Riesgo, migració yn espacio fronterizoss : un reflexióa...
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Riesgo , m i g r a c i ó n y espacios f r o n t e r i z o s : u n a r e f l e x i ó n
Olivia R u i z *
El artículo explora la relación entre la migración, el riesgo y los espacios fronterizos, tomando como casos las migraciones de personas indocumentadas en las fronteras norte y sur de México. Consta de cuatro secciones. Después de un breve resumen de la literatura de riesgo, donde se presentan los paradigmas dominantes en el tema, se explora de qué manera el concepto ayuda a entender la migración, particularmente en las fronteras. Sigue una propuesta conceptual para indagar los riesgos en las rutas migratorias. Termina con una recapitulación que resume algunos de los argumentos principales del ensayo.
C o m o lo atestiguan las cacerías recientes de migrantes en la f r o n t e r a entre A r i z o n a y Sonora, el rescate de casi 300 migrantes centroamer i canos y el saldo de 11 muertos de u n t r e n carguero en el límite entre Tabasco y G u a t e m a l a , la migrac i ón , e s p e c i a l m e n t e en los p u n t o s fronter izos , se ha vuel to de alto riesgo. Estos incidentes no son excepcionales n i for tu i tos . Ent re enero y febrero de 1999, de las violaciones de los derechos humanos registradas p o r la Casa de l M i g r a n t e en Te-cún Umán, Guatemala , 8 3 % , ocurr ió en México ; u n a g r a n par te de ellas tuvo lugar en los p r imeros 80 k m entre C i u d a d H i d a l g o y H u i x -t la , Chiapas (ODH-Casa de l M i g r a n t e , 1999) . A la vez, en la f r o n t e r a de l sur de Ca l i f o rn ia se registraron 105 muertes de indocumentados , entre enero y a b r i l de 2000 fal lec imientos que se suman a u n largo reg is tro de agravios a migrantes en esta región (Eschbach et al, 1999; Andreas, 1999; Sin F r o n t e r a s / A M D H , 1999: 11-14; AFSC, 1992).
Este artículo f o r m a parte de u n proyecto de investigación que tiene como objetivo documentar y analizar la situación de riesgo que v i ven los indocumentados en las rutas migratorias, t omando como casos las migraciones en las fronteras nor te y sur de México. L o que se pre senta aquí es u n a p r i m e r a fase de l proyecto que p r o p o n e exp lorar la relación entre la migración, el riesgo, y la f rontera , ofreciendo u n plant eamiento para la documentac ión , la clasificación y e l análisis de los riesgos en las rutas migratorias, especialmente en los puntos de cruce. E l ensayo consta de cuatro secciones. In ic ia lmente se presenta u n breve resumen de la l i teratura de riesgo, donde se especifican los paradigmas dominantes en el tema, pon iendo especial interés en las corrientes más sugerentes para el análisis de la migración. Después se examina la ma-
* El Colegio de la Frontera Norte.
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ñera en que el concepto de riesgo en sus distintas modalidades ayuda a entender la migración, part i cu larmente en las fronteras. E n la tercera sección se p lantea u n a propuesta conceptual para indagar los riesgos en la rutas migratorias . F inalmente , en u n a recapitulación se resumen algunos de los argumentos principales de l ensayo.
E l riesgo: breve revisión de un concepto
Por e l número de publicaciones dedicadas al tema de l riesgo y la o m -nipresenc ia d e l término en los medios masivos de comunicac ión , se podr ía dec i r que e l concepto h a surg ido c o m o u n a de las noc iones clave en la sociedad, en especial en la de l Occ idente , de finales d e l siglo X X y pr inc ip ios de l X X I . Para algunos, debido a la alusión que hace a l a i n s e g u r i d a d , al p e l i g r o y a la i n c e r t i d u m b r e , eng loba s e n t i m i e n t o s esenciales de la c ond i c i ón h u m a n a contemporánea (Beck, 1992; Giddens, 1990, 1998). Para Beck el concepto de riesgo resume " u n a m a n e r a sistemática de mane jar los pel igros y las inseguridades induc idos e in t roduc idos p o r la m o d e r n i d a d " (1992: 21) , idea que resuena en la af irmación de Lash y W y n n e quienes p r o p o n e n q u e el riesgo entrelaza diversos discursos en relación a la crisis de l m u n d o m o d e r n o (1992: 3 ) . De hecho, al f o r m a r u n a parte integra l de los debates sobre e l m e d i o ambiente , la seguridad pública y la salud h u m a na, se ha convert ido en u n término ub i cuo . N o es sorprendente que con esta difusión y uso multifacético se hayan m u l t i p l i c a d o los senti dos de la palabra.
E n general, las aproximaciones al concepto se ext ienden entre dos polos epistemológicos d e n o m i n a d o s , s igu iendo los l i n c a m i e n t o s de L u p t o n , el técnico-científico y el construccionista sociocultural (1999: 35 ) . Desde la perspectiva técnico-científica, que predominó entre quienes i n i c iaron y generalizaron el uso del concepto, los riesgos consisten en hechos objet ivos - p e l i g r o s - ( u n huracán, u n a sustancia química, u n a planta termonuclear , el virus del V I H ) que los científicos pueden m e d i r con el fin de ayudar a u n público no in f o rmado o m a l in formado sobre qué medidas de prevención es conveniente tomar para evitar algún suceso nocivo para su bienestar. E n gran parte, esta imagen surge de u n esfuerzo por analizar y dar respuesta a amenazas y a desastres con el fin de p r e v e n i r f u t u r o s destrozos h u m a n o s y ambienta les (Blakie et al, 1994; Stern y Fineberg, 1996; T u r n e r et al, 1986). Metodológicamente, se centra en la identificación, el análisis y el manejo de los riesgos, tareas
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que d e t e r m i n a n grados de pel igrosidad, valores de probab i l idad y niveles de aceptabil idad de exposición. Con este fin en mente es frecuente el uso de pruebas psicométricas para determinar la manera en que las personas perc iben y responden a los peligros.
U n a de las herramientas más util izadas e n los estudios de riesgo son los mapas. De hecho , c o n f o r m a n u n paso básico en los análisis, especialmente en la identificación de amenazas, de comunidades precarias y de zonas v u l n e r a b l e s ( C a r d o n a , 1996a: 84; L e ó n y L a v e l l , 1996: 65; L u n g o y Baires, 1996: 91 ) . E n la l i t e r a t u r a sobre desastres, c on el fin de e laborar planes de desarro l lo y de c o n t i n g e n c i a , se ha avanzado espec ia lmente e n e l uso de mapas de r iesgo de carácter probabilístico y determinístico (Cardona, 1996a: 84; Cardona, 1996b: 142-144; V o i g h t , 1996: 135) , aunque algunos h a n mani festado la necesidad de espacializar la v u l n e r a b i l i d a d para expresar la propensión de algunos asentamientos h u m a n o s a sufr ir los impactos de algún siniestro (Lavel l , 1996: 12). A la vez, la práctica de registrar cambios en la situación de riesgo, amenaza, precar iedad y v u l n e r a b i l i d a d m e d i a n te su representación gráfica ( A r g u e l l o Rodr íguez , 1996: 1 1 7 ) , y las crecientes demandas sobre la presentación dinámica y visual de los hechos, h a n impulsado la introducción de otras técnicas c omo los Sistemas de Información Geográfica (SIG) .
Según Beck, la perspect iva técnico-científ ica d e l r iesgo corresp o n d e a la p r i m e r a etapa de su conceptual ización, la que d i o luz al empleo general izado de la estadística y al auge de las compañías aseguradoras (1998: 504) . Vale dec ir que, n o obstante la m i r a d a histórica de Beck, tal interpretación aparece más en la l i t e ra tura especializad a y e n los m e d i o s masivos de c o m u n i c a c i ó n h o y d ía . Es l a q u e p r e d o m i n a en las discusiones e n t o r n o al m e d i o ambiente , la salud, el c r i m e n , la e c o n o m í a , las re lac iones in terpersona les ; esto es, en las áreas de la v ida contemporánea d o n d e la noc i ón de riesgo se ha i n sertado c omo parte de la lógica discursiva.
A u n siendo los peligros lo sustantivo de l riesgo según la visión técnico-científica, en sí n o provocan siniestros. Para eso debe haber algun a suscept ib i l idad en el ambiente o en u n a poblac ión . U n a i n u n d a c ión en u n a c iudad , por e jemplo , n o per jud ica a todos los residentes de igual manera Por ende, j u n t o a la noc ión de riesgo la l i t e ra tura ha fijado e l concepto de v u l n e r a b i l i d a d ; de hecho en g r a n parte de los análisis d i chos conceptos son inseparables . E n g e n e r a l , e l término alude a u n estado de susceptibi l idad al daño o a u n a condic ión de i n seguridad. E n palabras de Cardona es la "predisposición o susceptibi-
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l i d a d que t i ene u n e l e m e n t o a ser afectado o a s u f r i r u n a pérd ida" ( C a r d o n a , 1996a: 82) o, en u n sent ido mas a m p l i o , según Wi l ches -Chaux , u n a condic ión de " inseguridad para la existencia; i n c e r t i d u m -bre f rente a la h is tor ia cot id iana y f rente al m u n d o c i r c u n d a n t e " ( W i l -ches-Chaux, 1993: 24) .
E n u n i n t e n t o p o r re f inar y ampl ia r e l sentido de l término, Blakie et al. h a n propuesto u n a definición que enfatiza "las características de u n a persona o u n grupo [ . . . ] para ant ic ipar , manejar , resistir y recuperarse d e l i m p a c t o de u n p e l i g r o n a t u r a l " , u n p l a n t e a m i e n t o que subraya la necesidad de conocer a f o n d o la población versus el p e l i g r o , y ver el efecto de l pe l igro en el m o d o de vida (livelihood). Así, p o r u n lado los autores p lantean la i m p o r t a n c i a que j u e g a n los recursos p a r a en frentar el riesgo - e l ingreso, el c onoc imiento de los derechos legales, las redes sociales-, los cuales, a r g u m e n t a n , son de l imi tados p o r las características de la población, esto es, p o r e jemplo , la clase social, la etnia , la edad, el género (Blakie et al, 1994: 9 ) . Por o t ro lado, resaltan la i m p o r t a n c i a de pensar en el riesgo, el daño de u n pe l igro , a la luz de las repercusiones para la vida h u m a n a , esto es, su potenc ia l para r o m p e r el r i t m o co t id iano de la persona y de su c o m u n i d a d .
E n América L a t i n a esta veta epistemológica, modi f i cada y adaptada al c o n t e x to c o n t i n e n t a l , ha p r e d o m i n a d o en la discusión. C o m o sus c o n g é n e r e s en E u r o p a y Estados U n i d o s , los l a t i n o a m e r i c a n o s h a n enfocado sus análisis en hechos puntuales , especialmente en desastres, considerados p o r algunos como puntos cu lminantes de l riesgo (Herzer y Gurev i ch , 1996: 13) , c on el fin de desarrol lar propuestas de investigación-acción a l r e d e d o r de la atención, la mitigación y l a prevención de los mismos (Romero y Maskrey, 1993: 6; Lavel l , 1996; León , 1996). Sin embargo, par t i endo de la propuesta de que en rea l i dad ningún desastre en sí es n a t u r a l , y matizada p o r u n a crítica socioe c o n ó m i c a y política, la pos tura técnico-científica en este c o n t e x t o abre e l paradigma a procesos y actores sociales subordinados, si no i g norados , en la l i t e r a t u r a europea y estadunidense (Cardona , 1996a: 8 4 ) . Así, h a puesto especial interés en la c oncentrac i ón d e l p o d e r e c o n ó m i c o y político en pocos y grandes centros, y en la consecuente falta de acceso a recursos en regiones marginadas; ha subrayado asim i s m o la f r a g i l i d a d de las poblac iones pobres. Se ha ocupado , t a m bién, de l análisis de los contornos económicos de áreas susceptibles, de grados de industrialización y niveles de desarrol lo y subdesarrol lo agrícola. E n sus escritos figuran la actuación de gremios laborales y profesionales, organismos de l Estado, empresas públicas, grupos e m -
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presariales privados, organizaciones no gubernamenta les y agencias bilaterales y mult i laterales (Lavel l , 1996: 6 ) . Dados los parámetros sociales, e conómicos y políticos, y la preocupac ión p o r las poblac iones marginadas, n o sorprende que se expl ic i te la i m p o r t a n c i a de la vu lne r a b i l i d a d y se real icen esfuerzos p o r desarrol lar ese concepto a l lado d e l de r iesgo ( G e n t i l e , 1994: 88-90; Wi l ches -Chaux , 1993) . L a p r o puesta ya clásica de Wilches-Chaux, p o r e j emplo , ident i f i ca 11 clases de v u l n e r a b i l i d a d , que c u b r e n , entre otros, lo ideológico , lo n a t u r a l , l o político, lo c u l t u r a l y lo educativo (1993: 25-44).
L a necesidad de situar los riesgos y la v u l n e r a b i l i d a d d e n t r o de l contexto social, e c o n ó m i c o y político ha llevado a algunos a p lantear que los desastres son resultados y expresiones límite de l curso de desarrol lo que se ha seguido en el cont inente . E n las palabras de Lavel l , "son manifestaciones de cond ic i ones normales " ; las "características de los desastres deben verse más b i e n c omo u n a conformac ión con-y u n t u r a l de las condic iones n o r m a l m e n t e existentes en la sociedad; de las vulnerabi l idades y capacidades humanas preexistentes" (Lavel l , 1994: 71) . E n este sentido u n desastre es u n " p u n t o c u l m i n a n t e , la c r i sis desatada p o r u n proceso c o n t i n u o de desajuste d e l ser h u m a n o " (Lavel l , 1996: 13). E n constraste con los análisis que caracterizan los desastres como inusuales y anormales, hechos provocados p o r fuerzas externas, este enfoque los de f ine como desenlaces extremos de p r o cesos sociales, políticos, e conómicos y culturales inherentes al subde-sarro l lo de las comunidades y sociedades afectadas, procesos que se h a n ido desarrol lando y a t r incherando a través de l t i empo .
E n la perspectiva construccionista los riesgos se construyen social y c u l t u r a l m e n t e . De hecho para algunos "no hay riesgos en la r ea l i d a d " , a u n q u e a la vez " c u a l q u i e r cosa puede ser u n riesgo; t o d o depende de c ó m o u n o analiza e l pe l i g ro , considera el evento" (Ewald , 1991: 199, cursivas en el o r i g i n a l ) . Interesados más b i en en el proceso p o r m e d i o de l cual se ident i f i can y e laboran los riesgos en la moder n i d a d tardía, y en la manera en que operan los discursos sobre el fen ó m e n o en la construcción de la persona y la sociedad, los construc-cionistas buscan rescatar e l pape l de la subjet iv idad, la especif ic idad histórica y espacial y los intereses (el poder ) en la conformación de l concepto y de riesgos específicos. Para los construccionistas los riesgos no consisten en objetos o artefactos medibles; al c o n t r a r i o , están en permanente elaboración y negociación al f o r m a r parte de la construcción de l te j ido social y de los significados. Los indiv iduos , los g r u pos sociales y las i n s t i t u c i o n e s i n v i e r t e n e n , l u c h a n p o r , y r e t a n la
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constitución de riesgos específicos p o r med io de discursos y de prácticas, c o m o par te d e l proceso de establecer y fijar las normas sociales, p o r u n a p a r t e , y la r e s p o n s a b i l i d a d y c u l p a de la transgresión, p o r otra , en t iempos y espacios del imitados .
E n la propuesta de H i l g a r t n e r se construye social y cu l tura lmente u n riesgo en el m o m e n t o de ident i f i car , aislar algo ( d e n o m i n a r l o ) com o u n ob jeto , y asociarlo con el daño (1992) . Lejos de ser u n hecho o b j e t i v o , u n ar te fac to i n m u t a b l e , esta identi f icación o asociación, argumenta , es construida p o r m e d i o de discursos, textos y representaciones sociales. E n este sentido las versiones técnico-científica y cons-trucc ion is ta se b i f u r c a n desde el i n i c i o . Mientras los técnico-científicos enfatizan la manera en que las personas perc iben y son afectadas p o r riesgos cons iderados ob jet ivos ( d e f i n i d o s c o m o cosas que dañ a n ) , o sea, ya dados en la " r e a l i d a d " , los construcc ionistas p o n e n en d u d a la " r e a l i d a d " misma de la asociación objeto-daño y enfocan su atención e n los pasos que l levan a que algo se ca l i f ique como riesgoso.
E n esto el poder j u e g a u n papel f u n d a m e n t a l . Para los construccionistas e l proceso que d e t e r m i n a que u n hecho (cosa) sea asociado al daño y p o r ende co locado d e n t r o de la categoría de riesgo es i n trínsecamente u n a lucha de poder . E n las palabras de H i l g a r t n e r conlleva u n a p u g n a por emplazar ( l igar) o desplazar (desligar) e l daño a u n objeto , esto es, fijar o b o r r a r la asociación entre los dos (1992: 48-4 9 ) . Veamos las luchas p o r asociar los m i g r a n t e s i n d o c u m e n t a d o s con el c r i m e n , p o r e jemplo .
Estas pugnas t i e n e n u n a espec i f i c idad espacial y t e m p o r a l , u n pos tu lado que c o m p a r t e n con los técnico-científicos. Para los construccionistas, los objetos asociados al daño, deb ido a su p e r m a n e n t e construcción y deconstrucción, varían de lugar a lugar y en el t i e m p o . A l g o considerado riesgoso en u n lugar n o lo será en o t ro . Concentrados y aislados en campos agrícolas, los migrantes indocumentados re presentan u n a amenaza m e n o r en contraste con aquellos que v iven e n asentamientos i r regulares en las cañadas d e l condado , a los ojos de m u c h o s residentes de San Diego , C a l i f o r n i a . A la vez, u n ob j e to cons iderado riesgoso en u n m o m e n t o , p o s i b l e m e n t e n o lo será e n o t r o . C o n t i n u a n d o con el e jemplo de los migrantes indocumentados recordemos que históricamente en Estados U n i d o s y México e l senti m i e n t o en contra de los migrantes indocumentados ha sufrido altas y bajas, depend iendo , entre otras cosas, de l c l ima político y e c o n ó m i c o de l país. Los años t re inta , p o r e jemplo , d i e r o n luz a las movil izaciones
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O p e r a t i o n D e p o r t a t i o n en Estados U n i d o s , para expulsar a estos extranjeros de l país.
F i n a l m e n t e , aunque la mayoría de los construccionistas, como los técnico-científicos, h a n l i m i t a d o el rango de los objetos con u n p o t e n cial de riesgo p r i n c i p a l m e n t e a cosas - i n u n d a c i o n e s , tecnologías, sustancias químicas- , e n sus ópticas fenomenológ icas y hermenéuticas, centradas en la subjet ividad, ha surgido el interés p o r desentrañar el p a p e l d e l ser h u m a n o , e l c u e r p o h u m a n o m i s m o , c o m o u n c a m p o donde d isputan el pe l igro y la seguridad.
Los análisis de veta construccionista se n u t r e n de insumos de u n a m p l i o rango de disciplinas. Según Beck, concebidos de esta manera , en la segunda fase de su desarro l lo conceptua l los riesgos son "híbridos hechos por el hombre", f rutos de la "política, ética, matemática, m e dios masivos de comunicac ión , tecnologías, def inic iones culturales y preceptos" (Beck, 1998: 503, cursivas en el o r i g ina l ) y, se puede añad i r , de la antropología, la filosofía, la sociología, la h i s tor ia y la geografía c u l t u r a l ; p o r l o m i s m o c o m p o n e n u n c o m p l e j o t e j ido epistemo lóg i co . Por u n lado , las propuestas p a r t e n de u n a mayor o m e n o r incl inación a la sub je t iv idad -desde aquel los que p l a n t e a n el riesgo c o m o u n acto po l í t i co o u n proceso retór ico hasta los que , todavía a f i r m a n d o que los pel igros necesariamente pasan p o r filtros c u l t u r a les, reconocen la existencia de amenazas objetivas y medibles.
Por o t r o l a d o , existe u n e x t e n d i d o continuum e n t r e los análisis macroestructura les , c o m o e l p l a n t e a m i e n t o de la "sociedad de riesg o " (Beck, 1992; G i d d e n s , 1990 ) , y los de índo le f e n o m e n o l ó g i c a , hermenéutica y psicoanalítica. E n t r e estos últimos se e n c u e n t r a n las discusiones sobre el cuerpo h u m a n o como u n campo simbólico d o n de se h i lvanan y deshi lan sentidos de la contaminación y de la pureza, d e l p e l i g r o y de la segur idad (Douglas , 1 9 6 6 / 1 9 8 0 ) . También abarcan los análisis de l riesgo a p a r t i r de los "otros", de los que ocupan estados híbridos y l iminales (Bauman, 1991). Inc luyen , a la vez, los estudios d e l pape l d e l género y aquellos que , i n v i r t i e n d o la t endenc ia a d e f i n i r el riesgo c omo lo que se evita o rehuye, lo exp loran como reto y placer (De Keijzer, 1997).
A través de este continuum, con distintas fisonomías, existe u n a ref e r e n c i a c o n t i n u a a la ref lexión. A p a r e c e e n e l interés que p o n e n Beck y G i d d e n s e n e l p e r m a n e n t e m o n i t o r e o de la acc ión y de sus c on ten idos e n la sociedad de riesgo ( L u p t o n , 1999: 15) . Const i tuye u n a parte centra l de los que h a n adaptado la perspectiva de la gober-n a b i l i d a d (governmentality) de Foucault con su inclinación a la v ig i lan-
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cia (auto impuesta y obl igada ins t i tuc i ona lmente ) , u n ejercicio de po der encaminado hacia la "normalización" con el fin de que la pob la ción siga y obedezca normas establecidas y evite acciones que la con v ier tan e n u n a fuente de riesgo (Ewald , 1991). E n o t ra de sus aristas se inserta en la interpretación de l "yo" (self) y de los procesos sociales, en la búsqueda de los significados pro fundos de las acciones, las palabras y las inst ituciones. Matizada de esta manera constituye u n a parte i n e l u d i b l e de l i n t e n t o p o r calcular y contro lar hechos - r i e s g o s - a u n que éstos sean en u n p r i n c i p i o , c omo argumenta Lash, incalculables y contingentes (1993) .
Habría que n o t a r que c o m ú n m e n t e e l concepto de riesgo es usado de manera intercambiable con los de peligro y amenaza. De hecho , como expl ica L u p t o n , en contraste con su significado en siglos ante r iores , el término h a vue l to a ser equivalente al de p e l i g r o en el uso co t id iano (1999: 8 ) . Sin embargo, n o obstante la paulat ina supresión de las barreras entre los términos, especialmente en el habla p o p u l a r , s iguen aparec iendo claras d i ferenciac iones entre u n o y o t r o e n u n a parte de la l i t e r a t u r a especializada. A u n q u e esto es p a r t i c u l a r m e n t e evidente en las aproximaciones técnico-científicas también se presenta en las de algunos construccionistas socioculturales como Giddens , para q u i e n los pe l igros son hechos dados, "ya sea de Dios o s i m p l e mente de u n m u n d o que se da p o r hecho" , mientras que los riesgos son def in idos p o r " la aspiración de cont ro lar , y p a r t i c u l a r m e n t e c o n la idea de c o n t r o l a r e l f u t u r o " (1998: 521 ) . E n el p l a n t e a m i e n t o de L u h m a n n la "aspiración" de Giddens se traduce en "decisión", esto es, en e l ejercicio de la v o l u n t a d en relación con u n f u t u r o evento, l o cual contrasta c o n los pe l igros provocados externamente, a t r i b u i d o s , p o r e jemplo , al m e d i o ambiente ( L u h m a n n , 1992: 65) .
E l riesgo en la migración: una reflexión
E n la l i t e r a t u r a especial izada sobre la f r o n t e r a n o r t e es rec i ente la asociación de la migración con el riesgo. A pr inc ip ios de la década de los n o v e n t a , ante u n a crec iente o la de m u e r t e s de m i g r a n t e s en e l cruce entre México y Estados Un idos , aparecieron los pr imeros estudios referentes a las amenazas a la salud y a la vida misma de los i n d o cumentados . Poco después c omenzaron a salir a la luz pública n o t i cias de los atropellos que sufren los migrantes centroamericanos en la f r o n t e r a sur de México . Impulsados p o r la c onm oc i ó n y la denuncia ,
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estos estudios, en las fronteras n o r t e y sur, se ded i caron p o r u n a parte a d o c u m e n t a r y e n u m e r a r hechos que p o r l o g e n e r a l se referían a muertes y a violaciones de los derechos h u m a n o s y, p o r o t r a par te , a ident i f i car a los responsables de estos atropel los , p o r e jemplo : a u t o r i dades, c iudadanos particulares y políticas migrator ias (Castil lo, 1993 ; Consulado de México , 1997a, 1997b; K o b r a k y Palencia, 1998; CNDH, 1995; Maza, 1999; Sin Fronteras /AMDH, 1999; Eschbach et al, 1999; Andreas, 1999; AFSC, 1992).
L a discusión sobre el riesgo en la migración se c ircunscribe en este trabajo d e n t r o de l marco de los motivos y objetivos que a n i m a r o n los p r i m e r o s estudios. Navegando entre los dos polos epistemológicos resumidos arr iba , se p r o p o n e hacer visible u n a rea l idad en g r a n parte i g n o r a d a , y sentar las bases p a r a e l análisis d e l r iesgo c o n e l f i n de c o n t r i b u i r a u n a propuesta social. A la vez, la noc ión propuesta tiene contornos y l imitac iones claros; n o pre tende englobar todos los riesgos n i ser aplicada i l i m i t a d a o ub i cuamente al riesgo en la migración. Conoc iendo la c omple j idad de la migración, ocasionada p o r la diversidad de actores sociales involucrados , esto es, personas ( migrantes y n o migrantes ) , grupos sociales e instituciones; p o r la m u l t i p l i c i d a d de ámbitos e n que se desenvuelve ( lo cual abarca, p o r e jemplo , l o c u l t u r a l , lo polít ico, lo ideológico , lo afectivo) ; p o r los niveles en que toma lugar (de lo personal a lo es tructura l ) ; p o r los distintos grados de "escenificación" (que la vuelven más o menos consciente o subconsciente, explícita o implícita, en cada ámbito, d e n t r o de las conciencias de los actores y entre los actores) y, finalmente, p o r los distintos trasfon-dos de espacio y t i empo , es necesario elaborar el concepto con d is t in tos matices para que pueda hablar de esta rea l idad tan m u t a b l e y d i versa. D i c h o l o a n t e r i o r , c o n s i d e r o que los recursos conceptuales y m e t o d o l ó g i c o s que sost ienen la n o c i ó n de r iesgo , p r o d u c t o de su múltiple hechura , son mater ia fértil y útil para analizar y deconstruir la migración y, en part i cu lar , e l riesgo.
Documentar el riesgo
Por u n a parte los paradigmas conceptuales ofrecen herramientas par a ev idenc iar los pe l igros que c o r r e n los migrantes y c o n s t r u i r p r o puestas para actuar con base en el c onoc imiento que se revela y exh i be. Este es el p lanteamiento de la vert iente investigación-acción, con su atenc ión e n e l d iá logo constante e n t r e los que v iven e l r iesgo y
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quienes l o d o c u m e n t a n y anal izan. Ahí, u n a parte centra l de l esfuerzo se concentra en anotar los hechos, lo cual i m p l i c a , especialmente en el caso de la f r o n t e r a sur, hacer evidente u n a rea l idad desconocida o ignorada . Conl leva crear registros permanentes de las vivencias de l riesgo. A la vez, p o r m e d i o de l rastreo de las personas, los grupos sociales y las i n s t i t u c i o n e s que e n t r a n en contac to c o n los m i g r a n t e s que h a n s u f r i d o algún percance , c o n t r i b u y e a sacar a la luz públ i ca los modos en que se ha ocultado y m a n t e n i d o encub ier to e l riesgo e n la migración.
E n términos metodológicos, el uso de mapas diseñados para local i zar los riesgos ayuda a integrar el espacio en el análisis de las vivencias en las rutas. Esto es, ofrece u n a herramienta para resaltar y ver con mayor c lar idad el papel de lo geográfico en u n proceso que es inherente mente t e r r i t o r i a l . Así, t iene e l potenc ia l de revelar p o r qué desempeñan las fronteras u n papel dinámico en la migración, algo en l o que se ahondará más adelante. E l hecho de localizar los elementos que i n t e gran los peligros transforma las divisiones internacionales. De ser s imp l emente escenarios inertes , trasfondos pasivos d o n d e o c u r r e n eventos , las f r o n t e r a s se v u e l v e n e l e m e n t o s q u e n o s ó l o r e f l e j a n s i n o construyen las vivencias de riesgo de l migrante . Implícitamente, al con-cretizar los hechos se facil ita la intervención en favor de la prevención.
Migración y desastre
De hecho, elaborada desde esta óptica la migración t e r m i n a siendo u n riesgo en sí, incluso con algunos atributos que la vertiente técnico-científica lat inoamericana ha develado en t o r n o a los desastres "naturales". E l enfoque de l desastre subraya l o obvio, esto es, que los migrantes v i ven el daño, e incluso u n mismo daño, de diversas maneras. Las experiencias varían según las características de las personas afectadas, que las vuelven más o menos vulnerables ante u n pel igro . L a detención en Tapachula y expulsión a Guatemala, p o r e jemplo , n o es vivida de manera igual p o r u n guatemalteco que por u n nicaragüense.
A la vez resulta necesario d i s t i n g u i r entre los daños. Sin despreciar los agravios provocados p o r toda exposic ión a u n p e l i g r o , hace falta reconocer que hay di ferencias sustantivas entre ellos, lo cua l se hace evidente al observar el grado de su fr imiento y las repercusiones que ocasionan e n el m o d o de v ida de cada persona. L a amputación de u n a p i e r n a deb ido a u n a caída de l t r e n , p o r e jemplo , n o es i g u a l ,
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en el grado de su f r imiento n i en las repercusiones para la sobrevivencia, que u n a detención i r regu lar (a menos que ésta lleve a u n a a m p u tac i ón ) . D e h e c h o e l p r i m e r o es, en m u c h o s sent idos , u n desastre personal ; es "una situación que supera la capacidad m a t e r i a l " y se podría añadir social, económica , organizativa y psicológica, de u n a persona, "de absorber, atenuar, o evitar los efectos negativos" de l hecho (Gent i le , 1994: 89) .
Esto nos lleva a u n a tercera consideración que precisamente consiste en evaluar los daños en términos de las consecuencias, tanto para los ind iv iduos c omo para las personas que c o m p o n e n las redes sociales e n que e l o l a m i g r a n t e se desenvuelve; e n otras palabras , la c o m u n i d a d , p o r más g r a n d e o ch ica que sea, en que p a r t i c i p a - d e m a n e r a i n t e r m i t e n t e o constante, f ragmentada o i n t e g r a l - . Por u n a parte , nos encamina hacia u n a mayor integración de l sent ido de desastre en la evaluación de los daños. Habría que preguntar qué áreas de la v i d a - l a b o r a l , f a m i l i a r - son afectadas p o r e l p e r c a n c e y p o r cuánto t i empo - s i temporal o permanentemente - . E n general, la a m p u tación de u n a p i e r n a tendrá u n efecto p r o f u n d o en múltiples áreas de la v ida personal y de manera permanente , pues puede llevar a l o que A . F . C Wal la ce n o m b r ó " l a des integrac ión t o t a l " (Perry y M o n t i e l , 1996: 69-70). A la vez, nos hace evaluar las posibles repercusiones de u n percance entre quienes in tegran las redes sociales, nacionales e i n ternacionales donde se desarrol lan los migrantes , p o r u n lado, y para las comunidades , los lugares en la r u t a d o n d e se e n c u e n t r a n los m i grantes, p o r o t r o . Nos hace r e c o r d a r también a las demás personas impl icadas y afectadas - las repercusiones de l daño sufr ido p o r u n m i grante sobre su f a m i l i a , su g r u p o de compañeros de c a m i n o , su com u n i d a d de o r i g e n y las sociedades d o n d e se e n c u e n t r a e n e l m o m e n t o d e l percance; esto es, las personas, grupos e inst i tuciones que responden a su necesidad inmediata .
F i n a l m e n t e , e l p lanteamiento de Lavel l respecto a que u n desastre es u n a crisis de l sistema nos inv i ta a cuestionar si la migración y los riesgos que la acompañan son produc tos "naturales" de l proceso de desarrol lo en que se desenvuelven las personas que m i g r a n . P r i m e r o , nos r e m i t e a la m a n e r a en que la migración es intrínseca a l sistema soc i oeconómico y político en que viven los que se van. Más aún, en la m e d i d a e n que se establece como u n a estrategia adaptada a medios que n o p e r m i t e n que la pob lac ión permanezca en su l u g a r de res i denc ia o n a c i m i e n t o (medios que n o o frecen posibi l idades para que lo haga) , el p a r t i r se vuelve necesario, tanto para los que se van como
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para quienes se quedan , esto es, para las comunidades de o r i g e n . El m o n t o es t imado de las remesas i n t e r n a c i o n a l e s a Méx i co e n 1997, p o r e j emplo , fue comparable con la captación de divisas por el tur is m o i n t e r n a c i o n a l , y más de u n millón de hogares en México fue benef ic iado en la década de los noventa p o r el d i n e r o que env iaron los migrantes , p r i n c i p a l m e n t e de Estados U n i d o s (La Jornada, 6 de m a r zo de 2000) . E n E l Salvador las remesas de los trabajadores que e m i g r a r o n a Estados U n i d o s sostuvieron el país durante los años de guer r a c iv i l , pues en 1995 sus remesas sumaron 1100 mi l l ones de dólares (LaJornada, 6 de marzo de 2000: 10).
Segundo, e l riesgo que sufren los migrantes también es intrínseco al sistema. Deriva de la v u l n e r a b i l i d a d de los migrantes y de su f a l ta de recursos, que los i m p o s i b i l i t a para cons iguir u n a visa para i r a Estados Un idos , t omar u n transporte seguro en vez de l t r en carguero o tener u n lugar invulnerab le donde hospedarse al cruzar la f r o n t e r a in te rnac i ona l . Esto f o r m a parte de la "lógica" que da o r igen a algunos pat rones ilícitos de sobrevivencia e n la e c o n o m í a subterránea, p o r e j emplo , el de aquellos que viven de robar a los migrantes o de t r a f i car c on ellos. También es intrínseco al sistema p o r la falta de protecc ión para los indocumentados , en u n ejercicio desigual e inequi tat ivo de la ley y de la just i c ia , ya que quienes cuentan con menos recursos se encuentran más expuestos al abuso y menos protegidos por las au toridades.
La migración como metáfora de riesgo
Paralelamente, los recursos que el concepto b r i n d a inv i tan a re f lex io nar sobre la cambiante asociación entre migración y riesgo y nos o b l i gan a s i tuar la e n contextos más ampl ios . E n p a r t i c u l a r nos hacen sit u a r l a asoc iac ión d e n t r o de los intereses de múlt iples y d iversos grupos, personas e instituciones sociales, de las políticas económicas y sus luchas por emplazar o desplazar tal asociación, esto es, de terminar si los m i g r a n t e s son susceptibles al riesgo o u n riesgo en sí mismos . Nos ayuda a situar las luchas políticas por abr ir las puertas de las f r o n teras n o r t e y sur a los trabajadores agrícolas en t iempos de cosecha y cerrarlas p o r m e d i o de operaciones, c omo Guardián, en la f r o n t e r a nor te . Remite también a las contiendas desarrolladas detrás del esfuerzo por emplazar la migración dentro de l ámbito de los discursos de los derechos humanos versus la postura de la soberanía nacional .
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Esta óptica ofrece herramientas para analizar la manera en que la migración ha evolucionado como u n a metáfora para el riesgo en las comunidades y sociedades expulsoras y receptoras de migrantes, tanto para los que se van como para los que se quedan. Sugiere u n marco para desentrañar el maniqueísmo, implícito y explícito, que reduce las opciones del "cuerpo" nac ional a la dicotomía pureza- integridad y contaminación-desmembramiento ante la llegada -pos ib le , real , imaginada, b ienvenida, t e m i d a - de personas y poblaciones externas y extrañas al lugar . E n este sentido la migración n o es solamente u n riesgo más, sin o que, en la personificación de l extraño y el extranjero , corpor iza el riesgo mismo ; viene siendo u n a imagen con semblante, visible y tang i ble , que fija las pérdidas, dudas y amenazas provocadas p o r otras fuerzas externas y riesgosas, entre ellas el c r i m e n , la contaminación, la i n seguridad pública, la i n c e r t i d u m b r e en el empleo , que éstas n o fijan. Palpables, nombrab les y móviles, los y las migrantes son "objetos de r i esgo" que de m a n e r a fácil y c o n t i n u a son i n c l u i d o s en mútiples y concurrentes discursos que, m e d i a n t e conoc imientos e i n t e r v e n c i o nes especializados, los sujetan de m a n e r a personal y pública. Cabría preguntar hasta qué p u n t o esta sujeción ofrece u n a h e r r a m i e n t a para contro lar o amarrar los contornos de la i d e n t i d a d de la vida cot id iana y depurar la , de recons t ru i r los límites y las fronteras -f ísico-nacionales, n o r m a t i v o s e i d e n t i t a r i o s - que p a r e c e n volverse p e r m e a b l e s y obl icuos ante la creciente globalización.
E n este sentido la asociación del migrante con el riesgo se enmarca d e n t r o de la permanente elaboración y reelaboración de las ident ida des, de los modos cotidianos de vivir , tanto personales como nacionales. Se sitúa en las transformaciones sociales, culturales y económicas y en las nuevas búsquedas de sentido (meaning) de algunas c o m u n i d a des ante e l acelerado m o v i m i e n t o de cap i ta l y personas d e b i d o a la globalización. L a asociación también remite al lazo, estrecho y conflic-t ivo, entre lo que se ent iende y se siente como la nación, por u n lado, y la i d e n t i d a d personal , p o r o tro . Recuerda de qué manera los ciudadanos l legan a vivir y sentir la nación - l o p ú b l i c o - y su ciudadanía person a l " e n c a r n e p r o p i a " , y deve la las l u c h a s c o n t i n u a s de p a r t e de personas, grupos e instituciones p o r alcanzar concordancias entre los dos niveles. C o m o consecuencia, f o r m a parte de las pugnas para que lo nac ional , mater ia l y simbólicamente, refleje y responda a las necesidades y requer imientos de la ciudadanía que lo viste.
Desde esta perspectiva, la relación migrante-riesgo se incrusta en la c o n t i e n d a p e r m a n e n t e p o r d e f i n i r lo nac ional (y p o r ende l o per-
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sonal) . Se ext iende de l proceso de "normalización" de una poblac ión de l imi tada . Remite al proceso de formación y reformación de los Estados-naciones: la lucha política y social mediante la cual u n g r u p o social llega a establecerse como u n a autor idad central y, p o r ende, como el g r u p o hegemónico que, de manera pedagógica, en los términos de Bhabha , i n t e n t a establecer, i m p o n e r y extender p o r el t e r r i t o r i o nor mas, leyes y sentidos comunes que d e b e n conocer y seguir los resi dentes (1994: 149). I m a g i n a r al m i g r a n t e como u n riesgo a la i n t e g r i d a d de l país l o sitúa en las luchas de p o d e r entre los grupos sociales que c o m p o n e n u n t e r r i t o r i o d e l i m i t a d o , p o r c o n t r o l a r e l Estado y asumir la representat iv idad de la nac i ona l idad y de todos los grupos sociales y c u l t u r a l e s que i n t e g r a n e l t e r r i t o r i o n a c i o n a l ( P o h l e n z , 1997: 77) . A la vez que estas luchas son político-administrativas y jurí- I dicas, son i n h e r e n t e m e n t e culturales en tanto i n v o l u c r a n a grupos sociales con contornos culturales e ident i tar ios singulares. A esto se ref i e r e A k i n c u a n d o a r g u m e n t a q u e " e l p u n t o de p a r t i d a [ . . . ] es e l g r u p o étnico en el m o m e n t o en que empieza a vislumbrase ya sea com o u n factor activo en u n a estructura política existente o como u n reto para tal estructura" (citado en Pohlenz, 1997: 77) .
Se sugiere que la presencia de l migrante se instala de m a n e r a cot id iana en esta lucha al : hacer referencia a lo d i s t into , lo m a r g i n a l y lo inc i e r t o - l o que n o es hegemónico y p o r ende considerado n o nacion a l , si n o es que a n t i n a c i o n a l ; deslizar la atención sobre las fisuras y rupturas en las normas de la c o t id ian idad y de l sistema jurídico-admi-n i s t ra t ivo ; d iversi f icar la v ida d i a r i a al p a r t i c i p a r los migrantes e n la soc iedad - t r a b a j a r , f o r m a r f a m i l i a s , l l evar a cabo u n a v ida s o c i a l -c o m o extran jeros y c on formas de v i d a y c o m p o r t a m i e n t o s muchas veces extraños al lugar . L a presencia de migrantes puede ser sísmica, n o obstante que su presencia en la mayoría de las veces pase inadvert ida y carezca de voz, en cuanto que cuestiona algunos de los preceptos centrales en la construcción y c o n t i n u i d a d de l Estado-nación y de su ciudadanía: qué es lo nac iona l (qué es lo mex icano , estadunidense), quiénes t i enen derecho a la nac iona l idad (quién es mexicano , estadunidense) y qué personas t i enen y deben tener derecho y acceso a los recursos - t a n t o materiales como simbólicos de la nac ión- . Su pre sencia i n t e r r o g a lo que se ha ergu ido y natural izado como i n h e r e n t e y " n a t u r a l " a l país; en ese sentido respalda la posición de las poblac io nes minor i tar ias y marginadas en el i n t e r i o r de la nación.
A n t e el re to que representa lo externo y d is t into , lo perc ib ido com o p o t e n c i a l m e n t e desestabilizador, se cataliza e l Estado. Por l o ge-
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n e r a l , sus autor idades centrales se mov i l i zan para asegurar la d e f i n i c ión existente, la idea o idea l de lo que es el país, la base de l o r d e n y de la segur idad , que también f o r m a la espina dorsal de su hegemonía. Cuanto mayor sea la p u g n a , mayor será el esfuerzo p o r cerrar la nación ante c u a l q u i e r infiltración (Bigo , 1997) . Estos esfuerzos for m a n parte de l o que Bigo l l ama los "controles de i d e n t i d a d " que activan el Estado-nación y los grupos sociales que lo c o n f o r m a n . E n estos intentos p o r f renar el "asalto" al o r d e n n o r m a l de las cosas y la desintegración temida , n o sorprende que se voltee hacia las fronteras , tanto las geográficas como las simbólicas.
E l escenario fronterizo: riesgo y migración
De hecho , es en las fronteras donde u n a parte centra l de esa p u g n a se lleva a cabo. Por u n a parte se sugiere que esto se debe a que la globa-lización h a l levado a remarcar las fronteras c omo del imitac iones físico-nacionales y h a puesto u n mayor énfasis en el concepto de frontera en referencia a los significados subjetivos y culturales de las demarcaciones físico-nacionales. Por o t ra parte , en esta remarcación los mov imientos poblacionales, los migrantes , j u e g a n u n papel p u n t u a l .
L a c lara demarcac ión de las f ronteras físico-nacionales se debe, p o r u n lado , a los intercambios trasnacionales, acelerados e intens i f i cados con la globalización, que o c u r r e n en esos espacios. 1 De hecho , u n a de las pr inc ipales funciones de estas divisiones es m e d i a r e l in ter cambio de personas y de bienes, u n a función " rea l " en el esquema de Foucher (1997). E n este sentido la globalización s implemente agudi za l o que ya o c u r r e , r esa l tando estos espacios, las líneas d iv isor ias , d e n t r o de la agenda de intereses nacionales.
Estas líneas divisorias, p o r o t r o lado , sitúan espacialmente u n a de las c o n t r a d i c c i o n e s i n h e r e n t e s a l Estado-nación m o d e r n o . Si éste existe a través de y para defender el p r i n c i p i o de soberanía y exclusiv idad en el y de l t e r r i t o r i o , se realiza d e n t r o de u n sistema g loba l que c rec ientemente p u g n a prec isamente p o r t e r r i t o r i o s más inclusivos y permeables (Kratochwi l , 1986: 32) . Esto es, visto desde o t r o ángulo, la doble t e m p o r a l i d a d a que se ref iere Kristeva: "el proceso de la i d e n t i -
1 El término globalización empleado aquí se refiere en forma resumida a la creación de u n espacio transnacional constituido por flujos de personas, capital, bienes, servicios e información (Saskia, 1989: 3).
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dad c ons t i tu ido p o r la sedimentación histórica ( lo p e d a g ó g i c o ) ; y la pérdida de la i d e n t i d a d en el proceso de significación de la ident i f i ca c ión c u l t u r a l ( lo performative)" (Bhabha, 1994: 153). Si b i e n el p r i n c i p i o de exc lus iv idad sobre u n t e r r i t o r i o asegura las f r onteras , se en f renta simultáneamente a u n a presión que deriva de la aceleración e intensificación de actividades trasnacionales ( la globalización)y que eros iona esas mismas fronteras ( K r a t o c h w i l , 1986: 27) . E n este senti do , es en las líneas divisorias donde u n o de los pr inc ipales ejes consti tutivos de los Estado-naciones es retado abiertamente y d o n d e se pre senta l o que B h a b h a describe c o m o "la ansiedad de j u n t a r lo g l o b a l con l o l o ca l " que lleva consigo e l "colapso de la c e r t i d u m b r e " (1994: 216, 149). Visto de otra manera, la globalización ha resaltado la falta de co inc idenc ia entre los espacios y fronteras políticos con los e conómi cos, sociales y culturales. Esto es así, aunque muchas veces están íntimamente relacionados y son interdependientes, como lo demuestra la i m portancia de lo político - los acuerdos del TLCAN y TLCUE, p o r e j e m p l o -en e l o r i gen y f u n c i o n a m i e n t o de algunos intercambios globales con temporáneos.
¿Qué hacen las fronteras?, ¿de qué manera se convierten en espacios de riesgo y c ó m o se insertan los migrantes en esa construcción? E n su sentido más a m p l i o las fronteras separan lo que está j u n t o ; com o p u n t o s de c o n t a c t o y de separación de espacios y p o b l a c i o n e s contiguas crean condic iones para el i n t e r c a m b i o y, a la vez, sobrepon e n l o nac iona l a expensas de lo extran jero . O r i g i n a l m e n t e , la cuestión f r o n t e r i z a surge c o n e l Estado-nación a finales d e l siglo XVTTT y pr inc ip ios de l X I X cuando éste se establece como u n área de j u r i s d i c c ión exclusiva a cargo de u n a a u t o r i d a d centra l . Las demarcac iones en los suelos f u e r o n u n o de los mecanismos creados para admin i s t rar y de fender los terr i tor ios de l imitados jurídicamente. Históricamente, la consolidación de fronteras, esto es la transformación de zonas f r o n terizas (buffer zones) en líneas divisorias claras, cruces vigi lados y asegurados, se d i o al crecer e intensi f icar las interacciones y las i n t e r d e pendencias entre terr i tor ios contiguos (Kratochwi l , 1986: 33) . Desde su i n i c i o , entonces, las f ronteras (en f o r m a de zonas y luego l íneas), al ser concebidas como lugares donde esa i n t e g r i d a d podría estar e n riesgo, f u e r o n señaladas como espacios de ansiedad, en los términos de Bhabha , clave para asegurar la soberanía nac ional .
E n t r e las interacc iones que históricamente h a n i m p u l s a d o u n a mayor atención a la seguridad nac iona l y u n esfuerzo p o r aclarar las demarcaciones fronter izas , se e n c u e n t r a n los traslados de pob lac i o -
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nes. E n palabras de B i g o " la s e g u r i d a d d e l Estado h a sido s i empre u n a cuestión d e l c o n t r o l de personas" (1997: 8 1 ) , l o cual h a hecho necesario , c on el fin de c o n t r o l a r esa "amenaza", d e t e r m i n a r quién puede e n t r a r y quedarse, localizar los lugares de entrada (las puertas oficiales y de facto ) , y desarrol lar e ins t rumentar mecanismos de cont r o l (apl icar políticas migrator ias , f o r m a r cuadros de v ig i lanc ia ) . H o y día, en Estados U n i d o s , p o r e j e m p l o , lugar de dest ino para muchos emigrantes de Méx i co y Centroamérica, e l c o n t r o l es selectivo y disc r i m i n a t o r i o ; en g e n e r a l las políticas m i g r a t o r i a s osc i lan e n t r e m o mentos de mayor o m e n o r c ierre . Siendo así, la intensificación de las migraciones debida a la globalización ha puesto mayor atención en el m o n i t o r e o de los cruces poblac ionales (Saskia, 1988) . Los traslados reales , p o t e n c i a l e s , sospechados, t e m i d o s , v a n t r a n s f o r m a n d o las fronteras en puntos neurálgicos de l riesgo y de la aplicación de mecanismos de intervención; c o m o consecuencia, se t o r n a n puntos clave para las políticas de aseguramiento en general .
Las fronteras , sin embargo , n o sólo regu lan el cruce de personas. A l marcar el suelo también t i enen la función de d i s t ingu i r entre "modos de v ida" . Son u n e lemento que def ine y c ircunscribe la n o r m a t i v i -d a d (las reglas legales, económicas, lingüísticas, p o r e jemplo ) de esos modos de vida. Así, las fronteras son barreras erguidas para d e l i m i t a r y defender la soberanía y la seguridad de estas normativ idades nacionales. Desde esta óptica, además de mediar el traslado e in te r cambio de bienes y personas, d i f erenc ian "maneras de ser" nacionales, resultado de las luchas continuas p o r la hegemonía.
Para entender este proceso vale recordar que las fronteras func io n a n para mantener la distinción y existen a causa de ello. Por u n a parte, se establecen para separar y d i ferenc iar u n Estado-nación de o t r o de manera social, política, cu l tural y económica. Por otra, existen en la med ida en que esa distinción es imaginada y reconocida por las personas, grupos e instituciones. E n este sentido la diferenciación y el contraste se pueden volver u n a parte in tegra l de la construcción y m a n t e n i m i e n t o de la ident idad del Estado-nación, lo cual ha sido documentado ampliamente p o r la historia. Como ejemplos veamos las luchas por las regiones reincidentes - l os casos de Alsace-Lorraine entre Francia y A l e m a n i a a principios de este siglo y el de Kashmir entre I n d i a y Pakistán hoy día.
A la i d e n t i d a d basada en la negación (en l o que n o somos), e i n cluso p o r opos ic ión , se ref iere B r u c k n e r cuando escribe que e l ene-n igo es "e l asti l lero para el f u t u r o , u n a manera de asegurar la cohe-ión d e l g r u p o , de pos tu lar u n a pos ic ión de o p o s i c i ó n " ( c i tado en
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Bigo , 1997). N o sólo es el o t ro lo que n o se aspira a ser y lo que se rechaza - s u presencia af ina y encarr i la metas, valores, propuestas c iv i l i -z a t o r i a s - E n esta opos i c ión se yerguen , de m a n e r a esencialista, y se en f rentan - l o conoc ido y lo extraño, lo p u r o y lo c ontaminado , l o seg u r o y lo inc i e r to , l o entend ib le y l o confuso, el o r d e n y e l caos-. A esto hace alusión B i g o a l p l a n t e a r e l " choque de c iv i l i zac iones" y ta l oposic ión es la que hace Regis Debray entre "el n o r t e nuclear y racion a l " y "el convencional y místico sur" (citado en Bigo , 1997: 94 ) . Estas dual idades , basadas en oposic iones e n t r e "nosotros" vs. "los o t ros " , los esfuerzos p o r consol idar "lo nuestro " ( lo nac i ona l ) , son u n a de las fuerzas motr ices impulsadas p o r la propuesta de l g o b i e r n o de Estados U n i d o s al t ratar de crear u n a c o m u n i d a d b i n a c i o n a l de intereses sobre la seguridad, con base, expl ica Sandoval, en el "ampl io r a n g o de intereses y preocupaciones comunes (security community) que u n e n a Méx i co y a Estados U n i d o s en f o r m a de i n t e r d e p e n d e n c i a y seguri dad compar t ida " , entre ellos el c o n t r o l de la migración i n d o c u m e n t a da (1997 : 155 ) , además de l a r e p r o d u c c i ó n de los c o n t r o l e s de la f r o n t e r a México y Estados U n i d o s en el límite con Guatemala.
E n esta f o r m a pedagógica y esencializada, e incluso antropomór-ficamente, se agudiza la idea de la nac ión c o m o u n cuerpo que adquiere u n a personificación; se transforma en u n ente viviente con rasgos de v ida p r o p i a , u n a subjet iv idad c on i d i o m a , h i s t o r ia , religión y costumbres (Bigo, 1997: 95) que respira, sueña, duele , crece, se for ta lece y se debi l i ta . Por u n lado, esta antropomorfización resuelve y satisface, para u n a parte de la ciudadanía, e l deseo de contar c on a lguna i m a g e n con trazos visuales con que identif icarse. Por o t ro lado , la corporización de la nación, su transformación en u n a figura táctil y sensorial, hace posible imag inar y palpar sus contornos , sus fronteras , de m a n e r a casi ep idérmica . T a m b i é n p e r m i t e , c o m o sugiere F o u -cault , de fender su bienestar, diagnosticar sus malestares e i n t e r v e n i r para sanarla. L a nación goza de buena salud con la "normalización" de su población y padece de enfermedades cuando aparecen patógenos en el i n t e r i o r y, especialmente, en el exter ior . Ya hecha la analogía orgánica, cargada de inferencias médicas y asépticas, es posible red u c i r las amenazas de l ex ter i o r (los migrantes) al cuerpo-nación (su e n v o l t u r a : las f r on te ras ) , a l o que c o n t a m i n a el cuerpo -nac i ona l ( la c r i m i n a l i d a d , la en fermedad , e l narcotráfico) y localizarlas en e l m o m e n t o y p u n t o de l contagio (los cruces f ronter izos ) .
Si la migración es u n a metáfora para el riesgo en la m o d e r n i d a g loba l , su asociación con la f r o n t e r a la sitúa geográficamente, com^
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suelo estratégico, y activa las movi l izac iones a l rededor d e l c ruce de personas. Las líneas f ronter i zas se c o n v i e r t e n en espacios de l u c h a , campos simbólicos que se t r a n s f o r m a n en las pr imeras líneas d e defensa de l a i n t e g r i d a d n a c i o n a l : de su constitución político-jurídica (de fender la seguridad n a c i o n a l ) , c u l t u r a l ( p e r m i t i r u n solo i d i o m a , p o r e j e m p l o ) , e conómica (reservar los empleos para connacionales) . Es la ep idermis de la nación, el p r i m e r filtro de l cuerpo-nación, d o n de u n m o d o de v ida es a la vez contestado y de fend ido . Para e l Estado , las f ronteras se vuelven p u n t o s estratégicos en la lucha c o n t r a la infiltración de l e x t e r i o r - e n este caso el m i g r a n t e - concebida c o m o u n a de las causas de la desintegración. Así, comienza la labor de af i nar y consol idar las funciones de las divisiones internacionales , de re-de f in i r los tipos de intercambios admitidos. E n las fronteras sur y norte esto ha resultado en u n a nueva r ig idez política y en la militarización - l a creación de operaciones, c o m o Guardián en la f r o n t e r a n o r t e , y Escoba y Se l lamiento en la f r o n t e r a sur - . E n palabras de K r a t o c h w i l , este proceso se reduce a la ley de l más fuerte .
Las imágenes hegemónicas que convergen sobre las f ronteras term i n a n a b r e v i a n d o las líneas de c ruce a t i e r ras e n p e l i g r o ( ba j o la amenaza de la contaminación, si n o usurpación) y r e d u c i e n d o a l m i grante a la fuente p r i n c i p a l de esa amenaza (en transgresor y c r i m i nal ) . E l cruce se t rans forma en u n lugar sitiado al m a r g e n de la cot i d i a n i d a d d o n d e las n o r m a s de d ía a d ía , l o q u e se d e f i e n d e , n o c o i n c i d e n necesariamente c on aquellas que se i m p o n e n para su defensa, incluso se trastornan. En estos espacios de n o r m a t i v i d a d alterada, escenarios de campos polarizados ( lo nuestro y lo o t r o ) , la ley y la extralegal idad p u e d e n converger, dando permiso , de manera explícita e implícita, a la búsqueda incond i c i onada de migrantes . E l contacto puede deslizarse espontáneamente entre la expulsión y el abuso; las f ronteras , imaginadas c omo lugares bajo amenaza, se c onv ie r ten en lugares donde esos deslices se concentran y natural izan .
E l proceso de riesgo en las rutas migratorias
L a noc ión de riesgo presentada aquí tiene como objetivo crear u n a her r a m i e n t a útil para revelar las vivencias de los migrantes en el camino , esto es, para describir, clasificar y registrar esa real idad escasamente documentada y develar los riesgos. Desarrollada desde la óptica de las m i graciones en las rutas de las fronteras sur y norte , se pretende que, no
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obstante su especificidad histórica y temporal , ofrezca u n p u n t o de part i d a para e x p l o r a r e l riesgo en las rutas de otras regiones. C o n estas cautelas y estos fines se parte de dos premisas.
Por u n lado , la noc i ón de riesgo propuesta aquí se def ine c o m o estar expuesto en el camino a u n a cosa o u n a persona que es p o t e n -c ia lmente u n a amenaza o u n pe l i g ro , a ta l grado que pueda p e r j u d i car o dañar, a veces i r reparab lemente , el proyecto de m i g r a r o la i n t e g r i d a d física d e l m i g r a n t e . E n esta propues ta e l riesgo es u n proceso que entrete je a los migrantes c on personas y cosas (asaltantes, v íboras, e l t r e n carguero) d e n t r o de encuentros o situaciones (donde los i n d o c u m e n t a d o s quedan expuestos a los pel igros) que t i e n e n el po tencial de per jud icar a la persona o su viaje. Implícitamente, el eje de la def inic ión reside en e l últ imo eslabón de este proceso, esto es la pos ib i l idad de sufr ir algún daño, u n perjuicio o u n a pérdida] sin ese potenc ia l n o existe e l riesgo (Leiss y Choc i o lko , 1994: 6; L u p t o n , 1999: 9 ) . E n esta p r i m e r a fase de la investigación los alcances de l concepto se l i m i t a n a pe l igros y amenazas externas al m i g r a n t e , a su persona, que, e m p l e a n d o la definición de Giddens , son "los eventos que pued e n asaltar a los i n d i v i d u o s i n e s p e r a d a m e n t e (desde fuera , p u e s ) " (1998: 521 ) . Son las externa l idades a que se re f i ere L u h m a n n . Por ende excluyen, p o r e jemplo , los aspectos afectivos y espirituales, que a u n q u e de suma i m p o r t a n c i a q u e d a n f u e r a de los alcances de esta p r i m e r a aproximación.
E l concepto, p o r o t ro lado , parte de que enfrentar el riesgo es estar expuesto a u n a amenaza o u n p e l i g r o i d e n t i f i c a d o c omo tal p o r las personas y las comunidades , en este caso p r i n c i p a l m e n t e p o r los migrantes aunque , en la rea l idad , en la elaboración de esa definición también p a r t i c i p a n otros - las personas y organizaciones dedicadas a la protección de los indocumentados , p o r e j e m p l o - . Se p ropone que las amenazas o los pel igros , los "objetos riesgosos" en las palabras de H i l g a r t n e r , son cosas o personas a quienes se les atribuye esa característica. E n otras palabras, a la vez que existen cosas (víboras, e l t r e n carguero) y personas ( ladrones, asaltantes) que pueden per judicar la p o s i b i l i d a d de m i g r a r o la i n t e g r i d a d física d e l m i g r a n t e si está expuesto a ellas, éstas pasan p o r filtros culturales, sociales y biográficos antes de que se les atr ibuya el per ju ic io .
Poner atención en las condiciones en que se reconoce y se da u n pe l i g ro remi te a la vu lnerab i l idad , a las capacidades de u n a persona o u n g r u p o para ant i c ipar , mane jar , resistir y recuperarse de l i m p a c t o de l daño debido a la exposición a una amenaza (Blakie et al, 1994: 9 ) .
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Es prec i samente e n la c o m p l e j a r e d de asociaciones, imprev i s t o s y causalidades que u n e u n pe l i g ro potenc ia l con u n daño, d o n d e la vu l n e r a b i l i d a d desempeña u n pape l decisivo. Los migrantes centroamer i canos , p o r e j e m p l o , que saltan d e l t r e n carguero c u a n d o está en m a r c h a para evitar ser deten idos p o r las autor idades m i g r a t o r i a s lo hacen d e n t r o de u n e n t r e j u e g o de diversos sent imientos y cálculos enraizados en u n sentido de v u l n e r a b i l i d a d que inf luye en su i d e n t i f i cación de los pel igros como ta l , su evaluación de los mismos, su reacción emoc iona l e i n t u i t i v a ante ellos, su sensación de estar expuestos al daño, y su percepción de las consecuencias potenciales. C o m o resultado, hay diversas y a veces contradictor ias percepciones u op in iones respecto de l o que es u n r iesgo , esto es, d ivergentes i n t e r p r e t a c i o nes de l pe l i g ro , de la pos ib i l idad de quedar expuesto a él y d e l daño p o t e n c i a l de estar expuesto . Usar e l t r e n carguero c o m o m e d i o de t ranspor te , p o r e j e m p l o , n o obstante los per ju i c i os potenc ia les que representa para muchos migrantes , n o es i dent i f i cado p o r todos com o u n riesgo.
A la vez, la identificación de l riesgo p o r los migrantes surge de especificidades históricas y geográficas. Los peligros potenciales, las cosas y personas que p u e d e n causar daño , y la exposición a ellos (e lementos constitutivos de los riesgos) se d is tr ibuyen de manera desigual en el t i e m p o y en el espacio.
Por u n lado, se reparten d e n t r o de los "t iempos m i g r a t o r i o s " -sus ciclos, estaciones y c oyunturas - . E n el caso p a r t i c u l a r de la f r o n t e r a sur, estos t i empos co r responden , p o r e j e m p l o , a las estaciones de la cosecha y l i m p i a en las fincas. Abarca los cruces transfronterizos que a diar io hacen los que viven de l lado guatemalteco y van todos los días a trabajar en las p lantac iones de l plátano y m a n g o de l Soconusco. I n cluye la cíclica salida o regreso a n u a l al n o r t e -Estados U n i d o s - en enero y febrero , después de las fiestas de Navidad. Se ref iere también a migraciones coyunturales - d e partidas inesperadas y masivas como la que se d i o después del huracán M i t c h y aquellos viajes i n t e r r u m p i dos y reencaminados deb ido a la puesta en práctica de "operat ivos" p o r parte de las autoridades de los países receptores- . E n la f r o n t e r a nor te , para dar sólo dos ejemplos, se ref iere a los retornos a las c omunidades de o r i gen en México antes de las vacaciones de Navidad ; también a lude a las travesías estacionales a Estados U n i d o s y d e n t r o de l país, para buscar trabajo en los campos agrícolas. E n esta d ivers idad de "t iempos migra tor i o s " se desarrolla u n a m u l t i p l i c i d a d de distintos "objetos riesgosos" a que están expuestos los migrantes.
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Por o t r o lado, los riesgos se d istr ibuyen de manera desigual en los espacios de las rutas migrator ias . Varían, p o r e j emplo , según la r u t a . Los que en f rentan los migrantes centroamericanos en la vía d e l Soconusco son d is t intos a los d e l trayecto p o r e l c e n t r o d e l estado, en la r u t a que pasa p o r C i u d a d C u a u h t e m o c y Comitán. Los pe l igros son d is t intos en e l c a m p o y en la c i u d a d y los "objetos riesgosos" varían entre distintas ciudades y entre regiones rurales; asimismo la pos ib i l i d a d de encontrarse expuesto a ellos cambia según la cercanía o lejanía de la línea i n t e r n a c i o n a l . E n la f r o n t e r a n o r t e los riesgos varían, p o r e j e m p l o , al pasar p o r e l cerro al este de l condado de San Diego , e l desierto de Sonora, o el río Bravo p o r Texas.
Habría finalmente que t omar en cuenta que el espacio de riesgo, su localización y concentrac ión , es m u t a b l e ; varía en el t i e m p o . Los lugares d o n d e se c o n c e n t r a n los daños d u r a n t e algunas épocas d e l año en la f r o n t e r a sur (las fincas cafetaleras, p o r e jemplo , en las t e m poradas de la l i m p i a y la cosecha) d e j a n de cent ra l i zar l o s e n o t ros m o m e n t o s . A u n q u e e l desierto de Sonora representa u n p e l i g r o potenc ia l constante, es especialmente le ta l en e l verano , m i e n t r a s que los cerros ubicados j u s t o al este de San Diego p o n e n en p e l i g r o la v i da de manera permanente en el inv i e rno deb ido a las bajas temperaturas que se reg i s t ran ahí p a r t i c u l a r m e n t e en la noche . A la vez, las dist intas operaciones y operativos -Guardián, Escoba y Se l lamiento , i m p l e m e n t a d o s en d is t intos m o m e n t o s a l o largo de las dos f r o n t e r a s - h a n hecho que se c o n c e n t r e n los riesgos en algunos p u n t o s de cruce: la sierra que se encuentra al este de l condado de San Diego y el desierto de Sonora, en la f r o n t e r a nor te ; el centro de ciudades com o Tapachula , y las vías de l f e r r o c a r r i l en la f r o n t e r a sur.
U n a recapitulación
C o m o ya se menc ionó , este ensayo se inserta d e n t r o de los motivos y objetivos que a n i m a r o n los p r i m e r o s estudios sobre los riesgos en la migración indocumentada en las fronteras sur y nor te de l país. Nuest r o propósito ha sido comenzar a explorar la manera en que la m i g r a ción se ha asociado al riesgo e indagar el papel de los espacios f r o n t e rizos en la construcción de esta asociación.
C o n este fin presentamos u n breve resumen de las conceptualiza-ciones de l riesgo y u n a p r i m e r a exploración de los modos en que esas propuestas conceptuales p u d i e r a n echar luz sobre las vivencias de los
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indocumentados . Para esto se situó la migración d e n t r o de los dos paradigmas dominantes en la l i t e r a t u r a , e l técnico-científico, d o n d e se prestó especial atención a los métodos para d o c u m e n t a r e l riesgo y a la n o c i ó n de desastre, y e l c ons t rucc i on i s ta s o c i o c u l t u r a l , d o n d e se planteó que el m i g r a n t e p a u l a t i n a m e n t e ha l legado a convert irse en u n a metáfora de riesgo. Los migrantes i n d o c u m e n t a d o s , se sugirió, c o r p o r i z a n el riesgo m i s m o . Por u n a parte , al v iv ir e l p e l i g r o de man e r a c o t i d i a n a se c o n v i e r t e n en víctimas de las múltiples amenazas que los acechan en las rutas hacia el nor te . Por o t ra parte , l legan a i n c o rporar las i n c e r t i d u m b r e s d e l t e j ido social y a f o r m a r parte de los discursos y pugnas permanentes p o r d e f i n i r la i d e n t i d a d nac ional y la nación misma, discursos y pugnas que se han agudizado debido a la glo-balización.
E n estas cont iendas , se p r o p u s o , las f ronteras , las e p i d e r m i s de l cuerpo-nación, se conv ier ten en lugares que sitúan y enfocan e l riesgo-migrante . Así, se exploró de qué manera la f r o n t e r a se ha convert i do en u n e l emento dinámico en el desenlace de l riesgo para los m i grantes. L a globalización, se argumentó, al acelerar e intensi f i car los mov imientos trasnacionales, ha agudizado u n a de las tensiones i n h e rentes a l a constitución de las líneas divisorias, esto es, su función com o puntos de intercambio y como defensoras de la soberanía y segurid a d nacionales . Así, a la par de la p a u l a t i n a a p e r t u r a ante los flujos internacionales de bienes y capital , respecto a la fuerza m o t r i z que se hal la detrás de los tratados de l ibre comercio de Norteamérica (TLCAN) y de la Unión E u r o p e a (TLCUE) , se ha advert ido u n esfuerzo p o r cer r a r las puertas de ent rada o cuando menos abrir las selectivamente cuando se trata d e l m o v i m i e n t o trasnac ional de personas. Recordemos que en 1994, cuando el TLCAN entró en vigor, también lo h izo la Operación Guardián, u n o de los más costosos y concentrados esfuerzos por sellar el cruce entre T i j u a n a y San Diego a los migrantes i n d o cumentados . De m a n e r a semejante , a l escr ib ir estas líneas Méx i co , Guatemala , H o n d u r a s , y E l Salvador negoc ian el tratado de l i b r e com e r c i o q u e p r ó x i m a m e n t e entrelazará sus m e r c a d o s y, a l m i s m o t i e m p o , se lleva a la práctica él operat ivo Sel lamiento de la F r o n t e r a en la línea divisoria entre México y Guatemala.
La triangulación migración, riesgo, y f r o n t e r a se n u t r e también de otras maneras. A la vez que las fronteras marcan el suelo para de l i m i t a r jur i sd i c c i ones políticas y m o n i t o r e a r y c o n t r o l a r quién entra y sale de la nación, también d e l i m i t a n y d is t inguen los contornos de los modos de vida nacionales. Son los espacios donde se insiste en remar-
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car las del imitaciones y diferencias. Se sugiere que estos intentos concurrentes por consolidar y rede f in i r las divisones territoriales se deben en parte a la asociación de estos trazos geográficos, vista desde el Estado-nación, con la defensa de la soberanía y la seguridad de lo nac ional y la percepción de amenaza implícita y permanente . Esta defensa responde a pugnas internas que p o n e n en relieve la visión hegemónica de lo nac ional y cuestionan sus preceptos y sentidos comunes. Las personas que cruzan las demarcaciones nacionales de manera física o simbólica - l os migrantes en este caso- l legan a constituir , casi siempre de manera invo luntar ia , ejes simbólicos alrededor de los cuales se venti lan, se fijan y se debaten los significados (culturales, jurídicos, e conómicos y políticos, po r e jemplo) de la nación. E n esta extensa y compleja d isputa, en la m u l t i p l i c i d a d de voces y su localización en los espacios f ronte rizos, los indocumentados l legan a considerarse c omo amenazas a la nación y, a la vez, se convierten en víctimas de ella.
C o n el fin de comenzar a d o c u m e n t a r y registrar estas vivencias se p ropuso u n concepto de riesgo que l o deconstruyera en proceso. L a propuesta parte de considerar que el riesgo entreteje a los m i g r a n tes c on personas y cosas d e n t r o de encuentros o situaciones que pue den t e r m i n a r en u n per ju ic io a la in tegr idad física de éstos o a su p r o yecto de m i g r a r . Estos pe l igros , las personas y cosas, a la vez, n o son identificados necesariamente como tales p o r quienes están expuestos a ellos. Por u n lado, se le atribuye la característica de amenaza o daño po tenc ia l a u n a cosa o persona, lo cual da pauta para diversas y a veces contradictorias ideas u opiniones respecto de lo que es una amenaza, y para divergentes interpretac iones de l pe l igro . Por o t r o lado, a u n q u e hay riesgos " f i jos" , m u c h o s se d i s t r i b u y e n de m a n e r a desigual en e l t i empo y en el espacio, lo cual crea u n cuadro mutable del f enómeno . De hecho , el riesgo ha resultado ser tan dinámico como la migración misma, hasta f o r m a r hoy día, y muchas veces con consecuencias trágicas, u n a parte intrínseca de la aspiración y experiencia de part ir .
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