Rilke -Primera Elegía de Duino

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  • 8/3/2019 Rilke -Primera Elega de Duino

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    Primera Elega de Duino (Rainer Maria Rilke)

    Quin me oira entre la jerarqua de los ngeles,

    si yo gritara? Y supuesto que alguno

    me tomase de pronto sobre su corazn: perecera yo

    por su existencia ms fuerte. Pues lo bello no es ms

    que el primer eslabn de lo terrible, que an soportamos,

    y as lo admiramos, porque impasiblemente

    rehusa destruirnos. Todo ngel es terrible.

    Y as me contengo, pues, y ahogo el llamado seductor

    de un obscuro sollozo. Ah! Y a quin nos es posible

    recurrir? No a los ngeles, no a los hombres,y los animales sagaces perciben

    que no estamos muy ciertos de la explicacin

    que damos al mundo. Nos queda, quizs,

    en la pendiente, algn rbol para mirar cada da;

    nos quedan la senda del ayer

    y la fidelidad mimada de un hbito,

    que se placa en nosotros, nos queda y no parte ya ms.

    Oh, y la noche, la noche, cuando el viento saturado de

    espacios del mundo

    nos roe la cara, para quin no seguira

    siendo ella, la deseada, la dulcemente engaosa,

    que frente al desolado corazn surge penosamente?

    Es ella ms ligera a los amantes?

    Ah! Ellos ocultan uno a otros su suerte.

    No lo sabes an? Arroja de tus brazos el vaco

    hacia los espacios que respiramos; quizs los pjaros

    sientan el aire ms vasto en un vuelo ms ntimo.

    S, es verdad, las primaveras necesitaban de ti. Muchas

    Estrellas

    Esperaban que pudieras sentirlas. Y se alzaba,

  • 8/3/2019 Rilke -Primera Elega de Duino

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    Acercndose, una ola en el pasado, o

    Cuando pasabas, junto a la abierta ventana

    Se entregaba un violn. Todo esto era misin.

    Mas, t la dominabas? No estabas siempre acaso

    Distrado por la espera como si todo te anunciase

    una amada? (Do quieres albergarla,

    cuando los grandes y extraos pensamientos

    en ti entran y salen y a menudo se quedan por la noche).

    Pero si sientes nostalgia, canta a los amantes; muy lejos

    Est de ser inmortal su clebre sentimiento.

    A aquellas que casi envidias, a las abandonadas, que t

    hallaste ms amorosas que las apaciguadas.Canta siempre de nuevo la alabanza inaccesible;

    Piensa que el hroe no deja de serlo, que su misma cada

    No es ms que un pretexto para existir: su postrer

    Nacimiento.

    Pero a las amantes la naturaleza extenuada las toma de

    nuevo en s misma,

    como si no tuviera dos veces las fuerzas

    para lograr esta obra. Has recordado bastante

    a Gaspara Stampa, para que alguna nia,

    a quin el amado escap, sienta el ejemplo acrecentado

    de esta amante, de modo que yo llegara a ver como ella?

    Estos muy viejos dolores no se harn finalmente

    ms fecundos? No es tiempo que nosotros, amando, nos

    libertemos de lo amando y temblado triunfemos:

    como la flecha que resiste la cuerda, para ser concentradaen el salto,

    ms que ella misma? Permanencia no hay en parte ninguna.

    Voces, voces. Escucha, corazn, como antes slo

    Los santos escuchaban: de modo que el inmenso llamado

    Los alzaba del suelo; mas, de rodillas

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    Seguan, imposibles, sin prestar atencin:

    As escuchaban. No que con mucho pudieras de Dios

    la voz soportar. Pero escucha el soplo,

    el mensaje incesante que se forma de silencio.

    Un susurro ahora sube de aquellos jvenes muertos, a ti.

    Donde siempre entrabas a las Iglesias de Roma y de

    Npoles

    Su destino no hablaba par ti un lenguaje apacible?

    O bien te impona una inscripcin su grandeza,

    Como hace poco la placa en Santa Mara Formosa.

    Qu me quieren decir? Dulcemente debo desprender la

    AparienciaDe injusticia, que a veces un poco entorpece

    A los espritus en la pureza de su movimiento.

    Cierto, es extrao no habitar ms la tierra,

    No ejercer ms los usos apenas aprendidos,

    No dar a las rosas y a otras cosas que fueron promesas

    El significado del humano futuro;

    Lo que se era en las manos infinitamente medrosas

    No ser ya ms, y hasta el propio nombre

    Abandonar como un juguete trizado.

    Extrao, no desear los deseos ya ms. Extrao,

    Ver lo que estaba atado, revolotear libremente

    En el espacio. Estar muerto es penoso,

    Y hay tanto que suplir para sentir lentamente

    Un poco de eternidad. Pero los vivos cometen

    Todos la falta de hacer distinciones muy fuertes.Los ngeles (se dice) a menudo no sabran

    Si estn entre los vivos o los muertos. La eterna

    corriente

    A todas las edades arrastra consigo

    A travs de ambos reinos y sus voces dominan en ellos.

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    Por ltimo, ya no han menester de nosotros,

    Ellos, los jvenes que hicieron el trnsito,

    Lo terrestre se olvida suavemente, como uno se

    desprende,

    Al crecer,

    Del pecho maternal. Mas, nosotros, que tan grandes

    Misterios

    Necesitamos, nosotros para quienes del duelo

    Nace a menudo un progreso feliz: sin ellos podramos ser?

    Es una vana leyenda creer que otro tiempo por llorar la

    muerte de Linos

    la primera msica os penetrar la inerte materia,que entonces, en el espacio aterrado, al cual un joven

    casi divino

    de pronto escap para siempre, el vaco entr en esta

    vibracin que ahora nos arrastra, consuela y ayuda?

    (Trad.: Pino Saavedra)

    Primera Elega de Duino (Rainer Maria Rilke)

    Quin me oira entre la jerarqua de los ngeles,

    si yo gritara? Y supuesto que alguno

    me tomase de pronto sobre su corazn: perecera yo

    por su existencia ms fuerte. Pues lo bello no es ms

    que el primer eslabn de lo terrible, que an soportamos,

    y as lo admiramos, porque impasiblementerehusa destruirnos. Todo ngel es terrible.

    Y as me contengo, pues, y ahogo el llamado seductor

    de un obscuro sollozo. Ah! Y a quin nos es posible

    recurrir? No a los ngeles, no a los hombres,

    y los animales sagaces perciben

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    que no estamos muy ciertos de la explicacin

    que damos al mundo. Nos queda, quizs,

    en la pendiente, algn rbol para mirar cada da;

    nos quedan la senda del ayer

    y la fidelidad mimada de un hbito,

    que se placa en nosotros, nos queda y no parte ya ms.

    Oh, y la noche, la noche, cuando el viento saturado de

    espacios del mundo

    nos roe la cara, para quin no seguira

    siendo ella, la deseada, la dulcemente engaosa,

    que frente al desolado corazn surge penosamente?

    Es ella ms ligera a los amantes?Ah! Ellos ocultan uno a otros su suerte.

    No lo sabes an? Arroja de tus brazos el vaco

    hacia los espacios que respiramos; quizs los pjaros

    sientan el aire ms vasto en un vuelo ms ntimo.

    S, es verdad, las primaveras necesitaban de ti. Muchas

    Estrellas

    Esperaban que pudieras sentirlas. Y se alzaba,

    Acercndose, una ola en el pasado, o

    Cuando pasabas, junto a la abierta ventana

    Se entregaba un violn. Todo esto era misin.

    Mas, t la dominabas? No estabas siempre acaso

    Distrado por la espera como si todo te anunciase

    una amada? (Do quieres albergarla,

    cuando los grandes y extraos pensamientos

    en ti entran y salen y a menudo se quedan por la noche).Pero si sientes nostalgia, canta a los amantes; muy lejos

    Est de ser inmortal su clebre sentimiento.

    A aquellas que casi envidias, a las abandonadas, que t

    hallaste ms amorosas que las apaciguadas.

    Canta siempre de nuevo la alabanza inaccesible;

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    Piensa que el hroe no deja de serlo, que su misma cada

    No es ms que un pretexto para existir: su postrer

    Nacimiento.

    Pero a las amantes la naturaleza extenuada las toma de

    nuevo en s misma,

    como si no tuviera dos veces las fuerzas

    para lograr esta obra. Has recordado bastante

    a Gaspara Stampa, para que alguna nia,

    a quin el amado escap, sienta el ejemplo acrecentado

    de esta amante, de modo que yo llegara a ver como ella?

    Estos muy viejos dolores no se harn finalmente

    ms fecundos? No es tiempo que nosotros, amando, noslibertemos de lo amando y temblado triunfemos:

    como la flecha que resiste la cuerda, para ser concentrada

    en el salto,

    ms que ella misma? Permanencia no hay en parte ninguna.

    Voces, voces. Escucha, corazn, como antes slo

    Los santos escuchaban: de modo que el inmenso llamado

    Los alzaba del suelo; mas, de rodillas

    Seguan, imposibles, sin prestar atencin:

    As escuchaban. No que con mucho pudieras de Dios

    la voz soportar. Pero escucha el soplo,

    el mensaje incesante que se forma de silencio.

    Un susurro ahora sube de aquellos jvenes muertos, a ti.

    Donde siempre entrabas a las Iglesias de Roma y de

    Npoles

    Su destino no hablaba par ti un lenguaje apacible?O bien te impona una inscripcin su grandeza,

    Como hace poco la placa en Santa Mara Formosa.

    Qu me quieren decir? Dulcemente debo desprender la

    Apariencia

    De injusticia, que a veces un poco entorpece

  • 8/3/2019 Rilke -Primera Elega de Duino

    7/8

    A los espritus en la pureza de su movimiento.

    Cierto, es extrao no habitar ms la tierra,

    No ejercer ms los usos apenas aprendidos,

    No dar a las rosas y a otras cosas que fueron promesas

    El significado del humano futuro;

    Lo que se era en las manos infinitamente medrosas

    No ser ya ms, y hasta el propio nombre

    Abandonar como un juguete trizado.

    Extrao, no desear los deseos ya ms. Extrao,

    Ver lo que estaba atado, revolotear libremente

    En el espacio. Estar muerto es penoso,

    Y hay tanto que suplir para sentir lentamenteUn poco de eternidad. Pero los vivos cometen

    Todos la falta de hacer distinciones muy fuertes.

    Los ngeles (se dice) a menudo no sabran

    Si estn entre los vivos o los muertos. La eterna

    corriente

    A todas las edades arrastra consigo

    A travs de ambos reinos y sus voces dominan en ellos.

    Por ltimo, ya no han menester de nosotros,

    Ellos, los jvenes que hicieron el trnsito,

    Lo terrestre se olvida suavemente, como uno se

    desprende,

    Al crecer,

    Del pecho maternal. Mas, nosotros, que tan grandes

    Misterios

    Necesitamos, nosotros para quienes del dueloNace a menudo un progreso feliz: sin ellos podramos ser?

    Es una vana leyenda creer que otro tiempo por llorar la

    muerte de Linos

    la primera msica os penetrar la inerte materia,

    que entonces, en el espacio aterrado, al cual un joven

  • 8/3/2019 Rilke -Primera Elega de Duino

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    casi divino

    de pronto escap para siempre, el vaco entr en esta

    vibracin que ahora nos arrastra, consuela y ayuda?

    (Trad.: Pino Saavedra)