Revista15

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Revista de información para el profesorado de Religión • Grupo Everest • Mayo 2011 • 7ª época, número 15 Sugerencias: ¡ Qué pasada de vida! Cuento: El hatillo de la vida Experiencias: Manchitas olisquea Educación PRIMARIA Educación INFANTIL Religión Católica Para más información 902 123 400 www.everesteducación.es 5 PRIMARIA R E L I G I Ó N C A T Ó L I C A Dirección pedagógica: Antonio Salas Ximelis GUÍA DIDÁCTICA NOVEDAD 5º y 6º 6 PRIMARIA R E L I G I Ó N C A T Ó L I C A Dirección pedagógica: Antonio Salas Ximelis 6 PRIMARIA R E L I G I Ó N C A T Ó L I C A Dirección pedagógica: Antonio Salas Ximelis GUÍA DIDÁCTICA 5 PRIMARIA R E L I G I Ó N C A T Ó L I C A Dirección pedagógica: Antonio Salas Ximelis A FRANQUEAR EN DESTINO NO NECESITA SELLO APARTADO N.º 28 F. D. 24080 LEÓN REsPuEsTA cOMERciAL F.D. Autorización n.º10070 B.O.C. n.º56 (20-VII-90) TARJETA POsTAL

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Revista Aldebarán de la Editorial Everest. Director Toni Salas

Transcript of Revista15

Revista de información para el profesorado de Religión • Grupo Everest • Mayo 2011 • 7ª época, número 15

Sugerencias:

¡Qué pasada de vida!

Cuento:

El hatillo de la vida

Experiencias:

Manchitasolisquea

Educación primaria

Educación infantil

Religión Católica

Para más información

902 123 400www.everesteducación.es

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Todo comenzó allí...

MEDIA LUNA FÉRTILObserva los mapas que te presentamos en esta página. Es lo que los his-toriadores llaman «El Creciente fértil» o «Media Luna fértil».

Se llama Media Luna por su forma aproximada, y fértil porque se dibuja sobre los grandes ríos (Tigris y Éufrates al este y Nilo al oeste) alrededor de los que surge la civilización occidental (agricultura, ciudad, escritura, leyes…), ya que se considera que en esta zona se originó la revolución neolítica en Occidente.

Este es el escenario de la vida de Abrahán, desde Ur de Caldea, casi en la unión del Tigris y el Éufrates, hasta Palestina, pasando por Egipto.

Estas grandes civilizaciones de Mesopotamia y Egipto nos han dejado unos restos maravillosos… pero han desaparecido.

Sin embargo, en el centro de esa Media Luna hay un pequeño río y una península desértica (el río Jordán que baña Palestina, y la península de Ara-bia) que serían la cuna de las religiones monoteístas que han conformado el pasado, presente y futuro de Occidente.

Los «hijos de Abrahán» comenzaron su andadura en estas tierras, andadu-ra que les llevaría a extenderse por todo el mundo cumpliendo la promesa que les hizo Dios tras haber comprobado su total fidelidad:

«Yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la playa, y se adueñará tu descendencia de la puerta de sus enemigos. Por tu descendencia se bendeci-rán todas las naciones de la tierra, en pago de haber obedecido tú mi voz».

(Gn 22, 17-18)

Actividades3 Busca en un atlas a qué países co-

rresponde hoy la llamada «Media Luna fértil». ¿Por qué son tristemen-te famosos ahora?

Para el periódico:Sección RESEÑA HISTÓRICA

EL PERIÓDICO DE LASBUENAS NOTICIAS

Situación de PaleStina: Lee con aten-ción esta página y, sobre todo, reco-ge datos a partir de la actividad 3. Mira también lo que se indica en la última página de la Unidad para de-finir tu trabajo.

A lo largo del curso te haremos su-gerencias para realizar un periódico, el de «Las buenas noticias». En cada Unidad se trabajará una sección. ¡Ánimo, periodista!

Especialmente los grandes acontecimientos de la Biblia tienen lugar en este espacio. Palestina forma parte de él. La Media Luna fértil señaló el camino obligado para el paso de los emi-grantes, de las caravanas y de los ejércitos de los grandes impe-rios de la antigüedad. Situada estratégicamente en el centro, Palestina vivirá sometida a la presión de dos grandes imperios: Asiria-Babilonia por el norte, y Egipto, por el sur.

Lago de Galilea

Desierto del Sinaí

Arabia

Río Jordán

Mar Muerto

Mar Rojo

Mar Mediterráneo

Egipto

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Golfo Pérsico

Mesopotamia

Río Tigris

Río Eufrates

Mar Rojo

Mar Mediterráneo

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...y se resume aquí2

Actividades

4 Escribe una breve historia de la iglesia de tu barrio o pueblo. Hazlo también con la mezquita u oratorio musulmán si lo hay.

«Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha; que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti,si no pongo a Jerusalénen la cumbre de mis alegrías».

(Sal 136, 5-6)

Símbolo de tres religiones

Jerusalén es la ciudad sagrada de los judíos, pero también es un lugar de extraordinaria importancia para cristianos y musulmanes, que la conside-ran «ciudad santa» por estar ligada a momentos decisivos de su historia.

Los cristianos ven en Jerusalén el lugar donde se desarrolló la pasión y muerte de Jesús y donde comenzó el cristianismo.

Para los musulmanes es la tercera ciudad santa del islam, después de La Meca y Medina, y se cuenta que Mahoma dijo que allí una oración valía por mil.

El muro de las lamentaciones

Es el sitio más sagrado del ju-daísmo. Este es el último vesti-gio del Templo de Jerusalén. Los judíos, especialmente en sábado y en festividades señaladas, re-zan por el templo y el reino per-didos en los restos de la muralla exterior del recinto del templo construido por Herodes hacia el año 10 a. C. y destruido por los romanos en el año 70 d. C.

La Cúpula de la Roca o mezquita de Omar

La Cúpula de la Roca es un edi-ficio octogonal con las puertas orientadas a los puntos cardina-les, que fue acabado el año 691. Los musulmanes creen que la roca que se encuentra en su inte-rior es el lugar desde el que Ma-homa subió al cielo, acompañado del ángel Gabriel, para unirse a Alá. Por eso es un lugar sagrado para los musulmanes. Preside la

explanada del templo y es uno de los símbolos más notables de la ciudad.

La iglesia del Santo Sepulcro

El lugar hace referencia histórica a la sepultura de Jesús en una época comprendida entre los años 30 y 33. Esta basílica, tam-bién llamada de la Resurrección, uno de los centros más sagra-dos del cristianismo, ha sido un importante centro de peregrina-ción desde el siglo IV.

JERUSALÉN

Tú, yo, los otros

Es una ONG que cree en la justicia, la solidaridad y la paz, y trabaja para cambiar el mundo. Para ello, actúa de una manera integral, cooperando en más de 500 programas de desarrollo en más de 50 países de África, América y Asia; actúa en emergencias, fo-menta el comercio justo y promueve campañas de sensibilización y movilización social.

Suma sus esfuerzos al de las otras doce ONG de Oxfam Interna-cional, para conseguir una mayor eficacia en su labor de combatir la pobreza y la injusticia buscando la dignidad humana.

Valores

Las mujeres y los hombres que forman Intermón Oxfam compar-ten una serie de valores que podemos encontrar en el Evangelio.

¿Qué hace Intermón Oxfam?

Trabajar en los siguientes campos:

• Relaciona los proyectos de Inter-món Oxfam con el campo al que corresponden; para ello, utiliza las letras y los números de cada apartado.

• ¿Qué otros ámbitos de trabajo sugieres tú que abarque esta ONG en un fututo? ¿Te gusta-ría ser colaborador suyo? ¿Por qué?

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INTERMÓN OxfAM

• Relaciona en tu cuaderno, mediante flechas, estos valores con sus definiciones ya que en la tabla aparecen descolocados.

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Apoyar a 113 grupos productores de África, América La-tina y Asia, ofreciéndoles las herramientas y la asistencia técnica necesarias.

Cooperativa Agrícola de Daloa (CAKD), fue fundada en 1999 en la región de cultivo de cacao en Costa de Marfil. Ha pasado de 600 a más de 3 800 miembros, el 15% de los cuales son de ascendencia indígena.

Cambiar la situación de pobreza y exclusión de los hom-bres y mujeres en Perú.

Música Solidaria: nocturama (Sevilla), SOS 4.8 (Murcia), Cultura Urbana (Madrid).

Atender a 300 000 refugiados en Sudán.

Modernización de campos de arroz en Haití.

CamposProyectos

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PROYECTOS DE DESARROLLO

ACCIóNHUMANITARIA

CAMPAñAS

COMERCIO JUSTO

Justicia

Dignidad humana

Solidaridad

Compromiso

Coherencia

a) Un valor inherente a todas y cada una de las personas, que les confiere el derecho inalienable de vivir en libertad y en unas condiciones adecuadas para desarrollarse, como individuos y miembros de su comunidad, en todas las dimensio-nes del ser humano.

b) Con las personas y la causa de la justicia, porque tienen la convicción de que la continuidad y la fuerza de nuestras acciones transformadoras es el resultado de la responsabilidad que asumimos y de la profundidad de nuestras convicciones.

c) La capacidad para cambiar la vida de las personas que sufren, será mayor si las acciones y declaraciones se ajustan a las convicciones. Aspiran a creer en lo que hacen, a hacer lo que dicen y a decir lo que creen, tanto dentro como fuera de nuestra organización.

d) El reconocimiento y la creación, a escala universal, de las condiciones que permitan a todas las personas el pleno ejercicio de todos y cada uno de los derechos humanos.

e) Hace que nos sintamos responsables de la situación de nuestros semejantes, especialmente de los más vulnerables y desfavorecidos.

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Aplícate el cuento

1 Los que miran sin ver.

2 Mirarse con buenos ojos.

¡Qué suerte es tener un amigo como Luis! Algunos piensan que es cie-go, pero están en un error. No ve, pero no está ciego. Él me ha enseñado a mirar las cosas de forma distinta.Cuando Luis está con una chica no le importa si es fea o guapa, si es alta o baja, si está delgadísima o rellenita, si tiene pecas o no… Él no ve esas cosas. Solo mira el afecto, el cariño, la simpatía, la sinceridad. Eso es saber fijarse en lo importante.Cuando va por la calle, se para al oír un pájaro cantar. En clase, sabe la hora que es gracias a las campanadas de un reloj que yo antes nunca había escuchado. La música le inunda. Se emociona al sentir cualquier cosa bonita. Además, se mueve con un ritmo alucinante.Cuando te coge de la mano, adivina enseguida si tienes alguna preocupa-ción. Por el tono de voz, intuye si estás de buen humor o en baja forma.Y es listo. El primer día de clase me preguntó por mi hermano mayor. Lo adivinó porque mis libros no olían a nuevos.Gracias, Luis, por enseñarme a mirar.

Con frecuencia, solemos mirar las cosas que nos rodean. Pero de todas las cosas hermosas, tú eres la más importante. Es esencial para tu felicidad que te sepas mirar a ti con cariño, con optimismo, con estima. Si ya lo haces, estupendo. Pero si no lo has conseguido todavía, aquí te proponemos algunas pistas:1 Elabora una lista de las cosas que sabes hacer, de tus éxitos

personales, de tus buenas amistades, de un buen momento, de tu mejor nota en los exámenes… Si alguna vez viene a tu cabeza la equivocada idea de que no vales para nada, saca esa lista. Te vendrá bien.

2 Intenta buscar el lado bueno de las personas que te rodean. Además de entrenarte para hacer lo mismo contigo, te servirá para que los demás también sepan valorarte mucho más.

3 No te compares con nadie. Tú eres un ser único, distinto, diferente. Cada uno es como es. Si debes cambiar, no es porque los demás sean mejores o peores; es solamente por ti.

4 Valora positivamente todas las diferencias (ideas, simpatía, gustos, estatura, peso…).

5 Mírate al espejo y valora tu cuerpo.6 Puede que alguien de tu alrededor, con sus mejores intenciones, solo

sepa descubrir en ti fallos. Recuérdate que te ayudará mucho más si también se fija en tus aciertos.

• Has aprendido cómo Luis podía mirar, aunque no pudiera ver. Descubre tú ahora cómo alguien que no puede oír, sí que puede escuchar; o alguien que no puede hablar, sí que puede decir muchas cosas. Pon ejemplos reales.

• Vamos a trabajar con los números 1, 2 y 5. En primer lugar, da una respuesta personal, que sea propiamente tuya, anotándola en el cuaderno. En segun-do lugar, formando grupos de tres com-pañeros, citad en vuestro cuaderno lo que corresponda a los otros dos miem-bros. Para finalizar, os lo comunicáis unos a otros.

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Proyecto Abbacanto 2.0

Religión CatólicaESO

Los libros digitales reproducen, en alta definición, las páginas del libro impreso e integran contenidos interactivos y audiovisuales.

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✁EDITORIAL EVEREST, S. A. (con CIF A-28399970 y domicilio social en Madrid, calle Manuel Tovar, 8), le informa de que sus datos serán tratados e incluidos en sus ficheros con fines publicitarios, incluso por correo electrónico, y comerciales, y a tal efecto pueden ser cedidos a EVEREST DE EDICIONES Y DISTRIBUCIÓN, S. L., GRUPO EVEREST DE COMUNICACIÓN, S. L., LA BOUTIQUE DEL LIBRO Y EL OCIO, S. L. así como a otras empresas que integran el Grupo Everest dedicadas a actividades de impresión, encuadernación, edición, publicación, distribución y venta de libros y otra clase de publicaciones, así como a otras entidades en tanto que sea necesario para el desarrollo de la finalidad anteriormente indicada. Comuníquenos cualquier modificación de sus datos. Podrá ejercitar los derechos, de acceso, cancelación y oposición mediante comunicación escrita acompañada de copia del DNI ante EDITORIAL EVEREST, S. A., Dpto. de Base de Datos, en León, carretera León- A Coruña, km 5, s/n, código postal 24010. Si no consiente el tratamiento y cesión de sus datos, marque esta casilla .

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Han pasado siete años de un eslogan ("más gimnasia y menos religión"), que se ha pretendido que cuajara para lograr un cambio en la sociedad. Algunos lo han calificado de "ingeniería social". Son muchos los botones de muestra de la política

de acoso, pero no de derribo, a la enseñanza de la religión y a la religión católica, por parte del autor del eslogan. Por, destacar algunos, podríamos señalar el hecho de justificar la defenestración de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación con el falaz argumento de que esta ley pretendía hacer obligatoria la enseñanza de la religión; la derogación del real Decreto que legislaba acerca de esta enseñanza; la imposición de una legislación derivada de la LOE con la pretensión de dar “jaque mate” a la misma, introduciendo en su desarrollo legislativo, como alternativa, las Medidas de Atención Educativa (MAE), que ha supuesto que en los centros la elección sea, de una manera efectiva y vulnerando la misma ley, elegir entre religión o nada. Y no digamos del Bachillerato que, al no contemplar ninguna alternativa, ha facilitado que la enseñanza de la religión se la sitúe a primera o a última hora y se haya producido un descenso vertiginoso de demanda, ya que se exige ser héroes para elegirla. Se ha fomentado la desaparición de símbolos religiosos, la retirada de crucifijos donde aún existían, pues hace ya muchísimos años que no se dota de ellos a los centros. En resumidas cuentas, el deseo de recluir la religión al ámbito de lo privado; caricaturizar la labor de los docentes de religión como adoctrinadores, catequistas o evaluadores de la fe; y, gracias a Dios, menos mal que no ha llegado a ver la luz la cacareada ley de libertad religiosa, que pretendía precisamente todo lo contrario: cercenarla. La vigente ley, que es de 1980, ni nombra a la Iglesia católica por mucho que se nos haya vendido que era necesaria dicha ley para acabar con los privilegios de esta confesión. Y el Presidente del Gobierno, que ha hecho de todo ello bandera, y que con gestos y palabras ha demostrado ese desprecio hacia la religión católica, acaba de decir que no se presentará a las próximas elecciones. Es difícil encontrar a alguien tan sectario y tan beligerante contra una concreta religión, la católica. Sus hechos y dichos están más cerca de una mentalidad laicista que de una laicidad positiva tal y como la presentó su homólogo francés Sarkozy. A pesar de su política laicista, en el presente curso han elegido la asignatura de religión católica 3.172.537 alumnos frente a 1.297.654 que no la han elegido. Lo cual supone un 71%. Mal que le pese, por algo será.

Quienes creemos que la religión ha jugado, juega y jugará un papel importante en la vida de las personas y en la vida de las sociedades, y que la libertad y no la imposición es un bien preciado que hay que fomentar, debemos alzar la voz para exigir que una materia curricular garantizada como derecho fundamental por nuestra Constitución deje de estar arrin-conada, acosada. Queremos que siga siendo, para aquellos que libremente deseen elegirla, un ámbito de experiencias y conocimientos que fomente su desarrollo integral, que les ayude a plantearse preguntas de sentido, que les permita comprender mejor la historia, el arte, la sociedad, la música, la literatura... y les aliente para ser mejores personas y mejores ciuda-danos. Y ello podemos exigirlo nuevamente a quienes vayan a gobernar las Comunidades Autónomas a partir del 22 de mayo. La excelencia no se mide solo por los conocimientos, debe medirse también por la calidad y calidez humana de quienes se forman en nuestras aulas. Y a esa excelencia contribuimos, en todos los rincones de España, los profesores y profesoras de religión.

la brújula • La pedagogía de Jesús 3ª parte (Nuria Calduch-Benages, Docente de Antiguo Testamento en la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma)

el cuento • El hatillo de la vida (Julia González Blanco)

taller • Las competencias básicas desde un valor (Gloria Laya, profesora de Religión de la Diócesis de Getafe)

etimología • Adán, nombre de hombre (José María Pujol)

sugerencias • ¡¡¡ Qué “pasada de vida”!!! (José Luis García Peña)

el póster • (Ilustración de Ramiro Undabeytia)

claves para entender • La María Magdalena desconocida (I) (Chema Pérez-Soba)

la Biblia • Las bienaventuranzas, un reto para una sociedad en crisis (Juan Antonio Mayoral) para pensar • Sobre la carta de un maestro (Jorge Sans Vila)

experiencias • Manchitas olisquea (Belén Domínguez)

internet en el aula • Ha fallecido el sentido común (Miguel A. Majo)

iconografía religiosa • Desde la puerta del cielo. La "stupa" de Sanchi (Silvia Martínez Cano)

Sumario n.º 15

Mayo, 20117.ª época, número 15rEVISTA ALDEBArÁNes una publicación de Grupo EvErEst

CENTrAL Y EXPOrTACIÓNCtra. León-A Coruña, km. 5 Apartado 339 24080 LEÓN

e-mail: [email protected] de Ediciones y Distribución, S. L.Servicio de Atención al Cliente: 902 123 400

Fax: 902 180 870e-mail: [email protected]

1 - LEÓN (Central)Ctra. León-A Coruña, km. 5 Apdo. 339 - 24080 LEÓN

Atiende: A Coruña, Asturias, Badajoz, Burgos, Cáceres, León, Lugo, Ourense, Palencia, Pontevedra, Salamanca, Valladolid y Zamora

2 - ZONA NOrTENavarra 6 - 5.º Dpto. 3 - 48001 BILBAO

Atiende: Álava, Cantabria, Guipúzcoa, Huesca, La rioja, Soria, Teruel, Navarra, Vizcaya y Zaragoza

3 - CATALUÑAConcepción Arenal, 144-146 - 08027 BArCELONA

Atiende: Baleares, Barcelona, Girona, Lleida, Tarragona y Principado de Andorra

4 - MADrIDManuel Tovar, 8 - 28034 Madrid

Atiende: Madrid, Ávila, Ciudad real, Cuenca, Guadalajara, Segovia y Toledo

5 - LEVANTE• OFICINA ALICANTE: Avd. Mare Nóstrum, 22 - 03007

ALICANTE - Atiende: Alicante y Murcia.• OFICINA VALENCIA: Bélgica, 22 - 46021 VALENCIA

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6 - ANDALUCÍAParque Industrial P.I.S.A. - Lonja,17 - 41927

MAIrENA DE ALjArAFE (Sevilla)Atiende: Almería, Cádiz, Ceuta, Córdoba, Granada,

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Consejo Editorial:juan Carlos Carrascosa Calpena

Fernando rodríguez Pereyra Nuria Mayoral del BarrioVerónica Núñez Martínez

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Depósito Legal: LE - 1030 - 2004

Fotografía de cubierta: Antonio Salas Ximelis

Antonio Salas Ximelis

Diario de a bordo¿Más gimnasia y menos religión?

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Para presentar una visión global de la pedagogía de jesús, seguiremos las tres fases clásicas de la práctica pedagógica: fase de motivación, fase

de impregnación, fase de interiorización. Estas tres fases corresponden a lo que tradicionalmente se llamaba: des-pertar, adquirir y asimilar. Aunque la enseñanza de jesús no sea de tipo escolar, su método didáctico necesita un público, unas informaciones que transmitir y un deseo de ser eficaz y perdurar. Así pues podemos presentar lo que jesús hace y dice para despertar la atención de sus des-tinatarios, lo que anuncia y realiza para mantener dicha atención y, por último, lo que declara y lleva a cabo para enraizar definitivamente su mensaje en la memoria de su público.

Despertar la atención del público

Estamos ante una pedagogía oral, cuya principal meta es interesar al público. De no ser así, fracasa rotundamente.

1. La principal tarea de jesús es la de darse a conocer y mostrar su competencia como predicador, como profeta y como Mesías (recordemos que en aquella época en Palestina se esperaba al Mesías).

2. jesús utiliza la intriga como instrumento pedagógico. La gente no sabe quién es y Él tampoco lo dice claramente. Es más, se lo pregunta a los discípulos: «Y, vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (Mt 16,15).

3. Los milagros son también para jesús un instrumento pedagógico que le da a conocer, le hace famoso y pone de relieve el carácter sobrenatural de su persona.

4. Curaciones y exorcismos. jesús terapeuta y pedagogo al mismo tiempo. Mediante las curaciones jesús enseña a los enfermos y los sanos lo que es esencial en la vida: la capacidad de vivir como imagen de Dios de acuerdo con su fe.

Mantener la atención del público

El éxito del pedagogo no es solamente lograr la atención del público, sino mantenerla. Para ello, jesús utiliza:

1. La contestación en sentido de rebelión, de crítica al orden establecido (pensemos en el episodio del templo o cuando denuncia la hipocresía de los fariseos…). Esta actitud contestataria produce un efecto de «shock» que interpela a cuantos le rodean. Les inquieta, les mantiene en vilo, no les deja indiferentes.

2. Paradojas y cambio total de los valores. Paradojas como «Felices los pobres de corazón… Felices cuando os persigan… Amad a vuestros enemigos» son enseñanzas «contrarias a la opinión», que no se pueden entender y, menos aun, aceptar fuera de contexto. Solo se entienden a partir de la persona que las predica. Las paradojas encierran una verdad que cada uno debe descubrir por sí mismo.

La pedagogía de Jesús (Tercera parte)

Nuria Calduch-Benages. Docente de Antiguo Testamento en la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma) • Ilustración: Ramiro Undabeytia

la brújula

El cambio de valores: «quien quiera guardar su vida, la perderá», «quien ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí»… engendra sorpresa y deseo de comprobación. De este modo, jesús crea un público des-pierto, crítico, y que a pesar de todo le sigue. Consigue que el auditorio capte que hay valores escondidos que dan sentido a la vida.

3. El método de hacer preguntas es muy usado por jesús: «Si amáis solo a aquellos que os aman, ¿qué recompensa tendréis?». «Si la sal se vuelve sosa, ¿con qué se la sala-rá?» Hay varios tipos de preguntas. Algunas requieren respuesta. Otras son figuras de estilo, que quieren cen-trar la atención del auditorio. Otras son tan fuertes, que nadie se atreve a responder. jesús practica este método, sobre todo para despertar la consciencia del que le escu-cha y ayudarle a que él mismo encuentre la respuesta. recordemos la parábola del Buen Samaritano.

4. El procedimiento del silencio. Muchas veces jesús no responde a las preguntas que le hacen, sobre todo cuan-do son capciosas. Hay un caso extraño y difícil en Mt 15,22-28 (la mujer pagana que suplica a jesús que cure a su hija), que junto con el fracaso de su predicación en Nazaret son los únicos que pueden considerarse como excepciones. jesús no responde cuando le acusan y guar-da silencio sobre su título de Cristo. Así mantiene el interés de los judíos por su persona y predicación.

5. Las parábolas son instrumentos pedagógicos muy valiosos. Contamos con unas 30 parábolas en los evan-gelios. Éste era un género literario muy conocido en la época de jesús. Son historias breves con personajes fic-ticios, que jesús utiliza para evocar una realidad mucho más profunda que se esconde tras la simplicidad de lo que explica. jesús no enseña con ideas, sino a través de narraciones.

6. El material simbólico. jesús utiliza metáforas como «el reino de los cielos», «hijo del hombre», «buen pastor», «luz del mundo», etc. y símbolos como el pan y el vino para referirse a su cuerpo. A través de símbolos y metáforas, jesús ilumina un mundo que está más allá del nuestro, y pedagógicamente esto es muy atractivo. Quien le escu-cha siente el deseo de entrar en ese mundo, de acercarse al misterio.

Fijar la atención del público

Si despertar la atención y mantenerla ya es difícil, mucho más difícil es conseguir fijarla.

1. Una puesta en escena pedagógica. jesús sabe que cuanto más numeroso es el público, más necesarias son las manifestaciones espectaculares para mantener su interés. Dos son dignas de mención: la expulsión de los mercaderes del templo y la entrada mesiánica en jerusalén. En esta última, jesús enseña sin pronunciar una sola palabra.

2. Las controversias. Algunos fariseos se escandalizan del comportamiento poco religioso de los discípulos de jesús (no respetar las normas de pureza: lavarse las manos etc.) y buscan querella. jesús no se calla y discute con ellos. La controversia tiene una finalidad pedagógica, porque pone de manifiesto los puntos débiles de un razonamiento capcioso. jesús tiene el arte de desenmascarar a los hipó-critas y malpensados. jesús acepta las controversias públi-cas, aun a sabiendas de que esto le acarreará la muerte.

3. La repetición machacona. En el cuarto evangelio solo hay una discusión que se prolonga capítulo tras capítulo: las autoridades judías rechazan la legitimidad de jesús y viceversa. A lo largo del evangelio jesús va repitiendo unas pocas ideas aparentemente simples: «yo vengo de Dios», «yo digo la verdad», «yo enseño la voluntad de Dios», de manera que se graben en la mente de los des-tinatarios de su mensaje.

4. Algunos procedimientos mnemotécnicos como la aso-ciación de ideas, la fórmula de insistencia («en verdad en verdad os digo»,15x), antítesis o aliteraciones son utilizadas por jesús con frecuencia para que quienes le escuchan puedan memorizar sus enseñanzas.

5. Discursos e instrucciones a los discípulos. A veces habla a todo el mundo (discurso de la montaña), y otras veces se dirige solamente al grupo de sus discípulos para que vayan conociendo mejor su mensaje. Dignos de mención son los discursos de despedida en los capítulos 13–17 del evangelio de juan.

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“El éxito del pedagogo no es solamente lograr la atención del público, sino mantenerla”

1. Una pedagogía del éxito. Curación de un paralítico en Cafarnaún (Mc 1,1-12)

2. Una pedagogía del descubrimiento. La parábola del sembrador (Lc 8,4-15)

3. Una pedagogía de la ruptura. La mujer adúltera (Jn 8,2-11)

4. Un fracaso pedagógico de Jesús. La predicación en Nazaret (Lc 4,16-30)

5. Una pedagogía magistral. Las Bienaventuranzas (Mt 5,1-12)

Ejemplos de la pedagogía de Jesús

Cuando el sol del día se apaga, des-aparecen los caminos y es imposi-ble seguir. Es entonces cuando la

vida parece detenerse y nos invita a pregun-tarnos qué hemos hecho con el tiempo vivido.

Ante la imposibilidad de seguir caminan-do entre la negrura de la noche, quiso la ca-sualidad que tres personas, ancianos por más señas, se cobijasen en una triste posada.

Los tres, que no se conocían entre sí, se juntaron alrededor de la lumbre para secarse de la humedad de los caminos. En medio del crepitar del fuego, uno de ellos, el que por-taba un gran cofre, rompió el silencio y dijo: -¡Qué triste es la noche… y más al final de la vida! Y añadió, dirigiéndose al de su izquier-da. – Buen hombre, perdone, ese ataúd que lleva, ¿es para usted? A lo que el otro repuso: - Hace mucho tiempo, lo que ahora es ataúd, fue una caja rebosante de vida; mi caja de la vida. Pero... la vida me fue robando a mis seres queridos, y yo fui muriendo con cada uno de ellos. Así perdí ilusiones y esperanzas, hasta que me quedé tan solo con la tristeza y la soledad: mis únicas compañeras desde hace ya muchos años.

–Pues a mí continuó el anciano del gran cofre, la vida me ha robado el tiempo, pero yo he sabido arrancarle sus ma-yores riquezas y ahora poseo una importante fortuna que me da seguridad para vivir cómodamente el resto de mis días.

Con gran esfuerzo levantó el pesado cofre y lo abrió. Su caja de la vida rebosaba perlas, piedras preciosas y metales valiosos que a la luz de las llamas adquirían un brillo mágico y cautivador.

El tercer anciano, que contemplaba la escena, fue interro-gado por el hombre del gran cofre. –Buen hombre, no veo su caja de la vida, ¿es que le ha ido tan mal?

El tercer anciano señalando su hatillo, respondió: –Ahí está mi caja de la vida.

El anciano enriquecido continuó su interrogatorio: -¿Tiene usted un mísero hatillo por caja de la vida? Ciertamente a usted no le ha sonreído la fortuna como a mí. Y añadió: - Si me lo permite, siento curiosidad por saber qué lleva en el interior de ese ajado y descolorido tejido.

El tercer hombre satisfizo la curiosidad del anciano del gran cofre y, deshaciendo el nudo del hatillo comenzó a sacar un papel con una larga lista de amigos y…, fotos de mil y un momentos vividos, y… frasquitos con aromas de seres queridos, y… una gran bufanda de abrazos, y… una cantimplora con agua fresca para dar vida y limpiar las manchas del rencor, y… unas cuantas agujas de reloj para compartir el tiempo, y… varios sobres con sonidos de besos, y de palabras bonitas. ¡Ah! Y… dos guantes de la más fina piel para acariciar y mostrar el cariño.

A la mañana siguiente, el hombre del hatillo se despidió de los otros dos, recogió sus ligeros y escasos bienes y con el tejido elaboró una cometa. Con ella se elevó hasta des-aparecer. El anciano rico también quiso volar pero su cofre era demasiado pesado; lo intentó una y otra vez hasta que ya exhausto sus brazos no pudieron más y dejaron caer el cofre sobre él. Paradojas de la vida: el cofre le arrancó la vida, la mayor de las riquezas, a aquel que la había cambia-do por lo supuestamente más valioso. En cuanto al anciano del ataúd: Doña Tristeza y Doña Soledad tuvieron que hacer pocos esfuerzos para depositar su cadáver en el ataúd. El anciano había muerto aquel día en el que se le acabaron sus ilusiones y esperanzas.

Pistas para trabajar:

•En el camino de la vida, ¿cuál es tu equipaje: ataúd, cofre o hatillo?

•¿Eres consciente de todo aquello con lo que llenas tu caja de la vida? ¿Lo eliges o es impuesto?

•Para que nuestra vida sea plena y feliz, ¿qué debe contener nuestra caja de la vida?

el cuento

Texto: Julia González Blanco • Ilustración: Ángeles Peinador

Cuen

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vida

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El hatillo de la vida

S e ha trabajado el Valor de la Caridad en la clave de la competencia cultural y artística. No obstante, también hemos trabajado otras competencias. El

proceso ha sido el siguiente:

- Hemos realizado un juego de parejas donde los niños han tenido que dibujar, colorear, recortar, investigar…

- Los alumnos han buscado en la biblia la frase de jesús que corresponde a cada momento y en cada encuentro con un personaje.

- Después, han dibujado y coloreado a los personajes.

- Han recortado círculos de cartulina y en ellos pegan sus dibujos.

¿QUÉ PRETENDEMOS?

- Que memoricen ciertas frases puntuales del amor de jesús a cada persona.

- Que desarrollen destrezas artísticas, fomentando su imaginación al dibujar los personajes con los que se encuentra jesús.

- Que mantengan atención en el juego y aprendan a respetar su turno.

- Que potencien la memoria visual y retentiva.

- Que fomenten su admiración por las respuestas de jesús en los distintos encuentros.

Materiales- Cartulina.- Papel charol.- Lápices de colores.- Tijeras.

- Pegamento.- Compás.- Rotuladores.

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taller

Taller para trabajar las competencias básicas desde un valor

Texto y fotografías: Gloria Laya, profesora de Religión de la Diócesis de Getafe

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etimología

Tras el logos y el spiritus, echemos un vistazo a la etimología y mitologías del “hombre”. Es muy sen-cillo. Los profes de latín dirán que nuestro sustantivo

procede del latín hominem (apócope de la desinencia de acusativo –m, síncopa de la i breve postónica, disimilación progresiva mn > mr y desarrollo de una b epentética… Hombre). El término homo es el que da sentido al colectivo “ser humano”, y en castellano desplaza al vir latino (varón) cuando tiene que oponerse a "mujer". Pero me quedo con el término “humano”, porque comparte la raíz con homo. La comparte en que los humanos son los que fueron sacados del humus, que queda hoy como cultismo. Es el suelo orgá-nico, productivo; no es simple terra, cuya palabra entronca con una raíz indoeuropea (*ters-) relacionada con el con-cepto “seco” (cf. en inglés thirst: sed). Hasta aquí el homo.

Lo genial es que la analogía de ideas se complementa con el nombre del primer humano en la Biblia, Adam, que quiso ser llamado así por su composición, el terroso, al que Dios creó (Gen. 2, 7) a partir de “polvo de la tierra” afar min-adamah (la tierra en hebreo es arets, mientras que en-tendida como suelo rojizo habitable es adamah). Asombro-so cómo lenguas ni siquiera emparentadas, se encuentran en cómo llamar al hombre.

El término a)/nqrwpoj (ánthropos) griego se nos escapa en cuanto a etimología relacionada con suelo, tierra, etc., Sócrates le cuenta una etimología ocurrente, pero falsa, a Hermógenes en Crátilo: la del ser que "examina" (anathreí a)naqrei) al tiempo que ve (o)/pwpe, ópope); sin embargo, sí contamos con la descripción que hace Pseudo-Apolodoro en su Biblioteca Mitológica para plasmar cómo Prometeo modela al hombre, a)po\ gh=j kai\ u(/datoj (apó gues kai hýdatos), es decir, a partir de tierra y agua, lo que daría,

claro, barro con el que modelar. El término griego que más analogía tendría con los anteriores sería el de "autóctono", compuesto de xqw/n, xqono/j (jthonós) que significa suelo y "tierra cultivable". Los autóctonos eran, en cambio, no los humanos sino los brotados de la tierra en un determinado territorio. Estos seres ctónicos solían tener parte de reptil, por no separarse de su madre, que los engendró, y porque veían que entraban y salían del suelo.

Vista la creación bíblica y la mítica griega, Ovidio en Metamorfosis relata que un opifex rerum (un artesano –de-miurgo) genera la semilla; luego menciona a Prometeo, quien también "mezcla la tierra recién creada que retenía semillas de su pariente éter mezclada con el agua de la lluvia a imagen de los dioses que todo lo gobiernan". Pero como seres superiores a imagen de la divinidad, a esta tenemos que buscarla en las alturas. Por eso, mientras el resto de animales viven prona terrae (inclinados al suelo), a nosotros “nos ordenó mirar al cielo y elevar el rostro ergui-do hacia las estrellas” (caelumque videre iussit et erectos ad sidera tollere vultus).

En fin, nos tocó el suelo. Y es que los dioses, que eran “Dei” (o dii; compartiendo étimo con “dies, diei” como “luz”), tenían que estar arriba, como el Altísimo. Son los “superi”, y les tocó ser habitantes del cielo, celícolas. Y a nosotros, que estamos hechos de humus, nos corresponde humillarnos ante su grandeza, nos premian si somos humil-des, apegados a nuestra esencia térrea, pero si queremos ser como ellos, los superi, nos volvemos superbi (soberbios), y la soberbia la castigan por exceso, desmesura en distan-ciamiento de nuestro ser, como Ícaro o como la torre de Babel. Pero eso de la desmesura en las distintas culturas, da para otra historia.

Texto: José María Pujol • Fotografía: Antonio Salas Ximelis

Adán, nombre de hombre

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sugerencias

SENTIDO Y MOTIVACIÓN DE LA ACTIVIDADHay personas cuya manera de estar en la vida es la de “pasar por ella”; otras personas “pasan de ella”, y otras que por su compromiso personal, por el sentido pleno que la dan, podemos decir...“¡Qué pasada de vida!”.La persona de jesús, a través de su vida, mensaje y signos muestra un itinerario para buscar y ser feliz en plenitud, para llevar una “pasada” de vida.A través del análisis cultural y religioso de tres obras de arte, presentamos la propuesta de itinerario del propio jesús.

SENTIDO: “¡Qué pasada de vida!” la de quien sirve, se entrega sin límites ni fronteras por amor.OBRA: Última Cena, de Vicente Masip. renacimiento Español.DATOS: jesús en el Centro ofreciendo su pan, expresando su entrega personal. Todos pendientes de Él. jarrón y jofaina como manifestación del signo de servi-cio al lavarle los pies. Todos, menos judas, con la aureola de la Santidad y el nombre del apóstol escrito.TEXTO BÍBLICO: Mt 26,19-28.SIGNOS: Pan y vivo. Manos y corazón como muestra del servicio por amor.RECURSOS DE APOYO: Canción y vídeo Gente de Presuntos Implicados. Soli-daridad de Luis Alfredo.

SENTIDO: “¡Qué pasada de vida!” la de quien se entrega hasta el final y como el grano de trigo muere para dar fruto”.OBRA: El Descendimiento, de roger van der Weyden. Gótico Flamenco.DATOS: jesús muerto en el centro de la escena. Paralelismo de los personajes: jesús y su madre, María; juan y Mª Magdalena; Nicodemo y la hermana de María. La escena, dividida en dos partes: los que descienden a jesús y quie-nes están pendientes del desmayo de María. juan llora la muerte de jesús. La calavera recuerda el lugar de la muerte.TEXTO BÍBLICO: jn 19,30-40.SIGNOS: La cruz, grano de trigo, corazón.RECURSOS DE APOYO: Poema A Cristo crucificado, de josé Mª Pemán.Canción de juan M. Serrat, La Saeta. Audición de la Pasión según S. Mateo, de juan S. Bach. Testimonios de personas que han arriesgado o entregado su vida por ayudar o salvar a otras personas.

SENTIDO: “¡Qué pasada de vida!” la de quien trasciende el tiempo y la historia. La de quien pervive”.OBRA: Noli me tangere, de El Correggio. Manierismo italiano.DATOS: El título latino del cuadro son las palabras de Cristo a María: “no me toques, porque no he subido aún a mi Padre”. El pintor describe el pasaje del evangelio en el que Cristo resucitado se aparece a María Magdalena en el huerto cercano al sepulcro ya vacío. María Magdalena no reconoció de momento a jesús, creyéndole el hortelano que cuidaba el huerto. En Cristo no hay rastro del sufrimiento, porque expresa todo el triunfo sobre la muerte.TEXTO BÍBLICO: jn 20,1-18.SIGNOS: Miradas, luz, manos.RECURSOS DE APOYO: Canción y vídeo resurrección, de Amaral. Audición del Aleluya, de Haendel. Investigación de personas que han dejado huella positiva en la historia y en las personas.

Texto: José Luis García Peña • Fotografías: Archivo Everest

¡¡¡ Qué “pasada de vida”!!!

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el póster Ilustración: Ramiro Undabeytia

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Texto: Chema Pérez-Soba • Título del cuadro: La Magdalena penitente • Autor: Caravaggio

Después del éxito de El código Da Vinci, María Magdalena ha conseguido una nueva popula-ridad. Como es lógico, no todas las cosas que

se dicen sobre ella son reales. Por ello, es bueno aclarar, desde el punto de vista de la Historia, algunos puntos sobre su figura.

Por ejemplo, uno de los datos más "jugosos" para la opinión pública es su tradicional condición de meretriz. Lo cierto es que, históricamente, no tenemos constancia algu-na de que María Magdalena fuera prostituta.

Los testimonios más antiguos sobre ella provienen de los evangelios canónicos. Y en ellos no se afirma nunca que María Magdalena se dedicara a la prostitución. Lo que sí se afirma es que jesús la liberó de "siete demonios" y que, probablemente a raíz de esa experiencia de sanación, se unió al grupo de mujeres que seguían a jesús, teniendo un cierto liderazgo en él. junto algunas de estas mujeres, contempla la muerte de jesús en cruz, asiste al entierro y, yendo a embalsamar el cadáver, es testigo de la primera experiencia de la resurrección, que transmite a los discípu-los varones. Solo juan la describe viviendo sola el encuen-tro con Cristo resucitado, siguiendo el recurso literario de personificar en una figura a un grupo, como hace con Nicodemo o la samaritana.

¿Por qué entonces esa imagen tan generalizada de María Magdalena como prostituta? Por una confusión. Desde antiguo algunos autores cristianos quisieron "armo-nizar" los detalles de los evangelios en un solo relato. La intención era buena, pero no era realizable, porque cada evangelio se construye pensando en transmitir de la mejor manera posible la Buena Noticia de jesús a comunidades muy diferentes entre sí. Por ello, en ocasiones los detalles no coinciden. Un caso muy señalado son los relatos de

unción de jesús que se encuentran en los evangelios: Lucas cuenta que jesús es ungido por una mujer pecadora (sin más), en Galilea, en casa de un fariseo llamado Simón. Mateo y Marcos, por el contrario, sitúan la acción en Betania (judea), en casa de Simón, al que llama "el lepro-so". juan, por su parte, sitúa la escena en casa de Lázaro, y es María, la hermana de Marta y Lázaro, la que unge a jesús. Como se ve, no sale María Magdalena por ningún lado.

Es el 14 de septiembre del 591 cuando el papa Gregorio Magno, basado en tradiciones anteriores, con-vierte en una homilía a las tres mujeres de la unción en una sola, llamada María y pecadora. Y, ¿quién era esa María? La Magdalena. ¿Por qué pecadora? Fácil. ¿No se decía que jesús había expulsado de ella siete demonios? Pues, ¿qué significa ese "siete" sino los siete vicios? Y, ¿qué es una mujer así? Una prostituta. Así, la Magdalena se identifica con la prostituta con la que se casó el profeta Oseas, símbolo de los pueblos paganos... Con el éxito y la repercusión de los sermones del papa Gregorio en toda la Edad Media, María Magdalena se convierte, hasta hoy, en una antigua prostituta, símbolo del pecador arrepentido.

Y buen símbolo es que mantiene, sin duda, su vigencia hoy y siempre... si no hace olvidar que el más antiguo título de la Magdalena no fue ese, sino apostola aposto-lorum, "apóstol de los apóstoles", pues, como señalaban los Padres de la Iglesia, si por algo fue trascendental la Magdalena histórica, fue por ser figura central del grupo de mujeres que transmitió la fe a los apóstoles, que reco-noció en el crucificado al Hijo de Dios, vencedor de la muerte, vivo y vivo para siempre. Y este título también es un bello símbolo.

La María Magdalena desconocida (I)

claves para entender

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Conocemos este mensaje en dos versiones, la mateana (Mt 5,1-12), más extensa, y la luca-na (Lc 6,20-23). Nos fijaremos en la primera.

Aunque con matices distintos, todas se refieren, en con-junto, a personas que se encuentran privadas de una vida digna en la sociedad. A ellas, el anuncio de jesús les supone un motivo de esperanza: pues Dios les dará su reino, las consolará y les dará en posesión la tierra. Es decir, cambiará radicalmente la situación que las hace desgraciadas. Pero maticemos.

En la primera bienaventuranza Lucas dice "pobres", en cambio Mateo, "pobres de espíritu". ¿Qué puede significar este cambio? Es probable que Lucas recogiera aquí más fielmente las palabras de jesús, que se corres-ponderían con el comienzo de su ministerio. Pero Mateo ya no quiere reflejar este momento solamente, sino impli-car en esta bienaventuranza a sus lectores, algunos de los cuales no son pobres. Y añade "de espíritu". De ese modo indica a quienes desean seguir a jesú,s que han de interiorizar la pobreza como virtud; que, como Dios, han de socorrer con sus medios a los que sí son pobres de verdad, a los que carecen de medios suficientes para vivir dignamente.

En esta misma línea parece haber añadido también Mateo otras bienaventuranzas, las que no se recogen en Lucas, para implicar a los cristianos de su comunidad en el anuncio eficaz que jesús había proclamado a los

más desvalidos de su sociedad. De ese modo, el reino que se hizo presente en su persona continúa haciéndose realidad en la implicación de sus discípulos en el estilo de vida que Dios quiere: de salvación para todos los hombres, es decir, su justicia.

El segundo grupo, a partir de la quinta, ya no se refiere a grupos sociales, sino que señala actitudes cristianas que responden a las exigencias fundamen-tales de la Buena Nueva de jesús: la misericordia, la limpieza de corazón, la pacificación. El sentido de la misericordia es relativamente claro. La limpieza o pure-za de corazón se refiere a la honradez y nobleza de los sentimientos y las decisiones que tomamos en la vida. Los que trabajan por la paz son, claramente, los que se esfuerzan en poner paz donde no la hay; pero aquí paz no es ausencia de guerra, sino plenitud y desarrollo personal, que es lo que en hebreo implica la palabra "paz" (shalom). La recompensa de Dios será, a su vez, su misericordia, su presencia, su acogida.

Y, por último, jesús llama bienaventurados a los "per-seguidos por causa de la justicia", es decir, a cuantos, por vivir en la justicia que él predicó son maltratados, despreciados, perseguidos e incluso asesinados. Todo esto ha de vivirse con alegría, pues la recompensa será grande.

En conjunto, esta enseñanza supone un reto educati-vo en la formación de la persona, antitético ciertamente con los valores de nuestra sociedad. Pero quien lo predi-có fue un hombre que vivió la vida en plenitud, confiado en las manos de su Padre.

Concluimos con una lectura recomendada: jOSÉ rOMÁN FLECHA, Las bienaventuranzas, caminos de felicidad (BAC, 2011).

la Biblia

Las Bienaventuranzas, un reto para una sociedad en crisis

Texto: Juan Antonio Mayoral, Director de Ediciones Biblioteca de Autores Cristianos y Doctor en Teología • Fotografía: J.A. Mayoral

“En conjunto, esta enseñanza supone un reto educativo en la formación de la persona”

«El maestro de Carrasqueda» (Aldebarán 14) me lleva a desempolvar «Sobre la carta de un maestro», texto desconocido para muchos que nunca tuvieron tiempo de leer «Contra esto y aquello». En estilo inconfundiblemente unamunesco, que obliga a pensar y a preguntarse el lector si también él no pasa por ignorados días de luto y de gran aflicción.

Texto: Jorge Sans Vila

Sobre la carta de un maestro

para pensar

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Recibo una carta de mi amigo y compañero don Antonio González Garbín, profesor hoy de la Facultad de Letras de la Universidad Central de

Madrid y que durante muchos años lo ha sido de la de Granada.

Es el señor González Garbín un anciano venerable y benemérito, hoy casi ciego, que durante una larga vida ha estado educando silenciosa y pacientemente a generacio-nes de jóvenes en el amor y el gusto de las culturas clásicas, griega y romana.

Al leer esto es fácil que se encoja de hombros y deje diseñarse en sus labios una sonrisa de esos que se figuran que el conocimiento directo y el trato con aquellos escritores que han amaestrado a tantas generaciones es hoy, por lo menos, superfluo. Pero como yo creo que aunque el conoci-miento y el cultivo de la antigüedad clásica no contribuyen desde luego a aumentar las rentas de un país, contribuyen, y mucho, a apartar a lo más florido de sus intelectuales de los fáciles pero funestos caminos de la superficialidad, me atengo a creer que González Garbín ha hecho no poco por formar caracteres.

Aquel hombre singular, de recio temple y espíritu com-prensivo; aquel hombre que parecía arrancado al marco del renacimiento italiano y que se llamó Ángel Ganivet, discípu-lo fue de González Garbín, y muchas veces le oí hablar de este con grandísima veneración y como el hombre que más había contribuido a formar su espíritu.

Y ahora viene lo de la carta a la que en la primera línea de este escrito me refiero. Y es que en ella, hablándome González Garbín de ciertas sentencias y originales observa-ciones -es su frase- de un escritor español contemporáneo, cuyo nombre callo por razón que me reservo, aunque dejándola adivinar a los agudos, añade: «Ellas me hacen recordar a aquel discípulo amadísimo mío Ángel Ganivet, en el que perdió la patria española un gran pensador y un consejero de gran valía, de nobilísimo corazón. Los maes-tros pasamos por ignorados días de luto y de gran aflicción. ¡Yo en un corto período de tiempo he llorado a mi querido Ángel; a rafael Torres Campos, que se había conquistado merecida nombradía como científico y pedagogo, y al culto y elegante escritor Atienza, que enaltecía el nombre de España más allá de los mares!».

Pocas veces he encontrado en carta alguna un pasaje tan conmovedor en su severa sencillez clásica, y ha de per-mitirme el venerable maestro que lo saque al público.

Llevo unos veintitrés años dedicado al magisterio -en esta

Universidad diecisiete- y son ya bastantes los jóvenes que por mí han pasado, y creo estar en tan buena disposición como el que más para comprender toda la íntima amargura, toda la intensidad de afectos que late bajo esta sencillísima frase: «Los maestros pasamos por ignorados días de luto y de gran aflicción».

Yo, que sé cuánto quería Ganivet a su maestro Garbín y de cuánto se le confesaba deudor, comprendo todo lo profundo de la aflicción que debió de embargar el alma del maestro al saber la temprana y malograda muerte del discí-pulo que más y mejor había de reflejarla. Es un dolor com-parable, creo, al del padre que ve morir a su hijo cuando este empieza a formar familia y a continuar en ella la sangre y el nombre de aquel, antes de que a su vez tenga hijos.

Porque la existencia de nietos que perpetúan su nombre y su sangre ha de templar, en cierto modo, la pena por la muerte del hijo.

En el prestigio de tantos hombres, cuyos nombres la fama lleva y exalta, ¿hasta qué punto entra la labor oscura de sus maestros?

A las veces salva los mares del olvido en la historia algún maestro venerable, que nada nos dejó escrito, pero cuyo nombre pronuncian con respeto los que fueron sus discípu-los. Así, el nombre de Sócrates que Platón y jenofonte, sobre todo, nos han transmitido rodeado de inmarchitable gloria y que con ella persiste a pesar de las fáciles rechiflas de Aristófanes. Porque el "titeo", como tiene origen tan miserable y mezquino, se hunde pronto.

No nos damos bien siempre cuenta de lo que es esa labor oscura y tenaz, de lo que es la obra de la palabra viva vertida un día y otro día en la intimidad del afecto que crea el trato, mirándose maestro y discípulo a los ojos, sintiéndose mutuamente la respiración cálida.

He escrito mucho en los años que llevo de vida -tal vez demasiado-, pero puede ser que mi nombre se salve, si es que se salva, del olvido, merced a esos mis escritos, mi espíritu, o, mejor dicho, aquella parte del espíritu común que se me confió en depósito, perdure vivo después de yo muerto, gracias a esa labor oscura y paciente, de pecho a pecho, gracias a mis discípulos por España y fuera de ella derramados.

La frase sencillamente afectuosa de la carta de Garbín me trajo a la memoria lo que con un discípulo mío me pasó:

Llegó acá, hace ya algunos años, cuando empezaba yo mi magisterio universitario, un muchachito de Arévalo, Mamerto Pérez Serrano -no quiero callar su nombre, ya que

su alma descansa en el eterno descanso-, que venía a estu-diar Filosofía y Letras. Era muy vivo y muy despierto el mozo, pero muy pobre. Pretendió una beca y no la consiguió. Tuvo que seguir su carrera con no pequeños apuros. Era en mi clase el más adelantado y el que más progresos hacía y, sin embargo, no me cabía duda alguna de que apenas estudia-ba fuera de ella. Todo lo tomaba al oído y había que verle oír. Verle, digo, porque oía hasta con los ojos. Pasábase buena parte del tiempo libre jugando al dominó en el café.

Como yo en mi clase he procurado siempre no solo enseñar aquella disciplina para cuya enseñanza me tiene aquí el Estado, sino además despertar con esa misma enseñanza el espíritu de mis discípulos y educarles el gusto y la aspiración a lo serio, hondo y clásico, me fijé en el jovencito de Arévalo y puse en su porvenir grandes espe-ranzas. Y después que acabó la carrera, siguiéndole con el pensamiento y el afecto, como sigue siempre todo maestro a todo discípulo aventajado, me preguntaba: «¿Qué se habrá hecho de Mamerto?»

El pobre Mamerto no tuvo suer-te. Tuvo que ir al servicio militar y se fue con nuestro desgraciado ejército a Cuba, y después de aquella triste derrota volvió derro-tado también, con el alma y el cuerpo enfermos.

Volvió a su pueblo natal, Arévalo, y volvió a morir. Y cuando yo supe su temprana muerte, pasé por uno de esos ignorados días de luto y de gran aflicción por que los maestros pasamos.

El lector habrá de perdonarme el que le ponga delante de estos recuerdos tan íntimos y tan personales; pero ¿es posible acaso dar fuerza a las reflexiones que estoy ahora exponiendo, como no sea ungiéndolas con la unción de la intimidad?

Es nuestro egoísmo y nada más que nuestro egoísmo; es el egoísmo ingénito y connatural en todo hombre, pero agravado y exacerbado en el escritor; es el egoísmo, y solo el egoísmo, el que nos hace agarrarnos más a esta labor de publicista que va unida a nuestro nombre, que no a esa otra labor silenciosa de maestros orales en que derramamos nuestro espíritu.

Y este nombre de maestro no implica en este caso nada de petulancia, sino que es, por el contrario, el más sencillo y el más humilde, pudiendo a la vez llegar a ser el más subli-me. Maestro es el que enseña las primeras letras, y ni él las inventó ni para transmitir su enseñanza hace falta ni una inte-ligencia poderosa ni menos conocimientos extraordinarios. Pero puede enseñar a leer con tal espíritu y poniendo en ello tanta alma y tanto amor y tanta dedicación religiosa, que llegue a verdadera sublimidad de magisterio la enseñanza de las primeras letras.

No, el llamarse maestro no implica petulancia. Un maes-tro no es un sabio. Por maestro me tengo, y en mi enseñanza he procurado siempre poner todo el ahínco y todo el amor de tal; pero en cuanto a lo de sabio, no una sino mil veces

he rechazado semejante calificativo, que, creyendo por lo demás muy honroso, sé que no puede aplicárseme sino por una ingenua benevolencia o por un miserable "titeo" de raíces emponzoñadas.

Ya sé yo lo extraño que hoy resulta escribir dejando que el corazón mueva la mano; ya sé que a muchos les parece, no ya impúdico, sino hasta antipático, el que, en vez de andar escogiendo las palabras y puliendo los párrafos se deje abierta la corriente de los afectos; pero aun así y todo, no dejaré de decir que si creo haber merecido la vida no es por los conocimientos que haya podido transmitir a otros, sino por los ánimos que haya logrado levantar. «Cuando hayan pasado algunos años después de haber dejado los bancos de mi clase -suelo decir- los más de mis discípulos habrán olvidado casi todas las doctrinas que les transmití; pero de mí no se habrán olvidado».

Y hablando ya menos personalmente he de decir que sucede no una, sino muchas veces, que un escritor se apodera del ánimo de sus lectores y estos creen que es por su ciencia, por la novedad o la profundidad de sus pensamientos y observaciones, y no es por eso, sino por cierto calor íntimo que circula por dentro de sus escritos. Y en cambio hay otros que quieren poner calor y solo ponen vistosidad de llamarada.

Y volviendo a mí, he de añadir que estoy seguro de que cuando

hayan desaparecido los ingenuos y los maliciosos que me motejaban de sabio -aquellos por benevolencia, y por malevolencia y pequeñas pasioncillas rastreras estos- habrá muchos que me harán la justicia de comprender y sentir que si logré alguna vez algo es por haber escrito con el corazón.

¿González Garbín es acaso un sabio? No digo que no lo sea en cierto aspecto, pero su nombre no va unido a ningún descubrimiento importante en la rama de los estudios de humanidades clásicas a que viene dedicado. No se le cita como a un erudito de nota ni como autor de trabajos fundamentales. Todo lo que de él conozco, fuera de alguna cosa suelta, es un manual de literatura griega y latina, muy bien escrito, como todo lo que él escribe, pero que no pasa de ser un manual como otro cualquiera, un sencillo libro de texto, de enseñanza, sin pretensiones.

Pero conozco de él algo que vale más que todos los manuales habidos y por haber, por muy buenos que ellos sean, y son las palabras de Ángel Ganivet cuando hablaba de su maestro, de aquel a quien tenía por su maestro por excelencia.

No fue mucho, hay que confesarlo, el griego que de él aprendió, como no fue mucho el que aprendí yo de mi maes-tro, don Lázaro Bardón, pero nunca pronunciaba Ganivet el nombre de Garbín sin la profunda reverencia envuelta en el más cálido cariño con que pronuncio yo el nombre de mi maestro Bardón. Porque este era, no un catedrático de lengua griega, sino todo un hombre, y jamás su recuerdo se borrará de mi memoria.

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“Despertar con esa misma enseñanza el espíritu de mis discípulos y educarles el gusto y la aspiración a lo serio, hondo y clásico”

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Texto: Belén Domínguez, maestra de religión en el CEIP Francisco de Aldana de Cáceres.

Manchitas olisquea

experiencias

El pasado curso, alguno que otro hemos conocido a Manchitas, el perrito mascota que vive en el seno de la familia de Nazaret y ha presenciado los

momentos más importantes de la vida de su mejor amigo jesús.

Para los que ya hemos trabajado con el nuevo ABBACANTO en el primer ciclo de Primaria, no os estoy descubriendo nada, ya que habréis podido comprobar lo atractivo que resulta funcionar con el proyecto en general, canciones, láminas…

Pero volvamos a la mascota, no quiero perderme la ocasión de com-partir mi experiencia del curso pasado con “Manchas”, es así como lo llama-mos, pues somos niños ya de Primaria y lo de Manchitas lo dejamos para momentos especiales.

En mi aula, Manchas se ha converti-do en un perro guía que nos acompaña en las Unidades didácticas y haciendo más divertido el camino.

Bien es cierto que me he desviado un poco de los pasos que propone el método, pero es por eso que os quiero referir todo esto pues jamás pude imaginar, cómo llegaría a enganchar una mascota y de una manera tan fácil. Manchas cobra vida en la ilusión de mis alumnos, aún me sorprende que, después de unas largas vacaciones de verano, a la voz de ¡Manchas olisquea!, todos mis vein-tiséis niños y niñas, excitados y recién llegados del recreo, absolutamente inmersos en una dinámica de gritos, carreras

y desatinos, se sumerjan en un mundo completamente dis-tinto de total expectación, silencio y relajación. Y todo ello para conseguir convertirse en el personaje merecedor del gran honor de ser, por nada más y nada menos que el largo periodo de cuarenta y cinco minutos, el "acariciador" de Manchas. Por supuesto que para conseguir este magnífico beneficio, Manchitas olisquea con sumo cuidado cada una se sus caritas sonrientes acompañadas de brazos cruzados

y cómo no, toda la zona de trabajo limpia y colocada, dispuesta para

comenzar la clase.Es fascinante ver cómo niños

de seis o siete años se esfuerzan cada día, casi sin querer y con un

simple juego, en hacer las cosas bien, se empeñan en estar “preciosos”, y esta

dinámica continúa durante toda la clase, pues como Manchas es tan listo y obser-vador olisquea todo el tiempo, y ya es el propio “acariciador” quien toma nota si

alguien se olvida y comienza a ponerse un poco "feo" y es posible que el próximo día

tenga menos posibilidades de ser elegido por Manchas. ¡Es sencillamente genial!.

Después de mi experiencia con la mascota del primer ciclo, espero con gran expectación la cosecha a recoger de nuestro nuevo amigo en el segundo ciclo Oli, que anhelo sea acogida con el mismo cariño que Manchitas o con el que también lo fue en Infantil, Petirrojo.

Un saludo a todos y feliz curso.

Leyendo hace poco el excelente libro que sobre Walt Whitman ha publicado León Bazalgette, me detenía a reflexionar sobre lo que nos dice acerca del efecto de presencia que el noble maestro de Camden producía sobre todos los que se le acercaban, de aquella especie de magnética influencia que irradiaba de su persona. He conocido hombres así, aunque tal vez no he tenido la dicha de conocerlos en el grado de Walt Whitman, y uno de esos hombres era Bardón. No eran las cosas que decía las que impresionaban, sino su modo de decirlas; el gesto, el tono de voz, la autoridad, en fin, con que las pronunciaba. Las cosas más vulgares se transformaban en nobilísimas en sus labios.

Esta acción personal de don Lázaro la experimentó también rizal, el tagalo, como he podido observar leyendo sus notas de estudiante en Madrid, y encontrando alguna reminiscencia de cosas de Bardón en sus escritos.

Creo saber el secreto de aquella su autoridad, y es el secreto mismo de la autoridad íntima de Walt Whitman.

Estriba en que estos hombres, aunque no faltos de un cierto dulce y humano humorismo, son serios, fundamentalmente serios, profundamente serios. Lo toman todo en serio, hasta la broma misma, y si saben jugar es seriamente. Son todo lo contrario de los necios señoritos más o menos estetas enamorados de superficialidades y aficionados al "titeo".

Y por almas así, que irradian noble seriedad ¡cuántos ignorados días de luto y de gran aflicción no han de pasar!

Si el párrafo de la carta del maestro de Ganivet, que me ha inspirado este escrito, me ha llegado tan adentro, es porque en medio de tanto mequetrefe que busca unir su nombre a garambainas literatescas, y cuando barrunta no poder lograrlo, se venga de su suerte "titeándose" de todo lo que no siente, levanta el ánimo el encontrarse con espíritus nobles, cuyo ahínco fue hacer sentir a los demás la augusta seriedad de la vida.

Miguel de Unamuno

internet en el aula

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Ha fallecido el "Sentido Común"

Texto: Miguel A. Majo. Cosas que uno se encuentra navegando por la Red • Fotografía: Antonio Salas Ximelis

Hoy lloramos la muerte de un querido amigo, 'Sentido Común', que ha estado entre nosotros durante muchos años.

Nadie sabe a ciencia cierta cuántos años tenía, puesto que los datos sobre su nacimiento hace mucho que se han perdido en los vericuetos de la burocracia.

Será recordado por haber sabido cultivar lecciones tan valiosas como que hay que trabajar para poder tener un techo propio sobre la cabeza, que se necesita leer todos los días un poco, saber por qué los pájaros que madrugan consiguen lombrices, y, también, por reconocer la validez de frases tales como "la vida no siempre es justa" y "tal vez haya sido yo el culpable".

Sentido Común vivió bajo simples y eficaces consignas (no gastes más de lo que ganas), y estrategias parentales confiables (los adultos están a cargo, no los niños).

Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se aplicaron reglas bien intencionadas pero, ineficaces: informes respecto a un niño de seis años acusado de abuso sexual por haber dado un beso a una compañera de clase, adolescentes que debieron irse a otro colegio por haber denunciado a un compañero distribuidor de droga o una maestra despedida por reprender a un alumno indisciplina-do, cosas que sólo hicieron empeorar su condición.

Sentido Común perdió terreno cuando los padres ataca-ron a los maestros, solo por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus ingobernables hijos. Declinó aun más cuando las escuelas debieron requerir un permiso de los padres para administrar una aspirina, poner protector solar o colocar una tirita a un alumno. Aunque, eso sí, no podían informar a los padres si una alumna estaba embara-zada y quería abortar.

Sentido Común perdió el deseo de vivir cuando los Diez Mandamientos se convirtieron en material risible, algunas iglesias en negocios y los criminales empezaron a recibir mejor trato que sus víctimas.

Para Sentido Común fue un duro golpe que uno ya no pueda defenderse de un ladrón en su propia casa, pero que el ladrón pueda demandarnos por agresión; y que si un policía mata a un ladrón, incluso si este estaba armado, sea inmediatamente investigado por exceso de defensa, cuando no acusado de "gatillo fácil". Y así, muchísimos casos más de nuestra vida terrenal.

La muerte de Sentido Común fue precedida por la de sus padres, Verdad y Confianza; la de su esposa, Discreción; la de su hija, responsabilidad, y la de su hijo, raciocinio.

Le sobreviven sus tres hermanastros: "Conozco Mis Derechos", "Otro Tiene la Culpa", y "Soy Una Víctima de la Sociedad".

No hubo mucha gente en su funeral, porque muy pocos se enteraron de que se había ido. Si aún lo recuerdas, hónrale recordándolo a toda la buena gente que lo conoció y valoró.

En caso contrario, únete a la mayoría y no hagas nada...

“Sentido Común perdióterreno cuando los padres atacaron a los maestros, solo por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus ingobernables hijos”

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iconografía religiosa

Desde la puerta del cielo.La "stupa" de Sanchi

Texto y Fotografía: Silvia Martínez Cano

De entre todos los espacios sagrados del budis-mo, la stupa destaca por su presencia cotidiana en la vida de las personas. Entre ellas, la stupa

número 1 de Sanchi, en la zona central de la Península india, destaca por su voluminosidad, su tamaño y su magnifica estructuración y conservación. La stupa es una construcción que imita el orden del cosmos como un mandala tridimensional. Su origen data de antes de la aparición del budismo, pero es con esta religión cuando adquiere un significado profundamente religioso. Mediante elementos arquitectónicos geométricos, com-bina distintos símbolos que hacen referencia al orden cósmico y su relación con el ser humano. Sobre una gran plataforma cúbica o medhi, que representa a la Tierra (ligada al color amarillo y a las rodillas), se asienta una gran semiesfera compacta o anda que hace referencia al agua (ligada al color blanco y a los intestinos). En su interior se alojan los restos de algún buda, permitiendo la peregrinación y veneración de los fieles. Por eso encon-tramos comúnmente las stupas en lugares habitados, pueblos o espacios de tránsito, donde los fieles budistas realizan un alto en su caminar diario para hacer presente el misterio del cosmos infinito en la cotidianeidad de la vida. Sobre el anda se coloca una pequeña barandilla o harmika, que hace referencia al fuego (al color rojo y al corazón). La stupa queda rematada por unos discos atravesados por una especie de antena o yashti, que marca el eje del mundo, simbolizando el aire (el color azul y el pensamiento). Los discos o chattravali completan esta iconografía cósmica, simbolizando el viento (el color negro, los pulmones y las manos).

La stupa propone al creyente no solo un camino hacia la presencia iluminada y la protección del santo budista, sino un movimiento de interiorización que se expresa físicamente a través del movimiento alrededor de los ele-mentos del cosmos. Se entra en el espacio de la stupa a través de unas toranas o puertas que marcan los cuatro puntos cardinales. Estas puertas están profusamente deco-radas con narraciones sobre la vida de Buda (jatakas), que tienen una función parecida a la pintura románica europea: enseñar aspectos de la vida del buda y motivar la vivencia religiosa. Desde cualquiera de las cuatro toranas, se inicia un movimiento circular de izquierda a derecha por un deambulatorio o védika, que prepara al cuerpo del creyente para la oración.

En la stupa de Sanchi el quehacer meditativo se pro-tege por un murete, con balaustrada en la parte superior, que confiere intimidad al que busca el encuentro con lo divino. La stupa número 1 es de proporciones colosales –de 36 metros de altura y 32 metros de diámetro-, cons-truida con ladrillo y arenisca en el gobierno de Ashoka (s. I). Las posteriores reconstrucciones de los Shunga y los Andhra-Shatavahana, han permitido que podamos con-templar todo el complejo religioso de Sanchi en óptimas condiciones. Se la considera el modelo-tipo de la stupa india. Lo más interesante es que no solo es un reclamo turístico para los extranjeros, sino que sigue siendo visita-da por gran número de creyentes budistas para los que la presencia vertical de lo divino, que al descender desde la cúspide de la montaña sagrada inunda el deambular horizontal y terrenal de los humanos, busca la esencia del buen vivir en este mundo.