E D I T O R I A L INTENTOS FALLIDOS

VOZ PROLETARIA 2 Quincena Julio - 2006º

AÑO 1 Nº 10

ÓRGANO DEL PARTIDO COMUNISTA PERUANO RECONSTITUIDO

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“Proletarios de todos los países y naciones oprimidas uníos”

Solo ingenuos de “siete suelas” pueden creer que, Alan García, haya renunciado a

sus intentos de formar un “Eje Anti Chávez” por decisión libre y reflexiva. La verdad es

que fracasó lamentablemente en su gira aventurera a Chile y Colombia, buscando

aliados en su lucha contra el movimiento bolivariano de liberación nacional, que se

desarrolla en nuestra América del Sur y que se propone integrar, en pié de igualdad,

a nuestros países oprimidos y explotados por el imperialismo.

No es difícil comprender que no es posible una verdadera integración entre países

con enormes desigualdades como las que existen entre los países latinoamericanos

y los EE.UU. Y los TLC, defendidos por todos los cipayos del imperialismo

norteamericano, aceptan y exigen precisamente esa “integración”, que permite a las

grandes transnacionales y al capital financiero USA, penetrar y tomar posesión de la

economía de los países más débiles y atrasados. Para el imperialismo

norteamericano, el respeto y cumplimiento de los TLC depende de que las empresas

multinacionales yanquis puedan hacer lo que les venga en gana en los países

“tercermundistas” donde realizan sus actividades, como en el Perú.

Tanto las experiencias del Ecuador, como del Uruguay, enseñan que los TLC,

significan la impunidad y el pillaje de las empresas norteamericanas que actúan en

esos países. Se acabaron las regulaciones ambientales, se ha revisado totalmente la

legislación laboral, con el pretexto de que hay que flexibilizarla para dar mayor

empleo. Pronto el pueblo peruano sentirá en carne propia los efectos desastrosos del

TLC, aprobados por Toledo, incondicional sirviente de las transnacionales yanquis,

y el Apra.

El proceso bolivariano que propugna una integración latinoamericana en pié de

igualdad entre países hermanos, a través del ALBA, es motivo de una furiosa

oposición de todos los sirvientes del imperialismo yanqui. Alan García, pretendió

encabezar un grupo de países “Anti Chávez”, y en defensa de los TLC, contra el

ALBA, pero su fracaso lo ha obligado ha declarar que está dispuesto a normalizar las

relaciones del Perú con Venezuela. No debe demorar en hacerlo, después que

Felipillo Toledo, cipayo de Bush, termine su desastroso mandato.

La América Latina debe integrarse consigo misma y no con una superpotencia que

considera a nuestros países como su patio trasero, subordinado a sus grandes

intereses de opresión y dominación mundial. A los TLC, debemos oponer el ALBA,

(Alternativa Bolivariana para las Américas, que hoy forman Cuba, Venezuela y Bolivia.

EL IMPERIALISMO Y LAS “MEDIDAS DE SEGURIDAD”

Estamos frente a una ofensiva reaccionaria

mundial bautizada con el nombre de

“medidas de seguridad”, y cuyo sustento

es el reforzamiento de la política represiva

de los Estados contra los derechos

sociales de los pueblos y las libertades

individuales. Esta es la respuesta del

Imperio norteamericano y las oligarquías a

su servicio, al creciente movimiento de

resistencia a la dominación extranjera de

los países denominados del “tercer

mundo”. Y es fácil constatar cómo, la

política de “guerra total” de Bush, so

pretexto de lucha contra el terrorismo, ha

provocado el surgimiento de un basto

movimiento en defensa de los derechos

humanos, de rechazo a la guerra y

exigencia de la retirada de las tropas

yanquis que ocupan Afganistán, Irak y

otros países.

Ante el inevitable ascenso de las luchas

populares, exigiendo el cumplimiento de

las promesas del candidato triunfante en

las últimas elecciones, la derecha

oligárquica viene exigiendo que desde ya,

se tomen las “medidas de seguridad

necesarias, para evitar cualquier

desborde popular”. Se prepara una

legislación represiva, olvidando que solo

serviría para estimular los movimientos

masivos por la democracia, contra toda

forma de autoritarismo, como enseña la

experiencia histórica.

En el mundo entero es fácil constatar que

los pueblos se oponen a una polarización

inventada por el imperialismo: la guerra

total o el terrorismo generalizado. Esta

polarización es, en realidad, la que opone

la globalización neoliberal belicista contra

la autodeterminación y la democracia. La

inmensa mayoría de los pueblos del

mundo es tá con t ra las guer ras

i m p e r i a l i s t a s y e l t e r r o r i s m o

fundamentalista alimentado por las

mismas transnacionales. Los pueblos

exigen que se les reconozca el derecho a

escoger el mejor sistema social y que más

les convenga, realizando los grandes

cambios que sean necesarios. Oponerse

a estas legítimas aspiraciones con

“medidas de seguridad”, significa empujar

y hundir al país en una profunda crisis

económica y social.

Son los defensores de la globalización

neoliberal, aliados incondicionales del

imperialismo, los que vienen preparando

la opinión pública para que, el próximo

gobierno ponga mano dura a los

movimientos populares que sufren las

consecuencias del abandono total de los

álgidos problemas sociales como la

d e s o c u p a c i ó n , l a p o b r e z a , e l

analfabetismo, la carencia de servicios de

salud. Esperar que un pueblo castigado

con estos flagelos se mantenga paciente,

tranquilo y callado, es realmente

insensato.

UNA “REUNION EXTRAORDINARIA”

Después de la aprobación del TLC en el

Congreso, con los votos apristas,

Toledo viajó triunfante a saludar e

informar personalmente a Bush de que

había cumplido su promesa de que el

Perú aprobaría “si o si”, el TLC. Dijo el

presidente saliente, que fue una

reunión “extraordinaria” con su patrón.

Al respecto es oportuno tener presente

la estrategia económica y política que

el imperialismo norteamericano ha

utilizado siempre en los países de la

América Latina para tenerlos como su

patio trasero.

Las formas y los métodos del

neocolonialismo se vienen aplicando

desde hace tiempo, como instrumento

de penetración y dominación en los

países de la América Latina. Pero en la

actualidad viene tomando nuevas

formas. Para determinar el grado de

dependencia, antes era suficiente

conocer el total de las inversiones

yanquis y el volumen del comercio

exterior. Ahora esto no es suficiente. Y

por eso exige que su dominación y

exp lo tac ión sean reconoc idas

legalmente. Para eso ha puesto a sus

sirvientes en el gobierno y les ha

exigido que aprueben el TLC. El

“cholito” de Bush ha corrido a la Casa

Blanca a decirle a su amo “ ¡tarea cumplida!

Mientras tanto Alan García cumple otra tarea:

formar un bloque opuesto al movimiento

bolivariano de liberación nacional e

integración de los países latinoamericanos.

No ha sido casual ni gratuita la intervención

brutal del régimen de Bush en el proceso

electoral que ha dado el triunfo al Apra. El

imperialismo norteamericano quiere y exige

gobiernos clientes, dóciles y sumisos,

dispuestos a cumplir fielmente las órdenes y

directivas de la Casa Blanca y el Pentágono,

ante la baja de sus mercados y el aumento de

la competencia con La Unión Europea, el

Japón y el Sudeste asiático.

Mienten quienes afirman que el TLC puede ser

revisado, si tiene cláusulas que perjudican al

país. LA DENOMINADA “DOCTRINA Bush”,

se caracteriza por su acción unilateral y

matonesca. El imperio USA no consulta ni

negocia. Exige acatamiento incondicional a

sus decisiones. Una superpotencia que

cumple el rol de gendarme internacional y se

burla de las Naciones Unidas y su Consejo de

Seguridad, ¿permitirá que se revise un TLC

a p r o b a d o p o r u n p e q u e ñ o p a í s

tercermundista?

Creen los reaccionarios y el imperialismo

yanqui que, con la aprobación del TLC y la

“reunión extraordinaria” de Bush con Toledo,

todo está consumado. Pronto las grandes

masas populares del Perú darán su respuesta.

LAS ELECCIONES EN NUESTRA“DEMOCRACIA”

CON LOS CLÁSICOS

Cuando un movimiento político se encuentra en la etapa inicial de su formación, surgen posiciones distintas para decidir cuales son las tareas principales que debe cumplir. Nos referimos, claro está, a movimientos o partidos que se proponen cumplir “grandes cambios”, sin limitarse a participar en elecciones que, en toda democracia burguesa, las ganan los que más poder económico tienen. En el Perú los ganadores siempre han sido los representantes de la burguesía intermediaria, estrechamente ligada al imperialismo norteamericano. Este es el caso de la victoria de Alan García, apadrinado por el embajador USA. Pero esta victoria pírrica ha servido para demostrar en la práctica que en el país ha surgido un movimiento nacionalista democrático y antiimperialista que necesita una sólida estructuración a nivel nacional.

Surge la pregunta ¿Qué HACER? Por lo que viene sucediendo en el movimiento nacionalista liderado por Ollanta Humala, todo hace pensar que debe comenzar por deslindar posiciones con todos sus compañeros de viaje que han demostrado ser extraños a las luchas de nuestro pueblo por la liberación nacional y social del país. En el Perú, como en todo país sumido en el subdesarrollo, no puede existir un Partido o Movimiento realmente nacionalista que no sea democrático y antiimperialista. En otras palabras, que se apoye en las grandes masas populares y que se proponga rescatar nuestros recursos naturales que se encuentran en manos de las transnacionales imperialistas.

Un Partido o Movimiento que se propone realizar grandes cambios, no debe perder tiempo en menudos e inmediatos trajines electoreros. Debe dar preferencia a su organización, una organización sólida y un ideario realmente nacionalista antiimperialista, que conquiste un firme respaldo de las grandes masas populares. En el cumplimento de esta tarea histórica, es necesaria una autocrítica valiente para no repetir los errores que se cometieron en el pasado.

Después de las últimas elecciones ha surgido en el país la posibilidad real de dar estructura orgánica a un gran Frente de liberación nacional y social. Y hay que reconocer con honestidad que ese Frente puede formarse y constituirse en torno al movimiento nacionalista que se opuso a los partidos tradicionales.

“El imperialismo es una fase histórica especial del capitalismo que tiene tres particularidades; el imperialismo es: 1)capitalismo monopolista; 2)capitalismo parasitario o en descomposición; 3)capitalismo agonizante”. LENIN

“Si la burguesía de una nación oprimida lucha contra la opresora, nosotros estamos siempre, en todos los casos y con más decisión que nadie, a favor, ya que somos los enemigos más audaces y consecuentes de la opresión”. LENIN

“Resumiendo, como regla general, la cadena del frente imperialista debe romperse allí donde sus eslabones sean más débiles y ,en todo caso, no necesar iamente al l í donde el capitalismo esté más desarrollado, o donde los proletarios constituyen un determinado tanto por ciento de la población, los campesinos , otro tanto por ciento determinado, etc.,etc.”. STALIN

“La teoría de “vencer” a los elementos oportunistas mediante la lucha ideológica dentro del Partido, la teoría de “acabar” con estos elementos dentro del marco de un partido único es una teoría podrida y peligrosa que amenaza con condenar al Partido a la parálisis y a una dolencia crónica, que amenaza con entregar el Partido a merced del oportunismo…”. STALIN

El ALBA (Alternativa Bolivariana para

las Américas) dispone de un respaldo

contundente: el petróleo. Esto quiere

decir que tiene un enorme poder

financiero en sus manos que la pone a

salvo de las presiones y chantajes del

FMI y todos los instrumentos

financieros del imperialismo.

Es la escasez física del petróleo la que

determina su precio y no la avidez

coyuntural del mercado. Hoy se ha

convertido en un elemento de enorme

importancia estratégica. Por eso contar

con Venezuela como organizadora del

ALBA es una verdadera garantía de su

éxito. Frente a la agonizante ALCA, se

levanta vigorosa el ALBA.

EL ALBAEL ALBAEL ALBA