Rodríguez Molinero, Hermenéutica y Derecho

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Hermenéutica y Derecho

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  • 344 Lino Roclrguez-Arias

    tianos", para confundir a las gentes y seguir medrando a costa de la buenar-rueva. El dios de los clericales

    "s ""'el, vengativo e iirsidioso'

    EsporelloqueKantalababalocaraamableclelcristi,anismo,Perorepudia-bu q,," fuese impuesto por tnz autoriclacl, por muy bien intencionada queella i.t"s"

    " po, L.,".,o {.t"

    '"u ei fin pe,seguido; pues resulta co,tradictorio

    ord"rru, u g.rl"r', qr" h"gu algo r', 'de-t, que 1o haga de buen

    grado' Es eI

    sentimiento de la li,berta ur, elec"in del fir, ltimo Io que hace amable alhombre la legislacir.r. Y si llega el da en que el cristianismo deja de ser ama-ble, como en materia de molal ,o existe Ia neutralidad, nos enco,t'aramos

    "o,,q.."lamentalidadclominanteerrtreloshombresseraladelaaversirrylaresistencia contra 1. ?!

    Tambin Kant vea con cierto recelo el abuso de los actos tlel culto, et losque han consistido siempre las quimelas religiosas' lo cual es muy distinto detratar de llegar al conocimiento e las enseanzas cle Cri,sto, v averig,arlas entoda su p.,rJro y vivil su doctrina moral, de tal modo que pueda conservarsepo, ,

    -i*u en el rnundo, haciendo desaparecer eI andamiaje.-ql" "t el cultoexterno sin autntica vida espiritual-, uia vez que se haya terminaclo el edi-ficio, que es 1o que imprime al hombr" una- verdadera conviccin cristiana que

    Ie lleva a compr-".,d"r e\ carctar rliaino del unioerso, tratr.rdose de huir de laimagen del "adulador de Dios"' ?3

    12) DefinicinDedorrdequeelhombrecristiarro,queeselquehaalcanzado.lacategora

    tica de persona, en tanto en cuanto se refleia en 1 la espiritualidad divina'puede definirse del rnodo siguiente: "Es e\ hi'io del espritu' que vive con ilusinirrs id.eales y con despego hacla los bi'enes tnoterioles, y se afa,a por luchar porw munclo mas iusto y"ms fraterno, comportr'rdose con an-Lor y caridad haciasus semejantes, de aerdo a los cnones de la moral y de la humildad". Esdecir, que est en la obligacin de ser un testimonio vivo de cristo en su vidap".rorrol y en su vida social, y con esta "materia prima" debe proyectarse enirs relaciones con los dems hombres

    -sean o no cristianos-, buscando con

    ellos las mejores soluciones para lograr la convivencia pacfica en la comunidadv la sa'lvacin eterna.

    a A vv , " F;losofi;u y Dq,e.hs F-s{'&ro5 4 ho'nor &'\ Pt+k'ur losd" "ro,f, G,u-, ^,ur,s,'ri * U*lerr;o, 5q6qitlc'{t'ta,

    .f'"/b[r*e tn'**:

    \r^\-ctn^, tq-l?, Yo** ?2 Ernst Cassirer, Kattt Vida g doctrina, p' 457'?3 Ibdem, pp. 439-440.

    HERA{E,N,UTICA Y DERECHOorientaciones preliminarcs para un adecuado enfoque dcl tema

    Mar c elitt o Ro dr guez Moliruer oProlesor Adunlo de Flosolia del Derecho de la Faculad de Derecho' de la Unversidad de Salamanca

    1 Milano, Ciuffr, 1955II, 635-982.

    jl3,.II

    "Aristoteles, quando Per Hermeneas scriptitabat, cala-nurn in mente tingebat" (Cassrononus, Insttutones, ed' R'A. B. Mynors, Oxfo-rd 1937, p. 114; en L. Migne, Pattologialatina, vol. 70, col. 1170).

    "Aristte1es, al escribir el Per Hennenea's, mojaba lapluma en la rnente"'

    I T Na de las ltimas ocupaciones del pensamiento jurdico, y particularmenteL de1 persanricrrto jur.Jico-filosfico, es. sin lugar a dudas, el tema He'me-Dutica y D"re"ho. No es fcil sealar cundo y por qu r'esrrgi el inters delos jurisias por dicho tema. Se pueden citar valias obras y bastantes estudiosrnerores esplcficamente declicados a la relacn entre Herrnenutica y Derechoo a la aplic^acin de aqula a ste, bien como instancia metdica o bien comomoclelo te i,ter.preta"iZrr p".o determina' cul de estas obras o estrtdios tuvola suffciente entidacl )' calidad para recabar 1 ateucin preferente de algunosjuristas, es algo q,.," igi.u*"nte ha de suscita' ir.revitables discusio,es.

    Novoyaentraruqrri"r.ladiscusindeestadificilcuestinprevia.Demomento prece bastaite aceptable, al menos provisoriamente, 1a opi.i, sus-tentada p, ,lg.,rlo, iuristas italia,os, compa'tida e, cierto modo por autoresal"roarr.i segn Ia cual la recouduccin del Derecho a la Hermenutica y elnr,evo plantmiento de su r.elacin lrruta, han sido debidos a la irnportanteobra de Emilio Betti'.[eoria generale clella interpretozi,one, publicada en 1955' 1En ella se recogen los resttdos de las investigacio,es realizadas Por el autordurante su estancia como "Gastprofessor", a partir de 1951' en la Universidadalemana de Marburg an Lah,. i)icha obra fue posteriormente ref rndida y tra-ducida al alemn por el propio autor con el ttulo ms amplio de Teora gene-

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    Se trata cle una extensa obra en dos vols', I, XX-63'f pp '

  • M ar celino Rodrguez M olinero

    ral de la interpretacin como mtodo de las Ci,encias del espritu.2 Por cieoque del mismo autor existen algunos estudios anteriores a su obra maestradedicados a la dimensin hermenutica del Derecho, como los intitulados For-ma e sostanza della interpretato prudentiums y Posizioni dello spirito rispettoall'oggettir:itd; a pero sobre todo debe recordarse al que no dud en llamar"manifiesto hermenutico" para la fundamentacin de una teora general de laintelpretacin. 5

    Con cierta anterioridad a la. obra y dems esclitos de Betti, liaba publicado ya E. Forsthoff su conocido ersayo sobre Derecho y lenguaie, en cuvosubttulo especiffcaba que se trataba de unos prolegmenos Para una Herme-nutica judicial. 6 Y no mucho despus de la obra del jurista italiano plonunciauna importante conferencia Helmut Coing, que luego publica con el ttuloDie iuristischen Auslegungsmethoclen urd die Lehren der allgantei.nen Herme-neutik, trabajo que sin duda alguna marca otro gran hito ascendente en elplanteamiento de la relacin y el conocimiento de Ia mutua implicacin exis-tentes entre Hermenutica y Derecho. ?

    La pleocupacin por el tema en el rea del pensamiento jurdico genn-r,!x.*" nico se generaliza a partir de la aparicin de la obla filosffca fundarnental de

    H.-G. Gadamer, Wahrheit und Method, subtitulada Grundzge cler philoso-phischen Llermeneutik, en la que adems se dedica un amplio apartado a 1oque califica de significacin ejemplarista o tpica de Ia Hermenutica jur-dica.8 La aparicin de esta obra, llamada a tener una influelcia considerable,incluso al margen del pensamiento puramente fflosfico, no debi de ser de

    r.,.iu mucho agrado para Betti, quien pronto reaccion reclamando la paternidad;r,'i[t de ]a renaciente Hermenutica enter-rdida como instancia universal y base fun-i,,iuirr.-.r,damentante de toda preter-rsin objetivista del esprihr humano. e

    2 Allgemeine Auslegungslehre als Metlnde d.er Ceistesuissenschaften, Tbingen, N4ohr,1967.

    3 Comunicacin al Congreso de Historia del Derecho celebrado en Verona en sep-tiembre de 1948. Afi del Cangresso, II, 195I, pp. 103-120.

    a Rio. lnten. di Fi.losofia del Dhi.tto, 26 (1949), 1-38.5 "Zur Crundlegung einer allgemeinen Auslegungslelrre. Ein hermeneustisches Mani-

    fest"; en el Festschrift fr Ernst Rabal, Bd. II (Tbingen, Mohr, 1954), pp. 79-168.6 Aecht und. Sprache. Prclegomena zu. einet ri,chterlichen Honneneutik (Schriften derKnisberger Gelehrter Cesellschaft 17; llalle 1940). 2. ed. 1964.

    z Verffentlichungen der Areitsgemeinschaft fr Forschung des Landes Nordrhein-Westfalen (Kdln u. Opladen, Westdeutcher Verlag, 1959).

    8 La olra cle Gadamer fue publicada en Tbingen, Mohr, 1960, 2. ed. 1965, 3. ed.1970. Vase sobre todo el apartado titulado Die examplarische Bedeutung der iuristischenflermeneutik, pp. 307-323 de la 3. ed.

    0 Vase de E. Betti, Die Henneneutik als allgemeine lt[ethodik der Ceistesuissenschaften(Ttibingen, Mohr, 1962). De H.-G. Gadamer, "Die Universalitt des hermeneutischen Pro-

    346 Hermenutica y Derecho 347,*

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    &Bajo el poderoso influjo de la obr' de Gadan-rer comienzan a publicarse en

    l dcada de los sesenta inrportantes estudios y llotas y alguna que otla obra, quedirectamente se ocupan del problema hemenutico en el Derecho, tanto engener.al como er eferencia a algunas de las ramas esPecficas de Ia Cienciaiurdica. Entre las obras que han visto la luz pblica conviee citar la deFriedrich N,lller, Normstruktur und Normatitsitii.t, qte lleva tambin un sub-ttulo mu1, significativo, pues declara que se trata de la relacin entre Derecho1, realidad

    ", lu H"t'*"nutica jurdica, desarloliada en base a las cuestiones

    de 1a interpletacin constitucional. 10

    La obra de MIler- contemplaba ms bien el inbito del Dereciro pblico,constitucional y administrativo. En el mbito del Derecho privado la consagra-cin definitiva c1el tema se efecta en 1970 con la obra del cor.rocido plofesolde Tbingen, Josef Esser., que versa sobre Preinteleccin t1 el.eccin cle mtodoen la aplicacin del Derecho, con un subttulo que alude a las garantas deracionaiidrd en la decisiu prctica judicial' r1

    Por lo que atae ai Derecho penal destacan los trabajos de Thomas wiir-tenberger y d" Wl,.fri"d Hassen]er', soble todo la obra de ste iltmo Tatbes-tancl incl'Ty,ttts, con el subttulo de lnoestigaciones para uno Hermenuticttiurclico-penal. 1e lVlientras que la Hermenutica histrico-jurdica es cultivadaIror url maestr.o tan consagrado conro Ft'alrz wieacker, quie publica etreotro, .rr-, estudio progl.amtico conteniendo algunas observaciones fuldamenta-les para una posible Hermenutica histrico-jur'dica' r3

    En el mbito estlictamente jurdico-filosfico, aparte de los ya citaclos tfa-bajos cle E. Forshoff y H. coing, cabe mencionar eI estudio de Arthrrr Kauf-

    blems,,, en Philosotltitches Jahrbuch, T3 (1965-66), 215-225: ahora en Kleine schriftert, 1,Philosophie-Hermeneutik (1ibingen, N4ohr, 1967), pp'- 101-112'^ ; F. Mlle., Norrnsruknu. tncl Normatiitit. Ztii Verhtiltns aon Recht utd Witklichkeitin d.er ittristischen Herntenetik, entuickelt an Fragen der YetJassungsintetprctaton (schrlf-ten zur Rechtstheorie, Bd. B, Berlin, f)uncker u. Humbloi, 1966)'

    11 J. Esser, yorterstiindnis urd Methodenuahl in dar Rechtsfirulung. Rationalititsga'rantiei cler ichterlichan Entscheidmtgstratis (Frankfurt a. M., Athenum, 1970).

    12 W. ,Hrssemer, Tatbestantl ,urd Ty\tut. IJntetsuchungen zur strufrcchtlichen Herme-nautik (K1n-Berlin-Miinchen, 1968)'

    13 F. Wieacker, "Bemerkungen zu einer rechtshistorischen Hermeneutik", et Das Pro-blem d.er lntetprctatiotl, Mainze-r Universittsgesprche im Sommersernester 1964, hrsg. vonH. N{ller, P. 'schneider, unter tr4itrvirkung von E. Denniger und o. seame

    _(-Mainz, ohneIahre

    -1964). Del mismo autor, "Notizeri zur reclitshistoiischen Hemeneutik", en Naclr-

    iirhtn, du, Akadema clcr Wissensclmfa (Gttingen, Philosophisch-historische Klasse, 1963),fp. f-ZZ. Cfr. tambin el trabajo cle A. Heus{ "Zur hermeneutik rles historischen und|u^ristisclr-normativen Satzes", en"stutli i11 onata d.i Emilio Betti, 1 (Mllano, Giuffr, 1962),pp. 151-172.

  • 348 Marcelino Rodrguez Molinero

    mann sobre la historicidad del Derecho a la luz de la Hermenutica 1a ), los doscaptulos dedicados a la Hermenutica jurdica en la pequea obra Problemasfundamentales de la Filosofa tlel Derecho y de la Teora del Derecl.rc contem-porneas, escrita conjuntamente pol A. Karifmamr y W. Hassemer, palticular-mente el ltimo captulo que versa sobre Lgica jurdica y Hermenutica jur-dica. 15 Por Io dems consigue especial relieve, dentlo del panorama actual,el libro de Joachim Hluschka, que tlata de la complensin o inteleccin de lostextos jurdicos en cuanto bsqueda de la transpositividad hermenutica delDerecho positivo. 16

    Estas sin'rples indicaciones acerca de las apoltaciones de la literatura msleciente en tolno al tema Hermenutica y Der:echo, son de por s ms que

    \,r,uu suffcientes para demostrar su actualidad e importar-rcia. En cierto modo todos,iy,n estos trabajos pletenden sugerir que se trata de una autntica res not:tL en la'1tu' Filosofa del Derecho y en la Teora del Derecho, bien en general bien de.i,f,,

    "udu una de lo, .u*o, jurdicas en particular. Sin embargo ta lrovedad sereduce a la forma en que se presenta dicho tema y no afecta al fondo delasunto, ya que el tratamiento hel'menutico del Delecho, va fuera en cone-xin con Ia Teora de la interpretacin jurdica o bien en relacin con la doc-trina del mtodo, es bastante antiguo.

    Parece tambin evidente que, en la may.ola de los casos, el planteamientoa'io' g.r.1 del tema Hermenutica y Delecho es bastante deflciente. Colno ocurre'*,a1. nn vez que una disciplina, o rrn vocablo antiguo o lluevo con carga filosfica

    suficiente, se ponen de moda, sulge inevitablemente el inters de los juristasms perspicaces en proporcin a Ia utilidad que tal novedad puede prestar aIa Ciencia jurdica. Esto es mucho ms explicable tratndose de vocablos conuna notable tradicin histrica er1 ei propio campo de la Ciencia jur'dica,aunque ese pasado histrico no siempre sea debidamente conocido. Este pare-ce ser el caso de la actul Hennenutica iurdica.

    1a "Die Geschichtlichkeit des Rechts im Lichte der Hermeneutik", en Fessc/r.rift fiirRarl Engisch (Franfurt a. M., 1969), pp. 243-273; posteriormente e Rechtstlrcotie. Ansiitzezu einem kitischen Rechtwetstiindnis, hrsg. von A. Kaufmann (Karlsruhe, F. C. Mller,1971), pp. 81-102.

    15 A. Kaufmann-\4/. Hassemer, Grundtrobleme det zeitgenssischen Rechtsphilosophiaund Rechtstheoria (Frankfurt a. M., Athenuni, 1971), rltimo punto del tema IY, Rechts-pllosophie und iuristisclrc flermeneutik, pp. 33-34, y el rltimo tema: Jrisisce Logk undiuri;tische fI ermeneutik, pp. 65-72.

    rc . Hruschka, Du Verstehen xon Rechtstexten. Zur henneneutischen Transpositiaitiittles posititcn Rchs (Mnchen, C. H. Beck, 1972). Tambin es importante el trabaio deH. Hatz, Rechtsprache und iu'istischu Bogriff . Vom rchti.gen Yerstehetx der Rechtssatzes(Stuttgart, Kohlhammer, 1963), que comienza con unas consideraciones muy tiles poniendocle maniffesto la necesidad de la Herrnenutica para los juristas.

    \Herntenutica q DerecLlo 349

    Un adecuado planteamiento del ten-ra Hermenutica y Derecho, desde unaperspectiva amplia y, en cuanto posible sea, omnicomprensiva, exige bastantems de lo que hasta ahora se ha hecho. En efecto, su apropiado enfoque exigeclarificar por Io ntenos ttes puntos fundamentales. En primel lugar, escla-recer el origen etimolgico y el primer uso literario de la palabra hermenutica,y segr,ridamente, una vez que ese uso estuviete ger-reralizado, es preciso clari-ffcar la historia del concepto, que en este caso crlenta con una larga tlayectoria,aunque con mavol densidad en unos momentos que erl otros. En segundolugar, habrti que exlloner e ilustrar' las cuestiones bsicas debatidas por la Her-menutica filosfica actual, cuiles son las que ataen l ncieo esecial del pro-blema hermenutico, que. comnmente se identiffca con el problema de lainteleccin, y, dentro de esta cuestin bsica, las referentes a la esencia 1,estructura de la intelecciln, su contenido, sus condiciones y sus lmites. Entercer lugar, habr que mostrar en qu medida todo este complejo doctrinal esaplicable al Derecho, hasta qu punto se aploximan a 1 la Helrnenutica jur-dica tradicional y sobre todo ia Hermenutica jurdica actual, para concluirexaminando las posibilidades, condicionamientos y lin.ritaciones de una autn-tica Hermenutica jur'dica que est a la altura, no slo de la Hermenutcafilosfica actual, sino tambin de los dems tipos especficos de Hermenuticaexistentes en nuestlos das, como son la Hermenutica bblica y teolgica, lafilolgica, la histrica, etc.

    El desalrollo de este amplio programa exige ciertamente un espacio queexcede con mucho las dimensiones de este trabajo. Por elio me limito en l aanticipar las lneas generales de lo que, como resultado de mis investigacionesactuales, espero poder ofrecer pronto en forma de liblo. Esto explica que, enbastantes aspectos, presente mis opiniones de manela casi esquemtica e in-cluso fragmentaria, aunque siempre he procurado ser fiel al propsito de aludir'a todas aquellas cuestiones que estimo deben ser tenidas en cuenta.

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    I. OnrcrN rl rnlcNo E HrsroHrA DEL coNcEr,'ro

    La palabra "lrermenutica" procede etimolgicamente del verbo griegoprrvao, del que son derivados los sustantivos grrirec, hermeneuta, y ppr- (,hy 1,vai, hermenutica. La raz etimolgica de pr1veto es incierta, pero apuntaen todo caso a una significacin primalia equivalente a hablar o decir, coin-cidente con la que expresan los trmincs latinos aerbum y dicturtu. Desde muypronto esta significacin originaria se ramiffca en tres direcciones, que se refie-ren a afirmar o proclomar, interpretar o explicar y trasladar o traduci,r. No es

    -/

  • 350 Marcelino Rodrguez M oli.nero Ilermenutica y Derecho 351

    tidos comentarios y traducciones que de l se hicieron. En eI mundo latinodebe recordarse Ia primela tladuccin conocida que fue hecha por Marius Vic-torinus a mediados del siglo rv; dos siglos ms tarde, en el siglo vr, hace sutraduccin Boecio con el ttulo latino De interpretatione, que pas a ser la tra-duccin ms ffdedigna en la Baja Edad Media latina hasta la versin debida aGuillenno de Moerbecke a mediados del siglo xrr pal'a uso de Sto. Toms.Entre ]os comentarios se hicieron clebres los dos de Boecio, uno breve yotro amplio, y posterior.mente el que hizo sto. Ton.rs utilizando la traduccinde G. de Moerbecke. Aparte de eilo hubo mltiples vulgalizaciones del textoo de parte del mismo, y una cadena de citaciones,- explicitas o implcitas, enuna serie de autores. Casi siempre sin ernbargo, excePto en el caso de Boecio,el ttulo del tratado aristotlico no fue latinizado, sino que sigui usndose,aunqrre con caracteres latinos, el ttulo griego Per Hermeneas.2(rEstos pocosdatos son sobradameute elocuentes para desmentir' la afir'macin de que elconcepto filosfico de hermenutica no se form hasta ia poca moderna, quealgn autor matiza con la observacin de que el trmino griego no fue acep-tado, ni siquiera como vocablo extraljero, en la lengua latina. Tales cosasslo pueden ser dichas por quieles demuestran aI hacer]o cul es el grado desu formacin humanstica y filosfica.

    Desde muy pronto surgieron tambin dos tipos de Hermeuutica: la Her-menutica sacra y la Hermenutica profana. Su diferencia estribaba primor-dialmente en el distinto obieto de una y otra' Haba sil duda puntos de refe-rencia suficientemente explcitos para 1a corfiguracin de un tipo de Herme-nutica cuyo objeto fuera la interpretacin y aclaracin del sentido de la Escri-tura sagrada. Eu efecto, ya en la litelatura cristiana plimitiva se encuentranusados varios vocablos de esta ra2, y casi siempre con el significado tcnico deinterpretar o declarar, es decir, como sinnimos de exgesis. As en Lc 24, 27se utiliza el verbo compuesto Drepr'4veerv con la significacin precisa de inter-pretar Ia Escritura. Otros vocablos son utilizados por San Pablo en I Cor 12,10, 30 y L4, 5, 23,26-28, con idntica significacin. Apalte de ello el propiovocablo orrlvaia qued consagrado como ttulo equivalente al latino de"Commentarir", y se denominaron libros hennenuticos

    -

    pprveutrz. tstp).ia-a los glosarios o comentarios en forma de glosa.

    Por su parte, la I{emenutica profar-ra se bas principalmente en el des-arrollo y comentario del pequeo tratado aristotlico. Tuvo as un marcadocarcter filosfico, aloiada eu el campo de la Lgica, ya que eI Per Harmeneas

    20 Cfr. sobre ello el excelente estudio de J. Isaac, Le Per Hetmeneias en Occident deBoce a Saint Thontas. Histoire littraire d,'un Trait d'Atistote (Paris, J. Vrin, 1953).

    r) fcil determinar cul de los tres signiffcados alcanz preeminencia sobre los-ii:\o"-6, en el uso lingstico. Lo que s puede establecerse con suffciente segu-

    ridad es que se tlata de valiaciones de aquella significacin bsica que, filos-ficamente expresada, quiele decir "llevar a la comprensin" o "hacer posibleel acceso a la inteleccin", o tambin de "hacer de intermediario para la com-

    'v'{ir:;; ; Oensin o la inteleccin", con milas, claro est, a los distintos modos o ma-i-r"ru,

    "r, que el problema de Ia compltrsin o iuteleccin se n-ranifiesta. El

    , trmino "'hermenutica" connota, pues, una pluralidad de significados, que sin*,,i, embargo se reconducen todos a una raz lingstica comltn, cuya significacin

    fundaental es la de "hacer algo comprensible o ilteligible", conseguir quealgo pueda ser plenamente entendido. lT

    Tampoco es suficientemente seguro, pelo s bastante probable, que eI tr-ll-^ .ni"r "Iiermeuutica" haga.efe."rrcia al dios Hermes, cuyo oficio era servir de"'^"' *"rrr"r-o de los dioses el O'limpo 1' a quicn adems se corrsidelaba cteador

    del lenguaje y de la escr.ilura como medios de comunicacin el-rtre los hombres.Lo q.re s es cier.to es que en la lengua griega se utilizalon el trmino "her-menutica" y sus derivados, as como los dems vocablos afines, para exPresar

    ,.!,;r ] for.ma o *odo "r.l

    que una sentencia u orculo de Ia divinidad deban serentendidos. En cuyo caso el trmino "helmenutica" tendra un oligen pura-mente mitolgco. 18

    En el uso-profano aparece, pronto tanto la forma 'erbal como las formas

    sustantivas, comprobaDdo esa significacin originaria de medio de comunica-" 3,i cin intelectiva entle los dioses y los hombres' As, pol ejemplo, los textos

    1,, *l'" .1" Platn en el Syn'tposion 202 e y en lon 534 e. No tard tampoco en ser uti-

    t ?1,,i lizado el trmino "hermenutica" como designacin tcnica de una materiaconcreta. Aparte de ]enofonte en sJs Memorablia, IV, 3, 12, y el dilogo quizespreo cle Platn, Epnontis 975 c, quien lealmente 1o acua como trtninodisciplinar tcnco es Aistteles ai dar el ttu1o de flepi pFlveiac al pequeotrata^ilo lgico el] catolce captulos que haba de seguil a1 libro de las Caa-goras y pi.eceder a los Primoros Analticos.1r) La fortuna de este pequeo t,a-tado ,ro fue inferior al de los clems esclitos alistotlicos, no s1o en el mundohelenstico, sio tambin en el rabe y en el latino, como demuestran los repe-

    rz Cfr. C. Ebeling, art. "Hermeneutik", en Die Religion in Ceschichte und Cegenuart,3. Folge, III (Tbingen t959), pp. 242-262.

    rg ili.. E. Ebehg, aft. cir.l E. Coreth, Grundf ragen der Llenneneutik (Freiburg il Br'Herder, 1969), Einleitung.-- ;tir erlicin princip"al sigue sienclo la cuidada por I. Bekker, Aristoteles gtaeca (Berlin,Academia regia biuss.,^1831). Como edicin menoi latina es recomendable la de L. Miniopaluelo, CatZgoriae et Liber da lnterpretatione (Oxford, Clarendon, Press, 1949). En espa-ol v. la d. F. ile P. Samaranch, Aristoteles, Obras (Madrid, Aguilar, 1964), pp' 257-273'

    [nn.drL ^ "f+rr* ,* p.$i

    ll,,ii: ,

  • 352 Marcelino Rodrguez Molinero

    formaba parte del Organon aristotlico. Dentro de este marco fue divulgada., en el ,.,rrirdo latino por hombres que compendiaban y trasmitan el saber de

    -^!,i(ut' ,r, poca, como Cassiodoro e' el Impe'io godo, S. Isidoro en el mundo hispanov\!" y Aicuino en el Imper.io carolingio. En el mundo rabe fue ampliamente ex-puesta y desarroilaJa como parte de la Lgica, particularmente por Alfarabi,-Ngur"l',

    Avicena y Averroes. A partil del siglo xtt el Per Hermeneas se inclu-ye como materia de enseanza obligatoria al lado de las Categoras, de los'Primeros y Segund.os unalticos, y de la Tpica. Esta enseanza se generalizay extiende considerablemente en los siglos xIIr y xlv con la creacin de ]asprimeras Universidades europeas. 11

    lr\ En los siglos xvu y xvrrr ven la luz pblica.las plimeras oblas con el ttulo,'trt,

    , va ltler-,arrrente latinizado de "Hermenutica". Fue el exegeta bblico J. C. Dann-,s t_',, 'rrr,r"., a" confesin protestante, quien en 1654 publica una obra con el ttuloF\ltt" Hermeneutico sacra siae metl'todus exponendarutn sdcrarunx litteraruttt,2z sus-

    tituyendo los trminos en uso durante el siglo xvr de Interpretatio, claaes inter-. I Trruiond,, Regulae interpretationis, etc', todos los cuales girabarr en tomo a Ia

    ",,,\ ,oz "irlt"rp.Jtatio". Desde entonces el trmino "hermenutica" suplanta al de

    \ "interpretatio" en los ttulos de las obras de exgesis bblica esclitas por auto-res protestantes, siendo clebres las de j. ]. Rambach, Institutio l-Iennaneuti'caesaciae'" y de A. Pfeiffer', Thesaurus hermeneuticu's, 2a quien no debe sel con-fundido con J. E. Pfeiffer, autor a su vez de unos Elementa Hermeneuticae

    \ sacrae et uniaersalis. 2 Por este tiempo aparecen tambin las primeras obras-

    .\\ eu lensua alemana utilizando el mismo trmino. Y ya a finales del siglo xvurI r' ," l" I'r-,, pblica la primera obra con ttulo similar dentro del campo catlico:fue la de j' J' Mot tp"tget, lnsti,tutiones Hermeneuti'cae sacraa V' T'2c

    Lo ms importante de todos estos datos es observar que casi todas las. I obras de la poca dedicadas al desarrollo de la Hermenutica sacra, no se''."*

    t, li-i ub", u .,ri, labor exegtica de los escritos bblicos, sino que en ellas ser\'rn''

    "on,"nan captulo, *ry d""r'rsos cuyo conteniclo perteneca a una Hermenu-

    zr Cfr. J. Isaac, o. c., pp. 35 ss., quien ofrece una serie de cuadros ilustrativos de lasenseanzas irog.umadu"..^^ulgrro. de-los mtis conocidos centros docentes, y graficos sobreel ascenso d'"1 i-".o de copia-s realizadas en Occidente de las versiones latinas del pequeotratado aristotlico.

    22 Esta obra fu publicada en Strassburg en 1654.z: Jena 1723.z+ Ll titulo completo de la obra es Tltesaurus hermeneuficns, sioe de legitim sctiPtutde

    sacra.e interprctatio-e trartatio luculenta, pridem etiam hermeneuticam sacrarn quae etintegra hi.c iepeti.tur, 2. ed. (Leipzig et Frankfurt 1726).ls ena Ii43. El mismo autor publica ttas Tttstitutiones Hetmeneuticae sacrae oeterurnet ecintiorum et propa quaed.am praecepta complexae (Erlangen 1771).

    26 Wien 1776.

    Hennenutica y Derecho 353

    tica lolgica y filosfica. Por esta va nacel'a precisan'rente la modeln Ier-menutica plofana, tanto fflolgica como filosfica'

    Al propio tiempo, y tambin en conexin cor.r la doctrina de la interpreta-cin, aunque en este caso independieDte casi totalmente de motivaciones exe-gticas blicas, se desarr-olla una peculiar y muy definida Helmelutica jur'-ica, cr,ltivada princil:almente por Iomanistas y tlatadistas del Is ciaile. Deello es una mt estra elocuente ia obro de ]oh. vo,, Felden, coll Lrn tfulo ta,.significativo como ste: Hermeneutica generdlis, sau doctrintt cle i.nterpretationeel genuinis principi,is deducta et atl leges ci'ailes -applicata'2| y la un pocoposi".io, de Chr. H. Eckard, sinrpleme,te intitulada Hermeneutica iuris.28

    La separacin radical entr.e Hermenutica sacra o bbiica y Hermerruticaprofaa o filo.fica ia efecta en el ltimo tercio del siglo xvru Friedrich Danielichleiermacher, quien, aparte sus prelecciones, deja una obra rlanuscrita inti-t]llad^a Llermeneutik.2s En otro pequeo escrito acelca del concepto de her-menutica trata de demarcar ]a diferencia que existe entle la Ilelmenuticafilosfica por 1 iniciada v la Hermenttica filolgica cultivada por Fr. A' Wolfy Fr. Ast. so El acielto cle Schleiermacher, que Ie ha merecido con razn elpelativo de padre de Ia Hermenutica filosffca (moderna!), consisti e. haber'cinceptuado la hermen..tica como una "Kunstlehre des Verstehens", es decir',como ua doctrina sobre el arte o tcnica del entendel o comPrender. Pre-cis adems que clicha "Kunstlehre des verstehens" se desenvolva de formac1ue, partiendo d"l ,i*pl" hecho del entender o comprender' desarrolla susogto,

    ", utt crculo

    "".rudo, extrayndolas c1e la naturaleza del lenguaje

    -Iur$ der Natur der Sprache", expresin similar a la de "aus der Natur der'

    sache" ya utilizada "r, "rtu

    poca -y de las condiciorrs fundamentales

    de las

    relaciores existentes entre los que hablan'Las aportaciones de schleiermachel hubieran quedado sin embargo en la

    p"rrr*b. de no haber sido actualizadas y reelaboradas por Wilhelm Dilthey,

    -lil---bru fue publicarla en el siglo xvrr, "ohne Anzeigung des Jahres", en Frankfurtund Leipzig, tal coiro se explica en.la reedicin de Lcipzig 1746'

    zs a'1750, con sucesivas reediciones. ---^r-^-^ -----l2s Cfr. 1a edicin Heene*tik, nach Handschriften neu herausgegeben -u,d eingeleitet

    von H. Kimmerle (Abhancllung", ", [leirlelberger Akademie der wissenschaften' Philoso-phisch-historische Klasse. Hcidelberg 1959)'*"r.^;;.:.;;; en Beqriff der"Hermeneutik mit Bezug auf F. A. Wolfs Andeutungenund Asts Lehrbuch", en Ftiedrch Schleiermaclrcrs Siimtliihe Werke, fl1, 3 (Berlin 1835),no. 344-386. De Fr. A. Wol, outellung d'er Altertumsu:issercchaft nach Begriff, ,Zueck i"i1nri^^ia07j. D.1.. As, Grind.rini.n det crammctik, Henneneutik und Kritik(Landshut 1808).

    l. "taeve(t lo.oene{r,',,,

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    5.i6 ,,,ui.i-r'' i'ir,

    ,r r ,r I ir,prfu', f,,r,

    $) l1f.r7

  • 354 M arcelino Rodrguez M oliner o

    quien entre otros dedic rur libro a Ia vida del filsofo pietista. sl Dilthey deffner la Herrnenutica diciendo que es "die Kunstlehre des Vestehens schriftlichf!r'" fl*i"rt"n Lebensusserungen", es decir, la doctrina sobre el arte o tcnica del$. "d*

    "o*p.endel lrs exteliorizaciones o manifestaciones de la vida fijadas por es-crito. Pero adems Dilthey asign a la Hermenutica la misin de fundamen-tar metodolgicamente las Ciencias del espritu, cuyo carcter cientffco erapara l indiscutible, aunque partiendo de un concepto de ciencia slo anal-gico al aplicado paltr las Ciencias de la naturaleza.

    , i ^ ,

    Es as conro, a :artir de Dilthey, el lenguaje filosco usual, sobre todoel cor-rierte en algunas mlifestaciones comprendidas bajo los rtulos de 1o-sofas de la vida y de la existencia, extendi de tal modo el uso del vocablo"lrermenuticr", qlre lleg a expresar con l la interpretacin del sentido de

    t I la vida v dcl nlundo. particulat'mente del ilamado mundo humarro y de Iatfi{ 4rtfttr'"' L/" vida y erister-rcia humanas. Dentlo de esta nueva lnea ha sido M. Heidegger

    quien, aprovecl-rando al mximo las innegables conquistas del mtodo feno-menolgico de E. Husser'l, lleg a configurar la Hermenutica como una Feno-menologa de la existencia hurnana. De este modo Ia Hennenutica qued con-vertida en ia interpretacin del sentido ntico de la propia existencia y de lacornprensin del ser en general a travs de ella.32

    Ha sido no obstante mrito singular de FL-G. Gadamer recoger todosestos piarrteamientos anteriores eu su gran obra Verdad y Mtodo, haciendouna sistemrtizacin clala de los problemas fundamentales con vistas a fijar laslneas dilectivas de un aritntica Iermenutica fiIosfica.33 Esta obra, ascomo algunos escritos complernentar-ios posterioles, elevaron el nivel de laHermenutica filosfica de tal modo, que los oh'os tipos especficos de Herme-

    3r Cfr. W. Dilthey, Dos Leben Schleiemachers, aus dem Nachlass hrsg. von M. Rede-ker (Berli: 1966). Tambin "Die Entstehung der Flermeneutik", en Gesatnmelte Sclzriften,Bc1. V (Leipzig-Berlin 1924), pp. 317 ss.

    '32 E\ Untanegs zur Sprache (4. ed., Pfullingen, Neske, 1971), dice Heidegger, reff-rindose a la Flemrenutica en Sin trnd Zeit (1927, 11. ed., Tbingen 1g67), 1o iiguiente;"En Ser y Tiempo, I'Iermenutica no significa ni la doctrina de1 arte o tcnica interpretativa,ni la interpretacin rnisma, sino ms bien el itento de deterninar la esencia de la inter-pretacin a Partir de la esencia hernenutica de la existencia, quien, entendindose orr'gina-riamete, se inter?reta r s misma en e1 mundo y en la historia".

    -

    Sobe algunos aspectosgenricos, pero sin referencia concreta al problerna hermenutico, v. J. Corts Crau, notu-cirntes preaias aL pensanziento aico-itn'clco cle M. Heideggar. Leccin inaugural del curso1970-71. (Valencia, Universidad, 1970).

    ae Cfr. la 3. ed., cit. (Ttibingen 1970). Tambin, "Die Natur der Sache und die Spracheder Dinge", en Ptoblent untl rdnuttg, Deutsclrer Korrgress f Philosophie (Meisnheim19_62), pp 26-36; art. "Verstehen", en Die Religion in Ceschichte und Gegenuart, 3. Folge,Bd._VI (Tbingen 1962), I38l ss. \ sus "Kteine Schriften", Bd. l, philosophie-Herneneulik(Tbingen, Mohr, 1967).

    Hermenutica U Derecho ,J'))

    nutica todava subsistentes en la actualidad, y por supuesto la Hennenuticajurdica, por muy esplerdoroso que fuera su momento presente) han quedadobajo la influencia dilecta de la Hermenutica fflosfica. Por ello es necesalio,antes de pasar al examen corcreto de Ia relacin entre Hermenutica y Dele-cho, referir los elementos doctrinales fundamentales de la actual Helmenuticalosffca.

    IL Er- ^*cr,po DEL lRoaLENra snrumnurrco

    DEL SENTIDOLA INTELECCION O CO\{PRENSION

    EI ncleo del ploblema hermenutico parece estar constituido, de acuerdocon 10 ltimamelte expuesto, en la interpretacin del sentid.o; dicho con otraslraiablas, en 1o que siglfican los trminos entender y comprencler. Si esto esas, es necesafio preguntar: Qu signica en[entler? Para dilucidar conve-nientemente esta cuestin previa, sera pleciso hacer tainbin la historia de este,concepto y el de su sinnimo comprender. Sin embargo, el cun-rplimiento de.esta tarea enunciada nos llevara demasiado lejos. Por ello habr que lirri-tarse a recordar algunas ideas bsicas comnmente admitidas. 3a

    En la poca de la filosofa griega se estableci 1,a, sobre todo por palte clePlatn y Aristteles, la distincin de voc,q y ltvota. Esta distincin fue reci-bida er el mundo latino y traducida pcr intelectus y ratio, siendo profusa-mente desarrollada por la filosofa medieval. En uro de los mltiples textos queSto. Tor-ns dedica a esclarecer esta distincin, nos clice que el entencler con-.siste en aplehender o captar simplemente la verdad inteligible, mientras que.el razonar consiste en proceder de un inteligible a otro pala collocer la vercladinteligibie.3 Y al tratal de la pludencia ensea que, aunque el intelecto y larazn no sorr potencias divelsas, no obstante se denominan as por los diversosactos, pues el nomble de intelecto se refiere a la ntima penetracin de laverdad, mientras que la lazn implica inquisicin y discurso. sc

    Esta dualidad entre intelecto y raz:n pelsiste en la filosofa medieval tar-,da y tambin en el Renacimiento. En cambio" en el racionalismo rrodelno, a

    34 Cfr. sobre ello, dentro del rrograma dirigiclo por Erich Rothacker:, cuya ffnalidadastriba en allegar "Bausteine zu einern historischen Wrterluch", e1 extenso estudio de K. O.Apel, Das Yerstehen. Eino Problem4eschichte als Begriffsgeschichtr:. en la coleccin "Archivfr Begriffsgeschichte", Bd. I (Bonn, H. Bouvier, 1955), pp. 142-199.

    35 Stnuna tlrcologi,ca, I, 11. 79, a. 8.:16 "... etsi intellectus et ratio non sunt divesae potentiae, tarnen denominattur ex

    diversis actibus; nonen enim intellectus surnitur ab intima penetratione veritatis; nomenautem rationis ab inquisitione et discursu". Surnma theol., II-II, q. 49, . 5, ad 3.

    t,'le "'"t ' 'l

    ti.-"i".,r, . 1f

  • I{ermenuti,ca y Derecho 357 ,

    nn asur-rto", "que se lesponde cle un asunto"... Toclas ellas adems, y esto tln"ry"l-e.'lcorviere lesaltallo, han sido y sigten siendo utilizadas en el lenguaje jurdico- 1procesal para declarar que "entiencle clel caso" aquel que se encarga de lleval'

    I

    un litigio. Es i[rcluso muy posible que, apoyndose en este uso lingstico Ijtirdico-pr.ocesal, se desarroilara despus una significacin rnucho ms gene- I

    ral, sobre todo desde el punto de vista prtictico, en el sentido de que "enten- idelet un caso" o "entetder en Lrn asunto", significara tanto Como tener cono- Icimientos y saberlos aplicar para resolvel una cuestin determinada. rn1e.,:,.:;, -r{l

    E\ entencler, con todo, no se agota en este plano- todava supel'ficial. Apuuta {f.^.-^" Ia urra dimensin filosfica mucho m:is profunda, que es la cornprensin clel Isenticlo. Conseguido este objetivo, se realiza plenamente la funcir-r irrtelectiva, Ies decir, la inteleccin Ahola bien, llegados a este punto, la diffcuitad radica

    . r Ien saber lo que es senticlo, meior dicho, qu quelemos exPl'esa}'cuando habla- '1"c *,.o' ., Ia't1os (le o preguntamos por el sentido las cosas. Es evidente que la res- $1" *-

    I

    1:uesta a esta inter.r.ogante ltima depender de }a postura filosffca que se Iadopte. El trmino senticlo para la filosofa analtica, por ejen.rplo, tiene un r,t-"l, i , Isignificado limitado al contenido semntico de los vocablos en funcin del

    I

    cr.iterio de verificabilidad y falsabilidad. Pala otras posturas filosflca.s, entre Iellas las que siguen la filosofa clsica h'adicional o la modelna filosofa de la

    I

    existencia, el trrnino set-ttido, dentlo de este contexto, comporta calacteres I

    ,nticos que deben ser aprehendidos y desvelados por' la talea cognoscitiva Ihumana. Sin embargo, por este camino se llega, y de hecho se ha llegado ya, Ia la cmica y paradjica cuesti acerca del sentido del senticlo

    -die Frage Inach rlen Sinn des Sinnes-.

    ,.|i.roo*" Isealado eI ncleo esencial del problema hermenutico, que hemos dicho .",,.- '. n+.t,

    I

    est constitnido por el problema de 7a inteleccin en cuanto comprensn del edi ^-" *- |sentido, las dems cuestiones apturtadas, que se lefiereD a la estructura de la Iinteleccil, a su contenido, a sus condiciones y a sus lmites, habr' que lesol- |verlas de acuerdo con Io que acerca de la esencia y caracteres de la rtelec

    I

    cin se haya concluido. Es preciso, sin embargo, aadil algunas ideas comunes I

    a todas las posibles opciones, o por lo merros fcilmente aceptables. Cuando I

    decimos que la intelecci'r tiene una estructura determinada, estamos decla- |

    rando que consta de varios elementos armnicamente conjugables. Sin negar I

    la posibildad del conocimiento directo del singular, cuestin ampliamente I

    debatida en la filosofa n.redieval, cuya tesis afirmativa constituye uno de los I

    pilares fur.rdamentales de la filosofa de Durs Escoto suscrita por F. Surez I

    en sus Disptttationes n'tetathisicae, hay que puntualizar que la itteleccin no I

    se r.ealiza de una manera atomstica. Una cosa es que 1o singular', o Io indivi- |dual con telminologa ms actual, sean directaDrente cognoscibles y que er1

    I

    L

    356 Marcelino Rodrguez Moli'nera

    !-titi'"' partir de Descartes, Ia distincin entre intelecto y razn se elimina progre-t,. iivamente, el conocimento huinano tendr como nica fuente autt-rtica a la((lJ' razn. El auge alcanzado en esta poca por las Ciencias fsico-matemticas,

    y los criterios de verdacl por ellas sustentadas, fueron factores muy propicios en ,favor de una eliminacin casi total de la distincin clsica entre intelecto yrazn. Aunque los vocablos latinos intellectus y ratio fueron traclucidos al ale-mn por Yerstand y Yernunft, el primero de ellos de la misma laz que elverbo oerstzh1i., 1o cierto es que, en la poca del lacionalismo precr'tico, lostr-minos comnmente aceptados y utilizados ftteron Vernutrfi

    -Iazn- y sus, ". derivados, que aluden al puro pensamiento racional-conceptual. Baste evocarIti#4ir't pala convencerse de ello la serie de obras escritas por Ch. Wolff en lengua

    alemana, entre 1713 y 1728, cuyo ttulo comienza generalmente con las pala-bras verniittftige cedanke...

    -Pensamientos racior.rales- ... bel die Grund-

    stze der Logik..., der Ethik..., der Politik..., etc. Todava en la evolucirrposterior, atlnque en algunos casos como en Kant )' Hegel se vuelva a admitirla diferencia enh-e inteligencia y razn, es esta ltima quien tiene Ia prima-ca. Bajo el concepto positivista de la ciencia era obvio que la razn conser-

    t,t(r.L t .

    vara y acrecentara sus plivilegiados atributos. Habr que llegar a la distincin,:1 ,\*, entre Ciencias de la naturaleza y Ciencias del espritu a ffnales del siglo xrx1 ) 1"'{ para que el cn"tender y el comprender

    -verslehen-, como opelaciones propiasdel intelecto, recobren su antigua misin.Este pasado histrico-conceptual constitulzs l* base de la que en todo caso

    habr que partir para acceder al problema de fondo, que no es otlo que elde la inteleccin. Fteonvia en efecto a una distincin fundanental, que es lacontenida en la dualidad inteligencia v razn, no como potencias anmicas di-versas, sino como funciones de un msmo sujeto cognoscente. Y nos sugiereadems que el entender pertenece a la funcin intelectiva, caracterizada poruna especie de aprehensin o captacin inmediata de la verdad inteligible,a diferencia de la funcin cognitiva de la razn, que es discursiva y, Por tanto,metliata. sl

    r Desde ul punto de vista lgico-semr'rtico es preciso sin embargo profun-_nY*' dizar todava ms para aclar.ar lo que significa el trmino entender. P:ues{',

    , bien, tanto las palabi'as usadas ",.

    l"ri".,grr romnicas, por ejemplo entender'" I en espaol, intendere en italiano, entendre en francs, todas ellas derivadas del

    verbo latino intelligere, como Ia palabra alemana aerste.hen o la inglesa unders'tand, coinciden en una significacin fundamental, que es la de "comprender

    3? Cfr. sobre todo, particularmente sobre la ffgura de la mediacir en el conocimientoracional, E. Coreth, Grundfrugen d,er Hermeneutilc, cit., parte 2.", cap. L

  • 358 Marcelino Rodrguez Molinero

    ello radique precisamente la inteleccin de un objeto dado, y otra rnuy cliversaque los elementos de que consta el objeto iDteligible hayan de ser necesaria-rr:rente separados para ser entendidos. EI mejor ejemplo para explicar esta ideabsica noi lo ofr.ece el lenguaje hablado o escrito. La comprensiI del sentidode un vocablo o de una frase o proposicin debe tener en cuenta el contextoen que se pronuncian o en que estrr escritas. De tal modo que es una verdadeleilental q.,e cada trmino debe ser entendido deutro de la proposicin de queforma parte y sta a su vez dentro de un contexto ms amplio, y as sucesi-,u*"ri". Po| otra parte, el propio intrplete no puede sustraerse a los condi-cionamientos impuestos por el hori,zonte e\ q\e se hlla instalado y dentro delcual realiza la tarea de la inteleccin. Las aportaciones de M. Heideggel yH.-G. Gadamer sobre este punto, y en otro sentido las observacior.res de J. Ha-bermas, son de un vaior indiscutible. :r8

    La cuestin sobre los lmites de la inteleccin remite en definitiva a 1oque sobre tal aspecto se mantenga de una manera general en la Teora delconocimiento humano, con las particularidades que la propia estructura y corl-dicionamientos de la inteleccin, como funcin distinta del razonamiento dis-cursivo, exige y postula, aunque se sirva de los resultados conseguidos por esteltimo. Ests limitaciones se basan a su vez en la esencial ffnitud y condicio-nalidad de la mente humana, cuya inteligencia no es una inteligeilcia esencial,sino que es radicalmente limitada. Al misn-ro tiempo actan los lmites impues-tos pr el obieto de la inteleccin, no siempre accesible ni siquiera a un desen-vol'Jimiento potencialmente pleno de Ia funcin intelectiva. Si la relativiclad esmayor en este campo, ,ob."

    "l que acta la inteleccin, que en el campo donde

    acta Ia funcin discursiva propia de la raz6n, es una cuestin en cuya discu-sin no podemos entrar entre otros motivos por falta de espacio'

    III. Aspuctos FUNDAIvIENTALES DE LA nsl-.{crN urunr HrnurNurc.t v Dnnrcro

    El tercer punto bsico que debe esclarecerse para lograr un enfoque ade-cuado de Ia r.elacin mutua entre Hermenutica y Derecho, concierne a laconcr-eta aplicacir de aqulIa a ste y a la posible cojugacin de los ele-mentos doctrinales de entrambos. Dada Ia extelsin alcanzada ya por este

    as Cf. J.Habennas, Erkenntnis und. lnteresse. Mit eincm neuem Nachuod (Frankfurta. M., Suhikamp, 1968, 2. ed. f973). Tmbin, Hetmeneuti.k und ldeologakriik, hrsg.J. Haermas, D.'Henrich und J. Taubes (Frankfurt a, M., Suhrkamp, 197f,2.,ed' 1973),ion trabaios de K. O, Apel, C. Borntann, R. Bubner, H.-G' Cadamer, H. J' Giegel y elpropio Jrgen Habermas.

    Hermenuti,ca y Derecho 359

    trabajo, me limitar a ofrecer en forma esquerTrca lo que una orientacinpt.eliminar necesariamente exige. Hecha esta adveltencia, estimo que los as-pectos fundamentales de dicl-ra relacin se condensan en Io siguiente:

    1. El Derecho es primordialmente, desde cualquier perspectiva que se lecontemple, incluida una perspectiva tt'ascendente, una reali(lacl del mundohrr-a,]. Como objeto de conocimiento pelteDece por tanto al mbito de lasdenominadas Ciencias del espritu o de Ia cultura, o simplemente humanas,tambin llamadas ciencias "molales" en la terrinologa inglesa. Existe porconsiguiente, como adviete coll su habitual agudeza H' Coing, \rna concor'dancla inicial e,tre los puntos de vista cle la Hen'renutica y los puntos devista del Derecho. 3e

    2. Tanto la Hermenutica como el Delecho guardan a su vez una relacinot"tto-lgica con el lenguaia cono medio de comunicacin entle los hombres.Sobre esto, sin embalgo, es preciso hacer una obselvacin de capital impoltan-cia. Es la de que Ia relacin Hermenutica-Derecho-lenguaje no s ura relacintridica. Lo cual implica que la relacin de la Hermenutica y Ia relacin delDerecho con el lenguaie no son idnticas y, por tanto, no son reversibles rec-procamente. En cierto modo Derecho y lenguaje se asemejan entre s encuanto ambos son productos espirituales o culturales que, mediante una esPe-cial corpor.eizacin, se han obietivado materialmelte. A pesar de esto uno yotro siguen siendo poltadores de w senti.do y de un significado, provenientesde su riginaria condicin de productos del espritu. Estos supuestos los cot.r-vierten o1o po, en obieto de Ia Hermenutica, de modo que sta se coloca encierta

    -manera a un nivel superior Para proyectar su luz sobre aqul plal'roinferior conver.gente en que apal.ecen situados el Derecho y el lengaje. Apar-te de ello, uno de los moldes de que el Delecho se sirve para corpoleizal'sees precisamente el lenguaje, y quiz el molde prilcipal, pues aqu pensamosno solamente en el lenguaje hablado sino tambin en el esclito o contenido entextos manuscritos o impresos. Desde este punto de vista Hermerutica 1r |s-recho vuelven a aproximalse entre s, en cuanto que ambos a dos estn endependencia de las posibilidacles que el lenguaje cortiene 1, ofrece como mediode expresin y como modo de corporeizacin de contenidos espirituales quelleven a una comunicacin intelectiva entle los hombres.

    3. En tercer lugar, tanto la Hermentrtica como el Derecho estt] en ntimaconexin con la doctrina de la interpretacirl, hasta el punto que fue por esta

    as H. Coing, Dia iurstischen Auslegungsmethoden nnd die Leltren der allgemeinenHermeneutik, cit., P. 18.

    .e*.h.., e."*",f'$.r ,r, .n.{,!,. ,n.

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  • 360 M ar celino Ro tlrguez M olinero Hermenutica y Derecho 36Ir'a por la que ia Hermenutic enriq.eci su pobre contenido a,terior, y por.donde-el Derecho lleg al encuentro con la Hermenutica haciendo posible unaespecfica Hermenutica jurdica. Los diversos tipos histricos de interpretacinhan sido asimilados, de forrna ms o menos concordante o coinciclente, por traHermenutica y po. el Derecho. ciertame.te que la Hermenutica actual,sobre todo Ia Hermenutica filosfica, ha ido mucho ms all de lo que ladoctrina tladicional de la interpretacin, en sus diversas modalidades, habaconsegudo. Debido a ello ha alcanzado en cierto modo que los tr.minos cle larelacin se invieltan, y si antes la Herrnen.tica dependa de la Teora delzr i,terpretacin, sta depe,de ahora de aqulla o por lo menos tiene quereconocele un lango pleeminente a la hora de indagar- cul es el sentido de losobjetos o cosas interpretables. A esta preeminencia no pr-rede ni debe sustr.aerseel Derecho. sera u.a grave autolimitacin que el Derecho renu.ciara a ta,provechosas conquistas. Lo cual no quie'e decir que, por hacer ese reconoci-miento, haya de movelse en dos esfelas o planos diferentes: una que sera laesfera purarnente interp,etativa, regida por los cno.es tradicionalei y dirigidapol los consabidos mtodos, y otra la esfera encaminada a la bsqueda delsentido, concerniente a la labor hermenutica. si el Derecho no puede ni deberenunciar a la aplehensin y captacin de la obietiaid.acl latente en los hechosv en los dicta que n'raneja, tampoco debe mantenerse ajeno a las pretensioneshe.menuticas, cual si se tratara de una tarea que nada tiene que ver con sumodo de ser. Aparte de ello, el Derecho, en cuanto modelo regulador del orde.rsocial, se apo)a en .unos princiTtios y hace referencia * uno, unlorus, unos y otrosenraizados ,ticamente en el des,udo orde, d.el ser, como, por. ejernplo, elprincipio de dignidad de la persona hurnana o el valor cle la justicia, qrie slola labo helrenutica puede esclarecer debidan-rente.

    4. La estructura del Derecho, sobre todo en cuanto order-r positivizado, sepresenta ante nuestla vista como una totalidad armnica y coherente y, encnanto Ie es factible, exenta de contradiccioues. Las unidades singulai.es oindividualizadas que componen esta totalidad, no han de ser interpretadas deuna manera atomstica. En esto el Derecho se asemeja otfa vez al lenguaje,sobre todo al lengtiaje escrito o plasmado en textos. Lo mismo que ocurre en elle,guaje, hablado o escrito, er q,e cda unidad ringstica ,""it" ,o sentido ysignificacin de otra unidad superior, tambin en el Derecho cada uniclacl sin-gular individualizable recibe los suyos de otra de mayor ralrgo dentro de latotalidad del conjunto. La verdad es que esto mismo ocurre en Ia misma realidadcle las cosas materiales, en las q,e los elementos simples so, aislables y desinte-grables, i.cluso el tomo, pero pierden su sentido aislados entre s. pues bien, Iacaptacin de este sentido, dependiente de la armona y coherencia dentro de

    una totalidad, es una de ras metas de ra funcin herme,utica. por ro quea.tae l Derecho pudiera objetarse que esta tarea la curnple, sobraclame,te rallamada interpretacin sistemtca o en su caso la interpr.ietacin histrica. Sinembargo, el sentido inteligibre por ra Hermen*tica buJcado, e, cua,to e,rai-zado en u, co,texto r-rir-:o, escapa totalmente a aquellos dos tipos de interpreta_cin tradicional.

    5. Por ltirno, co,viene natzar si lo dicho acerca der ncleo der problemaIrerrnerrutico es o rro es apricab.re ar Derecho. Tar ncreo consista, como vimos,enla intelecci'n o comprensin der senticlo, pues bien, se ha.epetido hasta Iasacied-ad, principalme.te por parte de argunas direccio,es de per:rsamiento jur-dico de nuestLo siglo, que ra labor i,teipretativa en er Dereho nu,ca puedeser reductibie al razo,amiento deductivo, o a Ia mera aplicacin cle la Lgicasilogstica t.adicio,al y mucho renos de Ia Lgica

    -atrtica o de Ia Lgicasimblica. Para ello se obser'a, con plena rarn, q.,e ia i,ter.pretaci. jurdicarciuve siemp.e un nomento capitar, que es er qie condu""^^ r, iLecisir. stesta decisin ha cle ser acertada, tendr que basarse erl una comprer-rsi, cabaldel sentido, es decir, etlainterecein der asunto que hace ras veces de objeto.r'os caracteres que se atrib.ye, a la inteleccin son sin d,da la,-rejor garantade haber conseguido captar la verdad y, en cuanto es posibre a ra nrente huma-,a, toda la verdad, contenida tanto en los hechos y actos jurdicos enjuiciablescomo en las normas jurdicas aplicables.

    Hay sin duda otros mrtpres aspectos de ra reracin mutua e,tr.e Herme-nutica y De.echo que por ro *erros debieran ser. apuntados. se trata sinembargo de aspectos parciales, pues ros fundamentale, {.,"d",. va co,signados.Y aunque Ia discusi, de ro-s aspectos parciales de ,na reracin contribiyen, aveces decisivame,te, a la solucin del problema de fondo, una vez rns la faltade espacio y el carcter de mea oientacin prelimi,ar q,e tie,e este trabajo,jrstifica, la ausencia de su tratamiento. En cualq'ier caso,-siernpre ser. legtimoconcluir co, Arthur Ka,fma,n: "Mit der Arsaibeitung einer iuristische, Her-me,eutik zeichnet sich ein gemeinsames Forschungsfeid uo, Rechtsphilosophie,nd Rechtstheoie ab". ao No ot.a cosa han pretenido estas pgi,as al contri-huil a un adecuado enfoque del tema.

    40 A. Kaufmann-w. Hassemer, Grundpnblente rJu zeitgenssiscrwn Rechtsphilosophieund Reclstheore, cit., p. 34.

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