofrecer a todos nues-

tros fieles un encuentro personal con Jesucristo,una experiencia profunda e intensa, un anunciokerigmático y el testimonio personal de losevangelizadores, que lleve a una conversión

personal y a un cambio de vida integral.b) La vivencia comunitaria. Nuestros fieles buscan

comunidades cristianas en donde sean acogidosfraternalmente y se sientan valorados, visibles yeclesialmente incluidos. Es necesario que se sien-tan realmente miembros de una comunidad eclesial,y corresponsables en su desarrollo. Eso permitiráun mayor compromiso y entrega en y por la Iglesia.

c) La formación bíblica y doctrinal. Junto con unafuerte experiencia religiosa y una destacada convi-vencia comunitaria, nuestros fieles necesitan pro-fundizar el conocimiento de la Palabra de Dios ylos contenidos de la fe, única manera de madurar suexperiencia religiosa. En este camino,acentuadamente vivencial y comunitario, la for-mación doctrinal no se experimenta como un cono-cimiento teórico y frío, sino como una herramientafundamental y necesaria en el crecimiento espiri-tual, personal y comunitario.

d) El compromiso misionero de toda la comunidad.Ella sale al encuentro de los alejados, se interesapor su situación, a fin de re encantarlos con laIglesia a invitarlos a volver a ella» (A 226).

TEMA 3: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 3: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 3: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 3: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 3: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNDE DROGADICCIÓN Y NARCOTRÁFICODE DROGADICCIÓN Y NARCOTRÁFICODE DROGADICCIÓN Y NARCOTRÁFICODE DROGADICCIÓN Y NARCOTRÁFICODE DROGADICCIÓN Y NARCOTRÁFICO

Adaptar Misa «por cualquier necesidad», o «por quienes nos causan aflicción».

Lecturas:- Lamentaciones 3,17-26: Es bueno esperar en

silencio la salvación del Señor.- Salmo 84.- Romanos 8,18-30: Todo concurre para el bien de

los que aman a Dios.- Lucas 23,33.39-43: Hoy estarás conmigo en el

paraíso.

VEAMOSEl problema de la drogadicción ha crecido, se

ha agravado, es complejo, núcleo de otros proble-mas, afecta a casi todas las familias, contagia amujeres, adolescentes y niños, se ha salido decontrol y supera nuestras previsiones. Ha pasado a

ser un fenómeno de masas, que afecta a los jóvenes,trunca proyectos, destruye vidas. Plantea gravesproblemas psicológicos, sociales, espirituales ymorales. En el centro del fenómeno se encuentra elhombre, sujeto único e irrepetible, con su interiori-dad y personalidad específica. Cada vez se consumea edades más tempranas y se distribuye a domicilioy hasta en las escuelas.

Es alto el número de casos de personas querequieren tratamiento para recuperación dedrogodependencia. Se envían a diversas institucio-nes, con poco éxito. Los papás o familiares buscanayuda hasta que el caso ya es extremo, y esperan queotros les resuelvan los problemas, sin involucrarseen la solución.

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Las respuestas son insuficientes, parciales, deiniciativa privada, analgésicos inmediatistas paracalmar a la familia más que para solucionar unproblema, y a veces hasta contraproducentes. Algu-nos son muy caros, y los populares rayan enpordioserismo. Los egresados de sus programas nohan dado buenos resultados.

Sólo tenemos al alcance de nuestra atención a losconsumidores, efectivos o potenciales, ya que losgrandes escapan a nuestras posibilidades de acción(redes de narcotraficantes, redes de publicidad, y supoderío económico-político).

Algunos pretenden liberalizar las drogas e inclu-so legalizarlas. Olvidan que lo que hace la droga-dicción no es el producto, sino la persona que sientenecesidad de él. Los pro-ductos cambian, pero lasrazones siguen siendo lasmismas. No es aceptabledar carta de ciudadanía auna subclase de seres hu-manos que vivan a un ni-vel infrahumano. No esmoral experimentar conlas personas. No se corri-ge una conducta desvia-da con reforzamientos. Elfácil acceso trae aumentode criminalidad, enfer-medades, accidentes, fal-tas al trabajo; requieremayor atención profesio-nal y centros de ayuda; en un mundo que no hallasalida a las crisis.

La magnificación de narcotraficantes los haceaparecer como ídolos en películas y canciones,aceptándolos como algo normal y positivo. Campe-sinos y jóvenes pobres se dejan encandilar con elbrillo del dinero rápido y abundante, del placerpecaminoso y la moda de la droga, del desprecio alos demás y un gran espectro de ilusiones vanas,iniciando para ellos y para todos una espiral demuerte.

PENSEMOSEl fenómeno de la droga es una suma de proble-

mas locales y atañe a todas las edades. Consumirdrogas es más el conjunto de síntomas que la

enfermedad. Es importante una visión integral delproblema y de una acción coordinada de toda lasociedad.

La droga no entra en la vida por arte de magia,sino como una semilla que arraiga en un terrenopreparado desde mucho tiempo atrás. Detrás de suuso hay un grito desesperado pidiendo ayuda porparte del individuo que se queda solo con su vida;existe el deseo de reconocimiento, aprecio y amor.Se da un nexo entre la patología mortal causada porel abuso de drogas y una patología del espíritu, quelleva a la persona a huir de sí misma para buscarplaceres ilusorios, escapando de la realidad, hastaperder el sentido de la existencia personal. Anteeste mundo vacío, sin porvenir, desean sentirse

vivos, buscan puntos deapoyo, cultivan relacio-nes con otros y signosde identidad que sonconductas de riesgo.

Careciendo de senti-do del límite, en unmundo que sostiene quetodo es posible y quecada uno puede hacer loque quiera, la educaciónqueda devaluada por lasideas e imágenes quecirculan en la sociedad.

«El Creador ha con-fiado la vida del hom-

bre a su cuidado responsable, no para que dispongade ella de modo arbitrario, sino para que la custodiecon sabiduría y la administre con amorosa fideli-dad. El Dios de la Alianza ha confiado la vida decada hombre a otro hombre hermano suyo, según laley de la reciprocidad del dar y recibir, del don de símismo y la acogida del otro» (EV 76). Los seguido-res de Jesús se inspiran para promover, cultivar ydefender la vida, sienten veneración y amor por lavida de todos, pues la vida es sagrada e inviolable(cf EV 53).

Este valor es protegido por el 5° mandamientode la ley de Dios: No matarás (Ex 20,13; CEC 2258-2883; EV 75-76). «Implica el imperativo de respe-tar, amar y promover la vida de cada hermano,según las exigencias y las dimensiones del amor deDios es Jesucristo. El dio la vida por nosotros.


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También nosotros debemos dar la vida por nuestroshermanos» (EV 77). Jesús dice: «Yo he venido paraque tengan vida y la tengan en abundancia» (Jn10,10). «Yo soy el camino, la verdad y la vida» (Jn14,6).

«Mucho le puede al Señor la muerte de sushijos» (Sal 116,15). Jesús cura y devuelve la vida,pues no puede tolerar la presencia de la muerte (Jn11, 15.21). Se hace pan de vida eterna (Jn 6, 48-51.57-58). Da el agua vida con la que no volvere-mos a tener sed (Jn 4,13). Es el Buen Pastor que dala vida por sus ovejas (Jn 10). Finalmente, seenfrenta a la muerte, resucita, y dándonos vidaeterna se convierte en «el Viviente» (Ap 10,5).

Al eclipsarse el sentido de Dios y del hombre, yano se valora la vida humana como imagen de Dios.Y se buscan antivalores: idolatría del dinero, me-nosprecio de la vida, corrupción y escándalo, impu-nidad y desquiciamiento. La drogadicción y elnarcotráfico lastiman el núcleo de la vida humana ycontradicen el Evangelio, constituyendo un gravepecado mortal. Atenta contra varios de los manda-mientos de Dios:

Contra el 1°: la droga se constituye en el ídolo yse hace centro de la vida de la vida, sacrificándoletodo: bienes, salud, tiempo, amistades, familia, etc.Desplaza a Dios y atribuye poder a lo material.Erige en ídolo al placer, el sexo, el poder de ladroga. Cree inútil o exagerada la religión, culpa aDios de los males, pierde conciencia del pecado,separa la vida de la fe, rompe buenos propósitos.

Contra el 4°: Ocasiona desintegración familiar,conflictos y discusiones, dramas; los padres pier-den autoridad; se acaba el diálogo y la ayuda mutua.

Contra el 5°: La droga es un veneno lento que vadañando a las personas (en su organismo, su mente,sus sentimientos, sus relaciones) hasta empujarle ala muerte libremente aceptada. Drogarse es unintento de suicidio; la venta u oferta de drogas esuna tentativa de homicidio premeditado, que vacontra la vida de las personas y de familias enteras.El vicio ocasiona sufrimiento moral y muerte a losseres queridos; muchos drogados ocasionan vio-lencia y muerte a los demás. Narcotráfico y droga-dicción traen una cadena de muertes por sobredosis,ajustes de cuentas, accidentes, además de invali-dez, pérdida de ideales, idiotización. Forman elSindicato del Crimen.

Contra el 6°: Puede estimular desinhibicionespara buscar la satisfacción egoísta e irresponsablede placer hasta la degeneración; u ocasionar prosti-tución como medio de conseguir droga; puedenengendrar hijos con serias dificultades.

Contra el 7°: Para conseguir la droga gastan loque corresponde a la familia y a los pobres. Mu-chas veces se roba, a veces con lujo d violencia ycorrupción, relajando el concepto de propiedadprivada. Roba a la sociedad y a la familia losmedios para convivir y abastecer sus necesidades.La sociedad gasta en curaciones, combate al cri-men, y rehabilitación, lo que debería destinar paraalimentos, vivienda, educación, salud integral einfraestructura.

Contra el 8°: Se engaña, miente, finge, oculta laverdad, inventa excusas, convirtiendo la existenciaen una mentira o un complejo de mentiras, faltandocredibilidad y relativizando la verdad.

ACTUEMOS«La Iglesia no puede permanecer indiferente...

Su labor se dirige en tres direcciones: En la preven-ción, insiste en la educación en los valores, espe-cialmente el valor de la vida y del amor, la propiaresponsabilidad y la dignidad humana de los hijosde Dios. En el acompañamiento, está al lado deldrogadicto para ayudarle a recuperar su dignidad yvencer esta enfermedad. En el apoyo a la erradica-ción de la droga, no deja de denunciar la criminali-dad sin nombre de los narcotraficantes que comer-cian con tantas vidas humanas, teniendo como metael lucro y la fuerza de sus más bajas expresiones»(A 422).

La comunidad debe tomar conciencia del pro-blema en su globalidad, y asumir su responsabili-dad, cada uno de acuerdo al grado deinvolucramiento y participación.

Limitar la disponibilidad de las drogas: controlde la industria y distribución; detectar prontamentelos síntomas; contacto con centros de consulta,ayuda o internamiento. Es necesario evaluar losmúltiples e insuficientes centros de atención, dis-tinguiéndolos.

Reducir el interés por las drogas: encuentros ydiálogo familiar para expresar sentimientos, buscarsolución a problemas, y acompañarse afectivamente;

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alternativas de deporte sano, educación, trabajo,recreación; reafirmar la sensación de seguridad ylibertad, y canalizar el deseo de cambio social.

Prevenir la incidencia y gravedad de las com-plicaciones: (robos, engaños, pleitos, atracos, de-serción, infecciones…, por la inadaptación social yla marginación); desarrollar la autoestima y afron-tar los problemas; resaltar valores del cambio yfincar responsabilidades precisas para todos losmiembros de la sociedad e instituciones.

Ofrecer información y educación: Es un armade doble filo, pues si no se asimila, reflexiona,discute y ofrece alternativas positivas posibles,

despierta una curiosidad malsana que acaba porempujarlos a probar. Se deben tomar en cuenta lascaracterísticas y circunstancias, y dirigirse a todaslas personas, por sectores.

Y ofrecer alternativas. Es preciso conocer loselementos individuales que llevan al consumo delas drogas (curiosidad, huida de los doloroso oconflictivo, búsqueda de sensación de bienestar,necesidad de pertenencia a un grupo, respuesta ainestabilidad emocional, venganza, deseo de aven-tura, desafíos, quejas, motivos no expresados), paracontrarrestarlos, ofreciendo otras soluciones queden el mismo resultado.

TEMA 4: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 4: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 4: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 4: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 4: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNDE LOS CAMPESINOS Y MIGRANTESDE LOS CAMPESINOS Y MIGRANTESDE LOS CAMPESINOS Y MIGRANTESDE LOS CAMPESINOS Y MIGRANTESDE LOS CAMPESINOS Y MIGRANTES

Adaptar Misa «por la santificación del trabajo humano», o «por los prófugos y exiliados»,o «en tiempo de siembra», o «después de la cosecha».

Lecturas:- Dt 8,7-18: Acuérdate del Señor tu Dios, él te dará

fuerza para adquirir riquezas.- Salmo 66.- 1 Tm 6,6-11.17-19: Los ricos no pongan su con-

fianza en la incertidumbre de las riquezas.- Mateo 6,31-34: No se angustien por el mañana.

VEAMOSNuestra diócesis es más

rural que urbana, aunquela cultura urbana invadaaun a sus comunidades máspequeñas. La desatenciónal campo y las crisis hanocasionado su abandono,con migraciones internas yal extranjero. Aunque aho-ra los campesinos recibenmás apoyos, la crisis losgolpea severamente.

El sistema económicose estructurado alrededorde cultivos de exportación.

El bajo precio de la leche, el alza de semillas einsumos, la tecnificación del trabajo, perjudica a loscampesinos. El narcotráfico ofrece también opor-tunidades de desarrollo, muchas veces con presio-nes y amenazas. El mercado internacional estácontrolado por estructuras monopólicas en manosde unos pocos que deciden las condiciones y canti-dades de compra, y los precios, determinando unabaja porción del valor final para el productor (inclu-yendo productos industriales, maquila textil y pro-

ductos agrícolas notradicionales).

El gasto social porparte del Estado cadaaño se reduce (inver-sión en educación, sa-lud, vivienda e infra-estructura social),afectando a la pobla-ción rural. El deterio-ro de las condicionesde vida se manifiestacon los niveles de des-nutrición y muerteprovocadas por la po-breza y epidemias.


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Los servicios de salud y educación se concentran enlas áreas urbanas, y en el campo hay alta mortalidady morbilidad materno-infantil y analfabetismo.

No existen datos completos de los migrantesmexicanos. Es imposible calcular con precisión alos ilegales, pues es una realidad cambiante, com-pleja, dinámica y clandestina.

No es un grupo homogéneo y estable, sino concaracterísticas muy distintas en escolaridad, habili-dades, edades, origen, motivaciones. No emigranlos más pobres, pues se requiere cubrir el costo deltraslado, el pago del pollero, y gastos por mordidas,sobornos y propinas. No sólo emigran los trabaja-dores de la construcción, del campo o de servicios,sino también profesionales e inversionistas. Esta-dos Unidos tiene necesidad permanente de trabaja-dores y mano de obra. Algunos van por una tempo-rada y regresan periódicamente. Unos, al irse denuevo, se llevan conocidos y amigos, o a su familia.Otros ya no vuelven al Norte. Otros se quedan allá.Muchos ya son ciudadanos americanos. En los queemigran legalmente, el nivel cultural es más eleva-do. Los ilegales o indocumentados suelen contarcon un nivel sociocultural muy bajo, ligado a lacultura de la pobreza, la desorganización, la falta dehorizontes y de sentido de la vida. Cada vez emi-gran más mujeres y niños.

No hemos generado condiciones de justicia so-cial y desarrollo integral. Al marginar y excluir agrupos, prácticamente los estamos expulsando.Ninguno de los dos países tiene actualmente lacapacidad institucional para llevar a cabo una refor-ma migratoria.

Después de los ataques terroristas del 11 deseptiembre de 2001, las migraciones ilegales ya noson una mera falta administrativa, sino un delito, ylas personas y organizaciones que ayudan a losindocumentados son considerados cómplices. Exis-ten demasiadas presiones en Estados Unidos paraque controle mejor la frontera, por eso la OperaciónGuardián, el muro divisorio y las leyes de Arizona,con grandes costos, mucho personal de seguridadcon patrullas, agentes, vehículos, equipo tecnológi-co.

Eso eleva el precio que cobran los polleros,obliga a pasar por zonas más peligrosas como eldesierto o la montaña, impide ir y venir con mayor

frecuencia, entre asaltos, robos, narcotráfico, tráfi-co de mujeres y niños, y prostitución. Las campañasque tienen la intención de disuadir la migración nohan tenido éxito significativo.

PENSEMOS«Dios ha destinado la tierra y todo cuanto ella

contiene para uso de todos los hombres y pueblos,de modo que los bienes creados, deben llegar atodos en forma equitativa bajo la guía de la justiciay el acompañamiento de la caridad» (GS 69).

«El derecho de la propiedad no debe jamásejercitarse con detrimento de la utilidad común,según la doctrina tradicional de los Padres de laIglesia y de los grandes teólogos». Si se llegase alconflicto «entre los derechos privados adquiridos ylas exigencias comunitarias primordiales», toca alos poderes públicos «procurar una solución, con laactiva participación de las personas y de los grupossociales» (Populorum Progressio, 23).

Juan Pablo II, decía: «La Iglesia defiende, sí, ellegítimo derecho a la propiedad privada, pero ense-ña, con no menor claridad, que sobre toda propie-dad privada grava siempre una hipoteca social, paraque los bienes sirvan a la destinación general queDios les ha dado. Y si el bien común lo exige, no hayque dudar ante la misma expropiación, hecha en ladebida forma» (Oaxaca, México, 1979).

«La riqueza natural de América Latina y elCaribe experimentan hoy una explotación irracio-nal que va dejando una estela de dilapidación, eincluso de muerte, por toda nuestra región. En todoese proceso tiene una enorme responsabilidad elactual modelo económico que privilegia el desme-dido afán por la riqueza, por encima de la vida de laspersonas y los pueblos y del respeto racional de lanaturaleza. La devastación de nuestros bosques yde la biodiversidad mediante una actituddepredatoria y egoísta, involucra la responsabili-dad moral de quienes la promueven, porque pone enpeligro la vida de millones de personas y en especialel hábitat de los campesinos e indígenas, quienesson expulsados hacia las tierras de ladera y a lasgrandes ciudades para vivir hacinados en los cintu-rones de miserias» (A 473).

«No podemos dejar de mencionar los problemasque causa una industrialización salvaje y

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descontrolada de nuestras ciudades y del campo,que va contaminando el ambiente con toda clase dedesechos orgánicos y químicos» (A 473)

Para el cristiano «no existe forastero para quiendebe hacerse prójimo del necesitado» (EV 41).Cristo mismo señala: «Vengan, benditos de miPadre, reciban la herencia del Reino… porque eraforastero y me recibieron» (Mt 25,34.55).

No caemos en el juego del mercado, preocupa-dos de los grandes problemas y olvidando al serhumano concreto. Cada persona es valiosa. Laayuda a cada persona vale la pena.

De nuestra relación sana y respetuosa con lanaturaleza depende en gran medida nuestra rela-ción con el mundo espiritual. La tierra es don deDios. Fue dotada de muchos recursos para seraprovechados, pero deben ser utilizados de maneraracional para que sean sostenibles y sustentables, yparte fundamental del sistema de producción. Estállena de prodigios, pero nuestro afán colonizador hadeteriorado seriamente parte de estas maravillas. Elhombre salió del edén, y perdió la facultad deadmirarlo.

Ante la creciente deforestación de vastas zonaspor el agave, incendios y descuido, se impone laurgente obligación de implementar un plan de fo-restación, reforestación y la protección de las áreasboscosas; la promoción y asistencia a la agriculturaagro ecológica y la protección de la fauna.

Para que la reforma agraria integral tenga eléxito esperado hace falta regularizar la propiedadde las tierras.

Que las organizaciones campesinas en sus justosreclamos eviten la violencia que es contraria a laLey de Dios y a las leyes del país. Los derechosconllevan deberes que han de ser tenidos en cuentaen todos los sectores para lograr una convivenciaciudadana armónica.

Los medianos y grandes productores continúencon mayor criterio basado en el respeto de losderechos de los pequeños productores campesinos,su genuina iniciativa empresarial, fomentando elpotencial productivo, cuidando de la justicia social,del bienestar económico de sus trabajadores, pro-moviendo las condiciones de vida de los vecinos yfomentando permanentemente el cuidado del me-dio ambiente con responsabilidad social.

Haya Agentes de Pastoral Campesina en lasparroquias para que el amor de Cristo se haga presente entre los hombres y mujeres del campo. Lapromoción humana y la evangelización deben ca-minar juntas.

ACTUEMOSEs un deber de la Iglesia y de cada cristiano

denunciar, por fidelidad a Cristo y al Evangelio,todo lo que se opone a la plena realización de lapersona humana: violación a los derechos huma-nos, injusticias, corrupción, estructuras o leyes in-humanas y obsoletas…

Recuperar se sensibilidad frente a los problemassociales y revisarnos continuamente para no caer enactitudes instaladas, indiferentes, insolidarias o defuga. Combatir toda la visión fatalista, conformistay acrítica de la realidad, sobre todo las que preten-den ser realistas al decir «nada se puede hacer»,«esas cosas son inevitables», «de nada sirve lo pocoque podemos hacer», a fin de asumir una actitudesperanzada y congruente con la fe, e ir a las causasde los problemas, y no solo a las consecuencias. Larealidad puede cambiar y debe cambiar.

Favorecer todo esfuerzo por la organizacióncomunitaria, la vertebración social, la ayuda mu-tua, la toma de conciencia y la participación orga-nizada. Al mismo tiempo, impulsar las finanzaspopulares, las cooperativas y las mutualidades paracrear fuentes de empleo y experiencias concretas deeconomía solidaria, como principal disuasor de lamigración forzosa por falta de trabajo y oportunida-des de desarrollo.

Dar testimonio de palabra y obra de solidaridad,sencillez, austeridad y confianza en Dios. «El hom-bre contemporáneo escucha más a gusto a lostestigos que a los maestros, porque dan testimonio»(EN 41).

Discernir continuamente nuestras actitudes paraevitar el complacimiento en nosotros mismos, labúsqueda de prestigio, el deseo de reconocimientosocial, la instrumentalización de los pobres, o nues-tras propias proyecciones.

Buscar la capacitación para la eficacia de nues-tro trabajo por encima y más allá de la buenavoluntad, y aprovechar todos los recursos públicosy privados existentes.


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Lecturas:- Génesis 4,3-10: Caín levantó la mano contra su

hermano Abel y lo mató.- Salmo 84.- Santiago 4,1-10: Ustedes se combaten y hacen la

guerra.- Mateo 2,13-15.19-23: Toma al niño y a su madre

y huye a Egipto.

VEAMOS«Vemos con dolor la situación de pobreza, de

violencia intrafamiliar (sobre todo en familias irre-gulares o desintegradas), de abuso sexual, por laque atraviesa un buen número de nuestra niñez: lossectores de niñez trabajadora, niños de la calle,niños portadores de VIH, huérfanos, niños solda-dos, y niños y niñas engañados y expuestos a lapornografía y prostitución forzada, tanto virtualcomo real» (A 439).

«La situación preca-ria y la violencia fami-liar con frecuencia obli-ga a muchos niños y ni-ñas a buscar recursoseconómicos en la callepara su supervivenciapersonal y familiar, ex-poniéndose también agraves riesgos morales yhumanos» (A 409). «Re-quieren especial cuida-do, atención y trabajopromocional por parte dela Iglesia, de modo talque, mientras se les proporcione ayuda en lo nece-sario para la vida, se los incluya en proyectos departicipación y promoción en los que sean sujetosde su reinserción social» (A 407).

«Innumerables jóvenes atraviesan por situa-ciones que les afectan significativamente: las se-

cuelas de la pobreza limitan el crecimiento armó-nico de sus vidas y generan exclusión; la sociali-zación, cuya transmisión de valores ya no se pro-duce primariamente en las instituciones tradicio-nales, sino en nuevos ambientes no exentos de unafuerte carga de alienación; su permeabilidad a lasformas nuevas de expresiones culturales, produc-to de la globalización, lo cual afecta su propiaidentidad personal y social. Son presa fácil de lasnuevas propuestas religiosas y pseudo religiosas.La crisis por la que atraviesa la familia les produceprofundas carencias afectivas y conflictos emo-cionales» (A 444).

«Están muy afectados por una educación de bajacalidad, que los deja por debajo de los nivelesnecesarios de competitividad, sumado a los enfo-ques antropológicos reduccionistas, que limitan sushorizontes de vida y dificultan la toma de decisio-nes duraderas. Se ve ausencia de jóvenes en lopolítico debido a la desconfianza que generan las

situaciones de corrup-ción, el desprestigio delos políticos y la búsque-da de intereses persona-les frente al bien común.Se constata con preocu-pación suicidios de jóve-nes. Otros no tienen po-sibilidad de estudiar o tra-bajar, y muchos dejan suspaíses por no encontraren ellos un futuro, dandoasí al fenómeno de lamovilidad y la migraciónun rostro juvenil. Preocu-pa también el uso indis-

criminado y abusivo que muchos jóvenes hacen dela comunicación virtual» (A 445).

«Muchos jóvenes son víctimas del empobreci-miento y de la marginación social, de la falta deempleo y del subempleo, de una educación que noresponde a las exigencias de sus vidas, del

TEMA 5: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE MENORES INFRACTORES,TEMA 5: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE MENORES INFRACTORES,TEMA 5: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE MENORES INFRACTORES,TEMA 5: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE MENORES INFRACTORES,TEMA 5: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE MENORES INFRACTORES,PANDILLAS Y ADOLESCENTES EN RIESGO.PANDILLAS Y ADOLESCENTES EN RIESGO.PANDILLAS Y ADOLESCENTES EN RIESGO.PANDILLAS Y ADOLESCENTES EN RIESGO.PANDILLAS Y ADOLESCENTES EN RIESGO.

Adaptarse Misa «en tiempo de guerra y desorden», o «por la reconciliación».

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narcotráfico, de la guerrilla, de las pandillas, de laprostitución, del alcoholismo, de abusos sexuales;muchos viven adormecidos por la propaganda delos medios de comunicación social y alienados porimposiciones culturales, y por el pragmatismoinmediatista que ha generado nuevos problemas ensu maduración afectiva» (SD 112).

Hay vendedores ambulantes en pequeño, vagoscallejeros, limpiacarros en esquinas, solitarios queduermen donde se pueda, pendencieros que robanpara sobrevivir y se drogan para olvidar problemas.Son resultado de ines-tabilidad familiar,mal trato, abusosexual, ausentismo depadres, explotación, yseguirán esa mismaespiral. En las insti-tuciones de ayudaperderían su libertad,no tendrían sus ami-gos cómplices, o su-frirían represalias.

No han tenido es-cuela o ésta no los haaguantado. En la or-ganización social, sonestorbo, piezas inúti-les que no encajan. Muchos se asocian en verdade-ras pandillas, primero de travesuras y después dedelitos. Muchos los utilizan para actos delictivos.La gente los acusa, los margina, les teme, loscastiga, los compadece o es indiferente.

Su personalidad está llena de carencias,manipulable, insegura. Se junta con mayorespara satisfacer las necesidades de afecto y pro-tección. Son apáticos hacia el trabajo, gustan deaventuras que no les demanden esfuerzo, y de ladiversión; son compulsivos, agresivos,destructivos, por sus frustraciones; saben loincorrecto y son muy susceptibles si les lesionansus derechos. Se evaden en inhalantes, alcohol,marihuana y pastillas.

Hay bandas de barrios. Se juntan en un lugar parasentirse pertenecer a algo, que les da prestigio.Crean sus consignas, emblemas, forma distintivade vestir o gesticular. Hacen lo que molesta, loprohibido, exasperando a quienes tratan de

desterrarlos. Mantienen secretos. En actitud de retopor rechazo, o acoso de policías, son capaces dedelinquir.

Y existen verdaderas gangas o pandillas deasociales que se jactan de su superioridad, audacia,violencia a sangre fría, temple para destruir. Sabenburlar a la policía, que sólo puede dispersarlos.Tienen sus ritos de aceptación, a veces crueles.Desprecian a los distintos. Unos se unen sólo parabuscar drogas o sexo. Otros para vagabundear atra-cando, manejando alocadamente motos, molestan-

do muchachas, embo-rrachándose, jugando alvándalo. Otras juntan la-drones, pendencieros,psicópatas, etc.

PENSEMOS«Todo ser humano

existe pura y simple-mente por el amor deDios que lo creó, y porel amor de Dios que loconserva en cada ins-tante. La creación delvarón y la mujer, a suimagen y semejanza, esun acontecimiento divi-

no de vida, y su fuente es el amor fiel del Señor.Luego, sólo el Señor es el autor y el dueño de la vida,y el ser humano, su imagen viviente, es siempresagrado, desde su concepción, en todas las etapas dela existencia, hasta su muerte natural y después dela muerte. La mirada cristiana sobre el ser humanopermite percibir su valor que trasciende todo eluniverso. Dios nos ha mostrado de modo insupera-ble cómo ama a cada hombre, y con ello le confiereuna dignidad infinita» (A 388).

«Los adolescentes no son niños ni son jóvenes.Están en la edad de la búsqueda de su propiaidentidad, de independencia frente a sus padres, dedescubrimiento del grupo. Fácilmente pueden servíctimas de falsos líderes constituyendo pandillas.Es necesario impulsar la pastoral de los adolescen-tes, con sus propias características, que garantice superseverancia y el crecimiento en la fe. El adoles-cente busca una experiencia de amistad con Jesús»(A 442).


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«El Estado y el mercado no satisfacen ni puedensatisfacer todas las necesidades humanas. Cabe,pues, apreciar y alentar los voluntariados sociales,las diversas formas de libre auto organización yparticipación populares, y las obras caritativas,educativas, hospitalarias, de cooperación en el tra-bajo y en obras promovidas por la Iglesia, queresponden adecuadamente a estas necesidades» (A539). «De nuestra fe en Cristo brota la solidaridadcomo actitud permanente de encuentro, hermandady servicio, que ha de manifestarse en opciones ygestos visibles, principalmente en la defensa de lavida y de los derechos de los más vulnerables yexcluidos, y en el permanente acompañamiento ensus esfuerzos por ser sujetos de cambio y transfor-mación de su situación. El servicio de caridad de laIglesia entre los pobres es un ámbito que caracterizade manera decisiva la vida cristiana, el estilo eclesialy la programación pastoral» (A 394).

«Nunca se aceptará como solución a estaproblemática social la violencia e incluso elasesinato de los niños y jóvenes de la calle» (A410). «La radicalidad de la violencia sólo seresuelve con la radicalidad del amor redentor.Evangelizar sobre el amor de plena donación,como solución al conflicto, debe ser el eje cul-tural radical de una nueva sociedad. Así el con-tinente de la esperanza puede tornarse en elcontinente del amor» (A 543).

«Todas las auténticas transformaciones se fra-guan y forjan en el corazón de las personas eirradian en todas las dimensiones de su existencia yconvivencia. No hay nuevas estructuras si no hayhombres nuevos y mujeres nuevas que movilicen yhagan converger en los pueblos ideales y poderosasenergías morales y religiosas. Formando discípulosmisioneros la Iglesia da respuesta a esta exigencia»(A 538).

ACTUEMOS:Es preciso buscar medios para prevenir la anti

socialidad temprana: Detectar zonas de alto índicede criminalidad infantil y juvenil y las de riesgo.Difundir información sobre las instituciones queprestan servicio a la comunidad y las actividadespreventivas y de atención al problema. Sensibilizara la comunidad sobre este fenómeno en todos susaspectos, los elementos que entran en acción recí-

proca, los problemas asociados. Dar cursos decapacitación a las familias, maestros de secundaria,líderes de grupos

«No se sientan los jóvenes, en el ejercicio de suapostolado, como separados o abandonados de losmayores. Procuren los adultos entablar diálogoamigable con los jóvenes, que permitan a unos yotros conocerse mutuamente y comunicarse entresí lo bueno que cada uno tiene, no considerando ladistancia de edad. Los adultos estimulen hacia elapostolado a la juventud, sobre todo con el ejemploy, cuando haya oportunidad, con consejos pruden-tes y auxilios eficaces» (AA 12).

«Es necesario presentar la persona humana comoel centro de toda la vida social y cultural, resultandoen ella: la dignidad de ser imagen y semejanza deDios y la vocación a ser hijos en el Hijo, llamadosa compartir su vida por toda la eternidad. La fecristiana nos muestra a Jesucristo como la verdadúltima del ser humano, el modelo en el que el serhombre se despliega en todo su esplendor ontológicoy existencial» (A 480).

«En la cultura actual, surgen nuevos camposmisioneros y pastorales que se abren. Uno de elloses, sin duda, la pastoral del entretenimiento, quetiene un campo inmenso de realización en los clu-bes, en los deportes, salas de cine, centros comer-ciales y otras opciones que a diario llaman la aten-ción y piden ser evangelizadas» (A 493).

Se requiere ofrecer alternativas deportivas condisciplina y espíritu de superación, no ocasión debeber, drogarse o pelear: torneos o ligas deporti-vas para favorecer el cambio de hábitos y actitu-des, impulsando desde los partidos y entrena-mientos costumbres contrarias; adquisición dehábitos higiénicos y de salud; interés por la acti-vidad física; superación física y competición;actividades grupales que potencien el aprovecha-miento del tiempo libre; asociacionismo juvenil.Responsabilidad personal en el desarrollo deltorneo y aceptación de reglas y compromisos,fomentando la confianza en sí mismos. Conse-guir relaciones adecuadas del niño con el entornosocial. Fomentar lazos de unión entre la familia,la escuela y la sociedad, bases esenciales de laprevención. Aumentar el índice de asistencias alcentro educativo y fomentar la escolarizacióninexistente en muchos casos.

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Lecturas:- Sir (Eclo) 26,1-4.13-16: La belleza de una mujer

virtuosa adorna tu casa.- Salmo 144.- 1 Corintios 6,13-15.17-20: Su cuerpo es templo

del Espíritu Santo.- Lucas 10,38-42: Marta recibió a Jesús en su casa;

maría eligió la mejor parte.

VEAMOS«A la conocida

marginación de la mujer,consecuencia de atavismosculturales (prepotencia delvarón, salarios desiguales,educación deficiente, etc.),que se manifiesta es su au-sencia casi total de la vidapolítica, económica y cul-tural, se agregan nuevasformas de marginación enuna sociedad consumista yhedonista. Se llega al ex-tremo de transformarla enobjeto de consumo, disfra-zando su explotación bajoel pretexto de evolución delos tiempos (por la publicidad, el erotismo, la por-nografía, etc.)» (DP 834).

La mujer es un elemento más de la sociedad deconsumo, despersonalizada por un falso feminis-mo. A la vez, domina el machismo, con falsa ideade la mujer (sumisión, pasión y critica, fábrica dehijos, satisfacer las pasiones, blanco de la agresióndel hombre). A la mujer se le trata muchas vecescon prepotencia, se le margina y avergüenza. Lossalarios no son iguales; no la dejan estudiar ni salir,le marcan horarios más recortados. Las explota lamoda, el consumismo y el sexo, disfrazándolo demodernización. Abunda la prostitución, mal trato,

sobrecarga de trabajo del hogar y fuera de casa,empleadas domésticas.

«Lamentamos que innumerables mujeres de todacondición no sean valoradas en su dignidad, quedencon frecuencia solas y abandonadas, no se lesreconozca suficientemente su abnegado sacrificio eincluso heroica generosidad en el cuidado y laeducación de los hijos, ni en la transmisión de la feen la familia. Tampoco se valora ni promueve

adecuadamente su indispen-sable y peculiar participaciónen la construcción de una vidasocial más humana y en laedificación de la Iglesia. A lavez, su urgente dignificacióny participación pretende serdistorsionada por las corrien-tes ideológicas, marcadas porla impronta cultural de lassociedades del consumo y elespectáculo, que son capa-ces de someter a las mujeresa nuevas esclavitudes. Esnecesario superar la mentali-dad machista que ignora lanovedad del cristianismo,donde se reconoce y procla-ma la igual dignidad y res-

ponsabilidad de la mujer respecto al hombre» (A453).

La prostitución no se reduce al mero intercam-bio de sexo por dinero, en un tipo de sociedad cadavez más diversificada y tecnificada. Consiste enpermitir acceso a una relación sexual de manerarelativamente indiscriminada, según el grado decomplejidad del sistema económico en que se dé.Es un servicio personal no honesto.

Es un fenómeno social complejo, con diversasperspectivas para indagar en sus causas, que origi-nan otros graves problemas (de salud y seguridadpúblicas, irritación social y abuso policíaco). Se ve

TEMA 6: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 6: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 6: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 6: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 6: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNDE LAS MUJERES EXPLOTADASDE LAS MUJERES EXPLOTADASDE LAS MUJERES EXPLOTADASDE LAS MUJERES EXPLOTADASDE LAS MUJERES EXPLOTADAS

Adaptar Misa «por los laicos», o «por los cristianos perseguidos»,o «por el progreso de los pueblos», o «por la reconciliación», o «por los presos».


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como algo normal donde la juventud tiene innume-rables facilidades para contaminarse y corromper-se por el relajamiento de la disciplina en el senofamiliar y la pérdida de valores, dada la influenciacultural de programas televisivos y películas, car-gados excesivamente de violencia, sexualismo, ta-baquismo, drogas y alcohol.

La industria sexual adopta formas nuevas yperniciosas, incluyendo turismo sexual, comerciode novias por catálogo, pornografía y tráfico depersonas vía Internet. Incluye a niñ@s, emigrantes,minusválidos, refugiados, miembros de minoríasraciales y étnicas y mujeres que viven bajo circuns-tancias de crisis económica. El mercado del sexo sebasa en la cosificación de la mujer, y socializa a lasnuevas generaciones para que las consideren objetosexual. Deterioran severamente la salud física ypsicológica de las mujeres y niñas. Los proxenetas,alcahuetes y traficantes han convertido impune-mente en víctimas a millones de mujeres y niñas,constituyendo formas de discriminación y violen-cia.

Hay tolerancia, indiferencia o apatía ante esteproblema social. Se oscila entre prevenir, evitar ypenalizar el ejercicio de la prostitución en lugarespúblicos, abiertos o cerrados. Prolifera sin control,resultando afectados los vecinos a la «zona detolerancia» y «casas de cita» o «de asignación», aquienes se dedican a esta actividad y a sus clientes.

Son más las mujeres que están obligadas a pros-tituirse. Las mafias operan para secuestrarlas yvenderlas a otros países. Está penada la trata depersonas: acción de captar, transportar, trasladar,acoger o recibir personas, recurriendo a amenazaso uso de fuerza y formas de coacción, rapto, fraude,engaño, abuso de poder, situación de vulnerabili-dad, concesión o recepción de pagos o beneficiospara obtener el consentimiento de una persona quetenga autoridad sobre otra con fines de explotación.

Puede revestir tres grados: prostitución libre(oferta y demanda sin intermediarios que partici-pen en los provechos pecuniarios); prostituciónorganizada (en plan privado: reclutadores, trafican-tes o explotadores, conocidos como «lenones» y losque financian dichos centros de perversión); laprostitución oficializada (dotada de una reglamen-tación protectora por parte de autoridades adminis-trativas y policiales).

Se están convirtiendo nuestros pueblos en ciuda-des de vicio y prostitución clandestina. Se prostitu-yen jovencitas inducidas por su propia madre, ocautivas en una red de explotación y violación desus derechos humanos. Se advierten cuatro pers-pectivas principales: la oferta femenina, la deman-da masculina, la red de «tratantes de blancas» y, lanaturaleza de la tolerancia y protección por parte delas autoridades.

Tantas mujeres que han sido abandonadas porsus maridos o amantes, en desempleo o bajos sala-rios, ante rentas habitacionales muy caras, vidaalimentaria costosa, madres solteras abandonadaspor su familia, y ninguna sanción penal para elhombre, falta de educación familiar y profesional,desviaciones en la conducta personal por una viola-ción sexual o influencia del bombardeo publicitariode una sexualidad exagerada producto de una socie-dad en crisis ante la pérdida de valores éticos,morales y religiosos, en la que prevalece la violen-cia, el sexo y la droga, conforme al patrón culturaldifundido por el cine y la televisión norteamerica-na.

El machismo sigue a pesar de vivir en unasociedad más abierta y plural; reina inmoralidadpública, en matrimonios mal sostenidos, y el erotis-mo como diversión pasajera, alentada por los me-dios de comunicación, los bares «table dance» y«casas de masaje». Por esas distorsiones se piensaque los establecimientos son necesarios para lasalud pública, olvidando que la salud física y men-tal se basa en la práctica del deporte y la observanciade las reglas morales y éticas.

Para obtener un ingreso extra a las mermadasarcas municipales, se otorga una virtual «patente decorso» a los «lenones» para que exploten sin pre-ocupaciones. Exige una crisis de conciencia en laopinión pública por cierto grado de complicidad.

PENSEMOS:«La antropología cristiana resalta la igual digni-

dad entre varón y mujer, en razón de ser creados aimagen y semejanza de Dios. El misterio de laTrinidad nos invita a vivir una comunidad de igua-les en la diferencia. En una época de marcadomachismo, la práctica de Jesús fue decisiva parasignificar la dignidad de la mujer y su valor indis-cutible: habló con ellas (Jn 4,27), tuvo singular

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misericordia con las pecadoras (Lc 7,36-50), lascuró (Mc 5,25-34), las reivindicó en su dignidad (Jn8,1-11), las eligió como primeras testigas de suResurrección (Mt 28,9-10) e incorporó mujeres algrupo de personas que le eran más cercanas (Lc 8,1-3). La figura de María, discípula por excelencia, esfundamental en la recuperación de la identidad de lamujer y de su valor en la Iglesia. El canto delMagnificat muestra a María como mujer capaz decomprometerse con la realidad y de tener una vozprofética en ella» (A 451).

Dios es su modelo, y no otros que la culturacambiante puede ofrecerle, pues es su imagen.Igual en dignidad al varón, le da sentido, le ayuda,le completa (Ga 3, 26- 28): nace de su corazón, convocación de ayuda, protección, respuesta a su sole-dad, diálogo. Provoca admiración, gozo, identidady comunión.

«Urge valorar la maternidad como misión exce-lente de las mujeres. Esto no se opone a su desarro-llo profesional y al ejercicio de todas sus dimensio-nes, lo cual permite ser fieles al plan originario deDios que da a la pareja humana, de forma conjunta,la misión de mejorar la tierra. La mujer es insusti-tuible en el hogar, la educación de los hijos y latransmisión de la fe. Pero esto no excluye la nece-sidad de su participación activa en la formaciónintegral de manera que las mujeres puedan cumplirsu misión en la familia y en la sociedad» (A 456).

«La prostitución atenta contra la dignidad de lapersona que se prostituye, puesto que queda reduci-da al placer venéreo que se saca de ella. El que pagapeca gravemente contra sí mismo: quebranta lacastidad a la que lo comprometió su Bautismo, ymancha su cuerpo, templo del Espíritu Santo (1 Co6,15-20). La prostitución constituye una lacra so-cial. Habitualmente afecta a las mujeres, pero tam-bién a los hombres, niños y adolescentes (en estosdos últimos el pecado entraña también un escánda-lo). Es siempre gravemente pecaminoso dedicarsea la prostitución, pero la miseria, el chantaje, y lapresión social, pueden atenuar la imputabilidad dela falta» (CEC 2355).

Las mujeres tomaron parte activa en la Historiade la Salvación, a pesar de que la mujer no erasocialmente aceptada. El pueblo de Dios fue com-parado con la mujer, esposa de Dios. Dios se pre-senta con rasgos maternales (Jn 10 20-21). Su

belleza es un alma dulce y serena que contagiadulzura y serenidad (1 Pe 3, 1-6). Contribuye en laEvangelización (Ga 4,19; 1 Co 4, 15) pues se tratade dar a luz a Cristo.

En tiempos de Cristo, Jerusalén estaba ocupadapor el Imperio Romano, con numerosas prostitutas,pues prostitución y ocupación militar suelen irjuntas. Los Evangelios describen pocos pero signi-ficativos encuentros de Jesús con prostitutas. Sutrato es muy diferente al de los fariseos y mercade-res en el Templo. Les habla con simpatía y cariño yles perdona su comportamiento. A la pecadora quele lava los pies con sus lágrimas la justifica ante suanfitrión Simón: «a quien poco se le perdona, pocoama», y le dice, «Tu fe te ha salvado, vete en paz»(Lc 7, 48). Sabe quién es la Samaritana del pozo deJacob (Jn, 4,4): «Bien dices ‘no tengo marido’porque cinco tuviste y el que ahora tienes no es tumarido»; y le revela que él es el Mesías. A MaríaMagdalena (Lc 16,9) «de quien había echado sietedemonios», se aparece resucitado «la mañana delprimer día de la semana» y la envía a dar el testimo-nio a los apóstoles.

La mujer debe contribuir al progreso de la socie-dad y de la Iglesia con sus aptitudes propias demujer (DP 846): Dadora de vida (madre): funciónligada al amor y a Dios, engendrar vida al mundo.Defensora de la vida (DP 848): humanizar lasestructuras. Educadora del hogar: crear los valoresde la civilización del amor.

ACTUEMOS«Urge que todas las mujeres puedan participar

plenamente en la vida eclesial, familiar, cultural,social, y económica, creando espacios y estructurasque favorezcan una mayor inclusión» (A 454).Debemos denunciar valientemente los atropellos alas mujeres, incluso los de los medios de comunica-ción que rebajan su dignidad. Tomar conciencia dela dignidad común del hombre y la mujer, y sacardel Evangelio la luz y esperanza de lo que la mujeres en plenitud, sin reducirla a modalidades cultura-les transitorias. Crear espacios para que la mujerpueda descubrir sus propios valores, apreciarlos yaportarlos abiertamente a la sociedad y a la Iglesia.

Debemos desarrollar programas para las vícti-mas de la explotación sexual: refugio y asilo, aten-ción médica confidencial y gratuita, servicios jurí-


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dicos gratuitos y planes alternativos de subsisten-cia; protección a testigos para quienes decidandeclarar en contra de sus explotadores, concedien-do asilo y condiciones de refugiado a las inmigrantesy facilitando la repatriación de quienes deseenregresar a sus países de origen; desarrollar métodosy proyectos sistemáticos de procesamiento de datosque recojan la información acerca de la incidencia,modalidades y daños producidos por la explotaciónsexual, la prostitución y otras prácticas de la indus-tria sexual en el mundo.

«Denunciar todo aquello que, atentando contrala vida, afecte la dignidad de la mujer, como elaborto, la esterilización, los programas antinatalistas, la violencia en las relaciones sexuales;

favorecer los medios que garanticen una vida dignapara las mujeres más expuestas: empleadas domés-ticas, migrantes, campesinas, indígenas,afroamericanas, trabajadoras humildes y explota-das; intensificar y renovar el acompañamiento pas-toral a mujeres en situaciones difíciles: separadas,divorciadas, madres solteras, niñas y mujeres pros-tituidas a causa del hambre, del engaño, del abando-no» (SD 110).

Desarrollar programas de prevención en las co-munidades, especialmente en las áreas de alto ries-go, con el fin de educar a la gente sobre las tácticasempleadas por los reclutadores, proxenetas, chulosy traficantes, y sobre los riesgos de la explotaciónsexual.

TEMA 7: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 7: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 7: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 7: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNTEMA 7: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓNDE LOS ENCARCELADOS.DE LOS ENCARCELADOS.DE LOS ENCARCELADOS.DE LOS ENCARCELADOS.DE LOS ENCARCELADOS.

Adaptar Misa «por los prisioneros», o «por los encarcelados».

Lecturas:- Isaías 53,1-5.10-11: Él cargó nuestros sufrimien-

tos.- Salmo: Isaías 38,10-12.16.- 1 Pedro 1,3-9: Alégrense aunque por el momento

sufran aflicciones.- Mateo 10,26-33: No teman a los que maten el

cuerpo.

VEAMOS

«La violencia, producto de las injusticias y losmales que durante largos años se ha sembrado enlas comunidades, induce a una mayor criminali-dad y, por ende, a que sean muchas las personasque tienen que cumplir penas en recintos peniten-ciarios inhumanos, caracterizados por el comerciode armas, drogas, hacinamiento, torturas, ausen-cia de programas de rehabilitación, crimen orga-nizado que impide un proceso de reeducación y deinserción en la vida productiva de la sociedad. Hoypor hoy, las cárceles son, con frecuencia, escuelaspara aprender a delinquir» (A 427).

Los autores de crímenes y delitos son personas,miembros de la sociedad. Los medios de comunica-ción social juegan con la violencia y la venganza;acusan y protegen a quien quieren. Están presos lospobres, marginados, perdedores, que no pudierondefenderse por falta de recursos o apoyos; losgrandes están libres, gozan de impunidad o privile-gios. En las cárceles aprenden nuevas formas deburlar la ley, ser agresivos, arbitrarios. Muchospasan ahí los mejores años de su vida. Lasobrepoblación en las penales origina violencia yproblemas afectivos. Sobreabundan el crimen y nobastan las cárceles. Las mujeres son vejadas; elsistema no se adapta a ellas. Las condiciones de lasprisiones no son humanas, carecen de buenos servi-cios sanitarios y asistenciales, falta una asesoríamás humana. Hay denuncias de torturas, malostratos, fugas, abusos de autoridad, revueltas, dentrode los reclusorios, falta de procesos educativos ydificultades para reintegrarse. Y fuera hay represa-lias policíacas, rebeliones y provocaciones. Es de-ficiente la asistencia legal, la atención a la salud(tuberculosis, sida, drogadicción, neurosis), la tera-pia ocupacional y educativa (están ociosos, no hayestímulos, no les remiten sus faenas, ni promueven

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artesanías), la asistencia jurídica (mordidas, mu-chas formalidades, abogados sucios).

Hay prejuicios contra quien haya estado preso,que impiden su integración. No les dan trabajo. Lestienen desconfianza. Se llevan de paso a la familia.

En la vida ordinaria se toleran pequeños robos,mentiras «piadosas», violencia en los grupos, secallan violaciones y protegen delincuentes, se con-sideran naturales ciertos escándalos, se hacen veja-ciones sociales sin responsables, se da carta deciudadanía a vicios y sus comportamientos sucesi-vos. No se confía en las autoridades. Se responde ala violencia con violencia: venganzas contra laautoridad prepotente, asaltos y atracos entre po-bres, pelitos entre barrios, cualquiera se hace justi-cia por su propia mano, en una cultura de la violen-cia y la venganza, difundida por los medios decomunicación.

PENSEMOSLa acción evangelizadora de la Iglesia se dirige

a la persona integral que se encuentra bajo custodiade la autoridad, encualquiera de las fa-ses del proceso, des-de la detención has-ta la reintegración dela sociedad, en cola-boración con distin-tos organismos. Enefecto, la Evangeli-zación debe alcan-zar a todos en todassus circunstancias.Dice Jesús: «Estuvepreso y me visita-ron» (Mt 25,36). Lapresencia de la Igle-sia en las cárcelesmanifiesta la predilección de Jesús por los máspobres. Es preciso crearles conciencia de que for-man una «Iglesia tras las rejas», como parte de laIglesia diocesana y universal.

Las prisiones nos hacen entender que todossomos pecadores, que podemos ser víctimas de lajusticia humana, y necesitados siempre de la justi-cia divina, que es misericordia, reconciliación yperdón. La persona es mayor que sus faltas. Todos

tenemos necesidad de liberación y reconciliación.Toda vida humana es sagrada, aunque amenazada,pues vivimos en una sociedad violenta. Tienenderechos tanto las víctimas como los agresores. Pordesgracia, la justicia humana no es imparcial ydesanima a los que quieren hacer el bien. Muchossufren por culpa de otros.

Cristo vino a perdonar, curar, reconciliar, no acondenar (Jn 3,17). Vino a liberar a los cautivos (Lc4,18-19). Se identificó con los encarcelados (Mt25,36). Manda amar a los enemigos y perseguido-res (Mt 5,43-44). Jesús estuvo preso y fue injusta-mente condenado sin consideración (Jn 19,5-6).Murió entre dos ladrones y abre a uno las puertas delparaíso (Lc 23,39-44).

La Iglesia oraba por los discípulos presos. Pablose confiesa a sí mismo «encadenado por el Señor»(Ef 4,1). Se gloriaba de sus prisiones, pues no erapreso por delitos, sino por anunciar el Evangelio,que es molesto. Muchos santos padecieron cárce-les, destierros, torturas, por la fidelidad a sus prin-cipios (Hbr 11,36). Nacieron congregaciones reli-

giosas y órdenespara liberar a lospresos y atender alas mujeres encar-celadas.

Dios nos quierelibres. Sacó a Is-rael de Egipto yquiere un clima depaz (Is 32,17). Losprofetas predicanque Dios quiere elderecho y la justi-cia (Is 5,23; Mq 7,3;Hab 1,4; Ez18,23.32). Diosperdona para reto-

mar su proyecto (Sal 50; 130,3-4; 142/141). Nodestruyó al pueblo pecador, sino prefirió la ofrendaamorosa de Jesús.

Jesús ha sido ungido para liberar a los cautivos(Lc 4,18-19), restituye al redil a la oveja perdida (Lc15,7; Jn 10,25-37; Mt 18,12; 21,31; Mc 6,34). Es elBuen Samaritano que trae misericordia y perdón auna humanidad capaz de herir y ser herida (Lc10,25-37; 18,10-14). Libera de todas las prisiones:


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opresiones malignas (Mc 1,34), pecados y dolen-cias (Mc 3,10). Manda perdonar setenta veces siete(Mt 18,22). La justicia no es mera aplicación deleyes, sino regeneración y curación (Mt 5,20.40-41). El perdón supone reparación del mal y delescándalo, resarcimiento de perjuicios, satisfac-ción de las ofensas (Dives in misericordia, 14).Reconocemos a Cristo en los olvidados (Mt 25,31-46). No porque sean buenos, sino porque debemosvivir reconciliados (Mt 5,44.7), en solidaridad cris-tiana (Hbr 13.3). Cristo murió por nosotros auncuando éramos pecadores y enemigos suyos (Rm5,8).

Nadie puede escapar a la justicia divina (2 Mac6,26). A la justicia humana podemos engañarla,incluso a nosotros mismos, pero a Dios no. DiceJesús: «Teman más bien a los que pueden precipi-tarlos en cuerpo y alma al infierno» (Mt 10,28).

Sólo la verdad nos hace libres (Jn 8,32). Sealivian con la paciencia (Hbr 10,36): aprendemos asujetarnos a la voluntad de Dios, reconocemos quenuestra vida no ha sido lo suficientemente fiel ynuestros desórdenes nos han acarreado contratiem-pos y desgracias, que vale la pena sufrir con pacien-cia los castigos de este mundo para que el Señor nosde su libertad gloriosa en el cielo. Aunque el cuerpoesté oprimido, el espíritu esté libre.

Cristo nos dice: «Vengan a mí los que estáncansados y agobiados por la carga, que Yo losaliviaré» (Mt 11,28). Después de un breve padecerde algunos años en este mundo, saborearemos unfin dichoso y eterno, conquistado por la Sangre deCristo. No queramos tener una cárcel eterna: «Rom-piste mis cadenas» (Sal 115).

Dios no quiere venganza contra Caín (Gn 4,15).Cristo pide amar y hacer el bien (Lc 6,27). Lacaridad: es la virtud que más estrechamente nosencadena a Cristo, es el vínculo de la perfección(Col 3,14) en la cual se encuentra salvación (Sir6,31). Amen a Dios y cumplan su Ley, amen a suprójimo y perdonen a quienes les han causado o lescausen daño, y la paz de Dios estará con ustedes(Flp 4,7).

ACTUEMOSEl transgresor necesita reconocer los derechos

de sus víctimas, superar sus daños, sanar las heri-

das, reparar los males e impedirlos; sensibilizarsemoralmente, corregirse y recobrar la confianza ensí mismo para que los demás confíen en él. Aunqueactuó condicionado, es responsable de sus errores ytiene muchos problemas humanos por resolver.

Es preciso dejar al descubierto la falsedad de laopinión común, que hace triunfar a los malos yperder a los buenos. Se promuevan entre los presosciertas actitudes de vida:

Aceptación: aunque no se debería haber dado, yaestá ahí, y es preciso aceptarlo en paz, adaptarse aesta condición, y buscar sea provechosa a su vida.Dios dirige la historia y hace que todo contribuya anuestro bien, para nuestra conversión.

Oración: Hablarle a Dios en su corazón, Él loscomprende. En la cárcel estuvo José el soñador,suplicó, se portó con fidelidad, y el Señor lo soco-rrió (Sb 10,13-14).

Ocupación: no estar ociosos para no estar tristes:leer, hacer manualidades, conversar de temas deinterés, escribir cartas a los suyos, hacer su diario.

Es necesario entre la gente:- Crear o reforzar una pastoral penitenciaria, con

familiares de presos, ex presidiarios, y personasinteresadas en trabajar en cárceles, para que losdetenidos se preparen a regresar a su familia y a sucomunidad como elementos positivos.

- Crear conciencia en la comunidad sobre la obra demisericordia de visitar a los presos y orar por losencarcelados. Es la acción de la Iglesia que luchapor promover la comunión aun tras las rejas, ypracticar la caridad en cualquier lugar dondealguien sufra privación de su libertad.

- Trabajar en la rehabilitación física, social, moraly cristiana de todo hombre o mujer, niño o joven,adulto o anciano, marginados de la sociedad,culpables o inocentes, en cualquier etapa en quese hallen bajo custodia de la sociedad civil, direc-ta o indirecta, desde su detención hasta su libera-ción.

- Procurar médicos, medicina, ropa, alimentos,alfabetización, educación básica, ayuda psicoló-gica. Esfuerzos para que los nexos familiaresentre los internos y sus parientes subsistan, seacrecienten y consoliden, hasta conseguir la ar-monía.

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- Procurar recreación sana y adecuada a los inter-nos. Proporcionar ayuda legal y asesoría a losinternos que más lo necesiten, estudiado cadacaso. Ayudar a colocar los productos que elabo-ren en el mercado y administración. Ofrecer aten-ción a las víctimas del delito, drogadictos, perso-nas en riesgo.

- La familia de una persona privada de su libertadpasa por una situación de grave desamparo, yrequiere la solidaridad y consolación de la comu-nidad cristiana.

- Promover campañas de prevención del delito ytratamiento del delincuente.

- Convocar jornadas de oración por los presos.

«Sensibilicen a la sociedad sobre la grave pro-blemática carcelaria, estimulen procesos de recon-ciliación dentro del recinto penitenciario e incidanen las políticas locales y nacionales, en lo referentea la seguridad ciudadana y la problemática peniten-ciaria» (A 430).

TEMA 8: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE LOS ANCIANOS,TEMA 8: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE LOS ANCIANOS,TEMA 8: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE LOS ANCIANOS,TEMA 8: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE LOS ANCIANOS,TEMA 8: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DE LOS ANCIANOS,ENFERMOS Y DISCAPACITADOSENFERMOS Y DISCAPACITADOSENFERMOS Y DISCAPACITADOSENFERMOS Y DISCAPACITADOSENFERMOS Y DISCAPACITADOS

Adapta Misa «por los enfermos», «para pedir una buena muerte».

Lecturas:- 2 Reyes 20,1-6: He visto tus

lágrimas, y yo te curaré.- Salmo 101.- 2 Corintios 4,10-18: Esta-

mos expuestos a la muertepor causa de Jesús.

- Marcos 16,15-20: Impon-drán las manos a los enfer-mos y estos quedarán sa-nos.

VEAMOSHay gran necesidad de salud, y gran demanda de

servicios. Abundan enfermedades físicas, psicoló-gicas, morales y espirituales. Es deficiente la aten-ción al contexto o ambiente para una prevención.Aumentan enfermedades degenerativas (diabetes,alergias, hipertensión…), problemas de infartos,alteraciones por exceso de calorías o falta de vita-minas, y pandemias como el sida (virus de Kaposique deja sin defensa al organismo, resultado de undesorden inicial en el uso de la genitalidad; ocasio-na alarmas, discriminaciones, precipitaciones, con-denas, con efectos individuales, familiares y socia-les. Faltan pabellones abiertos y laboratorios popu-lares para estudiar el VIH-sida. Se distribuyencondones, con menos de un 70% de eficacia, sin

educar para el domi-nio y el amor respon-sable).

Se habla de saludr e p r o d u c t i v a ,anticoncepción, en-fermedades de trans-misión sexual, enfer-mos terminales, en-fermedades crónicas,personas con capaci-dades diferentes, de-pendencias, mortali-

dad infantil, epidemias, organismos de salud, sa-neamiento del ambiente, salud social, nutrición,higiene, contaminación, carencia de servicios, ac-cidentes laborales y viales, deportes peligrosos,mutilaciones, torturas, secuestros, terapias grupales,medicina alternativa y popular, operaciones quirúr-gicas, calmantes, cirugía plástica,experimentaciones, biotecnologías, programas desalud, asociaciones y negocio de salud, hospitales,eutanasia, muerte clínica, educación especial, etc.

La Iglesia atiende a través de visitas, oración,despensa, «unión de enfermos misioneros», e ini-ciativas de carácter más bien individualista; cape-llanes de hospitales, voluntarios, asociaciones, cam-pañas, conferencias, sacramentos de enfermos,ministros extraordinarios, etc. Son pocos los equi-


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pos de pastoral de salud, con poca formación.El sistema de salud depende del gobierno y del

sector privado. Se ha encarecido y burocratizado,complicando la situación para los pobres. Haymuchas deficiencias en los centros populares; losdispensarios y consultorios de caridad tienengran demanda y escasos recursos; los hospitalesparticulares ofrecen servicios caros, y poca evan-gelización.

«La salud es un tema que mueve grandesintereses en el mundo, pero que no proporcionanuna finalidad que la trascienda. En la culturaactual no cabe la muerte y, ante su realidad, setrata de ocultarla. Abriéndola a su dimensiónespiritual y trascendente, la Pastoral de la Saludse transforma en el anuncio de la Muerte yResurrección del Señor, única verdadera salud.Ella aúna, en la economía sacramental del amorde Cristo, el amor de muchos buenos samarita-nos, presbíteros, diáconos, religiosas, laicos yprofesionales de la salud. Las 32,000 institucio-nes católicas dedicadas a ese objeto en AméricaLatina representan un recurso para la evangeliza-ción, que se debe aprovechar» (A 419).

«Muchos de nuestros mayores han gastado suvida por el bien de su familia y de la comunidad,desde su lugar y vocación. Muchos son verdade-ros discípulos misioneros de Jesús por su testi-monio y sus obras. Merecen ser reconocidoscomo hijos e hijas de Dios, llamados a compartirla plenitud del amor, y a ser queridos, en particu-lar, por la cruz de sus dolencias, la capacidaddisminuida o la soledad. La familia no debe mirarsólo las dificultades que trae el convivir con elloso el atenderlos. La sociedad no puede considerar-los como un peso o una carga. Es lamentable queen algunos países no haya políticas sociales quese ocupen suficientemente de los mayores yajubilados, pensionados, enfermos o abandona-dos. Por tanto, exhortamos a elaborar diseños depolíticas sociales justas y solidarias que atiendanestas necesidades» (A 449).

Frater atiende a discapacitados. Queda unlargo y lento camino por recorrer, pues no existenfórmulas fáciles ni de eficacia inmediata. Laatención a los enfermos es sólo una actividad,pero puede iniciar un proceso de pastoral de lasalud o reforzarlo.

PENSEMOSLa Iglesia ha sido instituida por Cristo para conti-

nuar la obra de la salvación dirigida al hombre total.Debe amar y cuidar a todos, pero especialmente a losmás pobres, los enfermos, los que sufren. Se imponeel logro de una pastoral de salud integral coordinadacon la pastoral orgánica, de conjunto, pues la Iglesiaes comunión, para buscar al Señor mediante el ejerci-cio de las bienaventuranzas.

«La Iglesia ha hecho una opción por la vida. Estonos proyecta necesariamente hacia las periferias máshondas de la existencia: el nacer y el morir, el niño yel anciano, el sano y el enfermo. San Ireneo nos diceque ‘la gloria de Dios es el hombre viviente’, aun eldébil, el recién concebido, el gastado por los años y elenfermo. Cristo envió a sus apóstoles a predicar elReino de Dios y a curar a los enfermos, verdaderascatedrales del encuentro con el Señor Jesús» (A 417).«Niños y ancianos construyen el futuro de los pue-blos. Los niños porque llevarán adelante la historia,los ancianos porque transmiten la experiencia y lasabiduría de sus vidas» (A 447).

«Desde el inicio de la evangelización se ha cumpli-do este doble mandato. El combate a la enfermedadtiene como finalidad lograr la armonía física, psíqui-ca, social y espiritual para el cumplimiento de lamisión recibida. La Pastoral de la Salud es la respues-ta a los grandes interrogantes de la vida, como son elsufrimiento y la muerte, a la luz de la Muerte yResurrección del Señor» (A 418).

La acción de la Iglesia a favor de los enfermos esexpresión de su fe, esperanza y amor, y signo de lamisión mesiánica y de su servicio al Reino de Jesús,quien pasó haciendo el bien y curando a todos (Hch10,38; Mt 8,16; Mc 1,34; Lc 4,40). Esa obra demisericordia es termómetro del juicio final: «Estuveenfermo y me visitaron» (Mt 25,36.43).

El dolor purifica, satisface por los pecados propiosy ajenos y los del mundo entero en unión con elsufrimiento redentor de Cristo: «completar lo quefalta a los padecimientos de Cristo» (Col 1,24).Acicatea la compasión, estimula la caridad, acumulaméritos, muestra al mundo el amor de Dios. Lasacciones de Cristo son signo de la salvación integral.Por eso la lucha contra la enfermedad es una exigen-cia de la Redención de Cristo. Las acciones e institu-ciones de la Iglesia al servicio de los enfermos soncontinuación de la obra salvífica de Cristo, que nos

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dio como norma suprema el amor (Jn 13,35; cf Mt7,1; Jn 14,24; 1 Jn 4,20; 3,18. Su amor superó lasbarreras, ignorancias y prejuicios, para sacar aleprosos e impuros del aislamiento. La Iglesia se haacercado a los leprosos, tuberculosos, apestados,cancerosos, y ahora quiere estar cerca de los sidosos.No todos lo son por peca-dos propios, y sería injustoacusarlos de homosexua-lismo, promiscuidad o dro-gadicción.

La enfermedad es unsigno de la presencia delpecado en el mundo. «Porsus locos e inicuos pensa-mientos, por los que extra-viados adoraban reptilessin razón, les enviaste encastigo muchedumbre de animales sin razón» (Sb11,15). Pero no todo mal físico es castigo de algúnpecado (cf Jn 9,3). Dios se vale de las causasnaturales y del curso natural de las acciones libresdel hombre, y las orienta hacia sus planes divinos.Incita el talento humano para encontrar remedio alos males y avanzar en las ciencias.

«Consideramos de gran prioridad fomentar unapastoral con personas que viven con el VIH Sida, ensu amplio contexto y en sus significacionespastorales: que promueva el acompañamiento com-prensivo, misericordioso y la defensa de las perso-nas infectadas; que implemente la información,promueva la educación y prevención, con criterioséticos, principalmente entre las nuevas generacio-nes, para que despierte la conciencia de todos acontener esta pandemia. Desde esta V Conferenciapedimos a los gobiernos el acceso gratuito y univer-sal de los medicamentos para el Sida y las dosisoportunas» (A 421).

«La Iglesia se siente comprometida a procurar laatención humana integral de todas las personasmayores, también ayudándoles a vivir el segui-miento de Cristo en su actual condición, e incorpo-rándolos lo más posible a la misión evangelizadora»(A 450).

«El respeto y gratitud hacia los ancianos debe sertestimoniado en primer lugar por su propia familia.La Palabra de Dios nos interpela de muchas mane-ras a respetar y valorar a nuestros mayores y ancia-

nos. Incluso nos invita a aprender de ellos congratitud, y a acompañarlos en su soledad y fragili-dad. La frase de Jesús: ‘A los pobres los tienensiempre con ustedes y pueden socorrerlos cuandoquieran’ (Mc 14,7) bien puede entenderse de ellos,porque forman parte de cada familia, pueblo y

nación. Sin embargo, a menudoson olvidados o descuidados porla sociedad y hasta por sus pro-pios familiares» (A 448).

ACTUAR«En las visitas a los centros

de salud, en la compañía silen-ciosa al enfermo, en el cariñosotrato, en la delicada atención alos requerimientos de la enfer-medad, se manifiesta, a través

de los profesionales y voluntarios discípulos delSeñor, la maternidad de la Iglesia que arropa con suternura, fortalece el corazón y, en el caso del mori-bundo, lo acompaña en el tránsito definitivo. Enenfermo recibe con amor la Palabra, el perdón, elSacramento de la Unción y los gestos de caridad delos hermanos. El sufrimiento humano es una expe-riencia especial de la Cruz y de la Resurrección delSeñor» (A 420).

Debemos ayudar a los enfermos y ancianos adescubrir su dignidad en el mundo y en la Iglesia,como predilectos del Reino, hermanos y signos deCristo paciente, corredentores, testigos, bienhe-chores espirituales, apóstoles por la oración y eldolor, Cristos dolientes de hoy. Es el objetivo deuna pastoral de la salud. Acompañar a los enfermosy ancianos con mensajes de luz, para que lleguen asentir, creer y vivir su fe y esperanzas cristianas enmedio de esa compleja situación de ruptura, acep-tando con amor la voluntad de Dios en el dolor y lalimitación. Promover el ambiente de familia fraterna,hospitalaria y caritativa, donde el enfermo y ancia-no se sienta acogido, atendido y valorado por sushermanos en Cristo.

Recordar y descubrir a los enfermos y ancianosque el sufrimiento con amor no es un castigo odesgracia, sino una oportunidad de salvación y unavocación de redención universal en la Iglesia, y unllamado a ser santos mediante su unión a la Pasiónde Cristo.


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Lecturas:- Gn 2,4-9.15: El Señor puso al hombre en el jardín

del Edén para que lo cultivara.- Salmo 89.- 2 Tesalonicenses 3,6-12.16: El que no quiera traba-

jar que no coma.- Mateo 25,14-30: Porque has sido fiel en lo poco,

entra en el gozo de tu señor.

VEAMOSNo podemos ignorar el deterioro en las condi-

ciones de vida del trabajador; el escaso cumplimientode las normas del trabajo de niños, mujeres, jubila-dos, discapacitados; la falta de autonomía de lasorganizaciones laborales; la falta de oportunidadesde trabajo; la inseguridad social que lleva ir el día porel trabajo informal; los miles de oportunidades que seofrecen para despilfarrar lo que ganan.

«La población económicamente activa está afec-tada por el subempleo (42%) y el desempleo (9%), ycasi la mitad está empleada en trabajo informal. Eltrabajo formal, por su parte, se ve sometido a laprecariedad de las condiciones de empleo y a lapresión constante de contratación, lo que trae consigolos salarios más bajos y desprotección en el campo deseguridad social, no permitiendo a muchos el desa-rrollo de una vida digna. En este contexto, los sindi-catos pierden la posibilidad de defender los derechosde los trabajadores. Por otro lado, se pueden destacarfenómenos positivos y creativos para enfrentar estasituación de parte de los afectados, quienes vienenimpulsando diversas experiencias, como por ejemplomicro finanzas, economía local y solidaria, y comer-cio justo» (A 71).

Los obreros son el gran sector de la sociedad quesobrevive con el salario, fruto de su trabajo diario.Son los trabajadores, hombres y mujeres, de grandeso pequeñas industrias y de todas las ramas, con susfamiliares, sus relaciones sociales, sus condicionesde vida, sus luchas obrero-sindicales, sus luchaspopulares desde los barrios o colonias donde viven.Tienen una manera propia de ver al hombre, a Dios yal mundo: una verdadera cultura obrera. Trabajan, se

divierten, rezan, se expresan, luchan de manera pro-pia y distinta que otros sectores sociales más favore-cidos a nivel económico y político.

Con ocasión del trabajo, se cometen muchas in-justicias. El trabajo se vende y se compra como sifuera una mercancía. Se pagan salarios de hambreque impiden una vida digna para todos. «El desem-pleo, la injusta remuneración del trabajo, y el vivir sinquerer trabajar, son contrarios al designio de Dios»(A 121).

Hay ciertas dificultades para llevar un proceso deevangelización con ellos: los horarios y condicionesdel trabajo; la crisis económica y los reajustes depersonal y despidos; el trabajo informal y el desem-pleo; el incumplimiento de las leyes laborales y lacorrupción; el incremento de desempleo y empleostemporales; la inestabilidad laboral; la irresponsabi-lidad e informalidad para cumplir con una tareaacordada; trabajo sin calidad, poca capacitación yprofesionalidad; incremento de migración interna yexterna.

Con todo, hay ejes que son fundamentales en unaPastoral Obrera, aplicables no sólo a trabajadores deindustrias, sino también de talleres, maquiladoras ypequeñas empresas:- Una fe centrada en Jesucristo, que trabajó con sus

manos, vivida en comunidad, alimentada por elDios de la vida (cf Jn 10,10). No tenemos unambiente laboral ateo.

- Un papel predominante de la Virgen María, mujersencilla de su tiempo que humildemente acepta departe de Dios, a través de su vientre, que el Mesíasliberador se haga uno de nosotros. La Virgen Maríaasume además la cultura y la vida sencilla delpueblo, en Guadalupe, San Juan, Lourdes…

PENSEMOS«A pesar de la fatiga que muchas veces acompaña

al trabajo, el cristiano sabe que éste, unido a laoración, sirve no sólo al progreso terreno, sino tam-bién a la santificación personal y a la construcción delReino de Dios. El desempleo, la injusta remunera-ción del trabajo y el vivir sin querer trabajar soncontrarios al designio de Dios. El discípulo misione-

TEMA 9: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DEL DESEMPLEO,TEMA 9: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DEL DESEMPLEO,TEMA 9: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DEL DESEMPLEO,TEMA 9: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DEL DESEMPLEO,TEMA 9: DIOS NOS HABLA EN LA SITUACIÓN DEL DESEMPLEO,TRABAJO INFORMAL Y OCASIONALTRABAJO INFORMAL Y OCASIONALTRABAJO INFORMAL Y OCASIONALTRABAJO INFORMAL Y OCASIONALTRABAJO INFORMAL Y OCASIONAL

Adaptar Misa «por la santificación del trabajo humano».

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ro, respondiendo a este designio, promueve la digni-dad del trabajador y del trabajo, el justo reconoci-miento de sus derechos y deberes, y desarrollan lacultura del trabajo y denuncian toda injusticia. Lasalvaguardia del domingo como día de descanso, defamilia y de culto al Señor, garantiza el equilibrioentre trabajo y reposo. Corresponde a la comunidadcrear estructuras que ofrezcan un trabajo a las perso-nas minusválidas según sus posibilidades» (A 121).

Todos debemos trabajar. La Biblia dice: «ganarásel pan el sudor de tu frente» (Gn 3,19), y «El que notrabaje, que no coma» (2 Ts 3,10). El trabajo, además,es necesario porque hace crecer al hombre y a lamujer; los perfecciona. No es un castigo, sino un biendel hombre. El mismo Hijo de Dios, que se hizosemejante a nosotros en todo, dedicó la mayor partede los años de su vida terrena al trabajo manual, juntoa San José, como «mil usos» ambulante, o en unbanco de carpintero, herrero y artesano.

«El trabajo no es un mero apéndice de la vida, sinoque constituye una dimensión fundamental de laexistencia del hombre sobre la tierra, por la cual elhombre y la mujer se realizan a sí mismos como sereshumanos; garantiza la dignidad y la libertad delhombre, y es probablemente la clave esencial de todala cuestión social» (A 120).

Pero es claro que el trabajo lleva fatiga. Lo sabe-mos todos: los campesinos, que consumen largasjornadas en cultivar la tierra; los mineros y trabajado-res de fábricas y talleres; los albañiles; lo saben losdel trabajo intelectual, los que tiene que tomar res-ponsabilidad de la decisiones que tiene repercusiónsocial; la fatiga del trabajo la experimentan los médi-cos, las enfermeras, todos los profesionales, los sa-cerdotes y líderes sociales. Pero, sobre todo, experi-mentan esa fatiga las amas de casa que, sin unadecuado reconocimiento de la sociedad y de susmismos familiares, soportan cada día el cansanciointerminable y la responsabilidad de la casa y de laeducación de los hijos.

Una cosa es cierta para el creyente: con el trabajoparticipa en la obra del Creador, continúa desarro-llándola y la completa con los nuevos descubrimien-tos de los recursos y valores encerrados en todo locreado. El creyente descubre que Cristo pertenece almundo del trabajo. Él tiene reconocimiento y respetopor el trabajo humano. En sus parábolas sobre elReino de Dios, se refiere constantemente al trabajodel hombre: del pastor, del labrador, del médico, delsembrador, del empleado, del administrador, del pes-cador, del mercader, del obrero, del ama de casa.

El creyente descubre que, soportando la fatiga deltrabajo en unión con Cristo crucificado, colabora encierto modo con el Hijo de Dios en la redención de lahumanidad y se muestra verdadero discípulo de Je-sús, llevando a su vez la cruz de cada día en el trabajoque debe realizar. De la Cruz se pasa a la Gloria.

«Alabamos a Dios por los talentos, el estudio y ladecisión de hombres y mujeres para promover inicia-tivas y proyectos generadores de trabajo y produc-ción, que elevan la condición humana y el bienestarde la sociedad. La actividad empresarial es buenacuando respeta la dignidad del trabajador, el cuidadodel medio ambiente, y se ordena al bien común. Sepervierte cuando, buscando sólo el lucro, atenta con-tra los derechos de los trabajadores y la justicia» (A122).

ACTUEMOSLa Iglesia, signo y servidora del Reino, camina

con los trabajadores y trata de hacer posible en mediodel mundo obrero una verdadera Iglesia Pueblo deDios, Iglesia Comunión. Siguiendo la promesamesiánica de la vida plena y digna para todos, losobreros van caminando desde su fe y a través depequeñas o grandes acciones en la transformación desu realidad.

Como discípulos y misioneros, hemos de evange-lizar el mundo laboral, así que el proyecto de laMisión debe tener en cuenta las siguientes líneas:- Promover «la dignidad del trabajador y del trabajo,

el justo reconocimiento de sus derechos y susdeberes, impulsar la cultura del trabajo y denunciartoda injusticia» (A 121).

- Apoyar a grupos y organizaciones que busquencontribuir en la transformación de las condicionesde vida de acuerdo al plan de Dios, descubriendo aJesucristo en el trabajo diario.

- Poner en práctica las enseñanzas de Jesucristoobrero, que dignificó al trabajo y al trabajador (A121).

- Promover «iniciativas y proyectos generadores detrabajo y producción, que eleve la condición huma-na y bienestar de la sociedad» (A 122).Y nosotros, ¿cómo realizamos nuestro trabajo?

¿Qué lugar ocupa la virtud de la laboriosidad ennuestra familia? ¿Nos sentimos discípulos y misione-ros de Jesucristo también en las actividades que nospermiten la supervivencia? ¿Lo vivimos como reali-dad que Cristo asumió y llevó ya a la gloria?

EDIFICAR UNA PATRIA NUEVA

- Una Patria en la que se respete la vida, protegiéndola desde suconcepción hasta su digna muerte natural.

- Una Patria que camine por rutas de valores y declare que lafelicidad es un derecho de la persona humana y están en elorden del ser, no del consumir o del tener.

- Una Patria que rechace todo lenguaje de violencia, terrorismo,revancha y venganza, y que propone la cultura de la vida y lacivilización de la solidaridad y del amor.

- Una Patria en que los jóvenes no sean atrapados por la delincuen-cia organizada, el poderío de la droga o del sexo, sino sepancrear horizontes de felicidad auténtica.

- Una Patria que se apoya sobre cuatro pilares: el respeto a todapersona; el servicio generoso y amor de entrega; la alegría decreer, vivir y luchar; y las manos abiertas y un corazón sinpuertas.

- Una Patria en que los enfermos, ancianos y discapacitadostengan un trato humano y se sientan amados, escuchados,comprendidos, acompañados y reconocidos.

- Una Patria en la que sus instituciones públicas no pasan de largoni dan un rodeo a las necesidades y problemas de los hermanos,sino que las socorren y solucionen con las actitudes del buensamaritano.

- Una Patria nueva que considere a todo hombre y mujer comoimágenes, hijos y templos de Dios, con una misión temporal yun destino eterno.

¡Cuánto nos falta aún por construirla!





















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