Rodriguez - Lectura e Internet

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Lectura e internet:

dos tecnologas

Adolfo Rodrguez Gallardo

Artculo recibido:

3 de mayo de 2004.

Artculo aceptado:

4 de agosto de 2004.

Resumen

Este trabajo aborda el estudio de la lectura y la escri-tura como dos tecnologas asociadas que dan origen aun binomio fundamental para el desarrollo de la hu-manidad, y una tercera tecnologa mucho ms recien-te: Internet. Para ello, se recurre a analizar las inno-vaciones tecnolgicas aplicadas a la bibliotecologa ylas opiniones que han dado origen a la formacin de

grupos con posturas divergentes. Se identifican funda-mentalmente dos grupos: los tecnlogos y los conser-vadores. Los primeros cifran sus esperanzas en que latecnologa ser la solucin a todos los problemas queenfrenta la bibliotecologa, en tanto que los segundosse resisten al cambio, sobrevalorando lo existente.Como resultado del embate tecnolgico ha surgido lapreocupacin respecto de la desaparicin tanto de lalectura y de la escritura, como de los materiales impre-sos, de la biblioteca y de la profesin bibliotecaria. Sinembargo aquellos especialistas que han pronosticado


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38 el desplazamiento de instituciones y profesionales, no

han analizado con profundidad las condiciones quedeben reunir las tecnologas de la informacin para sa-tisfacer efectivamente las necesidades de informacin.La condicin fundamental para el uso de las tecnolo-

gas de informacin y comunicacin siguen siendo lasancestrales tcnicas de lectura y escritura.

Palabras clave: Lectura: Escritura; Internet; Tec-nologas de Informacin y comunicacin(TIC).

Abstract

Reading in Internet: two technologiesAdolfo RodrguezGallardo

The paper focuses on reading and writing as two as-sociated technologies that give origin to a fundamentalbinomial for the development of humanity, and on amuch more recent technology: Internet. Thus, an anal-ysis of the technological innovations applied to libraryscience is made, and the opinions that have given birthto the formation of groups with divergent positionsare identified. The article centers on two groups: thetechnologists and the conservatives. The former basetheir hope on the idea that technology will be the over-

all solution to library science problems, whereas thelatter resist change and over estimate existing means.On the other hand, the technological push has givenrise to worries which hold that reading and writing,printed materials, the library and even library sciencewill disappear. However, those specialists who have as-sumed the displacement of institutions and profession-als seem not to have analyzed in depth the conditionsthat information technologies must fulfill in order tosatisfy effectively our information needs. We must notforget that for our technology to operate successfully,

man requires dominion of the ancestral techniques ofreading and writing.

Keywords: Reading; Writing; Internet; Informa-tion and Communication Technologies.


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LECTURA E INTERNET: DOS TECNOLOGAS

Acerca de la tecnologa

L a tecnologa es la serie de instrumentos, procedimientos o inventos queel ser humano ha ideado para hacer fciles sus actividades diarias: laconstruccin de grandes obras como presas, termoelctricas, aeropuertos,rascacielos; el desarrollo de sistemas de comunicacin como carreteras, cen-

trales telefnicas, telgrafos, computadoras, satlites; y todos aquellos instru-

mentos que se emplean para mantener o recuperar la salud, entre muchas

otras cosas. La tecnologa es la aplicacin de los principios cientficos, pos-

tulados y leyes generales para solucionar determinados problemas; no es la

ciencia en s, sino su enfoque prctico.

Se puede decir que los procedimientos y los instrumentos empleados en

el desarrollo tecnolgico por s mismos no amplan ni producen nuevo cono-

cimiento; sin embargo su utilizacin ha contribuido al desarrollo cientficomundial y mejorado con ello la calidad de vida del hombre.

Sera un trabajo titnico ofrecer una lista exhaustiva de las tecnologas

que el hombre ha concebido y utilizado a lo largo de su historia, la rueda, la

produccin del fuego, la imprenta y la computadora, entre millones de otras,

son tan slo algunas de las que han impactado al hombre en su forma de vi-

vir, de relacionarse con otros hombres y, en consecuencia, han afectado tam-

bin su desarrollo social.

Las tecnologas son de diferentes tipos, algunas utilizan uno o varios ins-

trumentos para su aplicacin, como es el caso de la computacin; otras hacen

uso de una prctica de carcter eminentemente tecnolgico, como sucede en

el caso de la escritura y la lectura. La transformacin de ideas a una forma

escrita es una tecnologa, en tanto que su lectura, interpretacin o decodifi-

cacin es otra tecnologa por s misma, independientemente de los materiales

que se utilicen: tablillas de arcilla, instrumentos cuneiformes, pergamino,

tintas, papel, imprenta de tipos mviles, entre otros, hasta llegar a los instru-

mentos digitales. Estas dos tecnologas le han brindado al hombre la capaci-

dad de utilizar signos, figuras o letras y de transmitir desde conceptos bsicos

y objetivos como la descripcin fsica de un objeto, una casa, un rbol, un

animal hasta conceptos abstractos y complejos que incluyen valores comoel bien, el mal, la bondad y la justicia, entre otros. Con frecuencia cuando

se habla de lectura y escritura no se advierte lo que estos avances tecnolgi-

cos han representado para el desarrollo humano, sin ellos la comunicacin y

transmisin de conocimiento sera mucho ms compleja. De hecho algunos

historiadores sostienen que es la escritura, y por tanto la lectura, la que le

da el carcter de ciencia a su disciplina; hasta antes de la escritura discurra

la prehistoria, con su escritura pictrica. La aparicin del sistema alfabtico

de escritura transform profundamente la organizacin social y la estructura


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38 mental del hombre al convertirse en instrumento de la razn y ocupar un lu-

gar preponderante sujeto a reglas discursivas e histricas asociadas al acto de

apropiacin o lectura. Aunque tambin hay que sealar que esta idea no es

compartida por todos los historiadores.

Entre las tecnologas que se pretenden analizar en este trabajo, estnprincipalmente dos: la primera es muy antigua y ha sido denominada escri-

tura, acompaada de su actividad asociada, la lectura, debido a que forman

un binomio fundamental para el desarrollo de la humanidad, ya que sin ellas

posiblemente la sociedad no habra alcanzado el grado de desenvolvimiento

actual. La segunda es ms reciente y resultado de otras tecnologas previamen-

te empleadas como la electrnica y la computacin, nos referimos especfica-

mente a Internet; la red de comunicacin electrnica de servicios y productos

que ha logrado que personas de distintas edades, culturas e intereses, se en-

cuentren en ella y se sirvan de ella para distintos propsitos que van desde laeducacin, los negocios y la informacin, hasta la diversin y el esparcimiento.

Con esto no se pretende sealar que las nicas tecnologas que han sido

motivo de preocupacin de la sociedad y de los bibliotecarios sean las que

hoy nos ocupan. Para prestar los servicios que la biblioteca ofrece, sta ha in-

corporado muchsimos productos tecnolgicos a lo largo de la historia, como

el catlogo bibliogrfico en forma de libro, y su posterior versin en tarjetas

intercalables para mantenerlo al da; y los servicios de foto-duplicacin ba-

sados en la fotografa o en procesos de tipo xerogrfico, por mencionar slo

algunas de las tecnologas empleadas en el trabajo bibliotecario.

En algn momento se ha acusado a la bibliotecologa de no ser una cien-

cia, sino el resultado de la adopcin de una serie de procedimientos y cono-

cimientos prcticos que pueden ser identificados como la aplicacin de una

serie de tecnologas. Por ello es tan fcil pensar que en el trabajo bibliotecario

el uso de una nueva tecnologa cambia completamente la esencia de la disci-

plina, cuando lo que realmente modifica son los procedimientos empleados

en la prestacin de los servicios bibliotecarios. Pero los principios disciplina-

rios no se ven alterados por las aplicaciones tecnolgicas.

Existen profesiones estrechamente relacionadas con el uso de la tecno-

loga, como es el caso de la ingeniera, que tienen como principal actividadla aplicacin de ciertos principios matemticos y fsicos a las actividades y

necesidades de la sociedad y de los profesionales en ese campo. La bibliote-

cologa, no obstante que est ms asociada con las disciplinas humansticas,

ha usado intensamente los productos tecnolgicos, desde el inicio de sus ac-

tividades y a lo largo de su historia, principalmente en la prestacin de los

servicios bibliotecarios.

Como algunos autores lo han sealado acertadamente, la escritura es la tec-

nologa inventada por el hombre para conservar ideas y transmitir conceptos


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que permitan la comunicacin entre hombres de un mismo lugar o lugares

incluso distantes, y de diferentes momentos histricos. La escritura permi-

te transmitir conceptos y mensajes de una gran complejidad, como ya se ha

mencionado anteriormente. Escritura y lectura son las bases de todo el que-

hacer bibliotecario, sin ellas no se podra explicar nuestra actividad ni la exis-tencia de la biblioteca como institucin encargada de preservar y transmitir

la herencia cultural escrita. Por ello a partir del uso de estas tecnologas los

bibliotecarios han ido incorporando los nuevos aportes tecnolgicos, los cua-

les en su momento han sido de gran utilidad, incluso aquellos que se pens

que permaneceran por un periodo ms largo del que permanecieron, como

sucedi en el caso de la microfilmacin.

Por lo anterior el uso de nuevas tecnologas debera ser algo familiar al

quehacer bibliotecario y no producir las conmociones que son caractersticas

en nuestra profesin cada vez que una nueva tecnologa empieza a ser utili-zada. Deberamos valorar los nuevos aportes en lo que valen, e integrarlos

a nuestra actividad en la medida en que nos son tiles y por el periodo de

vigencia que sus caractersticas les permitan. As lo hemos hecho con la in-

corporacin de la mquina de escribir, la fotocopia y los catlogos de tarjetas

intercambiables, por qu no hacerlo ahora con Internet?

Ahora bien, la incorporacin de toda nueva tecnologa enfrenta dos gru-

pos que tratan de hacer prevalecer su enfoque y que luchan entre s para lo-

grarlo. Por una parte estn aquellos que piensan que la nueva tecnologa es la

solucin a todos los problemas y que su aplicacin producir beneficios casi

mgicos que en poco tiempo superarn los problemas existentes. Este grupo

de personas, integrado por profesionales y no profesionales de la biblioteco-

loga, piensa que la tecnologa es lineal y que la nueva substituir a la que se

tiene en un momento dado, y que adems sta desaparecer y producir una

mejora en los servicios. Como se ver ms adelante las tecnologas son com-

plementarias y coexistirn antiguas y nuevas, al menos durante un lapso, y en

otros casos quiz para siempre.

El optimismo de este primer grupo los lleva a no apreciar objetivamente

los elementos existentes, a menospreciar lo que se ha conseguido y a sobreva-

lorar la potencialidad de la nueva tecnologa, pues se piensa que es el cambioinstrumental lo que modifica la esencia del trabajo, cuando en realidad lo que

hace es posibilitar su realizacin de forma ms rpida, ms precisa y ms sen-

cilla. La nueva tecnologa ni siquiera garantiza un incremento en la calidad, a

menos que sta rija los servicios y productos previos y que al incorporarse a

los procesos se garantice que las actividades que se realizaban antes se ejecu-

tarn ahora con igual o mejor calidad.

El otro grupo se resiste a cualquier cambio y piensa que lo que se ha con-

seguido hasta ahora, si bien no es perfecto, es, al menos, lo mejor que se tiene


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1 Beatriz Pont and Patrick Werquin, How old are new skil ls?, en Observerno. 225 (March2001) : 16.

y se puede lograr. Esta postura tiende a sobrevalorar lo existente y a oponerse

a lo nuevo sin analizar las ventajas que pudiera representar la incorporacin

de nuevas tecnologas o formas de resolver una problemtica dada.

Es importante sealar que entre los profesionales de la bibliotecologa su-

cede algo similar. Hay quienes bendicen la llegada de nuevas tcnicas y pien-san que stas le proporcionan a la profesin una nueva orientacin y sentido,

as como que las antiguas formas de trabajar y prestar servicio desaparecern

dejando su lugar a los nuevos servicios derivados del uso de las modernas

tecnologas.

Lo que parece perderse de vista es la bsqueda de un equilibrio entre es-

tas dos posturas. El uso de las nuevas tecnologas no garantiza por s mismo

el mejoramiento de los servicios y prcticas bibliotecarias, pero la resistencia

a los cambios tampoco nos asegura la superacin de los problemas que en-

frenta la bibliotecologa. Para incorporar las tecnologas apropiadas a cadacircunstancia es necesario ejercer un enfoque equilibrado que cuente con un

estudio previo a su aplicacin, y un programa de entrenamiento de los re-

cursos humanos implicados, avocado a desarrollar las habilidades requeridas

para la aplicacin efectiva de esas nuevas tecnologas

Ms adelante analizaremos en detalle algunas de estas tecnologas, baste

decir por ahora que con la incorporacin de Internet algunos bibliotecarios

pensaron incluso que el nombre de los profesionales debera cambiar por el

de ciberbibliotecario.

Por otra parte estn quienes en la incorporacin de las nuevas tecnologas

ven peligros por todos lados: escritura, lectura, libro, publicaciones peri-

dicas, biblioteca y, especialmente, para la profesin misma. Esto resulta de

una falta de identidad profesional y de la inseguridad de que los principios

y valores de la disciplina son suficientemente fuertes y slidos como para ga-

rantizar la permanencia de la disciplina, la profesin y los bibliotecarios.

Las tendencias imperantes en educacin y economa demandan, entre

otras cosas, lo que ha dado en llamarse nuevas competencias. Algunas de s-

tas son realmente primordiales en los escenarios actuales y, otras, aunque no

son propiamente novicias, tienen como caracterstica principal que no rem-

plazan a las anteriores.

Pero estas nuevas competencias no substituyen a las habilidades tradicionales; las

complementan y las amplan ms all del mundo laboral1

Al contrario de lo que se ha sostenido que la utilizacin de los instrumen-

tos electrnicos desplazar a las bibliotecas, los bibliotecarios y la lectura cada


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2 Ibid, p. 15.3 Platn, Fedro o Del amor, enDilogos, estudio preliminar de Francisco Larroyo (Mxi-

co: Porra, 1989), 658-59.

da resulta ms claro que las tecnologas basadas en el cmputo son especial-

mente valiosas, pero que no cumplirn las expectativas de aquellos especia-

listas en tecnologas de la informacin que han pronosticado tal desplaza-

miento de instituciones y profesionales. Esta simplificacin de los problemas

ha sido esgrimida por los especialistas en tecnologas de la informacin, cuyoenfoque ha consistido en esperar que con slo incorporar las nuevas tecno-

logas las condiciones existentes tambin cambien, pero poco o nada se han

analizado las condiciones que deben reunirse para que las tecnologas de la

informacin satisfagan efectivamente las necesidades y logren un impacto re-

levante. Entre estas condiciones se encuentra un entrenamiento que faculte

la obtencin del mayor beneficio por parte de los profesionales y usuarios

involucrados.

Como bien lo han visto Pont y Werquin2 en su estudio sobre las carac-

tersticas de las nuevas competencias que demandan las actividades econ-micas, la utilizacin de la tecnologa electrnica y las antiguas habilidades

hacen posible la realizacin de las actividades econmicas en un ambiente

diferente.

El uso de nuevos instrumentos como Internet requiere que quien los uti-

lice tenga las habilidades y destrezas suficientes para su manejo. Es impensa-

ble que alguna persona pueda obtener un beneficio de Internet, del correo

electrnico y del flujo global de informacin emplendolos en actividades

econmicas, polticas y sociales si no es capaz de leer y escribir fluidamen-

te no slo en su idioma sino en varios, pues la red contiene informacin en

prcticamente todas las lenguas.

Al contrario de otros profesionales existe un extendido grupo que sostie-

ne que lo que se ha conseguido hasta ahora es mucho y que no se debe cam-

biar, por lo que se han resistido a la introduccin de las computadoras, los

catlogos electrnicos, la microfilmacin, las fotocopiadoras y, ltimamente,

a la inclusin de productos y servicios digitales, entre ellos la utilizacin de

Internet.

La lectura

La escritura misma, que ahora goza de un gran prestigio y de la que nadie

pensara que puede ser daina, fue considerada, nada ms ni nada menos que

por Scrates3 como algo perjudicial para el conocimiento, pues no fomenta-

ba el uso de la memoria, que es de donde parte la ciencia. La posibilidad de


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4 Tom Wick. The Pursuit of Universal Literacy, en Journal of Communication 30, no. 1(Winter 1989): 107.

aprender sin el maestro lleva a la confusin y al error de pensar que se es sa-

bio. El uso de la escritura, y por tanto de la lectura, es un medio para desper-

tar reminiscencias en aquel que conoce ya el objeto del cual se trata, conoci-

miento adquirido mediante el contacto directo con el objeto de estudio y a

travs del dilogo en el que el maestro juega el papel central, pues ste elabo-ra las respuestas a partir de las preguntas que se le formulan, y stas pueden

variar debido al intercambio de ideas entre maestro y discpulo. De modo

distinto en el discurso escrito siempre se obtendr la misma respuesta, pues

sta ha quedado inamovible. Un escrito necesita de su autor para defenderse

si se ve atacado, pues por s mismo es incapaz de defenderse, dado que sus

argumentos sern los mismos aunque los crticos sean diferentes. La lectura

carece de la fuerza creadora que nos ofrece la discusin y el intercambio de

puntos de vista, el cuestionamiento individual, pero, sobre todo, el colectivo.

Platn no slo pensaba que la lectura o el libro, como lo dice en su escrito,eran dainos para el individuo sino, como lo ha sealado Wick, que tambin

tendra un impacto perjudicial para la sociedad.

Su potencial daino fue reconocido muy pronto por sus crticos entre quienes se

contaba Platn, quien temi al alfabetismo como una fuerza capaz de destruir la

unidad interna de la sociedad, desalentando las formas de transmisin oral y por lo

tanto desintegrando la experiencia colectiva de sus misterios e ideas culturales.4

As, la lectura fue vista en su momento como un peligro por aquellos que

basaban sus formas y mtodos educativos en el dilogo y la discusin de las

ideas como la mejor forma de educar a las nuevas generaciones. Afortunada-

mente Platn y Scrates estaban equivocados y la lectura no se convirti en

un elemento perjudicial para la educacin, sino en un instrumento de gran

importancia para la transmisin del conocimiento, especialmente entre per-

sonas que han vivido en diferentes pocas o que se encuentran en lugares

geogrficamente distantes, o entre quien escribe y quien lee, pues la lectura

posibilita el dilogo entre autores y lectores, contemporneos o no. Ha sido

gracias a la escritura y a la lectura como hemos podido conocer las opiniones

de tan ilustres filsofos respecto a esta tcnica. Por ltimo la lectura permiteponer en contacto a individuos cuyos idiomas son diferentes mediante las

traducciones.

En la Edad Media y hasta el Renacimiento la lengua ms comn para la

comunicacin entre escritores y lectores era el latn, lo que evitaba el problema

que representaba la diversidad de lenguas. Los primeros hombres reconoci-

dos como alfabetizados escriban y lean en latn, no en las lenguas vernculas


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5 J. H. Graff, TheLabyrinths of Literacy: Reflections on Literacy Past and Present(Pittsburgh,P.A.: University of Pittsburgh Press, 1995), 10.

6 Kathleen Tyner,Literacy in a Digital World: Teaching and Learning in the Age of Informa-tion (Mahwah, N. J.: Erlbaum, 1998), 13.

(las cuales la mayora de las veces no contaban con un alfabeto propio). El la-

tn era la lengua universal y culta, la lingua franca entre personas instruidas;

con la proliferacin y fortalecimiento de las lenguas vernculas, se requiri el

surgimiento de alfabetos particulares que representaran las ideas y los sonidos

de cada comunidad, lo que posteriormente dio lugar a la necesidad de realizartraducciones entre las lenguas de los emisores y los receptores.

Entre otras muchas cosas la lectura es la tecnologa que permite decodi-

ficar la escritura, que a su vez es la tecnologa que codifica conceptos e ideas.

Aunque totalmente imbricadas una en otra, no debemos caer en el falso con-

cepto de que son la misma cosa, pero sobre todo hay que entender que en di-

versas pocas la sociedad ha permitido y fomentado la lectura; y sin embargo,

ha mantenido grandes reservas hacia la escritura por considerarla de mayor

peligro para la vida social. Pero posiblemente la definicin ms simple de lo

que son la escritura y la lectura, es aquella que sostiene que son dos tecnolo-gas, como lo ha dicho Graff:

El alfabetismo es . . . ante todo, una tecnologa o grupo de tecnologas para la co-

municacin, la decodificacin y la reproduccin de materiales escritos.5

Algunos autores, especialmente quienes se acercan a los puntos de vista

de los especialistas en tecnologas de informacin, han venido sosteniendo

que la cultura impresa est en vas de desaparicin, e incluso han llegado a

sostener que la lectura, o al menos la lectura lineal, est en camino de extin-

cin. Como se puede inferir por la afirmacin anterior, las observaciones de

los tecnlogos de la informacin son producto de una sobrevaloracin de sus

instrumentos tecnolgicos y, en el mejor de los casos, una muestra de que

no tienen una idea clara de lo que la lectura significa para la humanidad. Es

posible que la tecnologa substituya algunos recursos tecnolgicos de los que

se sirve la humanidad, pero es imposible que la lectura sea sustituida, sta no

puede ser suplantada por mquinas, pues aunque tienen muchas ventajas no

poseen la capacidad de interpretar y comprender los contenidos de un es-

crito en el complejo mundo intelectual. La lectura no es slo una tecnologa

para tener acceso a la informacin, es un proceso mental y cognoscitivo quelas mquinas no pueden reproducir por ms complejas que sean.

Tyner6 ha visto con claridad la ambivalencia que implican las tecnologas

de comunicacin, entre ellas la lectura, en el sentido de que las formas im-

presas de escritura y lectura se vern daadas por los medios electrnicos.


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38 As como la cultura impresa no elimin a la cultura oral sino que le dio nue-

vas posibilidades de preservar y difundir el conocimiento, de igual forma los

medios electrnicos han redimensionado la lectura, ya que, como se analiza

ms adelante, para hacer uso de los instrumentos electrnicos se requiere de

la habilidad lectora. Estas tecnologas operan exitosamente dependiendo delmedio ambiente en que se usen y el xito de su utilizacin depende del en-

torno social, cultural, econmico y poltico, porque la lectura es un elemento

necesario pero no suficiente para explicar el desarrollo, en tanto que su ca-

rencia no explica por s misma el atraso social. Como se ver ms adelante,

las ventas de materiales impresos estn en los niveles ms altos de la historia

y lo que los medios electrnicos han producido es la necesidad de reconcep-

tualizar las caractersticas o la definicin de lo que significa ser alfabetizado.

Radio y televisin

Las expectativas de que la lectura disminuya no son nuevas; el surgimiento

de la radio, la televisin y las computadoras hizo creer a muchos que estos

instrumentos la remplazaran. La verdad es que ninguna tecnologa substitu-

ye completamente a otra, ambas conviven durante un periodo dependiendo

del beneficio que el instrumento que va a ser sustituido le preste a la socie-

dad, as como de los aportes y la utilidad que ofrezca la nueva tecnologa.

Mientras la primera sea de utilidad y resuelva problemas determinados que

la segunda no pueda satisfacer, el anterior instrumento permanecer til pa-

ra la sociedad. La aplicacin de las tecnologas no siempre es bien recibida

por todos, pues hay quienes no las consideran tiles para una determinada

situacin; el medio en que stas se implantarn es determinante para selec-

cionar la tecnologa adecuada y slo en esa situacin se ver su aplicacin

como algo valioso.

Adems existen datos que indican que ni siquiera el uso de la radio y la

televisin, que emplean tecnologa en la que no es necesario leer, y que

amplan la posibilidad de recibir informacin, placer y entretenimiento ha

producido una disminucin de la lectura. Un indicio sobre la preocupacincausada por el efecto que la televisin tendra en la lectura se halla en el n-

mero especial, octubre de 1957, de la revista The Reading Teacher, dedicado

ntegramente al tema. En l se analizaban diferentes puntos de vista, pero se

conclua que la televisin no substituy a la lectura y ni siquiera al profesor.

La verdad es que la televisin, como en el caso de la BBC de Londres, se ha

convertido en aliada de la lectura a travs de sus programas de fomento a la

misma, as como por los mensajes que continuamente enva para promover-

la. En la actualidad a muy pocas personas les preocupa que los nios pasen


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7 Literacy in the World since the 1965 Tehern Conference: shortcomings, achievements,tendencies, prepared by the UNESCO Secretariat, enA Turning point for literacy: the spi-rit and declaration of Persepolis: proceedings of the International Symposium for Literacy, Per-sepolis, Iran 3 to 8 September 1975, edited by Leon Batai lle, (Oxford: Pergamon, 1976), 22.

demasiado tiempo frente al televisor y que no lean, lo que les inquieta es que

la ms nueva de las tecnologas, Internet, substituya a la lectura.

El uso de la radio y la televisin para promover la lectura es descrito con

claridad en el documento intituladoLiteracy in the World since the 1965 Tehe-

rn Conference: shortcomings, achievements, tendencies, es ste un documentopreparado por el secretariado de la UNESCO y est incluido en las memorias

del Simposio que se celebr en Perspolis, Irn, entre el 3 y el 8 de septiem-

bre de 1975.

Durante varias dcadas los medios de comunicacin masiva como la ra-

dio y la televisin han sido empleados en la lucha contra el analfabetismo, y

lejos de un enfrentamiento entre stos y los medios impresos, se han realiza-

do campaas para promocionar la lectura en dichos medios electrnicos. El

incremento de radios (vase figura 1) y televisiones en el hogar no ha dismi-

nuido el nmero de libros publicados, vendidos o tomados en prstamo enlas bibliotecas, como se ver ms adelante.

Figura 1. Nmero de radios en las regiones seleccionadas, 1950 y 1970, en millones.

Regin 1950 1970Personas por

radio en 1970

Amrica Central y el Caribe de habla hispana 2.7 10.5 6.3

Amrica del Sur de habla hispana 4.6 17.7 7.6

Amrica Central, Amrica del Sur y el Caribe dehabla inglesa 0.05 0.8 5.4

Cercano Oriente y Asia del Sur 1.4 17.2 40.3

Extremo Oriente incluyendo China 10.7 48.8 22.2

Fuente: Harry L. Levin and Robert W. Gillespie, The Use of Radio-Word Neighbors, OklahomaCity, 1971.

Entre la informacin proporcionada en el Simposio de Perspolis7 encon-

tramos que a mediados de la dcada de 1960, solamente 10 pases en desa-

rrollo utilizaban la radio y la televisin como instrumento para combatir elanalfabetismo. El ejemplo de estos pases se extendi a otras muchas nacio-

nes y as, para 1971, ya eran 23 los pases que haban incorporado la radio a

la lucha contra el analfabetismo, y adicionalmente 12 pases informaron que

utilizaban la televisin con el mismo fin.


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8 Kathleen Tyner.Literacy in a Digital World, p. 3.

Estos datos nos permiten constatar que los distintos medios no son exclu-

yentes sino complementarios, y que el planteamiento de que una tecnologa

sustituir a otra es, cuando menos, poco riguroso, pues si en el fondo los me-

dios electrnicos no substituyen a la produccin impresa, menos podrn des-

plazar a la lectura como forma de acceder al conocimiento y la comunicacin.Es frecuente que los padres busquen la mejor educacin para sus hijos y

que entre los mitos que se cuentan sobre la educacin del futuro est el de que

ste nos depara la desaparicin de los medios escritos, de la biblioteca y de la

lectura. Como ha sostenido Tyner este razonamiento es inexacto, pues parte

de un supuesto falso que es credo por los padres, los maestros y los alumnos,

y que sostiene que la vida de un estudiante cambia con el uso de la tecnologa

de informacin y comunicacin. Es frecuente escuchar que las tecnologas de

comunicacin e informacin son recursos poderosos que aumentan las ca-

pacidades de los individuos. Pero parece ms complicado que eso, pues notodos los que las usan alcanzan el xito, se requieren ciertas caractersticas

esenciales para lograrlo.

El xito lo logran aquellos que entienden y manipulan al menos uno de los dos

principales campos de las tecnologas de la informacin: (a) la infraestructura de

la informacin tcnica, esto es, las propiedades y materias primas del alfabetismo,

incluyendo las herramientas, el personal tcnico, el diseo de sistemas y los meca-

nismos de distribucin; y (b) la informacin en s misma, o ms precisamente, el

estilo discursivo que es caracterstico de cada medio y que le da forma a su con-

tenido, sintetizado brevemente por Marshall McLuhan en la simple frase de el

medio es el mensaje. Lo anterior tiene que ver con la produccin de informacin

que es anloga a la escritura.8

El uso de Internet ha generado la reaccin de muchas personas que le atri-

buyen caractersticas dainas, pero al mismo tiempo otros la han visto como

un instrumento que resolver todos los diferentes problemas en su totalidad.

Se le atribuye a Internet, entre otras cualidades, virtudes y posibilidades,

que su uso permitir solucionar los rezagos educativos y culturales, elevar la

educacin, satisfacer la curiosidad en todos los sentidos, establecer comuni-caciones ms rpidas y eficientes, y aumentar el comercio y la actividad eco-

nmica en general, entre otras cosas. Pero tambin se ha dicho que su uso

generalizado, adems de alejar a los jvenes de la lectura, los conduce a la

utilizacin de materiales que les producen dao mental y fsico, y que en

ocasiones los hace objeto de perversin y hasta de prcticas diablicas. Todo

esto es dicho sin ningn argumento de peso, claro que Internet puede ser eso


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9 Ibid, 50

y muchas cosas ms. Pues incluso se ha dicho que el uso de Internet provo-

ca que los estudiantes lean menos, consulten menos fuentes bibliogrficas,

pasen demasiado tiempo en juegos poco educativos y, adems, que Internet

provoca baja concentracin y que los nios, al pasar tanto tiempo enfrente

de la computadora, incluso dejan de hacer el ejercicio que su organismo re-quiere y los hace propensos a la obesidad. Todo esto y muchas cosas ms se

podran decir tambin de la comunicacin escrita, libros, folletos y publica-

ciones peridicas. El uso inadecuado de estas cosas causa que los nios no

hagan ejercicio, que no se concentren en sus tareas escolares por estar leyen-

do libros que encuentran fascinantes y que estimulan su deseo de concluir-

los. Finalmente no son los medios los que provocan los efectos perniciosos,

sino la utilizacin que hagamos de ellos.

Sin embargo Tyner9 seala que estas observaciones son infundadas, ya

que ninguno de quienes sostienen estos puntos de vista aceptaran comocierta la afirmacin de que los nios lectores son ms gordos que los no lecto-

res, o que los nios lectores tienen peor condicin fsica que los no lectores.

Internet

Dentro de las actividades de cmputo se encuentra Internet, que es una red

de redes de computadoras que enlaza a millones de computadoras de dife-

rentes tamaos, marcas y lugares, pero ms importante an, que hace po-

sible su utilizacin como herramienta de comunicacin, intercambio de in-

formacin, explotacin de bancos de informacin y trabajo en equipo. Los

propsitos para los que se usa este instrumento son variados y posiblemente

los ms conocidos sean el correo electrnico, la bsqueda de informacin,

la diversin, las actividades econmicas de diversos tipos como son las rela-

cionadas con operaciones bancarias como depsitos, pagos y transferencias;

pero tambin la adquisicin de acciones en las bolsas de valores, un creciente

comercio electrnico que incluye la adquisicin, entre otros productos, de

boletos de avin, as como las labores administrativas de instituciones p-

blicas y de gobierno; la tramitacin o renovacin de solicitudes de servicios,y en escuelas la inscripcin, altas y bajas de cursos y el conocimiento de los

historiales acadmicos. Y muchas otras ms que sera interminable y tedioso

enumerar y que no es necesario hacer porque no es la finalidad de este traba-

jo enlistar todas las posibilidades que ofrece el uso de Internet.

En el campo de la informacin usar Internet es especialmente importan-

te, pues permite que estudiantes y profesores interacten, y que colegas con


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10 Ramiro Lafuente Lpez,Biblioteca digital y orden documental. (Mxico, CUIB, 1999), ix.

intereses comunes se comuniquen para intercambiar experiencias y enrique-

cer mutuamente sus trabajos. Lo cual se puede hacer con gran efectividad

mediante el uso del correo electrnico.

Otra posibilidad de uso es localizar informacin tanto en bancos de datos

bibliogrficos y documentales que contienen produccin tcnica y acadmicade alto nivel, como buscar en la red algunas posibilidades adicionales, pero

siempre y cuando se sepa cmo buscar.

Para la finalidad de este trabajo es necesario que analicemos lo que se ha

dicho sobre lo que puede hacer Internet, lo que se dice que va a producir, y

lo que realmente ha pasado, al menos en estos ltimos aos. Evidentemente

en esta era de cambios tan acelerados no tenemos la posibilidad de predecir

cmo evolucionar Internet, slo podemos prever para unos pocos aos.

Se ha dicho que Internet cambiar las formas de leer y que los lectores ya

no pasaran tanto tiempo hacindolo en forma lineal, sino que podrn hacerloen otra forma, especialmente con el uso de hipertextos.10 La lectura lineal es

esencial para comprender el significado de una frase, oracin o enunciado.

La lectura no lineal es adecuada para la bsqueda de informacin documen-

tal, pero para poder interpretar el contexto de los trminos buscados, as co-

mo el significado de los conceptos en los cuales estn inmersos los trminos,

es necesario e indispensable hacer una lectura lineal.

Tambin se ha dicho que la lectura desaparecer como consecuencia de

esta nueva tecnologa y que en el futuro toda comunicacin ser de carcter

visual. Hay que aclarar que un punto de vista como ste no ha sido sostenido

ni siquiera con respecto de la televisin, que es un medio mucho ms visual

que Internet, por lo que parece una exageracin pensar que el futuro ser

predominantemente visual.

En realidad, las actividades que se presentan relacionadas con la lectura

y la escritura, como el correo electrnico y la bsqueda de informacin, no

han experimentado una disminucin; al contrario, con el empleo del correo

electrnico se est escribiendo ms que antes y ya no se depende solamen-

te del telfono para una comunicacin rpida. El correo electrnico permite

adems imprimir el mensaje para su posterior estudio y anlisis o bien para

discutirlo y compartirlo con otras personas; pero sin escritura y lectura elcorreo electrnico simplemente no se puede dar. La modalidad de chatear

(mediante la utilizacin de la computadora) se puede hacer verbalmente, pe-

ro la mayora de los usuarios de Internet lo hacen de forma escrita y por tanto

deben tener un adecuado nivel de comprensin de la lectura.

La bsqueda de informacin se hace mediante la lectura de los materiales

que nos ofrece Internet y no es posible encontrar informacin pertinente y


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valiosa sin leer el contenido de lo que se encuentra, sin hacer bsquedas de

trminos relacionados entre s, o sin entender que existen referencias lings-

ticas o temticas.

Ms bien lo que ha sucedido con estos instrumentos electrnicos y digi-

tales es que lejos de disminuir la lectura la han impulsado, y que continuarnhacindolo porque es necesario o, mejor dicho, indispensable leer para reali-

zar un trabajo exitoso en Internet. No se puede tampoco asegurar que estos

hechos no hayan provocado que algunas personas dejen de utilizar la lectura

en forma intensiva, pero lo ms seguro es que tampoco la usaran si no tuvie-

ran Internet a su disposicin.

Hasta el momento, los miedos acerca de que el uso de las tecnologas de

la informacin substituiran a las tecnologas existentes en la prestacin de

productos y servicios han sido, por decir lo menos, una exageracin. A conti-

nuacin analizaremos alguna informacin que confirma que, lejos de substi-tuirla, Internet ha venido a complementar la lectura de material impreso.

Interrelacin entre lectura e internet

Petrucci nos proporciona datos sobre tres aspectos importantes que nos ayu-

dan a evaluar la lectura, la produccin de libros, la produccin de peridicos

y el prstamo de libros. Permtasenos citar en extenso a este autor, pues los

datos que nos ofrece son importantes:

c) La produccin de libros crece vertiginosamente en todo el mundo, tanto en los

dos pases gigantes,EE UU y la URSS (al menos hasta 1989), como en Europa,

como en los pases pertenecientes a otras reas (pero slo a partir de la lti-

ma dcada). En 1975 fueron producidos en el mundo 572.000 ttulos; en 1980,

715.000; en 1983, 772.000. A principios de los ochenta, Europa, con un 15 por

ciento de la poblacin, produca an el 45,6 por ciento de los libros: la URSS,

con 8,1 por ciento de la poblacin, el 14,2 por ciento y Estados Unidos, con el

7,5 por ciento de la poblacin, el 15,4 por ciento. Este cuadro est destinado a

cambiar en el futuro, pero no de un modo radical, ni excesivamente rpido.d) Por lo que respecta a la prensa, en 1982 se producan en todo el mundo 8,220

peridicos, de los cuales 4.560 en los pases desarrollados (en USA, 1815) era

muy abundante la circulacin de ejemplares en pases con una antigua tra-

dicin de lectura y de informacin: en Gran Bretaa se contaban 690 ejem-

plares por cada mil habitantes; en Japn, 751; en Suecia y Alemania del Este,

496; y en Francia, 205.

e) Los prstamos de libros efectuados en las bibliotecas pblicas proporcionan

datos anlogos. Segn el cmputo de 1980, Estados Unidos est a la cabeza


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11 Armando Petrucci. Leer por leer: un porvenir para la lectura, en Historia de la lectura enel mundo occidental. Bajo la direccin de Guglielmo Cavallo y Roger Chartier, (Madrid:Taurus, c1998), 596-597.

con 986 millones de volmenes, seguido de la URSS, con 665 millones, y por

Gran Bretaa, con 637; lo que quiere decir que, dado el porcentaje de la po-

blacin, este ltimo es el pas en el que la circulacin librera por la va del

prstamo es la ms alta del mundo. Le siguen Francia con 89 millones, Di-

namarca con 79 y Suecia con 77; pero para estos dos ltimos pases valen lasmismas consideraciones que hemos planteado para Gran Bretaa.11

Son varios los aspectos que merecen destacarse de los datos proporciona-

dos por Petrucci. El primero es que los datos no son absolutos y que tienen

que ser ponderados tomando en cuenta la poblacin de los pases. Otro aspec-

to es que si bien el nmero de peridicos disminuy, no as el tiraje de stos, lo

que representa no una baja en el nmero de lectores sino un decremento en la

oferta de diarios, con lo cual se ve afectada la diversidad de posibilidades de

leer, pero no as el monto de lectores y el tiempo dedicado a la lectura.

En 1991, Graff public un trabajo en el que nos presenta un panorama

ambivalente, por una parte una gran produccin de libros, sobre todo en los

pases desarrollados, y por la otra una falta de materiales bibliogrficos en

los pases en vas de desarrollo. Como ejemplo seala que cada minuto se

publica un nuevo libro, lo cual implica que diariamente se publican 1440 li-

bros nuevos, y aade que los tirajes de cada obra son diferentes dependiendo

del tema, el pas en el que se edita el libro, el formato y otros aspectos ms.

No obstante, se publican ocho mil millones de volmenes cada ao, la mayor

parte de los cuales se concentra en los pases desarrollados. En estos pases

se dan casos de sobreproduccin, lo que implica que se producen ms ttulos

y volmenes de los que el mercado demanda en tanto que existen pases que

carecen por completo de material bibliogrfico. Los precios de los materiales

bibliogrficos se convierten en un elemento que impide que los pases en de-

sarrollo hagan uso de los libros producidos en los pases desarrollados. En los

pases en desarrollo la carencia de una industria editorial es otro problema al

que tambin hay que hacer frente, y por ltimo tenemos la barrera del len-

guaje. Muchos pases que tienen lenguas locales se encuentran con la dificul-

tad de producir una adecuada bibliografa debido a su diversidad idiomtica.El mismo autor nos presenta una serie de estadsticas que prueban la para-

doja de que en los pases desarrollados aquellos que pueden leer no lo hacen.

En Italia y Hungra por ejemplo, 40% de la poblacin no lee de modo significati-

vo, en Francia 53% no lo hace, y en los Estados Unidos con los niveles ms bajos


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12 Harvey J. Graff, The Literacy Myth: Literacy and Social Structure in the Nineteenth Century,(New Brunswick, N. J.: Transaction Publishers, c1991), 2.

13 Kathleen Tyner,Literacy in a Digital World, p. 40.14 Klaus Ring, Are the Internet and printed products interchangeable media?, en World

Library and Information Congress: 69th IFLA General Conference and Council, 1-9 August2003. Berlin. Disponibilidad < http://ifla.org/IV/ifla69/papers/139e_trans-Ring.pdf >[Fecha de consulta: 25 Marzo 2004], 7.

de analfabetismo absoluto, el analfabetismo funcional es muy alto, llegando la

estimacin al 50% de los adultos.12

Otra informacin en el mismo sentido es la reunida y publicada por la

Benton Foundation13

en 1996, en ese trabajo se afirma que existe una corre-lacin entre el uso de las bibliotecas, la asistencia a las libreras y el uso de

computadoras, y que lejos de excluirse se complementan una a la otra. De

aquellos que asistieron a la biblioteca al menos una vez al ao, el 88 % tam-

bin fue a la librera al menos una vez en el mismo periodo. Este porcentaje

es muy alto y muestra cmo los lectores buscan sus materiales de lectura en la

biblioteca y en la librera.

De quienes tienen una computadora en casa y que, siguiendo el plantea-

miento simplista encontraran todo en Internet, el 79% asisti a la biblioteca

y el 90% fue a la librera al menos una vez al ao. Pero lo que es ms impor-

tante, la posesin de la computadora fortalece la asistencia a la librera y a las

bibliotecas; de aquellos que no poseen una computadora solamente el 60%,

esto es 19 puntos porcentuales menos que cuando s la tienen, asisti a una

biblioteca; y el 69%, o sea 21 puntos porcentuales menos que los propietarios

de una computadora, acudieron a la librera. Claramente, las formas electr-

nicas no han desplazado al libro sino que han fortalecido su uso.

Para concluir con este tema encontramos la opinin de Klaus Ring14 so-

bre las tcnicas empleadas en la impresin de materiales bibliogrficos, en

especial las utilizadas en la produccin de libros, las cuales no se han mante-

nido estticas, ms bien desde hace 500 aos han sufrido modificaciones que

las han hecho mejores y ms productivas. Los cambios en la tecnologa de

impresin en papel han sido tan impresionantes que han facilitado la calidad

de su impresin, como poder atender las necesidades de formatos y grandes

tirajes que se demandan en la actualidad. La tecnologa de impresin ha sido

una de las ms cambiantes y ha ido incorporando los medios disponibles en

cada momento: fotografa, transmisin de textos e imgenes por cable, offset,

utilizacin de las tecnologas de la informacin. La impresin nos muestra

cmo los avances tecnolgicos pueden ser incorporados exitosamente a una

tecnologa de ms de 500 aos de antigedad.Toda esta informacin puede ser complementada con los datos publicados

por el Washington Posten referencia a los bienes y productos que los adultos


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15 Nancy McKeon. Online shopping blossoms, en The Washington Post, 8 December 2002,H5.

16 Internet giants, en The Washington Post, 1 May 2003, E7.17 Klaus Ring Are the Internet and printed products interchangeable media? 3.18 Economa y finanzas/sondeo,Reforma [En lnea] Disponibilidad:

http://www.reforma.com/general/sondeos/resultado.asp? [Fecha de consulta: 16 Sep-tiembre 2002]; y Negocios/sondeo, Reforma [En lnea] Disponibilidad:http://www.reforma.com/sondeos/negocios/default.html [Fecha de consulta: 16 Septiem-bre 2002]

del rea de Washington, D. C. obtienen mediante el uso de Internet. Se encon-

tr que el 49% de los adultos hacen compras va electrnica y que el 22% de

los bienes que adquieren son libros, seguidos por boletos de aerolneas con 21

%, CDs, cintas u otra msica con 14%, ropa y accesorios 14%, programas pa-

ra computadora 9%, flores 8%, computadoras 7%, y juegos y juguetes 7%.15

El mismo peridico inform que las compaas que se valen de Internet y

que tienen mayores ingresos presentan caractersticas interesantes. La infor-

macin presentada no inclua a algunas de las principales compaas, pues

stas no haban reportado sus ventas en el momento de publicar la informa-

cin, como era el caso de USA Interactive, Expedia, Hotels.com y WedMed. Los

resultados son reveladores cuando se observa que los principales productos

de venta son libros. De las compaas reportadas la que ms ingresos obtuvo

fue America on Line de AOL Time Warner con 2,197 millones, seguida por

Amazon.com con 1,084 y posteriormente MSN (Divisin de Microsof) con508 millones.16

Estas cifras nos indican que la utilizacin del Internet no ha provocado

en forma generalizada un decremento de los lectores, o al menos de los com-

pradores de libros. Al contrario, Internet fomenta la lectura y el uso del co-

rreo electrnico, y muchas de las transacciones que se realizan en ella slo se

pueden hacer exitosamente si el usuario lee y comprende las indicaciones y

los pasos que debe seguir.

Klaus Ring17 llega a conclusiones parecidas en el trabajo presentado ante

el 69 Congreso Mundial de Bibliotecas y de Informacin, en Berln, al de-

cir que el nmero de lectores intensivos ha aumentado en Alemania en los

ltimos aos, y que estos lectores tienen una actitud ms dinmica ante la

lectura. Por una parte estos lectores leen ms libros y por la otra compran

ms libros. Enfatiza que las novelas que juegan un papel importante en la

promocin de la lectura y los materiales educativos han incrementado el

nmero de lectores intensivos.

Sin embargo los datos que se nos presentan son en ocasiones contradic-

torios y nos llevan a pensar que mucha de la informacin disponible es muy

reciente y que puede contener imprecisiones. El peridico Reforma,18 de la

ciudad de Mxico, public el 16 de septiembre de 2002 una encuesta posi-blemente realizada por el propio peridico, pues no se seala la fuente, en


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19 Nancy Kranich. Why libraries are more popular than ever, enAmerican libraries (April2001), 7.

20 Klaus Ring, Are the Internet and printed products interchangeable media? 4

la que indicaba que el 81% de los que usan Internet lo hacen para buscar

informacin; otro 11% lo hace para chatear; 85% buscan entretenimien-

to y nadie lo usa para hacer compras. En esa misma encuesta se ofreca la

oportunidad de consultar encuestas anteriores y al hacer esto los resultados

fueron sorprendentes porque sin indicar la fecha en que se realiz la anteriorencuesta, se encontr que la poblacin usuaria de Internet lo hace para dos

actividades que corresponden al 50% cada una, buscar informacin y buscar

entretenimiento. La consistencia entre las dos encuestas es que los usuarios

buscan informacin y sta slo se puede lograr mediante la lectura, lo que

significa que Internet, lejos de ser una amenaza para la lectura, se convierte

en un excelente aliado para su fomento.

Los aspectos tratados anteriormente contradicen las predicciones de que

la biblioteca, los bibliotecarios y la lectura estn en camino de desaparecer.

Nancy Kranich

19

escribi en American Libraries un mensaje que intitulWhy Libraries are More Popular than Ever. (Por qu las bibliotecas son

ms populares que nunca) y en el que seala que segn datos de la American

Library Association 81% de los estadunidenses usan las bibliotecas todos los

aos, cifra muy elevada si la comparamos con la utilizacin de la biblioteca

en otras partes del mundo. Este elevado nmero de lectores tiene un fuerte

impacto en las polticas pblicas, y si bien es cierto que entre los que favo-

recen el uso de la biblioteca se considera que lo logrado es suficiente, habra

que aclarar que el tema del apoyo a la biblioteca es una constante en la vida

poltica norteamericana. En los seis aos previos a la publicacin del artculo

mencionado se gastaron tres millones de dlares en actualizar las bibliotecas,

y el porcentaje de bibliotecarios de consulta se increment en 56%.

La utilizacin de las bibliotecas pblicas ha demostrado tener un impacto

importante en el nivel de calidad con que se realiza la lectura. Parece haber

una estrecha relacin entre la existencia de la biblioteca pblica, el elevado

uso de sta y la calidad de lectores. Kranich considera que tanto las bibliote-

cas como las libreras estn disfrutando de un renacimiento y que este bene-

ficio es compartido por Internet. Esta informacin confirma el punto de vista

de que las tecnologas y otros recursos son complementarios y no sustitutivos.

La relacin entre lectura y tecnologas de informacin debe ser de colabo-racin, los especialistas en cmputo no deben suponer que los recursos electr-

nicos y sus habilidades solucionarn todos los problemas, ni que con su trabajo

substituirn los conocimientos, las tecnologas y las habilidades existentes.

Para poder hacer un uso efectivo de la carretera de la informacin se debe

leer, y leer bien,20 esto significa que se debe poseer la destreza para abordar


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38 todo tipo de material escrito: artculos, crnicas, libros, etctera. Por eso son

importantes los resultados del estudio PISA, en el que se encontr que para

hacer un uso eficiente de las nuevas tecnologas de la informacin se requie-

re tener un elevado manejo del lenguaje y una alta capacidad lectora. De tal

suerte que la tecnologa de la comunicacin y la informacin no son alterna-tiva frente a la necesidad de aprender a leer a temprana edad y ser capaces,

mediante la lectura, de mejorar los niveles de comprensin y aprendizaje, as

como de mejorar la habilidad de obtener informacin por s mismos.

Es importante que los planteamientos que se hacen al incorporar nuevas

tecnologas tengan el necesario respeto por los profesionales, las disciplinas

e instituciones que han venido trabajando por mucho tiempo, en ocasiones

por siglos, en los diversos campos del conocimiento. Las actitudes prepoten-

tes de los especialistas en tecnologas de la informacin no ayudan en nada

a realizar un trabajo constructivo, aunque finalmente ste se logra pero slodespus de tener que presentar una lucha innecesaria entre dos corrientes.

Tampoco ayuda mucho al trabajo constructivo la inseguridad con la que al-

gunos profesionales de la bibliotecologa observan las nuevas propuestas tec-

nolgicas, y el miedo con que trabajan ellos mismos hace que no valoren su

trabajo y tradiciones, lo que dificulta la comunicacin.

Ninguna tecnologa puede substituir los principios y valores de los servi-

cios bibliotecarios, incluida aqu la lectura, por ello es menester que cuando

enfrentemos las nuevas tecnologas no veamos en ellas una amenaza, sino

que pensemos cul es la mejor forma de servirnos de ellas para seguir cum-

pliendo con los objetivos de nuestra disciplina y nuestro trabajo profesional.

La clave no est en la confrontacin, sino en la integracin de lo antiguo y

valioso con lo nuevo y vigoroso que el avance tecnolgico nos ofrece.

Consideraciones finales

La nueva tecnologa no tiene como finalidad reemplazar a la que ya existe,

ms bien se propone complementar a las existentes y facilitar la realizacin

de muchas actividades humanas. Los temores de Scrates y de los bibliote-carios del siglo XX sobre las nuevas tecnologas eran infundados. El dilogo

como mtodo de estudio de las cosas y los fenmenos humanos sigue exis-

tiendo, la escritura y la lectura no han hecho sino fortalecerlo. La lectura no

se ha visto amenazada por el uso de las computadoras, ni por el Internet; al

contrario, su uso ha requerido que los usuarios sean cada vez ms aptos para

la escritura y la lectura, slo as podrn enfrentar la avalancha de informa-

cin que los nuevos instrumentos electrnicos ofrecen. Ambas tecnologas,

como otras miles ms, les han permitido a los seres humanos enfrentar de


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mejor forma sus problemas y, en el caso particular de la lectura y el Internet,

los problemas del conocimiento.

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